#34 “UN ENFOQUE LLENO DE FE” Hageo 2:1-9
Introducción
Una de las temas consistentes en las Escrituras es el de la fe. Vez tras vez leemos historias Bíblicas de grandes hombres de fe – Noe, Abraham, Moisés, Josue, David y otros.
Se nos exhorta a vivir una vida con un enfoque lleno de fe – creyendo a Dios y Sus Palabras:
Hebreos 11:6 (NVI) En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan.
La fe es parte necesaria del crecimiento y adelanto en la vida.
Se requiere para avanzar hacia adelante con nuevas metas u objetivos, lo que en lo natural parecieran fuera de nuestro alcance.
La fe envuelve el ver a través de los momentos obscuros a un nuevo amanecer. La fe es tanto una fuerza motivante como una fuerza que nos sostiene.
Todo proceso de construcción requiere de fe. Nuestra fe es algunas veces probada fuertemente en este proceso.
En Hageo 2 encontramos al pueblo de Dios en un punto en el que ellos necesitaban un fortalecimiento de su fe. Ellos estaban luchando con dudas, las que potencialmente pudieron amenazar el progreso y éxito de la reconstrucción del templo en Jerusalén.
Dios envío al profeta Hageo para hablar la palabra de motivación y corrección para ellos:
Hageo 2:1-9 (NVI) El día veintiuno del mes séptimo, vino palabra del Señor por medio del profeta Hageo: 2 “Pregunta a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, al sumo sacerdote Josué hijo de Josadac, y al resto del pueblo: 3 ‘¿Queda alguien entre ustedes que haya visto esta casa en su antiguo esplendor? ¿Qué les parece ahora? ¿No la ven como muy poca cosa? 4 Pues ahora, ¡ánimo, Zorobabel! — afirma el Señor—. ¡Ánimo, Josué hijo de Josadac! ¡Tú eres el sumo sacerdote! ¡Ánimo, pueblo de esta tierra! —afirma el Señor—. ¡Manos a la obra, que yo estoy con ustedes! —afirma el Señor Todopoderoso—. 5 Y mi Espíritu permanece en medio de ustedes, conforme al pacto que hice con ustedes cuando salieron de Egipto.’ No teman, 6 porque así dice el Señor Todopoderoso: ‘Dentro de muy poco haré que se estremezcan los cielos y la tierra, el mar y la tierra firme; 7 ¡haré temblar a todas las naciones! Sus riquezas llegarán aquí, y así llenaré de esplendor esta casa —dice el Señor Todopoderoso—. 8 Mía es la plata, y mío es el oro —afirma el Señor Todopoderoso—. 9 El esplendor de esta segunda casa será mayor que el de la primera —dice el Señor Todopoderoso—. Y en este lugar concederé la paz’ , afirma el Señor Todopoderoso.”
Estas son algunas de las lecciones que aprendemos de la experiencia del pueblo de Dios en esta situación.
1.
La duda crónica es una maldición.Observe el tiempo en el que el profeta Hageo dio el mensaje al pueblo de Dios:
Hageo 1:1-3 (NVI) El día primero del mes sexto del segundo año del rey Darío, vino palabra del Señor por medio del profeta Hageo a Zorobabel hijo de Salatiel,
gobernador de Judá, y al sumo sacerdote Josué hijo de Josadac: 2 “Así dice el Señor Todopoderoso: ‘Este pueblo alega que todavía no es el momento apropiado para ir a reconstruir la casa del Señor.’” 3 También vino esta palabra del Señor por medio del profeta Hageo.
Hageo 2:1 (NVI) El día veintiuno del mes séptimo, vino palabra del Señor por medio del profeta Hageo.
El segundo mensaje del profeta Hageo al pueblo que estaba reconstruyendo el Templo en Jerusalén llegó aproximadamente dos meses después de su primer mensaje.
El primer mensaje de Hageo confrontaba al pueblo de Dios por tener las prioridades equivocadas y apatía espiritual. Ellos habían descuidado el templo por muchos años y construyeron sus propias casas, quedando ellos muy cómodos.
Esta confrontación produjo convicción y obediencia a Dios. Ellos comenzaron el trabajo de nuevo.
Aunque el trabajo había comenzado de nuevo, los constructores estaban invadidos por dudas crónicas en relación al proyecto. Especialmente los ancianos eran los que tenían dudas del proyecto.
El pueblo de Dios estaba enfrentando una crisis económica:
Hageo 1:10, 11 (NVI) Por eso, por culpa de ustedes, los cielos retuvieron el rocío y la tierra se negó a dar sus productos. 11 Yo hice venir una sequía sobre los campos y las montañas, sobre el trigo y el vino nuevo, sobre el aceite fresco y el fruto de la tierra, sobre los animales y los hombres, y sobre toda la obra de sus manos.
La cosecha de otoño fue muy escasa. En este contexto financiero, emocional y social, se desarrollaron dudas en los corazones y mentes de los constructores.
El mensaje de Hageo comenzó con tres preguntas. Estas preguntas, articuladas por Dios, eran preguntas que ya estaban presentes en los corazones y mentes de los constructores:
Hageo 2:3 (NVI) ¿Queda alguien entre ustedes que haya visto esta casa en su antiguo esplendor? ¿Qué les parece ahora? ¿No la ven como muy poca cosa?
Dudas con respecto al proyecto se estaban levantando comenzando por los más ancianos que habían visto el Templo de Salomón antes de que fuera destruido aproximadamente 66-68 años antes. Ellos recordaban la gran belleza del primer templo y dudaban seriamente que este templo pudiera igualar al viejo en términos de importancia.
La fe para construir el templo estaba siendo minimizada por una actitud persistente del pasado.
Algunos estaban lamentando el pasado. “¿Por qué permitimos que esto nos ocurriera? “¿Por qué nuestros
Algunos estaban idolatrando el pasado. Ellos decían, “¡El Templo de Salomón era tan
majestuoso, este lugar nunca va a ser como ese!” Algunos hasta lloraron cuando se puso la
fundación. (Ver Esdras 3:12.)
¡Su perspectiva del pasado les estaba robando la fe para el presente y el futuro! Lo mismo nos puede pasar a nosotros.
Hay por lo menos dos maneras en las que nuestra perspectiva del pasado nos roba la fe para el presente y futuro:
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Lamentando el pasado.“Si tan solo fuera diferente. ¿Por qué cometí esos errores? ¿Por que cometieron ellos esos
errores?” ¡El lamentarse trae condenación propia junto con juicio y resentimiento hacia otros! Nos
roba de una fe constructiva para hoy y mañana.
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Idolatrando el pasado.Usualmente esto es muy sutil. Esto involucra el evaluar periódicamente hoy en luz del pasado. “Lo
que fue” es juzgado como mejor de lo que “es.” El mito de “los buenos días de antaño” prevalece
en la mente. Esto produce una falta de compromiso, falta de involucramiento y actitudes juzgonas. Nos roba de la fe para hoy y mañana porque de alguna manera estamos anhelando el ayer.
Ambas de estas perspectivas son destructivas de la fe. Veamos las instrucciones y ejemplos del Apóstol
Pablo.
Filipenses 3:13, 14 (NVI) … Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, 14 sigo avanzando hacia la meta para
ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús. Junto con una duda crónica generada por su orientación hacia el Templo del pasado, los constructores también estaban consientes de la naturaleza crítica de la crisis económica presente. Esto ocasionó que ellos cuestionaran la habilidad de tener las finanzas para este proyecto en ese tiempo. ¡El pueblo estaba
batallando con la maldición de una duda crónica!
La duda crónica es en verdad una maldición. No es la forma en la que estamos diseñados por Dios para vivir.
2.
Fe es el resultado de un cambio de nuestro enfoque.Veamos el llamado de Hageo al pueblo de Dios al estar ellos batallando con una duda crónica:
Hageo 2:4, 5 (NVI) Pues ahora, ¡ánimo, Zorobabel! —afirma el Señor—. ¡Ánimo, Josué hijo de Josadac! ¡Tú eres el sumo sacerdote! ¡Ánimo, pueblo de esta tierra! —afirma el Señor—. ¡Manos a la obra, que yo estoy con ustedes! —afirma el Señor Todopoderoso —. 5 Y mi Espíritu permanece en medio de ustedes, conforme al pacto que hice con ustedes cuando salieron de Egipto. No teman.
Seguido de Sus penetrantes preguntas, el Señor reafirmó y motivó a Su pueblo. Él quería disipar sus dudas y llevarlos a un enfoque lleno de fe para el presente y el futuro.
Para lograr esto Él les dio algunas instrucciones y recordatorios de algunas realidades. ¡Fe comienza con realidades!
Observe Sus palabras de afirmación:
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“¡Yo estoy contigo!” Por lo tanto tu eres “¡fuerte!”Es difícil ser fuerte en fe cuando las personas están quejándose y comparando el presente con el pasado. El trabajo sufrirá si la fortaleza de la fe no es restaurada.
“Fuerte” quiere decir “firme, valiente, conquistador… quiere decir sitiar, ser de los que ayudan.” Dios dice, “¡Yo estoy aquí contigo para que ya no te enfoques en el pasado y sitiar fe para el trabajo del presente!
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“¡Yo estoy contigo!” Por lo tanto “¡trabaja!”Deje de quejarse y compararse y “¡póngase a trabajar!” La palabra “trabajar” en Hebreo era
“usada con el sentido de tener obligaciones éticas.”
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“¡Esto es lo que Yo he pactado… Mi Espíritu permanece entre ustedes!”La palabra “Espíritu” es “ruach” y habla de “el poder divino.” Dios dice, por esto mismo, “¡No tengan temor!” “¡No permitan que la duda y el temor les robe de su fe para este proyecto!”
3.
Una fe fuerte requiere de la comida apropiada.El segundo mensaje de Hageo incluye algo de comida para la fe:
Hageo 2:6-9 (NVI) Porque así dice el Señor Todopoderoso: “Dentro de muy poco haré que se estremezcan los cielos y la tierra, el mar y la tierra firme; 7 ¡haré temblar a todas las naciones! Sus riquezas llegarán aquí, y así llenaré de esplendor esta casa —dice el Señor Todopoderoso—. 8 Mía es la plata, y mío es el oro —afirma el Señor
Todopoderoso—. 9 El esplendor de esta segunda casa será mayor que el de la primera —dice el Señor Todopoderoso—. Y en este lugar concederé la paz.” afirma el Señor Todopoderoso.
Aunque la fe comienza con hechos acerca de Dios, Su naturaleza y Su Palabra, es alimentada a través de promesas divinas.
Si los constructores hubieran perseverado en su actitud negativa el proyecto de construcción hubiese sido estorbado.
El plan de Dios para este Templo era mucha mayor del que la perspectiva limitada de los constructores tenían. En estos versículos Dios reveló Su plan en la forma de promesas, para motivar a los constructores con la importancia de su trabajo.
Veamos 6 promesas especificas:
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“Dentro de muy poco haré que se estremezcan los cielos y la tierra, el mar y la tierra firme” Dios dijo, “Tu te has estado enfocando en el pasado, Yo me enfoco en el presente y el futuro. Yotengo planes para sacudir las fortalezas del cielo de tal manera que las repercusiones espirituales serán evidentes en la tierra. ¡Mi trabajo no esta terminado todavía. Lo mejor está por venir!”
progresivo. ¡No miren atrás, miren hacia adelante!”
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“¡LLenaré de esplendor esta casa!”Dios dijo, “Tal y como el Templo de Salomón fue llenado de gloria, también este será lleno de gloria!”
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“¡Mía es la plata, y mío es el oro!”Dios dijo, “No se preocupen por los recursos. ¡Yo voy a pagar la cuenta!”
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“¡El esplendor de esta segunda casa será mayor que el de la primera!”Esto tuvo que ser duro para los constructores viejos de imaginar, aun así Dios dice, “El esplendor de este Templo sobrepasará a su predecesor.”
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“¡Y en este lugar concederé la paz!"“Shalom” quiere decir “salud, seguridad, tranquilidad, bienestar, éxito, comodidad, integridad, solidez.” Es una “paz que tiene su fuente en Dios.”
Dios cumplió estas promesas.
Observemos dos maneras en la que Él cumplió Su palabra:
El Rey Darío decretó que el costo de construir el Templo se pagaría con el Tesoro real. “En esencia, los enemigos de los Judíos cubrieron el gasto de reconstruir el templo!” (Richards)
Estos constructores no comprendieron que ellos estaban estableciendo un templo, el cual, 500 años más tarde, entraría el Mesías, llenándolo con Su gloria y paz. “La gloria del segundo templo fue la misma del mismo Hijo de Dios quien se paró en sus puertas, y embelleció todo con Su presencia.” (Richards)
