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DEUDA EXTERNA O SOBERANÍA NACIONAL

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Cuadernillo de formación y debate para la construcción de ciudadanía

DEUDA EXTERNA O SOBERANÍA NACIONAL

“El país necesita (…) que el estudiante sea parte activa de la sociedad y que incorpore a la técnica universalista la preocupación de las necesidades de la comunidad, el afán de resolverlas, y que, por consecuencia, no vea en la técnica el fin, sino el medio para la realización nacional.”

Arturo Jauretche

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Índice

A modo de introducción 3

I. El proyecto político neoliberal de endeudamiento 3 II. La explosión de la deuda externa en el estallido del año 2001 4 III. Breve introducción a los orígenes y desarrollo de la deuda

externa en Argentina: Modelos de Desarrollo nacional y endeudamiento 4 IV. Terrorismo de Estado, neoliberalismo, endeudamiento y fuga de capitales

(1976-1983) 5

V. El problema de la deuda externa en democracia: la continuidad

del Modelo económico 6

VI. El menemismo (1989-1999): endeudamiento y profundización

del Modelo neoliberal 7

VII. Sostener el Modelo y administrar la crisis (1999-2001) 8 VIII. Barajar y dar de nuevo: la política de desendeudamiento soberano

del Kirchnerismo y la recomposición del Modelo industrialista con Justicia Social 8

IX. Desafíos futuros 11

Anexo 12

Bibliografía 12

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A modo de introducción

“Endeudar un país a favor de otro, hasta las cercanías de su capacidad productiva, es encadenarlo a la rueda sin fin del interés compuesto (…) tarde o temprano el acreedor absorbe al deudor.”

Raúl Scalabrini Ortiz El objetivo de este documento es aportar de manera sucinta, algunas herramientas conceptuales e históricas que permitan a los estudiantes de la UNAJ disponer de una visión más precisa acerca de la disputa que lleva ade- lante el Gobierno Nacional frente a los Fondos Buitres. Con tal motivo, resulta imprescindible revisar la acelerada expansión de la Deuda Externa durante las décadas previas en nuestro país y en la Región en su conjunto y las políticas de desendeudamiento soberano implementadas desde el año 2003, cuyos antecedentes más relevantes en la Argentina lo constituyen las gestiones de Gobierno de Juan Domingo Perón (1945-1955).

Evolución de deuda

I. El proyecto político neoliberal de endeudamiento

“En economía no hay nada misterioso ni inaccesible al entendimiento del hombre de la calle. Si hay un miste- rio, reside él en el oculto propósito que puede perseguir el economista y que no es otro que la disimulación del

interés concreto a que se sirve.”

Arturo Jauretche El proceso de endeudamiento externo en nuestro país se aplicó por medio de los Golpes de Estado del año 1955 y del año 1976, y se profundizó durante las décadas de 1980 y 1990.

Las políticas de endeudamiento externo, y sus recurrentes procesos de refinanciamiento que aumentaban el ni- vel de deuda, fueron el mecanismo utilizado por las Corporaciones económicas, el poder financiero internacional y sus representantes locales para condicionar la Soberanía Política y la Independencia Económica de la Argen- tina y del resto de las Naciones de Nuestra América e implementar un Modelo económico de exclusión social y concentración económica.

$ 7.800

$ 43.600 $ 64.000

$ 144.000

$ 191.000

1976 1983 1990 2001 2004

Deuda en miles de millones

El endeudamiento externo actuó como el principal elemento disciplinador de un orden económico y social destinado a favorecer a grupos minoritarios concentrados, nacionales y extranjeros, en la estructura económica y productiva del país..

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El Capital financiero, los importadores y las Empresas de servicios privatizadas fueron sus pilares, reforzados por la Dependencia tecnológica, productiva y alimentaria tras la destrucción total de la industria nacional para importar el trabajo del extranjero. El endeudamiento externo actuó a lo largo de la historia como una herramienta de sustracción de las riquezas nacionales, de imposición de políticas y Modelos de Desarrollo Nacional y de do- minación de sectores económicos minoritarios nacionales y extranjeros por sobre los intereses de las mayorías sociales.

En este marco, el Estado garantizó el juego del librecambio de mercado, lo que implicó intervenir a favor de las oligarquías y de EUA, artífices de la aplicación de los programas de los Organismos trasnacionales, tales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Club de París.

Las deudas tomadas por las grandes empresas y sectores de privilegio fueron nacionalizadas en varias opor- tunidades, esto significa que la deuda en moneda extranjera que tomaban los grandes empresarios terminaba siendo nacionalizada, pasando a ser deuda que debía el pueblo argentino sin obtener jamás beneficio alguno.

La deuda fue el mecanismo de dependencia y dominación del poder económico concentrado para imponer la aplicación de recetas económicas en los países deudores hechas a medida de los intereses de los grupos de poder financieros: eso en Argentina se llamó Neoliberalismo (ver glosario) e implicó la aplicación de un Modelo de Desarrollo dependiente del extranjero asentado en un programa económico aperturista centrado en la espe- culación y la rentabilidad financiera, como asimismo, en la desregulación financiera y de las importaciones, junto a un fuerte proceso de reducción del gasto público debido a que el excedente debía destinarse al pago de los intereses cada vez mayores que implicaban la renegociación de las deudas contraídas.

II. La explosión de la deuda externa en el estallido del año 2001

Este es el marco en que debemos analizar la situación actual en torno a los Fondos Buitres, expresión concreta de los intereses imperialistas que en pleno Siglo XXI conspiran contra la decisión nacional de nuestro país de desendeudarse a través de las renegociaciones de Deuda llevadas a cabo en los años 2005 y 2010 durante los Gobiernos de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández.

Por eso, es fundamental comprender lo trascendente del momento que estamos viviendo, donde la determi- nación nacional tendrá resultados por años según el camino que tomemos en la actualidad. El debate de los Fondos Buitre, entonces, es un eslabón más en una larga cadena de disciplinamiento de los sectores neoliberales que intentan subordinar a nuestra Nación a la lógica del Capital financiero y subsumirnos al destino de ser patio trasero de los intereses foráneos.

III. Breve introducción a los orígenes y desarrollo de la deuda externa en Argenti- na: Modelos de Desarrollo nacional y endeudamiento

Las consecuencias de los procesos de endeudamiento externo siempre fueron perjudiciales para el Pueblo argentino. Los costos sociales del Modelo Neoliberal basado en el endeudamiento fueron trágicos: la extrema desigualdad social se expresó en índices colosales de desempleo, pobreza e indigencia y recortes drásticos en la inversión en Salud, Educación y Previsión Social.

En toda la historia del endeudamiento externo del país no se registra un período en que con el au- mento de la Deuda hayan mejorado las condiciones de vida del pueblo argentino. Por el contrario, a mayor endeudamiento, mayor retroceso en todas las variables sociales, económicas y productivas del país.

El desendeudamiento es el único camino posible para obtener Soberanía Política e Independencia Económica, lo que quiere decir autonomía para la aplicación de un proyecto de inclusión social y de crecimiento económico redistributivo. Esto implica la posibilidad de implementar una política nacio- nal autónoma desligada de tutorías extranjeras.

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El problema de la Deuda Externa argentina se origina en el año 1824 a través del primer empréstito con la Banca británica Baring Brothers contraído por Bernardino Rivadavia, uno de los mayores exponentes del Modelo de Desarrollo dependiente ligado a los intereses metropolitanos.

El ascenso de nuestro endeudamiento comienza a contenerse por primera vez en el Siglo XX, cuando se intentan implementar Modelos de Desarrollo industrialistas y soberanos. Hipólito Yrigoyen, disminuye la deuda legada por los liberales a 100 millones de libras. Juan Domingo Perón, en el período 1945-1955, la cancela casi en su totalidad. Tras el Golpe de Estado del año 1955, el país no tenía prácticamente deuda externa (500 millones). En este año, la destrucción del modelo industrialista y soberano con justicia social corre pareja a la adhesión de la Argentina al Fondo Monetario Internacional de la mano del dictador Pedro E. Aramburu, y es el período en que Estados Unidos desplaza claramente a Inglaterra como principal prestamista de la Argentina y restituye el Modelo de la dependencia. Hasta el año 1973, los gobiernos de Frondizi, Guido, Onganía, Levingston y Lanusse, elegidos bajo la proscripción del Partido político mayoritario, aumentan colosalmente nuestro endeudamiento que llega a los 3700 millones de dólares.

La breve gestión de Héctor Cámpora la reduce a 3400 millones, y al momento de producirse el Golpe de Estado del año 1976, la deuda se ubica en los 7800 millones de dólares. Interesa señalar, no obstante, que más allá de ser una constante estructural del país, con el advenimiento de la última dictadura cívico militar y la implementa- ción del Neoliberalismo en todo su esplendor, la deuda externa se convierte en el principal problema económico de la Argentina, cuyas consecuencias sobrellevamos costosamente al día de hoy. Ofrecemos a continuación una síntesis razonada del proceso de endeudamiento y desendeudamiento acontecido en el país desde el año 1976 hasta la actualidad.

IV. Terrorismo de Estado, neoliberalismo, endeudamiento y fuga de capitales (1976-1983)

“La felicidad de los hombres del Imperio suele estar hecha con la desagracia de otros hombres, a quienes los somete y mantiene disminuidos, gracias a la ayuda de los lenguaraces que los distraen de su quehacer propio, nacional, con las ideas exportadas por los hombres que son felices gracias a la miseria de los otros.”

Arturo Jauretche El comportamiento que asume la deuda externa a partir del año 1976 tiene rasgos particulares que signan el problema estructural del país hasta la actualidad.

La implantación del Modelo Neoliberal, llevado a cabo a través de un plan sistemático de exterminio social, significó además de un profundo proceso de desindustrialización y de extranjerización de los resortes básicos de la economía nacional, a la apertura indiscriminada de la importación y la desregulación financiera, que tuvo como correlato un profundo proceso de endeudamiento externo para financiar importaciones y para el pago de intereses de la Deuda que se iba tomando con Organismos de crédito internacional, fundamentalmente, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).

La dictadura aplicó tres mecanismos esenciales de endeudamiento: especulación financiera, endeudamiento obligatorio a Empresas públicas y aplicación de seguros de cambio. A partir de estos mecanismos, los grupos económicos concentrados del país comenzaron a endeudarse y el Estado Nacional se hizo cargo de los pasivos.

En el año 1982, el entonces Presidente del Banco Central, Domingo F. Cavallo junto al Ministro de Economía, Alfredo Martínez de Hoz, deciden nacionalizar la deuda de las grandes empresas nacionales y extranjeras que habían tomado créditos en dólares en el exterior por aproximadamente 15.000 millones de dólares.

La Dictadura cívico militar elevó la Deuda exponencialmente, de 7.800 millones de dólares en 1975 a 45.949 millones de dólares en 1983.

Es lo que se llamó la estatización de la deuda privada, una enorme estafa para nuestro pueblo, que significó un drenaje garrafal de recursos al extranjero (ver Glosario: Fuga de Capitales) y la sujeción a la política económica dictada por los acreedores a través del FMI cuyos costos sociales comenza- ron a sentirse en los índices crecientes de desempleo, pobreza y exclusión, recortes salariales y en materia de seguridad social.

A SECAS: EL PUEBLO ARGENTINO, NUEVAMENTE, PAGÓ A TRAVÉS DE AJUSTES Y PENURIAS CONSTANTES LOS COSTOS DE LOS SECTORES CONCENTRADOS DE NUESTRA ECONOMÍA.

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Hacia fines del año 1982, la deuda llegó a 43.600 millones de dólares. La imposibilidad de continuar tomando nueva deuda para refinanciar vencimientos y sostener un sistema financiero basado en la especulación y la fuga de divisas, llevó a que la Dictadura entrara en cesación de pagos (el denominado Default) ese mismo año.

A partir de aquí, veremos que el aumento de la Deuda en nuestro país coincidió siempre con la venta de activos (privatizaciones y extranjerización del país), o sea, a medida que vendíamos el patrimonio nacional, acumulába- mos deuda externa. Claro está, que los préstamos en lugar de capitalizar el país, fueron fondos utilizados para enriquecer a sectores concentrados minoritarios de la economía del país y del extranjero.

Desindustrialización y fuga de divisas

A medida que se aplican las “recetas” que dicta el FMI para pagar la deuda, crece la fuga de divisas al extranjero y se estanca la inversión productiva nacional. La ecuación social es sencilla: se redistribuyen los ingresos a favor de los sectores financieros en perjuicio del pueblo trabajador.

Disminuye además de manera drástica el poder adquisitivo del salario, se reducen los aranceles aduaneros y se entrega al Imperialismo nuestro mercado interno en detrimento de la industria nacional que se desmantela al tiempo que aumenta la pobreza, la desocupación y la deuda externa, que llega a sextuplicarse entre fines de 1975 y 1983.

V. El problema de la deuda externa en Democracia: la continuidad del Modelo Económico

“Hasta entonces se había procedido así: dada tal doctrina es necesario que la realidad se someta a ella. Noso- tros nos propusimos, si era posible, que dada nuestra realidad, resultase una doctrina que sirviera a nuestros

intereses y no a los ajenos. Hasta entonces, habíamos ido al almacén a comprar con el ‘Manual del Perfecto Comprador’, pero escrito por el almacenero.”

Arturo Jauretche El alfonsinismo (1983-1989)

El Gobierno de Raúl Alfonsín heredó en el año 1983 una deuda de magnitud prácticamente inmanejable, y aceptó la continuidad del seguro de cambio que había sido decretado por la Dictadura hasta 1986. Si bien intentó hasta el año 1985 demostrar su ilegitimidad, terminó cediendo a las presiones del extranjero. En efecto, cuando asumió la presidencia de la República Argentina Raúl Alfonsín, la deuda externa rondaba los U$s 43.600 millones, su pri- mer Ministro de Economía, el Dr. Bernardo Grinspun, impulsó por un lado la investigación del origen de la deuda, y por el otro, un acuerdo de los países deudores de la región, quienes se encontraron en la Ciudad de Cartagena y de Mar del Plata en el año 1984. Sin embargo, el 19 de febrero de 1985 se le pide la renuncia al Dr. Grinspun, para que asuma Juan Vital Sourouille. En 1985 el Estado seguía técnicamente en default, ya que sólo pagaba los servicios de la deuda en forma parcial, dado que los ingresos del fisco eran menos de la mitad de los intereses que la misma devengaba. El flujo de capital se había interrumpido con la guerra de las Malvinas en 1982, con lo que la deuda seguía creciendo por la acumulación de los intereses impagos.

Sólo se podían refinanciar los vencimientos y el pago parcial de intereses con la autorización del FMI, esa es la razón por la que se instrumentó el llamado Plan Austral, que fue un plan de ajuste que buscaba reducir el con- sumo y el nivel de actividad interno, para disminuir las importaciones y apuntalar las exportaciones.

El Plan Austral significó una fuerte devaluación inicial, con control de salarios y de precios, y un cambio de mo- neda (pesos por un austral).

Con fecha 1 de julio de 1985 mediante los Comunicados A-695, A-696, y A-697 del BCRA se reemplazaron títu- los de deuda externa heredados de la Dictadura militar (y por ende ilegítimos), a los que la gestión de Grinspun se negó a reconocer hasta que no se supiera el origen y destino de los fondos, por “Obligaciones de Banco Central de la República Argentina” (con lo que se legitima la deuda), reconocido en el libro El manejo de la deuda externa

Si en el año 1973, los trabajadores tenían un 47 % de participación en el ingreso nacional, en 1976 descenderá al 33 % y en 1977 al 30 %.

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en condiciones de crisis de balanza de pagos firmado por José Luis Machinea y Fernando Sommer (Presidente y Director del BCRA en la gestión de Sourouille) donde dicen textualmente:

“La reducción de los pasivos externos del sector privado derivó, en la práctica, en la nacionalización de gran parte de esa deuda externa. La deuda externa del sector público, que era del 53% de la deuda total en 1980, se incrementó a 83 % en 1985.”

Paralelamente significó la licuación de la deuda externa privada a través de la aceptación de títulos de deuda externa como pago de redescuentos, on lending, y avales caídos, de esa manera la deuda externa privada se va transformando en pública, que según sea la cotización del título público, implica la transferencia de deuda en contra del Estado Nacional.

Las empresas que traspasaron de esa manera la deuda externa al Estado argentino fueron un grupo reducido de grandes deudores, los cientos de miles de pequeños y medianos deudores industriales, agropecuarios, comer- ciales, así como quienes tenían deudas por construcción o compra de una vivienda, no tuvieron acceso a estas licuaciones que pagó el pueblo argentino.

Entre 1981 y 1989, se produce un significativo aumento en la transferencia de una parte mayoritaria de la deuda externa privada al Estado nacional. La participación de los trabajadores en el PBI se reduce, al igual que el poder adquisitivo de los salarios, mientras que los grandes grupos económicos continúan creciendo (de 1983 a 1987, por ejemplo, Pérez Companc pasa de tener 53 empresas a conseguir 84; Techint de 46 a 53 y Macri de 47 a 51). En 1988 se suspenden los pagos de deuda debido a la escasez de divisas originada por el incesante pago de intereses originados por la deuda.

VI. El menemismo (1989-1999): endeudamiento y profundización del modelo neoliberal

“Zoncera N° 31: Pagaré ahorrando sobre el hambre de los argentinos.”

Arturo Jauretche

A principios de la década de 1990, la deuda externa ascendía a los 64.000 mil millones de dólares. Este es el período en que terminó de profundizarse el Modelo Neoliberal inaugurado por el Terrorismo de Estado en el año 1976, cuyos costos sociales implosionarán en el año 2001.

Con el objetivo de beneficiar a sectores concentrados de la economía, en la segunda parte del año 1989 se im- plementó el Plan Brady, consistente en la renegociación de deuda en títulos públicos por el valor de 25.000 mil millones de dólares, extendiendo vencimientos hasta el año 2023. A partir del Plan Brady, los grupos económicos cambiaron bonos que habían sido comprados a escaso valor por acciones de empresas públicas. O sea, las deudas contraídas en los años ´70 no fueron pagadas: nuevamente el Estado pasó a hacerse cargo. Los grupos concentrados luego compraron los bonos de deuda pública a bajo precio para cambiarlos, durante el proceso de privatización, por empresas como ENTEL o Aerolíneas Argentinas. Una nueva estafa nacional.

Esta medida, junto a la desregulación del sistema financiero y la apertura indiscriminada de las importaciones demandaba un constante nivel de endeudamiento que los recursos genuinos (ingreso de dólares por expor- taciones) no lograba. Así, a fines de 2001 la deuda externa ascenderá a 144.000 millones de dólares, lo que además de significar una pérdida enorme para el Estado, condicionará el futuro de varias generaciones de argentinos: altos porcentajes de desocupación, pobreza e indigencia, el aparato productivo nacional en ruinas, extranjerización de la industria y de las finanzas, mayor concentración económica y mayor desigualdad social.

Nuevamente el FMI y los Organismos de crédito internacionales marcaban la agenda económica de nuestro país.

Durante la década del ´90, el endeudamiento se incrementó a un ritmo de 9000 millones de dólares anuales, en gran medida para sostener el Plan de Convertibilidad que requería disponer de un nivel de reservas de respaldo en dólares equivalente al dinero circulante en pesos.

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VII. Sostener el Modelo y administrar la crisis (1999-2001)

“Las inversiones extranjeras son útiles sólo cuando representan la evolución capitalista, y no la imperialista, que es su negación cumpliendo dos objetivos básicos: gravitación interna para orientar la política, y gravitación económica para orientar la producción hacia formas convenientes a la metrópoli.”

Arturo Jauretche El Modelo neoliberal de saqueo y extranjerización del patrimonio nacional, pobreza y exclusión de millones de argentinos, conducirá al país a la crisis del 2001 donde se declara el default. La cuenta era simple: el desmante- lamiento de la industria nacional representó un incremento en las importaciones de manufacturas, produciendo un drástico aumento en el drenaje de divisas al exterior. Mientras tanto, la Argentina exportaba cerca de 28.000 millones de dólares por año y sólo los intereses de deuda representaban, anualmente, casi el 60 % de los in- gresos de divisas.

El Megacanje le costó al país elevar el monto de la deuda a la colosal cifra de l55 mil millones de dólares, legitimada por el Congreso Nacional a través de la Ley N° 24.156/92, que otorgaba al Ministerio de Economía facultades especiales para negociar la Deuda sin la intervención de la Legislatura.

VIII. Barajar y dar de nuevo: la política de desendeudamiento soberano del Kirchnerismo y la recomposición del Modelo industrialista con Justicia Social

“El gran problema argentino: es el de la inteligencia que no quiere entender que son las condiciones locales las que deben determinar el pensamiento político y económico.”

Arturo Jauretche A partir del 2003, como parte del cambio de Modelo de Desarrollo de la política regional de recuperación de un cierto margen de autonomía de los Estados respecto del poder económico local e internacional y de reafirmación de la política soberana frente al mercado, se dan en casi toda América latina procesos de renegociación de la deuda externa. En este sentido, el último Fallo de Griesa a favor de los Fondos Buitres, ratificado de hecho por la Corte Suprema estadounidense al rechazar tratar el caso argentino, pone en tensión las políticas llevadas adelante por los países de la Región para recuperar su Soberanía. Las reacciones locales que despierta dicho Fallo vuelven a exponer la trama de complicidades entre los sectores económicos concentrados del capital local e internacional, y aquellas coaliciones sociales y políticas dispuestas a defender sus intereses en el país.

Las reglas de la voracidad económica del Capitalismo mundial establecen que las deudas con Organismos inter- nacionales, si bien pueden refinanciarse, no están sujetas a quitas. Principalmente, porque se supone que son a intereses “promocionales” y que dichos Organismos prestan cuando el “mercado” no lo hace. Por este motivo, la deuda con el Banco Mundial y con el Banco Interamericano se continuó pagando, tanto capital como intereses.

La deuda con el FMI fue pagada en efectivo (9530 millones de dólares) en enero de 2006.

En este contexto, el gobierno de Néstor Kirchner debía resolver cómo enfrentar el pago de 111.000 millones de dólares, constituido en bonos en cesación que conformarán la apertura del canje del año 2005.

El Canje del año 2005

A fines del año 2000, el gobierno de la Alianza, nuevamente con Domingo Cavallo, llevó adelante lo que se denominó como Megacanje, consistente en refinanciar vencimientos de deuda con altos niveles en las tasas de interés, lo que significó que la Argentina incrementara su deuda en 55.000 millones de dólares.

De los mencionados 191.000 millones de deuda legados por los Gobiernos previos, a fines de 2004, 111.000 millones de dólares eran en bonos cuyos tenedores eran Bancos, Fondos de inversión y particulares. El resto era deuda con Organismos internacionales (FMI, Banco Mundial, Banco Intera- mericano de Desarrollo, Club de París, etc.). y representaba el 140% % del PBI.

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El Gobierno Nacional, asentando una política de desendeudamiento soberano, se negó a que el FMI interviniera en el proceso de negociación con los tenedores de bonos, Organismo del que lograríamos librarnos en este contexto gracias a la voluntad política de Néstor Kirchner, y que había vaticinado que la oferta del Canje fracasa- ría. Finalmente, y contra todos los pronósticos del establishment financiero local, el 76,15 % de los acreedores ingresaron al canje.

La oferta de Canje establecía que el acreedor podía optar por cobrar de dos maneras. La primera: se le respetaba el valor nominal de la deuda pero cobraría en el 2038 y a una tasa nominal de interés del 4 % anual. La segunda:

cobraba sólo el 35 % de la deuda pero la tasa de interés sería el 8,28 % anual y el vencimiento en 2035. Cabe señalar que los intereses que devengaban los bonos a canjear en default eran de hasta el 15,5 % anual.

El Canje del año 2010

En 2010, el Gobierno Nacional reabrió el Canje para que pudiesen entrar los restantes acreedores. Así, se com- pletó un 92,4 % de los acreedores.

No entraron al Canje alrededor de 11.700 millones de dólares. Sin embargo, del 7.6% del total de bonistas que quedaron afuera, sólo un sector minoritario, cercano al 1% (Fondos Buitres) es el que se encuentra litigando contra el país en Tribunales extranjeros.

En concepto de bonos se pagaron en efectivo 35 mil millones de dólares. Sólo 57,5 mil millones quedaron en manos de particulares y 25,2 mil millones de deuda con Organismos internacionales. En términos prácticos, la Argentina de los 191.000 millones heredados a fines de 2012 debía 82.700 millones de dólares.

Deuda Pública Neta por Acreedor en % del PIB

En el año 2005, se realizó una renegociación de 82.000 millones de dólares que fueron aceptados por el 76 % de los bonistas.

El Canje resultó beneficioso para el país logrando una quita alrededor del 60 %, una extensión de plazos de pago y una baja de algunas tasas (costo del dinero).

La Deuda Neta de la Nación con acreedores del Sector Privado, Organismos Multilaterales y Agencias de Gobiernos Extranjeros era de U$S 81.556 millones a fines del 2013, lo que equivale al 15,9% del PIB estimado de Argentina.

Fuente: Oficina Nacional de Crédito Público.

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Los Fondos Buitres

Tal como su nombre lo señala, se trata de capitales “personales” con sede en paraísos fiscales donde no pagan impuestos, cuyo negocio es comprar deudas impagas a países en estado crítico y cobrarlas mediante acciones judiciales. [Ver Glosario] Se trata fundamentalmente de tres grupos que no entraron al Canje: Fondos de Eliot o NML de Paul Singer; Aurelius de Mark Brodky (un ex abogado de Eliot), y un tercer universo de bonistas argen- tinos. Eliot se presentó a la Justicia de los Estados Unidos, quien en las tres instancias le requirió al Gobierno argentino que pague la cifra solicitada por los bonistas. Eso implica que Eliot compró bonos por 40 millones y quiere cobrar alrededor de 800 millones de dólares.

A esta altura de la argumentación, es claro que lo que está en juego en el conflicto con los Fondos Buitres, dicta el destino presente y futuro del país.

Esos son los términos objetivos del problema, Se trata, no cabe duda, del máximo enfrentamiento con el Impe- rialismo mundial que la Argentina libra ante la brutal agresión del Poder Judicial de los Estados Unidos, cuya especulación financiera delictuosa se manifiesta castigando la insubordinación del país a los centros financieros que imponen sus recetas a los pueblos del mundo.

Las operaciones previas de los Fondos Buitres

En noviembre de 2003, los Fondos Buitres presentaron su primera demanda contra la Argentina. Tenían en su poder bonos en Default emitidos en 1994, llamados globales. Éstos habían entrado al Megacanje y devengaban un interés anual de 15,5 % en dólares. El Gobierno Nacional consultó al Juez de los Estados Unidos, Thomas Griesa, si era aplicable en caso de Canje la Cláusula Pari pasu, que establecía la imposibilidad de “discriminar”

al tenedor de un Bono en favor de otro. Griesa no se expidió, argumentando que no era un conflicto sobre el cual debiera expedirse el Tribunal.

En el año 2004, el Parlamente de Nueva York derogó la legislación que prohibía comprar deudas en cesación de pagos para luego litigar.

En octubre de 2010, los Fondos Buitres exigieron cambiar el carácter de la demanda, solicitando la aplicación de la citada Pari pasu, que exigía al Juez que le ordene a la Argentina que no los discrimine y que cuando le pague a los bonistas que entraron al Canje de la Deuda, se les pague a ellos. Griesa resolvió que el pago no debía ser proporcional sino que debía pagárseles a los Buitres el 100 % de la demanda sin quita alguna y al contado.

Los términos de la Sentencia del Juez Griesa

El 21 de diciembre de 2012 se dio a conocer la Sentencia de Griesa. La Argentina apeló el fallo ante la Cámara de Nueva York que confirmó la sentencia de Griesa. Posteriormente, nuestro país recu- rrió a la Corte Suprema norteamericana para que revisara el fallo pero esa instancia fue rechazada.

El Fallo tiene dos partes relevantes:

1. Cada vez que el Gobierno pague a los bonistas del Canje, deberá pagarle a los Fondos Buitres el valor nominal de los bonos más los intereses devengados, aproximadamente 1600 millones de dólares que reclaman en la actualidad.

2. Del mismo modo, ninguna entidad financiera que participa del proceso de pago podrá cobrar hasta que Argentina no les pague a los Buitres. Es decir, les prohibió a los Bancos y cajas de valores de todo el mundo que no procesen pagos de Argentina a sus acreedores legítimos.

Así, el 92,4 % de los acreedores están cobrando con quitas y con bonos que vencen en largo plazo, en varios años, hasta el año 2038, mientras que los Buitres, según la Sentencia deben cobrar el 100

% y al contado.

Compraron Bonos en cesación de pagos durante 2002 y 2003. Pagaron, en ese entonces, sólo el 30

% de su valor nominal, es decir, pagaron 30 dólares un título que obligaba a Argentina a pagar 100.

Luego siguieron comprando bonos, incluso hasta pasado 2010 pero, a precios menores, entre el 15 y el 20 %.

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En este sentido, la mecánica de pago a los acreedores por parte de la Argentina se organizó de la siguiente manera:

1. El Gobierno le paga los intereses de los Bonos al Banco of Nueva York Mellon (BONY), en la Argentina en su cuenta en el Banco Central para evitar embargos.

2. El BONY transfiere los fondos a las cajas de valores en las que estén depositados los bonos argentinos.

Éstas, a su vez, le pagan a cada uno de los bonistas.

Griesa le prohibió al BONY transferir los fondos a las cajas de valores, y a las cajas de valores pagar a los bonis- tas. La Argentina, si bien pagó los intereses de los bonos por el fallo señalado los bonistas no cobraron.

La estrategia actual del Gobierno Nacional frente a los Fondos Buitres

Hoy, la Deuda potencial en Default que no ingresó a ninguno de los Canjes es de aproximadamente 12.160 mi- llones de dólares.

En consecuencia, el Gobierno Nacional no puede pagar el total de la Sentencia por la vigencia de la Cláusula RUFFO, incluida en los contratos del Canje. Los vencimientos de los bonos fueron pagados el 30 de junio pasado.

También se prohibió al City Bank pagar los bonos en dólares de jurisdicción argentina. El problema es que no todos estos bonos (legislación nacional) son del Canje: el bloqueo del pago estaría afectando a otros bonistas que tienen jurisdicción de pago fuera de Nueva York.

En respuesta al fallo de Griesa, el gobierno nacional envió al Congreso el Proyecto de Ley de Pago Soberano, aprobada por mayoría en ambas Cámaras el pasado 11 de septiembre, consistente en cambiar el agente finan- ciero (BONY) y la sede de pago en Argentina y Francia.

IX. Desafíos futuros

“El problema que tenemos por delante no es un problema técnico: es un problema de mentalidad, los llamados técnicos pertenecen a la mentalidad anti-nacional y nunca posibilitarán una política de conjunto porque ésta tiene que revisar todos los fundamentos de su técnica que es la técnica del colonialismo (…) lo que el país ne-

cesita es precisamente eliminar esa mentalidad anti-nacional y no andar buscando recetas un día a Doña Lola y otro día a Doña Petrona, porque siempre los expertos lo van a ilusionar con soluciona fáciles. Y las soluciones que el país tiene por delante son difíciles.”

Arturo Jauretche

Tal como pudo observarse a lo largo de estas páginas, el pueblo argentino pagó un costo muy alto en términos sociales, económicos y políticos a partir de 1976 con el endeudamiento realizado por la Dictadura, que luego se incrementaría en su etapa más trágica en la década del 90, los fracasados Megacanjes y Blindajes con el gobierno de la Alianza hasta el estallido popular en el 2001 y la crisis posterior.

En los últimos 11 años en Argentina, el Gobierno Nacional ha obrado en resguardo de la Soberanía y del interés general del pueblo argentino.

Por primera vez en la historia financiera mundial, un deudor paga y el acreedor no cobra. Así, para muchos, Argentina está en cesación parcial de pagos aunque pagó la totalidad del interés.

Por lo tanto, pagarle a los Buitres es tener que pagar 12.160 millones de dólares más intereses y gastos.

La Argentina enfrenta hoy una nueva agresión del Imperialismo en sus formas jurídicas y financieras.

El cumplimiento del fallo de Griesa implicaría la caída de las reestructuraciones de los años 2005 y 2010, lo que representaría un nuevo endeudamiento cercano a los 500.000 millones de dólares.

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ANEXO

Glosario de conceptos

Fondos Buitres: expresión que define a los fondos de inversión especulativos que adquieren bonos emitidos por Estados en situación de crisis económica o al borde de la quiebra, a muy bajo precio, apostando a que el país emisor caiga en Default para demandar en Tribunales extranjeros el cobro del valor nominal e intereses devenga- dos. Son producto de un sistema internacional capitalista, amparados y promovidos por los países imperialistas que han producido una concentración de la riqueza inédita en el mundo.

Neoliberalismo: Modelo de Desarrollo que en el plano internacional se corresponde con el avance del Imperia- lismo anglo norteamericano. En términos económicos, es un programa aperturista asentado en la rentabilidad y especulación financiera, caracterizado por la transferencia de los recursos naturales y financieros nacionales al extranjero.

Sustitución de importaciones: proceso por el cual aquellos productos manufacturados que antes importaba el país, pasan a ser producidos internamente a través del fomento de la industria nacional. Este proceso permite la reactivación del mercado interno, genera trabajo nacional y coadyuva a la ejecución de políticas de redistribu- ción de la riqueza a favor los trabajadores y de los sectores más postergados. El proceso es generado por tarifas diferenciales (proteccionismo económico) a la importación de productos extranjeros que resguardan la industria nacional. Se implementó en el país durante las gestiones de gobierno de Juan Manuel de Rosas en el Siglo XIX, de Yrigoyen y Juan Perón en el Siglo XX y durante las gestiones de Néstor Kirchner y Cristina Fernández en pleno Siglo XXI.

Inversiones extranjeras: se trata del capital extranjero que ingresa al país. En este punto, la última Dictadura cívico militar anuló a través del Decreto Ley 21.382 un importante número de regulaciones sobre capitales extranjeros de la Ley de Radicaciones Extranjeras N° 20.557 del año 1973, que promovía y resguardaba la in- dustria nacional, lo que significó la eliminación de restricciones al capital extranjero en sectores económicos y áreas estratégicas para el desarrollo nacional. El Gobierno de Menem firmó un Tratado de protección recíproca de inversiones con los Estados Unidos (Ley Nº 24.124), sometiendo a la Argentina a la solución de controversias al CIADI (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones), institución al servicio de los países centrales.

Fuga de capitales / divisas: se trata de todo aquel capital de un país transferido a otro, produciendo la des- capitalización nacional y una enorme transferencia de recursos nacionales a los países poderosos. Se trata de la pérdida del fruto del esfuerzo colectivo que mancomuna capital, trabajo y recursos naturales que permite a sectores minoritarios de la economía capitalizarse en detrimento del país y debilitar su tejido socioeconómico.

Proceso de concentración: se trata de un proceso de reconfiguración de la economía que ubicó al capital financiero en el centro de la economía, promovió la apropiación privada de los recursos públicos del Estado, el crecimiento gigan- tesco del endeudamiento externo y dio inicio a un fuerte proceso de concentración y extranjerización de la economía.

Bibliografía

Consignamos un listado sintético de trabajos relevantes sobre Deuda Externa para el lector interesado en abordar en pro- fundidad el tema:

Basualdo, E., Estudios de historia económica argentina, Siglo XXI Editores Argentina, Buenos Aires, 2006.

Basualdo, E., Acerca de la naturaleza de la Deuda Externa y la definición de una estrategia política, IDEP-CTA, Buenos Aires, 1999

Calcagno, A., La perversa deuda argentina, Buenos Aires, Legasa, 1985

Galasso, N., De la Banca Baring al FMI: historia de la deuda externa argentina 1824-2001, Buenos Aires, Colihue, 2008 Olmos, A., Todo lo que usted quiso saber sobre la Deuda Externa y siempre le ocultaron. Quiénes y cómo la contrajeron, Buenos Aires, Continente, 2004

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