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NOCIONES BÁSICAS DE LA CREMACIÓN EN LA ANTROPOLOGÍA FORENSE

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NOCIONES BÁSICAS DE LA CREMACIÓN EN LA ANTROPOLOGÍA FORENSE

ErokhinaShikina, Irina

Investigadora privada especializada en Medicina Legal y Antropología Forense

ABSTRACT.

Resulta evidente la dificultad del estudio de restos óseos cremados, por ello es de vital importancia el desarrollo y evolución de éste a través de numerosas investigaciones acompañadas del avance tecnológico.

Los fragmentos óseos cremados pueden revelar lesiones y patologías, lo cual es esencial para ayudar en la investigación a identificar al fallecido y averiguar la actividad criminal.

The difficulty of studying cremated bone remains is evident, which is why its development and evolution through numerous investigations accompanied by technological progress has been of vital importance.

The cremated bone fragments can reveal injuries and pathologies, which is essential to assist the investigation in identifying the deceased and uncovering criminal activity.

Copyright @2020 Scelus Studium Educational Online Research Center.

Key words: cremación, fuego, antropología forense, carbonización, huesos, quemado, agente térmico

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INTRODUCCIÓN.

Es habitual, en el mundo forense, encontrar casos de homicidio en los cuales el agresor intenta destruir el cadáver y/o las pruebas a través de la acción del fuego. También se estudian casos de restos quemados en accidentes, bombardeos, catástrofes naturales y suicidios.

El fuego es definido como un fenómeno químico en el que un conjunto de partículas incandescentes1 de naturaleza combustible, pueden emitir calor y luz, por lo que, éste resulta de una combustión2.

La acción del fuego es por lo general muy destructiva, especialmente sobre un organismo vivo. Cuántos más grados de temperatura alcance, más destructivo será.

Los daños que ocasiona el fuego sobre el cuerpo humano se denominan quemaduras y pudiendo ser éstas de diferentes grados según el alcance y nivel de destrucción de los tejidos3.

La desaparición de tejidos blandos por acción del fuego dificulta mucho el análisis de los médicos forenses.

Por lo tanto, el análisis de restos óseos humanos quemados es una tarea reservada para los antropólogos forenses, ya que, si el nivel de cremación es muy avanzado, ya no es posible realizar una autopsia y la única información que queda está en los huesos.

La diferencia entre el médico forense y el antropólogo forense radica en su objeto de estudio, ya que el médico forense está más enfocado en analizar los tejidos blandos de un cadáver en su totalidad, para dictaminar patologías, lesiones y causa de la muerte desde el funcionamiento orgánico, mientras que el objeto de estudio del antropólogo forense se enfoca especialmente en los huesos humanos para detectar patologías, lesiones y la

1 Según la definición de la RAE: ‘Enrojecido o blanqueado por la acción del calor’.

2 Según http://bomberosdenavarra.com/documentos/ficheros_documentos/fuego.pdf [Consultado el 23 de enero de 2021 a las 12:37 horas].

3 Puede llegar hasta la carbonización como el grado máximo.

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posible causa de la muerte desde el tejido óseo, así como la identificación del cadáver, la cual se torna más complicada cuando solamente quedan restos óseos.

Además de las investigaciones convencionales en cuanto a homicidios, por ejemplo, debe valorarse que también se realizan estudios en aquellas muestras arqueológicas que presenten evidencias de incineración. Por lo que, con ello, se pueden llegar a reconstruir rituales funerarios y llegar a entender ciertas costumbres de tiempos pasados (Piga &

Malgosa, 2012).

LA ACCIÓN DEL CALOR.

Para que se produzca la combustión es preciso que un agente o agentes combustibles alcancen una temperatura alta.

La temperatura que alcanzan algunos combustibles al arder al aire libre es (Piga &

Malgosa, 2012):

● Grasa animal. 800-900ºC

● Queroseno. 990ºC

● Gasolina. 1.026ºC

● Madera. 1.027ºC

● Metanol. 1.200ºC

Por lo tanto, el tipo de combustible empleado para realizar una cremación influirá en ésta a través de la temperatura alcanzada, de la cual dependen tres factores concretos (Querol

& Chapa ,1996):

● Combustible empleado.

● Oxigenación: cuanto más oxígeno hay, mayor y más intensa es la combustión

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● Condiciones del cadáver. Contenido graso y ropajes, actúan de aceleradores de la combustión

El cuerpo humano está compuesto por tejidos blandos y duros. Al exponer el cuerpo al fuego, lo primero que se destruyen son los tejidos blandos, llegando a desaparecer. El esqueleto humano está formado por un componente orgánico – 24% –, agua – 20% – y en gran parte por sustancia inorgánica – 56% – la cual no es combustible, pero sufre los cambios fisicoquímicos provocados por el fuego. (Carreño, 2001).

Las lesiones resultantes de la acción de agentes físicos, químicos o biológicos que al actuar sobre los tejidos generan reacciones locales o generales cuya gravedad se relaciona con su extensión y profundidad se denominan quemaduras.

Calabuig y cols. (2004), por su parte, define las quemaduras como las lesiones resultantes de la acción de agentes físicos4, químicos5 o biológicos6 que al actuar sobre los tejidos dan lugar a reacciones locales o generales cuya gravedad está en relación con su extensión y profundidad.

Según la clasificación de Dupuytren mencionado en Calabuig y cols. (2004) las quemaduras pueden ser de hasta seis grados según su gravedad y alcance:

● Primer grado. Son eritemas, es decir, enrojecimientos de la piel resultantes de la vasodilatación capilar las cuales se acompañan de picor y dolor. La lesión es superficial porque afecta sólo a la epidermis.

● Segundo grado. Aparición de ampollas o vesículas resultantes de la licuefacción del cuerpo mucoso de la dermis, la capa profunda de la piel.

● Tercer grado. Destrucción parcial de la piel que resulta en una lesión conocida como escara, la cual consiste en un aspecto blanco-grisáceo o gris pardo. Ésta afecta a la dermis y al tejido conjuntivo subyacente.

4 Calor o electricidad.

5 Sustancias cáusticas y corrosivas.

6 Insectos, medusas, plantas o peces, entre otros.

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● Cuarto, quinto y sexto grado: Destrucción total del tejido llegando a la carbonización, la cual afecta a todos los planos del organismo y se explica más adelante.

CONCEPTO DE CREMACIÓN.

La cremación es el efecto y acción, valga la redundancia, de cremar.

La palabra viene del latín ‘cremare’ que significa quemar.

La cremación es el acto por el que se reduce a cenizas un cuerpo per se, logrado a partir de 800ºC de temperatura7.

La mayor parte de procesos que afectan y modifican la microestructura del tejido óseo bajo la acción del fuego, se reflejan a simple vista en la apariencia de los restos incinerados, en lo que se denomina el análisis macroscópico8 (Carreño, 2001).

Las alteraciones generales que presentan los huesos humanos cremados son las siguientes (Sánchez & Robledo, 2008):

● Peso del cuerpo. Éste varía dependiendo del grado de reducción de las partes blandas e incluso pérdida de partes del cuerpo como las extremidades.

● Cálculo de la talla. El cuerpo sufre una retracción generalizada la cual impide este cálculo.

● Signos de identificación en la superficie corporal. Ya no se pueden apreciar cicatrices, tatuajes o marcas de operaciones.

● Signos de identificación sexual. Se deben buscar en órganos internos mediante un estudio antropológico forense.

● Reducción del volumen de órganos y miembros. Como dato a destacar, es que esto puede llegar a generar confusión respecto a una apariencia más joven de lo normal.

7 Definición proporcionada por: https://deconceptos.com/ciencias-sociales/cremacion [Consultado el 23 de enero de 2021 a las 12:48 horas]

8 Análisis a simple vista.

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Tipos de cremación.

Autores como Milroy (1999), Byers et cols. (2002) y Álvarez (2016) realizan una clasificación en la que sistematizaron los tipos de cremaciones según los restos que quedan:

TIPO TEJIDO

Carbonizado Quedan los órganos internos Parcial Quedan restos de tejidos blandos Incompleto Quedan partes de huesos

Completo Sólo queda ceniza

Copyright 2020 por Scelus Studium. Reprinted with permission

Niveles de cremación.

Respecto al estudio de los restos óseos cremados, analizando la transformación de la estructura ósea, Carreño (2001) propone el esquema de Wahl, el cual consiste en cinco estadios de combustión y coloración de restos óseos:

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ESTADIO GRADOS en Celsius COLORACIÓN ÓSEA Y APARIENCIA

Primero 200 – 300 Marfil – Gris Parduzco

Segundo 300 – 400 Marrón. A los 400 ºC llega a una coloración marrón oscura .

Tercero 550 Gris oscuro – Gris claro. En el interior del tejido se perciben partes negras.

Cuarto 650 – 700 Blanco mate. Cuenta con una consistencia blanda asemejada al yeso.

Quinto 750 Fuerte y progresiva pérdida del volumen del hueso.

Sexto 800 Blanco tanto en el exterior como el interior. Lisa y de dura

consistencia. Se vislumbran fisuras y reducción del 10 – 12%.

Copyright 2020 por Scelus Studium. Reprinted with permission

Los autores Bonucci y Graziani (1975), por su parte, propusieron otro esquema sobre la relación color – temperatura:

FASE GRADOS en Celsius COLORACIÓN ÓSEA Y APARIENCIA

1 200 – 250 Ocre

2 250 – 300 Marrón

3 300 – 350 Negro

4 550 – 600 Grisáceo

5 +650 Blanco

Copyright 2020 por Scelus Studium. Reprinted with permission

De esta manera, el color de los fragmentos óseos puede resultar orientativo a la hora de conocer la temperatura máxima a la que fueron sometidos.

Como ya he comentado anteriormente, los cambios que sufren los huesos sometidos al fuego son tanto en peso, tamaño, color, deformaciones, fisuras y fragmentación.

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Pero el grado de conservación, deformación y fragmentación de los huesos depende también de otros factores como la estructura y características propias de cada hueso, el estadio de desarrollo del esqueleto o la presencia de procesos patológicos.

Por ejemplo, los huesos faciales sobreviven mal a la acción del fuego, mientras que las partes de los huesos largos como húmero, fémur, tibia o radio se preservan. Los huesos de manos y pies suelen ser los que mejor se conservan, mostrando menos deformaciones (Carreño, 2001).

El Dr. Reverte (1999), por su parte, aporta que los huesos de manos y pies suelen destruirse bastante en las cremaciones y solamente quedan restos de falanges, a veces metacarpianos enteros y metatarsianos, los cuales sí que resisten más al fuego, así como el astrágalo y el calcáneo. Además, destaca que la presencia de partes blandas del cuerpo en el momento de la cremación actúa a modo de caja llena de substancias que se volatilizan de una forma tan violenta liberando presión, que hacen que los huesos se rompan por líneas constantes o puntos que tienen menor resistencia al calor. Esto no ocurriría así si se tratara de huesos secos, sin partes blandas.

CONCEPTO DE CARBONIZACIÓN.

La carbonización9 es el proceso por el cual la materia orgánica del cuerpo humano se ha transformado parcial o totalmente en carbón por la acción del fuego.

Ha de mantenerse durante mucho tiempo la acción de las llamas para que puedan llegar a carbonizar un cadáver (Calabuig et cols., 2004)

9 Según la definición otorgada por https://www.cun.es/diccionario-medico/terminos/carbonizacion-cadaverica [Consultado el 21 de enero de 2021 a la 13:57 horas]

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La carbonización se puede dar en espacios abiertos, hornos, edificios o interiores de vehículos. Cuando se da al aire libre o en hornos, la etiología suele ser criminal, con la intención de hacer desaparecer el cadáver, por parte del agresor.

Características.

Un cadáver carbonizado presenta una serie de elementos:

● Condensación de tejidos generalizada que da aspecto más joven.

● Postura de combate o boxeador debido a la rigidez muscular por acción del calor.

● Superficie externa del cuerpo de color negro carbonizado.

● Piel abierta, cuarteada. Los bordes son limpios, por ello no han de confundirse con cortes.

● Cabello y vello chamuscados.

● Cavidades torácica, abdominal y craneal abiertas cuando la carbonización llega a ser muy avanzada. Las vísceras suelen conservarse bien por lo que pueden revelar mucha información en la autopsia.

● Posibles amputaciones.

● Boca abierta.

● Iris ocular cristalino, puede llevar a confusión respecto al verdadero color de ojos.

Problemática

El principal problema en el estudio de cadáveres carbonizados es la imposibilidad de ver lesiones traumáticas y violentas que pudieran revelar información esencial de carácter criminal, cuando el grado de carbonización es muy alto, tal y como exponen Panaitescu y Rosu (2007). En éste, se afirma que, apoyándose en un análisis de ADN, odontológico y grupo sanguíneo, un cadáver carbonizado puede contrastarse con el perfil de personas desaparecidas de manera que, se contraste en todas las biológicas mencionadas. En caso

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de haberse tratado de un accidente, el estudio de las lesiones ayuda mucho a reconstruir cómo se produjo éste (Blau et al., 2010).

En otros casos, como por ejemplo los expuestos por Sánchez y Robledo (2008) se encuentra que, en un cadáver carbonizado, el árbol bronquial, en el cual se puede ver que el fallecido respiró durante el incendio dada la presencia de carbonilla, lo cual indica que estaba vivo aún. En el segundo caso, para poder verificar la identificación del cadáver, se comparan diversas radiografías ante mortem con los huesos completos encontrados y se detecta una característica específica del individuo que la confirma.

En cambio, Alunni y cols. (2018) pone a prueba y confirma la resistencia de las marcas de corte frente a la carbonización, manteniéndose intactas e incluso se muestran más evidentes y aumentadas. Cabe recalcar que en este experimento la temperatura de la pira en la que se quemaron los huesos de muestra no supera los 400ºC.

En otros casos más extremos, especialmente en accidentes, donde las temperaturas alcanzan los 1.000ºC y los cadáveres se carbonizan completamente, es imprescindible el estudio odontológico, ya que los dientes pueden permanecer bien conservados a pesar de una mayor exposición al fuego, por lo que es posible aislar el ADN de la pulpa del tejido de los dientes. (Brkic, et al., 2002)

ESTUDIO ANTROPOLÓGICO FORENSE EN CADÁVERES CREMADOS.

La reconstrucción de la morfología de los restos incinerados es casi imposible, pero se pueden efectuar estimaciones que pueden servir de referencia para analizar ciertos caracteres morfológicos poblacionales (Carreño, 2001).

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Metodología.

La metodología para el estudio de restos incinerados no es muy diferente a la empleada en el estudio de enterramientos, ya que la única diferencia es el estado de conservación y el grado de combustión de los huesos, así como su transformación. (Carreño, 2001)

El Dr. Reverte (1999) propone una metodología de manejo y análisis de los restos cremados sencilla y eficaz, la cual se puede resumir en los siguientes pasos:

● Pesar el material calcinado en su totalidad y anotar el peso de cada bolsa.

● Filtrar y separar por tamaños los fragmentos de la tierra y polvo de hueso, así como de elementos extraños como por ejemplo piedras, carbón, metales y cristales, entre otros.

● Pesar cada una de las substancias o elementos extraños que se han separado de los restos.

● Lavar con agua corriente los restos cremados, así se puede ver mejor el verdadero color del hueso y si la cremación ha sido total o incompleta, qué huesos se quemaron más.

● Dejar secar totalmente los huesos durante 24-48h en temperatura ambiente, sin desecación con aire caliente ya que ésta puede favorecer la fragmentación de los huesos.

● Separar aquellos fragmentos que pueden tener interés para determinar la estatura.

● Una vez seco todo el material, se separa por regiones anatómicas.

● Medir el grado de fragmentación de los huesos, según éstos sean grandes, medianos, pequeños o pulverizados.

● Determinar qué fragmentos son fruto de una rotura post-cremación.

● Detectar algunas patologías óseas.

Una vez realizada esta primera parte del trabajo, es importante analizar la forma en la que se rompen los huesos por la acción del calor (Reverte, 1999):

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● Huesos largos. Se rompen longitudinalmente y a esto se le añade un mecanismo de torsión e inversión de los bordes fragmentados.

● Superficies convexas y cóncavas de las epífisis. Los extremos por donde se articulan los huesos, así como las cavidades articulares se rompen agrietándose en pequeños pentágonos asemejándose a tierra cuarteada.

● Huesos como el sacro, cuello del fémur, cara anterior de las vértebras, superficie del ilion y isquion. Se producen grietas que parecen arañazos de gato o estrías.

● Omóplatos. En los bordes se producen una serie de fracturas paralelas en forma de V invertida.

● Cráneo. Al estar lleno de substancias orgánicas, éstas llegan a hervir, se volatilizan aumentando bruscamente la presión intracraneal produciéndose una explosión, la cual sigue unas líneas por donde los huesos tienen menos resistencia.

● Costillas. Suelen aparecer pocos y pequeños fragmentos, pero tienen una forma constante de romperse. Actúan como el cráneo a modo de caja que estalla por las líneas de menor resistencia, presentando algunas fisuras verticales.

Los huesos que no suelen aparecer son el coxis y el esternón.

Una vez analizados todos estos datos, se procede a estudiar el perfil del individuo o individuos determinando el sexo, la edad, la estatura y las patologías.

Determinación del sexo.

Según Carreño (2001), hay huesos específicos que por su morfología indican si el individuo es de género masculino o femenino:

● Glabela – de los arcos superciliares.

● Margo supraorbital.

● Eminencias frontales.

● Coxal.

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Estos análisis se reducen a la valoración de que, por regla general, las características del esqueleto masculino son robustas, pesadas y grandes, mientras que las del esqueleto femenino son finas, ligeras y más pequeñas, lo cual plantea problemas médico-legales ya que estas características pueden variar por factores exógenos.

Los fragmentos óseos más indicados para determinar el sexo son:

● Hueso occipital.

● Bóveda craneal.

● Bordes orbitarios.

● Mandíbula.

● Cabeza del húmero.

● Fémur.

● Cresta iliaca, ilion.

● Apófisis mastoides.

● Apófisis odontoides.

Cabe destacar la lógica de que cuanto más grandes sean los fragmentos de hueso encontrados, más exacto y preciso será el diagnóstico del sexo. Por lo que, si apareciese el hueso sacro completo o casi completo, se puede hacer un diagnóstico muy preciso del sexo según sus medidas (Hatch et al., 2012)

El autor Wahl citado por Carreño (2001) desarrolla un método de determinación del sexo con una seguridad del 80 – 90%, que consiste en el estudio del peñasco del hueso temporal, el cual se suele conservar bien, en dos variables: ángulos medial y lateral, del conducto auditivo interno. Por medio del análisis discriminante de estas variables pudo demostrar la existencia de claro dimorfismo sexual entre ellas.

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Determinación de la edad.

Diversos autores como Kerley (1965), Ahlqvist y Damsten (1969) perfeccionaron el método Kerley basado en el estudio histológico para la determinación de la edad del hueso humano.

El estudio histológico consiste en analizar tejidos biológicos bajo un plano microscópico, lo cual es muy importante en las Ciencias Forenses en general ya que puede llegar a aportar mucha información, ya que la formación histológica del tejido compacto experimenta a lo largo de la vida de un ser humano una serie de procesos y transformaciones susceptibles de cuantificación mediante técnicas microscópicas.

Los fragmentos óseos más importantes para determinar la edad son :

● Bóveda craneal. Revisar las suturas craneales, el tamaño de los fragmentos y su espesor

● Dientes y sus alvéolos.

● Huesos largos. Restos de soldadura de las epífisis, índice medular de la diáfisis, signos degenerativos.

● Huesos de manos y pies. Tamaño, diámetro y longitud.

● Cavidad cotiloidea. Aspecto.

● Cóndilos mandibulares. Aspecto y tamaño.

● Sínfisis mandibular. Altura.

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Determinación de la estatura.

Para determinar la estatura son muy importantes la cabeza del radio, húmero y fémur, analizando sus medidas y utilizando unas tablas corrientes de estaturas disponibles en los manuales de Antropología Forense (Reverte, 1999).

Se trata de fórmulas matemáticas que se consultan al momento de realizar las mediciones de los huesos. De estos cálculos se puede aproximar la estatura del individuo, siendo ésta siempre es orientativa y no exacta.

Determinación de patologías.

Según Holck (1986), solamente un 10% de los procesos patológicos provocan cambios observables en el esqueleto, lo cual dificulta aún más la investigación teniendo en cuenta de que el fuego ya deforma y fragmenta los huesos.

Por ello existe gran dificultad a la hora de distinguir entre qué deformaciones son fruto de la acción del fuego y cuáles son fruto de patologías. Según Carreño (2001), recuerda que para esto se necesita una lupa binocular y experiencia. Las enfermedades más frecuentes que se ven son las que afectan a la columna vertebral, y del grupo de enfermedades inflamatorias las más comunes son periostitis10 y osteomielitis11.

Además de todas estas estimaciones, cabe destacar la importancia de la capacidad de discriminar entre restos humanos quemados y polvo de otros materiales cuyo aspecto se asemeje, ya que se han llegado a dar casos de fraude por parte de funerarias a la hora de entregar las cenizas de los difuntos a sus familiares. En los análisis de restos fruto de cremaciones comerciales se han de evaluar el número de individuos, posibles mezclas e

10 Inflamación del periostio, la parte más superficial del periostio.

11 Infección ósea causada por bacterias u hongos.

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identificación. Para facilitar estos análisis se han desarrollado las técnicas de difracción de rayos X – XRD – y la espectroscopia de infrarrojos – FT-IR –, en base a la medición de la estructura cristalina del hueso quemado, o índice de cristalinidad, lo cual se puede relacionar con la temperatura y la intensidad de la cremación (Piga & Malgosa 2012)

El índice de cristalinidad se usa para estudiar los cambios en la microestructura del hueso, y es una medida del orden que hay dentro del cristal, la deformación y la organización del hueso.

La cristalinidad varía entre los diferentes tejidos mineralizados del cuerpo humano.

Cuando hay acción del calor sobre el hueso, la estructura cristalina se vuelve más ordenada y con cristales más grandes lo cual aumenta el valor del índice de cristalinidad.

Por otra parte, es importante mencionar la existencia de otros métodos tecnológicos novedosos en materia de análisis de restos humanos. Cuando existe un alto grado de deterioro, puede dificultar demasiado los análisis convencionales – ejemplo de ello puede encontrarse en la tomografía computarizada, la cual ayuda a los patólogos forenses a determinar la causa y forma de la muerte así como la identificación de los cadáveres – (O’Donnell et al., 2010).

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Conclusión.

El estudio de restos óseos cremados es muy complejo, aunque el avance de la tecnología y la ciencia ayudan en gran medida a la resolución de casos, en ocasiones quedan bastantes incógnitas sin resolver acerca de los hechos y la manera de morir del individuo, cuando el nivel de cremación es muy avanzado o total, que son importantes de cara a un proceso judicial.

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REFERENCIAS.

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