• No se han encontrado resultados

Relativo o Absoluto? Tiene Sentido Afirmar la Existencia de la Verdad Hoy?

N/A
N/A
Protected

Academic year: 2022

Share "Relativo o Absoluto? Tiene Sentido Afirmar la Existencia de la Verdad Hoy?"

Copied!
5
0
0

Texto completo

(1)

¿Relativo o Absoluto?

¿Tiene Sentido Afirmar la Existencia de la

Verdad Hoy?

(2)

No nos equivocamos al afirmar que vivimos en un mundo cada vez más relativista, que opone a la posibilidad de encontrar verdades totales el hecho real de la existencia de múltiples opiniones, que más que invalidar su existencia, se constituye en un desafío para el espíritu inquieto del hombre que quiere conocer y conocer con certeza.

GUSTAVO LÓPEZ SIERRA, Lic. Filosofía. Presidente Centro de Estudios Católicos en Chile.

(3)

Se suele decir con frecuencia que la era en la que nos encontra- mos es la de la postmodernidad, era que surge tras el profundo descrédito de la razón, rector fundamental y pieza clave de la modernidad. Al perderse la razón, queda claramente un vacío que se ha llenado en muchos casos por distintas corrientes como el pensamiento débil y el relativismo, tanto en una dimensión teórica como en el terreno de la vida práctica. No nos equivocamos al afirmar que vivimos en un mundo cada vez más relativista, que opone a la posibilidad de encontrar verdades totales el hecho real de la existencia de múltiples opiniones, que más que invalidar su existencia, se constituye en un desafío para el espíritu inquieto del hombre que quiere conocer y conocer con certeza.

Vivimos en un mundo relativista

Si bien es cierto que hablar de un mundo relativista puede ser hasta un lugar común generalmente aceptado por todos, es un poco difícil englobar el término debido a la cantidad de tipos de relativismos que se pueden encontrar. Sin embargo creo que se pueden hallar algunos puntos en común para entender lo que se quiere decir con “relativismo”.

Comencemos por una definición tradicional, de diccionario: relativis- mo según la Real Academia de la Lengua es: «Doctrina según la cual el conocimiento humano sólo tiene por objeto relaciones, sin llegar nunca al de lo absoluto. Doctrina según la cual la realidad carece de sustrato permanente y consiste en la relación de los fenómenos».

Evidentemente el término proviene de la relación, vayamos entonces

a definir y a buscar su origen. Relación está definida como: «Co- nexión, correspondencia de algo con otra cosa», y afirma también que proviene de la palabra latina Relatio, -onis, la cual está definida como «relación, narración. Debate, discusión, moción, propuesta».

La palabra relación nos deja desde sus orígenes en el latín la idea de algo que tiene que ver con otra cosa, que no se toma solo sino que tiene algún tipo de dependencia. Por la definición y origen podemos ir enmarcando al relativismo como un tipo de pensamiento en el cual prevalece la relación por encima de lo permanente.

Por otro lado podemos decir que el relativismo tiene un problema fundamental con la verdad y con el conocimiento. Digo fundamental porque está en la raíz de su pensamiento y de su acción. Todo lo que un relativista piense, diga y haga tendrá de fondo pensamientos como estos: la verdad no existe, la verdad no se puede conocer, la

verdad es algo que se queda en el ámbito personal, no es general.

Cada uno tiene su propia verdad. Y es que para ellos todo o “casi todo” es relativo, depende de quién lo piense, de quién lo diga, de su cultura, de cuál es la perspectiva desde la cual se miren las cosas.

Pero definitivamente esta manera de pensar no es algo novedoso, podemos decir que el relativismo existe desde que se ha dudado de la verdad y como ejemplo y como icono de este pensamiento podemos citar a Protágoras con su homo mensura: «“El hombre es la medida de todas las cosas, de las que son en cuanto son y de las que no son en cuanto no son”, “como cada cosa me parece, así es para mí, y como aparece a ti, así es para ti”».

Algunos alcances del relativismo

Afirmábamos anteriormente que el relativismo es una corriente de pensamiento bastante amplia, pues encontramos distintos tipos de relativismo, algunos más radicales que otros, pero que en general tienen un problema con la verdad. David Oderberg expresó muy bien esta amplitud en un artículo titulado: why I´m a relativist?, en el cual afirma que para quien piensa de esta manera, todo es relativo según un parámetro u otro y usualmente según varios tipos de parámetros a la vez. También afirma que el cuestionamiento tradicional del rela- tivista y punto en común será: “¿según qué punto de vista?”.

El relativismo se manifiesta de muchas formas, pero todas estas formas comparten el “dogma” de que las proposiciones son relativas a uno y a otro. Por lo tanto el relativismo se puede leer en términos de subjetivismo, pues la verdad y la realidad dependen del sujeto y nadie podría cuestionarlo.

Pero el relativismo no es sólo una corriente epistemológica en la cual se niega o se duda de la verdad, es también una teoría moral que pretende negar o dudar de la existencia del bien y del mal fundada en la inexistencia de parámetros de verdad. Así como el relativista afir- ma que todo tiene que ser visto desde algún parámetro, el relativista moral afirmará que no hay cosas buenas y malas en sí mismas, serán buenas o malas según los parámetros desde los cuales las miremos.

Entonces situaciones como el aborto o la eutanasia son buenas o malas dependiendo de las circunstancias o de quien es el que las evalúa. La verdad moral varía de persona a persona, la moralidad es materia de opinión.

Como podemos ver no es un tipo de pensamiento desconocido, tal vez hoy en día, con matices y en distintos grados, sea una de las ma- neras de pensar que más encontramos en el común de las personas.

Relativismo ético que disfrazado de tolerancia absoluta, sembrando la desconfianza en la capacidad humana, conduce al hombre a la incertidumbre del “no existe verdad”, no existe nada permanente.

El Cardenal Joseph Ratzinger (hoy Benedicto XVI) en una conferen- cia en México hace varios años atrás abordó el tema del relativismo con mucha claridad. Dice sobre el relativismo: «... se edificaría sobre la base de que nadie puede tener la pretensión de conocer la vía verdadera, y se nutriría de que todos los caminos se reconocen mutuamente como fragmentos del esfuerzo hacia lo mejor». En otro lugar afirma: «El relativismo de Hick, Knitter y teorías afines se basa, a fin de cuentas, en un racionalismo que declara a la razón –en el sentido kantiano– incapaz del conocimiento metafísico». Creo que no nos equivocamos al afirmar que un pensamiento como el descrito por el autor, lleva sus alcances a una reducción del hombre tras el empobrecimiento de su capacidad epistemológica.

Algunos llaman a este tipo de pensamiento, pensamiento tolerante

en la medida que permite cualquier opinión, sin embargo se convierte en

una tolerancia intolerante porque tolera todo aquello que no vaya en

contra de sus opiniones

re por ta je

62 Red Cultural

(4)

hombre y su sentido. La preocupación por las verdades fundamenta- les se ha ido desplazando, dejando en su lugar un cada vez mayor es- cepticismo en la posibilidad de encontrarlas y vivirlas. El hombre que necesita en su vida encontrar verdades y que anhela conocer, vive en la deriva del escepticismo y el relativismo, contentándose con la obtención de “verdades” parciales. La difusión del pensamiento, la posibilidad de transmitirlo a los demás se limita por completo en la medida que el hombre va perdiendo la certeza de que lo que cree tiene características universales.

En un panorama como ese, no tiene sentido alguno proponer la metafísica y mucho menos la posibilidad de acercarse por un conocimiento racional a la existencia del Ser por excelencia. El aniquilamiento de la metafísica lleva con ella al aniquilamiento de Dios y la posibilidad de conocerlo por la razón. Lleva a un profundo agnosticismo que con su mordiente va degenerando la vida del ser humano en la medida que la comprensión de sí mismo es insuficiente y parcial. El hombre sólo cree en lo que puede producir y “compro- bar”, en esa medida se convierte en agnóstico, agnóstico funcional, pues sólo cree en lo que le reporta algún tipo de utilidad.

El hombre relativista ha matado a la verdad, «lo que llamáis verdad es lo que pensáis. Lo que yo llamo verdad es lo que yo pienso; cada uno, pues, como decía Pirandello, tiene su verdad y por consiguiente no existe la verdad».

Y como decíamos anteriormente no es algo novedoso, podemos recordar también a Gorgias en el fragmento 3 del cual salen los tres célebres principios: Nada existe. Si algo existiera, no sería cognosci- ble a los hombres. Y si fuera cognoscible, sería en todo caso imposi- ble comunicarlo a otros. El relativismo desde sus orígenes tiene un problema radical con la metafísica.

Relativismo e individualismo

Otro de los problemas que se diagnostican en nuestro mundo hoy en día y tal vez en crecimiento vertiginoso en algunos países, es el individualismo, del cual podemos afirmar, que encuentra una de sus causas en la pérdida de la razón y de la verdad. Sin la razón, el ser humano queda vinculado a los demás sólo por opiniones, sentimien- tos y sensaciones, las cuales no pueden ser totalmente vinculantes, porque de por sí no tienen carácter universal sino particular. Si sólo nos unen las opiniones y los sentimientos, las relaciones tienen el riesgo de ser demasiado frágiles, al modo como son débiles y cam- biantes los sentimientos.

Relativismo e individualismo son dos caras de una misma moneda, se potencian el uno al otro por la pérdida de la verdad y la aspiración a tener las propias verdades sin que éstas sean cuestionadas por nadie.

Problemas con la epistemología y la metafísica

La reducción de la capacidad de encontrar la verdad, incide direc- tamente en la comprensión del hombre. Juan Pablo II afirma en la Encíclica Fides et Ratio: «han surgido en el hombre contemporáneo, y no sólo entre algunos filósofos, actitudes de difusa desconfianza respecto de los grandes recursos cognoscitivos del ser humano. Con falsa modestia, se conforman con verdades parciales y provisionales, sin intentar hacer preguntas radicales sobre el sentido y el funda- mento último de la vida humana, personal y social. Ha decaído, en definitiva, la esperanza de poder recibir de la filosofía respuestas definitivas a tales preguntas».

La pérdida del fundamento va haciendo que los pensadores con- temporáneos divaguen en pensamientos cada vez más alejados del

Salvador Dali, Cristo de San Juan de la Cruz, 1951. Óleo sobre tela, museo Kelvingrove, Glasgow, Escocia

por ta je

(5)

El acento en el sujeto y su autonomía va derivando en una individua- lización cada vez mayor. Esto no necesariamente sólo tiene carac- terísticas negativas, pues visto de una manera correcta lleva a una preocupación personalizada y menos masificada. Por ejemplo, el tipo de educación al cual se tiende hoy, busca resaltar las habilidades de cada uno apartándose del antiguo modelo que trataba de hacerlos encajar a todos en un mismo molde, lo cual es excelente. Sin embargo tiene consecuencias negativas, que vienen de la mano con una especie de oposición entre autonomía y compromiso, como si la auténtica libertad pasara por regirse siempre por los propios criterios y gustos.

Una exacerbación de la autonomía genera dificultades en la comu- nión, pues por experiencia sabemos que en la auténtica comunidad no están ausentes el sacrificio, la entrega y la renuncia. Quien se vincula por ejemplo en el matrimonio sin estar dispuesto a renunciar o a sacri- ficarse por el otro, es muy probable que fracase en esa empresa. Y el hombre está llamado desde lo más profundo de su ser a la comunión, a la amistad, al encuentro con la alteridad. «Los hombres no son is- las» como dice el conocido pensador Thomas Merton reflexionando en las palabras del poeta John Donne “no man is an island”. Su origen es evidencia clara de esta necesidad del otro, pues nadie se debe la exis- tencia a sí mismo. El lenguaje es otra evidencia más de esta necesidad de relación, pues no sólo nos comunicamos por utilidad y superviven- cia. Sin embargo resulta paradójico descubrir que en la actualidad, a pesar de tener más y mejores medios para comunicarse y socializar, el hombre tiende más al individualismo que antes.

Relativismo e individualismo son dos caras de una misma moneda, se potencian el uno al otro por la pérdida de la verdad y la aspira- ción a tener las propias verdades sin que estas sean cuestionadas por nadie. El ágora era el lugar del diálogo, de la discusión, donde se ponían en juego los pensamientos y donde se discutía en orden a alcanzar la verdad de las cosas. El relativista no está dispuesto al diálogo, porque no hay punto qué aclarar, él tiene su verdad y el otro tiene la suya. El individualista tiene su propio mundo y el otro tiene el suyo y cada uno es feliz en la medida que deje al otro en paz.

Códice Brugsal 1, Bl. 1v, manuscrito de la biblioteca de Baden, Karlsruhe, Alemania de 1220. Muestra a Cristo como la verdad rodeado por los símbolos de los cuatro evangelios Ilustración que simboliza la lucha permanente entre el bien y el mal

Contradicción lógica del relativismo

¿Existe oposición real entre lo relativo y lo absoluto? ¿Qué tan real es la posibilidad de vivir en el mundo propuesto por el relativismo?

¿Tiene sentido afirmar la existencia de la verdad y la posibilidad de conocerla? Yo estoy convencido de que no existe necesariamente una oposición y que sí es posible conocer la verdad y que un pensa- miento de tipo relativista es insostenible.

El relativismo es en sí mismo contradictorio en la medida que pro- pone una manera de pensar que avala todo tipo de pensamiento, a partir de la consideración de que no existen verdades universales y que por lo tanto cada uno tiene su propia verdad y nadie puede inter- ferir en la opinión del otro. ¿No es esto ya una afirmación con tintes de universalidad y una proposición que pretende ser verdadera? Por otra parte, es contradictorio porque tendría que poder avalar incluso el pensamiento metafísico o “absoluto” como ellos mismos lo llaman y eso no se puede, pues es imposible que dos opiniones con- tradictorias sean ambas verdaderas. Evidentemente este error lógico lo resuelven diciendo que todas las verdades son ciertas excepto las que van en contra de la opinión del relativista.

Algunos llaman a este tipo de pensamiento, pensamiento tolerante en la medida que permite cualquier opinión, sin embargo se convierte en una tolerancia intolerante porque tolera todo aquello que no vaya en contra de sus opiniones. No puede tolerar aquello que afirme que está en un error, por lo tanto cae en una contradicción simple.

Es algo que ha ilustrado muy bien David Oderberg por medio de la ironía «Reality is never out there, it is always in the mind and in the culture. There can be no doubt about it—relativism is the absolute truth». El relativismo es la única verdad parecen afirmar, y se con- tradicen con su postura de que no existe la verdad o que cada uno tiene su propia verdad.

Alguno podrá objetar, que ningún relativista dirá lo que dice Oder- berg. Entonces preguntémonos qué hace un relativista cuando escribe o defiende su postura, ¿no está acaso convencido de que es cierta? ¿No pretende este relativista que su “verdad” sea afirmada también por quien lo escucha y en muchos casos no pretende hacer cambiar de parecer a quien piensa distinto de él? El pensamiento relativista tiene detrás este pensamiento: lo único verdadero es su pensamiento, el pensamiento de que no existe ninguna verdad.

Preguntémonos entonces: ¿tiene sentido hoy afirmar la existencia de la verdad? Hoy y siempre.

re por ta je

64 Red Cultural

Referencias

Documento similar

La campaña ha consistido en la revisión del etiquetado e instrucciones de uso de todos los ter- mómetros digitales comunicados, así como de la documentación técnica adicional de

You may wish to take a note of your Organisation ID, which, in addition to the organisation name, can be used to search for an organisation you will need to affiliate with when you

Where possible, the EU IG and more specifically the data fields and associated business rules present in Chapter 2 –Data elements for the electronic submission of information

The 'On-boarding of users to Substance, Product, Organisation and Referentials (SPOR) data services' document must be considered the reference guidance, as this document includes the

In medicinal products containing more than one manufactured item (e.g., contraceptive having different strengths and fixed dose combination as part of the same medicinal

Products Management Services (PMS) - Implementation of International Organization for Standardization (ISO) standards for the identification of medicinal products (IDMP) in

Products Management Services (PMS) - Implementation of International Organization for Standardization (ISO) standards for the identification of medicinal products (IDMP) in

This section provides guidance with examples on encoding medicinal product packaging information, together with the relationship between Pack Size, Package Item (container)