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Maltrato Infantil: Factores de riesgo en los padres

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Academic year: 2020

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(1)MALTRATO INFANTIL: FACTORES DE RIESGO EN LOS PADRES. DIPLOMADO: INFANCIA Y NIÑEZ. REVISIÓN TEÓRICA. LINA MARCELA GARCÍA CRUZ ID 32067. UNIVERSIDAD COOPERATIVA DE COLOMBIA FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES PROGRAMA DE PSICOLOGÍA Bogotá, Colombia Mayo, 2017.

(2) MALTRATO INFANTIL: FACTORES DE RIESGO EN LOS PADRES. DIPLOMADO: INFANCIA Y NIÑEZ. REVISIÓN TEÓRICA. LINA MARCELA GARCÍA CRUZ ID: 320637. JAQUELINE BENAVIDES DELGADO directora. UNIVERSIDAD COOPERATIVA DE COLOMBIA FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES PROGRAMA DE PSICOLOGÍA Bogotá, Colombia Mayo, 2017.

(3) Resumen. Una de las incógnitas que este diplomado despertó fue la relevancia del apego y la construcción del vínculo materno, el cual considero como una experiencia subjetiva que podría ser un factor de riesgo cuando se desarrolla de formas inadecuadas puesto que con llevaría a la problemática que observamos y vivenciamos ahora, el maltrato infantil. En la presente revisión bibliográfica se pretende abordar varias perspectivas respecto a los aspectos que con llevan especialmente a las madres a perpetuar el abuso y de esta forma propiciar futuras investigaciones enfocadas a una intervención los factores descritos. Palabras claves Padres, Apego, Maltrato, factores de riesgo. Ahora bien, la pregunta que se procurará responder es ¿Cuáles son los factores que con llevan a los padres a ser agresores? Podemos referir diferentes trabajos que se han recopilado mayormente en Colombia, siendo artículos universitarios, ensayos, reflexiones académicas y tesis; todas en relación con postulados al análisis del maltrato por parte de los cuidadores. Podemos observar en trabajos como los de Sabrina Gómez (1988) quien realiza un análisis de cuatro factores importantes que comprenden el maltrato infantil, basada en las posturas de diferentes autores quienes intentan explicar aspectos de dicho fenómeno. La autora nos refiere que el primer y más común factor son los padres maltratantes; en este primer aspecto se exponen variables demográficas, juventud de los padres – especialmente en las madres-, bajos niveles educativos y socioeconómicos los cuales podrían generar un inadecuado o deficiente.

(4) conocimiento sobre el desarrollo infantil y de esta forma encausar al maltrato, ya que las expectativas de los padres sobre los hijos no son coherentes con los conocimientos y/o creencias que poseen. Otro aspecto importante a tener en cuenta es la presencia de una historia personal de maltrato en la infancia y la reproducción transgeneracional de patrones de interacción padre – hijo, interacción que se caracteriza por el maltrato a los hijos. Con relación a lo anterior Goméz (1988) cita a Altemeir y cols. (1982), Oates, Forrest y Peacock (1985) donde refieren que más que una historia personal de maltrato, lo que diferenciaba a los padres maltratadores de los no maltratadores era su actitud hacia el castigo recibido; puesto que consideraban que el castigo al que habían sido sometidos era injusto y excesivamente severo. Estos últimos también consideraban como más negativas y distantes sus relaciones con sus padres, tanto y durante la infancia como en la actualidad. Lo anterior con lleva a hablar de un factor importante como es la personalidad, la cual se construye a partir de la interacción del principal y primer vínculo con los cuidadores. Retomando con la descripción de factores que menciona Gómez (1988) cita a Melnick y Hurley (1969), Fishoff, Whitten y Pettit, Green, Gaines y Sandgrund (1974), quienes reportan de acuerdo a sus investigaciones que los padres maltratantes se caracterizan por insatisfacción en sus necesidades de amor y aceptación, lo cual los lleva a buscar satisfacerlas en sus hijos y a reaccionar agresivamente contra ellos cuando no responden a estas expectativas. Finalmente la autora menciona que en diferentes investigaciones las madres maltratantes tendían a expresar que sus hijos se comportaban mal expresamente para molestarlas, consideraban que no tenían un rendimiento escolar a la altura de sus expectativas y que tenían.

(5) más problemas de comportamientos; lo anterior hace referencia un contenido valorativo diferencial que podría estar mediado a las pautas de crianza en la historia de vida de la madre, experiencias y/o aprendizaje. En este mismo sentido, varios investigadores (Papalia y Wendkos, 1997; González,et al, 1993; Loredo, 1994; Ortiz, 2005) citado por Barcelata & Antillón (2005,p 39) consideran que los adultos que maltratan en particular a sus hijos se presentan con mayor frecuencia en familias numerosas y de bajos recursos económicos porque sufren más los rigores de la vida. Otro factor de maltrato infantil con el que coinciden los autores mencionados en esta revisión es la historia de maltrato en los padres cuando niños; padres con autoconcepto negativo (sentimientos de fracaso); padres o familias como pocas o ninguna red de apoyo en el enfrentamiento de momentos difíciles; padres que reportan sentirse infelices en el matrimonio; con expectativas irreales acerca de sus hijos; con grandes necesidades afectivas; menos capaces de controlar la tensión, y en general con recursos limitados para enfrentar situaciones diversas como: desempleo, matrimonio forzado debido a un embarazo no deseado, casos de hijos de madres solteras ó de uniones libres, funciones de crianza monoparentales a edades tempranas, y presencia de trastornos emocionales, o capacidades especiales en alguno de los miembros de la familia (Barcelata & Antillón 2005). Ahora bien, complementando lo anterior y con nuevos conceptos sobre la teoría de la mente y la representación del apego se unen Ana Mesa, Luisa Estrada y Alba Bahamón (2009) quienes sostienen que las particularidades de la historia de la madre con sus figuras de apego, especialmente en la interpretación que ha hecho de estas interacciones, forman modelos mentales. Los significados, creencias y estrategias de control emocional, asociados a dichos modelos, inciden en la accesibilidad emocional y el rol parental que las madres actúan con los hijos..

(6) De acuerdo con las autoras Mesa, Estrada, Bahamón (2009) citan a Bowlby (1990), citado por (Vives y Lartigue, 1994, p.129), se define “el apego como el vínculo afectivo que se infiere de una tendencia estable a buscar la proximidad o el contacto, activada y modulada en la interacción con otras personas significativas a lo largo del tiempo y que subyace a las conductas que se manifiestan y son corregidas en función de la retroalimentación, y que se adapta de acuerdo con las condiciones ambientales.” Siguiendo esta idea, el apego es instintivo y necesario en la supervivencia, un modelo de comportamientos que exige disposición, compañía y/o proximidad de otro que provea seguridad. Bowlby (1990) citado por Mesa et al (2009) consideraba que el apego va a depender de factores exógenos como amenazas del ambiente y de factores endógenos como representaciones internas de sí mismo y de los otros, relacionadas con la necesidad de seguridad y disponibilidad de la figura de apego. A lo anterior se denomina Modelo Interno de Trabajo, su construcción empieza a partir de las características y las respuestas expresadas por los cuidadores ante las necesidades del niño, por lo tanto, la activación de conductas de apego depende de la evaluación que realice de su entorno y así dar como resultado una experiencia subjetiva de seguridad o inseguridad. A partir de las investigaciones Bowlby sobre del desarrollo del apego, Ainsworth (1967) citado por (Mesa, Estrada, Bahamón, 2009, p 129) define el apego como “esalgo internalizado que tiene aspectos de sentimientos, de memorias, de deseos, de expectativas y de intenciones, todos los cuales sirven como filtro para la recepción e interpretación de la experiencia interpersonal, como molde que configura la naturaleza de una respuesta externamente observable” (p. 429). De acuerdo a lo anterior y en las observaciones de sus investigaciones sobre el tema, define tres tipos de apego: Seguro, inseguro evitativo, inseguro ambivalente..

(7)  Apego seguro: se presenta cuando el niño confía en sus cuidadores y los percibe como una fuente de protección, cuidado y sustento. Son niños autónomos que confían en sí mismos y en su entorno, estableciendo relaciones saludables con él.  Apego inseguro/evitativo: En este apego la madre no es percibida por el niño como una fuente de apoyo, protección o cuidado  Apego inseguro/resistente ambivalente. Este tipo de apego se ha encontrado asociado con comportamiento parental ambivalente, inconsistente e impredecible. En este último caso que las respuestas del cuidador sean extremadamente incoherentes y/o maltratadoras el niño no sería capaz de conformar una estrategia organizada de apego, situación ante la cual se activarían dos sistemas de comportamiento contradictorios entre sí: el de apego y el de miedo (Main & Hesse, 1990), experimentando a la vez dos comportamientos incompatibles: el de escape y acercamiento (Lyons-Ruth, Bronfman & Atwood, 1999; van IJzendoorn et al., 1999).. Los autores coinciden en que los tipos de apego construyen las bases emocionales y cognitivas del futuro adulto, por lo tanto, si tenemos en cuenta la historia personal de madres con apego inseguro y/o ambivalente existiría una alta probabilidad de perpetuar el maltrato infantil de forma transgeneracional.. Ahora bien, es importante develar la relevancia “del instinto materno” el cual nos genera diversos interrogantes, de ser así el maltrato infantil no sería un foco de intervención para las ciencias humanas. Se ha llegado afirmar que uno de los factores principales en el maltrato y abuso infantil es la maternidad obligada. Niños más expuestos al maltrato son niños con una tendencia a presentar problemas de disciplina, con dificultad para seguir reglas..

(8) Palomar (2005) sostiene que la maternidad es una construcción social y un fenómeno discursivo perteneciente a un imaginario colectivo y por lo tanto complejo. La maternidad no es un “hecho natural”, sino una construcción cultural multideterminada, definida y organizada por normas que se desprenden de las necesidades de un grupo social específico y de una época definida de su historia. Se trata de un fenómeno compuesto por discursos y prácticas sociales que conforman un imaginario complejo y poderoso que es, a la vez, fuente y efecto del género. Badinter y Knibiehler (citadas por Palomar, 2005) manifiestan que este imaginario tiene actualmente, como piezas centrales, dos elementos que lo sostienen y a los que parecen atribuírsele, generalmente, un valor de esencia: el instinto materno y el amor maternal (Molina, 2014). Teniendo en cuenta lo anterior se considera como un factor de riesgo relevante la cultura y el contexto social pues que es este quien otorga la percepción de la maternidad a la mujer las políticas que “obligan” a hacer “buenas madres”. Estrada (2012) plantea que la maternidad ha sido una problemática en la historia, explicando primero, la intervención “moralizadora” de la Iglesia católica y de organizaciones de caridad y, luego, la introducción coercitiva de la “maternidad científica” o moderna a través del discurso médico.. DISCUSIÓN.

(9) Cada autor recopilado en este documento plantea un análisis de los principales factores de riesgo de esta problemática que afecta a los más vulnerables del sistema, los niños. Podemos considerar validos todos estos aportes, ya que, desde un punto de vista teórico, se reconoce la homogeneidad de sus postulados, y el estudio riguroso de cada aspecto en caminado a la prevención e intervención oportuna de dichos aspectos que propician el maltrato infantil. El análisis de estas ideas nos permite identificar no sólo los puntos problemáticos, también invita a la reflexión y la necesidad de generar nuevas propuestas que aporten a la intervención de dichas problemáticas sociales..

(10) REFERENCIAS Gómez, S. (1988). Maltrato infantil: Un problema multifacético. Fundación Universitaria Konrad Lorenz, Colombia.. Molina, S. (2014). El mito del instinto maternal y su relación con el control social de las mujeres.Universidad de la República Uruguay.. Palomar, C. (2005). Maternidad: Historia y cultura. La ventana, Num.22. Estrada, M. (2014). La maternidad en la historia: deber, deseo y simulacro. Cuadernos Inter.c.a.mbio sobre Centroamérica y el Caribe, Vol. 11, No 2. Fresno, A. Spencer, C. Retamal T. (2010) Maltrato infantil y representaciones del apego, defensas, memoria y estrategias, una revisión. Universidad de Talca, Chile.. Mesa, A. Estrada, L. Bahamón A. (2009). Experiencias de maltrato infantil y transmisión intergeneracional de patrones de apego madre - infante. Pontificia Universidad Javeriana, Cali – Colombia..

(11) Bedoya, M. Giraldo M. (2011). Vivir la violencia materna. La voz de los niños y las niñas. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud. Universidad de Antioquia, Colombia.. Barcelata, E. Alvarez I. (2005). Patrones de interacción familiar de madres y padres generadores de violencia y maltrato infantil. Red de Revistas científicas de América Latina.. Tovar, A, Almeyara S, Hernandez L, Borja M. (2016). El maltrato infantil desde la voz de la niñez. Revista Mexicana de Ciencias Agrícolas, vol. 7.

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Referencias

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