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Metodología y criterios para el ordenamiento territorial de bosques nativos en Entre Ríos 1

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Sustentabilidad Ambiental

Metodología y criterios para el ordenamiento territorial

de bosques nativos en Entre Ríos

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Se clasificó el bosques nativos para evaluar el tipo (monte alto/bajo – abierto/cerrado), estado de la sucesión (virgen, sucesional o renoval), altura del estrato arbóreo, nivel de degradación y de enmalezamiento (arbustivas). Con la frecuencia de los datos de campo se establecieron los criterios para la aplicación de las categorías de conservación: categoría I (roja, de alto valor de conservación) aquellos montes vírgenes y sucesionales de bajo grado de alteración; categoría II (amarillo, de mediano valor de conservación, degradado) montes vírgenes y sucesionales de alto Autores: Sabattini, Rafael; Ledesma, Silvia; Brizuela, Armando; Sabattini, Julián; Diez, Juan Manuel. (Universidad Nacional de Entre Ríos)

Resumen

El trabajo aporta el desarrollo metodológico y los criterios empleados en el ordenamiento territorial de bosques nativos en 7 Departamentos (La Paz, Paraná, Federal, Feliciano,

Villaguay, Tala y Nogoyá) de la Provincia de Entre Ríos según las Categorías de Conservación Ley Nº 26331 “Presupuestos mínimos de protección ambiental de los bosques nativos”.

El protocolo de estudio se basó: 1. utilización de imágenes satelitales; 2. relevamiento de campo; 3. clasificación de bosques nativos; 4. variable de degradación; 5. frecuencia de casos; y 6. contraste con patrones espectrales.

Previamente se subdividió a Entre Ríos en 3 grandes áreas con diferentes problemáticas para abordar el ordenamiento territorial: Departamentos con montes nativos con alto grado de impacto por el desmonte; Departamentos tradicionalmente agrícolas con bajo impacto de desmonte; y Departamentos con alta proporción de áreas de bañados, zonas bajas e inundables y selvas en galería.

Sobre una imagen Landsat 5-TM (INPE, 6/10/2008) se separaron ambientes por medio de una vectorización manual. Se clasificaron los montes nativos (ubicación y superficie) respecto de otras tierras.

Se utilizó un relevamiento de campo de tipo preferencial exploratorio por rutas (989 puntos de muestreo georreferenciados, Junio 2008 y Febrero 2010). Se elaboraron áreas de entrenamiento (patrones) correspondientes a las distintas clases de bosques nativos.

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Trabajo realizado en el marco del Convenio entre la Facultad de Ciencias Agropecuarias UNER y la Dirección General de Recursos Naturales de la Secretaría de la Producción del Gobierno de Entre Ríos (Zonificación de bosques nativos).

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2 grado de alteración; y categoría III (verde, de bajo nivel de conservación), renovales de bajo y alto grado de alteración.

Por último, se aplicó un sistema de clasificación digital supervisada (2 mapas temáticos por departamento) de localización y superficie de las categorías y clases de bosques nativos. Se analizan los resultados para la estandardización de un método de monitoreo y criterios utilizados en la evaluación del estado de conservación de bosques nativos en Entre Ríos. El método permitió localizar ambientes y estimar la superficie cubierta por bosques nativos; clasificar y determinar las categorías de conservación; localizar áreas de bosques nativos a escala 1:250.000; y estimar la superficie por categorías de conservación.

Palabras Clave

Bosques nativos – ordenamiento – metodología

.

Introducción

Los bosques nativos constituyen un recurso natural de alto valor por los servicios ecosistémicos que se le atribuyen: conservación de la diversidad, el suelo y la calidad del agua, oferta forrajera, fijación de gases con efecto invernadero, contribución a la diversificación y belleza del paisaje, y defensa de la identidad cultural (Muñoz y otros, 2005; FAO, 2007).

La superficie cubierta con bosques nativos ha sufrido una importante disminución tanto a nivel nacional como provincial. En el año 2005, la FAO determinó una superficie de 33 millones de hectáreas de bosques nativos en Argentina, siendo que en 1914 se contaba con unas 106 millones de hectáreas cubiertas. De manera similar, de las 2,5 millones de hectáreas de bosques nativos que poseía Entre Ríos a principios del Siglo XX, solamente se verificaron

aproximadamente 1,4 millones de hectáreas en el 2005 (Muñoz y otros, 2005).

La ganadería de cría bovina en Entre Ríos se desarrolla fundamentalmente en base a la utilización del pastizal natural de los bosques nativos como recurso alimenticio principal. Esta historia de uso de los bosques, a los que vulgarmente se los denomina “montes nativos” en la actualidad se los observa en una condición deteriorada, a través de la erosión y el

enmalezamiento como principales síntomas de tal degradación (Wilson y Sabattini, 2000; Sabattini y otros, 2002; Sione y otros, 2006).

A partir de esa problemática, han surgido numerosas experiencias y estudios destinados a la recuperación de los montes nativos a partir del conocimiento de sus características ecológicas y productivas, y de la aplicación de prácticas de manejo sustentable (Sabattini y otros, 2002; 2003; 2007; Pueyo, 2007; Casermeiro y otros, 2008).

La situación es similar en todas las regiones del país que poseen bosques nativos, donde además de la ganadería otros disturbios de origen antropogénico han provocado un impacto altamente negativo: extracción indiscriminada de especies arbóreas, fuego, tala rasa para la instalación de sistemas agrícolas, etc. (UMSEF, 2002; Blasco y otros, 2005; Adámoli, 2006; Bogino, 2006).

En este contexto nacional, surge en 2007 la Ley nº 26.331 de “Presupuestos mínimos de protección ambiental de bosques nativos”; que determina la necesidad de realizar un

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3 de los sistemas productivos vinculados con los ecosistemas boscosos. Efectuar un proceso de ordenamiento territorial en cada provincia argentina como indica la Ley nº 26.331, implica la aplicación de políticas de estado destinadas a la planificación del desarrollo de una región en base a la instrumentación de políticas sociales, económicas y ambientales diseñadas para asegurar el bienestar común de las generaciones presentes y futuras (Dolfus, 1975; Andrade y otros, 1994; Lücke Sanchez, 2008).

En este sentido, el primer paso de cualquier planificación es realizar un diagnóstico confiable de la situación actual, que describa el punto de partida de tal manera que sea posible plantear escenarios futuros a partir de la aplicación de medidas de ordenamiento.

Asimismo, debe tenerse en cuenta que el ordenamiento territorial constituye un proceso dinámico, que exige el monitoreo y evaluación permanente de los recursos involucrados para respaldar cualquier reajuste de las políticas vigentes en función del objetivo principal que es la sustentabilidad.

La disponibilidad de una metodología probada para el diagnóstico y monitoreo del estado de conservación de los bosques nativos facilitará dichas tareas y se constituirá en un respaldo de la confiabilidad de los datos obtenidos.

El objetivo del trabajo fue proponer y analizar una metodología estandarizada y criterios para el ordenamiento territorial de los bosques nativos en la provincia de Entre Ríos de acuerdo a las premisas de la Ley nº 26.331 de Presupuestos mínimos de protección ambiental de bosques nativos.

Materiales y métodos

El desarrollo metodológico se basó en un relevamiento de bosques nativos realizado sobre 7 Departamentos de la Provincia de Entre Ríos (Junio 2008 a Febrero 2010), estableciéndose como soportes técnicos el procesamiento de imágenes satelitales (Chuvieco, 1996) y el

muestreo de campo tomando como referencia una planilla de relevamiento (Cuadro 1). El

estudio se planteó a escala 1: 250.000 para localizar, clasificar y estimar superficies de bosques nativos según tipos y categorías de conservación.

En la planilla del Cuadro 1 se detalla el estado y las clases de monte nativo. Respecto al estado

actual de un bosque, caracteriza la posición de la sucesión vegetal, clasificándolo en 3 estados: montes vírgenes o prístinos (estables) etapa final de la sucesión (clímax: estabilidad); montes sucesionales etapas intermedias, mejora la diversidad pero aún no se estabiliza el monte nativo; y renovales, inicio de la sucesión luego del desmonte, normalmente domina una especie.

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Cuadro 1. Planilla de relevamiento de bosques nativos de Entre Ríos

A su vez, cada estado fue clasificado según el tipo de monte nativo (Sabattini y otros, 1999): Monte nativo estable alto y abierto: estrato arbóreo mayor a los 6 m de altura, cubriendo menos

del 50% de la superficie del suelo, representado por Prosopis nigra (algarrobo negro) y P. affinis

(ñandubay) en el estrato dominante y pudiendo estar presentes especies como Acacia caven

(espinillo o aromo) y A. atramentaria (brea), conformando un estrato de menor porte. El tapiz

herbáceo es continuo, con dominancia de pastizales del tipo cespitoso.

Monte nativo estable alto y cerrado: estrato arbóreo mayor a los 6 m de altura, cubriendo más del

50% de la superficie del suelo, representado por Prosopis nigra y P. affinis en el estrato

dominante, y pudiendo estar presentes especies como Acacia caven y A. atramentaria conformando un estrato de menor porte. Tanto la presencia de alta densidad de individuos

juveniles del estrato arbóreo como la de arbustivas (Thritrinax campestris “palma caranday”;

Baccharis punctulata “chilca blanca”; Aloysia gratissima “romerillo” y otras) le confieren la característica de “cerrado”. El tapiz herbáceo es continuo, con dominancia de pastizales del tipo cespitoso.

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Monte nativo estable bajo y abierto:estrato arbóreo menor a 6 m de altura, superados de manera

aislada por individuos de Aspidosperma quebracho blanco (quebracho blanco), presentando una

cobertura del suelo menor al 50%, representado por Acacia caven, A. atramentaria y P. affinis.

Monte nativo bajo y cerrado: estrato arbóreo menor a los 6 m de altura, superados de manera aislada por individuos de A. quebracho blanco, presentando una cobertura del suelo mayor al

50%, caracterizado por A. caven, A. atramentaria y P. affinis. Posee un tapiz herbáceo continuo

(Sabattini et al., 1999). Tanto la presencia de alta densidad de individuos juveniles del estrato arbóreo como la de arbustivas (palma caranday, chilca blanca, romerillo y otras) le confieren la característica de “cerrado”.

Monte selva: estrato arbóreo superior a los 6 m de altura, con una cobertura mayor al 50% de la superficie del suelo, con alta abundancia y riqueza de especies. Contiene componentes de la selva marginal y del monte nativo, y en la mayoría de los casos con leñosas exóticas en función del grado de deterioro. El estrato herbáceo es discontinuo, con zonas de densos matorrales y

suelo cubierto por una capa de hojarasca. Presenta especies como Gleditsia triacanthos (acacia

negra), G. amorphoides (espina de corona); Melia azedarach (paraíso), Ligustrum lucidum

(ligustro), Rapanea laetevirens (canelón), Myrcianthes cisplatensis (guayabo), Erytrina crista-galli

(ceibo), Sapium haematospermun (curupí), Salix humboldtiana (sauce), Sebastiana klotschiana

(blanquillo) y S. schottiana (sarandí).Selva ribereña: son las formaciones boscosas que habitan

en el albardón de las islas y se extiende a lo largo de los cursos de ríos y arroyos, constituyendo “galerías”, para Cabrera (1976) están representadas en el Distrito de las Selvas Mixtas (Pcia. Paranense). La cobertura arbórea es del 100% y multiestratificado, presentado estrato arbustivo,

herbáceo (escaso pastizal) y enredaderas. Las especies características son: Salix humboldtiana

(sauce), Erytrina crista-galli (ceibo), Sapium haematospermun (curupí), Tessaria integrifolia (aliso

de río), Nectandra falcifolia (laurel); Enterolobium contortisiliquum (timbó colorado), Rapanea

laetevirens (canelón) y Blepharocalyx tweediei (arrayán).

Bañado con monte selva:áreas inundables y anegables caracterizadas por especies palustres

representadas por los pajonales de Panicum prionitis (paja brava), Cortaderia selloana (paja

mansa) y Paspalum quadrifarium (falsa paja colorada); juncales de Scirpus californicus, totorales

de Typha latifolia y varias Ciperáceas. En forma de islotes en los sectores topográficamente más altos se ubican formaciones arbóreas densas representadas por el monte selva.

Sabana: caracteriza fundamentalmente a las áreas de bañados de altura y presenta una dominancia del estrato herbáceo y en forma de islote o muy aislados el estrato arbóreo

representado por el “ñandubay” y el “algarrobo negro”. Son zonas sumamente abiertas, que por lo general han sido cultivadas, por lo que es común encontrar represas de gran magnitud. Es importante aclarar que el campo naturalizado -en éstas zonas- aquel que fue sabana y que por agricultura y luego utilización del pastoreo, hoy domina el pastizal natural, siendo escaso a nulo el árbol.

Por último, en la planilla de relevamiento (Cuadro 1) se indica las diferentes situaciones de

degradación y se cuantifica el grado de enmalezamiento. Se analizó en cada sitio de muestreo la presencia de los siguientes síntomas de degradación de bosques nativos:

Sobrepastoreo: es un disturbio porque reduce la cobertura de las especies del pastizal bajo monte como consecuencia de la presión de consumo ejercida por el ganado que empieza seleccionando para el consumo las de mayor calidad forrajera; pero que luego también se alimenta de las otras especies herbáceas evitando la semillazón y finalmente reduciendo la densidad y cobertura dando lugar a superficies de suelo desnudo.

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6 Erosión: se visualiza en los montes principalmente en las áreas cercanas los cursos de agua, en general como consecuencia de la eliminación de especies arbóreas que fijen la estructura del suelo. Sumado a ello, los suelos con problemas de permeabilidad presentes en muchas zonas de la provincia; y además las áreas de suelo desnudo, dan lugar a la aparición de cárcavas. Enmalezamiento: la disminución de especies de buena calidad origina nichos libres en el pastizal que son colonizados por especies de mayor capacidad competitiva, con lo cual se ve aumentada la cobertura de especies malezas arbustivas que reducen el área aprovechable disminuyendo la oferta forrajera del bosque nativo.

El grado de enmalezamiento con arbustivas fue evaluado utilizando una escala de acuerdo a la cobertura de malezas arbustivas: Grado 0 (menos del 5 % de cobertura de arbustivas); Grado 1 (5-15% de cobertura de arbustivas); Grado 2 (15-25% de cobertura de arbustivas); Grado 3 (25-50% de cobertura de arbustivas); Grado 4 (más del (25-50% de cobertura de arbustivas).

Fuego: en varios casos, los bosques con algún problema de enmalezamiento han sido

históricamente sometidos al manejo con fuego, práctica que no se considera racional y no está permitido su uso. La utilización del fuego se visualiza en la presencia de individuos arbóreos muertos o parcialmente dañados y bosques con reducciones drásticas en su densidad de árboles.

Desmonte: práctica de tala total de las especies arbóreas. Normalmente se observan parches en los montes nativos sólo ocupados por arbustivas y herbáceas.

Con relación a los criterios considerados para el ordenamiento territorial, la definición de las categorías de conservación responde a la Ley Nº 26.331 que establece en el Artículo 9º: “Las categorías de conservación de los bosques nativos son las siguientes: - Categoría I (rojo): sectores de muy alto valor de conservación que no deben transformarse. Incluirá áreas que por sus ubicaciones relativas a reservas, su valor de conectividad, la presencia de valores biológicos sobresalientes y/o la protección de cuencas que ejercen, ameritan su persistencia como bosque a perpetuidad, aunque estos sectores puedan ser hábitat de comunidades indígenas y ser objeto de investigación científica. - Categoría II (amarillo): sectores de mediano valor de conservación, que pueden estar degradados pero que a juicio de la autoridad de aplicación jurisdiccional con la implementación de actividades de restauración pueden tener un valor alto de conservación y que podrán ser sometidos a los siguientes usos: aprovechamiento sostenible, turismo, recolección e investigación científica.- Categoría III (verde): sectores de bajo valor de

conservación que pueden transformarse parcialmente o en su totalidad aunque dentro de los criterios de la presente ley.”

Resultados y discusión

Se obtuvo una secuencia metodológica (Figura 1) que permitió localizar ambientes y estimar la

superficie cubierta por bosques nativos; clasificar y determinar las categorías de conservación; localizar áreas de bosques nativos a escala 1:250.000; y estimar la superficie por categorías de conservación.

Figura 1. Diagrama de la metodología y criterios para el ordenamiento territorial de bosques nativos

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El protocolo de trabajo (Figura 1) se basó en: la utilización de imágenes satelitales; relevamiento

de campo;frecuencia de casos; contraste con patrones espectrales; y criterios de clasificación

de bosques nativos.

Utilización de Imágenes Satelitales

Existen en el mercado numerosas opciones (diferentes resoluciones espaciales, temporales; costos, etc.) para la selección de estas herramientas. Se realizó en consecuencia una revisión bibliográfica previa sobre la fisonomía y estructura del ecosistema, en relación con el nivel de precisión requerido por el estudio. Se seleccionaron imágenes Landsat 5 Thematic Mapper del 6 de Octubre de 2008 con baja nubosidad y buen contraste. Es posible mejorar los contrastes realizando realces a fin de mejorar la calidad visual por medio de un contraste interno o bien la creación de nuevas bandas que caractericen mejor a las originales. Este satélite se caracteriza por tener una resolución espacial de píxel de 30x30 metros y según las diferentes bandas, se encuentra diseñado para el monitoreo de vegetación, fundamentalmente la Banda 4 (Infrarrojo cercano). Luego se requiere la georreferenciación de la imagen basada en imágenes satelitales ortorectificadas y en puntos de control perfectamente ubicados e identificados en el terreno y así asignar las coordenadas conocidas del terreno a la imagen satelital procesada por computadora. Es relevante una correcta foto-interpretación visual de la imagen utilizando elementos como patrones texturales irregulares o regulares; tonalidades según la conformación del falso color compuesto de la imagen más intenso donde la vegetación es más vigorosa y formas geométricas

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8 irregulares en comparación con aquellas regulares de las unidades de producción destinadas a usos agrícolas u asentamientos urbanos.

Luego del análisis e interpretación de la imagen satelital, se determinaron las diferentes unidades

de ambientes (Figura 1):

• áreas de otras tierras: ejidos urbanos, plantaciones forestales, rutas y caminos,

represas, zonas cultivadas y zonas de ríos

• zona de bosques nativos: de tierra firme y asociados a los arroyos y tributarios

menores –selva ribereña y monte selva-, zona de bañado y zona de islas). La diferenciación de las unidades de ambientes se realizó con un trabajo de vectorización manual tomando como base la foto-interpretación de la imagen.

La matriz de una imagen satelital indica la radiación de los objetos que están situados en la tierra en lo que constituyen la unidad mínima de información de imagen, el píxel. Debe asociarse ese valor con la clase correspondiente. Para ello se realizó un análisis espectral en zonas de interés en la imagen. Con esa información se entrenó al sistema computacional para reconocer patrones, seleccionándose un entrenamiento supervisado donde un grupo de píxeles

representan rasgos de la cobertura terrestre que el analista reconoce de la verdad de terreno y así se crearon “áreas o sitios de entrenamiento” (AOI). Estos sitios pueden crearse de dos formas: polígonos definidos por el criterio del usuario o basados en parámetros estadísticos según un determinado valor de pixel. Con estos sitios se determinaron las firmas espectrales y así se evaluaron las diferencias entre bandas y su grado de separación entre las clases para

cada variable: altura del estrato arbóreo y estado sucesional (Figura 2).

a) b)

Figura 2. Ejemplo del análisis de firmas espectrales para las variables altura del estrato arbóreo (a) y estado sucesional del bosque nativo (b) en el departamento La Paz (Entre Ríos).

Una vez que un número considerable de firmas ha sido creado y evaluado, el siguiente paso fue realizar la clasificación de los datos. Cada píxel se analizó independientemente. El vector de medidas para cada píxel se comparó con cada firma, de acuerdo con la regla de decisión o el algoritmo. Los píxeles que cumplieron el criterio establecido por la regla de decisión se asignaron a la clase de la firma. (ERDAS, 1999). Se utilizó una regla no paramétrica del paralelepípedo donde los niveles digitales del píxel evaluando la centralidad u dispersión (Chuvieco, 1996) y se compararon con los límites superior e inferior en función de un desvío estándar.

De esta forma en la clasificación digital supervisada se obtuvieron 6 clases de bosques nativos: Monte nativo virgen cerrado, Monte nativo virgen abierto, Monte nativo sucesional cerrado, Monte nativo sucesional abierto, Monte nativo renoval cerrado y Monte nativo renoval abierto.

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Relevamiento de campo

Se efectuó un muestreo de tipo exploratorio por rutas principales, y caminos primarios y

secundarios de tierra y ripio cubriendo un recorrido de aproximadamente 1.500 Km. y totalizando 989 sitios de muestreo. En cada estación de muestro se registró su posición geográfica con el uso de GPS (Sistema de Posicionamiento Global) para obtener su correcta localización en el espacio, se tomaron imágenes fotográficas y se caracterizó el bosque nativo de acuerdo a: estado sucesional, tipo de monte, especies arbóreas nativas y exóticas presentes, especies arbustivas dominantes, grado de enmalezamiento, variables de degradación. Los datos de cada

sitio fueron registrados en una planilla de muestreo (Cuadro 1).

Frecuencia de casos

Los datos de las planillas de muestreo se procesaron con el programa Microsoft Excel para obtener en cada Departamento, las frecuencias de casos de montes nativos por estado y tipo, y

el nivel de degradación de cada una de las variables detectadas (Figura 1).

Contraste con patrones espectrales

Aplicando los resultados de las frecuencias de casos se corroboró la clasificación digital por medio de los Índice de Kappa y de la Fiabilidad Global (Cuadro 1) que se basan en confeccionar una matriz de confusión donde se muestran los conflictos y los aciertos que se presentan entre las categorías o clases con los datos de la realidad (Chuvieco, 1996; Lopez de Ullibarri

Galparsoro y Pita Fernandez, 1999).

Cuadro 2. Valoración del Indice de Kappa (Chuvieco, 1996)

VALORACION DEL INDICE DE KAPPA

Valor de k Fuerza de concordancia

< 0.20 Pobre

0,21 – 0,40 Débil

0,41 – 0,60 Moderada

0,61 – 0,80 Buena

0,81 – 1,00 Muy Buena

A partir de ello se generaron 2 mapas temáticos por Departamento: uno de localización y superficie de las categorías y otro, de 9 clases de bosques nativos de las cuales tres (Virgen monte selva, Sabana y Selva Ribereña) se definieron con anterioridad en la vectorización manual dado que interfiere en el análisis digital por su compleja distribución y heterogeneidad espectral que presentan; las restantes se generaron con las clasificación digital supervisada.

Criterios de clasificación de bosques nativos

Se considera que las formaciones vegetales clasificadas como “selvas ribereñas”, “monte selva” y “bañado con monte selva” en Entre Ríos, reúnen condiciones ecológicas que determinan su incorporación en la categoría I (zona roja). Esto se fundamenta en el rol ecosistémico que cumplen por su valor de conectividad, la presencia de valores biológicos sobresalientes y/o la protección de cuencas que ejercen, lo cual amerita su persistencia como bosque a perpetuidad.

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10 El estado de los montes nativos y su grado de alteración se consideraron como variables

decisivas en la definición de criterios para establecer las 3 zonas: roja (I), amarilla (II) y verde (III)

según la Ley nº 26.331 (Cuadro 3).

Cuadro 3. Categorías de conservación propuestas.

Estado del monte Grado de alteración Categoría propuesta VIRGEN BAJA I ALTA II SUCESIONAL BAJA I ALTA III

RENOVAL ALTA/BAJA III

Respecto a la Categoría I cabe una observación, el bosque nativo se mantendría a perpetuidad, dado que por su alto valor no podrá transformarse pero desde nuestra perspectiva, se considera necesario el uso racional ganadero (manejo de la carga animal), dado que estos sistemas fueron moldeados desde la colonización española a la fecha por el ganado doméstico (vacunos, ovinos, equinos, caprinos), de modo tal que el bosque nativo que hoy observamos depende para su estabilidad del ganado. Por lo expuesto, el uso racional ganadero no sería incompatible con el mantenimiento del estrato arbóreo por el contrario, la falta de pastoreo conduciría a la

degradación de los ecosistemas por el enmalezamiento de las arbustivas, situación que es observable en gran parte de los montes nativos del departamento y de todo el territorio provincial, abandonados y clausurados al pastoreo.

Se propuso para los 3 estados del monte nativo (vìrgen, sucesional y renoval) la categoría I (roja) si no presenta alteración alguna. Además, se incluyó en esta categoría a los montes vírgenes con bajo nivel de alteración (porcentajes de arbustivas inferiores al 25%).

En la Categoría II (amarillo) se incluyeron a los montes vírgenes con alto nivel de alteración (cobertura de arbustivas superior al 25%), los montes sucesionales y renovales con bajo nivel de alteración, áreas que podrán realizarse planes de manejo para su recuperación y sustentabilidad. Finalmente, en la Categoría III (verde) correspondió a los montes sucesionales y renovales con alto nivel de alteración, por lo cual será factible su transformación parcial o totalmente, a través del desmonte.

A modo de ejemplo, se indica el producto obtenido con esta metodología, como es el caso de la clasificación de bosques nativos en los 7 Departamentos como mapa de ordenamiento territorial

de Entre Ríos (Figura 3).

Figura 3. Mapa de ordenamiento territorial de las clases de bosques nativos en el Centro Norte de Entre Ríos

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11 De igual modo, otro de los productos de la metodología, es determinar la superficie de bosques

nativos y las categorías de conservación (Cuadro 4) para los siete Departamentos evaluados.

Cuadro 4. Superficies de bosques nativos de 7 Departamentos de de Entre Ríos clasificados según Categorías de Conservación. Tomado de Sabattini y otros, 2009 a; b; c; d; 2010.

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12 100.00 1,565,275 ha 89,742 ha 72,493 ha 279,022 ha 107,673 ha 248,656 ha 391,349 ha 376,339 ha Total Bosques Nativos 15.39 240,914 ha 10,952 ha 8,742 ha 44,997 ha 19,013 ha 50,404 ha 55,259 ha 51,547 ha Subtotal 0.86 13,477 ha -1,996 ha 11,481 ha Renoval Cerrado 0.41 6,452 ha -6,452 ha -Sucesional bajo cerrado 0.63 9,787 ha 5,580 ha 2,290 ha -1,917 ha -Renoval abierto/cerrado 1.44 22,468 ha 5,372 ha -17,096 ha

-Monte sucesional bajo abierto/cerrado 12.06 188,730 ha -44,997 ha -50,404 ha 53,263 ha 40,066 ha Sucesional/Renoval abierto Categoría III 29.90 467,995 ha 26,403 ha 16,096 ha 40,719 ha 39,519 ha 49,151 ha 140,821 ha 155,286 ha Subtotal 10.15 158,863 ha -10,687 ha 148,176 ha Monte nativo sucesional y cerrado 19.75 309,132 ha 26,403 ha 16,096 ha 40,719 ha 39,519 ha 49,151 ha 130,134 ha 7,110 ha

Monte nativo estable y cerrado Categoría II 54.71 856,365 ha 52,387 ha 47,655 ha 193,306 ha 49,141 ha 149,101 ha 195,269 ha 169,506 ha Subtotal 6.09 95,362 ha -28,200 ha -18,231 ha 48,931 ha Bañado con Monte

Selva 1.99 31,185 ha -8,734 ha -22,451 ha Selva Ribereña 2.16 33,791 ha -33,791 ha -Sabana 4.22 66,078 ha -18,126 ha -24,430 ha 23,522 ha -Monte nativo en Arroyos 10.89 170,392 ha 28,650 ha 34,563 ha 11,981 ha 34,251 ha 19,047 ha 7,097 ha 34,803 ha Monte Selva 8.24 128,924 ha 16,058 ha 11,490 ha -45,414 ha 30,784 ha 25,178 ha Monte nativo sucesional y abierto 21.12 330,633 ha 7,679 ha 1,602 ha 134,999 ha 6,156 ha 60,210 ha 81,844 ha 38,143 ha

Monte nativo estable y abierto % Total Nogoyá Tala Villaguay Paraná Feliciano Federal La Paz Categoría I 100.00 1,565,275 ha 89,742 ha 72,493 ha 279,022 ha 107,673 ha 248,656 ha 391,349 ha 376,339 ha Total Bosques Nativos 15.39 240,914 ha 10,952 ha 8,742 ha 44,997 ha 19,013 ha 50,404 ha 55,259 ha 51,547 ha Subtotal 0.86 13,477 ha -1,996 ha 11,481 ha Renoval Cerrado 0.41 6,452 ha -6,452 ha -Sucesional bajo cerrado 0.63 9,787 ha 5,580 ha 2,290 ha -1,917 ha -Renoval abierto/cerrado 1.44 22,468 ha 5,372 ha -17,096 ha

-Monte sucesional bajo abierto/cerrado 12.06 188,730 ha -44,997 ha -50,404 ha 53,263 ha 40,066 ha Sucesional/Renoval abierto Categoría III 29.90 467,995 ha 26,403 ha 16,096 ha 40,719 ha 39,519 ha 49,151 ha 140,821 ha 155,286 ha Subtotal 10.15 158,863 ha -10,687 ha 148,176 ha Monte nativo sucesional y cerrado 19.75 309,132 ha 26,403 ha 16,096 ha 40,719 ha 39,519 ha 49,151 ha 130,134 ha 7,110 ha

Monte nativo estable y cerrado Categoría II 54.71 856,365 ha 52,387 ha 47,655 ha 193,306 ha 49,141 ha 149,101 ha 195,269 ha 169,506 ha Subtotal 6.09 95,362 ha -28,200 ha -18,231 ha 48,931 ha Bañado con Monte

Selva 1.99 31,185 ha -8,734 ha -22,451 ha Selva Ribereña 2.16 33,791 ha -33,791 ha -Sabana 4.22 66,078 ha -18,126 ha -24,430 ha 23,522 ha -Monte nativo en Arroyos 10.89 170,392 ha 28,650 ha 34,563 ha 11,981 ha 34,251 ha 19,047 ha 7,097 ha 34,803 ha Monte Selva 8.24 128,924 ha 16,058 ha 11,490 ha -45,414 ha 30,784 ha 25,178 ha Monte nativo sucesional y abierto 21.12 330,633 ha 7,679 ha 1,602 ha 134,999 ha 6,156 ha 60,210 ha 81,844 ha 38,143 ha

Monte nativo estable y abierto % Total Nogoyá Tala Villaguay Paraná Feliciano Federal La Paz Categoría I

Conclusiones

Se cuenta con una metodología probada para la estimación de la superficie de bosques nativos

y otras tierras en un área determinada, indicándose diferentes variables (clases, estado del bosque, degradación y grado de enmalezamiento) para la caracterización y clasificación de los bosques nativos según su estado de conservación.

Se trata de una metodología de rápida ejecución para ser aplicada por profesionales idóneos.

Se emplearon criterios de clasificación según la Ley nº 26331 considerando la importancia

ecológica y productiva de los bosques nativos de la provincia de Entre Ríos.

La metodología propuesta permitiría realizar periódicamente el monitoreo del estado de

conservación de los bosques nativos, resultando necesario para la actualización del ordenamiento territorial.

En líneas generales, se concluye que la metodología y criterios empleados para el ordenamiento territorial de bosques nativos de la Provincia de Entre Ríos, permitió localizar ambientes y estimar la superficie cubierta por bosques nativos, clasificarlos y determinar la superficie y las categorías de conservación a escala 1:250.000.

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