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ME ACOMPAÑA TODOS LOS DÍAS

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Academic year: 2021

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Fiesta de la Santísima Trinidad 31 mayo 2015

http://www.usccb.org/bible/readings-audio.cfm

(AUDIO) http://www.usccb.org/bible/readings-audio.cfm(Sunday, May 231, 2015 Daily Mass Reading)

(VIDEO) http://www.usccb.org/bible/reflections/index.cfm(2015-05-31 Reflection (B-65)

“ME ACOMPAÑA TODOS LOS DÍAS”

Evangelio de Mateo 28, 16-20

The eleven disciples went to Galilee, to the mountain to which Jesus had

ordered them.

When they all saw him, they worshiped, but they doubted. Then Jesus

approached and said to them, "All power in heaven and on earth has been given

to me. Go, therefore, and make disciples of all nations, baptizing them in the

name of the Father, and of the Son, and of the Holy Spirit, teaching them to

observe all that I have commanded you. And behold, I am with you always, until

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Evangelio de Mateo 28, 16-20

En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado.

Al verlo, ellos se postraron, pero algunos vacilaban.

Acercándose a ellos, Jesús les dijo:

 Se me ha dado pleno poder en el

cielo y en la tierra. Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado.

Y sabed que yo estoy con vosotros

todos los días, hasta el fin del mundo.

******

SABOREAR LO QUE SOMOS Enrique Martínez

Mateo concluye su evangelio nombrando a Jesús con el mismo nombre que le había atribuido al comienzo de su escrito, apelando al texto del profeta Isaías (7,14): “La virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán por nombre Emmanuel (que significa: «Dios con nosotros»)” (Mt 1,23).

Para el evangelista, Jesús es, desde el principio al fin, “Yo estoy con vosotros” (“Emmanuel”). Parece que no podía haber encontrado otra expresión que otorgara una confianza mayor.

Porque la profundidad de la expresión es infinitamente más grande de lo que las palabras pueden expresar. La mente –siempre inevitablemente separadora- entiende el “estar” también en forma de separación, por más intimidad que quiera poner en la relación. La realidad, sin embargo, es bien diferente. No se trata de una presencia que esté o camine “a nuestro lado”, sino de ser lo mismo.

Cuando se nos ha regalado vivir una experiencia estrictamente no-dual en una relación interpersonal, el contenido de esa expresión nos resulta fácil de captar. Sin negar las diferencias aparentes, somos uno y lo mismo, algo parecido a como mis dos manos se saben –y se viven- como un solo y mismo cuerpo.

El poeta Pablo Neruda lo canta de este modo: “Y desde entonces soy porque tú eres, / y desde entonces eres, soy y somos, / y por amor seré, serás, seremos”. Las palabras no pueden llegar a más; la mente tampoco. No cabe sino acallar el pensamiento y conectar, de una forma no-mediada, con esa Realidad una que compartimos con todos los seres. Y, estando ahí, volver a escuchar de nuevo las palabras de Jesús: “Yo estoy con vosotros todos los días”.

No quieras procesarlas mentalmente, no intentes “atrapar” su significado. Permite, simplemente, que resuenen dentro de ti, en el silencio de todo, y entrégate por completo a ese Abismo (Vacío que es Plenitud) en el que te introducen.

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Nota cómo todo se detiene; queda únicamente Presencia, presencia compartida, que se halla siempre a salvo y que es la fuente de toda sabiduría y de toda acción.

No quieras entender nada, hacer nada, concluir nada, avanzar nada… Solo saborea –sin pensamientos- lo que ahí se te regala. Confórmate con sencillamente estar, permanecer, descansar… En la certeza de que todo, absolutamente todo lo demás, “se te dará por añadidura” (Mt 6,33).

LO ESENCIAL DEL CREDO José Antonio Pagola

A lo largo de los siglos, los teólogos cristiano s han elaborado profundos estudios sobre la Trinidad. Sin embargo, bastantes cristianos de nuestros días no logran captar qué tienen que ver con su vida esas admirables doctrinas. Al parecer, hoy necesitamos oír hablar de Dios con palabras humildes y sencillas,

que toquen nuestro pobre corazón,

confuso y desalentado, y reconforten nuestra fe vacilante. Necesitamos, tal vez, recuperar lo esencial de nuestro credo para aprender a vivirlo con alegría nueva. «Creo en Dios Padre, creador del cielo y de la tierra». No estamos solos ante nuestros problemas y conflictos. No vivimos olvidados, Dios es nuestro «Padre» querido. Así lo llamaba Jesús y así lo llamamos nosotros. Él es el origen y la meta de nuestra vida. Nos ha creado a todos solo por amor, y nos espera a todos con corazón de Padre al final de nuestra peregrinación por este mundo. Su nombre es hoy olvidado y negado por muchos. Nuestros hijos se van alejando de él, y los

creyentes no sabemos contagiarles

nuestra fe, pero Dios nos sigue mirando a todos con amor. Aunque vivamos llenos de dudas, no hemos de perder la fe en un Dios Creador y Padre pues habríamos perdido nuestra última esperanza.

«Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor». Es el gran regalo que Dios ha hecho al mundo. Él nos ha contado cómo es el Padre. Para nosotros, Jesús nunca será un hombre más. Mirándolo a él, vemos al Padre: en sus gestos captamos su ternura y comprensión. En él podemos sentir a Dios humano, cercano, amigo. Este Jesús, el Hijo amado de Dios, nos ha animado a construir una vida más fraterna y dichosa para todos. Es lo que más quiere el Padre. Nos ha indicado, además, el camino a seguir: «Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo». Si olvidamos a Jesús, ¿quién ocupará su vacío?, ¿quién nos podrá ofrecer su luz y su esperanza?

«Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida». Este misterio de Dios no es algo lejano. Está presente en el fondo de cada uno de nosotros. Lo podemos captar como Espíritu que alienta nuestras vidas, como Amor que nos lleva hacia los que sufren. Este Espíritu es lo mejor que

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DABAR - PRIMERA PÁGINA Buena Noticia para el mundo

Maricarmen Martín

“No diré nada que no sepa por experiencia” es una frasede Teresa de Jesús, que he tenido muy presente al hacer este comentario que, dicho sea de paso, siempre me incomoda cuando me toca en esta fiesta. Hablar hoy de nuestra fe en un Dios trinitario pareciera un trabajo de paleontologa, un acercamiento a esos peculiares fósiles vivientes que todavía caminamos sobre la tierra: especies raras, en vías de extinción. Incluso los términos, “Dios trinitario”, jnezclados con otros de más actualidad como iPad, selfie, whatsapp... parecen de épocas remotas.

No es fácil, lo reconozco, pero más allá de cómo expliquemos el Misterio de la Trinidad, lo que sí podemos afirmar, desde la experiencia, es

que el Dios en quien creemos y que late en el interior de ese Misterio es Comunión. Esta experiencia conecta directamente con la de los cristianos y cristianas del siglo I, de la que nos da cuenta San Pablo: “La gracia dei Señor Jesucristo, eiamor de Dios y ia comunión dei Espíritu Santo sean siempire convosotros”{2 Cor 13,13). Y esto es una Buena Noticia para el mundo. Un mundo en donde crece la incomunicación, la soledad, el aislamiento, el anonimato, la vulnerabilidad, la frialdad, el pragmatismo en las relaciones...

La fe cristiana en un Dios trinitario proviene de una experiencia religiosa anterior a la explicación de cómo un solo Dios puede ser Padre, Hijo y Espíritu

Santo. Los cristianos no creemos en tres dioses, sino en uno solo, en una comunión de amor desbordante y gratuito que envuelve el mundo de compasión. Creemos que el Dios Vivo que se ha dado a conocer a través de Jesús y del Espíritu es Amor incondicional que abraza el universo entero y que actúa para salvar, En el fondo, es como decir “Dios es amor” (1 Jn4,16).

Así nos lo mostró Jesús al predicar el Reino de Dios. El Reino de Dios establece un nuevo tipo de comunidad donde quedan incluidos “los más pequeños" de los hermanos y hermanas, donde la mujer samaritana, el recaudador de impuestos y el leproso se encuentran en su casa. En esta comunidad, el egoísmo es vedado a la luz del estilo desinteresado de Dios; hombre y mujer son compañeros de camino en pie de igualdad, al igual que lo son los judíos y los griegos. El objetivo lo constituyen la justicia, la paz y el bienestar de todas las criaturas... Como creyentes no podemos desvincular lo que

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creemos de lo que hacemos, si creemos en un Dios Comunión, hacemos comunión, Nos acercamos a este mundo como la comunidad trinitaria de Dios se acercó a nosotras y nosotros en Jesús. Una comunidad firme para combatir a todas las fuerzas que destruyen la vida de las personas y las esperanzas de los pecadores, una comunidad que rechaza la relaciones jerárquicas de la sociedad e Iglesia patriarcal, una comunidad expuesta al diálogo con otras tradiciones religiosas y otros pueblos y culturas, una comunidad que vive y anuncia la utopía del Reino de Dios aquí y ahora...

La fiesta de hoy nos invita al compromiso y también a la mística, a hacer la experiencia de Dios trinidad: no un Dios concebido como un monarca aislado, o como una tríada de personas encerradas en sí, ni un Dios que observa desde la distancia de forma imparcial y descomprometido, ni un Dios que necesita ser convencido para que cuide de sus criaturas,..: un Dios así no existe. Ese es un falso Dios, una fantasía ajena a la experiencia cristiana de la salvación. Creemos que “Dios es Amor”, relacionado con el mundo en un triple modo de comunión. Asimilar esta verdad nos permite hacer acopio de nuevas energías para imaginar el mundo de una manera más bondadosa.

Allí donde se regala una caricia, se cuida la luz de la cocina, se da un vaso de agua fresca, se ofrece un libro a una niña deseosa de aprender,., allí la comunidad humana y la tierra reflejan, en fragmentos, el rostro del Dios trinitario. Sostenidas por “la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo”, nos comprometemos con un futuro desbordante de Vida y de Paz que incluya a todos los pueblos, culturas, naciones.,. a todas las criaturas de la tierra,

Referencias

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