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La educación como lugar teológico : la pedagogía de la esperanza como aproximación a la pedagogía teológica

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Academic year: 2021

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LA EDUCACIÓN COMO LUGAR TEOLÓGICO:

LA PEDAGOGÍA DE LA ESPERANZA COMO APROXIMACIÓN A LA PEDAGOGÍA TEOLÓGICA

AUTORA

GLORIA HIDALGO MARTINEZ

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE TEOLOGÍA

PROGRAMA DE LICENCIATURA EN TEOLOGÍA BOGOTÁ D.C

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LA EDUCACIÓN COMO LUGAR TEOLÓGICO:

LA PEDAGOGÍA DE LA ESPERANZA COMO APROXIMACIÓN A LA PEDAGOGÍA TEOLÓGICA

AUTORA

GLORIA HIDALGO MARTINEZ

Para optar por el título de Licenciada en Teología

DIRECTOR

LIBARDO ALIRIO HOYOS PEDRAZA

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE TEOLOGÍA

PROGRAMA DE LICENCIATURA EN TEOLOGÍA BOGOTÁ D.C

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ADVERTENCIA

“LA UNIVERSIDAD NO SE HACE RESPONSABLE POR LOS CONCEPTOS EMITIDOS POR LOS ALUMNOS EN SUS TRABAJOS DE GRADO. SOLO VELARÁ PORQUE NO SE PÚBLIQUE NADA CONTRARIO AL DOGMA Y MORAL CATÓLICA Y PORQUE LAS TESIS NO CONTENGAN ATAQUES O POLÉMICAS PURAMENTE PERSONALES, ANTES BIEN, SE VEA EN ELLAS EL ANHELO DE BUSCAR LA VERDAD Y LA JUSTICIA”.

REGLAMENTEO GENERAL DE LA PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA, ARTICULO 23 DE LA RESOLUCIÓN # 13 DEL 06 DE JUNIO DE 1964

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CARTA DE AUTORIZACIÓN DE LOS AUTORES (Licencia de uso)

Bogotá, D.C., 13 – 09 - 2011

Señores

Biblioteca Alfonso Borrero Cabal S.J. Pontificia Universidad Javeriana Cuidad

Los suscritos:

GLORIA CELIA HIDALGO MARTÍNEZ , con C.C. No 59.827.366 , con C.C. No

, con C.C. No

En mi (nuestra) calidad de autor (es) exclusivo (s) de la obra titulada:

LA EDUCACIÓN COMO LUGAR TEOLÓGICO: La Pedagogía de la Esperanza como aproximación de la Pedagogía Teológica

(por favor señale con una “x” las opciones que apliquen) Tesis doctoral Trabajo de grado X Premio o distinción: Si No X cual:

presentado y aprobado en el año 2011 , por medio del presente escrito autorizo (autorizamos) a la Pontificia Universidad Javeriana para que, en desarrollo de la presente licencia de uso parcial, pueda ejercer sobre mi (nuestra) obra las atribuciones que se indican a continuación, teniendo en cuenta que en cualquier caso, la finalidad perseguida será facilitar, difundir y promover el aprendizaje, la enseñanza y la investigación.

(5)

En consecuencia, las atribuciones de usos temporales y parciales que por virtud de la presente licencia se autorizan a la Pontificia Universidad Javeriana, a los usuarios de la Biblioteca Alfonso Borrero Cabal S.J., así como a los usuarios de las redes, bases de datos y demás sitios web con los que la Universidad tenga perfeccionado un convenio, son:

AUTORIZO (AUTORIZAMOS) SI NO

1. La conservación de los ejemplares necesarios en la sala de tesis y trabajos de grado de la Biblioteca.

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electrónico, así como su puesta a disposición en Internet

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gratuitos, existiendo con ellos previo convenio perfeccionado con la Pontificia Universidad Javeriana para efectos de satisfacer los fines previstos. En este evento, tales sitios y sus usuarios tendrán las mismas facultades que las aquí concedidas con las mismas limitaciones y condiciones

X

6. La inclusión en la Biblioteca Digital PUJ (Sólo para la totalidad de las Tesis Doctorales y de Maestría y para aquellos trabajos de grado que hayan sido laureados o tengan mención de honor.)

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(7)

BIBLIOTECA ALFONSO BORRERO CABAL, S.J. DESCRIPCIÓN DE LA TESIS O DEL TRABAJO DE GRADO

FORMULARIO

TÍTULO COMPLETO DE LA TESIS O TRABAJO DE GRADO

LA EDUCACIÓN COMO LUGAR TEOLÓGICO: La Pedagogía de la Esperanza como aproximación de la Pedagogía Teológica

SUBTÍTULO, SI LO TIENE

AUTOR O AUTORES

Apellidos Completos Nombres Completos

HIDALGO MARTÍNEZ GLORIA CELIA

DIRECTOR (ES) TESIS O DEL TRABAJO DE GRADO

Apellidos Completos Nombres Completos

HOYOS PEDRAZA LIBARDO ALIRIO

FACULTAD TEOLOGIA PROGRAMA ACADÉMICO Tipo de programa ( seleccione con “x” )

Pregrado Especialización Maestría Doctorado X

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Nombre del programa académico LICENCIATURA EN TEOLOGIA

Nombres y apellidos del director del programa académico ALBERTO MUNERA DUQUE S.J

TRABAJO PARA OPTAR AL TÍTULO DE:

LICENCIATURA EN TEOLOGÍA

PREMIO O DISTINCIÓN (En caso de ser LAUREADAS o tener una mención especial):

CIUDAD AÑO DE PRESENTACIÓN DE LA TESIS O DEL TRABAJO DE GRADO

NÚMERO DE PÁGINAS

BOGOTÁ D.C. 2011 73

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Dibujos Pinturas Tablas, gráficos y

diagramas Planos Mapas Fotografías Partituras

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DESCRIPTORES O PALABRAS CLAVE EN ESPAÑOL E INGLÉS

Son los términos que definen los temas que identifican el contenido. (En caso de duda para designar estos

descriptores, se recomienda consultar con la Sección de Desarrollo de Colecciones de la Biblioteca Alfonso

Borrero Cabal S.J en el correo biblioteca@javeriana.edu.co, donde se les orientará).

ESPAÑOL INGLÉS Pedagogía Pedagogy Educación Education Teología Theology Praxis Praxis Transformación Transformation

RESUMEN DEL CONTENIDO EN ESPAÑOL E INGLÉS

(Máximo 250 palabras - 1530 caracteres)

Español

La educación como lugar teológico plantea que no solamente se trata de conocer o trasmitir el contenido de una disciplina académica o reconocer su entorno y contexto, sino que como hecho social debe traspasar los límites de un enseñar, haciéndose vida, es decir, que todo hombre y toda mujer desde su realidad se deben sentirse llamados y comprometidos en lucha para la transformación de su realidad en torno al plan salvífico de Dios.

Dios a través de su encarnación es el misterio del amor y la solidaridad con los excluidos de la tierra y con todos los agobiados por el peso de la opresión. La educación en el seguimiento de Jesús y a ejemplo suyo, es un hecho y un acto de solidaridad e inserción en el mundo de los empobrecidos, especialmente con los abandonados y esclavizados; de esta manera se podrá pensar superar las condiciones de deshumanización presente en el mundo, ser partícipe de las búsquedas y luchas cotidianas por cambiar esa sobrevivencia y la construcción de un vivir digno para todos y todas.

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English

Education as a theological place poses that not only are they aware of or able to transmit the contents of an academic discipline or recognize their environment and context, but as a social fact must go beyond the bounds of a teaching, becoming life, that every man and every woman since their reality should feel called and committed to fight for the transformation of its reality around the God's salvific plan.

God through his incarnation is the mystery of love and solidarity with the excluded from the land, and with all burdened by the weight of oppression. Education in the follow-up to Jesus and his example, it is a fact and an act of solidarity, of insertion in the world of the impoverished, in relationship to the other, especially with the abandoned and slaves; in this way can one think about overcoming the conditions of dehumanization present in the world, participate in the searches and struggles to change that survival for the construction of a live worthy for all.

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AGRADECIMIENTOS

Agradezco en primer lugar a l Dios de la vida y de la Historia por todo cuanto me ha donado, sin Él nada es posible.

En segundo lugar agradezco a la facultad de teología y a través de ella a la Pontificia Universidad Javeriana, a mis profesores que a lo largo de mi formación teológica me brindaron sus mejores aportes en lo humano, espiritual y profesional.

También agradezco a mis padres Matilde Martínez y Pedro Hidalgo por sus enseñanzas en la verdad y honestidad, valores que me inculcaron y hoy inspiran mi actuar diario

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DEDICATORIA

Dedico este trabajo a todos los maestros y maestras que desde su testimonio, su acción pedagógica y su entrega buscan transformar la sociedad, posibilitando en ella prácticas de inclusión, tolerancia y valoración por la dignidad humana.

A Libardo Hoyos, maestro compañero de camino y de búsqueda en mi formación humana, espiritual y profesional.

Igualmente dedico este esfuerzo a mis profesoras y profesores, a mis compañeros de carrera y amigos que han ayudado e inspirado a la investigación profunda de la teología para desde ella hacer una propuesta fundamentada en la pedagogía de la esperanza que genere nuevos educandos que le aporten otras perspectivas más esperanzadoras a nuestra sociedad.

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TABLA DE CONTENIDO

INTRODUCCIÓN……….7

DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA………..12

FORMULACIÓNDELPROBLEMA……….14

JUSTIFICACIÓNEIMPACTO………..15

OBJETIVOS GENERAL……….17

OBJETIVOS ESPECIFICOS……….17

MÉTODO………..18

CAPITULO I PRESUPUESTOS DE LA EDUCACION COMO LUGAR TEOLÓGICO 1. LA ANTROPOLOGIA COMO PUNTO DE PARTIDA DE LA EDUCACIÓN Y DE LA TEOLOGÍA………20

1.1.Preliminares generales de la educación como hecho social……….20

1.1.1. La Educación………20

1.1.2. La Pedagogía………...22

2. LA ANTROPOLOGÍA EN LA EDUCACIÓN Y LA TEOLOGÍA………...24

2.1. La Antropología desde la Filosofía………..27

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CAPÍTULO II

LA EDUCACIÓN Y LA PEDAGOGIA COMO LUGAR TEOLÓGICO

1. LA EDUCACIÓN COMO LUGAR TEOLÓGICO ………36

1.1. La educación como lugar teológico………36

1.1.1. El Lugar Teológico……….39

1.1.2. El Conocer Teológico……….42

1.1.3. El Hacer Teológico……….44

2. LA PEDAGOGIA TEOLÓGICA COMO PRAXIS DE LA EDUCACIÓN……47

1.1. El Padre y su pedagogía como fuente de amor………49

1.1. El Hijo como prototipo de amor, vida y esperanza………50

1.2. El Espíritu fuente de nuestro ser y actuar………...52

CAPITULO III LA PEDAGOGÍA DE LA ESPERANZA COMO APROXIMACIÓN A LA PEDAGOGÍA TEOLÓGICA 1. LA PEDAGOGÍA DE LA ESPERANZA DE PAULO FREIRE……….54

2. UNA PRAXIS DE LA PEDAGOGÍA TEOLÓGICA……….61

3. LA ESPERANZA EN LA EDUCACIÓN COMO LUGAR TEOLÓGICO……..63

CONCLUSION ... 66

(15)

7 INTRODUCCIÓN

Este trabajo se realizó con el fin de introducirnos desde la teología en la educación como hecho social y hacer una nueva lectura de la educación definida en este proyecto como lugar teológico, así, al adentrarnos desde la mirada teológica se busca abrir nuevos caminos para acceder a la sociedad, donde sea posible ver el tipo de hombre que se está formando y para qué tipo de sociedad se está formando, por consiguiente cómo Dios se está revelando en la sociedad y para qué tipo de hombre y mujer se revela. De esta manera igualmente poder interpretar las nuevas necesidades y los nuevos desafíos que hacen parte del hombre y la mujer del mundo contemporáneo, donde desde esta nueva relectura se busca dar una respuesta a la educación como lugar teológico tanto a nivel social, cultural, político y religioso.

Desde esta perspectiva entonces, la educación como hecho social y definida como lugar teológico es un paradigma para la teología, en el sentido de que servida de ciencias tales como la antropología, la filosofía y la pedagogía, sirven como soporte para que a la hora de ponerse en dialogo se promueva una nueva mirada a la educación, que se la pueda entender desde una propuesta que esté orientada siempre a la dignificación y reconocimiento de cada persona, cultura, sociedad según sea su realidad, en la que prevalezca y se haga vida el encuentro con el otro y por su puesto el verdadero encuentro con Dios.

No obstante, sabemos que la educación es entendida como la disciplina que tiene como función la formación del hombre y la mujer, por tanto son parte fundamental de la educación como lugar teológico, lo cual es de gran importancia abordar al hombre y a la mujer desde la antropología, por eso se la desarrolla en el capítulo primero, donde nos muestra cómo a lo largo de la historia humana ha estado presente la necesidad de darse una respuesta a la razón de su existencia; el ser

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8 humano ha estado en busca de una respuesta que le de sentido a su razón de ser en el mundo y será la filosofía la primera ciencia que desde grandes pensadores ha buscado dar respuesta a ello.

La filosofía desde diversos pensadores busca dar respuesta a la naturaleza del ser humano, sostendrá que se debe partir desde su propia auto-comprensión para así poder dar respuesta de su existir, el ser humano como ser pensante, donde es la razón el punto de partida que lleva al conocer humano y dar respuesta de sí mismo para así mismo poder dar razón de todo aquello que lo rodea, pues si se auto-reconoce será posible comprenderse y poder salir a dar razón a los demás del porqué de su existir, qué le da verdadero sentido a su existencia. La razón entonces es el primer elemento en la filosofía para poder acceder al conocimiento humano.

Tomando también este interrogante desde la mirada de la antropología teológica sobre el sentido del existir humano, esta da una nueva mirada y una nueva respuesta a esa pregunta que parte primordialmente por traspasar los umbrales de la razón y comprenderlos desde el ser absoluto que se revela en la historia concreta del hombre y la mujer, dando de esta manera un nuevo sentido al existir humano, esto es posible siempre y cuando haya apertura y acogimiento de esa revelación de Dios que se da en nuestra cotidianidad, es decir a partir de la relación que se da con el otro (a), los otros (as) y con todo aquello que hace parte de nuestro existir humano.

En el capítulo segundo abordamos la educación, estableciéndola como lugar teológico, es decir, donde sea posible concebir un lugar de encuentro e incorporación, que este acorde según el plan salvífico de Dios revelado a través de su Hijo Jesús, de esta manera no se puede concebir la educación como un simple enseñar o transmitir unos conocimientos a “quienes no saben”1, sino que

1

Cf. Freire, Paulo. Pedagogía de la Esperanza: Un recuentro con la pedagogía del oprimido. Siglo XXI editores, México, 1999.

(17)

9 va más allá para así mismo dar respuestas coherentes y concretas frente a los diferentes cuestionamientos que le hace permanentemente el mundo contemporáneo.

La teología como disciplina al hacer una lectura de la educación desde sus presupuestos teológicos debe por tanto, proporcionar desde cada realidad elementos necesarios para acceder a la eterna revelación de Dios en el mundo, reconociendo y valorando a los otros como esa eterna revelación de Dios en la humanidad, pues sin ese reconocimiento y valoración no es posible alcanzar la plenificación humana ni acceder al plan salvífico de Dios. No debe por tanto, existir espacio alguno para medir a las personas por lo que tienen sino por lo que son, se debe apuntar siempre por acabar una realidad que esta desafortunadamente priorizando el factor lucrativo, que desencadena así toda injusticia, pobreza, marginación y sometimiento; aportando cada día más para que los pobres pasen de ser pobres a ser miserables, los marginados a dejarlos olvidados y los sometidos pasen a ser esclavos; llevándonos de esta manera a ser manejados al antojo de un sistema que únicamente busca sus propios intereses y bienestar sin importar la suerte de quienes son explotados, marginados u olvidados.

En el tercer capítulo de lo desarrollado en los dos capítulos anteriores vemos como la pedagogía de la esperanza es aproximación a la pedagogía teológica, puesto que desde estas dos posiciones vemos la urgencia que hay por redimir a quienes de una u otra manera son desconocidos en la sociedad, se desconoce su identidad y por tanto se desconocen sus derechos como seres humanos. Paulo Freire desde su método pedagógico ve que es posible crear conciencia en el pueblo para que dejen de ser esclavos y sometidos al poder político y social, dando así una nueva propuesta que marcaría el hacer y el ser de la educación; de esta manera se establece una educación más abierta, más dinámica, más comprometida con la formación del educando junto con el educador; nace o mejor dicho se da origen a una nueva propuesta educativa logrando de esta manera una

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10 adecuada y acorde formación del pueblo, cultura y de la sociedad de acuerdo a los presupuestos pedagógicos del maestro Paulo Freire.

Desde esta misma dinámica al hacer la lectura de la educación como lugar teológico, se busca igualmente rescatar al pueblo del sometimiento y la esclavitud, reconociendo en ellos no solo los derechos que se les ha sido negados, sino también darle un nuevo sentido del porque cambiar realidades de pobreza, injusticia, marginación y sometimiento, pues sino se parte desde bases que ayuden a superar todas las adversidades que se presentan no será posible encontrar ese verdadero sentido de lucha y superación, por ello se hace necesario dar a conocer al Dios que se revela en cada persona en cada realidad, presente por medio de una praxis liberadora e histórica que se hizo vida a través de la persona de Jesús, enseñándonos desde su vida que no solamente se trata de reconocer a los demás en el espacio y el tiempo del mundo, sino que es necesario que ese yo y tú trascienda2 para garantizar el auténtico encuentro y reconocimiento con Dios y así hacer posible el pensar una nueva sociedad.

En resumen, la verdadera identidad, el verdadero ser del hombre está dado por el encuentro con las personas, el encuentro intersubjetivo que se constituye en yo y en tú. De ahí que ese encuentro intersubjetivo se interpreta como una especie de apertura a Dios, de tal forma, que la relación con el tú está vinculada necesariamente con la relación con el Tú absoluto, en este caso con Dios que se auto-dona a la humanidad entera3. En este orden entonces, al asomarnos a la educación como lugar teológico, por tanto como lugar de formación y desarrollo del hombre y la mujer según sea su realidad, debe partir del reconocimiento de sí, de la aceptación de que su realización plena está en torno a los otros, de igual forma de la capacidad que tiene todo ser humano para comprenderse con Dios,

2

Cf. Gevaert, Joseph. El problema del hombre.: Ediciones Salamanca, Sígueme, 2008. pág. 39 3

(19)

11 para así hacer vida su propuesta salvífica y no descansar hasta lograr acoger y propiciar una nueva mirada a la realidad donde sea posible ese verdadero compromiso estableciendo el verdadero encuentro del hombre y la mujer dando un nuevo sentido a su existir humano.

En este sentido la educación como lugar teológico hoy, debe recurrir para conformar una verdadera educación con el fin de conseguir la comunión con los demás y con Dios Padre que con su gracia de salvación se entrega constantemente al ser humano. Así mismo desde Cristo que es modelo de entrega y de encuentro siendo su única finalidad el dar a conocer a Dios como manifestación única de amor para todo hombre y toda mujer que estén en disposición y concientización de recibir su propuesta de vida. Lo que significa que la propuesta de la de la educación como lugar teológico es lograr humanizar no sólo a la persona, sino también a toda realidad actual para hacer posible el encuentro con Dios y con Jesús.

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12 1. TITULO DEL TRABAJO

LA EDUCACIÓN COMO LUGAR TEOLÓGICO:

LAPEDAGOGÍADELAESPERANZACOMOAPROXIMACIÓNALAPEDAGOGIA

TEOLÓGICA

2. DESCRIPCIÓN DEL PROBLEMA

La aproximación a la educación, nos exige volver la mirada sobre el tipo de hombre y el tipo de sociedad que se quiere construir. La educación es un hecho social, porque el educarse es el conducirse de una determinada manera dentro de una determinada sociedad. Desde mi real saber y entender, si nos acercamos a la escuela constatamos que estamos viviendo y recibiendo una educación que no contribuyen para que la comunidad educativa haga un análisis crítico frente a la realidad social, cultural, religiosa y por supuesto educativa; llevando así al olvido de la esencia propia de la pedagogía, la cual es: la reflexión sistemática de la educación, es decir del tipo de hombres para el tipo de sociedad a la que le apostamos.

Las diversas disciplinas del pensar humano tienen que responder a las preguntas que le formula la educación y que exige tanto respuestas como ajustes de las mismas disciplinas o ciencias. Esto es necesario porque se está educando desde una perspectiva que no se permite cuestionar su realidad. La teología como disciplina tiene que responder a esta exigencia de la sociedad que se conduce y espera de este saber una palabra desde su tradición.

Para este modesto acercamiento, nuestro trabajo de investigación estudiará la praxis educativa como lugar teológico; partiendo desde la reflexión antropológica que busca fundamentar el tipo de hombre y el tipo de sociedad que deviene de la revelación de Dios en la historia; luego introduciéndonos en la educación desde la

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13 mirada teológica, donde sea posible a partir de esta nueva lectura un nuevo reflexionar de la educación como hecho social para proporcionar nuevas alternativas salvíficas que vayan en orden al plan salvífico de Dios, es decir que estén acordes a la igualdad social, justicia y libertad, y que además responda positivamente frente a los desafíos que están presentes en el mundo actual; por último reflexionaremos a partir de la propuesta de educación liberadora del pensador Paulo Freire, porque creemos que su visión arroja luces sobre los grandes problemas del hombre y la educación, a saber, la injusticia, la pobreza, el dolor, la opresión y desigualdad. Consideramos que la propuesta que hace el profesor Freire nos permite contrastarla con la propuesta que deviene de la antropología teológica y por su puesto con la educación leída como lugar teológico, finalmente se concluye desde todo lo realizado, como a partir de esta lectura es posible la formulación de una educación más liberadora acorde a la propuesta salvífica hecha por Dios y revelada por su Hijo Jesús.

La teoría de Freire enfatiza lo que él llama, líneas de acción, entendidas como compromiso por restablecer al hombre y a la sociedad, que a través de un proceso educativo, piensen, reflexionen y decidan gracias a los aportes de verdaderas prácticas emancipadoras que a ejemplo de maestros como Paulo Freire, nos invita a realizar una re-lectura de su obra “Pedagogía de la Esperanza”; con esto se busca una nueva alternativa para fomentar en el formando el verdadero sentido y valor de su existencia y de su entorno, así, formar hombres y mujeres capaces de sobreponerse a lo contradictorio de la realización humana en el mundo. La crítica que hace Freire desde su pedagogía de la liberación y pedagogía de la esperanza, se dirige a repensar y a proponer nuevas alternativas de formación total del hombre, de sus múltiples horizontes y perspectivas de vida.

Entonces, desde lo dicho anteriormente, se sabe que afrontamos todo un reto académico desde dos perspectivas fundamentales, lo teológico y lo pedagógico, pensar, reflexionar, analizar, investigar y proponer nuevos aportes que desde la

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14 teología, nos ayude a posibilitar otras prácticas pedagógicas más humanizandoras y liberadoras porque nuestra sociedad necesita de personas que le apuesten a su integridad, que se pueda hablar de una concientización realista para apostar por nuevas perspectivas de vida donde se haga posible lo imposible.

3. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA

La educación es un hecho social que busca transformar y configurar al hombre y a la mujer según sea su necesidad, es decir que cada disciplina “forma” desde su saber especifico a la sociedad, por tanto, por ser gestoras de la formación humana cada disciplina tiene el compromiso, no solamente de dar unos conocimientos, sino que deben ser partícipes principales por procurar “formar” personas que vayan de acuerdo a los diferentes desafíos que demanda el mundo actual; ser personas cuestionadoras y cuestionadas, dando respuestas que lleven a la verdadera dignificación humana, reconociendo así su ser de personas que actualmente se está olvidando, pues el ser humano ha pasado a ser un objeto más para manejar y manipular sin importar las consecuencias de ello; así entonces el transformar y configurar no es otra cosa sino el incorporase en la lucha de trabajar por un mundo más humanizado e igualitario donde a todos y a todas se les reconozca su valor humano y que solo unos pocos gozan de ese reconocimiento y de esos derechos.

Ahora bien, sabiendo que la teología hace parte fundamental del mundo de los saberes y busca desde la reflexión la emancipación del hombre que a ejemplo del Dios revelado en Jesucristo, establece nuevas alternativas donde a partir de su pedagogía teológica busca acompañar los procesos de dignificación identificando nuevos paradigmas sociales que sean coherentes según las principales necesidades del ser humano; la teología enfocada desde este hecho social debe ser respuesta frente a las preguntas que el mundo contemporáneo le hace.

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15 De esta manera entonces, al tener por hipótesis que la educación es lugar teológico, se busca establecer cómo se está contribuyendo y haciendo posible la formación de una nueva sociedad, que no sólo se limite a responder por los desafíos presentes en el mundo actual, sino a ser protagonista para concretizar estos ideales. Entonces, a partir de lo dicho anteriormente surgirá nuestra pregunta investigativa:

¿Cómo establecer la educación como lugar teológico, y a partir de ello, es posible determinar que la pedagogía de la esperanza es aproximación de la pedagogía teológica?

4. JUSTIFICACIÓN E IMPACTO

Las razones y motivaciones que me llevaron a realizar la presente investigación están centradas en la necesidad de promover una educación más liberadora y más crítica que busque otros procesos formativos como el incorporar y seguir haciendo vida la pedagogía propuesta por Jesús de Nazaret, que parte por el reconocimiento y dignidad que cada persona tiene sin importar su condición social, política, cultural o religiosa, llevando así a una novedosa y verdadera propuesta pedagógica. Partiendo desde este hecho real y concreto es posible dar una nueva mirada a la educación como acto educativo que al parecer únicamente se está limitando a un simple teorizar y repetir unas prácticas utilitaristas que no responden a las necesidades humanas que con urgencia claman las nuevas generaciones, los nuevos retos que el mundo del conocimiento, de los saberes, de las tecnologías e informáticas requieren con suma urgencia.

Ahora bien, al ser parte de toda esta realidad, me lleva a cuestionarme y a tomar conciencia de que se hace necesario y urgente una nueva lectura de este hecho social, lectura que no esté limitada a enfocarse a unas prácticas educativas, sino que sea leída desde cada realidad presente en el ser humano; por ello y por ser

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16 una disciplina presente en la historia humana se hace esa lectura desde la teología ye que a su vez se la establece como lugar teológico en la educación, así entonces, se busca ser respuesta frente a los distintos desafíos que demanda el formar el tipo de hombre y el tipo de mujer según el tipo de sociedad que vayan acordes a las exigencias del Siglo XXI.

Pero, frente a esto se puede pensar que al hablar de ser respuesta a todos estos desafíos suena un poco pretencioso e incluso imposible de alcanzar, puesto que aparentemente no se tiene los medios necesarios que lleven a dar respuestas y transformen realidades que están en contra de la dignificación y reconocimiento humano de cada persona, por eso entonces, se hace necesario identificar desde que bases especificas se está haciendo esta lectura, y así mismo podernos orientar según sea necesario para poder alcanzar estos objetivos; tomando la educación desde la teología se explica desde dónde se está partiendo, puesto que al ser una disciplina, como se hace énfasis anteriormente, hace parte de la sociedad, pasando a hacer una base concreta que tiene como compromiso ser respuesta e igualmente ser cuestionadoras desde sus presupuestos a esa sociedad en miras de hacer posible lo que aparentemente pareciera imposible de alcanzar. Es así como la teología se centraliza en el hombre y la sociedad, se introduce en la realidad para dar respuestas fundamentadas en la creación y en la revelación plenificada en la presencia del Jesús revelado; esto permea la historia para transformarla y hacerla acorde al querer del plan salvífico de Dios. De esta manera se concretica la importancia de la teología en la educación como lugar teológico que a través del dato revelado nos da a conocer una nueva pedagogía que da realmente respuesta a todo desafió presente a lo largo de la historia humana.

De esta manera entonces, se elaborarán las respuestas y cuestionamientos que posibiliten respuestas que liberen el pensar y el actuar del hombre que lo

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17 transforme a testimonio del Dios que se reveló para plenificar así, la existencia histórica del hombre.

Pretendemos aportar desde la lectura hecha de la educación como lugar teológico una reflexión y unas líneas de pensamiento en la que se haga vida la presencia del Dios revelado que tiene como centralidad el hombre, la mujer y con ellos la sociedad concretizando su proyecto salvífico a partir de lo testimoniado y enseñado en la persona de Jesús; impulsándolo de esta manera a ser agente transformador y liberador de su propia historia y la historia de los demás hombres.

5. OBJETIVOS GENERAL

Establecer la educación como lugar teológico, y a partir de ello, determinar que la pedagogía de la esperanza es aproximación de la pedagogía teológica.

6. OBJETIVOS ESPECÍFICOS

1. Establecer la educación como lugar teológico e identificar sus aportes en miras a alcanzar procesos de liberación acordes al plan salvífico de Dios.

2. Reflexionar la educación como hecho social a la luz de la pedagogía teológica posibilitando así, ser respuesta frente a los desafíos del mundo actual para generar nuevos aportes desde el hacer teológico.

3. Plantear cómo la pedagogía de la esperanza de Paulo Freire es aproximación de la pedagogía teológica y poder asegurar que es posible la construcción de “otro mundo”, para orientar alternativas de inclusión y participación.

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18

7. MÉTODO

La presente investigación la elaboraremos a partir del método hermenéutico, el cual es un modo de interpretar la realidad para hacer posible su transformación, pero para acceder a ella se hace necesario tener en cuenta sus textos, es decir su tradición; sus contextos que es la situación desde donde se hace esa lectura y su pre-texto que es la liberación, praxis y transformación de dicha realidad.

Al preguntarse por los contextos y del responder de los textos no es posible concebir otra finalidad diferente al encaminarse de los sujetos históricos por los rumbos que toman sus vidas y de sus acciones que son cuestionadas desde los contextos y que serán respondidas desde los textos. Finalmente se trata, entonces, de ubicarse a partir de la realidad concreta del ser humano, pues aquello que, en definitiva, muestran los textos y anhelan los contextos es un ser humano y un mundo posible diferente, en una historia menos injusta y menos cruel, en especial, con las víctimas, los derrotados y los pobres4.

Con este modo hermenéutico de ver la realidad, lo que se busca es la relación intersubjetiva que se establece en el texto-realidad en el proceso de la hermenéutica, la interpretación se opera cuando el lector-interpreta, aporta algo nuevo al texto-realidad, que ha leído, de modo que este texto adquiere una amplitud de significado para el contexto en el que se ubica en el momento de su comprensión. De esta manera entonces, es entendido el método hermenéutico teológico; el cual consideramos vital en lo que tiene que ver con esta investigación que pretende establecer la educación como lugar teológico a partir de la pedagogía teológica y la pedagogía de la esperanza de Paulo Freire, para aportar en la urgente construcción de nuevos modelos y por ende, de nuevas sociedades.

4

El método hermenéutico bajo sospecha –La notificación a Jon Sobrino. Theologica Xaveriana - vol. 57 no. 163 (453-470). julio-septiembre 2007. Bogotá, Colombia. Pág. 458.

(27)

19 Debemos tener claro que al hacer referencia al método hermenéutico se lo debe comprender desde la nueva hermenéutica que “señala el esfuerzo por rescatar el

presente, al aquí, el ahora, la esencial dimensión de historicidad del ser situado. Historicidad indica el movimiento humano en la historia, o la historia, en su dinámica y procesualidad de siempre. La nueva hermenéutica es, por eso, el correlato interpretativo del ser-ahí, del ser en devenir, del ser siendo, del acontecer del ser”5

.

Este será el gran aporte de la hermenéutica en cuanto analizar la educación como hecho social y leída como lugar teológico en contextos de alienación, repetición y manipulación de la educación; prácticas que bajo la inspiración del Dios revelado en su hijo Jesucristo, deben ser nuevas, sanadoras, liberadoras y salvadoras para el hombre que en nuestros contextos urge de unos modelos pedagógicos y unos compromisos desde lo teológico que lo ubiquen la posibilidad de consolidar unas estructuras sociales que no sean mediadas por el poder, la corrupción generalizada y la exclusión, sino que al contrario, se solidifiquen modelos de libre pensamiento y prácticas de igualdad de oportunidades para cada ser humano dignificado desde el evangelio, como fue el querer en su práctica, en su testimonio y en sus escritos del maestro Paulo Freire.

5

Parra Mora, Alberto S.J. Textos, contextos y pretextos teología fundamental. Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá D.C, 2005. Pág. 22 y 23.

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20 CAPITULO I

PRESUPUESTOS TEOLÓGICOS DE LA EDUCACIÓN COMO LUGAR TEOLÓGICO

1. LA ANTROPOLOGIA COMO PUNTO DE PARTIDA DE LA EDUCACIÓN Y DE LA TEOLOGÍA.

1.1. Preliminares generales de la educación como hecho social

1.1.1. La educación

Al hacer referencia a la educación sabemos que “…se ha de tomar como un acto

educativo que no se centra en propiciar herramientas necesarias para constituir otras herramientas pero con rostros de hombres. La educación, en su acto original,…se constituye como el camino preciso hacia la humanización del hombre, hacia la configuración del rostro humano”6

. Así entonces para que todo

proceso educativo cumpla con sus objetivos, se hace necesario reconocer que lo fundamental es la persona humana; no se puede hablar de acto educativo, sino no se reconoce a su formando como el centro y el fin de la educación; de esta manera se puede decir que la educación en sí misma es una propuesta antropológica, llevándonos necesariamente a partir desde lo antropológico estableciendo así, un sentido amplio del hombre y la mujer, y no perder vista ese centro y fin de la educación, que es el sujeto, pues constantemente este, pasa a un segundo plano teniendo como consecuencias fracturas que implica a todos los ámbitos dónde se realiza el hombre7.

6

Cf. Barba Cabrales, Christopher. La Fundamentación Antropológica de la Educación. Libro Anual del ISEE 2007. Pág. 242

7

Ibíd. Pág. 243 “…presupuesto antropológico, la educación se puede entender con un sentido amplio y no reducido. Cuando el ejercicio educativo se olvida de esta tarea fundamental, se da una fractura que repercute en todos los ámbitos donde el individuo se realiza: desde construirse una estrecha concepción de la

(29)

21 De esta manera entonces, la educación como hecho social, inserta por tanto en la sociedad según sea su realidad, se la constituirá como “…una obra de arte

centrada en el sujeto y en su formación como ser personal, así el educador es un artista que acompaña el camino para llegar a la meta que es el hombre educado (formado)”8

. Es decir, se confirma que el principio y fin de la educación es el

hombre y la mujer con todo lo que hace parte de su historia; la educación entonces vista desde esta realidad es un obra de arte, por lo que debe actuar como tal, haciendo uso adecuado de los medios necesarios, para al final “mostrar” su obra, es decir, haber logrado realmente la formación de hombres y mujeres competentes, críticos, sensibles y auténticos frente a realidades de opresión, marginación, injusticia y pobreza presentes en nuestro mundo actual.

Desde lo dicho anteriormente se confirma que para comprender la educación como acto que brinde a la sociedad una renovada y liberadora propuesta, se debe partir del reconocimiento amplio y profundo del educando, es decir, del reconocimiento de la persona humana para así mismo guiar su formación desde un concreto “saber” enseñar y así cumplir con las expectativas que van estrechas con el compromiso de todo educador de la formación del educando según sea su contexto.

Acorde a lo expuesto anteriormente, diríamos que la educación por estar inserta en la sociedad debe saber, desde dónde parte, para así mismo no desconocer a su formando como el centro y fin de su propuesta; igualmente sabemos que la historia humana está en constante dinamismo y por tanto, en constante transformación, lo que hace que la educación por ser parte de esa historia debe igualmente insertarse según esas exigencias y necesidades del mundo contemporáneo, teniendo en cuenta por su puesto sus contextos. De esta manera realidad hasta la conformación de toda una cultura alejada de la verdad en cuanto esta distanciada de los fines y por ello de los medios adecuados para realizar con verdad el acto educativo”.

(30)

22 entonces la educación debe contar con medios y herramientas necesarias para ser orientada e ilustrada logrando así su propuesta formadora del hombre y la mujer; así, cabe plantear la pedagogía como el medio necesario y reflexivo de la educación para realizar verdaderamente el acto educativo9.

1.1.2. La pedagogía

La pedagogía, se convierte en medio de la educación entendida como acto educativo para alcanzar sus objetivos; la pedagogía como complemento de la educación es la que guía e ilustra, contribuyendo así a que todo acto educativo colme y mejore las lagunas y deficiencias que se puedan presentar.

Recordemos que la pedagogía a lo largo de su historia ha sufrido grandes cambios y ha pasado por diversas formas de ser asumida, ha sido vista desde el arte, también fue considerada como una disciplina, como una ciencia e incluso como una filosofía de la educación10; pero a pesar de ser pensada desde diferentes ámbitos, siempre ha mantenido su esencia propia, es decir, ser “la reflexión de la educación”, puesto que desde ahí, es orientadora para no repetir errores como por ejemplo, pensar a la educación únicamente desde unos métodos que establecen que y como se debe enseñar. La misión de la pedagogía es ser opción para la educación en cuanto acto educativo y así encaminarse realmente a una transformación que lleve a una verdadera dignificación humana.

Otro importante aspecto a tener en cuenta de la pedagogía es, que al igual que la educación debe estar plenamente centrada en el hombre, así lo confirma el autor Luis Fernando Granados: “En el punto central de la pedagogía se encuentra el

9

Granados Ospina, Luís Fernando S.J. ¿Qué se entiende por educación y pedagogía?“Consiste en teorías sobre la forma de concebir la educación…la pedagogía no es la educación, su papel no consiste en sustituir a la práctica, sino en guiarla, en ilustrarla, en ayudarla, en caso necesario, a colmar las lagunas que pueden producirse en ella, y en paliar las deficiencias que en ella se puedan detectar”. pág. 5

10

Cf. Orrego Noreña, Jhon Fredy. La pedagogía como reflexión del ser en la educación. Caldas – Manizales, 2007. Pág. 37

(31)

23 hombre: él debe ser educando. La pedagogía, ciencia del espíritu no se dirige al hombre a manera de las ciencias naturales, es decir, como objeto problemático, investigable y básicamente experimental. Si así quisiera proceder, erraría

completamente su fin”11

. De esta manera se confirma que si la pedagogía no parte

desde la realidad humana, no es posible hablar de nuevas alternativas pedagógicas, pues se está olvidando de su razón de ser: El hombre y la mujer.

Continuando con esta argumentación conceptual, tenemos que la pedagogía podrá entender, criticar e interpretar para mejorar una práctica humana como es la educación12; siendo el hombre su razón de existir y en la cual se hace necesario que esté en constante renovación y constante estructuración, pues se hace necesario y urgente fomentar que la educación es la que forma; comprendiéndose como formarse aquel hombre y aquella mujer que se reflexionan y cuestionan como seres que puede trascender su existir, es decir que el sentido de sus vidas no se limite a una mera necesidad de sobre-vivir, sino que se encuentre la “necesidad” por vivir y alcanzar su plena felicidad, esto por su puesto en relación con los otros que son parte de nuestra historia. Así, tanto la educación como acto educativo y la pedagogía como mediadora de la educación son las herramientas necesarias que comprenderán cada contexto y realidad para transformarlo.

A partir de todo lo dicho anteriormente, queda concluir que tanto la educación como la pedagogía son en sí mismas propuestas antropológicas, desde preguntas como saber qué hombre y mujer educar; para qué educar al hombre y a la mujer; cómo educar a ese hombre y a esa mujer; y dónde educarlos. Siendo así necesario profundizar en lo antropológico por ser punto de partida frente a todo este planteamiento que se hace desde la educación como lugar teológico.

11

Cf. Granados Ospina, Luís Fernando S.J. ¿Qué se entiende por educación y pedagogía? Pág. 7

(32)

24 2. LA ANTROPOLOGÍA EN LA EDUCACIÓN Y LA TEOLOGÍA

El punto de partida que nos llevará a la educación como lugar teológico es sin lugar a dudas el reconocimiento del hombre y la mujer como sujetos de este lugar teológico; sujetos que están insertos en un hecho social concreto, el cual desde su realidad han estado a lo largo de la historia humana en constantes preguntas por el “ser” de su existencia, por ello entonces, se hace necesario recordar desde diferentes autores la concepción acerca del ser del hombre y por supuesto del ser de la mujer, para así tener claridad y saber desde dónde se educa y para quién se educa; de esta manera hacer una lectura de la revelación de Dios en la sociedad y así establecer nuevas propuestas que estén acordes a las nuevas exigencias que la sociedad busca alcanzar.

Vemos que la dimensión antropológica ha de ser de gran importancia en la medida que nos ofrece diversas perspectivas que dan sentido y fundamento no sólo en la lectura que se hace de la educación como lugar teológico, sino también en relación con sus diferentes campos educativos. De tal manera entonces, tanto lo antropológico, lo educativo, y por su puesto lo teológico están relacionados, permitiendo así una visión global respecto a la educación como hecho social y como lugar teológico, permitiendo hacer una nueva lectura que es leída desde la revelación de Dios concretizada a través de la persona de Jesús de Nazaret. De esta manera entonces, al comprender a la educación como lugar teológico se configura como un encuentro que abre posibilidades de releer este acto educativo desde la revelación de Dios, para así desde esa Revelación en la historia humana se sea respuestas frente a todas las preguntas que hacen parte del mundo contemporáneo. Esperando respuestas que le proporcione una verdadera transformación a la sociedad, es decir que esté acorde según la revelación de Dios en la humanidad.

(33)

25 Por tal razón, la antropológica se convierte en parte fundamental para la formación de toda sociedad, pues sabemos que la educación como hecho social presente en una determinada sociedad, cultura y contexto, que a su vez son posibles porque están formadas primordialmente por hombres y mujeres que desde su realidad dan vida a estos términos (sociedad, cultura, contexto). La educación como hecho social y leída como lugar teológico, además de no perder de vista al hombre y a la mujer como su principio y fin; debe también no perder de vista para que su propuesta parta siempre por estar acorde según el proyecto de vida que Dios nos ha confiado, proyecto que está enfocado en la unidad y por tanto en realización plena de la humanidad, sin olvidar la singularidad de cada cultura y de cada sociedad.

Ahora bien, recordemos que a lo largo de la historia humana siempre el problema del hombre y la mujer ha estado presente, y que solo a partir de esa misma historia se ha ido dando respuesta de ello, aunque como ya lo ha dicho Sócrates “el hombre está en constante búsqueda”, búsqueda que sin lugar a dudas es posible encontrar primero si se está en constante auto-comprensión, para luego si salir de sí y tener la capacidad suficiente de dar una respuesta de manera racional”13

, es decir que el hombre si solo auto-razona puede salir de sí para poder darse respuestas respecto al mundo, pero no debemos olvidar también que el hombre y la mujer no solo desde la razón se pueden comprender, sino que se hace necesario sobre pasar esa razón y comprenderse desde una nueva propuesta, propuesta que no se limite solo en el razonar, que lleva únicamente a encontrar una lógica de las cosas, lógica que al no tener ningún fundamento a dejado vacíos e inconformidades que se hacen incompresibles en el mundo actual, debido a que se han buscado respuestas desde nuestra limitada naturaleza, no siendo posible dar una respuesta “conforme” acerca del sentido de la existencia no solo humana, sino también del universo entero, por tanto, el hombre y la mujer siguen en búsqueda de esa respuesta.

(34)

26 Es entonces, como a partir de la teología en un hecho social concreto, como es la educación, se busca dar respuestas, ubicándose necesariamente en el comprender el porqué del existir del hombre y la mujer, cuál es el verdadero sentido del ser humano en el mundo; así, dentro de esta compleja realidad Dios se nos revela e invita para que conozcamos su nueva propuesta de vida, pero para ello debe el hombre y la mujer estar en disposición de escuchar y abrirse acogiendo su revelación y así encaminarse según la invitación que Dios nos hace, siempre y cuando se opte libremente de acoger o no esa propuesta.

Ahora bien, frente a lo dicho anteriormente de la relectura que se hace desde la teología en la educación como hecho social y viendo los diferentes conocimientos que están presentes en la sociedad se hace necesario “correr las fronteras hacia

el conocimiento posible, someter a revisión crítica los conocimientos adquiridos y avanzar hacia unos límites sin límite que bordean el conocimiento del ser infinito y del amor infinito”14

, dando respuestas que lleven a la concientización del hombre y la mujer para comprender y acoger su proyecto de vida; así se hace necesario entonces “seguir con búsqueda audaz, crítica y amorosa las huellas de Dios

presente en la verdad, bondad y consistencia de sus criaturas”15, esclareciendo de esta manera el tipo de hombre y mujer que se quiere formar y para qué tipo de sociedad se apunta llegar.

La constante búsqueda que el hombre hace de sí mismo, va encaminada no solo a dar razón de su existir, sino que además es responderse por su existir, que no esté limitado únicamente en el poder o en la riqueza, sino que vaya más allá, donde a partir del trascendente haya posibilidad de optar por vivir una nueva vida, vida que no se construye si no se está en relación de los que nos rodean y por su

14 Cf. PARRA, Alberto S.J Qué es investigar en Teología. Publicaciones Facultad de Teología. Pontificia

Universidad Javeriana, Bogotá D.C, 2007. Pág. 10

15

(35)

27 puesto en relación a ese ser trascendente que le da verdadero sentido a nuestro existir desde nuestra realidad.

De esta manera entonces y como lo anotaba anteriormente, para comprender la naturaleza humana se hace necesario para este trabajo indagar desde la filosofía, teología el problema del hombre; cuáles son sus propuestas y qué nos aportan para la comprensión de la verdadera esencia del existir humano.

2.1. LA ANTROPOLOGÍA DESDE LA FILOSOFIA

La historia de la antropología filosófica, como hace referencia Cassirer está cargada con las pasiones y emociones humanas más profundas. No se ocupa de un problema teórico singular, por muy general que sea su alcance, sino que se halla en cuestión el destino entero del hombre y reclama una decisión última. Desde este trabajo se tomará los aspectos más relevantes que pese a muchas contradicciones, ha sido importante el aporte que nos han brindado para comprender que el sentido del existir del hombre y la mujer se dan solo a partir de la huella que se deja en la historia humana.

Partiendo de pensadores como Sócrates cuando hace referencia al problema del hombre, aunque no hizo una definición concreta a la pregunta ¿Qué es el hombre?, si nos da grandes aportes, pues para Sócrates es claro que para acceder al conocimiento del hombre solo se hace a partir de su propio ser, de su propia razón, por tanto el hombre es un ser que está en constante búsqueda y dialogo para dar respuesta a su existencia “Sólo por la vía del pensamiento

dialogal o dialectico podemos acercarnos al conocimiento de la naturaleza

humana”16

. Para este filósofo entonces, solo la razón del hombre podía dar verdaderas respuestas a su existir, ya que si él no razonaba respecto a su

(36)

28 naturaleza no era posible dar razón de lo que lo rodeaba, ni tampoco era posible dar razón a quienes lo rodeaban de manera racional y responsable.

Citando a Ernst Cassier en su obra Antropológica filosófica, este considera que Sócrates entendía al hombre como un ser que poseía muchas cualidades y virtudes que lo hacían humano; cualidades y virtudes que para Sócrates están definidas en la bondad, la justicia, la templanza, el valor, etc.,17 y si el hombre era consciente de ello, entonces serían herramientas necesarias para llegar a la verdad de su naturaleza. Para Sócrates entonces, era claro que se llegaba a esa verdad a través del pensamiento y su razón.

Ahora bien, otro aspecto importante que hace referencia este autor y que sería complemento para dar razón de ese existir humano, fue la relación que debe tener en torno a los demás seres humanos para así entrar en diálogo reciproco, puesto que si este no existe, difícilmente se encontraran respuestas, pues, el hombre al ser una creatura que está en constante búsqueda y reflexión de sí mismo, únicamente al dar razón de su existir, y tener la capacidad suficiente de dar una respuesta racional, tanto para sí mismo como para los demás, se podría decir que entendió y llego a la verdad de la naturaleza humana, es decir que el hombre al dar una respuesta resulta un ser responsable, por tanto un ser moral18, porque para Sócrates el hombre solo a partir de la concientización y desarrollo de sus cualidades, podría llegar al verdadero sentido de su existir que además se realizaba en relación a los otros hombres, pero todo alcanzado desde la autonomía de su razón.

Lo que este gran filósofo nos aporta es saber que el verdadero conocimiento que el hombre debe hacer de sí mismo, parte desde su autoconocimiento, a partir de allí podrá entrar en relación y dialogo con los otros para comprender su existir. Definir al hombre no se trata de buscar respuestas fuera de su realidad sino desde

17

Cf. Ibíd. Pág. 20

(37)

29 su propia realidad y de abrirse en el trato con los otros, mirarlo y reconocer al otro

“la verdad es, por su naturaleza, la criatura del pensamiento dialéctico; no puede ser obtenida, por lo tanto, sino en la constante cooperación de los sujetos en una interrogación y réplica recíprocas”19

, es entonces que se debe entender la verdad

del hombre no desde lo externo como la riqueza, la posición social, lo intelectual, etc., no desde lo “empírico sino que se debe entender desde el acto social”20

así

pues, desde esta perspectiva se entiende al hombre como aquel que es posible conocer a partir de la constante reflexión y auto-reflexión que se debe dar en cooperación entre los sujetos.

Por otro lado, pensadores como los estoicos al referirse al problema del hombre, lo presentan como el ser que está en “profundo sentimiento de su armonía con la

naturaleza y, al mismo tiempo, de su independencia de ella”21; al encontrarse en

completa armonía no se entraría en conflicto, ya que el hombre era ubicado en el centro del universo y al estar en ese “centro” se encuentra en un completo equilibrio, que no sería interrumpido por ninguna fuerza exterior, esto se alcanzaría únicamente a través del mismo hombre, es decir a partir del “yo”, cuando ese yo haya dominado su interior, entonces será posible entrar en esa completa armonía y equilibrio que se da cuando a la vida, se le ha encontrado su verdadero valor, pero para ello hay que buscarlo en un orden eterno que no admite cambios.22

Así entonces, los estoicos ven que el sentido de la vida no se da desde lo externo, sino que está dentro, es decir parte de lo profundo del hombre que es eterno y que no es posible hacerle cambios, pues no hace parte del mundo de nuestros sentidos; este movimiento al igual que Sócrates, da respuesta a la naturaleza

19 Cf. Cassirer, Ernst. Antropología Filosófica. Editorial, Fondo de Cultura Económica, México. 1976. Pág. 21 20

Cf. Ibíd. Pág. 21

21

Cf Ibíd. Pág. 25

(38)

30 humana también desde la razón, aunque hay otros elementos importantes, pero no se aparta de concebir la existencia humana como propia de la razón humana. Por tal motivo, la filosofía medieval rechazaría esta posición, pues la razón era como el supremo poder del hombre, desconociendo así que ésta constituye una de las cosas más dudosas y equivocadas del mundo, por tanto no puede salir del misterio que la rodea. Para San Agustín “ese misterio es resuelto a partir de la revelación que se hizo mediante Cristo, únicamente a través de la revelación cristiana es posible acceder a la verdad y a la sabiduría”23

. A través de la posición agustiniana, se dan grandes aportes al problema del hombre, pero al mismo tiempo el hombre caería en un absolutismo total, pues, todo lo que devenía de lo trascendental en la humanidad, pasarían a condenar lo primordial en el hombre; es decir su alma, por eso así como el hombre es un ser de luz también pasaría a ser un ser de gran oscuridad24.

Es así entonces, como a lo largo de la historia humana, se ha buscado dar la mejor respuesta acerca del problema del hombre; filósofos como Descartes, Nietzche, Freud, entre otros, han hecho grandes aportes pero, ninguna de sus respuestas ha definido claramente este problema; lo que sí ha surgido claramente es la división de pensamientos, no solo en tiempos anteriores, sino que aún estamos en este dilema; como lo dirá Cassier no ha sido posible encontrar el método para organizar y unificar este material a pesar de tantos avances que se ha tenido en todos los campos de la ciencia como lo es la filosofía, la psicología, la biología, incluso la misma teología, para encontrar realmente una respuesta al complejo ser del hombre.

Después de haber hecho un rápido acercamiento a la antropología desde estas importantes posiciones es fundamental tener en cuenta que el hombre se debe reconocer como “…una criatura constantemente en busca de sí misma, que en

23

http://es.wikipedia.org/wiki/Antropolog%C3%ADa. Consultada 17 de mayo

(39)

31 todo momento de su existencia tiene que examinar y hacer el escrutinio de las condiciones de la misma, en esta actitud crítica respecto a la vida humana radica el valor de la vida”.25 El hombre debe identificarse como creatura finita que

siempre está en constante búsqueda de respuestas de sí mismo, que solamente puede encontrar esas respuestas mediante los que están a su alrededor y en comprensión de la revelación del ser trascendental, es decir con Dios, dándole así respuestas a muchas preguntas que estaban sumergidas en el misterio y la no comprensión del hombre desde su razón.

2.3 LA ANTROPOLOGÍA DESDE LA TEOLOGÍA

Al hablar de la teología como antropología, no es solamente hacer referencia del paso de un determinado sistema a otro, sino que va más allá; de esta manera se trata de entender a Dios desde la dimensión del hombre, ya que la realidad de Dios está en relación a la realidad del hombre, es decir que “la teología entonces

se moverá en el ámbito de una develación del sentido del hombre que integre su

trascendencia hacia el Absoluto en la concreticidad de su inmanencia histórica”26

.

Esto lleva a que el hombre necesariamente debe estar en disposición para que Dios se manifieste en él, haciéndolo parte de su historia, Dios no se revela en la inmediatez, Él se revela mediante los acontecimientos de la historia y del mundo. Como lo dice igualmente el Vaticano II: “las Escrituras ya no son limitadas a una

especie de verdades doctrinales, que son enseñadas en la iglesia, sino que se las presenta como la auto-revelación de Dios al hombre”27“…una auto-manifestación

de Dios, es decir, como el acto por el cual Dios se da a conocer a sí mismo a

25 Cf. Cassirer, Ernst. Antropología Filosófica. Editorial, Fondo de Cultura Económica, México. Pág. 21 26

Cf. Theologica Xaveriana. Teología como antropología. Nos. 68 y 69. Pontificia Universidad Javeriana - Facultad de Teología, Bogotá D.C, 1983. Pág. 261

(40)

32 través de su acción salvífica histórica”28

, no es el hombre entonces quien hace que Dios se le revele, sino que es Dios a partir de su amor absoluto quien se da a conocer, pero para que el hombre perciba esta revelación debe tener conciencia de ello, es decir que solo si hay una interiorización humana, en la que se comprende y acepta como un ser finito, necesitado por tanto de ese Dios que le da sentido a su vida, y que solo a partir de su fe que se manifieste en él y en su historia, será posible acceder a esa revelación divina.

Ahora bien, sabemos que Dios no se revela fuera de la historia humana, Dios está presente en ella, es por ello que para comprender su verdadera revelación se hace necesario partir de la Sagradas Escrituras, pues en ellas podemos ver claramente la manifestación de Dios a través de su acción y el testimonio de fe de quien ha recibido esa revelación, revelación que hoy por hoy se hace presente gracias a estos testimonios de fe que ayudan al creyente contemporáneo para que al releerlos descubra un nuevo sentido de dar respuesta a esa revelación desde su propia historia de vida.

De esta manera, podemos decir que a Dios se le conoce a partir de su acción creadora que es el universo y en el término de su acción histórica que es el acontecer humano29, el conocimiento de Dios no se lo puede limitar o concebir como algo que se puede cuestionar, Dios es más bien el ser que da respuestas a toda pregunta, es la explicación a toda cuestión acerca del hombre y del mundo, es decir a Dios no se le puede “conocer sino a través de nosotros mismos, de

nuestra propia realidad”,30

es decir, que no debemos pretender ver a Dios en lo abstracto y desconocido, sino que Dios se manifiesta en cada hombre y en cada mujer que hacen parte de nuestra existencia y nuestra historia.

28 Cf. Theologica Xaveriana. Teología como antropología. Nos. 68 y 69. Pontificia Universidad Javeriana -

Facultad de Teología, Bogotá D.C, 1983. Pág. 264

29

Cf. Ibíd.

(41)

33 Dios para cumplir su promesa, lo hace través de su hijo Jesús, quien se encarna en la historia revelándose y permitiendo desde nuestra condición humana conocer todos los rasgos divinos y humanos de Dios, donde se experimenta el verdadero ser humano. Esta experiencia de Jesús nos posibilita dimensionar la condición humana y a qué estamos llamados desde una opción de fe en el Dios de Jesucristo, como lo dice Gustavo Baena “Jesús de Nazaret es un ser humano que

piensa más en todo aquel que encuentra a su paso, que en sí mismo”31

; para Jesús sin lugar a dudas el ser humano es manifestación de Dios, es manifestación de su Padre, por ello se siente llamado y comprometido a ayudarlos y rescatarlos del estado de miseria y olvido en los que estos hombres y mujeres de su época se encontraban.

Así entonces, “la decisión y la radicalidad de ser abierto a todos los que

encontramos y sensibles a sus necesidades y carencias”32

lleva a lo que el autor llama solidaridad. Desde la persona de Jesús es posible pensar en un verdadero ser humano, que desea identificar a qué ha sido llamado; para saber, descubrir cuál es su misión desde una experiencia de fe en el acontecer histórico del mundo actual.

Para Jesús de Nazaret es fundamental revelar al padre, es decir, darlo a conocer desde su propia vida a través de su amor, de su perdón, de su opción por los marginados del sistema; esto quiere decir que Dios se deja ver en la persona de Jesús, revelándose y haciéndose historia en la historia de los seres humanos;

“Dios se hace presente en lo cotidiano de la vida del ser humano, él no prepara grandes eventos para acontecer, sino que lo hace a partir de lo más simple y sencillo”33

. Jesús es la posibilidad de conocer a Dios, y entendió cuál era su misión

a partir de hacerse hombre entre los hombres. Dios en su Hijo se acerca al condición humana para levantarla, y elevarla a la dignidad de hijos para hacerse

31

Cf.Baena Gustavo. Un ser tan humano como Jesús, pág. 2.

32

Cf. Ibíd.

(42)

34 participes de la gloria del Padre amoroso. De esta manera entonces Jesús, comprende a Dios, como el Padre "que se vacía de sí mismo en función de sus

creaturas, a pesar de las estrecheces de la creatura y de las consecuencias a las

que se expone por esto”34

. El hecho de que Jesús haya comprendido la revelación

de Dios como la comprendió hizo que su actuar sea distinto frente a los demás hombres y mujeres de su tiempo.

Por lo cual, Jesús no llega a imponer una nueva ley o a cambiar costumbres de su pueblo, Él sabe cómo debe actuar, para no violentar a las personas y así partir desde cada realidad en la que actúa “percibiendo a su Dios en los otros”;35 de esta manera entonces Jesús se hace parte del pueblo, comprendiéndolo y dando a conocer una nueva propuesta de vida, que lo hace mediante su propia experiencia de vida, se " vacía de sí" para ser coherente con lo que su mismo Dios hace en

todos36, así pues, vemos que la propuesta que Jesús va encaminada a un único

fin que es llegar a la felicidad plena de todo hombre y de toda mujer, en torno a su creador y a todos aquellos que hacen parte de su realidad.

Por consiguiente, la propuesta hecha por Dios al hombre y a la mujer, radica como lo decía anteriormente, en la búsqueda de su felicidad, dando de esta manera respuestas a las preguntas del porqué de su existencia. Es entonces que a partir de la persona de Jesús, los hombres de fe tenemos la alternativa de creer y aceptar la presencia de Dios en su Hijo; y esa presencia es la que Jesús el Hijo nos testimonia, nos revela y nos invita a aceptar en una totalidad disponibilidad y apertura a su mensaje y a su plan salvífico.

Es entonces, que para hacer posible el plan salvífico del Padre, Jesús penetra en la vida de los que están necesitados de su presencia, es decir de todos aquellos que tocan su vida, generando sentimientos que no son otros que el compromiso 34 Cf. Ibid 35 Cf. Ibíd. 36 Cf. Ibíd.

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