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Copeland, David y Louis, Ron - Como Tener Exito Con Las Mujeres

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Academic year: 2021

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Amat Editorial

Comte Borrell, 241

08029 - Barcelona

Tel. 93 410 67

Fax 93 410 96 45

(2)

Ron Louis

David Copeland

Cómo tener

éxito con las mujeres

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Índice

Prólogo a la edición española ... 13

Introducción ... 15

Capítulo 1. Así que usted quiere tener éxito con las mujeres ... 19

Lo que este libro le enseñará ... 20

Los siete mitos de las citas... 24

Capítulo 2. Los siete hábitos de los seductores con más éxito... 33

Comprender el mayor temor de las mujeres ... 33

Se puede ser insignificante y tener éxito ... 34

No es ciencia espacial ... 36

Usted tiene lo que hace falta ... 38

«Es una actitud» ... 40

Aprendimos por experiencia ... 41

Imitar a seductores de éxito ... 42

Los hábitos de un gran seductor... 43

Capítulo 3. Elementos que forman el estilo: la ropa y la confianza… 73 Por qué hay que tener un estilo personal ... 75

Definición de su estilo... 77

Compromiso con el estilo ... 77

Lo que se dice con la ropa... 78

¡Las mujeres lo hacen! ... 80

Tres referencias que mejorarán su imagen... 80

Las cuatro reglas del vestir ... 82

Repaso corporal de los trece puntos que lo harán atractivo para las mujeres... 83

Detalles: la llave para llegar al corazón de las mujeres (y más allá) ... 84

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¿Qué hay de malo en ser gordo o feo? ... 93

Tres formas de transformar su coche en una cámara de seducción ambulante ... 94

Los cinco secretos de un hogar seductor... 97

Cómo sentir confianza con las mujeres ... 99

Otras ayudas para la confianza: maneras fáciles de elevar su nivel de confianza ... 109

Cuatro cosas que se pueden hacer hoy para sentir confianza con las mujeres ... 111

Capítulo 4. Dónde están las chicas; conocer mujeres con las que tener relaciones ... 115

Las cuatro excusas que le impiden conocer mujeres... 120

Lecciones del maestro ... 127

Los cuatro lugares más fáciles para conocer mujeres ... 135

Los nueve lugares secretos para conocer mujeres ... 135

Ganchos: trucos para que las mujeres quieran conocerlo ... 145

Capítulo 5. Flirtear con éxito... 153

Ya ha encontrado a las mujeres con las que hablar. Pues bien: ¿Cómo se hace? ... 153

¿Qué es flirtear? ... 153

Su objetivo al flirtear ... 153

Lo que consigue con el flirteo ... 156

Flirtear con humor ... 159

Flirtear hasta conseguir una cita ... 164

Ganarse la confianza de ella... 165

Cualidades esenciales que usted debe demostrar para que una mujer confíe en usted y se sienta segura ... 166

Los tres pasos de una situación de flirteo... 171

Use el teléfono para invitarla a salir... 174

¿Qué pasa si lo echa a perder? ... 175

Cosas que usted puede hacer hoy para flirtear mejor aunque sea muy tímido ... 177

Conocer mujeres por anuncios personales en diarios y revistas… 177 Otros ejercicios básicos para flirtear: su rutina diaria ... 179

(5)

Capítulo 6. Curso rápido sobre romance. Cómo hacerla volar...

y aterrizar en su cama... 183

Encender el fuego del romance ... 185

Los secretos de cortejar ... 189

Cómo escribir una nota de amor que la haga derretir... 190

Detalles, detalles, detalles ... 193

Sensualidad: despertar la de ella y la suya ... 193

Las seis experiencias más sensuales para las mujeres ... 197

Las seis claves del comportamiento amoroso ... 203

Hablar el idioma del amor ... 208

Capítulo 7. La cita de preparación... 211

Los tres elementos de una cita de preparación... 212

Antes de la cita de preparación ... 214

Lista de cosas a hacer antes de la cita de preparación... 222

Utilice su cuerpo para transmitir el mensaje de que tiene vitalidad y capacidad de generación ... 223

En la cita... 223

Lista de cosas a hacer en la cita de preparación ... 224

10 posibles problemas durante la cita de preparación... 229

Acabar la cita y preparar la siguiente ... 236

Lista de comprobación de «cosas hechas» después de la cita . . . 238

Lista de comprobación de «cosas no hechas» después de la cita. 238 Preguntas de estudio después de la cita de preparación ... 239

Superar con éxito total la cita de preparación... . . . 239

Capítulo 8. La cita de la seducción ... . 241

Los ocho componentes de una triunfal cita de seducción ... 242

Un tesoro de nada ...'. . 244

Antes de la cita de la seducción... 252

Siete pasos para preparar una cita irresistible ... . 256

Dominar la cita de la seducción ... 261

De toro bravo a dulce gatito en nueve fáciles pasos ... 269

Lista de comprobación de «cosas hechas» después de la cita . . 272

Lista de comprobación de «cosas no hechas» después de la cita. 273 Cómo finalizar la cita de seducción ... 274

(6)

Capítulo 9. Cerrar el trato: el primer beso y más ... 275

El secreto de conseguir el primer beso... 276

Repaso del trabajo previo... 277

Comprobar su disposición... 278

Buscar el primer beso... 281

Cómo dar el primer beso... 283

Si ella dice que no ... 284

Los diez errores cruciales que estropean el primer beso ... 286

Llevar el beso más lejos ... 290

¡Besos pasionales! ... 291

Capítulo 10. Ser el hombre de sus sueños en la cama ... 293

El triángulo de las ofensas: las tres claves para mejorar la vida sexual de cualquier hombre... 295

Prepararse para el momento cuando la cita se vuelve sexual . . . 298

Crear la atmósfera adecuada con una charla sensual ... 300

Los movimientos que transmiten emociones (que es lo que ella quiere) ... 302

Temas a evitar en la cama ... 302

El arte del juego previo ... 303

El gran momento... 304

Disfrutar del juego posterior ... 305

Problemas posibles y cómo solucionarlos... 306

Mantenerse vivo: .sexo seguro en los noventa ... 311

El sida y el VIH ... ..., ... 313

Preservativos: la herramienta indispensable de todos los hombres ... 314

capítulo 11. Cuando ellas atacan: enfrentarse a los problemas que causan las mujeres ... 317

Citas infernales... 317

¿Cómo enfrentarse a estos problemas? ... 321

Medir el espectro de mantenimiento ... 322

Mujeres de bajo mantenimiento... 322

Mujeres de mantenimiento medio ... 323

Mujeres de alto mantenimiento (demasiado difíciles) ... 324

Los ocho secretos para hacer frente a los problemas que causan las mujeres... 326

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Las tres maneras de pelear de las mujeres y cómo hacerles

frente ... 334

Las cuatro mujeres típicas a evitar... 339

Veintitrés tipos de mujeres problemáticas ... 342

Los dieciséis problemas causados por sus tendencias... 343

Cómo hacer frente a los problemas más importantes que causan las mujeres ... 350

Capítulo 12. Después de la cita: mantener el seguimiento... 359

Considerarlo un éxito según opinión propia... 360

Decidir en qué dirección quiere que vaya la relación... 361

Mantener la inversión ... 362

El arte del mantenimiento ... 363

Las cuatro claves que la mantienen interesada y a la espera de más... 367

Diseñar la próxima cita de seducción ... 369

Después de la cita de seducción ... 377

Capítulo 13. Romper es fácil ... 379

Comprometerse o no comprometerse: ésa es la cuestión ... 381

Así que usted quiere ser un semental... 382

Por qué romper... 385

Los ocho grados de compromiso ... 386

Los tres tipos de ruptura ... 390

Las ocho señales que advierten que es hora de dejarlo ... 392

Cosas con las que se debe tener cuidado durante la conversación de ruptura ... 396

Capítulo 14. De la relación esporádica a la estable... 401

«Algo más»... 401

Amela por quien es y por quien no es ... 403

Las seis claves para que una relación larga sea feliz, estimulante y sensual... 403

Los seis grandes obstáculos de una relación larga feliz, estimulante y sensual ... 409

El éxito de Daniel ... 413

Capítulo 15. Conclusiones ... 415

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Prólogo a la edición española

Estimado lector, gracias por comprar Cómo tener éxito con las mujeres. Aunque no lo conozcamos personalmente, nos interesa lo que le suceda a usted y sus relaciones. Queremos que este libro le hable directamente y espera- mos que signifique una diferencia real y positiva en su vida. Esperamos conocerlo algún día, en un seminario, a través de nuestro programa de pre- paración o en cualquier lugar del mundo donde tengamos la fortuna de encontrarnos.

Nuestro trabajo aconsejando hombres en los últimos años ha consegui- do un alcance global. Desde la publicación original en Estados Unidos de

Cómo tener éxito con las mujeres, hemos enseñado técnicas de relación a hom-

bres de todo el mundo, desde España a Nueva Zelanda, del Reino Unido a Israel, de Hong Kong a Brasil. Nuestros libros se han traducido a varios idio- mas, incluyendo el español, el japonés, el hebreo, el ruso, el portugués y el alemán. Aunque las características de las citas entre hombres y mujeres en España pueden ser diferentes que en EEUU, las habilidades básicas de la seducción son las mismas. Si usted sigue el programa presentado en el libro, conseguirá seducir y conquistar a la mujer de sus sueños.

Siéntase libre para modificar el programa al usar el libro. Sabemos que la cultura española y la norteamericana son diferentes, por lo que algunas de las ideas que proponemos pueden parecer extremas o culturalmente inadecuadas. En esos casos, modifique el programa para que se adapte a su situación. Ponga en práctica todo el programa (flirtear, establecer contac- to, seducir y conquistar) pero sea menos impetuoso que nosotros; incluso puede pasar por alto aquellas secciones que no se ajusten a usted. Sería un gran error permitir que las diferencias culturales le impidieran conquistar a las mujeres con las que usted sueña. Nuestra meta al escribir este libro es que usted conozca las acciones que debe emprender para crear las relacio- nes que desea y que luego las lleve a cabo para alcanzar sus objetivos.

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Gran parte del material de este libro procede de las preguntas de nues- tros alumnos. Hace muchos años que damos cursos y también sesiones indi- viduales. Si el contenido del libro le resulta útil, puede participar directa- mente con nosotros, los maestros de la seducción. Nos gustaría conocer sus éxitos, sus fracasos y sus preguntas. Para mayor información, escríbanos a nuestra dirección de correo electrónico (davidc@howtosucceedwithwo- men.com) o visite nuestra página web (rfttp://www.howtosucceedwithwo- men.com), donde encontrará un boletín gratuito sobre seducción y las referencias de nuestros programas grabados en cintas de audio.

Que se divierta. Tenga fe, ¡y a ligar!

Ron Louis y David Copeland

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Introducción

A nosotros nos pasaba lo mismo que a usted. Nuestras relaciones con las mujeres dependían de dos cosas: la suerte y el capricho de las que se sen- tían atraídas hacia nosotros. Cuando uno de los dos tenía relaciones sexua- les era, literalmente, porque «había tenido suerte» y una mujer había deci- dido aceptarlo. Poco podíamos hacer para elegir cuándo tener relaciones y sexo, y con qué mujeres llevar a cabo dichos propósitos. Parecía que las relaciones y el sexo eran como un juego de dados. Tal vez conoceríamos a alguien, tal vez no. Obviamente, nos cansamos del jueguecito.

Decidimos que haríamos lo que hiciera falta para descubrir qué funcio- naba con las mujeres. Queríamos averiguar cómo seducirlas, pero, sobre todo, queríamos aprender a desarrollar relaciones que fueran satisfactorias tanto para nosotros como para ellas.

De eso hace cinco años. Empezamos a salir todo lo que podíamos y a comparar notas luego de todas y cada una de estas relaciones con muje- res. Mirando hacia atrás, muchas de aquellas ocasiones nos parecen ahora inexpertas o incluso ridiculas, pero seguimos adelante con los fracasos, las frustraciones y los éxitos. Descubrimos que, firmes en nuestro propósito y trabajando juntos, empezábamos a comprender la estructura básica de las relaciones que tenían éxito con las mujeres. Empezamos a poder predecir cómo iría una ocasión de relación y cómo responderían ciertas mujeres. Empezamos a preocuparnos menos por nuestras relaciones con mujeres y a divertirnos más. Comenzamos a ver que la mayoría de nuestros problemas con las mujeres se debían a nuestro comportamiento. Empezamos a desa- rrollar el conjunto de principios que han dado lugar a este libro.

Ahora sabemos que podemos tener a todas las mujeres que deseemos simplemente usando la tecnología descrita en este libro. Por ejemplo, com- prendemos los mensajes que enviamos a las mujeres a través de nuestros estilos personales (capítulo 3) y sabemos enviarlos de forma muy seductora.

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Sabemos cómo lograr que las mujeres piensen en nosotros como posibles candidatos a una relación amorosa cuando nos conocen y no como simples «amigos» (capítulo 2). Sabemos flirtear con éxito y usar ese flirteo para conseguir la primera cita (capítulo 5). Sabemos transformar un simple café juntos (capítulo 7) en un acto de seducción en toda regla (capítulo 8). Sabemos cómo llegar al primer beso, y más lejos (capítulo 9). Sabemos como hacer frente a los problemas cuando surgen (capítulo 11), cómo desarrollar una relación (capítulos 12 y 14) y cómo terminar una de forma eficaz (capítulo 13). Nuestra vida con las mujeres es mucho más fácil y con más éxito que nunca, y simplemente por usar estas técnicas.

Mientras escribíamos este libro, muchas veces nos decíamos: «Si hubiera tenido este libro hace diez años, ¡cuántos errores menos habría cometi- do!». Este libro contiene un programa que puede cambiar su vida con las mujeres para siempre. Para sacarle mayor provecho, le sugerimos que adopte las siguientes prácticas:

Déjese instruir. No le servirá de nada leer este libro poniendo objecio- es a cada cosa que decimos, incluso antes de probarlo. Es inevitable que té en desacuerdo con algunas de las cosas que le decimos que haga o cuando explicamos lo que nos ha funcionado a nosotros o a nuestros alum- nos, pero no se preocupe.

Considérenos como sus instructores personales de citas. Parte del traba- de un instructor es animarle a probar algo nuevo. Imagínese un jugador de baloncesto profesional que discutiera con su entrenador cada vez que te intentara enseñarle un lanzamiento nuevo o criticara su técnica. Ese jugador se enfadaría mucho y no llegaría a ningún sitio. Como hombre que recibe instrucción, usted tiene que estar dispuesto a dejar de lado aquello le sabe que es verdad y probar a hacer algo diferente de vez en cuando. Así que si quiere sacarle todo el provecho posible a este libro, no pierda el tiempo discutiendo mentalmente con nosotros mientras lee. Imagínese que lo que decimos es verdad y pruébelo, al menos durante un tiempo, y descubra qué tal le va. Después de todo, si ya lo sabe todo sobre el éxito con las mujeres y su vida sexual es justamente la que quiere tener, ¿por qué está leyendo este libro?

Consiga un «compañero de estudios». ¿Sabe por qué los estudiantes asiáticos, en general, sacan mejores notas que los de otros países? Según los expertos que estudian este tipo de cuestiones, no es porque sean más inteli- gentes por naturaleza, sino porque estudian mejor en grupo que solos. Los

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estudiantes que estudian con otros estudiantes dominan el material con mayor rapidez, se divierten más y sacan mejores notas que los que estudian solos. Haría bien en aprovecharse de este principio.

Si conoce a otro hombre con el que pueda estudiar seducción, no dude en estudiar con él. Pueden discutir los capítulos juntos y darse ánimos para probar las técnicas que vamos a enseñarles. Un compañero de estudios puede ser alguien con quien intercambiar preguntas antes de un encuen- tro con una mujer y alguien con quien discutir cómo ha ido después. Podrá darle referencias y opinar sobre los correos electrónicos que usted envíe o las cartas de amor que escriba, así como ayudarle a manejar las diferentes experiencias que tendrá con mujeres cuando comience a aplicar su progra- ma. Podrá celebrar sus éxitos con usted y ayudarlo a superar rápidamente las desilusiones.

A nosotros nos funcionó. Desarrollamos el material de este libro traba- jando juntos; nuestras conversaciones nos permitieron dominar las dife- rentes distinciones con mayor rapidez, y sobre todo, aprendimos de las experiencias del otro.

El único truco es encontrar el tipo adecuado con el que trabajar. Debe ser alguien con quien usted se avenga y se lo pase bien, alguien que no se sienta ofendido por la idea de estudiar maneras para conquistar mujeres. No debe ser un bocazas; si le cuenta a todo el mundo que están estudiando seducción, es probable que espante a mujeres que a usted le gustaría sedu- cir. No hace falta actuar en completo secreto, pero tampoco tiene ninguna utilidad ventilarlo a los cuatro vientos. Descubrirá que tener a alguien con quien trabajar mientras estudia este material le será de bastante ayuda, aunque no esencial.

¡Escriba en este libro! Sabemos que probablemente le han enseñado a no escribir en los libros, pero ¡tonterías! Siéntase libre de hacer este libro a su medida, de modo que le resulte útil. Subraye lo que considere importan- te y anote ideas o preguntas en los márgenes. Le ayudará a retener el mate- rial más fácilmente y a encontrar pasajes a los que quiere volver a referirse más tarde.

Hemos descubierto que tener buenas intenciones y ser buenas personas no basta. Son cualidades importantes, pero por sí mismas casi nunca darán lugar a relaciones amorosas con una mujer. Para tener éxito con las muje- res, hay que ser capaz de crear estructuras románticas. Usted debe ser capaz de crear, con toda la intención, oportunidades, conversaciones,

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hechos, citas y momentos que, por su propia naturaleza, hagan que las mujeres tengan sentimientos y pensamientos románticos con respecto a usted. A veces estas estructuras se dan, pero con un poco de técnica, usted puede asegurarse de que sucedan de forma constante y con las mujeres que usted desee. Usted debe aprender a construirlas, y enseñarle a hacerlo es, básicamente, de lo que trata este libro.

Recuerde que las citas son un juego. Un juego importante, pero un jue- go al fin y al cabo. Todos los juegos son frustrantes cuando se están apren- diendo las reglas, y el juego de las citas no es una excepción. Pero cuando se domina el juego, empieza la diversión. Manténgase firme durante los primeros intentos y la probable confusión. Sea constante, y el juego empe- zará a ser divertido.

Buena parte del material de este libro tiene su origen en preguntas que nos han hecho nuestros alumnos. En los últimos años, hemos dado cursos y sesiones individuales de instrucción. Si el material de este libro le resulta útil, usted también puede participar directamente con nosotros, los maes- tros de la seducción. Para ponerse en contacto con nosotros, visite nuestra página web o escríbanos a P.O.Box 55094, Madison, WI 53705.

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Capítulo 1

Así que usted quiere tener

éxito con las mujeres...

Greg vino a vernos con un problema. «No puedo conseguir que las mujeres me quieran», nos dijo. «Lo que quiero decir es que me quieren como ami- go, pero cuando intento que la relación sea más romántica, nunca funcio- na. Hace más de un año que no tengo relaciones sexuales. ¿Qué debo hacer?».

Las historias como las de Greg nos resultan muy conocidas. Vienen a vernos toda clase de hombres con problemas similares. Algunos son jóve- nes, otros de mediana edad y otros mayores. Algunos son vendedores, o programadores informáticos, o importantes hombres de empresa. Hemos trabajado con profesores universitarios y también con estudiantes, con hombres solteros y con divorciados. Hemos trabajado con hombres ricos y hombres pobres, atractivos y feos; de hecho, hemos trabajado con hombres de muchas formas diferentes de vida y de estratos socioeconómicos muy dispares.

Todos ellos han venido a vernos con el mismo problema: no consiguen tener relaciones amistosas ni sexuales con las mujeres. Buscan desesperada- mente tener éxito con las mujeres, pero parecería que cuanto más lo inten- tan, peor les va. Greg dice: «He dejado de salir porque estoy cansado de sentirme frustrado y humillado». Sus sentimientos los comparten muchos de estos hombres.

Son hombres buenos, sinceros y honestos que serían buenos amantes, novios y esposos, pero no consiguen que las mujeres les presten la más míni- ma atención. Todos viven esperando: esperando que algún día conocerán a una mujer que los quiera, esperando que algún día descubrirán por arte de magia cómo atraer a una mujer, esperando que algún día, mediante un mis- terioso proceso, se transformarán en grandes conquistadores.

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Obviamente, vivir esperando no da resultado, especialmente en una cuestión tan importante como las relaciones con las mujeres. Es como espe- rar que su casa esté limpia, pero sin mover un dedo. Es como esperar tener bastante dinero ahorrado para el retiro, pero no ahorrar. Hay que realizar las acciones adecuadas al compromiso que uno tiene, no sólo vivir de la esperanza.

Muy de vez en cuando, uno conoce a una mujer con la que todo va bien, sea lo que sea, pero estas ocasiones son muy infrecuentes. Desearlo no es suficiente para tener las relaciones que uno quiere con las mujeres, y dejar- lo a la suerte probablemente no le procure la compañía que busca. Hay que trabajar constantemente.

¿Pero qué hacer? ¿Qué puede hacer un hombre para resultar atractivo a las mujeres en las que está interesado, de modo que no sólo lo acepten, sino que, además, quieran quitarse la ropa y restregarse contra él? La res- puesta a esta pregunta es el tema de este libro.

No le mentiremos, ni le aseguraremos que con la simple lectura de este libro, usted será un gran conquistador que tardará diez minutos en cono- cer a una mujer y llevársela a la cama. Eso lo hacen los charlatanes que venden curalotodo, pero no forma parte de nuestro programa. Seducir eficazmente a una mujer significa trabajo. La razón por la que este libro cambiará su vida es que le dirá, por primera vez en su vida, exactamente cuál es ese trabajo. Depende de usted seguir adelante e implementar la «ciencia» que le enseñaremos (aunque también le enseñaremos exacta- mente cómo hacerlo). Si usted está dispuesto a hacer el trabajo, las herra- mientas que le presentaremos en este libro le servirán, del mismo modo que nos sirvieron a nosotros y le han servido a los muchos hombres que hemos instruido. Los principios son sencillos y extremadamente útiles. Los pasos son fáciles de aprender y fáciles de recordar, y con la práctica lle- gará a dominarlos, lo que le dará un éxito con las mujeres que ni siquiera había imaginado.

LO QUE ESTE LIBRO LE ENSEÑARA

Este libro le enseñará, paso a paso, cómo encontrar mujeres, conocerlas, conquistarlas y establecer relaciones con ellas. Cubriremos todos los aspec- tos de la seducción, de modo que usted pueda saber en cada paso dónde está, dónde ha estado y lo que le toca hacer después.

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Este libro le proporcionará la habilidad de buscar y conseguir citas con tantas mujeres como usted quiera, y de elegir a aquella con la que mante- ner una relación estable.

Le enseñaremos:

Los siete hábitos de los seductores de más éxito

Hay un cierto número de hábitos que todos los maestros de la seducción siguen. Le mostraremos lo que hacen los seductores de éxito cada día para conquistar mujeres, pero también le mostraremos cómo dejar de cometer los errores de seducción más comunes, algo que probablemente hace usted constantemente. Cuando adquiera usted los hábitos de los seducto- res de éxito y deje de cometer estos errores comunes, instantáneamente será más efectivo con las mujeres.

Los elementos del estilo

Su estilo personal y su nivel de confianza determinan su comunicación más profunda con las mujeres. Lo que usted le «diga» a una mujer mediante estas dos áreas básicas fácilmente puede significar la diferencia entre una seducción exitosa o fallida. Le enseñaremos a desarrollar un estilo perso- nal, tanto en su forma de vestir como de comportarse, que sea una expre- sión genuina de su persona y que las mujeres encuentren irresistible.

Flirtear con éxito

El flirteo se usa para establecer una relación con una mujer interesante. La estructura básica de esa relación se asienta en la calidad del flirteo que usted use. ¿Será usted el amante o el amigo de una mujer? Gran parte de la respuesta está en el flirteo, y si usted no sabe flirtear bien, echará a perder sus posibilidades con una mujer y no sabrá por qué. Le enseñaremos a flir- tear con ella hasta conseguir una cita, superando eficazmente su temor natural ante usted y creando un vínculo de diversión y expectativas entre ambos. A continuación le enseñaremos a transformar esa conexión en una invitación aceptada a salir juntos.

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Capítulo 5

Flirtear con éxito

PUES BIEN: ¿CÓMO SE HACE? YA HA ENCONTRADO A LAS MUJERES CON LAS QUE HABLAR.

Muchos hombres son muy analíticos en su visión de la vida, y la consideran desde el punto de vista práctico, haciendo lo mismo con las mujeres. Quedan atrapados en la parálisis del análisis, lo cual es un inmenso error, porque el amor no es práctico, ni lógico, ni siquiera sensato.

Bob piensa que las mujeres y las relaciones amorosas con ellas deben ser lógicas. Cuando ha sentido atracción por una mujer y ha tenido el valor de hablarle, lo ha hecho pensando que lo mejor es ser directo. Según él, «a las mujeres les gustan los hombres directos y honestos. ¿Qué puede ser más honesto que hablarle directamente de mi atracción por ella?» Ha intenta- do conquistar amigas explicándoles que sería lógico que tuvieran una rela- ción con él. «Dices que te gusto, y tú me gustas a mí. ¡No tiene sentido que no nos liemos!» Nunca ha comprendido por qué todas le han dicho que no, y la respuesta es que su enfoque práctico y lógica las ahuyenta.

¿QUE ES FLIRTEAR?

Para seducir a una mujer hace falta dominar el flirteo, que no es práctico ni directo, pero que sí sigue unos principios básicos, que una vez dominados, lo colocarán a usted muy por delante de otros hombres en el éxito con las mujeres.

Piense en los niños cuando juegan. Ellos no tratan de conseguir nada, todo lo que les interesa son los juegos en sí. No les cuesta ningún esfuerzo adoptar los distintos papeles, y cuando juegan a los vaqueros, uno es el vaquero y el otro es el indio. Si juegan a casitas, uno es el padre y otro es la

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madre, y si juegan a médicos, uno es el médico y otro el paciente (este es el tipo de juego que le interesa jugar a usted con mujeres adultas). Se disfra- zan para jugar mejor su papel y dejan correr su imaginación; puede ser un juego sin sentido, pero a ellos no les importa, porque lo único que quieren es divertirse.

A los niños les encantan los juegos, tanto los habituales como los que ellos se inventan. No siempre están interesados en ganar, les basta con jugar juntos para sentirse contentos. Los niños se relacionan mediante el juego, y si pueden jugar, se sienten unidos unos con otros, aunque ellos no lo vean así. Jugar es una manera de estar «en la zona» juntos.

Los adultos juegan de forma diferente. Primero veamos cómo juegan los hombres con otros hombres. Generalmente no consideramos que sea un juego, pero mirar deportes juntos o charlar sobre deportes es una manera de jugar entre ellos. Después de todo, en última instancia los deportes no tienen mucho sentido, porque en el gran esquema general realmente no habrá cambios significativos si la liga la gana un equipo u otro. Lo sentimos, pero es así. De todos modos, lo que queremos decir es que al interesarse por los deportes, ir a los partidos y gritarle a los jugado- res, los hombres juegan y sienten esa camaradería y esa amistad que los niños sienten cuando juegan juntos.

Otra forma que tienen los hombres de jugar entre ellos es con las bro- mas y las palabrotas cariñosas que se dirigen unos a otros; para ellos, son vínculos que atan.

Por otro lado, los hombres y las mujeres juegan juntos pero de forma diferente. Como casi todos los hombres han descubierto, jugar con las mujeres de la misma forma que lo hacen con sus amigos no funciona. A las mujeres no les interesan las estadísticas deportivas, y las bromas y chis- tes que se hacen los hombres entre ellos les resultan ofensivas. Habiéndolo averiguado por experiencia, los hombres deciden no jugar con las mujeres y se acercan a ellas como lo hace Bob, con planteamientos lógicos y prácti- cos. Obviamente, nunca consiguen nada.

El flirteo es la forma de jugar entre ellos que tienen hombres y mujeres. Si usted no sabe flirtear, no puede jugar con las mujeres, y si no puede jugar con ellas, no sentirán ningún interés romántico en usted. En el flirteo, las mujeres tienen una forma de descubrir cómo se comportará usted como amante, o cómo sería en una relación estable. Si usted no es jovial, imagi- nativo y divertido cuando se conocen, ¿cómo será usted como pareja en

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una cita? ¿Yen la cama? Para las mujeres, Bob es rígido, analítico y calcula- dor. Aunque les pueda demostrar con toda lógica que deberían sentir inte- rés por él, su falta de alegría y jovialidad no las convence.

Ahora veamos cómo flirtea Bruce, todo un experto, con las mujeres por las que siente atracción. Cuando va al banco, por ejemplo, flirtea con la cajera. « ¿Le dan un porcentaje de todo el dinero que recibe en depósito cada día? A mí me parecería justo». Ella se ríe y contesta «No estaría mal, ¿verdad?, pero él bromea diciéndole « ¿Y si le quitaran un porcentaje por todo el dinero que entrega? ¡Eso no lo debemos permitir!» Ella vuelve a reír, y se da cuenta de que hay una cierta conexión entre ellos. Cuando se va del banco, Bruce se despide con « ¡Gracias, diosa de los bancos!» y sale, pensando lo contenta que ella se pondrá cuando lo vuelva a ver.

Bruce sabe que flirtear con una mujer crea oportunidades. Es la posibi- lidad de divertirse hablando con ella, de prepararla para invitarla a salir y de calibrar si está eventualmente interesada en tener relaciones sexuales con él. Cuando Bruce flirtea, se divierte y hace que las mujeres se sientan atraídas por él; descubre hasta dónde le responden y las prepara para salir juntos. Este capítulo le enseñará a usted a hacer lo mismo.

SU OBJETIVO AL FLIRTEAR

Cuando Bruce sale del banco, la cajera queda encantada y a la espera de volver a verlo. De hecho, ése es el objetivo de Bruce. En cualquier situación de flirteo con una mujer, su objetivo es que su mente conecte la idea de verlo con placer. Cualquier seductor de éxito sabe que las mujeres respon- den a sus emociones, no a la lógica, y por consiguiente utiliza el flirteo para que las mujeres tengan emociones agradables cada vez que lo ven.

El flirteo hace que las mujeres estén contentas de verle mediante un pro- ceso que se llama «fijación». La fijación simplemente significa que un determinado estímulo (ya sea un sonido, una visión, un olor o una per- sona) se conecta siempre a una determinada sensación. Por ejemplo, cuan- do vemos un coche de policía por el retrovisor, con las luces destellando y la sirena sonando, lo conectamos con una sensación de temor. El corazón se acelera y sentimos miedo. Ambos aspectos están fijados el uno con el otro.

Del mismo modo, Bruce sabe que él es el estímulo, y la sensación que quiere crear en la mujer es de felicidad. Así como una persona responde automáticamente sintiendo miedo cuando ver las luces de un coche de

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policía, Bruce quiere que las mujeres respondan automáticamente a su presencia sintiendo placer. ...1 sabe que el flirteo es la estructura adecuada para que tal cosa suceda.

LO QUE CONSIGUE EL FLIRTEO

El flirteo es la clave de una seducción afortunada. Si usted domina el flir- teo, también dominará el arte de la seducción, y viceversa. Todos los maes- tros de la seducción también poseen técnicas de flirteo.

Establecer afinidad

«Afinidad» simplemente significa que a ella le gusta hablar con usted y se siente bien cuando lo hace. Cuando usted está flirteando, generalmente no habla de temas profundos o difíciles, sino que probablemente recurre a algo divertido o incluso tonto. Ella siente placer, y usted también, y eso es establecer una afinidad.

Hacerla sentir segura volviendo a los mismos temas una y otra vez

Como verá en este capítulo, al flirtear con una mujer usted usará una «bro- ma repetida». Por ejemplo, Frank, un profesor universitario de cuarenta y cuatro años, hace varias semanas que flirtea con una chica que trabaja en la tienda de alimentación donde él compra. Es bonita, pelirroja, lleva un tatuaje y tiene veintipocos años. Frank considera que es muy atractiva y que probablemente sería muy buena en la cama. La primera vez que la vio, ella llevaba una camisa militar vieja y unos pantalones que la asemejaban a un soldado. «Hola, mayor», le dijo Frank. «Veo que lleva la ropa de fajina. ¿Par- ticipa en alguna operación secreta aquí en la tienda?» «Pues sí», le contestó ella siguiéndole la broma, «mi misión consiste en vigilar a todo el mundo y asegurarme de que no hay espías extranjeros». Bromearon un poco más sobre el asunto y al despedirse, Frank dijo «Será mejor que me vaya. ¡No quiero descubrir su camuflaje!», a lo que ella se rió. Desde entonces, cada vez que él va a la tienda siguen con la misma escena cómica. Ella está con- tenta de verlo y le encanta el pequeño mundo que han creado juntos; para él, además, tiene la ventaja de que siempre tiene algo de qué hablar con ella.

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El flirteo le permite conocerla y decidir si le interesa o no

Al contrario de lo que pueda imaginar, a usted no le interesa relacionarse con todas las mujeres atractivas que conoce. En el capítulo 12 volveremos sobre este aspecto, pero por ahora baste con comprender que flirtear es una manera de averiguar si una mujer es peligrosamente inestable o una persona fría y distante a la que no le interesa el sexo.

Ted lo aprendió por experiencia. Carolyn era atractiva, estaba borracha y se interesaba por él. La conoció en un bar y a los quince minutos estaban en la cama. «Nos conocimos, ella dijo "Te deseo" y nos fuimos a mi casa inmediatamente. Llegar al sexo con tanta rapidez fue estupendo, pero en cuanto nos separamos, ella dijo "Oh qué bien", ¡qué alegría haber encon- trado novio finalmente!», nos contaba Ted.

El infierno personal de Ted había comenzado. Desde ese momento, has- ta que finalmente pudo deshacerse de ella, Carolyn fue una presencia cons- tante y no querida en su vida. Ella se metía en su casa y cuando él llegaba, se la encontraba en la cama; lo llamaba por teléfono y le dejaba el contestador lleno de mensajes rarísimos; acosaba a sus amigos y no lo dejaba en paz. Finalmente Ted tuvo que llamar a la policía para hacerla salir de su vi- da. «Ahora pienso que ojalá no hubiera tenido tanto éxito con ella aquella primera noche», se lamenta. «Si hubiera flirteado con ella en lugar de dejarme llevar por el deseo, hubiera descubierto lo loca que estaba».

¿Cómo se usa el flirteo para valorar la estabilidad de una mujer? En pri- mer lugar, le permite medir el miedo que ella pueda sentir ante usted. Si se trata de un miedo persistente, tal vez no merezca la pena seguir adelante. Es importante comprender que existe una diferencia entre este miedo per- sistente y el miedo temporal que casi todas las mujeres sienten cuando conocen a un hombre.

Al principio, usted no le prestará demasiada atención a ese temor, con- vencido de que todo saldrá bien. Al segundo o tercer contacto, ella debería comenzar a relajarse y a devolverle las bromas. Si no lo hace, usted tal vez quiera seguir flirteando con ella para practicar, pero probablemente esa mujer no le interese como posible compañera sexual.

Tal vez descubra usted que es una chica extremadamente sensible, que se ofende con mucha facilidad. Si se enfada cuando usted flirtea con ella, o le da sermones del tipo «hay cosas sobre las que no se debe bromear», segu- ro que es una mujer que no le interesa. Si se pone a llorar, o su actitud le

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causa miedo a usted y es usted el que siente ganas de llorar, aléjese de ella. Si Ted se hubiera tomado la molestia de flirtear con Carolyn, habría descu- bierto su carácter tan inestable y se hubiera evitado problemas.

El flirteo la ayuda a sentirse segura con usted

¿Se acuerda del temor principal de una mujer cuando conoce a un hom- bre? Tienen todo el derecho a preocuparse por su seguridad, pero si usted puede ser jovial con una mujer, ella se relajará y se hará el siguiente razona- miento: «Me hace sentir bien, o sea que no es peligroso». Los hombres qvie no saben flirtear a menudo atemorizan a las mujeres porque están tan ten- sos que amplifican el temor natural de ellas en lugar de reducirlo. Cuando usted flirtea de forma jovial, demuestra que no está preocupado en exceso por el daño que pueda causarle, y tal como vimos en el capítulo 3, eso hará que ella se sienta menos preocupada por ese eventual daño.

El flirteo la acostumbra a la idea de sentirse romántica con usted

Cuando usted flirtea con una mujer, crea un mundo diferente e imaginario para los dos. Desde este mundo del flirteo al mundo del romance no hay más que un paso.

El flirteo le proporciona oportunidades de practicar sus habilidades de seducción

Nosotros sugerimos a nuestros alumnos que flirteen constantemente, por- que la seducción se aprende de a poco. Cuando se está aprendiendo a flir- tear, es importante hacerlo con todas las mujeres, no sólo con aquellas por las que se siente atraído.

El flirteo le da capacidad de generar

Cuando usted flirtea, está siempre inventando formas creativas de deleitar a las mujeres que le interesan. En cambio, si está deprimido, enfadado o

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resentido no lo logrará. Para flirtear bien tiene que ser enérgico y creativo, íntimamente, a las mujeres les gusta estar con hombres que tienen la capaci- dad de general. Por suerte, la práctica del flirteo que describimos en este capítulo le sacará de su estado de ánimo negativo y lo transformará en el tipo de hombre vital que conquista mujeres.

El flirteo acaba en cita

No queda mucho por decir. Cuanto más flirtee usted con una mujer, más inclinada se sentirá a salir con usted.

FLIRTEAR CON HUMOR

Recuerde lo siguiente: a usted le interesa hacer reír a las mujeres. Si usted puede lograr que una mujer se ría (siempre que no se ría de usted, claro), es que está encantada y quiere verlo otra vez. De todas maneras, como todos los hombres saben, las mujeres encuentran divertidas cosas que los hombres no. Es fácil usar mal el humor con las mujeres y asustarlas u ofen- derlas en su lugar, pero teniendo esto en cuenta, he aquí una lista de las cosas que se pueden hacer y de las que no se deben hacer para flirtear con humor.

No

Con una mujer, no haga el mismo tipo de broma pesada que hace con sus amigos, y no haga bromas sobre su apariencia.

Esto es muy importante. Cuando a un tipo se le cae algo, por ejemplo, sus amigos pueden decirle cosas como « ¡Bien! ¡Vaya estilo que tienes tiran- do cosas al suelo!», todos se reirán y nadie se enfadará. Pero si se le cae algo a una chica, mejor es no reírse de su fallo, porque se ofenderá.

Tampoco es una buena idea hacer broma sobre su apariencia, a no ser que usted sepa con seguridad que la broma será recibida de forma positiva. A las mujeres les enseñan a ser paranoicas con su apariencia; si una chica puede entender mal un comentario sobre su apariencia, seguro que lo hará. Robert estaba haciendo un comentario muy sincero cuando le dijo a

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Greta « ¡Qué trasero tan grande y redondo tienes! ¡Me encantan las mujeres grandotas!», pero ella se sintió muy ofendida, como cualquier otra mujer de la civilización occidental.

No haga bromas sobre la violencia, a no ser que esté absolutamente seguro de que a ella le gustarán, aunque lo más probable es que no.

Una vez más, la interrelación entre hombres y la interrelación entre mujeres es diferente. Entre los hombres, las bromas sobre la violencia se consideran divertidas. Si usted le pide una cierta información a otro hom- bre, y éste le contesta «Te la daría, pero luego tendría que matarte», segu- lamente usted lo encontraría divertido, pero para una mujer no lo sería en absoluto. Jenny conoció a Rachea en un seminario de un día sobre creci- miento personal. Al acabar, se fueron en su coche a un bar cercano, y mien- tras iban de camino, Kenny cometió un error. Pensando que haría gracia, dijo «Me parece que en lugar de llevarte al bar, te llevaré al bosque y te mataré». Rachel se asustó mucho, y a no ser porque justo en ese momento llegaban al bar, se hubiera puesto histérica. Más tarde, Kenny nos decía «Lo extraño es que ya le había dicho lo mismo unas semanas antes a una chica que conocí en un concierto de rock punk ¡y a ella le pareció graciosísimo!». La mayoría de las veces las mujeres entienden las bromas sobre violencia como amenazas, así que no las haga.

No use humor físico con las mujeres

Los hombres juegan entre ellos utilizando el humor físico. Se pegan puñetazos, se dan pescozones y se comportan de forma bruta cuando están juntos. Hacen chistes sobre el acto de orinar, los gases intestinales y las heces. Los hombres los encuentran muy divertidos, pero las mujeres no; en realidad, se sentirán ofendidas. A usted le toca decidir qué es más impor- tante, hacer bromas o seducir.

No haga bromas sobre sí mismo

Esto es muy importante. Recuerde lo que hemos dicho: cuando una mujer lo conoce, decide qué posición ocupará usted en su vida. ¿Será su amante? ¿Un amigo? ¿Alguien a quien evitar? Ella intenta descifrar qué nivel de respeto asignarle, y una forma de hacerlo es observar cómo se tra- ta usted a sí mismo. Si usted hace bromas a su propia costa, ella sabe que no vale la pena perder tiempo con usted.

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Algunos hombres están tan acostumbrados a hacer bromas sobre sí mis- mos para divertir a las mujeres que les resulta difícil parar. Jerry siempre era el payaso de la clase, con unos kilos de más, y estaba acostumbrado a reírse de su gordura como forma de divertir a las mujeres. «Yo sabía que ellas se reían si hacía bromas con respecto a mí mismo» reconocía Jerry, «pero me di cuenta que de sexo, nada de nada. Fue difícil dejar de hacer bromas fáciles sobre mí mismo, pero lo logré, y ahora tengo novia».

Haga «malas interpretaciones creativas»

Al acercarse a una mujer, tiene que estar alerta y tener los ojos bien abier- tos. Busque los detalles de su apariencia o de lo que está haciendo sobre los que pueda hacer bromas inocentes. Es lo que hizo Bruce cuando le pregun- tó a la cajera si le daban un porcentaje de todo el dinero que recibía cada día: hacer una mala interpretación creativa de algo de su entorno y usarlo para flirtear. Cuando le pregunta si se puede quedar con un porcentaje, le dice una tontería con la que ella se siente identificada. Es una broma sobre la que pueden hablar y que crea un pequeño mundo aislado para los dos.

Del mismo modo, cuando Frank bromea con la dependienta de la tien- da de comestibles saludándola como si fuera un soldado de rango, lo que hace es tomar una situación visible e interpretarla mal de forma creativa, de modo que le sirva para bromear y flirtear. Cada vez que se ven, Frank repite la broma, y ella se siente cada vez más cómoda con él.

Intente que su interpretación equivocada sea un cumplido para ella. Por ejemplo, considerar a la cajera del aparcamiento como «la diosa que guarda los coches» sería más efectivo que considerarla como una barrende- ra con suerte. La primera interpretación es una broma y la segunda es un insulto. Tenga presente la diferencia.

Sonría y diga «hola»

Su expresión es una parte importante de su comportamiento. Cuando se acerque a una mujer para flirtear con ella, es mejor estar relajado y son- reír, establecer contacto visual y decir «hola». Demasiados hombres inten- tan flirtear de forma brusca, porque no les gusta tener que hacerlo, o por- que no están de buen humor. Ni actúan ni hablan de forma relajada.

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Como dijimos en el capítulo 3, hay que vencer las posturas adolescentes. Si usted irradia tensión habitualmente, tal vez le convendría hacer un poco de ejercicio físico o unas clases de yoga. Cuando usted se siente relajado y se acerca a una mujer, ello lo nota en su cara y en sus ojos.

Pregúnteles sobre rosas que conocen

Las preguntas relacionadas con el trabajo son adecuadas, como también lo son las que hacen referencia a la apariencia personal. Por ejemplo, si ella lleva un collar fuera de lo corriente, una buena pregunta sería « ¡Qué boni- to collar llevas! ¿De dónde es?»

Hágales preguntas

Es bueno hacer preguntas, ya que lo que usted busca es averiguar cosas sobre la mujer que le interesa. No se trata de hacer un interrogatorio, sino de hacer preguntas sobre cuestiones que a ella le interesen. Si lleva una flor en la mano, por ejemplo, pregúntele algo así: «Esa rosa es muy bonita. ¿Te gustan todas las flores, o sólo las rosas?» O haga una pregunta como « ¿Por qué crees tú que a las mujeres les gustan las flores?» Con este tipo de pre- gunta, usted mantiene una conversación con ella sobre sus gustos y senti- mientos, que es el tipo de conversación que puede dar lugar a una situa- ción más íntima después.

Describa situaciones o sentimientos agradables cuando esté con una mujer

Lo que usted quiere es que ella responda de forma positiva a sus intere- ses, y una forma de hacerlo es describiendo situaciones o sentimientos agradables cuando esté con una mujer.

Seguramente usted ha tenido que soportar a algún amigo suyo descri- biendo hasta la náusea una situación desagradable, así que recordará que al final su amigo lograba que usted también se sintiera mal. Esto pasa por- que la descripción de un sentimiento o una sensación se transforma al lle- gar al que la escucha, quien acaba experimentando dicho sentimiento o teniendo dicha sensación.

Para flirtear con éxito, aprovéchese de este principio, pero al revés. Lo que usted tiene que hacer es describir, con todo lujo de detalles, los senti- mientos que quiere que ella tenga (amor, atracción, deseo), porque al hacerlo así, ella comenzará a tener dichos sentimientos.

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El principio es muy sencillo: cuando alguien describe algo, tenemos que imaginarlo para poder comprender lo que la otra persona nos está dicien- do. Esto mismo es lo que sucede cuando usted le describe un sentimiento a una mujer, aunque hasta dónde ella podrá imaginarlo dependerá de la buena descripción que usted haga. Sven, por ejemplo, le dice a la atractiva dependienta de la panadería: «Me imagino lo bien que debes sentirte detrás del mostrador, como una diosa a la que los clientes vienen a adorar. Debe ser maravilloso que tanta gente venga a verte cada día». Lo que Steven está haciendo es describir un sentimiento de ser alguien especial, y para que ella pueda comprenderlo y valorar lo que le está diciendo, tiene que sentirse así. Poco a poco, ella conectará las visitas de Steven con ese senti- miento especial y acabará sintiendo atracción por él.

La poesía es una maravillosa herramienta para aprender a hacer des- cripciones hermosas y románticas; por algo, la casi totalidad de los poemas son sobre el amor. En la poesía y en la novela romántica encontramos una corriente inacabable de descripciones que le permitirán aprender a hablar con ese toque de romanticismo que las mujeres adoran.

Tenga confianza en sus bromas

Uno de los peores errores que cometen los hombres al flirtear es que esperan que las mujeres se sientan cómodas con la situación antes de que ellos mismos se sientan así. Volvemos a repetírselo: cuando usted cono- ce a una mujer, lo primero que ella hace es pensar si usted es un tipo de fiar o no. Si usted actúa de forma dubitativa o asustada, ella actuará del mis- mo modo, así que su forma de actuar tiene que demostrar la certeza de que no representa ningún peligro para ella y que su flirteo es divertido y relaja- do para ambos.

Bob sufre este problema. Intenta flirtear, pero se le hace tan difícil y tie- ne tanto miedo de espantar a su posible conquista que es un saco de ner- vios. Por ejemplo con Natalia, la recepcionista de su dentista, tiene que hacer un esfuerzo para hablarle y el corazón le late con fuerza. No para de preguntarse mentalmente « ¿Ysi me rechaza?», pero sigue adelante, con la boca seca, y comenta algo sobre «la gente aquí lo pasa mal, ¿no?» Ella lo mira fríamente y se contagia del miedo que él siente. Bob trata de arreglar- lo aclarándole que era una broma, pero lo único que consigue es sentirse abrumado y fracasar una vez más en su intento de flirtear con una mujer.

Ahora veamos cómo actúa Bruce en la misma situación. Cuando ve a ~163 ~

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Natalia, sabe que le gusta, y también sabe que a ella tal vez no le pase igual, pero no le importa. Él tiene confianza en sus bromas y está seguro de que es encantador, aunque ella no opine lo mismo. Cuando se acerca a la recep- ción del dentista lo hace relajado y sonriente, con confianza en lugar de tensión. « ¿Así que usted es el ángel guardián de este sitio, eh?» le pregunta. Ella lo mira para decidir si representa una amenaza pero lo ve tan relajado y confiando que ella también se ríe cuando le contesta «Pues sí señor, yo soy el guardián». El sigue adelante con su broma, diciéndole « ¿Me puede pro- porcionar un hechizo para que no me hagan daño ahí dentro? De hecho, me parece que ya me ha hechizado, Natalia», en una rápida ojeada a su tar- jeta de identificación. Ella se ríe y le sigue la broma « ¡Qué bien! Pero yo que usted, no prescindiría del anestésico». Bruce la contradice: «Después de verla a usted, no necesito anestesia porque es imposible que sienta dolor». Halagada y sonrojada, ella le da las gracias por el cumplido.

Bruce hace funcionar positivamente esta situación porque está seguro de que así será. Si hubiera actuado sin seguridad, como Bob, esperando que Natalia le diera su aprobación, habría fracasado también. Bruce se siente bien de todas formas, y esa sensación se expande hasta abarcar a ambos.

Sea romántico son su humor

No basta con ser divertido, también tiene que hacerle saber a la mujer que le interesa que la encuentra atractiva. En el ejemplo anterior, Bruce no sólo hace reír a Natalia, sino que usa el flirteo para hacerle saber que la encuentra hermosa y encantadora. Cuando le comenta «Le diré al dentista que la hermosa y encantadora Natalia me ha proporcionado un hechizo protector», le está diciendo, indirectamente, que así es como la ve y que la considera como algo más que a una amiga. Al hacer esto, la obliga a colo- carlo en una categoría, la de amigo o amante potencial. Si ella le sigue la corriente después de un comentario así, él sabe que ella lo considera como un posible candidato a su cama. Usted también puede hacer lo mismo, si muestra su interés romántico cuando flirtea con una mujer.

FLIRTEAR HASTA CONSEGUIR UNA CITA

Teniendo presente estos elementos básicos, ahora le llevaremos, paso a paso, desde el momento de conocer a una mujer hasta el de pedirle para

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salir. Veremos los problemas concretos de cada paso y le mostraremos cómo solucionarlos.

El problema principal al que usted se enfrenta es que las mujeres, como todo el mundo, se resisten al cambio, incluso cuando se trata de un cambio que les gustaría. Es completamente posible que salir con usted sea lo mejor que le ha pasado a las mujeres que usted desea, incluso es completamente posible que acostarse con usted sea lo mejor que les haya pasado (especial- mente después de leer el capítulo 10, «Ser el hombre de sus sueños en la cama»), porque si usted hace lo que le enseñamos en este libro, será capaz de proporcionarle a una mujer más amor, pasión y felicidad que cualquier otro hombre. Incluso si a usted sólo le interesa una relación corta y clara- mente sexual, le proporcionará una ocasión que ella agradecerá haber tenido toda su vida.

A pesar del hecho que usted sólo le proporcionaría placer, ella se resisti- rá porque las mujeres se resisten al cambio, y usted representa la posibili- dad de dolor, incomodidad y de lo desconocido, de desorden en su vida tan ordenada. Mientras que usted piensa en tórridas noches de pasión sexual, ella se imagina sus calcetines sucios por todos lados y los mismos problemas que otros hombres han representado para su vida, así que incluso en las mejores condiciones, cuando usted conoce a una mujer, se encontrará con resistencia.

En realidad no se diferencia mucho de cualquier otra situación de venta (y conquistar una mujer es fundamentalmente eso). Por principio, la gente se resiste a casi todos los productos y servicios, aunque los que se les ofre- cen sean para mejorar su vida. Mientras que el vendedor piensa en las exce- lencias de su producto, el posible comprador piensa en cuánto le va a cos- tar, y con las mujeres pasa lo mismo. Cada uno de los pasos presentados a continuación le llevará a usted a través del proceso de superar el temor de ellas y hacerles ver el deseo que sienten por usted.

GANARSE LA CONFIANZA DE ELLA

Para llegar a una cita, primero hay que demostrar que uno es de fiar. De vez en cuando, Bob se da cuenta que las mujeres parecen tenerle miedo cuando se dirige a ellas e intenta solucionarlo de forma muy directa, aunque los resultados que obtiene son desastrosos. En una ocasión le dijo a una atracti- va vendedora en una tienda «Yo no soy un tipo peligroso, ¿sabe? Soy un

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hombre normal, no tiene por qué tener miedo de mi». La chica se puso páli- da y con ojos abiertos como platos, sin duda preguntándose « ¿Y este tipo por qué me dice que no es peligroso? ¿Qué estará pensando hacerme?».

Como hemos dicho muchas veces, la primera preocupación de una mujer es su seguridad, y decirle que uno no es peligroso sólo ayuda a asus- tarla más y a hacerla sospechar. Con el tiempo se logra aliviar esa sensación, y a medida que usted avanza en el flirteo y la hace reir y sentirse bien, ella comienza a confiar en usted y a creer que es una persona con la que puede sentirse segura. Para esto, hará falta que usted demuestre ciertas cualidades de forma inequívoca.

CUALIDADES ESENCIALES QUE USTED DEBE DEMOSTRAR PARA QUE UNA MUJER CONFÍE EN USTED Y SE SIENTA SEGURA

Cree confianza por medio del respeto hacia ella. Bob piensa que es respe- tuoso cuando le dice a una mujer que él no es un tipo peligroso, y lo que hace en realidad es darle miedo. El error de Bob es que no entiende que las acciones hablan más que las palabras. ¿Conoce usted a alguien que dice que es de una forma pero que en realidad es de otra? Todos conocemos a alguien que habla constantemente de la importancia de la puntualidad y sin embargo, siempre llega tarde. Sus acciones contradicen a sus palabras, y lo mismo pasa con la declaración de no ser una persona peligrosa. Decir- lo sólo logra empeorar la situación; hay que demostrarlo, y la mejor mane- ra de hacerlo es por medio del respeto.

Respetar a una mujer no significa rogarle ni tratarla como si fuera una persona mejor o superior a usted; a ninguna mujer le gusta esta actitud. En cambio, lo más importante es respetarla cuando dice que «no». Durante el proceso de seducción, a la mujer le gusta ir a su propio ritmo, porque así controla la velocidad y se siente segura. Usted aprenderá a reconocer este ritmo por el uso que ella haga del «no». Si ella dice que no, usted no debe seguir adelante, y ella se sentirá respetada. Al principio del flirteo, es pro- bable que usted diga algo que la incomode o irrite, situación que se verá reflejada en el ritmo de la relación. Esté atento y respete su actitud.

Cree confianza sin demostrar desesperación. Nada hace que una mujer se sienta usada más rápidamente que un hombre que necesita desesperada- mente compañía femenina o sexo sin más. Esa mujer, de forma correcta e

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inmediata, decide que ese hombre no está interesado en ella, sólo en el sexo. Como hombre, usted tal vez piense que sería genial que una mujer se interesara en usted sólo por el sexo, pero créanos, incluso ese tipo de mujer interesada sólo en el sexo se sentiría decepcionada si su desesperación es tan obvia. La desesperación aparece con frecuencia en tres situaciones:

1. Cuando usted va detrás de sólo una mujer. Como vimos en el capítu- lo 2, cuando a usted le interesa tan sólo una mujer, generalmente no tiene un plan alternativo, así que la cosa tiene que funcionar con ella o usted sale perdiendo. Esa presión no le permite actuar libremente y decir «No importa cómo me vaya con esta mujer; hay muchas otras para elegir», sino que lo pone tenso y nervioso, porque es mujer es su única posibilidad. Si usted llega a pensar así, está perdido y seguirá dando la impresión de estar desesperado. La solución, tal como vimos en el capítulo 2, es ir siempre detrás de varias mujeres. 2. Cuando siente terror al rechazo. A estas alturas, esperamos haberle

hecho comprender la importancia de superar tanto el miedo como el rechazo y de aplicar las técnicas descritas en el capítulo 2. 3. Cuando su vida es solitaria y sin sentido. Para evitar esta situación,

debe tener un interés que de significado a su vida por encima y más allá de la relación y del sexo con una mujer determinada. Si el senti- do de su vida debe encontrarlo en sus relaciones con las mujeres, ellas siempre lo notan y rehuyen su compañía.

Tal vez haya notado que a las mujeres les gustan los hombres de éxito. El dinero les atrae, sí, pero eso no es todo. También les atraen los hombres que viven sus vidas con pasión, energía y entusiasmo. Algunos hombres así tienen dinero, pero otros no. El dinero es menos importante que ser un hombre dinámico que se enfrenta a la vida a pecho descubierto.

Los principios del éxito con las mujeres coinciden con los del éxito en la vida. Los siete hábitos de los grandes seductores también los puede aplicar a su vida en general. Tiene sentido actuar con una meta en mente, y no sólo con las mujeres, sino en cualquier área de la vida.; tiene sentido ver la vida como un juego de cantidades, no tomarse las cosas de la vida personalmen- te y dedicarse a varios proyectos al mismo tiempo. Hay que hacer que la vida nos vaya bien, y aquí incluimos las relaciones con las mujeres.

Los hombres se desesperan cuando se sienten solos, especialmente aquellos que tienen muchas amistades femeninas y pocas masculinas. Los amigos sirven para que las relaciones con las mujeres sean fuentes menos

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importantes de cariño y reafirmación; a una mujer le resultará mucho más fácil confiar en usted y sentirse relajada si sabe que usted no necesita su atención desesperadamente.

Cree confianza teniendo paciencia con ella. Tener paciencia con una mujer es una forma importante de demostrarle que usted no representa un peligro para ella y que es digno de su confianza. Hay que tener cuidado, sin embargo, porque es fácil confundir la paciencia con la estupidez. Nosotros no decimos que usted debe permitir que una mujer le camine por encima o lo sacuda de aquí para allá; lo que decimos es que un flirteo que lleve a unas relaciones más íntimas requiere paciencia.

La paciencia también forma parte del flirteo, y usted debe estar dispues- to a ir a ver a la chica que le interesa una y otra vez antes de conseguir salir con ella. Jim pensaba que, en una sola vez, podía crear confianza, interés y atracción, invitar a una chica a salir y acabar en la cama con ella. Si bien es cierto que tal cosa no es del todo imposible, a la mayoría de mujeres no se las conquista con tanta rapidez. Hace falta tener paciencia y tomarse el tiempo necesario para conseguir salir con ella.

Ir a verla al trabajo o al gimnasio también ayuda, porque ella lo ve con frecuencia y entonces, flirtear con usted entra a formar parte de su ordena- da y segura vida diaria. Los amigos comunes también sirven para crear con- fianza, a no ser que se trate de otras mujeres a las que usted «amó y dejó». Si un amigo común los presenta, es como si hubiera una recomendación implícita, y esto también ayuda a crear confianza.

Otro gesto que crea confianza es darle su tarjeta de visita. Ella no lo lla- mará, no cuente con eso, pero su gesto significa que usted no quiere man- tener sus datos en secreto. Todo esto forma parte del paciente proceso de conseguir la confianza de ella.

Cree confianza evitando los conflictos innecesarios. Vigile los temas que comenta y modérese si quiere que una mujer confíe en usted, así que evite los conflictos inútiles mientras esté flirteando con ella.

Recuerde su meta: romance y sexo. Cuando Kurt salió con Sally por pri- mera vez, todo fue bien hasta que ella empezó a hablar del feminismo. «Las mujeres siempre llevan las de perder en esta sociedad», dijo. «Los hombres lo tienen todo y ni siquiera lo saben». Kurt, muy comprometido con el movimiento de defensa masculino, se enfadó al oír esto y comenzó a darle datos estadísticos de hombres maltratados por sus esposas, del número

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mayor de hombres que muere en las guerras, de las violaciones en las cár- celes, de los daños causados por la circuncisión infantil. En realidad tenía razón en todo, pero era una batalla perdida.

Sally finalmente lo interrumpió: «Oye, estás gritando y me estás asustan- do. No me gusta nada esto de ti». Kurt había echado a perder una ocasión perfecta dejándose llevar por una discusión sobre los derechos de hombres y mujeres, cuando en realidad debería haber actuado con romántica paciencia. Nunca llegó a acostarse con Sally. Lo que tendría que haber hecho es escucharla con atención y luego cambiar el tema de conversación, porque así habría evitado la discusión, no habría perdido la confianza de ella y el proceso de seducción habría seguido adelante.

A algunas mujeres les encanta pelear y discutir y harán lo que sea para provocarlo. Si usted se encuentra en una situación en la que continuamen- te tiene que evitar conflictos innecesarios, considere si realmente le intere- sa estar con esa mujer.

Cree confianza demostrándole que usted no es raro. ¿Conoce a algún hombre extraño, fuera de lo corriente, pero de éxito con las mujeres? Tal vez sí. Puede ser alguien lleno de tatuajes, con el pelo verde y múltiples piercings, o alguien con el pelo rapado, chaqueta de cuero y botas milita- res. Son hombres con excentricidades pero que se sienten cómodos consi- go mismo y sus peculiaridades y que no tienen dificultades para conseguir mujeres.

¿Y conoce a algún hombre extraño, fuera de lo corriente, pero acomple- jado y avergonzado por su condición? Aunque sus gustos en música y vesti- menta sean similares a los de otros hombres peculiares, está claro que no se sienten a gusto con sus excentricidades, y tienen dificultades para conse- guir mujeres.

Un hombre «extraño» que se siente cómodo siéndolo resulta una inspi- ración para las mujeres, que lo ven como un hombre dispuesto a expresar- se libre y completamente. Estas cualidades resultan atractivas y las mujeres confían en hombres así porque ellos confían en sí mismos.

Por el contrario, un hombre que no se siente a gusto con sus excentrici- dades provoca temor en las mujeres. Él piensa que hay algo que no funcio- na, y las mujeres piensan lo mismo. Lo ven como «raro» porque se aver- güenza de sus gustos y no confían en él porque él tampoco confía en sí mismo.

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La solución es considerar cualquier forma «extraña» de vestirse o com- portarse y decidir si se quiere mantener, y en tal caso, integrarla con con- vencimiento en el estilo propio. Esto se hace preguntándose « ¿Cuál es el mensaje que esto da de mí?» Cuando Luther quiso decidir si debía mante- ner su coleta y perilla, se hizo esta pregunta, y también se la hizo a familia- res y amigos. Descubrió que muchos pensaban que la coleta daba un men- saje de inmadurez, como que era un niño con cuerpo de hombre, alguien que no quería crecer. Después de considerar esta información, Luther estu- vo de acuerdo, se cortó la coleta y se afeitó la perilla. De pronto descubrió que se sentía mejor y que la gente se relacionaba con él de forma diferente, e incluso que las mujeres parecían sentirse más cómodas en su compañía.

La experiencia de Clarence fue distinta. Aunque vivía en una ciudad muy populosa, su vestimenta era la típica de un vaquero, algo que resultaba excéntrico en su medio habitual. Cuando le preguntó a sus amigos sobre cuál era el mensaje que sus botas y sombrero daban, todas las respues- tas fueron positivas. «Para mí, son sinónimo de Clarence», dijo uno. «Real- mente parece que has encontrado tu estilo». Clarence estuvo de acuerdo y siguió usando vestimenta vaquera, incluso se compró un sombrero aún más extravagante que usaba con todo orgullo. Las mujeres se sentían cómodas con él, porque a través de su estilo, expresaba su verdadera identidad, y eso les permitía confiar en él. En cambio Luther expresaba su miedo a enveje- cer con su coleta y perilla, y a los ojos de las mujeres, resultaba raro y poco digno de confianza.

Es frecuente que un hombre se encuentre en esta situación porque bus- ca en las mujeres la confianza que no tiene en sí mismo. Ya lo hemos dicho muchas veces: si la mujer se tiene que cuidar de los sentimiento del hom- bre, y él la usa para sentirse bien, ella no sentirá ningún interés por ese hombre.

Cree confianza dejándola contenta. Todas estas prácticas lo harán más digno de confianza a los ojos de una mujer. Si usted la respeta, no demuestra desesperación, tiene paciencia con ella, no la pelea y le demuestra que no es «raro», ella tendrá motivos para sentir confianza en usted. Si la deja conten- ta, no sólo confiará en usted, sino que estará ansiosa por verle otra vez.

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LOS TRES PASOS DE UNA SITUACIÓN DE FLIRTEO

Primer paso. El primer encuentro con ella

Bob conoció a Brenda en una fiesta. Pelo rubio lacio, un cuerpo perfecto, una cara preciosa, ojos inteligentes... aunque lo primero que miró fue su busto exuberante, a decir verdad. «Sabía que tenía que causar buena impresión», le contaba luego a su amigo Scott, «así que me aseguré de no hacer nada que la espantara». Bob tenía tanto miedo a molestarla u ofen- derla que fue incapaz de entablar un contacto normal con ella.

Adoptó su postura habitual para atraer a mujeres atractivas: parecer ino- fensivo. « ¿A qué te dedicas?», le preguntó, y luego de su respuesta, inició una conversación sobre el trabajo, las horas extra y los distintos tipos de ordenadores que usan las empresas. Ella lo encontró inofensivo, e incluso ligeramente interesante, pero cuando él se atrevió a pedirle el número de teléfono, ella le dijo que «me gustas y tal, pero realmente no eres mi tipo». El sabía que las mujeres temen que un hombre les resulte peligroso, pero estaba seguro de no haber hecho nada que le causara temor; ¿qué había salido mal, entonces?

Es cierto que hemos hecho referencia repetidas veces al temor inicial de una mujer por su seguridad, pero eso no significa que el hombre permita que el miedo de ella lo anule, como le pasaba a Bob. Hay que tener en cuenta su preocupación, pero también hacerle saber de inmediato que uno tiene un interés romántico en ella.

También es cierto que hemos dicho repetidamente que una mujer determina si un hombre es un amante en potencia o un simple amigo al poco rato de haberlo conocido, así que es importante aprovechar este hecho presentando claramente enseguida nuestra intención. Si no es así, haciéndola sentir seguro usted sólo conseguirá que ella lo considere como un amigo, mientras que la parte romántica y sensual la deja para otros hombres.

Qué decir al acercarse a ella por primera vez

Nuestros alumnos parecen pensar que hay una fórmula mágica que vale para todas las mujeres, pero la verdad es que no hay una forma «correcta» de pedirle a una mujer para salir ni una frase «perfecta» con la cual iniciar una primera conversación. Esto debería tranquilizarlo, porque quiere

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decir que cualquier cosa que se le ocurra decir (preferentemente algo sen- cillo y honesto) puede ser lo más adecuado.

Algunos hombres prefieren los comentarios graciosos, como «El cielo ha perdido un ángel, porque estoy viendo uno», pero nuestras entrevistas con más de trescientas mujeres indican que a ellas tales comentarios no les gustan. Es como si el comentario fuera «El cielo ha perdido dos ángeles, porque estoy viendo un par que se mueven dentro de tu blusa», algo que tampoco recomendamos. Y menos aún el famoso «Si te digo que tienes un cuerpo preciso, ¿te enfadarás conmigo?» Todos estos comentarios sólo indican que el que los hace no es un hombre maduro, así que descártelos.

Segundo paso. Ella comienza a verlo como un posible candidato

Si usted ha cumplido con todos los aspectos del primer paso, la mujer que le interesa tendrá confianza en usted y comenzará a verlo como un posible candidato a una relación amorosa. Usted le ha hecho saber su interés, ha logrado que se sienta segura cuando están juntos y la ha dejado contenta en todas las ocasiones. Ha flirteado con ella con humor, ha evitado las pe- leas y no la ha espantado de ninguna manera. Ella disfruta de su compañía, conoce su interés romántico en ella y empieza a pensar «Me gusta este chi- co, ¿por qué no voy a salir con él? ¿Qué me puede pasar?».

Pero ahora que ha superado la primera etapa, tiene que hacer frente al siguiente problema. A medida que crece el interés de ella, también crecen sus dudas. Recuerde que las mujeres, como todo el mundo, intentan evitar los cambios aunque estén deseando cambiar. Para conservar su vida orde- nada, ella comienza a encontrar motivos para descalificarlo, así que su reto es vencer estos motivos y conseguir que ella continúe sintiéndose a gusto con usted.

Las razones que ella busca son diferentes de los problemas que usted tie- ne cuando usted sencillamente no le gusta. Si ella le dice «No quiero volver a hablar contigo», o «No quiero salir contigo» o «Déjame en paz», es obvio que usted no le gusta. Hágale caso, déjela en paz y busque mujeres a las que usted les guste. Pero si ella le dice algo más vago, referido más a las relacio- nes en sí que a usted, entonces debe insistir amablemente.

Muchos de nuestros alumnos son hombres mayores que quieren salir con chicas más jóvenes, pero generalmente la edad es un problema. Esto es

Referencias

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