ENDOCARDITIS INFECCIOSA POR MICROORGANISMOS POCO FRECUENTES
Tiberio Lopez G(1), Carrasquer Pirla T(1), Von Wichmann De Miguel MA(2), Clemos Matamoros S(1).
(1)
: Servicio de Medicina Interna del Complejo Hospitalario de Navarra B (2)
: Unidad de Enfermedades Infecciosas Hospital Universitario de Donostia
RESUMEN
Los microorganismos más frecuentes de la Endocarditis Infecciosa (EI)
continúan siendo los estreptococos y estafilococos (80-90%). Entre las El con cultivo negativo (2,5-31% según series) debemos considerar aquellas causadas por bacterias de crecimiento lento: grupo HACEK y corinebacterias. Las
bacterias pertenecientes al grupo HACEK son las responsables del 5-10% de las EI sobre válvula nativa y también pueden afectar a las válvulas protésicas.
INTRODUCCIÓN
Los microorganismos que comprenden el grupo HACEK son un grupo de bacterias gramnegativas de proliferación lenta con gran trofoespecificidad.
Las especies del grupo comprenden algunas de Haemophilus, Aggregatibacter (antes Actinobacillus) actinomycetemcomitans, Cardiobacterium hominis,
Eikenella corrodens y Kingella kingae.
Estas bacterias residen habitualmente en la cavidad bucal y, ocasionan tanto infecciones locales como generales. Entre estas últimas la más frecuente es la Endocarditis Infecciosa (EI), tanto sobre válvulas nativas como en las
En una gran serie, se observó que incluso 3% de casos de endocarditis infecciosa se podía atribuir a microorganismos de ese nombre, muy a menudo A. actinomycetemcomitans, Haemophilus y C. hominis.
COMUNICACIÓN
Presentamos el caso clínico de un varón de 74 años con factores de riesgo cardiovasculares, entre los que destacan HTA esencial bien controlada con IECA y cardiopatía isquémica crónica (pontaje aortocoronario por enfermedad trivaso y sustitución valvular aórtica por bioprótesis en 2010). Intervenido quirúrgicamente de apendicitis. No hábitos tóxicos.
Consulta en su médico de cabecera, por astenia y anorexia de un mes de evolución, así como pérdida de peso de 2 kg en los últimos 15 días. Tras presentar pico febril de 38ºC y malestar general, acude al Servicio de
Urgencias del Hospital Universitario de Donostia donde se realiza una historia clínica y exploración exhaustivas. En la Historia clínica, destaca cuadro de vómitos alimenticios y deposiciones de consistencia más blanda en los últimos 4-5 días, sin focalidad infecciosa aparente.
Analíticamente destacaba discreta anemia normocítica normocrómica crónica de 12,6 g/dL; PCR 61,7 mg/L, VSG 5 mm/H y 7800 leucocitos con 78,6% de neutrófilos.
Se extrajo un urocultivo, la primera tanda de hemocultivos (un frasco aerobio y uno anaerobio) y se ingresó en la Unidad de Enfermedades Infecciosas.
Una vez ingresado en la planta, se recoge a las 24 horas de la primera tanda, los segundos Hemocultivos por nuevo pico febril y se mantiene sin
antibioterapia a la espera del resultado de cultivos y estudio etiológico de la fiebre.
A los 7 días de haber extraído ambas muestras de sangre para cultivo, se aísla un Cardiobacterium hominis en todos los frascos resistente a penicilina G; amoxicilina/ampicilina; clindamicina y trimetoprim-sulfametoxazol y sensible a amoxicilina-clavulánico; gentamicina; cefotaxima/ceftriaxona (CMI 0,25); eritromicina; azitromicina; tetraciclina; vancomicina; ciprofloxacino y levofloxacino.
Ante el aislamiento de dicho microorganismo se inicia antibioterapia con ceftriaxona 2g/24h con buena evolución clínica, con disminución de la curva térmica hasta quedarse afebril de forma mantenida.
Con los datos obtenidos hasta ahora, se cataloga de posible EI según los criterios modificados de Duke (un criterio mayor: hemocultivos positivos para EI y dos menores: cardiopatía previa y fiebre mayor de 38ºC) y se mantiene el tratamiento antibiótico con ceftriaxona 2g al día endovenoso.
ventricular conservada (fracción de eyección de 60%) y calcificación del anillo mitral con leve disfunción de la misma. Dados los hallazgos obtenidos y la patología de base del paciente aconsejan completar estudio con un
ecocardiograma transesofágico, donde no se observaron vegetaciones ni otro hallazgo sugestivo de EI, la bioprótesis aórtica era normofucionante.
Además se solicitó un escáner toraco-abdominal que no mostró émbolos sépticos ni otra patología subyacente concomitante.
Tras 12 días de ingreso y ante la buena evolución clínica, manteniéndose afebril desde el 3º día tras el inicio de la antibioterapia, se contacta con el Servicio de Hospitalización a Domicilio para completar tratamiento antibiótico durante un total de 28 días.
CONCLUSIONES
Las características que presenta nuestro paciente, no dista de la bibliografía consultada. A pesar de que la embolización en EI por HACEK es frecuente (28-71% según algunas series) y que la ecocardiografía objetiva vegetaciones valvulares incluso en el 85% de los pacientes, nuestro paciente presenta antecedentes de valvulopatía cardiaca y una evolución clínica subaguda.
La bacteriemia por HACEK es altamente sugestiva de EI en ausencia de otro foco de infección, por eso en nuestro caso decidimos mantener el tratamiento antibiótico el tiempo establecido, presentando el paciente una recuperación clínica y quedando posteriormente asintomático.
y dentro de esta entidad, a los microorganismos exigentes o de crecimiento lento que junto con las comorbilidades de pacientes con edad más avanzada aumentan la morbi-mortaliad de esta entidad.
