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Narcotráfico y tradiciones cívicas en la sociedad caleña de las décadas de los años ochenta y noventa

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Academic year: 2020

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(1)Narcotráfico y tradiciones cívicas en la sociedad caleña de las décadas de los años ochenta y noventa.. Presentado por: Efraim del Campo Parra Muñoz Director de Monografía: Álvaro Camacho Guizado Lector. Luis Javier Orjuela. Universidad de Los Andes Facultad de Ciencias Sociales Departamento de Ciencia política Bogotá D.C 18 de noviembre de 2010 2.

(2) INDICE Pág. I. Introducción. 3. 1. Las Tradiciones cívicas como capital social: una contextualización teórica. 7. 2. El periodo cívico de Santiago de Cali: “Una economía sana en medio de una sociedad sana”. 14. 3. Los límites de una ciudad cívica y el desborde del narcotráfico. 19. 4. Conclusiones. 48. 5. Bibliografía. 51. 3.

(3) Introducción Desde década de los cincuenta, Santiago de Cali se convirtió en una de las ciudades más prósperas del país y en un referente nacional para el desarrollo económico debido al establecimiento en su territorio y en el circunvecino, de una plataforma industrial en sectores clave para la economía nacional y regional (químico y farmacéutico, alimentos, cemento, siderúrgico y metalúrgico, agrícola, energético, textil, entre otros) 1. De igual manera, Cali se constituyó en el principal polo de atracción migratoria para los habitantes de los departamentos de Cauca, Nariño, Chocó y del eje cafetero, que buscaban beneficiarse de las nuevas dinámicas económicas de la ciudad, especialmente del empleo generado por la industria y el comercio y las facilidades para el acceso a vivienda propia que proporcionaban organizaciones como la Central Pro-Vivienda y la Unión de Vivienda Popular.. No obstante, según Camacho y Guzmán 2 el desarrollo de los nuevos procesos económicos en la Ciudad generó un pobre impacto en la satisfacción de las expectativas sociales de la población inmigrante, debido a que el desarrollo económico, social y político alcanzado por la sociedad local, sólo les brindó oportunidades marginales para la acumulación de capital económico y para su articulación a las distintas dinámicas (políticas, educativas, culturales) requeridas.. 1. VELÁSQUEZ, Fabio. Ciudad y Participación. Santiago de Cali.: Editorial Universidad del Valle, 1996, p. 40-41. 2 CAMACHO, Álvaro. y GUZMAN, Álvaro. Colombia Ciudad y Violencia. Santiago de Cali.: Ediciones Foro Nacional, 1990, p. 186.. 4.

(4) En la década de los sesenta y setenta Cali logró destacarse a nivel nacional por la transformación cultural y física que llegó a su clímax en los Panamericanos de 1971, en donde el desarrollo de importantes proyectos de infraestructura, tales como la ampliación de la avenida quinta, la autopista sur oriental y la construcción del campus panamericano, reforzaron los sentimientos de identidad y orgullo hacia la ciudad por parte de los caleños. Este proceso de transformación fue liderado por un nuevo sector de la élite caleña, el cual pretendía establecer nuevas formas de dominación simbólica a través de la promoción de actitudes cívicas. De ahí que el enriquecimiento del capital social (tradiciones cívicas) a través de estrategias de concientización colectiva, logró desarrollar actitudes pro-sociales por parte de la población disminuyendo de este modo los costos de transacción en las relaciones y dilemas de cooperación mediante el desarrollo y difusión de un proyecto de vida en comunidad soportado en el valor supremo de la Caleñidad.. La promoción y afianzamiento del modelo cultural anteriormente planteado -que reivindicaban y exaltaban valores, virtudes, actitudes y comportamientos cívicos de confianza y de reciprocidad como núcleo esencial no solo de las tradiciones cívicas locales, sino también como condición para su cohesión, desarrollo social y económico- buscaba, por parte de las élites sociales, una aceptación y legitimidad social más amplia de su poder económico, social y político y del modelo de desarrollo económico regional concebido e implementado por ellas.. A pesar del logro alcanzado, la base social de dicho discurso era muy débil en los sectores más populares de la sociedad caleña, ya que a pesar de su atractivo cultural, las contradicciones sociales que generaba el modelo económico impuesto respecto a las 5.

(5) aspiraciones de dichos sectores impedían el desarrollo pleno de la confianza entre dirigencia y base social, asunto que constituye el pilar fundamental para la cooperación en el propósito de construir desarrollo y prosperidad en cualquier sociedad.. Consecuentemente con sus propósitos, las élites sociales -además de difundir y promocionar un discurso cívico- se destacaron durante el periodo de referencia por establecer fundaciones y otros tipos de organizaciones focalizadas en el mejoramiento de las condiciones de vida de los sectores más pobres, estrategia organizacional que además les permitía una intervención social más neutral y la obtención de recursos de diversas fuentes.. Es importante señalar que la doble estrategia de promoción de un discurso identitario y la intervención social directa, pretendía atenuar las tensiones y conflictos sociales existentes en la sociedad local y restarle base social a los actores emergentes como la subversión urbana, en un contexto internacional marcado por el ascenso de la lucha política popular ambientado por la revolución cubana y los discursos libertarios anti-norteamericanos.. Ya en la década de los ochenta las dinámicas sociales, políticas, económicas y culturales de Cali sufrieron transformaciones significativas a raíz de la aparición o fortalecimiento de nuevos actores sociales, como el narcotráfico o el M-19; y por las reestructuraciones políticas y socio-económicas, tal como la elección popular de alcaldes o las relaciones entre política y narcotráfico, las cuales limitaron la capacidad institucional local frente a las coyunturas nacionales e internacionales de ese momento. Un ejemplo de ello es como “para la década de los ochenta y noventa encontramos a una élite política constituida por hombres 6.

(6) y mujeres formados, ya no en el [colegio] Berchmans y la Universidad Javeriana de Bogotá, sino en colegios públicos. Y abogados graduados de la Universidad Santiago de Cali. Pero este dato es solo un indicador del nuevo carácter social de la elite política de Cali, quienes en términos generales son personas de sectores medios y populares, que al constituirse en políticos profesionales –que viven de y para la política- logran una movilidad social ascendente, con lo que logran ampliar su capital social y político.” 3. Un fenómeno significativo que empezó a ganar fuerza en la vida social caleña a partir de la década de los ochenta, fue el cambio en la naturaleza de la violencia, la cual tomó un carácter estructurador del orden social en amplios sectores de población, involucrando actores, identidades, recursos e instituciones enmarcadas o no en la legalidad, generando nuevos ambientes públicos y privados en donde los individuos acuden a la violencia como medio eficaz para resolver sus dilemas y conflictos, y ya no a los hábitos cívicos capaces de conciliar los intereses individuales a través de un conjunto de normas compuestas por estándares y códigos de conducta cooperativa. Sin embargo, dichas dinámicas y coyunturas no fueron exclusivas de Cali, ya que en Bogotá, Medellín y otras ciudades más se afrontaba lo mismo en mayor o menor medida. No obstante, el impacto que tuvieron dichas dinámicas fue más drástico en Cali ya que comparativamente se pasó de un 50% del total de número de homicidios con armas de fuego en la década de los setenta a 85% a principios de los ochenta 4.. 3. SAENZ, José D. Elite Política y Construcciones de ciudad: Cali 1958-1998. Santiago de Cali: Ediciones Exploraciones, 2010, p. 281. 4 CAMACHO y GUZMÁN, Op. cit., p. 54.. 7.

(7) A partir de lo anteriormente señalado, se analizará de qué manera el narcotráfico impactó las transformaciones sociales y culturales vividas por la comunidad caleña en la década de los ochenta, para de esta manera esclarecer si el narcotráfico como actor social tuvo la capacidad de transformar o incidir, en alguna medida, las formas concretas de organización y relación social mediante la generación de nuevos ambientes sociales en donde la desconfianza, miedo y violencia se convierten en los medios más eficaces para establecer control sobre ciertos espacios públicos y privados.. Por último, se buscará precisar y caracterizar el cambio en las tradiciones cívicas por el conjunto de la sociedad caleña de los años ochenta y noventa, además de identificar la lógica o racionalidad de los valores y prácticas sociales más promovidas, implícita o explícitamente, por parte de las organizaciones narcotraficantes caleñas.. Las Tradiciones cívicas como capital social: una contextualización teórica Desde Aristóteles, pasando por Tocqueville, hasta Putnam y Fukuyama, destacados teóricos sociales y políticos han centrado su atención en el rol de la cultura política en el desarrollo de las estructuras sociales y políticas, las cuales pueden determinar el desempeño de las instituciones sociales dentro de una comunidad, caracterizada por las constantes tensiones entre los diversos ordenes de la vida social. De hecho, dentro del ámbito académico ha tomado cierta relevancia la importancia de las transformaciones y estructuras culturales dentro de las dinámicas políticas, sociales y especialmente en las económicas, debido por un lado, a la dificultad de establecer instituciones eficientes en las nuevas democracias liberales; y por otro lado, para comprender determinados temas que las teorías neoclásicas de la naturaleza del dinero y el mercado no han logrado explicar en su totalidad. 8.

(8) Es así como el enfoque cultural en las ciencias sociales ha permitido una compresión mucho más holística de la realidad social, en donde un conjunto de virtudes cívicas y actitudes pro sociales, que Fukuyama (1993) llama capital social, son determinantes para la creación y distribución del bienestar dentro de una comunidad a través de las diferentes formas de organización social.. Este conjunto de virtudes cívicas son cultivadas, desarrolladas e implementadas socialmente, diferenciándose de “cualquier otro tipo de capital humano en la medida en que es usualmente trasmitido y creado mediante mecanismos culturales tales como la religión, tradición o hábitos históricos” 5, prevaleciendo la vida, espacios e intereses comunes sobre los intereses y espacios individuales aislados. En este sentido, el capital social tiene la capacidad de generar las condiciones idóneas para que los individuos establezcan lazos fuertes, a través de redes o con asociaciones sociales, que les generen beneficios internos superiores en comparación a si actuaran aisladamente.. De ahí que la idea de la confianza y reciprocidad sean el pilar fundamental para el establecimiento de las relaciones sociales dentro de una sociedad, ya que éstas representan y estimulan el surgimiento de expectativas y aspiraciones dentro de una comunidad, las cuales están basadas en normas, códigos y estándares de conducta comunes, permitiendo el desarrollo de una conciencia moral general, que regule y controle eficientemente las relaciones sociales.. 5. FUKUYAMA, Francis. Trust: The Social virtues and the creation of prosperity. Nueva York: Free Press Paperbacks, 1996, p. 26.. 9.

(9) En este sentido, es posible afirmar que las relaciones y organizaciones sociales más eficientes se encuentren en aquellas comunidades en donde los valores cívicos y la conciencia moral sean ampliamente compartidos y organizados, ya que de esta manera los costos de transacción son mucho menores al disminuir los índices de incertidumbre a través de la autorregulación social que está presente en las redes sociales de cooperación.. Por otro lado, la adquisición de capital social por parte de los individuos depende de su capacidad de adaptación y asimilación de virtudes y del desarrollo de una reputación que le permita acceder a los derechos y recursos que la comunidad provea. En otras palabras, el capital social se adquiere mediante la transmisión y “asimilación de sistemas simbólicos que buscan la perpetración, comunicación y desarrollo de actitudes e ideas sobre la vida y entorno” 6 que les permita a los individuos vivir satisfactoriamente en comunidad.. A partir de lo anterior, es posible inferir que la idea de ciudadanía en una comunidad cívica implica formas y estructuras sociales en donde las relaciones, derechos y deberes sean horizontales, en donde cada uno de los miembros persiga “lo que Tocqueville llama “interés propio entendido propiamente”, eso es, un interés propio definido en un contexto más amplio en relación con las necesidades públicas, un interés propio que sea iluminado en vez de miope”7. Así, los ciudadanos de una comunidad cívica no actúan por altruismo sino por un interés individual acorde a las coyunturas y necesidades sociales.. 6. Ibíd., p. 34. PUTNAM, Robert. Making Democracy Work: Civic Traditions in Modern Italy. Princeton: Princeton University Press, 1993, p. 88. 7. 10.

(10) Uno de los pilares fundamentales dentro una comunidad cívica es la capacidad que tienen sus miembros de establecer relaciones espontáneas con miembros que estén por fuera del círculo familiar a través de grupos de interés u organizaciones sociales generando flujos eficientes y orientados de acciones dentro de la sociedad. De ahí que los carteles, gremios, asociaciones, sindicatos, organizaciones, fundaciones, partidos políticos y grupos de interés tengan como objetivo la sistematización y articulación de los distintos intereses dentro un Estado democrático pluralista.. No obstante, es importante resaltar que aunque el capital social es fundamental para el establecimiento y mantenimiento de una comunidad cívica, es necesario paralelamente, el establecimiento de ciertas condiciones sociales y políticas que permitan el libre desarrollo del capital social en los diferentes espacios de la vida social, esto es una capacidad mínima del Estado para ejercer control y justicia con el fin de reducir las incertidumbres en los intercambios sociales y económicos; y por otro lado, la estructuración de relaciones sociales más horizontales entre los miembros logrando integrar y fortalecer los diferentes grupos sociales con el objetivo de que el sistema se autorregule y conserve.. Por consiguiente, en una “sociedad en donde la desconfianza entre los individuos sea alta por fuera de los espacios familiares, los juramentos de sangre sirven de sustituto a los lazos de parentesco que les permite a los criminales confiar el uno en el otro en situaciones en las cuales la traición es latente. Las organizaciones criminales altamente organizadas también. 11.

(11) son características de aquellas sociedades con instituciones intermedias débiles, como alcaldías”8.. En éste sentido Robert Putnam, en su libro Making Democracy Work (1993), ilustra particularmente cómo las diferentes regiones de Italia logran desarrollarse social (que es representado por el civismo) y económicamente mediante el fortalecimiento institucional local. Putnam logra demostrar que aquellas regiones de Italia en donde el desarrollo económico es alto las mafias, el clientelismo y la corrupción no prosperan debido a la capacidad institucional y social de mediar idóneamente las relaciones sociales. Sin embargo, en aquellas regiones en donde la capacidad institucional y la autorregulación social es baja, la emergencia de organizaciones mafiosas y la configuración de relaciones clientelistas es alta debido a que éstas tienen la capacidad de mediar y controlar todos los ámbitos sociales. De ahí que el Estado Italiano no haya podido acabar las mafias sicilianas, ya que éstas han logrado establecer relaciones de dependencia por parte de los ciudadanos, debido a que éstas cumplen el papel del Estado en estas regiones.. Según este autor “la ausencia de verdad y seguridad, garantizada por el Estado o a través de las normas y relaciones cívicas, permite el surgimiento de un Leviatán privado, ya que la mafia ofrece protección contra los bandidos, ladrones rurales, rivales locales y sobre todo contra otros grupos mafiosos” 9. Por otro lado, Putnam logra demostrar que las comunidades cívicas tienen mecanismos de reforzamiento de las actitudes y prácticas cívicas, contribuyendo a la estabilidad y efectividad de los gobiernos locales; en otras palabras, “el. 8 9. FUKUYAMA, Francis, Op. cit., p. 100. PUTNAM, Robert, Op. cit., p. 147.. 12.

(12) desempeño de un gobierno regional está de alguna manera relacionado con el carácter cívico de la vida social y política dentro de la región. Regiones con muchas asociaciones cívicas, muchos lectores de prensa, muchos votantes programáticos, y pocas redes patróncliente parecen nutrir gobiernos más efectivos”10.. Con todo esto Putnam argumenta que además de la importancia de las tradiciones cívicas en la articulación de intereses individuales, ésta también es una condición necesaria y suficiente para el establecimiento de intercambios económicos eficientes, debido a que las transacciones son mediadas por el conocimiento de que el costo del castigo es muy superior al beneficio individual de romper los códigos o normas establecidas, dando como resultado la reducción en gastos ante las contingencias inesperadas debido a que las disputas se resuelven de manera informal o a través de terceros, mostrando la capacidad de los individuos de reconocer la autoridad de las estructuras sociales basadas en la confianza.. Es por tal motivo que se asuma que las transformaciones del stock de capital social tiene repercusiones significativas sobre el desarrollo y prosperidad económica de una sociedad como ocurrió en Japón11, o por el contrario restrinja y limite el desarrollo social y económico de una comunidad como ocurrió en el sur de Italia en donde la corrupción y las mafias toman control, parcial o total, de las relaciones y espacios sociales, tal como lo muestra Putnam al señalar que:. 10 11. Ibíd., p. 99. FUKUYAMA, Francis, Op. cit., p. 54.. 13.

(13) “Dada esta permisiva falta de confianza y seguridad, los mafiosos (y sus contrapartes en el sur) proveen un tipo de leviatán privado. La mafia ofrece protección contra bandidos, ladrones rurales, y contra los habitantes de pueblos rivales, y sobre todo contra todos los que están en contra de ellos.” 12.. Dentro de las distintas formas de asociación y organización social, la familia representa la forma más básica y natural de organización social debido a que los lazos de parentesco son mucho más fuertes y duraderos, de ahí que por lo general las grandes compañías industriales y comerciales tengan orígenes familiares. Sin embargo, la prevalencia de este tipo de organizaciones puede ser ambivalente en ambientes en donde el capital social es bajo, ya que por un lado, puede no generar en los individuos una conciencia de responsabilidad social debido a que los ambientes y espacios sociales en donde la confianza mediaba las relaciones se limita al núcleo familiar; y por otro lado, ante la ausencia de una socialización espontanea, la comunidad tenderá a atomizarse y a estar dominada y administrada por pequeños grupos familiares; de ahí que la empresa familiar pueda prosperar incluso ante la abstinencia de ley o de una estabilidad de los derechos de propiedad.. Así pues, el capital aparte de crear distintos tipos de sociabilidad y organizaciones sociales, permite la conformación de una densa red de asociaciones privadas que gestionan y desarrollan actitudes que permiten un mejor flujo de información de los desarrollos tecnológicos, historiales crediticios e inclusive la promoción de compañías pequeñas, lo cual es esencial para el desarrollo de una economía flexible, competitiva e innovadora. Por 12. PUTNAM, Robert, Op. cit., p. 147.. 14.

(14) otro lado, las actitudes promovidas por estas organizaciones desarrollan además un sentido del “deber cívico”, el cual. fomenta e interioriza normas sociales que previenen el. oportunismo mediante el fortalecimiento de la confianza mutua y cooperación social. De ahí que Putnam afirme que:. “El desempeño de las instituciones sociales, desde el mercado internacional de crédito hasta los gobiernos locales, las filas para tomar el bus, dependan en cómo estos problemas son resueltos. En un mundo de santos, tal vez, los dilemas de la acción colectiva no surgirían, pero en un altruismo universal es una premisa quijotesca para las teorías sociales o de la acción social. Si los actores son incapaces de hacer creíbles sus compromisos al otro, ellos deben renunciar a muchas oportunidades con poca ganancia pero racionales” 13. El periodo cívico de Santiago de Cali: “Una economía sana en medio de una sociedad sana” El periodo comprendido entre las décadas de los sesentas y setentas marcó un hito en la historia moderna de Santiago de Cali, tanto por su renovación urbana e institucional, como por la articulación y reconfiguración de un conjunto de dinámicas sociales y culturales. Estos procesos buscaban por un lado, orientar los recursos, acciones y esfuerzos hacia el establecimiento de las condiciones idóneas para el desarrollo y consolidación de una plataforma industrial, comercial y social que permitiera incorporar la economía local y regional a las nuevas dinámicas económicas capitalistas nacionales e internacionales, y por otro lado, el establecimiento de nuevas formas de control no violentas por parte de la élite a través del desarrollo de discursos, que configurarían los imaginarios colectivos sobre la. 13. Ibíd., p. 164.. 15.

(15) pertenencia e identidad hacia la ciudad, o por medio de la promoción de actividades filantrópicas hacia los sectores más desfavorecidos de Cali.. De hecho, el desarrollo este nuevo discurso desplegado por la elite caleña coincide con los intereses de nuevos sectores de la sociedad que buscan integrarse a las dinámicas económicas y sociales urbanas, empezando por el interés en aprender a ser habitante de un mundo impregnado por el discurso de “ciudadano cívico” y la “caleñidad”, cuya asimilación podría facilitar su adopción por parte de la sociedad hospedante. Este proyecto proponía una serie de modelos que buscaban la estimulación y asimilación de determinadas virtudes cívicas que permitieran el desarrollo y penetración de ciertas actitudes e ideas sobre la vida en comunidad en la población caleña.. Esta actitud modernizante de las élites caleñas tenía entre sus objetivos incrementar sus beneficios económicos a partir de las oportunidades que potencialmente podían brindar los nuevos procesos de industrialización local y regional. No obstante, dichos procesos requerían una profunda transformación de la ciudad y de su sociedad en los siguientes aspectos: a) generación de un ambiente social propicio (ausencia de reivindicaciones sociales, políticas, culturales y aceptación social del modelo económico implantado), b) un desarrollo urbanístico atractivo para empresarios extranjeros para que Cali brindara las comodidades propias de una ciudad moderna, c) desarrollo de la infraestructura vial, de comunicaciones y de servicios que requería la industria, y d) alineación absoluta del Estado local y regional en torno a los anteriores propósitos. En definitiva, para convertir a Cali en una ciudad atractiva y segura para la inversión de capital nacional y extranjero en desarrollo. 16.

(16) industrial, era necesario conjugar los recursos económicos públicos locales con la intervención social directa del sector privado.. Es a partir de la segunda mitad de la década de los años sesenta, en donde el nuevo proyecto de ciudad promovido por parte de las élites locales logra penetrar, en mayor o menor medida, amplios sectores de la población, fundamentalmente por la capacidad de integrar parcialmente las diferentes dinámicas e intereses económicos, sociales y políticos. Muestra de ello es cómo la élite “se define, ahora, según razones concretas de vida de la sociedad, las elites son una construcción social y por ello necesitan de una legitimación en ese ámbito; y, a su vez, se hace necesaria una normatividad que enmarque ese proceso. En consecuencia, la elite será más legitima en tanto mayor sea su relación con la sociedad de la cual surge –tomando legitimidad como aceptación social de la dominación” 14.. Algunas evidencias empíricas muestran que algunas virtudes cívicas promovidas desde este discurso, como la reciprocidad y el respeto, eran ampliamente practicadas por diversos sectores de la sociedad caleña, generando ambientes propicios para que los individuos pudieran establecer relaciones suficientemente fuertes para la conformación de redes sociales que integraban diversos sectores de la sociedad. Podría conjeturarse que la transformación cultural de Cali posibilitó que diversos sectores de la sociedad se integraran en través de redes sociales de cooperación alrededor de intereses comunes tales como el civismo o la caleñidad. Un posible indicador de lo afirmado es como el número de organizaciones sociales legalmente establecidas se cuadruplicó durante la década de los sesenta (Gráfica 1). 14. SAENZ, José D. Op. cit., p. 41.. 17.

(17) Grafica 1. Evolución del Número de Organizaciones Sociales en la Ciudad de Cali, Periodo 1920-2010.. Evolución del Número de Organizaciones Sociales en la Ciudad de Cali, Periodo 1920-2010 8000. 7058. 7000 6000. 5000 3569. 4000. Total. 3000. Exponencial (Total). 2000. 1000. 2. 4. 7. 20. 80. 65. 142. 0. Fuente: Elaboración propia a partir de datos de la Alcaldía de Santiago de Cali.. Así mismo, es interesante anotar que además del incremento significativo de las organizaciones y redes sociales en general, particularmente llama la atención cómo las organizaciones comunitarias15 son las que tienen una mayor presencia (Cuadro 1).. Cuadro 1. Estructura porcentual de las ONG registrada en Cali, 1960-1970. Tipología de Organización Número % Institución Educativa 1 1,3 Organización comunitaria 61 76,2 Organización religiosa 15 18,8 Otras ONG 3 3,7 Total 80 100 Fuente: Elaboración propia a partir de datos de la Alcaldía de Santiago de Cali. 15. Se entiende como organizaciones comunitarias aquellas organizaciones de carácter barrial interesadas en el desarrollo de proyectos específicos para su propia comunidad, tales como grupos de la tercera edad, juntas de acción comunal, hogares comunitarios y demás grupos de interés a nivel local.. 18.

(18) Por otro lado, el proyecto de ciudad que promulgaban las élites caleñas no se limitaba a la estimulación de actitudes y virtudes cívicas, sino que paralelamente se empieza la construcción y reconstrucción de los espacios públicos, ya que como lo anota Álvaro Camacho:. “La ciudad tiene un cambio importantísimo a partir de los sesenta y con los Panamericanos del 71, la reforma urbana enorme que hay ahí, el cambio de nomenclatura, se hacen vías nuevas, se amplía la quinta y se construye la pasoancho, además la construcción la Universidad del Valle en Meléndez, el cual es un negocio redondo que hacen los dueños de esos terrenos que eran Garcés (…)”16.. Esta renovación urbana produce cambios significativos en cómo los caleños viven e interactúan dentro de la ciudad, ya que profundiza el sentido de pertenencia hacia su propio entorno comunitario. No obstante, si se observan las dinámicas de crecimiento de Cali, se puede encontrar que las diferenciaciones urbanísticas en términos físicos están relacionadas con la construcción de diferencias culturales y educativas que aluden a jerarquías, distinciones y distancias, de hecho, “los espacios para vivienda ofrecida desde la élite política para las clases subalternas, ha sido en zonas no aptas técnicamente para asentamientos humanos. Son terrenos anegados, fangosos, aledaños al rio cauca, propios. 16. ENTREVISTA con Álvaro Camacho, Profesor de la Universidad de Los Andes, Bogotá, 19 de Agosto de 2010.. 19.

(19) de las llamadas “madre viejas” que, como reservorios de agua importantes, tienen un gran valor en términos ecológicos para la flora y la fauna de la región” 17.. Por otro lado, es importante anotar que el discurso sobre el “civismo” y la “caleñidad” no sólo impactarían las relaciones sociales y económicas dentro de la sociedad, sino que también impactaría en la cultura del deporte de los ciudadanos. Aunque Cali siempre ha tenido una cultura en torno al deporte -el cual es una muestra de orden, control y disciplina-, no sería hasta los Juegos Nacionales de 1954 en donde Cali focalizaría sus recursos económicos, políticos y sociales para. desarrollar una infraestructura que le. permitiera a promoverse a nivel nacional como una ciudad deportiva, de hecho, fue gracias al gran éxito de estos Juegos Nacionales que Cali gano el derecho de realizar los Juegos Panamericanos de 1971.. Aparte de la importancia e incidencia que tuvo el proyecto de ciudad cívica dentro de los caleños, es clave resaltar que los individuos pertenecientes a la élite política eran polivalentes, “en el sentido de que apropian, manejan y controlan recursos económicos (medios de producción) y recursos políticos institucionales estatales” 18. Particularmente en este periodo “cívico” de Cali, las instituciones políticas, económicas, culturales y sociales de Cali fueron lideradas en su mayoría, tal como lo muestra el Grafico 2, por un sector de la élite local, el cual no se distinguía por su tradición política o por acaparar los cargos públicos importantes. Este sector de la élite caleña que gobernó a Cali eran por lo general destacados líderes empresariales, tal como lo fue Alfredo Carvajal Sinisterra o Henry J.. 17 18. SAENZ, José., Op. cit., p. 264. SAENZ, Op. cit., p. 47.. 20.

(20) Eder Caicedo, los cuales eran y son actualmente símbolos de la prosperidad industrial que vivió Cali durante éste periodo.. Gráfico 2: Principales actividades económicas de las élites caleñas 1958-1998. Principales actividades economicas de las élites caleñas 1958-1998. 3,2% 3,2%. 3,2% 3,2%. 3,2%. 6,3%. 3,2%. 9,7% 9,7% 3,2%. 6,3%. 3,2% 3,2% Empresa trasportadora de arena Directivo de empresas financieras Directivo de empresas comerciales Gerente de empresa de transportes urbanos Abogado de Ingenios Gerente de carnes y derivados Accionista o dueño de medios de comunicación, diario local Fuente: SAENZ, José D. Op. cit., p. 41.. Dicho sector de la élite caleña que lideró las transformaciones sociales, culturales, políticas y económicas de Cali se caracterizaba, además, por la incorporación de algunos miembros de las nuevas clases emergentes de Cali, preparadas académicamente, en ciertos cargos públicos importantes, tal como lo comenta Harold Rizo, Secretario de Salud en la alcaldía de Artemo Franco Mejía en 1964:. “El periodo cívico de Cali está en los años sesentas y setentas, en los años sesenta surgen unos líderes empresariales, liderados por Manuel Carvajal Sinisterra. Manuel Carvajal reúne un poco de jóvenes, más jóvenes que Marino (Rengifo 21.

(21) Salcedo), que Gustavo y Carlos Holmes; pero no políticos sino gente del sector privado como el grupo de Los Martes, ellos fueron los líderes políticos y cívicos, ya que habían decidido, con el ánimo de servirle al Valle, aceptar cargos políticos para trabajar por la ciudad y el departamento. Entonces ese es el periodo en donde hay una unión entre la clase política pura y la clase empresarial “semi-política”. Pero claro no todos ellos van a terminar metidos en la política sin que los califiquen de políticos, porque quedan de alcaldes, quedan de jefes de planeación, de valorización, y distintos cargos públicos, pero a título personal privado y cívico. Éste es el periodo cívico en donde se hacen muchos esfuerzos por la unión de los partidos [políticos] por Cali, y en donde se pide la sede para los juegos panamericanos, aglutinándose todo el mundo en torno a eso (…)” 19.. A partir de lo anterior es posible afirmar que el desempeño institucional en Cali mejoró a razón de que las relaciones económicas y políticas estaban enmarcadas por densas redes de cooperación social, las cuales, por un lado, filtraban y articulaban los intereses de cada sector social, y por otro lado, reducían los incentivos para el oportunismo y las infracciones20. Es así como esta élite, mucho más urbana y preparada académicamente, logró impulsar grandes reformas dentro de la ciudad, las cuales mejoraron las condiciones sociales y políticas, permitiendo establecer y mantener un ambiente propicio para la expansión e inserción de las industrias caleñas en las dinámicas económicas. 19. ENTREVISTA con Harold Rizo, Rector de la Universidad del Valle en el periodo 1984-1991, Santiago de Cali, 27 de Julio de 2010. 20 PUTNAM, Robert. Social Capital and Public Affairs. En: Bulletin of the American Academy of Arts and Sciences. [en línea]. Vol. 47, No. 8 (1994). [consultado 17 sep. 2010]. Disponible en <http://www.jstor.org/stable/3824796>. 22.

(22) internacionales, de ahí que Alfredo Carvajal Sinisterra en su alcaldía en 1974 acuñara la frase: “una economía sana en medio de una sociedad sana”.. Ya para la década de los setenta, los indicadores económicos y sociales de Cali tuvieron mejoras significativas, en donde según un informe de Miguel Urrutia para Fedesarrollo afirma:. “El ingreso per cápita tanto en las familias pobres como en las ricas aumentó a una tasa de crecimiento anual mayor que la del ingreso nacional per cápita. Igualmente, los ingresos del jefe del hogar aumentaron para estos grupos en un periodo en el cual los sueldos reales de los trabajadores de la industria manufacturera crecieron muy lentamente… uniendo la evidencia de las series salariales y datos sobre los ingresos de la muestra en Cali, da la impresión que durante los años setenta hubo una disminución de la pobreza, y que la brecha entre los sectores formal e informal se hizo menor” 21.. No obstante, este proyecto de ciudad no logra penetrar por completo a toda la estructura social de Cali debido a las falencias estructurales del modelo industrial implementado. De esta manera, se puede observar cómo a pesar de que las elites lograron difundir ampliamente su discurso hegemónico en los distintos sectores de la sociedad caleña, se empieza a gestar paralelamente un modelo con otras formas y símbolos culturales, tal como lo ilustra Enrique Rodríguez: 21. URRUTIA, Miguel. Los de arriba y los de abajo: la distribución del ingreso en Colombia durante las últimas décadas. Citado por CAMACHO y GUZMÁN. Colombia Ciudad y Violencia. Santiago de Cali.: Ediciones Foro Nacional, 1990, p.93.. 23.

(23) “La incapacidad de los sectores populares de mostrar ese tipo de ciudad, obliga a desafiar ese modelo a través de otras formas culturales. Es mirar un poco las manifestaciones de la época, de los líderes cívicos comunitarios, cómo hay esa preocupación por el baile como una cosa que subvierte ese modelo de orden y control, pero por otro lado, la ciudad ha sido tradicionalmente eso, una ciudad de mestizos y mulatos, con una presencia muy fuerte de ese componente lúdico y sensitivo; de ahí que, este proyecto de control no encaje muy bien. Entonces tenemos por un lado, una imagen o cosmovisión del deber ser de Cali, pero que por otro lado tenemos una sociedad civil mucho más compleja de lo que aparece allí, una complejidad que se ve desde la misma arquitectura (…)” 22.. Sin embargo, las limitaciones del discurso cívico promovido por las élites no sólo tenían limitaciones sociales y culturales, como se ilustró anteriormente, sino que también el modelo económico promovido por dichas élites afectó de manera negativa a la clase media, ya que, “aunque el ingreso de los pobres se incrementó más rápidamente que el ingreso per cápita, la brecha se creó también porque el ingreso real de la clase media aumento muy poco o nada” 23, generando fuertes implicaciones políticas y sociales, entre ellas la leve disminución de la participación en los asuntos públicos por parte de los caleños, tal como se puede observar en la Cuadro 2, el cual muestra una disminución, comparándola con la década anterior, en el crecimiento de la creación de organizaciones sociales en Cali en la década de los setenta.. 22. ENTREVISTA con Enrique Rodríguez, Profesor de Ciencia Política de la Universidad ICESI, Santiago de Cali, 10 de Agosto de 2010. 23 CAMACHO y GUZMÁN, Op. cit., p. 93.. 24.

(24) Cuadro 2. Estructura de las formas de organización social registrada en Cali 1970-1980. 1970-1980 Espacio comunitario Fundacion ONG Organización Comunitaria Organización Cultural Organización Gubernamental Organización Religiosa. 65 4 1 2 47 1 1 9. Fuente: Elaboración propia a partir de datos de la Alcaldía de Santiago de Cali.. A partir de lo anterior es posible inferir que a pesar de que el modelo de “ciudad cívica” mostraba indicios de ser suficientemente eficiente en la solución de dilemas sociales, según lo muestra algunos indicadores socioeconómicos, no lograba la penetración total en la estructura social de Cali debido a la resistencia social y cultural de algunos sectores de la sociedad, especialmente los más populares, los cuales en su mayoría no lograron articularse a las dinámicas económicas y culturales las cuales les permitirían acceder a los derechos y beneficios que la comunidad caleña proveía De ahí que German Patiño afirmara:. “En aquel entonces había cierta esperanza en la prosperidad por el desarrollo económico que se había logrado, pero también en ciertas desesperanzas en las consecuencias de esa prosperidad por la gran masa de gente desplazada e indigente” 24.. No obstante, esta ambivalencia del modelo fue perfectamente comprendida por parte de las élites caleñas, las cuales en su afán difundir y reforzar el modelo de “ciudad cívica” y de. 24. ENTREVISTA con German Patiño, Historiador y columnista del diario local El País, Santiago de Cali, 26 de Julio de 2010.. 25.

(25) mantener andamiaje institucional funcionando de la ciudad, desarrollaron paralelamente un conjunto de medidas que les permitieron la construcción y conservación de su hegemonía, dentro de las cuales la filantropía y las políticas de promoción pública serían las principales. De hecho, en aquella época, Cali “se destaca en el concierto nacional por la labor pública de sus dirigentes en la promoción de actividades económicas y de pequeña empresa, y es la ciudad cuyos gremios y empresarios han movido más opinión publica en torno a la responsabilidad social de la empresa, y han mostrado más preocupación por las condiciones de habitabilidad de sus ciudadanos más pobres” 25.. Éste espíritu filantrópico y políticas de promoción hacia el deber público tenían, además, la función de resaltar sistemáticamente las tradiciones cívicas y el sentido de pertenencia de los caleños, reforzando un imaginario de organicidad el cual “procuraba atenuar la desigualdad estructural, a la vez que se tiende a deslegitimizar los intentos de subversión del orden social vigente” 26. Paralelamente, este tipo de conductas por parte de la élite procuraba impulsar la participación ciudadana en los asuntos públicos a través de organizaciones sin ánimo de lucro administrada por las empresas más representativas a nivel local, tal como lo ilustra el cuadro 3.. Cuadro 3. Principales instituciones Filantrópicas con operación en Cali. Entidad Fundación Carvajal (1961 ) Fundación FES (Fondo para la Educación Superior) (1964) Fundación Caicedo González (1957). 25 26. Acciones Claves Líder en programas con microempresa y de vivienda social. Intermediaria financiera para programas sociales en educación, salud y otros. Desarrollo social, económico y cultural del individuo, la familia y la comunidad.. CAMACHO y GUZMÁN, Op. cit., p.189. Ibíd., p. 189.. 26.

(26) Fundación Colgate Palmolive (1977). El propósito inicial de llevar a los sectores más necesitados, instalaciones deportivas adecuadas.. Fundación Holguines Fundación MAC. Adelanta programas de vivienda de interés social. Con vínculos en programas de capacitación para personal de baja capacitación.. Fundación Tecnoquímicas. Mejorar la calidad de vida de los individuos y de su entorno social; la creación de nuevos conocimientos e impulsar de esa manera el progreso con bases sólidas y perdurable.. Fundación Plaza de Toros Ejecuta Programas de salud y mejoramiento de (1957) vivienda popular. Fuente: SAENZ, Op. cit., p. 85.. En síntesis, el proyecto de ciudad cívica difundido e implementado por las elites caleñas generó en las estructuras sociales, culturales y económicas grandes transformaciones que le permitieron a ciertos sectores sociales de Cali beneficiarse de un ambiente propicio en el cual el mercado y la industrialización prosperaron. Estas trasformaciones se caracterizaron por el enriquecimiento del capital social, en donde la exaltación de los valores y actitudes cívicas, como el respeto y reciprocidad, fueron ampliamente difundidas mediante la configuración de un discurso ideológico que pretendía establecer el proyecto hegemónico de las elites caleñas.. Por otro lado, los indicios anteriormente mostrados, muestran que el stock de capital social de Cali se incrementa sustancialmente a partir de la década de los sesenta, lo cual coincide con el inicio del proyecto de ciudad cívica por parte de las élites caleñas. De ahí, que se pueda afirmar que, aunque se crea que las tradiciones cívicas eran más “comportamientos de moda” o “estéticos”, los discursos cívicos de la élite pudieron producir en los ciudadanos, especialmente los de la clase media y alta, impactos parciales en las formas en cómo éstos sectores desarrollan actitudes e ideas sobre su entorno urbano y vida comunitaria. En este sentido es clave señalar el rol de los juegos panamericanos realizados 27.

(27) en Cali en 1971, ya que permitió aglutinar intereses, ideas, sentimientos y recursos en torno a la realización de un proyecto de tal magnitud mejorando sustancialmente el desempeño institucional de Cali tal como lo ilustra Harold Zangen, un destacado servidor público de aquella época:. “Con el éxito de los juegos nacionales Cali se atrevió a pedir los juegos panamericanos en el año 71, y ése es el lanzamiento de un verdadero civismo en la ciudad, para los juegos panamericanos, gobernador, alcalde, presidente de la república y demás, conformaron centros y comités con la gente que más sabía de los temas, por ejemplo: alojamiento, transporte, comidas, mejoramiento del entorno de la ciudad, y cada comité estaba compuesto por cuatro o cinco personas que le dedicaron prácticamente tiempo completo a estos temas (…) Y se cumplió, y sobradamente, convirtiéndose en ese momento los juegos panamericanos más exitosos de la historia, todo esto salía en la prensa, radio, los comités muy activos por ejemplo las damas rosarías se encargaban de pintar las fachadas de las casas de las principales avenidas por las cuales se tenía que pasar, la gente encargada del transporte se encargaba que el transporte no fallara para los deportistas, los escenarios deportivos muy bien presentados y luego la parte cultural y organizativa no fue buena….fue excelente (…) [de hecho] el comité de transito hizo una labor extraordinaria creando los guardas de tránsito y la secretaria de transito que no existía”27.. 27. ENTREVISTA con Harold Zangen, Fundador de La Corporación para la Recreación Popular de Cali y destacado funcionario público, 31 de Agosto de 2010.. 28.

(28) No obstante, el modelo de “Ciudad Cívica” tenía profundas limitaciones en ciertos sectores debido a que los beneficios de la prosperidad fueron efímeros, y además, la identificación hacia el modelo de ciudad cívica fue poca por parte de los sectores emergentes. De hecho, los enormes esfuerzos por parte de la élite de hegemonizarse como clase a través de un discurso cívico y pacífico fue paulatinamente contradictorio y cuestionado ante las desigualdades estructurales de Cali y el auge de la violencia privada y ajustes de cuentas.. A pesar de las intenciones descritas, el panorama social de la ciudad era otro. La constante movilización social en la búsqueda de una re-configuración de las estructuras sociales de Cali, no permitían la construcción de un proyecto político, social y cultural basado en un espíritu colectivo y en una identidad común. Por un lado, la mayoría de los sectores sociales conformados por nuevos inmigrantes, representaban en principio altas cargas sociales y económicas por el conjunto de necesidades básicas insatisfechas. En segundo lugar, la inmigración intensiva y descontrolada no sólo desbordaba la capacidad de respuesta social por parte de las instituciones locales, sino que también era estimulada por los propietarios de tierras de uso marginal interesados en vendérselas al Municipio como único comprador posible y por dirigentes políticos deseosos de incrementar su base electoral, tal como lo anota Harold Rizo:. “Cali durante esos años -finales de los cincuentas y durante todos los sesentasse fue desarrollando, se fue expandiendo a base de invasiones de tierras, ninguna de ellas totalmente espontánea. Para la época, aquí había una organización que se llamaba Central Pro-vivienda de Colombia, que era manejada por unos políticos, en su mayoría liberales, que organizaban las 29.

(29) invasiones en terrenos que ya habían negociado con sus dueños. Algunas de estas tierras estaban localizadas en sectores que se inundaban” 28. La presencia de esta población inmigrante implicó la aparición de nuevos sistemas simbólicos dentro de la estructura social caleña, debido a que la población proveniente de regiones como Cauca, Nariño, Chocó y el viejo Calcas, tenían improntas culturales y sociales distintitas de los ya establecidos en la ciudad, especialmente por su naturaleza rural. Esta nueva presencia social y cultural no se integró de manera armónica al universo urbano y, mucho menos, cuando la ciudad misma se encontraba en un proceso de transición o escalamiento de pequeña a gran ciudad. En consecuencia, la combinación de un flujo migratorio intensivo de origen no urbano, los intereses de los propietarios de tierras marginales periurbanas, el surgimiento de nuevos líderes políticos inescrupulosos y la incapacidad de las instituciones públicas locales y regionales para ejercer gobernabilidad territorial y social, dificultaban el desarrollo de una estructura social y política estable para la Ciudad de Cali. De hecho, Fukuyama afirma que:. “La urbanización y la movilidad geográfica pueden alterar las identidades, linajes y lazos de las personas. De ahí que la urbanización y la movilidad geográfica debiliten cierto tipo de organizaciones, ya que sus miembros no pueden sentirse representados del todo por esas organizaciones, así estas estén acorde a sus intereses inmediatos” 29. 28. ENTREVISTA con Harold Rizo, Rector de la Universidad del Valle en el periodo 1984-1991, Santiago de Cali, 27 de Julio de 2010. 29 FUKUYAMA, Francis, Op. cit., p. 93.. 30.

(30) Los procesos descritos de una ciudad que pretende transformase y modernizarse rápidamente, pero que se mueve entre la constante tensión de un “querer ser” de su dirigencia y los hechos o realidades condicionadas por unas dinámicas supra-locales, fueron distintos de los ocurridos en otras ciudades latinoamericanas como Río de Janeiro o Buenos Aires, que primero se transformaron, a finales del siglo XIX, en “Ciudades burguesas” y se masificaron después en el siglo XX30. En el caso de Cali, el “proceso de modernización coincidió con la construcción de un modo de ser social y colectivo -si se quiere, “una identidad”- de origen popular, que se configuró durante el periodo en el cual la ciudad dejó de ser un pueblo grande que había sido durante 400 años y se transformó al ritmo creciente de la industrialización de la economía regional; a la velocidad del tren por el ferrocarril del Pacífico que nos ligaba con Buenaventura y el resto del mundo; y con las oleadas de campesinos, inmigrantes y desplazados por la Violencia política, liberal-conservadora de los años 1940 -1960”31. Los límites de una ciudad cívica y el desborde del narcotráfico En la década de los setenta Cali encaró la profundización de ciertas problemáticas sociales que desbordaban el paulatino control que hasta el momento ejercían las élites caleñas a través de su modelo de Ciudad Cívica y espíritu de filantropía. El surgimiento de nuevos actores sociales, como el M-19 o las organizaciones narcotraficantes, dificultaron la conservación y mantenimiento del orden social, debido al desborde de la violencia urbana en determinadas zonas de la ciudad, como Siloé y Aguablanca, lo cual amenazaba la legitimidad tanto del Estado al igual que el modelo de Ciudad Cívica de las élites.. 30 31. ULLOA, Alejandro. La Caleñidad en la Historia. Santiago de Cali: Universidad del Valle, s.f., p. 1. Ibíd., p.1.. 31.

(31) De ahí que las campañas de civismo y filantropía en la ciudad se fortalecieran sistemáticamente, con el fin de diezmar las amenazas, por parte de grupos insurgentes o criminales, al orden social establecido. No obstante, dichas campañas de organicidad y pertenencia hacia Cali tenían un carácter paradójico, ya que “al exacerbar los sentimientos de organicidad y de amenaza al orden, abrían las puertas para que quienes se sentían amenazados, tanto por la insurgencia como los otras formas de inseguridad, optaran por recurrir a la justicia y protección privada en abierta contradicción con lo postulado por las mismas campañas filantrópicas” 32.. De hecho, estudiosos como Camacho y Guzmán muestran que entre 1985 y 1986 se empiezan a registrar limpiezas en la ciudad, en donde indigentes y ladrones menores eran desaparecidos o asesinados por grupos criminales emergentes. En este proceso se presenta, además, “una cierta displicencia de las autoridades policivas para investigar los hechos, e inclusive se llegó a extremos insólitos de tolerancia frente a la justicia privada” 33, mostrando los primeros indicios de una competencia por el poder y el establecimiento de una hegemonía en Cali entre las élites, narcotráfico y el M-19, a través de una multiplicidad de violencias.. Estas confrontaciones por el poder local no sólo produjeron impactos en la degradación social, como el aumento en la tasa de homicidios como se observa en el Gráfico 3, sino que también generó un deterioro en el stock del capital social de la comunidad caleña, debido a la incapacidad de las virtudes cívicas (tales como Normas y Códigos informales) de ejercer. 32 33. CAMACHO y GUZMÁN, Op. cit. P. 190. Ibíd., p. 191.. 32.

(32) control o mediar en las relaciones e intercambios entre los individuos, en otras palabras, la proliferación de actitudes y ambientes que favorecían los ajustes de cuentas y protección privada, incrementó significativamente los índices de incertidumbre convirtiendo a las tradiciones cívicas en un elemento incapaz e ineficaz para mediar en las relaciones e intercambios entre los individuos.. Grafico 3: Tasa de Homicidios de Santiago de Cali, 1984-2002.. Tasa de Homicidios por cada cien mil habitantes 140. 120 100. Tasa de Homicidios por cada cien mil habitantes. 80 60. 2 per. media móvil (Tasa de Homicidios por cada cien mil habitantes). 40 20 0 Año 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002. Fuente: Elaboración propia a partir de datos de la Alcaldía de Santiago de Cali y Gobernación del Valle del Cauca.. Paralelamente, el stock de capital social de la comunidad caleña se vio afectado por la disminución de la vida pública de los individuos, a causa de la generalización de un temor de verse afectado, en alguna medida, por la acción de limpiezas colectivas y acciones de justicia privada. De ahí, que a mediados de la década de los ochenta proliferaran las medidas para la protección personal, tales como la compra de armas, carros blindados o migración al exterior, incrementando el gasto en seguridad para el gobierno local y de los caleños. Éste punto lo ilustra Harold Zangen al decir:. 33.

(33) “En esa época hubo mucha criminalidad en los estratos bajos y altos, uno iba a un grill a bailar y había un narcotraficante y le gustaba la chica de uno entonces iba y peleaba y había doce muertos, además, escandalizaban en las calles con sus grandes carros y guardaespaldas. Ese tipo de vainas generó entonces un éxodo de familias, por el narcotráfico pero al mismo tiempo estaba la guerrilla, el M-19 y el ELN y las FARC con grades amenazas. La toma de la María 34, el secuestro del kilómetro dieciocho35 se volvió un problema de grandes magnitudes, especialmente a las familias que tenían hijos que pudieran ser los dirigentes de hoy, y esas familias optaron a enviar sus hijos por fuera, cuando no había los recursos a Bogotá o si no al exterior” 36. De lo anteriormente dicho se esperaría, desde la teoría, que el crecimiento de organizaciones y redes sociales se disminuyera. sustancialmente en comparación a las. décadas anteriores, sin embargo, lo que nos muestra el Gráfico 1 es totalmente lo contrario, ya que el crecimiento de la formación de organizaciones sociales en la década de los ochenta fue mayor al 100% en comparación con la década anterior. Además, es interesante anotar la diversificación en los temas y objetivos en torno al cual crean las organizaciones y redes sociales. En este sentido las organizaciones gubernamentales, fundaciones y espacios comunitarios, tal como lo muestra el cuadro 4 se empezarían a convertir en elementos. 34. La toma de la María se refiere a secuestro masivo perpetrado por el ELN en la iglesia la María, ubicada en un exclusivo barrio al sur de Cali en 1999, el cual generaría posteriormente un movimiento ciudadano llamado Movimiento ¡NO MAS! El cual organizaría numerosas marchas en contra del secuestro. 35 El secuestro masivo en el kilómetro dieciocho es el segundo plagio masivo en Cali, en donde cerca de 71 personas fueron privadas de su libertad en un área frecuentemente visitada por la élite caleña. 36 ENTREVISTA con Harold Zangen, Fundador de La Corporación para la Recreación Popular de Cali y destacado funcionario público, 31 de Agosto de 2010.. 34.

(34) claves para la articulación de intereses específicos. De hecho, el tipo de organización que más proliferaría en la ciudad son los grupos de tercera edad y las juntas de acción comunal.. Cuadro 4. Estructura de las formas de organización social registrada en Cali 1980-1990 1980-1990 142 Asociacion 1 Asociacion Gubernamental 1 Espacio comunitario 4 Fundacion 5 ONG 5 Organización 1 Organización Artistica 1 Organización Comunitaria 113 Organización Gubernamental 4 Organización Religiosa 7 Fuente: Elaboración propia a partir de datos de la Alcaldía de Santiago de Cali.. Es importante aclarar que aunque la ley 19 de 1958 promovía la creación de juntas de acción comunal, ésta no tuvo un impacto significativo en Cali sino hasta la década de los ochenta, periodo que, por sus características ya descritas, motivó a los ciudadanos a crear grupos comunales que les permitieran defender no sólo los intereses macro de la comunidad sino los micro, es decir, aquellos relativos a los problemas de seguridad del barrio y circunveníos.. Por otro lado, el auge de los grupos de tercera edad en Cali se debió al interés de diferentes organizaciones gubernamentales y no gubernamentales locales, tales como el ISS y la Corporación para la Recreación Popular presididas por Harold Rizo y Harold Zangen respectivamente, en la creación de un organismo capaz de desarrollar programas tendientes a promover el bienestar de las personas de la tercera edad en Cali, convirtiéndose esta iniciativa en un modelo en su género no sólo en Colombia sino también en Iberoamérica. Por último, otro factor que pudo haber incidido en el crecimiento de las organizaciones 35.

(35) sociales en Cali es el hecho de que a partir de 1996 la Cámara de Comercio de Cali adquirió la facultad de registrar a todas aquellas organizaciones sociales que quisieran su formalización, hecho que género que organizaciones sociales como la Unión de Vivienda Popular que registraba sus primeras acciones en la década de los cincuenta buscaran su formalización, incrementando en quinientas las nuevas organizaciones formalmente constituidas en la ciudad.. Para la década de los noventa se puede observar un incremento exponencial en la formación de organizaciones y fundaciones sociales tal como lo muestra el cuadro 5, en donde las fundaciones se convertirían en una de las principales formas de agrupación social. Este cambio en las formas de organización social en Cali puede ser explicado desde dos perspectivas, por un lado, el cambio en la constitución colombiana de 1991 que pudo haber creado y abierto espacios para que los diferentes sectores de la sociedad pudieran conformar grupos de interés, los cuales les permitieron articular sus intereses particulares a los intereses generales. Por otro lado, ante la profundización de ciertas problemáticas sociales, políticas y económicas que afrontaba la ciudad para finales de los noventa, los temas de interés para los caleños tomarían un carácter mucho más amplio e integral, es decir, las organizaciones comunales son una de las formas primarias de organización social, en donde se promueve los intereses materiales, sociales o políticos de sus propios miembros, en tanto las fundaciones se centran más en la producción de bienes públicos, en donde ya no solo sus miembros beneficiados sino el conjunto de la sociedad.. Cuadro 5. Estructura de las formas de organización social registrada en Cali 1990-2000 1990-2000 3569 Asociación 1427. 36.

(36) Asociación Comunitaria Asociación Comunitaria Asociación Educativa Cooperativa Corporación Espacio comunitario Federación Fundación Fundación social y cultural ONG Organización Organización Artística Organización Comunitaria Organización Cultural Organización Educativa Organización Gubernamental Organización Religiosa. 10 17 8 280 243 2 28 739 1 11 20 3 745 5 5 3 22. Fuente: Elaboración propia a partir de datos de la Alcaldía de Santiago de Cali y Cámara de Comercio.. A partir de lo anterior es posible evidenciar los enormes esfuerzos de las élites para conservar su hegemonía en los distintos espacios públicos de la ciudad a través de organizaciones y corporaciones que reforzaran su discurso. No obstante, el proyecto de ciudad cívica que tenían las élites caleñas se ve transformado y reconfigurado con el relevo generacional de las élites políticas y económicas hacia finales de la década de los setenta, en donde los hijos de los empresarios tradicionales se desvincularían por completo del desarrollo de la política local y de la actividad pública, debido a un cambio en los perfiles en la nueva generación, es decir, el nuevo perfil que tenían las élites caleñas era dirigido hacia el mejoramiento y expansión de la plataforma industrial de las empresas familiares ya que las condiciones mínimas que permitían el crecimiento y competitividad de sus empresas ya había sido establecido por sus antecesores en el “periodo cívico”; de ahí que familias como la Carvajal, Eder, Sardi, Lloreda y Grases, dejaran de figurar en el ámbito político hasta el día de hoy. 37.

(37) Lo anterior es evidente si se observa que desde mediados de la década de los ochenta cuáles son las figuras políticas de la élite que están en los puestos más importantes a nivel local, encontrando que los únicos alcaldes pertenecientes a las élites tradicionales de Cali son Carlos Holmes Trujillo, Rodrigo Guerrero y Ricardo Cobo Lloreda. De hecho Francisco José Lloreda Mera, hijo de Rodrigo Lloreda Caicedo, ha intentado en varias ocasiones ser alcalde sin éxito alguno debido a la incapacidad de articular los intereses de la sociedad a través de un discurso ideológico o un proyecto político.. Esta incapacidad de las élites caleñas de conservar su proyecto hegemónico se vio afectada, además, por la aprobación de la elección popular de alcaldes en 1986, la cual permitió el surgimiento de nuevas figuras políticas, pertenecientes principalmente a las capas media y baja, que entrarían a disputar el control social y político de la ciudad. No obstante, la incapacidad financiera de estos nuevos sectores políticos significó una limitación estratégica que llegaría a impedir en un principio el acceso al poder local. De hecho si se observan las dinámicas electorales en el periodo comprendido entre la alcaldía de Henry J. Eder Caicedo en 1986 y la alcaldía de Rodrigo Guerrero hasta 1994, es en donde las élites lograron controlar parcialmente las principales instituciones políticas en Cali.. Sin embargo, con el fortalecimiento de las organizaciones narcotraficantes en Cali el panorama político cambiaría radicalmente, ya que estas organizaciones empezarían a establecer fuertes lazos con los nuevos sectores políticos que a través de la financiación de la campañas les permitió establecer una amplia y densa red clientelar en amplios sectores de la ciudad. Por otro lado, estos nexos entre los nuevos sectores políticos, que de a poco 38.

(38) irían captando el poder político en Cali, y las organizaciones narcotraficantes afectaría la imagen del ejercicio de la política a nivel local, ya que se empezaría a generalizar y evidenciar dentro de las clases media y alta una idea de rechazo y repudio frente a las nuevas dinámicas y líderes políticos de la ciudad, generando en las nuevas generaciones de la élite política local cierta indiferencia ante la realidad que afrontaba la ciudad. De hecho, es interesante observar cómo estas nuevas generaciones empiezan a ocupar cargos políticos que tienen poca, o ninguna, relación con la ciudad, tales como embajadas, consulados, entre otros.. Este nuevo panorama político de Cali debilita profundamente el proyecto de “Ciudad Cívica” creado por las élites políticas en los sesenta, ya que la reproducción y difusión de éste proyecto empezó a ser transformado por nuevos actores políticos los cuales representaban intereses de diversos sectores de la sociedad, tanto legales como ilegales. El surgimiento de estos nuevos actores políticos, además, generó en Cali cambios en las maneras en como la política era ejercida, tal como lo ilustra Harold Rizo:. “antiguamente la política se hacía con contribuciones de gente buena, yo era liberal y nos dirigíamos donde el Dr. Carvajal a que nos ayudara y él daba lo que él podía, cinco mil pesos, o diez mil pesos pero había gente que daba más plata y eran ellos los que financiaban la política, las empresas privadas eran las que. 39.

(39) financiaban la política. Pero luego, ya se aburguesaron nuestros políticos y vieron que era más fácil pedirles a los Rodríguez37 la plata.” 38. Estos cambios en la política local generó nuevas formas de cómo la política era concebida y ejercida, ya que pasó de ser una actividad con alto sentido cívico y progresista, a pesar de sus contradicciones, a ser una actividad limitada y dependiente, en su mayoría por el narcotráfico, lo cual produjo un deterioro del capital social de los caleños debido a que el proyecto de ciudad cívica no encontró sector social alguno que pudiera reproducirlo dentro de la estructura social caleña. De ahí, que desde mediados de los ochenta empezara a ser evidente no sólo el deterioro urbanístico de Cali, sino también la degradación del capital social debido a que la vida pública se ve limitada por el temor generalizado entre los individuos de verse afectados o inmiscuidos por las organizaciones ilegales en Cali, especialmente por el narcotráfico.. El deterioro de los espacios públicos generó la fragmentación de las relaciones sociales en la comunidad caleña, en donde la confianza pública, que es la base para una sociedad bien ordenada, pasa a ser reemplazada por la confianza privada, la cual prevalece los “ámbitos privados poblados sólo por familiares y amigos cercanos en los cuales las personas se refugian ante los altos niveles de imprevisibilidad social de agresión y de injusticia” 39, en otras palabras, la comunidad caleña desde mediados de la década de los ochenta se atomiza. 37. Por los Rodríguez se hace referencia a Miguel Rodríguez Orejuela (alias el Señor) y Gilberto Rodríguez Orejuela (alias el Ajedrecista), confesos narcotraficantes y principales cabecillas del cartel de Cali en la década de los ochenta y noventa. 38 ENTREVISTA con Harold Rizo, Rector de la Universidad del Valle en el periodo 1984-1991, Santiago de Cali, 27 de Julio de 2010. 39 GAMBETTA, Diego. The Sicilian Mafia: The business of private protection. Estados Unidos.: Harvard University Press, 1993, p.77.. 40.

(40) y asimila en conjunto mecanismos de seguridad y refugio frente a la insolidaridad y la desconfianza, pilares de una comunidad no cívica y caldo de cultivo para el surgimiento o fortalecimiento de organizaciones mafiosas, tal como ocurrió en Cali y Medellín.. Por otro lado, el narcotráfico además de haber impactado la cultura política de Cali, lo hizo de igual manera en las tradiciones cívicas y en los comportamientos pro-sociales mediante el despliegue y apropiación de símbolos y virtudes que de manera eficiente y barata protegerían los diversos negocios e inversiones de posibles amenazas tales como el Estado u organizaciones de los narcotraficantes rivales. Por otra parte, el carácter ilegal de las organizaciones narcotraficantes limita la capacidades de poderse establecer e interactuar como agente a las distintas dinámicas y coyunturas del mundo legal, de ahí que éste grupo desplegara paralelamente un conjunto estrategias de legitimación, las cuales reforzarían los mecanismos de protección de sus negocios.. Estos mecanismos de protección y legitimación por parte de las organizaciones narcotraficantes en Cali son identificables desde la década de los sesenta, no obstante no fue hasta finales de la década de los setenta cuando el despliegue de estos mecanismos fue evidente en escenarios públicos que iban más allá de lo barrial. Cabe anotar que dentro de las diferentes formas de legitimación y protección de inversiones, las más usuales y evidentes eran el uso de las relaciones comerciales y mercantiles respaldadas por el uso de la violencia como mecanismo estructurador de poder, es decir, aunque es difícil cuantificar la incidencia del narcotráfico dentro del crecimiento de homicidios en Cali en la década de los ochenta, sí es posible identificar el surgimiento de ciertas figuras y actores con el surgimiento y fortalecimiento del narcotráfico, tales como la aparición del sicario, el “cual 41.

(41) es uno de los mejores indicadores del desarrollo instrumental de la violencia, de la división del trabajo en su interior y de la intermediación entre el polo que la activa y la víctima” 40.. El uso de la violencia, sin embargo, tiene sus complicaciones ya que su uso excesivo atrae la atención de la policía y demás instituciones, tal como ocurrió con las organizaciones narcotraficantes en Medellín, en donde el uso excesivo de violencia implicó una mayor presencia del Estado teniendo como resultado la captura y muerte de algunos de los líderes de dichas organizaciones, de ahí que las organizaciones narcotraficantes de Cali tuvieran la reputación de ser menos bélicas y mucho más empresariales.. A pesar de que los índices de homicidios entre Cali y Medellín, eran muy cercanos en la década de los ochenta y noventa, tal como lo muestra la Gráfica 4, el uso de la violencia por parte de las organizaciones narcotraficantes en Cali era mucho más racional e invisible, debido a que por lo general “la violencia restringe los mercados en los cuales los criminales pueden operar ya que disuade a la gente de tratar con ellos” 41 afectando notablemente sus negocios que no se limitaban al ámbito ilegal.. 40 41. CAMACHO y GUZMÁN, Op. cit., p. 154. GAMBETTA, Diego. Codes of the Underworld. Princeton: Princeton University Press, 2009, p. 37.. 42.

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