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La propiedad del libreto de esta zarzuela, la del de

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(1)

113

29

FRANCISCO

CAMPRODON

UNA

VIEJA

ZARZUELA EN

UN

ACTO

ARREGLADA

A LA

ESCENA

ESPAÑOLA

MÚSICADEL

MAESTRO

GAZTAMBIDE

SÉPTIMA EDICIÓN

SOCIEDAD

DE

AUTORES ESPAÑOLES

(2)
(3)
(4)

Lapropiedaddel libretodeestazarzuela,ladelde ElDominóazul.

LosDiamantesdelaCorona. Tresparauna.

Guerraá muerte. El Vizconde. El diablo enelpoder. ElLancero. JuanLanas. El relámpago. Unaniña. LaJardinera.. Porconquista. Unpleito. yladelosdramas

Espinas deunafior.

Libertinajeypasión. Flor deundía.

Beltrúnelavemurero.

Uncocinero.

¡Quienmanda,manda! El diablolascarga. El zapateroyelbanquero. Elgranbandido. Del palacio álataberna. Los dosinellizos.

Los suicidas. Marina. Ga'.atea. Elpande la boda. Unaráfaga. Asirse deuncabello.

pertenece álosseñoresDoñaEmilia yDonJosé

Ma-ría Camprodón, ynudiepodrásinsupermiso reim-primirla ni representarla enEspaña,nienlospaíses

conlos cuales haj^a celebradosó se celebren en ade-lantetratados internafionales de propiedadliteraria.

Los pomisionados y representantes de la Sociedad de Autores Españolessonlos encargados

exclusivamen-tedeconceder6negarelpermiso de representación

ydelcobrodelosderechosdepropiedad.

(5)

UNA

VIEJA

ZARZUELA EN

UN

ACTO

arregladaá laescena española por

FRANCISCO

CAMPRODON

MDSICADEL

MAESTRO

GAZTAMBIDE

Representada por primeravezeneJTE\TI:0 l»ELiZVitZllELá^en Diciem-brede 4860

SÉPTIMA

EDICIÓN

MADRID

R.VELASOO, IMP.,MAEQüáS DBSaNTA AsA,

U

DÜP,' TeléfononúmeroB61

(6)

REPARTO

PERSONAJES

ACTORES

ADELA

Seta. Ramos.

CONRADO,

oficial Se. Sanz.

LEÓN,

pintor Cübeeo.

PANCHO,

mayordomo

Abdeeíds.

UN

CRIADO

N.N.

(7)

ACTO

ÚNICO

rSalóucoapuertas; unaenel fondo y dos ácada lado. Un tocador bajoconespejo, fondo izquierda: en primer término piano,

iz-quierda: mesadelibros, álbum, etc., ála derecha. Ventanas en los ángulos delfondo. Sillas,sillones, etc.

ESCENA PRIMERA

ÍPANTCHO,mirando álasventanas como sihablara áloscriados que

sesuponenfuera

A

ver

cómo

me

dejáis

eljardinito arreglado

y

los paseosbarridos;

pero limpitos, ¿estamos?

No

digael huésped

que

somos

muy

flojoslos mejicanos;

y, sobretodo,nuestra

ama

lo

ha

dispuesto,

y

yo lo

mando.

(viniendo alaescena.)

Sin esteafánque yo tengo

dedarle laúltima

mano

á todoloque

me

encargan,

seria estacasa

un

páramo. Bien

puede

estarsatisfecha

laseñora delcuidado

conque

me

esmero en servirla:

¿qué haríasin

á sus años?

La

pobrees anciana

y

viuda,

y... (SaleunCriado.)

¿qué es lo

que

tútraes?

Criado '

Traigo,

(8)

6

queabajo

hay

un

español

quellegóahoraá caballo,

y

dice que viene á ver

áesecapitánquetrajo

el

ama

en su compañía.

Pancho

Duerme

lasiesta: no estamos

pararecibiraún.

Criado

Que

trae

un

viaje

muy

largo.

Pancho

Que

lotraiga,

y

quese espere;

el capitán está

malo

todavía de su herida,

y debemos

esmerarnos

enguardarle el

miramiento

que

Jaseñora

ha

mandado,

¿sabes?

Criado

¿Qué

ledigoentonces?

Pancho

Lo

que tehedicho,zanguango.

(VaseelCriado.)

A

no

estaryo aquí, eseimbécil

ya

le hubieradespertado.

Mas

¡calle!

ya

viene aquí.

ESCENA

ÍI

DICHO; COKRADO, porlaprimerapuerta dela derecha

Pancho

CONR.

Pancho

CoNR.

Pancho

CoNR.

Pancho

CoNR.

Pancho

CONR.

¿como vamoí

Buenas

tardes: capitán? Bastantebien;

me

siento

ya

reforzado

y con

ánimo

de dar

un

paseoporel campo.

Conque hay buen humor,

:eh?

Mucho.

Me

alegro.

Gracias: acabo

de leer

un

periódico,

enquevi queos

han

cascado

bienlas liendresnuestrastropas.

¿A

quién?

A

los mejicanos.

¡Calla! ¿5- esoos

da

alegría?

¡Pues

no

ha

de dármela! ¿Acaso,

por estaryo prisionero,

tefíguras

que

he dejado

(9)

Pancho

CoNR.

Pancho

CONR.

Pancho

CoNR.

Pancho

CoNR.

Pancho

CoNR. Después

queel

ama

os

ha

afianzado

con todos sus bienes para

quevos pudieseis curaros

aquí, ¿deseáisque venga

elespañol a zurrarnos?

No

temas: ¡ojalá

venga

y pueda

llegar elcaso

de

poderme

desquitar

con tu señorade tantos

obsequios

como

ledebo,

que

no

cómo

pagarlos!

Del

mal

elmenos, siquiera...

¡Ah! se

me

habíaolvidado

deciros 4ue

un

español

quellegó, deseahablaros."

¿Y

por qué no

me

lohas dicho?

Como

estabaisdescansando,

tomé

á

mi

cargoel decirle

que esperara.

¡Pero, Pancho, que

no

has de hacercosa alguna,

ni

aun

pasar

un

recado,

sinlafunesta

manía

detomar siempreá tu cargo

elquererlo

enmendar

todo!

Yo

creíhaberacertado.

Cuando

tepidoagua fresca,

tevas y

me

traes caldo,

porese afán sempiterno...

Sí, señor, porquees

más

sano.

Anda,

y

dile quepase,

¿entiendes? sin enmendarlo.

(Vase Pancho.)

ESCENA

III

CONRADO

Música

Un

españolqueviene

á

verme

aquí;

el

alma

setransporta

(10)

Yo

siento aquí

un

ambiente de

inmensa

languidez:

en esteparaíso

me

falta

una

mujer; la buscoen

vano

en derredor;

la llama ávoces

mi

corazón.

Está sin

alma

todo este edén;

la

maga

de

mis

sueños

no

vaga ¡ay, Dios! en él.

Auras

deEspaña, venid á dar á

un

alma

inquieta ladulcepaz;

ponedme

cerca deesailusión,

que

vaga siempre

en derredor;

de

mi

querella

llevadle el son,

llevad hastaella lavoz de

mi

amor.

ESCENA

IV

DICHOS y LEÓN,que correáabrazar áConrado

Hablado

CoNR. ¡León!

León

¡Querido Conrado! CoNR.

¿Tú

poraquí?

León

Aprieta fuerte. CuNR. ¡Trastantotiempo sin verte!

León

No

tanto, el

año

pasado,

enMéjico: en el

momento

que

estalló la rebelión,

estabasde guarnición

allícon tu regimiento:

más

luego perdítu huella

cuando

salisteá

campaña.

CoNR.

¿Has

renegado de España,

León?

(11)

-

9

fué

mi

trabajo infecundo,

y

de lafortunaal cebo,

paraencontrar algonuevo,

dije:

voy

al

Nuevo

Mundo.

En

elviejo

hay

tal

enjambre

de

sabiosdeatrevimiento,

que

elverdadero talento

suele morirsede hambre.

Dicho y

hecho;

me

embarqué

buscando

con

mis

pinceles

dónde

sentar

mis

cuarteles

y

en Méjico

me

instalé;

y

hallé

un

paísseductor

que

siendo ricodesobras,

representan nuestras obras

y

no pagan

alautor:

con

mucho

jefe ambicioso,

pocorespetoá la ley,

casados que hacenelbuey, solteros que hacen eloso, banqueroscon egoísmo, coquetas con travesura,

nuestra

España

enminiatura^

lo

mismo,

chico,lo

mismo.

CcNR.

¿Y

has hechosuerte?

León

Así, así,

no

me

escasea eldinero:

hoy

soypintorextranjero

y

valgo más,

como

allí.

"CoNR. Recuerdo queá tu pincel

le debo

más

de

un

buen

rato.

León

¿Te acuerdas de aquel retrato

que

teenamoraste de él?

CoNR. ¡Quétipotancelestial!

más

queterrestre

mujer

un

ángeldebíaser

sin

duda

el original.

Ante

aquella copia,llena

de

cariñosa expresión,

me

decía el corazón:

anda, sueña, busca

y

pena.

León

¿Y

áquién

hay que

retratar

en estaquinta, Conrado?

CoNR.

¿Cómo?

León

Vengo

contratado

(12)

10

CoNR.

¿A

pintar aquí?

León

Sí tal;

vinoá

mi

casa

un

banquero diciéndome: caballero, ¿soisvos

León

Carvajal?

«Servidor.» Pues tengo encargo

deproponeros hacer

un

retratode

mujer

á

un

trecho l)astante largo.

«Si

pagan

bien, allávoy.»

Lo

que

pidáis os darán.

«Dos

milpesos.»

Aquí

están.

Cobré, partíy aquíestoy.

CoNR. Otro rasgode

bondad

de

mi

noble bien-hechora.

León

¿Quién

es ella?

CoNR.

Una

señora

que

tienebastante edad;

un

díade sobremesa

le encarecí tu persona,

yella es quien

me

proporciona

esta agradable sorpresa.

Ella

mi

herida

ha

curado,

me

ha

afianzado,

y

según veo,

no puedo

tenerdeseo

que no

vearealizado.

IjEón Absorto, chico,

me

dejas:

¿yá qué debes suscuidados? Conr. Viniendo con cien soldados

de laprovinciade Tejas,

un

díaal

amanecer

topé

un

convoy enemigo,

me

vuelvo á

mi

tropa

y

digo:

"

muchachos,

caj^ó quehacer.

Puse

mi

escuadrón altrote,

y

de buenasá primeras,

les cargamos

como

fieras

matan

cío gauchosáescote:

y

en

medio

de aquel

desmoche

una

voz

muy

contrita de

una

pobre viejecita,

que

desde elfondo de

un

coche

conel

mayor

desconsuelo

amparo

me

demandaba;

parecióme que

me

hablaba

(13)

11

Fui y

la dije: no temáis

que

nadie osfalte al respeto, que yo escoltaros

prometo

hasta

donde

vos queráis.

Casualmente ella llevaba

nuestra

misma

dirección,

le di, pues, conversación^

la servia, lacuidaba,

y fuimos perfectamente algunosdiasasi,

.hastaque alcabo, heteaqui que

me

veo derepente

cargarpor

una

legión

de hordas, indisciplinadas,

con fuerzas centuplicadas

contra

mi

cortoescuadrón.

En

tal apuro,¿qué hacer?

mi

tropaescapar queria,

pero dejar

me

doha

, á aquellapobre mujer,

que convoz enternecida

me

suplicabadoliente;

mandé

á mischicosdar frente

y

aceptarlesla partida. Dicho yhecho.

León

,• , .

¡Caracoles, yo queellos te.plantoalli!

CoNR.

No

seportan

nunca

asi

los soldados españoles.

Dóciles siempreá

mi

voz

elcoche aquel rodearon,

y

entorno deél pelearon

con

un

ímpetu

feroz:

hastaque

un

tiro certero

en

un hombro

me

alcanzó,

y

enel suelo

me

dejó

sinsentido yprisionero.

'

Desde

entonces ya nosé

loquepasaríaalH, sé si, queal volver en

mi

en esta quinta

me

hallé con

mi

anciana compañera, quiencon ternura exquisita

ha

sido

un hada

bendita

velando en

mi

cabecera.

(14)

^

12 ->

y

entu parecerabundo,

lomejordel

Nuevo

Mundo

hasta ahora es

una

vieja.

OoNR.

Sí,

merced

á la

bondad

con

que

ella

me

ha

afianzado,

paso tranquilo ásu lado

mi

alegrecautividad.

Junto á

mi

lecho sentada,

me

ha hecho olvidar

mi

pena

su conversa"ción

amena,

suasistenciadelicada,

ó ladulcemelodía

que

en elclave preludiaba,

cuando

mi

frente nublaba

lanegra melancolía.

Xeón

Bien,

hombre,

bien, y... sepamos,

áojo, ¿qué

edad

le das?

OoNR. Setenta años.

León

¿Nada más?

No

es

muy

niña

que

digamos,

mas

tampoco

es

una edad

avanzada en demasía; para

un

siglo,todavía

lefaltan treinta, ¿verdad? •CoNR.

Siempre

el

mismo:

yasupones...

¡quésalidade pavanal

León

Mira

que enla

edad temprana

son

muy

fuertes las pasiones.

OoNR. Puesmira,

más

de

una

vez

escuchando soñoliento

lavibraciónde suacento,

que haceolvidarsuvejez, soñé

un

tipo de

mujer

queadoraríade hinojos;

peroasí que abrolosojos

no

hay

más

remedio quever.

León

Me

tranquilizo.

Su

vista

tehará olvidar lodemás.

CoNR. Ellaviene, tú verás

(15)

13

ESCENA

V

DICHOS; ADELA,porlaprimerapuerta dela izquierda.

Música

CoNR. ,

Noble

señora,

tengo elhonor

depresentaros

á

mi

amigo

León,el pintor.

León

Tengo, señora, á

mucho

honor,

ser

hoy

el

huésped

de

una

dama

tan digna cual vos,

Adela

Mi

noblecasaadquiere

un

singular blasón,

alhospedarse enella eltalento y elvalor.

León

I Gracias, señora,

CoNR. I portanto honor.

Adela

Faltaráen

mis

alamedas

alpintor la inspiración,

no

hallaráá quien darelbravo

lostrofeos del valor. Solamente hay

una

anciana

queosdirá condébil voz,

por estossurcos

queeltiempoabrió, enotras fechas

pasó el amor.

León

\

Aunque

elcabello

CoNR. ) encaneció,

tenéis

muy

joven

el corazón.

León

De

gracias

un

tesoro

tienevuestraalma.

Adela

Lasgracias con arrugas,

no

tienengracia.

León

En

todaregla

nay

su excepción.

Adela

. Yo, al

menos

tengo,

(16)

~

11

-Sólose ve álas flores lucirsus galas, bañadasdel rocío dela

mañana:

asique elsol

susfrescas hojasseca, marchitas son.

¡Ay, Dios, marchitas son! CoNR. ) ¿Porquélaquetanjoven

León

) conserva elalma,

ha

de perderel brillo

dela

mañana?

Es un

dolor,

hallaren elocaso tan bellaflor.

¡Ay,Dios, tanbella flor!

(Se sientaAdela éinvitaálos dos áquehaganlo

mis-mo, ylohacen. Laposición será:León,primerafigura de laderecha; Conrado, enmedio,y Adelaálaizquierda.)

Hablado

Adela

<]ONR.

Adela

León

Yo

celebro en el alma,

que

un

amigo venga

á hacer

grataslas horas ingratas

queá

mi

ladopasaréis.

¡Señora!...

Es

peso tan grave

elpeso de la vejez,

que

suele troncharel báculo,

si

mucho

se

apoya

en él.

Yo

ostraía, por pensar

que

algo

puede

distraer

las largasnoches,

mis

ocios

deliterata: entended

que

escribosin pretensiones,

y

que al fin,

como

mujer, álapobre ortografía

le

doy

un

trato cruel.

No

es extraño: yo,señora,

tuve

una

noviaenJaén,

que

decía que

me

amaba

con el coracón,

y que

(17)

^

15

si quería áotra miiguer; en el

mes

de Marco, el

año

dieciocho mil dieciséis.

CONR. (Hojeandoelcuadernode Adela.)

¿Qué

esello?

Adela

Episodios raros; anécdotas que escuché

de lapresente

campaña,

y que

en

mi

afán de coser

conhilo de

mi magín

á

mi

manera

hilvané.

Os

ruego

no

las leáis

hasta

no

tener que hacer;

cuando

elhastío es

muy

grande

cualquier cosa sienta bien.

Hablemos

de %aiestro amigo.

Mi

amigo ha

venidoá hacer

envuestro retrato alarde

de sil

mágico

pincel. ¡Pintacon

una

verdad!...

Lo

siento

mucho.

¿Por qué? Porque

como

yoestoy

mal

y

sé que élretrata bien, traeráá

mi memoria

de

hoy

losrecuerdosde

mi

ayer;

y

así que en

España

vean

esecuadro, por

mi

fe

exclamarán: «¡Vaya

un

cuadro!»

y

entoncesvos,¿quédiréis? CoNR.

Que

á travésde esas a^-rugas

el

alma

enterase os ve,

y

que quien osjuzgue

mal

es que noos

ha

visto bien.

Compañía

al de

mi madre

ese retrato

ha

de hacer:

juntoelrecuerdo en

mi

alma

y

el retrato enlapared.

Adela

Ante

eserecuerdo santo,

gustosa prestoá

mi

vez

mi

busto, busto tan raro

como

muestra de almacén.

En

fin, tienelaventaja

de que

aunque

lollegueá ver

vuestranoviaó vuestras novias,

no

osdaráncelosáfe.

CoNR.

Adela

CoNR.

Adela

(18)

LEó^' Ni elplural ni elsingular habla, señora, con él:

¡si

Conrado

eslo

más

raro!..

sólo

ha

querido

una

vez.

Adela

¿Sí?

León

Se

enamoró

de

un

cuadro

que yo

en Méjicopinté, de

un

retratoque

me

dieron parasacar copiade él,

perteneciente á

una

dama

casadacon

no

sé quién, ála

que no

vio en su vida

ni yo tampoco.

¿No

es

un

absurdo

amar

á

un

lienzo

que no puede

responder,

habiendo poresos

mundos

tantas

muchachas

debien

que

tienen huesos

y

carne,

cintura,

manos

y pies?

Señora,

no

hay

hombre

cuerdo

que

talabsurdoresista.

Adela

Estamos, señorartista,

completamente

de acuerdo.

(Dirigiéndose á Conrado.)

Amad

siquiera

una

vez,

y

enesa dulce inquietud

emplead

lajuventud, que os lodicelavejez:

emplead

vuestro deseo

en esasendaflorida,

que

lafuerzadela vida

notiene mejor empleo. Olvidados delquerer,

dejando el

amor

atrás,

no

hallan ladicha

jamás

niel

hombre

nilamujer:

y aunque peque

deindiscreta, permitid que enconfianza usede

una

semejaaza ^

casidigna de

un

poeta. El

amor

es

una

flor

que aun

cuando

enlatierravive,

tansóloel

alma

percibe

el

perfume

delamor.

Van

el

hombre

y la

mujer

empujados

deldestino,

(19)

17

laencuentranen su

camino

y

ambos

laquierencoger:

si

uno

de ellos

no

es sincero,

altender

ambos

losbrazos,

rompe

la floren pedazos

elquelacoge primero.

Perosi sontanfelices

quesientanigualamor,

entonces vivelaflor,

porquetienedosraíces:

y

las dos, de igual manera,

deben

cuidarse áporfía, quelaflor

muere

en

un

día

con

una

raízque muera. Pero si vive, esconsuelo

de toda

alma

dolorida,

porque esa flor delavida

tieneel

aroma

delcielo:

y

alarrugarselatez

cuando

el cuerpo sedesploma, nos templa

aún

con su

aroma

i elfrío de lavejez.

León

Excelente moraleja

para hacerle entrarencaja.

CoNR. (Estavieja es

una

alhaja.)

León

(Pero es

una

alhajavieja.)

CoNR. ¡Nunca sepintó el

amor

conpincel

más

delicado! >v

Adela

Cuando

vos hayáis

amado,

sabréispintarlo mejor.

León

¡Qué deconquistas

no

haría vuestro acento seductor!

Adela

Paraser

mi

confesor, soismu}?^joven todavía.

CoNR. Seguid, y

León

podrá

empezar

vuestro retrato...

Adela

No

correprisa:otro rato...

León

Yo

estoy pronto.

Adela

Tiempo

habrá.

¿No

sabéisvosqueá

mi

edad

es

manía

delos viejos

odiar retratos

y

espejos

porquedicenlaverdad?

El pintorestárendido

del viaje,

y

más

valiera quevos,

un

rato siquiera.

(20)

18

le halagaraiseloído.

Haced

vos elgasto

un

rato,

y

sila perezaes

mucha,

figuraos queos escucha

la señoradelretrato.

Yo

cantaba de afición

en

mis

tiempos,

y

pensaba

que

quizá

Una

nota

daba

medida

de

un

corazón.

CoNR. Pero...

León

Te

haces de rogar. CoNR.

De

ningún

modo,

eso no.

Adela

Pues

soistan amable, yo

procuraré acompañar.

Y

áversiabriríais brecha fraseando

una

canción,

que

yo escribídeafición haceya...caMolafecha.

Música

(Adela entrega unacanción á Conrado,queéste cauta leyéndola

)

CoNR.

Malhayan

¡ay! lasbrisas

que van

á España,

que

hacenllorar lasniñas

americanas.

¡Ay,

mamá,

qué

noche aquella

en

que

elfalso

me

decía, niña mía, porlobella,

túhas de serlaestrellamía!

¡Ay,

mamita,

qué

mudanza

me

ha

causado

un

español,

quealllevarse

mi

esperanza,

me

dejósin luz nisol!

Mimadme

mucho,

porcompasión; yo esto_ymalita,

yo

tengoamor.

¡Por Dios,

mamita,

mandad

porél,

que

sino vuelve

(21)

19

Adela

Daisá esafrase

poca expresión,

debe decirse con

más

calor.

(Adelarepite lafrase, empezándola convoz de

vieja,-y pasando á lavoz natural con todo el coloridoy

efecto posible.)

Mimadme

mucho,

etc.

OoNR.

I

¡Qué

buen

estilo,

León

(

qué buena

voz;

conservarasgos

de ruiseñor!

En

nuestra

España

jamás

topé

con

una

vieja de taljaez.

León

¡Cáspita

y

qué

modo

tiene de cantar; habrá sido

una

notabilidad!

•CoNR.

¿No

te lo decía

queeracelestial?

Adela. (Convoz de vieja.)

No

os burléis señores,

delaancianidad.

(Lostresrepitenel estribillo, pero Adela yacon voz

devieja.)

ESCENA

VI

DICHOS; PANCHO, sobresaltado

Hablado

Pancho

¡Ay, señora de

mi

alma,

vengotoíto aplomao!

Adela

¿Qué ha

sucedido?

Pancho

.

Es

muy

grave,

y

yo no

puedo

enmendarlo.

Adela

¿Acabarás de decirlo?

Pancho

Primero he de empezarlo.

Adela

¿Qué

hay?

Pancho

Que

elgobernador,

que

es

un

peaso de bárbaro,

ha

recibido

una

orden

parainternaren elacto

(22)

-

20

Adela

CONR.

Pancho

León

Adela

Pancho

León

Adela

CoNR.

León

Adela

Pancho

Adela

Pancho

León

ÍANCHO

Adela

que no

seanmejicanos,

¿estamoB?

¡Dios míol

¿Cómo?

Y

el caso esque estáempeñao> en queestanoche sinfalta,

han

de salir escoltaos

pa

laprovincia de Tejas,

¿estamos?

¡Qué

alma

decántaro!'

¡Imposible!

Cuando

aún

se encuentraelpobre

Conrado

con las heridasabiertas... ¡esto fuera

un

atentado:

yo

me

opongo!

Y

yo

también

me

opuse; pero es elcaso

que

elseñorgobernador,

que

es

muy

duro y mu3^.. ¿estamos?'

sólo porhacernosguaje

álaseñora y á Pancho,

pone pena

dela vida

al que no

cumpla

su bando. (¡Canario!)

¡Qué atrocidad!

jiradel cielo!

Conrado,

no

hay que

apurarse por eso;

voy

contigo, ¡quédiablos!

enlaprovinciade Tejas

no

ha

defaltarnos tejado.

No,señor, yo

no

loquiero;

eso

no

se hace entrevándalos

Eso

es loquedigoyo. Venid, venidá

mi

cuarto

á versi encontramos

un

medio

desalirdel paso.

Eso

eslo

que

digo yo;

¿Peroqué dices?Sepamos.

Ahora, nada, porqueel otro dise que

va

á fusilarnos,

que

sino,

ya

lo diría;

porque soy

muy

hombre, ¿estamos?

Me

ocurre

una

buena

idea;

venid, (a Conrado.)

Ven

tútambién, Pancho.

(23)

21

ESCENA

Vil

LEÓN

]

Qué

recursoserá ese!

No

loentiendo, ¡viveDiosl

pues yo

no

ledejo solo,

aunque

se

vaya

á Joló.

Por

fortuna, entodas partes

recursos tieneelpintor;

pintaré porel

camino

paisajes de luna ysol,

oon

vaquitas

y

cabritos,

y

una

pastorcitaó dos. Sien

un

castillo nos

zampan,

retratoalgobernador

y

ásu mujer, yal conserje

,yá todala guarnición;

y

si enel castillo

hay

prójimas,

¡para qué nos hizoDios!

Música

Haré

por

ponerme

triste

para quedigan, al

verme

así:

chinito, ¿te haspuestomalo?

_y yo,

muy

serio, diré quesí.

Haré

que

me

cantentangos

deesos melosos desí señó,

de aquellos que, al escucharlos,

en

una cuna mecido

voy.

¡Que

ya

viene elalba,

que yasale el sol,

ay, chinito, vete, por

amor

de Dios!

No

me

des

más

dulce, pues temiendo estoy

queelqueayer

me

diste se

me

indigestó.

Y

yo elcontraste haré después

.conunassiguidillas de Lavapiés.

Parabailarmanchegas,

vestido corto,

que

elquelasmire, gane

(24)

-

22

No

tiene

miga

si

no

seve enlasvueltas

hastala liga.

ESCENA

VIII

DICHO; PANCHO, que, saliendocon un papelenlamano, tropieza,

conél

Hablado

Pancho

León

Pancho

León

Pancho

León

Pancho

León

Pancho

León

Pancho

León

Pancho

León

Su

mersé

dispense. ¡Bárbaro,

que

me

has

dado

un

pisotónl

Es que

soy activo...

¿Y

qué?

Y

que voy

de oficio...

Y

yo, ¿qué tengo quever con eso, pedazode...'?

Sí, señor;

esque yo

ando

muy

deprisa,

muy

de prisa;porque soy

listo, y tengo sobre

lacasa

y

ladirección

delacasa, y losasuntos

delacasa; y

como

yo

soy tan diligente, ¿estamos?

me

han dado una

comisión...

¿Y

paraqué?

Es

un

secreto. ¡Ea,

quede

usted conDios!

Espera, hombre.

Voy

de prisa.

Cuéntame

siquiera...

¡No! (Vase por elfondo.)>

Dím.ealmenos... quesi quieres, es

un

bagaje mayor.

Pues señor, en nuestrasfilas

ha

penetrado elterror:

¡cómo

ha

deser!

Preparémonos

á

emprender

la expedición paraTejas; ¿que

más

da

(25)

-> 28

ESCENA

IX

DICHO

y

CONRADO

CoNR. Pero

hombre,

¿qué hacesahí?

León

Estaba

echando

miscuentas

paraelviaje.

CoNR. ¿Para elviaje?

León

A

laprovinciade Tejas.

Mira

yo

voy

á

comprar

un

jamón y

frutas secas

paraelcamino,¿eh?

De

paso tomaré algunasbotellas...

CoNR. ¿Para qué?

León

Parabeber.

CoNR. Si

no hay

tal viaje.

León

¿Deveras?

yalo comprendo, habrásido

una mala

inteligencia de aquelbárbaro.

¿Eh?

CoNR.

No

taL

La

ordenqueél dijo, es cierta,

pero

hay

modo

de eludirla.

León

¿Escapándonos?

CoNR.

Nos

fuera imposible.

León

Puesentonces... CoNR,

Un

recurso de

mi

vieja:

esla

mujer

de

más

chispa...

León

A

ver, áver, cuenta, cuenta.

CoNR.

Esa

orden que has oído

hace sóloreferencia

álosespañolesque

son prisionerosdeguerra.

León

Pues,

y

nosotros, ¿qué somos?

CoNR.

Hombre,

por Dios, ten paciencia:

los mejicanosestán

exceptuados delapena,

y si

me

hago mejicano

no

entroen laley

y

me

dejan.

TjEón ¿Irías á renegar

de tu patria

y

tus banderas

anteel peligro? Conrado,

(26)

24

CoNR.

León

¿Me

creesá

capaz de semejantebajeza?

Pues

entonces, noteentiendo.

CoNR. Entrelasvarias

maneras

que

hay

paraser mejicano,

ya sabesquees

una

de ellas

casarse conmejicana:

León

¿me

entiendesj^a?

Ni

una

letra.

CüNR.

León

Cuidado

siestás

hoy

torpe.

Gracias, sigue.

CoNR. Si

me

dejas, tratarédehacerlo.

León

Callo.

CoNR.

Tengo mujer

que

me

quiera

y

me

caso,

y

tengo

hoy

mismo

cartadenaturaleza.

León

Mal

aconsejadojoven,

¿quién te

imbuyó

esasideas"?

Cuando

todo estepaís

lucha por su independencia,

¿túvas á dejarlatuya

en

manos

de

una

doncella?

Antesqueála Vicaría,

CONR.

áTejas,Conrado, áTejas.

Vamos,

veoque

no

hay medio

de

que

tecalleslalengua.

León

Ya

me

conoces, Conrado:

CoNR.

León

los absurdos

me

exasperan.

¿Me

dejas

que

acabe?

Sigue.

CoNR

¿Y

qué

dirás

cuando

sepas

queel casamientoesdefarsa?

León

¡Ahí CoNR.

León

¡Ah! Si

no

interrumpieras.

Vamos,

eso

ya

es distinto.

Pero, ¿y qué

mujer

sepresta

á serobjeto defarsa?

CoNR.

Mi

bienhechora.

León

CoNR.

¿La

vieja?

La

misma,

es la

mujer

quetiene el

alma

más

bella.

León

El

alma

sí, peroelcuerpo...

¿Y cómo

te las arreglas

CONK,

para...?

(27)

26

poco

ha

venidoá verla

elescribano delpueblo,

que

tiene

unas

tragaderas... capazdedarfe de queél

es hijo de

una

ballena; enfin, chico,

un

escribano

muy

tramposo.

León

Cosa nueva. CoNR.

Ha

extendido laescritura

y

sinpasarla siquiera

ni alalcalde nialregistro,

que

sabes que enesta tierra

sonrequisitosprecisos

para estarcasado en regla, la

hemos

dado

á Pancho, elcual

la

ha

llevado álacarrera

alseñorgobernador

convidándoleá la fiesta.

¿Qué

te parece?

León

Bien, sólo

que, hablándoteconfranqueza, eso de casarse,chico,

hasta enchanza

me

hacemella.

CoNR.

La

Providencia

me

ayuda.

León

Mira quelaProvidencia

daá veces unospetardos...

CoNR. Si

no hay

riesgo.

León

Dios loquiera. ¿Sabesquesenecesita

todo el valorde

un

atleta

paradecir corampopulo

soy

marido

una

vieja? CoNR. Pues yolaquierolo

mismo

que

á

mi

madre

siviviera.

León

Eso

está corriente,

y

puedes

querarla

como

á tu abuela.

CoNR.

Me

voy

á ayudarlaá hacer loshonores de la fiesta, (vase.)

ESCENA X

LEÓN

A

estaryo ensuposición,

(28)

-

26

No,señor; preferiría

el

pan

de laemigración.

Francamente,

me

hace mella

ese esfuerzo

sobrehumano,

un

joven

que

aldar la

mano

aprieta

un

siglo conella.

Es

una

barbaridad

hastaenchanza,

y no

loharía

porquesé quesoñaría

porlanoche, quees verdad.

ESCENA

XI

DICHO y PANCHO, que llega muy cansado y se sienta

Pancho

[VálganleDios,

qué

calor,

lo

que

hesudado y corrido!

León

Bien, Pancho,ya sé

que

has ido

á casa del gobernador.

Pancho

¿í

onque

yale

han

enterao á ustélos señores?

León

Sí.

Pancho

JNÍire usté, si

no

es pormí,

todo estabamalograo:

pero ya se ve, el

que

entiende

como

yo quelosé too,

hace las cosasde nióo

que nadie selasenmiende.

La

señora

y

el señor

me

mandaron

con

premura

quellevara

una

escritura

alseñorgobernador;

y

no

me

han

mandado

en balde,

porque al salirvi elpapel,

y vi

que

faltabaen el

el registro

y

elalcalde.

De

suerte queel

documento

que

me

dieron, era nulo;

mas

yo, que siemprecalculo, ¿quéte hago?

En

un

momento,

como

Dios

me

ha

hechotanlisto,

corro al consistorio...

León

(Azorado.)

¿Y

qué?

Pancho

Nada, quetoo lodejé

arreglao.

(29)

- 27

Pancho

León

Pancho

León

Pancho

León

PaNCHOv

León

Pancho

¿No

conoce usté, señor,

que á nohaberlo yo

enmendao,

eranulo?

¡Desdichado!

Si

ya

estáenregla.

Traidor.

¿conquelohas puesto por obra?

Lo enmendé

y

creíacertar. Pues yotevoy á

enmendar

lacabeza, quetesobra.

¡Pero

hombre, no

sea usté fiera!

¡Vas á morir, asesino!

¡Válgame elCristo divino,

este

hombre

es

una

pantera!

(Vaseporlasegundapuertadelaizquierda.)

ESCENA

XII

LEÓN; luego

CONRADO

León

¡Le he de matarsindemora! ¡Cuandolo sepaConrado!... CONR. (saliendo.) • '

¡Chico,vengo entusiasmado!

León

(Aparte.)

(¡Cómo se lodigoahora!) Conr. Nuestra vieja

ha

conseguido

serlareina delsalón.

León

(Aparte.)

(Nosabe

aún

laextensión

delabismo en que

ha

caído.) Conr. Chico,

aun cuando

me

alborotes,

la

miraba

con placer.

¿Lo

creeiv.s?

León

Sí.Esta

mujer

tiene... dotes... tiene dotes. Conr. Tiene

mucha

inteligencia.

León

Mucha...y á cierta distancia...

Conr.

Y

además,

mucha

elegancia.

León

Y

además,

mucha

experiencia.

Ccnr.

Cuando

hablaes tandiscreta,

y

tiene

un

juiciotanrecto...

León

A

mi

me

ha hecho elefecto de

una mujer

muy

completa:

(30)

28

--CoNR.

En

elsalón

me

ha

ocurrido,

creerque erasuraárido.

León

¿Qué

efecto te hizo esa idea? '

OoNR. Tal vez tú no locreyeras:

me

causabatanto agrado,

que no

me

hubiera pesado ser su

marido

deveras.

León

¿Formalmente?

CoNR.

Te

respondo de

que

me

«ería igual.

León

]0h,filósofoinmortal!

abrázame, has

dado

fondo.

CoNR.

¿Qué?

LhÓN

Por

una

necedad deeseimbécil

mayordomo,

te

han

casado.

CoNR.

¿Cómo?

León

¡Cómo!

casándote de verdad.

CoNR.

No

te entiendo.

León

Pues yo creo

que

me

doy

bien á entender;

digoque tienes

mujer

y eres marido, y lauscleo.

CoNR. _ León, León,despacito,

porque esa

broma

raehastía.

León

Pues

amigo,

no

hay

tutía,

hascaído enel garlito.

CoNR.

Y

me

]odice de

un

modo...

León

¡Oye!

CoNR. ¡Tendríaquever.

que

esavieja!...

León

.

Tu

mujer

estáinocente de todo.

has tenidola

humorada

de darla escrituranula

áese Pancho,que calcula

envez de

comer

cebada.

Y

él, que con santa intención

lo

enmienda

todo de balde, fué alregistro

y

alalcalde á

que

tomaran

razón. CoNR.

¿En

dónde

está? (irritado.)

León

Ten

prudencia.

CoNR. ¿Prudencia yo? ¡Vive Dios!

¡Lo

menos

le partoen dos por primeraprovidencia!

(31)

29

ESCENA

XIII

DICHOS; ADELA, llorando

Adela

¡Despuésdeencargarle tanto

que

lo guardara! ¡León,

dejadnos! (VaseLeónrespetuosamente.

CoNR. (Aparte.) (¡Bueiiaocasión, para

venirme

conllanto!)

Adela

Conrado, no aciertoá fe

á hablarcon vos: no sé

cómo

decirosque elmayordomo...

CoNR.

Lo

sé, señora, lo sé.

Séque sin saberlovos,

sepermitió esemanejo;

y pues calloy

no

me

quejo...

Adela

No

importa, ¡biensabe Dios,

que nunca

habíapensado

que

pudiesellegar día

en quelapresencia raía

os hiciesedesgraciado.

¡Vos

no

os podéisfigurar

cuánta

amargura

me

dio!

CoNR. • (Aparte.)

(¿Qué apostamosá que yo

latendréqueconsolar?)

Adela

Veo

quevuestra existencia

se

ha

nublado deimproviso;

laProvidencialo quiso. CoNR. (Aparte.)

(¡Buenaestá la Providencia!)

Adela

Si por errores ajenos os he hechodesgraciado,

me

permitiréis, Conrado, que yolorepare almenos; porque desdelajornada en

que

lavida osdebí,

era obligación de

pagar

deuda

tan sagrada.

Mis cuidados,

mi

ternura,

no

os

han

faltado hasta ahora:

que

esoes poco...

CoNR. Señora,

(32)

- 30

Adela

ÍMo, señor;yo ansiaba alguna digna

y

honrosa

manera

de traspasaros siquiera

la

mitad

de

mi

fortuna;

temí

que

esto os humillara,

porque osconozco.

OoKR.

Os

advierto..,

Adela

Mas

no

quería,porcierto,

que

lapagaseistan cara.

Perohoy,

que

un

lazo siniestro

nuestro destino

ha

hgado,

puedo

deciros: Conrado,

todo lo

que

tengo, es vuestro.

CoNR.

No

loacepto.

Adela

¿Porqué no?

Nadie

me

L>impedirá:

vos,

no

tenéiS'

madre

ya, dejad quelo seayo.

Con

riqueza

y

juventud

á

España

podréis volver;

yo no

aspiro á merecer

más

quevuestra gratitud.

Allíencontraréis honores,

amigos, dichas, placeres,

y

aquellas lindas mujeres

que

inspiran tantosamores;

. yo...

me

quedarésólita,

gozando, sivosgozáis, contenta conqueescribáis

ála pobreviejecita

vuestros

amantes

desvelos;

laesposa

nada

sabrá;

estan vieja,

que

noestá

;-:yaen

edad

detenercelos.

CoNR. (Aparte.)

(¡A

que

me

va áhacerllorar!)

Adela

Pero si

un

díaenlavida

despiertael

alma dormida

lanecesidad de amar, en

que

algunaniñabella

osabsorba ensumirada,

y

vuestra

alma enamorada

no pueda

vivir sin ella,

aquel día desgraciado,

de

amoroso

frenesí,

(33)

si-no

me

maldigáis, Conrado;

no

hagáis que eldolor taladre

mi

alma

ensu sol postrero, porque Diossabe que os quiero

como

osquiso vuestramadre.

CoNR.

No

creáisnunca, señora,

que

yoos

vaya

á abandonar; yo

nunca

podré olvidar

quefuisteis

mi

bienhechora.

Y

ya

que

mi

buena

estrella

me

da

otra madre; yo que

tan ciego á

mi

madre

amé,

os

amaré

como

á ella.

Adela

Ya

veis,yo soy

muy

anciana;

no

he de contar

muchos

días. CoNR. ¿Vais á decirtonterías?

¡Si estáis

como una

manzanal

ESCENA

XIV

DICHOS; LEÓN, que sedirigeáConrado, yPANCHO,que se dirige áAdela

León

¡Chico, está llenalasala

degente

que

quiereirse

y

desea despedirse!

v/ONR. (Amostazado.)

Mándales

enhoramala.

Pancho

¿Tiene algo que

mandar,

señora?

(Adelaleseñala queno,y Pancho se marcha.)

CoNR. (aLeón.) ¡Tengo

una gana

deecharpor

una

ventana

á esetuno!

León

Has

de pensar

que

ha

servido á tumujer,

y

has deser

hombre

deseso;

ya

estás casado... CoNR. Poreso,

por esoloqu'ero hacer.

(Adelasehabrádirigido alfondo, al tocador.)

Adela

¡Lucía,Pachina! á ver,

¿qué es eso? ¿nadieresponde?

(Toca lacampanilla y entran tresdoncellas.)

(34)

32

León

León

CoNR.

León

CoNR.

León

CoNR.

Adela

CoNR.

Adela

(Aparte.) (¡Aquí es

donde

Cristo

empezó

á padecer!)

(MientrasAdela se dirige al tocador, fondo izquierda,

Leóncoge áConrado, llevándolo álabocadelaescena, derecha.)

Música

En

luchas desiguales

ganan

losbravos

las cruces laureadas

de

San

Fernando. ¡Animo,pues,

que

un

siglo tecontempla,

•luchacon él!

No

me

faltóbravura

nunca

enel

campo;

mas

no hay

valorquebaste

paraeste caso.

¡Tiemblo,pardiez,

desde lacoronilla

hastalospies!

Hablado

Conrado,

yo

me

retiro.

¿Tevas?

Lo

exigeel pudor.

Honra

á tupatria, y... valor,(vase.)

Estoy por pegarle

un

tiro.

Cuando

me

ve enlaagonía

me

encarga elvalor; quisiera

que en

mi

pellejoestuviera

áver

qué

valortendría.

He

aquí laamistad:

un

coro

defarsantes por sistema,

queos dejaenlahora

suprema

soloen las astasdeltoro.

(Bajando.)

Ya

deberéis suponer

que

no

habrávariación:

esaesvuestra habitación,

y

esta eslamía.

¡Oh, placer!

No

llaméis

nunca

ádeshora,

(35)

^

33

CoNR. Bueno;

no

tengáiscuidado,

hatta

mañana,

señora.

(Tomandola palmatoriapararetirarse.)

Adela

¿No

os quedáis

hoy

á leer

como

lasnoches pasadas? CoNR.

Es

verdad.

(Hay

las criadas,

que

no deben

entender...)

Ibahastael cuartoveciüo

á buscaralgo

moderno

queleer; pero este cuaderno

me

va á ahorrarelcamino.

(Cogeelcuaderno que Adela hatraídoen su primera

salidaysesientajunto álamesa, queestará en

pri-mertérmino derecha, mientrasAdela empiezasu

"toi-lette» eneltocador delfondo,tapada por sus tres

don-cellas.)

CONR. (l.eyendo.)

«Anécdotas delaguerra.»

Creo quetodas están

escritas devuestra

mano.

Adela

(Desdeel fondo.)

Solamente por

matar

eltiempo.

€oNR. Pues enlaletra

no

seos conocela edad.

Adela

¡Graciasl

CoNR. . «El

gaucho

celoso.»

Estalaconozcoyo. «Anécdotainteresante.»

Veamos.

«Al

empezar

»esta

campaña,

casó

»Adela de Monteorgaz

»con

un

noble mejicano,

; »de fortunacolosal;

»ella era niña

y

élviejo:

»le triplicabala edad.»

Un

enlace

como

elmío,

pocomenos, poco más. «Fanático elnobleanciano

»por lacausanacional,

»dejó sus

comodidades

»paraii á pelear

»contra las

armas

de España.»

(¡Maldito de Barrabás!)

«Su

esposa, queletenía

(36)

34

Adela

COKR.

Adüla

»y

que

conocía

que

era

»tocia lafelicidad

»deaquelnoble viejo, alverle

»irá cumplir conlealtad

»sudeber demejicano,

»nole quiso abandonar;

»y

aunque

niña

muy

mimada,

»sin quererescuchar

más

»quelavoz de su deber,

>dijo;

mi

lugar está »allado deac|uelá quien

»le di

mi

fe enel altar.»

He

aquí

un

tipoque

me

encanta^

ya

tengo curiosidad

deirlesiguiendo la pista.

«En un

encuentrotenaz

»y sangriento, enque

después-»de

un

díadebatallar,

»la división mejicana

«vencida

y

dispersaya,

»tuvo queceder el

campo,

»vino

una

balaá alcanzar

»alnoble esposo, queápoco »murió conserenidad

»en los brazosde su esposa

»bendiciéndola,

y

á

más

»

nombrándola

en testamento »suherederauniversal.»

Bienhecho, lomerecía,

¡pobrecillal

(Desdeelfondo.)Continuad.

«La

joven, quese vio entonces

»en completasoledad,

»y á cien leguas de sucasa.

»teniendoqueatravesar

»todo

un

país

ocupado

ȇcada paso porlas

»fuerzas indisciplinadas

»que entodas las guerrashay,

»conocióque su belleza

»podía serlefatal.»

En

eso

no

seengañaba,

los soldadossiempre

van

ácaza degangas,

y

en

este clima...

(37)

85

Adela

€oNR.

Adela

CONR.

C!oNR. Continúo.

«¿Qué

hizoentonces

»lajoven paraevitar

»losriesgos? Dobló sucuerpo,

»llenóde arrugassufaz,

»sepuso peluca blanca,

»yllegó á disimular

»su voz detalsuerte, que era

»una

vieja de verdad.»

Ni

al

demonio

se le ocurre

idea

más

singular

y

oportuna.

Era

laúnica

que

lapodíasalvar, porque elsoldado español

teme

menos

á

un caimán

queá

una

vieja.

¡Qué decís! Nada. (¡Qué barbaridad!

¡A

qué

horatanoportuna

me

ocurreel filosofar!)

¿No

continuaisV

Si,señora.

(aidecir esto,habrávuelto algolacara yhabrá visto á Adela, queestará de espaldas áél,frente altocador con lacabeza devieja aún.)

¡Calla! ¡mi

mujer

está

más

estirada que

cuando

se

ha empezado

á-desnudar!

¡Este es

un

efecto deóptica!

«Empezó,

pues,á viajar,

»cruzandoleguas

y

leguas

ycon

un

joven oficial,

»que á pesardeser

muy

listo

»no seleocurrió

jamás

»lasospecha

más

remota.»

Esto sí>que

no

es verdad.

No

hay

oficial en latierra

á quiense

pueda

pegar

un

chasco así; digo,á

menos

deser él

muy

animal.

Adela

¿Y

por qué?

<13oNR.

Toma,

porque él

lohabía deadivinar.

Adela

Amigo,

no

todostienen

vuestro talento especial,

y

no obstante, eldesenlace

(38)

36

-CoNR.

Lo

dudo, porquelas fábulas

no

me

sorprendenjamás.

Son

cuentos álos

que

dan

ciertobarnizde interés.

Adela

(Acercándose en elegante y sencillo negligé, y con voz

.de vieja, aún conlapalmatoria enla mano.) Leedlodespacio, pues:

buenas

noches, capitán.

CoNR.

Buenas

noches.

(En estemomento de volverla cara Conrado, ella se retiraprecipitadamente á su cuarto ycierra lapuerta. Conrado, comoherido de unrayo, suelta el cuaderno y da unviolento sacudimiento enla silla, sin saberlo

quele pasa.)

¡Quévisión!

(Registra conla vista el cuarto, y dirigiéndose á las doncellas.)

¿En

dónde

está

mi

mujer?

(Las doncellasle señalanquees la queacaba de

me-terseenelcuarto.)

¿Aquella?

No

puede

ser.

¡Dios mío! ¿Es

una

ilusión,

ó es

un

delirio insensai-o

que

mis

sentidosfascina,

conlacara peregrina

de aqueldivinoretrato? Aquellosrasgos que impresos conservo en

mi

corazón,

los suyos,los suyos son. (Empiezaágolpearlapuertade Adela.)

ESCENA

XV

DICHOS; LEÓN y

PANCHO

León

Hombre,

¿qué golpesson esos? CoNR. (Llenodeefusión.)

Que

es

mi

esposa angelical

la

que

tu pincelpintó.

León

(Lcmiraazorado yleponelamanoenla frente.) (Aparte.)

Ya

me

lo temíayo,

un

ataque cerebral. CoNR. Chico, estoy loco de amor.

(39)

37

León

CONR.

León

CoNR.

León

Pancho

León

Adela

León

CoNR.

Adela

Pancho

León

(Aparte.)

[Yleabraza! ¡Ay,pobreamigo!

(Gritando.)

¡Que llamená

un

sangradorl

¿Estásloco?

Por supuesto.

¿Pues á quienquieressangrar?

No

temas,

hay

que evitar...

una

congestión.

(Enestemomento sale Adelade su cuarto con la pal-matoria enlamano, quedejasobreunamesa, yalverla

LeónyPanchoquedanestupefactos.)

¿Quá

esesto?

Tengo

un

marido

glacial quequiere.separación,

y

aquella essu habitación

y

esta eslamía.

(aConrado.) ¡Animall (cayendoá suspies.)

No

lorepitáisjamás,

señora, por compasión.

Yo

osdaré

mi

corazón

y

mi

alma, ¿qué queréis

más?

Donde

vosestéis,allí

viviréyo prisionero. Conrado,yo sóloquiero

que

me

queráissiempre así

(aLeón.)

Habéisvisto siobré bien: ¿quiéntenía razón?

Con

estátransformación, Pancho,

cásame

también.

Música

Adela

De un

nuevo

sol

la

inmensa

claridad

viene

mi

vida

á iluminar.

Mi

porvenir

alladodelque

amé,

de

aromas

puras

es

un

verjel.

En

derredor

(40)

^

38 -^

y

elparaíso se

me

abreya. El

alma

fiel, álavoz deél, á

nueva

vida renacerá:

amada

soy,

no

cabeen

el placer,

muero

de amor,

muero

de

amor

por él.

p

^ 1

Todo

esamor,

y

"'!'^'

f todoesaquí placer;

p^°^

í elcorazón

ANCHO

^ respiraen

un

edén.

(41)
(42)
(43)
(44)

Referencias

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