Padre
Hijo
Espíritu Santo
´´EL PREGONERO´´
Boletín Diocesano #21
junio 2015
TRINIDAD
Nuestro Obispo Michele, escribe:
Poniéndoles ¨al día¨ con algunos asuntos
Les recuerdo que en el último Sínodo hablé de re-examinar mucho de lo que
estamos haciendo como Iglesia.
Ya el ITAU (Instituto Teológico Anglicano del Uruguay) está en moratoria. Le
ofrecemos nuestras gracias al reverendo Leonardo Goyret, quien dirigió este
ministerio tan importante en nuestra Diócesis a través de los años. Y al mismo
tiempo le debemos nuestra gratitud a los docentes quienes apoyaron el Instituto
durante los mismos años.
Tenemos un grupo que está revisando los Cánones.
Hay otro grupo que está ayudándome a examinar y delinear como andan nuestras
comunidades.
Y hay otro grupo que ha empezado visitando nuestros proyectos de Promoción
Humana.
Durante los últimos meses he tenido varias charlas con el P. Alejandro, quien
además de actuar como Coordinador General de la Promoción Humana, tenía
también tres comunidades bajo su cargo pastoral.
Me he dado cuenta que como Iglesia hemos ido cargándole y exigiéndole siempre
más. Y, por su parte, él ha dado de sí mismo en cada instancia. Me doy cuenta
que esto no puede seguir así sin que él llegue a un estado de desgaste, de
´´burnout´´. También me doy cuenta que tiene una familia muy joven y que allí
también tiene sus exigencias.
Sumando todo esto, no quiero ser quien lo empuje a este estado de ´´burnout´´,
sino que quiero ser uno de quienes lo rescate de esto para que pueda retomar un
camino que le lleva a una salud holística.
Entonces, estoy aliviando al P. Alejandro de mucho del peso que ha llevado sobre sí
mismo.
Ya había anunciado que yo me encargo de la comunidad de Progreso, con el apoyo
del seminarista Pablo Martínez.
También, estoy anunciando que he decido formar una nueva posición dentro de la
Promoción Humana. Es la posición de Administrador.
El Sr. Tim Dickinson ha aceptado mi invitación de asumir este cargo por un año,
con la posibilidad de renovación.
Algunos de ustedes recordarán que Tim fue, en un tiempo, miembro de la Comisión
Fiscal y en otro tiempo, miembro del Comité de Finanzas de la Diócesis. (Pueden
conocerlo un poco más en el siguiente artículo.)
La palabra ¨GRACIAS¨ ni empieza a describir la gratitud que yo personalmente y
que también la Diócesis, le debemos al P. Alejandro. Realmente, ha hecho
esfuerzos sobre-humanos en estos últimos años. En toda conciencia tengo que
darle un poco de espacio más libre para que pueda recuperar un equilibrio en su
propia vida - algo que tod@s necesitamos.
Espero que estos cambios nos ayuden a tod@s a asumir un poco más de la
responsabilidad que es nuestra en ser Iglesia en el Uruguay.
Con mi gratitud, y bendiciones,
+Michele
Escribe Tim Dickinson,
Administrador de Promoción Humana / IAU
Soy de una familia ferroviaria británica, mi abuelo era un maquinista británico que había sido enviado a Argentina de Gran Bretaña alrededor de 1900. En mi adolescencia me enviaron a la escuela de Sevenoaks en Kent, un internado público en Gran Bretaña.
Luego fui a la Universidad Metropolitana de Londres, donde completé
un curso en Ciencias Empresariales. Desde 1982 trabajé para varias reconocidos armadores (líneas marítimas de carga), principalmente como Analista Financiero, sin embargo, durante este mismo período fui llamado con frecuencia a ejercer mis conocimientos bilingües (español – inglés), específicamente para traducciones e interpretaciones consecutivas en reuniones y negociaciones. Las líneas marítimas con las cuales trabajé fueron: Hanjin (coreana), OOCL (Hong Kong), Blue Star Line (británica), Montemar (Uruguaya), y CSAV (Chilena). Algunas de estas marcas comerciales quedarían inactivas (Blue Star Line y Montemar). Durante este período adquirí conocimientos extensos de los contratos marítimos. Durante los últimos 6 años en estas compañías navieras dirigí un Centro de Buques Portacontenedores Compartidos para un consorcio formado por las principales líneas de transporte marítimo.
Hubo un tiempo en que estaba gestionando el rendimiento de alrededor de 24 buques portacontenedores desplegados en varias rutas comerciales en todo el mundo. Después de renunciar este último cargo, me armé de valor y establecí mi propia empresa de traducciones y luego, con la ayuda de mis asociados, empecé a prestar servicios diversificados que incluyen abastecimiento estratégico y gestión de compras.
En 1992 emigré a Uruguay con un contrato de trabajo marítimo desde Londres. Poco después de llegar conocí al Obispo Bill Godfrey quién pronto partiría al Perú. Él me invitó a asistir al obispo entrante, Miguel Tamayo, en su administración de la diócesis de la Iglesia Anglicana del Uruguay. Luego dirigí la Comisión Fiscal, el órgano jurídico en esta diócesis con la más alta autoridad administrativa entre los sínodos, durante 3 años consecutivos. Después de eso me invitaron a participar en el Comité de Finanzas en calidad de Asesor Financiero por un par de años.
Seguido a esto, me casé (en la Catedral de la Santísima Trinidad) y formé una familia.
Hoy día, vuelvo a ayudar a esta diócesis para dirigir su programa de Promoción Humana. Estoy inmensamente agradecido por esta oportunidad de servir, sobre todo porque es la vida de los pobres y vulnerables que estamos tratando de mejorar.
Mis hobbies son: buques portacontenedores, ciclismo, lectura, ferrocarriles antiguos, vitrales antiguos.
Tengo una política de puertas abiertas, por lo que te invito a pasar en cualquier momento!
Tim
M + 598 91 078 227
EM
timothydickinson1@outlook.com
Encuentro Nacional de Mujeres
Este año tendremos un encuentro solamente
para las mujeres del Uruguay.
Las mujeres de Salto ya están trabajando en
esto y haciendo preparaciones para
recibir mujeres del resto de
nuestro pequeño país.
La fecha: el 7 y 8 de noviembre.
Tendremos presentaciones sobre
AMARE (ver el gráfico)
Desde ya les avisamos que vayan
ahorrando para el pagar viaje.
Estamos tratando de conseguir
otros recursos para ofrecer becas
de algún tipo.
¡BIENVENID@S!
VENTA -- ROPA USADA
de INVIERNO
y de
LIBROS EN INGLES
Viernes 12 de 10 – 17 hs
Sábado 13 de 10 – 13 hs
S
alón
L
afone
Persona de Contacto =
Vilma: 2711.7343
Clases de Guitarra
Miércoles y Sábados
Niños / Jóvenes y/o Adultos
Salón Lafone
Damos gracias por las clases, por los dos Profesores y
por cada alumn@
Miércoles 14:00 durante 2 horas
Sábados 14:00 – 15:30 hs
Por más información,
gracias por llamar a Vilma =
2711.7343
Los símbolos litúrgicos (5) El Altar
En todas las religiones existen elementos que están siempre presentes, son comprendidos por sus fieles de diversas formas y captados a través de los cinco sentidos. El vínculo comunicativo entre el emisor del mensaje religioso y su receptor puede ser directo o indirecto. Dentro del primer caso encontramos las señales (por convención, un objeto significa algo práctico: luces del semáforo, por ej.) y los signos (el vínculo entre el objeto y su significado está en la naturaleza del objeto: león = fuerza). Dentro del segundo caso se hallan los símbolos.
Un ejemplo: la alianza/anillo matrimonial. El objeto participa de la realidad simbolizada y la hace presente (amor y fidelidad matrimoniales). Los símbolos se basan en relaciones humanas básicas y unen dos realidades diferentes pero que están llamadas a estar unidas (sim-bolein = marchar junto, en griego). En la liturgia Cristiana se usan mucho los símbolos para comunicar de forma plena (mediante el uso de nuestra razón y de nuestra intuición) el misterio de la comunicación entre Dios y los seres humanos: luz, incienso, agua, aceite, flores, altar, cruz, son algunos de ellos.
1. - Antropología.
Dicha ciencia nos informa que el fenómeno religioso es una constante en la historia de la cultura humana y que el elemento "ritual", entendido como las prácticas religiosas significativas elaboradas por los grupos religiosos, es parte esencial de dicho fenómeno, y que ese elemento tiene su centro en el "altar", punto de encuentro y diálogo con la divinidad, en expresiones de adoración, agradecimiento, ofrenda, expiación, sacrificio y pedido. La palabra "altar" está vinculada a dos ideas: 1) lugar elevado, alto; 2) a su función sacrificial (sacrificar = tornar sagrada la ofrenda colocada sobre él). Los altares en general, pueden tener varios objetivos o fines:
a) adoración, por ser punto de contacto con lo Sagrado.
b) santificación de un lugar, marcando el espacio donde sucedió una manifestación de la divinidad a determinadas personas.
c) de santificación de un tiempo, recordando determinada época o momento en que sucedió la manifestación divina (teofania, cratofanía o hierofanía), realidad para los creyentes y que ellos, volviendo a ese lugar, quieren recordar y recrear.
d) epicentro de un "ajuste de cuentas" ritual entre la divinidad y su pueblo o sus fieles, con intenciones de gratitud, alabanza, súplica, propiciación, expiación, entre otros.
Varias son las clasificaciones hechas de los altares. Algunos criterios para ellas son la finalidad, los materiales de construcción, el tamaño, la movilidad, pero hay otros.
Podríamos afirmar entonces:
1) altares son un elemento constante en la religiosidad de los pueblos. 2) su construcción es ritual e incluye siempre un sentido de dignidad sagrada.
3) se privilegian, en su construcción, elementos naturales y son básicos los tres requisitos clásicos incorporados a la idea de divinidad y que deben estar presentes e todo lo relacionado con ella: belleza, nobleza, adecuación. 4) el altar irradia sacralidad en su entorno, haciendo entonces del lugar donde está emplazado algo sagrado, por estar destinado a crear momentos de encuentro divino/humano. Encuentros de intimidad personal, social (una comunidad entera en el templo) o de convivencia sagrada (refecciones sagradas en las que la divinidad se hacía presente, de forma misteriosa pero real, para los creyentes, compartiendo con ellos una comida ritual.
2.- El altar en el Antiguo Testamento.
En el A.T. se habla mucho de los altares, como de lugares para ofrecer sacrificios a Yahweh y donde Él ocasionalmente se manifestaba físicamente para mostrar que aceptaba las ofrendas que le eran ofrecidas sobre él y santificándolos, por tanto. Usualmente eran de piedra (Gn. 8,20; 33,20; Esd.3,3), pero los había también en madera, recubiertos por una plancha de metal, como el del incienso, en la Tienda del Encuentro y en el templo de Jerusalén (Ex. 30,1-10; 37,25-28); en metal (2 Cr.4) y de muchos tamaños, destacando el del Templo, capaz de acomodar a varios animales enteros para ser oferecidos mediante holocausto sobre el mismo.
En el relato de Ezequiel 43, 13-17 se describe un gigantesco e imponente altar de una altura total de casi 5 mts. (3 mts de altura de la plataforma de base y 7n mts. de lado, sobre la cual se alzaba el altar propiamente dicho, de casi 2 mts de alto y de 6 mts. de lado. Los animales a ser sacrificados eran llevados hasta la cima por una rampa, y los sacerdotes sacrificadores ascendían por un vuelo de escalera. El texto bíblico denomina a esta construcción: "la montaña de Dios" (vs. 15 y 16)
3.- El altar en el Nuevo Testamento.
El término más usado por los primeros cristianos era, en griego, "thysiaterion" que equivaldría a "sacrificadero", lugar del sacrificio. Había cierta renuencia a usar la palabra griega para "altar" ("bomos") para evitar toda vinculación con el paganismo. Originalmente eran mesas de madera, porque las eucaristías se realizaban en medio de cenas, llamadas "ágapes" (refecciones del amor) y realizadas en casas particulares, por lo que eran usadas las mesas familiares y también porque se quería recordar la Última Cena de Jesús. Para fines del siglo I comenzó a ser usado en la literatura religiosa Cristiana el término "sacrificio" para referirse a la muerte de Cristo, que existe hasta el día de hoy. Si había un sacrificio, entonces se necesitaba un "altar".
De ahí en más, surgió esa dualidad de visiones teológicas para el lugar de celebración del misterio eucarístico: mesa de refección en madera o altar sacrificial en piedra. La cuestión no se resuelve, porque ambas visiones son correctas y los cristianos podemos entonces elegir entre madera o piedra. Lo importante no es el hecho de elegir entre uno u otro material, sino comprender que 1) el altar o mesa es el lugar espacial donde se rememora el único y eterno sacrificio de Jesús; 2) que el altar en el cristianismo no es 'sagrado" solamente porque fue consagrado o dedicado por el obispo, sino porque en él y sobre él, se desarrolla una acción litúrgica, que ella sí, lo hace "santo", y que es la celebración de la Santa Eucaristía.
4.- En el Anglicanismo.- Las reformas religiosas del siglo XVI privilegiaron los altares
tipo mesa y de madera. El anglicanismo también, y así permaneció hasta mediados del siglo XIX, en que comenzaron las reformas litúrgicas en su seno, alentadas y promovidas por el Movimiento de Oxford, por lo que comenzó a usarse nuevamente la piedra como elemento de construcción de altares.
Recuerdo el impacto que me causó, cuando visité la Catedral de San Pablo, en Londres, la contemplación del
imponente y bellísimo altar mayor, construido en un único bloque de mármol blanco, de grandes dimensiones y de un peso de 6 toneladas, colocado bajo un alto baldaquino con columnas salomónicas y coronado por una estatua dorada de Cristo. Me hizo recordar los altares y baldaquinos existentes en varias basílicas romanas, entre
"dedicados", es decir, separados para un exclusivo uso sagrado, a través de un solemne ritual que se remonta al siglo VI y que con algunas modificaciones y adaptaciones ha llegado hasta nuestros días.
El Libro de Oración Común que usamos en el Uruguay tiene la ceremonia de consagración , que puede ser hecha solamente por un obispo, en las páginas 475 y 476, incluyendo oraciones
especiales realizadas por el celebrante con la participación de la congregación que efectúa aclamaciones de respuesta, la unción de la superficie con los Santos Óleos, una imposición de manos y finalmente el grabado de cinco cruces, una en cada extremidad y la última en el centro de la mesa, como símbolo visible y testimonio de que ese altar ha sido consagrado.
El altar de nuestra Catedral de la Ssma. Trinidad pasó por ese ritual dedicatorio y tiene grabadas las cinco cruces de que acabamos de hablar.
Pe. Enrique Illarze, OblSB.
Nota: En los próximos meses, el Pe Enrique estará compartiendo acerca de los siguientes símbolos litúrgicos:
flores, pan y vino,, ambón, cruz/crucifijo, vestiduras, ornamentos, campanas, templo.
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