Fabio Alexander Téllez Rincón
Nuevos Fundamentos de Psicología
Volumen I
NUEVOS FUNDAMENTOS
DE PSICOLOGÍA
Volumen I
-.
ISBN 978 - 958 - 46 - 3749 - 9
Derechos reservados © Fabio Alexander Téllez Rincón - 2012. Esta obra no podrá ser repro-ducida, compartida, distribuida, comercializada, transformada, por cualquier procedimiento, sin la au-torización escrita del autor.
De subiecto vetustissimo, novissimam promovemus scientam – Galileo – (Sobre un tema muy antiguo, damos inicio a una ciencia muy nueva)
PRÓLOGO
La psicología es una ciencia que determina, de manera completa y sim-ple, los estados o cotidianidades de los organismos, y su vez da cuenta de los cambios en las determinaciones de estado que suceden en un organismo;
con-siderando a cada organismo individualmente. La psicología define de forma
sencilla los objetos1 suficientes y necesarios que se utilizan para dar cuenta de
las determinaciones, y de los cambios en las mismas, considerando cada
obje-to como compuesobje-to de predicados psicológicos (objeobje-tos con pleno significado
psicológico). La psicología considera a cada objeto que utiliza para dar cuenta de los estados como diferente a los demás objetos que puedan ser utilizados en la estructuración del cambio psicológico.
En las siguientes páginas de este libro el lector encontrará el inicio del programa presentado en el párrafo anterior, se dará inicio a un programa psi-cológico que da cuenta, de una forma no dada con anterioridad, de las deter-minaciones de las cotidianidades de los organismos y de los cambios en esas
determinaciones; además, de los objetos que son necesarios para este fin. Todo el contenido de esta obra está fundado en una imagen científica,
una imagen que se considera no dada con anterioridad en psicología, este libro no es una continuación del programa de búsqueda de esencia psicológico, re-presentado, principalmente, por la escuela conductista y la escuela cognitiva. Con este libro se va a fundar nuevamente a la psicología como una ciencia, no una ciencia tal y como se ha creído, si no bajo una imagen real de ciencia. Este libro corta sustancialmente con la tradición psicológica imperante en la
psicología al día de hoy, es por este motivo que no se definió en el primer
párrafo a la psicología como la ciencia del comportamiento, o como la ciencia de la mente.
Este primer volumen está compuesto de cinco partes. En la primera parte se revisan los principales argumentos epistemológicos que permiten sos-tener la tesis de que la psicología conocida antes de esta obra no es una ciencia
sino una filosofía; y su vez en la primera parte se sostienen las bases epistemo
-lógicas que fundamentan este libro; principalmente se afirma que una ciencia
1 Objetos compuestos por predicados psicológicos, por tanto, diferentes a objetos físicos que se compo-nen de predicados físicos.
Prólogo
tiene como objeto la construcción de teorías adecuadas (basando la
construc-ción en modelos), y que una teoría científica psicológica debe contener objetos con pleno significado psicológico. En la segunda parte se definen los primeros
objetos, que son necesarios, en la estructuración psicológica de los organismos;
se definen los objetos que se deben tener en cuenta psicológicamente en la determinación de los estados de los organismos: se define psicológicamente
el lenguaje, los términos, la motivación, un organismo desde el punto de vista psicológico, los parámetros de cambio psicológico, y la aptitud de los organis-mos, se verá que estos cinco objetos permiten iniciar un programa psicológico completo y simple. En la tercera parte se da un análisis de la estructura psico-lógica de los organismos, se dan algunas pautas de coherencia en la determi-nación de los estados de los organismos, y se caracteriza el cambio psicológico
desde un nuevo enfoque, se define un objeto psicológico: la conciencia; además
en la tercera parte se dan las interpretaciones psicológicas de muchos elemen-tos de los modelos utilizados en las partes que continúan de la obra. En la cuarta parte se hace un análisis detallado del comportamiento (considerando a este como uno más de los objetos necesarios en la estructuración psicológica), los desarrollos dados con el comportamiento, y sus relaciones con otros objetos permiten y sustentan la quinta parte. En la quinta parte, y última parte de este volumen, se da la relación teórica de todos los objetos tratados con anteriori-dad, bajo el único modelo posible, se desarrolla la idea del problema del uso del lenguaje en humanos, se dan las relaciones con el comportamiento, entre otras relaciones.
Las teorías desarrolladas en esta obra se basan en modelos de tipo ma-temático (con un par de excepciones en las que se utilizó modelos de tipo físico). Sin embargo, no se exige al lector conocimientos o formación mate-mática puesto que todos los elementos de los modelos matemáticos reciben una clara interpretación psicológica (inclusive el concepto más simple como el de número natural recibió una interpretación psicológica). La formación matemática no es esencial puesto que la obra esta enfatizada en la construcción de conocimiento psicológico y no en la manipulación de aparatos formales, aunque es de resaltar que el conocimiento de aspectos matemáticos ayuda en la comprensión de las teorías desarrolladas.
Hay dos consideraciones importantes a subrayar en cuanto al contenido teórico de este primer volumen:
Prólogo
La primera se relaciona con el hecho de la no univocidad de los términos utilizados para designar objetos psicológicos, es decir, se emplearon términos conocidos para designar los objetos psicológicos que se utilizan en este libro; los nombres de los términos ya se utilizaron en otras teorías psicológicas. En este libro se habla de lenguaje, de comportamiento, de conciencia, de motiva-ción…pero se debe tener en cuenta que el tratamiento de estos objetos nada tiene que ver con el tratamiento que se pudiera haber hecho de los mismos con anterioridad. A manera de ejemplo, se tiene que se habla de comporta-miento, pero el comportamiento que se está hablando nada tiene que ver con el tratamiento que se ha hecho del comportamiento con anterioridad. Sé que debí haber hecho lo de Faraday y haber inventado una nueva terminología para nuevos objetos y singularidades, pero los nombres de los términos que se utilizan actualmente para muchos fenómenos son adecuados y un cambio de nombre puede provocar más problemas que los que se generarían mantenien-do los mismos nombres.
Un segundo hecho importante tiene que ver con la analogía formal de las teorías construidas y algunas teorías físicas (especialmente en la cuarta y quinta parte), en este punto se debe tener presente que las analogías son sólo formales, puesto que todos y cada uno de los elementos tratados tienen una clara interpretación psicológica, se debe tener presente que siempre se está tra-tando con teorías psicológicas. Un segundo aspecto importante de las analo-gías formales se da en base a la polivalencia de los sistemas axiomáticos (luego se explicará en que consiste), no se puede presumir relaciones semánticas entre las teorías que se desarrollan y las teorías de otros campos del conocimiento.
Tabla de Contenido
PRÓLOGO ...8
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN ... 14
I. PSICOLOGÍA Y CIENCIA ... 16
1. Cánones ... 16
2. Ciencia ... 19
3. Filosofía ...27
4. Ciencia contra filosofía ...33
5. Ciencia, objetividad y realismo ... 41
6. Ciencia y experiencia ...46
7. Ciencia y modelamiento ...50
II. TEORÍA CIENTÍFICA Y PSICOLOGÍA ...56
8. Definición teoría ...56
9. Condiciones ...60
10. Verificación ...72
DEFINICIONES PRELIMINARES ...84
III. TÉRMINOS Y EXPLICACIÓN ...85
11. Términos...85
12. Explicación ...99
13. Relación término – parámetro ... 117
IV. ORGANISMOS ...122 V. MOTIVACIÓN ...139 14. Singularidades ... 141 VI. APTITUD ... 161 15. Tipos de aptitud ...166 VII. LENGUAJE... 178 PSICOLOGÍA ANALÍTICA ... 195
17. Relaciones entre determinaciones ...203
18. Reglas de asignación ... 211
19. Representación adecuada por explicación ...221
20. Representación adecuada por semántica ...229
21. Relaciones entre adecuación semántica y de explicación ...232
IX. CAMBIO PSICOLÓGICO ...237
22. Forma estacionaria ...237
23. Primer modelo de variaciones ...245
24. Segundo modelo de variaciones ...260
25. Resumen de las formas de caracterizar el cambio ...275
CUARTA PARTE: COMPORTAMIENTO. ...280
X. ELEMENTOS DEL MODELO ...281
26. Introducción ...281
27. Campos ...289
28. Propiedades diferenciales ...293
29. Campos y parámetros ...302
XI. SINGULARIDADES PSICOLÓGICAS I ...307
30. Singularidades del campo comportamental ...307
XII. SINGULARIDADES PSICOLÓGICAS II ... 316
31. Aspectos generales del comportamiento ... 316
32. Comportamiento y cambio bajo parámetros ...324
33. Tipos de comportamiento ...327
34. Fenómenos comportamentales ...331
35. Generalidades ...342
UNIFICACIÓN PSICOLÓGICA ...343
XIII. REPRESENTACIONES LINEALES ...344
36. Objetos ...344
37. Objetos en determinación de estados ...345
38. Caracterización de estados ...348
39. Combinaciones lineales ...354
41. Lenguaje como operador lineal ... 359
42. Combinaciones lineales en relación semántica ...364
XIV. PRECISIONES ...371 43. Generalidades ...371 44. Operadores ...373 XV. LENGUAJE Y COMPORTAMIENTO ...375 45. Generalidades ... 376 46. Fundamentos formales ...380
47. Uso del lenguaje ...388
48. Representaciones ...392
49. Condiciones de acuerdo al uso del lenguaje ...393
50. Cambio psicológico ...398
PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN
Todo conocimiento puede fundamentarse bajo premisas epistemoló-gicas, la epistemología permite que un determinado conocimiento vaya más allá del conocimiento que se genera en el sentido común, una epistemologíapermite que un conocimiento se formule como un conocimiento científico.
En esta primera parte de esta obra se explicaran algunos elementos de episte-mología de la ciencia, se contrastaran esos elementos de episteepiste-mología con el conocimiento psicológico conocido antes de este libro, y con las teorías que se desarrollaran para la psicología con este libro.
Los fundamentos epistemológicos de esta obra puede ir mucho más allá del contenido de esta introducción, en esta parte, simplemente, se dará una estructura preliminar de qué se debe tener presente, desde el punto de vista epistemológico, cuando se aborde un análisis del conocimiento que se plan-teará aquí.
Hoy conocemos, por historia de la psicología, que a finales del siglo XIX y a principios del siglo XX, en Europa y en Norteamérica, el clima intelectual
estaba dado de tal forma que permitió tener fe en que a la psicología se le
po-día dar una imagen científica (Brennan, 1999), como ya se había hecho con
las ciencias físicas, principalmente, que mostraban progresos sorprendentes y aplicaciones que ayudaron al desarrollo de la humanidad. Se presumió, en el
siglo XIX, que la psicología podía seguir ese camino y convertirse en una cien -cia. En este clima intelectual se dio en Alemania una primera imagen
cientí-fica de la psicología en los laboratorios de W. Wundt (los trabajos de Wundt
se basaron principalmente en el uso de algunos métodos empíricos para el
es-tudio de la mente), en los laboratorios de Wundt se vio por primera vez el uso de una psicología con el calificativo de ciencia, se fundó en los laboratorios de Wundt una primera “psicología científica”. Luego y, principalmente, por di -ferencias en los objetos de estudio, se fundó nuevamente a la psicología como
ciencia (Fuch & Milar, 2003), en esta nueva “psicología científica” se rechazó
como objeto de estudio a la mente, y se fundó a la psicología como la ciencia
del comportamiento; esta última “psicología científica” se debe principalmente a los trabajos de Frederick Skinner y de John Watson. Sin contar que luego
Introducción
(a finales del siglo XX) se volvió a calificar a la psicología como ciencia, en la denominada “ciencia” cognitiva. Existe en la psicología el calificativo de la
misma como ciencia, desde puntos de vista diferentes, pero hay psicologías que
se denominan científicas al día de hoy.
Ahora bien, si en este momento declaro que el objetivo de este libro es
mostrar a la psicología como portadora de una imagen científica, se puede
considerar que estoy cometiendo una redundancia, puesto que se presume que
esta imagen para la psicología ya se ha dado por lo menos, y oficialmente, dos
veces. En los párrafos que continúan de esta primera parte se mostrará como
las mencionadas, y todas las “fundaciones científicas” que se han podido dar,
hasta este momento, de la psicología, están profundamente erradas de qué se considera ciencia y de cómo es posible fundar nuevamente a la psicología como ciencia. Con lo que se va a exponer en esta primera parte se verá que no hay
ninguna posibilidad de redundancia cuando se afirma que puede haber una nueva psicología: una psicología científica.
I. PSICOLOGÍA Y CIENCIA
1. Cánones
La ciencia ha establecido para sí misma ciertas justificaciones, o cáno -nes, que la postulan como una forma superior a otras formas de conocimiento. En estos primeros párrafos de esta sección daré algunas pautas de por qué es mejor iniciar una investigación en psicología (y en todos los campos del
cono-cimiento), desde un punto de vista científico. Se muestran a continuación al
-gunas pautas de por qué el autor prefiere abordar un análisis de los fenómenos
psicológicos desde lo que se ha denominado ciencia.
Se da la circunstancia que cuando se va a empezar a generar conoci-miento acerca de un fenómeno de la naturaleza se tienen ciertos prejuicios o ideas preconcebidas de qué debe ser el conocimiento que se va a generar. Los
prejuicios son un serio problema en muchas áreas de la investigación científica, estos prejuicios se reflejan cuando un investigador prefiere excesivamente las
tendencias de investigación de otros investigadores (teorías, métodos, formas
de publicación de resultados, etc.) (Wilholt, 2009). El autor de este libro “cre
-ció” en su formación psicológica bajo las banderas de la psicología conductual,
y durante mucho tiempo consideró a la psicología conductual como la me-jor forma de conocimiento psicológico; consideró a la psicología conductual superior, principalmente en sus teorías y métodos, que a las demás formas de conocimiento psicológico (hoy el autor considera que su seguimiento a la psicología conductual estaba basado tan solo en prejuicios). Como se verá, y como prueba se tiene este libro, el autor renunció a sus prejuicios que lo lle-vaban al seguimiento de las banderas conductistas y en el transcurso de la investigación de este libro ha dejado a un lado sus tendencias conductuales para, bajo argumentos, plantear muchas falencias de esas teorías y ver que es posible una psicología que supere a este tipo de psicologías, de igual manera se pretende que los psicólogos a partir de este libro superen sus prejuicios (cogni-tivos, conductuales, y psicoanalíticos) y abandonen sus tendencias al momento de abordar los fenómenos psicológicos. Las teorías que se van a plantear, y los métodos que se pueden generar a partir de las mismas, no han sido postulados
Psicología y Ciencia
en ningún lugar de la investigación en psicología, por tanto, pido que se dejen a un lado las tendencias e ideas que se puedan tener en lo que se considera que debe ser la estructura del conocimiento en psicología, antes de evaluar todas las teorías que se plantean aquí.
Los prejuicios en la investigación se ven reflejados cuando se publican
y diseminan resultados, es un hecho que solo una parte de las investigaciones son publicadas, y que hay una especial preferencia por estudios con resultados experimentales, desconociendo estudios de literatura investigativa o de meta
– análisis (Wilholt, 2009). Todas las teorías que se plantearon en el presente
libro se desarrollaron sin haber tenido en cuenta ninguna prueba empírica de forma directa y explícita, lo cual no está mal (hay razones epistemológicas para la toma de esta actitud más abajo), es un hecho que la ciencia moderna tiende a privilegiar las investigaciones de tipo teórico sobre las investigaciones del tipo empírico (Agazzi, 1978). Aunque, también es un hecho que en psicología hay una tendencia hacía la publicación de resultados empíricos, más adelante se mostraran algunas consecuencias de esta actitud. Se debe superar las tenden-cias por las investigaciones de tipo empírico y se debe mostrar que los trabajos de corte teórico son tan importantes como los trabajos de tipo empírico en el campo de la psicología, y en otros campos de conocimiento.
Los estándares de investigación de una comunidad académica pueden
estar distorsionados por intereses y preferencias (Wilholt, 2009), la misma
comunidad académica puede imponer dichos estándares a algunos aspectos
y procedimientos de investigación (Wilholt, 2009), o como llamaría Kuhn (1977): el dogma que establecen las autoridades científicas. Se tiene hoy una
psicología en la cual imperan y se privilegian las investigaciones de tipo con-ductual o de tipo cognitivo, con especial énfasis en los sustentos de las mismas con bases cerebrales, y además con ciertas aplicaciones sociales; puede parecer raro que se planteen (como su sucede en este libro) teorías que nada tienen que ver con teorías de tipo conductual y cognitivo, y que sus aplicaciones sociales,
o de cualquier tipo, aún no estén especificadas y no se especifiquen de ningu -na manera, inclusive puede darse el caso de no tener ningu-na aplicación para las teorías que se construyeron. Como se está postulando, no es necesario en ciencia tener que seguir con las teorías, métodos, o investigaciones, que ya están planteadas, por más preferencias e intereses que tengan las mismas en la comunidad académica del momento, en lo que sigue se verá cómo es posible
Introducción
apartarse del conocimiento imperante en psicología, y se pueden dar definicio -nes que en nada tienen relación con lo que es hoy la psicología sin tener ningún
problema en cuanto a la estructura del conocimiento científico, a menos que se
tengan prejuicios, que como se ha dicho no hacen parte de la ciencia.
Uno de los valores que se le atribuía al conocimiento en el siglo XVII (Bacón y Descartes) es que el conocimiento debe ser útil para el beneficio hu
-mano (Mcmullin, 2001), hoy un científico debe tener presente que la ciencia puede ser utilizada con fines tecnológicos, y que estos fines siempre tendrán
una gran variedad de aplicaciones: desde la erradicación de una enfermedad hasta la fabricación de una bomba nuclear (Mcmullin, 2001). La estimación
de los fines del conocimiento puede ser muy difícil y en algunos casos tan solo
puede ser probable (Mcmullin, 2001). Las aplicaciones sociales, culturales,
para el progreso (o el fin) de la humanidad, que se puedan derivar de este
libro, no están calculadas en ninguna parte de este trabajo, no porque el autor no haya querido hacerlo, sino porque en principio no es posible calcularlas y
porque no es labor de un científico hacer ese cálculo, este cálculo es un tema filosófico, tecnológico y técnico.
Los científicos tienen la premisa del mecanismo de mutua crítica: Es
decir, se es susceptible de que un trabajo sea tratado como un error en otros
re-sultados investigativos (Wilholt, 2010; Mcmullin, 2001). Muy probablemente
este trabajo tendrá críticas, desde las más apropiadas y desinteresadas, hasta las
más apasionadas y poco fundamentadas, es un hecho que un trabajo científico
debe estar sometido a revisión y a ser criticado cuando se amerite la crítica, y
que un científico, cuando la crítica es adecuada, debe aceptarla.
La noción de ciencia está basada en la autoridad de la evidencia y en
la racional interpretación, aunque los científicos y filósofos del momento no
estén de acuerdo en la forma en que está pasando (Blackwell, 1996). En la
psicología de hoy pueden haber intereses de todos los tipos (académicos, fi
-losóficos, económicos, sociales, políticos…) y al ser este trabajo una profunda
renuncia a la psicología de hoy se pueden estar afectando estos intereses, y por tanto pueden venir críticas que vayan en el sentido de mantener la psicología tal y como está, para así no romper con los hilos que se han mantenido. Pido al lector que, en base a sus intereses, no se juzgue a priori lo que se va a leer, para que no suceda lo de Galileo el cual fue enjuiciado no por ser un buen astrónomo, sino por ser un mal teólogo, es decir, por no soportar todas sus
Psicología y Ciencia
tesis astronómicas en pasajes bíblicos (Finocchiaro, 2002) (por no soportar sus
apropiadas tesis astronómicas en la filosofía religiosa dominante de la época,
que estaba plagada de intereses de todos los tipos).
Finalmente, y para no extender las justificaciones de qué se va introdu
-cir como base de una psicología científica: Uno de los cánones fundamentales de la investigación científica es que no es preciso proporcionar una justifica -ción cuando se deja abierta, sino precisamente cuando se pretende anularla
(Agazzi, 1978). No voy a justificar más las causas de esta investigación a la luz del conocimiento científico, lo correcto sería justificar sino hiciera esta
investigación.
2. Ciencia
Los nuevos conceptos psicológicos que se desarrollaran en este libro es-tán basados en la imagen de ciencia, en dicha imagen se muestran las ideas y conocimientos de manera coherente, y ordenada, sin pretender en ningún
mo-mento que las ideas y conocimientos que se muestran en forma científica son de alguna forma definitivos, ni mucho menos absolutos (Agazzi, 1978). La
misión de este libro es mostrar al conocimiento psicológico como una imagen coherente y ordenada, una imagen que está sometida a revisiones y
actualiza-ciones, mostrar que la psicología puede tener una imagen científica.
La imagen científica de la naturaleza es una imagen que debe ser consi
-derada como un sistema de simples sustratos (Kerszberg, 2005), que muestran
que cada fenómeno tiene sus singularidades o propiedades, no reducibles a las singularidades de otros fenómenos, siempre teniendo en cuenta que la obten-ción y el cálculo de qué pasa con las singularidades no pasa sobre las
singulari-dades (Kerszberg, 2005). Una vez que se ha afirmado que la psicología puede tener una imagen científica, se debe por empezar a buscar las singularidades
de los fenómenos psicológicos, se debe buscar las propiedades de los fenóme-nos y ordenarlas para poder tener una imagen, sin buscar, ni pretender, que las singularidades que forman la imagen son algo más que la imagen. Es decir,
no se puede pretender, por ejemplo, que la imagen científica que la psicología
Introducción
eso: singularidades de la motivación. Es bastante simple, las singularidades que caracterizan un fenómeno psicológico no pueden ser aplicables a todos los demás objetos o fenómenos psicológicos, esto es pasar sobre las singularidades del fenómeno, es pretender que las singularidades del fenómeno son algo más, es pretender que sean las singularidades de otros fenómenos. El paso sobre las singularidades de un fenómeno no se da en la ciencia, en psicología se ha dado esta circunstancia durante mucho tiempo, se ha pasado sobre las singularida-des de los fenómenos de manera sistemática, mostrando que muchos de los
conocimientos que se postulan como científicos en realidad no lo son.
El ejemplo más palpable en psicología del paso sobre las singularidades se ha dado con el comportamiento: las singularidades que se han dado del mismo muchas veces se han tomado como algo más, se han tomado como las singularidades de otros fenómenos, y se dice que todo lo psicológico puede ser reducido al comportamiento y sus singularidades. Una de las veces que más sobresale este hecho se da con el abordaje de F. Skinner (uno de los
fundado-res de las “ciencias” del comportamiento) del fenómeno del lenguaje, Skinner presentó para el lenguaje una serie de conceptos para abordarlo, definió que
existe la conducta verbal, que hay conceptos como el mando, los estímulos (textuales, ecoicos), tactos, audiencias… y una serie de conceptos que se supo-nen válidos cuando trata de abordar el análisis del fenómeno psicológico del lenguaje. En Skinner (1957) se acomoda el lenguaje bajo una serie de
singula-ridades del comportamiento que el mismo Skinner en otros trabajos definió
(conducta operante, estímulos, respuestas, castigo, evitación programas de refuerzo… ver Skinner, 1971), todos los conceptos que Skinner (1957) pos-tuló para el estudió del lenguaje se derivan de una posible singularidad que
el mismo Skinner definió para el comportamiento: la operante. Con el uso
de la operante para el análisis del lenguaje se pretendió que la singularidad del comportamiento operante fuera algo más, se pretendió que la operante fuera una singularidad del lenguaje. Esta actitud de Skinner es totalmente
anti científica, es pretender que las singularidades del comportamiento, que él mismo ayudó a definir, se tomaran como algo más que singularidades del
comportamiento y se aplicaran al lenguaje (esto no se hace en una ciencia). El uso de las posibles singularidades del comportamiento, de la mente, y hoy en
día del cerebro, para definir otros objetos (o fenómenos) psicológicos es una
Psicología y Ciencia
La ciencia no busca un solo conjunto de conocimientos y de formas que sean aplicables a todas las situaciones, no se puede tener una sola singularidad que se supone aplicable a todas las situaciones. Es decir, y para el caso
psico-lógico, no podemos definir todos los objetos de la psicología bajo el mismo
conjunto de conocimientos o singularidades, cada objeto o fenómeno psico-lógico debe ser mostrado como portador de sus propias singularidades, que en principio no pueden ser reducibles a las singularidades de los demás fenó-menos psicológicos, como claramente se mostrará para todos los fenófenó-menos
que se abordan en este trabajo. Ejemplo: se ha definido, bajo las denominadas “ciencias”2 cognitivas, al procesamiento de información, bajo redes neurona-les, como una singularidad de la estructura mental (Gardner, 1985), y en las
investigaciones de la misma “ciencia” cognitiva se dan resultados e investiga -ciones que parten de las premisas del procesamiento de información (singu-laridades de la mente) y las aplican a otros fenómenos como el razonamiento, y el pensamiento. Ejemplo: ver los trabajos de Glöckner & Betsch (2008) en el que se utiliza el procesamiento de información para mostrar cómo puede estar asociado este con el razonamiento y la toma de decisiones, y Pacini & Epstein (1999) que utilizan un método para evaluar diferentes tipos de proce-samiento de información para dar cuenta de diferentes estilos de penproce-samiento (estos solo son algunos ejemplos). Pretender que una posible singularidad de la mente (procesa información) sea una singularidad del pensamiento o del razonamiento, es imponer una singularidad de la mente al pensamiento y ra-zonamiento sin tan siquiera haber pretendido buscar en los mismos alguna
singularidad propia. Una psicología científica no puede pretender que las sin -gularidades de la mente son apropiadas para dar cuenta de las sin-gularidades de fenómenos como el pensamiento y el razonamiento, no se puede suponer de entrada que el pensamiento, el razonamiento y la mente son equiparables,
y por tanto explicables bajo las mismas singularidades, un psicólogo científico
parte de cero, considera que, la mente, el pensamiento, y el razonamiento son fenómenos diferentes y considera que cada uno porta sus propias singularida-des, no reducibles a las de los otros dos fenómenos.
La ciencia parte de lo particular para llegar a lo universal (Agazzi, 1978). El conjunto de singularidades que se van descubriendo, acerca de los diferen-tes fenómenos psicológicos, se van acumulando y en un periodo de tiempo
Introducción
puede llegar a darnos una idea global de qué es lo psicológico. Una vez que se parte del hecho que todos los fenómenos psicológicos portan sus propias
singularidades, que se van descubriendo poco a poco, se debe afirmar que una
idea global de qué es lo psicológico se dará luego de que se han acumulado una gran cantidad de muchas singularidades de fenómenos de este tipo. Y no al revés, partir de una idea global para descubrir singularidades, en una ciencia psicológica no se puede partir de decir que el comportamiento, la mente, o el cerebro, son la imagen global y que hay que buscar, a partir de esa imagen global, las singularidades de todos los fenómenos psicológicos. Lo anterior se
presume muchas veces con las denominadas “ciencias” del comportamiento
(conductismos) que en cierto momento creyeron poseer un gran conjunto de singularidades del comportamiento y se auto habilitaron para decir que son la imagen global de lo qué es psicológico, lo que es un grave error puesto que en realidad tratan es de introducir al comportamiento, y sus posibles
singula-ridades, en todos los fenómenos psicológicos, muchas veces de manera artifi -cial. Ejemplo: En el conductismo se ha tratado de incluir una imagen global comportamental a fenómenos como el lenguaje: Skinner (1957) o Pérez & Quiroga (2010), o se ha tratado de incluir el comportamiento, bajo imágenes deformadas (nuevas singularidades del comportamiento basadas en deforma-ciones de las singularidades originarias), como imagen global de la psicología: Ribes & López (1985). Sobra decir que el problema del comportamiento será tratado en capítulos posteriores y el problema del conductismo será tratado algunos párrafos más abajo.
La ciencia trata de buscar el conocimiento exacto de las circunstancias en las cuales tiene lugar el desarrollo de ciertos fenómenos (Agazzi, 1978),
la ciencia da para cada fenómeno las condiciones necesarias y suficientes de
ocurrencia. La psicología, por tanto, debe buscar las condiciones necesarias y
suficientes de ocurrencia de fenómenos como el pensamiento, el lenguaje, la
motivación, el comportamiento, la mente… y sean los que fueren sus objetos de estudio, la psicología debe mostrarnos sin ambigüedades bajo qué
circuns-tancias ocurren estos fenómenos. Las condiciones necesarias y suficientes son
a su vez singularidades de ocurrencia y como a las demás singularidades no se les puede tomar como algo más, como condiciones absolutas de ocurren-cia (Agazzi, 1978). Ejemplo: una vez que se ha establecido que la mente es, por ejemplo, y bajo ciertas perspectivas, un gran procesador de información
Psicología y Ciencia
(Gardner, 1985), se puede establecer que el procesamiento de información puede ser una condición necesaria3, y si se quiere, suficiente para la “ocurren
-cia” de la mente, el gran error aquí consiste en afirmar que el procesamiento de información es también condición necesaria y suficiente de otros fenómenos
como la conciencia (Baars, 1988, 1997, citado por Pérez, 2010), del
pensa-miento como ya se ejemplifico atrás, o inclusive del mismo comportapensa-miento
(Stickle et al., 2009; Laran, 2010).
“La ciencia busca hipótesis y principios mediante los cuales la estructura
de los hechos experimentales pueden ser descritos por medio de deducciones rigurosas, sin pretender en ningún momento que tales hipótesis y principios
sean a su vez “necesarios” en el doble sentido de ser los únicos que hacen po
-sible la explicación y de ser intrínsecamente incontrovertibles.” (Agazzi, 1978,
p. 61). Las condiciones de presentación de un fenómeno psicológico, determi-nadas de alguna manera bajo alguna teoría (ya sea teoría de tipo conductual o de tipo cognitivo), y método experimental, no son necesarias en el doble sen-tido mencionado por Agazzi (1978). Las teorías conductistas del tipo Skinner (1957, 1971), las teorías cognitivas del tipo Gardner (1985) o Bruner (1990), y todos los derivados, y variaciones actuales, son teorías que se presumen como las únicas que puede dar explicaciones coherentes e intrínsecamente incon-trovertibles de qué son los fenómenos psicológicos, y justo al ser cada tipo de teoría única e incontrovertible postula a las demás como erradas. La actitud que se toma con estas teorías y sus derivados, y variaciones, es la actitud más
anti científica que se puede tomar, a pesar que dichas teorías en su momento tomaron para sí mismas la denominación de “científicas”. Las teorías que se
plantean en las próximas secciones se presentan como unas de las posibles teorías que pueden explicar lo psicológico y, como ya se mencionó, las teorías que se presentarán se postulan como susceptibles de revisión, aunque no se quiere decir que se presentarán teorías incompletas o falsas, todo lo contrario, las teorías que se presentaran son exhaustivas y objetivas (para precisar una posible paradoja se debe continuar leyendo está primera parte).
Toda explicación científica tiene dos requerimientos: la relevancia ex -plicativa y el control empírico (Hempel, 1966), estás dos premisas deben valer para todos los campos del conocimiento en los que se aplique la ciencia. En psicología ya se tiene, o se supone que hay teorías que explican algunas cosas, si las teorías cognitivas y conductuales no explicaran nada sería absurdo el tan
Introducción
siquiera haberlas postulado y tenido en cuenta en una historia de la psicología. En el otro sentido encontramos en psicología teorías en las que no se puede tener control empírico, tales teorías y sus derivados no pueden pertenecer a una
psicología que se presume científica. Ejemplo: las teorías del tipo Freud (1900)
para la interpretación de los sueños son teorías a las cuales no se les puede apli-car control empírico, la verdad o falsedad de las mismas no puede ser probada puesto que los métodos hermenéuticos y de auto reporte (Summers, 2006; Blum, 2000) en las que se basan las mismas no pueden falseados, por tanto las teorías tipo Freud (1900) están per se fuera de una psicología científica. Las
teorías cognitivas y conductuales, ya mencionadas, cumplen con el requisito
científico de tener control empírico, pero como ya se está mostrando, y como se verá más adelante, esto no es suficiente para habilitarlas como ciencias.
Cuando se tiene que un concepto, un término, una relación… que no pueda ser puesto en prueba, para comprobar si es falso o verdadero, se tiene un síntoma de que los mismos no son parte de la ciencia (Mahner, 2007). Todo concepto, término, relación o ente utilizado para dar cuenta de un fenómeno psicológico debe estar regido por una cadena lógica, debe provenir de una teo-ría y se debe poder responder por el mismo como falso o verdadero en una ex-plicación, y control empírico. De no poderse contrastar la falsedad o verdad de un concepto en una cadena lógica y experimento estos conceptos deben dejarse
de lado en una psicología que se denomine científica. Ejemplo: Puede suceder
con muchos conceptos psicoanalíticos, como las teorías ya mencionadas de Freud (1900), a las que no se les puede dar control empírico, a pesar de prove-nir de cadenas lógicas, lo que conduce a no poder ponerlos como verdaderos o
falsos, lo que llevaría a proscribirlos de una psicología científica.
La ciencia es un saber limitado y circunscrito no es un saber absoluto, pensar en la ciencia como un saber absoluto es tener una postura dogmática (Agazzi, 1978). La ciencia que se puede aplicar a la psicología debe tener pre-sente que tan solo se pueden tener teorías y, como tal, estas teorías deben estar
compuestas de hipótesis que son sometidas a verificación; al ser un conoci
-miento científico compuesto de hipótesis no se puede afirmar que el mismo es absoluto, lo que sí se puede afirmar es que el mismo es objetivo (más adelante
se precisará esto).
La ciencia puede verse como un método de inducción experimental aso-ciado a la elaboración matemática de los resultados de la experiencia (Agazzi,
Psicología y Ciencia
1978), en principio todos los resultados y conceptos que se obtengan deben poder ser expresados en términos matemáticos (las teorías deben poder ser formuladas en términos matemáticos). El que no se haya podido usar términos matemáticos para formular muchos conceptos en psicología, sin contar el uso de las matemáticas para el cálculo de cantidades en algunas metodologías de tipo empírico, puede verse como una circunstancia pasajera, pero esto es más un indicador de que la misma no era una ciencia.
La ciencia es una actividad independiente del espíritu humano con ca-racterísticas típicas, irreductibles a actividades de otro género, incluso a la mis-ma actividad cognoscitiva (Agazzi, 1978) (se debe entender cognoscitiva como conocimiento, sin ninguna alusión a la psicología cognitiva). Para hacer cien-cia ya hay unas reglas estipuladas, no es necesario introducir ciertas variaciones epistemológicas, basadas especialmente en la adopción de un nuevo método
empírico, frecuentes en psicología y en las “ciencias” humanas. Muchas veces se utilizan variaciones epistemológicas para justificar los métodos, y las formas de teorizar como científicas, cuando en realidad no lo son, con mucha frecuen
-cia se habla de “cien-cias” humanas y/o “cien-cias” so-ciales, que se caracterizan principalmente por ser definidas en contraposición a las ciencias naturales (con una visión distorsionada de qué son las ciencias “naturales”). De esta manera, las “ciencias” humanas están en contraposición al positivismo, al positivismo
lógico, al empirismo, al materialismo… (Briones, 1996) dependiendo de la escuela social. En realidad solo hay una ciencia, que no se caracteriza por no
defender ningún supuesto filosófico, ni ningún método empírico, ninguna ciencia natural, ni ninguna ciencia, defiende ningún supuesto filosófico. Las
“ciencias” sociales están en el gran equivoco de creer que las ciencias “natura
-les” se caracterizan tan solo por tener cierto tipo de metodologías (cuantitativas en
contra posición a las cualitativas) y por tanto las “ciencias” sociales deben te
-ner diferentes métodos (Ej. Cualitativos, ideográficos, métodos que buscan la significación cultural y no la general… (Briones, 1996)). Las ciencias sociales
parten de una visión erradas de objetividad y absolutismo que supuestamente
defiende la ciencia y soportan sus investigaciones en ideologías sociales o cul
-turales (Briones, 1996) que no son “absolutas” y no puede ser objetivas. En re
-sumen, las “ciencias” sociales y/o humanas se caracterizan por afirmar que son ciencias con diferentes epistemologías a las denominadas ciencias “naturales”,
Introducción
qué son los fenómenos sociales y humanos, lo cual es un claro error. Con los argumentos expuestos, hasta el momento, y con los que siguen, se han dado, y darán, algunas singularidades de la ciencia que pueden ser aplicadas ya sea
a una ciencia como la física (“natural”) o a una ciencia como la psicología (“humana”). Por el momento me alinearé a la postura planteada por Agazzi
(1978): Solo hay una ciencia con reglas estipuladas y singularidades propias, una ciencia que puede ser aplicada a cualquier parte de la naturaleza ya sea a un átomo o a un ser humano. No profundizaré en variaciones epistemológicas (los llamados métodos de las ciencias sociales) puesto que puede llevar un buen espacio y porque además no es mi objetivo.
Por último, en esta sección, se dice que “la ciencia moderna construye
un discurso que no sea la expresión de un punto de vista de un sujeto ni de los sujetos individuales, sino que valga para todos los sujetos, en el sentido de que cualquier sujeto que intervenga en el discurso de la ciencia, deba poder servirse
de él, de la misma manera que los demás” (Agazzi, 1978, p. 407). Lo anterior
es un decir en psicología, puesto que puede haber tantas psicologías como
psi-cólogos (as), hay muchas escuelas psicológicas (Psicología “científica4”, psico -logía biológica, psico-logía comparada, psico-logía de la sensación y percepción, psicometría, psicología de la personalidad, psicología del consumidor, psicolo-gía clínica, psicolopsicolo-gía organizacional, psicolopsicolo-gía de la educación, psicolopsicolo-gía de género, psicología anormal, psicología comunitaria, psicología internacional, psicología de las minorías, parapsicología…la lista puede continuar un poco más), cada una con sus propias teorías, y se puede observar que muy pocas
de esas escuelas tienen afinidad entre ellas. El hecho de encontrar escuelas
incompatibles en psicología contradice la idea de una psicología como ciencia, como una psicología válida para todos los sujetos. La situación en la cual se dé un discurso psicológico válido para todas las personas que algún día decidan hacer psicología es uno de los objetivos de este libro, mostrando conceptos que pueden ser válidos para todos, sin importar ningún matiz.
4 A pesar que el autor no considere que exista tal psicología en este momento hay psicólogos que se auto denominan de esta forma.
Psicología y Ciencia
3. Filosofía
En esta sección daré algunos argumentos en contra de la psicología que se conoce antes de este libro, podría tener varios tratados de críticas sobre cada una de sus escuelas y teorías, pero tan solo me limitaré a resaltar un hecho en común de todas sus escuelas: todas las escuelas actuales de la psicología construyen conocimiento psicológico de manera filosófica. Lo cual no está mal, pero hace más
de cuatro siglos Galileo demostró que la manera filosófica de construir cono -cimiento no es la más adecuada y que es necesario hacer cono-cimiento de
ma-nera científica. Sé que varios psicólogos pueden en este momento alegar que la psicología dejo de hacer psicología de manera filosófica desde comienzos del siglo XX con los trabajos de Wundt, de Skinner, o de Watson, o de cualquier otro psicólogo, en cualquier tiempo. En lo que sigue se afirmará que todas las
escuelas psicológicas de la actualidad construyen conocimiento psicológico de
manera filosófica y de cómo, a pesar de que se diga que no es así, la situación se mantiene, ya que el conocimiento científico trata más con el abandono de las posturas filosóficas (Agazzi, 1978) que con la construcción de conocimiento con el denominado método científico5, que es el argumento que se mantiene
hoy para afirmar que se hace psicología científica.
El uso de la ciencia para construir conocimiento es parte primordial de
lo que hoy consideramos modernidad (Agazzi, 1978), el uso de la filosofía para
construir conocimiento fue, antes de la revolución de Galileo, parte de una pasado oscuro en la historia de la humanidad, de un pasado de dogmatismos, fanatismos e intolerancias; está situación se da hoy en psicología, el uso de la
filosofía para construir conocimiento psicológico es ahora parte de lo que po -dríamos empezar a llamar un pasado oscuro en la psicología.
Al mencionar escuelas de la psicología que hacen filosofía trataré con
tres escuelas principales: el conductismo con todas sus variaciones, la logía cognitiva y el psicoanálisis. La mayor parte de los conocimientos psico-lógicos que se conocen hoy son aplicaciones, o combinaciones, de estas tres
escuelas principales. Aunque, todo lo que se afirme acerca de conocimiento psicológico basado en filosofía, para las tres mencionadas escuelas, puede ser aplicado con toda la precisión a la filosofía de moda de principios del siglo
deno-Introducción
XXI en psicología: el cerebro y las neurociencias (la posible filosofía psicoló -gica del futuro, que se presume puede ayudar a solucionar todos los proble-mas del comportamiento, la psicología cognitiva, e inclusive el psicoanálisis, ver por ejemplo los trabajos de Alonso del Campo (2000), Andreasen (1997), Richmond (2003), Naccache (2006)). Las tres mencionadas escuelas forman un gran conjunto de lo que se denomina la psicología como disciplina, y hoy en cada universidad del mundo en donde se enseña psicología se utilizan, en mayor o menor medida, conocimientos basados en cada una de estas escuelas. Aunque no son las únicas escuelas, sí son las tres principales.
Los conductistas (radicales, teóricos, teleológicos, contextualistas fun-cionales, seleccionistas, interconductistas… para profundizar ver Pérez et al., (2002)), los psicólogos cognitivos (modelos computacionales seriados, cone-xionistas, algoritmos genéticos, mente corporeizada, espacios conceptuales… para profundizar ver Martínez (2006)), y los psicoanalistas (escuelas de: Freud, Jung,Adler, Rank, Horney, Lacan, Klein, psicoanalistas relacionales…o di -ferentes escuelas actuales), han mantenido una disputa académica sobre lo qué se puede considerar como psicología, sobre qué es lo psicológico, y cuáles son los métodos para abordar lo mismo.
Los conductistas afirman que la psicología es el estudio del comporta -miento y como corolario se entiende que lo psicológico es el comporta-miento.
Al afirmar que lo psicológico es el comportamiento buscan aplicar la premi -sas conductuales al análisis de todo lo psicológico, como ya se mostró hay aplicaciones del comportamiento al lenguaje, pero es posible encontrar apli-caciones del comportamiento al pensamiento (Bocci & Gordon, 2007; Pal-mer, 2004), la memoria (Eichenbaum & Fortín, 2005), la motivación (Tilly et al., 2010)… y a casi todo lo que se considere psicológico. Los métodos de
abordar lo psicológico, afirman los conductistas, son también los del análisis
del comportamiento.
Los psicólogos cognitivos afirman que la psicología debe estudiar la
mente o algunas variaciones de lo que consideran la mente (Ej. procesamiento
de información, construcción de significados…o diversas singularidades de
qué pueda ser la mente), y su objetivo principal es mostrar que todo lo psico-lógico es, o puede llegar a ser, una variación del funcionamiento mental. El
“fuerte” de las aplicaciones cognitivas son los denominados procesos psicoló -gicos superiores (lenguaje, pensamiento, razonamiento) pero sus aplicaciones
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van más allá e incluso llegan al comportamiento (como ya se ha referenciado). La psicología cognitiva está en franca contradicción con las psicologías de cor-te conductista en cuanto a lo que consideran que debe ser lo psicológico.
Y por último, los psicoanalistas tratan con el inconsciente, que es un ente especial que no se puede asemejar a lo que es la mente y sus derivados,
ni mucho menos al comportamiento. El “fuerte” de los psicoanalistas son los
procesos inconscientes como parte estructural de lo psicológico.
Todas las anteriores escuelas tienen métodos empíricos de abordaje de lo qué consideran psicológico, todas a su vez determinan su escuela como verda-dera, e intrínsecamente incontrovertible, y critican abiertamente a las otras es-cuelas. Ejemplo: Gardner (1985) crítica abiertamente al conductismo (capítulo 2), las críticas de Gardner, y de la mayor parte de los psicólogos cognitivos, hacía los conductistas se basan principalmente en los métodos de observación y sobre lo que se puede observar, en que el comportamiento no es lo único que existe en psicología, en que muchas veces los modelos conductuales son muy simples y dan demasiada importancia al ambiente (Gardner, 1985, p. 11). Por otro lado las críticas de los conductistas a los psicólogos cognitivos, y de paso a los psicoanalistas, se basan principalmente en el dualismo ontológico, en que los conductistas tienen pulcritud de los métodos empíricos (no tiene variables ocultas que median procesos), en que los conductistas dan cuenta de procesos que son aplicables a organismos no humanos y por tanto pueden ser más váli-dos, entre otras críticas.
Todas las definiciones pasadas, dadas sucintamente, pero que se pue
-den fácilmente profundizar, se acomodan a la perfección con la definición de elaboración de conocimiento de la filosofía. La filosofía trata o busca los ra -zonamientos de la constitución intima, o esencia de los fenómenos (Agazzi,
1978). La filosofía busca un conjunto de conceptos generales que subyacen a
los fenómenos, no importando si utiliza métodos empíricos para la búsqueda de la misma esencia, lo importante es la búsqueda de la esencia que subyace a los
fenómenos, sin importar los métodos. En psicología se puede afirmar que la
esencia o constitución íntima de lo psicológico es el comportamiento, como
afirman los conductistas; otros dirán que es la mente y sus derivados, como afirman los psicólogos (as) cognitivos, y algunos otros replicaran que la cons -titución o esencia de lo psicológico es el inconsciente. Ejemplo: se enseña a las psicólogas (os) conductuales que deben investigar el pensamiento, lenguaje,
Introducción
motivación, percepción…o cualquier fenómeno psicológico, bajo programas conductuales, para ver si algún día esos fenómenos se acomodan a las singu-laridades del comportamiento; en realidad este programa de investigación lo que está tratando de hacer es mostrar al mundo que la esencia de lo
psicoló-gico es el comportamiento, tal como lo hacen los filósofos y no los científicos.
Los psicólogos conductuales, cognitivos, o psicoanalistas, están interesados en buscar causas que más bien se podrían llamar esencias, y todos como buenos
filósofos se sentirán satisfechos cuando algún día (que muy probablemente
nunca llegará) se pueda decir que todo en psicología es comportamiento, o es un esquema mental, o es un derivado de lo inconsciente…o es alguno de estos fenómenos la esencia de lo psicológico.
La búsqueda de la constitución íntima va más allá de lo que se considera
un programa científico, el programa científico está tan solo interesado en bus -car singularidades, y nunca pretende pasar por encima de las mismas. Decir que las singularidades del comportamiento, de la mente, o del inconsciente, son la esencia de lo psicológico es pasar por encima de las mismas, es preten-der que son esencias. La esencia de la psicología como conducta, o mente, o inconsciente es tan solo un objetivo global, un objetivo que es la culminación de muchos años de investigación y no el inicio de la misma investigación. Si, por ejemplo, en este momento los psicólogos conductuales tuvieran teorías adecuadas de procesos como el pensamiento, el razonamiento, o de la misma mente (estos fenómenos tienen explicaciones cognitivas fuertes), sin tan solo
negarlos en base a algunas posturas empiristas toscas, ya se podría estar afir -mando que el comportamiento es la esencia de lo psicológico (aunque como se verá luego, la esencia conductual, mental, o inconsciente, de lo psicológico es
tan solo una ilusión, puesto que por definición ninguna de las tres cosas puede
ser, ni tan siquiera en teoría, la esencia de lo psicológico).
La filosofía busca encontrar las causas que pre ordenan el proceder de los entes considerados (Agazzi, 1978), un filósofo se da a la tarea de encon -trar ciertos principios generales que puedan regir el orden de los fenómenos.
La filosofía pre ordena de modo riguroso y necesario el comportamiento de
los fenómenos (Agazzi, 1978). Nuevamente, no es difícil mostrar que tanto los conductistas, como los psicólogos cognitivos y los psicoanalistas, buscan que cada una de sus filosofías impregne el total de la psicología, buscan que cada una de sus esencias responda y pre ordene todos los datos y los