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El crecimiento económico en Cuba: un análisis desde la productividad total de los factores

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Academic year: 2021

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P re m io In te rn a ci o na l de In v e sti g a c ió n en D es ar ro ll o E co n ó m ic o Ju an F. N oy ola 2 0 1 0

El

crecimiento

económico

Jen Cuba

un análisis desde la productividad total de los factores

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El c re c im ie n to e c o n ó m ic o e n C u ba: u n an álisis d e s d e la p ro d u c tiv id a d to ta l d e los fa c to re s

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO Dr. José Narro Robles

R ector

Dr. Eduardo Bárzana García

Secretario G en era l

Lic. Enrique del Val Blanco

Secretario A d m in is tr a tiv o

Dra. Estela Morales Campos

C o o rd in a d o ra de H u m a n id a d e s

INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS Dra. Verónica Villarespe Reyes

D irectora

Mtro. Gustavo López Pardo

Secretario A c a d é m ic o

Sr. Aristeo Tovías García

Secretario T é c n ic o

Sr. Roberto Guerra Milligan

Jefe d e l D e p a r ta m e n to de E d ic io n e s

COMISIÓN ECONÓMICA PARA AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE SEDE SUBREGIONAL EN MÉXICO

Hugo Beteta

D irector

Juan Carlos Moreno-Brid

D irector A d ju n t o

Hugo Guzmán

A se so r R e g io n a l

Diana Olmedo

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E l c r e c i m i e n t o e c o n ó m i c o e n C u b a :

u n a n á l i s i s d e s d e l a p r o d u c t i v i d a d t o t a l d e l o s f a c t o r e s

Y a i m a D o i m e a d i ó s R e y e s

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ECONÓMICAS COMISIÓN ECONÓMICA PARA AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

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Esta investigación, arbitrada por pares académicos, se privilegia con el aval de las instituciones editoras.

HC152 .5 D65

D oim eadiós Reyes, Yaima.

El crecim ien to eco n ó m ico e n C u b a : u n análisis desde la p ro d u cti­ vidad total de los factores / Yaima D oim eadiós. - México, D.F. : UNAM, In stitu to de Investigaciones E conóm icas : CEPAL, 2011.

213 p.

ISBN: 978-607-02-2724-0

1. C uba -- C ondiciones económ icas -- Siglo XX. 2. C uba -- Política econó-mica. I. t.

Primera edición 15 de noviembre de 2011

D. R. © Un i v e r s i d a dNa c i o n a lAu t ó n o m ad eMé x i c o

Ciudad Universitaria, Coyoacán, 04510, México, D.F.

In s t i t u t o d eIn v e s t i g a c i o n e sEc o n ó m i c a s

Circuito Mario de la Cueva s/n

Ciudad de la Investigación en Humanidades 04510, México, D.F.

D. R. © Co m i s i ó n Ec o n ó m i c ap a r aAm é r i c aLa t i n aye lCa r i b e

Miguel de Cervantes Saavedra 193, pisos 12 y 14 Col. Granada, 11520 México, D.F.

ISBN 978-607-02-2724-0

Diseño de portada: Victoria Jiménez. Cuidado de la edición: Hélida De Sales Y

Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin la autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales. LC/MEX/L.1054

Copyright © 2012, Naciones Unidas/U N A M. Todos los derechos reservados.

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Ín d i c e

Presentación 7

Introducción 11

1. Teoríasmodernasdecrecimientoeconómico 23 Los antecedentes de los modelos de crecimiento, 24; El modelo neoclásico básico. Principales implicaciones y evi­ dencia empírica, 29; Modelos de crecimiento orientados a la demanda, 37; Los modelos de crecimiento endóge­ no, 53; El debate sobre marco institucional y crecimien­ to, 60; Otras reflexiones sobre el debate del crecimiento económico, 68.

2. Análisisdelcrecimientoeconómicoen Cuba

DESDE UNA FUNCIÓN DE PRODUCCIÓN AGREGADA 75 Estudios sobre crecimiento económico en Cuba, 76; Una función de producción para la economía cubana, 84; Es­ timación de la función agregada con datos de panel, 100; Análisis e interpretación de los resultados, 105.

3. Determinantesdelaproductividadtotal

DE LOS FACTORES EN CUBA 113

El modelo teórico: las perspectivas estructural e insti­ tucional, 114; Estimación y validación del modelo, 134;

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Análisis de los resultados e implicaciones para la política económica, 140. Conclusiones 151 Recomendaciones 155 Anexos 159 Referencias 197 6 EL C R E C IM IE N T O E C O N O M IC O E N CUBA

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Pr e s e n t a c i ó n

Este libro es el p rim ero que se edita com o resultado del P re­ mio Internacional de Investigación en D esarrollo E conóm i­ co “J u a n F. Noyola”, convocado co njun tam en te de m anera bienal p o r el Instituto de Investigaciones Económ icas (iiec) de la U niversidad N acional A utónom a de M éxico (UNAM) y p o r la Com isión Económ ica para A m érica L atina y el Caribe (cepalc).

Esta últim a h a contribuido, desde su creación en febrero de 1948, al progreso de A m érica L atina con pensam iento in d e p en d ien te im pulsando la reflexión e intercam bio de ideas sobre el desarrollo económ ico que h a n coadyuvado a identificar sus determ inantes y las form as de su p erar sus obstáculos.

Por su parte, el Instituto de Investigaciones Económicas cuen ta con la tradición de im pulsar la investigación econó­ mica desde u n a perspectiva crítica del desarrollo económ i­ co, y h a co ntribuido con propuestas p ara la solución de los problem as nacionales.

Así, con el com prom iso com ún de ambas instituciones p ara p ro d u cir nuevo conocim iento, cultu ra y desarrollo eco­ nóm ico para los pueblos de A m érica Latina, en marzo de 2010, Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la cepal, yJorge Basave, entonces directo r del iiec, firm aron el convenio que da vida al Prem io y lanzaron la p rim era convocatoria.

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8 e l c r e c i m i e n t o e c o n ó m i c o e n c u b a

El Prem io tiene com o propósito fun dam ental incentivar la investigación académ ica, em pírica y teórica, sobre temas de desarrollo económ ico de la región latinoam ericana y lleva el nom bre de u n gran econom ista m exicano: Juan F. Noyola. El cual es reconocido com o u n o de los principales estructuralistas latinoam ericanos y especialista en el análisis de los temas relacionados con el fenó m en o de la inflación.

Esta p rim era convocatoria tuvo u n a gran aceptación en tre los estudiosos del tem a, así p articiparo n trabajos provenien­ tes de Bolivia, Brasil, Cuba, Ecuador, El Salvador, G uatem a­ la, México, Reino U nido y Suiza.

El p rim er lugar en esta edición fue p ara la investigación

El crecimiento económico en Cuba: un análisis desde la productivi­ dad total de los factores p resen tad a p o r la d octora en Ciencias Económ icas Yaima D oim eadiós Reyes de la U niversidad de La H abana, Cuba.

Este trabajo tiene com o objetivo d eterm in ar las variables que h an condicionado la evolución del crecim iento econó­ mico en la econom ía cubana en el period o 1975-2004, con base en el diseño de u n m odelo econom étrico que p erm ita in co rp o rar variables no tradicionales en los estudios de cre­ cim iento, en ese sentido Yaima D oim eadiós form ula la p re ­ g u n ta ¿qué variables d eterm in an el crecim iento en la eco­ nom ía cubana en el p erio d o 1975-2004?

Para d ar respuesta a ese prob lem a de investigación, se apoya en el instrum en tal econom étrico, se p lan tea en p rin ­ cipio la hipótesis de que el com portam iento del p ro du cto agregado en la econom ía cubana, en el period o estudiado, h a d ep en d id o de variables asociadas al contexto regulatorio y al cam bio estructural, adem ás de las variables de com ercio exterior y de los factores de produ cció n tradicionales.

El tem a lo desarrolla en tres apartados: el prim ero, “Teo­ rías m odernas de crecim iento económ ico,” en el cual expli­ ca las principales teorías sobre crecim iento y productividad

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IN T R O D U C C IÓ N 9 que h an dom in ado el debate intern acion al desde los años trein ta hasta la actualidad; el segundo, “Análisis del creci­ m iento económ ico de C uba,” estim a la función de p ro d u c­ ción agregada de la econom ía cubana m ediante el in stru­ m ental econom étrico de datos de panel, con datos de series tem porales intersectoriales y, un tercero, “D eterm inantes de la productividad total de los factores en C uba,” en el que analiza la im portancia de variables no tradicionales p ara el crecim iento; adem ás de las conclusiones y recom endaciones a las que llega.

El resultado de la investigación co ncuerd a con la eviden­ cia em pírica in tern acio nal que dem uestra que el crecim ien­ to no p u ed e explicarse solam ente p o r factores tradicionales y se destaca la incorp oración de variables heterodoxas para dilucidar las diferencias en las tasas de crecim iento.

El libro sin du d a contribuye a los objetivos del Prem io In ternacional de Investigación en D esarrollo Económ ico “Juan F. N oyola” y apo rta im portantes luces en el estudio p erm a n en te de este tem a.

Dra. V erónica Vil l a respe Reyes

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In t r o d u c c i ó n

La b úsqueda del origen de las divergencias en las tasas de crecim iento económ ico en tre países h a motivado a teóricos de diferentes escuelas de pensam iento en el últim o siglo. En este sentido, m últiples teorías sobre el tem a abarcan el di­ seño de m odelos de crecim iento, p ara analizar qué factores determ in an el crecim iento de las econom ías.

En las últim as décadas, el análisis de esta problem ática h a tom ado u n mayor auge, ante la com binación de tres fe­ nóm enos im portantes: en p rim er lugar, la inform ación esta­ dística disponible, que ha p erm itido estudios com parados más com plejos debido a las bases de datos internacionales de reciente construcción; (P enn W orld Table) [Barro y Lee, 2001]; u n segundo elem ento derivado de la falta de suficien­ te evidencia em pírica que sustente la teoría de la convergen­ cia de los m odelos de crecim iento clásicos; p o r últim o, no m enos im p o rtan te e influida p o r los elem entos anteriores, la nueva in terp retació n del progreso técnico p o r las teorías del crecim iento end ó g en o que, aun qu e no niegan algunos resultados del m odelo neoclásico, sí tien en p o r objeto de es­ tudio fun dam ental la explicación de las causas del progreso técnico, variable que aquellos consideraban exógena.

Ya la literatu ra de los años trein ta y cu aren ta recoge el es­ tudio y los intentos de estim ación de la productividad total y la percepción de que el capital y el trabajo no son los únicos

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12 e l c r e c i m i e n t o e c o n ó m i c o e n c u b a

factores de p ro ducció n p ara d eterm in a r el p ro d u cto global. La in terp retació n original de la productividad de los fac­ tores estuvo relacionada con cambios tecnológicos, lo cual constituye solo de u n o de los efectos que este índice reco­ ge, ya que tam bién recu p era fenóm enos com o existencia de rendim ientos a escala no constantes y de (in)eficiencia téc­ nica y asignativa.1 Asimismo, otros efectos interesantes sobre la productividad derivan de fenóm enos com o desequilibrios a corto plazo p o r costos de ajustes, cambios en la regulación y com petencia im perfecta.

En la mayoría de los análisis de la teoría convencional, los en torno s com petitivos y las em presas que o p eran en niveles de eficiencia se h an considerado supuestos. Sin em bargo, u n tercer efecto influye en la productividad de los factores y la distorsiona com o m edida de cambios tecnológicos: el fenó m en o de em presas no eficientes, es decir, que no se en ­ cu en tren en su fro n tera de p ro du cció n. Así, se asum iría que el nivel de produ cción de las em presas p u ed e ser in ferio r al m áxim o eficiente Y < F(K, L, H, t), de m odo que la función de p rod ucció n adquiriría el carácter de fro ntera.

A p artir de las reflexiones anteriores, los cálculos tradi­ cionales de la productividad global de los factores no sirven com o m edida del cam bio tecnológico si la eficiencia técnica varía en el tiem po o si la función de prod ucció n carece de rendim ientos a escala constantes. P or ello, en la actualidad, a las estim aciones tradicionales de funciones de producción se in co rp o ra la descom posición de la productividad total de

1 Los manuales de microeconomía aluden poco a la eficiencia produc­ tiva, pues se asume que las empresas maximizan su beneficio, es decir, son “eficientes”. No obstante, en la práctica, la eficiencia productiva exige cumplir con tres tipos de eficiencia: a) eficien cia de escala, cuando la pro­

ducción es de tamaño óptimo; b) e ficien cia a s ig n a tiv a, cuando la combi­

nación de i n p u tsminimiza costos dada una cantidad de producción, y c) e ficien cia técn ica, cuando se obtiene la cantidad máxima de o u tp u tsa partir

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IN T R O D U C C IÓ N 13 los factores en cambios p ro p iam en te técnicos (ex pan sió n de la fro n tera), efecto escala y efecto eficiencia.

A dicionalm ente, ante la falta de suficiente evidencia em ­ pírica que apoye la teoría de la convergencia de modelos de crecim iento clásicos (de Solow), en la década pasada, la literatu ra co n tem p o rán ea retom ó con fuerza el tem a del crecim iento y su estim ación al dar cabida a las teorías de crecim iento end ó g en o que in co rp o ran nuevos supuestos re­ lacionados con los rendim ientos de los factores y el papel del Estado, sin con trad ecir los resultados principales del m o­ delo neoclásico.

C on el actual debate, en el que sobresalen autores neoclá­ sicos y de la nueva escuela keynesiana, se con tin úa in te n ­ tan do validar las principales hipótesis del m odelo de solow com o m arco de referencia p ara d eterm in ar las principales variantes en tre las econom ías [Mankiw, R om er y Weil, 1992]. Así destaca el hincapié en el desarrollo del capital hum an o com o variable im p o rtan te p ara co m p ren d er experiencias de crecim iento. Sin em bargo, existe prácticam ente u n consenso sobre la idea de que las variables fundam entales que influyen en el crecim iento desigual siguen estando en la zona no ex­ plicable del m odelo tradicional o consideradas exógenas, a p artir de diferencias com o políticas fiscales, políticas de ed u ­ cación y m arco institucional, en tre otras. En casos de países subdesarrollados que h an m ostrado experiencias so rp ren ­ dentes dadas las condiciones de p artid a (países asiáticos), otro aspecto relevante ha sido el papel explícito del Estado en la conducción del proceso de desarrollo en capital hum ano.

La econom ía cubana, que constituye el objeto de estudio de la presen te investigación, se h a caracterizado p o r p riori­ zar en su proyecto social el desarrollo sistem ático del capital hum ano, con resultados positivos, com o p arte de u n a estra­ tegia organizada y dirigida desde el sector público. Sin em ­ bargo, la im p ortancia de esta variable, en térm inos de

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creci-14 EL C R E C IM IE N T O E C O N Ó M IC O E N CUBA

m iento, h a sido m enos significativa de lo que teóricam ente y, a p artir de la experiencia internacional, p o d ría esperarse

[véase M endoza, 2003].

E n el m odelo socioeconóm ico cubano, el tem a del cre­ cim iento económ ico constituye u n a cuestión trascendental, en especial desde la caída del socialismo europeo. A unque el p ro d u cto no es quizá la variable objetivo en la prop uesta de m odelo socialista, la sostenibilidad económ ica del siste­ m a exige que la discusión sobre cóm o g en erar u n mayor crecim iento cobre im portancia, m inim izando distorsiones estructurales que com p ro m etan dicha variable en el largo plazo. La polém ica m antiene u n a vigencia relevante en las condiciones actuales en que el país se en fren ta a u n nuevo contexto que condiciona el proceso de crecim iento.

E n los últim os 40 años, la econom ía cubana h a transita­ do de m an era cíclica p o r periodos de mayor y m en o r cre­ cim iento. Algunas causas de tal co m portam iento conllevan variables exógenas, com o el acceso al crédito externo y el grado de inserción en los m ercados internacionales. Estos elem entos levantan algunas interrog antes relacionadas con la determ inació n de las variables que p u d ieran explicar las disparidades en las tasas de crecim iento del p ro d u cto en los últim os 40 años, más allá de las tradicionales. P or tal razón, el prob lem a científico de la presente investigación es: ¿qué variables d eterm in an el crecim iento en la econom ía cubana en el p erio do 1975-2004?

El objetivo general consiste en d eterm in ar las variables que h an condicionado la evolución del crecim iento econó­ mico en la econom ía cubana en el p erio d o 1975-2004, con base en el diseño de u n m odelo econom étrico que p erm ita in co rp o rar variables no tradicionales en los estudios de cre­ cim iento. Y los objetivos específicos incluyen:

1. Sistem atizar críticam ente la evolución de los estudios sobre crecim iento económ ico en el ám bito in te rn a ­ cional.

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i n t r o d u c c i ó n 15 2. o b te n e r las productividades m arginales de los facto­ res, así com o los cambios en la productividad total en el p erio d o revolucionario de 1975 a 2004, p o r m edio de u n a fu nció n de prod ucció n agregada.

3. C onstruir u n ind icado r sintético p ara cuantificar las tendencias en el contexto institucional.

4. D em ostrar la relación em pírica en tre la productividad total de los factores (ptf) y variables no tradicionales asociadas al sector externo, el cam bio estructural y el m arco institucional.

A fin de dar respuesta al prob lem a de investigación, se plan tea en principio la hipótesis de que el co m portam ien­ to del p ro d u cto agregado en la econom ía cubana, en el perio d o estudiado, ha d ep en d id o de variables asociadas al contexto regulatorio y al cam bio estructural, adem ás de las variables de com ercio exterior y de los factores de p ro d u c­ ción tradicionales. Para u n a m ejor com prensión del tema, se definen las variables:

Crecimiento del producto. Esta variable se ha identifica­ do d ep en d ien te del in crem en to de la p rod ucció n de bienes y servicios finales, con relación al mismo ind i­ cador en u n año base, a u n d eterm inado nivel de p re ­ cios constante. En el proceso de recolección de datos, se m idió a p artir del p ro d u cto in tern o b ru to (pib) a precios de 1981, de form a agregada p ara la econom ía, y en su dim ensión sectorial p o r ramas de la Clasifica­ ción de Actividades Económ icas (CAE).

Factores de producción tradicionales. Se refiere a los p ro ­ puestos p o r la teo ría neoclásica: stock de capital y em ­ pleo. A quí se incluye tam bién la calidad de la fuerza de trabajo, en ten d id a com o los años prom ed io de es­ colaridad.

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16 EL C R E C IM IE N T O E C O N Ó M IC O E N CUBA

Productividad total de los factores (p t f). Constituye u n in ­

dicador del desem peño económ ico. La tasa de creci­ m iento de la ptf recoge aquella parte del crecim iento del p ro d u cto no explicada p o r el increm ento de los factores productivos convencionales: capital y trabajo.

Contextoregulatorio. La regulación consiste en el flujo de norm as, leyes y políticas que rigen el com portam ien­ to de la sociedad. El contexto regulatorio es el marco gen erad o p o r las regulaciones en u n m om ento dado. En los marcos de la econom ía cubana, se identifican los cambios en el contexto regulatorio derivados de los diferentes sistemas de dirección de la econom ía, con las tendencias de centralización o descentrali­ zación de las decisiones económ icas que h an tenido lugar en diferentes subperiodos de la etapa revolu­ cionaria.

Cambio estructural. El contexto estructural im plica la discrim inación de las variables agregadas p o r las tendencias individuales que la co m po nen en térm i­ nos de insum os, productividad, calificación de la m ano de obra utilizada y tipo de bienes finales, en tre otras. El cam bio estructural es el que se da en la com posi­ ción de algunas de las variables m encionadas. Para el presente estudio, el cam bio en la estructura sectorial de la econom ía cubana en el p erio do 1975-2004 se m ide aplicando la variable producción.

Variables de comercio exterior. La econom ía cubana se caracteriza p o r su grado de apertura al comercio inter­ nacional, es decir: la p ro p o rció n de la sum a de las ex­ portaciones e im portaciones con respecto al p ro d u c­ to in tern o bruto. O tra variable que p u ed e utilizarse com o proxy de la im portancia del com ercio exterior son las im portaciones en térm inos absolutos o com o p ro p o rció n del producto.

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IN T R O D U C C IÓ N 17 A m an era de estudios precedentes, la dem ostración de la im po rtancia de la variable crecimiento del producto se tom a com o u n o de los indicadores principales del desem peño económ ico de los países. Con esta afirm ación no se in ten ta desestim ar el papel de otros objetivos de política económ ica y social del proceso de desarrollo; sin em bargo, no se discuti­ rá la p ertin en cia del crecim iento com o ind icado r económ i­ co y su relación con el desarrollo. Se asume el crecim iento del p ro d u cto sólo com o u n a condición necesaria, mas no suficiente p ara el desarrollo económ ico.

A unque indiscutiblem ente la tecnología influye de m ane­ ra directa en el crecim iento, en esta ob ra no se incluye u n análisis de las variables tecnológicas, sino que se consideran exógenas, p o r dos razones: desde el p u n to de vista prácti­ co, la m edición de la tecnología, fenó m en o com puesto por procesos no observables, supone disponer de inform ación no asequible a la presen te investigación; desde el p u n to de vista teórico, los avances tecnológicos no recogidos en la in­ versión del stock de capital físico se relacionan m enos con va­ riables de decisión o de política económ ica. E n este sentido, la tecnología seguirá valorándose com o parte del residuo en las funciones em píricas a estimar.

El análisis abarca de 1975 a 2004, ya que antes de 1975 no se cuenta con suficientes estadísticas sectoriales. A dicional­ m ente, se requirió acotar el m odelo final al p eriod o 1980­ 2004, p o rq u e las variables requeridas p ara m edir el contexto regulatorio, com o el presupuesto, se e n cu e n tran disponibles a p artir de esa fecha.

Se asum ió u n enfo qu e histórico tan to en el proceso de revisión bibliográfica, com o en el acercam iento a las teo ­ rías analizadas y en la in terp reta ció n de los procesos de la eco no m ía cubana. Asimismo, se m antuvo u n a te n d en cia de análisis de lo gen eral a lo particu lar en el hilo co n d u cto r de los apartados. Se utilizaron criterios de expertos p ara

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18 e l c r e c i m i e n t o e c o n ó m i c o e n c u b a

validar el uso de algunas m etodologías y variables aplicadas. P red o m in ó el uso de m étodos estadísticos y el análisis eco­ nom étrico.

La presen te o b ra ofrece com o ap orte fu nd am ental un m odelo em pírico que p u ed e servir de instrum ento p ara eva­ luar, en térm inos de crecim iento del pro du cto , las variables de política económ ica. En este sentido, la productividad glo­ bal de los factores p o d ría increm entarse p o r cambios en la organización de la prod ucció n que reduzcan la b rech a a la fro n tera de producción, con la cantidad de factores y nivel tecnológico existentes en la econom ía cubana.

A unque el tem a del crecim iento económ ico en la econo­ m ía cubana h a sido ab ordado en la literatura precedente, las variables asociadas al cam bio regulatorio y estructural se incluyen p o r p rim era vez en análisis cuantitativos del cre­ cim iento. Es inédito el resultado principal alcanzado en el presen te estudio: la obtención de u n m odelo em pírico que relacione variables tradicionales con explicaciones h etero ­ doxas de crecim iento para la econom ía cubana, a p artir de sus particularidades.

En el p rim er capítulo, “Teorías m odernas de crecim iento económ ico”, se explican las principales teorías sobre creci­ m iento y productividad que h an dom inado el debate inter­ nacional desde los años trein ta hasta la actualidad. Se eva­ lúan los principales supuestos e im plicaciones y la evidencia em pírica que sostiene o contradice cada u n a de las teorías, con énfasis en la explicación de las diferencias en tre las tasas de crecim iento en los países subdesarrollados.

A p artir de la com pilación teó rica se concluyó que la teo ­ ría sobre el tem a aún es insuficiente p ara in te rp re ta r la evi­ dencia em pírica, a pesar de la evolución de las teorías de crecim iento, que p ara explicar la d iferencia en tre las tasas de crecim iento de los países h an tran sitad o desde conside­ rar solam ente factores tradicionales hasta co ncentrarse en

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IN T R O D U C C IÓ N 19 la en dogenización de la p arte no explicada de este creci­ m iento. Los factores que tom a en cu en ta la te o ría m o d ern a de crecim iento resultan lim itados y d em an d an ser en riq u e­ cidos. Al análisis se h an in co rp o ra d o variables heterodoxas com o la restricción al crecim iento que se im p on e p o r el lado de la dem anda, con las variables de com ercio exterior, las características de la estru ctu ra productiva y la im p or­ tancia de las instituciones. Sin em bargo, la te o ría m o der­ n a del crecim iento describe u n proceso en el que se hace abstracción del e n to rn o institucional y cultural que in ten ta m odelar y al cual n ecesariam ente se cond icionan las in te­ racciones en tre lo m icroeconóm ico y lo m acroeconóm ico, las relaciones de p ro d u cció n y las fuerzas tecnológicas. Al estandarizar estos factores a u n m odelo, la teoría m o d e rn a falla p ara descifrar el proceso de creación productiva en las econom ías no industrializadas, p o r la incapacidad de m odelar u n sistem a social que com bine el en tram ad o de relaciones sociales, culturales y políticas que d eterm in an el crecim iento económ ico.

El segundo capítulo, “Análisis del crecim iento económ ico en C uba desde u n a fu nció n de prod ucció n agregada”, está encam inado a estim ar la fun ción de prod ucció n agregada de la econom ía cubana m ediante el instrum ental econom é­ trico de datos de panel, con datos de series tem porales in ter­ sectoriales. Se analiza la p ro p u esta del m odelo tradicional de Solow (contabilidad de crecim iento) y las lim itantes para su aplicación, así com o el m odelo usado en la estim ación principal de la fun ció n de p rod ucció n básica y sus resultados fundam entales. Asimismo, se analizan los datos, destacando sus fuentes y los aspectos relativos a su m edición, así com o las transform aciones que requirió cada serie. P osteriorm en­ te, se ab orda el m odelo em pírico prop uesto justificando su selección y las principales especificaciones a incluir. Como principales resultados, se d eterm in aro n las elasticidades de

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20 E L C R E C IM IE N T O E C O N Ó M IC O E N CUBA

los factores de producción, u n índice de eficiencia sectorial y u n a serie del crecim iento de la productividad total de los factores. A unque los resultados obtenidos ap o rtan al análisis em pírico de los determ in an tes del crecim iento en la econo­ m ía cubana, la m etodología utilizada de funciones de p ro ­ ducción neoclásicas hace abstracción de algunos elem entos estructurales, cuya ausencia p u ed e falsear los resultados an­ tes argum entados.

En el tercer capítulo, “D eterm inantes de la productividad total de los factores en C uba”, se analiza la im portancia de variables no tradicionales p ara el crecim iento. A p artir de u n estudio de la evolución del contexto regulatorio y cambios estructurales en el p erio do 1980-2004, se evalúan las m eto­ dologías p ara la construcción de índices que cuantifiquen am bos procesos. En el diseño de variables p ara aislar el efec­ to que sobre el crecim iento p u ed a te n er el m arco regulato- rio, en ten d id o p ara el presente estudio com o las tendencias centralizadoras o descentralizadoras, se construyó u n índice com puesto que, a p artir de la historia económ ica de Cuba, p erm ite cuantificar las oscilaciones de este contexto. Se re­ currió al m étodo estadístico de análisis m ultivariado de com ­ p o n en tes principales. A dicionalm ente, se elabo raron índ i­ ces de cam bio estructural parcial -c o n respecto a sectores in d e p e n d ie n te s- y u n índice agregado p ara m edir el cambio estructural, que co m plem enta p ero no sustituye el análisis parcial.

En la últim a p arte del tercer capítulo, se in ten ta endoge- nizar la m encionada serie de la ptf, explicando su evolución a p artir de variables institucionales e estructurales. Con base en u n a cointegración, se dem ostró la existencia de u n a rela­ ción inversa e n tre la evolución de la serie de la ptf y el índice de centralización construido. Las variables de com ercio ex­ terio r y de cam bio estructural m ostraron u n a relación signi­ ficativa con la productividad total de los factores. M ediante

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i n t r o d u c c i ó n 21 las relaciones anteriores se validó que la productividad total de los factores d ep en d e de variables internas, p o r lo que se dem uestra la potencialidad de in crem en tar el p ro d u cto a p artir de decisiones de política económ ica.

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1. Te o r ía s m o d e r n a s DE CRECIMIENTO ECONÓMICO

Clasificar los estudios sobre crecim iento es u n a tarea com ­ pleja, si consideram os que en las ciencias económ icas todos los teóricos convergen hacia el aum ento de la p rod ucció n o su sostenibilidad, ya sea de m an era directa o ind irecta. En la presente investigación se adoptó la clasificación de Jones [1975], a p artir de la cual se identifican tres grandes grupos que in teg ran a la m ayoría de dichos estudiosos.

El p rim er g rupo incluye a los llam ados clásicos del p e n ­ sam iento económ ico, cuya in ten ció n era desarrollar teorías generales sobre el sistema económ ico, in teg ran d o aspectos históricos, sociológicos y políticos, más que ab o rd ar el au­ m ento productivo en sí. C orrespo nd ería en cu ad rar la obra de Marx en este grupo, aun qu e con diferencias obvias res­ pecto de algunos de sus predecesores, com o Smith y Ricar­ do, en tre otros. U n a segunda categoría derivada de form a directa o ind irecta de la anterior, en lo tem poral y lo teóri­ co, co n cen tra teorías cuyo objeto de estudio es el desarro­ llo económ ico; este g rupo in tro d u ce u n a concepción más p ro fu n d a de las fuentes sociales, políticas, institucionales y tecnológicas del crecim iento, p o r lo que se m encionarán al­ gunos de sus aportes, au n q u e su evolución no sea objeto de discusión. El tercer y últim o conjunto se conform a p o r las

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24 EL C R E C IM IE N T O E C O N Ó M IC O E N CUBA

llamadas teorías modernas1 del crecim iento, y se constituye en el centro de atención de este capítulo, lo cual no significa desconocer el valor de las anteriores investigaciones para la ciencia económ ica y las posteriores teorías de crecim iento.

La clasificación de modernas no se debe sim plem ente a razones tem porales, sino p o rq u e com p arten características com o “utilizar u n n ú m ero relativam ente p eq u eñ o de varia­ bles económ icas, definidas de form a precisa, para la elabora­ ción de u n m odelo form al sobre u n aspecto del proceso de crecim iento” [Jones, 1975]. Su valor em pírico es fuen te aún de polém ica y quizá en ello radica su principal debilidad, al desconocer variables de corte social, que no p u e d e n form ali­ zarse en m odelos, al m enos con d eterm in ad a precisión.

A continuación se ab o rd an los antecedentes em píricos y teóricos de las teorías m odernas de crecim iento; la evolución del m odelo neoclásico, lo mismo que sus principales críticas e im plicaciones; los m odelos de crecim iento p o r el lado de la d em an da y su evidencia em pírica, así com o dos especifica­ ciones que se derivan de ellos (los m odelos restringidos p o r balanza de pagos y el crecim iento explicado desde el cambio estructural); los m odelos de crecim iento endógeno; el deba­ te en tre m arco institucional y crecim iento; y finalm ente al­ gunos factores que explican el divorcio de las teorías de cre­ cim iento considerando la evidencia em pírica internacional.

Losantecedentesdelosmodelosdecrecimiento

D esde el p u n to de vista em pírico, ya en la década de los trein ta,2 se discutían el concepto de productividad total y

1 La utilización del término moderno responde en la literatura a la sim­ ple intención de diferenciar las teorías que se han desarrollado en épocas más recientes, sobre todo desde la revolución keynesiana.

2 En Copeland [1937] y Copeland y Martin [1938], la divergencia en­ tre las series que representaban los volúmenes de producto e insumos se

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T E O R ÍA S M O D ER N A S D E C R E C IM IE N T O E C O N Ó M IC O 25 el reconocim iento de que los factores de p rodu cción no ex­ plicaban la totalidad del crecim iento del pro du cto , aunque de m anera estilizada se identificaron p o r p rim era vez en el m odelo Solow-Swan [1956].

D esde el p u n to de vista teórico, el m odelo m acroeconóm i- co de H arrod-D om ar constituye el principal an teced en te de las teorías m odernas de crecim iento. Este tipo de modelos p o n e énfasis en la acum ulación de factores de producción p ara explicar el crecim iento, h acien do abstracción de la im ­ po rtan cia de la productividad p ara dilucidar las diferencias en tre las tasas de crecim iento en tre países. En particular, el m odelo de H arro d (véase recuadro 1.1) desarrolla u n en ­ foque keynesiano que se cen tra en las condiciones necesa­ rias p ara el equilibrio m acroeconóm ico en tre el ah o rro y la inversión en u n a econom ía dinám ica. El análisis form al de este m odelo se realiza en niveles agregados, sin que se expli­ cite el m étodo de agregación; sus variables m acroeconóm

i-identifica como una medida de los cambios en la eficiencia del sistema económico. Friedman [1937] y Hicks (1940) aportan al debate de esa época en el que se incorpora por primera vez la idea de que dicha diver­ gencia es atribuible al grado de cambio técnico y que se incrementaría en presencia de rendimientos crecientes a escala e imperfecciones de mer­ cado. Los trabajos empíricos pioneros en la medición de esta divergencia o productividad total se encuentran en Tinbergen [1942], que generalizó una función Cobb-Douglas agregándole un término de tendencia expo­ nencial para representar el progreso técnico. Otros estudios sobre el tema se recogen en Stigler [1947] y Schmookler [1947], a partir de series de cuentas nacionales en la construcción de índices para “describir el patrón y magnitud del cambio técnico”. En Fabricant [1954], con base en Ken­ drick [1953], se reconoce que “la mayor parte del crecimiento por unidad de insumos no ha sido explicado” y que, por tanto, la mayor fuente de crecimiento económico ha sido una amplia mejora en eficiencia. Al mis­ mo tiempo, en 1948, Barton y Cooper publicaron un índice de producto por unidad de insumo para la agricultura estadounidense, cuyos datos utilizó Johnson [1950] para estimar la magnitud de los desplazamientos de la función de producción (lineal y en logaritmos) en la agricultura en diferentes periodos.

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Recuadro1.1. ElmodelodecrecimientodeHarrod: principalessupuestoseimplicaciones

26 EL C R E C IM IE N T O E C O N Ó M IC O E N CUBA

El modelo asume fijas las razones capital/producto (v) y ahorro/ingreso (s). La población crece a una tasa constante y exógena (n), y la función de producción responde a una tecnología de proporciones fijas o Leontief.

De los supuestos anteriores se puede derivar que el capital es proporcional al producto, de modo tal que K = vY o AK = vAY, así que v se interpreta simul­ táneamente como el incremento efectivo en el stock de capital, dado un in­ cremento efectivo en la producción, o como el incremento del stock de capital que los empresarios consideran apropiado para el nuevo nivel de producción.

El modelo también hace abstracción del progreso técnico y de la deprecia­ ción (aunque la inclusión del progreso técnico y la depreciación no cambiaría de manera sustancial las implicaciones del modelo), por lo que la tasa de cre­ cimiento del stock de capital será igual al flujo de inversión agregada: K = I,

de donde I = vY.

La conclusión fundamental del modelo es que el equilibrio se sostiene mientras la renta nacional y el stock de capital crecen a la misma tasa cons­ tante (s/v). Dos explicaciones se pueden derivar de esta conclusión. La primera es literal e interpretada como una identidad: el crecimiento efectivo del pro­ ducto (Ga) debe ser igual a s/v para mantener el equilibrio inversión-ahorro en el largo plazo.

Una segunda interpretación identifica a la relación s/vr (en la literatura se registra a la misma variable v como vr si cumple esta segunda función) como el incremento del capital adecuado para los empresarios, dado el incremento en el nivel de renta.

Donde

Y = s_

Y = vr

por lo que esta relación se igualaría ahora no solo a la tasa de producto efec­ tiva, sino a la tasa que por consiguiente existiría en la economía de haber invertido los empresarios la cantidad "necesaria". Por ello, se le llama tasa de crecimiento garantizada (GW).

Si la producción efectiva crece a la tasa garantizada (GA = GW), v, la relación marginal capital-producto efectiva se igualará a vr (la relación capital-trabajo requerida) y el stock de capital existente se ajustará al stock de capital desea­ do. Adicionalmente, se encuentra GN, definida como la tasa de crecimiento natural que depende fundamentalmente del crecimiento de la población, su­ poniendo siempre que existe pleno empleo en la economía, por lo que pudiera interpretarse como una tasa de crecimiento máxima, dados los factores de producción o producto potencial.

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T E O R ÍA S M O D ER N A S D E C R E C IM IE N T O E C O N Ó M IC O 27 cas p o d rían in terp retarse com o referencia a u n a econom ía con u n solo bien.3

La condición fu nd am en tal del m odelo de H a rro d p ara u n crecim iento en estado estático o para u n equilibrio de pleno em pleo es GA = GW = GN. s in em bargo, en condiciones diná­ micas, el equilibrio sostenido su p o n d ría que la tasa efectiva de crecim iento (GA) es igual a la tasa de crecim iento de la fuerza de trabajo (n), dado que se h a supuesto u n a relación trabajo-producto constante (s/v).

C uriosam ente, s, v y n d e p en d e n de factores in d e p en d ien ­ tes, p o r lo que d en tro del m odelo no hay garan tía o m eca­ nism o que haga cum plir la condición de equilibrio del m o­ delo de H arro d, sino solo accidentalm ente. Esta im plicación in tro d u ce la idea de que el equilibrio no es u n a condición in h e re n te al sistema, lo cual se advierte en la literatu ra com o el p rim er pro blem a de H arrod. En segundo lugar, H arro d dem ostró que no solo existía divergencia co ntinu a en tre las tasas efectiva y garantizada del prod ucto, sino “fuerzas cen­ trífugas” que im pulsaban al sistema a alejarse cada vez más del equilibrio.

A pesar de sus lim itaciones, se le debe recon ocer u n re­ levante valor teórico, no p o r la precisión y veracidad en los resultados, sino p o rq u e abordó p o r p rim era vez los temas de crecim iento dinám ico de la econom ía.

A p artir de H arrod, dos vertientes se constituyeron en los principales enfoques de estudios m acroeconóm icos poste­ riores. La p rim era de ellas y más difundida, fu n d am en tad a

3 El modelo de Domar presenta muchas similitudes con el modelo de Harrod; de ahí que en la literatura usualmente se haga referencia al mo­ delo Harrod-Domar. La discrepancia fundamental se encuentra en que el de Harrod se enfoca en una función de inversión concreta, mientras que el modelo de Domar se centra en la naturaleza dual de la tasa de inver­ sión: determina el nivel efectivo de la renta e incrementa el nivel de renta potencial; no asume una función. Desde el punto de vista de la fuerza de trabajo, Domar no introduce supuestos explícitos sobre su crecimiento.

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28 EL C R E C IM IE N T O E C O N Ó M IC O E N CUBA

p o r la escuela neoclásica, tom ó el m odelo de H arro d como el p u n to de p artid a para el desarrollo de m odelos de creci­ m iento equilibrado. La segunda, rep resen tad a en principio p o r los econom istas de C am bridge, in terp retó esta prim era aproxim ación com o u n a m uestra de los desequilibrios in h e ­ rentes al sistema capitalista y con tin uó los estudios del creci­ m iento dinám ico con el acento en el ciclo económ ico (véase adelante el subapartado “M odelos de crecim iento o rien ta­ dos a la d em an d a”).

¿Qué distinguió fu n d am en talm en te a estas dos vertientes? El equilibrio en el m odelo de H arro d d ep en d ía de la evo­ lución in d e p en d ien te de los tres parám etros m encionados: “Por lo m enos uno, o tal vez más de estos tres núm eros 5, v y

n tiene que ser, no u n a constante dada, sino u n a variedad de valores suficientem ente amplia. Esto bastaría p ara estable­ cer la m era posibilidad de un crecim iento en estado estable”

[Solow, 1970].4

La tasa de crecim iento de la población, au n q u e fue u n a va­ riable sobresaliente de los “clásicos”, d ep en d e de factores es­ tables, en tre ellos dem ográficos, institucionales y culturales.

La diferencia en tre las dos vertientes o ramas de estudio que se p lan tearo n desde el m odelo H arrod-D om ar se dife­ rencian princip alm en te en el p arám etro que ju zg an varia­ ble. Los C am bridge Keynesians y otros econom istas de la mism a vertiente profundizan en los determ in an tes de la tasa de ah o rro y, com o seguidores de Keynes, la convierten en u n a variable que, a su vez, constituye u n a fu nción de la de­ m and a efectiva. Así, este tipo de m odelos se convierten en estudios de cóm o influir sobre la tasa de ah o rro aportándole el papel central a la teoría de la dem anda.

Los m odelos neoclásicos posteriores levantan el supuesto de u n a relación fija cap ital/p ro d u cto , transitando de u n a

4 Conferencia impartida en la Universidad de Warwick en diciembre de 1968.

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T E O R ÍA S M O D ER N A S D E C R E C IM IE N T O E C O N Ó M IC O 29 fun ción de p rodu cción de L eon tief a u n a Cobb-Douglas. Ig noran inicialm ente la existencia de u n a función de inver­ sión y la su p o n en ex-ante igual al ahorro.

Elmodeloneoclásicobásico.

Principalesimplicacionesyevidenciaempírica

La literatu ra convencional actual suele com enzar sus aná­ lisis del tem a de crecim iento p o r el m odelo neoclásico5 Solow-Swan [1956] y recoge sus resultados com o el inicio del interés co n tem p o rán eo p o r la m edición del crecim iento económ ico. Asimismo, sin desconocer la preceden cia de los prim eros trabajos de H arro d [1936 y 1939] y p osteriorm ente el de D om ar [1946], desestim a la im portancia del m odelo H arrod-D om ar p o r su “sim plicidad y poco realism o” y prefie­ re estudiar el m odelo neoclásico com o u n a generalización y, p o r tanto, de m ayor validez que su antecedente. En la p re ­ sente investigación no se valida la afirm ación anterior; por el contrario, se ju zg a al m odelo neoclásico com o u n a conti­ nuación e integración de los aspectos desarrollados desde el p u n to de vista teórico y em pírico p o r estudios anteriores.

Inicialm ente, Solow m antiene todos los supuestos de Ha- rrod, excepto p o rq u e cam bia la consideración de la tecno­ logía desde u n a basada en u n a fu nció n de p ro du cción de L eon tief a u n a Cobb-Douglas. La im plicación fundam ental

5 D i s t i n t a s p e r s p e c t i v a s d e l i m i t a n e l u s o d e l t é r m i n o neoclásico. E s te se a p l i c a a lo s e c o n o m i s t a s q u e p o s t e r i o r m e n t e a l a r e v o l u c i ó n m a r g i n a l i s t a b a s a r o n s u s e s t u d i o s e n m e r c a d o s c o m p e t i t i v o s , c o n f o r m a c i ó n d e p r e c i o s q u e i g u a l a r í a n l a o f e r t a a l a d e m a n d a . K e y n e s c o n s i d e r a n e o c l á s i c o s a t o d o s lo s e c o n o m i s t a s p o s t e r i o r e s a R i c a r d o , q u e a s u m i e r o n f u e r z a s e n e l s i s t e m a q u e g a r a n t i z a b a e q u i l i b r i o d e p l e n o e m p l e o . L a t e o r í a m o d e r n a c o n v e n c i o n a l j u z g a n e o c l á s i c o s a a q u e l l o s q u e s u b o r d i n a n lo s p r o b l e m a s d e c o r t o p l a z o a lo s p r o b l e m a s d e l c r e c i m i e n t o d e l a o f e r t a y s u p o n e n e n s u m a y o r í a f l e x i b i l i d a d e n v a r i a b l e s n o m i n a l e s .

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30 EL C R E C IM IE N T O E C O N Ó M IC O E N CUBA

de esta diferencia es que se asum en productos marginales positivos p ero decrecientes p ara los factores de producción. Así, se p u ed en registrar dos supuestos adicionales: ausencia de u n a fu nció n de inversión6 y m ercados de factores perfec­ tos con variables nom inales flexibles.7

Las conclusiones principales fu ero n :8 1) que el sistema tien de hacia u n a trayectoria de crecim iento equilibrado, al ajustarse la p ro p o rció n capital-trabajo ante cualquier des­ equilibrio transitorio, y 2) que la tasa de crecim iento de lar­ go plazo del p ro d u cto es igual a la tasa de crecim iento de la fuerza de trabajo (n) considerada constante y exógena y, p o r tanto, in d e p en d ien te de la p ro p o rció n de la ren ta que se ah o rre (s).9 La segunda conclusión se contradice con uno de los preceptos fundam entales de la m acroeconom ía hasta ese m om ento: u n a econom ía con u n a mayor tasa de ahorro garantizará u n mayor crecim iento [Lewis, 1955]. En el m o­ delo de Solow esto solo es correcto en p arte ;10 en el largo plazo, la tasa de ah o rro no afecta la tasa de crecim iento del producto.

6 Enfoques neoclásicos posteriores incluyen las funciones de consumo e inversión microeconómicas fundamentadas en las preferencias intertem­ porales.

7 Nótese que lo que se conoció como el primer problema de Harrod se resuelve haciendo variable la relación capital-producto; y el segundo se evita haciendo abstracción de la función de inversión que dependa de las expectativas de los empresarios y que determine en última instancia la demanda agregada.

8 Nótese que en este modelo aún no se ha incluido el progreso técnico ni la tasa de depreciación.

9 Esta afirmación no indica que tasas mayores de ahorro no tendrán influencia positiva en la producción (en nivel), sino que la tasa de creci­ miento de largo plazo del producto no se verá afectada.

10 Un cambio permanente en la tasa de ahorro expandirá la función de inversión ocasionando una aceleración temporal de la tasa de creci­ miento del stock de capital que se reducirá a medida que la economía se aproxime a un nuevo estado estacionario.

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t e o r í a s m o d e r n a sd e c r e c i m i e n t o e c o n ó m i c o 31 U n a am pliación del m odelo original incluyó u n conjunto de variables p ara garantizar cierto grado de realism o en sus conclusiones, en tre ellas: a) u n a tasa constante de depreciación del capital (X), lo cual no m odifica las conclusiones del m o­ delo original relativas a que en presencia de depreciación la tasa de crecim iento de largo plazo del p ro d u cto es n + X; y 2) el progreso técnico, con no poca relevancia, com o parte de u n a discusión o nuevo enfoque en el tem a de las funciones de p ro ­ ducción en los m odelos de crecim iento, en sustitución del concepto de cam bio técnico neutral. De este m odo, se buscó desarrollar u n a m etodología11 p ara separar las variaciones del p ro d u cto p e r cápita ocasionadas p o r cam bio técnico, de las provocadas p o r la disponibilidad de capital p e r cápita.

Al incluir la variable cam bio técnico, que en la modeliza- ción de la fu nción de p rod ucción responde a la incorpo ­ ración de u n a ten d en cia tem poral, Solow in ten ta rep resen ­ tar “cualquier tipo de desplazam iento en la función de p ro ­ ducción. P or tan to [...] m ejoras en la educación de la fuerza de trabajo [...] ap arecerán com o cam bio técnico” [Solow, 1957]. La conclusión central del m odelo de Solow es que existe u n a senda de crecim iento equilibrado a largo plazo, que d ep en d e solo de la tasa natural y de la tasa exógena de progreso técnico (véase anexo 1.1).

La conclusión em pírica es que, si se m ide la contribución del capital p o r sus rendim ientos en el m ercado, las variacio­ nes en el stock de capital no explican u n a p arte significati­ va del crecim iento productivo m undial o de las diferencias en tre los países. o t r a conclusión im plícita en estos m odelos neoclásicos iniciales es la llam ada hipótesis de la convergencia:

si el crecim iento del p ro d u cto p o r trabajador es p ro p o rcio ­

11 E s t a m e t o d o l o g í a , c o n o c i d a c o m o c o n ta b ilid a d de crecim iento, s e u s a a m p l i a m e n t e e n e s t u d i o s p o s t e r i o r e s y s e e x p l i c a e n e l c a p í t u l o 2. S u s u ­ p u e s t o b á s i c o d e f u n c i o n a m i e n t o e s q u e lo s f a c t o r e s s e a n p a g a d o s p o r s u s p r o d u c t o s m a r g i n a l e s .

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32 EL C R E C IM IE N T O E C O N Ó M IC O E N CUBA

nal al crecim iento del capital p o r trabajador y este acelera su crecim iento en relación inversa al stock de capital existen­ te, se debe esperar que los países con m enores acervos de capital crezcan a tasas mayores hasta acercarse a su estado estacionario. Entonces, las econom ías en el ám bito m undial te n d erían a converger hacia tasas de crecim ientos similares; esta im plicación h a sido la más controvertida y contrastada p o r estudios em píricos posteriores.

N um erosas críticas p o d rían expresarse sobre esta p rim era y casi estática presen tación del m odelo neoclásico, que au n ­ que pred eceso ra de teorías más com plejas -especialm ente, desde el p u n to de vista m atem ático - ejem plifica las cuestio­ nes fundam entales del “en fo q u e” neoclásico.12

A p artir de la presentación de esos artículos pioneros del m odelo neoclásico, se enriqueció el debate sobre el tem a del crecim iento que se estaba gen eran d o desde los años treinta. Los protagonistas principales de las discusiones fu ero n un grupo de econom istas, al principio denom inados los Cam­ bridge Keynesians,13 cuyo prim ordial an teced en te se halla en la teoría de Keynes y, en térm inos de crecim iento, en el m odelo de H arrod. Esta escuela tam bién está m otivada p or la explicación del crecim iento desde los factores de p ro d u c­ ción, p ero con u n distanciam iento m etodológico im p o rtan ­ te del m odelo neoclásico.14

12 E l o b j e t i v o d e e s t e a p a r t a d o n o e s l a c r í t i c a e p i s t e m o l ó g i c a d e lo s s u p u e s t o s n e o c l á s i c o s q u e s o p o r t a n s u s c o n c l u s i o n e s , c o m o lo s m e r c a d o s p e r f e c t o s y e l a j u s t e i n s t a n t á n e o d e lo s p r e c i o s d e lo s f a c t o r e s . 13 L o s o r í g e n e s d e l t é r m i n o se r e f i e r e n a u n g r u p o d e c i n c o e c o n o m i s t a s s e g u i d o r e s c o n t e m p o r á n e o s d e K e y n e s q u e a p o r t a r o n a n á l i s is y c o m e n t a ­ r i o s a l a Teoría G eneral, a n t e s d e s u p u b l i c a c i ó n : J o a n R o b i n s o n , R i c h a r d K a h n , P i e r o S r a f f a , A u s t i n R o b i n s o n y J a m e s M e a d e . P o s t e r i o r m e n t e , e s te g r u p o s e e n r i q u e c e r í a c o n o t r o s e c o n o m i s t a s i n g l e s e s t a m b i é n s e g u i d o r e s d e la s i d e a s k e y n e s i a n a s , e n t r e e l l o s R o y F. H a r r o d , N i c h o l a s K a l d o r , A b b a L e r n e r y J o h n H ic k s . 14 H a s t a l a d é c a d a d e lo s s e s e n t a , e l o b j e t i v o f u n d a m e n t a l f u e c o n t i n u a r e l i n t e n t o d e H a r r o d d e c o m b i n a r l a t e o r í a k e y n e s i a n a d e f l u c t u a c i o n e s

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T E O R ÍA S M O D ER N A S D E C R E C IM IE N T O E C O N Ó M IC O 33 Las críticas más im portantes (véase anexo 1.2) se relacio­ n an con la m edición del capital y su m aleabilidad im plícita en el supuesto de sustituibilidad perfecta de los factores ca­ pital y trabajo. N ótese que el tem a del capital en tra ñ a sus­ tanciales problem as m etodológicos y connotaciones ideo- lógicas.15 O tra fu en te de críticas se refiere a la m edición e in co rp oració n del cam bio técnico en la función de p ro d u c­ ción y no m enos im p o rtan te la endogenización de la tasa de ah o rro en la econom ía que el m odelo neoclásico considera­ ba exógena.

Propuestas neoclásicas posteriores, apoyadas en los apor­ tes de la fu nción de utilidad de Von-Neum an [1945], cons­ truyeron m odelos in tertem porales p ara el desarrollo de u n a fun ción de consum o [Friedm an, 1957; Ando-M odigliani, 1963]. A p artir de estos conceptos, el ah o rro o la prop orció n del p ro d u cto destinada a la inversión deja de ser u n a tasa constante en el m odelo e in d e p en d ien te de las expectativas. C on esta inclusión en la teo ría de crecim iento neoclásica se in co rp o ra tam bién el papel de las políticas económ icas, cuando con an terio rid ad el gob ierno había sido u n agente ausente en el m odelo.

Por lo anterior, las conclusiones del m odelo neoclásico predecían, al parecer, que los países subdesarrollados d ebe­ rían crecer a tasas mayores que las econom ías desarrolladas. Si los rendim ientos del capital dism inuyen en países con m a­ yores stocks de capital, com o el m odelo explica, existirán incentivos p ara que el capital se desplace a las econom ías de con el crecimiento de largo plazo. Sin embargo, algunos de sus integran­ tes intentaron asociar las conclusiones keynesianas con economistas clási­ cos como Ricardo y Marshall, inspirados en la incipiente obra del econo­ mista polaco Kalecki, quien había publicado trabajos que vinculaban las ideas keynesianas con el marxismo.

15 La idea de que el capital es un factor de producción, cuya producti­ vidad marginal determina el beneficio de sus propietarios, constituye una defensa a la “justicia” del sistema capitalista [Jones, 1975].

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34 EL C R E C IM IE N T O E C O N Ó M IC O E N CUBA

m enores acervos de capital fortaleciendo la hipótesis de la convergencia. La segunda explicación im po rtan te de la dife­ rencia en tre las tasas de crecim iento se vincula con la posi­ ción distinta ante el progreso tecnológico, ante la posibilidad de retardos en la difusión y apropiación p o r algunos países.

U n n ú m ero im p o rtan te de estudios em píricos posteriores se h an dedicado a dem ostrar o rechazar las dos proposicio­ nes señaladas: Baum ol [1986] dem ostró u n a convergencia casi p erfecta p ara u n a m uestra de 16 países industrializados en tre los años 1870 y 1879. Sim plem ente utilizó la m eto do ­ logía de regresión en logaritm os de la tasa de crecim iento del p ro d u cto p o r trabajador co n tra la mism a variable en el p erio d o inicial y u n a constante. El p arám etro de relación en tre las dos variables resultó de -0.99.

Dos críticas fundam entales se opusieron al estudio an­ terior. La p rim era crítica, basada en la selección de los paí­ ses, proviene de De Long [1988], que corrige la m uestra al agregar siete países y en cu e n tra que el p arám etro de con­ vergencia disminuye a 0.57; o tra crítica se vincula con los sesgos en la m edición de la variable dep en d ien te, que p u e­ d en originarse de la m uestra de países seleccionados, al ser los únicos con estadísticas en los prim eros años del estudio.

En general, la crítica más evidente p rocede de las caracte­ rísticas de los países incluidos en el estudio. En los prim eros estudios de convergencia solo era posible abarcar u n n ú m e­ ro p eq u eñ o de países, p o r falta de estadísticas continuas y com parables, p o r lo que se recu rría a subm uestras de países con características similares en el ám bito in tern acio n al.16

C on la construcción de bases de datos internacionales [Sum m er-H eston, 1988] y el desarrollo de nuevas técnicas econom étricas, al inicio de la década de los noventa se hicie­ 16 Para un estudio de cómo intervienen otras variables en la hipótesis de la convergencia, así como la estructura de líderes y seguidores en el ámbito internacional, véase Abramovitz [1986].

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T E O R ÍA S M O D ER N A S D E C R E C IM IE N T O E C O N Ó M IC O 35 ro n posibles estudios más ambiciosos. En u n estudio de 98 países en tre 1960-1985, B arro [1991] en cu e n tra que las ta­ sas de crecim iento p e r cápita no m an tienen correlación con los niveles de p ro d u cto p e r cápita iniciales de las econom ías (0.09), haciendo inconsistente la hipótesis de convergencia del m odelo neoclásico típico.17

Mankiw, R om er y Weil [1992] realizaron u n o de los es­ tudios em píricos más citados en la literatura de crecim ien­ to. Trabajaron tam bién con u n a m uestra de 98 países entre 1960 y 1985, au n q u e evaluaron otras dos subm uestras de países. El trabajo co ncuerd a en las relaciones en tre variables que p redice el m odelo neoclásico, au n q u e contradice algu­ nas de las m agnitudes previstas.

En p rim er lugar, al estim ar la ecuación fu n d am e n tal18 de Solow [1956], descubren suficiente evidencia p ara apoyar sus conclusiones: 1) los coeficientes de ambas variables ex­ plicativas resultaron significativos e inversos en signo; 2) la restricción de igualdad de estos dos coeficientes im puesta al m odelo no resultó rechazada; y 3) las diferencias en el ah o rro y en la población explican u n a p ro p o rció n im p o rtan ­ te de las variaciones del ingreso p e r cápita en tre países. No obstante, el estudio revela u n im pacto del crecim iento del ah o rro y la población m ayor de lo que predice el m odelo.

En u n segundo m om ento, se incluye u n proxy de capital h u m an o en el m odelo neoclásico. Esta inclusión respondió a dos explicaciones: la acum ulación de capital h u m ano p u e­ de correlacionarse con las tasas de ah o rro y con la tasa de crecim iento de la población, p o r lo que la exclusión de esta variable g en eraría parám etros sesgados; mayores niveles de ingreso explicarían mayores acum ulados de capital hum

a-17 M á s a d e l a n t e s e r e t o m a e l t e m a d e e s t e t r a b a j o p a r a e v a l u a r o t r a s c o n c l u s i o n e s c u a n d o s e i n c l u y e n v a r i a b l e s c o m o e l c a p i t a l h u m a n o , ta s a s d e f e r t i l i d a d , i n e s t a b i l i d a d p o l í t i c a e i n v e r s i o n e s p ú b l i c a s .

18 1 n ( Y / L ) = a + a 1 n (s) - a 1 n ( n + g + ô ) + e 1 - a 1 - a

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36 EL C R E C IM IE N T O E C O N Ó M IC O E N CU B A

no, p otenciándose u n efecto mayor de la acum ulación del capital físico sobre el ingreso.19

Los resultados arrojan im p o rtan te evidencia sobre la vali­ dez del m odelo de Solow aum en tado en capital hum ano, en cuanto a las relaciones que p redice el m odelo, en m agnitud y signo, aun qu e hay diferencias en tre las subm uestras. A de­ más, validan la hipótesis de rendim ientos a escala constantes de la función de producción.

En cuanto a la hipótesis de la convergencia, los autores expli­ can que el m odelo de Solow no predice la convergencia abso­ luta e n tre econom ías con diferentes parám etros, sino la con­ vergencia en tre países con similares determ in antes del estado estacionario, lo cual se h a llam ado convergencia condicionada.

En regresiones similares a De Long [1988], en que no se co ntro lan los parám etros, se rechazaría tam bién la idea de que los países pobres crecerán con más rapidez que los ricos. Sin em bargo, sí se en cu e n tra evidencia de convergencia absoluta en tre los países que com p on en la subm uestra de la O rganiza­ ción p ara la C ooperación y el D esarrollo Económ ico (OCDE). Al incluir las variables tasas de inversión y crecimiento de la po­ blación com o explicativas, el coeficiente del p ro d u cto p e r cá­ pita inicial se vuelve negativo y significativo en las tres m ues­ tras, validando la hipótesis de la convergencia condicionada. La inclusión del capital h u m ano disminuye el im pacto del pro d u cto inicial y m ejora la especificación del m odelo.

El estudio concluye que el m odelo de Solow es consisten­ te con la evidencia internacional, si se le incluye el capital h u m an o con la mism a im portancia que el capital físico. Sus­ cribe la conclusión del m odelo neoclásico de que con simi­ lares tecnologías, tasas de acum ulación y crecim iento de la población, los países d eb en converger en p ro d u cto p e r

cápi-19 Esta segunda parte del estudio es consistente con las discusiones y avances empíricos tratados en el subapartado “Los modelos de crecimien­ to exógeno”.

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t e o r í a s m o d e r n a sd e c r e c i m i e n t o e c o n ó m i c o 37 ta, au n q u e con u n a velocidad del doble de lo anticipado en el m odelo original, 35 años.20

P ritch ett [1997], p o r su parte, llega a conclusiones dis­ tintas con datos sobre la evolución del p ro d u cto en países desarrollados y subdesarrollados. Su estudio indica que el proceso de “convergencia” de algunos países subdesarro- llados se ha caracterizado p o r explosiones no sostenidas de crecim iento, tasas muy inferiores a los desarrollados y oca­ sionales caídas en picada. De los 108 países subdesarrollados del estudio, en el perio do 1960-1990, 11 crecieron a u n a tasa mayor de 4.2% (econom ías asiáticas fu n d am en talm en te); 16 de ellos p resen taro n tasas de crecim iento pro m edio negati­ vas; 28 países registraron u n a tasa de crecim iento positiva p ero inferior a 0.5%, y 40 m ostraron tasas de crecim iento m enores a 1 p o r ciento. A dicionalm ente, 81 de los países subdesarrollados h an exp erim en tad o desaceleración en su tasa de crecim iento, en prom edio de 3 p o r ciento.

La conclusión fun dam ental de P ritch ett a p artir de las estadísticas es que prácticam ente n in g u n a de las posibles im plicaciones que la teoría p redice para los países industria­ lizados se cum ple para el resto del m undo, de m odo que se apoya u n a hipótesis de divergencia en tre las econom ías en el ám bito m undial.

No es objetivo de la presen te sección ap o rtar conclusio­ nes, sino reflejar la evolución del m odelo neoclásico “típi­ co”. En siguientes apartados se discuten otras deficiencias o aportes que otras teorías señalan al m odelo.

Modelosdecrecimientoorientadosalademanda

El m odelo neoclásico, aun con sus m uchas transform aciones en la década de los sesenta, explicaba el crecim iento

con-20 Para profundizar en estudios sobre la velocidad de convergencia en el modelo Solow-Ramsey de transición dinámica, véase Jones [1997].

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38 EL C R E C IM IE N T O E C O N Ó M IC O E N CUBA

siderando la tasa de in crem en to de la m ano de obra y el cam bio técnico exógeno, sin ap o rtar luces sobre las causas de am bos factores.

A p artir de la expansión de posguerra de las econom ías de­ sarrolladas y con base en el m odelo de “dualism o”21 de Lewis [1954], la evidencia sugiere que el in crem en to en el em pleo -m ás que ser ex ó g en o - d ep en d e del au m ento en la d em an­ da de em pleo, la cual d ep en d e a su vez del p ro pio crecim ien­ to del prod ucto, específicam ente en el sector industrial.

Kaldor [1966] form alizó esta intuición en u n m odelo de crecim iento basado en diferencias sectoriales de p ro d u c­ tividad y en el cual el p ro d u cto d ep en d ía de la d em an da del sector de mayor productividad en la econom ía que se identificaba con el sector industrial (véase anexo 1.3). Para destacar el papel del sector industrial com o “m otor del cre­ cim iento”, dem ostró u n a relación significativam ente positi­ va en tre el crecim iento del p ro d u cto y el crecim iento del sector industrial para 12 países desarrollados en el period o 1952-1963. Para p ro b ar la validez estadística de su hipótesis tam bién en co n tró u n a relación en tre el crecim iento del p ro ­ ducto y la diferencia positiva de crecim iento en tre el sector m an ufactu rero con respecto a los sectores no industriales. Thirlwall [1982] confirm ó esa relación posteriorm ente.

N um erosos estudios h an cuestionado la perspectiva de la dem an d a sustentada en los rendim ientos crecientes del sec­ to r industrial. La relación estadística en tre el crecim iento de la productividad del em pleo y el crecim iento productivo en el sector industrial, conocida com o la ley de V erdoorn22 y

21 El modelo de Lewis [1954], propuesto para explicar las econo­ mías de países menos desarrollados, divide la economía en dos sectores: uno de mayor productividad e intensivo en capital físico, y otro agrícola, con baja productividad y excedentes de mano de obra.

22 Otra manera de expresar esta ley, también conocida como segunda ley de Kaldor, es que el crecimiento en el producto genera crecimientos en la productividad.

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