para la Educación,
la Ciencia y la Cultura
Consejo Ejecutivo
ex
139a. reunión
139 EX/23
PARIS, 13 de marzo de 1992 Original: Francés e inglés
Punto 6.6 del orden del día provisional
INFORME
SOBRE LA UTILIZACION DE LAS SEIS LENGUAS DE TRABAJO
DE LA CONFERENCIA GENERAL
RESUMEN
Este documento se presenta al Consejo Ejecutivo de co:nfor-
midad con la Resolución 34 aprobada por la Conferencia
General en su 26a. reunión, en la que pedía que se estudiaran
posibles opciones eficaces y de costo razonable con res,pecto
a la utilización de sus lenguas de trabajo y se adoptaran
medidas presupuestarias para corregir el desequilibrio
existente en dicha utilización; de acuerdo con la misma
resolución, se presentará otro informe al Consejo en su
140a. reunión.
1. Hasta la 25a. reunión de la Conferencia General, todas las resoluciones
aprobadas sobre la utilización de sus seis lenguas de trabajo se referían
concretamente a una o más de las cuatro lenguas -árabe, chino, ruso o español-
consideradas desfavorecidas con respecto al inglés y el francés, que son
también lenguas de trabajo de la Secretaría. Las resoluciones aprobadas en la
25a. (Resolución 49.1) y 26a. reuniones (Resolución 34), que se refieren a la
utilización de las seis lenguas de trabajo, siguen insistiendo en la necesidad
de conseguir un mejor equilibrio entre ellas.
2. Tras estudiar las propuestas del Director General relativas a una nueva
política de publicaciones (documento 137 EX/lO), el Consejo Ejecutivo adoptó
en su 137a. reunión la Decisión 137 EX/5.5.1, en la que "preocupado por el
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idiomas y, asimismo, en su distribución”, pedía al Director General que
estudiara “medidas apropiadas para corregir dicho desequilibrio” y decidía
incluir la cuestión relativa a una nueva política de publicaciones en el orden
del día de su 139a. reunión. Este aspecto de la utilización de las lenguas de
trabajo se aborda en el documento presentado a la actual reunión, en el punto
4.6.1 de su orden del día (documento 139 EX/15); por consiguiente, el presente
documento se limita a la utilización de éstas en otras unidades de la Secre-
taría directamente afectadas, esto es, sus servicios de lenguas y documentos.
3. Por lo que respecta a dichos servicios, en el informe presentado a la
Conferencia General en su última reunión (documento 26 C/47) se exponían las
medidas adoptadas hasta la fecha para mantener el equilibrio en la utilización
de las lenguas de trabajo. En términos de los volúmenes de traducción hacia
cada una de ellas, la situación de las seis lenguas con respecto a las demás
había permanecido uniforme a lo largo de los seis años anteriores, es decir,
de 1985 a 1990; esta estabilidad se mantuvo en 1991: de una producción total
de más de 60.000 páginas traducidas, los porcentajes de las traducciones a las
distintas lenguas fueron muy similares a los de 1990, a saber: al inglés, 17%
(18% en 1990); al francés, 28% (29%); al español, 19% (23%); al ruso, 15%
(11%); al árabe, 13% (12%); al chino, 8% (7%). Se seguirán haciendo esfuerzos
para que, de conformidad con la Resolución 25 C/49.1, “las restricciones
presupuestarias no tengan repercusiones proporcionalmente mayores para algunas
lenguas que para otras”.
4. De acuerdo con el mismo principio, las seis lenguas se beneficiarán del
proceso de informatización iniciado en 1991 en los servicios lingüísticos: se
han instalado ordenadores en las correspondientes secciones, se han empezado a
sustituir las máquinas de escribir por ordenadores para el personal adminis-
trativo, y prosigue el proceso emprendido para dotar a la traducción de
asistencia informatizada. Ya se ha instalado también una red para conectar
dichos servicios con las operaciones de control y producción de documentos.
5. La resolución referente a la utilización de las lenguas, aprobada por la
Conferencia General en su 26a. reunión (Resolución 34), se centra en un punto
de especial importancia para los servicios de lenguas y documentos y pide al
Director General que “estudie posibles opciones eficaces y de costo razonable,
entre otras la de fomentar una mayor utilización de los servicios de traduc-
ción e imprenta existentes en los Estados Miembros”, y también que “en el
marco de las previsiones presupuestarias para 1992-1993, adopte medidas con el
fin de corregir el desequilibrio existente en la utilización de las seis
lenguas de trabajo de la Conferencia General”.
6. La utilización de medios externos para la traducción es en sí misma una
alternativa rentable -a condición de que se mantengan los niveles de calidad-
a la traducción efectuada por el personal de los servicios lingüísticos de la
Secretaría, cuyo numero se ha reducido en los últimos años, o para el personal
a corto plazo, para cuya contratación también se han reducido los fondos en el
presupuesto de los servicios correspondientes. La medida en que se recurre a
la traducción externa varía en función de la capacidad interna: el coeficiente
de la carga de trabajo es muy importante en inglés, francés y español, escaso
en árabe e insignificante en ruso y chino; estas últimas lenguas disponen de
7. Las cantidades que se manejan son considerables. En 1990-1991, el volumen
de traducciones y/o revisiones externas contratadas por la Divisi6n de Traduc-
ción y financiadas con presupuesto propio ascendió a:
Traducción al Inglés Francés Español Arabe 1990 2.836 1.779 2.733 182 1991 Páginas normalizadas 2.22:7 1.54.7 1.991 39’9 7.530 6.164
Por otra parte, el trabajo dado al exterior por los sectores del1 programa a
través de la División de Traducción, con el mismo tipo de contratos de
traducción/revisión (sin contar otras formas de acuerdos contractuales) y
financiados con sus propios presupuestos, ascendió a:
Traducción al Inglés Francés Español Ruso Arabe Chino 1990 1.315 2.716 1.099 229 1.227 229 1991 -- Páginas normalizadas 1.246 2.641 531 332 6.815 4.550
En 1990 las traducciones externas al ruso y al chino fueron documentos para la
Conferencia Mundial de Jomtién sobre Educación para Todos, que se necesitaban
con urgencia y superaban la capacidad de la Secretaría en aquel momento. Este
fue un ejemplo positivo de cooperación con servicios de traducción de Estados
Miembros (Rusia y China, respectivamente).
. 8. Las tarifas de las traducciones externas las fija la Sec:retaría y se
ajustan periódicamente para que sigan siendo competitivas en el mercado; el
último ajuste de este tipo se efectuó en abril de 1991. Dado que los idiomas
principalmente afectados son el inglés, el francés y el español, pero también
porque los contratantes necesitan a menudo consultar las fuentes de referencia ,
de la UNESCO y con los autores de los textos o las unidades de la Secretaría
que solicitan las traducciones, se contrata este tipo de trabajcl básicamente
en el país huésped o en los Estados Miembros vecinos (y, a veces, cuando se
trata del inglés y para poder contar con los servicios de especialistas, en un
Estado no miembro, el Reino Unido). Las personas contratadas figuran en una
lista de traductores y revisores independientes con experiencia.
9. Puede ocurrir también que otros proveedores de servicios de traducción,
incluidos los de otros Estados Miembros, propongan tarifas más interesantes
que las pagadas por la Secretaría, en cuyo caso pueden llevarse a cabo
arreglos contractuales para aprovecharlas; esto sucede, por ejemplo, con
algunas versiones lingüísticas de publicaciones periódicas de la UNESCO. Ahora
bien, sólo es rentable recurrir a esta opción si los contratantes reúnen todos
los criterios de calidad de la UNESCO; de no ser así, puede aca.rrear gastos
adicionales a la Organización (para revisarlos o, como ya se ha dado el caso,
para volverlos a traducir íntegramente) que contrarrestan las ventajas
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10. En cualquier caso, el recurso a la traducción externa tiene sus límites.
Por ejemplo, durante las reuniones y conferencias, las traducciones deben
efectuarse a menudo en tiempo real. Dado el factor de urgencia y la necesidad,
en muchos casos, de buscar documentos de referencia, la traducción de la docu-
mentación para los órganos rectores de la UNESCO -que en 1990 totalizaron
31.000 páginas, es decir, 44% de todas las traducciones- no se presta a ser
efectuada en el exterior. No obstante , para favorecer el estudio de esta posi-
bilidad, en el Capítulo 2 de la Parte 1, Consejo Ejecutivo, del Presupuesto de
la Organización hay una consignación para la traducción externa.
ll. También para fomentar la utilización de servicios externos de la traduc-
ción, los fondos asignados a los servicios lingüísticos para dicho fin en el
Título III del Presupuesto para 1992-1993 se han aumentado en más de un 10% en
relación con los del bienio anterior, lo que supone un comienzo prometedor
para 1992, en que la media de contratos establecidos durante las primeras
semanas ha sido de 10 por semana. Sin embargo, dado que el material para las
traducciones externas consiste principalmente en textos destinados a publica-
ciones periódicas y otras publicaciones, la repercusión de esta medida presu-
puestaria en los desequilibrios existentes en la utilización de las lenguas de
trabajo dependerá en gran medida de las decisiones que adopten los propios
órganos rectores en materia de política de publicaciones, pues en la estruc-
tura de la Secretaría la traducción es por definición un servicio de apoyo al
programa, cuya función consiste en ayudar a ejecutar dichas decisiones.
12. Como la Resolución 26 C/34 hace alusión en su preámbulo a las lenguas en
que se publica el Diario de la Conferencia General y algunos documentos infor-
mativos (INF) , convendría quizá recordar los antecedentes de la actual situa-
ción; ésta es resultado de una decisión adoptada por el Consejo Ejecutivo en
su 114a. reunión (Decisión 3.2.2.2), por la que éste reconocía “la necesidad
de reducir su propia documentación, así como la de la Conferencia General” e
invitaba al Director General a formular propuestas al respecto y a la Confe-
rencia General a reducir el volumen de los documentos preparados para ambos
órganos. Entre las medidas que podían ser adoptadas por la Conferencia Gene-
ral, el Director General, en el documento 116 EX/12 (párr. 44), mencionaba una
medida para “publicar algunos documentos de la serie “INF” (documentos de
información general) únicamente en inglés y francés”, como se hacía ya con los
destinados a las reuniones del Consejo Ejecutivo.
13. Desde la 24a. reunión de la Conferencia General, el proyecto de plan para
la organización del trabajo de la reunión, según fue presentado por el Consejo
Ejecutivo, ha incluido por consiguiente la recomendación de que “para hacer
economías, algunos de los documentos de información y el Diario de la Confe-
rencia General se publiquen sólo en inglés y francés”, dicha recomendación ha
sido aprobada por la Conferencia General en sus tres últimas reuniones.
14. Así pues, las decisiones y resoluciones aprobadas a este respecto han
sido dictadas por consideraciones de carácter económico que, en las actuales
circunstancias, revisten una importancia aún mayor. El volumen de los documen-
tos en cuestión es considerable: durante la 26a. reunión de la Conferencia
General se publicaron 27 documentos de la serie INF, por un total de unas 230
páginas normalizadas. Si en lugar de haber sido traducidos del inglés al
francés o viceversa, y publicados únicamente en dichas lenguas, hubieran
aparecido en las 6 lenguas, ese volumen se hubiera visto multiplicado por un
factor de 4 en términos de traducción y de 3 en términos de producción, con el
correspondiente aumento de los costos; cualquier decisión de publicar el
Diario de la Conferencia en otras versiones lingüísticas hubiera acarreado el
correspondiente aumetno de costos. Conviene confrontar estas consideraciones
con las molestias causadas a los Delegados por las medidas aprobadas hasta la
PROYECTO
Utilización de las seis lenguas de trabajo de la Conferencia General
--
(este proyecto es continuación del documento redactado
por el Director de LD/T;
los dos proyectos juntos constituyen el proyecto de documento 1:39 EX/23)
15. La impresión de los documentos de la Organización debe satisfacer unos
requisitos determinados: rapidez de ejecución, posibilidad de c,orregir los
originales hasta el Último momento y relación directa con los servicios encar-
gados de la distribución. Por consiguiente, en lo que atañe a la impresión de
los documentos, parece difícil considerar la posibilidad de recurrir en mayor
medida a los medios de que disponen los Estados Miembros.
16. En cuanto a las publicaciones, hasta la fecha se encomendaba buena parte
de las actividades relacionadas con la impresión a proveedores externos a la
Organización. Sin embargo, la Organización cuenta con los recursos técnicos
necesarios para realizar este tipo de trabajo; cuando hubo que sustituir las
prensas de imprenta que habían quedado anticuadas, se decidió adquirir una
máquina cuyas características permitiesen obtener una producción que cumpliera
los requisitos de calidad y cantidad de las publicaciones. Esta nueva prensa
fue instalada en enero de 1992 y, aunque no ha alcanzado aún su nivel de
utilización óptimo, se emplea ya actualmente para la producción.
17. El objetivo que se persigue es que la Organización imprima el mayor
número posible de los trabajos que se encargaban antes a proveedores externos.
Ahora bien, la capacidad total de producción de los talleres de la Organiza-
ción no es suficiente como para considerar la posibilidad de que todos los
trabajos de impresión se efectúen en ellos; así pues, cabe la opcicn de utili- zar los medios de que disponen los Estados Miembros, a los que la Organización podría recurrir.
18. A lo largo del último ejercicio se han realizado algunos trabajos de
impresión en Estados Miembros; así, por ejemplo, la versión española del
Informe Final de la Conferencia Internacional sobre Educación para Todos,
impresa en Chile por conducto de CRESALC. El costo de esta operación, favore-
cida por el hecho de que la mayoría de los destinatarios del documento se
hallaban en países vecinos al que lo había producido, fue prácticamente idén-
tico al previsto para una producción en la Sede.
19. Por otra parte, los servicios técnicos de la Organización tienen a veces
que dar su opinión sobre algunos trabajos que han de realizarse en Estados
Miembros. Así fue como pudo observarse recientemente que el costo de produc-
ción de una serie de folletos en un Estado Miembro de Africa era tres veces
superior a las estimaciones de la Sede.
20. Por lo que a la impresión se refiere, la Organización procurará recurrir
en mayor medida a los medios de que disponen los Estados Miembros., De confor-
midad con la Resolución 34 de la 26a. reunión de la Conferencia General, esta
posibilidad sólo se tendrá en cuenta si presenta una buena relación costo-