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1 CLASE N° 4

Cuestiones Pendientes “Las Islas Malvinas”

Posición Geográfica

Las Islas Malvinas es un archipiélago situado en el Océano Atlántico Sur en la plataforma continental de América del Sur, en particular de la Patagonia. Se hallan comprendidas entre los paralelos 51° y 53° de latitud sur y entre los meridianos 57° y 62° de longitud oeste. Su distancia a Buenos Aires es de aproximadamente 1.800 km; a la boca del Estrecho de Magallanes, cerca de 500 km, y al puerto de Río Gallegos, unos 600 km.

El archipiélago se compone de un enjambre de islas cuyo número pasa de 100 y constituye, en conjunto, una superficie total de 11.410 km², según el Instituto Geográfico Nacional. Las dos islas más importantes son la oriental o Soledad y la occidental o Gran Malvina, ambas separadas por el Canal de San Carlos, que tiene una anchura media de 15 km. La superficie de la Isla Soledad es de 4.353 km² y la de la Gran Malvina de 6.307 km². El resto del centenar de pequeñas islas hace una superficie de sólo 750 km². La Isla Soledad tiene una longitud de 156 km y la Gran Malvina de 143 km.

Relieve, clima y flora

El relieve de las dos islas grandes está constituido por planicies, a veces ondulada, y cerros redondeados cuya altura media no llega a los 700 metros. En la Isla Soledad se destaca el contraste entre su sector SW que más bien llano, y es sector norte, donde sobresalen cerros y lomas en forma de cadena, de este a oeste. La Gran Malvina se presenta como una planicie algo accidentada y sembrada por todas partes de lomas y cerros aislados. Esta tiene en conjunto una elevación mayor que la Isla Soledad; es sus partes llanas predominan las praderas siempre verdes que alternan con ciénagas y turberas. También llama la atención la presencia, en ambas islas, de bloques de piedras que habrían sido arrastrados por la fusión de glaciares a través de los lechos de antiguos ríos hoy desecados; esta particularidad se llama río de piedra.

Asimismo, las Islas Malvinas tienen un sorprendente desarrollo de costas, de más de 4.000 km. La medida de su importancia la tendremos si recordamos que las costas marítimas de la parte continental de Argentina ascienden a 4.700 km.

Esta extensión se debe a que las costas de las islas son sumamente irregulares y penetradas por profundas bahías y escotaduras. En general, son de tipo rías, o sea entradas de mar en valles de antiguos ríos.

El clima malvinense es frio oceánico con reducida amplitud térmica, la cual oscila durante todo el año entre fresco en verano y frío moderado, por la acción moderadora del mar. Las temperaturas máximas se registran en enero con una media de alrededor de 10°C y las temperaturas mínimas oscilan entre 0° y 2°C. Los vientos dominantes son del oeste y sudoeste y adquieren violencia singular durante los inviernos. Si bien no hay gran diferencia entre el clima de ambas islas, es más apacible el de la Isla Soledad por hallarse más protegida de los vientos del oeste por el sistema montañoso de ambas, razón por la cual esta isla ha concentrado el grueso de la población y de la actividad económica.

La persistencia e intensidad de los vientos impide el desarrollo de árboles, por ello, la vegetación, si bien es densa, está constituida por arbustos y pastos en forma de matas. En los terrenos impermeables abundan los musgos, donde se va formando las ciénagas y turberas1.

Población

En 2003 la población de las islas era de 2.967 habitantes, los cuales el 70% son descendiente de británicos. La gente del Reino Unido que obtuvo su estatus en las islas, son conocidos en la zona como belongers. Algunos son de ascendencia escandinava, entre ellos descendientes de los balleneros que alcanzaron las islas durante los dos siglos pasados. Además hay alrededor de un 10% de habitantes nacidos en Chile, mientras que los argentinos continentales solo suman 29 personas en 2012. Más recientemente han llegado emigrantes de la isla Santa Helena para trabajar en las islas.

A los residentes de las Malvinas se les conoce como Kelpers; este gentilicio deriva de las algas que se encuentran alrededor de las islas, llamadas kelp en inglés. No obstante ellos prefieren llamarse islanders (isleños). En español su gentilicio es

«malvinenses», ya que «isleño» no designa ningún lugar específico pues puede aplicarse a cualquier persona nacida en cualquier isla.

1 La turba es un material orgánico, de color pardo oscuro y rico en carbono. Está formado por una masa esponjosa y ligera en la que aún se aprecian los componentes vegetales que la originaron. Se emplea como combustible y en la obtención de abonos orgánicos. La formación de la turba constituye la primera etapa del proceso por el que la vegetación se transforma en carbón mineral. Se forma como resultado de la putrefacción y carbonificación parcial de la vegetación en el agua ácida de pantanos, marismas y humedales.

Las turberas son cuencas lacustres de origen glaciar que actualmente están repletas de material vegetal más o menos descompuesto y que conocemos como turba de agua dulce. La turba se acumula debido a que la putrefacción de la materia vegetal es muy lenta en climas fríos

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2 Economía

La economía estaba basada en la ganadería, principalmente la cría ovina, pero hoy la pesca constituye el núcleo de la actividad económica. En 1987 el gobierno británico de las islas empezó a vender licencias de pesca a compañías extranjeras dentro del área de pesca exclusivo de las Malvinas delimitado por el Reino Unido. Estas licencias totalizaron más de US$ 40 millones al año, lo cual sirve para administrar los sistemas de salud, educación y asistencia social de las islas.

El langostino forma el 75% de la pesca recogida. La industria del tambo sirve para el consumo interno; las cosechas nutren al forraje de invierno. Las exportaciones están formadas por envíos de lana de alta calidad al Reino Unido. Para alentar al turismo, la Corporación para el Desarrollo de las islas Malvinas ha construido tres cabañas para visitantes atraídos por la vida salvaje y la pesca. Actualmente las islas se autofinancian excepto para la defensa. El British Geological Survey anunció la presencia de una zona de exploración de petróleo de 200 millas alrededor de las islas en 1993 y los primeros sondeos sísmicos sugieren la posibilidad de reservas substanciales capaces de producir 500 000 barriles de petróleo por día.

Recientemente se han descubierto cuencas petroleras al sur y al norte del archipiélago.

La ocupación británica de las Islas Malvinas

El archipiélago de las Malvinas fue avistado primeramente por marinos holandeses y franceses, que realizaban viajes de exploración y de pesca, por lo tanto, no dieron lugar a fundación alguna. A principios de 1716 se publicó en Francia un mapa en el que figuraban las islas con el nombre de “Nuevas”. El conocimiento de su existencia despertó en Inglaterra el interés por apoderarse de ellas. Con ese fin, en 1749 despacha una expedición provocando la protesta de España, que ya las consideraba dentro de sus posesiones, soberanía que, más tarde, fue reconocida por Inglaterra.

El 2 de febrero de 1764, una expedición francesa ingresa a la bahía del noroeste de la Isla Soledad construyendo un fuerte una serie de edificios que constituyeron una población denominada Saint Louis.

El 15 de febrero de 1765, una expedición inglesa fundo Egmont en el norte de la Isla Gran Malvina tomando posesión sobre esta isla a la que bautizaron con el nombre Falkland Islands.

En 1767, enterada España de la ocupación de las Malvinas por los franceses e ingleses efectuó un fuerte reclamo que dio como resultado la devolución de las correspondientes islas y el reconocimiento de la soberanía española sobre todo el archipiélago.

Hasta la Revolución de Mayo se sucedieron 19 gobernadores españoles en las islas, los cuales dependían de la Capitanía General de Buenos Aires hasta 1776. Con el advenimiento del Virreinato, las islas pasaron a depender del Virrey. Producida la Revolución de Mayo el archipiélago quedó prácticamente abandonado durante varios años porque las autoridades ordenaron a la guarnición de Puerto Soledad se trasladara a Montevideo como refuerzo militar.

En 1820 el gobierno de Buenos Aires destacó la fragata Heroína, con la misión de restablecer el manejo de las islas, enarbolar el pabellón nacional y hacer cumplir las disposiciones del gobierno en cuanto a las actividades de los buques pesqueros extranjeros en esas latitudes. En ese mismo año se crea la Comandancia Política y Militar de las Malvinas.

En septiembre de 1832, Rosas designó como gobernador de las Malvinas a Esteban Mestivier y despachaba la goleta Sarandí, al mando del teniente José María Pinedo. A poco de llegar, el gobernador fue asesinato en medio de una sublevación interna, de manera que debió tomar el mando Pinedo. Un mes después, la fragata inglesa Clío anclaba en Puerto Soledad e intimaba a Pinedo a abandonar el territorio. La desproporción de las fuerzas hizo que Pinedo inútil toda resistencia, embarcando a todos sus hombres y se dirigió a Buenos Aires quedando, de esta manera, consumada la ocupación británica. Al gobierno de Buenos Aires no le quedó otro camino que la tradicional reclamación diplomática.

¿En qué argumentos se sostenía el reclamo?

Los argumentos argentinos para sostener el reclamo por la soberanía en las Islas tienen varias aristas. En términos geográficos, la proximidad de las Islas Malvinas respecto al territorio continental argentino (del cual es un desprendimiento) contrasta con la distancia que existe entre las Islas y Gran Bretaña. Asimismo, Argentina considera a las Islas como parte de su “plataforma continental”.

Además de las razones geográficas, los argumentos argentinos combinan razones históricas, políticas y jurídicas, con el fin de señalar –lo que constituye el núcleo central de la postura argentina- que la ocupación británica en las Islas es una usurpación. Para demostrarlo y reclamar así el pleno ejercicio de la soberanía, el Estado argentino establece una conexión entre sus derechos soberanos y el que ejercía la Corona Española en las Islas: se trata de mostrar que las Malvinas se convierten en una posesión de las Provincias Unidas una vez declarada la Independencia, como ocurrió con el territorio continental argentino. Pero para establecer esta conexión, es necesaria una reconstrucción histórica, que exponemos a continuación, presentando también el punto de vista británico, que se ha modificado con el tiempo.

• Las Islas Malvinas formaron parte del territorio del área bajo jurisdicción de España desde la entrada en vigor de los primeros instrumentos internacionales que delimitaron el "Nuevo Mundo" poco después del descubrimiento de 1492.

Las Bulas Pontificias y el Tratado de Tordesillas de 1494 constituyen los primeros instrumentos que receptan títulos de

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3 España de acuerdo con el derecho internacional de la época. Los británicos, en cambio, no reconocen las Bulas Pontificias porque no se asumen como país católico-romano (aunque para 1492 Gran Bretaña sí era católica romana), ni tampoco el Tratado de Tordesillas, por haber sido celebrado entre España y Portugal.

• Desde principios del siglo XVI y durante la mayor parte del mismo, sólo navegantes al servicio de España transitaron las rutas marítimas a lo largo de la costa sudamericana, avanzando hacia el sur en busca de un paso interoceánico. En este avance se produjo el descubrimiento de las Islas Malvinas por integrantes de la expedición de Magallanes en el año 1520. A partir de ese momento fueron registradas en la cartografía europea con diversos nombres y quedaron dentro de los espacios bajo control efectivo de las autoridades españolas. Gran Bretaña, en cambio, sostiene que John Davis en 1592, al mando del navío Desire, fue el primero que avistó a las islas. Sin embargo, el presunto hallazgo no fue ubicado en las coordenadas cartográficas de la época.

• En el curso del siglo XVII las Islas Malvinas fueron avistadas por navegantes de otras naciones que se aventuraban en los dominios españoles a riesgo de la reacción y las protestas que España efectuaba cuando tenía noticias de tales expediciones. Pero toda la región austral de América, con sus costas, mares e islas, quedó indiscutiblemente preservada bajo la soberanía

española a través de los diversos tratados suscriptos en este período, como el Tratado "Americano" de 1670, entre España e Inglaterra.

• La Paz de Utrecht, firmada en 1713 entre España, Francia y Gran Bretaña, aseguró la integridad de las posesiones de España en América del Sur y confirmó su exclusividad de navegación en el Atlántico Sur. Inglaterra aceptó dichas cláusulas como signataria de los acuerdos de Utrecht y de tratados posteriores del siglo XVIII que lo ratificaban. Éste es uno de los puntos más débiles de la posición británica, ya que en la Paz de Utrecht y en los tratados posteriores no cuestionó la soberanía de las Islas, lo cual es un claro reconocimiento de la soberanía española.

• No obstante, hacia mediados de este siglo, las Islas Malvinas comenzaron a ser objeto del interés de Gran Bretaña y Francia, que aspiraban a contar con un establecimiento estratégicamente ubicado frente al estrecho de Magallanes. En 1749, España se enteró de un proyecto británico para establecerse en las Islas Malvinas y protestó firmemente ante el gobierno de Gran Bretaña que, en consecuencia, desistió de llevarlo a cabo. Cuando en 1764 Francia formó el establecimiento de

"Port Louis" en la Isla Soledad, España se opuso y obtuvo el reconocimiento de Francia de su derecho a las islas. El gobierno francés ordenó la evacuación y entrega del establecimiento a las autoridades españolas. Esta entrega se concretó en 1767 y desde entonces hubo en las Malvinas un gobernador español residente en ellas, dependiente de Buenos Aires.

• Al año siguiente de la instalación francesa, una expedición británica llegó clandestinamente al archipiélago y, como seguimiento de ella, en 1766 marinos ingleses levantaron un fuerte en un lugar que llamaron "Port Egmont", en una isla situada al oeste de la Gran Malvina. Pese al secreto con que el gobierno británico llevó esto a cabo, España tuvo conocimiento de ello y protestó insistentemente exponiendo sus derechos. Como no tuvo una respuesta aceptable, buscó el establecimiento intruso y en 1770, expulsó por la fuerza a sus ocupantes. Con motivo de esta acción se estuvo al borde de una guerra, evitada con un acuerdo bilateral firmado en 1771 que constaba de una Declaración por la que España restituía "Port Egmont" a los británicos para salvar el honor del Rey de Inglaterra, haciendo reserva expresa de su soberanía sobre la totalidad de las Islas Malvinas, y una Aceptación de la Declaración en la que Gran Bretaña guardaba silencio acerca de la reserva de derechos española. Como parte del acuerdo se convino verbalmente que los ingleses se retirarían de "Port Egmont" posteriormente, lo cual ocurrió en 1774. En este punto, los británicos alegan sin embargo que dejaron una placa de plomo y una bandera como expresión de la continuación de su posesión sobre el territorio.

• Desde 1774 las autoridades españolas con asiento en Puerto Soledad continuaron ejerciendo su jurisdicción y control sobre la totalidad del archipiélago. En 1790, con la firma del tratado de San Lorenzo de El Escorial, Gran Bretaña se comprometió a no formar ningún establecimiento en las costas tanto orientales como occidentales de América Meridional ni en las islas adyacentes ya ocupadas por España, tal era el caso de las Malvinas. La sucesión de treinta y dos gobernadores españoles en las Islas Malvinas fue continua hasta el año 1811, en que la guarnición de Puerto Soledad fue requerida desde Montevideo para la defensa de la monarquía española al comienzo de las Guerras de la Independencia.

Etapas del conflicto por la recuperación de las Islas Malvinas Antes de la guerra (desde 1833 hasta 1982)

Desde el momento mismo de la ocupación de nuestras islas por Gran Bretaña, en 1833, los sucesivos gobiernos argentinos han dejado sentado ante el mundo el permanente reclamo pacifico por sus derechos soberanos. Ese largo proceso se interrumpe con la ocupación de las islas por parte de la Argentina, el 2 de abril de 1982.

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4 Entre los diversos acontecimientos que caracterizaron ese largo periodo de reclamaciones prácticas, los más importantes fueron las más importantes fueron las negociaciones bilaterales que se dieron en el marco de dos resoluciones de las Naciones Unidas: la 1.514 (de 1960) y la 2.065 (de 1965).

La resolución 1.1514 (XV Asamblea de las Naciones Unidas, 1960) Se conoce como “Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales (…) se declara que todos los pueblos tienen derecho de libre determinación. En virtud de este derecho determinan libremente su condición política y persiguen su propio desarrollo económico y sociocultural”. Al considerar Inglaterra a las Islas Malvinas como una colonia propia, y sobre la base de este principio de autodeterminación, esgrimió el argumento de que los isleños eran quienes debían decidir su futuro político. La Argentina rechazó este planteo y sostuvo que debía primar, en cambio, el principio de la integridad territorial. Para la Argentina, el principio de autodeterminación no era aplicable en este caso, ya que la especificidad de la cuestión de las Islas Malvinas reside en que el Reino Unido ocupó las Islas por la fuerza en 1833, expulsó a su población originaria y no permitió su retorno, vulnerando la integridad territorial argentina. Por este motivo, la aplicación del principio de autodeterminación por parte de los habitantes de las islas causaría el “quebrantamiento de la unidad nacional y la integridad territorial” de la Argentina.

 La resolución 2.065 (XX Asamblea de las Naciones Unidas, 1965) La ONU invita a los gobiernos de la Argentina y del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte a proseguir sin demora las negociaciones recomendadas por el Comité Especial, encargado de examinar la situación con respecto a la aplicación de la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales a fin de encontrar una solución pacífica al problema, teniendo debidamente en cuenta las disposiciones y los objetivos de la Carta de las Naciones Unidas y de la resolución 1514 (XV) de la Asamblea General, así como los intereses de la población de las Islas Malvinas (Falkland Islands)

Después de la resolución 2.065 se suceden unos quince años de negociaciones sin resultados. A fines de 1980, el vicecanciller británico Nicholas Ridley lleva a los isleños las tres propuestas siguientes:

 Condominio o administración argentino-británica de las islas. Esta propuesta fue rechazada de plano por los pobladores y, a su vez, por los negociadores del gobierno argentino.

 Congelamiento de las negociaciones acerca de la soberanía sobre el archipiélago. También esta alternativa fue rechazada por la mayoría de los pobladores isleños, aduciendo que del congelamiento se derivaría una incertidumbre indefinida que desalentaría todo proyecto futuro de inversiones encaminadas a la explotación de los recursos naturales (peces y petróleo) cuyas perspectivas habían cobrado repentinamente notoriedad.

 Reconocimiento de la soberanía argentina, pero condicionada al instantáneo arrendamiento total de las islas a Gran Bretaña. Ésta fue la que el vicecanciller apoyó en la reunión con los pobladores como la, a su juicio, más viable. La reacción frente a esta última alternativa no fue unánime. Pese a un rechazo inicial, conto luego con cierto apoyo de un sector minoritario. La mayoría se aferró a la posición de continuar siendo una colonia de Gran Bretaña en pleno Mar Argentino.

Guerra de las Malvinas

A partir de la mencionada visita de Ridley y de sus inaceptables propuestas, no se produjo ningún avance en las negociaciones, más bien, las relaciones entre ambos países se fueron endureciendo hasta culminar en el episodio de las Georgias del Sur y la posterior ocupación militar de las Malvinas por la Argentina.

1. El episodio de las Georgias. Este es el aparente desencadenante del conflicto armado. Hacia fines de mayo de 1981 la Empresa Georgias del Sur, en cumplimiento de un convenio firmado en Gran Bretaña, contrató un grupo de operarios argentinos con la misión de desmantelar una planta ballenera que se hallaba situada en la Isla San Pedro (la mayor de las Georgias del Sur), islas que según la ONU forman parte del archipiélago Malvinas. Estas actividades de la empresa provocaron irritación, lo que se manifiesto en el envío del patrullero inglés Endurance para desalojar, si se lo consideraba necesario, por la fuerza al grupo de trabajadores argentinos. Así, en la noche del 26 de marzo de 1982, el comité militar argentino resolvió prestar apoyo y proteger al grupo de ciudadanos, enviando hacia las proximidades del lugar varias unidades de la flota de guerra argentina.

2. La ocupación militar de las Malvinas Durante la noche del 1 de abril de 1982 y la madrugada del 2 de abril de 1982, parte de la flota argentina operaba frente a las Islas Malvinas. Entretanto, la reducida dotación de infantes de mariana británica en el Puerto Stanley se desplegaba en actitud defensiva. A las 6:30 de la mañana del viernes 2 de abril, mediante un operativo combinado de las tres fuerzas (aérea, marina y terrestre) la Argentina logró desembarcar en Puerto Stanley y ocupar la islas, luego de algunos enfrentamientos en diversos lugares de estas que culminaron con la rendición del gobernador británico. Se designó como gobernador de las Malvinas al General

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5 Mario Benjamín Menéndez. El 03 de abril se reunió, ha pedido de Gran Bretaña, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que dictó la resolución 502 “exigiendo el retiro de la fuerzas argentinas de las islas del Atlántico Sur”. Entretanto, mientras se desarrollaban las gestiones de pacificación, el gobierno británico alistaba gran parte de su poderosa flota de guerra y la desplazaba, a toda máquina, rumbo a Malvinas. En forma simultánea, tanto el gobierno inglés como los países de la Comunidad Económica Europea, disponían drásticas sanciones económicas y financieras contra la Argentina.

3. El desenlace. El día 14 de junio las fuerzas británicas presionaban con una manifiesta superioridad en armamentos y en efectivos humanos en las afueras del Puerto Argentino, capital malvinense. El mismo día 14, cerca de la medianoche, fue firmada el Acta Final de Rendición del Comandante de las fuerzas argentinas de aire, mar y tierra, General Menéndez, ante el General J.J. Moore como representante del gobierno británico.

Periodo Post-guerra (desde junio de 1982 hasta la actualidad)

 En agosto de 1984 se restablecieron las relaciones diplomáticas entre la Argentina y Nueva Zelanda, rotas en ocasión de la guerra de las Malvinas en 1982.

 A fines de 1989 se suscribió el Acuerdo argentino-británico, según el cual se regularizan las relaciones bilaterales entre ambos países, en consecuencia de ello se reanudaron las relaciones consulares, las conexiones aéreas y marítimas y, las actividades comerciales.

 En enero de 1990 Gran Bretaña anunció el levantamiento de la llamada “zona de exclusión” lo que permitió la navegación de los buques mercantes de la Argentina en torno de las Malvinas. En el mismo año se reanudan los vuelos entre ambos países y las conexiones marítimas, así como las relaciones comerciales y financieras.

 De acuerdo con lo previsto en la declaración del 15 de febrero de 1990, organizada por la Cruz Roja se llevó a cabo la primera visita de familiares al Cementerio Argentino en Darwin, donde están enterrados los soldados argentinos caídos en la guerra.

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Referencias

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