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Leiomioma esofágico en un perro

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Academic year: 2021

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Introducción

Los tumores esofágicos representan una patología de rara presentación en los pequeños animales, suponiendo me-nos de 0,5% de todas las neoplasias de los perros y gatos1. Dentro de la especie felina, los carcinomas de células esca-mosas son las más frecuentes2,3, mientras que en la especie canina las neoplasias derivadas de la presencia del parásito Spirocerca lupi (fibrosarcoma, osteosarcoma) son las más ampliamente recogidas en la literatura, fundamentalmen-te en las áreas en las que esfundamentalmen-te parásito es endémico4-6. Otras neoplasias malignas descritas pero menos frecuentes son los carcinomas indiferenciados y los leiomiosarcomas7. Entre las neoplasias benignas más frecuentes se encuen-tran los leiomiomas y los plasmocitomas8,9 .

Los animales con neoplasias esofágicas normalmente se presentan con signos clínicos asociados a obstrucción esofágica como regurgitación, disfagia o ptialismo. Sin embargo, en ocasiones los signos clínicos pueden ser ines-pecíficos y resultar engañosos1.

El diagnóstico inicial de las neoplasias esofágicas requiere el estudio radiológico y/o fluoroscópico del esófago

mien-tras que la exploración endoscópica con toma de biopsias y el posterior estudio histopatológico de las mismas suele aportar el diagnóstico definitivo.

Las neoplasias esofágicas benignas tienen un buen pro-nóstico cuando se realiza la escisión quirúrgica del tumor. Este artículo describe la presentación clínica atípica de un leiomioma esofágico en un perro de 10 años de edad. El tumor fue identificado mediante examen radiográfico y el diagnóstico se realizó mediante el estudio histopatológico de las muestras obtenidas mediante exploración endoscópica.

Caso clínico

Se presentó un perro macho, cruce, de 10 años de edad, re-ferido a nuestro Hospital por un cuadro clínico de melena de varios días de evolución. A la anamnesis los propietarios describieron apatía, decaimiento e intolerancia al ejercicio así como la presencia de heces negras de consistencia nor-mal. No se encontraron más datos reseñables.

Leiomioma esofágico en un perro

A.Unzueta

1

, E.Ramón

1

, B. Jiménez

1

, M.Hernando

1

, A. García

2

, J.Rodriguez

1

1 Hospital Veterinario de la Universidad de Zaragoza. Facultad de Veterinaria.

C/Miguel Servet 177,50013, Zaragoza, España.

2 Clínica Veterinaria Buenavista. Zaragoza, España.

Fig. 1.- Radiografía lateral de abdomen. Se observa material radioopaco en área gástrica, compatible con presencia de huesos.

Las neoplasias

esofágicas benignas

tienen un buen

pronóstico cuando

se realiza la escisión

quirúrgica del tumor

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Se realizó un examen físico completo que evidenció una marcada palidez de mucosas y una frecuencia cardiaca de 172 lpm, aunque la auscultación cardiaca y pulmonar no presentaba alteraciones. Asimismo presentaba el abdomen péndulo y con sucusión positiva, pero era depresible y no doloroso. El resto de la exploración resultó normal. Se realizó una analítica sanguínea que incluyó una hema-tología y un perfil bioquímico completo que como únicos hallazgos reseñables evidenciaron la presencia de anemia normocítica, normocrómica, no regenerativa (Hto:9%, ref:37-55%) e hipoproteinemia con hipoalbuminemia leve (PT:5,3, ref:5,4-8,2 ;Alb:2,4, ref: 2,5-4,4).

Realizamos una exploración radiográfica simple de tó-rax y abdomen. La radiografía de abdomen evidenció la presencia de material radioopaco compatible con huesos en el área gástrica (Fig 1). En la radiografía lateral de tórax se apreció una estructura de radioopacidad tejido blando en el tórax dorsocaudal (Fig 2). En la proyección ventrodorsal se observó que la estructura ocupaba la zona medial del tórax, compatible con área mediastínica caudal (Fig 3).

Dado el estado crítico del animal derivado de la grave anemia se llevó a cabo una transfusión sanguínea y trata-miento sintomático.

Leiomioma esofágico en un perro - Unzueta A., Ramón E., Jiménez B. , Hernando M., García A. y, Rodriguez J.

Fig. 2.- Proyección lateral de tórax. Las flechas delimitan una estructura de tejido blando en localización caudodorsal.

Fig. 3.- Proyección ventrodorsal de tórax. Se observa una gran estructura de tejido blando en tórax medial, compatible con área mediastínica caudal (flechas).

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Una vez estabilizado el paciente se realizó un esofago-grama positivo mediante la administración de 15 ml de solución de sulfato de bario vía oral y se obtuvieron proyec-ciones laterolateral y ventrodorsal de tórax. La proyección lateral evidenció la presencia de un defecto de llenado de la luz esofágica (Fig. 4). La proyección ventrodorsal mostró una desviación de la luz esofágica hacia el lado derecho (Fig. 5). Los hallazgos radiológicos fueron compatibles con la presencia de una masa intraesofágica.

Al día siguiente, se realizó una exploración endoscópica para confirmar el diagnóstico presuntivo y toma de biopsias. La esofagoscopia evidenció la presencia de una gran masa intraluminal ulcerada en el esófago torácico distal que se co-rrespondía con los hallazgos radiológicos previos (Figs. 6 y 7). No se encontraron alteraciones de área gástrica o duodenal. Se realizó una toracotomía con el propósito de disecar el tumor esofágico. El gran tamaño de la masa, que abarcaba la mitad del esófago torácico nos llevó a desistir de la esofagectomía. El estudio histopatológico de las muestras obtenidas en esó-fago nos dio el diagnóstico definitivo de leiomioma esofágico (Fig. 8). Finalmente el animal fue eutanasiado a petición de los propietarios.

Discusión

La incidencia de tumores esofágicos en la especie canina es baja, ya que solo alcanza el 0.5% de todas las neoplasias que

Fig. 4.- Esofagograma positivo. Proyección laterolateral. Las flechas indican la presencia de una zona con defecto de llenado de la luz esofágica.

Fig. 5.- Esofagograma positivo. Proyección ventrodorsal. Las fechas evidencian el desplazamiento de la columna de bario hacia el lado derecho.

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afectan al perro y al gato1. Las neoplasias esofágicas primarias diagnosticadas en la especie canina con mayor frecuencia son los leiomiosarcomas 10.Otros tumores malignos como los fibrosarcomas u osteosarcomas se han relacionado con la presencia del parásito Spirocerca lupi, especialmente en áreas endémicas para este nematodo (África, Israel, Sureste de EEUU)4-6.

Las neoplasias benignas más descritas por otros autores son los leiomiomas y los plasmocitomas 8-10.

Se han descrito asimismo tumores paraesofágicos (de timo, base de corazón o tiroides) que invaden el esófago de forma secundaria.

La presentación de los tumores esofágicos no parece tener relación con el sexo8, mientras que la edad parece ser un factor determinante en su aparición, ya que todos los casos descritos hasta el momento superan los 7 años de edad.

Los síntomas clínicos que acompañan a las neoplasias esofágicas pueden ser inespecíficos (debilidad gene-ralizada, pérdida de peso) o estar relacionados con la alteración esofágica derivada de la presencia de la neo-plasia a éste nivel (disfagia, regurgitación, ptialismo). En otras ocasiones los signos clínicos podrían estar asociados a los efectos derivados de la compresión de la masa tumoral sobre estructuras adyacentes como la vena cava caudal 11.

En nuestro caso clínico sin embargo, el único signo clínico asociado a la presencia del tumor fue la melena. El origen de la sangre digerida en heces es siempre tracto digestivo superior siendo las causas más comunes las ulceraciones de estómago e intestino delgado que pueden derivarse de múltiples procesos (drogas, factores de estrés, enfermedad neurológica, desórdenes metabólicos, hiperacidez gástrica, cuerpo extraño, neoplasia…).

El diagnóstico de las neoplasias esofágicas se basa en el examen radiológico y/o fluoroscópico y/o endoscópico del esófago.

El examen radiológico en vacío puede sugerir la presencia de una masa cuando se observa una estructura de tejido blando en el área de localización esofágica.

Los tumores esofágicos benignos (leiomioma, plamocito-ma) se suelen localizar principalmente en el esófago distal, próximos a cardias, en el 94% de los casos8. La radiología en vacío sugiere la presencia de estas neoplasias cuando se observa una estructura de radioopacidad tejido blando en el tórax caudodorsal. Según un estudio publicado en 200912, la proyección VD o DV aporta el diagnóstico de la presencia de masas esofágicas caudales en el perro en mayor proporción que la proyección LL.

A pesar de que la radiología en vacío puede ser sugestiva de la presencia de éstas masas, las técnicas de contraste po-sitivo son más definitivas, ya que permiten descartar que Leiomioma esofágico en un perro - Unzueta A., Ramón E., Jiménez B. , Hernando M., García A. y, Rodriguez J.

Fig. 6.- Esofagoscopia. Se observa una masa intraluminal que provoca un estrechamiento de la luz esofágica.

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la estructura de tejido blando se encuentre en pulmón o diafragma y muestran un defecto de llenado esofágico que será variable y dependiente del carácter de la lesión, tal y como ocurrió en nuestro caso clínico.

La endoscopia es una herramienta fiable en el diagnóstico de los tumores esofágicos 6. En el caso que hemos descrito esta técnica arrojó el diagnóstico definitivo.

Bibliografía

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Fig. 8.- Toma de biopsias de la neoplasia esofágica.

Fig. 7.- La masa compatible con tumor se encuentra ulcerada (flecha).

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