En el corazón de R io de Janeiro, y con vistas de 360º hacia las maravillas naturales de la ciudad, el equipo de A RTHUR CASAS
ha diseñado un espacio colmado de AUTÉNTICO Y SER ENO LUJO que parece f lotar sobre la segunda urbe más grande de Brasil.
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PÁGINA ANTERIOR Desde un rincón del amplio espacio destinado a las áreas sociales, se tiene una vista a la playa de Leblon y al Morro Dois Irmãos (Cerro Dos Hermanos). Candelabros y artesanía en madera de jaracanda posan sobre la mesa Petalas proveniente de Herança Cultural, acompañada por el sillón y reposapies Paulistana de Arquivo Contemporâneo, ambas
piezas diseñadas en los años 60 por el arquitecto polaco-brasileño Jorge Zalszupin.
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ARRIBA La protagonista de este espacio es la silla Cará de Hugo França, acompañada de la mesa auxiliar 1949 de Piero Lissoni para Cassina, sobre los pisos de mármol travertino navona.
PÁGINA SIGUIENTE Diferentes vistas de las áreas sociales: en el comedor, mesa Amorfa acompañada por sillas Quem Será y un aparador en madera y piedra, piezas diseñadas por Arthur Casas. Luminaria Big Mobile de tres brazos de Andrew Neyer. Sillón Presidencial de Jorge Zalszupin en Contemporary Archive y alfombras Aloe de Phenicia. Al centro, sofá Groundpiece de Flexform junto a la lámpara Belly de Arthur Casas. Junto al cuadro azul de Carlito Carvalhosa, la clásica
poltrona The Flag Halyard de Hans J. Wegner en Casual Interiores.
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DHMXEn el área social principal, numerosos clásicos del diseño contemporáneo miran hacia la playa de Ipanema. Destacan el sofá Groundpiece de Flexform En el área social principal, numerosos clásicos del diseño contemporáneo miran hacia la playa de Ipanema. Destacan el sofá Groundpiece de Flexform junto a la lámpara de pie IC Lights F2 de Michael Anastassiades para Flos. Mesas centrales de madera de Pequiá, de Tora Brasil, acompañan al sillón y junto a la lámpara de pie IC Lights F2 de Michael Anastassiades para Flos. Mesas centrales de madera de Pequiá, de Tora Brasil, acompañan al sillón y
reposapiés en terciopelo azul y bronce Delfino de Erberto Carboni para Arflex de Casual Interiores.
reposapiés en terciopelo azul y bronce Delfino de Erberto Carboni para Arflex de Casual Interiores.
A la derecha, sillones Brasiliana de Jorge Zalszupin de Arquivo Contemporâneo rodean a la mesa Cigg de Jader Almeida de Belcolore. Lámpara de mesa de A la derecha, sillones Brasiliana de Jorge Zalszupin de Arquivo Contemporâneo rodean a la mesa Cigg de Jader Almeida de Belcolore. Lámpara de mesa de
cerámica, Casas Edições. Hacia el extremo, sofás Ribbon de Paola Lenti en Casual Exteriores.
cerámica, Casas Edições. Hacia el extremo, sofás Ribbon de Paola Lenti en Casual Exteriores.
“Creo que nuestro trabajo debería, en general, instigar a las personas
y buscar establecer NUEVAS FORMAS DE CONTACTOS SOCIALES para relacionarse con el espacio. Puede o no satisfacer al principio,
PERO SEGUR AMENTE LO HAR Á EN EL FUTURO.”
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PÁGINA ANTERIOR En la suite principal, sillón Benjamin de Sergio Rodrigues para Way Design, luminarias Bauhaus y mesa auxiliar 1949 de Piero Lissoni para Cassina; Bird chair en cuero con respaldo alto de Jørgen Kastholm & Preben
Fabricius para Kill International de los años 60, en Casual Interiores; aparador Copacabana de Arthur Casas para Herança Cutural y alfombra Chenille 786 de Nani Chinellato. En otra de las suites, escritorio Quilombo de Arthur Casas
junto a la silla LC7 de Charlotte Perriand para Cassina y lámparas de Sergio Rodrigues para Espasso. Al centro, en el baño principal para invitados, un lavabo ha sido tallado en mármol Travertino Navona.
ARRIBA Sobre el respaldo-escritorio de la suite principal, lámparas de sobremesa Eddy de Lumini.
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xisten numerosas mane- ras en las que solemos imaginar un mundo ideal, placentero y paradisiaco. Para quie- nes amamos el diseño y sentimos pasión por el goce y el buen vivir, la emoción que ofrece el salir del elevador de este apartamento en el piso 14, en un palier con vista a las playas de Leblon e Ipanema, nos provoca la sensación de flotar sobre las impresionantes aguas azules del océano Atlántico Sur. Al ingre- sar a la espaciosa sala de estar, y contemplar las vistas hacia el Morro Dois Irmãos (Cerro Dos Hermanos), la vegetación tropical nos evoca lo que creemos debe haber sido el edén, y nos
hace recordar que, no en vano, Terry Gilliam se inspiró en estas tierras para titular su cinema- tográfica idea de la felicidad.
El Edificio Cap Ferrat, en plena avenida Vieira Souto, se eleva por encima de sus vecinos gracias a su construcción durante un periodo en que las regulaciones de zonificación eran notoriamente laxas en Rio, lo que permitió a los desarrolladores crear inmuebles más altos, incluso si proyectaban sombras en las fabulosas playas de la ciudad. Esto significa que los apartamentos de 520 metros cuadrados que ocupan los tramos superiores de la torre de 17 pisos poseen vistas extremadamente raras de 360 grados a la impresionante segunda ciudad más grande de Brasil. Y Arthur Casas y su estudio han aprovechado esta base para rediseñar esta unidad inspirada en los tonos del entorno.
Con este proyecto residencial, que de alguna manera complementa el proyecto de diseño del
reciente hotel Emiliano, en la cercana playa de Copacabana, Casas ha confirmado su reputa- ción como el arquitecto de São Paulo que más simpatiza con la estética distintiva de Rio, algo que atribuye a ser de fuera de la ciudad. “Cuando estás de visita, prestas mucha más atención a los detalles de ese lugar que cuando eres de él”, dice.
El acceso, ubicado virtualmente en el centro del espacio, permite que sus habitaciones fron- tales sigan el barrido de Ipanema hacia el oeste hacia Leblon y el Morro Dois Irmãos, mientras que hacia el este se encuentra la Roca Arpoador y, más allá, el Pan de Azúcar. En la parte poste- rior, las habitaciones orientadas al sur miran hacia el lago Rodrigo de Freitas, sobre el cual se asoma la montaña Corcovado con su inmensa estatua del Cristo Redentor.
Estos aspectos privilegiados han convertido a los apartamentos de Cap Ferrat en uno de los más buscados y caros de todo Brasil. Para incorporar mejor esta avalancha de riquezas visuales, Casas demolió un laberinto de habitaciones de la estruc- tura original. También aprovechó la reciente deci- sión de eliminar los balcones con vista a la playa del edificio, los cuales fueron poco utilizados debido al viento constante, para expandir el espacio interno del piso. Casas ha dejado solo las columnas y los pozos del ascensor del espacio original. Su nuevo plano de planta asegura que todo el perímetro de la unidad se emplee ahora para proporcionar una amplia luz y magníficas vistas para todo el espacio integrado de sala y comedor y cinco habitaciones con baño. Incluso la cocina, que en Rio suele estar relegada a un espacio mal iluminado en las entrañas de los apartamentos, tiene su propia vista inmejo- rable justo detrás de la fachada.
E
PÁGINA SIGUIENTE En las habitaciones, el roble claro aporta calidez, mientras el mármol de Carrara de los baños aporta luminosidad. Los baños y las habitaciones alrededor del perímetro del piso revelan otras vistas de la ciudad y el océano, y mantienen el carácter y la estética del resto del apartamento. “Hay un intento exitoso de manejar tanto la individualidad
de las áreas íntimas como la grandeza de la sala de estar”, expresó el estudio.
“La entrada se ubica en la parte central de la planta y
las habitaciones se distribuyen de manera que llenan el contorno, y se sitúan en la fachada, LO QUE OFR ECE UNAS VISTAS PR IVILEGIADAS.”
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La circulación es provista por un corredor interno en forma de L que envuelve los pozos de los ascensores ubicados en el centro y un área oculta de servicios públicos, lo que conecta las áreas comunes con las habitaciones para dormir.
Este corredor con paneles de roble contrasta con la tenue luminosidad del resto de la residencia.
Los interiores presentan una paleta mínima que es natural, cálida y fresca a la vez, ya que gran- des losas de baldosas de piedra pálida Travertine Navona cubren los pisos. Las paredes y los techos están pintados de blanco, y el almacenamiento y las puertas están ocultos dentro de las paredes para una estética perfecta. Las habitaciones mini- malistas tienen una brisa moderada que sólo busca complementar en lugar de competir con las vistas exteriores que enmarcan. “Buscamos incorporar las vistas del exterior al apartamento, y todo el
interior se dirige hacia éstas”, explica Casas. No es para él el desorden sofocante de algunas residen- cias tradicionales de Rio, que a menudo desplaza las majestuosas vistas de la ciudad.
Los clientes dieron rienda suelta para las labores de rediseño, y sólo enfatizaron la impor- tancia para ellos de las vistas al océano. Las áreas de sala y comedor, de generosas proporciones, tie- nen ventanas de piso a techo que, gracias a la eli- minación de los balcones, ahora dan directamente al mar. Los pisos de mármol travertino recrean la sensación visual de la arena blanca debajo.
La impresión de estar todavía en la playa se ve reforzada por el uso estratégico de los mue- bles y los mínimos elementos decorativos, cuya selección los clientes confiaron a Casas. Los mue- bles son de color crema, madera pálida, piedra y caramelo para una sensación de cohesión y lige- reza. Las habitaciones están forradas en roble
claro para ofrecer un toque natural, con algunos toques de azul en la colección de cerámicas y en el gran cuadro de Carlito Carvalhosa. Los artícu- los más destacados son un dramático sillón Cará esculpido en madera por Hugo França, y un trío de mesas de café con acabados rústicos de Tora Brasil, que se complementan con una mezcla de piezas de diseño internacionales y brasileñas, con selectas piezas de Jorge Zalszupin, Sergio Rodri- gues, Michael Anastassiades o Piero Lissoni, así como algunas del propio estudio de Casas, como los aparadores de roble revestidos de piedra en cada extremo de la sala y el comedor, que resaltan la línea horizontal del interior.
Este gran volumen comunitario se puede subdividir mediante una larga puerta con paneles deslizantes, lo que permite aislar rápidamente un espacio más íntimo que, con la ayuda de persia-
nas automáticas, atenúa la luz tropical para crear el ambiente de “cine en casa” solicitado por los propios dueños del apartamento.
El dormitorio principal, con sus paredes y cortinas blancas y baños en mármol de Carrara, continúa el diálogo con la playa que envuelve el diseño. En las cuatro habitaciones restantes, cada una con vistas a la exuberante vegetación de la ciudad, hay un cambio sutil hacia las texturas de madera, con paneles de tela en tonos beige. Éstos proporcionan una sensualidad orgánica que armo- niza con la vegetación tropical del exterior. Una vez más, las vistas idílicas están ante nosotros: el mar, la selva, la arena y el cielo cautivan nuestros sentidos. Y si bien somos conscientes de estar en un apartamento en una de las calles más caras a nivel mundial, en medio de los ambientes mini- malistas contemplamos que el mayor lujo con el que contamos es el maravilloso entorno natural. /
PÁGINA SIGUIENTE Las apabullantes vistas en 360º de este departamento hacia Ipanema, a la playa de Leblon y al Morro Dois Irmãos (Cerro Dos Hermanos), hacen redundante cualquier descripción.
“Buscamos incorporar LAS VISTAS DEL EXTER IOR AL APARTAMENTO, y todo el interior SE DIR IGE HACIA ÉSTAS.”
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