NO SE PUEDE FOTOCOPIAR

O A Y U N T A M I E N T O DE MURCIA A R C H I V O

Est.' 1 0 .

Tato.

L.

N.° .../&

z

ì

ESTE EJEMPLAR,

POR SU TAMAÑO Y/O

ESTADO DE CONSERVACIÓN

NO SE PUEDE FOTOCOPIAR

•A^EÄA-ffl-EMGl/'

mmSBm « ^ » l l ß i s S i i l M i ^ i Ifriiii

II

r

on

Ui

S A N C A R A L A M P I O , P R E S B I T E R O Y M A R T I R ,

b o g a d o del cólera, terremotos, males contagiosos hambre y toda clase de calami ^ e , según se lo prometié Dios

g á estp e-lorioso Santo, diciendo: En la casa donde estubiere e^ste banto •

fuesen sus d e v o t o s ó ce b,tsen su memoria, no habrá hambre, peste, ni otra a l g u n a enfermedad c o n t a g i o « .

tuesen sus cievoiu ^ ^ h a n e x p e r i m e n ta d o sus devotos en todas sus aflicc iones.^ .

Se venera en la Iglesia de Religiosas Capuchinas de la ciudad de Murcia.

Hay concedidas muchas indulgencias por hacer su novena y por rezante un Padre nuestro. Caralampio, varón Santo

hoy te llaman tus devotos

si de Dics mereces tanto v

líbranos de terremotos y del Volcán y su espanto»

GIRACION

pidiéndole á este glorioso, portentoso y milagroso Santo,

inter-ceda con nuestro Señor, para que se apiade de nosotros, y que

aleje de nuestro suelo el terrible azote del cólera, y terremotos,

que tantas víctimas lia causado y causa en otras

poblaciones y aun en esta.

— —

Oh inefable Trinidad; que en esa eterna morada vivisteis en unidad, estended una mirada y ved la calamidad.

Hoy aflige a los mortales, por doquier peste horrorosa, que acarrea tantos males, tanta muerte dolorosa y tantas calamidades.

Tenemos muy ofendido á nuestro Dios y Señor, pues ingrato el pecador, se halla ensoberbecido sin conciencia y sin temor.

Más como Padre amoroso que nos quiere perdonar nos mirará brunrlíiflnso, si imploramos su piedad contritos y fervorosos.

Así pues, arrepentidos de nuestros muchos pecados, misericordia pedimos;

perdonadnos, Padre amado somos tus hijos queridos.

Ponemos por medianero en esta tribulación

á San Caralampio amado abogado y protector del cólera y de contagio.

Siendo por Dios prometido á este Santo portentoso el ser libres de contagio del cólera sus devotos; su protección esperamos.

Así por eso, Señor, viendo tanto desconsuelo quiero cantar con tu amor de Caralampio tu siervo, su vida de admiración.

Confiados que dijiste que donde fuese invocado Caralampio, prometiste seria de peste librado y todo contagio triste.

Y pues con esta esperanza mi humilde pluma abatida, llega á Vos con confianza, para referir su vida digna de eterna alabanza.

Este Santo de explendor nació en la antigua Magnesia

para gloria y explendor de la militante Iglesia y de la heregía terror.

Cuando nació se advirtieron en el cielo esclarecido,

varias cruces, que estas fueron señas de que había nacido para salud y consuelo.

Sus padres llenos de fé le pusieron Caralampio, que interpreta cual se vé salud del mundo y encanto como así el Sauto lo fué. ,

Desde niño se inclinó á solo amar á Jesús, muchas ciencias aprendió y lleno de eterna luz al mundo menospreció.

Fué tan grande su humildad que era el ejemplo de todos, su vestido era un sallar de tusca piel, riguroso, sus ayunos de admirar.

Estado sacerdotal eligió con grande celo para la gloria de Dios, de los mortales consuelo y santa predicación.

Con su vida edificante y saludable doctrina reformaba las costumbres de gentes adormecidas y en creencias vacilantes.

Luego salió nuestro Santo á predicar con gran celo á los paganos, y cuantos escuchaban su evangelio le seguian en el acto.

Más viendo el Emperador Severo, que confesaba de Cristo la Religión y sus ídolos negaba, le prendió con gran furor.

Luego mandó enfurecido que fuese el Santo azotado apedreado y herido, por la ciudad arrastrado, con furor enardecido.

Después de esto, ejecutado, el Emperador inicuo

su encono no está saciado, y dispuso enfurecido

de que fuese degollado. Y yéndole ya á cortar los verdugos la cabeza, bajó un Angel celestial y detuvo la fiereza de aquella gente infernal.

Después los cielos se abrieron y bajó Cristo en persona: los soldados cuando vieron del martirio la corona

también cristianos se hicieron. Dijo á su siervo el Señor: recibe ya, hijo querido, esta palma en galardón; donde fueses invocado serán libres del furor.

Las pestes desterrarás^ el hambre y el mal aflictivo, vente ya conmigo en paz á gozar, siervo querido, de mi gloria celestial.

Murió y su cuerpo sagrado lo recogió con decoro

Galena, con grande agrado, del Emperador la hija y al punto se ha bautizado.

Porque fuese conservado con decoro, esta Princesa lo mandó á un templo sagrado, y en una urna de oro

lo dejó depositado.

En donde al año siguiente libertó, como es sabido, de aquél cólera tan fuerte que hubo, á quien arrepentido le invocaba humildemente.

Siempre han sido sus devotos en toda calamidad

de este Santo protejidos; demos gracias al Señor que así se lo ha prometido.

Esta la vida é historia de Caralampio excelente, tengámosla en la memoria nos librará de la peste y alcanzaremos victoria.

Por tu martirio glorioso digno de eterna memoria San Caralampio bendito, nuestro Señor Jesucristo dé á nuestras almas la gloria.

Amen.