Levítico 17:10-16 En las leyes que Dios le da al Pueblo de Israel en la Antigua Dispensación de la Ley y Profecía (Efesios 2:11-12), Dios le prohíbe a los Judíos comer sangre. Hay una razón por la que Dios les indica que no deberían comer la sangre: La VIDA está en la Sangre. Dios les dice que Él estaría en contra de todo aquel Judío o Extranjero que comiera sangre, “porque todo ser vive por la sangre que esta en el, y Yo se las he dado a ustedes para pagar el rescate por la vida”.
Además, les dice que cualquiera que cace un animal o un ave de los que Dios les había permitido comer, deberá derramar la sangre de la presa y cubrirla con tierra, porque la sangre es la vida de todo ser viviente. Por eso, Dios les prohibió comer sangre, porque ella es la vida de todo ser viviente, y cualquier Judío que la comiera seria eliminado de entre su pueblo.
De ésta ilustración a Israel – Ver 1 Corintios 10:6, 11, podemos deducir varios principios bíblicos aplicables en general a la SANGRE:
º La vida se encuentra contenida en la sangre.
º Todo ser vive por la sangre que está en él.
º Para Dios, la sangre es un medio por el cual se paga el rescate por la vida.
º Se da la vida, para redimir: VIDA.
º La sangre, a los ojos de Dios, es la vida de todo ser que vive en la Tierra.
La SANGRE DE CRISTO: Seria el Nuevo Pacto a Israel.
Marcos 14:22-25 En el Pesaj o Pascua Judía que celebro Jesús de Nazaret con sus Doce Discípulos y les ordena a ellos que hagan lo mismo para las Iglesias de los Judíos – el Israel de Dios Gálatas 6:15-16, se menciona que: “Ésto es mi sangre del NUEVO PACTO, que por muchos es derramada”.
1 Corintios 11:23-34 Como hemos estudiado anteriormente en algunos estudios bíblicos, hemos visto que la Cena del Señor, Santa Cena, Comunión o Pascua no está siendo instituida para la Iglesia por el Apóstol Pablo. Lo que sucede en este pasaje es precisamente lo que Pablo nos narra acerca de lo que Jesús de Nazaret hiciera la noche que fue traicionado por Judas Iscariote y lo que Jesús les decía a sus Doce Discípulos. El Apóstol Pablo habla referente a la Iglesia el Cuerpo de Cristo desde el versículo 17-22 en manera correctiva (no para instituir alguna ordenanza a la Iglesia) y vuelve, después de hacer referencia a lo que el Señor Amado Jesucristo le contara sobre lo que ocurrió la noche que fue traicionado cuando tomo la última PESAJ y cuando Él mismo dijo que no volvería hacerlo hasta en el Reino de los Cielos, Pablo vuelve a retomar lo que les está diciendo a los Hermanos Corintos desde el versículo 33-34. Todo lo que viene en los versículos 23-32, no son las palabras del Apóstol Pablo, sino las de Jesús de Nazaret hablándoles a los Doce Apóstoles y ordenándoles a Éllos, no a Pablo.
Algo muy importante de aclarar es: El derramamiento de la Sangre de Cristo no es el Evangelio de la Gracia de Dios. El Evangelio de la Gracia de Dios es lo que OCURRE al derramar la sangre del Señor Jesucristo en la Cruz en aquella Obra Redentora de nuestro Salvador en el Calvario. Los beneficios del derramamiento de la sangre de Cristo es lo que hace al Evangelio ser el Evangelio de la Gracia. Romanos 1:16-17.
Éxodo 12:1-14 Dios Jehová instituye la ordenanza de una de las Siete Fiestas Santas dadas a Israel: El Pesaj o Pascua Judía. La sangre les serviría para que los Hebreos señalasen las casa donde se encontrarían. Y, así, cuando Dios Jehová hiriera de muerte a los egipcios, ninguno de los Hebreos moriría, porque Él vería la sangre y pasaría de largo. Por ello, el PESAJ o Pascua Judía es para el Judío cuando Dios Jehová “paso de largo” redimiendo o volviendo a comprar la vida de los primogénitos Judíos. Israel , es la heredad de Dios.
Lucas 22:14-23 La sangre de Jesús de Nazaret, derramada en la Cruz del Calvario, seria la Sangre de la Nueva Alianza o Nuevo Pacto derramada a favor de los Hebreos Judíos. Jeremías 31:31-34 El Nuevo Pacto, será realizado por el Mesías al inaugurar el Milenio: El Reino de los Cielos establecido en esta Tierra. Y, la sangre que Jesús de Nazaret, como el Mesías Verdadero a Israel derramó, será aplicada a la Nación de Israel para perdón de sus pecados. Dios realizará EXPIACIÓN para ellos.
Levítico 23:26-31 con Números 29:7-11 Fiestas Santas dadas a Israel. Yom Kippur – El Día del Perdón. Hebreos 8:7-13 Aquí se ven las imperfecciones del Primer Pacto o Primera Alianza con Israel. Cuando Dios habla de una Nueva Alianza es porque ha declarado vieja la primera;
y a lo que está viejo y anticuado, poco le falta para desaparecer.
Hebreos 9:1-10 Aquí, el autor del Libro de los Hebreos, el cual es dirijo a Israel en la Gran Tribulación y el Milenio (Hebreos a Apocalipsis – Futura Dispensación de las Edades y Siglos por Venir en Efesios 2:7 y Hebreos 2:5) explica la ineficacia de los sacrificios antiguos. Nos recuerda lo que pasaba bajo el Antiguo Pacto o Primera Alianza con Israel. En el versículo 10, se concluye que en la Primera Alianza, la cual tenia sus reglas para el culto en un santuario terrenal y que consistía únicamente de alimentos, bebidas y ciertas ceremonias de purificación, las cuales eran reglas externas y que tienen valor solamente hasta que Dios cambie las cosas para su Pueblo: Israel.
Hebreos 9:11-14 Aquí se nos habla de la eficacia del sacrificio de Cristo. Quien ya vino y es el Sumo Sacerdote de aquellos bienes definitivos que Israel heredará en el Mesías reinante en la Tierra. Recalca la importancia de que si la sangre de toros y chivos, y las cenizas de la becerra que se quema en el altar, las cuales son rociadas sobre los que están impuros, tienen poder para conságralos y purificarlos por fuera, cuánto más tendrá la sangre de Cristo poder para que por medio del Espíritu Eterno, sea ofrecido a sí mismo a Dios como sacrifico sin mancha. Su sangre limpie la conciencia de las obras que llevan a la muerte a Israel, quien le servirá bajo la Nueva Alianza al Dios viviente.
Hebreos 9:15-23 Se enfatiza la importancia de lo que será la Nueva Alianza o Nuevo Pacto para Israel en el Milenio. En aquel momento, el Mesías Jesucristo será el mediador de un Nuevo Pacto y un Nuevo Testamento pues con su muerte libra a los hombres de los pecados cometidos bajo la Primera Alianza o Pacto y hace posible que los que Dios ha llamado Judíos reciban la herencia eterna que Él le prometió a los Patriarcas: Abraham, Isaac y Jacob y los Doce Hijos de Israel.
Hebreos 9:24-28 Cristo, al derramar su sangre, ha aparecido en el Santuario de Dios una sola vez y para siempre, ofreciéndose a sí mismo en sacrificio para redimir y para quitar el pecado. Después aparecerá POR SEGUNDA VEZ, ya no en relación con el pecado, sino para salvar a los que lo esperan. Al inaugurar el Milenio, el Rey Jesucristo el Mesías hará ésto que está prometido para la Nación de Israel.
1 Pedro 1:2 y 19 El Judío que cree, durante la Gran Tribulación en Jesús el Mesías por la predicación de los 144,000 Apóstoles Judíos, es elegido según la presciencia de Dios para que le obedezca al ser rociado por la sangre del Mesías Jesucristo y apartado para Él. El Mesías Jesucristo es el Cordero de Dios sin mancha y sin contaminación.
La Sangre de Jesucristo: Nuestra Vida en Él.
Colosenses 3:1-4 Nuestra vida está escondida con Cristo en Dios.
Hechos 17:28 En Él vivimos (vida). En Él nos movemos (aliento). En Él existimos (todas las cosas).
Romanos 3:25 Dios hizo que Cristo, al derramar su sangre, fuera el instrumento del perdón.
º Romanos 5:9 Ahora que Dios nos ha hecho justos por medio de su sangre derramada, nos libra de su ira venidera – el castigo final.
º Efesios 1:7 En Cristo tenemos perdón – redención – de nuestros pecados.
º Efesios 2:13 Ahora en Cristo Jesús, hemos sido hechos cercanos por la su sangre.
º Colosenses 1:20 A través de su sangre derramada ha hecho paz reconciliando todas las cosas. Es decir; Dios Padre, reconcilio TODO EL UNIVERSO creado visible e invisible con Él mismo. Ésto fue posible únicamente por medio de la sangre derramada de Cristo en la Cruz. Dios, a través de la sangre de Cristo, ORDENÓ el Universo hacia Cristo.
1 Corintios 6:17 Cuando un creyente se une al Señor Jesucristo, al haber OÍDO y CREÍDO en el Evangelio de la Gracia de Dios, se hace ESPIRIRTUALMENTE uno con ÉL.
La Sangre del Señor Jesucristo: VIDA ETERNA en EL.
Romanos 6:22 Nuestro Fruto en Cristo es nuestra Santificación. Nuestro fin la VIDA ETERNA.
Génesis 1:26-28 Dios crea al hombre a su imagen y semejanza. Le otorga el poder en Dios para ser sobre toda su creación y lo coloca en el Huerto del EDÉN – Génesis 2:8-9. Dios, la vida en Adán y Eva, le sostenía. Su vida no estaba contaminada. Dios, era la sangre que les daba vida. Dios les dice que tomen de todo árbol pero del árbol de la ciencia del bien y del mal no tomarían porque cuando lo hicieran, empezarían “a morir”. Al hacerlo, realmente estarían “sacando la vida de su propio ser”. Lo que reemplazaría la Vida de Dios en ellos, su sangre, seria: El Pecado.
Para comprender el árbol del bien y del mal, debemos considerar la costumbre hebrea de abarcar una totalidad mencionando únicamente dos términos extremos y opuestos: El árbol de la VIDA y el árbol de la ciencia o conocimiento del bien y del mal. El verbo en hebreo:
Conocer. No se refiere únicamente al conocer de manera intelectual. Sino que implica las ideas de elección, discernimiento e incluso de dominio. Por tanto, conocer el bien y el mal equivale a decidir por cuenta propia (Romanos 1:28 “no tomaron en cuenta a Dios”) y con absoluta independencia que es lo bueno y que es lo malo, es decir, a tener plena autonomía aparte de lo que Dios les decía, en el campo moral - Génesis 3:22 en contraste con Romanos 6:22.
Romanos 5:12-21 Así como el pecado reinó trayendo la muerte, así también la bondad de Dios, a través de la sangre derramada de Cristo en la Cruz, REINA – GOBIERNA – REGULA – GUÍA – DIRIGE y ENCAUSA haciéndonos JUSTOS y dándonos VIDA ETERNA mediante nuestro Señor JESUCRISTO y otorgándonos una Nueva IDENTIDAD en Él.
La VIDA en Adán y Eva era la propia vida de Dios. Ellos portaban la Luz de Dios. La Luz vino al Mundo y habitó entre nosotros. Juan 1:1-14. Adán y Eva tenían, antes de que el pecado entrara a sus vidas y perdieran la Vida de Dios, la Luz de Dios. Al pecar, entraron en absurdidad. Perdieron la Luz. Dejaron de Brillar. Su descendencia vive en el reino de la potestad y obscuridad de satán. Precisamente, es su LUZ – Su VIDA, la que se derramó a través de su sangre. Su Luz, es Su Vida. Y, Su Vida es Su Sangre. La Vida de Dios está en Su Luz. En Su Sangre. Dios nos dió su propia VIDA.
Romanos 8:18-39 La esperanza de la Gloria en Cristo. De volver a RECUPERAR la LUZ que se nos quitó, al pecar nuestros padres. Por ello, el que está en Cristo es HUESO DE SUS HUESOS y CARNE DE SU CARNE – Efesios 5:30. Cuando, el Señor Jesucristo se manifieste en el Rapto o Arrebatamiento de la Iglesia – 1 Tesalonicenses 4:13-17, en el Día de Jesucristo, aquellos que estamos en Él, seremos junto con los que durmieron en Cristo, arrebatados a las Nubes de Gloria y transformados en la realidad de lo que es Nuestra Nueva Identidad que Él Señor nos da, en Su Gracia, a través de su Sangre derramada en la Cruz. Ésta Nueva Identidad, es nuestra eterna habitación celestial – 2 Corintios 1-6. Este cuerpo de la humillación nuestra será transformado a la realidad de nuestra Identidad en Cristo y recibiremos un Cuerpo Espiritual semejante al de la Gloria – Luz – Vida – Sangre Suya. Hemos sido hechos en Cristo Jesús, a través de su sangre derramada, Nuevas Criaturas para alabanza de la Gloria – Luz – Vida – Sangre, Suya.
Filipenses 3:20-21 en relación a 1 Corintios 15:51-57
Gracias, sean dadas a Dios El Padre, en el Espíritu Santo, que nos da la victoria por medio de lo que ocurre en la Cruz del Calvario, al dar Su Vida en Su Sangre derramada en tan maravillosa y gloriosa Obra Redentora plena, suficiente, gloriosa, eterna y sublime.
SOLI DEO GLORIA
