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La realidad juvenil colombiana como “lugar” de revelación

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Academic year: 2021

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LA REALIDAD JUVENIL COLOMBIANA COMO “LUGAR” DE REVELACIÓN

JOSÉ EUGENIO FERNÁNDEZ VALLE, SDB

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA Facultad de Teología

Unidad de Pregrados

Licenciatura y Carrera en teología Bogotá, D.C.

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LA REALIDAD JUVENIL COLOMBIANA COMO “LUGAR” DE REVELACIÓN

JOSÉ EUGENIO FERNÁNDEZ VALLE, SDB

Trabajo de grado como requisito para optar por el título de Teólogo y Licenciado en Teología

Tutor

Dr. Olvani Fernando Sánchez Hernández

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA Facultad de Teología

Unidad de Pregrados

Licenciatura y Carrera en teología Bogotá, D.C.

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3 Nota de Aceptación: _______________________________________ _______________________________________ _______________________________________ _______________________________________ _______________________________________

Firmas del Jurado:

_______________________________________________________

_______________________________________________________

_______________________________________________________

La Universidad no se hace responsable por los conceptos emitidos por sus alumnos en los trabajos de síntesis, sólo velará porque no se publique nada contrario al dogma y la moral católica y porque las tesis no contengan ataques o polémicas puramente personales, antes bien, se vea en ellas el anhelo de buscar la verdad y la justicia (Reglamento General de la Pontificia Universidad Javeriana. Artículo 23 de la Resolución No. 13 del 06 de junio de 1964).

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4 Tabla de contenido

Introducción ... 1

Capítulo Primero: Un acercamiento educativo pastoral a la realidad juvenil colombiana ... 6

1.1. Caracterización de recursos ... 6

1.2. Un acercamiento a la realidad juvenil colombiana ... 7

1.2.1. Nociones iniciales ... 7 1.2.2. Aproximación inicial ... 8 1.3. Aspectos particulares ... 12 1.3.1. Aspectos familiares ... 12 1.3.2. Aspectos sociales ... 13 1.3.3. Aspecto político ... 15 1.3.4. Aspectos culturales ... 16 1.3.5. Aspecto religioso ... 18 1.4. Conclusión... 20

Capítulo Segundo: Elementos de tradición teológica: la revelación ... 21

2.1. La revelación como tema teológico capital ... 21

2.2. La comprensión tradicional de la revelación ... 22

2.3. La modernidad como nuevo paradigma que problematiza lo tradicional: Elementos y cuestionamientos ... 24

2.4. La pluralidad en las comprensiones ... 28

2.4.1. La Revelación como doctrina ... 29

2.4.2. La Revelación como historia ... 30

2.4.3. La Revelación como experiencia interior ... 31

2.4.4. La Revelación como presencia dialéctica ... 33

2.4.5. La Revelación como nueva conciencia ... 34

2.5. Elementos para una comprensión integradora ... 36

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5

Capítulo Tercero : La condición juvenil colombiana como “lugar” de revelación de

Dios ... 40

3.1. Método: La correlación ... 40

3.2. Elementos para una comprensión de la revelación como encarnación ... 44

3.3. El contexto juvenil colombiano como “lugar” de revelación ... 48

3.3.1 La relación con los otros: el escenario familiar ... 49

3.3.2. Espiritualidad ... 51

3.3.3. La relación con la Iglesia ... 52

3.3.4. Afrontamiento y superación de dificultades ... 54

3.3.5. La ayuda social y la ecología ... 55

3.4. Conclusión... 56

Conclusiones ... 58

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1 Introducción

En el presente trabajo nos proponemos elaborar una lectura teológica de la realidad juvenil colombiana, a través de un diálogo mutuamente crítico entre ésta y la comprensión actual de la revelación de Dios. De esta forma, procuraremos mostrar que en el contexto de la realidad juvenil colombiana acontece la revelación de Dios y, por tanto, ésta se convierte en un lugar legítimo para comprender y discernir su autodonación amorosa y salvífica. La pertenencia disciplinar, eclesial y contextual de nuestra investigación se liga directamente con el próximo Sínodo de los Obispos de la Iglesia que, justamente, abordará el tema de la realidad juvenil como desafío para el cristianismo actual.

Estructuralmente, tenemos la propuesta de desarrollo del trabajo en tres capítulos:

En el primero, se hace un acercamiento pastoral-educativo a la realidad juvenil colombiana, por medio del análisis de dos instrumentos: la encuesta realizada por Sociedad

Salesiana en el año 2013 llamada “Una mirada a la realidad juvenil colombiana desde la

pastoral educativa”, y el documento preparatorio de la XV asamblea general ordinaria del

Sínodo de los Obispos para octubre de este año “los jóvenes, la fe y el discernimiento

vocacional”. Ambas fuentes, ofrecen elementos importantes para tener en cuenta en el momento de acercarnos a este contexto juvenil.

El segundo capítulo, teniendo en cuenta las reflexiones de la tradición teológica, se propone hacer una aproximación al asunto de la revelación. Así, se busca determinar que esta mostración o autodonación de Dios acontece efectivamente en los lugares que la tradición ha determinado como tales: la Sagrada Escritura, el Magisterio y la Tradición, como también en el contexto, la realidad y el mundo en donde vive el ser humano. Es en dicho contexto donde él entra en una profunda relación de diálogo y amor con Dios que le habla, le hace su amigo y quiere que se salve. Esta, podríamos decir, es la base teórica desde la teología para comprender el ejercicio que se quiere elaborar.

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2 En el tercer momento, por medio del método de correlación teológica, se establece una profunda reciprocidad entre los datos obtenidos en el acercamiento pastoral-educativo a la realidad juvenil colombiana y la comprensión de la revelación según los datos de la teología contemporánea. Este trabajo permitirá finalmente comprender cómo Dios se manifiesta, revela y autodona por amor, en el contexto juvenil colombiano, siendo ellos la oportunidad para descubrir a Dios mismo siendo y dándose.

La intención teológica que guía este proyecto tiene como horizonte de comprensión un hecho paradigmático en la historia de la humanidad: “Dios se hizo carne y habitó entre nosotros” (Jn 1, 14). El principio de revelación de Dios en la encarnación, que ha traído como consecuencias la humanización de la divinidad y la santificación de lo profano es el sentido genuino de la perspectiva que marca nuestra forma de comprender la teología misma y, desde luego, la acción de Dios en la humanidad. Este aspecto central se afirma con vehemencia y claridad en los textos del Concilio Vaticano II cuando enuncia:

Después que Dios habló muchas veces y de muchas maneras por los Profetas, "últimamente, en estos días, nos habló por su Hijo". Pues envió a su Hijo, es decir, al Verbo eterno, que ilumina a todos los hombres, para que viviera entre ellos y les manifestara los secretos de Dios; Jesucristo, pues, el Verbo hecho carne, "hombre enviado, a los hombres", "habla palabras de Dios" y lleva a cabo la obra de la salvación que el Padre le confió. Por tanto, Jesucristo -ver al cual es ver al Padre-, con su total presencia y manifestación personal, con palabras y obras, señales y milagros, y, sobre todo, con su muerte y resurrección gloriosa de entre los muertos; finalmente, con el envío del Espíritu de verdad, completa la revelación y confirma con el testimonio divino que vive en Dios con nosotros para librarnos de las tinieblas del pecado y de la muerte y resucitarnos a la vida eterna.La economía cristiana, por tanto, como alianza nueva y definitiva, nunca cesará, y no hay que esperar ya ninguna revelación pública antes de la gloriosa manifestación de nuestro Señor Jesucristo1

A la luz de lo anterior, se entiende nuestra preocupación por la humanidad y el sentido de la existencia, por las dinámicas sociales y culturales, el respeto a la vida y la diversidad, por la apertura al diálogo y a la profunda tarea por discernir los signos que en el tiempo. La historia nos muestra la forma cómo Dios ha actuado, actúa y actuará en el mundo. Tenemos la certeza teológica de que en nuestra realidad no hay nada que no nos hable de Dios porque Él no se cansa de hablar, como nosotros no nos cansaremos de descubrirlo. Esta idea central ha quedado claramente manifiesta en la determinación del sentido especial de la revelación de Dios en las líneas del Vaticano II.

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3

El Concilio Vaticano II, este “aggiornamento”, como lo ha llamado el Papa Juan

XXIII, es fuerza que trata por todos los medios de crear formas de comunión y de interpretación de la misma Teología, ya no detenida en la sola interpretación literal de los textos sagrados, sino en la experiencia de la comprensión de la nueva forma de ver y concebir la revelación de Dios en hechos y palabras. Es así como el Concilio Vaticano II, en su Constitución Dogmática sobre la Divina Revelación, parágrafo segundo, expresa la manera en que se comprende esta comunicación de Dios con el ser humano, en tanto forma particular de entender la Relación de Dios en el contexto presente:

Dispuso Dios en su sabiduría revelarse a Sí mismo y dar a conocer el misterio de su voluntad, mediante el cual los hombres, por medio de Cristo, Verbo encarnado, tienen acceso al Padre en el Espíritu Santo y se hacen consortes de la naturaleza divina. En consecuencia, por esta revelación, Dios invisible habla a los hombres como amigos, movido por su gran amor y mora con ellos, para invitarlos a la comunicación consigo y recibirlos en su compañía. Este plan de la revelación se realiza con hechos y palabras intrínsecamente conexos entre sí, de forma que las obras realizadas por Dios en la historia de la salvación manifiestan y confirman la doctrina y los hechos significados por las palabras, y las palabras, por su parte, proclaman las obras y esclarecen el misterio contenido en ellas. Pero la verdad íntima acerca de Dios y acerca de la salvación humana se nos manifiesta por la revelación en Cristo, que es a un tiempo mediador y plenitud de toda la revelación2

La idea fundamental que se quiere expresar en este documento magisterial es que Dios se ha revelado a Sí mismo, dando a conocer su voluntad, para hacer del ser humano su amigo, invitándolo a la comunicación consigo mismo y recibirlo en su compañía. Esta manifestación se ha hecho realidad a lo largo de toda la Historia de la Salvación, pero es plenitud en Jesús mismo.

Según estas ideas provenientes de la Dei Verbum3:

 Tenemos la absoluta certeza de que el cristianismo no es una serie de doctrinas que

permanecen siempre iguales.

 El objeto de nuestra fe no es una lista de verdades inteligibles, porque Dios no pretende

comunicar ideas, verdades, leyes, preceptos o normas, sino, a Sí mismo y su plan de salvación.

 Dios se revela no en realidades ajenas a la condición humana, sino que, hecho carne en

el misterio y concreción del tiempo, se manifiesta en asuntos propiamente humanos.

2 Ibíd. 2

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4

En las mismas líneas de Dei Verbum se afirma que,

este plan de la revelación se realiza con hechos y palabras intrínsecamente conexos entre sí, de forma que las obras realizadas por Dios en la historia de la salvación manifiestan y confirman la doctrina y los hechos significados por las palabras, y las palabras, por su parte, proclaman las obras y esclarecen el misterio contenido en ellas.4

Desde esta perspectiva, la teología es vista como la lectura o comprensión de la Autodonación o manifestación de Dios en la historia, en el mundo, lo creado y existente, en el aquí y ahora, en un todo donde Él actúa. Afirmemos por ahora someramente que el dato teológico no queda por tanto reducido exclusivamente a las realidades contenidas en la Sagrada Escritura, el Magisterio o la Tradición, sino que abre la puerta a todo cuanto existe, acontece o se manifiesta en el mundo porque es oportunidad de lectura teológica de la presencia de Dios.

La comprensión de historia en este rescate de formas específicas ya identificadas dentro de los párrafos anteriores merece ser ampliado. Cuando hablamos de este término tenemos dos posibilidades: o entenderlo como la simple consignación de hechos y experiencias pasadas y por lo mismo históricas, o ampliar la mirada y ver en este concepto la línea de tiempo que tiene ciertamente unos hechos que ya han sido, pero que se mantienen en un presente que es constante. En estas líneas tendremos con claridad que el sentido que más apelamos presente nosotros a la hora de acercarnos a esta afirmación se refiere a la comprensión segunda: de la operación que tiene en cuenta las manifestaciones o acontecimientos que están consignados en los hechos pasados, pero que no pierde de vista lo que acontece en el aquí y ahora.

A la luz de lo anterior, se comprende cómo Dios se manifestó, manifiesta y manifestará en el mundo. En efecto, Dios habló en antiguo por los medios que conocemos, y ahora último, en la plenitud de la historia lo ha realizado en Jesús, aquel verdadero hombre, verdadero Dios, que ha unido el cielo con la tierra, lo divino con lo humano, y que continúa teniendo un diálogo profundo con la humanidad que está abierta y desafiada a seguir descubriéndole presente en cada momento e instante.

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5 Ciertamente esta apuesta específica de la forma como se comprende el asunto de la revelación de Dios, y consecuentemente la teología misma, tiene amplias raíces en imágenes que en anteriores puntos ha sido por lo menos enunciadas. Concretémoslas solamente:

 Como principio básico y fundamental de todos los modelos y reflexiones está la idea

central de que lo que se manifiesta, revela o autodona de Dios es Él mismo. Descubre los secretos de su corazón, es decir, su misma voluntad, y se relaciona directamente con el hombre, del cual en el Hijo ha tenido participación en la naturaleza, llamándolo a una experiencia real y verdadera de relación, como Él mismo es comunión.

 La comprensión de la revelación de Dios como una realidad que acontece en la

historia y existencia de la humanidad.

 La Sagrada Escritura es comprendida ciertamente como lugar en donde se ha

consignado esta manifestación de Dios en la historia, especialmente en los hechos de vida que ha vivido y experimentado el pueblo que Él mismo se ha elegido desde antiguo.

 El hecho paradigmático de que partamos de la experiencia de la revelación de Dios

en el aquí y ahora del mundo tiene amplias consecuencias en orden a lo teológico, social, cultural e incluso político.

 Para llegar a descubrir este lenguaje en que Dios habla a la humanidad y en ella, es

necesario que el ser humano se ejercite para comprender los signos que de Él se manifiestan. La teología los llama los signos de los tiempos: la autodonación amorosa de Dios en el mundo, en cada persona dando pleno sentido y significado a la vida.

Queda esbozado, entonces, que el principio integrador y el horizonte de comprensión de la revelación como encarnación es clave para nuestra lectura de la realidad juvenil colombiana como “lugar” teológico, en tanto que contexto de revelación. Dios habla y se dona aquí y ahora; el trabajo del teólogo es discernir su presencia en los contextos en donde se manifiesta esta acción amorosa, en nuestro caso, la condición juvenil colombiana.

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6 Capítulo Primero

Un acercamiento educativo pastoral a la realidad juvenil colombiana

El objetivo central de este capítulo es realizar un acercamiento a la realidad juvenil colombiana. De tal forma que, con la caracterización general del contexto que se quiere estudiar, se pueda reconocer la realidad juvenil como lugar teológico. Para ello se desarrollan tres aspectos puntuales: las nociones iniciales, una aproximación inicial y algunos aspectos particulares.

1.1.Caracterización de recursos

Para hacer el acercamiento a la realidad juvenil colombiana tenemos dos fuentes, en primer lugar, los resultados de una investigación que fueron publicados por Sociedad Salesiana en el 2013, que describe los diversos aspectos de la realidad juvenil de Colombia

desde un enfoque claramente pastoral y educativo5. Este estudio científico en que se sitúa de

forma preliminar nuestra investigación arrojó asuntos referidos al contexto juvenil que de fondo han dejado inquieto el sentir reflexivo de los Salesianos. Entre ellos, encontramos la pregunta por la forma en que esta condición humana es un lugar teologal donde Dios se encarna y autorevela amorosamente, y con mucha más fuerza en la realidad juvenil que se ha tenido como referencia para el estudio.

El segundo asunto que ayuda a enriquecer la experiencia de este acercamiento a la realidad juvenil es la apuesta que ha realizado la Iglesia para el 2018, dándose la oportunidad de pensar y reflexionar sinodalmente sobre “los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”. El Sínodo convocado por el Papa Francisco, del cual ya existe un documento preliminar, presenta algunos aspectos que valen la pena tener en cuenta en los aspectos descriptivos de este trabajo. Aunque la caracterización que allí se presenta es general, por lo mismo, resulta ser importante de tener en cuenta a la hora de expresar una idea de la experiencia de la condición juvenil en el contexto colombiano.

5 Observatorio de la juventud - Servicio Catequístico Salesiano. Una mirada ala realidad juvenil colombiana

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7 1.2.Un acercamiento a la realidad juvenil colombiana

1.2.1. Nociones iniciales

Según los datos suministrados por la investigación de realidad juvenil, las características de

la población escrutada son las siguientes6:

 Los encuestados son jóvenes, comprendidos desde el marco legal que garantiza la ley

colombiana 1622 de abril de 2013, cuando dice “Joven [es] Toda persona entre 14 y 28 años cumplidos en proceso de consolidación de su autonomía intelectual, física,

moral, económica, social y cultural.”7

 El número total de los escrutados es de 4.209 jóvenes, hombres (52,4%) y mujeres

(47,6%). Colombianos de nacimiento, originarios de los siguientes departamentos: Cundinamarca, Antioquia, Valle del Cuca, Norte de Santander, Boyacá, Huila, Cuca, Nariño, Atlántico, Santander, Meta, Magdalena, Tolima, Caquetá, Bolívar, Risaralda y Caldas. Este aspecto es fundamental para la investigación, pues pone de relieve que la muestra supera el margen del 50% de los estamentos jurídicos nacionales y, de igual forma, ubica el contexto especifico colombiano que proporciona una pauta de realidad y existencia.

 Como condición elemental para este trabajo está la identificación del aspecto

socioeconómico, o en términos más simples, el estrato en el cual se ubican los jóvenes, pues muestra la validez de este estudio para el condicionamiento social de

pobreza, abandono y peligro8:

6 ibid.

7 Congreso de la República de Colombia. Ley Estatutaria 1622 de abril de 2013, por medio de la cual se expide

el estatuto de ciudadanía juvenil y se dictan otras disposiciones.

8 Observatorio de la juventud - Servicio Catequístico Salesiano. Una mirada ala realidad juvenil colombiana

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8 Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), los estratos 1,2 y 3 corresponde a estratos bajos:

que albergan a los usuarios con menores recursos. Estos estratos son beneficiarios de subsidios en los servicios públicos domiciliarios. Los estratos 5 y 6 corresponden a estratos altos que albergan a los usuarios con mayores recursos económicos, los cuales deben pagar sobrecostos (contribución) sobre el valor de los servicios públicos domiciliarios. El estrato 4 no es beneficiario de subsidios, ni debe pagar sobrecostos, paga exactamente el valor que la empresa defina como costo de prestación del servicio.9

Los datos suministrados por la investigación de la realidad juvenil en su 84.3% provienen de población de pocos recursos, es decir, tiene la perspectiva, de aquellos que tienen problemas de pobreza, abandono y están en situación de peligro y vulnerabilidad. Con esta ubicación poblacional, nos adentramos en las multiformes características del mundo juvenil.

1.2.2. Aproximación inicial

La pretensión de este apartado es rastrear algunos aspectos generales sobre la condición juvenil en el contexto colombiano, según los resultados de la encuesta que se referenció anteriormente.

Este primer asunto que tocaremos tendrá un especial desarrollo, en tanto que es fundamental comprender los imaginarios que los jóvenes tienen de su misma condición. Esta es, podríamos decir, la simiente sobre la cual se edifican todos los demás aspectos. Entendemos por condición juvenil:

una etapa cronológica, un tiempo de vida, un espacio de adquisición de saberes, habilidades y competencias, a la vez de acción y participación en la vida social, en donde se presentan una serie de trasformaciones corporales, psicológicas sociales, enriquecidas con las relaciones y prácticas sociales, en un contexto geográfico, social-cultural e histórico concreto, que determina la manera particular de estar en el mundo y de entenderse como joven, de construir su identidad, manifestada en valores, actitudes, acciones y estéticas propias de su condición.10

Esta noción nos permite comprender cómo la condición juvenil entrelaza una serie de realidades que caracterizan esta etapa de la vida, que no solamente corresponde a aspectos cronológicos y físicos, sino que encierra aspectos psicológicos, sociales, contextuales, entre

9 Tomado de: Departamento Administrativo de Estadística (DANE)

10 Observatorio de la juventud - Servicio Catequístico Salesiano. Una mirada ala realidad juvenil colombiana

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9 otros. Desde aquí se entiende que la condición juvenil “muestra una forma específica de estar en la vida (…) resultante de una episteme concreta: una sensibilidad y una realidad

histórica”11Es importante igualmente reconocer, que los jóvenes en el contexto poblacional

de nuestra Nación serán un porcentaje significativo ya que:

Para el año 2012, la población entre 14 y 28 años era de 12.5 millones de personas, que representaba un 26.8% de la población total del país. De acuerdo con las estimaciones de población del DANE, el porcentaje de población joven irá descendiendo lentamente, hasta que en el 2020 uno de cada cuatro colombianos tendrá entre 14 y 28 años12

Otro de los aspectos que más llama la atención es la determinación del concepto joven en tanto que,

no es una categoría estática petrificada, sino una dinámica continua de construcción y deconstrucción. Es posible afirmar que podemos estar enfrentados de forma continua a nuevas condiciones de juventud, y por lo tanto a diversas formas de entender lo que significa ser joven.13

Observemos algunos rasgos notorios de la condición juvenil que son importantes de tener en cuenta para acercamiento. Recordemos que los aspectos que aquí se mencionarán corresponden a las respuestas que más acogida tuvieron según los resultados del estudio de la condición juvenil, referido anteriormente:

 Los resultados de la encuesta arrojaron una larga lista de aspectos que corresponden

de forma directa a la condición juvenil. Sin embargo, para no hacer tan largo este primer aspecto, solamente tomaremos los tres rasgos que más sobresalen. Primero, identificarse como rebeldes, que responde de forma muy segura al momento de vida en que se encuentran, porque se “experimenta una tendencia a la exploración, la experimentación de nuevos caminos; el descontrol, la integración e identificación con

el grupo de pares”14.

11 Ibid. 36

12 República de Colombia, Departamento Nacional de Planeación, Lineamientos Para La Generación De

Oportunidades Para Los Jóvenes COMPES, 2012.

13 Observatorio de la juventud - Servicio Catequístico Salesiano. Una mirada ala realidad juvenil colombiana

desde la pastoral educativa. 36

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10

 El segundo gran aspecto identificado es el consumo, como la tendencia humana del

deseo de poseer y derrochar. Uno de los principales asuntos que afecta directamente esta lectura es la presencia del mercado y la publicidad que va cambiando rápidamente los ideales y se va gestando nuevos paradigmas y necesidades ante los cuales la mejor forma de respuesta es la adquisición de las herramientas necesarias para entrar en el juego imaginario que pregona la premisa de que “aquel que tiene, es”.

 En el tercer aspecto que sobresale de forma contundente es la creatividad. La

perspectiva en que se ubica la juventud le permite estar abiertos a nuevas posibilidades, toda vez que tiene en sus manos las herramientas para proponer y crear. La novedad, la posibilidad de salir adelante, superando las adversidades, proponiendo nuevas formas de comprender, incluso la vida misma, son algunos de los aspectos que más corresponde a la condición juvenil misma.

Según el parecer de los encuestados, ser joven, se corresponde categorialmente con los

siguientes aspectos15:

• Saber disfrutar la vida, salir con amigos, divertirse [16,7%].

• Vivir la vida sanamente y con responsabilidad, ser feliz sin agredir, paz interior [9%]. • Etapa de crecimiento y maduración [8,4%].

• Etapa de la vida que nos sirve para definir la identidad y el futuro [7,2%].

• Saber llevar la vida con sus derechos y deberes, adquirir responsabilidad ¿ [6,7%]. • La mejor etapa de la vida [5,3%].

• Es sentirse lleno de vida, libertad para poder opinar y hacer lo que uno siente, ser libre [4,3%].

• Es un estado del alma, cambios psicológicos [3,8%]

 Los tres aspectos que más importancia tienen en la vida de los jóvenes son, la familia,

los estudios y su formación profesional, al igual que el trabajo. Ciertamente la familia ha sido siempre una realidad que sigue siendo significativa y valorada, a tal punto de ser en primer lugar el aspecto que más sentido le da a la propia vida. Le siguen, en línea descendente, la formación, entendida como oportunidad para salir adelante con

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11 los sueños y las metas que se tiene, junto con el trabajo en tanto expresión de la realización humana, especialmente cuando corresponde a los ideales propios.

 Uno de los aspectos fundamentales a la hora de comprender la realidad juvenil es la

percepción que éstos tiene de la libertad. En este sentido, tenemos que la juventud desea tener una amplia libertad, inclusive superior a la que ellos mismo identifican como necesaria. Varios aspectos han influido dentro de esta perceptiva, entre ellos, las mismas dinámicas familiares que han ido pasando poco a poco de ser dirigidas por el autoritarismo, a experiencias mucho más dialógicas, cercanas. Hay que estar atentos ante estos aspectos porque pueden desembocar, de forma mal llevada, en un cierto permisivismo y de poco acompañamiento.

Contextualmente, como ya lo habíamos referido líneas antes, según la investigación del documento preparatorio al Sínodo de los Obispos del 2018, los jóvenes ubicados en el mundo de hoy se caracterizan de manera general por estar inmersos en los siguientes aspectos

que resultan ser decisivos a la hora de comprender la condición juvenil específicamente16:

 Un mundo que cambia rápidamente y que se halla en medio de procesos de

trasformación de manera acelerada, toca profundamente la realidad de los jóvenes en tanto que se ven abocados, con bastante frecuencia, en tendencias de fluidez e incertidumbre. Grandes imágenes de este movimiento y sus consecuencias son la aparición de condiciones de vulnerabilidad, en donde sobresalen el malestar social, las dificultades económicas, las experiencias de inseguridad, entre otros.

 Las grandes diferencias entre las nuevas generaciones y las ya pasadas. Este aspecto

además de caracterizar de manera significativa el contexto de la condición juvenil, es un reto que se halla a la base de la sociedad actual. Las formas de pensar y actuar, las convicciones y seguridades ya no son las mismas entre padres y hijos. Cada uno se encuentra en medio del desarrollo de su mismo sistema social y cultural.

Estos asuntos tenidos en cuenta anteriormente permiten tener una imagen mucho más amplia y comprensiva de la realidad juvenil, y es justo desde aquí que entenderemos los

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12 asuntos que aparecerán a la hora de establecer una caracterización del asunto juvenil en los aspectos que siguen.

1.3.Aspectos Particulares17

1.3.1. Aspectos familiares18

Los elementos que interesan en este primer aspecto es la percepción que los jóvenes tiene de la realidad familiar, y seguidamente su posición concreta en este contexto especifico. En el apartado anterior, uno de los asuntos que se mencionó es la gran importancia que se le daba a la presencia de la familia dentro de la realdad juvenil. Por este motivo, miremos algunos aspectos que tocan susceptiblemente este aspecto:

 Sobresale la presencia de diversos modelos de familia. Es fuerte aún el modelo

familiar de unión por medio del rito católico, las uniones libres y aquellas en donde uno de los cabezas de familia es el referente fundamental. Con certeza en el imaginario de los jóvenes no existe solamente un modelo de familia tradicional, sino que, hay una apertura a la comprensión de esta realidad a partir de otras formas, como las ya mencionadas. La mayoría aún en esta etapa viven con sus padres, aunque un número significativo lo hace con sus hermanos u otros familiares.

 La experiencia familiar de los jóvenes está marcada mayoritariamente por

expresiones de cariño y unión familiar; sin embargo, esta afirmación no cierra la posibilidad a la manifestación de problemas que tocan de forma susceptible algunas vivencias dentro de esta multiformidad de casos y experiencias. Uno de los problemas detectados por la investigación es la falta de comunicación. Al parecer, la comunicación familiar es afectada especialmente por realidades que van desde los asuntos laborales, el escaso tiempo para compartir y dialogar, hasta las brechas

17 Los ámbitos que a continuación se presentan se refieren a los focos de análisis del estudio de Realidad juvenil:

Observatorio de la juventud - Servicio Catequístico Salesiano. Una mirada a la realidad juvenil colombiana desde la pastoral educativa. 59 a 223.

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13 generacionales que no permiten una comprensión entre los integrantes de un hogar familiar.

Al momento de pensar a futuro, en la proyección juvenil, encontramos la manifestación de los siguientes aspectos: se piensa en la consolidación familiar por medio sacramental, en donde papá, mamá e hijos son figuras fundamentales. Respecto de la experiencia del noviazgo, existe una fuerte tendencia a optar por tener una convivencia previa que ayude a afianzar los lazos que unirán la nueva pareja, para luego sí optar por el matrimonio. Sin embargo, hay una gran afinidad en número por esta experiencia, existe aún de manera muy socavada la intención de algunos por no construir vínculo estable con alguien.

1.3.2. Aspectos sociales 19

En este asunto tendremos en cuenta dos movimientos fundamentales que se hallan entrecruzados dentro de los resultados de la misma pesquisa. Por un lado, la forma como los jóvenes perciben la realidad social del país en sus dinámicas, y por otro, la determinación de hasta qué punto estos aspectos afectan directamente a los jóvenes hoy. La mirada es más bien utópica, en el sentido de querer explorar los sentires más próximos y las formas como se construye a futuro un mejor país, en las metas alcanzadas, como también, en los ideales por seguir edificando. Resalta aquí la fuerte implicación y protagonismo que tiene los jóvenes en la búsqueda de mejores opciones nacionales. Miremos los datos que, según los jóvenes, marcan el entorno social:

 Los problemas sociales más graves que marcan de forma definitiva el ámbito social

de la población juvenil son, en su orden descendente: el narcotráfico, la violencia en todas sus manifestaciones (guerrilla, paramilitarismo, delincuencia, etc.), la corrupción en la vida política y el desplazamiento forzado del campo a la ciudad. Son estos asuntos realidades que siguen marcando el círculo social en que se encuentran los jóvenes de hoy. En muchas ocasiones ellos mismos, o sus familias se han visto

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14 afectados directamente por estos asuntos que están produciendo un malestar social que impulsa de diversas formas fuerzas de trasformación y cambio.

A la luz de los anteriores aspectos, se presenta la mirada paradigmática y a la vez utópica de que los jóvenes quieren un país no muy lejano (en la meta de 20 años) sin violencia, sin drogas y sin corrupción. Ante escenarios devastadores y llenos de dolor, la juventud sueña con la posibilidad de una nación donde se defienda la vida, creándose las condiciones sociales que hagan posible el ideal de una vida digna y se pueda convivir en equidad.

 Un hecho paradigmático que viene marcando de forma decidida el panorama social

de los colombianos hoy es la experiencia del conflicto armado que lleva más de cincuenta años en total vigor. La guerra que produce separaciones, desplazamientos forzados, muertes, dolor, perdidas económicas, entre otras consecuencias, tiene un profundo significado en la sociedad colombiana, y en especial de los jóvenes. ¿Qué oportunidades encontrar en medio de esta realidad contextual que toca el fondo de la sociedad colombiana? Ciertamente, los caminos a tomar son bastantes en realidad. Por un lado, están las oportunidades, más bien pocas, que se brindan para salir a delante por medio del estudio y el desarrollo de las habilidades, y por otro, el camino que el mismo contexto de la guerra ha labrado, en donde la delincuencia, los estupefacientes y el tomar parte en el conflicto armado son las opciones más próximas y posibles. En esta disyuntiva social se encuentran los jóvenes colombianos, especialmente aquellos que se encuentran cercanos o en las líneas de pobreza, indigencia y riesgo.

La mirada a la actual condición social no pude ser solamente en el reconocimiento de las grandes debilidades de la actual sociedad. En este sentido, los jóvenes reconocen y aprueban las acciones que organizaciones sociales vienen realizando en bien de todos: el aporte significativo del movimiento ecológico por la defensa de la naturaleza, los defensores de los derechos humanos, como constructores de humanidad en donde la persona se halla en el centro, y de manera activa el trabajo de

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15 reinserción social y de discriminación racial. Sin embargo, ante el apoyo y reconocimiento del gran bien que estos grupos sociales realiza a la misma sociedad, se constata la pasividad de los jóvenes por pertenecer a alguno de estos frentes de trasformación. Tal vez esto se explica por la falta de tiempo que se tiene como tal para dedicar un espacio a estos medios de cambio.

1.3.3. Aspecto político20

En la misma dinámica que en el aspecto anterior, tenemos de fondo dos asuntos, la percepción de los jóvenes respecto de las instituciones de la sociedad que representan el andamiaje político nacional, y la actitud que asumen ante aspectos puntuales que tocan de fondo el asunto político. Analicemos el parecer general de los jóvenes acerca de las instituciones que configuran el sistema político colombiano:

 Las instituciones que aún representan en algún modo un grado de confianza en el

sentir de los jóvenes hoy son, primero, el sistema educativo, segundo, la Cruz Roja y la Defensa Civil, tercero, la Iglesia católica, y por último las Fuerzas Armadas. La respuesta tiene en el fondo un aspecto específico porque el asunto de la educación tiene una aceptación general, en tanto que es la forma en que se construye una oportunidad para el futuro. Respecto de la Iglesia y de las Fuerzas Militares, aunque siguen figurando, el porcentaje descendió un poco respecto de la significatividad que tenían, tal vez por los escándalos que las han rodeado, sin embargo, aún está en los jóvenes de la percepción de servicio a la comunidad que estas instituciones prestan.

 Del ideal de servicio a la comunidad que debería rodear el sentido de las acciones de

los políticos queda realmente muy poco, los grandes escándalos de corrupción en la política colombiana han influido a tal punto que la percepción actual se manifiesta en el sentido de que ellos solamente buscan sus propios intereses y poco el servicio a la comunidad a la cual representan.

(21)

16 Quizá por este aspecto es que sobresale la intención en los jóvenes de hacer un fuerte control político de información crítica acerca de la realidad del país, así como abrir espacios de discusión sobre la realidad política de nuestra nación, porque hay una conciencia política que se manifiesta a través de la convicción de que participando en política se puede contribuir a mejorar la sociedad en la que se vive.

1.3.4. Aspectos culturales 21

El aspecto cultural es la forma como se codifica la identidad de una comunidad o pueblo específico; en este caso, es la manera concreta en que se entienden los rasgos característicos de los jóvenes. Actualmente, existen ciertos aspectos que califican de forma determinada el aspecto identitario de los jóvenes de nuestro contexto, algunos de ellos se logran identificar en los resultados de la investigación, otros se descubren en aproximaciones a este mismo aspecto:

 El primero de los asuntos que más llama la atención es la presencia de la “sociedad

del ocio”. Este asunto se expresa en la forma como los jóvenes actualmente están empleando el tiempo libre, los espacios que se tienen para aprovechar e interactuar. Esta experiencia propia de los jóvenes de hoy tiene dos acepciones que son necesarias de explicitar en este escrito:

Primero, lo que se podría conocer como el “ocio predominantemente pasivo” En esta realidad predomina de forma circundante el “consumo de programas organizados como una importante industria comercial: viajes, campeonatos, concursos,

discotecas, lo que podríamos llamar el “ocio de consumo”22 Esta caracterización

anterior le hace entrar en el círculo de experiencias que tiene un talante negativo en la misma formación del ser humano, en tanto que todo está en función exclusiva del consumo masivo, de las nuevas tendencias. La sociología califica esta particular forma de ser bajo el calificativo de consumismo, “ya que, está orientada básicamente

21 Ver. Ibid. Pág. 123

22Observatorio de la juventud - Servicio Catequístico Salesiano. Una mirada ala realidad juvenil colombiana

(22)

17 al consumo, el cual está supeditado a las condiciones económicas y sociales de las

personas que determinan la forma de elegir lo que se hace en el tiempo libre.”23

La segunda imagen que se halla detrás de este rasgo cultural es la posibilidad del ocio como una experiencia activa que, como experiencia integral de la persona, le impulsa a una participación en todos los estamentos de la sociedad. Este asunto puramente humanista según la misma sociología se manifiesta en el aprovechamiento útil del tiempo libre “para el perfeccionamiento de sí mismo a través de la lectura, encuentros de formación, disfrute del descanso y para satisfacer gustos y necesidades culturales,

sociales y de esparcimiento.”24

Estos dos acercamientos al ocio marcan la caracterización cultual de la juventud,

especialmente en la identificación de los siguientes rasgos generales25:

 La importancia del consumo en los jóvenes, a tal punto de llegar ellos mismos

a identificarse como consumistas, especialmente por la categoría social y económica que este aspecto afecta.

 La importancia de las TIC´s que a continuación miraremos más

detenidamente.

 Se resalta igualmente la gran influencia de las Tecnologías de la Información y la

Comunicación social - TIC´s que configura la realidad social actualmente. La herencia que viene de la comprensión de un mundo más globalizado y por lo mismo avanzado en las redes de comunicación social hace que las TIC´s tengan una presencia importante en la determinación de los rasgos culturales de los jóvenes. Estamos ante una cultura juvenil conectada, comunicada por medio de nuevos símbolos y formas, más informada en sus particularidades, y por lo mismo más ensimismada. Paradójicamente, en la sociedad actual y especialmente juvenil, mientras se habla de una proliferación de formas de comunicación, se elevan los índices de aislamiento, intolerancia y cierta tendencia al egoísmo, porque la

23 Ibid. 125 24 Ibid. 124 25 Ver. Ibid. 125

(23)

18 interacción y relación con el otro ya no es una de las necesidades del mundo interconectado en la red y autosuficiente en sí mismo.

1.3.5. Aspecto religioso26

Para la determinación de este aspecto particular tenemos de fondo dos asuntos esenciales, primero, la pregunta por la creencia en Dios y segundo, el interés por los grandes problemas de la vida. Aunque en la investigación fueron más los datos escrutados creemos que para identificación de este trabajo con estos dos aspectos tenemos una imagen objetiva de la experiencia religiosa de los jóvenes. Hay que tener en cuenta que los datos suministrados por el trabajo investigativo están en el contexto religioso salesiano, que quiere decir ciertamente un respeto por la experiencia religiosa de cada persona, pero con un fuerte calado católico:

 Es interesante constatar según los resultados de la encuesta, que la religión es el aspecto

menos importante en la vida de los jóvenes, sin embargo, contradictoriamente, en este aspecto, y de manera directa para el trabajo desarrollado, sobresale la presencia de Dios, en un tercer grado como realidad que da sentido a la existencia de la juventud.

 Los jóvenes presentan una cierta sensibilidad religiosa que los lleva a afirmar la creencia

en Dios. Esta realidad no constituye la identificación de una cierta o particular confesión de fe, sino la profunda apertura de los jóvenes hacia lo trascendente. El Dios en el que creen los jóvenes no es necesariamente el que se identifica en algunas de las Iglesias de tradición o confesiones de fe actuales, no se corresponde con fundamentalismos cerrados y exclusivos. Ellos creen en Dios a su manera.

La imagen que sobresale en este imaginario tiene algunos rasgos específicos en la comprensión de Dios: Es el padre bondadoso que nos ama y cuida. Él existe y se ha dado a conocer en la persona de Jesucristo. Es algo superior que creó todo cuanto existe y de quien depende todo. Dios es el juez supremo, de Él dependemos y nos juzgará. En estos

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19 asuntos, aunque la libertad de credos fue una constante, se logran identificar con claridad por lo menos algunos rasgos que son parte de la confesión de la fe del cristianismo.

 Es interesante constatar en este apartado, cómo la experiencia de la fe en Dios tiene una

profunda resonancia en la vida misma de los creyentes. En este sentido, el joven tiene bastante claro que la perspectiva en que se comprende a Dios tiene una importante influencia en la forma de actuar, de situarse frente a la vida misma. Es fácil comprender cómo en el imaginario de los jóvenes se halla un pedido claro: es necesario ser realmente testimonio, ejemplo, de aquello que se dice creer. Se entiende esta opción y pedido en aspectos realmente claros y específicos: la opción por el ser humano y la humanidad, por el bien de todos, y no el de unos pocos, por la preservación del ecosistema, y el fuerte talante social que engloba el compromiso de una profesión o creencia particular.

 Los jóvenes siguen identificando el asunto de la fe, y de las opciones religiosas con la

experiencia de una profunda realidad que ha marcado en totalidad al joven como lo apreciábamos en uno los primeros asuntos: la familia. Como experiencia en la cual se construye el ser humano, la familia tiene una especial incidencia en el joven, al igual que la educación recibida en el colegio y las experiencias religiosas que se logran percibir en el ambiente de la sociedad. En la imagen de experiencia hereditaria aún se sigue comprendiendo la manifestación o aceptación de una confesión de fe no como una realidad que parte de una convicción especial, sino por la experiencia de fe que se tiene dentro de las familias.

 El joven tiene una especial sensibilidad por asuntos que tocan la realidad humana, por

este motivo es que se entiende la especial atención que éstos ponen sobre asuntos que son determinantes en la vida entre los que se encuentran, el fracaso, el futuro, el dolor, el hambre del mundo, la violencia, el sentido de la vida, el mal y la muerte.

(25)

20 1.4. Conclusión

Este primer capítulo dentro de la propuesta de este trabajo se ha permitido hacer un acercamiento a la realidad juvenil colombiana, especialmente en la terminación de algunos aspectos o elementos que resultan ser particulares.

Los diversos aspectos que se encuentran son realidades que resultan ser inquietantes no sólo al contexto juvenil determinado, sino, y de forma directa a la teología, especialmente porque en este mismo contexto observado y descrito en las líneas anteriores, se manifiesta la acción de Dios que se mueve, ya sea en las dinámicas más positivas, como también en aquellas en donde el interrogante de la humanidad es constante y llamativo.

Quien se acerca a esta primera realidad deberá tener una lectura, sino completa, por lo menos si general, de la realidad juvenil; por lo menos esta ha sido la intención primera que se ha querido desarrollar. El camino que sigue está estructurado en la determinación de algunos aspectos generales de la tradición teológica que nos darán el nuevo sentido de la revelación y autodonación de Dios en la mostración de aquel Eterno, que se ha hecho carne y realidad en nuestra historia.

(26)

21 Capítulo Segundo

Elementos de tradición teológica: la revelación

Para comenzar, es preciso explicitar el propósito de este capítulo. En lo que sigue, trataremos de clarificar los elementos básicos para una comprensión teológica actual de la revelación. Esto con el ánimo de explicitar las categorías disciplinares básicas para nuestra interpretación teológica de la realidad juvenil colombiana como lugar teológico en sentido

propio. Una vez se ha construido el acercamiento a esta anterior realidad contextual, en este

momento se toma la reflexión de los datos teológicos elementales de la tradición y sus asuntos actuales de comprensión con el propósito de hacer una reflexión puntual que permita establecer la relación que existe en los datos teóricos de la revelación que se abordarán en este segundo momento, y las categorías descritas en el primer momento.

Estructuralmente, este capítulo tiene dos movimientos específicos: Primero, el planteamiento del problema de la revelación; segundo, la presentación de algunos modelos de comprensión de esta realidad teologal. Con estos dos asuntos bien comprendidos, tenemos elementos suficientes para hacernos una idea sobre el estado actual en que se halla la teoría sobre la revelación, y comenzar de inmediato a establecer la relación profunda con la realidad juvenil como lugar auténtico en que acontece esta autodonación de Dios.

2.1. La revelación como tema teológico capital

La pregunta por la revelación constituye el núcleo central de dos asuntos imperantes. Primero, de la realidad central del cristianismo en tanto comprensión o esquematización de la manifestación de Dios en la historia de la salvación principalmente en Jesucristo. Segundo, de la reflexión teológica propiamente porque como “ciencia de Dios” es legítimo y necesario que se encargue de la búsqueda de esta mostración y su correspondiente elaboración teórica. En este sentido, todos los asuntos de la teología tienen en la base una forma específica de comprender la manera en que se da esta manifestación de Dios, junto con las formas y medios

(27)

22

que utiliza para hacerla accesible al percibir de la humanidad.27 ¿Cómo se ha comprendido

este misterio central de la fe y la teología?

2.2. La comprensión tradicional de la revelación28

La historia de la teología ha abordado de manera profunda el concepto mismo de “revelación”, especialmente en la determinación de que Dios se manifiesta Él mismo, en la Sagrada Escritura, lugar primero en donde la tradición misma de la Iglesia ha determinado se da, sea de forma narrada o contada, el mayor signo de la mostración de Dios. Amparados en esta particular concepción es que se entiende la necesidad normativa, única y exclusiva de la Palabra de Dios como fuente primigenia de esta búsqueda elemental, de su referencia constante y genuina como dato dado por Dios mismo directamente a la humanidad en una especie de dictado de palabras divinas que deben ser cumplidas, y ante las cuales, no se admite por ningún medio la interpretación ni mucho menos la corrección.

Ella, la Sagrada Escritura es la “norma non normata” más autorizada y única en que

se comprende el asunto de la revelación. Dios habla en la Sagrada Escritura, es la base

fundamental – primo, prima – de aquel que se quiere acercar a Dios mismo, comprenderle

todo, hacerse a una imagen, tomarle como una especie de impresión de las formas, sentimientos, acciones, proceder, e incluso su fisionomía. Ciertamente, este estilo de tomar los Sagrados textos y su respectivo tratamiento dominó por mucho tiempo la forma de pensar en el hacer teología. La ciencia de Dios, por tanto, se ocupó largo tiempo en demostrar la forma en que el texto normativo y mostrativo era la voz autorizada y solo interpretada por la institución eclesial, formulando leyes e instaurando normas que se especializaban en una suerte de apologética que defendía más la ortodoxia de la interpretación de la Escritura que la fe misma del creyente.

Esta concepción tradicional de la revelación amparada exclusiva y excesivamente en la Sagrada Escritura que la como un dictado que cae hecho y derecho del cielo, en la imagen

27 Ver. Torres, Repensar la Revelación. 17

(28)

23 de ser Dios mismo quien ha pronunciado las palabras, los hechos y las narraciones que están contenidos en los textos de la Biblia. Justificados en esta idea es que se comprende la revelación en su talante tradicional como la única fuente y lugar legítimo por su misma naturaleza, en que Dios se muestra y se revela. Ante esta formulación nace inmediatamente la siguiente cuestión ¿qué llevó a esta opción fundamentalista por la Biblia? La respuesta es clara y será desarrollada con más propiedad a continuación: el pueblo de Dios, y en ellos, los escritores sagrados, quienes logran discernir la presencia de Dios actuando en la historia de su misma vida, consignaron con la escritura y narrativa esta acción de Dios que salva y protege a los suyos. Sin embargo, el problema está en la forma en que la perspectiva tradicional ha tomado la Escritura, como un dictado directo de Dios, y no como narraciones en las cuales es justo encontrar y descubrir el sentido que quieren expresar y su significado fecundo para el hoy mismo de la historia.

La Sagrada Escritura, y en ella de manera especial los contenidos todos del Antiguo Testamento, base única y exclusiva de la perspectiva revelatoria tradicional, se formaron a partir de dos asuntos; primero, de una experiencia, y segundo de una necesidad. En cuanto experiencia, este proceso se ha desarrollado porque el pueblo de Israel descubre en su historia un asunto del cual hasta el momento no era muy consciente: Dios siempre ha estado al lado de su pueblo, de los suyos, y los ha acompañado desde siempre y por siempre: ha sido de esta forma un impulso de la fe el que ha llevado a poner por escrito estas narraciones o historias divinas. Y es necesidad, en tanto que, teniendo conciencia del hecho de fe real en la manifestación histórica de Dios, es imperativo poner por escrito, dejar constancia y narrar a las generaciones próximas la presencia de Dios que ha ayudado a su pueblo, haciéndolo una

gran Nación, como una comprensión en la reflexión sobre su origen histórico.29

Es de notar con especial interés en este momento, que esta forma de comprender la revelación ha sido la que por muchos siglos ha imperado en el imaginario de la Iglesia, de las comprensiones teológicas, y ha marcado por lo mismo, el sendero de la revelación, fuente de todo conocimiento sobre Dios y el hombre. Sin embargo, como lo veremos en las siguientes líneas, hay un giro esencial en este posicionamiento que ha sido necesario y ha

(29)

24 afectado de forma directa todos los ámbitos y espacios comprometidos, llevando a una trasformación radical que ha presupuesto nuevas mentalidades y un ejercicio especialmente académico y racional sobre la revelación.

2.3. La modernidad como nuevo paradigma que problematiza lo tradicional: Elementos y cuestionamientos

Un giro elemental para la historia de la humanidad misma y para la teología es el comienzo de la modernidad y todo el avance de su sistema de pensamiento que trajo consigo el cuestionamiento de todos los preceptos que la divina institución había instaurado en virtud del derecho divino de donde procedía y con el cual se sustentaba. Todo fue discutido, debatido y disputado, llegando a la demostración verdadera, eficiente y científica de las razones esenciales y fundamentales que sostenían una afirmación. En este punto de la historia y de la ciencia se comenzó a fraguar lo que en teología fundamental se conoce como: la formulación del problema de la revelación, porque, como todo era creído y divinamente transmitido, no había necesidad de demostrar, cosa que ni la ciencia, ni los modernos aceptarán trayendo al banquillo de la razón todos los asuntos de la teología, incluyendo de forma elemental el proyecto de revelación, mantenido argumentativamente en la Sagrada Escritura.

El paso de una “revelación del libro” a una experiencia de Dios que se muestra y devela en la existencia y la historia es la principal apuesta que se espera de la profunda afectación que la modernidad ha tenido sobre la idea de mostración. En este sentido de

profundo análisis moderno, ocho son los desafíos que Avery Dulles acusa son necesarios

tener en la mente a la hora de trabajar sobre estas teorías modernas de lo que es la

revelación:30

1. El agnosticismo filosófico: que llevó a pensar en la revelación como un mito o

metáfora, al superar las barreras de lo sensible. Es decir, Dios y su discurso hace parte de aquello que no tiene un suficiente sentido y presencia en lo real de la realidad.

(30)

25

2. El análisis lingüístico: Que lleva a examinar con sumo cuidado la correspondencia

que existe entre el lenguaje divino y su significado en lo sensible y real.

3. Epistemología moderna: que pregona la realidad de que el conocimiento humano está

sujeto a sus limitaciones y condicionamientos.

4. Psicología empírica: que comprende la revelación como un estado de ánimo que es

inducido por el mismo ser humano, o por la utilización de medios externos a él.

5. La crítica bíblica: En tanto que los relatos de la Sagrada Escritura al ser tomados como

realidades literales pueden no tener una comprobación histórica cierta o verificable.

6. Historia de la doctrina cristiana: Algunas de las doctrinas que antes eran vistas como

expresión de la revelación se han clasificado como una pura opinión humana.

7. Religiones comparadas: En la idea de que cada religión tiene una imagen de

revelación que puede llegar a ser conflictiva la una con la otra.

8. Sociología crítica: cuando los discursos religiosos se vuelven alienatorios y lo que

hacen es dominar y ejercer presión sobre grupos humanos.

Teniendo en cuenta los anteriores contenidos, y para esbozar la cuestión de la modernidad y su influencia en el asunto de nuestro problema trataremos dos realidades que se hallan a la par en el eje de esta búsqueda elemental de la fe. Por un lado, el nacimiento de los estudios bíblicos y los grandes avances que estos trajeron sobre la comprensión de la Sagrada Escritura; y por otro, la trasformación de la perspectiva en que es tomada la Teología misma, y, por ende, la revelación.

El primer aspecto que toca de fondo la comprensión de revelación tradicional que existe hasta el momento está enmarcado en el comienzo de los estudios bíblicos. El análisis de los textos y los descubrimientos de nuevas formas escritas permitieron a la teología descubrir de forma admirable un sinnúmero de asuntos que dieron un giro esencial a la forma en que se debe comprender la Biblia. La Sagrada Escritura, como ya lo habíamos afirmado en líneas anteriores, es una construcción que se realiza a partir del descubrimiento en la misma vida de la presencia de Dios que salva. Esta afirmación tiene una amplia comprensión en tanto que, será necesario descubrir y encontrar el sentido que la escritura asume, no ya como una trascripción directa de las palabras de Dios que son susurradas en el oído del

(31)

26 escritor sagrado, sino que, inspirados por Dios mismo, el autor pone por escrito una narración llena de significados en los cuales se plasma la obra manifiesta de Dios que ha hablado, declarado, acompañado y sentido a su comunidad, a los suyos.

Desprendida de la lectura anterior está también la idea nueva y trasformadora que manifiesta el hecho paradigmático de que Dios habla para, desde y en el mundo. Efectivamente, estos textos no parecen realidades caídas del cielo, sino que son hechos escritos que dan fe de la profundidad del encuentro humano con el Señor, en donde la vida de las comunidades y del pueblo de Dios se ha plasmado, ha quedado escrito con un único querer: mostrar que Dios siempre ha estado presente, más aun, se ha revelado en la historia, la vida y los acontecimientos. En este sentido, fieles a la búsqueda cientista, la Sagrada Escritura, no es una simple colección de escritos que carecen de una fuente histórica, sino que es sostenida en la tradición de una comunidad humana con nombre propio, con una ubicación geográfica e histórica específica y que son testimonio elocuente de la manifestación de Dios que ha quedado escrita por la ágil pluma del escribano consiente de este movimiento tan sagrado, como humano.

Este giro en la comprensión de la Sagrada Escritura como un texto con sentido y significado, además de estar enraizado en la vida misma y existencial de la comunidad creyente que lo escribe porque ha sido testigo de la presencia de Dios, trae sobre la comprensión de la revelación un giro muy interesante. Ésta última será entendida o comprendida como una acción propiamente de Dios, que se muestra a sí mismo y su voluntad en la historia de la humanidad en donde acontece esta mostración como ya lo había presupuesto el pueblo de Israel en el momento de poner por escrito su historia. No hay otro lugar más fecundo, profundo y certero que la humanidad, la historia y la existencia como escenarios en donde se muestra toda la vida, dinamismo y acción de Dios para con los suyos y junto a ellos; por tanto, aludiendo a todo lo anteriormente analizado, no son necesarias las palabras extrañas o el género mítico, sino el lenguaje amoroso de la relación y la comunión en donde Dios se comunica con el hombre construyendo juntos la misma historia.

(32)

27 Ciertamente estos anteriores relatos, de lo puramente escriturístico a una realidad mucho más humana y existencial del asunto de la revelación, ha sido el viraje que se ha permitido realizar el ejercicio de comprensión de aquello que es la revelación todo por la búsqueda de la repuesta a aquello que indaga o cuestiona la modernidad; sin embargo, en este punto existe una tensión que es necesaria esbozar y tratar de comprender: el asunto entre

la trascendencia y la inmanencia en la revelación.31

Si con firmeza y cerrazón nos afincamos en el carácter único y exclusivamente trascendente de Dios, y desde este aspecto de su naturaleza queremos comprender la revelación, con mucha razón tendremos que el relato de un Dios lejano, mitológico y actuante desde la barrera en que se fundamenta la usual manera de ver la revelación tradicional, o la sola escritura literal, es un argumento contundente en la unificación sonora de la mostración de Dios en lo trascendente de la realidad. La perspectiva ortodoxa de la fe estará de acuerdo y suficientemente convencida de esta manifestación externa de Dios. Él habla, no en el mundo y lo contingente, sino en lo grande y elocuente de su discurso omnipotente, que trasciende incluso las dinámicas mismas de la razón en medio de prodigios y grandes milagros que son base esencial de su ser Dios. Sin embargo, el gran pecado de esta mirada es caer en una suerte de discurso que predica la acción de Dios como creador, pero que ha dejado el mundo como barco a la deriva, sin un rumbo claro, porque su presencia se ha esfumado de la creación, de la existencia y del mundo. Dios se reveló una vez y para siempre en su creación única y nunca más lo ha hecho.

La otra cara de la moneda está asegurada con firmeza en la imagen de Dios que es profundamente inmanente, es decir, cercano y activo en la creación, que habla en ella, la hace locución suya, está cercano al hombre, a su vida misma y existencia, pero dejándolo siempre proceder en la libertad propia de su capacidad de actuar. Esta comprensión dada a luz en medio de las exigencias de la modernidad para con la fe y la ciencia de Dios, es una apuesta totalmente nueva y que trasciende los supuestos límites impuestos por la Escritura, a una mirada de discernimiento de la presencia en la existencia, de la palabra creadora siempre presente en medio de la acción del mundo que gira y se trasforma. Un peligro ante el cual

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28 esta mirada debe estar atenta es la proliferación de discursos panteístas que promueven la idea de que todo lo que existe participa de la naturaleza de Dios, es Dios mismo; sin embargo, hemos de clarificar con fuerza que, para esta postura segunda como ya se anotaba renglones atrás, el hecho de que Dios se muestra en lo contingente y natural no quiere decir que esto participe de Dios o sea Él mismo, sino que son medios, formas y lugares en que acontece este pronunciamiento de Dios.

2.4. La pluralidad en las comprensiones

La búsqueda de la teología por comprender aquello que constituye su suelo nutricio, es decir, el asunto de la revelación ha dado paso a la reflexión de grandes teólogos que se han permitido pensar esta experiencia y proponer formas en que se puede llegar a una imagen ideal de aquello que es la revelación. Esta tarea ardua ha sido alentada por la diversidad de perspectivas y formas de pensar que han comenzado a elaborar posibles imaginarios de aquello que puede ser una legítima forma de comprender la revelación, y de manera especial porque, como quedó afirmado en el apartado anterior, ya este asunto no queda solo confinado a la interpretación de los cánones de la Escritura, sino que como un ejercicio propio del ser humano que descubre la presencia de Dios en la historia, es una experiencia que tiene una

gran variedad y gama de multiformes facetas que son legítimas considerar.32

Éste ha sido ciertamente el espíritu que ha guiado la agilidad mental, religiosa y escribana del Cardenal Avery Dulles, S.J , quien ha recogido cinco conceptos modernos que se han permitido comprender el asunto de la revelación desde varios puntos que merecen la pena ser considerados en este apartado, no con el ánimo de ser exhaustivos en la historiografía del asunto, sino para abrir los ojos del intelecto y caer en la cuenta de los horizontes de comprensión tan amplios en que se mueve este aspecto de la reflexión teológica fundamental.

(34)

29 2.4.1. La revelación como doctrina

Podría decirse que este tipo de modelo se corresponde directamente con la experiencia teológica que nosotros llamamos como “tradicional”. En esta teoría sobre la experiencia de la revelación ciertamente es Dios quien se da y manifiesta; pero lo hace de forma autorizada como maestro inefable que comunica conocimiento sobre sí por medio de la escritura que es dada directamente del cielo y comunicada a los hombres por medio de su lenguaje. Dios se manifiesta originariamente por medio de teofanías y profecías, que procuran dar a conocer la voluntad del todopoderoso omnipotente sobre asuntos que se refieren a sí mismo y la humanidad.

Del ser humano ante esta manifestación autoritaria y divina de Dios se espera solamente dos actitudes: primero, una escucha única y atenta de lo que Dios quiere manifestarle desde su emporio de poder y gobierno a la pobre humanidad que aguarda de todas las formas y medios una manifestación divina; y segundo, el asentimiento que presupone una aceptación ingenua de todo cuanto Dios quiere se realice según lo ha manifestado en los textos sagrados.

Muy seguramente entre sus principales méritos como teoría está la fidelidad a la historia dogmática que contiene en su tradición divina la revelación autorizada de Dios. De igual forma, es de resaltar como presupone una profunda dinámica de lealtad, confesión y tradición a la doctrina que Dios mismo revela en los espacios y momentos dispuestos divinamente para ello. La revelación cristiana en esta propuesta teórica es la única forma adecuada y reconocida en tanto que contiene una fuerte y substancial referencia a la Escritura.

Dentro de sus defensores como teoría se encuentran, en el campo protestante, Gordon Clark, J. I. Packer, John Warwick Montgomery y Carl Henry; y en el catolicismo Reginald Garrigou-Lagrange, Christian Pesch, Hermann Dieckmann y varios documentos conciliares

que surgen del Vaticano I. 33

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30 Como principal crítica a este modelo de comprensión está la señalización negativa de reduccionista al ignorar la forma amplia como se comprende actualmente el hecho de la mostración de Dios que trasciende la sola imagen del Dios bíblico y divino. Es en su discurso una propuesta inadecuada a nuestra experiencia de la verdad y realidad en tanto que, en su búsqueda por ser genuina y exclusiva, fiel a la doctrina desecha las demás manifestaciones religiosas y se hace única en su lenguaje cristiano y eterno.

2.4.2. La revelación como historia

En esta propuesta, la Sagrada Escritura no es tomada como un dictado de Dios, sino como un compendio literario que recoge dentro de sí una experiencia única: Dios que es percibido actuante en la historia del pueblo de Israel. Ciertamente nos habla de Dios mismo, de sus acciones y hechos, pero lo hace con un sentido mucho más profundo, mostrar cómo Dios habla en el camino de la historia, y es el todopoderoso que, dejando esta categoría inexistente a la razón y la experiencia, se manifiesta actuante en y con su pueblo.

El nuevo escenario sobre el que se da la revelación ya no es un libro u oráculos, sino la realidad misma que ha vivido una Nación. Ciertamente el asunto no ocurre de forma evidente e inmediata sino como fruto de un camino que se ha realizado y en el cual después de un tiempo se comienza a reflexionar sobre la forma como Dios se ha manifestado abiertamente en favor de los suyos con intervenciones directas que han llenado de esperanza. Donde antes reinó la desolación por el aparente silencio de Dios en medio de las tribulaciones y necesidades, ahora resuena la voz de la confianza y en ella de la esperanza porque Dios que actúa en la historia y siempre estará acompañando a los suyos, como efectivamente lo narran y recogen grandes perícopas de la Escritura en donde se descubre esta acción.

En esta propuesta teórica se reconoce la importancia de las acciones concretas con que Dios actúa en la historia y con las cuales, además de mostrar su especial cuidado por el pueblo que ha elegido como de su heredad, se muestra Él mismo. En este sentido, y en virtud de las narraciones que se recogen en la Escritura sobre estos hechos, es que se le concede un valor estimable a los textos sagrados, como compendios en donde se condensa la forma en

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