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La infertilidad está asociada al doble de riesgo de padecer miomas.

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9-Miomas Uterinos (Marzo 2004)

Introducción

Los miomas son tumores benignos uterinos originados en el músculo liso. Se producen en el 25 al 40 % de las mujeres en edad reproductiva. Frecuentemente son asintomáticos. (1) (2)

Los estudios que evalúan series de histeroscopías informan una prevalencia del 6 al 34% en pacientes investigadas por sangrado uterino anormal, del 2- 7% en mujeres investigadas por infertilidad y del 1,5 % en mujeres asintomáticas que realizan esterilización histeroscópica. La serie de Naegele informa 30% de miomas uterinos en 2049 histeroscopías de pacientes que consultan por sangrado anormal. (3)

Entre un 10 y un 15 % de las pacientes será histerectomizada por miomas entre los 25 y los 64 años (4) (5)

El aumento de la edad está asociado con un aumento de la prevalencia de miomas hasta la edad de la menopausia en la cuál, debido al descenso de los estrógenos se produce un descenso de la incidencia de miomas uterinos.

Luego de la menopausia el útero contiene menos miomas y de menor tamaño.

La presencia de miomas en un familiar de primer grado aumenta la probabilidad por tres de tener un mioma. (6)

La obesidad es un factor de riesgo con un aumento de la incidencia de tres veces en las pacientes que pesan más de 70 kg. Comparado con las que pesan menos de 50 kg. (7)

EL riesgo de miomas en las pacientes con mas de cinco hijos es de un cuarto del de las pacientes nulíparas.

La infertilidad está asociada al doble de riesgo de padecer miomas.

La edad más común de presentación es entre los 30 y los 40 años.

El 25% de las pacientes premenopáusicas sintomáticas que inicialmente eligen un tratamiento conservador deciden realizar una histerectomía posteriormente en un lapso de 12 meses.

Luego de una miomectomía los miomas pueden recidivar en un 27 % de las pacientes en un lapso de 10 años. (9)

La tasa de recurrencia es menor en las pacientes que tienen un hijo luego de la miomectomía que en aquellas que no.

Los estudios prospectivos de miomas durante el embarazo, muestran que el 80 % de los miomas no cambian de tamaño o disminuyen durante el embarazo. Strobelt y col. siguieron 134 pacientes embarazadas con miomas cada 2 semanas durante la primera mitad del embarazo y luego mensualmente. (10)(11)(12)(13)

Cuando crecen durante el embarazo raramente lo hacen en más del 25% del tamaño original.

Durante la menopausia se produce una disminución del tamaño y del número de miomas. (14) Los leiomiosarcomas son raros, su incidencia se calcula en una de cada mil pacientes con miomas.

Deben sospecharse en pacientes postmenopausicas que presentan un tumor uterino de rápido crecimiento con dolor y con hemorragia genital.

Clínica

La gran mayoría de los miomas son asintomáticos, y constituyen un hallazgo del examen físico o de los estudios por imagen. (15)

Hipermenorrea: aproximadamente el 50% de las pacientes con hipermenorrea no tienen causa uterina identificable; el 30% de las pacientes con miomas tienen anormalidades menstruales.

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El síntoma más común de los miomas uterinos es el sangrado anormal.

En un estudio prospectivo (Farquhar y col ) en el que se analizó un grupo de pacientes premenopausicas en las cuales se realizó histerectomía, los miomas uterinos fueron identificados en un 40 % de las pacientes. (18)

Las pacientes con un aumento del volumen menstrual mayor a 200 ml. presentaron miomas en un 40% de los casos. En cambio las pacientes con volúmenes entre 80 y 100 ml presentaron miomas en un 10%. Se considera normal un volumen menor a 80 ml/día.

Las pacientes con un volumen mayor a 350 ml. / día tienen una alta probabilidad de tener un mioma submucoso.

La causa más probable del aumento del volumen menstrual es el aumento de la superficie endometrial.

La otra explicación es la alteración de la producción de factores locales como por ejemplo prostaglandinas. (16) (17)

Infertilidad: No existen RCT (ensayos controlados y randomizados) que analicen la miomectomía para casos con infertilidad. Solo los miomas con un componente submucoso intracavitario tienen un efecto negativo sobre la fertilidad y son los mas apropiados para resección quirúrgica. Los miomas mayores de 5 cm y los que obstruyen el cervix y los ostium pueden interferir con la fertilidad.

En relación a la fertilización in vitro. Los miomas que deforman la cavidad uterina, tienen un impacto negativo en la implantación y tasas de embarazo.

Otros estudios muestran un impacto en la tasa de implantación aunque no deformen la cavidad uterina. (19)(20)(21). Eldar-Geva y col estudiaron 106 ciclos de fertilización asistida en pacientes con miomas y encontraron disminución de la fertilidad en pacientes con miomas intramurales y submucosos.

La extirpación de miomas que deforman la cavidad uterina puede estar indicada en mujeres subfértiles, cuándo no se identifican otros factores causales, y en las pacientes que van a realizar FIV. Recomendación III C.

La relación entre los miomas y la infertilidad se basa en estudios ,revisados por Vercellini y col., que reportan tasas de embarazos luego de miomectomía entre el 30 y el 80%. Los miomas se asocian a pronóstico malo en pacientes que van a realizar técnicas de reproducción asistida.

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Algias pelvianas: los miomas son una causa infrecuente de algias pelvianas crónicas.

Los miomas raramente producen dolor abdominal, cuando esto ocurre, puede ser consecuencia de una torsión, infarto o adenomiosis asociada.

Los ensayos controlados y randomizados (RCT) de análogos de hormona liberadora de gonadotrofinas (GnRH) reportan una reducción del dolor en las pacientes en las que se reducen los miomas, sin embargo otras explicaciones para la reducción del dolor son posibles.

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Embarazo: la tasa de embarazo asociado a miomas es del 5%, el porcentaje varía según la edad materna.(24)

El 80% de los miomas mantiene su tamaño o disminuye durante el embarazo..

Hasta un 10% de estas pacientes tiene una complicación aguda denominada degeneración, típicamente durante el segundo trimestre y que requiere reposo, analgesia e hidratación adecuada.

No está claro si los miomas están implicados en el aborto, placenta previa y ruptura prematura de membranas.

Los miomas ubicados en el segmento pueden dificultar la operación cesárea. No se recomienda realizar la miomectomía durante el embarazo debido al riesgo de sangrado.

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Aplicando los criterios para probar causalidad: los miomas probablemente no producen infertilidad, los miomas submucosos aumentan el flujo menstrual pero esto es más improbable para otros tipos de miomas.

Los miomas pueden producir síntomas por compresión de órganos vecinos y pueden producir dolor.

La sensación de presión pelviana, disfunción colónica, disfunción vesical, frecuencia y urgencia, son síntomas que pueden asociarse a la compresión de órganos vecinos.

Raramente los miomas pueden producir, hemorragia aguda.

Los estrógenos endovenosos en altas dosis producen vasoconstricción y estabilizan el endometrio. (25)

La realización de histeroscopía y legrado terapéutico son alternativas conservadoras,(26) La histerectomía puede ser necesaria en ciertos casos. Recomendación clase III C.

Evaluación

El examen ginecológico permite evaluar los miomas, cuando el útero tiene el tamaño de una gestación de 12 semanas (peso uterino 300 gr) o mayor.

La ecografía es útil para la evaluación de los anexos, si estos no pueden palparse de manera adecuada, durante el examen pelviano.(27)

En base a un estudio de Vercellini y col. sobre 770 pacientes (28) la ecografía transvaginal tiene una sensibilidad de 0,8 y una especificidad de 0,7 para diagnosticar miomas submucosos,

La ecografía transvaginal es capaz de descartar hiperplasia endometrial en mujeres premenopausicas, pero es de uso limitado para distinguir entre miomas submucosos y pólipos.

La histerosonografía involucra la inyección de solución fisiológica durante una ecografía transvaginal. Permita la evaluación de la cavidad uterina.

La histeroscopía permita el diagnóstico de miomas submucosos.

La TAC y la RMN no son estudios ideales para evaluar miomas.

Tratamiento médico Progestágenos

Hay poca evidencia para apoyar el uso de progestágenos en el tratamiento de miomas. Existen receptores de progesterona en los miomas. (29)

Los progestágenos son usados ampliamente en la práctica clínica para detener el tamaño el crecimiento y para aliviar los síntomas pero no hay evidencia científica para avalar su uso.

Anticonceptivos orales

No hay RCT para estudiar el uso de anticonceptivos orales en el tratamiento de miomas.

Existe un estudio no randomizado ( Friedman) que compara pacientes en uso de ACO versus pacientes sin ACO, en el tratamiento de miomas. En este estudio no se encontró variación en el tamaño de los miomas, pero disminuyó el volumen de flujo menstrual y aumentó el hematocrito. Sin embargo el estudio fue completamente retractado un mes más tarde.(30)

La presencia de miomas uterinos no es una contraindicación para el uso de anticonceptivos orales.

Antiprogestágenos

La mifepristona es un esteroide sintético que produce efecto antiprogesterona, inhibe la ovulación y produce disrupción endometrial.

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En un estudio no randomizado realizado por Murphy y col en 30 pacientes el tamaño de los miomas se redujo un 49% en doce semanas con efectos adversos leves e infrecuentes, la densidad mineral ósea no varió.(31)

Son necesarios mas estudios para avalar su uso. Actualmente no está disponible en la Argentina.

Danazol

Produce disminución del tamaño de los miomas. Su uso es limitado por el efecto androgénico y duración limitada de su efecto. ( 6 meses). (32)(33)(34)

Gestrinona

En un estudio sobre 100 pacientes (Coutinho y col), sin grupo control, el volumen uterino disminuyó un 73% y la paciente ingresó en amenorrea en el 53% de los casos. La duración de la disminución del tamaño fue de un año. La mayoría de las mujeres presentaron efectos androgénicos y aumento de peso.(35)

Antiinflamatorios no esteroides

Pueden ser útiles en reducir el volumen menstrual no asociado a miomas, pero no es efectivo en el tratamiento de pacientes con miomas.(36)(37)

Análogos de hormona liberadora de gonadotrofinas

Existen para su uso clínico varios análogos GnRH, para su aplicación por vía nasal, subcutánea y formas de liberación lenta.

La reducción del tamaño de los miomas durante la menopausia, generó la hipótesis de que el estado de hipoestrogenismo producido por los análogos podría disminuir el tamaño de los miomas. La mayoría de los RCT confirman una reducción del 50 %, con un rango de 25 al 80%, y un efecto máximo a las 12 semanas.(38)

Los síntomas relacionados a hipermenorrea producida por miomas son aliviados por el tratamiento con análogos; sin embargo dichos síntomas se vuelven a presentar al suspender el tratamiento.

Los tratamientos con análogos tienen en general una duración máxima de 6 meses debido a la desmineralización ósea que producen.

Además los efectos adversos del hipoestrogenismo son importantes y disminuyen la calidad de vida en forma significativa.

Al suspender el tratamiento los miomas recuperan el tamaño previo y los síntomas en general reaparecen.

Por estos motivos el tratamiento con análogos como agente único no tiene aceptación. Su uso está limitado al tratamiento preoperatorio, para reducir el tamaño y mejorar el hematocrito preoperatorio.(39)(40) (41)

Terapia de reemplazo hormonal

Sener y col. realizaron un trabajo randomizado y controlado que compara estrógenos transdérmicos contra estrógenos orales en ambos casos asociados a porgestágenos. Luego de un año de tratamiento se encontró un aumento del tamaño de los miomas en la estrogenoterapia transdérmica mientras que las pacientes tratadas con estrógenos orales no tuvieron aumento de tamaño.(42)

Otro trabajo randomizado y controlado con tibolona realizado con 40 pacientes ( Gregoriou) tampoco evidenció aumento del tamaño de los miomas.(43)

El manejo médico de los miomas debe ser adecuado a cada paciente en particular, puede llevar a la mejoría parcial de los síntomas. Sin embargo al análisis de costo efectividad y los efectos adversos limitan su uso a largo plazo. Recomendación clase III C.

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Tratamiento quirúrgico Tratamiento histeroscópico

Los miomas submucosos se asocian a un aumento en el volumen menstrual y a hemorragia intermenstrual.

Son pasibles de tratamiento histeroscópico.(44)

El grado de extensión hacia el miometrio y el tamaño del mioma (<4 cm.) determinan la probabilidad de resecar todo el mioma en un solo procedimiento (aproximadamente 80%

dependiendo de los criterios de selección). (45)(46)(47)

Las complicaciones mas frecuentes son resección incompleta; absorción de líquidos mayor a 2000 ml. ; desgarro cervical; transfusión de sangre y perforación uterina.

El 86% de las pacientes reportan una mejoría en la cantidad de volumen menstrual y 72%

reportan mejoría de la dismenorrea.

Solo el 10% de las pacientes consideran insatisfactorio el tratamiento.

El tratamiento previo del endometrio es innecesario para esta cirugía.

La miomectomía histeroscópica debe ser considerada como el tratamiento conservador de primera línea para el manejo de los miomas submucosos. Recomendación I-B.

Es útil monitorear cuidadosamente el balance de fluidos durante la cirugía. Recomendación I- B.

Miolisis laparoscópica

Miolisis se refiere al procedimiento de liberar energía dentro del mioma, para interrumpir el flujo sanguíneo o extraer el agua de las células del mioma.

Las pacientes pueden considerarse candidatos para miolisis si tienen menos de 4 miomas de 5 cm. de tamaño o si el mioma mas grande es de 10 cm.(48)(49)

En general el procedimiento se asocia con ablación endometrial,

Complicaciones como infección pelviana, bacteriemia, y sangrado han sido reportadas en menos del 1% de los casos.

El pretratamiento de los miomas con análogos, por 3 meses genera una reducción del 50% de tamaño, si luego se realiza miolisis puede esperarse una reducción adicional del 30%

permanente.

Laparoscopías posteriores muestran adherencias sobre los miomas coagulados.

La integridad y elasticidad del útero luego de la miolisis es una incógnita y no se recomienda embarazo luego del procedimiento.

La miolisis es una alternativa a la histerectomía o miomectomía, en pacientes seleccionadas, con miomas subserosos o intramurales sintomáticos; que desean preservar el útero pero que no desean conservar la fertilidad. Recomendación II-B.

Miomectomía

El objetivo de la miomectomía es mejorar los síntomas preservando el órgano y la función reproductiva. Los datos actuales indican que la miomectomía se asocia a un tiempo quirúrgico mayor y mayor hemorragia intraoperatoria comparado con la histerectomía. El riesgo de lesión ureteral es menor.

Existe una recurrencia del 15% y el 10% de las pacientes pueden eventualmente requerir histerectomía según estudios con seguimientos a 5 y 10 años. (50)

Las mujeres deben ser informadas acerca del riesgo de histerectomía durante una miomectomía en función de los hallazgos intraoperatorios.

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La miomectomía es una opción en mujeres que desean preservar el útero y la función reproductiva, pero deben ser asesoradas sobre el riesgo de futuras cirugías. Recomendación II- B.

Hipermenorrea y menometrorragia

No existen ensayos controlados y randomizados (RCT) de miomectomía y mejoría del volumen menstrual o de la función reproductiva.

La revisión de series de casos evidencia resolución o mejoría de los síntomas menstruales en el 80% de las pacientes.

Aborto recurrente

En las pacientes que pesentan miomas y deseos de embarazo como causa de extirpación, la miomectomía no está indicada ya que la presencia de los miomas no afecta la posibilidad de concepción. Sin embargo al realizar la miomectomía existe la posibilidad de formación de adherencias, que si empeoran el potencial reproductivo.

En las pacientes con aborto recurrente el rol de la miomectomía no es conocido.

En series con gran número de pacientes, la tasa de aborto en pacientes postmiomectomía es del 19% comparado con el 41% para el mismo grupo de pacientes previo a la miomectomía.

Embarazo postmiomectomía

La posibilidad de ruptura uterina en el embarazo o en el parto es rara (0,5%).

La operación cesárea es recomendada cuando se han realizado múltiples incisiones en el útero o cuando se ha ingresado en la cavidad uterina durante la miomectomía, pero no hay evidencia científica para apoyar esta recomendación.

Recurrencia de miomas

La tasa de recurrencia es del 27% a los 10 años. Las mujeres que tienen hijos tienen menor posibilidad de recurrencia (15 vs. 30%)

Miomectomía laparoscópica

En un RCT, Mais y col. compararon miomectomía laparoscópica versus laparotómica; no encontrando diferencias en la duración de la cirugía, hemorragia y complicaciones postoperatorias.(51)

Sin embargo son importantes: la selección de casos adecuados para la realización de miomectomía laparoscópica y la habilidad del cirujano, ya que se trata de una laparoscopía de alta complejidad.

Una de los problemas es la posibilidad de reconstruir en forma adecuada el útero, con suturas por vía endoscópica. Se han reportado rupturas uterinas durante embarazos postmiomectomía.

La tasa de formación de adherencias puede llegar al 60% y es similar a la miomectomía laparotómica.

La tasa de recurrencia puede ser mayor, y se han reportado 33% a los 27 meses de seguimiento.

Otra de las dificultades es la extracción de la pieza. El uso de los morceladores, ha facilitado este paso, pero el costo y la posibilidad de lesiones limitan su utilización.

Una alternativa es la miomectomía laparoscópica asistida, en la cuál se realiza una incisión horizontal pequeña, suprapúbica. A través de esta incisión se pueden extraer los miomas y suturar el útero de manera adecuada.

La mayoría de las sugerencias, se inclinan por el abordaje tradicional cuando los miomas son grandes, mayores a 5 a 8 cm; múltiples; o intramurales profundos.(52) (53) (54)

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Histerectomía

Es la operación más común para los miomas.

Anteriormente se consideraba que cuando el útero superaba un tamaño mayor a12 semanas de gestación era una recomendación para cirugía; por el riesgo de leiomiosarcoma , la compresión de órganos vecinos , o la posibilidad de una cirugía más complicada si se realizaba en forma más tardía.

No existen datos para apoyar esta recomendación.

En relación al tamaño, los úteros con un tamaño mayor a 20 semanas serían casos para considerar histerectomía.

Las pacientes con el útero aumentado de tamaño entre 16 y 20 semanas serían intermedios y en los menores de 16 semanas la histerectomía no debe considerarse solo por el tamaño.(55) (56) (57)

La indicación de histerectomía en pacientes asintomáticas son: el crecimiento rápido, o el riesgo de leiomiosarcoma en pacientes menopausicas con miomas en crecimiento, dolor y sangrado anormal.

La histerectomía no debe ser indicada como profilaxis del crecimiento de los miomas.

En pacientes que presentan sintomatología importante como consecuencia de los miomas la histerectomía es una alternativa si la paciente no tiene deseos de embarazos futuros.

En estos casos y luego de explicar claramente los riesgos y beneficios la cirugía se asocia a un alto nivel de satisfacción. (Recomendación clase II-A)

Embolización de las arterias uterinas

Este tratamiento fue inicialmente realizado en Francia en 1991. Es realizado por radiólogos intervencionistas y se basa en la interrupción del flujo de sangre a las arterias uterinas.

Se inyectan partículas de 300-600 micrones, a través de un cateter que se introduce por la arteria femoral con anestesia local, bajo control radioscópico.

Antes de realizar este procedimiento la paciente debe saber que tiene una historia de aproximadamente 10 años y que los efectos a largo plazo y el futuro de la fertilidad y embarazo no se conocen en profundidad.

Riesgos perioperatorios y complicaciones: los riesgos incluyen infección, sangrado y hematomas en el sitio de punción en la arteria femoral; reacciones alérgicas al contraste iodado, oclusión incompleta de la arteria uterina y embolización de otro órgano. Estas complicaciones ocurren en el 1 al 2% de los procedimientos.

Complicaciones posteriores al procedimiento:

Dolor pelviano agudo y precoz: casi todas las pacientes presentan dolor en distinto grado.

Algunos requieren hospitalización debido al dolor intenso. El dolor se origina en la isquemia del útero y de los miomas, y responde a opioides y AINES. No existe correlación entre el número de miomas, el tamaño, duración del procedimiento, partículas utilizadas o evolución clínica post tratamiento.

Sindrome postembolización: hasta un 40% de las pacientes experimentan dolor abdominal difuso, malestar general, anorexia, nauseas, vómitos, fiebre y leucocitosis. El síndrome es autolimitado y usualmente se resuelve en 48 horas a dos semanas con tratamiento conservador y de soporte.

Infección: la incidencia de fiebre y sepsis es del 1%. Las infecciones incluyen endometritis, salpingitis, piometra y miomas infectados. El patógeno mas frecuentemente aislado es E. Coli.

La profilaxis antibiótica no es efectiva.

El 5 a 10 % de las pacientes refieren persistencia del dolor por 2 semanas. Si el dolor persiste más de dos o tres meses puede ser necesario realizar una histerectomía.

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La falla ovárica transitoria o definitiva se reporta hasta en un 10% de las pacientes, luego de la embolización de las arterias uterinas.

La hipermenorrea mejora en el 64 al 96% de los casos. Se necesitan más estudios para poder usar este tratamiento fuera de protocolos de investigación. La mejoría en la menstruación varía con la edad, siendo más efectiva luego de los 50 años.

La expulsión espontánea de miomas ocurre en el 5 al 10 % de las pacientes.

La tasa de histerectomía luego de 6 meses pos tratamiento es del 1 al 2%.

La mortalidad está estimada en 0,1 por mil procedimientos. (58) (59) (60) (61)

La embolización de las arterias uterinas, puede ofrecerse como una alternativa para las pacientes con miomas sintomáticos que desean preservar el útero. Recomendación I C.

Las pacientes a las cuales se les ofrece el tratamiento deben saber los riesgos del procedimiento, y la ausencia de datos a largo plazo como eficacia, fertilidad y efectos sobre el embarazo.

Recomendación III C.

Embarazo y miomas

El análisis retrospectivo de casos no evidencia mayor riesgo de ruptura prematura de membranas, retardo del crecimiento, ni efectos en la vía de nacimiento.

Existe un mayor riesgo de amenaza de parto prematuro asociado a los miomas y embarazo.

Existe relación entre la posibilidad de complicaciones y el número tamaño y localización de los miomas.

El desprendimiento de placenta está aumentado en las pacientes con miomas mayores de 20 cm.

La extirpación de los miomas no está recomendada durante la cesárea por el riesgo aumentado de hemorragia.

Complicaciones postnatales

La sepsis postparto ocurre en el 3,5% de las pacientes con miomas comparados con el 0,4% del grupo control.

La preocupación por complicaciones relacionadas al embarazo no es una razón para realizar miomectomía. Excepto en pacientes con embarazos previos y que hayan experimentado alguna complicación relacionada a esos miomas. Recomendación clase III C.

Las pacientes con diagnóstico de miomas y embarazo pueden requerir controles especiales cuando la placenta se implanta sobre o en las proximidades del mioma. Recomendación clase III C.

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