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Determinantes de la tasa de ahorro para el caso colombiano

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DETERMINANTES DE LA TASA DE AHORRO PARA EL CASO COLOMBIANO

Andrés Felipe Sánchez Castro

Asesor: Hernando Zuleta

Mayo 2015

RESUMEN

El ahorro de los hogares en Colombia se ha mantenido entre un 5-7% del PIB desde 1994, mientras que el ahorro público llegó a niveles inclusive negativos. Se mantuvo en los últimos años oscilando alrededor del 1% del PIB y el empresarial ha tendido a aumentar llegando al 10%. Los estudios sin embargo se han dedicado en su mayoría a analizar el ahorro a nivel agregado, y a nivel micro, bajo un enfoque puramente descriptivo o con el propósito de probar si la hipótesis del ciclo de vida (HCV) se cumple. El siguiente trabajo analiza cuáles son los determinantes del ahorro y su impacto a nivel individuo en Colombia, utilizando datos del 2010 y 2013 de la Encuesta Longitudinal Colombiana de la Universidad de los Andes (ELCA). La base de datos ha permitido por una parte corregir problemas de endogenidad utilizando la metodología de efectos fijos y por otro lado, incluir variables fundamentales en la teoría de ahorro que no se contemplan en estudios anteriores, así como contemplar a la zona rural Colombiana. A diferencia de trabajos previos, se encuentra que el acceso al crédito aumenta el ahorro de los hogares urbanos y rurales en Colombia. Se comprueba que la HCV no se cumple, que hay diferencias importantes entre zona rural y urbana, y que variables antes no incluidas como la tenencia de activos financieros, vehículos, vivienda propia, y seguros juegan un papel determinante. Los resultados no pretenden ser una generalización del caso Colombiano por cuanto la base se limita a hogares de ingresos medios y bajos.

Palabras Clave: Tasa de ahorro, Consumo intertemporal, Jefe de hogar, Hipótesis del Ciclo de vida, Acceso y restricciones de crédito, Apertura financiera

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I. INTRODUCCIÓN

La importancia del ahorro ha sido bien documentada en los modelos básicos de crecimiento (ver Solow 1956, Lucas 1988 y Romer 1986). En estos modelos el ahorro conduce a la mayor acumulación de capital (físico o humano), que se traduce en crecimiento. Así mismo, los estudios empíricos muestran que hay una correlación positiva entre ahorro y crecimiento económico, pues aquellos países con mayor tasa de ahorro y mayor capital humano han sido los de mayores tasas de crecimiento (ver Urrutia 1995, Japelli y Pagano 1994).

Algunos determinantes del ahorro y sus efectos han sido bien identificados a nivel empírico según Callen y Thimann (1997), sin embargo muchos otros tienen un efecto ambiguo impidiendo generalizar conclusiones. Un ejemplo, la relación entre ahorro y desarrollo financiero. Si bien la profundización financiera genera mayores retornos al ahorro, el crédito relaja restricciones de liquidez de los individuos estimulando un mayor gasto. Por otro lado la teoría Keynesiana que sugiere que el ahorro es mayor entre mayores son los ingresos, ha sido rechazada a nivel empírico (ver Hussein y Thirwall 1999).

En Colombia el estudio de la tasa de ahorro despertó su mayor interés luego de la década de los 90’s, ya que la tasa de ahorro privada cayó de 14.1% del PIB en 1990 a 6.2% en 1994 (Urrutia, 1996). Esto no sólo fue alarmante por las magnitudes de la disminución, sino porque Colombia venía presentando bajas tasas de ahorro desde antes de 1990, acompañado de un endeudamiento del sector privado. Urrutia (1995) y Bernal (1998) destacaron el papel de la apertura financiera como principal causa del descenso de la tasa de ahorro por medio del mayor crédito que permitió un mayor consumo. Sin embargo los estudios tuvieron un enfoque macroeconómico donde poco se indagó acerca del comportamiento micro.

Estudiar el ahorro desde una perspectiva microeconómica resulta apropiado pues la mayoría de la teoría económica se ha fundamentado en la toma de decisiones individuales. Por lo tanto analizar el comportamiento del ahorro de los hogares permite un estudio micro fundamentado de lo que debería suceder a nivel macro, sin estar afectado por problemas de agregación o por el hecho de que los motivos de ahorro público son muy distintos para el ahorro privado (Callen y Thiman 1999, Gallego et. al 2001)

El gráfico 1 presenta la tasa de ahorro nacional y la de empresas, hogares y gobierno. Salta a la vista que el comportamiento de los tres grupos es muy diferente. Según Villar (2011), la caída de los 90 estuvo jalonada principalmente por la caída de ahorro del gobierno, y el reciente incremento se le puede

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3 atribuir principalmente al ahorro empresarial. Los hogares en cambio han tenido fluctuaciones menos fuertes y se mantienen ahorrando entre 5 y 7 por ciento del PIB desde 1994. Es claro entonces que estudiar el ahorro agregado puede llevar a malinterpretaciones de las decisiones de los individuos.

Gráfico 1: Profundización financiera vs. Tasa ahorro nacional y desagregada

Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Banco Mundial y ahorro por componentes por Villar (2011)

Por su parte también es evidente que hubo un descenso en la tasa de ahorro nacional con la apertura financiera y el aumento del crédito en la década en los 90. Si bien países como Perú experimentaron en la misma década una caída inclusive más marcada, es evidente que la mayoría de países mantienen hoy día un ahorro superior. Adicionalmente, del año 2000 hacia acá, esa relación negativa entre crédito y tasa de ahorro parece haberse revertido en cierto grado. El crédito privado sigue aumentando llegando a niveles del 50% del PIB, pero la tasa de ahorro muestra un aumento limitado. Esto sugiere que el efecto de la profundización financiera ya no es claro.

Los estudios en Colombia de la tasa de ahorro con enfoque microeconómico han sido pocos, y se han basado principalmente en el análisis de cuentas nacionales.1 Dichos trabajos se han enfocado en un análisis de perfil de ahorro de los colombianos encaminados a probar si se cumple o no la Hipótesis del Ciclo de Vida (HCV), utilizando la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos (ENIG) del Departamento Nacional de Estadística (DANE) y la Encuesta Nacional de Calidad de Vida (ECV).

Adicionalmente, los estudios a nivel micro no han incorporado el acceso al crédito ni otra medida de profundización financiera; variables fundamentales de acuerdo con las explicaciones acerca de el gran descenso de la tasa de ahorro en los 90’s. Ahora, la ambigüedad entre desarrollo financiero y ahorro señalada por autores como Callen y Thimann (1997), es pertinente para el caso Colombiano por cuanto

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Daza (2013) menciona que esto ha sucedido tal vez por falta de datos o bien porque las encuestas no se han dirigido a medir directamente el ahorro de los hogares.

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4 Hernandez (2006) muestra que en Colombia contrario a estudios en la década de los 90’s, el mayor acceso a crédito genera mayor ahorro.

Por estas razones el presente trabajo propone conocer los determinantes del ahorro y su impacto a nivel individuo. La fuente de información es la base de datos de la Encuesta Longitudinal Colombiana de la Universidad de los Andes (ELCA). Esta base permite no sólo corregir problemas de endogenidad por ser un panel, sino además tener en cuenta variables importantes que no han sido incorporadas en estudios anteriores como el acceso al crédito, tenencia de activos (bonos, acciones, viviena propia, etc…) y de seguros. Para escoger algunas variables independientes de control se utilizan estudios de Daza (2013), Melo, Zárate, Téllez (2006) y Gallego et. al (2001) principalmente.

Este estudio será un punto de partida para investigaciones posteriores que puedan aprovechar la particularidad de la base de datos de la ELCA de ser un panel de datos que mide a los mismos individuos a través del tiempo. El documento se divide en seis secciones siendo está introducción la primera. En la segunda sección se presenta una revisión de literatura relevante. En la tercera sección se presenta el marco teórico que fundamenta parte del marco empírico. La cuarta sección presenta el marco empírico explicando la metodología y estadísticas descriptivas de los datos. La quinta sección muestra los resultados y análisis de los mismos y por el último la sexta las conclusiones y limitaciones.

II. REVISIÓN DE LITERATURA

La literatura es extensa, sin embargo la mayoría de trabajos ha usado un enfoque macroeconómico. Entre los estudios empíricos de enfoque micro, algunos han analizado el comportamiento de los hogares aunque con cortes transversales o a nivel descriptivo. Los estudios se han centrado más en mirar si la Hipótesis del Ciclo de Vida (HCV) se cumple, que en analizar los efectos de los determinantes en sí.

Attanasio y Browning (1995), utilizan datos del Reino Unido para el periodo de 1970-1986 para probar si la HCV se cumple y dan evidencia de que cuando se controla por factores tales como número de hijos del individuo cabeza de hogar y número de adultos, esta se cumple. Es decir, que los individuos ahorran más cuando jóvenes, y menos cuando se van volviendo viejos.

Para el caso de Taiwan, Deaton y Paxson (2000) encuentran poca evidencia del cumplimiento del HCV, inclusive teniendo en cuenta los factores antes mencionados. Estos autores muestran que la tasa de

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5 ahorro no va disminuyendo con la edad como lo sugiere la teoría, sino lo contrario; los jefes de hogar más jóvenes ahorran hasta un 30% menos. Plantean que el mayor número de hijos en edades tardías, y personas mayores de edad a mantener, puede explicar esto y no la HCV. Según estos, se ahorra más con más hijos pues hay intenciones de dejar herencias para ellos.

En el caso Chileno, Gallego y Butelmann (2001) hacen un estudio con encuestas de hogares utilizando 2 regresiones de corte transversal para conocer los determinantes del ahorro. Estos encuentran a grandes rasgos que la HCV no se cumple aunque hay un efecto no-lineal de la edad. Por otro lado, muestran que la tenencia de vivienda propia, la ocupación tanto del jefe de hogar como del cónyuge, el número de personas viviendo en el hogar y el nivel de escolaridad generan un mayor ahorro. Así mismo muestran que no es claro el efecto del acceso al crédito, y que la pensión juega un papel importante.

También hay trabajos que estudian la relación entre el ahorro y la apertura financiera y acceso al crédito. Bayoumi (1993) muestra que hay una relación inversa entre desregulación financiera y ahorro para el caso del Reino Unido. Japelli y Pagano (1994) hallan evidencia de que entre menor grado de restricción de crédito a los consumidores, menor es la tasa de ahorro, explicando el 50% de la disminución de la tasa de países de la OECD en los 70’s. Por otro lado, Bandiera, Caprio, Honohan y Schiantarelli (2000) hicieron un estudio empírico en 8 países que muestra que el grado de liberación financiera genera efectos ambiguos sobre el ahorro. Concluyen que dicha liberación debería por lo general reducir el ahorro.

Para el caso colombiano, los estudios han sido en su mayoría a nivel macro. Se destacan estudios como los de López, Gómez y Rodríguez (1996), Cárdenas y Escobar (1998), Urrutia (1996) que reforzaron la idea de que la caída del ahorro en los 90’s se debió a las reformas estructurales que el país afrontó a comienzos de la década, entre los cuales destacan el aspecto tributario y la apertura financiera.

Por otro lado, se han hecho estudios a nivel de hogares bajo un enfoque de cuentas nacionales, con resultados mixtos. Bernal (1998) analizó la caída del ahorro en los 90’s enfocándose en especial en el endeudamiento, donde concluye que el ahorro guarda una relación inversa con el crédito, explicando así lo sucedido en los 90’s con la apertura financiera. Hernández (2006) encuentra que por el contrario, gran parte del ingreso se ahorra con el mayor acceso al sistema financiero y afirma que el ingreso toma relevancia al controlar por restricciones al crédito. Otros estudios de hogares se han hecho a partir de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos (ENIG). Ramírez (1992) encuentra utilizando estos datos para el periodo de 1984-1985, que el principal determinante del ahorro a nivel micro y macro es el ingreso.

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6 Castañeda & Piraquive (1998) concluyen con datos de 1984-1985 y 1995-1995 que la hipótesis de la HCV no se cumple.

Los estudios a nivel microeconómico son recientes. Bajo este enfoque trabajos como los de Melo et. al (2006) y Daza (2013) han hecho un esfuerzo por caracterizar los determinantes del ahorro y perfiles de los mismos bajo un enfoque de estadística descriptiva para el primer caso. Melo et al. (2006) utilizan datos de la Encuesta de Calidad de Vida (ECV) del DANE para el 2003 y 1997, encontrando que en general los hogares con jefe de hogar masculino, casados y con mayor cantidad de hijos son los que más ahorran. El nivel educativo del jefe de hogar no tiene una clara relación con el ahorro y gran parte del ahorro se va a educación y salud. Daza (2013) caracteriza perfiles de ahorro entre el periodo de 1984-2007 con la EING, con el objetivo de mirar si la HCV se cumple. Concluye que la edad y el ahorro muestra tener un forma de “U” invertida, y que los individuos más recientes ahorran más que los antepasados, tal vez por un creciente interés por dejar herencias. Encuentra que variables como niños menores a 18 años, adultos mayores, y educación del jefe de hogar tienen un efecto significativo en la tasa de ahorro.

Por último Londoño (2006) hace un pseudo-experimento en Colombia con estudiantes de Bogotá, que muestra que las personas jóvenes tienen un costo muy alto de ahorrar en el presente y tienen mayor impaciencia por consumo presente, lo que hace que ahorren menos. Así mismo da evidencia de que las mujeres son menos impacientes haciendo que tengan mayor tasa de ahorro voluntaria.

III. MARCO TEÓRICO

3.1 Definición del ahorro

El ahorro en su mayoría se entiende como la diferencia entre el ingreso disponible y el gasto o consumo. Sin embargo, debe precisarse a qué se le considera como gasto, ya que como Larraín y Sachs (2002) afirman, “el consumo no es exactamente lo mismo que el gasto en bienes de consumo”. Para ello se hace la distinción entre bienes durables y no durables, donde los primeros son una inversión antes que un gasto. Dado que el ahorro lo podemos considerar a su vez inversión, Daza (2013) sugiere al menos 3 formas distintas de definir el gasto:

a) Gasto en donde se excluyen bienes durables y pagos en vivienda, ya que se consideran como una “inversión” en capital físico más que un gasto

b) Gasto que excluye rubros de salud y educación, al considerarse “inversión” en capital humano c) Gasto que excluye tanto bienes durables y pagos en vivienda, como en salud y educación

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7 Las conclusiones empíricas sobre el ahorro son sensible a dicha definición (ver Daza 2013, Melo et al 2000), por lo que debe especificarse con claridad cómo se mide el ahorro.

3.2 ¿Para qué ahorran los individuos?

Resulta importante entender propiamente las razones para ahorrar de los individuos, que se podrían agrupar en 4 grandes categorías siguiendo a Callen y Thimann (1997):

 Para proveer recursos para el retiro o legados que se vayan a dejar a las futuras generaciones

 Para financiar gastos de largo plazo como la compra de vivienda o gasto en educación

 Para financiar situaciones adversas, de incertidumbre o inesperadas, a lo que se le conoce como ahorro de precaución

 Como herramienta para suavizar el consumo

3.3 Fundamentos teóricos del ahorro: HCV, consumo intertemporal y teoría clásica

3.3.1 Hipótesis del Ciclo de Vida

El comportamiento del ahorro a nivel micro y de hogares se ha estudiado en gran medida con la Hipótesis del Ciclo de Vida (HCV) propuesta por Modigliani y Franco (1963), que sostiene que los individuos tratan de mantener un consumo estable durante toda su vida, y de esta manera toman decisiones de ahorro o desahorro para lograrlo. Esto significa que el ahorro de los individuos es función de los ingresos a lo largo de sus vidas y de la etapa productiva en la que se encuentran.

Gráfica 2: Elaboración propia del HCV

Habrá una primera etapa que se asocia a individuos jóvenes que necesitarán endeudarse para tener el consumo deseado dado que no tienen suficiente ingreso. Luego se tiene una etapa en el cual el ingreso está por encima del consumo deseado, permitiendo que se genere ahorro para que en edades posteriores, en la última etapa, se pueda sostener el ritmo de consumo. Así, las etapas de juventud y de vejez son las de desahorro, y la etapa de edad media es la del ahorro.

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3.3.2 Keynes y Milton Friedman: el ingreso corriente y el permanente

El estudio teórico del ahorro propuesto por Keynes argumentó que los individuos ahorran una fracción constante de su ingreso corriente. Así mismo, afirmó que los de mayor ingreso eran los que mayor tasa de ahorro tenían y consideró que la tasa de interés no era relevante al menos en el corto plazo para tomar la decisión de cuánto consumir o ahorrar, sino el ingreso corriente. Empíricamente sin embargo se ha encontrado que la tasa de ahorro no incrementa linealmente con el ingreso sino que esta comienza a caer para elevados niveles de ingreso (ver Hussein y Thirwall 1999)

Por otro lado Friedman argumentó que no era el ingreso corriente el determinante del consumo, sino el ingreso permanente, o en otras palabras el ingreso esperado de largo plazo. Divide así el ingreso en renta transitoria y renta permanente, y argumenta que es la renta transitoria la que mayor efecto tiene sobre el ahorro, y se basa en la premisa que se prefiere consumo estable con lo que sólo el ingreso transitorio se ahorra. El ingreso permanente refleja la capacidad de generar ingreso que está relacionado con el capital humano. Esto dio paso a que el ahorro de precaución tomara importancia en la literatura.

3.3.3 Ahorro bajo el enfoque de consumo intertemporal

Los aportes del HCV y Friedman estaban ya incorporando algo de lo propuesto por Fisher. Los individuos enfrentan una restricción presupuestal para poder consumir dado que tienen un ingreso corriente y futuro, en adición a alguna riqueza que pueden generarle una renta en función de una tasa de interés. La decisión de ahorrar entonces se toma en base al precio relativo de consumir mañana respecto a hoy que es la tasa de interés. Lo anterior se puede expresar de la siguiente manera:

𝑀𝑎𝑥 ∑ 𝛽𝑖log 𝐶 𝑖 ∞

𝑖=1

𝑠. 𝑎 𝐶𝑡+1

(1 + 𝑟𝑡+1)+ 𝐶𝑡 =

𝑌𝑡+1

(1 + 𝑟𝑡+1)+ 𝑌𝑡+ 𝑎𝑡 (1)

Aquí 𝑟𝑡+1 es la tasa de interés que paga un bono o un mecanismo de ahorro financiero, 𝑎𝑡 son los activos

financieros o de otra clase de riqueza, y 𝐶𝑡+1, 𝐶𝑡, 𝑌𝑡, 𝑌𝑡+1 son los consumos e ingresos, futuros y

presentes respectivamente. Cuando se analizan dos periodos, se hace evidente por qué no hay claridad en la decisión de ahorrar con cambios en la tasa de interés. La situación que se presente dependerá de las preferencias del individuo por consumo futuro y presente. La siguiente gráfica ilustra lo anterior, con un individuo que no se endeuda, sino que consume menos de su ingreso corriente (punto E) en el periodo 1. La subida en la tasa de interés genera un efecto sustitución negativo, desplazándose del punto A al D que aumentaría el ahorro dado el mayor incentivo que hay pues la tasa de interés es mayor. Se

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9 sustituye consumo presente por futuro pues hay mayor costo de oportunidad de no hacerlo pues la tasa de interés es el pago por ahorrar.

Gráfica 3: Efecto Sustitución y Efecto Ingreso

Elaboración a partir de Williamson (2011)

Sin embargo, la gráfica de la izquierda difiere de la derecha por el efecto ingreso. El individuo resulta tener mayor capacidad de consumo dado que ahorra parte de su ingreso y la remuneración es más alta dada la mayor tasa de interés. Esto hace a su vez que el individuo ahorre menos pues se siente con mayor riqueza, y para el primer caso el efecto neto es que se ahorra más (Se pasa de C.P a C.P’, situándose en el punto B). En contraste, en la gráfica de la derecha el efecto ingreso es mayor al de sustitución, lo que hace que el individuo termine en el punto B, pero con C.P’>C.P, y por tanto disminuyendo su ahorro.

El caso de un individuo que consume más que su ingreso corriente en el primer periodo (deudor), tiene un efecto ingreso negativo, ya que como debe en este caso pagar más con la mayor tasa de interés, tendrá menor capacidad de consumo. En ese caso será claro que el aumento de 𝑟𝑡+1 generará un mayor

ahorro (menos endeudamiento) puesto que no sólo hay menor riqueza pues se debe pagar más, sino que el costo de oportunidad de consumir en el presente es mayor.

3.2.1 Hijos: Herencias o Consumo?

Otros modelos explican por qué tener hijos podría aumentar o disminuir el ahorro. Esto se da por los dos tipos de roles que pueden jugar los hijos:

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10 A) Bienes de Consumo: Los hijos implican un costo por tener que criarlos, bien sea monetario o de

tiempo (y así sacrificio de horas trabajadas), por lo que tener hijos podría disminuir el ahorro. B) Herencias: Los hijos podrían ser un motivo suficiente para ahorrar con el fin de que se pueda

dejar herencias a estos. Mayor será el ahorro pues este debe permitir no sólo tener suficiente para el consumo futuro sino para las herencias.

3.3.4 Efecto de la tasas de intereses

Acorde al modelo de consumo intertemporal, la tasa de interés juega un papel fundamental para determinar qué tanto ahorrar. La tasa de interés es finalmente un precio del consumo presente, dado que se sacrifica lo que se pudo haber ahorrado a esa tasa para ser consumido en un futuro. Esta tasa es la que el sistema bancario ofrece, o bien la de el mercado de capitales a través de los bonos soberanos.

No obstante, las tasas de intereses no se incluyen como variable explicativa en la literatura ya que parecen en general tener un efecto inexistente o ambiguo (ver Bandiera et. al 2000, Hussein y Thirwall 1999). Esto podría ser por diferentes razones tales como: muchas dificultades especificando cuál debe ser la tasa de interés apropiada que se debe usar en los estudios empíricos (Callen y Thiman 1997). El incremento del ahorro financiero con la mayor tasa de interés, se puede ver contrarrestado por desahorro en otros activos dejando entonces el ahorro total inalterado (Warman y Thirwall 1994). Por último, que hay un nivel de consumo de subsistencia que impide o hace poco probable que individuos que se encuentran cerca de este puedan hacer sustitución intertemporal (Reinhart 1994).

3.3.5 Acceso al crédito y desregulación o apertura financiera

El acceso al crédito y/o apertura financiera es finalmente la que permite que los individuos se endeuden o reciban compensación por sus ahorros, incorporando efectos de tasa de interés. No obstante, los resultados empíricos son aún mixtos. Bandiera et al. (2000) destaca por ejemplo la mayor financiación de vivienda, relajando restricciones de endeudamiento y así generando desahorro. Pero a su vez da evidencia de mejores retornos al ahorro incentivando el mismo. Entendiendo profundización financiera como la cantidad porcentual del PIB de crédito otorgado al sector privado o de cantidad de dinero M22, y la desregulación o apertura financiera como una situación en donde hay mayor desarrollo del sector

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M2 se puede definir como todo el dinero en moneda circulante, cheques y depósitos de cuenta corriente, además de todos los depósitos de cuentas de ahorro y certificados de depósito según Mankiw (2003)

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11 financiero, hay varios canales por los que estas podrían según Bandiera et al. (2000) generar en su mayoría un efecto ambiguo:

 Mejora en oportunidades de ahorro: Hay mayores tasas de interés, mayor número de bancos, de servicios financieros, menores márgenes de intermediación y mayor posibilidad de exportar flujos de capitales que genera un mejor retorno al ahorro

 Incremento del acceso al crédito: Sin embargo también hay mayor acceso al crédito y por tanto incentivos y posibilidades para que los individuos consuman más y ahorren menos

 Acceso a mercados financieros: Esto podría mejorar las oportunidades de comprar instrumentos para el manejo de riesgo y el acceso a mercados de acciones para canalizar el ahorro. Sin embargo a nivel agregado hay sólo una transferencia de ahorros de otros activos a dichos instrumentos financieros (ver Levine and Zervos 1996).

 Incremento de riqueza: La liberación financiera ha generado un boom en los precios de viviendas en algunos países según Bandiera et al. (2000), que se traduce en mayor riqueza percibida de los individuos y por tanto un efecto negativo en el ahorro.

 Desregulación financiera: Dada la menor intervención en el sector formal financiero, hay mayor posibilidad de exportar flujos de capital y por tanto incentiva a los individuos a ahorrar. Sin embargo, la mayor entrada también genera mayor disponibilidad de los bancos para otorgar préstamos y así contrarrestar dicho efecto.

 Disponibilidad para consumir: Se posibilita gasto en educación, salud, y otros a través de crédito formal. Así mismo, se hace posible comprar seguros ante choques externos por situaciones de enfermedad, muerte o adversidades, que podría generar un menor ahorro. Hernandez (2006) por su parte afirma que el acceso al crédito generaría un gasto en consumo de bienes durables y así mayor ahorro en el largo plazo.

3.3.6 Restricciones de crédito y el papel del colateral

El modelo de consumo inter-temporal también puede ilustrar porqué teóricamente las restricciones de acceso al crédito pueden generar un menor ahorro (vía mayor endeudamiento). La restricción de crédito genera un máximo de consumo presente C.P, dado que no hay posibilidad de endeudarse más que la distancia “s”. La gráfica 4 ilustra lo anterior, mostrando que si la restricción no estuviera presente el individuo podría ubicarse en el punto D y no A, indicando un menor ahorro (mayor endeudamiento), y así mayor consumo.

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Gráfico 4: El efecto de un colateral para el consumo intertemporal

Elaboración en base a Williamson (2011)

La restricción usualmente viene dada por el valor de los colaterales del individuo, lo que sugiere entonces que estos explican la capacidad de consumo. Dependiendo del valor o la cantidad de estos, el individuo podrá obtener mayor (menor) crédito y por tanto menor (mayor) ahorro.

IV. MARCO EMPÍRICO

Se presenta en esta sección una metodología empírica para estudiar la significancia y efectos de los determinantes teóricos previamente discutidos sobre el ahorro. Se han hecho dos estimaciones: una para la zona urbana y otra para la rural dado que la inclusión de una variable dummy dependiendo de la zona no ha sido factible por problemas de multicolinealidad.

4.1 Enfoque para le regresión empírica

Para el estudio del ahorro sería ideal tener la información de un mismo individuo a lo largo del tiempo, con el fin de observar la evolución de este con la edad de los individuos, reacciones ante ingresos y demás (Gallego et. al 2001). Se han adoptado dos distintos enfoques en la literatura, utilizando al hogar como la unidad de análisis dada la disponibilidad de datos. El primer enfoque se ha basado en paneles sintéticos que agrupan información de diferentes encuestas de hogares con el fin de estudiar diferentes cohortes y sus diferencias en la tasa de ahorro utilizada para análisis de varios países.

La metodología del presente trabajo utiliza varios cortes transversales para determinar efectos del ahorro en un momento dado con conclusiones de largo plazo o tendenciales. Se utilizará por tanto los cortes del 2010 y 2013, pero a diferencia de trabajos previos, será posible analizar el efecto bajo la metodología de efectos fijos al contar con un panel de datos. La metodología contempla al hogar como

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13 la unidad de análisis, y no a cada individuo, por lo que algunas variables como la edad o sexo se utilizarán teniendo como referencia al jefe de hogar. Dicha metodología presenta una mejora significativa por ser de tipo longitudinal, siendo lo ideal como lo menciona Gallego et. al (2001).

4.2 Método de estimación

Dado que se cuenta con la información del único panel de datos en Colombia, la estimación incorpora los 2 cortes transversales del 2010 y 2013 por medio de la metodología de Efectos Fijos (EF) luego de comprobar con la prueba de Hausmann que esta es la adecuada a un 5% de significancia. Este método ha permitido por tanto corregir posibles problemas de endogenidad por efecto fijo, o corte transversal (es decir por hogar), aunque queda como futura investigación la detección o posible correción de endogenidad por efecto del tiempo. Esto es una ventaja respecto a trabajos como los de Gallego et. al (2001) que no logran corregir por endogenidad por no contar con un corte longitudinal y respecto a otros trabajos que no utilizan una regresión econométrica (ver Melo et al. 2006).

4.3 Datos

La encuesta de la ELCA está conformada por 10.800 hogares de los cuales 6.000 son urbanos y 4.800 son rurales. La muestra urbana es representativa para los estratos 1,2,3 y 4 a nivel nacional y en 5 regiones geográficas de Colombia. Por su parte la muestra rural es representativa de 4 subregiones homogéneas en su economía campesina.3 Dicha encuesta hace seguimiento cada dos años a los mismos hogares, proveyendo información de servicios financieros, ingresos, educación entre otros. A la fecha sólo hay dos cortes disponibles que son los del 2010 y 2013.

La base cuenta con una población donde menos del 3% tiene un título de educación universitaria, con un promedio de edad 44 años, y el 70% de las personas de la zona urbana pertenece a estratos 1 y 2, y el restante a estratos 3 y 4. Adicionalmente, el 95% de los hogares tiene ingresos inferiores a COP 2.510.000. Lo anterior no difiere significativamente entre los dos cortes disponibles.

4.3 Modelo Econométrico

El modelo planteado es en base a Gallego et. al (2001) y variables de Daza (2013) , quienes proponen una regresión por MCO con efectos marginales lineales y algunas interacciones. Sin embargo, se incluyen

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14 algunos efectos no lineales especificados más adelante. La regresión utilizada ha sido planteada en función de lo siguiente:

𝑆 = 𝑓 (𝐷𝑒𝑚𝑜𝑔𝑟𝑎𝑓í𝑎, 𝑌𝑡𝑟𝑎𝑛𝑠.., 𝑝𝑟𝑒𝑐𝑎𝑢𝑐𝑖𝑜𝑛, 𝑡𝑖𝑝𝑜_𝑒𝑚𝑝𝑙𝑒𝑜, 𝑐𝑜𝑡𝑖𝑧𝑎𝑛𝑡𝑒, 𝑎𝑐𝑡𝑖𝑣𝑜𝑠, 𝑎𝑐𝑐_𝑐𝑟𝑒𝑑)

Variable Dependiente

La variable dependiente corresponderá al ahorro bajo la definición clásica, que no excluye ningún componente del gasto. Esto en cuanto la ELCA no tuvo datos para gastos mensuales como los de educación y salud para ninguno de los dos cortes. Se estima como la diferencia entre los ingresos mensuales reportados y el valor de los gastos mensuales del hogar. No obstante se utilizará el ahorro en niveles, contrario a lo que se encuentra en gran parte de la literatura empírica que utiliza la tasa de ahorro. Se ha hecho de esta manera dado que la el ajuste resulta ser muy superior con el ahorro en niveles. No parece inadecuado adoptar este enfoque pues el marco teórico utiliza el ahorro en niveles por ejemplo para el caso de la HCV, el consumo intertemporal y otros. Esto sugiere que es necesario verificar si la variable en niveles es la que mejor es explicada.

Variables Independientes

Las variables independientes se han agrupado de la siguiente manera:

1. Demografía: Se incluye estado civil (soltero o no), nivel educativo y edad del jefe de hogar. En cuanto al hogar se incluye estrato, número de personas en el hogar y región de país.

2. Ingreso Transitorio (𝑌𝑡𝑟𝑎𝑛𝑠𝑖𝑡𝑜𝑟𝑖𝑜): Se incluye el ingreso transitorio, estimado a partir de una

regresión auxiliar con la metodología de Dunn (1993) y Gallego et. al (2001). El ingreso transitorio corresponde a la diferencia entre el ingreso corriente (el reportado en la base) y la estimación de la regresión auxiliar.

3. Precaución: Se ha utilizado como proxy de incertidumbre y/o ahorro precautelativo, si el hogar tiene seguros de vida contra accidentes, de vehículos, de vivienda u otros tipos de seguro. 4. Tipo de empleo: En base a otros trabajos como el de Gallego et. al (2001), se incorpora si el

individuo tiene trabajo o no. Se incluye por tanto también si la persona es pensionada y se controla por el hecho de que la pareja del jefe de hogar tenga ocupación, y si el individuo cotiza a un fondo de pensiones.

5. Activos: En este se incorpora si el individuo posee vivienda propia, acceso al mercado de capitales que se modela como la tenencia de bonos o acciones, y número de automóviles. La

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15 tenencia de automóvil es de gran importancia en el contexto Colombiano. Dichos activos son un proxy de riqueza y de “colatarales” para la consecución de créditos.

6. Acceso al crédito: El acceso al crédito discutido en las secciones anteriores es indispensable. En este caso toda persona que tenga deudas con entidades financieras o préstamos informales con alguna tasa de interés o cuota, se consideran que tienen acceso.

Es importante tener en cuenta que el estrato no se ha discutido en la literatura pues para el caso Colombiano no se ha incorporado como variable, y en la literatura internacional no se encuentra pues el estrato es algo único en el mundo de la zona urbana de Colombia.

Tabla 4.3.1 - Variables Independientes y Canales capturados

(*/**) Estas variables no se han incluido en regresiones de otros trabajos por falta de disponibildiad de datos

Forma funcional

La forma funcional planteada ha sido la siguiente:

𝑆 = 𝑒𝑑𝑎𝑑 + 𝑒𝑑𝑎𝑑2+ 𝑡𝑜𝑡𝑎𝑙

𝑝𝑒𝑟𝑠𝑜𝑛𝑎𝑠+ 𝑒𝑠𝑡𝑟𝑎𝑡𝑜𝑖+ 𝑟𝑒𝑔𝑖𝑜𝑛𝑖+ 𝑜𝑐𝑢𝑝𝑎𝑑𝑜 + 𝑜𝑐𝑢𝑝𝑎𝑑𝑜 ∗ 𝑒𝑑𝑎𝑑

+ 𝑜𝑐𝑢𝑝𝑎𝑑𝑜𝑝𝑎𝑟𝑒𝑗𝑎+ 𝑛𝑖𝑣𝑒𝑙𝑒𝑑𝑢𝑐𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛𝑖+ 𝑛𝑖𝑣𝑒𝑙𝑒𝑑𝑢𝑐𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛𝑖∗ 𝑒𝑑𝑎𝑑 + 𝑎𝑐𝑐: 𝑐𝑟𝑒𝑑𝑖𝑡𝑜

+ 𝑝𝑒𝑛𝑠𝑖𝑜𝑛𝑎𝑑𝑜 + 𝑐𝑜𝑡𝑖𝑧𝑎𝑛𝑡𝑒 + 𝑣𝑖𝑣𝑖𝑒𝑛𝑑𝑎 + 𝑣𝑖𝑣𝑖𝑒𝑛𝑑𝑎 ∗ 𝑠𝑒𝑔𝑢𝑟𝑜𝑣𝑖𝑣𝑖𝑒𝑛𝑑𝑎

+ 𝑖𝑛𝑔𝑡𝑟𝑎𝑛𝑠𝑖𝑡𝑜𝑟𝑖𝑜+ 𝑎𝑢𝑡𝑜𝑚𝑜𝑣𝑖𝑙𝑒𝑠 + 𝑏𝑜𝑛𝑜𝑠𝑜𝑎𝑐𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠 + 𝑠𝑒𝑔𝑢𝑟𝑜𝑠 + 𝜀𝑖

De lo anterior las variables categóricas se han incluido con una dummy por cada categoría pues así lo sugiere Gallego et. al (2001) y Dunn (1993), y para el caso de seguros se ha creado una dummy por cada tipo de seguro antes mencionado. El efecto cuadrático de la edad se ha incorporado dado lo que sugiere la teoría de la HCV, aunque no se ha hecho de esta forma en trabajos anteriores. Así mismo, dada la

Tipo Variable Canal 1 Canal 2 Canal 3

Edad DISCRETA Hipótesis Ciclo de Vida Impaciencia

Estrato** CATEGÓRICA - -

-# Personas en el hogar DISCRETA Bienes Consumo Herencias Nivel Escolaridad CATEGÓRICA

Ocupado BINARIA

Hombre BINARIA

Soltero BINARIA

Ocupado_Pareja BINARIA

Acceso al crédito* BINARIA Acceso Sistema Financiero Tasa de interés Pensionado* BINARIA Acceso Sistema Financiero

Cotizante** BINARIA Acceso Sistema Financiero

Vivienda Propia* BINARIA Proxy Riqueza Colateral

Automoviles** BINARIA Proxy Riqueza Colateral

Bonos o Acciones** BINARIA Proxy Riqueza Colateral Acc. Sis. Fin./Tasa de interés Seguros (Vivienda, Vida,

Cosechas, Automovil, Otros) ** BINARIA Precaución Incertidumbre

Ing. Transitorio Reg. Aux Hipótesis Renta Permanente Precaución Suavizamiento Empírico

(16)

16

2010 2013 2010 2013

Promedio $ 277.227 $ 342.220 $ 60.310 $ 19.362

Desv. Estandar $ 770.324 $ 1.044.492 $ 842.905 $ 416.653

Coef. Variacion 278% 305% 1398% 2152%

Mediana $ 95.000 $ 100.000 -$ 8.000 $ 0

Max $ 7.650.000 $ 17.200.000 $ 18.400.000 $ 6.050.000

Min -$ 5.492.000 -$ 5.600.000 -$ 3.500.000 -$ 5.700.000

Urbano Rural

incorporación de tenencia de seguros de vivienda, se ha incluido la interacción entre la tenencia de vivienda y tenencia del seguro. Resulta natural pensar que tener vivienda asegurada genera diferencias, y se da através del efecto conjunto de tener vivienda y adicionalmente un seguro. En anexos se encuentra una descripción detallada de cada variable.

Para el caso del ingreso transitorio, se utiliza la metodología sugerida por Dunn (1993), a la cual se incluyen variables sugeridas por Gallego et. al (2001). Se hace por tanto una estimación por MCO por efectos lineales simples del ingreso permanente en niveles en función de las siguientes variables:

𝐼𝑛𝑔𝑃𝑒𝑟𝑚𝑎𝑛𝑒𝑛𝑡𝑒

= 𝑓(𝐼𝑛𝑑𝑢𝑠𝑡𝑟𝑖𝑎, 𝐷𝑒𝑚𝑜𝑔𝑟𝑎𝑓í𝑎, 𝑉𝑖𝑣𝑖𝑒𝑛𝑑𝑎 𝑃𝑟𝑜𝑝𝑖𝑎, 𝑡𝑖𝑝𝑜_𝑒𝑚𝑝𝑙𝑒𝑜, 𝑎𝑐𝑐_𝑐𝑟𝑒𝑑𝑖𝑡𝑜, 𝑐𝑜𝑡𝑖𝑧𝑎𝑛𝑡𝑒, 𝑖𝑚𝑝𝑎𝑔𝑜)

𝐼𝑛𝑔𝑡𝑟𝑎𝑛𝑠𝑖𝑡𝑜𝑟𝑖𝑜 = 𝐼𝑛𝑔𝑟𝑒𝑠𝑜 𝐶𝑜𝑟𝑟𝑖𝑒𝑛𝑡𝑒 − 𝐼𝑛𝑔𝑃𝑒𝑟𝑚𝑎𝑛𝑒𝑛𝑡𝑒

La industria y el impago sólo se incluyen en esta regreisón, y se utilizan nada más para el corte 2013 pues no estaban disponibles antes. El tipo de industria en la cual está empleado el jefe de hogar, así como tener problemas de pago de crédito son importantes a nivel empírico para la estimación (ver Dunn 1993, Gallego et. al 2001). El jefe de hogar se ha considerado que tiene problemas de crédito si tiene retrasos en algún crédito.

4.4 Estadísticas Descriptivas

Se cuenta en total para los periodos 2013 y 2010 con 3089 hogares urbanos y 4013 rurales, a quienes se les pudo estimar el ahorro mensual para ambos años. Los demás hogares cambiaron de jefe de hogar o simplemente no aparecen en los 2 periodos. A continuación se muestra la estadística descriptiva más relevante del ahorro en niveles para las dos zonas:

Tabla 4.4.1: Estadísticas de ahorro zona urbana y rural

De lo anterior se puede ver que un 50% de los hogares en el 2010 y 2013 ahorró COP 95.000 y COP 100.000 o menos al mes respectivamente, y en promedio ahorraron COP 227.227 y COP 342.220 respectivamente para el caso de hogares urbanos. Para el caso de hogares rurales, es claro que en promedio ahorran menos en ambos años (COP 60.310 y COP 19.362 respectivamente), aunque la

(17)

17 -5 .0 0 0 .0 0 0 0 5 .0 0 0 .0 0 0 1 0 .0 0 0 .0 0 0 1 5 .0 0 0 .0 0 0 2 0 .0 0 0 .0 0 0 A ho rr o M en s ua l (C O P )

10 20 30 40 50 60 70 80 90 100

Edad del jefe de hogar

-5 .0 0 0 .0 0 0 -1 .0 0 0 .0 0

0 3.0

0 0 .0 0 0 7 .0 0 0 .0 0

0 11.0

0 0 .0 0 0 A h o rr o M e n su a l ( COP ) -5.000.000 -2.500.000 0 2.500.000 5.000.000 7.500.000 10.000.000 12.500.000 Ingreso Transitorio

dispersión es inclusive mayor en términos porcentuales en ambos años. Sin embargo debe ser claro que la medición del ingreso podría estar distorsionando dicha cifra ya que en el 2010, parte del ingreso se estimaban a partir de ganancia neta por actividades agrícolas y no agrícolas de los campesinos, adicional al ingreso salarial. En el 2013, el ingreso salarial incorporó la estimación de la ganancia neta. En todo caso la dispersión del ahorro es muy alta para ambos cortes y zonas, lo que era de esperar.

En cuanto al acceso al crédito, la tabla 4.4.2 muestra que para hogares urbanos, sólo un 27% (año 2010) tenían o utilizaban un recurso formal por medio del cual pedir préstamos o canalizar el ahorro, aunque aumentó a 36% en el 2013. La brecha con los hogares rurales es cercana al 5%, donde se tuvo 22% y 32% respectivamente. Adicionalmente se ve que un poco más del 60% de los hogares que tienen acceso al crédito ahorran en ambos años en zona urbana, y para el caso rural aumentó de 35% a 45%. Por último un 28% de los hogares urbanos que ahorraron, tenían acceso al crédito, aumentando a 39% en el 2013. Para el caso de los rurales, el aumento fue de 20% al 35%.

Tabla 4.4.2 – Porcentaje de hogares con acceso al crédito y que ahorran acorde al cceso

Por su parte, la gráfica 6 muestra que la HCV se puede cumplir, pues la mayor cantidad de ahorro se presenta en la etapa media entre los 30 y 60 años del jefe de hogar. Sin embargo vemos que hay una marcada heterogeneidad de los datos pues individuos con edad de 60 pueden ahorrar lo mismo que los de 20, y en esta franja de edad también se presenta el mayor desahorro.

Gráfica 5: Ahorro vs. Edad del jefe de hogar y vs. ingreso transitorio

Por otro lado, respecto al ingreso transitorio de los hogares es claro que si bien parece haber una relación positiva, para ingresos transitorios menores a COP 5.000.000 se presenta diferencias marcadas respecto al total del ahorro indicando que no es claro para esos niveles si se ahorra más o menos.

2010 2013 2010 2013 Acceso al Crédito 27% 36% 22% 32% Acceso | Ahorra 28% 39% 20% 35% Ahorra | Acceso 62% 65% 35% 45%

Rural Urbano

(18)

18 Por último, respecto a la vivienda y tenencia de bonos o acciones, y seguros, se tiene que en 2010 y 2013, un 47% y 52% respectivamente poseían vivienda propia para zona urbana, pero era superior para hogares rurales con 54% y 63% respectivamente. En cuanto a hogares con bonos o acciones, se evidencia un porcentaje reducido para ambas zonas y cortes, aunque es de notar que era superior en el 2010 para el caso rural. Por último, se ve que hay un aumento cerca al 10% en tenencia de seguros entre los dos cortes, siendo mayor el porcentaje para los hogares urbanos.

Tabla 4.4.3 – Porcentaje de hogares con Seguros, Bonos o Acciones, y Vivienda Propia

Las estadísticas descriptivas de las variables independientes más relevantes se encuentran en anexos.

4.4.1 Matriz de correlaciones

Dada la alta multicolinealidad que podría presentarse al trabajar con el tipo de variables antes descritas, se presenta las correlaciones entre estas en la siguiente tabla. Esta evidencia que hay correlación significativa al 5% entre algunas variables. Sin embargo, el valor absoluto de estos coeficientes no son altos siendo el mayor el del nivel educativo con el estrato de 0.355, que es de esperar. Con ello se puede decir que la depencia lineal entre variables independientes no es preocupante.

Tabla 4.4.1.1 – Matriz de Correlaciones

V. Resultados

La estimación por EF se ha hecho incluyendo las variables anteriormente descritas y los resultados se encuentran en la tabla 5.2. La tabla 5.1 muestra un resumen de los efectos encontrados de las variables

Edad Estrato Nivel Educativo

#Personas

en Hogar Ocupado Hombre Soltero Pareja Ocupada Acceso al crédito Pensionad o Cotizante Posesion Vivienda Automov. Bonos y Acciones Ing. Transitori Seg. Muebles y Seg. Otros Edad 1

Estrato 0.1394* 1

Nivel Educativo -0.1159* 0.3558* 1

#Personas en Hogar 0.0321* -0.1307* -0.1163* 1 Ocupado -0.1419* 0.0168 0.0365* -0.0078 1 Hombre -0.0464* -0.0242* -0.022 0.0432* 0.2560* 1

Soltero 0.0148 0.0162 -0.0113 0.0615* -0.0134-0.3138* 1 Pareja Ocupada -0.0615* 0.0204 0.0091 .0275* 0.1982* 0.1786*-0.2101* 1

Acceso al crédito -0.0043 0.0982* 0.1541* .0050 -0.0130 0.0225* -0.0379* 0.0315* 1 Pensionado 0.2351* 0.1125* 0.0294* 0.0312* -0.0607* 0.0222 0.0174 -0.0163 0.0205 1 Cotizante -0.1348* 0.1826* 0.2452* 0.0574* 0.2739* 0.1306* -0.0728* 0.0988* 0.0801* 0.0672* 1

Posesion Vivienda 0.3164* -0.0302* 0.0438* .0970* -0.0656* 0.0008 0.0148 -0.0236* 0.0912* 0.1230* -0.0043 1 Automoviles 0.0722* 0.2614* 0.3181* -0.0262* 0.0075 0.0389* -0.0498* 0.0338* 0.1464* 0.0756* 0.1072* 0.1317* 1

Bonos y Acciones 0.0049 0.0715* 0.1143* -0.0129 -0.0061 -0.0034 -0.0058 -0.0045 0.0376* -0.0113 0.0497* 0.0433* 0.1062* 1 Ing. Transitorio 0.0109 0.0023 0.0333* 0.0034 -0.0055 0.0533* -0.0397* 0.0645* 0.0051 0.0175 -0.004 0.0077 0.2749*0.0570* 1 Seguro Muebles 0.0101 0.0503* 0.0861* 0.001 -0.0192 -0.0023 -0.0152 0.0013 0.0479* 0.0129 0.0086 0.0329* 0.1189* 0.0998* 0.0791* 1

Seguro Otros -0.0162 0.0258* 0.0323* 0.0257* 0.0668* 0.007 -0.0056 0.0619* 0.0620* 0.0082 0.0545* 0.0391* 0.0557* 0.0025 0.0421* 0.0628* 1

*Significancia al 5%

2010 2013 2010 2013 Tiene Seguro 15.02% 23.75% 3.09% 10.12% Bonos y acciones 1.39% 2.1% 2.49% 0.42% Vivienda Propia 47% 52% 54% 63%

(19)

19 significativas al 5% del modelo. Esta muestra que la región del país y el género es lo único que no hace efecto en el ahorro. Las demás, así sea por medio de interacciones, tienen efecto en zona urbana o rural.

Tabla 5.1 – Resumen de efectos de estimación por Efectos Fijos

La tabla 5.2 sólo presenta las variables significativas al 5% o 1%, luego de excluir de la estimación a aquellas no significativas. Esto se ha hecho con el fin de tener un modelo con únicamente variables explicativas que permita con mayor facilidad interpretar resultados y diferencias entre hogares de zona rural y urbana. Se ha obtenido un R-Cuadrado para hogares urbanos de 0.63 y para rurales de 0.80, similar e inclusive superiores a ajustes obtenidos por otros trabajos (ver Gallego et. al 2001). En anexos se encuentran los resultados de la regresión auxiliar para el ingreso permanente (tabla 5.3) con ajustes que si bien bajos, similares a los obtenidos por los autores que han propuesto y utilizado la metodología.

5.1 Interpretación de Resultados

A continuación se da una explicación de los resultados obtenidos:

 Demografía

Edad: La edad muestra tener una forma de “U invertida”, de efecto no-lineal, contradiciendo la teoría de la HCV, aunque concidiendo con trabajos ya mencionados. Parte de la explicación puede deberse a que los hogares podrían experimentar en la etapa de los 30 y 60 años los periodos de mayor acumulación de deudas y por tanto no les es posible ahorrar lo suficiente. Así mismo el aumento del ahorro en la vejez podría deberse a la preocupación de empezar a quedarse sin fuentes de ingresos laborales que suavizen choques adversos tales como la incertidumbre de la situación de salud. Por último, puede ser que los colombianos tengan preferencias por dejar herencias así como una alta tasa de impaciencia en etapas tempranas (antes de los 60 años), que hace generar un desahorro en los jóvenes. Dada la población de bajos recursos, no se esperaría que la posibilidad de dejar herencias sea grande.

Variable Urbano Rural Edad "U" "U"

Estrato (+) N/A

#Personas en Hogar (+) (+)

Nivel Escolaridad (+) (+/-)

Ocupado (+) (+)

Hombre -

-Soltero - (-)

Pareja Ocupada (-)

-Acceso al crédito (+) (+)

Bonos y Acciones - (+)

Automoviles - (-)

Pensionado (+) (+)

Cotizante (+) N/A

Vivienda Propia (+)

-Ing. Transitorio (+) (+)

Seguros Muebles/Maq (+)

-Seguros Otros (-)

-Seguro Vivienda (-)

-Seguro Vehículos - (-)

(20)

20

Tabla 5.2 – Estimación Econométrica por EF para hogares urbanos y rurales

Variables (Urbano) (Rural)

Ahorro Mensual Ahorro Mensual

Edad -57,515*** -21,970***

(14,585) (5,150)

Edad Cuadrado 902.9*** 157.6***

-153.9 -50.26

Personas en Hogar 34,893*** 13,647***

(7,120) (4,225)

Ocupado 43,546***

(8,799)

Ocupado*Edad 790.0**

-387.6

Pareja Ocupada -46,183**

(18,674)

Estrato 2 126,202*** N/A

(32,516)

Estrato 3 340,535*** N/A

(42,754)

Estrato 4 927,784*** N/A

(69,338)

Edu 3 -175,177*** -51,682***

(34,427) (16,590)

Edu 7 928,787***

(144,493)

Edu 8 446,830***

(129,535)

Edu 11 809,712***

(215,528)

Edu 6*Edad 3,596*** -4,233**

(1,069) (1,850)

Edu 7*Edad 8,021***

(2,734)

Edu 8*Edad 6,308***

(1,535)

Edu 9*Edad 8,037*** 6,984***

(1,466) (2,384)

Edu 10*Edad 19,967*** 14,641***

(1,762) (2,699)

Edu 12*Edad 36,946*** 26,214***

(2,349) (3,023)

Vivienda Propia 192,784***

(26,155)

Vivienda Propia*Seguro -184,126***

(65,471)

Acceso al Crédito 192,434*** 61,240***

(19,397) (13,608)

Automoviles -128,384***

(30,514)

Bonos o Acciones 112,772***

(38,348)

Pensionado 501,157*** 589,837***

(42,781) (75,620)

Cotizante 187,363*** N/A

(21,277)

Ingreso Transitorio 0.773*** 0.923***

-0.0101 -0.00723

Seguro Muebles/Maquinas 387,589***

(150,290)

Seguro Otros -111,553**

(48,612)

Seguros Vehiculos -87,814***

(24,729)

Constante 322,776 641,942***

(362,687) (127,618)

Total Observaciones 7,431 8,026

R-cuadrado 0.63 0.806

Observaciones por periodo 3,805 4,013

(21)

21

Personas en el hogar: Si bien un mayor número de personas en el hogar podría implicar un mayor gasto,

también podría disminuirlo (por cabeza) pues los hijos, en especial en el contexto Colombiano, aportan con ingresos cuando tienen edad para laborar, o inclusive a edades tempranas. Esto se da en parte por el alto costo de oportunidad de los jefes de hogar de mandar sus hijos a estudiar, particularmente para estratos bajos y con escasas oportunidades. Lo anterior en cuanto los hijos pueden contribuir significativamente con ingresos al hogar con trabajo inclusive infantil.Así mismo, los gastos importantes a medida que se tiene más hijos, son principalmente los de salud y educación; no obstante los altos costos educativos que hay en el país, el reducido número de escuelas públicas y cubrimiento de salud, hace tal vez poco factible que se pueda destinar gasto a esto. Dado que se cuenta con hogares en donde el 95% tienen ingresos inferiores a 4.000.000 COP (equivalente a 6 salarios mínimos en Colombia)4, y que menos del 7% tienen estudios unviersitarios o superiores, es de esperar el resultado.

Nivel de Escolaridad: Este juega un papel importante tanto para hogares de zona rural como de zona

urbana. Es de notar que sólo el nivel 3 (educación básica primaria) reduce el ahorro. Los demás que son signitifacitvos aumentan el ahorro, consistente con gran parte de la literatura. Más interesante aún, la edad cataliza el ahorro acorde al nivel educativo dado que las interaccion entre edad y educación son todas positivas. Esto significa que la educación por sí sola genera mayor ahorro pero más a través de un efecto conjunto entre mayor edad y mayor educación.

Género: El resultado no es el esperado ya que tradicionalmente las madres jefes de hogar tienen

menores tasas de ahorro (Bosworth et. al 1991), debido principalmente a una mayor incertidumbre laboral que enfrentan las mujeres. Sin embargo lo encontrado sugiere que no hay diferencia.

Estado Civil: Ser soltero disminuye el ahorro aunque sólo en zona rural. Esto sí coincide con hallazgos empíricos y además va acorde al hecho de que las madres cabeza de hogar tienen menor tasa de ahorro como ya mencionado. Pero en todo caso, no tiene explicación porqué en zona urbana no hace diferencia, ya que las oportunidades deberían ser mayores en la ciudad y por tanto debería existir una brecha salarial superior entre el cónyuge y el jefe de hogar.

Estrato: Este es muy explicativo para el caso de la zona urbana, no sólo para el ahorro sino también para

la estimación del ingreso permanente. El estrato en Colombia es un potente reflejo de las condiciones

4

(22)

22 socio-económicas de los hogares ya que así ha sido diseñado por el DANE, por lo que sugiere que los individuos de mayor capacidad de pago, nivel educativo e ingresos entre otros, son los de mayor ahorro. Esto a pesar de no haber encontrado correlaciones altas entre estrato y otras variables independientes.

 Condiciones Labores

Ocupación: El ahorro del hogar es superior tanto en hogares urbanos como rurales. Sin embargo en la

zona urbana la variable explicativa es la interacción la edad y si está ocupado o no, lo que quiere decir que los años de vida potencian el ahorro del hogar. Esto es consistente con la teoría y resultados empíricos anteriores, que se explica con que al estar empleado se genera una fuente de ingresos que posibilita el mayor ahorro, y a su vez podría por ejemplo disminuir actividades de ocio que puedan implicar un gasto significativo.Sin embargo, tener ocupación debería reducir todo tipo de incertidumbre y por ello disminuir preferencias por ahorrar ya que tienen mayor facilidad de responder por ejemplo ante choques adversos. Dicho esto, lo que podría explicar el resultado es que al haber analizado una población con baja escolaridad, ingresos y estrato, podría ser que se trata tal vez de jefes de hogar con empleos transitorios o sub-empleados; que es bastante común en Colombia. Al no ser fuentes suficientemente seguras de ingreso se prefiere ahorrar este ingreso. Esto también explicaría porqué la edad potencia el ahorro ya que el subempleo y trabajo informal suele ser superior en edades tempranas.

Pareja Ocupada: Es significativo para el caso de hogares urbanos pero no los rurales. Esto podría deberse

en parte a que casi un 90% de los jefes ocupados en zona rural son hombres, mientras que en la zona urbana es del 60%. Esto significa que el cónyuge suele ser mujer en zona rural, quienes tienen aún menores oportunidades laborales y por tanto menor capacidad de aportar ingresos para ahorrar.

Pensiones y Cotización: Ambas variables explicativas tienen una relación positiva sobre el ahorro. Sin embargo, estar pensionado podría hacer que los individuos sientan que tienen asegurado un monto para el resto de la vida y que no deban preocuparse por ahorrar. Lo que se encuentra es que estar pensionado aumenta el ahorro en magnitudes similares para hogares rurales y urbanos (cerca de COP 500.000). Esto sugiere que el hecho de no seguir teniendo ingresos laborales atractivos podría generar incertidumbre, consistente con que se recibe por lo general menos del ingreso laboral devengado. Vale la pena destacar es que este resultado es consistente con lo obtenido en la edad, haciendo evidente que los de mayor edad prefieren ahorrar, teniendo en mente que los pensionados son por ley los mayores de 57 años.5

5

(23)

23

Activos

Vivienda Propia: Poseer vivienda propia muestra para el caso urbano aumentar el ahorro, si no se tiene

seguro de vivienda, lo que concide con otros trabajos (ver Gallego et. al 2001), pero contradiciría el hecho de que este activo juegue un papel fundamental como colateral para que los individuos obtengan préstamos y por tanto desahorren al poseer mayor liquidez. Aun así, como se analiza más adelante, el acceso al crédito también muestra aumentar el ahorro, por lo que es consistente que la tenencia de dicho activo al ser un colateral, genere mayor ahorro. Adicionalmente, vía proxy de riqueza se esperaría que fuese mayor el ahorro y por tanto por ambas vías es un resultado robusto. Para el caso rural, la propiedad o títulos de vivienda propia podrían ser poco eficaces como colaterales ya que en Colombia aún se tienen conflictos de propiedad que hace que estos no generen suficiente confianza con los Bancos, explicando porqué no hace diferencia poseer vivienda. De igual manera, la vivienda en zona rural podría no ser buen proxy de la riqueza pues se trata de vivienda que fue en su mayoría adquirida informalmente y/o que se tiene por necesidad y no por lujo.

Activos Financieros: Poseer bonos, acciones o cierta cantidad de vehículos, no resulta ser significativo para el hogar urbano pero sí para el rural, que parecería contraintuitivo pero tiene fundamento. El vehículo en las zonas rurales es escencialmente activo productivo y no de lujo o necesidad como lo es en la ciudad. Por tanto una persona que posea vehículo en la zona urbana puede no dar un buen proxy de riqueza, pues es finalmente una necesidad, sobre todo en el contexto de ciudades Latino Americanas en donde el sistema de transporte público es aún muy precario. En contraste, quien tenga un vehículo en zona rural debería poseer mayor capacidad de ahorro vía mayor ingreso por ser un activo en su mayoría productivo.

En cuanto a los bonos y las acciones, la explicación debería estar relacionada con el hecho de que los hogares de zona urbana no sólo tienen un mayor acceso a instrumentos financieros y están más inmersos en el ámbito financiero, sino que tienen muchas otras posibilidades de inversión por el mayor desarrollo de la zona. Esto hace que la inversión en bonos o acciones sea tal vez un tema más especulativo, o inclusive también más un canal de refugio, que no generan mayor ahorro sino que son activos a donde se transfiere ahorro de una forma a otra. En contraste, la zona rural tiene menores posibilidades de inversión en términos generales, y ven estos instrumentos financieros como una opción atractiva para generar ahorro como una de las mejores alternativas.

(24)

24

 Acceso al crédito

El acceso al crédito muestra ser altamente explicativo tanto para zona rural como zona urbana, y la relación con el ahorro es positiva. Esto podría contradicer la mayoría de trabajos empíricos consultados, no obstante la ambigüedad que sugiere la teoría respalda el hecho de tener un resultado opuesto. Posibles explicaciones son que los hoagres deban ahorrar más para pagar las cuotas de los préstamos, o que simplemente el acceso represente un proxy de los individuos que tienen preferencias por aprovechar el sistema financiero para obtener retornos, y no sólo para pedir préstamos. Tal vez el hecho de que aún el desarrollo del sistema financiero sea precario, implique que sigue sin haber gran facilidad para que los bancos otorguen préstamos y por tanto no haga que el acceso al crédito signifique mayor gasto. Lo encontrado amerita investigación futura si bien ya hay estudios con datos posteriores a los 90’s que encuentran lo mismo (ver Hernandez 2006).

Ingreso Transitorio

El ingreso transitorio muestra ser la variable más explicativa tanto para hogares rurales como urbanos, lo que respalda totalmente la teoría de la renta permanente de Friedman, y así mismo hallazgos empíricos. En el caso Colombiano dicho ingreso transitorio parece tener un efecto casi despreciable, lo que va relacionado al hecho de que se trata de hogares en su gran mayoría de bajos niveles educativos y por tanto de hogares que poco deberían contar con ingresos adicionales transitorios.

Precaución: Seguros

El caso de los seguros resulta interesante ya que para zona urbana el seguro de vivienda genera un desahorro, y hace que el efecto de poseer vivienda sea negativo por la interacción. Esto muestra que dicho seguro es en efecto un buen proxy de la necesidad de ahorrar por motivo precautelativo, pues si hay un desahorro al tener el seguro, significa que los hogares se preocupan menos por guardar dinero para mitigar situaciones adversas. Que este seguro no muestre diferencias en el ahorro para hogares rurales va en línea con el hecho de que la vivienda tiene una naturaleza diferente en dichas zonas. Tener vivienda propia en el campo puede ser de los pocos activos de una familia que en el neto con lo anterior, tenerla asegurado o no, no hace diferencia. Los seguros de maquinaria y mueble por el contrario aumentan el ahorro en hogares urbanos, lo que no parece tener explicación simple dado que los seguros deberian en general disminuir el ahorro.

Respecto a los otros seguros que son fundamentalmente seguros educativos, el menor ahorro en la zona urbana es de esperar pues esto hace que los individuos jefes de hogar no deban preocuparse por ahorrar

(25)

25 para poder cubrir la pensión escolar de sus hijos. En Colombia dichas pensiones son elevadas, y hace por tanto que los indidivuos gasten un monto significativo que hubieran ahorrado sino hubiesen tenido el seguro. Para el caso de hogares en el campo, se puede explicar por el hecho de que en Colombia la educación aún es precaria en dichas zonas, con buena cantidad de educación pública, y por tanto el gasto en educación es mínimo. Por ello, tener seguro no hace gran diferencia a no tenerlo.

VI. Conclusiones

Se presenta en este trabajo un estudio micro-fundamentado de carácter econométrico utilizando la metodología de efectos fijos lo cual permite corregir problemas típicos de endogenidad. Además, se incluyen variables fundamentales en la teoría del ahorro como el acceso al crédito, tenencia de vivienda, activos financieros y seguros. Por último, se ha analizado el ahorro tanto de hogares de zona urbana como de zona rural.

Se ha encontrado que el acceso al crédito aumenta el ahorro de los hogares sin ambigüedad alguna, contrario a gran parte de lo que sugiere la literatura y las explicaciones acerca de la caída de ahorro de Colombia en los 90’s. Lo anterior mostraría que el comportamiento del ahorro público difiere de manera importante de los hogares y que un análisis micro-fundamentado puede refinar los resultados. Las condiciones aún precarias del sistema financiero en Colombia, y las preferencias de los hogares contemplados podrían explicar en parte el resultado obtenido que amerita aún mayor investigación. Lo encontrado sugeriría que se debe mejorar el acceso al crédito, que está relacionado con la profundización financiera del país. Esta mejora tendría un impacto especialmente en zona rural, que es la que menos acceso al crédito tiene.

Las variables que no han sido incluidas antes para el caso Colombiano, son la posesión de vivienda propia, la tenencia de activos financieros como bonos, acciones o activos como vehículos; el hecho de cotizar en un fondo de pensiones, tener seguros de distinta índole y el estrato. Dichas variables no deben ser omitidas en el tratamiento econométrico pues resultan tener un alto poder explicativo del ahorro. En términos generales se encuentra que la posesión de activos tanto financieros como vehículos o vivienda, incrementan el ahorro del hogar, así como el hecho de ser de estrato superior.

Por su parte las variables clásicas en la literatura como la edad, la educación, el número de personas en el hogar y estatus laboral muestran resultados consistentes con trabajos anteriores. Se destaca el

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26 incumplimiento de la HCV y la posible explicación de una población con alta tasa de impaciencia y con preferencias a dejar herencias. Sin embargo se encuentra que el género del jefe de hogar no hace diferencia alguna ni en zona rural ni en zona urbana. El ingreso transitorio a su vez muestra ser una variable con alto poder explicativo, con relación positiva respaldando la teoría de Friedman aunque estimado con un ajuste bajo especialmente para hogares rurales.

En cuanto a las diferencias entre hogares urbanos y rurales, se ha hecho evidente que hay un comportamiento disímil entre las dos zonas que debe tenerse presente para hacer política. Las diferencias más importantes encontradas son la tenencia de vivienda propia que no hace diferencia en la zona rural, el estado civil pues estar soletero genera menos ahorro en hogares rurales, y la tenencia de activos como bonos y/o acciones induce mayor ahorro. Adicionalmente, el tipo de seguros que explican el ahorro en hogares urbanos son distintos a los seguros explicativos en zona urbana. Esto constituye un punto de partida para análisis posteriores ya que por la diversidad de población con la que cuenta Colombia, la zona rural podría dar conclusiones muy distintas.

El análisis de los resultados ante diferentes definiciones del ahorro queda para futura investigación para verificar la robustez de los resultados, que podría hacerse una vez la ELCA tenga datos de gastos mensuales promedio en educación y salud. La estimación conjunta de hogares urbanos y rurales podría arrojar resultados diferentes para lo cual será necesario arreglar los problemas encontrados de multicolinealidad. Así mismo, la inclusión de la probabilidad de estar desempleado que han hecho otros trabajos podría refinar el modelo, ya que no se incluyó por ser una regresión auxiliar con ajuste muy bajo. Por último, la medición del ahorro en niveles limita en parte la comparación de los resultados obtenidos con otros trabajos, por lo que la mejora del ajuste con la tasa de ahorro podrá ser viable con cortes futuros de la ELCA. No obstante el buen ajuste obtenido sugiere posibles extensiones para otros trabajos que estudian la tasa de ahorro y no el nivel.

Finalmente es relevante destacar que el estudio realizado ha considerado una muestra representativa de una población de medio y bajos ingresos en Colombia. Las conclusiones han sido sobre hogares donde el 70% pertenecen a estratos bajos y donde no se contempla individuos de estratos socioeconómicos altos. No debe entenderse por tanto lo encontrado como una generalización del caso Colombiano, como podría hacerse con estudios macroeconómicos. Acorde a la revisión de literatura expuesta y el marco teórico, las conclusiones para una población con condiciones socioeconómicas de alto nivel podrían ser sustancialmente distintas. No obstante dicha población representa aún una gran minoría en Colombia.

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27

ANEXOS

Tabla 5.3 – Regresión auxiliar del ingreso permanente

( Urba no 2 0 10 ) ( Urba no 2 0 13 ) ( R ura l 2 0 10 ) ( R ura l 2 0 13 ) V a ria ble s Ing. P e rm a ne nt e Ing. P e rm a ne nt e Ing. P e rm a ne nt e Ing. P e rm a ne nt e

Edad 5,276***

(1,128)

P erso nas en Ho gar 78,507*** 109,013*** 33,530*** 33,040***

(7,240) (8,944) (8,968) (3,459)

Ocupado 166,715***

(28,910)

Ho mbre 64,374*** 81,143***

(24,506) (16,720)

Ocupado *Edad 2,695***

-702.2

P areja Ocupada 202,498*** 84,770***

(55,286) (16,020)

Estrato 2 157,257*** 266,736*** N/A N/A

(28,234) (29,461)

Estrato 3 428,815*** 656,050*** N/A N/A

(36,584) (45,170)

Estrato 4 1.127e+06*** 1.580e+06*** N/A N/A

(112,943) (168,751)

B o go ta 227,036*** 278,484*** N/A N/A

(40,845) (59,394)

Oriental 248,598*** 170,914*** N/A N/A

(33,479) (41,473)

A tlantica 106,736*** N/A N/A

(35,626)

Eje Cafetero N/A N/A 125,720*** 214,114***

(31,782) (17,916)

Centro Rural N/A N/A -110,765***

(21,143)

Indu 2 N/A 811,648*** N/A 336,498***

(206,644) (107,130)

Indu 3 N/A 141,641*** N/A 102,260**

(50,414) (50,094)

Indu 5 N/A 246,604*** N/A 150,338***

(79,269) (29,477)

Indu 6 N/A N/A 97,483***

(33,177)

Indu 7 N/A 301,280*** N/A 100,085***

(57,882) (34,566)

Indu 8 N/A 176,229*** N/A 94,780**

(61,836) (44,701)

Indu 9 N/A N/A 213,607**

(87,235)

Edu 3 162,423*** -239,634*** -163,387***

(31,679) (31,367) (32,880)

Edu 4 374,899*** 103,570***

(37,858) (23,136)

Edu 5 570,291***

(100,841)

Edu 6 586,535*** 224,798*** 334,757***

(67,367) (61,885) (128,241)

Edu 7 908,205***

(184,493)

Edu 8 642,302*** 519,205*** 288,504**

(110,117) (131,057) (142,028)

Edu 9 803,765*** 315,944*** 1.097e+06**

(109,345) (112,129) (443,183)

Edu 10 1.345e+06*** 1.148e+06*** 655,987**

(109,036) (156,013) (255,907)

Edu 11 1.764e+06*** 1.147e+07***

(367,494) (43,737)

Edu 12 2.640e+06*** 2.104e+06*** 1.489e+06*** 1.688e+06***

(238,797) (263,222) (275,960) (496,943)

Edu 1*Edad -2,170***

-841.9

Edu 8*Edad 10,702**

(4,259)

Edu 10*Edad 13,530***

(3,741)

Vivienda P ro pia 142,808*** 188,099***

(26,641) (32,566)

A cceso al Crédito 246,328*** 398,087*** 132,265*** 150,567***

(32,795) (38,889) (37,604) (16,114)

P ensio nado 732,616*** 995,053*** 532,455*** 812,545***

(76,568) (219,834) (173,443) (139,459)

Co tizante 188,845*** 533,850*** 167,934***

(30,411) (66,511) (55,027)

Impago N/A -198,868** N/A

(91,591)

Co nstante -533,419*** -412,171*** 257,746*** -3,188

To tal Observacio nes 5,212 4,631 4,718 4,305

R - c ua dra do 0 .3 7 3 0 .3 5 7 0 .10 8 0 .2 18

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