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Analisis Primero Sueño- Sor Juana

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Para comenzar, el poema presenta una sombra nocturna a cuyo cobijo una Para comenzar, el poema presenta una sombra nocturna a cuyo cobijo una  persona

 persona es es acometida acometida por por el el sueño sueño en en medio medio del del silencio silencio y y la la quietud quietud de de lala naturaleza, de la que participan las aves nocturnas y los animales diurnos, ya naturaleza, de la que participan las aves nocturnas y los animales diurnos, ya cantando lentamente o ya durmiendo un sueño vigilante. Todos son llamados al cantando lentamente o ya durmiendo un sueño vigilante. Todos son llamados al silencio y al descanso por Harpócrates. El cuerpo de la persona suspende sus silencio y al descanso por Harpócrates. El cuerpo de la persona suspende sus op

opereracacioionenes s orordidinanaririasas, , dedescscriritatas s en en tétérmrmininos os iisisiolológógicicos os y y sisimbmbólólicicosos,, culminando en la actividad de la imaginación como un aparato óptico! el aro. " culminando en la actividad de la imaginación como un aparato óptico! el aro. "  partir

 partir de de este este momento, momento, su su alma, alma, en en un un sueño, sueño, se se ve ve a a s# s# misma misma libre libre y y en en lala cumbre de su propio intelecto$ esto es, en el %pice del monte espiritual de su cumbre de su propio intelecto$ esto es, en el %pice del monte espiritual de su intelecto agente, que se dirige a &ios y es luminoso. "'#, remontada como un intelecto agente, que se dirige a &ios y es luminoso. "'#, remontada como un %guila, el alma contempla la creación entera, pero racasa en el intento de %guila, el alma contempla la creación entera, pero racasa en el intento de comprenderla en un solo concepto. (onundida, el alma nauraga

comprenderla en un solo concepto. (onundida, el alma nauraga como una nave,como una nave, en parte porque sus ojos mentales son deslumbrados por el sol, pero sobre todo en parte porque sus ojos mentales son deslumbrados por el sol, pero sobre todo  porque

 porque es es e)cedida e)cedida por por la la inmensidad inmensidad del del universo universo en en su su potencia potencia de de ormar ormar  conce

conceptos. Habiéndoptos. Habiéndose se re'abire'abilitadlitado o la la vistvista a del intelecto gracias a del intelecto gracias a la la mediamediaciónción de las penumbras, la razón lo releva en la empresa recurriendo al método de las de las penumbras, la razón lo releva en la empresa recurriendo al método de las diez categor#as para considerar las cosas una por una. *in embargo, la razón diez categor#as para considerar las cosas una por una. *in embargo, la razón discursiva no va m%s all% de preguntarse por las caracter#sticas y causas del discursiva no va m%s all% de preguntarse por las caracter#sticas y causas del trayecto de la uente y el color y olor de la lor, comprobando quiz% que tal trayecto de la uente y el color y olor de la lor, comprobando quiz% que tal disciplina es un esuerzo in+til, 'abida cuenta de los obst%culos que la razón disciplina es un esuerzo in+til, 'abida cuenta de los obst%culos que la razón encuentra y los accidentes y misterios de cada ser. Es entonces cuando el cuerpo, encuentra y los accidentes y misterios de cada ser. Es entonces cuando el cuerpo, que 'a consumido todo el alimento que ten#a, comienza a moverse y a despertar, que 'a consumido todo el alimento que ten#a, comienza a moverse y a despertar, dando in al sueño del alma. El poe

dando in al sueño del alma. El poema termina con el sol venciendo a la ma termina con el sol venciendo a la noc'e ennoc'e en un combate entre ejércitos de luces y sombras y con el despertar de la poeta.

un combate entre ejércitos de luces y sombras y con el despertar de la poeta. 

aayayamomos s en en seseguguidida a a a lolos s ememblblememas as quque e m%m%s s ajajusustatan n al al popoemema. a. PaParara comenzar, en una lectura literal, la sombra unesta es una amenaza a la luz de las comenzar, en una lectura literal, la sombra unesta es una amenaza a la luz de las eessttrreellllaass. . PPaarreecceerr##a a rreeoorrzzaarrsse e aal l iinnaal l ddeel l ppooeemma a een n qquue e eess llamada -tirana

llamada -tirana/0/0 rente a la luz del sol, pero no 'ay que olvidar que, con este rente a la luz del sol, pero no 'ay que olvidar que, con este

aassppeecctto o ddrramam%%ttiiccoo, , en en mmeeddiio o ddeel l ppooemema a lla a ssomombbrra a ees s uunna a --ppiiaaddoossaa medianera

medianera/1/1 que ayuda a los ojos del alma a recobrarse del deslumbramiento que ayuda a los ojos del alma a recobrarse del deslumbramiento

solar. 2os ep#tetos son incidentales o coyunturales. En realidad, la noc'e es el solar. 2os ep#tetos son incidentales o coyunturales. En realidad, la noc'e es el telón de ondo de todo el poema. Es igualada compositivamente a Harpócrates telón de ondo de todo el poema. Es igualada compositivamente a Harpócrates como una aposición suya 3-Harpócrates, la noc'e, silencioso

como una aposición suya 3-Harpócrates, la noc'e, silencioso/4/45. 6oc'e pletórica5. 6oc'e pletórica

de signiicados, poblada de im%genes, o -enómenos, que nos 'ablan con mil de signiicados, poblada de im%genes, o -enómenos, que nos 'ablan con mil indicios de la inteligencia divina que los 'a puesto a'# para ser descirados, la indicios de la inteligencia divina que los 'a puesto a'# para ser descirados, la sombra nocturna de *or 7uana es el recept%culo primordial que encontramos en sombra nocturna de *or 7uana es el recept%culo primordial que encontramos en los te)tos platónicos, la

los te)tos platónicos, la chorachora del del TimeoTimeo, donde las cosas est%n como semillas,, donde las cosas est%n como semillas,

llenas de potencia ontológica. Es la noc'e órica de la que 'abla Pico en llenas de potencia ontológica. Es la noc'e órica de la que 'abla Pico en sus

susConclusiones mágico-cabalísticasConclusiones mágico-cabalísticas as# como el m#stico *an 7uan! el espacio y as# como el m#stico *an 7uan! el espacio y

el tiempo de acercamiento a lo divino, donde la naturaleza espera ser recibida y el tiempo de acercamiento a lo divino, donde la naturaleza espera ser recibida y

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nombrada desde su lec'o de quietud y silencio. El poema

nombrada desde su lec'o de quietud y silencio. El poema comienza a decirse, por comienza a decirse, por  tanto, como un 'imno inspirado en la noc'e que en él ructiicar%. *u tesitura tanto, como un 'imno inspirado en la noc'e que en él ructiicar%. *u tesitura musical es marcada con toda claridad al principio por el canto de las aves musical es marcada con toda claridad al principio por el canto de las aves nocturnas y el viento. Precisamente la injerencia del gran tópico del silencio nocturnas y el viento. Precisamente la injerencia del gran tópico del silencio teologal nos obliga a pensar en otra alusión emblem%tica de la sombra nocturna teologal nos obliga a pensar en otra alusión emblem%tica de la sombra nocturna  presente

 presente en en Pierio Pierio aleraleriano! iano! la la cola cola del del cocodrilo cocodrilo egipcio, egipcio, que que el el emblemistaemblemista it

italaliaiano no adadapapta ta de de HoHorarapopollllo, o, esesto to eses, , dadandndo o prprimimerero o su su sesentntidido o -p-parara a loloss egipcios al transerir las primeras acepciones de los

egipcios al transerir las primeras acepciones de los Hierog Hieroglyphicalyphicagriegos ygriegos y

añadiendo luego las teologales en todo un cap#tulo sobre el silencio que el añadiendo luego las teologales en todo un cap#tulo sobre el silencio que el cocodrilo simboliza, dentro del cual se encuentra la siguiente sección sobre el cocodrilo simboliza, dentro del cual se encuentra la siguiente sección sobre el signiicado de -Tinieblas y cosa unesta, cuyas connotaciones anagógicas casan signiicado de -Tinieblas y cosa unesta, cuyas connotaciones anagógicas casan  perectamente con el sentido del

 perectamente con el sentido del Primero s Primero sueñoueño!!

-8as para igurar las tinieblas 9...: pintaban la cola del -8as para igurar las tinieblas 9...: pintaban la cola del cocodrilo, porque tan pronto como cerca a un animal, se sirve cocodrilo, porque tan pronto como cerca a un animal, se sirve de la cola para matarlo, con la cual lo golpea 'asta 'acerlo de la cola para matarlo, con la cual lo golpea 'asta 'acerlo morir

morir, pues todo lo que , pues todo lo que tiene de uerza y poder se tiene de uerza y poder se concentconcentra enra en su cola. 9...: el cocodrilo escondido en una gruta es s#mbolo del su cola. 9...: el cocodrilo escondido en una gruta es s#mbolo del  poder

 poder y y de de la la sustancia, sustancia, es es decir decir de de la la esencia esencia de de &ios &ios que que nono  puede son

 puede sondearse ndearse ni comprenderse. i comprenderse. 9...: ning+n 9...: ning+n 'ombre es 'ombre es capazcapaz de e)plicar con palabras ni de abricar un retrato del comienzo de e)plicar con palabras ni de abricar un retrato del comienzo y el in de la divina majestad, ni deinirla o encerrarla en y el in de la divina majestad, ni deinirla o encerrarla en ningunos l#mites. El poco conocimiento que tenemos viene de ningunos l#mites. El poco conocimiento que tenemos viene de la consideración de sus obras 9...:. Porque igualmente en el la consideración de sus obras 9...:. Porque igualmente en el *a

*almlmo o ;4 ;4 se se didice ce quque e &i&ios os a a pupuesesto to llas as ttiininiebebllas as paparara esconderse, para 'acernos comprender que muc'as de las cosas esconderse, para 'acernos comprender que muc'as de las cosas divinas son oscuras a muc'os, y conocidas solamente por los divinas son oscuras a muc'os, y conocidas solamente por los ieles. 9...: cierto es que pocos 'an llegado al conocimiento de ieles. 9...: cierto es que pocos 'an llegado al conocimiento de &ios, sea que tengamos el entendimiento tan grosero que no &ios, sea que tengamos el entendimiento tan grosero que no  podamos soportar e

 podamos soportar el brillo de su espléndida l brillo de su espléndida luz, sea que nuestroluz, sea que nuestro esp#ritu impuro no es capaz de recibir la pureza suya, sea que el esp#ritu impuro no es capaz de recibir la pureza suya, sea que el cuerpo 'umano impide de tal modo al alma que ella no puede cuerpo 'umano impide de tal modo al alma que ella no puede admit

admitir el ir el *anto Esp#rit*anto Esp#ritu, sea u, sea que la que la virtuvirtud de d de nuestro intelnuestro intelectoecto es tan débil, que no puede comprender por ninguna conjetura es tan débil, que no puede comprender por ninguna conjetura esta inmensidad

esta inmensidad/</<..

=unesta, quieta y silenciosa, reerida a lo divino incognoscible, la pir%mide =unesta, quieta y silenciosa, reerida a lo divino incognoscible, la pir%mide de la noc'e armoniza en el poema de *or 7uana con otros elementos alegóricos de la noc'e armoniza en el poema de *or 7uana con otros elementos alegóricos inspirados en la idea renacentista de la sabidur#a egipcia! las m+ltiples pir%mides, inspirados en la idea renacentista de la sabidur#a egipcia! las m+ltiples pir%mides,

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sobre todo las de los Ptolomeos, en medio del poema, y la igura de Harpócrates, una deidad griega y egipcia que *or 7uana toma del De Isis y Osiris de Plutarco

as# como de la literatura emblem%tica. " dierencia de lo que sucede con la empresa de *aavedra del eclipse moral del poderoso, la representación de las tinieblas en aleriano satisace isotópicamente la din%mica compositiva del Primero sueño.

=ig. ;.> -Tenebrae 3Horapollo, Hieroglyphica5

&eteng%monos m%s en esta igura para observar que la pir%mide no es solamente la primera igura emblem%tica del poema, sino que también lo alegoriza integralmente como s#mbolo o figura figurans que e)presa la triple

relación entre &ios, el 'ombre y la naturaleza. En eecto, aparece varias veces en el poema, primero como la sombra de la tierra durante la noc'e, luego como la  pir%mide de luz del intelecto agente part#cipe de la ?racia divina, también como met%ora de una altura inmensa, de la soberbia 'umana o del progreso ilosóico 'acia la verdad, y inalmente como la pir%mide de luz que recibe la tierra del sol. También nos percatamos de que *or 7uana 'a dispuesto de tal modo la pir%mide de sombra al principio y la de la luz del sol al inal, que de 'ec'o est% reiriendo objetivamente el poema a las ormas geométricas de dos pir%mides contrapuestas, una de luz y otra de sombra, en cuya parte media resulta, de su entrecruzamiento, la igura circular y, por ende, esérica, mencionadas puntualmente en los versos centrales del Primero sueño/@. En ;@0A, Barl ossler 'ab#a señalado dos

 pir%mides superpuestas sugeridas por el poema, una de oscuridad y otra de luzAC,

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atribución ue repetida por Dctavio PazA; y por muc'os después de él. "unque

nos adelantemos al inal del poema, que comentaremos en su momento, 'ay que señalar desde a'ora que se asigna igualmente a otra ilustración de "t'anasius Birc'er la mención de la linterna m%gica en un verso espec#ico del Primero  sueñoA/, donde se comparan sus proyecciones antasmagóricas a las iguras de la

imaginación. &esaortunadamente la cr#tica 'a concedido a Birc'er AA >o a obert

=ludd> un inlujo e)cesivo en *or 7uana y olvida que tanto Birc'er como =luddAF ueron producto de la cultura 'umanista del enacimiento$ por tanto, las

uentes reales de esta imagen 'an sido pasadas por alto. Birc'er y *or 7uana tuvieron por delante las obras de autores italianos como 2eone Gattista "lberti A0,

Pomponio ?auricoA1, 2eonardo da inciA4, =rancesco 8aurolicoA< y sus teor#as

sobre el ojo y la perspectiva.

=ig. /.> Pir%mides convergentes de luz y de sombra 38aurolico, ;1;A5

=rancesco 8aurolico, conocido en el mperio Español por sus aportaciones a la óptica, no sólo 'ab#a escrito un libro sobre las proyecciones de luz y de sombra, sino que también 'ab#a e)perimentado con la c%mara oscura, antecedente de la linterna m%gica. 2uego, 7uan Eusebio 6ieremberg, en España, dedica el +ltimo cap#tulo de su Oculta filosofía, de ;1F0, a la linterna m%gica que

le mostró un compañero de orden, narrando cómo, asombrado, vio!

-un aposento obscuro, al qual entraba luz solo por vn  pequeño abujero en que estava vn vidrio para dar cuerpo a los colores con su densidad a espacio competente$ puso vn papel solamente, en el vi representados todos los objectos que estavan uera con sus colores$ solo que parecian trastrocados los te)ados, y las puntas de las torres estauan 'azia ba)o. 2os argumentos con que probaba que aquello que se veia no era el objecto, sino sus especies, que auian parado alli, tenian alguna verosimilitud$ dezia, entre otras razones, que si uera el objecto,

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avia de verse por rele)ion de las especies, y rayos visuales$ como se ve el objecto en vn espejo, y en aquel papel no se veia

de aquel modo, porque no se podian ver por rele)ionA@.

El interés 'isp%nico por la interacción de conos luminosos y sombr#os as# como por los nuevos arteactos que pon#an en unción la reracción de la luz y la  proyección de im%genes eran ya conocidos muc'o antes de que Birc'er publicase

su Ars magna lucis et umbrae, de ;1F1FC. I todo lo anterior maniiesta la

ad'esión 'isp%nica al interés por las complejidades de la luz y la perspectiva, que ya 'ab#a ascinado desde el siglo J a un renacentista como "lonso de la Torre, quien les dedica una sustanciosa parte en su isi!n "eleitableF;. &e eso

 precisamente es de lo que trata el Primero sueño! de la perspectiva, de su

relatividad, de sus posibilidades y limitaciones, en breve, del compromiso  barroco con las ideas de ilusión y de participación, y con el espacio ininito, donde el 'ombre 'a sido puesto a su libre albedr#o. En la literatura inglesa, el Paraíso Per"i"o de 8ilton es un ejemplo de este avistamiento telescópico del

universo en el siglo JF/, cuando se vieron materializadas las especulaciones

m#sticas de un 6icol%s de (usa, pues 'ay que volver a decir 'asta que la inercia académica lo asimile, que la ilustración de dos pir%mides superpuestas de Birc'er  queda por muc'o rebasada por el inlujo que tuvo en *or 7uana 6icol%s de (usa, cuyo pasaje del De con#ecturisFA sobre las pir%mides de luz y sombra que se

encuentran y penetran es deinitivamente la uente m%s probable de *or 7uana. 2a iloso#a teológica, contemplativa y geométrica, del (usano impregnó a los m#sticos españoles y a los poetas meta#sicos del enacimiento y el Garroco, y al Primero sueño en particular FF.

El s#mbolo de la pir%mide en el poema de *or 7uana, como alegor#a totalizadora, nos lleva al terreno de la iloso#a, m%s all% de las iguraciones emblem%ticas a no ser por la orma pura de la meta#sica platónica! -*eg+n de Homero, digo, la sentencia, K las Pir%mides ueron materiales K tipos solos, señales e)teriores K de las que, dimensiones interiores, K especies son del alma intencionales! K que como sube en piramidal punta K al (ielo la ambiciosa llama ardiente, K as# la 'umana mente su igura trasuntaF0. Homero, a quien *or 7uana

atribuye esta idea en el discurso poético, en realidad es Platón en el Timeo.

Tampoco ue Homero quien 'abló de las pir%mides egipcias, sino acaso Heródoto. Tres prestigiosos griegos de la "ntigLedad juntos en el sentido -original de la pir%mide. *or 7uana optó por el poeta. Muiz% por esta intencional

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licencia que relega al 'istoriador y al ilósoo, *or 7uana ajusta cuentas con los 'istoriadores en los versos A<A a A@C. En cuanto al Timeo, el poema todo le paga

tributo en su conormación general y su s#mbolo central y uniicador. Es interesante ver cómo en las ediciones de la obra de aleriano a partir de la de Gasilea, ;014, aparece al inal el op+sculo Hieroglyphica de (elio "gostino

(urione. En él 'ay un par de -jerogl#icos o emblemas que bien pudieron ser  retomados por *or 7uana. *e trata de la geometr#a simbólica del Timeo, de (usa y

de los pitagóricos que equipara la pir%mide con el alma 'umana, simbolizando con su parte inerior la vida material y con el %pice el pereccionamiento 'acia lo espiritual, e)presado por (urione en términos muy parecidos al musical -regateo de "bra'am de la $espuesta!

-2os egipcios ten#an cierta idea tocante a la restitución del estado de cosas al término de treinta y seis mil años, como dice Platón 'aber aprendido de ellos, queriendo dar a entender en

elTimeoque nuestra alma tiene la orma de una pir%mide

cuando dijo que &ios tomó una primera porción del universo y la juntó con esa punta que se encuentra en la cima de la  pir%mide! la segunda el doble de la primera$ la tercera el triple$ la cuarta el doble de la segunda, la quinta el triple de la tercera, la se)ta e)cediendo oc'o veces la primera$ inalmente la séptima sobrepasando la primera por veintiséis partes, y después llenó los dobles y triples intervalos por cuyos n+meros no signiicó otra cosa que la e)tensión y dilatación de l#neas, las cuales unidas al punto desde la base orman %ngulos. I por 

los intervalos, las supericies que son cerradas por l#neas...F1.

*e trata de un -emblema desnudo porque carece de imagen, pero el sentido de la pir%mide como representación que une naturaleza, alma y &ios es igual al de la silva *or 7uana! la idea platónica en una versión que concuerda con la cristiana bajo ropaje egipcio. Es una pir%mide mental cuya luz cimera es la ?racia, sin las obstrucciones pastorales que presenta, por ejemplo, la empresa del obelisco de =rancisco 6+ñez de (epeda, que cité en ;@@0F4, a pesar de que el

tópico de la atalayaF<, con todo lo que tiene que ver con el libre albedr#o y el

consejo, se asemeje a la I"ea "el buen pastor . 2a abstracción del planteamiento

 platónico también se libra de intrusiones pol#ticas que s# est%n presentes en la  pir%mide de 7uan *olórzano Pereira! -%ic Docti & Potentibus subliman"iF@$ el

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los esuerzos de la disciplina, que también describe el poema cuando el alma recurre a la razón metódica para comprender el mundo. El te)to de *olórzano contiene las mismas observaciones de *or 7uana sobre la conquista del vértice de la pir%mide, premio a las atigas del que se esuerza moral e intelectualmente. *i es cierto que el emblema de la 'ilosofía en la obra de (esare ipa0C se relaciona

también con esta idea, es m%s probable que la e)tensa rele)ión alegórica en el libro de *olórzano sea la uente de la pir%mide ilosoal Primero sueño. Pero por 

lo que respecta a esa pir%mide mental que contiene en s# todas las coordenadas del poema de *or 7uana, si queremos encontrar un paralelo emblem%tico m%s visual que la, por lo dem%s, e)acta versión platónico>egipciana de (urione, no  parece 'aber un paralelo e)acto que guarde relación en imagen y signiicado a la

vez. 2os emblemas de la pir%mide suelen encontrarse acotados a determinada signiicación, di#cilmente a una puramente ormal y platónica.

*i pensamos en la de (amillo (amilli0;, por ejemplo, que s# tiene en cuenta la

matem%tica constitución de este cuerpo geométrico, se presenta el problema del idioma italiano, aunque recordemos que *igLenza tuviese en su poder varios libros de emblemistas italianos, como uscelli. &e las m+ltiples ediciones y adaptaciones de la Iconología, de (ésar ipa, 'ay una rancesa de ;4CC, de

&aniel de la =euille0/, que coloca el lema - Point "(ombre ici3-6ada de sombra

aqu#5 a una pir%mide con el sol en la punta. Posiblemente la imagen es 'ipotiposis de alguna connotación ragmentaria contenida en la obra de ipa, que s# ormó parte importante del conte)to emblem%tico de *or 7uana. El sentido corresponde muy bien a los versos A1@ a A4<, donde los cuerpos opacos de las  pir%mides egipcias no se opon#an al sol, sino que -tan del todo bañados K de su

resplandor eran, que >lucidos>0A, no proyectan ni señal de sombra. Pero si

eligiésemos estas o cualquiera otra representación icónica podr#amos incurrir en una anacron#a o en un artiicial divorcio de las partes constitutivas del emblema, y de cualquier modo no llegamos a encontrar un equivalente adecuado a la  pir%mide madre, la pitagórico>platónica. "caso sea preerible quedarnos con esa -imagen mental de la pir%mide perecta, cuyo arquetipo conceptual, para la  propia *or 7uana, estaba en el Emp#reo!-reducción meta#sica que enseña K 3los entes concibiendo generales K en sólo unas mentales antas#as K donde de la materia se desdeña K el discurso abstra#do5 K ciencia a ormar de los universales0F.

iene después de la sombra nocturna la mención de la luna o -triorme diosa, que tradicionalmente se 'a identiicado con la tr#ada de diosas &ianaKHécateKProserpina. *in embargo, nadie parece 'aber reparado que *or  7uana no es precisa a este respecto, y que bien puede tratarse de las tres caras de la diosa 8inerva, la Tritogenia, a quien *or 7uana avorece especialmente en su )eptuno aleg!rico00y en su obra en general, por obvias razones. Tanto

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aleriano, como (artari y (onti registran la triplicidad de 8inerva. El m%s citado  por *or 7uana en toda su obra, 6atal (onti01, orece una imagen de los tres

aspectos de 8inerva, de los cuales el tercero >con la rama de olivo detr%s> es Hécate, identiicada con la luna y las aves nocturnas. *obre su car%cter triple dice!

-Dtros la llamaban 2una porque cre#an que acostumbraba aparecer el tercer d#a de la conjunción, a pesar de que a veces ese d#a, por diversas causas juntas, se muestra vieja y nueva a la vez. 6o altaron los que opinaban que era el alma y as# la llamaban, cuyas tres acultades son la razón, el deseo y la que concita la ira. Dtros dier#an pensando que era el aire, que en tres épocas cambia radicalmente y genera la primavera, el verano y el invierno, por lo que el año ue dividido en estas tres estaciones04.

2as tres estaciones ueron equivalentes, as#, de las tres ases lunares, as# como de los aspectos de doncella, mujer y vieja. En su estudio sobre las acetas de la gran diosa, obert ?raves identiica en los te)tos cl%sicos la evolución del mito de la triple diosa en 8inerva, adorada como la virgen guerrera, la industriosa tejedora y la vieja -que inspiraba a los or%culos y dirig#a todas las artes0<, acompañada de la lec'uza.

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8%s a+n, 'ab#amos dic'o que el emblema piramidal -desnudo en (urione es el m%s apropiado a la gran alegor#a del Primero sueño. *in embargo, en un

cap#tulo de los Hieroglyphica de aleriano, el dedicado a sis, aparece una

representación de la pir%mide identiicada con 8inerva. 2a pir%mide es también la Tritogenia, y se pone la igura geométrica vista desde arriba con el siguiente te)to!

-En cuanto a 8inerva, algunos la 'acen triple por las estaciones del año, de las cuales, como se suele decir, los egipcios no ten#an m%s que tres, a saber, la primavera, el otoño y el invierno. También le 'ab#an dedicado el tercer d#a de cada mes, comenzando el mes con el coito de la 2una..., pues Pallas, de acuerdo con su teolog#a, nació el tercer d#a. I muc'os interpretan también a Pallas y a la 2una como una misma cosa0@.

(on todo lo anterior e)plicamos m%s naturalmente la intención estética de incluir a las aves nocturnas, todas ellas consagradas a 8inerva, 'asta el murciélago, como seres que pueden ver en la oscuridad y vigilan cuando todos duermen. Estas connotaciones anagógicas de la lec'uza, el b+'o y el murciélago las encontramos en la edición de "lciato en Padua, as# como en la obra de incenzo (artari1C. *obre el murciélago en espec#ico, el propio Dvidio 'ace a las

8ineidas devotas de 8inerva1;. En cambio para nada son activos sem%nticamente

los -pecados o -altas de 6ictimene, "sc%lao o las 8inias, siendo la mención de sus nombres simplemente epon#mica, no simbólica. En cuanto a sus abundantes representaciones emblem%ticas, preiero sujetarme a lo dic'o arriba sobre la naturaleza endémica de su simbolismo como animales en la cultura de la "ntigLedad al enacimiento. En todo caso, entre el grabado de "lciato y el de (ovarrubias, considerando los epigramas que acompañan a cada uno, es  preerible el de (ovarrubias, como apunté en ;@@0, m%s e)pl#cito en su epigrama y comentario sobre la calidad de -consejera de la lec'uza, la cual est% posada sobre un libro y diciendo el mote un-proverbio trillado, seg+n (ovarrubias 3uno de los A"agia de Erasmo5! - In nocte consilium1/.

Dtra realidad m%s estructural es que las aves nocturnas est%n a'# para componer una sinon#a de lentas y pausadas notas que introduce el poema, sinon#a llena de silencios que bien podr#a ser emblematizada con alguna de las muc'as representaciones del festina lente1A de la "ntigLedad. 2as aves en coro

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construyen as#, con la previa alusión impl#cita a 8inerva, la idea de la sabidur#a circunspecta, que se reuerza m%s adelante al mencionar el %rbol del olivo. Nsta se complementar% a pocos versos con la aparición de Harpócrates, sint%cticamente una aposición la noc'e misma y en términos simbólicos el dios del silencio en su identiicación con el Hermes de Homero, quien duerme a todo el mundo con el toque de su vara o caduceo y conduce a las almas al ultramundo1F. Por su parte, incenzo (artari, otro autor predilecto de *or 7uana,

atribuye a los egipcios la representación de 8inerva acompañada de Harpócrates en dos de sus versiones! como el joven que cierra los labios con el dedo y como un 'ombre cubierto con una piel de lobo llena de orejas y ojos, que signiican que todo lo ve y oye, pero calla. 2a signiicación espec#ica de 8inerva con estos acompañantes es la de ser diosa del silencio sobre los arcanos de la religión10.

=ig. F.> 8inerva con dos personiicaciones de Harpócrates 3(artari, magines deorum5

En cuanto a la igura de Harpócrates m%s adecuada al poema, podr#amos  pensar en la igura de Harpócrates de Dtto aenius11, bastante iel a la descripción

de Plutarco y muy presente en la emblem%tica de las colonias americanas. &einitivamente no se trata del Harpócrates de "lciato14, que 'a sido señalado por 

un sin#n de cr#ticos del Primero sueño pero que representa el silencio pol#tico

(11)

adecuados que los dos anteriores los emblemas de "c'ille Gocc'i, uno de los cuales presenta a HermesKHarpócrates con una capa arremolinada y quieta a la vez, arremetido por el ragor de la tormenta de un lado y con el dedo sobre la  boca del otro, donde también sostiene un candelero cuyas lamas verticales

indican el reposo del ambiente, representando as# la dualidad del silencio y la quietud que se imponen sobre el sonido y la uria mundanos1<. El Primero

 sueño establece esas mismas dos condiciones previas al dormir y al soñar. Es

notable que el epigrama que acompaña a la imagen mencione a Tritonia Pallas, as# como a la imagen de la mente divina que es la 'umana y a la isla de =aro1@.

=ig. 0.> 8ercurio como Harpócrates, instando al silencio y la quietud 3Gocc'i, 1/5

Harpócrates est% a'# no sólo como catalizador de un sueño que la soñante debe descirar, sino también para simbolizar la #ndole enigm%tica de ese sueño$ elocuencia prudente o sabidur#a elocuente, se 'ermana con las alusiones a 8inerva como la triple diosa con sus aves nocturnas y su %rbol de olivo. Hermes y "t'enea ueron representados como una usión o -"ei ambigui tanto en

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la Hermathena como adorno de las academias, representando, precisamente, esa

cualidad del silencio que -dice muc'o aunque calle, tal como lo describe *or  7uana en su $espuesta a %or 'ilotea4/. Es preciso señalar, aunque quiz% *or 7uana

no lo tuviese a mano, que ollen'agen tiene un emblema que representa

la Hermathena o conjunción de 8ercurio y 8inerva con sendas cornucopias y un

caduceo presidido por la lec'uza. OEl lema In nocte consilium4A.

=ig. 1.> -n nocte consilium, ollen'agen

2os animales diurnos >el león, el ciervo y el %guila> tienen la unción poética de contrastar con las despiertas aves nocturnas representando el sueño durante la noc'e, as# como la de armonizar con ellas en el tópico de la vigilancia. &e igual modo, son alegor#a de los sentidos e)teriores >la vista, el o#do y el olato> latentes durante el sueño, los cuales aparecer%n poco m%s adelante al llegar a la descripción del cuerpo 'umano durmiente. Es casi seguro que por esta razón *or  7uana convirtió a "cteón en rey sin serlo en las %bulas mitológicas$ la licencia se la concede la intención compositiva y la cornamenta de la igura animal. En cuanto al tópico de la vigilancia, los tres animales constituyen una alusión a la responsabilidad de los reyes de velar sobre sus pueblos aun cuando se debe dormir, para lo cual *or 7uana recurre a un emblema m%s! el de la corona, cuya circularidad alegoriza el cuidado que nunca termina4F.   Esta corona pudiera

corresponder varias en la emblem%tica 'isp%nica! la de *olórzano Pereira40, la de

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aludidos por cada una de ellas, tal parece que la m%s adecuada es la de *aavedra, quien también atribuye al c#rculo continuo de la corona el simbolizar el cuidado constante de los reyes. "dem%s, reunidos los tres monarcas animales, con la elocuencia de su propia igura, son indicio del consejo >oconsilium> del bien

dormir, que es dormir con el alma vigilante.

Todo lo anterior se cumplimenta con ese cuerpo 'umano >que al inal del  poema descubrimos que es el de la poeta> acometido por el sueño. Primero vemos a los sentidos inertes, desmentidos por los órganos vegetativos, a los que corresponden, como dijimos arriba, el reloj al corazón, para el cual tendr#amos varios emblemas candidatos, pero el m%s a tono es el de *aavedra =ajardo, quien en su empresa 04 atribuye al reloj el papel de rey que dirige el mecanismo total del estado como un resorte o -volante, e)actamente igual que el corazón en relación con el resto de las partes del cuerpo en el poema 4<. 2uego, un par de

 jerogl#icos de Horapollo con la misma imagen!

-Estómago4@ y -8edida, para la -cient#ica oicina del aparato digestivo,

 pues pintan un dedo 'umano aislado y anotando cantidades en el aire. eamos! -I aquella del calor m%s competente K cient#ica oicina, K próvida de los miembros despensera, K que avara nunca y siempre diligente, K ni a la parte  preiere m%s vecina K ni olvida a la remota, K y en ajustado natural cuadrante K las cantidades nota K que a cada cu%l tocarle considera. "mbos jerogl#icos identiican la medición con el estómago bajo la misma idea que rige en el poema.

(14)

"ntes que sorprendernos el conocimiento de Horapollo por *or 7uana, debemos tener en cuenta que no sólo 'ab#a adaptado sus jerogl#icos Pierio aleriano, sino también 7uan Horozco (ovarrubias, aunque en ambos autores igure el del estómago sólo en su orma verbal<C.

"l pasar de los órganos vegetativos a las acultades interiores, el poema llega  por in a uno de los emblemas que unciona como interpolación, pues a partir de él cambian el sujeto, el tono y el ritmo poéticos. *e trata del aro de la imaginación, que si inicialmente<; reer# al emblema /< de *olórzano

Pereira</ sobre el espejo y al aro de la empresa < de 6+ñez de (epeda<A, señalé

sin embargo las dierencias emblem%ticas con el Primero sueño. Tampoco tiene

que ver muc'o con esta igura de la imaginación la obra de *ebasti%n zquierdo<F,

un estudio técnico de la combinatoria m%s en relación con la memoria. *or 7uana  pisa aqu# territorios iconogr%icos casi inéditos. (omo ya mencioné, tampoco le 'ace completa justicia la ilustración allida de la linterna m%gica de Birc'er, pues el jesuita coloca la placa impresa en un lugar equivocado, en lugar de 'acerlo entre la uente de luz y la lente. *obre todo tenemos que considerar que dic'a linterna ya era conocida en el mundo 'isp%nico desde 'ac#a décadas por la obra de 6ieremberg y a él tendr#amos que atribuir el interés de *or 7uana por el aparato. 6o obstante, *or 7uana recibió la tradición iciniana del spiritus  phantasticus, deudora tanto de la obra de Platón<0, donde ya se evidencia su

naturaleza -ormante de signos y iguras, como la de *inesio de (irene<1, quien

lo describe como una 'oguera o luz interna que proyecta las im%genes del sueño, reerencia que satisace el papel eminentemente art#stico, pictórico, de la antas#a. &elante de estos -ant%sticosprecursores, la atribución a Birc'er de la unción de la antas#a queda radicalmente disminuida. Por otro lado, en un nivel anagógico, el spiritus phantasticuses ve'#culo del alma para =icino<4$ a través

suyo el )ous o &ios contacta con el nous individual del 'ombre y los sueños

enigm%ticos lo demuestran<<. Podemos encontrar un paralelo emblem%tico en

los Pia "esi"eria, del jesuita Herman Hugo, donde el alma 'umana encuentra en

el amor divino el aro que la guiar% entre las tinieblas<@, lo que vincula a la

 perección la atalaya del aro con la c+spide luminosa del intelecto agente! -2a cual, en tanto, toda convertida K a su inmaterial *er y esencia bella, K aquella contemplaba, K participada de alto ser, centella K que con similitud en s# gozaba, en alusión erudita y muy cuidada al - participatio non esse de *anto Tom%s y a

la scintilla animae de los m#sticos@C. &e tal suerte, la luz del intelecto, la ?racia,

se releja en el espejo del aro 3el spiritus phantasticus5, como la luna releja al

sol, y la 'ar% contemplar los simulacros de sus propias limitaciones 'umanas, a  pesar de las cuales nunca claudica.

(15)

=ig. <.> -"nima mea desideravit te in nocte 3H. Hugo, ;5

El alma se aana por conocer el Primum mo+ile a través de su magn#ica

obra! -que como sube en piramidal punta K al (ielo la ambiciosa llama ardiente, K as# la 'umana mente K su igura trasunta, K y a la (ausa Primera siempre aspira. " pesar del nauragio y conusión que el espect%culo de la totalidad produce en ella, el alma vuelve a encontrar el camino valiéndose de la razón discursiva, pero siempre encaminada al mismo punto. 6uevamente, un emblema de Herman Hugo responde a esta caracter#stica de entereza y devoción a pesar de todos los contratiempos y peligros. *ucede, por ejemplo, con el del alma inmersa en un laberinto, pero orientada con e)actitud por un alto aro que la conduce desde lontananza@;. 2os trasiegos del a%n de conocer tampoco inmutan la alta

(16)

=ig. @.> -tinam dirigantur viae meae ad custodiendas iustiicationes tuasQ 3H. Hugo, ;45

2a atalaya, 'ermana del minarete %rabe, ue considerada en el *iglo de Dro una iguración del libre albedr#o. *eg+n ivalda, Erasmo ue uno de los  promotores del atalayismo 'umanista, para el cual la torre o aro es un centinela o speculator @/. *or 7uana comparte esta ideolog#a especular de la +ita contemplati+a que, desde un lugar alto y apartado, permite a la vista e)tenderse

sobre el mundo y los cielos, promontorio de la rele)ión sublime sobre &ios y la virtud, comparable a la escala de ascenso y descenso de 2ulio y, por la noc'e, alumbrada por la luz de una l%mpara. Ella debió conocer el pasaje de lasConfesiones de *an "gust#n que al azar leyó Petrarca en una situación

idéntica! la contemplación de la enormidad desde la cima de una montaña@A.

8ilton la compartió también en Il Pensieroso@F, cuyo melancólico reugio

dispone a la iluminación divina. 2a antas#a, no obstante, depende del calor del cuerpo, tal como lo describe aleriano al tratar sobre la l%mpara, s#mbolo del cuerpo y del esp#ritu. El emblemista italiano cita a Plutarco -cuando compara la

(17)

l%mpara con el cuerpo, retrato y mansión del alma, y la luz con el esp#ritu@0. 8%s

adelante, también señala otra signiicación de la l%mpara, s#mbolo de la ciencia en las vigilias de los estudiosos!

-En resumen, el uego es com+nmente el s#mbolo de la e, la l%mpara de la ciencia, que por designio de &ios debemos

tener siempre entre nuestras manos. &ice el salmo ;<! R%eñor, t

haces ar"er mi lámpara. mi Dios ilumina mis tinieblasR$ del cual algunos intérpretes entienden la l%mpara por el intelecto$  por las tinieblas el cuerpo. Dra las tinieblas se van cuando resplandece la luz de la verdadera ciencia, ora la l%mpara toma el lugar de las obras que uno realiza por medio de ella, siendo la causa las veladas nocturnas, tan propicias a la meditación y a

la invención gracias al silencio y al reposo@1.

2a similitud con el Primero sueño aventaja con muc'o las connotaciones del

aro de 6+ñez de (epeda, pues se centra en el aspecto intelectual del conocimiento guiado por lo divino, en lugar de 'acerlo en la dirección de la grey. 2a alta de imagen no aecta el car%cter emblem%tico de este s#mbolo de aleriano, pues cualquier aro o torre servir#a para visualizar la alegor#a$ adem%s, el complemento icónico lo encontramos muy bien en el emblema -tmam "irigantur +iae meae de Pia "esi"eria. 2o que importa es ese uego superior,

triple en términos tom#sticos! tanto esp#ritu santo como esp#ritu intelectual y esp#ritu ant%stico@4. En este sueño enigm%tico, la revelación al alma 'umana es

 precisamente el -conócete a ti mismo que la sit+a en tensión entre lo superior y lo inerior.

=altar#a ver a+n cu%nto de la ciencia llamada -catóptrica entra en este segmento clave del poema, es decir, el estudio de la reracción de la luz, que ascinaba a los sabios del siglo barroco. 2a obra del jesuita 7acob Gosc', %ymbolographia@<, es de ese periodo, pero posterior a la muerte de *or 

7uana. *e trata de una suma del vértigo barroco por el desdoblamiento y la multiplicación. El interés, no obstante, es el mismo, y es el presupuesto retórico y conceptual que undamenta la alegor#a del Primero sueño, porque en ella los

tres -esp#ritus de Tom%s de "quino se ponen en juego sobre la base del mundo terrenal. 2a antas#a es espejo de la luz intelectual, que a su vez es espejo de la luz divina. En el territorio de la retórica, ?raci%n describió las reracciones metaóricas con lujo de detalle en su Agu"e/a, como indiqué arriba. El sentido

(18)

reractado de la alegor#a 3o el moderno de -anagog#a5, que parte de representaciones de lo real y no de lo real, es el instrumento necesario para  penetrar las concéntricas capas de una iguración mil veces multiplicada, como

los rayos del sol naciente en el poema! -de mil multiplicados, K mil veces puntos, lujos mil dorados@@. Por lo que respecta a este emblema clave, reverberación de

la pir%mide mental, si no uese por la l%mpara de aleriano y sus precedentes, *or  7uana casi es pionera en asignar a la igura del aro con su espejo o linterna el sentido de imaginaci!n adem%s de intelecto, apuntalada en lo que aprendió de la

óptica de su tiempo y en la lectura de 6ieremberg. 2os emblemas de (ovarrubias;CC con el tema de reracción se aplican a otros asuntos, como la

traición oculta y la 'ipocres#a o la luz del rey que m%s vale recibir reractada y no dejar que queme. *ólo veo en "c'ille Gocc'i;C; uno en que el sol es &ios, y su luz

relejada en un espejo cóncavo surte uego para que ardan los corazones cristianos. 2a idea es prometeica. También en (urione, por cierto, aparece el uego de Prometeo como el intelecto agente comprometido en la invención de las artes;C/. O"caso no es eso lo que 'ace el alma de *or 7uana, inventar las %bulas

de su sueño y del poema como Prometeo inventó las artes con el uego robado El alma, enseguida >o el intelecto en los siguientes versos>, nauraga m%s por  la imposibilidad de concebir la totalidad del universo presentada en un instante ante sus ojos intelectuales, que por 'aber sido cegada moment%neamente por el astro solar. *in embargo, no cae. 7am%s cae. 2a ca#da es uno de esos espejismos de la interpretación ajenos a la letra del poema. En el Primero sueño sólo se

despeñan la vista a la base de la pir%mide mental antes de que el alma se vea encumbrada, y la noc'e a las ant#podas cuando a su término rompe el d#a;CA. El

alma, nunca. *ólo nauraga conundida, pero avorecida como ninguna criatura  por su libre albedr#o y, enilada por un -reportado aviso, ec'a mano de la razón discursiva para lograr su propósito de comprenderlo todo. El nauragio s# que tiene muc'os paralelos emblem%ticos, ya en *aavedra y =ajardo;CF, ya en

*olórzano y Pereira;C0. En ellos, el capit%n y tripulación de la nave deben

considerar, en el peligro de la tormenta, el des'acerse de su carga para no zozobrar. *igue siendo el tópico del consilium, sólo que a'ora en su versión m%s

 pr%ctica para seguir adelante a pesar del asalto de la tempestad. 2a nave en trance de nauragar ue un tema recurrente de la poes#a renacentista. *i Petrarca le otorgó un lugar privilegiado en su repertorio de im%genes poéticas, si "lciato;C1 la

coloca entre sus emblemas, en ?iordano Gruno la encontramos presidiendo un cap#tulo de 0os heroicos furores;C4, lotando al in rente a los rayos salvadores de

las dos estrellas, (astor y Pólu) o las dos Dsas, gu#a y aro de las naves atribuladas. Hay adem%s variantes emblem%ticas en que es el alma la que est% a  punto de a'ogarse cuando la mano salvadora del amor divino la saca del mar en tempestad. "s# la vemos en el emblema ;; de Pia "esi"eria, - )on me "emergat  tempestas a1uae, ne1ue absorbeat me profun"um;C<, pero antes tenemos el

(19)

s#mbolo 0; de "c'ille Gocc'i;C@, sin que sea posible determinar cu%l de los dos >o

quiz% ambos> incidió en la in+entiodel Primero sueño. Estas versiones remiten el

alma en trance peligroso al amor divino. En cambio *or 7uana, como Gruno, a la iloso#a, don divino al 'ombre.

=ig. ;C.> -=ortuna orti svblevanda indvstria 3Gocc'i, 0;5

8as la razón discursiva también vacila, percat%ndose de la utop#a del conocimiento total! -Estos, pues, grados discurrir quer#a K unas veces. Pero otras, disent#a, K e)cesivo juzgando atrevimiento K el discurrirlo todo, porque ni aun el conocimiento gradual y disciplinado es capaz a su %ustico propósito. Poco después, viendo que ni la uente ni la lor dejan de guardar misterios a la mente 'umana, insiste en el -no lugar de su intención! -Ocómo en tan espantosa K

(20)

m%quina discurrir pudiera, K cuyo terrible incomportable peso K >si ya en su centro mismo no estribara> K de "tlante a las espaldas agobiara, K de "lcides a las uerzas e)cediera.... Este pasaje tiene el particular interés de juzgar la utop#a 'umana tan deseable como la unión con &ios por los m#sticos, pero igualmente imposible en esta e)istencia y, por lo mismo, siempre postergada al término del tiempo. 2as iguras de "tlas y Hércules son accesorias, emblemas cuya unción es conectiva, ya muy le)icalizados y representados con gran prousión en todas las artes. E)actamente es ese el caso de =aetón e Scaro, meros soportes metaóricos que dan pie al lucimiento elocutivo de *or 7uana. Pasamos después al comienzo del despertar, cuando en sueños nos percatamos de lo imposible de nuestro sueño. El cuerpo siente la alta de alimento y comienza a desperezarse. El d#a asoma. 2a noc'e se ve asaltada por los primeros rayos solares y comienza una batalla entre la 6oc'e y el &#a, dos contrincantes que nunca gobernar%n el mundo por entero. 2a 'erencia de las silvas de Estacio se deja sentir, mientras que en la emblem%tica tenemos, desde Horapollo;;C, el jerogl#ico del rey que sólo posee la

mitad del mundo! el cuerpo de una serpiente cortado a la mitad. Entre los españoles, *ebasti%n (ovarrubias;;;y *olórzano Pereira;;/ tienen sendos

emblemas sobre el asunto. *or 7uana debió ser consciente del supuesto -origen egipcio del jerogl#ico, presente en aleriano$ el emblema de (ovarrubias, por  su parte, enuncia de una manera abstracta, pero e)acta para el sentido del Primero sueño, cómo una sola corona no puede ser pose#da por dos

monarcas. *olórzano orece un grabado muy elocuente donde en lugar de una corona igura el globo terr%queo, aunque con un te)to abundante en consideraciones de car%cter pol#tico.

(21)

=ig. ;;.> -n eges pro Terrae puncto certantes 3*olórzano, <45

El triuno solar al inal del Primero sueño es m%s que un reerente cósmico,

ormalmente se corresponde con la pir%mide de sombra al principio, y también  presenta supuestos meta#sicos, empezando porque el sol es s#mbolo divino y siguiendo con la conrontación entre sueño y realidad. 2a orientación pr%ctica, emp#rica, del +ltimo verso 3-el 8undo iluminado y yo, despierta5, no sólo comporta un cambio radical en nuestra idea de la protagonista del poema, en tercera persona a todo su largo e)cepto al inal sorpresa astutamente deparada a los lectores por *or 7uana>, sino que nos pone en contacto directo con el mundo material, que para el emp#rico barroco est% a'# para ser conocido, para conocerse y para conocer al (reador. 2os rayos solares se esparcen por igual sobre todo lo creado y corroboran no sólo la orma piramidal sino, para *or 7uana, los +isos que tuvieron los egipcios del verdadero &ios al erigir sus prodigiosos

ediicios solares. Muiz% el emblema m%s adecuado a esta idea, en orma y te)to, sea el de (ovarrubias;;A!

(22)

=ig. ;/.> -Dmnibus idem 3(ovarrubias, , <5

2a luz meridiana del sol se reparte por igual sobre el orbe y rubrica su centralidad, si no cósmica, punta de su pir%mide de rayos y met%ora de la Providencia. 2as 'ipótesis sobre las convicciones cient#icas de *or 7uana 'an  prolierado, pero indudablemente tenemos que ceder esta imagen del sol a la  poes#a como tal, a su capacidad ormal de establecer l#mite y centro, y a su poder 

evocativo de la idea de &ios. Puesto en medio de todos los relejos, su igura  briosa contradice el pesimismo del desengaño y la desolación del racaso.

2a importancia de la vigilia espiritual, de la perspicacia constante de la inteligencia mientras nuestra parte animal o sensitiva duerme, se 'a proyectado a través de la imaginación poética de *or 7uana. *u esp#ritu ant%stico nos 'a orecido los escenarios de las limitaciones 'umanas ante la creación ininita, ese gan/ an"ere con el que la curiosidad del 'ombre se debate perseverante y a

 perpetuidad. También contemplamos cómo la sabidur#a circunspecta o la elocuencia prudente conducen al alma que cruza por un sueño silencioso,

(23)

 pletórico de secretos y descrito con espléndida acundia por su testigo. 6osotros, con los labios sellados y los ojos de la imaginación, atentos y vigilantes, cruzamos con ella.

&esde una 6ueva España inmersa en sus particulares problem%ticas, la  postración de la miner#a, la conversión al agro, el temor a las invasiones y los alborotos sociales, una monja jerónima desde su celda conventual, estrec'a y enorme a la vez, esboza un adem%n verbal que recoge el mundo en un trazo. Poema y igura se 'ermanan y como los vanguardistas de su tiempo, la poeta  parece adscribirse a la geometr#a natural, ya no artiicial o plana, con todas sus  par%bolas, puntos de oco y aberraciones. *u curiosidad no es aislada! como parte de la di%spora de 6ieremberg y (aramuel;;F podemos atisbar una biblioteca

 particular inventariada en ;100, de alrededor de mil quinientos t#tulos, del maestro de obras de la catedral de 8é)ico, 8elc'or Pérez de *oto, preso por la *anta nquisición bajo la acusación de astrólogo. Entre sus libros estaba el Trata"o "e los rayos "e la +ista y "e la lu/ y "e los +i"rios transparentes con 1ue +emos, de 8arco "ntonio de &omines, tanto en manuscrito como la

impresión latina de enecia;;0. Entre ;110 y ;111 otro novo'ispano jesuita,

"le)andro =avi%n, le escrib#a a "t'anasius Birc'er comentando con entusiasmo las m%quinas especulares y catóptricas de sus libros y requiriéndole cortésmente -aquellos vidrios lenticulares graduados con que se introducen en las cosas las especies intencionales de las cosas;;1. *or 7uana une as# los opuestos!

est% lejos de los ocos culturales de ultramar, pero cerca de ellos, en ellos a través

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