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Procesos implicados en la contracción y expansión de la distribución de macroalgas fundadoras intermareales

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TESIS DOCTORAL

Procesos implicados en la contracción y expansión

de la distribución de macroalgas

fundadoras intermareales

Autor:

Ana García García Directoras:

Brezo Martínez Díaz-Caneja

Rosa María Viejo García

Programa de Doctorado en Conservación de Recursos Naturales

Escuela Internacional de Doctorado

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Incluso el océano toca tierra

Maresía, olor a mar, algas y humedad cargada de salitre y bruma.

No hay otra forma de amar la Naturaleza entera que la que nos ha tocado en suerte, dando solo la vuelta alrededor de lo que vemos, un poco de calle, un árbol, un pájaro que se posa en la rama. Y, desde ahí, amar a toda la Naturaleza que no vemos ni veremos jamás, que existió y que ya no existe, que existirá cuando no existamos.

Amarla por siempre y por siempre en la imaginación, donde nada muere.

Mónica Fernández-Aceytuno, El viento en las hamacas.

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Este trabajo ha sido financiado por el proyecto CGL2014-60193-P del Ministerio de Economía y Competitividad.

Ana García García recibió una ayuda FPI 2015 (BES-2015-075211) del Ministerio de Economía y Competitividad

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7

Índice

ÍNDICE

RESUMEN

INTRODUCCIÓN GENERAL

MATERIAL Y MÉTODOS GENERALES

CAPÍTULOS:

- Chapter I

Niche underfill and increased vulnerability to global warming towards the southern limit of a habitat-forming macroalga.

- Chapter II

Differential responses to environmental stress in trailing-edge populations of

Fucus serratus.

- Chapter III

Multi-scale species distribution modelling to unravel the relevance of climatic and non-climatic physical factors in the geographic distribution of macroalgae. - Chapter IV

Spatio-temporal dynamics of Codium populations along the rocky shores of N and NW Spain.

DISCUSIÓN GENERAL

CONCLUSIONES

56

88

129

167

199

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Resumen

9

Antecedentes

El estudio de los procesos que determinan los límites en la distribución geográfica de las

especies y su dinámica es esencial para poder predecir las respuestas al cambio climático. Los

factores climáticos representan la limitación más básica en la distribución de las especies. Sin

embargo, los mecanismos que determinan estos límites pueden variar en el espacio y el

tiem-po. A escalas regionales, otros factores físicos no climáticos podrían estar implicados en los

patrones de distribucion. Además, los factores climáticos y no climáticos pueden actuar de

forma aditiva, sinérgica o antagónica, y en estos últimos casos los efectos son más complejos

de predecir. En general, las interacciones bióticas sonmás limitantes cuando las condiciones

físicas son menos severas. Por lo tanto, se puede plantear la hipótesis de que cuando la

distri-bución de una especie está en fase de contracción, los factores físicos estresantes serán más

relevantes mientras que, en la distribución de una especie en expansión, las interacciones

bióticas y la dispersión jugarán un papel más importante. Además, la variabilidad

interpo-blacional en la tolerancia al estrés ambiental en los límites de distribución en contracción,

o la presencia de refugios climáticos en estas zonas marginales, pueden permitir la

persis-tencia, mitigando el desplazamiento del límite bajo escenarios de cambio climático futuro.

Una herramienta muy potente para evaluar como cambiará la distribucion de las

es-pecies son los modelos de distribución de eses-pecies (SDM de sus siglas en inglés). Sin

embargo, esta aproximación que correlaciona los registros de presencia con el

gradien-te ambiental no permigradien-te explorar las respuestas poblacionales o bióticas que causan

las respuestas biogeográficas de las especies. Por este motivo, evaluar las

respues-tas poblacionales (respues-tasas vitales) de las especies a los factores estresantes pueden

ayu-dar a entender los mecanismos que hay detrás de los patrones de distribución geográfica.

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incluso más que en sistemas terrestres. Estos cambios involucran tanto la contracción de

espe-cies nativas como la expansión de espeespe-cies exóticas. Cuando afectan a ingenieros ecosistémicos

como las macroalgas de gran porte formadoras de hábitat, en sistemas costeros, puede tener

graves consecuencias en las comunidades nativas. Como ingenieras ecosistémicas estas

espe-cies van a proveedor de recursos y protección a espeespe-cies asociadas. Los objetivos generales de

esta tesis son (i) determinar los factores que influyen en los límites de distribución y en los pa

-trones de distribución de dos especies modelo de macroalgas intermareales, Fucus serratus espe-cie nativa en contracción y Codium fragile subsp. fragile especie exótica en expansión; (ii) generar predicciones sobre las respuestas de la distribucion de las especies al cambio climático,

com-parando modelos correlativos con el conocimiento mecanicista de los umbrales de tolerancia.

Material y métodos

En esta tesis se utilizó una aproximación multidisciplinar para determinar los

efec-tos de los factores físicos climáticos y no climáticos, y la posible importancia de las

in-teracciones bióticas, en la respuesta de las especies en sus límites de distribución. Se

empleó un enfoque experimental, basado en el estudio de las tasas vitales en el

cam-po, experimentos manipulativos de tolerancia al estrés ambiental, modelos

predicti-vos mecanísticos basados en estos umbrales. Además, se usaron modelos correlatipredicti-vos

de distribución de especies para el estudio de la biogeográfica de las especies estudiadas.

En el capítulo I se trabajó con individuos adultos de la especie de macroalga intermareal en fase de contracción en su límite sur Fucus serratus. Se diseñó un experimento en mesocos-mos, bajo condiciones controladas, simulando un gradiente térmico con el objetivo específico

de determinar los umbrales letales (UST50) y de crecimiento de la especie. Para ello, se incluye-ron diez poblaciones de todo su rango nativo de distribución, desde Noruega hasta el norte de

(11)

Resumen

11

el UST50 a la capa ambiental de la temperatura máxima del verano para construir un mode-lo mecanístico de distribución y clasificar su área de distribución por su idoneidad térmica.

En el capítulo II se trabajó con fases iniciales de desarrollo de vida de Fucus serratus, en con-creto con embriones y juveniles. Se incluyeron cuatro poblaciones del límite cálido de

distribu-cion, dos en el interior de rías bajas gallegas y dos en la costa de Lugo. En este caso, en el

experi-mento de mesocosmos se incluyeron tres factores ortogonales, salinidad, temperatura del agua

y del aire, cada uno de ellos con dos niveles. Los objetivos específicos eran determinar el efecto

combinado de estos factores en fases iniciales del desarrollo, potenciales cuellos de botella

de-mográficos, y evaluar la potencial variación de las respuestas entre estas poblaciones marginales.

En el capítulo III se elaboró un modelo predictivo de distribución de Fucus serratus que incluyó diferentes escalas de estudio. En concreto se definieron dos escalas: i) distribución geográfica lati

-tudinal nativa de la especie a lo largo de la costa NE del Atlántico y, ii) la escala regional, dividiendo

el modelo en las cuatro ecorregiones definidas previamente por Spalding et al., 2007. El objetivo

específico que se abordó en este capítulo fue dilucidar los factores, tanto climáticos como no

climáticos, que están implicados en la distribución de Fucus serratus a distintas escalas espaciales.

En el capítulo IV se realizó un seguimiento de campo con el objetivo de estimar las dinámicas poblacionales (abundancia y tasas vitales) de la especie exótica,

potencialmen-te en fase de expansión Codium fragile subsp. fragile y sus congéneres nativas Codium to-mentosum y Codium vermilara. El objetivo específico era evaluar el posible desplazamien -to de especies nativas por la invasora, y el efec-to del ambiente abiótico en el proceso de

expansión de la especie exótica C. fragile a lo largo del N-NO de la Península Ibérica.

Resultados

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um-brales letales relacionados con la temperatura del agua entre poblaciones. Solo la población

de Lugo, situada en el límite cálido de distribución de Fucus serratus presentó un umbral le-tal superior al resto de las poblaciones (+ 3 ºC). Además, los umbrales lele-tales nos

permi-tieron estimar el nicho térmico fundamental de la especie de estudio en lo que se refiere

a temperatura del agua, observando un estado de no llenado de nicho térmico (o en

des-equilibrio geográfico con los umbrales térmicos letales obtenidos en este experimento).

En el capítulo II, los resultados revelaron diferencias en la resistencia al estrés térmico durante la emersión de las poblaciones del límite cálido de distribucion de Fucus serratus. En general, se observó una mayor tolerancia de las poblaciones de Lugo en comparación con las

de rías. Sin embargo, esta diferencia solo se encontró en los embriones. Los resultados

tam-bién indicaron que el estrés térmico durante la emersión y el efecto sinérgico de la temperatura

del agua y del aire juegan un papel clave en el establecimiento de los límites de distribucion

cá-lidos de esta especie. Por último, encontramos mayores diferencias en el crecimiento y

super-vivencia de los individuos entre poblaciones de rías que entre poblaciones de la costa de Lugo.

En el capítulo III, la combinación de distintas escalas de estudio en el modelo correla-tivo nos ha permitido identificar los principales factores climáticos y no-climáticos que de

-terminan la distribución de Fucus serratus. El modelo latitudinal identificó a la temperatura del agua durante el invierno junto con la temperatura del aire de invierno y verano como

los principales factores determinantes de su distribución. Además, los modelos regionales

han identificado la importancia de dos variables físicas no climáticas. En concreto, el olea

-je durante el invierno en Noruega y la cobertura de hielo en invierno en el Mar Báltico.

(13)

pre-Resumen

13

sencia de la especie exótica fue claramente estacional, mientras que la especie nativa

C. tomentosum fue más persistente durante todo el año, debido a una mayor reproducción vegetativa. No obstante, los resultados mostraron un aumento en la proporción de C. fragile en relación con las especies nativas hacia el interior del Golfo de Vizcaya, correla-cionándose positivamente con el incremento de la temperatura del agua en esa región.

Conclusiones

El estado de no llenado de nicho térmico a lo largo de la distribución geográfica de Fucus serratus respecto a la temperatura del agua, junto con la importancia de la emersión en las

tasas vitales de embriones y juveniles, sugieren que las condiciones térmicas durante la

emer-sión en combinación con el estrés térmico oceánico juegan un papel relevante determinando

el límite sur de distribucion de Fucus serratus. Además, la combinación de múltiples escalas en modelos predictivos ha permitido determinar la importancia de los factores climáticos

y no climáticos en la distribución de esta especie, como en particular el oleaje, señalando

la importancia de considerar múltiples escalas para hacer predicciones más robustas de la

distribución futura de las macroalgas. La mayor resistencia térmica encontrada en adultos

y embriones de las poblaciones del cantábrico en Lugo que en poblaciones del interior de

las rías bajas gallegas y la presencia de refugios climáticos en condiciones ambientales más

benignas en las rías gallegas, podrían amortiguar la contracción del límite sur de distribución

de F. serratus, que mantendría una distribución relicta con poblaciones aisladas en estas zonas.

La coexistencia de especies congéneres de Codium con dominancia de nativas, sugiere que la expansión de Codium fragile ssp. fragile puede estar limitada en parte por interacciones con la comu-nidad receptora. Sin embargo, la mayor abundancia relativa de C.fragile en el interior del Golfo de Vizcaya, en zonas de mayor estrés ambiental, indica que el incremento de condiciones estresantes

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Introducción General

17

1. Factores implicados en la distribución de especies

Gran parte del conocimiento ecológico ha girado en torno al estudio de los límites de

dis-tribución de las especies (Darwin, 1859; Wallace, 1860; Hutchinson, 1957; MacArthur, 1972),

centrándose en la necesidad de entender los factores implicados en la distribución de las especies

en el espacio y en el tiempo. Dicho conocimiento continúa siendo un gran reto en la actualidad,

con desafíos relacionados con los crecientes impactos humanos locales y el cambio climático.

Las principales amenazan la distribución de las especies involucran la expansión de especies

exóticas en áreas geográficas alejadas de su área de distribución natural (Thuiller et al., 2010; Ri

-chardson et al., 2011;Buchadas et al., 2017), o las contracciones en la distribución de especies na

-tivas fundadoras o ingenieros ecosistémicos (Ackerly et al., 2010; Cooke et al., 2013; Serra-Diaz

and Franklin, 2019). Sin embargo, para conocer las respuestas de las especies a escenarios futu

-ros de cambio climático, es necesario conocer los mecanismos que dan lugar a su distribución.

Las limitaciones más básicas en la distribución de las especies son las climáticas que,

en general, han sido interpretadas en términos de temperatura (Schimper, 1903; Lüning

,1990; Cox et al., 2016). Así, muchas especies tanto en sistemas marinos como en terres

-tres presentan unos patrones de distribución limitados principalmente por las condiciones

climáticas, como por ejemplo algunas especies de palmeras (familia Arecaceae: Chamaerops humilis o Phoenix theophrasti) en sistemas terrestres, cuya distribucion está restringida a áreas tropicales (Cox et al., 2016). Estas condiciones abióticas van a estar determinadas en úl

-tima instancia por sus umbrales de tolerancia que les permiten crecer, sobrevivir y/o

re-producirse. De esta forma, las especies permanecen dentro de unos límites críticos donde

su actividad fisiológica es posible, definida como la amplitud de tolerancia de las especies.

Caughley et al., (1988) destacaron la importancia de estos umbrales a la hora de entender

los patrones de distribución de las especies, proponiendo que “una explicación de los lí‑

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-cos de las condiciones ambientales como en las respuestas fisiológicas de las especies”.

No obstante, las interacciones bióticas también pueden moldear los rangos de

distribu-ción de las especies, reduciendo la habilidad de éstas a reproducirse y sobrevivir (Gaston,

2009; Wiens, 2011). Estas interacciones pueden determinar los límites de distribucion de las

especies de múltiples formas. Por ejemplo, Connell (1961) observó como la distribución

ver-tical de Chtamalus stellatus era explicada por la combinación de factores bióticos (predación y competición) y factores abióticos (desecación). La mayoría de los ejemplos involucran

patro-nes a pequeña escala, poniendo en duda que estos procesos expliquen los patropatro-nes

biogeo-gráficos a gran escala (Gotelli et al., 2010, Wiens, 2011; Araújo y Rozenfeld, 2014), aunque

algunos trabajos han sido capaces de revelar los efectos a gran escala de las interacciones

bióticas (Heikkinen et al., 2007, Cunningham et al., 2009). Por lo tanto, los factores abióti

-cos, en última instancia controlados por los umbrales de tolerancia, moldearían los rangos

de distribución de las especies a gran escala, mientras que las interacciones bióticas como la

competencia, actúan a escalas más pequeñas (Gaston, 2009; Sexton et al., 2009; Wiens, 2011).

Los patrones de distribución de las especies se pueden definir como una expresión de

su nicho en el espacio y el tiempo. Este concepto fue originalmente definido por Grin

-nell (1917) como “la unidad de distribución más pequeña dentro de la cual cada especie

se mantiene debido a sus limitaciones instintivas y estructurales” refiriéndose a la combi

-nación de factores abióticos que pueden restringir la distribución de las especies (Fig. 2a).

A pesar de que hoy en día sigue siendo un concepto ampliamente usado en ecología, años

después, Charles S. Elton redefinió este concepto como “lo que hace un animal en su co

-munidad. Es lo que hace, más que a qué se parece, lo importante”, es decir destacó el pa

-pel de las interacciones bióticas y de las dinámicas recurso-consumidor (Elton 1927). Pero

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Introducción General

19

como un concepto abstracto definido como “el hipervolumen de n dimensiones dentro del

cual la especie puede mantener una población viable”, es decir, la suma de todas las varia

-bles ambientales que actúan sobre un organismo. Además, es el primero que distingue

en-tre el nicho fundamental (el área que una especie puede ocupar en ausencia de

limitacio-nes bióticas o de dispersión) y el nicho realizado (el área que en realidad ocupa la especie).

Más recientemente, Sober

ó

n y Peterson (2005) presentaron un marco conceptual

para comprender los patrones de distribución de las especies basado en la

autoeco-logía, la sinecología y la geografía: el diagrama de BAM (

Biotic interactions, Abiotic

con-ditions, and Movement

por sus siglas en inglés). Estos autores incluyeron en su

mo-delo la capacidad de dispersión, concepto que no había sido considerado hasta el

momento. En este diagrama, Sober

ó

n y Peterson (2005) definieron 3 clases de fac

-tores que determinan la proyección geográfica del nicho realizado de una especie:

- Factores bióticos:

corresponde con el conjunto de interacciones interespecíficas,

que modifican la habilidad de las especies para mantener las poblaciones, modificando

los patrones biogeográficos de las especies.

- Factores abióticos: son aquellos que van a imponer los límites fisiológicos de una especie. Estas condiciones incluyen el clima, el ambiente físico, presencia de

sustrato, entre otros.

- Capacidad de dispersión: se refiere a las áreas que son accesibles para las especies vía dispersión. Este factor es especialmente importante a la hora de diferenciar entre el

nicho realizado y el potencial.

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cálidos de distribución, como expansiones de especies exóticas lejos de su área nativa de

dis-tribución. En sistemas marinos, las contracciones en las áreas geográficas de las especies están

siendo especialmente rápidas, involucrando a múltiples especies (Sorte et al., 2010; Poloczans

-ka et al., 2013, 2016). Además, el número de especies invasoras ha aumentado en las últimas

décadas (Thomsen et al., 2009; Bellard et al., 2013; Mineur et al., 2015). Estos cambios son es

-pecialmente importantes en ingenieros ecosistémicos, que en sistemas marinos son

principal-mente laminariales y fucales (sensu Jones et al. 1994). Estos juegan un papel central en estos sis -temas ya que proveen de hábitat y protección a especies asociadas. Las macroalgas han sufrido

una alarmante contracción en su límite cálido de distribución por todo el mundo (Wernberg

et al., 2011b; Tanaka et al., 2012; Nicastro et al., 2013; Bates et al., 2014; Wahl et al., 2015; Ca

-sado-Amezúa et al., 2019). En concreto, en zonas templado-frías Duarte et al., (2013) han re

-gistrado una contracción en Himanthalia elongata de más de 330 km en el Norte de la Península Ibérica desde finales del siglo XIX. Más recientemente, Casado-Amezúa et al., (2019) han des

-crito contracciones de hasta el 40 % en algunas especies de Fucales o de hasta un 14 % en al

-gunas especies de Laminariales ( Saccorhiza polyschides,Laminaria ochorleuca o Laminaria hyperborea.

En el caso de las macroalgas, el clima, y más concretamente la temperatura, es

uno de los principales factores implicados en la distribución geográfica de las espe

-cies, basándose en los patrones de las isotermas marinas. Es decir, relacionan los

lí-mites de distribución de macroalgas con los valores de temperatura promediados

du-rante decenas de años en un mes concreto. En particular, en zonas templado-frías se

vinculan con la isoterma de 20 ºC de verano (van den Hoek, 1982; Breeman, 1988; Lü

-ning, 1990). De acuerdo con esto, describieron dos límites térmicos para macroalgas:

(21)

Introducción General

21

ejemplo, el límite norte de las especies cálidas corresponde con la isoterma de febrero.

- Los límites de crecimiento y reproducción:

definidos por la habilidad de las especies para crecer y reproducirse durante el periodo favorable, por ejemplo, agua fría

durante el inverno o primavera.

No obstante, las especies están expuestas a múltiples factores ambientales

estresan-tes, tanto climáticos como no climáticos, a lo largo de su distribución. Éstos pueden

ac-tuar de forma aditiva, sinérgica o antagónica para producir efectos no lineales que no

siempre son predecibles (por ejemplo Lotze y Worm, 2007; Connell y Russell, 2010;

Martínez et al., 2012; Olabarria et al., 2013; Gaitán-Espitia et al., 2014). De hecho, algu

-nos trabajos ya han destacado la importancia de otros factores en los patrones de

distri-bución de las especies (revisado en Bradie and Leung, 2017). No considerar todos estos

factores nos puede llevar a una mala interpretación de los patrones biogeográficos de las

especies y con ello, a proyecciones erróneas en escenarios futuros de cambio climático.

2. La importancia de la variabilidad interpoblacional en los patrones de distribu-ción de las especies.

A la hora de proyectar los efectos futuros del cambio climático en la distribución de

espe-cies, se suele asumir que todas las poblaciones comparten el umbral de tolerancia, basándose

en la hipótesis ecológica de centro-abundancia común (Sagarin y Gaines, 2002; y referencias

en el interior). Se asume que la tolerancia térmica es homogénea a lo largo del rango de

dis-tribución de una especie, y que las condiciones ambientales son óptimas en el centro de su

distribución geográfica. Alejándose de este óptimo, las condiciones se vuelven cada vez más

desfavorables, reduciéndose así su rendimiento ecológico, hasta que se alcanza un límite letal

para la especie (Hampe y Petit, 2005). Además, el bajo tamaño efectivo y la fragmentación de

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(Eckert et al., 2008), traduciéndose en un menor rendimiento y una menor tolerancia térmica

en comparación con las poblaciones centrales (Hampe y Jump, 2011; Lepais et al., 2013).

Este paradigma ha sido ampliamente usado en ecología y biogeografía (Sagarin y Gaines,

2002; Hampe y Petit, 2005; Pearman et al., 2010; Reed et al., 2011; Banta et al., 2012). En el

contexto de los umbrales letales, esta hipótesis establece que las poblaciones del margen cálido

de retracción de la distribución de una especie (rear edge sensu Hampe y Petit, 2005) son más vulnerables a cambios en las condiciones ambientales (Sagarin y Gaines, 2002). Sin embargo,

a lo largo de un gradiente ambiental, la presión selectiva ejercida por el ambiente puede

con-ducir a procesos de aclimatación o adaptación local en los umbrales letales (Stillman, 2003;

Kawecki y Ebert, 2004). La plasticidad fenotípica puede jugar un papel central en la persis

-tencia de los individuos de una población a corto plazo, permitiendo hacer frente a cambios

rápidos en las condiciones ambientales (Chevin et al., 2010; Matesanz et al., 2010), ya que

puede ocurrir dentro de una a varias generaciones tras el cambio ambiental (Kawecki y Ebert,

2004; Donelson et al., 2012). Mientras que la plasticidad fenotípica puede proporcionar una

respuesta rápida a los cambios en las condiciones ambientales, la adaptación local es la

res-puesta que mitigaría los efectos los cambios ambientales predichos a largo plazo favoreciendo

la persistencia de las poblaciones a largo plazo (Chown et al., 2010; Kawecki y Ebert, 2004).

En el caso de las macroalgas, se ha encontrado que poblaciones de una misma especie

presen-tan distintos fenotipos térmicos (por ejemplo Jueterbock et al., 2014; Bennett et al., 2015; Rugiu

et al., 2018). Por ejemplo, en un experimento de trasplantes entre poblaciones marginales y cen

-trales Bennett et al. (2015), observaron que las poblaciones de Scytothalia dorycarpa presentaban umbrales térmicos diferentes en su crecimiento, reproducción y supervivencia. Recientemente,

King et al. (2018) sugirieron que las macroalgas exhiben una serie de rasgos que permiten el de

(23)

reclu-Introducción General

23

tando a pocos metros de la planta madre (Schiel y Foster, 1986; Santelices 1990; Norton, 1992)

resulta en distribuciones altamente estructuradas favoreciendo la variabilidad interpoblacional.

La mayor parte de estos trabajos que comparan las respuestas fisiológicas o genéticas

de las distintas poblaciones, basándose en individuos adultos y sin considerar la respuesta

de los estadios iniciales. Estos estadios representan un cuello de botella para muchas

espe-cies, con tasas de mortalidad masivas (Santelices, 1990, Vadas et al., 1992). Estas fases pue

-den presentar un patrón diferente de sensibilidad al estrés ambiental que los adultos, siendo

en general, más sensibles al estrés (Coelho et al., 2000; Wahl et al., 2011). La superviven

-cia de estas etapas ini-ciales es crítica para el correcto establecimiento de las poblaciones y,

por lo tanto, de gran importancia para evaluar el impacto de las condiciones ambientales

en sus tasas vitales. Sin embargo, la mayor tolerancia fisiológica de poblaciones margina

-les ha sido poco estudiada por el momento (pero ver Ferreira et al., 2014; Jueterbock et

al., 2014, Bennett et al., 2015), en particular en las fases iniciales de vida de un organismo.

Por otro lado, la presencia de refugios climáticos contemporáneos en los límites cálidos

de distribución puede favorecer la persistencia de las poblaciones, aun estando en áreas

am-bientalmente marginales (Provan y Bennett, 2008; Ashcroft, 2010; Pironon et al., 2017). En

sistemas marinos, estos refugios contemporáneos suelen coincidir con zonas de afloramientos

(Hu y Guillemin, 2016; Lourenço et al., 2016). En su trabajo Lourenço et al. (2016) destacan la

importancia de las áreas de afloramiento en el sur de la Península Ibérica, donde Fucus guiry ha sufrido importantes contracciones en su área de distribución, para la persistencia de la especie.

3. Las especies exóticas como ejemplo de patrones de expansión.

Los cambios en la distribución de especies se producen en algunos casos con

disconti-nuidad geográfica, como en el caso de una especie introducida en un área alejada de su dis

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amenazas para los ecosistemas, fenómenos que se producen cada vez con más frecuencia,

en concreto en sistemas costeros (Simberloff et al., 2014; Davidson et al., 2015). Conocer

el proceso de invasión es vital para evaluar y predecir los impactos que pueden tener las

especies exóticas sobre las comunidades nativas. El proceso de invasión se puede dividir en

una serie de etapas a través de las cuales las especies encuentran barreras que tienen que

su-perar. La primera barrera que tiene que superar una especie para convertirse en invasora es

la geográfica, es decir, llegar desde su área nativa hasta una nueva área geográfica. Una vez

introducidas, las especies tienen que ser capaces de sobrevivir y reproducirse en el nuevo

há-bitat. No obstante, una especie invasora puede entrar posteriormente en sufrir contracciones

en su rango invidadido, mostrando una dinámica de “auge y caída”, refiriéndose a la extin

-ción completa de una pobla-ción o la reduc-ción drástica de su tamaño una vez establecidas.

Los mecanismos involucrados en la expansión de especies invasoras incluyen múltiples

factores. Las características específicas que presentan las especies las cuales incluyen tasas rá

-pidas de crecimiento (muchas de las macroalgas invasoras verdes y pardas presentan mayores

tallas que en sus áreas nativas (ver Andreakis and Schaffelke, 2012), reproducción vegetativa

(por ejemplo, las algas verdes Caulerpa sp. o Ulva sp; Klein y Verlaque, 2008), gran fecundidad (la especie invasora Asparagopsis taxiformis (Padilla-Gamiño y Carpenter, 2007) y/o amplias tolerancias ambientales (como Codium fragile, Trowbridge, 1998; Bégin y Scheibling, 2003).

La similitud climática entre el área invadida y nativa puede favorecer el establecimiento y

expansión iniciales (Schaffelke et al., 2006; Dunstan y Johnson, 2007). Aunque las condicio

-nes climáticas y las características específicas de las especies invasoras son esenciales en su

proceso de expansión, las interacciones bióticas no tienen un papel trivial en este proceso.

El concepto de resistencia biótica propuesto por Elton, (1958) predice que las comunidades

más diversas deberían ser menos susceptibles a la invasión, debido a un uso más

(25)

funciona-Introducción General

25

les de las especies de la comunidad nativa determinando la resistencia a las especies

invaso-ras (Arenas et al., 2006). Conocer los mecanismos que hay detrás del proceso de expansión

es necesario para poder predecir mejor como las especies en expansión van a responder al

cambio en las condiciones ambientales y cuál será su impacto en las comunidades nativas

Las macroalgas representan aproximadamente un 20 % de las especies introducidas en sis

-temas marinos (Wiencke y Bischof, 2012), aunque solo una pequeña parte de estas especies se

convierten en invasoras (Blackburn et al., 2011). Recientemente se ha estimado que al menos 356

especies de algas se han introducido y establecido con éxito, muchas de las cuales han invadido

múltiples regiones en todo el mundo (Neiva et al., 2016), entre ellas Caulerpa taxifolia, Codium fragile ssp. fragile, Sargassum muticum o Undaria pinnatifida (Schaffelke et al., 2006; Williams y Smith, 2007; Schaffelke y Hewitt, 2008). Las invasiones crípticas pueden hacer que este número este

subestimado. Es decir, invasiones de especies que son morfológicamente similares a las nativas

y que no se detectan como invasoras (Carlton y Scanlon, 1985; Mackie et al., 2012). El princi

-pal vector responsable de las especies exóticas es el transporte por barcos en el agua de lastre,

o las especies que vienen incrustadas en los cascos (Schaffelke y Hewitt, 2008). Sin embargo, la

introducción de especies también se ha relacionado con otras empresas marinas como la

acui-cultura, la pesca o el turismo (Naylor et al., 2001; Schaffelke et al., 2006; Davidson et al., 2015).

La expansión de especies invasoras puede alterar la estructura y función de los

ecosis-temas mediante la monopolización del espacio, el desplazamiento de especies nativas o

al-terando las cadenas tróficas (Schaffelke y Hewitt, 2007; Davidson et al., 2015; Thomsen et

al., 2016). En algunos casos se ha detectado que incluso son capaces de hibridar con espe

-cies nativas (poblaciones introducidas y nativas de Fucus evanescens y Fucus serratus; Coyer et al., 2007). Estos efectos sobre las comunidades nativas de macroalgas suelen ser negativos,

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2014). Generalizar sobre los efectos ecológicos del establecimiento y dispersión de especies

exóticas es complejo, ya que la expansión e impactos sobre la comunidad nativa pueden

va-riar entre especies e incluso entre hábitats (Buschbaum et al., 2006; Davidson et al., 2015).

4. Predicción de las respuestas de la distribución de las especies al cambio climá-tico

En las últimas décadas se han desarrollado una serie de herramientas para conocer los

factores implicados en distribución actual de una especie y predecir los posibles impactos

del cambio climático en su distribución (Pearson y Dawson, 2003; Kearney y Uni, 2006).

A menudo dichas herramientas se han centrado en la identificación de un “espacio climá

-tico” a través de aproximaciones correlativas que relacionan la distribución actual de una

especie con las variables climáticas (Pearson y Dawson, 2003; Hortal et al., 2004;Gallien et

al., 2010; Gorman et al., 2013). Estas herramientas son los llamados modelos de distribu

-ción de especies (SDMs por sus siglas en inglés, Guisan y Thuiller 2005). Una vez identi

-ficado el “espacio climático”, el uso de escenarios de cambio climático futuros como los

RCP (trayectoria de concentración de gases de efecto invernadero (no emisiones) que in

-tentan capturar estas tendencias futuras de cambio climático; IPCC, 2013). Usar estos es

-cenarios permite estimar la redistribución potencial del espacio climático de una especie.

Sin embargo, los SDMs no establecen una relación causal entre la distribución proyectada

y las variables ambientales, sin llegar a dilucidar los mecanismos que explican los patrones

observados. Para evitar estos problemas, se pueden usar las aproximaciones mecanicistas.

Basadas en requerimientos fisiológicos, las aproximaciones mecanicistas nos permiten co

-nocer la relación causal entre una variable ambiental y las respuestas poblacionales (tasas vitales

como la supervivencia y reproducción). Las respuestas poblacionales de los organismos en un

gradiente ambiental reflejan el nicho fundamental de los mismos. Con un diseño experimental

(27)

Introducción General

27

fisiológicas o demográficas de las especies (Somero, 2012), y predecir las consecuencias de

los cambios ambientales sobre la persistencia de las poblaciones (Chown y Gaston, 2008).

Sin embargo, este tipo de aproximaciones generalmente se han centrado en experimentos de

laboratorio incluyendo una sola variable ambiental (por ejemplo, temperatura, salinidad o pH)

para determinar los cambios en las respuestas del organismo (supervivencia, crecimiento o

reproducción) (Steen, 2004; Altamirano et al., 2003; Colvard et al., 2014; Ferreira et al., 2014).

Si bien estos estudios son importantes para determinar las respuestas de una especie a

facto-res climáticos individuales, no son necesariamente útiles para predecir cómo facto-responderá una

población en el entorno natural, donde los organismos están expuestos a múltiples factores

estresantes. Determinar la naturaleza de las interacciones entre los múltiples factores de estrés

ambiental es crítica para vincular adecuadamente la respuesta de las especies a los cambios

ambientales (Chown et al., 2010). A pesar de que hay limitaciones fundamentales por la falta

de causalidad entre variables y la presencia de las especies en modelos correlativos y, la

impo-sibilidad de controlar experimentalmente todos los factores que actuar sobre una especie en el

campo en los modelos mecanicistas, la combinación de estas dos aproximaciones puede

ayu-dar a refinar y mejorar las proyecciones de las respuestas de las especies al cambio climático.

5. Objetivos y estructura de tesis

La determinación de los factores implicados en la contracción y/o expansión en la

dis-tribución geográfica de las especies es esencial para predecir las respuestas de éstas al cam

-bio climático. En concreto, la contracción que se está produciendo en los límites de

distri-bución de especies fundadoras y formadoras de hábitat (ver Tanaka et al., 2012; Martínez

et al., 2018; Casado‑Amezúa et al., 2019), darán lugar a simplificaciones en cascada en las

comunidades locales (revisado en Filbee-Dexter and Wernberg, 2018). Por otro lado, la in

-troducción y expansión de especies exóticas en áreas geográficas alejadas de su área de dis

(28)

favo-recidos en escenarios de cambio climático futuro (Diez et al., 2012; Walther et al., 2009).

Ya en 1859 Darwin en su libro El origen de las especies planteó la idea de que en ambien-tes estresanambien-tes las especies responden a las condiciones abióticas, mientras que los

facto-res bióticos son más limitantes cuando las condiciones físicas son menos severas. Se puede

plantear la hipótesis de que los factores bióticos y los mecanismos de dispersión tendrán un

papel importante cuando se produce una expansión en la distribución de especies, incluidas

las exóticas, mientras que en fases de contracción las especies están respondiendo

principal-mente a limitaciones ambientales, como ocurre en el escenario actual de cambio climático.

Además, como ya se ha indicado, los factores determinantes de la distribución de

una especie pueden variar dependiendo de la escala y resolución espacial de estudio.

Los factores ambientales climáticos de marcada variación latitudinal, y en particular

la temperatura, han sido tradicionalmente vinculados con el establecimiento de los

limites norte y sur de las especies. Dentro de los límites de distribución, otros factores

físicos no climáticos, como por ejemplo el oleaje o la salinidad en sistemas marinos,

explican el patrón regional de la distribución de los organismos (ref). Es importante

por ello realizar estudios considerando las distintas escalas (regional, y latitudinal), y

desarrollar modelos y aproximaciones metodológicas capaces de capturar la variación

a estas escalas espaciales.

En esta Tesis Doctoral se utilizaron como especies modelo dos macroalgas

interma-reales, una especie nativa fundadora en fase de contracción, Fucus serratus L. y una especie exótica en posible expansión, Codium fragile ssp. fragile (Suringar) Hariot. Se han realiza-do estudios a distintas escalas espaciales y con diferentes metorealiza-dologías. Se hicieron

expe-rimentos de mesocosmos para evaluar la variación latitudinal del umbral letal térmico de

(29)

Introducción General

29

adultas se complementó con experimentos manipulativos, utilizando fases iniciales de

desa-rrollo (embriones y juveniles), para determinar cómo las poblaciones marginales de especies que están en fase de contracción en su límite cálido de distribución van a hacer frente a

los cambios ambientales. Se desarrollaron modelos de distribución multiescala de la especie

en contracción, que abarcan la distribución geográfica a escalas latitudinal y regional, consi

-derando asimismo la variación de los factores físicos, tanto climáticos como no climáticos.

Y en el caso de especies que están en fase de expansión, se evaluaron distintos aspectos

de su dinámica poblacional y el de especies nativas a lo largo de un gradiente ambiental.

Los

objetivos generales

de esta Tesis Doctoral son dos:

1. Determinar los factores que operan en los límites de distribución y el patrón de

distribución de las dos especies de macroalgas intermareales, Fucus serratus y Codium fra-gile subsp. fragile, una especie nativa en fase de contracción y otra especie exótica en fase de expansión, a lo largo de la costa Atlántica.

2. Generar predicciones sobre las respuestas de la distribución de especies al cambio

climático, mediante la comparación de modelos correlativos y el conocimiento

meca-nicista de los rangos de tolerancia a condiciones ambientales, la posible presencia de

respuestas sinérgicas y la variabilidad inter-poblacional.

Esta tesis comienza investigando la variabilidad en el umbral térmico letal de individuos

adultos de Fucus serratus a lo largo de su rango nativo de distribución: evaluando el efecto de la temperatura oceánica en sus tasas de crecimiento y supervivencia, en un experimento usando

un gradiente térmico bajo condiciones controladas (Capítulo I). En este capítulo se explora

la relación entre los umbrales térmicos de crecimiento y supervivencia y el nicho realizado de

(30)

poblacio-nes distribuidas en tres ecorregiopoblacio-nes diferentes, las cuales cubren todo su rango latitudinal.

En el Capítulo II, se evaluó la respuesta de las fases iniciales de desarrollo de vida de

Fucus serratus de poblaciones de dos áreas geográficas marginales a condiciones combina -das de estrés, para evaluar los posibles efectos sinérgicos en la respuesta. Sumándose al

ob-jetivo del Capítulo I, se evaluó la variabilidad interpoblacional en los rangos de tolerancia

entre distintas poblaciones localizadas en el margen cálido de distribución, así como la

im-portancia de esta variabilidad en la persistencia futura de dichas poblaciones. Para ello se

realizaron experimentos de mesocosmos bajo condiciones controladas de salinidad,

tem-peratura del aire y del agua de forma ortogonal en embriones y juveniles de Fucus serratus.

En el Capítulo III se evaluó el papel de los factores climáticos y no climáticos implicados en

la distribución de Fucus serratus, variando la escala de estudio. Para ello se realizaron modelos de distribución de especies a dos escalas espaciales diferentes: latitudinal basada en el área de dis

-tribución nativa de la especie y regional basada en las ecorregiones marinas definidas por Spal

-ding et al., (2007). Además, se incluyeron predicciones de futuro para cada uno de los modelos.

En Capítulo IV se evaluaron los posibles mecanismos implicados en el proceso de

expansión de la especie exótica Codium fragile ssp. fragile a lo largo de un gradiente de es-trés ambiental. Además, se comparó la abundancia y dinámicas poblacionales a lo largo

de este gradiente con la de especies congéneres nativas (C. tomentosum y C. vermilara). Para ello se estudiaron la distribución a escala regional y las dinámicas espacio-temporales

(31)

Introducción General

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(38)
(39)
(40)
(41)

Material y Métodos General

41

Para llevar a cabo los objetivos planteados en esta tesis se ha utilizado una aproximación

multidisciplinar, a través de la combinación de distintas herramientas experimentales y de

modelado. Se realizaron trabajos de campo, que consistieron en muestreos y seguimientos

in situ, experimentos en mesocosmos bajo condiciones controladas, y modelos de

distribu-ción de especies a distintas escalas espaciales (ver Fig. 1, esquema de metodología general).

Como objeto de estudio se usaron dos especies de macroalgas

intermarea-les ampliamente distribuidas a lo largo de la costa Europea y especialmente a lo

lar-go de la costa N y NO de la Península Ibérica, Fucus serratus y Codium fragile subsp fragile.

Figura 1. Esquema conceptual de la metodología utilizada en esta tesis.

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Referencias

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