PROGRAMA No. 302
SAN JUAN
Cap. 21:15 - 17
Ahora llegamos a la entrevista especial que Jesús tuvo con Simón Pedro.
Juan 21:15-17 “. . . Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.”
Nuestro Señor toma a Simón Pedro y llama a Su servicio a este discípulo que vacila, que falla, y que tambalea. Aprendemos una lección de suma importancia en esta entrevista. Amor para con el Señor es el requisito previo del servicio.
Hay algunas analogías aquí, a previas ocasiones. Estamos seguros de que vinieron a la memoria de Pedro. Pedro había sido llamado previamente al ministerio, después de una pesca milagrosa. Pedro perdió aquel ministerio ante un fuego de carbón, cuando negó a su Señor. Ahora, después de una pesca milagrosa, nuevamente se halla calentándose jungo a un fuego de carbón. Negó tres veces a su Señor. Jesús le hace la pregunta tres veces.
Una de las primeras cosas en las cuales nos fijamos, es que el Señor le llama “Simón.” Ni aun le llama Simón Pedro. Recuerde de que en Mateo capítulo 16, el Señor había dicho que cambiaría su nombre a Pedro. Bueno, todavía no es Pedro la roca, sino Simón.
Hay tres preguntas que hace nuestro Señor, tres afirmaciones dadas por Pedro, y luego tres exhortaciones dadas por nuestro Señor. Cuando Jesús pregunta a Pedro, “¿Me
amas?” usa la palabra griega “agapao” que significa el amar con todo el corazón, un tipo
superior de amor. Pedro evita usarla y usa la palabra “fileo” que significa gustar mucho de uno. Pedro, el que había insistido en que moriría por El, y luego aquella misma noche había negado que le conocía, siquiera, ya no se jacta más. Profundamente consciente de su propio fracaso, es completamente sincero y se aflige por no poder llegar al nivel del amor “agapao”. Note usted que sobre la base de su amor fileo, tan débil que le da vergüenza, que Cristo le comisiona.
Resumiendo, tenemos entonces lo siguiente:
INTERROGACION AFIRMACION EXHORTACION 1. agapao 1. fileo 1. Apacienta mis corderos
2. agapao 2. fileo 2. Pastorea mis ovejas 3. fileo 3. fileo 3. Apacienta mis ovejas
En la primera pregunta, nuestro Señor añade las palabras: “¿me amas más que éstos?” Las palabras “más que estos,” pueden referirse a las cosas materiales. Pedro había ido a pescar y la pregunta sería: “¿Amas al Señor más que el negocio de pescar?” Creemos que lo que significa es, que el Señor le pregunta que si ahora está preparado para decir que ama al Señor más que estos otros discípulos. Usted recuerda que ésta había sido la jactancia de Pedro antes de negar al Señor. Había dicho que él entregaría su vida por su Señor.
Pedro después de Su resurrección. Lo que tuvo lugar allí no se registra. Fue una entrevista privada. Sin embargo, creemos que podemos estar seguros de que hablaron en cuanto a la negación de Pedro. Simón Pedro la confesó al Señor y el Señor le restauró. Este incidente aquí, trata de la comisión de Pedro para la obra del Señor. Ya ha sido perdonado y restaurado.
Fíjese usted que el Señor le manda a Pedro a apacentar sus corderos. Tememos que muchos leen estas palabras de la manera siguiente: “Critica a mis corderos.” No, nuestro Señor le manda a apacentarlos; a darle la Palabra. Son inmaduros y no necesitan de la crítica. Lo que necesitan es una alimentación. Observe usted que las ovejas también necesitan ser alimentadas. ¡Todos necesitamos de la alimentación de la Palabra de Dios!
El secreto del servicio es amor para el Señor. Eso es lo más importante. “Si me amáis,
guardad mis mandamientos.” Uno de sus mandamientos es el de ir al mundo y predicar el
evangelio. Pero esto se basa en el amor. Pablo dice: “Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.” “Nosostros le amanos a él,
porque él nos amó primero.” Aun cuando nuestro Señor no puede fiarse de nosotros porque
le fallamos por ser débiles, aun así no ama. Dios nos amó cuando éramos pecadores, cuando éramos impíos. Le amamos a El porque El nos amó primero. La salvación es en verdad un asunto amoroso. Y el amor es el requisito previo del servicio.
Este incidente nos muestra que el Señor Jesucristo debe ser el Señor de nuestros corazones. Este debe ser nuestro móvil para servirle.
Juan 21:18,19 “. . . Y dicho esto, añadió: Sígueme.”
Jesús informa a Pedro que será mártir. Pedro había dicho que moriría por el Señor Jesús. Bueno, eso es lo que hará. Después de decirle esto, Jesús le pide a Pedro que le siga. Y los versículos 20 y 21 continúan diciendo:
Juan 21:20,21 “. . . dijo a Jesús: Señor, ¿y qué de éste?”
¿No es esta una reacción típica de Simón Pedro? Dice: “Ahora que me has dicho lo que yo voy a hacer, dime lo que le toca hacer a Juan.”
Juan 21:22 “. . . hasta que yo venga, ¿qué a tí? Sígueme tú.”
Nuestro Señor le está diciendo: “Mira, Simón Pedro, tú vas a morir por mí. Lo que Juan haga no es asunto tuyo. Aun si vive hasta que yo regrese, eso no hace ningún efecto en lo que tú vas a hacer. ¡Yo quiero que tú me sigas a Mí!
Juan 21:23-25 “. . . cabrían los libros que se habrían de escribir. Amén.”
Aquí tenemos algo interesante. La ignorancia, o la falta de conocimiento no sirve como excusa para no servir al Señor. Algunos dicen que no servirán al Señor a menos que sean contestadas todas sus preguntas. Amigo oyente, hay muchas cosas que usted no sabrá. Hay muchas cosas que no es necesario que las sepa. Hay cosas que no le importa saber. Lo importante es seguirle a El.
Jesús no reveló lo que iba a pasarle a Juan. Simplemente dijo que si fuera Su voluntad que Juan no muriera, eso no afectaría el servicio ni la obligación de Pedro de seguir a Jesús. Es importante que veamos eso.
Pedro escribió en 2 Pedro 1:14, “sabiendo que en breve debo abandonar el cuerpo, como nuestro Señor Jesucristo me ha declarado.” La tradición dice que fue crucificado, pero que pidió ser crucificado cabeza abajo, a causa de que no se creía digno de ser crucificado cabeza arriba, así como el Señor cuando fue crucificado.
Amigo oyente, el Señor Jesucristo dbe ser el Señor de su mente, el Señor de su corazón, y el Señor de su voluntad. Si no es Señor de todo, entonces no puede ser Señor de ninguna manera. Juan no exagera cuando dice: “Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir.” El Señor Jesús es el que murió en la cruz y resucitó de los muertos. Es el Dios eterno, nuestro Salvador.