INTELIGENCIA VEGETAL
Materia: Etnobotánica
Profesora: Marisa Castro Cerceda
Alumna: Mª Graciela Coello Domínguez
INDICE
1.
Introducción
2.
¿Cómo responden las plantas a los estímulos?:
Tropismos, nastias y mecanismos de defensa.
3.
¿Tenemos alguna prueba que demuestre que
las plantas son más inteligentes de lo que se
piensa?.
4.
Experimentos que descubren una vida secreta de
las plantas.
5.
Algunas noticias sensacionalistas: la espectacular
danza de las plantas, las plantas tienen nuestros
cinco sentidos y quince más, descubren mecanismos
de visión en las plantas.
6.
Bibliografía.
1.-
Introducción
Cuando pensamos en las plantas, enseguida decidimos atribuirles dos características: inmovilidad e insensibilidad. Pero investigaciones científicas llevadas a cabo durante los últimos años han demostrado que las plantas son sensibles, es decir que están dotadas de sentidos. Es curioso, pero las plantas, que suponen un gran porcentaje de la vida en el planeta, podrían perfectamente vivir sin nosotros, en cambio nosotros sin ellas nos extinguiríamos en un breve periodo de tiempo. Es más, en el planeta Tierra existe tan solo un 0,3 % de vida animal y sin embargo solo un 3% de científicos estudian las plantas.
Los estudiosos de las plantas que se han dedicado a investigar sobre ellas se sienten fascinados por sus descubrimientos, estos hallazgos les confirman que las plantas son capaces de comunicarse e intercambiar información (entre ellas y con los animales), duermen, memorizan, cuidan de sus hijos, tienen su propia personalidad, toman decisiones e incluso son capaces de manipular a otras especies, entonces, ¿Cómo vamos a negar que también son inteligentes?. Su capacidad para resolver los problemas que se les presentan ha sido probada por los estudios mas recientes.
Este mundo singular de las plantas desde el rigor científico, es capaz de atraer la curiosidad y la atención de todo aquel que se quiera introducir e investigar el oculto, misterioso y enormemente fascinante mundo de las plantas, y todo ello para descubrir lo mucho que les debemos y, más aún, lo mucho que nos pueden enseñar.
De la mano de algunos científicos que han investigado la vida de las plantas, intentaré averiguar, aunque solo sea un poco, en qué consisten esos hallazgos con los que se encontraron los científicos e investigadores.
2.- ¿Cómo responden las plantas a los estímulos?: Tropismos, nastias, y
mecanismos de defensa.
Reaccionar a estímulos no implica sentir. A veces, al término “sentir” se le suele asociar a la capacidad de reaccionar a cambios ambientales, como cambios de luz, de humedad, de temperatura, de presión, etc., por ello en el ámbito de la electrónica, cuando se habla de sensores electrónicos lo que se quiere decir es que reaccionan fisicoquímicamente, no que tengan experiencias en una supuesta mente. También en el campo de la mecánica, cuando alguien dice que un neumático “sufre” al tomar una curva se refiere a que se desgasta el dibujo de su superficie, no a que el neumático tenga una experiencia de sufrimiento.
Si bien es cierto que las plantas no tienen sistema nervioso para sentir, al igual que un sensor eléctrico son capaces de reaccionar fisicoquímicamente ante cambios ambientales. Las reacciones de las plantas ante estímulos (tropismos) pueden clasificarse en los siguientes tipos:
_Reacción de las plantas a la luz: fototropismo.
En botánica, el heliotropismo es un tipo de fototropismo (reacción de un organismo frente a una fuente de luz) que comprende un conjunto de movimientos de los vegetales consistentes en dirigir las hojas y flores en dirección al sol. Leonardo da Vinci (1452-‐1519) fue quien describió por primera vez este fenómeno. El término actual “heliotropismo” fue introducido en el siglo XIX por A. P. de Candolle, para referirse al crecimiento del ápice del tallo hacia la luz. Sin embargo, el término heliotropismo es usado solamente para la atracción solar, que es diferente al fototropismo (o crecimiento heliodireccional), pues el movimiento heliotrópico refiere a un cambio temporal de orientación, revirtiéndose durante la oscuridad de la noche. El heliotropismo es en realidad una respuesta a la luz azul, de echo, si durante la noche una especie heliotrópica es cubierta con una cobertura transparente para el rojo, pero que bloquee la luz azul, la planta no se moverá en absoluto cuando el Sol salga. En contraste si se cubre con una cobertura transparente para el azul, la planta podrá orientarse hacia el Sol.
El ejemplo típico es el del girasol (Heliantus annuus). El movimiento es realizado por células motores en un segmento flexible justo debajo de la flor, llamado pulvinus. Esas células motoras se especializan en bombear iones K dentro de los tejidos, cambiando la presión de turgencia. El segmento se flexiona porque las células motoras del lado sombrío se elongan debido a los tejidos turgentes.
Otro ejemplo es el proceso de la fotosíntesis mediante el cual la energía luminosa se transforma en energía química estable, pero solo es una cadena de acontecimientos bioquímicos sin ningún tipo de voluntad ni evento mental asociado.
_Reacción de las plantas al tacto: nastias
El típico ejemplo es el de las plantas “carnívoras” que reaccionan ante un insecto cuando este (o cualquier otra cosa), debido a la tensión o presión realizada, se pasea por encima de ella y toca unos pequeños pelos que activan el mecanismo fisicoquímico que hace que la planta reaccione cerrándose; la planta no se cierra porque haya “pensado”, tengo hambre y he de comer. Por ejemplo, la venus atrapamoscas (Dionaea muscipula) posee una estructura de captura que está formada por la porción terminal de cada hoja dividida en dos lóbulos que contiene tres diminutos pelos sensitivos sobre la superficie interna. Cuando la posible presa hace contacto con uno de estos pelos la trampa se activa, pero solo se cierra si el contacto se repite en un pelo diferente dentro de los siguientes veinte segundos.
Otro ejemplo de reacción al tacto es el de la planta mimosa sensitiva (Mimosa pudica), la cual al mínimo toque de sus hojas, compuestas por numerosos foliolos, las mismas se contraen sobre el tallo, como si se cerraran,
con un mecanismo en la base, al mismo tiempo los tallos menores se dejan vencer por el peso. Es un mecanismo provocado por una osmosis . Entran iones de K (potasio), lo que provoca que el medio interno se haga hipertónico respecto del exterior y se produzca una turgencia. Dependiendo si dicha turgencia tiene lugar en las células flexoras o extensoras, los foliolos se abren o se cierran. Este es un mecanismo de defensa ante depredadores, puesto que al replegarse, en un gran porcentaje parece ser una planta mustia o marchita, (poco apetecible). También es un
mecanismo que sirve para no perder demasiada agua durante las horas de calor o para protegerse del viento reduciendo la superficie expuesta. Las hojas permanecen cerradas durante toda la noche.
_Mecanismos de defensa: reacción de las plantas a un daño en las hojas
En el año 2000, se llevó a cabo un experimento en Botsuana: introdujeron un número exagerado de antílopes en un gran parque, los cuales comenzaron a comerse
gran cantidad de hojas de acacia. A las pocas semanas muchos murieron y al cabo de seis meses habían muerto mas de la mitad, porque las acacias en su
,propia defensa aumentaron la producción de taninos en sus hojas al verse atacadas por tantos antílopes.
son las sustancias tóxicas, otras eligieron las espinas.
3.- ¿Tenemos alguna prueba que demuestre que las plantas son mas
inteligentes de lo que se piensa?
Es fácil darse cuenta de que las plantas tienen una sensibilidad especial a la luz y al medio ambiente en general. Sin embargo difícilmente podemos concebir que las plantas sean inteligentes, y es que, al nombrar la palabra inteligencia, pensamos siempre en la inteligencia humana y usar ese término en relación a las plantas, que carecen de cerebro, genera cuando menos polémica y una casi nula aceptación científica, pero es que tal vez su sensibilidad es un tipo de inteligencia que no siendo humana, la podemos entender como una capacidad de procesar información y adaptarse a los cambios y, esto si es fácil de ver y entender. Es inteligencia.
Desde este planteamiento podemos considerar al menos 10 pruebas que nos demuestran que son más inteligentes de lo que se piensa:
1.-
Las plantas se comunican con los insectos:
algunas plantas han evolucionado una estrategia de supervivencia que equivale a enviar una señal de pánico. Cuando las plantas de tabaco son atacadas por orugas despiden una sustancia química al aire que atrae a insectos predadores que gustan de alimentarse de las orugas. En algunos casos esos compuestos fragantes que nos seducen cuando recorremos un jardín, en realidad son la forma en que las plantas llaman a sus amigos insectos para que acudan en su ayuda.
2.-
Las plantas tienen memoria:
Recientemente un grupo de botánicos del Instituto de Nebraska realizó una serie de experimentos a través de los cuales comprobaron que las plantas son capaces de almacenar información , y remitirse a ella. Es decir, que poseen memoria activa y esta memoria les permite orientar su desarrollo evolutivo, por ejemplo en temporada de sequía las plantas recuerdan los efectos que les produjeron estas circunstancias de poco agua, y para la siguiente temporada son capaces de implementar ciertas medidas que las harán menos vulnerables a ese entorno hostil, en una palabra se preparan para afrontar las circunstancias por venir.
Por otra parte también se ha constatado que las plantas, parecen recordar ciertos cambios en la luz asociados con diferentes estaciones, que a su vez están vinculadas a la exposición a patógenos. Esta “memoria” les permite producir compuestos químicos solo cuando es el momento indicado, que les ayuda a protegerse de algunas pestes.
3.-
Las plantas crean redes de comunicación:
Esa verde “inteligencia” de la planta de la que estamos hablando, hace que no solo acudan los insectos (lo explicado con el tabaco) sino que también se ayudan entre si para evitar una amenaza. Las fresas, los tréboles y otras plantas crecen enviando mensajeros: vástagos horizontales que eventualmente se integran capilarmente a su estructura.
Estos centinelas, crean redes de comunicación entre plantas conectadas. Cuando una planta es atacada por un insecto, envía señal a las otras plantas advirtiendo a los miembros de la red para que puedan generar defensas que contrarresten a los invasores-‐ desde toxinas a químicos que les producen un mal sabor a los herbívoros.
4.-
Las plantas crecen de manera diversa en
respuesta al sonido:
maíz puede emitir y responder al sonido. Gagliano notó que las raíces de las plantas del maíz hacen una serie de clicks sonoros a una frecuencia de 220 Hz. Esta bióloga cultivó maíz suspendido en el agua y generó artificialmente sonido continuo a 220 Hz. Las plantas respondieron inclinándose a la fuente de sonido. Por el momento no se sabe el por qué las plantas desarrollan esta habilidad.
5.-
Las plantas miden el tiempo:
Las plantas no florecen sin ton ni son, sino que registran el paso del tiempo. Se han identificado una serie de proteínas que responden a la cantidad de luz a la que son expuestas, cuando reciben suficientemente luz en un periodo de 24 horas, estas proteínas emiten una señal que activa el ciclo del florecimiento.
6.-
Las plantas saben distinguir arriba de abajo:
No importa donde se las coloque, las plantas siempre dirigirán sus raíces hacia abajo, hacia la tierra. Es muy probable que perciban la gravedad.
7
.-
Las plantas saben distinguir quien es familia y quien no:
Como si sintiera el confort de sus seres queridos, la planta Impatiens pallida dedica menos energía a crecer sus raíces cuando está rodeada de sus familiares con los cuales comparte nutrientes. En la presencia de otras plantas no relacionadas genéticamente, estas plantas si aceleran a hacer crecer sus raíces.
8.-
Las plantas se avisan entre especies de la presencia de un enemigo:
La comunicativa planta del tabaco no solo se sirve de insectos aliados sino que también recibe señales de plantas, como la Artemisa tridentata. Cientificos han descubierto que cuando el tabaco habita cerca de esta planta, logra evitar ser devorada por herbívoros con mayor frecuencia y éxito, vía a una señal de la Artemisa, la cual hace que el tabaco fabrique compuestos químicos preventivos que hacen sus hojas menos atractivas para
sus depredadores. Artemisa tridentata
9
.-
Las plantas usan camuflaje
:
Mimosa pudica en vez de usar compuestos químicos, dobla sus hojas para que estas aparenten ser mas pequeñas y menos apetecibles, los herbívoros, que lo que buscan es una suculenta merienda, se irán a otra parte porque no les apetece una planta tan ruin y tan marchita, como logra aparentar la mimosa con su disfraz.
10.-
Las plantas modifican su tamaño en busca de la luz:
La bióloga Joanne Chory ha identificado una proteína que hace que las plantas crezcan mas cuando están confinadas a la sombra. Esta proteína, P I F 7, percibe la disposición de la luz alrededor de la planta – si la planta está en la sombra, hará que crezca más para poder encontrar el sol.
4.- Experimentos que descubren una vida secreta de las plantas:
Mónica
Gagliano, y Cleve Backster.
La Dra Mónica Gagliano The University of Western Australia, además de investigar con el maíz, como queda expuesto, siguió y sigue investigando en el campo de los sonidos emitidos por plantas y la percepción que otras plantas tienen de ellos.
están a su alrededor frenen el crecimiento. Colocaron el hinojo dentro de unas cajas que bloquean el paso de señales químicas y, comprobaron que las semillas de chile a su lado aminoraron el crecimiento de sus raíces . “El escenario del experimento, excluye totalmente la posibilidad de que sea otra condición medioambiental y no el sonido la que induce la respuesta”, añade la investigadora que para mayor fiabilidad repitió el experimento con 2.400 semillas de chile en 15 cajas obteniendo una y otra vez el mismo resultado: la semilla reacciona ante la presencia del hinojo, aún estando dentro de la caja, lo que indica que está respondiendo a una señal de algún tipo que no es ni lumínica ni química. “De alguna manera la planta identifica a su vecino, y sugerimos que puede ser gracias a información que recibe en forma de vibraciones acústicas”, añade Gagliano.
Cleve Backster, el prestigioso detector de mentiras que trabajaba en Nueva York, para una agencia estatal de EE.UU, en el año 1966 esperando que fuera la hora de dar una conferencia, en su oficina de la 5º Avenida se disponía a regar una planta que adornaba su lugar de trabajo y se le ocurrió pensar que es lo que pasaría si conectara directamente a la planta el galvanómetro de su polígrafo, la planta en concreto era una Dracaena massangeana. Lo que sucedería a continuación desataría un intrigante abanico de líneas de investigación: notó que al verter agua sobre la planta el galvanómetro registraba una reacción similar a la de una persona experimentando emociones. Backster sabía que el más intenso estímulo para generar una reacción
emocional en una persona es la noción de sentirse amenazada, así que pensó en exponer la hoja de esa planta a una situación de peligro inminente y observar la reacción; pensó en lo mas duro, quemarla, exponerla al fuego, y con mayor sorpresa constató que la planta había reaccionado bruscamente ante la sola idea de ser quemada. Tras un par de pruebas mas, intentó visualizar nuevamente la llama quemando la hoja, pero ahora no hubo reacción alguna, como si la planta supiera diferenciar entre una acción real y una fingida.
A partir de estos descubrimientos la carrera de Backster experimentaría un giro radical, ya que dedicaría la mayor parte de su tiempo a profundizar en la biocomunicación, abandonando eventualmente las labores que realizaba para agencias gubernamentales, entre ellas la CIA.
Tras esta decisión participaría en decenas de experimentos por demás intrigantes-‐ algunos se pueden consultar en el International of Parapsychology, por ejemplo “Evidens of a Primary Perception in plant Life” (vol.10.No.4.1968, PP 329-348).
cuidadas. Eventualmente a esta percepción y reacción de las plantas Backster llamaría “percepción primaria”.
5.- Algunas noticias sensacionalistas:
“La espectacular danza de las plantas”,”Las plantas tienen nuestros cinco sentidos y quince mas, “Descubren mecanismos de visión en las plantas”.La espectacular danza de las plantas
El profesor de biología de la Universidad de Indiana en Estados Unidos Roger Hangarter creó un sitio único, Plants in Motion o Plantas en Movimiento, en el que muestra procesos vitales de las plantas, captados en cientos de imágenes y durante semanas por cámaras especialmente programadas. Las fotos son luego ordenadas en sucesión y a velocidades específicas. En este sitio se pueden ver plantas “danzantes” que se estiran, doblan sus hojas y se mueven en círculos. Según un articulo basado en una entrevista al profesor realizada
por la periodista Alejandra Martins para BBC Mundo.
El sitio muestra por ejemplo el caso de la planta trepadora Gloria de la mañana, cuyas flores se abren temprano y viven apenas un día. Los tallos hacen movimientos circulares y cuando tocan un posible soporte reaccionan enroscándose, (tal debe ser el caso de nuestras judías de enrame).
Otro ejemplo en el sitio de Hangarter es el de un ramo de tulipanes comprados en un supermercado, que continúan estirándose y creciendo en un florero.
Un ejemplo común de estímulo mecánico al que responden las plantas, es el viento. Según el profesor de la universidad de Indiana. Las plantas no se estiran ni crecerán tanto, volviéndose mas cortas y mas fuertes para tener resistencia. El sitio de Hangaster recibe más de 10.000 visitas al día en distintas partes del mundo. El afirma:
Las plantas tienen nuestros cinco sentidos y quince mas
El neurobiólogo vegetal, Stéfano Mancuso, afirma que las plantas sienten mucho mas de lo que sentimos los animales, es una evidencia científica, no es mi opinión gratuita. Es ya una constatación universal que las plantas perciben los cambios eléctricos, el campo magnético, el gradiente químico, la presencia de patógenos. . .
Oyen y ven, aunque no tienen ojos y oídos como nosotros, pero perciben todas las gradaciones de la luz y las vibraciones sonoras.
Les gusta la música, ciertas frecuencias, sobre todo las bajas(entre los 100 Hz y los 500 Hz), favorecen la germinación de las semillas y el crecimiento de la planta hacia la fuente de ese sonido, que equivale a frecuencias naturales como la del agua que corre, pero hablar o cantar a las plantas, asegura, es perder el tiempo. Se ha descubierto que las raíces producen sonido y son capaces de percibirlo. Eso sugiere una vía de comunicación subterránea. Tampoco tienen nariz, pero su olfato y gusto son muy sensibles. Perciben las moléculas químicas, es su modo de comunicación, cada olor es un mensaje. Y tienen tacto, basta ver a cámara rápida como palpa una planta trepadora.
Se comunican con otras plantas de la misma especie a través de moléculas químicas volátiles, mandan por ejemplo mensajes de
El profesor Mancuso sigue explicando que las plantas se defienden de muchas maneras. Pueden aumentar sus moléculas venenosas o producir proteínas indigestas para el insecto. Muchas plantas al ser comidas por un insecto emiten determinadas sustancias para atraer insectos que los depreden. Estudios recientes demuestran que un naranjo o un limonero en flor actúa de diferente manera según la cantidad de polen que lleve el insecto. Si lleva mucho polen, aumenta en el néctar la cantidad de cafeína para activar su cerebro, para que se acuerde de esa planta y vuelva. Si lleva poco polen, corta la cafeína.
Este profesor afirma cosas como que: las plantas son altruistas, compiten con otras especies y cooperan si son del mismo clan. Pero hay algunos ejemplos extraordinarios en los que podemos hablar de un alto grado de altruismo. Hay una investigación muy hermosa (palabras de Mancuso) que se hizo hace unos 5 años en Canadá: se aisló a un gran abeto del acceso al agua, y los abetos de alrededor le pasaron sus nutrientes durante años para que no muriera. Las plantas son organismos sociales tan sofisticados y evolucionados como nosotros, asegura Mancuso
Otra declaración del profesor Stéfano Mancuso es la de afirmar que: en las plantas se observa el cuidado parental que vemos en los animales mas evolucionados, como es el cuidado de su prole. En un bosque denso para que un árbol recién nacido adquiera cierta altura para poder hacer la fotosíntesis y ser autosuficiente, han de pasar al menos diez o quince años durante los cuales será alimentado y cuidado por su familia.
Descubren mecanismos de visión en las plantas
Hace mas de medio siglo, Harry Borthwick, Sterling Hendricks y sus colaboradores del Centro de Investigaciones de Beltsville del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, descubrieron que las plantas contenían fotorreceptores a los que llamaron fotocromos. Estas estructuras dispersas en sus hojas, en el tallo, las raíces y otras partes, funcionan como ojos que “informan” a los árboles, cultivos o arbustos acerca de las variaciones de la luz ambiental. “De esta forma la planta “sabe” cuando es el momento apropiado para florecer, germinar o alargar el tallo, entre otras acciones”, explica el Dr. Jorge Casal, jefe del Laboratorio de Fisiología Molecular de Plantas del Instituto Leloir y líder del trabajo.
Antes de que se publicara el trabajo argentino, se estableció dentro de la comunidad internacional de biólogos vegetales, que para percibir si un ambiente era sombreado o soleado, los sensores (los fotocromos) percibían proporciones de los diferentes tipos de luz (color rojo, azul, naranja y otros) del espectro luminoso.-‐
“Nuestro trabajo demuestra que los fotocromos no solo distinguen proporciones entre tipos de luz que se encuentran en lugares sombreados o soleados, sino que también miden su cantidad”, afirma Casal que también es científico del IFEVA y del CONICET.
Para llegar a esos resultados, los investigadores manipularon espectros de luz que se liberaban en diferentes plantas de la especie Arabidopsis thaliana – que comparte características genéticas con el trigo, el maíz y otros cultivos-‐ y simultáneamente observaban como se modificaba el comportamiento de esos sensores.
Publicado en la revista: Plant Physiology, revista de la Sociedad Americana de Biólogos Vegetales. (créditos: Santiago Trupkin/ American Society of Plant Biologists)