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Hacia La Comprension de La Informatica y La Cognicion

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COLECCION ESADE

Estudios de la empresa

HACIA LA COMPRENSION

DE LA INFORMATICA

Y LA COGNICION

Terry Wmograd. de la Stanford Univer-sity.

Fernando Flores. de la Action T ec.'lmolo-gies.

Prólogo por Josep M. Suris. Profesor de ESADE.

~

· · EDITORIAL HISPANO EUROPEA ·

(2)

Colección· de la Escuela Superior de Administración - y Dirección de Empresas de Barcelona,

dirigida y supervisada por el cuadro de prOfesores de la misma

Título de la edición original: Understan-ding Computers and Cognition. Traducida por Luis Alberto Garcia-Ra-mos Patiño. Profesor de ESADE. Es propiedad, 1989. ·

©

Ablex Publishing Corporation. New Jersey (EE. UU .).

©

de la edición en castellano: Editorial Hispano Europea. S. A. Bori i Fontesta, 6-8. 08021 Barcelona (España).

Fotocomposición y encuadernación de esta edición realizada en los talleres de Horeb, l. GJA. Parras. Polígono Indus-trial Can Trias, c/5-8. 08232 Viladeca-valls (Valles Occidental).

Reservados todos los derechos. Queda prohibido reproducir, almacenar en sis-temas de recuperación de la informa-ción y transmitir parte alguna de esta publicación, cualquiera que sea el me-dio empleado -electrónico, mecánico, fotocopia, grabación. etc.-, sin el per-miso previo de los titulares de los dere-chos de propiedad intelectual.

Depósito Legal: B. 20431-1989. ISBN: 84-255-08!5-0.

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PRINTED IN SPAL-.r··

-~_:t--HoR.EB, I. GJA. PARRAS- Poi. Ind. Can Trias, 5-8- 08232 Viladecavalls

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l'viPRESO E."{ EsPAEi"A ---·-- ---··-·-

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In dice

Prólogo a la edición española . Prefacio Agradecímientos PRIMERA PARTE Fundamento teórico l. Introducción . 2. 3.

!.l. La cuestión del diseño . 1.2. El papel de la tradición. 1 .3. Nuestro sendero La tradición racionalista . 2.1. 2.2. 2.3. 2.4. La orientación racionalista .

El lenguaje, la verdad y el mundo .

Toma de decisiones y i:-esolución de problemas . Ciencia cognitiva Comprensión y ser. 11 15 19 23 25 28 30 37 37 40. 44

48

53

(3)

6 HACIA LA COMPRENSIÓN DE Ú INFOR."ÁTICA Y LA COGNICIÓN 3.1. 3.2. 3.3. Hermenéutica . Comprensión y ontología

No todas nuestras creencias y suposiciones

im-plícitas pueden explicitarse .

La comprensión práctica es más fundamental que la comprensión teórica que se pueda deducir No nos relacionamos primariamente con las· co-sas por medio de la representación de ellas . El significado es, fundamentalmente, social y no puede reducirse a la actividad de dotación de significado de los sujetos individuales

Una ilustración de lanzabilidad Usted no puede evitar el actuar.

Usted no puede volver atrás y reflexionar sobre sus actuaciones .

Los efectos de las actuaciones no pueden

prede-cirse

Usted no tiene una representación estable de la

situación

Cada representación es una interpretación . El lenguaje es acción .

3.4. Rompimiento y disponibilidad a la mano .

4. La cognición como fenómeno biológico . 4.1. La clausura del sistema nervioso 4.2. Autopoyesis, evolución y aprendizaje 4.3. El dominio cognitivo .

4.4. Dominios consensuales.

4.5. El observador y la descripción . 4.6. Dominios de explicación .

5. Lenguaje, escucha y comp~miso . 5.1.

5.2. .5.3. 5.4. 5.5.

Escucha sobre un trasfondo.

Significado, compromiso y actos lingüísticos Objetividad y ti<lflJ<::iQn. . . .. e

Recurrencia y formalización Rompimiento, lenguaje y existencia

53 57 59 59 60 60 61 61 62 62 62 63 63 64 67 70 74 76 79 81 83 87 87 91 94

98.. ___ ,_

103 íNDICE

6. Hacia una nueva orientación .

6.1. Cognición y el estar en el mundo 6.2. Conocimiento y representación 6.3. Precomprensión y trasfondo 6.4. Lenguaje y acción .

6.5. Rompimiento y ontología del diseño

SEGUNDA PARTE '· Computación, pensamieD.to

y lenguaje 7. Ordenadores y representación .

7 .l. La programación como representación . 7.2. Niveles de representación

La máquina física La máquina lógica . La máquina abstracta Un lenguaje de alto nivel

Un esquema de representación para los «hechos)> 7 .3. ¿Pueden los ordenadores hacer más de lo que se les

dice que hagan? Rompimientos . U so de recursos .

Representación accidental

8. Cálculo e inteligencia .

8.1. ¿Por qué preguntamos? .

8.2.

Autonomía aparente Complejidad de objetivos Plasticidad estructural Impredecibilidad

La inteligencia como solución racional de pro-blemas.

1 ~ CariiC1:6riz3:ción del entorno de la tarea . 2. Diseño de una representación formal .

7 107 107 110 112 114 115 121 122 ¡ ,--~ 126 126 127 128 128 130 130 131 132 133 133 134 134 134 135 136 136 137

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8 HACIA LA COMPRENSIÓN DE LA 11-lFORMÁTICA Y LA COGNICIÓN 3. Incorporación de la representación en el

siS!e-informático

4. Implantación de un procedimiento de búsqueda 8.3. El fenómeno de la ceguera .

8.4. ¿Qué es del aprendizaje y la evolución?. Ajuste de parámetros .

Formación combinatoria de conceptos . EvolUción de estructura .

8.5. ¿Pueden los cerdos tener alas? .

9. La comprensión del lenguaje .

9.1. Inteligencia artificial y comprensión del lenguaje . 9 .2. El problema del trasfondo .

9.3. Comprensión y reconocimiento de formas. 9.4. ¿Qué significa comprender?

10. Tendencias actuales en inteligencia artificial . 10.1. La bifurcación de las rutas.

10.2. 10.3.

Robótica

Interacción con el lenguaje natural . Modelización cognitiva .

Los sistemas expertos .

El sistema del ordenador de la quinta generación . l. ¿Puede la tecnología informática jugar un papel crucial en la solución de problemas sociales? . 2. ¿El mayor problema técnico es el aumento de la efectividad con la que la gente usa los orde-nadores?

3. El desarrollo de sistemas «inteligentes-> ¿es la clave?- .

4. ¿Pueden los sistemas expertos hacer uso efectivo de máquinas especializadas?

5. El procesamiento paralelo ¿es crítico pata las nuevas-máq~~.?. _. _____ , _ ·-· ---·-~·-:-~---~. . _ -__ : 6. ¿Resulta crucial el desarrollo de técnicas-ava:n---·

zadas de VLSI? . 137 137 138 141 142 142 144 146 151 151 155 !59 165 ·i

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íNDICE TERCERA PARTE Diseño 11. Dirección y conversación .

11.1. Dirección y toma de decisiones. 11.2. Toma de decisiones y resolución

11.3. Las organizaciones como redes de compromisos

1 1.4. Sistemas de apoyo a la toma de decisiones . Orientación para escoger~ .

Suposición de relevancia .

Transferencia no intencionada de poder. Efectos no anticipados .

Oscurecimiento de la responsabilidad Falsa creencia en la objetividad. 11.5. Herramientas de conversación .

Generación del acto lingüístico . Control de finalización .

Mantenimiento de relaciones temporales Examen de la red .

Aplicación automatizada de recurrencia Recurrencia del contenido proposicional

12. Utilización de los ordenadores: Una dirección para el di-seño

12.1.

12.2.

Un trasfondo para el diseño de ordenadores

Disponibilidad~a-mano .

Anticipación del rompimiento . La ceguera creada por el diseño . Un ejemplo de diseño .

No existen problemas claros a resolver: la ac~

ción tiene que tomarse en una situación de irre-solución

Una empresa (como cualquieroi:-ganización) está constituida por una red de conversaciones recu-rrentes .

Las "Conversaciones están ligadas en pautas re-gulares de disparo y de rompimiento

9 193 194 197 201 203 205 205 205 206 207 208 209 212 212 213 213 214 214 217 218 218 220 221 222 222 223 224

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10 HACIA LA COMPRENSIÓN DE LA INFORMÁTICA Y LA COGNICIÓN En la creacwn de herramientas estamos

dise-ñando nuevas conversaciones y conexiones . 224 El diseño incluye la generación de nuevas

posi-bilidades 225

Los dominios se generan por el espacio de ro

m-pimiento potencial de acción . 226

El rompimiento es una interpretación; todo

exis-te como inexis-terpretación dentro de un fondo . 227 Los dominios de anticipación son incompletos . 228 LOs ordenadores son una herramienta para con-ducir la red de conversaciones . 229 Las innovaciones tienen sus propios dominios de

rompimiento 229

El diseño está produciéndose siempre . 230 12.3. Dominios sistemáticos .

12.4. Tecnología y transformación Bibliografía

Indice alfabético de autores Indice de materias. 231 235 239 249 253

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Prólogo a la edición española

El :Proceso de terciarización de la economía es una de las transfor-maciones más radicales que está provocando la <(segunda revolUción

industrial». No consiste sólo en el porcentaje creciente de participación

del sector «Servicios» en el PIB; sino, sobre todo, en el desplazamiento del trabajo desde actividades directamente productoras de bienes ma-teriales a un tipo de trabajo que trata con intangibles, con información y comunicación, de tipo más abstracto. Las posibilidades que abre esta transfonnación para las organizaciones y para la concepción misma del trabajo y de la cooperación son inmensas: formas de organización más flexibles, liberación de capacidades creativas, descentralización, etc.; sin embargo, la experiencia hasta el momento, nos indica que

es-tas posibilidades no sólo no se realizan, sino que la ineficacia en este tipo de trabajo limita la percepción y valoración de las oportunidades que la innovación tecnológica ofrece incluso en el campo material o del trabajo directo. Se diria que la humanidad ha conseguido una gran ha-bilidad para transformar la materia, mientras que todavía no ha apren-dido a trabajar en este campo de lo intangible.

Así pues, la mejora del trabajo indirecto constituye uno de los es-fuerzos más prometedores que pueden emprenderse en las organizacio-nes. Es un gran reto conseguir en la prestación de servicios, sobre todo en los servicios internos, incrementos de productividad y calidades si-milares a los conseguidos en la agricultura y en la industria.

La. pregunta que le surge inmediatamente al directivo consciente de

estos hechos es qué puede hacer para mejorada forma de trabajar y en definitiva la eficiencia de .este tipo de trabajo. En el contexto de estas preocupaciones adquiere una gran relevancia el libro de Fernando

(6)

Flo-12 HACIA LA COMPRENSIÓN DE LA INFOR.'1ÁTICA Y LA COGNICIÓN

res y Te!Tj'" Winograd cuya traducción ofrece al lector de lengua

caste-llana la Editorial Hispano Europea.

El libro es, ante todo, una invitación. Una invitación a desarrollar una nueva orientación. Más exactamente, a que el lector desarrolle esta 'nueva orientación para lo cual los autores inician un diálogo -una conversación- con él para abrir espacios mentales que posibiliten el despliegue de dicha orientación.

¿En qué consiste esta nueva orientación y qué relevancia tiene para la realidad expuesta antes?

·-No..se trata meramenté de acumular nuevas técnicas o.instrumentos para

ha;;~eñtea10S :P.4e:y~-s'"retos:-Setrata~

mejorar

nues-~~~~cfOe

·pensar

y de réfiélO"~;

deCaiñ"b1ar

Iafierspectiva y de abrir nuestra atendo-n-areati<:tades··que-no aparecían nítidamente a nuestra consideración a pesar de que eran centra1es.

En el trabajo de Flores y Winograd el núcleo de la nueva orientación se sitúa entre dos coordenadas: la concepción de la organización como una red de conversaciones y el concepto inspirado en Heidegger de en-contrarse «arrojado» en una situación concreta.

Comprender a fondo la naturaleza y el carácter de los-distintos tipos de conversaciones, los compromisos que toda conversación implica para los interlocutores y las condiciones de cumplimiento de estos compromisos de modo que se logre una acción eficaz en la cooperación, constituye el eje central de la nueva orientación, que se transforma en un gran impulso hacia la mejora de la organización, en la medida que los agentes se hacen más conscientes de las conversaciones que ellos mismos tienen, de su interés o superfluidad y, sobre todo de los com-promisos que siempre implican.

Ahora bien, las conversaciones se producen en una situación con-creta en la que los agentes, por ejemplo los directivos, se encuentran arrojados. No se dan en una situación aséptica en la que se pueden exa-minar todas las alternativas, evaluarlas y tomar la decisión concreta como pretendería cierta tradición «racionalista)>. Los autores F. Flores y T. Winograd, toman seriamente esta condición y saca..'""l.las consecuen-cias, adoptando una actitud critica frente a corrientes más abstractas (separadas de la realidad) y proponiendo nuevos enfoques a la teoría de la decisión.

Así pues, estos dos ejes nos definen el espacio para desarrollar una nueva concepción de las organizaciones sin duda mucho más adecuada a la na-turaleza del trabajo en las condiciones tecnológicas y_ económi-cas·actuales, y por consiguiente,--más.operativa ... ~---_________ ·_·_-

___:-_::_--~----Además posibilita el diseño de nuevos instrumentos informáticos -y los autores los ofrecen- al haber aclarado previamente cuál es

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PRÓLOGO A U EDICIÓN ESPAÑOLA 13

realmente su función: ayudar a aumentar la calidad de la red de con-versaciones que constituyen la organización.

Tuve la oportunidad de seguir un seminario de Fernando Flores, en Cambridge, el año 1985. Su título era <cExcellence in listening. Exce-llenc~ in act:ion)}. Pude, pues, conocer a uno de los autores y experimen-tar directamente, sin la mediación del texto escrito, la radicalidad_del

cambio que representa su enfoque y las amplias posibilidades de a_pli- ~ -cacwn en el ambito orcranizativo, e Incluso en el personal. Desde enton-

-v

ces, tengo e1 Interés por difundir estas-=itit::-a:s;-Contra--Starlas, tratar de aplicarlas y desarrollarlas, convencido de que contribuirán a mejorar la eficiencia y las condiciones de trabajo en nuestras empresas y oro-a-nizaciorres. La traducción que ahora se ofrece es un paso prometedor'='en esta dirección.

Josep M. Surís Profesor de ESADE

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Prefacio

Este es un libro acerca del diseño de la tecnología infonnática. En tSl sometemos a los ordenadores y a la informática a estrecha observa-ción tal como existen en nuestros dias proponiendo, a partir de aqui, nuevas direcciones para un desarrollo futuro. Sin embargo, el discurso aqui presente, no es el que seria de esperar en un libro de ciencia e inge-niería. Se mueve entre temáticas y objetivos que, aparentemente. se ha-blan en mundos distintos: la obra es tanto de talante teórico como prác-tico y está referida-a la tecnologia informática pero también- a la natu-raleza de la existencia humana; tiene que ver con la filosofía del len-guaje y con la automatización de oficinas. Pero es más que un estudio de contrastes. Nuestra intención e~.._.gl~?-nar~~os elementos diversos .. es generar comprenswn para permitir que lás fisuras aparentes se CP-Q:. viertan en espaCIOS donde se revelen ·nuevas posibilidades.

--Todas las nuevas tecnologías se desarrollan dentro ae~un marco de comprensión tácita acerca de la naturaleza y del trabajo humano. El uso de la tecnología, por otro lado, genera cambios fundamentales en nuestros modos de hacer y, en última instancia, en lo que concierne a lo humano.

Llegamos al hallazgo de las cuestiones profundas del diseño cuando reconocemos que en las herramientas de diseño lo que hacemos es construir modos de ser.

Confrontando directamente estas cuestiones es ¡oosible desarrollar unos nuevos pilares para comprender la tecnologia informática,

algu-na de aquellas que pueda conducir a avances importantes en el diseño v utili-zación de dichos ·sistemas.,.

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- CUS.TidO--COin-en:zamos-·ia--C013:bOración

que--ha

CO:áducido

a la

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nues-16 HACIA LA COMPRENSIÓN DE LA INFO&"!ÁTICA Y LA COGNICIÓN tras discusiones. Habíamos vivido experiencias muy distintas; hablá-bamos diferentes lenguajes (literal y metafóricamente) y también ha-bíamos estudiado en campos dispares.

T errv Winograd ha estado implicado activamente a lo largo de mu-chos añ~s en el mundo investigador de la informática y de la inteligen-cia artifiinteligen-cial en el Massachusetts Institute ofT!:!chnology, en la Stanford University y en él Xerox Paló Alto ResearCh Center. Su tra?ajo ha c~n­ sistido fundamentalmente_en el diseño de sistemas (tanto de lenguaJeS formales como en programas de ordenador) para la representaci~n y el análisis del lenguaje y el conocimiento. Fernando Flores ha ten1~0 ex-periencia con la organización social y P?lítica e_n l?s más altos r:1~eles de gobierno, como director de corporacwnes pubhcas, como ministro de economía y ministro de finanzas en el gobierno de Salvador Allende entre 1970 y 1973. Actuó como viabilizador en un proyecto de gran es-cala para aplicar la teoría cibemdica a los problemas prácti~os de la o-estión (véase Beer, Platfonn for Change, 1975); está primordialmente interesado en la comprensión de la realidad social que podemos aco-piar por medio de la combinación entre teoría y práctica. A pesar de es-ias diferences-ias, tuvimos la sensación de compartir muchos aspectos en nuestra percepción del mundo por lo que decidimos entrar en un diálo-go para explorar este terreno común. . , ,

El diálogo se transformó en material escnto, en un articulo, Y este a su vez acabó evolucionando en un libro; el libro se modeló a través de una serie de borradores cuyo foco ha recorrido una distancia notable desde su origen.

En nuestras lecturas y discusiones nos fuimos dando cuenta de que, aunque nuestros conocimientos formales estaban en campos.técni~os de las matemáticas y de la informática, muchas de nuestras IntenciO-nes acerca delleno-uaje y del pensamiento no eran compatibles con las ~ . tradiciones en estas disciplinas. Nos encontramos a nosotros m1smos en comunión o acuerdo más estrecho con autores que est?-b.an ya muy alejados del paradigma lógico-matemático y que identific'"ában sus in-tereses en la biolocía, en la hennenéutica o en la fenomenología. Uno de a . . los atractivos iniciales de este trabajo ha sido la comprenswn que se proporciona acerca del contexto humano más amplio en donde el estu-dio de la cognición tiene algún significado. Nos resultó sorprenden~e que las ideas planteadas eran eñormemente relevantes para el trabaJO práctico en el que estábamos embarcados: el d~seño de. siste~as ~n!or­ rnáticos v de o-estión de orrranizaciones compleJas. Las 1deas filosoficas " a e de pensadores tales como Heidegger, Gadamer, Maturana. y Austin han proporcionado un marco--integrado de lo que.habíamos aprendido-p.re-::_ viamente a lo largo de nuestra experiencia práctica.

A medida que el estudio entró en profundidad empezarnos a

formu-PREFACIO 17

lar nuevas bases teóricas para el diseño de tecnologías. En el esfuerzo para clarificar la naturaleza y el papel de los ordenadores tuvimos que rechazar muchas suposiciones que habíamos aceptado implícitamente durante mucho tiempo y que permanecían incuestionadas en la mayo-ría de las discusiones especializadas. Hemos tenido que formularnos nuevas cuestiones, las cuales, a su vez, condujeran a observar con ma-yor cuidado qué es lo que hacen realmente las personas con los ordena-dores y qué cosas se podrian hacer mejor.

Los lectores que tengan fonnación en ciencia y tecnología podrían encontrar poco plausible que las consideraciones filosóficas puedan te-ner relevancia práctica en su trabajo. Filosofar puede ser una diversión estimulante, pero parece que las teorías relevantes al desarrollo tecno-lógico son aquellas que pertenecen a las ciencias «duras» y a la ingenie-ría. Nosotros hemos encontrado justamente lo contrario. Las teorías acerca de la naturaleza de la existencia biológica, del lenguaje y de la naturaleza de las acciones humanas tienen una profunda influencia so-bre las formas de nuestra construcción y soso-bre cómo las utilizamos_: consecuentemente hemos destinado una considerable cantidad de tiempo, especialmente en la primera parte del libro, a discutir temas que no aparentan estar relacionados con la informática o los ordenado-res _pero que ordenado-resultan indispensables en el proceso de abrir al lector nuevas direcciones y posibilidades acerca de qué hacer con ellos.

En el transcurso del desarrollo de un nuevo entendimiento nos he-mos cruzado con cuestiones que tradicionalmente han sido objeto de debate tales como: ¿pueden pensar los ordenadores?, ¿puede un orde-nador comprender el lenguaje?, ¿qué es la toma de decisiones racional? Nos planteamos estas cuestiones no tanto para intentar resolverlas sino más bien para intentar disolverlas. Surgen en el trasfondo de la comprensión acerca del pensamiento y el lenguaje humanos, un tras-fondo que .necesita en sí mismo ser sometido a examen y revisión. En

el límite, no estamos abocados a proporcionar nuevas respuestas a cuestiones acerca de la tecnología tal como se ha formulado tradicio-nalmente. l'Vliramos hacia nuevos aspectos que pueden conducir al dise-ño y utilización de máquinas adecuadas para los designios del ser hu-mano.

Nuestro libro va dirigido a una amplia audiencia y no sólo a aque-llos que están profesionalmente implicados con la investigación, dise-ño o producción in'"formática o a aquellos estudiosos o profesores que trabajan en campos afines con la psicología cognitiva, la lingüística o las ciencias de la dirección. Nos dirigimos a cualquiera por iguaL al ex-perto o al profano, que tenga un interés serio en comprender qué son los ordenadores realmente y cómo encajan en nuestras vidas.

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18 HACIA LA COMPRENSIÓN DE LA h'<"FORMÁTICA Y L~ COGNICIÓN filosóficos, no hemos intentado hacer un libro intelectual. Nuestra in-tención es conducir al lector a través de algunas de las pistas intelec-tuales que han modelado nuestra propia comprensión y este proceso es, por necesidad, selectivo.

No intentamos rastrear antecedentes históricos, o acopiar crédito de originalidad o apuntar a muchos otros pensadores que han tratado sobre los mismos tópicos en forma relacionada. De hec-ho, mucho mate-rial que se cita proviene de obras que pretenden dar ri6t3. divulgativa. así como artículos que aparecen en la prensa popular. La pieocupación respecto a lo que pueden hacer los ordenadores no es un acertijo abs-tracto sobre el cual asombrarse para divertimiento intelectual sino una acción práctica en el centro de un discurso relevante sobre la sociedad como un todo. La respuesta tal como la entiende el público (incluidos aquellos que toman decisiones políticas y de empresa) es, en última ins-tancia, más significativa que los giros y vueltas de un debate académi-co. En el trato con la comprensión que se produce en el discurso públi-co sobre la informática podemos alcanzar mejor aquello que hemos propuesto hacer al objeto de revelar la comprensión previa que noso-tros y otros aportan a la tecnología informática y, mediante esto, hacer abrir una nueva claridad por la que vislumbrar futuros caminos de di-seño.

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Agradecimientos

En el desarrollo de este libro a lo largo de varios años hemos sacado provecho de numerosas personas entre ellas: Jean Bamberger, Chaun-cev Bell, Daniel Bobrow, Aaron Cicourel, Werner Erhard, Michael Gra-ve~. Heinz von Foerster, Anatol Holt, Rob Kling, George Lakoff, Juan Ludlow, Donald Norman, Donald Schon, John Searle, Francisco Vare-la y los estudiantes de una serie de seminarios en la Stanford U niversi-ty. Estarnos especialmente agradecidos a Ralph Cherubini, Hubert Dreyfus, Anne Gardner, Elihu Gerson, Hurnberto Maturana, Brian Smith, Peter Stokoe y Paul Trachtman por sus comentarios extensos y perspicaces sobre los primeros borradores. Nuestros diálogos con ellos han sido fuente de buena parte de nuestra comprensión por lo que apre-ciamos sus esfuerzos e interés. Las discusiones con Richard Ogle sobre las pruebas y su apoyo editorial han sido vitales para el acabado del manuscrito.

Este trabajo ha sido posible gracias al soporte de Terry Winograd, de la System Developrnent Foundation y del Center for the Study of Language and Information de la Stanford University~ asimismo agra-decemos el apoyo de Amnistía Internacional cuyos esfuerzos permitie-ron la libertad de Fernando Flores. Incluimos aquí a George Dantzig, Richard Fagen, Robert Floyd y Charles Meyer.

Finalmente, deseamos dar reconocimiento al pueblo de Chile por su coraje en la apertura de nuevas conversaciones para nuevas posibilida-des, así como por su fortaleza en tiempos de prueba. De ellos hemos aprendido mucho sobre el lenguaje, sobre el significado y.sobrela vida.

Palo Alto, California

T erry Winograd Fernando Flores

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, PRIMERA PARTE

Fundamento teórico

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Introducción

Los ordenadores están por todas partes. La versátil pastilla ( ••chip») de silicio ha encontrado alojamiento en nuestras casas, nuestras escue-las, nuestro trabajo y en nuestro entretenimiento. Tenemos que sopor-tar un torrente de nuevos dispositivos obteniendo de ellos a la vez ven-tajas y peligros. Los libros y revistas de índole popular proclaman que estamos siendo testigos de la revolución informática, entrando en el •<milenio del micro» en el que los ordenadores transformarán nuestras vidas por completo.

Buscamos imágenes que puedan ayudamos a anticipar los impac-tos de los ordenadores y su desarrollo-directo posterior. ¿Son los orde-nadores meras máquinas gigantescas de sumar o son cerebros electró-nicos? ¿Pueden realizar únicamente tareas (<programadas» o podemos esperar que logren aprender y crear? El discurso popular acerca de es-tas cuestiones se apoya fuertemente en la analogía entre computación y pensamiento humano:

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Mientras muchas áreas del esfuerzo humano parecen en la

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tualidad tropezar o sufrir procesos de bloqueo -tales como los ! relacionados con la comprensión y el funcionamiento de los siste-1 mas económicos o la corrección de las injusticias sociales- otras ·están en plena explosión, como es la investigación y los

desarro-llos tecnológicos en el campo de la ciencia de la inteligencia arti-ficial ... Como resultado, los investigadores en inteligencia artifi-cial están desarrollando ordenadores capaces de escuchar frases

_ o _sent_en~ias_l;la],l_ªd-~_y_de ellas extraer un significado;

ordenado---tes capaces·de .. leernuevos relatos y escribir--resúmenes- gram<i-Ü----calmente sucintos y precisos; ordenadores que pueden emplear

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24 HACIA LA COMPRENSIÓN DE LA INFOR.\IÁTICA Y LA COGl'{!CIÓN robots que no se cansan o aburren nunca para trabajar en las lí-neas de producción; o que son capaces de organizar datos sobre un paciente e inferir un diagnóstico Stockton, «Creating compute to think like humans• (1980), pág. 41.

En cinco o seis años -hacia 1988- serán comunes cerebros casi humanos y portátiles hechos de silicio o arseniuro de galio. Constituirán una raza electrónica inteligente trabajando como colaboradores de la raza humana. Estas pequeñas criaturas nos rodearán por todos los lados; simplemente se precisará tomarlos, llevarlos bajo el brazo y marchar a atender nuestras tareas coti-dianas. Serán como R2D2 sin ruedas: brillantes, con gran perso-nalidad, sin sarcasmo, y siempre proporcionándonos una res-puesta adecuada -pequeños amigos electrónicos que pueden re-solver todos nuestros problemas-. Jastrow, «The thinking com-puter• (1982), pág. 107.

Estamos a punto de embarcarnos en un programa masivo para desarrollar máquinas extremadamente inteligentes, proce-so en el cual guiaremos a los ordenadores de la mano hasta que alcancen nuestro nivel intelectual; después, ellos empezarán a sobrepasamos ... Pero ¿qué haremos con estas Máquinas Ultrain-teligentes (MUI) cuando lleguen? Obviamente, la primera cosa a hacer será ponerlas a trabajar sobre algunos de los nuevos pro-blemas con los que se enfrenta la sqciedad. Estos pueden ser de índole económica, de educación o médica, por ejemplo; incluso, podrían abordar problemas de modelización estratégica para pronosticar tendencias y dar las necesarias alarmas anticipadas a la aparición de crisis o dificultades ... Es improbable que pre-senten objeciones serias a este planteamiento excluyendo aque-llas de naturaleza emocional o doctrinal: Evans,_ The Micro .Mi-1/ennium (1979), págs. 195-6, 229.

Sin embargo, el enfocar la imagen del «ordenador como cerebro» puede desviarnos de cuestiones importantes~Tinteres en conceder al ordenador inteligencia humanoide (o semi-divina) descansa en una postura más fundamental acerca de la tecnología y del pensa..""Tiiento humano, el lenguaje y el ser. Este discurso se ha.desarrollado dentro de una tradición -una vía de comprensión- que está profundamente en-raizada en la moderna sociedad tecnológi~a.

Del examen de esta tradición llegamos a darnos cuenta que aunque

_p_~~~rciona un-fond() férti-1-:para-el--desarrollo-- de la -nueva tecnoiogí~!

en cambio no sustenta un entendi:iñientO itdeéuiaoae 16 qUé lOsdiS¡:)O -sitivos informáticos hácen en un contexto de la praxis humana.

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INTRODUCCIÓN 25

Nos hemos abocado a una critica amplia de lo que se ha dicho acer-ca de los ordenadores y de lo que se ha realizado en disciplinas tales como la lingüística, la psicología y las ciencias de la gestión empresa-rial. Hemos desarrollado una nueva orientación que proporciona base alternativa para entender la tecnología informática.

1.1. LA CUESTION DEL DISEÑO

En orden a entender los fenómenos que giran alrededor de una nue-va tecnología debemos abrir la puerta del'diseño -interacción entre la

comprensión y la creación-: Cuando aquí se habla de dise_ño no esta-mos Testringiendo nuestra tebcupación a la mdodologia del diseño

consciente . .l. os: dirigirnos a una cues ion más amplia de cómo una

So-<:;le~_a.a']li_gei{di-31n.Veñerone5CUyaeXTsTencia, en contrapartida, alte a dicha socieaaa.·-wct:silanros. pues. est ec una a:::. nca para r;;irar hacia toa¡:ue hac~s artefuctos . ..x..n.o_s.olam.en.te....cOmo operan.

Al objeto

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desarrollar tales bases teóricas es preciso vo[ver un paso atrás y examinar la comprensión implícita del diseño que_guía el desarrollo tecnológico dentro de la tradición de pensamiento existente. Solamente no ocultando dicha tradición a la vez que explicitando sus suposiciones de base. podemos abrirnos nosotros mismos a alternati-vas y a nuealternati-vas posibilidades de diseño que fluyen de éstas. La parte que resta de esta introducción proporciona una guía de cómo se emprende esta tarea a lo largo de esta obra.

Podemos ilustrar el tipo de cuestionamiento que tenemos en mente preguntando seriamente: ¿qué es un procesador de textos? La primera cosa a reconocer es que los intereses de los distintos individuos crean respuestas diferentes. Para el director de una fábrica que construye aparatos de tratamiento de textos éstos son un amasijo de dispositiv?s mecánicos v electrónicos que se deben montar. comprobar y expedir. Para la per~ona que programa el procesador de textos, constituye una colección de programas específicos teniendo que ver con la entrada.

al-mace:J.amiento y salida de {(bytes» (caracteres) de información. Opera a través de algún tipo de interficie con el usuario que genera y modifica la información.

Estas respuestas anteriores son perfectamente válidas y nacen en dominios particulares en donde resultan relevantes las teorías de la computación y de la electrónica. Si se desea comprender una caída del equipo o de los programas, es preciso operar en sus términos volvien~o a ellos para realizar predicciones. Sin embargo, estas respuestas no tie-nen que ver cOn 1o que haCe un procesador de textos, con el hecho que

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26 HACIA LA COMPR.fu'ISIÓN DE LA INFORMÁTICA Y LA COGNICIÓNC que juegan un papel en la comunicación humana . ..Para el comprador de un procesador de textos, éste es el dominio relevante. El procesador de te.ttos existe como una colección de dispositivos y programas, única-mente, cuando se produce una caída (1). En su uso uno se halla involu-crado en las acciones de creación y modificación de documentos así como en la producción

4e

presentaciones físicas qe éstos sobre una pantalla o una página impresa. El dominio relevante aquí no es compu-tacional, sino otro emergido hace mucho tie~po con los primeros ins-trumentos de escritura. Tiene que ver con el de la representación vi-sual, los entramados, los tipos de letra y la integración de textos con ilustraciones. :Muchos productos informáticos actuales están diseñados con una preocupación primaria por este dominio: tratan fundamental-mente con formatos y tipografías, haciendo enfoque sobre el documen-to a medida que se genera.

Pero con todo esto, no hemos llegado todavía a un entendimiento completo del procesador de textos. No podemos entender la actividad de escribir como un fenómeno i.-'1.depend.iente. La escritura es un instru-mento, una herramienta que utilizamos en las interacciones con otras personas. El ordenador, al igual que otro medio, debe entenderse en el contexto de la comunicación, de las redes de equipo de ámbito más am-plio y de los aspectos prácticos en donde se halla situado. Una persona que se sienta delante de un procesador de textos no está creando, única-mente. un dOC'Jmento sino que está redactando una carta, una memo-ria o un libro. Existe una compleja red social en la que estas actividades tienen sentido. Ello incluye instrucciones (tales como. las organizacio-nes de correo y compañías editoriales), equipamiento (que incluyen procesadores de textos y redes de ordenadores, pero también todas las tecnologías más antiguas con las que coexisten), prácticas y habilida-des (tales como comprar libros o leer la prensa diaria) y las convencio-nes o normas (como el status legal de documentos escritos).

~ de una nueva invención radica en cómo encaja ~n

la red y cómo la modifica. Muchas innovaciones son de tono nleñ:Or:.

pues simpletne~éjÚra...""l alglli""l aspecto de la red sin alterar su es-tructu...---a. La transmisión automática hizo en s1.1 dia que los automóviles

fueran más fáciles de conducir pero no cambió su papeL Otras inven-ciones, como por ejemplo el ordenador. son tan radicales que no pue-den entenderse en términos de la red anterior a su presencia. La prensa impresa,. el automóvil y la televisión son ejemplos de innovaciones

ra-L Como se verá en capítulos po$teri0i-es. eSta: ijalii.bia·:mCiu)re.~la~:aescompoSiCiOO . implícita inicial en la condición de indisponibilidad que llama a comprar y o;:nsarnblar un nuevo sistema.

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i INTRODUCCIÓN 27

dicales que han abierto auténticos nuevos dominios de posibilidades en la red de las integraciones humanas. Así como el automóvil ha produci-do impactos sobre nuestra sociedad mucho más allá del simple aumen-to de velocidad respecaumen-to al uso de caballos, el uso de ordenadores con-ducirá a cambios brutales más profundos que los producidos por una fantástica máquina de escribir. Tanto la naturaleza del mundo de las publicaciones como la estructura de la comunicación dentro de l3:.s or-ganizaciones y la organizadón social del conocimiento serán fuerte-mente alterados tal como ocurrió con la emergencia de otras tecnolo-gías del lenguaje (entre las que se cuenta I;a prensa impresa).

Se podria pensar que el cuestionamiento podria detenerse en este punto. Es obvio (y así es ampliamente reconocido) que no es posible en-tender una tecnología sin tener una comprensión funcional de cómo se

utiliza. Más aún, dicha comprensión debe conllevar una visión

holisti-ca de la red de tecnologías y actividades en donde se ajusta. más bien que tratar los dispositivos tecnológicos aisladamente. Pero esto no es aún suficiente. Se puede decir que el procesador de textos debe enten-derse en virtud del papel que juega en la comunicación, en la distribu-ción de informadistribu-ción y en la acumulación de conocimiento. Pero al ha-cer este planteo se ha supuesto el uso de palabras tales como «comuni-cación>>, «ir..formación>> o «ConocimientO>> las cuales requieren en reali-dad un examen más detenído. De este examen nos hallamos sumidos en preguntas acerca de fenómenos humanos básicos que hemos denomi-nado «inteligencia», «lenguaje>> o «racionalidad».

A medida que el uso de una nueva tecnología modifica las prácticas·, y usos del ser humano nuestros modos de hablar de dichas tecnologías

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modifican, asimismo, el lenguaje y la comprensión* Este nuevo modo .' de hablar crea, a su vez, cambios en el mundo que estamos construyen-i

do. Como ejemplo de cómo el nuevo lenguaje abre nuevas posibilidades 1.

para la: acción considérese la introducción por Freud de términos tales como «ego», ·"subconsciente>> o «represión». En un cierto nivel se po- -. dría decir que Freud reconoció y etiquetó fenómenos que ya existían de ;"~' antaño. No obstante, la innovación en ·su lenguaje ha tenido un impacto significativo en la sociedad humana en aquellos aspectos que traten desde determinados comportamientos desviados (tales como los de, personas sometidas a presión o los de los enfermos mentales) hasta los métodos de enseñanza de nuestros hijos.

IVlirando hacia los ordenadores se encuentran procesos que funcio-nan de modo similar. El desarrollo de la tecnología ha conducido a nuevos usos de términos tales como «información», «entrada», «sali-da», «lengt...laje», o <ccomunicación» mientras que en el área de actua-ción de la inteligencia artificial nace el sentido de palabras como «inte.:. ligencia)>, «decisión» o «conocimiento». La jerga técnica va dando

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28 HACIA LA COMPRENSIÓN DE LA INFORMÁTICA Y LA COGNICIÓN ma a nuestra comprensión basada en el sentido común de una manera que va cambiando nuestras vidas.

Para percibir los efectos que tienen los ordenadores sobre la socie-dad es preciso revelar la comprensión implícita del lenguaje, del pensa-miento y del trabajo lo cual sirve de trasfondo- para ciertos desarrollos de la tecnología infonnática. En este esfuerzo el lenguaje se involucra en una doble vertiente. En primer lugar, nos hallamos analizando una tecnologia que opera en un dominio dellenguaj.e. El ordenador es un instrumento para la creación, manipulación y transmisión de objetos SlrñEOhco::;::(:v pOI en~ísticos). En segundo lugax, al obsenrar el

./ impacto del ordenador nos encOñn-amos relanzados hacia cuestiones

de lenguaje; es como la práctica configura nuestro lenguaje y éste, a su vez, genera un espacio de posibilidades de acción.

Esta obra está, pues, permeabilizada con una preocupación por el lenguaje. Buena parte de nuestra teoría del lenguaje asi como nuestra comprensión del ordenador se centra en el papel que ha de jugar en me-diar y facilitar la acción lingüística como actividad humana esencial. A las preguntas de qué pueden hacer los ordenadores estamos forzados a preguntar qué hacen los seres humanos con ellos-y en última instan-cia dirigirnos hainstan-cia la cuestión fundamental de qué significa el ser hu-mano.

1.2. EL PAPEL DE LA TRADICION

No es factible aproximarse a cuestiones como las evidenciadas en la sección anterior desde un punto de vista neutral u objetivo. ~

cuestionamiento nace de..s..de una tradición. o sea, una concepción

pre-v / vi.a_q.ue_abre el~pac;i_o_de_po..s.ibles respuestas. Se utiliza aqw la

pa-labra {(tradición» en sentido amplio sin connotaciones de pertenencia a un grupo social o cultural cohesionado, o bien, en la acepción de prácticas o usos particulares. Es un fenómeno más fundamental y permeable que podría interpretarse como un «modo de ser)>, Al inten-tar entender una tradición el primer tema del que tenemos que tomar conciencia es acerca de cómo se encubre por su aparente obviedad. No consiste en un conjUnto de r-eglas o dichos.- o bien algo que se ha de encontrar clasificado en una enciclopedia. Es, más bien, un modo de interpretación, un fondo desde el cual interpretamos y actuamos. Se utiliza la palabra «tradición» debido a que enfatiza el hilo histó-rico._de ny~tras formas de pensamiento; _es ell:echo de-que siempre-existe en el- interior

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COinpreñSTór.tprevi3. aeteriDiiláGa-POI-laiíiS~­ toria de nuestras interacciones con otros que comparten la tradición.

INTRODUCCIÓN

Cuando encontramos a personas que viven en una tradición substa_- _ cialmente distinta, recibimos un impacto dado por la sensación <~~:·....::.:_.

que aquellas tienen una «Visión del mundo,> extraña y arbitraria. Se requiere disponer una fina dosis de autoconciencia y volver a mirar con fijeza sobre nuestras vidas y <<desenmascaran> nuestra propia tra-dición para traer al terreno de la observación consciente aquello que configura de modo invisible n~estro pensamiento.

Al examinar de qué manera la gente ha pensado y hablado acerca del ordenador nos damos cuenta del profundo efecto de una podero$a tradición que hace hincapié en la <dnforrqación>>, la «representación» y la «toma de decisiones». Esta tradición ha sido la base de un gran cúmulo de progreso tecnológico al igual que ha conducido a muchos de los problemas creados por la utilización de los ordenadores. Incluso en discusiones en que se dirime lo que pueden y no pueden hacer los orde-nadores, las cuestiones planteadas a su alrededor reflejan un tipo parti-cular de ceguera acerca de la naturaleza del lenguaje y el pensamiento humanos, ceguera que puede conducir a una interpretación claramente equivocada del papel que deberían jugar los ordenadores. /

Hemos acuñado esta tradición con el nombre de (<tradición raciona-lista>> debido al énfasis que ejerce sobre estilos particulares de pensa-miento y acción consciente racionalizados. Al señalar el calificativo (<racionalista>> no lo estamos haciendo equivalente a «racional». No te-nernos interés en la defensa de la irracionalidad o en una apelación mística a la intuición no racional. La tradición racionalista se distingue por su estrecho enfoque sobre ciertos aspectos de la racionalidad, la cual (como encontraremos a lo largo de la presente obra) conduce a me-nudo a actitudes y actividades que no son racionales cuando se vislum-bran-en una perspectiva más amplia. Nuestro compromiso es desarro-llar unos nuevos cimientos de la racionalidad. que sean tan rigurosos como el de la tradición racionalista en sus aspiraciones pero que no -comparte los presupuestos de aquélla.

La tarea a acometer en este libro es un reto a la tradición racionalis-ta introduciendo una orienracionalis-tación altemativa que pueda conducir a pre-guntar nuevas cuestiones. Al desarrollar esta nueva orientación hemos sido abocados a una critica de la mitología actual de la inteligencia ar-tificial y sus teorías cognitivas relacionadas_. extrayendo conclusiones que contradicen el aparente optimismo ingenuo que se desprende de las citas del principio de este capítulo. No obstante, nuestro objetivo no es un desalojamiento sino un redireccionamiento. La alternativa que pro-ponemos no es una posición en un debate acerca de Sl los ordenadores ~J!egaran a:s. ! inteligentes o no 1ntehgente:s :sino un InteD:tO de crear u_na nueva comprensión de cómo diseñar herramientas/'"iformaticas ade-cuadas para el uso humano y para sus dCSignWS: . ..:::. _

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30 HACIA LA COMPRENSIÓN DE LA INFOR."dÁTICA Y LA COGNICIÓN

1.3. NUESTRO SENDERO

Nuestra intención es proporcionar al lector una oportunidad para d,esarrollar una nueva orientación. Ningún libro es capaz de englobar

el resultado de_ tal proceso, pero a través del diálogo con el lector es posible llegar a ello. Se ha intentado realizar este camino en tres eta-pas. La primera presenta algunos trabajos preliminares en donde se desafían los supuestos teóricos de la tradición racionalista, poniendo en tela de juicio muchos asPectos aceptados normalmente en nuestra

tradición. A continuación, se examinan, a partir de la orientación

ge-nerada en la primera parte, los fenómenos que han aflorado a lo largo

de la utilización de la tecnología informática. Finalmente, se sugieren

,>: algunas direcciones alte.rnativas para el diseño de herramientas

basa-.... ~~ das en ordenadores.

_-,v· La Primera Parte del libro (Capítulos 1 a ó) describe la tradición

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cionalista y presenta tres cuerpos de trabajo distintos, cada uno de los

' .. ': <'.,... "';'""' cuales se presenta en contraste con su tradición habiendo, también

; . -::::,"-" ~ cada uno de ellos, influenciado nuestra propia comprensión. No se in-'· ' ~ ~ tenta proporcionar una exposición y critica filosóficas en donde los

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gumentos en pro o en contra se enumeran y se clasifican. Parece más fructífero presentar puntos y ejes centrales, escuchando su relevancia respecto a nuestras propias preocupaciones. N u estro discurso es teóri- ·· , , co en el sentido que tiene que ver con cuestiones fundamentales pero no ' ' está dirigido a postular teorias formales que puedan usarse sistemáti-'1 i camente para realizar predicciones.

Tal como aparecerá con claridad, una de las más prominentes ilu-siones de la tradición racionalista es la creencia que el conocimiento consta de teorías explícitas de este género.

El Capítulo 2 describe la tradición racionalista con cierto grado de detalle, mostrando cómo sirve de base para la comprensión del lengua-jea través del sentido común de nuestra cultura. Nuestro objetivo es re~

velar desviaciones y suposiciones que se hallan ocultas por su incrusta-ción en el trasfondo de nuestro lenguaje.

El Capítulo 3 hace referencia a una tradición que engloba la henne-néutica (el estudio de la interpretación) y la fenomenología (el examen

filosófico de los fundamentos de la experiencia y la acción). Esta tradi-ción ha surgido de los estudios h1:1.manistas y tiene implicaciones con la relación de los individuos en el contexto en donde se habita, particular-mente el social. Hace énfasis en aquellas áreas de la experiencia huma-na en donde la interpretación individual y la comprensión intuitiva juegan.un papel central (en COI_l~P9"~ic_:iQn_~~qg)?._"g.~~~S:C.~9p.l?gica_y-la· reflexión consciente). Sus exponentes desafían la creencia de que es Po-~·­ sible siempre un entendimiento analítico formal de estos fenómenos.

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-INTRODUCCIÓN 31

Nos concentramos en los trabajos de Hans-Georg Gadamer y Mar~. _ . .,:v

"-tin Heidegger. Otros muchos filósofos han explorado ideas relaciona-~ ·.;;' -~·

das incluyendo a especialistas en fenomenología tales como Husserl,:t:'P\ · ~-~/ Ricoeur y Merleau-Ponty, existencialistas como Sartre, pragmáticos"::'.::::' como Mead y Dewey, ideólogos de la filosofía política de nuestros tiem-' · pos como Habermas y Apel e, incluso, algunos otros con un trasfondo más analítico como Wittgenstein. Hemos escogido a Heidegger y Gada-mer, en parte debido a la influencia que han ejercido sus escritos en nuestra propia formación y, en parte, debido a su importancia intrinse-· ca dentro de la tradición que ellos repx:,esentan. Heidegger destaca como el filósofo modemo que ha realizado el análisis más penetrante, completo y radical de la experiencia cotidiana. Sus ideas descansan en la raíz de lo que otros filósofos han expresado y también en los basa-mentos de nuestra propia orientación. Gadamer ha sido un gran articu~

lador en la aplicación de esta orientación al problema del lenguaje, problema que visionamos como central. Ya que no es nuestra intención producir una obra de tipo filosófico-académico, no hemos intentado es-tablecer conexiones entre el discurso desarrollado por estos doS filóso-fos y los muchos otros que les han precedido o seguido. Nuestro objeti-vo es despejar las distinciones relevantes del modo más claro posible, dirigiéndonos al interior de los focos centrales.

El Capítulo 4 presenta las tareas de Humberto R. Maturana, neuro-biólogo chileno, conocido sobretodo por sus trabajos sobre la neurofi-siologfa de la visión. Su trasfondo básico es el de un biólogo y no el de un filósofo, atendiendo primaria y fundamentalmente a la naturaleza de los organismos biológicos considerados como sistemas mecanicistas determinados por su estructura. Su trabajo ha sido crucial en el

desarro-llo de nuestro entendimiento de la cognicióp. y de nuestra perspectiva sobre la tradición racionalista.

Escritores como Heidegger desafían la visión del pensamiento, de-clarando que la cognición no está basada en la manipulación sistemáti- · ca de las representaciones. Esta perspectiva ha sido la base de diversas criticas de la inteligencia artificial(2) que tienen inicialmente una espe-cie de sensación mística para los miembros de la comunidad espe-científica. Al cuestionar el significado corriente de las relaciones entre la percep-ción, la representación y el pensamiento, estas descripciones parecen, a primera vista, negar las bases físicas de la acción humana. Maturana presenta dos concepciones útiles que nos permiten escapar de esta

pre-2. Por t!jemplo, véuse Dreyfus. What Computers Can 't Do (1979) y Haugeland. « The na tu~

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HACL' LA COMPRENSIÓN DE LA INFO&'lÁTICA Y LA COGNICIÓN

concepción limitante: se trata del papel del observador como creador de dominios fenoménicos y del concepto de acoplamiento estructural, los

cuales nos avudan a comprender el comportamiento que se genera

me-cánicament~ pero que no se programa de esa manera. Como biólogo, Nlaturana, propone un marco conceptual en donde los fenómenos de in-terpretación surgen como consecuencia ne~esaria d~ ~a estructura de los seres vivos. Al mismo tiempo, nos empuJa a adqu1nr una compren-sión nueva del modo de cómo hablamos acerca de la naturaleza física v cómo aplicar esta comprensión a nosotros mismos.

w Como se anotó anteriormente, las cuestiones concernientes a la

cog-nición se intercalan con cuestiones acerca de la natu~aleza del lengua-je. El Capítulo 5 comienza mostrando cómo los interiores de la_ herme-néutica son relevantes en aspectos que tradicionalmente han sido asu-midos por lingüistas y filósofos analistas del lenguaje. Se ~ac7 ~nfasis aquí en el papel del escucha en la generación activa de los significados. mostrándose como la idealización del «significado literal)) se desmoro-na mirando hacia el lenguaje ordidesmoro-nario. Se introduce posteriormente la teoría del acto de habla o lingüístico, tal como fue desarrollado por Austin y Searle y adaptado, posteriormente, por filósofos sociale~ ~omo Habermas. Aunque este trabajo ha crecido desde la escuela anahtica de la filosofía. su visión del lenguaje como conjunto de actos de la palabra se confronta a la tradición racionalista sugiriendo que el lenguaje, y por ende el pensamiento, se apoya en última instancia. ~n la in_terac-ción social. La teoría del acto de habla es un punto de partida hacia una comprensión del' lenguaje como acto de cre~ció? so~ial. En la ú~tima parte del capítulo presentamos nuestra propia s1ntes1S de la_ teona del acto de habla y de la comprensión hermenéutica dellenguaJ~ desarro-llado en el Capítulo 3. Esta síntesis resulta central en nuestra Interpela-ción de la tecnología informática en la segunda parte del libro. Ello nos conduce a la conclusión de que creamos nuestro mundo a través del lenguaje, observación que tiene importantes consecuencias para el di-seño.

El Capítulo 6, que actúa como una transición hacia el resto del libro, extrae v resume algcnos puntos comunes de los tres capítulos prece-dentes ... El rechazo de la cognición como manipulación del conocimien-to de un mundo objetivo, la primacía de acción y su papel central en re-ferencia al lenguaje, así como Ia imposibilidad de articulación comple-ta de suposiciones de base, juegan todos ellos un procomple-tagonismo impor-tante en la crítica de la tecnología informática actual presentada en la Segunda Parte y en la orientación de nuevo diseño elaborada en la

Ter-cera Parte. ..

·----····---La SeQUnda Parte (Caoítulos 7 a 10) se dirige a cuestiones concretas acerca de0lo que hacen lo~ ordenadores. Nuestro objetivo es entender y

INTRODUCCIÓN 33

reinterpretar lo que se está haciendo actualmente y lo que se anticipa en desarrollos futuros.

El Capítulo 7 describe las cosas que hace la gente cuando prograina un ordenador. Enfoca las relaciones entre las intenciones de los progra-madores y el comportamiento de dispositivos que ejecutan los progra-mas que ellos crean. La programación es un proceso de creación de re-presentaciqnes simbólicas que se deben interpretar a algún nivel den-tro de una jerarquía de construcciones de grado variable de abstrac-ción. Las interacciones entre niveles de representación pueden ser com-plejas, ya que cada una se implanta en t~rminos de los más simples. Esta descripción coloca la base de discusión de la inteliaencia informá-tica en los capítulos siguientes. '='

El Capítulo· 8 examina las técnicas computacionales propuestas

com~ base de la inteligencia artificial. Sacando las ideas dibujadas en

la Pnmera Parte, los autores arguyen, contrariamente a las creencias habitualmente admitidas, que no es posible construir máquinas que presenten o modelen comportamiento inteligente con éxito. Los auto-res comi~nzan preguntando por qué se atribuyen propiedades aparen-temente Intelectuales a los ordenadores pero no a otros tipos de máqui-nas de las que podría admitirse que proporcionan o procesan informa-ción. Continúan, después con una exposición más profunda del trabajo en inteligencia artificial y un análisis de sus limitaciones. Muchas de las dificultades con las investigaciones en curso se derivan de una orientación fundamental que equipara inteligencia a la resolución ra-cionalista de problemas basados en procedimientos heurísticos. .

El Capítulo 9 toma el tema del capítulo precedente dentro del con-texto de los programas de ordenador que procesan el lenguaje natural. Se explora por qué los innumerables programas desarrollados durante los año.s

7?

_no se aproximan a las habilidades humanas para interpre-tar

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sxgnificado. A pesar de la amplia variedad de técnicas ingeniosas que 1ntentan hacer el análisis y el reconocimiento más flexibles, el án-gulo de visión de la comprensión permanece severamente limitado. Pueden haber aplicaciones prácticas para el tratamiento informático de formalismos con apariencia de lenguaje natural, pero los

ordenado-res s~~irán siendo incapaces de manejar el lenguaje del modo en que

lo uuhzan los seres humanos, tanto en su interpretación como en la ae-neración de compromisos ejes centrales del lenguaje. '='

El Capítulo 1 O presenta una visión de algunas de las corrientes de investigación más importantes en áreas tales como inaeniería del

cono-• • • 1::>

Cimiento, sistemas expertos o los llamados ordenadores de quinta aene-. raciónaene-.

~escribe

el <:Iesplazamiento global desde el objetivo

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de

la creación de programas -capaces de entender el lenguaje ; el pensa-miento hacía el diseño de soporte de programas en dominios de tareas

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34 HACIA LA COMPRENSIÓN DE LA INFORMÁTICA Y LA COGNICIÓN especializadas al propio tiempo que se evalúan proyecciones estimadas para los próximos años.

La Tercera Parte (Capítulos 11 y 12) presenta una orientación alter-nativa al diseño basada en el cuerpo teórico desarrollado por los auto-res. Las cuestiones relevantes aquí no son aquellas que comparan los ordenadores con los seres humanos sino aquellas que abren el poten-cial de los ordenadores que representan un papel con significado en la vida y trabajos del ser humano. Una vez los autores se alejan de la ce-guera generada por las viejas cuestiones, estos adaptan una perspecti-va más amplia sobre qué es lo que realmente pueden hacer los ordena-dores.

El Capítulo 11 se encarga de la tarea de diseñar herramientas infor-máticas utilizables en el contexto de las organizaciones. Se centra en la actividad de las personas llamadas «directivos» o «ejecutivos)> aunque surge un interés similar en toda situación que implica interacción so-cial y esfuerzo de colaboración. Extraídos de las discusiones de Heideg-ger sobre «estar arrojado» y «quiebra>> los autores concluyen que los modelos en la resolución racionalista de problemá.s no reflejan cómo se determinan realmente las acciones y además que los programas apoya-dos en tales modelos es improbable que demuestren ser útiles. No obs-tante, existe un papel para la tecnología informática en apoyo de los di-rectivos como ayudas para enfrentarse con las complejas estructuras convencionales generadas en el seno de una organización. Buena parte del trabajo que hace la alta dirección está relacionada con la iniciación. seguimiento, y. por encima de todo. coordinación de redes de actos lin-güísticos que constituyen la acción social.

El Capítulo 12 retorna a las cuestiones fundamentales del diseño y explora posibilidades para la tecnología informática abiertas por la comprensión desarrollada en los capítulos precedentes. Después de re-vis3.r brevemente las ideas teóricas más relevantes dibujadas con ante-rioridad, los autores examinan algunos de los fenómenos a los que él debe remitirse,diseño ilustrando el modelo con un ejemplo correcto. Los autores consideran el diseño, asimismo en relación a los dominios sistemáticos de la actividad humana en donde los objetos de interés

re-sultan ser las estructuras formales y las reglas para manipularlas. El reto presentado aquí para el diseño no es simplemente crear herra-mientas que reflejen con precisión los dominios existentes sino hacer provisión para la creación de nuevos dominios. El diseño sirve de modo simultáneo para producir y tranSformar los Objetos, relaciones y regu-laridades del mundo de sus intereses.

En un sentido, pues, és.te e•un_libro acerca qe los ordenadores. Pero llega más allá de los aspectos específicos de lo que los ordenadores.pue: den hacer. El objetivo más amplio de la obra es clarificar los

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. . . . INTRODUCCióN 35 mentes de comprensión en donde tiene lugar el discurso acerca de los ordenadores y la tecnología, así como de percibir en amplitud todas sus implicaciones. Finalmente, los. autores se hallan a la búsqueda-de una mejor comprensión de lo que significa el ser humano. En esta búsque-da, no se progresa por el hallazgo de «respuestas verdaderas» sino más bien pretendiendo generar cuestiones con sentido propio. aquellas que evocan una aoertura a nuevas formas de ser. Invitamos a los lectores a crear con noSotros, los autores, una apertura que pueda modificar nuestra visión colectiva de cómo la tecnología informática se ira desa-rrollando en las décadas venideras.

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La tradición racionalista

El pensamiento actual acerca de los ordenadores y su impacto en la· sociedad ha adquirido fama por efecto de una tradición racionalista "'" que necesita ser revisada y cuestionada corno fuente de entendimiento. Caracterizaremos corno primer paso, la tradición del racionalismo y el empirismo lógico al cual puede reconocerse a partir de Platón. Esta tra-dición, ha sido la generación principal de la ciencia y la tecnología oc-. cidentales y ciertamente, ha demostrado con mayor claridad su efica-cia en las «cienefica-cias duras», aquellas que explican la operación de los mecanismos deterministas cuyos principios se pueden capturar en los sistemas formales. La tradición halla su máxima expresión en las ma-; temáticas y la lógica habiendo ejercido gran influencia en el desarrollo de la lingüística y la psicología cognitiva.

No haremos ningún intento de proporcionar una crónica histórica exhaustiva de esta tradición, o bien, situarla en algún tipo de mafia in-telectuaL En lugar de ello, hemos decidido concentrarnos en la com-prensión de sus efectos en la actual dialéctica y práctica, especialmente en relación al desarrollo e impacto de los ordenadores. El objetivo de este capítulo es delinear los puntos clave e ilustrar su incrustación en las tareas modernas del lenguaje, el intelecto y la acción.

2.1. LA OR1ENTACION RACIONALISTA

Podemos comenzar a revelar la tradición racionalista considerando

)a_-$igt;iep.J:~ p_re~ta: «-¿Ol_.lé hace uste_d_ cuando~ se enfrenta a algún

problema por CUya-SoluCióñ

·aebe

usted

preocuparse?».

La orientación racionalista se puede dibujar en una serie de etapas:

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38 HACIA LA COMPRENSIÓN BE LA INFORMÁTICA Y LA COGNICIÓN l. Caracterización de la situación en términos de objetos

identi-ficables con propiedades bien definidas.

2. Búsqueda de reglas generales que se aplican a situaciones da-das en términos de aquellos objetos y propiedades.

3. Aplicación lógica de las reglas a la situación de interés, extra-yéndose conclusiones de qué acciones deben tomarse.

Hay cuestiones obvias acerca de cómo se establecen situaciones en

correspondencia con «representaCiones» sistemáticas de objetos y pro-piedades y de cómo se puede llegar a conocer reglas generales. Sin em-bargo, en buena parte de la tradición racionalista, éstas están diferidas a favor de otorgar énfasis a la formulación de reglas sistemáticas que pueden utilizarse para extrar conclusiones lógicas. Mucha de· la filoso-fía occidental, desde la retórica clásica hasta la lógica simbólica mo-derna, puede divisarse como un elemento de impulso para elevarse con formulaciones más sistemáticas y precisas de lo que justamente consti-tuyen los razonamientos válidos.

Los filósofos aún se ejercitan en cuestiones de correspondencia y co-nocimiento, pero en el discurso cotidiano acerca del pensar y del razo-nar éstos se tornan como poco problemáticos. En efecto, cuando salen a la luz. la discusión se caracteriza por ser demasiado filosófica. Inclu-so, dentro de la propia filosofía existen escuelas (tal como la de la filo-sofía analítica) en las que los problemas generados por los dos prime-ros elementos se dejan aparcados. no porque no presenten interés, sino porque s.on muy difíciles y están en un marco abierto. Concentrándose en formalismos y reglas lógicas el filósofo puede desarrollar resultados técnicos claros cuya validez puede juzgarse en términos de coherencia y consistencia internas.

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·~~ Existe una estrecha correlación entre la tradición racionalista y la

1 aproximación a la ciencia organizada. En un sentido amplio podemos

visionar a cualquier forma organizada de cuestionamiento como una ciencia, pero en el uso habitual se. implican más cosas. Debe haber al-gún grado de adherencia al método científico. Este método consiste en una serie de etapas básicas (las cuales pueden repetirse en refinamien-tos sucesivos de la ciencia):

[El método científico] puede describirse implicando las sí-. /guientes operaciones: (a) observación de un fenómeno que sí-.sí-. de -"" aquí en adelante, se toma como un problema a ser explicado; (b) proposición de una hipótesis explicativa en forma de un sistema

-· -~determinista que .pueda generar un fenómeno isomorfo·con~el.ob.:.. ~

/servado; (e) proposición de un estado o proceso computado en el sistema especificado por la hipótesis como un fenómeno

predeci-¡ ~? > .•. '1 1 ' '

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~;t -·-~·.::~·~'··-LA TRADICIÓN RACIONALISTA 39

do a ser observado; y (d) observación del fenómeno predecído. Maturana, ((Biology of language: The epistemology of reality» (1978) p. 28.

El científico nota. al principio, alguna regularidad en los fenómenos de interés, alguna pauta recurrente de observación. Propone un siste-ma conceptual o concreto que puede ser fijado en correSpondencia con las observaciones y que puede manipularse para hacer predicciones acerca de otras observaciones potenciales~ Se crean condiciones en donde son de esperar estas observaciones y los resultados para modifi-car la teoria. La investigación científica consiste en preparar interac-ciones en 1as que la actividad observable se ha de determinar de un modo claro por medio de un pequeño número de variables que pueden manipularse sistemáticamente. Esta simplicidad es necesaria si el sis-tema de modelización debe hacer predicciones que deban compro-barse.

La orientación racionalista no sólo es fundamental tanto para la ciencia pura como para la aplicada sino que. además, se toma como el auténtico paradigma de lo que ésta significa en el pensar y en d ser in-teligente, quizá debido al prestigio y éxito que disfruta la ciencia mo-derna. En los estudios del pensamiento, se pone énfasis en la fonna de las reglas y en la naturaleza de los procesos por los que aquéllas se apli-can lógicamente. Ciertas áreas de las matemáticas tales como la lógica simbólica o la teoría de autómatas, Se toman como la base para forma-lizar los procesos subsiguientes a la percepción, pensamiento y actua-ción de una persona. Para alguien ya entrenado en el mundo de la cien-cia y la tecnología puede resultar autoevidente que éste es el camino co-rrecto (y quizás el único) para el pensamiento serio. Naturalmente, ésta es la razón por la que muchos que trabajan en inteligencia artificial en-cuentren criticas como la de Dreyfus {What Computers Can't Do, 1979) palpablemente incorrectas. puesto que ellas cuestionan esta compren-sión previa enraizada fuertemente. Como defensa se arguye que la úni-ca alternativa concebible consiste en algún tipo de misticismo, religión o ideología exótica o difusa que supone un retroceso a anteriores etapas de la civilización.

Es poco sorprendente, pues. que la orientación racionalista penetre no sólo en la inteligencia artificial y en el resto de la ciencia informática sino también en partes importantes de la lingüística, teoría de la ges-tión, y la ciencia cognitiva, tres áreas con las que la inteligencia artifi-cial·ha .e_s~_do_relacionada estrecha:q1ente. En las tr~ secciones siguien-tes se examinaciñ-Cada--unacre--estas

-áreas

observando cóino los estilos· del discurso y pensamiento racionalistas han llegado a determinar las

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