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Historia del Consulado y el Imperio en Francia

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(1)

HISTORIA

P O R

№.

A.

T H I E R S .

T R A D U C I D A

par

su.

y .

1 .

y

i¡U.

o .

Tonio

Primero.

¿Halaga.

11IPRBXTA

E

II.

JOSÉ

MARTÍNEZ

DE

A 6 Ü I L A R , — E D I T O R .

calle delM a r q u é s ; Nt'im. 10y12.

(2)

X?

Esta traducción es propie-< dad del editor.

(3)

HISTORIA

DEL

CONSULADO Y DEL IMPERIO.

LIBRO PRIMERO.

C O N S T I T U C I Ó N D E L A Ñ O V I H .

Entrada de los Cónsules jirooiHomle.i en el ejercicio de sus [luiciones.—División de las atribuciones entre M. Sieyes y el General Uonaparte.—El General se apodera de la administración de los negocios, y deja á M. Sieyes el cuidado de redactar la nuera Constitución.—Estado de la Francia en Brumario del año VIII.—Desor-den de la administración y de la hacienda.—Gran miseria de los ejércitos.—Tur-bulencias en la Vendée.—Agitación del partido revolucionario en algunas ciudades del mediodía.—'Primeros esfuerzos de los Cónsules provisionales para poner orden en las diversas partes del Gobierno.—Nombramiento de Ministerio hecho en los se-ñores Cambaccres, para el despacho de Justicia; Laplace, para el del Interior; Fouché, para el de Policía; Talleyrand, para el de Negocios estrangeros, Berthier, para el de Guerra; Forfait, para el de Marina, y Gaudin para el de Hacienda. —Primeras medidas rentísticas.—Supresión del empréstito forzoso progresivo.—Crea-ción de la agencia de contribuciones directas, é inmediata ordenaprogresivo.—Crea-ción de las listas de contribuciones atrasadas de algunos años.—Creación de las obligaciones de los re-caudadores generales.—La confianza empieza á renacer, y los banqueros de París prestan al Gobierno los primeros fondos que necesita.—Remisión de socorros á los ejércitos.—Actos políticos de los Cónmles provisionales.—Revocación de la ley de re-henes, y desencarcelamiento de los clérigos detenidos y de los náufragos de Calais. —Conferencias con los gefes del partido realista.—Suspensión de armas en la Ven-dée concluida con los señores de Bourinont, de Antichamp y de Ckatillon.— Prin-cipio de relaciones con los gabinetes estrangeros.—Estad» de la Europa.—La Ingla-terra y el Austria resueltas d continuar la guerra.—Pablo I, irritado contra sus aliados, y dispuesto á retirarse de la coalición y unirse al sistema de neutralidad, adoptado por la Prusia. —Importancia de la Prusia en aquel momento.—El general Bonaparte envía á Berlín á su anuíante de campo Duroc—Voces de

paz.—Sensi-ble mejora en el estado material y moral de lri Francia , á consecuencia de los

primeros actos de los Cónsules provisión lies.—Empiezan d ocuparse de la Consti-tución.—Proyecto de M. Sienes concebido y meditado mucho tiempo hac ia.—Lis-tas de notabilidades, el Senado conservador, el Cuerpo legislativo, el Tribunado, el gran Elector.—Desacuerdo entre M. Sieyes y el General Bonaparte , relativo á la organización del poder ejecutivo.—Peligro de un rompimiento entre estos dos per-sonages.—Algunas personas intermediarias los avienen.—-El gran Elector es reem-plazado por tres Cónsules.—Adopción de la Constitución del año VIII, fijando su publicación para el 4 de Marzo del año VIH, en que debe declararse vigente.

N o v i e m b . W .

, le

JLia

jornada del 1S de Bruma- Los hombres q u e , d e s - L o q u e i m b i a

1 7 9 9 . rio acababa de poner fin á la pues de las borrascas de la s i t l? fll D i r c c

-.existencia del D i r e c t o r i o . convención habían imagina- 1 0 1 1 0

(4)

6 L I B R O P R I M E R O .

do aquella especio de república, no es- pública, de intención m o d e l a d a , había taban convencidos del todo de la e x e e concluido por dos medidas á todas l u -lencia y solidez de su o b r a ; p e r o al sa- ees tiránicas, el empréstito forzoso pro-lir del r é g i m e n sangriento que habían gresivo y la ley de rehenes. Esta íillialravesado , les era difícil hacer nada ma medida, sobre todo, aunque no t e -m e j o r ni obrar de otra suerte. En efec- nia nada de sanguinaria, era una de las t o , era imposible pensar en los S o r b o - vejaciones mas o d i o s a s , inventada pei-nes, á quienes el sentimiento universal la cruel y fecunda imaginación de los r e c h a z a b a ; era asimismo imposible ar- p a r t i d o s .

rojarse en los brazos de un General ilus ¿Qué tiene de estraño, que la F r a n tro, porque en aquella época ninguno de cia , á la cual no podían ser p r e s e n t a -nuestros guerreros había adquirido bas- dos los Borbones en 99, y que después tante gloria para subyugar los ánimos, del mal écsilo de la Constitución d i r e c -Adenias , no estaban aun desvanecidas t o n a l , empezaba á no c r e e r en la repútodas las ilusiones. Acababan de esca blica, qué tiene de estraño que la F r a n -par de las manos del Comité de Salud cía se arrojase en los brazos de a q u e l Pública ; solo habían probado la r e p ú - j o v e n general , v e n c e d o r de la Italia y blica sangrienta de los N o v e n t a y tres, del Egipto, estraño á todos los partidos, que consistía en una asamblea única que afectando despreciarlos todos, dotado de ejercía todos los poderes á la vez : que- una voluntad enérgica, mostrando ¡guai daba, pues, por hacer un último ensa- aptitud asi para los negocios m i l i t a r e s y o , el de una república m o d e r a d a , en como para los c i v i l e s , y dejando acula cual, los p o d e r e s serian divididos con vinar una ambición que lejos de a m c -d i s c r e c i o n , y cuya a-dministración seria -drentar los á n i m o s , era e n t o n c e s aco-eonflada á h o m b r e s nuevos , estraños á gida c o m o una esperanza ? Le hubiera todos los excesos que habian espantado á bastado menos gloria que la que tenia la Francia. A s i , p u e s , imaginaron el Di- para apoderarse del G o b i e r n o , p o r q u e r e c t o r i o . algún t i e m p o antes , habian e n v i a d o al Este nuevo ensayo de república duró General Joubert á N o v i , con el o b j e t o cuatro años , desde el 13 de brumario de que pudiese adquirir los títulos q u e del año I V hasta el 18 de igual mes del aun le faltaban , para h a c e r la r e v o l u -año V I I I . Fué e m p r e n d i d o con buena fé cion, llamada después en nuestros ana-y buena v o l u n t a d , por h o m b r e s en su les del 18 de B r u m a r i o . E l d e s g r a c i a d o mayor parte h o n r a d o s , y animados de Joubert había sido v e n c i d o y m u e r t o en buenas intenciones. A l g u n o s personages N o v i ; pero el j o v e n Bonaparte, s i e m p r e de un carácter v i o l e n t o y de una p r o afortunado y victorioso , al menos e n -hidad sospechosa, c o m o el d i r e c t o r Bar- tonces , librándose de los p e l i g r o s d e l ras, habian podido mezclarse en la lista mar, como de los de los c o m b a t e s , ha-de los g o b e r n a n t e s , que en el espacio bia v u e l t o ha-de E g i p t o ha-de una manera ca-de esos cuatro años se transmitieron el si m i l a g r o s a , y á su primera a p a r i c i ó n p o d e r ; p e r o R e w b e l l , La R e v e i l l é r e - L e - había sucumbido el D i r e c t o r i o . T o d o s los peaux, L e T o u r n e u r , Carnot, B a r l h é l e - partidos habian c o r r i d o á su e n c u e n t r o my, Roger-Ducos y S i e y e s , eran d u d a d a - p i d i é n d o l e el o r d e n , la victoria y la p a z . nos probos, algunos muy entendidos, y N o obstante, no era obra de un dia e l ú l t i m o , M. S i e y e s , de un talento su- el que la autoridad de uno solo puditó-perior. Y sin e m b a r g o , la república d i - ra r e e m p l a z a r á aquella d e m a g o g i a , en rectorial, muy pronto solo presentó una donde t o d o s , a l t e r n a t i v a m e n t e o p r i m i -confusiou desoladora : menos crueldad, dos ú opresores , habian gozado un ins-p e r o mas anarquía, tal habia sido el ca- tante d e l ins-poder suins-premo. Se necesitaba rácter del nuevo gobierno. N o se gui- respetar las a p a r i e n c i a s ; y para atraer llolinaba, pero se deportaba. N o se o b l i - á la fatigada Francia al p o d e r absoluto, gaba á recibir los asignados bajo la p e - hacerla pasar por la transición de un na de m u e r t e , p e r o no se pagaba á na- Gobierno glorioso, r e p a r a d o r y semi-re-die. Nuestros soldados sin armas y sin publicano. En una palabra, se necesita-pan, eran vencidos en lugar de ser v e n - ba e l Consulado antes de venir á parar cedores. A l t e r r o r habia sucedido un mal- al I m p e r i o .

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CONSTITUCIÓN D E L A N O V I H . 7 transcurrido quince años desde que

es-cribí los anales de nuestra p r i m e r a re-volución. Estos quince años los he pa-sado en medio de las borrascas de la vida pública; he visto hundirse ua t r o -no antiguo y elevarse o t r o nuevo ; he vis-to a la revolución francesa seguir su in-vencible carrera ; y aunque los espectá-culos á (pie he asistido me hayan sor-prendido poco, no t e n g o la pretensión de c r e e r que la esperiencia de los h o m -bres y de los negocios, nada ha podido e n s e ñ a r m e ; al c o n t r a r i o , t e n g o la con-fianza ds haber aprendido mucho, y ha-l ha-l a r m e por ha-l o t a n t o , q u i z a s , mas apto para c o m p r e n d e r y esponer las g r a n -des cosas que hicieron nuestros padres en aquellos heroicos t i e m p o s . Pero es-toy cierto que la esperiencia no ha he-lado en mí los sentimientos generosos de mi j u v e n t u d ; estoy cierto de amar, como las a m a b a , la libertad y la gloria de la Francia.

T o m o de nuevo el hilo de mi narra-ción en el 18 de brumario año V I I I (9 de N o v i e m b r e de 1799.)

Publicada la ley del 13 Bru-K r u n i o n d e l o s mario que instituía el Con-tros C ó n s u l e s guiado provisional, los tres p r o v i s i ó n , i l e s nuevos cónsules, Bonaparte,

c l p e u n c ñ o Sieyes y Roger-Dueos,

deja-L u x e m b u i g o . ^ ¿ Saint -( :i( ) u ( 1 para tras.

ladarse á París. M M . Sieyes y R o g e r D u -cos, antiguos m i e m b r o s del D i r e c t o r i o , estaban ya establecidos en el L u x e m b u r -go. El general Bonaparte abandonó su modesta casa de la calle de la Victoria, y vino con su esposa, sus hijos adopti-vos y sus ayudantes de campo á fijar su d o m i c i l i o en las habitaciones del peque-ño L u x e m b u r g o . A q u i , unido á sus dos Colegas , rodeado de los escombros del ú l t i m o Gobierno y de los e l e m e n t o s del n u e v o , puso mano á la obra con lla inteligencia segura y rápida, con aque-lla actividad estiaordinaria que habian señalado su modo de obrar en la guerra.

L e habian asociado dos P a p e l e s ib: M . colegas, M M . Roger-Ducos S i e y e s y <lcl g e - y g ¡eYes> ambos tomados u e r a l h o n r a r t e ;|el DiI.ectori() y ,( ) s dos

muy afanados en destruir aquel g o b i e r n o que despreciaban. Sobre lodo, M . Sieyes habia sido colocado al lado del general Bonaparte, porque era el segundo p e r s o -na ge de la república. Autor de las mas notables y d e las m e j o r e s concepciones de la revolución francesa, tales como la

reunión de los tres órdenes, la división do la Francia en d e p a r t a m e n t o s , la ins-titución de la Guardia n a c i o n a l , M. S i e yes, desprovisto de elocuencia, habia r i -valizado con Mirabeau en los p r i m e r o s dias de nuestra r e v o l u c i ó n , cuando el poder de la p a l a b r a , era el superior á t o d o s ; y ahora, en que la guerra universal designaba al g e n i o militar el p r i -mer puesto , M. Sieyes , que nunca habia ceñido una espada, estaba casi al igual del g e n e r a l Bonaparte; tan grande es el poder del talento aun sin estar a c o m -pañado de los conocimientos que le ha-cen útil ó aplicable! P e r o al p r e s e n t e que era preciso no alzar la mano de los n e gocios, M . Sieyes, que era p e r e z o s o , m a l -humorado , absoluto en sus ideas , y que se irritaba y desconcertaba á ía menor contradicción , no podía r i v a l i -zar largo t i e m p o en influencia con su j o v e n c o l e g a , que era capaz de traba-jar de noche y día, á quien ninguna con-tradicción turbaba , que era brusco p e r o no adusto, que sabia atraer á los h o m -bres cuando los necesitaba, y que cuan-do no quería lomarse este trabajo, tenia el recurso de dominarlos por la fuerza.

Con todo esto, habia un

pa-pel que generalmente desig- M. S i e y e s e n -riaban para M. Sieyes, y era c a r g . u l o d e ini-cíele preparar la nueva'Cons- £ 'r m l c v a

(6)

8 L I B R O P R I M E R O ,

}•'.{ g e n e r a l B o n a p a r t e e n c a r g a d o i l e l a a d -m i n i s t r a c i ó n .

v i: j

El p a r t i d o r e - m (

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c r o y en otras análogas

di-v o l n c i o n a n o . - i i i ' , „ • „ A

seminadas por la f r a n c i a . A su frente había pocos hombres notables de las dos asambleas; p e r o entre ellos con-taban con algunos oliciales bastante esti-mados en nuestros ejércitos : B e i n a r d o t t e personage ambicioso, q.ue alimentaba pre-tensiones que su rango en el ejército no justificaba A u g e r a u , v e r d a d e r o s o l d a -d o , -desprovisto -de j u i c i o y -de influen-c i a , p e r o lleno de, valor ; Jourdan, en fin, buen ciudadano y buen g e n e r a l , á quien sus infortunios militares ha-bían a g r i a d o y arrojado en una oposi-ción ecsagerada. Se podia t e m e r que los fugitivos del consejo de los Quinientos se reuniesen en una ciudad c o n s i d e r a b l e , y formasen una especie de cuerpo l e g i s l a -t i v o y de D i r e c -t o r i o , y a-trajesen á sí á los h o m b r e s que aun abrigaban todo el a r -dor de los sentimientos r e v o l u c i o n a r i o s , los unos c o m p r o m e t i d o s por los excesos o p o r q u e poseían bienes nacionales , y los otros porque amaban el sistema r e p u b l i cano por lo que era en sí, y temían v e r -lo sucumbir bajo la mano de un nuevo Cronrwell. Semejante tentativa hubiera sido un grave estorbo en una situación ya muy difícil, y no estaban sin inquie-tud de verla ensayar aun en el mismo París.

El p a r t i d o De parle de la facción opues-r e n l i s t a . ' , a > podían también concebirse

serios t e m o r e s , porque la V e n -dée estaba insurreccionada de nuevo. M. de Chatillon á la orilla derecha del L o i

sostenidos por los i n g l e s e s , habían e m -pezado otra vez la guerra civil. La l e y de rehenes , la debilidad del Gobierno, la derrota de nuestros e j é r c i t o s , tales eran las causas que los habían i m p u l -sado k tomar de nuevo las armas. M . d e Chatillon había ocupado por un instante a N a n t e s ; no había p e r m a n e c i d o , pero había entrado : bastando este accidente , para que los pueblos mas g r a n -des y numerosos del pais se cubriesen de trincheras formadas de prisa, y se rodeasen de e m p a l i z a d a s , cuando no p o -dían hacerlo con murallas. A l g u n o s . con el fin de p r o v e e r á su propia defensa, retenían los pocos fondos que las p r o -vincias insurreccionadas derramaban en las cajas públicas , diciendo que , puesto que el gobierno no pensaba en p r o t e g e r -los , debían el-los encargarse de este cui-dado.

E l D i r e c t o r i o . aunque resuel- , , , . , , ^ , , L a l e v d e to a no caer en los excesos d é l a r cil e„c s

C o n v e n c i ó n , no Labia podido resistir á todas las proposiciones violen-tas que la guerra de la V e n d é e , desdé el m o m e n t o que renacia, inspiraba de ordinario al p a r t i d o revolucionario. A r -rastrado por e l impulso de los ánimos, había dado la l e y de los r e h e n e s , en virtud de la cual , todos aquellos que eran ó parientes ó supuestos cómplices d « los Vendeanos, debían ser detenidos y castigados con ciertas penas , en r e -presión de los actos que se cometían en los l u g a r e s , de que respondían coma r e h e n e s . Esta l e y injusta y v i o l e n t a s o -lo habia -logrado irritar las pasiones sin desarmar un solo b r a z o en la V e n d é e , y escítar contra el D i r e c t o r i o un d e s e n -freno inaudito.

La guerra esterior habia sido G l i c r r a e s_

hacia el fin de la última cam- t er i o r paña , algo menos desgraciada.

La victoria conseguida por e l g e n e r a l Massena delante de Z u r i c h , y la del gene-ral Bruñe en e l T e x e l , habian rechazado aí e n e m i g o muy lejos de nuestras fronteras; p e r o nuestros soldados se ha- j v i i s e r í a d e liaban en la miseria mas cora- i o s e j é r c i t o s

pleta , fallos de paga , de

ves-tidos y de alimentos. E l e j é r c i t o que ha-bía vencido en Holanda á los Anglo-Ru-sos, teniendo la ventaja de ser sosteni-le, liabian opuesto, podría darla á l u z : ra, SL de A n t i c h a m p á la izquierda, Jor-que é l seria el legislador, y el g e n e r a l ge-Cadoudal en e l Morbihan, M. de Bour-Bonaparte el administrador del n u e \ ov mont en el M a m e , M . de F r o l t é en las

G o b i e r n o , y que unidos los dos harían costas de Normandia , todos escitados y

feliz y poderosa á la Francia. Cada é p o - • • • . . . . . . ca de la revolución Labia tenido sus

ilu-siones : la época actual debia tener las

suyas, si bien es verdad debían ser las últimas.

Quedó, p u e s , c o n v e n i d o de común acuerdo, que W. Sieyes se ocuparía de la Constitución y que el gene-ral Bonaparte gobernaría. En e f e c t o , era muy u r g e n t e gobernar, por que la situación era deplorable bajo todos aspectos ; e l desurden moral y ma-terial había llegado á su c o l m o .

Los ardientes revoluciona-i'.st.iidn d e Ja ríos balidos en Sainl-Cloud te-I ' i a i n i.i r n e ln¡an au n niuchos partidarios

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Pi-C O N S T I T U Pi-C I Ó N DEL A Ñ O V I I I . í)

habían concluido; para el .... t. . » c i ó n o s . l a s c o n L r i b u -ano V I I faltaba una tercera

parte por acabar, y para el c o r r i e n t e año, es decir para el año V I I I (1799) apenas estaban empezadas. Gracia á este r e t a r do en la formación de las listas, no se p o dían recaudar las c o n t r i b u c i o n e s c o r r i e n tes , y la acumulación de las c o n t r i b u -ciones atrasadas c r e a b a nuevas dificultades para la recaudación, p o r q u e se n e cesitaba á menudo pedir á los c o n t r i b u -yentes los atrasos de muchos años á la v e z . Este estado de cosas p r o v e n i a de la adopción de un principio, j u s t o en apariencia, p e r o en realidad funes-do por la república bátava, era menos

desgraciado que los otros; pero el ejér-cito del R u i n , que había perdido la ba-talla de Slokacli, y el de H e l v e c i a que había ganado la de Z u r i c h , estaban, su-midos en la miseria. Situado el ejército del Rhin en territorio f r a n c é s , e j e r c í a sin medida y sin fruto el sistema de r e -quisición ; y el de H e l v e c i a vivía por m e d i o de las contribuciones de guerra impuestas á Basilea, Zurich y Berna; contribuciones mal percibidas, mal e m p l e a -das , y que á la par de ser insuficientes para alimentar nuestros soldados, suble-vaban la independencia y el espíritu de economía del pueblo suizo. El ejército de Italia, r e p l e g a d o sobre el A p e n í n o , después de los desastres de N o v i y do la Trebbia, en un pais estérii desolado por la guerra, era presa de las e n f e r m e -dades y de la mas horrorosa escasez. A q u e l l o s soldados que habían sobrellevado los mas grandes r e v e s e s sin i n m u -tarse siquiera, y que habían mostrado en la fortuna adversa, una conslancia á toda p r u e b a , cubiertos de harapos, consumi-dos por la fiebre y el hambre pedían li-mosna en los caminos del A p e n i n o , y estaban reducidos á devorar los frutos pocos nutritivos que producían las áridas

tierras de aquellos alrededores. Muchos de entre elfos se desertaban,- ó iban á aumentar las bandas de malhechores, que asi on el mediodía como en el oeste de Ja Francia infestábanlos caminos •;bíbli-cos. Hasta se había visto á cuerpos en-teros dejar sus campamentos sin orden de sus generales, é ir á ocupar otros donde esperaban v i v i r con menos miseria. Guar-dado el mar por los ingleses, no les mos-traba en todos sentidos mas que un pa-bellón e n e m i g o , ni les traia jamas nin-gún recurso. Había divisiones á quienes se les debía 'diez y ocho meses. Por m e -dio de las requisiciones lograban algu-nos v í v e r e s ; pero en cuanto á los fusi-les, á los cañones y á las municiones d e guerra, que no se pueden procurar pol-las requisiciones, carecían absolutamen-te de ellos. Los c a b a l l o s , insuficienabsolutamen-tes ya para el servicio de la artillería y de la c a b a l l e r í a , habían sido casi todos destruidos por las enfermedades y el h a m -b r e .

Tales eran los resultados de una ad-ministración débil, desordenada, y sobre t o d o de los apuros del erario. Los e j é r -citos de la República se habían

sosteni-TOMO i .

do por espacio de muchos años con los asignados y las victorias. L o s asignados ya no ecsistian, y la victoria después de habernos abandonado de p r o n t o , aca-baba apenas de presentarse á nuestras l e g i o n e s , p e r o sin abrirles aun las férti-les llanuras de la Alemania y de la Italia.

Es necesario dar aquí r- . , , , . . i i i i i l ' . s t n d o d e la una idea del estado de núes- u ¡ i c í e n d ; i tra situación financiera,

principal causa de los males de nuestros e j é r -citos. Esla situación traspasaba á cuanto se había viscuanto e n las épocas a n t e r i o -res. La A s a m b l e a Constituyente había cometido dos faltas, a l a s cuales habían hasta c i e r t o punto hecho frente por m e -dio de los a s i g n a d o s , p e r o a l a s cuales era ya imposible t o d o paliativo , después di1 d e s c r é d i t o de este papel m o -neda. Estas dos faltas eran : primera la

supresión de las contribuciones i n d i r e c -tas impues-tas sobre las b e b i d a s , sobre la sal y el c o n s u m o en g e n e r a l ; s e g u n d a , dejar al cuidado d é l a s a d m i n i s t r a -ciones municipales la formación de las listas de la contribución territorial y d e -mas contribuciones directas.

Por la supresión de las c o n t r i b u c i o -nes indirectas había p e r d i d o el tesoro, sin compensación, la tercera parte de sus rentas. El producto de las posesiones del Estado era casi nulo por su m a -la administración, el del registro pol-la falpol-la de transacciones particupol-lares, el de las aduanas por la guerra ; de suerte que casi solo las contribuciones d i r e c t a s componían los recursos del tesoro ; p e r o estas contribuciones, que representaban cuino unos 300 millones en un presupuesto de 500 estaban estraordinariamente atra-sadas, ílabia débitos por los

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10 L I B R O P R I M E R O . to; tal era dejar hasta cierto punto á las

administraciones locales el d e r e c h o de i m p o n e r s e sus cuotas formando ellas m i s -mas sus listas. Como todos saben, las ad-ministraciones departamentales y muni-cipales eran entonces colectivas. En lugar de los prefectos, subprefectos y m a i -res, que fueron instituidos mas tarde, habia al lado de todas estas administra-c i o n e s , administra-comisarios del gobierno administra-con voz consultiva . y con la misión de p r o m o -v e r y solicitar la aceleración de los trabajos administrativos , pero sin poder-los ejecutar por sí mismos. El sistema de las municipalidades de cantón, r e u niendo los cuarenta y cuatro mil c o m m u -nes (CAierpos municipales) de Francia en cinco m i l , habia aumentado el desorden. T o d o s los asuntos locales se encontraban a b a n d o n a d o s , p e r o la mayor desgracia consistía en hallarse c o m p l e t a m e n t e des-cuidados los dos grandes negocios del E s t a d o , que eran el reclutamiento del e j é r c i t o y la recaudación del impuesto. Para suplir esta falla de acción adminis-trativa , habían confiado á los cinco mil comisarios colocados al lado de las m u -nicipalidades de cantón, el encargo de a c e l e r a r la formación de las listas; pero les faltaba el solo poder eficaz , cual era el de hacerlas por sí mismos : ademas t e -n i e -n d o que ate-nder á mil ocupacio-nes d i f e r e n t e s , solo prestaban una mediana atención á aquella importante obra. El sueldo que se les concedía por este trabajo, mucho mas costoso que lo que ha sido después la retribución dada por la administración de las

contribucio-nes directas , era para el tesoro un gas-to e n o r m e sin compensación.

D o b l o c a n s a .As¡> P , Ve S •laS ^ n l r i b u

-o ' c l i l c i i c i u cíones directas , principal ramo de las rentas del Estado estaban sin recaudar. A d e m a s de e s -te déficit p e r m a n e n t e , producido por la falta de i n g r e s o s , habia o t r o , ocasiona-do por la eslension de los g a s t o s , muy superiores entonces a los recursos. Los gastos ordinarios hubieran podido cubrir-se por medio de una renla de unos 500 millones pero la guerra los habia hecho subir á cerca de 700. N o quedaba , c o m o suplemento , sino los bienes naciona-l e s , consumidos en naciona-la m a y o r p a r t e , y m u y difíciles ademas de v e n d e r s e v e n -tajosamente, porque el triunfo definiti-v o de la redefiniti-volución presentaba aun gran-des dudas.

E s t e estado de cosas habia traído con-sigo abusos escandalosos, y una situa-ción que es preciso dar a conocer para instrucción de los pueblos y de los g o b i e r -nos..

Los asignados, c o m o hemos dicho poco h a , no existían. Los m a n d a t o s t e r -ritoriales que los habían r e e m p l a z a d o , también habían desaparecido. El p a p e l — moneda e s t a b a , p u e s , c o m p l e t a m e n t e abandonado : y por grande que fuera el v a c í o , valia aun mas no llenarlo del todo, que por medio de un papel o b l i g a -t o r i o , c o m o se habia hecho a n -t e s , y que ¡i pesar de tener aquel c a r á c t e r , no era admitido en los p a g o s , dando inútilmen-te lugar á todos los r i g o r e s de la leypara que se admitiera. A este p a p e l -moneda suprimido se suplía del modo si-guiente-.

Desde luego se dispen- n

-„ T ! R 1 D i v e r s o s p a p e

-saban de pagar, ni aun en M c n

papel, a los empleados á c i r c u l a c i ó n , los cuales en Brumario del

año V I I I se les debían diez m e s e s . Sin e m b a r g o , era preciso dar alguna cosa á los acreedores y pensionistas del Estado. Se les entregaban , pues , bonos da atrasos, cuyo único valor consistía en ser r e c i bidos c o m o dinero en pago de c o n t r i b u -ciones. ¡No se satisfacía el prest al soldado, p e r o se pagaba lo que tomaban los e j é r -citos en los pueblos para v i v i r , por medio de ¿oreos de requisición, asimismo a d misibles en pago de impuestos. Las c o m -pañías encargadas de p r o v e e r á algunas de las necesidades del s o l d a d o , e g e c u -tando mal su s e r v i c i o , y á veces descui-dándolo del todo, hacían que se les entregase en vez de d i n e r o , libranzas c o n -tra las primeras en-tradas del tesoro : y gracias á esta especie de t í t u l o s , o t o r -gados muy a r b i t r a r i a m e n t e , se hacían dueños de casi todo el n u m e r a r i o q u e ingresaba en las arcas públicas. En fin, los pagarés sobre bienes nacionales, ad-misibles en pago de estos bienes, era el último papel añadido á lodos los que aca-bábamos de e n u m e r a r , y que contribuía al mas h o r r o r o s o a g i o t a g e .

En e f e c t o , estos valores no 4 „ ¡o t. , „c

tenían un curso obligatorio c o - " t ,' ° 's

(9)

C O N S T I T U C I Ó N D E L A N O V I I I . 11

ruinosa para el E s t a d o , y de una espan-tosa desmoralización para el público. Los hombres d e negocios q u e poseían todo e l n u m e r a r i o , podían proporcionárselos con gran ventaja. A l tanto mas bajo se los compraban á los censualistas , abas-t e c e d o r e s y oabas-tros deabas-tenabas-tores , y en segui-da los hacían presentar en ei tesoro en pago d e c o n t r i b u c i o n e s , y vertían por cien francos lo q u e á lo mas les habia costado o c h e n t a , y á v e c e s sesenta ó c i n cuenta. Los mismos recaudadores se e n t r e -gaban á este género de e s p e c u l a c i ó n , y en tanto que por una p a r t e recibían el di-nero de los c o n t r i b u y e n t e s , derramaban á la par en las arcas del E s t a d o , papel

que habían adquirido al precio mas íntimo. A s i , eran muy pocos los c o n t r i b u -yentes que pagaban en n u m e r a r i o , por la grande ventaja que les resultaba de ha-c e r l o en papel. De este m o d o el tesoro no recibía casi ningunos v a l o r e s reales, y sus apuros aumentaban cada días mas.

, . Asi c o m o la i r r i t a -L l e m p r é s t i t o f . n - c¡0 1, e o n t, .a |o s

Vendea-7.0SO p r o g r e s i v o , h bj oc asionado la o b (-to d e u n v i v o , . . . . .

d e s c o n t e n t o . l t íy de rehenes, la i r r i

tación contra los a g i o tistas habia inspirado la medida del e m -préstito forzoso p r o g r e s i v o , destinado á h e r i r á los grandes c a p i t a l i s t a s , y á ha-cerles cargar con todos los gastos de la guerra. Esto era á lo que se habia llamad o , llamadurante los llamadías llamadel t e r r o r , e l i m puesto sobre los r i c o s , y lo que en I n -glaterra se conocía con el n o m b r e de income—tax-, i m p u e s t o del que se servía e n t o n c e s M . Pitt para alimentar la encar-nizada guerra que sostenía contra la Francia. E s t e i m p u e s t o , p r o p o r c i o n a d o , no á la estension de las p r o p i e d a d e s in-muebles , que es lo que constituye una base c i e r t a , sino á la supuesta riqueza de los p a r t i c u l a r e s , e r a , con g r a n ira-bajo, practicable en I n g l a t e r r a , en un estado normal , en q u e el furor de los partidos no hacia de la valuación de las fortunas un m e d i o de v e n g a n z a ; pero en Francia era i m p r a c t i c a b l e , p o r q u e en m e d i o de los d e s ó r d e n e s de la é p o -ca , e l j u r a d o tasador era una especie de junta r e v o l u c i o n a r i a q u e imponía cap r i c h o s a m e n t e á la r i qu e z a ó la cap o b r e -za , según cumplía á sus p a s i o n e s , y que no pasaba j a m a s p o r j u s t o , ni aun cuando o b r a b a en j u s t i c i a , lo q u e e q u i v a le á no serlo. No a t r e v i é n d o s e á p r e s e n -lar esta m e d i d a , c o m o otras v e c e s ,

baj o la forma pura y sencilla de un i m -p u e s t o , la habían disimulado bajo el nom-bre de empréstito forzoso , r e e m b o l s a b l e , decian , en bienes n a c i o n a l e s , que d e b í a n ser repartidos , según las supuestas p r o -porciones de cada uno , por un j u r a d o tasador. A s i , pues , esta medida habia v e n i do á ser una de las calamidades del m o -m e n t o , que unida á la l e y de rehenes formaban ambas los dos motivos de q u e -ja mas c o m u n m e n t e alegados contra e l D i r e c t o r i o . N o era ella la causa , c o m o decian , de la miseria del tesoro , miseria debida á un conjunto de c i r c u n s t a n -cias ; pero habia a l e j a d o á los

especuladores r i c o s . cuyos socorros eran i n d i s -pensables al g o b i e r n o . y de los cuales era preciso que se s i r v i e s e , aunque f u e -se solo por un m o m e n t o , á fin de p o d e r pasarse sin ellos mas t a r d e .

Esta situación rentística,

era como ya hemos dicho, I j U s i t u a c i ó n l i

-la principal causa de -la ini- " .a u c i e r ; l> l "1"

-seria y de los reveses de í ' ll a l cal,sa ' , . . . . l o s r e v e s e s d e nuestros ejércitos. P e r f e c - m,es t r o s e j é r e i -tamente conocida de las p o - t o s/

lencias estrangiM'as, les

inspiraba la confianza de v e n c e r n o s t e n i e n do una poca de p e r s e v e r a n c i a . Sin d u da las dos victorias de Zurich y d e l T e -xel las habían alejado a l g o del o b j e t o á que aspiraban, pero no d e s c o n c e r t a d o . Orgullosa e l Austria de n- ,c, • ; „ . i

, ? . . , , U i s p o s i c i o n e s d e haber reconquistado la l a s p o l e n c ¡ a s c ¡,_

I t a l i a , estaba decidida á n i n f e r a s , combatir á todo trance , s .

antes que cederla de n u e - A t l l> ' - r i ; > . vo. Se conducía ya c o m o soberana a b soluta. Ocupando el P i a m o n t e , la T o s -cana y los Estados Romanos , no habia llamado ni al rey de Cerdeña á T u r i n , ni al gran duque de Toseana á F l o r e n -cia , ni al g o b i e r n o pontifical á Roma. La derrota de Korsakoff y de S u w a r o w en Zurich la afectaba m e n o s q u e lo que se hubiera c r e í d o . A sus ojos era un r e -ves para las armas rusas, y no para las armas austríacas; una falta de los g e n e -rales Korsakoff y S u w a r o w , un aconte-cimiento militar de fácil r e p a r a c i ó n , la-mentable en el solo caso de que aleja-se á los rusos de la guerra. P e r o con-taba atraerlos al c a m p o de batalla con la influencia y los subsidios británicos. En cuanto a l a I n g l a t e r r a , rica j ja in„ |a

con el income-tax , que produ- ¿ B'1 1

cia ya mas de 200 millones al

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12 L I B R O P R I M E R O .

das, fuera, las principales potencias de j o v e n Bonaparte , aun V c" .t a]a r.o t r c c',;i ; l s

E u r o p a , hacían mucho mas i n m i n e n t e con sus mismos talen- C l l,c i m s

,^ . , i • , c í a s a l n e n i o d e l el peligro de una guerra. Era preciso tos y su gloria > se hu- « e n e r a ! B o n a p a r t e crear cualesquiera medios rentísticos pa- hiera o f r e c i d o en 1789,

ra enviar un p r i m e r socorro á los ejér- para organizar la sociedad francesa , q u e citos h a m b r i e n t o s ; era preciso orga- tendía entonces por todas partes á su nizarlos , hacerlo avanzar , mandarlos disolución , porque sus e l e m e n t o s ha-b i e n , y añadir nuevas victorias á las que ha-bian llegado á ser i n c o m p a t i ha-b l e s , en va-habían alcanzado al t e r m i n a r la última no hubiera tratado de oprimirla e n t r e c a m p a ñ a ; era preciso sobre todo quitar sus brazos p o d e r o s o s , porque sus bra-á los gabinetes estrangeros esa idea de zos de h o m b r e nada hubieran p o d i d o una p r ó x i m a disolución en Francia , que contra las fuerzas de la naturaleza. A l hacia k los unos tan confiados en el r e - c o n t r a r i o , en la actualidad , en que , re-sultado de la guerra y á los otros tan des- ta aquella e n v e j e c i d a s o c i e d a d , c o m o confiados en sus relaciones con nosotros: era preciso que lo estuviese antes d e ser y todo esto solo podía obtenerse de un reedificada por un n u e v o m o d e l o , solo gobierno f u e r t e , que supiese contener presentaba e l e m e n t o s d i s e m i n a d o s ; p e -los partidos y dar á -los espíritus la uní- r o que p r o p e n d i e n d o el-los mismos A dad de i m p u l s o , sin la cual no hay a p r o x i m a r s e , se iban á prestar á lodos en los esfuerzos que se hacen para sai- los esfuerzos de la mano hábil que su-v a r s e , ni c o n j u n t o , ni e n e r g í a , n i b u e - piera enlazarlos. T e n i a , p u e s , el g e n e r a l nos resultados. Bonaparte á su favor , su g e n i o y la ayuda

Se habia llegado al de las circunstancias. Necesitaba organizar K e c n r s o s q u e q u e - exces0 ¿ e l m ai f.u o [0 f]a una sociedad; p e r o una sociedad

u n b a n e n t o n c e s a - i 1 , • • i., i

la t'ranti i n i uy a menudo es el que q u e n a ser o r g a n i z a d a , y serlo por

preludio de la vuelta é l , porque en él tenia una confianza ¡n-liaba rendir muy pronto por hambre , in- del b i e n , supuesta la condición d e q u e terceptando la remisión de todo socorro queden algunas fuerzas al cuerpo e n -a nuestro ejército de E g i p t o , á quien f e r m o , cuy-a cur-ación se -agu-ard-a. P o r esperaba reducir pronto por las p r i v a - fortuna , las fuerzas de la Francia eran ciones y por la fuerza , la Inglaterra esta- aun muy grandes. La r e v o l u c i ó n , aun-ba decididamente determinada;'! continuar que disfamada por aquellos ;'i quienes todos los resultados d e que se v a n a g l o - habia lastimado ó cuyas ilusiones no ba-ñaba su p o l í t i c a , antes de d e p o n e r las bia r e a l i z a d o , no por eso dejaba de ser armas. Contaba ademas con una c s p e - la causa de la justicia y de la r a z ó n ; é cié de disolución social en F r a n c i a , que inspiraba aun la adhesión que una gran muy pronto cambiaría nuestro suelo en causa inspira siempre. A d e m a s , tenían un pais a b i e r t o , accesible al que qui ligados á su s u e r t e , numerosos i n t e r e siese apoderarse de él. sados en todos aquellos que habían a d

-L. p j .t La P r u s i a , única de las quírido nuevas s i t u a c i o n e s , c o m p r a d o

bi'>Espari1a.y potencias d e l Norte que no bienes de los emigrados ó d e s e m p e ñ a -había tomado parte en la guer- do un papel c o m p r o m e t i d o . En lin , no r a , observaba respecto al gobierno fian- estaba la nación tan agotada m o r a l y ees, una reserva llena de frialdad. La físicamente, para resignarse á v e r á los E s p a ñ a , obligada por el tratado de alian- austríacos y á los rusos i n v a d i r su ter-za de S. Ildefonso , á hacer causa c o - r i t o r i o . Se indignaba , por el c o n t r a r i o , mun con nosotros, manifestaba estar en á esta i d e a ; sus ejércitos h o r m i g u e a b a n e s t r e m o disgustada de esta comunidad de soldados, de oliciales y de g e n e r a -de intereses. Parecía que todo el mun- les admirables , que solo necesitaban una do se cuidaba muy poco de tener reía- buena dirección. 'Podas estas fuerzas esciones con un gobierno p r ó x i m o á su taban prontas á reunirse e s p o n t á n e a m e n -cumbir. Las victorias de Zurich y del te bajo una sola m a n o , s i e s t a mano era T e x e l le habían valido las c o n s i d e r a d o - capaz de dirigirlas. Las circunstancias nes e s t e r i o r e s , pero no la confianza de f a v o r e c í a n , pites, al h o m b r e de g e n i o los g a b i n e t e s , con los cuales estaba en que iba á p r e s e n t a r s e , y hasta el m i s -paz ó en alianza. mo genio tiene necesidad de las

circuns-A s i , p u e s , insurreccionada de n u e - tancias.

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C O N S T I T U C I Ó N D E L A N O V I I I . 13 mensa , inspirada p o r triunfos inauditos.

La l e y q u e decre-P o d e r c s d e l o s Con- taba el

Consuladopro-s u l c Consuladopro-s p r o v m o i í a l e Consuladopro-s y v¡sionaj daDa ¿ los ()(_• las Comisiones ><'- . n • t

g i i b l i v a i . l r ef Cónsules vastos

poderes. Esta l e y les investía de la plenitud d e l poder direc-lorial; les encargaba especialmente de restablecer ei orden en todas las parles da la administración , d e restablecer la tran-quilidad interior y de procurar á la Fran-cia una paz honrosa y sólida. L e s asoFran-cia- asociaba dos comisiones legislativas d e v e i n -te m i e m b r o s cada una , e l e g i d o s en el Consejo de los Ancianos y en el de los Quinientos , encargados d e r e e m p l a z a r el cuerpo l e g i s l a t i v o , y de dar un carácter l e g a l á los actos de lus Cónsules. A u t o rizaba á estas dos comisiones para d e -cretar todas las medidas necesarias pro-puestas por la autoridad ejecutiva. Les confiaba ademas el importante cuidado de preparar la nueva Constitución. V sin e m b a r g o , c o m o no se les podían a t r i -buir tales poderes por un t i e m p o ilimi-tado , la misma ley establecía que si pa-ra I . " dcí p r ó x i m o Ventoso la nueva Cons-titución no habia sido promulgada y a c o p l a d a , se reunirían de hecho los dos Consejos de los Ancianos y de los Qui-nientos, l'or si llegaba este caso , los m i e m b r o ? d e l Cuerpo legislativo perma-necerían revestidos de sus p o d e r e s , sal-v o sesenla d e entre ellos, borrados de las lisias d e los Consejos p o r una m e -dida estraordinaria. Estando fijada esta reunión eventual para el 1." de V e n t o -s o , la dictadura confiada á lo-s Cón-sule-s estaba limitada á tres meses. En efecto, era una verdadera dictadura la que se les habia conferido ; porque deliberando aquellas comisiones s e c r e t a m e n t e ; divididas en diversas secciones de H a -c i e n d a , de Legislatura, de Constitu-ción; no reuniéndose mas que para legalizar lo q u e el g o b i e r n o tenia que p r o p o n e r -les , eran los instrumentos mas seguros y cómodos para obrar con prontitud. Por l o d e m á s , no habia que t e m e r que

abu-sasen de tales p o d e r e s , porque cuando hay tanlo bien que hacer y con tal pront i pront u d , no pierden los hombres su pront i e m -po en hacer mal.

El mismo día d e

1 n - n e r a d e l i n c a c i ó n su He,r a d a a[ L u x e r n

-d c l o s t r e s C ó n s u l e s fa » reunieron

e n e l n c i n i c i i o I J U - , r ' , , , . x e i n l ) u i " o 'o s tres Cónsules p r o

-0 visionales para

deli-berar sobre Lis negocios mas u r g e n t e s del Estado. Era el 11 de N o v i e m b r e d e 1799 (20 de l í r u m a r i o . ) Necesitábase e l e -gir un Presidente , y si bien la edad y la posición d e M . Sieyes parecían recla-mar esta distinción , R o g e r - D u e o s , aun-que su a m i g o , como arrastrado por el sentimiento d e l m o m e n t o , dijo al g e n e -ral B o n a p a r t e : «Ocupad la presidencia y d e l i b e r e m o s . " = E 1 g e n e r a l Bonaparte lo verificó al m o m e n t o . Sin e m b a r g o , las actas de los Cónsules provisionales, no hicieron ninguna mención de este acto. Desde luego se ocuparon en ha-cer un b r e v e eesámen de la situación. El j o v e n Bonaparte ignoraba aun m u -chas cosas ; pero las adivinaba. Habia hecho la g u e r r a , provisto á la conservación de ejércitos numerosos , a d m i nistrado provincias c o n q u i s t a d a s , n e g o -ciado con la E u r o p a : este es el mejor de los aprendizajes en el arte de g o bernar. P á r a l o s talentos s u p e r i o r e s , p e -ro únicamente para e s o s , la guerra es una escelente escuela : se aprende á mandar, á d i c i d i r s e , y sobre todo á a d -ministrar. A s i pues, pareció que el nuevo Cónsul tenia sobre las cosas ó u n í opi-nión formada , ó una opiopi-nión que se formaba con la rapidez d e l r e l á m p a g o , sobre todo después de haber oid<> á los hombres especiales, únicos á quienes es-cuchaba , y solo sobre los objetos q u e concernían á su especialidad.

Un g é n e r o de conocimiento . m u y esencial en el ejercicio d e la a u t o r i d a d s u p r e m a , le faltaba e n t o n c e s , cual es el c o n o c i m i e n t o , no de los h o m b r e s si-no de los individuos. En cuanto á los hombres en general los conocía profun-damente ; p e r o habiendo p e r m a n e c i d o

siempre en los e j é r c i t o s , era eslraño á los individuos que habían figurado en la revolución. Esta falla la suplía con la ayuda d e l testimonio d e sus c o l e g a s . P e -ro gracias á una penetración lápida , y á una memoria p r o d i g i o s a , pronto iba á conocer el personal d e l g o b i e r n o tan bien c o m o el de su e j é r c i t o .

(12)

14 L I B R O P R I M E R O .

urgentes que había que h a c e r ; y M. S i e - cimiento profundo de los h o m b r e s y de y e s , con una resignación que honra su las cosas de la r e v o l u c i ó n . Era e n t o n -razon y su p a t r i o t i s m o , dijo por la n o - ees el ministro indicado de p o l i c í a , asi che á M M . de Talleyrand y Rcederes : T e - como M. de T a l l e y r a n d , habituado á las nemos un dueño que sabe hacerlo l o d o , C o r t e s , práctico en los altos n e g o c i o s , que puede hacerlo t o d o , y quiere hacer de espíritu fino y conciliador , era el i n lo todo.—Concluyendo sabiamente q u e dícado para ministro d e relaciones e s -debía dejársele o b r a r , porque en aquel teriores. M . Fouché fue c o n s e r v a d o en m o m e n t o las rivalidades personales

hu-bieran perdido á la Francia. Fue de nue-vo c o n v e n i d o , por una especie de

partisu puesto; p e r o era tan grande el d e -sencadenamiento de los r e v o l u c i o n a r i o s contra M. de T a l l e y r a n d , bien á causa cipacion voluntaria de las atribuciones, de sus constantes relaciones con el par-q u e , durante esta dictadura, en la cual tido m o d e r a d o , bien por el papel par-que debía trabajarse porque fuese corta y f e

-cunda, el g e n e r a l Bonaparte gobernaría, y M . Sieyes se ocuparía de la

Constitudesempeñú en los últimos a c o n t e c i m i e n -t o s , que se vieron obligados á d i f e r i r por algunas semanas su vuelta al m i n i s -cion. Este e r a , c o m o ya se ha d i c h o , un terio de relaciones estrangeras. M . d e encargo que la opinion pública confiaba Reinhart quedó en su puesto por espaá este ú l t i m o , y en el cumplimiento del ció aun de quince días. E l general B e r -c i m i , no estaba dispuesto su -colega á thier, fiel -compañero del v e n -c e d o r de Ita-contrariarle m u c h o , e x c e p t o en la parte lia y del E g i p t o , su inseparable gefe de

de la organización del poder ejecutivo.

n , , Lo mas perentorio era

í.omposn-ion del . • - , i -ir- • la composición del Minis-í m p o s i i ' . i o n de

Ministerio.

estado m a y o r , que tan bien sabia c o m prender y transmitir sus ó r d e n e s , r e c i bió la cartera de la g u e r r a , que r e t i r a -terio. En una monarquía ron á M. Dubois—Graneé , j u z g a d o por se llaman para este cargo á los primeros h o m b r e de opiniones demasiado a r d i e n -hombres del país. En una república , sien- tes. M. Quinette , ministro del interior do estos hombres mas notables los gefes fue r e e m p l a z a d o por el ilustre sabio M . de e l l a , no quedan para el M i n i s t e r i o mas de La Place. Esto era un grande y j u s -que hombres de segundo o r d e n , verda- to h o m e n a g e rendido á la ciencia ; p e r o deros s e c r e t a r i o s , sin responsabilidad no fue un servicio hecho á la a d m i n i s -ninguna, porque la responsabilidad ha su- tracion. A q u e l h e r m o s o g e n i o era p o c o bido mas alto. Cuando personages como á propósito para los detalles de los n e -M . Sieyes y e l g e n e r a l Bonaparte eran gocios. Un hábil i n g e n i e r o de construc-cónsules , otros asimismo muy

distingui-d o s , c o m o M M . F o u c h é , Cambaceres, R e i n h a r t , de T a l l e y r a n d , no podían ser

verdaderos Ministros. Su elección no t e en este momento era quizas la del n a -ciones navales , M. F o r f a i t , r e e m p l a z ó á M . Bourdon (de l'Oise) en el m i n i s t e r i o de marina. La elección mas i m p o r t a n t e

nía otra importancia que cierta signifi-cación política y el buen despacho de los

nistro de hacienda. En los ministerios ya indicados podian los cónsules suplir á los

mas considerables, cuales eran los de guerra y relaciones estrangeras : en e f e c -n e g o c i o s . Solo co-n relació-n á esto p r e - m i -n i s t r o s , co-n especialidad e-n los dos sentaba esa elección algún ínteres.

El jurisconsulto C a m b a c e r e s , h o m

-b r e sa-bio y c u e r d o , á quien daremos á f o , el g e n e r a l Bonaparte podía s u p l i r l a conocer mas a d e l a n t e , fue elegido sin falta de M M . Berthier y de R e i n h a r t . oposición ninguna para el ministerio de P e r o no sucedía así con e l de hacienda. Justicia. M . F o u c h é , después de una Esta es una materia en que son precisos viva discusión entre los c ó n s u l e s ,

con-servó el ministerio de policía. M. Sieyes se oponía á e l l o , p o r q u e , según decía,

conocimientos e s p e c i a l e s , y en el m i nisterio que desaparecía con el D i r e c -t o r i o , no habia ningún h o m b r e que puera un h o m b r e de poca conñanza y h e dipuera trabajar con utilidad en la r e o r -chura del d i r e c t o r Barras. E l general ganizacion de la hacienda q u e e r a tan Bonaparte lo sostuvo é hizo p r e v a l e c e r necesaria y u r g e n t e . Ecsistía un antiguo su dictamen. Creíase o b l i g a d o á elfo por oficial p r i m e r o , de talento poco b r i l l a n -los muchos servicios que habia recibido

de a q u e l , durante los sucesos del 18 de Brumario. A d e m a s , M . Fouché , unía á un talento muy p e n e t r a n t e , un c o n o

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C O N S T I T U C I Ó N D E L A Ñ O V I H . l.H

a d m i n i s t r a t i v o s , o s c u r o s , pero p r e c i o M. M a r e t , sin igualarle en m u c h o , c o n -sos; sin los cuales no podrían pasarse trajo en la carrera civil algunos de los los g o b e r n a n t e s , y que se deben t e n e r en m é r i t o s que aquel ilustre ge le de E s l a -gran cuenta. El oficial p r i m e r o , de que do m a y o r alcanzó en la carrera militar, se trata a q u í , era M. G a u d i n , que fué E l g e n e r a l L e f e b v r e p e r m a n e c i ó en después duque de Gaeta. M . Sieyes, en el m a n d o de la d é c i m a séptima división estado de j u z g a r a los h o m b r e s , aunque militar. T o d o s se acordarán que en la p o c o capaz d e m a n e j a r l o s , habia j u z - mañana del 18 d e B r u m a r i o , v a c i l ó al gado á M . Gaudin , y , hacia la conclusión p r i n c i p i o , arrojándose en seguida c i e del D i r e c t o r i o , habia pensado confiarle gañiente en los b r a z o s del n u e v o d i c -la cartera de hacienda. M . G a u d i n , buen tador. F u é r e c o m p e n s a d o con e l mando h a c e n d i s t a , p e r o t í m i d o c i u d a d a n o , no de la décima séptima división y e l g o -habia q u e r i d o aceptar el o f r e c i m i e n t o bierno de Paris. En a d e l a n t e se podia que se le habia h e c h o , bajo un g o b i e r - contar con su fidelidad,

no m o r i b u n d o , al cual faltaba la p r i m e - A l g u n o s m i e m b r o s . ra condición del c r é d i t o , cual es la fuer- de los dos Consejos, t r i v i o de a g e n t e s za y la apariencia de duración. E'ero que mas se habían d i s - a p r o v i n c i a s ,

cuando el poder parecia recaer , sin tinguido por su c o o p e r a c i ó n el 18 de B r u -contradiccion , en manos hábiles y fuer- m a r i o , fueron enviados á las provincias tes , no podia sentir las mismas r e p u g - para esplicar y justificar aquellos sucenancias. T e n i e n d o el g e n e r a l Bonaparle sos, y en caso de necesidad . para r e e m -un gusto decidido por los h o m b r e s prác- plazar á aquellos agentes de autoridad t i c o s , se adhirió sin vacilar á la p r o que hubieran p o d i d o m o s t r a r s e r e b e l -puesta de su c o l e g a Sieyes , y ofreció á des ó ineptos. El a c o n t e c i m i e n t o d e l 18 M . Gaudin la administración de la ha de Brumario habia sido acojido con j ú -cienda. M. Gaudin aceptó el puesto , en bilo en todas p a r t e s ; no obstante , el

el que p o r espacio de quince años no partido r e v o l u c i o n a r i o tenia , en l o s h o m -cesó de hacer e m i n e n t e s servicios. bres c o m p r o m e t i d o s p o r sus e s c e s o s , se-A s i se hallaba c o m p l e t o el m i n i s t e - cuaces que podian ser p e l i g r o s o s , s o b r e rio. A los p r e c e d e n t e s n o m b r a m i e n t o s todo en las provincias del mediodía. A l l í añadieron uno n u e v o , que fue el de se- donde se presentaban, la j u v e n t u d , que c r e t a r i o de los Cónsules bajo e l título habian llamado dorada , estaba pronta de secretario de E s t a d o , y que recayó á v e n i r á las manos con ellos. L a d e r -en M . M a r e t , después duque de Bas- rota ó la victoria de unos ú o t r o s , hu-sano. Encargado de p r e p a r a r para los hiera traído graves i n c o n v e n i e n t e s . Cónsules los e l e m e n t o s de sus trabajos, H u b o algún cambio en D ¡s t, . ¡ [ ,n c¡o n ,[,.

d e redactar á m e n u d o sus resoluciones, la distribución de los gran- i „s' «r ¡, n r l c s i n . m -d e comunicarlas á los gefes -de los -d i - -des man-dos militares. E l d o sam i l i t ; m ; s " versos departamentos , de c o n s e r v a r lo- general M o r e a u ,

(14)

IO

L I B R O P R I M E R O .

n u m e r o s o , el mas brillante de la repú-blica , y no podían p o n e r l o en mejores manos. El general M o r e a u habia brilla-do poco en la última campaña. Sus ser-v i c i o s , muy p o s i t i ser-v o s , sobre todo cuando con un puñado de hombres d e t ú v o l a mar-cha victoriosa de S u w a r o w , no habían sido sin e m b a r g o v i c t o r i a s , y no fue-ion apreciados en su justo valor. En aquella época la batalla de Zurich lo ha-bia borrado l o d o . A d e m a s , la conducta política de M o r e a u en el negocio del 18 de Fruclidor , cuando denunció á Piche-g r ú , ó muy p r o n t o . ó demasiado tar-de , le habia perjudicado en la opinión, y contribuido á que se le j u z g a r a c o m o un carácter débil , de hecho fuera de su c e n t r o cuando no estaba en los c a m -pos de batalla. El g e n e r a l Bonaparte lo e l e v a b a , p u e s , mucho al concederle un mando tan vasto , y tomaba ademas una determinación muy acertada. Las l e g i o nes del Ilhin y de la H e l v e c i a c o n l e -nian los mas ardientes republicanos del e j é i ' f i l n . y muchos envidiosos de la glo-ria adquirida en Italia y en Egipto. Mas-sena los mandaba , y aunque estaba sub\ ugado por el genio del g e n e r a l B o n a -p a r t e . le -profesaba muy -poca amistad. Pasaba a l t e r n a t i v a m e n t e respecto á es-te particular drt la admiración al mal humor. Se podia temer alguna d e m o s -tración sensible con m o t i v o del 18 de Bruniario. La elección de Moreau d e s -truía todas las manifestaciones posibles y quitaba á un ejército d e s c o n t e n t o un general mal dispuesto. También era bue-na esta elección bajo el punto de vista m i l i t a r ; porque el ejército del Rhin y de la H e l v e c i a estaba destinado, si la guerra empezaba de n u e v o , á operar en A l e m a n i a , y nadie habia estudiado m e -j o r que Moreau esta parle del teatro de la guerra.

Massena lúe enviado al ejército de Italia, en lugares y entre soldados que le eran p e r f e c t a m e n t e conocidos. Era satis-factorio para él verse elegido como repa-rador de las faltas cometidas en 1799, y como continuador de las hazañas del g e -neral Bonaparte en 1796. Separado del ejército con el cual acababa de vencer y crearse un a p o y o , iba á ser traslada-do enmedio de otro nuevo , que odiaba al D i r e c t o r i o , y en donde solo debia en-contrar partidarios del 18 de Bruniario. Esta elección, c o m o Ja p r e c e d e n t e , era también acertada bajo el punto de vista

militar. Era m e n e s t e r disputar e l A p e nino á los Austríacos , y para este g é n e ro de g u e r r a , sobre este teatro de o p e -raciones, Massena no tenia igual.

Después de haber h e - D • ,.

, ¡ . , . , , P r i m e r a s m e d i -d l o estos in-dispensables d a s , .e n U-s t i c a s.

nombramientos , d e b i e

-ron ocuparse los cónsules de un asunto no menos a p r e m i a n t e , cual era la ha-cienda. A n t e s de o b t e n e r el dinero de los capitalistas, era preciso darles la satisfacción de suprimir el e m p r é s t i t o f o r -zoso p r o g r e s i v o , que participaba , unido A la ley de r e h e n e s , de la reprobación universal.

El empréstilo forzó- _ . . , s o , así como la ley de E s t m c i o , , d e l e , n

-. -. -. J , p r e s t i t o l o r / o s o rehenes estaban muy le- m )„r e s¡v 0. ,

j o s de haber p r o d u c i d o 1 n

los males que se les atribuían. P e r o e s -tas dos m e d i d a s , m » y mezquinas bajo el aspecto de utilidad, ícnian contra s í , ba-j o el aspecto m o r a l , e l oscilar los mas odiosos recuerdos de la época d e ! t e r -ror. Asi es que todo el mundo estaba de acuerdo en condenarlas. Los mismos r e v o l u c i o n a r i o s , que en su patriótico a r -dor las habían solicitado del D i r e c t o r i o , por una reacción , muy común en los partidos ; se habían súbitamente pronun-ciado contra aquellas m e d i d a s , desde que habían visto sus malos resultados.

A p e n a s instalado el Minis- , . tro daudin , presento por ór- ( „ , „ . . ,

den de los cónsules á las c o - '' n ' ' '

misiones legislativas una r e s o l u c i ó n , c u y o o b j e t o era la supresión del e m p r é s -tivo forzoso p r o g r e s i v o . Esta supresión fue admitida con aplauso universal. Se r e e m p l a z ó el empréstalo forzoso con una subvención de g u e r r a que consistía en una adición de d5 céntimos al principal de las contribuciones t e r r i t o r i a l , m o v i -liaria y personal. Esta subvención era pagadera como las otras c o n t r i b u c i o n e s en dinero ó en papeles de toda e s p e c i e ; p e r o , vista la necesidad , se ecsigió q u e la mitad fuese satisfecha en n u m e r a r i o

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-CONSTITUCIÓN t i t o s que entrasen al momento algunos fondos en el tesoro. M . G a u d i n , en ra-zón de sus nuevos actos, destinados so-bre todo á complacer á los grandes ca-pitalistas, apeló á los principales ban-queros de la c a p i t a l , y les pidió socorros, cuya urgencia era de todos conocida. El

general Bonaparte inter-S o c o r m i n m c d i . i - vi[10 u¡r ec t a m e n t e c e r

-r o d e 12 ma I o n e s ca d(J a(jUellos qU(J ¡n.

C ^ " ; " ^ T

- e d i a t a n , e n t e

presta-I,, c ; lpit,',|. ron al g o b i e r n o una s u

-ma de doce millones en metálico. Debia ser reembolzada con las p r i m e r a s entradas de la contribución de g u e r r a .

Este socorro era un gran beneficio y honraba ct buen sentido de los ban-queros de la capital. Pero al mismo tiem-po era solo un alimento de algunos ¡lias, y se necesitaban recursos mas dura-deros.

,, . A l principio de este d e l A . r i . - n d . . . , br 0 se !la v!sln, ' C0,!í0

la supresión de la:- con-tribuciones indirectas, llevada á cabo ¡i los p r i m e r o s pasos de la r e v o l u c i ó n , lia -hia reducido e l tesoro solo á las rentas de las contribuciones directas ; como e s -tas ren-tas se habían casi anulado por la tardanza en la formación de las listas. y c o m o , en l i n . habiendo desaparecido los asignados. medio ordinario d e llenar t o -dos los déticils , se atendía al servicio con papeles de diversa n a t u r a l e z a , que no teniendo curso o b l i g a t o r i o , c o m o si fue-se d i n e r o , no perjudicaban, c o m o antes, las transacciones p a r t i c u l a r e s , pero d e jaban al gobierno sin r e c u r s o s , y f o m e n taban e l mas odioso a g i o t a g e . Se n e c e sitaba salir de este estado y r e o r g a n i -zar la p e r c e p c i ó n , si se querían abrir d e n u e v o , con los manantiales de la renta pú-blica , los d e l c r é d i t o .

En todo pais donde M e d i o s e m p i c a - existen contribuciones d o s p a r a a s r i j i i - S0Drc ]as propiedades

v a r l a r e c a u d a y personas, q u e es lo

1 1 que llamamos en

Francia contribuciones d i r e c t a s , se n e c e -sita un estado de las propiedades con la valuación de sus productos , y un estado nominal d e las personas con la valuación de sus facultades pecuniarias: se n e c e s i t a modificar todos los años esos estados siguiendo la traslación de las propiedades de mano en mano , el nacimiento , la m u e r t e , y la

mudan-TOMO i.

DEE A N O V I H . 17 za d e las personas : en s e g u i d a , es m e

-nester r e p a r t i r todos l o s años e n t r e los propietarios y las personas e l total de impuestos q u e se haya d e c r e t a d o , y por último , se necesita una recaudación á la v e z esacta y p r u d e n t e : esacla para a s e gurar las e n t r a d a s ; p r u d e n t e , para m a nejar á los c o n t r i b u y e n t e s . Nada d e e s -to'ecsístia en e l a ñ o V I H (1799).

El c a t a s t r o , obra de cuarenta años transcurridos , aun n o se había e m p e z a d o . En algunas municipalidades habia antiguos libros de apeos de las t i e r r a s , y un e s tado general d e las p r o p i e d a d e s , e m p r e n -dido en t i e m p o d e la C o n s t i t u y e n t e . N o obstante la poca esactitud d e estos da-tos babia que hacer uso d e e l l o s . P e r o las operaciones que c o n s i s t e n en r e v i -sar los estados d e las p r o p i e d a d e s y d e Jas personas, siguiendo sus incesantes variaciones, y en repartir a n u a l m e n t e entre ellas la cantidad decretada d e l i m p u e s t o , esas o p e r a c i o n e s , q u e c o n s

-tituyen propiamente lo que se llama la formación de las l i s t a s , estaba al cuida-do de las administraciones municipales, cuya desorganización é incuria h e m o s dado ya á c o n o c e r .

No estaba menos desordenada la r e -caudación , pues se adjudicaba á los q u e se ofrecían á hacerla á menos p r e c i o . Estos abjudicatarios v e r t í a n los fondos r e caudados en manos d e los a d m i n i s t r a d o -res , q u e s e r v i a n . d e i n t e r m e d i a r i o s e n t r e ellos y e l recaudador g e n e r a l . Unos y otros estaban alcanzados, sin q u e e l d e -sorden que presidia á todas l a s cosas, permitiese que se les vigilase. A d e m a s , el no estar formadas las listas, l e s p r o -prorcionaba una escusa plausible p o r e l retardo e n la entrega de f o n d o s , y e l agiotage, un medio de desquitarse en pa-pel de ningún valor. En una palabra, recibían poco y e n t r e g a b a n m e n o s .

Por dictamen d e M . r • i i Gaudin, los cónsules n o (- ' - «: , c!0 1 1 < l c 1 : 1

, . ' , , . a g e n c i a d e c o n -temieron v o l v e r á c i e r - l o c i o n e s d i -tas practicas del anti- ^ c t a s . guo régimen que la e s

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18

p u d o r por deparlamento. 840 i n t e r v e n tores , esparcidos en mas ó menos n ú -m e r o por los distritos , debían hacer por si mismos el trabajo de las listas , es decir formar la de las propiedades y de las personas, justificar los cambios o c u r -ridos en el año , y aplicarles la parte del impuesto que les c o r r e s p o n d i e r a . A s í , en lugar de cinco mil comisarios de cantón, sin mas encargo que el de solicitar de las municipalidades la formación de las listas, debía haber 99 d i r e c t o r e s , 99 inspecto-res y S'iO i n t e r v e n t o r e s , que ejecutasen por si mismos aquel t r a b a j o , costando al Estado tres millones en vez de cinco. Se esperaba que en seis semanas q u e -daría esta administración completamente o r g a n i z a d a , y que en dos ó tres meses acabaría la t e r c e r a parte que quedaba por hacer de las listas del año V i l (año pasado) todas las del año V I H (año c o r -r i e n t e ) y po-r último todas las del año I X (año p r ó e s i m o . )

Se necesitaba ánimo para v e n c e r a l -gunas p r e v e n c i o n e s , y el g e n e r a l Bona-parte no era h o m b r e que se d e t u v i e s e delante de ellas. Las comisiones legisla-t i v a s , que disculegisla-tían en s e c r e legisla-t o , adoplegisla-ta- adopta-ron , después de algunas observaciones, el p r o y e c t o propuesto. Se establecieron garantías para los contribuyentes que tu-vieran que hacer r e c l a m a c i o n e s ; garan-tías que se encontraron después asegu-radas con mas precisión por m e d i o de la institución de los Consejos de p r e f e c -tura. A s i quedó establecida la base de

toda contribución regular.

H e c h o esto era preciso organizar la recaudación y la entrada de fondos en el tesoro.

H o y d i a , gracias al perfecto orden que el i m p e r i o y los gobiernos posteriores han ido su-c e s i v a m e n t e introdusu-cien- introducien-do en nuestra hacienda , la cobranza de los fondos del tesoro se hace con una facilidad y una regularidad , que nada dejan que d e s e a r . Los c o b r a d o -res reciben mes por mes las contribu-ciones directas, es d e c i r los impuestos que pesan sobre la tierra , las fincas y las p e r s o n a s , las e n t r e g a n al recauda-dor particular c o l o c a d o en cada lugar cabeza de d i s t r i t o , y e s t e las deposita en manos del recaudador g e n e r a l d e la capital del d e p a r t a m e n t o . Los r e -caudadores de las Gontribxcfoms

indirec-L I B R O P R I M E R O .

C r e a c i o n d i * l a s o b l i g a c i o n e s i l e l o s r e c a u d a d o r e s g e n e r a l e s .

denes que recibe de la a d m i n i s t r a c i ó n del tesoro.

La igualdad en la distribución de las cargas públicas y la comodidad g e n e r a l , han h e c h o muy fácil el pago de los i m -puestos : a d e m a s , la c o n t a b i l i d a d , q u e no es mas que la descripción de todas las operaciones relativas á la cobranza y á los g a s t o s , ha l l e g a d o á ser tan clara, que los fondos e n t r a n en el dia señala-d o , y a menuseñala-do mas p r o n t o , sabienseñala-do asimismo el instante preciso de su e n -trada y de su salida. Se ha l o g r a d o , p u e s , establecer un sistema , fundado s ó b r e l a misma verdad de los hechos , á medida que se c u m p l e n . Está en la naturaleza de las contribuciones directas, e s t a b l e c i

das sobre las p r o p i e d a d e s y las p e r s o nas , y que son c o m o una e s p e c i e de r e n -tas, el poder fijarse de a n t e m a n o á lo q u e ascienden y el t é r m i n o de su p a g o . Se les ecsige ,"pues , por dozavas p a r t e s y por meses. Todos los meses se c o n s i d e -ra en débito á los encargados del r a m o : pero se supone que no las han recibido sido dos ó tres meses después de la do-zava p a r t e v e n c i d a , con el fin de fa-cilitarles el medio de c o n t e m p l a r á los c o n t r i b u y e n t e s , y de crearles al m i s m o tiempo un m o t i v o para la entrada d e l impuesto ; porque si lo reciben antes d e l

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ór-e m p l ór-e a d o s dór-el ramo dór-esdór-e ór-el momór-en- momen-to mismo en q u e los i n g r e s o s obran en su p o d e r , y no por dozavas partes y por

m e s e s , c o m o se practica en las contribuciones indirectas. Cada diez dias el r e caudador general queda constituido d e u -dor de lo que ha ingresado en la decena transcurrida.

Desde que está en d é b i t o , sea p o r la especie de contribución que sea . el recaudador general paga interés por las cantidades que adeuda hasta el úia en que las entrega para las atenciones del servicio público. Por el c o n t r a r i o , el dia que paga cualquier suma por cuen-ta del E s t a d o , antes de deberla , el Es-tado á su vez tiene que satisfacer el int e r é s q u e d e v e n g a . Se compensan en s e guida los intereses adeudados por el r e -caudador general . por las sumas que han permanecido en su casa fuera d e l t i e m p o p r e s c r i p t o , y los intereses adeu-dados por e l tesoro por las sumas que se le han anticipado, de m o d o , que ni un dia se p i e r d e de interés ni para el uno ni para el otro ; y el recaudador g e -neral viene á ser un verdadero banque-ro cu cuenta c o r r i e n t e con e l tesobanque-ro, obligado á tener siempre á disposición del gobierno los fondos que las necesi-dades del servicio pueden e x s i g i r en cual-quiera proporción que sean.

Tal es el sistema q u e , la e s p e r i e n -cia por una p a r t e , y la comodidad ca-da v e z mayor de los contribuyentes por o t r a , han ido introduciendo en la c o -branza de los fondos del tesoro.

P e r o en la é p o c a , cuya historia nar-r a m o s , el impuesto se penar-rcibía m a l , y la contabilidad era oscura. E l encargad o en la recauencargadación q u e estaba en encargad e s -c u b i e r t o , podía alegar e l retardo en la formación de las l i s t a s , el apuro de los c o n t r i b u y e n t e s , y ademas disimular los i n g r e s o s , gracias á la falta de claridad en la descripción de las operaciones. El g o b i e r n o no sabia, c o m o h o y . !•> que pasa cada dia en cada una de las m i -les cajas , grandes ó pequeñas , que cons-tituyen la caja g e n e r a l del Estado.

M. Gandío, propuso é h i z o aceptar al g e n e r a l Bonaparle , un sistema , tomado en gran p a r l e del a n l i g u o r é g i m e n , sis-tema i n g e n i o s o , que insensiblemente nos ha traído á la organización establecida en la actualidad. Este sistema fué e l d e las obligaciones de los recaudadores

g e n e r a l e s . Estos r e c a u d a d o r e s , v e r d a

-CONST1TÜC10N D E L A N O V I H . 19 deros banqueros d e l E s t a d o , c o m o ya

los hemos llamado , debían suscribir o b l i gaciones vencidas mes por m e s , por t o do el v a l o r de las contribuciones d i r e c -tas ; es decir , por 300 millones de los quinientos que e n t o n c e s c o m p o n í a n el presupuesto del Estado. Estas obligacio-nes eran pagaderas á su v e n c i m i e n t o , en la caja del recaudador g e n e r a l . Para r e -presentar la tardanza debida al atraso de los c o n t r i b u y e n t e s en satisfacer sus cuotas , se suponía cada dozava p a r t e recaudada cuatro meses después d e la época en que debia haber sido satisfe-cha. Asi , las obligaciones para la d o z a v a p a r l e vencida en 31 de E n e r o , debían ser suscritas al v e n c i m i e n t o del 31 d e M a v o , de modo que , t e n i e n d o el r e c a u dador general cuatro meses de t é r m i no . tenia á la vez un m e d i o para c o n -temporizar con el c o n t r i b u y e n t e y un estímulo para abreviar la entrada del impuesto, porque si lo lograba en d o s meses en lugar de c u a t r o , ganaba dos de intereses.

Esta combinación , ademas de la v e n -taja de no apremiar al c o n t r i b u y e n t e y de interesar al encargado en la entrada del i m p u e s t o , tenía el m é r i t o de i m -pedir á los recaudadores g e n e r a l e s el retardo en la entrega de fondos , p o r que el tesoro tenia sobre sus cajas l e tras de cambio á v e n c i m i e n t o s fijos, c u -yo imporLe estaban forzados á satisfacer bajo pena de protestarlas. Es v e r -dad que tal combinación no era posible, sino después de haber asegurado la f o r -mación de las listas y la recaudación ¡ no pudiendo los recaudadores g e n e r a -les satisfacer esactamente , si esacla-mente no habían cobrado. P e r o , hecho esto por los medios que h e m o s i n d i c a -d o , el sistema -de las obligaciones era fácil de e s t a b l e c e r ; y t e n i a , i n d e p e n dientemente de las ventajas ya e n u m e -radas , la de poner el p r i m e r dia del año k disposición del t e s o r o los 300 millones de las contribucionos directas , en lelras de cambio de un descuento fácil y seguro.

Para dar c r é d i t o k r „ , , „

-. , , -. -. C r e a c i ó n ( l e l a c a í a ese p a p e l , destinado d c a m ü l.L;z ; l c;0 1 i.J

a llenar el oficio que

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