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El Libro Practico Para Cambiar Tu Vida

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Academic year: 2021

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EDITORIAL BUBOK

El Libro Práctico

para

Cambiar Tu Vida

Las Enseñanzas de los Gurús Hechas

Sencillas

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ABSTRACT

¿Existe una solución spiritual para salir de los problemas? Basado en el hecho de que se vive en una cultura mundial moderna basada en el consumismo y en un estilo de vida acelerado, este libro está diseñado para ayudar a las personas a desarrollar una vida espiritual por medio de enseñanzas sencillas, rápidas y profundas. Utilizando 21 días de simples ejercicios y reflexiones profundas, el lector entenderá el problema real de la vida, definido como la inconsciencia existencial, y la solución descrita en sus capítulos denominada el despertar de la consciencia.

Título Original: The Practical Change Your Life Book: Guru’s Teachings

Made Simple

1era. Edición. Septiembre, 2009 Copyright ©2009 Anton Cela

Todos los Derechos Reservados. Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita de los titulares del “Copyright”, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público.

ISBN-13: 978-0-557-11247-0 Impreso en España

¿Quién es Anton Cela?

Nacido en México, es un personaje ecléctico. Compositor, escritor, poeta, administrador y maestro. Puedes mandar tus comentarios o interés por el libro a antoncela1@gmail.com

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Índice

PRÓLOGO 9 INTRODUCCIÓN 13 LA SOLUCIÓN A LA VIDA 47 21 DÍAS DE CAMBIO 71 Día 1. Caminar 74 Día 2. Guarda Silencio 77 Día 3. Escucha 79 Día 4. Observa 82 Día 5. Busca lo Bueno en los Demás 85 Día 6. Buscar lo Bueno en Ti Mismo 88 Día 7. Aceptar a Dios 91 Día 8. No Sufrir 94 Día 9.Perdónate 97 Día 10. Perdonar a los Demás 100 Día 11. Dejar Ir 104 Día 12. Cree en Ti 107 Día 13. Pensar en lo que Quiero (Desear) 110 Día 14. Dejar a Dios Actuar 114 Día 15. Dar Gracias (Apreciar) 117

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Día 16. Apreciar el Mundo 120 Día 17. Amar 123 Día 18. Amar Otra Vez (Perseverar) 126 Día 19. Estar en Vacío y en Paz 129 Día 20. Libérate 132 Día 21. Voltea tu Atención 135

CONCLUSIÓN: YO SOY 139

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Olvida todo lo que crees saber y lo que te han dicho. Incluso olvida lo que tú mismo te dices. Olvida la voz dentro de ti, olvida tus emociones. Olvida como llegaste hasta dónde estás, y hacia donde llegarás. Olvida las preguntas y las soluciones, olvida tus apegos y tus frustraciones. Cierra tus ojos y déjate envolver en la nada, en el silencio. No hay ideas, palabras ni sentimientos. Sólo paz. Ahora abre los ojos y ve todo. Ya no son tus ojos, ni tus manos, ni tu cuerpo ni tu nombre ni tu persona. Ahora eres algo más allá de eso. Eres la consciencia, y acabas de despertar.

¿Cuántas vidas tienen que pasar para que despiertes? Ninguna más,

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 La historia de una vida moderna

Roberto. 32 años. Estados Unidos.

“Despierto en la mañana sin ánimo de vivir, sin ganas de ir al trabajo. Lo odio tanto que sólo espero al fin de semana para descansar de mi pesadilla. Sigo mi rutina de todos los días: me baño, visto, preparo mi lunch y mi desayuno, dejo mi casa. Tomo el mismo camino al trabajo, la ruta de 15 minutos para llegar. En ocasiones me paso el semáforo y llego en 10 minutos. Entro al mismo edificio que he visto por 7 años, con sus paredes grises sin vida, altas como murallas y con ventanas con vista a una pared. Quisiera tener una ventana en mi cubículo sólo para respirar. Saludo a mis compañeros y de inmediato empezamos a criticar al jefe y lo que dijo ayer: tenemos que sacar este proyecto en 24 horas, punto. Todos estamos tan molestos pero tenemos que hacer lo que él diga, él firma los cheques.

Como siempre, mi día no se acaba en 8 horas, sino que me quedo 3 horas más por el dichoso proyecto, sin que me paguen las horas extras. Cuando regreso a casa, cansado y harto de toda mi vida, me encuentro con que mi esposa no ha hecho la comida. El ruido en la casa es infernal. Los gritos de ella se mezclan con el volumen alto de la televisión. Están pasando una persecución policiaca, el ruido me enloquece.

Tomo las llaves de mi carro y me encamino a un restaurante de comida rápida. En 40 años de vida, siempre he pedido el mismo platillo, único placer que me queda. Regreso a casa y saco una botella de whisky. Apenas tomo dos vasos cuando mi esposa me reprocha que gasto mucho dinero, dice que no tiene con qué pagar las cuentas y debemos dos meses de renta. Me desespera y la golpeo en la cara. Me doy la vuelta, echándole la culpa por todos los errores en mi vida, por no cuidarse y tener esa niña. Me encamino al prostíbulo.

No tengo mucho dinero, solo puedo pagar unos 10 dólares y mi bebida. A la 1:00 am, regreso a mi casa, me estaciono en el garaje, pero

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no apago el motor. Me doy cuenta que hay mucho humo ahora, y no hago nada.

Mis manos no se mueven. No puedo apagar el carro. Me doy cuenta que me quiero morir. Si me muero, todo esto se acabara. Todos los problemas desaparecerán y por fin seré libre.”

Treinta minutos después, suena la alarma de incendios. Su esposa se despierta preocupada y toma a la niña en sus brazos. Al salir de la casa, se da cuenta que hay humo que viene del garaje. Con cuidado, dejando a la niña a una distancia segura, abre el portón. Una gran fumarola negra sale rápidamente del garaje. La toma desprevenida, y ella empieza a toser. Poco a poco, ve el carro de su marido mientras el humo se disipa. Con audacia, entra al garaje y abre la puerta del carro. De pronto un grito de terror despierta a los vecinos. Él estaba muerto. Se había suicidado.

¿Cómo te hizo sentir la historia? ¿En algún momento te viste reflejado en alguno de los personajes? ¿Qué sentiste cuando Robert murió? ¿Crees que esa era la solución?

La vida puede ser tan dura y llegar a un extremo tan doloroso, que parece que el último recurso que queda es escapar de la realidad, a través de la última barrera, la muerte. En algún momento, este sentimiento de frustración y de agobio ante la realidad que se presenta, se da en todo ser humano, y la impresión de no encontrar una forma de salir del ciclo tortuoso de los problemas. Pareciera, a simple vista, que el mundo está hecho para sufrir, para sentirte derrotado constantemente, hasta desear o llegar a morir.

Este estado es una enfermedad espiritual en el ser humano. No es la primera vez que aparece, ni es la primera cultura que vive este caos en el exterior (el mundo) y en interior (del hombre).

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 El mundo y los problemas

Si se pudiera definir el estilo de vida del mundo en una palabra, sería "comprar". La mayoría de las personas dedican su vida al consumo de bienes o servicios para fundamentar su existencia y rol en la sociedad moderna. En la historia anterior, se pueden encontrar muchos rasgos de la decadencia del espíritu humano individual y socialmente. Entre los temas que abarca la historia, se encuentra el aburrimiento, el desgane por el trabajo, el conformismo, el exceso de trabajo, la desintegración familiar, la influencia de los medios de comunicación en nuestro estado emocional y mental, el alcoholismo, el abuso sexual, la crisis familiar y financiera, la prostitución, el suicidio, entre muchos otros.

Si se analizan uno por uno estos problemas, en relación a un tiempo histórico, se puede deducir que hay una tendencia a que se repitan, cultura tras cultura, siglo tras siglo. Por ejemplo, es incorrecto decir que sólo en este siglo se ha presentado el alcoholismo. Al contrario, este fenómeno se ha dado desde el origen de la bebida, y al igual que en nuestra época, ha servido como escapatoria a la realidad.

Por lo tanto, hay que reconocer que no son sólo problemas del ahora. Desde épocas pasadas, estos fenómenos han sido crisis en el interior de las personas. La razón entonces tiene raíces más profundas.

Cada etapa en el desarrollo histórico del hombre puede ser definida claramente por un paradigma existencial, basado en las circunstancias sociales, el desarrollo tecnológico, el crecimiento económico y político del Estado y la aplicación de los dogmas religiosos, entre otros. Hay muchos ejemplos históricos que justifican este planteamiento.

En la Grecia Antigua, la revolución filosófica se dio en una apertura al diálogo y la libertad de expresión de sus ciudadanos y filósofos. En la Edad Media, época oscura en el pensamiento humano, el paradigma del mundo fue la corrupción doctrinal de la palabra de Jesucristo, convertida en un control sobre las masas a través de la ignorancia y la

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Durante la Revolución Industrial en Europa, el paradigma se basó en la valoración de las máquinas como un nuevo elemento de las fuentes del trabajo. Nuestra época, como se afirmó anteriormente, está basada en el consumismo como forma de vida.

Cada cultura ha tenido sus características únicas que la hicieron lo que es, pero hay que reconocer que los problemas han sido siempre iguales. Las circunstancias del mundo como sus líderes, tecnologías, creencias, etc., en su forma material cambian, sin embargo lo “intangible” (los problemas) se mantienen, y están en el interior de las personas.

La respuesta al problema entonces tiene que ver con el estudio de los factores internos del ser, más que las condiciones en que vive. Hay que adentrarse en el individuo, es decir, en su alma.

 ¿Qué hacer para resolver “mi” problema?

Deja a un lado lo que la ciencia puede explicar con sus teorías y sus estudios sobre la psicología humana. La pregunta fundamental, la que todo filósofo se ha hecho a fin de encontrar respuestas, no es ¿cómo detener mis problemas?, sino ¿quién soy?

Es el dilema más grande en el hombre. Muchos han tratado de explicarlo, de entenderlo, de volverlo un conocimiento. Pero las palabras no pueden describirlo. Ni siquiera un concepto general podría acercarse a la verdad que representa en el individuo. En cada uno de nosotros. Sin embargo, hay un elemento en común: el problema. El problema de vivir, del dolor, de la decepción, de la desesperación... de sufrir.

Todos somos diferentes, pero el problema es el mismo. Entonces hay algo que nos une. Algo que va más allá de las apariencias físicas y de los sentidos. Se encuentra dentro de cada uno de nosotros y afecta nuestra realidad como sociedad. Y es necesario afrontarlo para no sufrir más, sin morir.

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 Propósito del libro

Después de las experiencias que he vivido, uno de los “problemas” me hizo cambiar todo mi ser. Uno de esos eventos que hace valorar todo de nuevo. A veces lo olvidas y continúas con tu vida. Y en otras, algo cambia y nada vuelve a ser igual. Ese es mi caso.

Comparto contigo lector reflexiones cuyo propósito es iluminarte a cambiar tu vida, a una realidad donde puedas disfrutar quién eres.

Mi expectativa es que en un lapso de 21 días, utilizando actividades sencillas, fáciles y efectivas, abras tus ojos y te conmuevas a descubrirte a ti mismo. Advierto que el camino no se acaba ahí. Si la vida se acabara en el momento de ser feliz, no se duraría mucho en este mundo. Tu vida va mas allá de este simple libro, y éste es solo el inicio. Rezo por ti y te deseo un buen camino. Adelante.

 Cómo usar este libro

El libro está diseñado para proveer reflexiones, entre ellas: cuál es el principal problema en la vida y las formas de cambiar la situación actual en la que vives. Estas reflexiones vienen acompañadas de actividades, pensadas para la persona que tiene poco tiempo disponible durante el día. El libro funciona también como un diario. Se pretende te respondas con sinceridad ciertas preguntas durante la lectura del libro, y que escribas tus respuestas en el libro.

No tengas miedo a rayar el libro. El escribir dentro del libro es una forma de interacción contigo mismo, será el registro de tus pensamientos actuales, para que dentro de un futuro, puedas analizarte y conocerte más a ti mismo. Otra razón para escribir en el libro, es que no quiero que lo compartas. Imagina que es tu diario personal, y en ese caso, no se lo enseñarías de nadie. Es sólo para que lo vean tus ojos.

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El libro está dividido en cuatro partes, que deben seguirse en orden: 1. Problema: En esta sección, se plantea el problema general de todos los seres humanos, y se te harán seis preguntas que debes responder para definir y diagnosticar tu situación.

2. Solución: Se muestra la forma de resolver el problema, incluyendo ciertos ejercicios personales.

3. 21 Días de Cambio: 21 días de actividades y reflexiones diarias que debes hacer en orden. No sigas leyendo hasta que hayas hecho los ejercicios del día. Cada día está dividido en:

o Reflexión: Es la idea que debes meditar en ese día.

o Actividad del día: Lo que realizarás.

o Pensamiento del día: Te pido que lo escribas en tu mano o

que en un pedazo de papel y lo lleves contigo en tu cartera o cerca de ti. El pensamiento que debes llevar contigo en todo momento, y leerlo varias veces en el día.

o Diario: En este espacio, al final del día escribe tus

pensamientos del ejercicio, como funcionó, que te gustó y que no, y cualquier otra idea que se presentó al realizar el ejercicio.

4. Conclusión: Al final de los 21 días, espero que hayas percibido un cambio en tu ser. En esta sección, se hablarán de ideas a considerar en el futuro, y cómo manejar los siguientes días.

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NOTA IMPORTANTE

El libro puede ser usado hasta veces, en caso de que desees volver a practicar los 21 días. La razón de esto, es porque hay una tendencia muy fuerte a regresar al estado actual donde te sientes deprimido o desamparado. A diferencia de muchos autores de desarrollo personal, enfocados a venderte más libros, este libro te permite utilizar de nuevo el método, y ganar conocimiento de ti mismo a través del diario. Si vuelves a leer el libro y aplicarlo, encontrarás más facilidad de usarlo y de conocerte a ti mismo mejor.

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Pareciera que la vida está llena de problemas. Estos son la fuente de las preocupaciones y el estrés. Y por consiguiente, el estrés da inicio a nuevos problemas en relación a salud, tiempo, dinero y energía. También los problemas parecen venir de afuera de uno, como si el mundo y las circunstancias se hubieran entretejido para provocar, desilusionar, agobiar o dañar. En sí, todos parecen ser culpables de lo que le pasa a uno. Y la única forma de lidiar con ello es responder o llorar. Puedo incluso imaginarme que ahora mismo estás pensando en tus problemas: "no tengo dinero", "nadie me ama", "todos me odian", "no

tengo trabajo", "odio a mi pareja-familia", "me siento solo", "estoy harto de mí mismo".

Yo también pensaba así, pero descubrí que ése no era el verdadero problema. Para encontrar la verdadera causa de mi malestar o estrés, aplicó un ejercicio donde me pregunto el porqué. ¿Por qué tengo este problema?

El por qué es un instrumento para encontrar el origen de lo que aparece superficialmente. En este punto, la respuesta es más compleja, y seguramente intervienen nuevos factores y nuevas respuestas como:

"Porque nací en una familia pobre", "Porque tengo mala suerte", "Porque Dios me está castigando". Este tipo de respuestas se relacionan con lo

sobrenatural o con circunstancias más allá de uno. Los problemas se justifican por causas externas. Yo lo llamaría pretextos; motivos diseñados por uno mismo para no enfrentar la realidad del ser, y culpar a los demás o a las cosas por la situación donde se está.

Si observas, hay factores más allá de lo tangible; se entra al mundo de las ideas para explicar los fenómenos materiales. En realidad, el ser humano, desde sus orígenes, diseñó el concepto de lo sobrenatural. Generó respuestas a los fenómenos naturales, que no podía explicarse porque no existía la ciencia y por su propia naturaleza humana a lo desconocido, dio razones desconocidas.

De forma consciente, se pueden obtener miles de respuestas a los problemas. Sin embargo, más profundo en el subconsciente, está el verdadero problema.

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Intenta obtener una respuesta de tu subconsciente preguntándole: ¿por qué respondí así?, es decir, el porqué del “porque”. La pregunta a tu subconsciente, para poner un ejemplo, sería algo así: ¿Por qué pienso que, porque Dios no me quiera, no tengo trabajo? ¿Por qué siento que, porque tengo mala suerte, perdí mi matrimonio? ¿Por qué creo que, por estar solo, no puedo ser feliz? Seguramente ahora no puedes generar una respuesta tan fácilmente. Pero sí existe. La raíz de los "problemas" que tienes, eres tú. Si no has podido responder con sinceridad y profundidad, es porque no te conoces a ti mismo. No sabes lo que hay dentro de ti. No reconoces que, a pesar de haber tenido una buena vida, te sigues sintiendo insatisfecho. No te das cuenta que el simple hecho que nacieras ha sido un milagro, no un error, y que todo lo que has pasado ha tenido una razón, más grande que tú y que lo que crees. Creo que, sin importar la situación en la que estés, tienes mucho que agradecer, y generalmente te das cuenta de eso hasta que lo pierdes.

En este momento, percibe que tus propias estructuras mentales te tenían prisionero. La prisión que no te deja conocerte o cambiar es tu sistema de ideas, emociones y valores que vienes construyendo desde que naciste, a través de las experiencias propias y de los demás, de los conocimientos que el sistema educativo te ha predispuesto, de los valores de tu familia.

No significa que todo lo que crees sea mentira. Es la realidad que te han presentado tus padres, los medios y tú entorno, lo que crea tu paradigma existencial, pero no tiene porque ser así. Tienes un poder magnífico dentro de ti. El poder cambiar lo que tú quieras de tu vida y de cumplir tus sueños e ideales.

Antes de que intentes cambiarte, tienes que darte cuenta en dónde estás, es decir, que tanto te conoces a ti mismo y cuál es la forma en que piensas. Para ello, a continuación formularé seis preguntas. Léelas y escribe la respuesta que se te venga a la mente en el espacio indicado en el libro. Recuerda ser honesto contigo mismo, y escribe lo que de verdad sientes. Observa con cada relectura del libro los cambios en tus respuestas. Solo cuando dejas algo de ti, de un momento en tu vida, es como te das cuenta qué eres en el ahora. Pronto lo entenderás.

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PREGUNTAS PARA CONCERTE A TI MISMO

Fecha

¿Quién es el culpable de mis

problemas?

¿Por qué me pasa esto?

¿Qué lugar tiene Dios en mi vida?

¿En dónde estoy?

¿Hacia dónde voy?

¿Qué hago para solucionar mis

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Una vez que hayas escrito tus respuestas, es importante conocer el porqué de esas preguntas. En estas reflexiones a continuación, entenderás más a fondo el verdadero problema.

 Pregunta 1: ¿Quién es el culpable de mis problemas?

Hay dos conceptos que concentran esta pregunta: culpa y problemas. ¿Te sientes responsable o culpable? Muy comúnmente, se confunden estos términos y se consideran sinónimos, pero no lo son.

Primero, el ser responsable es cuando asumes las consecuencias de tus acciones, sin calificarlas de buenas o malas. Aceptas dónde estás, lo que eres, lo que tienes y todo lo que te ha pasado ha sido responsabilidad tuya.

Muchas veces las personas caen ante la presión de las expectativas de los demás, y hacen cosas que cambien su vida. O, por el miedo al cambio, deciden no tomar acción alguna a la vida. De cualquier forma, el decidir o no decidir, crea una responsabilidad que puede convertirse en una carga (cuando se ve como culpa) o una liberación (eres responsable y por lo tanto puedes cambiar tu destino).

Otra cosa completamente distinta es la culpa. Es un sentimiento que carga con una energía muy negativa. Se da cuando piensas en el resultado negativo de una acción y consideras que alguien o algo fue el provocador de la situación; no fuiste tú. Te castigas a ti mismo, o castigas a los demás por los eventos que te llevaron a estar dónde estás. Crees que nunca tuviste el poder de cambiar, cuando en todo momento eras libre de tomar la decisión de tomar un camino distinto. La razón por la que la mayoría elige la culpa antes de la responsabilidad, es porque ésta es más difícil de asumir.

Es de naturaleza humana el no querer lidiar con la incertidumbre de tomar una decisión, o aceptar que fue equivocada. En cambio, el mundo prefiere cerrar los ojos a la vida a cambio de no perder la identidad, experiencias y deseos, porque sin ellos ¿qué somos?

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Repite la siguiente frase unas cuantas veces: "No hay culpas ni

culpables. Las situaciones de la vida se dan por una razón". Las

decisiones que tomas forman parte de una serie de decisiones colectivas que afectan al mundo. Desde el simple hecho de comprar un producto (que colectivamente forma parte del éxito fracaso de un negocio), hasta tu decisión de voto (en conjunto se elegirá un representante político).

La mente es tan corta en su pensamiento, que sólo abarca el pensar en uno mismo. Tu mente no puede calcular el hecho de que algunas cosas que te pasaron, fueron el sacrificio necesario para el bienestar común. Por ejemplo, el hombre que pierde su trabajo, no considera el hecho de que la empresa no podía sobrevivir en el mercado sin cortar costos. Sin ello, el fracaso del negocio hubiera significado la pérdida de cientos o miles de empleos.

Es por eso que la responsabilidad es liberadora; remueve la culpa no sólo de nosotros mismos, sino de los demás. Dice: “Acepto las

consecuencias de las acciones en mi vida y sigo viviendo con el resultado que sea. Nadie ni nada es culpable, el bienestar de todos es más grande que mi idea de mi bienestar exclusivo."

Ver el mundo de esta forma te hace una mejor persona, alguien que ve al mundo como un todo, e integra la realidad colectiva y personal.

El segundo concepto en la pregunta es "problema". En el ejercicio previo (el porqué del porque), se trató el tema de los problemas que tienes en tu vida. El objetivo era hacerte comprender que:

1. Las excusas que te detienen a cambiar o a hacer las cosas que quieres de tu vida son los problemas.

2. Es muy fácil sacar a la luz explicaciones de todas tus “problemas”.

3. Es más difícil determinar la verdadera causa del porqué te sientes así.

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Existen dos formas de lidiar con los problemas: aceptar que existen o considerar que sólo existen en tu mente. Algunos autores como Wayne Dyer establecen que no hay problemas, que sólo es la forma en que tu mente categoriza una situación. Personalmente, creo que hay que aceptar que los problemas siempre van a estar ahí, durante toda tu vida. Pero tienes que tomar la decisión de dejarlo entrar a ti como un "problema" o como una "situación". Todos viven en situaciones distintas; algunos son pobres o son ricos; otros están solos o viven con demasiada gente; otros son muy jóvenes o demasiado viejos. Éstos son sencillamente situaciones en las que vives actualmente, pero en el momento en que las comparas con los demás, se convierten en problemas.

La verdadera comparación nace de comparar si eres mejor persona de lo que eras ayer. No más rica, más sabia o más cómoda. Sino más cordial a tu vida, a los demás y a Dios. De esta forma, tú tienes el control de tu situación de vida, y puedes tomar acciones para hacer los cambios necesarios para tu felicidad.

Ahora se puede resolver la pregunta ¿Quién es el culpable de mis problemas? Partiendo de las definiciones, hay dos derivaciones de la pregunta original:

a. ¿Quién provocar los problemas? b. ¿Quién carga con los problemas?

El cuestionarme lo anterior me hizo darme cuenta que, en la vida, hay dos personajes principales: el Ego y Tú.

El Ego es quien provoca tus problemas. Los defino como el sistema de ideas, emociones y concepciones individuales y colectivas que crean la única realidad que ves en el mundo. Imagina los siguientes conceptos: gordo y delgado. Déjame preguntarte: ¿te categorizas como alguno? ¿Te hace sentir mal alguno de estos términos? ¿Te hace sentir bien compararte con uno de estos términos, contra los demás? Hace miles de años, las personas con sobrepeso eran consideradas símbolos sexuales deseados.

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Ahora, el concepto de símbolo sexual ha cambiado hacia las personas delgadas. ¿Qué fue lo que cambió en realidad? Nada. Porque sigue existiendo la separación dolorosa entre un tipo y otro. Dos simples palabras que pueden afectar de forma totalmente distinta, durante el resto de su vida, a una persona. Esto es un ejemplo del Ego.

El Ego es lo que has sido toda tu vida, tu prisión y lo que te hace sentir insatisfecho todo el tiempo. Has vivido el Ego en este mundo, y si en algún momento has sido feliz, ha sido a través del placer del Ego. Por eso nunca has sido feliz, porque tu felicidad ha sido basada en una irrealidad, una mentira. Nada de lo que crees que eres, lo es. No eres tu trabajo, ni tus victorias, ni tus padres o tus hijos, ni tu dinero ni tu placer. Todo eso, que crees que eres dueño de, es en realidad el Ego.

Por ello, cada vez que has perdido algo o alguien, te ha dolido tanto. Porque la verdad es que tú no posees nada, no eres dueño de tu cuerpo, mente, bienes o familia.

Cuando crees que eres dueños de lo anterior, refuerzas tú lazo con el Ego, alejándote cada vez más de la felicidad verdadera, y fortaleciendo el vínculo de la felicidad virtual.

Si en este momento no crees o entiendes, es natural. Todos tus años de vida has buscado la felicidad, y nunca la encontraste ni la encontrarás. Porque no es TU felicidad, sino la del Ego. Y el Ego nunca va a ser feliz.

No juzgues, no pienses no rechaces nada. Sé que estos conceptos pueden ser nuevos para ti, pero deja a un lado la crítica y la desconfianza. Sigue leyendo y déjalo entrar en ti.

El Ego es el sistema de todas las ideas y la voz de tus pensamientos que no te permiten guardar silencio. Está en todo momento, esa voz dentro de ti y esos recuerdos e ilusiones que van y vienen, como si fueras tú. Se presenta claramente cuando te pierdes en tus pensamientos. Cuando te imaginas el futuro o recuerdas el pasado, no estás presente en el ahora. Si has pasado por eso, ¿acaso no sientes fuera de ti, como si no controlaras tu ahora, tu realidad? Es el Ego tratando de tomar control, y generalmente gana.

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Te pongo un ejemplo de este control. ¿En algún momento de tu vida, algo te hizo en verdad feliz? ¿Y después de un tiempo, eso mismo era la fuente de lo que te hacía infeliz? Lo más probable es que haya venido el recuerdo claro de un objeto de una persona en tu mente. Ahora considera, ¿crees que es normal sentirse así?

Es cierto, todo lo que empieza tiene un final. Pero esto es parte de la naturaleza misma del ciclo de la vida. Los ciclos terminan para dar luz a nuevas experiencias o situaciones.

Sin embargo, la mayoría de la gente enfrenta estos cambios como algo negativo, y se ven imposibilitados a seguir adelante o a estar abiertos a nuevas puertas. Este es el control del Ego sobre ti. Por lo tanto, no es normal. Yo lo califico como una enfermedad espiritual.

Al igual que el cuerpo y la mente, el espíritu puede enfermar, crónica y recurrentemente. Desde una edad temprana, una persona se "contagia" de esta enfermedad, al estar cerca de personas negativas, de circunstancias dolorosas, de la falta de un guía que entienda y explique la naturaleza humana.

Las causas y las consecuencias se observan en el cuerpo y la mente también. Por ejemplo, cuando tienes gripa, generalmente te sientes caído. O cuando estás pensando en tus problemas, te sientes agobiado y saturado. Y esto se retroalimenta, porque tus enfermedades físicas se siguen presentando una y otra vez, y tu saturación mental no te permite vivir el presente.

Entonces, ¿quién se supone que seas? Tu verdadero ser duerme dentro de ti, y considero que se puede pasar todo una vida sin conocerlo. Tú eres en verdad "consciencia".

¿Alguna vez has sentido como si fueras un espectador de tu vida? Un ejercicio para entender lo que significa, es concentrarse en ver tus manos. Darte cuenta de ciertos hechos que se dan por sentado: que son tus manos y que cada movimiento que piensas se lleva a cabo; que tiene rasgos únicos que ninguna otra mano tiene; si te concentras lo suficiente, incluso puede sentir la sangre bombeando alrededor de tu mano y el calor que emite, la energía.

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En este momento es donde entra la consciencia. Te vuelves real, y despiertas por unos momentos lo que en verdad eres. Eres verdad y belleza; bondad y amor; un ser con divinidad (cerca de Dios) y también eres parte de Dios.

Muy pocas personas llegan a vivir en consciencia. Puedes reconocerlos porque emanan tal energía de amor y paz, que el simple hecho de estar en contacto con ellos trae calma, salud o felicidad. Los más reconocidos son los dioses o sus mensajeros. Jesús, Buda, Krishna, Lao Tzu, Mahoma... Todos estos son diferentes nombres, pero la fuente de sus poderes es la misma: proviene de sí mismos.

Resumen de la Pregunta

¿Quién es el culpable de

mis problemas?

No hay culpables, sino responsabilidad por tu vida. Los problemas siempre van a estar ahí. Tienes que tomar la decisión de

dejarlos entrar a ti como un "problema" o como una "situación".

El Ego es quien provoca tus problemas.

Tu verdadero ser duerme dentro de ti. Tú eres "consciencia".

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 Pregunta 2. ¿Por qué me pasa esto?

Revisa lo que escribiste anteriormente en esta pregunta. Si adviertes tu respuesta, seguramente la podrás relacionar con el Ego. Puede que hayas escrito “Porque Dios no me quiere, Porque mis padres no me

cuidaron cuando era niño, Por las mujeres, Por los hombres"...

Seguramente escribiste algún problema que tienes ahora, y no te juzgo, te comprendo. Eso debió de ser la razón por la que este libro cayó en tus manos. Yo también he pasado por situaciones difíciles, pero he descubierto algo muy cierto: Todo pasa en esta vida por una razón. Y esta razón se hace obvia cuando estas consciente de tus experiencias personales, de tu pasado. Todo deseo que has tenido se concreta en un tiempo-espacio determinado por Dios. Como humanos viviendo en esta dimensión, no se tiene la noción de que las cosas llegan en el momento que tienen que llegar.

El Ego quiere todo ahora, y si no lo llega a tener, genera una reacción en tus emociones, como la decepción, la ira o la tristeza, pensando que así se solucionará todo.

Es por eso que te puedes sentir frustrado, enojado o triste en este momento. Pero recuerda, eso fortifica el Ego y debilita el poder interno que tienes para salir de ese problema. Mientras te mantengas en el mismo estado mental, nada va a cambiar; y requiere que utilices esta emoción (no que te use a ti) para despertar tu grandeza y salir adelante. Para entender por lo que estás pasando también necesitas entender lo siguiente: los eventos en tu vida tienen que ver con un todo. Tú eres solo una parte pequeña de algo más grande, es decir, de la familia, de la sociedad, del país, del mundo, del universo.

Como ejercicio, imagina que de pronto pudieras salir al espacio, y ver la infinidad de estrellas, planetas y galaxias. En ese momento, puedes ver la Tierra. Los grandes mares, los desiertos y las selvas. Las millones de luces que crean las ciudades. ¿Te das cuenta de lo pequeño que eres? Tu mundo personal es un grano de arena en relación a este planeta. Hasta que puedas salir de tu burbuja personal hacia el exterior, puedes entender que los eventos que te han ocurrido eran necesarios

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para el mundo. Nuestra visión no siempre puede ver el modelo del "todo", pero hay que entender que además del “yo” en este mundo, hay “todos”.

Y el todo siempre está conectado. ¿Existe la luz sin la oscuridad? ¿Puedes saber qué es la vida sin el concepto de la muerte? ¿Puedes saber qué es la felicidad sin el sufrimiento? Mientras que la mente humana trata de separar estos conceptos, volviéndolos antagónicos uno del otro y creando una disposición a un lado o al otro, la realidad divina lo ve como el todo, como uno solo.

La luz hace la oscuridad, la vida a la muerte, la muerte a la vida. Y de igual forma, el sufrimiento humano es necesario para reconocer la felicidad. Las cosas que te han pasado (el aparente sufrimiento) sirve para que te des cuenta que dentro de ti existe la paz. Incluso en el momento más doloroso, la paz está en ti. Pero para encontrarla, necesitas llevar a cabo un proceso dentro de ti, visto en los capítulos posteriores.

Resumen de la Pregunta

¿Por qué me pasa esto?

Todo pasa en esta vida por una

razón.

El Ego quiere todo en el momento, por ello te lastimas a ti mismo. Los eventos en tu vida tienen que ver

con un todo, algo mayor a ti. El sufrimiento está conectado con la

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 Pregunta 3. ¿Qué lugar tiene Dios en mi vida?

En esta pregunta, cuestiono la distancia que percibes hacia Dios, no su existencia. Doy por sentado que existe un Dios, una fuerza que mueve el mundo, de forma tangible e intangible. Dependiendo de la cultura y la época, Dios ha tenido muchos nombres; también existe la lucha entre la creencia y el ateísmo. Sin embargo, considero que la verdadera dificultad de entender a Dios se debe a la errónea relación entre religión y espiritualidad.

El ser humano está educado a tomar a la religión como pilar de la creencia en Dios. Por mucho tiempo se ha dejado a un lado la espiritualidad (lo defino como tu cercanía y contacto con Dios) para dar paso un sistema ceremonial y tradicional que busca unir a una comunidad hacia el ideal "Dios". Este libro no trata de religiones.

Necesito que dejes a un lado las creencias personales y conceptos de Dios a los que has sido educado, y te permitas crear tu propia idea de Dios.

Quiero que analices la respuesta que diste en esta pregunta, y te des cuenta del concepto de distancia que percibes de Dios. Generalmente se darán dos respuestas contrarias: 1) cercanía, habrás escrito algún comentario como "Rezó a Él", "Creó en Él", "Confío en Dios"; 2) lejanía, donde habrás escrito algo como "No existe", "No ocupa ningún lugar",

“Nunca está cuando lo necesito".

Una regla básica es que mientras más lejos estés de Dios, más problemas tienes en tu vida. Siendo católico, veo a mucha gente que va a la ceremonia misal todos los domingos. Sin embargo, después de conocerlas, percibo un lado negativo dentro de ellos, y me he dado cuenta que a pesar de que van al "templo de Dios", no van a verlo, conocerlo o estar cerca de él. Van a pedirle favores, en vez de entregarse o amarlo. Cada vez que veo sus caras en misa, veo caras tristes, no felicidad. ¿En qué momento Dios se volvió tristeza? A pesar de estar tan "cerca" de Él, las personas mantienen su estado de miseria y sufrimiento personal.

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La religión es un método muy valioso para encontrar a Dios, pero se basa en que Dios está afuera de nosotros, ya sea en un lugar distante (como el cielo) o en una forma física (como una imagen). Esta ideología ya contiene dentro de sí el concepto de lejanía de Dios. Por otro lado, la espiritualidad busca encontrar al Dios dentro de uno. Con la premisa de que "Dios está dentro de ti", se busca descubrir a Dios y conocerlo, al conocerse uno mismo.

El despertar de la consciencia se fundamenta en encontrarse uno mismo, y así hallar al Dios que habita en ti. ¿Por qué? Porque Él tiene el poder de creación; crear el destino que tú deseas, y el camino para lograrlo. El Ego no puede entender lo que es Dios, por lo que las personas no entienden que tienen la capacidad de crear en su vida lo que desean. No puedes obtener en la vida lo que quieres, sin reconocer esta fuerza, y hacerla parte de ti.

En este libro descubrirás el método para despertar esta consciencia, el Dios y creador que llevas adentro.

Resumen de la Pregunta

¿Qué lugar tiene Dios en mi

vida?

Puedes estar cerca o lejos de Dios. Mientras más lejos, más difícil se

vuelve la vida.

Al conocerte a ti mismo, descubres al Dios en ti.

Hallar a Dios implica tener el poder para cambiar tu vida.

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 Pregunta 4. ¿En dónde estoy?

Ahora que empiezas a entender, analiza tu respuesta. El "donde estoy" tiene que ver con dos aspectos físicos: el espacio y el tiempo. La respuesta del Ego será material y visual: “Estoy en mi casa, en la oficina,

estoy cansado, estoy estancado, estoy en ningún lado”. Generalmente esta

pregunta traerá también recuerdos del pasado, o proyectará ilusiones del futuro, implicando la falta de apreciación por el presente. La respuesta que diste tiene mucho que ver con la forma en que valoras tu vida.

Es natural sentirse atrapado en un lugar o en momento de la vida, es el Ego en control. Tu verdadera fuerza interna radica en reconocer dos verdades:

El lugar donde estás es en el Aquí, y el tiempo es el Ahora. Es el único lugar donde vives. La parte de ti que leyó la introducción del libro desapareció. Sólo permanece cada instante en que leas estas palabras. El presente es el único momento para vivir. Pero el Ego no quiere que sepas eso. Te pondrá barrera tras barrera, te hará caer en los recuerdos o las ilusiones, para evitar que te des cuenta que únicamente ahora, es cuando estás vivo. La razón es que cuando vives en el Ahora, tu consciencia se despierta.

El Ego sabe que en el momento en que estás consciente, es decir, estás presente, pierde el control y desaparece. Puedes percibirlo utilizando tu respiración. Como ejercicio, concentra tu mente en tu respiración. Despacio y profundamente, inhala y exhala, viendo tus manos. Continúa haciendo esto y percibe tus manos. Muévelas como si fuera la primera vez que las vieras, siente la energía que irradian. Ve a tu alrededor. Percibe que "estás ahí, ahora mismo". ¿Sentiste en algún momento como si apenas te dieras cuenta que estabas ahí? Eso fue un ejemplo de que no se está presente en todo momento, y por ende que no se aprecia la vida.

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Hay que aceptar el hecho de que el pasado es en realidad lo que te ha traído hasta dónde estás. Si sigues pensando en las cosas malas, quiero darte un pensamiento positivo, que espero lo medites: estás vivo ahora, leyendo esto. Tienes tu cuerpo intacto, tienes que comer, donde dormir, personas que te aman, agua que beber; salud, hijos, padres, hermanos, amigos; tienes a Dios. Si tienes todos o algunos de estos elementos, siéntete alegre. Considera que gran parte de la población en el mundo vive en la marginación. ¿Cómo puedes pensar en tu relación con Dios, si ni siquiera tienes que comer? No se puede. Ahora que tus necesidades básicas están cubiertas, como comer o tener donde dormir, la oportunidad de desarrollarte a ti mismo se presenta. No la dejes pasar.

Igualmente, el futuro está vinculado a ti. Puedes atraer lo que quieras en la vida, pero necesitas estar en sincronicidad. Éste término se refiere a eliminar el concepto de tiempo, y percibir lo que se desea como si ya estuviera presente. Necesitas ver tu vida como un todo. Como ejercicio, imagínate cuando eras niño, adolescente, adulto y viejo. Esa persona eres tú, no es alguien más. Recuerda algunas cosas que deseaste cuando eras niño. Ahora imagina el viejo, ¿qué cosa hubiera deseado esa persona anciana en su vida? ¿Y qué deseas tú, ahora? Todo llega a su tiempo, pero la habilidad de vivir en el presente, atrayendo tus deseos futuros, acelera las experiencias que quieres. Solo será cuestión de minutos, horas, meses o años para que se dé, por lo que disfruta alcanzarlo hoy.

Hay un poder inmenso en el Ahora. Puedes decidir hacia dónde quieres seguir. Para el Ego, esto es algo trivial; se trata de levantarse al día siguiente, ir al trabajo, dormir, y continuar la rutina, hasta salir de ella con algún evento, para volverla a tomar de nuevo. Esa no es la realidad.

Cada segundo que pasa, es un segundo que estás vivo. Respiras, tomas agua, platicas, juegas, trabajas, rezas, duermes. Todas estas acciones son milagros.

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Un milagro no es algo que se dé para pocas personas, o tenga que ver con la cura de algún mal. El milagro es vivir, y estar consciente de estar vivo. El verdadero milagro es que se está en esta Tierra con la oportunidad única de disfrutar todo lo que se nos da. Y no nos pide nada a cambio. La Tierra nos da, y nos da, e incluso está dispuesta a morir por nosotros. Todo lo que tienes cerca de ti viene de la Tierra. Elementos básicos para la vida como la comida, vienen directa o indirectamente de la Tierra. Por ejemplo, considera el agua y el aire. Si tan sólo, un día nos quitaran estos elementos, la raza humana dejaría de existir. Es por eso que la vida es un milagro, y lo vives cada momento. Respira conscientemente y sonríe, porque estás vivo.

Resumen de la Pregunta

¿En dónde estoy?

El lugar donde estás es en el Aquí, y

el tiempo es el Ahora.

El pasado es en realidad lo que te ha traído hasta dónde estás. El futuro es algo que está vinculado a ti. Puedes atraer lo que quieras en tu

vida.

El milagro de la vida es vivir, y estar consciente de estar vivo.

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 Pregunta 5. ¿Hacia dónde voy?

Revisa tu respuesta. Pudiste haber descrito una situación favorable (voy

al éxito, a Dios, a vivir) o desfavorable (voy al fracaso, voy a nada, voy a morir).

Cada uno de nosotros nace en condiciones diferentes. Ninguno es igual, cada uno es incomparable, con distintas habilidades, condiciones y caminos. Sin embargo, cualquier camino que se recorre, tiene el mismo destino: algún día, morir. Hazte esta pregunta, ¿qué prefieres, morir o sufrir? Es difícil de contestar, incluso de preguntar. Observa que el morir siempre se ha visto como peor escenario. Muchas personas se han quitado la vida por los problemas y penas que cargaban; otros han muerto sufriendo física o mentalmente. Pero al final, ¿qué fue lo que dolió más, la muerte o la agonía? No creo que serás sabio catalogar la muerte como buena o mala. Sencillamente es una etapa del ciclo de vida de los seres vivos que es necesario pasar.

De forma poética, la muerte libera. Brindar la libertad necesaria para uno, los demás y el entorno. Imagina que pudiera escribir para siempre en este mundo. Esto implica una serie de problemas prácticos: ¿Podrías amar viendo tus seres queridos morir? ¿Cuántas personas vivirían en el mundo? ¿Acabaría el sufrimiento personal sabiendo que no puedes morir?

Me suena más a un castigo que un premio. Aceptar la muerte como un evento natural y liberador permite enfocarse en la verdadera raíz del dolor en tu vida: el sufrimiento.

El sufrir no es el destino, sino un camino que se elige por voluntad propia, al no tener la fuerza personal necesaria para aceptar y cambiar la realidad presente. Como ejemplo, imagina que vas de vacaciones a la playa con tu familia.

Ahora, desde que sales de tu casa hasta llegar, te pasan situaciones complicadas que hacen de tu viaje un horror. Para esto, lo único que quieres es llegar. Una vez que has llegado, comienzan de nuevo situaciones difíciles (con tu familia, del transporte, la estancia, el clima, etc.) y de pronto en tu mente dices: "Ya quiero regresar".

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Piensa en este dilema, ¿dónde pasas más tiempo: en el camino o el destino? En todo momento, el personaje del ejemplo anterior tuvo la posibilidad de disfrutar el camino, dejar a un lado los problemas, y darse cuenta que lo importante era el viaje, ver el mundo con tus seres amados y vivir experiencias que te traen nuevos aprendizajes. Por lo tanto, en el camino de la vida hay sólo dos opciones: sufrir o vivir.

En este momento, de manera temporal, te encuentras en la Tierra. Tu existencia es un milagro, considerando todos los eventos que tuvieron que pasar desde antes de que nacieras, tu concepción y tu sobrevivencia. Entonces, las circunstancias no te hacen lo que eres, sino tu verdadero ser (es decir, en cualquier momento tienes la capacidad de redirigir tu vida a las metas que desees). La respuesta honesta a la pregunta es: puedes ir adonde quieras. No hay límites para tus sueños, el único límite te lo impones tu mismo, enfocándote en el sufrimiento, no en la vida.

No dudes que puedes llegar adonde quieras. Te costará trabajo y te caerás, y habrá gente que se interpondrá en tu camino, pero tienes que seguir adelante, sabedor de que Dios y el camino te acompañan. Tratar por igual penas y glorias, ganancias o pérdidas. Vivir para vivir, y disfrutar al máximo todos los regalos que se te dan, sabiendo que un día se acabarán (pero no por eso dejes de disfrutarlos).

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 Pregunta 6. ¿Qué hago para solucionar mis problemas?

Lee tu respuesta. Analiza, ¿estás tomando alguna acción o no (para solucionar tus problemas)? ¿Escribiste en el presente o en el futuro? ¿Tiene que ver con cambiarte a ti o a los demás?

El cambio es difícil para el ser humano. Sin embargo, es necesario para el desarrollo de cualquier persona, en lo físico, mental y espiritual. Por ello el cambio es, en la mayoría de los casos, reactivo. Es decir, una reacción y no una acción.

Resumen de la Pregunta

¿Hacia dónde voy?

Cada uno de nosotros nace en

condiciones diferentes.

Acepta la muerte como algo natural y liberador.

La verdadera raíz del dolor en tu vida es el sufrimiento.

En el camino de la vida hay sólo dos opciones: sufrir o vivir. La respuesta honesta a la pregunta

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Cuando resulta como una reacción, no es posible controlar las consecuencias, por lo que se pierde el poder de crear un nuevo camino. Pero, cuando el cambio es una acción voluntaria, se obtiene un poder grandioso, hasta hace llevar a una persona a nuevos horizontes, nuevas experiencias en la vida.

Lo que se busca en este libro es que obtengas este poder para cambiar tu vida, pero es necesario que aceptes algunas verdades antes de continuar a la solución:

1) Siempre es mejor tomar la acción, a la no acción: Cuando dices que no haces nada para solucionar tus problemas, ¿cómo te sientes? Creo que en la vida, solo hay dos direcciones, ir hacia arriba o hacia abajo. En el momento en que no tomas una decisión de hacia dónde llevar tu vida, vas para abajo, porque la no acción es significado de tu falta de compromiso contigo mismo. Comprométete en este momento tomar todas las acciones necesarias para cambiar. De aquí en adelante, no se trata de sólo leer el material que se presenta, sino de experimentarlo, de activarlo en ti y sentirlo por ti mismo.

2) Comprométete a la solución presente, no futura: De ahora en adelante, no digas "voy a hacer esto, o aquello". Necesitas "estar" haciéndolo, para que se haga. El futuro es una idea que evoca tanto ilusión como fatalismo, pero para que se cumpla, hay que actuar en el Ahora.

Esto se alcanza creando en tu mente la imagen de que "ya eres lo

que quieres ser". No vas a estar bien, "ya estás bien"; no vas a

hacer esto, sino “estás haciéndolo”. Incluso con sólo afirmarlo, verás cómo hay un cambio en tu percepción de los problemas y las soluciones.

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3) No puedes cambiar a los demás, sólo a ti mismo: Si escribiste en tu respuesta que necesitas que alguien cambie, puedo decirte que no va a pasar. Con la frase "Otra vez les digo que es más fácil

para un camello pasar por el ojo de una aguja, que para un rico entrar en el reino de Dios", creo que Jesús se refería a esto. Las

personas no cambian a menos que sea como una reacción o como una acción, pero siempre va a ser más fácil esperarlo, a actuar ante el problema. Desde hoy, entiende que nadie va a cambiar para ti, solo tú puedes cambiar, para que el mundo alrededor tuyo se transforme.

4) La solución está dentro de ti: El mundo es el reflejo de lo que eres y demuestras; este proceso está enfocado en ti, no en los demás. No te excuses en alguien para cambiar. Cambia porque tú quieres cambiar, tú quieres ser feliz. La respuesta está dentro de ti, y vamos a sacarla a la luz.

Si estás listo, es hora de aprender algo sobre ti mismo. Resumen de la Pregunta

¿Qué hago para solucionar

mis problemas?

Siempre es mejor tomar la acción, a la no acción.

Comprométete a la solución presente, no futura.

No puedes cambiar a los demás, sólo a ti mismo.

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Hay una solución para todos los problemas. Sea que estés pensando en depresión, frustración, deuda, soledad, desmotivación, tristeza, amargura... Todos estos son síntomas de una enfermedad común; yo la denominó la "inconsciencia existencial".

A pesar de que el ser humano se define como un ser racional, superior a otros seres vivos, la mayoría de las decisiones y reacciones que toma están basadas en emociones irracionales. Me refiero a la visión de un mundo pequeño, donde eventos diarios son dramatizados para darle propósito a la vida y justificar la realidad presente. Por ejemplo, mucha gente que cae en bancarrota toma decisiones irracionales e inconscientes como el suicidio. Consideran que es la única solución, sin pensar racionalmente que es posible recuperarse a largo plazo, y que existen infinidad de opciones en el mundo, ya sea cambiar de trabajo, trasladarse a otro lugar, reducir los hábitos de consumo, vivir una vida más modesta, etc.

No sólo son los grandes incidentes, sino que las cosas pequeñas también se vuelven dramáticas. ¿Se estará consciente de la sobre magnitud de estos eventos? No lo creo. Considero que la mayoría de las personas no están conscientes de que existen más allá de sus problemas; que éstos son eventualidades o experiencias en su vida, necesarios para cambiar y crecer.

Si estás consciente de que la vida no son problemas, sino experiencias para permitirte crecer (que se tienden a categorizar como problemas/fortuna/oportunidades/etc.), desarrollarás un sentido de armonía y valor por vivir, que al final es lo que el ser humano de verdad desea. El proceso para llegar a este estado lo llamo "el despertar de la consciencia".

El despertar de la consciencia implica desenfocarse de todo lo que “crees” saber, todos tus sistemas de creencias y filosofías, y reencontrar tu ser interior. Como ejercicio, cierra tus ojos y no pienses ni sientas nada. Acomódate en un lugar silencioso y no digas nada. Sólo respira y espera. Respira con suavidad y deja que tu cuerpo lo haga por sí solo. Escucha tu respiración, y hazla de forma lenta, alargada, profunda y suavemente. Concéntrate en respirar.

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Empezarás a sentir algo diferente en ti. Es una tranquilidad y una paz que llena tu cuerpo. Es tu energía interna, la expresión de tu ser. El despertar de tu consciencia. El sentir la paz y el regocijo de vivir. Esto es la verdadera vida. Y la puedes tener por siempre.

 ¿Cómo alcanzamos el despertar de la consciencia?

Durante 21 días te explicaré cómo desarrollar tu consciencia, a fin de lidiar y terminar con los problemas que presentas actualmente. Los 21 días están basados en reflexiones que buscan romper el "ruido" de tus actividades diarias, y regresar a un estado de serenidad y paz.

Te preguntarás, ¿por qué 21 días? Existen estudios que señalan que, para que un nuevo comportamiento se adapte y se vuelva permanente en el individuo, es necesario que se realice por lo menos durante 21 días consecutivos. Esta misma aplicación se realizará bajo los conceptos que se presentarán a continuación.

Los grandes maestros espirituales nos han dejado sus palabras de verdad, con el fin de que cada uno trabaje con ellas, y de forma integral viva una vida más plena. Este proceso conlleva los siguientes elementos, descritos en forma similar por personajes como Jesús, Buda y Krishna:

Silencio

Aceptarte a ti mismo y a los demás Perdonar

Dejar ir Dejar a Dios actuar

Agradecer Amar Estar en paz

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En este capítulo entenderás el significado que conlleva cada uno de estos elementos. Incluí una serie de ejercicios que realizarás inmediatamente después de haber leído cada sección. Estos no son complicados ni requieren mucho tiempo. Son formas efectivas de llevarte al estado que describo, y de forma integral, funcionarán para lograr un verdadero cambio en tu vida.

 El Silencio

El primer elemento para despertar tu consciencia es alcanzar un silencio interno. En la mayoría de las culturas modernas, el silencio es incómodo y bajo el concepto del Ego, es algo que está mal. El silencio para el Ego implica no tener ideas, nada que decir, nada que ofrecer a los demás. En conjunto, estar en silencio se relaciona de forma subconsciente a ser nada. Y debido a tus necesidades humanas de significancia, tienes que ser algo o alguien. ¿Te has dado cuenta que la mayoría de las veces que platicas con alguien (o contigo mismo) es sobre un problema, en un tono negativo? Las conversaciones se relacionan con problemas en el mundo, de conocidos, en tu familia, en el trabajo, en la escuela. Los problemas dentro de ti, y los problemas fuera de ti.

Por el otro lado, contrario al silencio, el hablar perdió su sentido. Inició como una forma de comunicación, de negociación y entendimiento entre los grupos sociales. Con el paso del tiempo se dejó a un lado este objetivo. En vez de buscar soluciones para sobrevivir, el ser humano lo utilizó para buscar razones de vivir. Vivir por los problemas. Como justificación del diálogo, ahora se criticaba, opinaba, regañaba, gritaba, etc., para dramatizar la vida, y de esta forma sentirse único, el actor principal de la obra de tu mundo.

El evitar el silencio, es el alimento del Ego, que él mismo crea. Y más allá de la comunicación con otros, su alimento preferido es la comunicación contigo mismo. La voz incesante en tu cabeza que todo cuestiona, critica o piensa. Millones de pensamientos al día, generalmente repeticiones del mismo pensamiento, nos llevan a la

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locura inconscientemente. En conclusión, se está incómodo no sólo con el silencio de los demás, sino con el silencio propio.

Estar en silencio no es despertar la consciencia. Es una etapa necesaria para plantear las bases del despertar. Llamémosle el ambiente. El silencio es el ambiente que tu ser crea para abrirle paso a tu ser interior. Hay que aclarar que tampoco hay que llevarlo al extremo. Dejar de hablar con todos, y callarse para siempre es otra forma del control del Ego, a través de la introversión.

El Ego tratará de llevar tus acciones al extremo para seguir viviendo. El punto medio es el punto de armonía y despertar humano. Es como una balanza: busca el punto donde el peso esté en equilibrio; donde te sientas conectado, pero acallado. Tu ser lo refleja en estar en unidad (es decir, ser uno) con todo lo que nos rodea. La humanidad ha estado en un desequilibrio continuo, donde la mayor parte de la sociedad vive en un estado de negatividad mental. El silencio es la llave que abre la puerta y crear el ambiente propicio para el cambio.

INTENTA ESTO AHORA

Cierra los ojos y no pienses en nada. Si empiezas a tener pensamientos, es decir, hablando contigo mismo, detente

inmediatamente y regresa al estado de tranquilidad. No hables, no digas nada. Atrápate a ti mismo en el momento en que surja la voz interna, y obligarla a callar. Solo relájate, y guarda silencio. No te desesperes, rechaza cualquier pensamiento y concéntrate. Respira relajadamente. Este es el silencio

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 Aceptarte a ti mismo y a los demás

En un punto en la vida, surge la pregunta “¿Por qué nací bajo estas

condiciones?” Puede que te sientas mal contigo mismo por razones de

apariencia, personalidad, certidumbre financiera, salud, etc. Es aquí donde está el foco de origen de la aceptación. Cada uno de nosotros sigue un camino distinto, que está preestablecido por las condiciones en que naces. Hazte las siguientes preguntas: ¿El haber nacido en ciertas condiciones físicas, geográficas, históricas, y económicas, te hace ser quien eres? ¿Crees que porque naciste en un país determinado, eres inferior o superior al resto del mundo? ¿Por qué tienes una enfermedad, no puedes hacer nada? ¿Por tu apariencia física, nadie te puede amar?

El aceptarte va más allá de tu apariencia física, de tu dinero, de tus relaciones, de tu nacionalidad. El Ego crea estas diferencias, cuando juzgas a los demás y a ti mismo tan duramente. Parece normal el odiar a los que están mejor que nosotros, y alejarnos de los que son diferentes. De hecho, es muy probable que a los cinco segundos de conocer a alguien, ya lo estés juzgando por lo que presentan en el exterior.

Pero, estos juicios subjetivos siguen siendo una enfermedad espiritual, que te desunen primero de los demás, y por ende de Dios. Cuando juzgas a los demás por las condiciones que rodean su ser, te estás juzgando a ti mismo, y te autodefines, creas un mundo ideológico en guerra contra los otros. Date cuenta como la relación con las personas que te rodean circulan pequeñas batallas de comunicación verbal o no verbal, donde el ganador es el que juzga más fuertemente.

Aceptar es decirle SI a la vida. Le digo SI a mi cuerpo, a mi trabajo, a mi familia. El Ego es el NO. La negatividad por ende es síntoma de que no existe la aceptación. Igualmente, el simple hecho de decir que no, niega las puertas de lo espontáneo hacia ti mismo. No haré esto porque... No quiero porque... No me interesas porque... No puedo porque...

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La consciencia no busca combatir el No. Considera que luchar contra el Ego es perder la batalla de inmediato. Se necesita rendirse, no al Ego, sino a la voluntad de una presencia más grande que tú. Llama a esta presencia como quieras, Dios, Universo, Espíritu, etc. El aceptar los hechos de tu vida como parte integral de esta presencia es lo verdaderamente importante. Todo lo que te ha pasado ha sido para que aprendas alguna lección, algo que te hiciera crecer. Aprendes de la vida, viviendo la vida. Y se hace más fácil si te aceptas a ti mismo.

Incluso, más que aceptarse a uno mismo y a los demás, se está aceptando a Dios. Aceptar el todo y no exclusivamente un lado de lo que se nos presenta. Es por eso que la humildad es una virtud poderosa, al igual que el dar antes que recibir. Decirle que SI a un amigo o a un extraño, es decir "SI, te reconozco como un ser humano, parte de mí". Acepta la universalidad de tu ser, es decir, la conexión humana que tienes con lo que te rodea. ¿Te sientes humano cuando pasas por la calle, sabiendo que todos a tu alrededor son personas con familias, sentimientos y problemas, y tú simplemente los ignoras, como si fueran parte del concreto?

Yo no soy solo yo, sino todos. Soy mi padre, mi madre, mi hermano. Soy mi enemigo y mi crítico. Soy el extraño que no veo a los ojos en la calle. Soy infinito. Aceptar a Dios y al mundo como es, en el Aquí y el Ahora, son las llaves para aceptarte a tu ser.

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 Perdonar

La palabra perdón no significa nada si no viene de adentro. Por ejemplo, ¿alguna vez empujaste a alguien en la calle, y automáticamente dijiste “perdón”? El Ego hace pensar que por sólo decir "Perdóname, no

lo vuelvo a hacer", existe un cambio en nosotros.

Perdonar, en su sentido verdadero, es una forma de aceptación de un evento. Si recuerdas la sección anterior sobre “Aceptarte a ti y a los

demás”, aceptar significa ver el todo y entender que aquel "detalle" (o

problema) que te molestaba, no representa lo que eres en tu totalidad. Lo mismo sucede al perdonar, no sólo es aceptarte a ti, sino a las circunstancias y las personas relacionadas con el evento, entendiendo que eso fue sólo una fracción de tu vida, un instante, y no toda tu vida entera.

INTENTA ESTO AHORA

Encuentra algo que no te guste de ti mismo. Puede ser algo físico o psicológico. Ahora hazte la siguiente pregunta: ¿voy a seguir sufriendo por

**menciona lo que no te gusta** o voy a aceptarlo y vivir? Date cuenta que esa

característica no te hace ser lo que eres por completo. Ve más allá de ese detalle.

Repite en voz alta: “Soy más que esto”. Siente todo tu ser, tu cuerpo y tu espíritu. Siente la energía que tienes dentro. Eres mucho más, mucho más de

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Cuando alguien te lastima, hay que entender lo siguiente: dentro de esa persona, existe una consciencia que fue opacada por el Ego. Cuando las personas se sumergen al extremo en su realidad material, es cuando sus valores se complementan al Ego. Y la persona pierde control de sí, y comete actos que dañan a los demás y a sí mismos. La gente no daña, ni roba ni mata. Es la posesión de Ego, de una mente y cuerpo físico, el que provoca tales males.

Dentro, está dormida la verdadera persona. Aceptar que dentro de ti y de todos hay algo bueno, es perdonar. Implica estar consciente de la existencia de la otra persona, ver más allá de lo obvio y descubrir la razón por la que esta causándome este mal. El perdón viene del interior porque lo que perdona es la consciencia. El Ego no reconoce tal aproximación, porque reconocerlo, es ceder el control a tu verdadero ser.

Otra forma del control del Ego se da cuando alguien te pide que trabajes para que te perdone. El perdón sólo viene de adentro; cuando no se da este reconocimiento del verdadero sentido del perdón, crees que el otro es responsable. Y culpas y no cambias, y sigues lastimando a los demás. En este caso, es necesario aprender a dejar ir. Perdonar que el otro no pueda entender el origen de todo el problema, y dejar que tome su camino. No puedes forzar a nadie a perdonar. Ni siquiera tienes que forzarte a ti mismo a hacerlo, nace de forma natural.

Uno hace lo posible para lograr la armonía, dentro del ser y del ser total (de todos). Una vez que realices varios actos de perdón, tu poder interno, el poder de tu consciencia, empieza a surgir. No es una fuerza, porque no obliga ni determina. Es el poder que se rinde, no que domina. Que ama sin condición alguna a todos y no pide nada a cambio. Como dice la oración de San Francisco de Asís, “Porque es perdonando, como se es perdonado”.

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 Dejar ir

Amar es saber nutrir algo, quererlo, dar todo por esa causa, y al final dejarlo ir. Esto último es lo que más nos cuesta trabajo como seres humanos. El lado egoísta del ser humano está acostumbrado a trabajar para acumular objetos y riquezas materiales que aparentan darnos felicidad. Sin embargo, esta felicidad sólo es momentánea y dentro de ella, está la raíz de la infelicidad. Por ejemplo, cuando compras un carro nuevo, te sientes emocionado y alegre, pero cuando pasan los meses, dejas de ponerle atención y se vuelve un problema de llevarlo al mecánico, pagar la gasolina, lavarlo, comprarle un seguro, etc. Basar la felicidad en riquezas no tiene sentido, porque la felicidad se da en el proceso de haberlo conseguido, no en el resultado de tenerlo.

INTENTA ESTO AHORA

Piensa en cinco personas que en algún momento en tu vida te hayan hecho

algún daño. Ahora cierra los ojos y concéntrate en ver su verdadero ser, su

consciencia. Cuando encuentres su bondad, repítete en voz baja: "Dejo ir el

pasado y te perdono. Y te pido perdón porque hasta ahora me doy cuenta". La

próxima vez que los veas, no digas nada. Tu propia energía rodeara a la otra persona, y en la relación percibirás un

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Dejar ir es un acto de divinidad, porque te separas de lo más preciado para ti. Ésa es la contradicción que aparentemente presenta la vida: "si de verdad amas algo, tienes que aprender dejarlo ir". Por eso duele separarse de una persona querida, porque una parte del ser no puede dejarlo. Y esto acarrea una infelicidad o tristeza que llena cuando se recuerda el momento.

Recuerda que no naciste con todas estas cosas y personas. Aceptar que nada en realidad te pertenece, sino que son préstamos de Dios que al final pasarán a otra persona o lugar, es la liberación para que descubras tu propósito en la vida.

El Ego lo hace más doloroso de lo que es. Ego es sinónimo de querer (de poseer), mientras que la consciencia es sinónimo de dar (dejar ir). El dolor se da cuando dejas que tus ideas, sentimientos y emociones de apego al objeto, controlen tu ser.

En el estado de consciencia, es verdad que aparecen las mismas ideas, sentimiento y emociones, pero la diferencia es que no te controlan. Las rechazas porque sabes que vienen del Ego y te conectas con tu interior.

He observado que el proceso de dejar ir viene en cuatro fases:

1. Dejar ir las cosas: Muchos de los detalles de tu vida (por ejemplo, cuando te molestas o enojas por pequeños eventos) son lo que hacen que la vida sea más difícil de lo que es en realidad. Simplemente dar tus objetos o situaciones, sin pedir nada a cambio, sin tener ese sentido de posesión, es lo que permite trascender a un estado de paz.

2. Dejar ir al mundo: He notado como a muchas personas les molesta el tráfico, la fila, incluso con personas en la calle. ¿Puedes influir en estas situaciones al enojarte? Por supuesto que no. Es una reacción acostumbrada el sentir enojo y molestia por el mundo, cuando uno se siente afectado.

Referencias

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