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La madera productos forestales industria

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Dario Lincheta

Academic year: 2022

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Wilver Contreras Miranda Vicente Cloquell Ballester Mary Owen de Contreras

La Madera

Productos Forestales Industria Forestal.

Conceptos y clasificación.

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La Madera

Productos Forestales Industria Forestal.

Conceptos y clasificación.

Wilver Contreras Miranda Vicente Cloquell Ballester Mary Owen de Contreras

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Título: La Madera Productos Forestales Industria Forestal.

Conceptos y clasificación.

Reservados todos los derechos.

Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra en cualquier medio de impresión electrónico o tipográfico, sin la autorización por escrito de los autores.

© 2005, Wilver Contreras Miranda, Vicente Cloquell Ballester y Mary Elena Owen de Contreras.

© Departamento de Proyectos de Ingeniería e Innovación Universidad Politécnica de Valencia, Valencia, España.

Universidad de Los Andes Mérida, Venezuela.

Hecho el depósito de Ley Nº de Registro 05159866 ISBN: 84 – 609 – 6909 - 4

Diseño de cubierta y diagramación interna: Jesús de Luzam.

Dibujante. Jesús de Luzam.

El presente libro ha permitido proyectar parte de sus conceptos en forma de artículos y ponencias

publicados y arbitrados en la Revista AITIM Nº 236 (2005), Madrid, España,

y en el libro de actas del IV Congreso Forestal Español, Zaragoza (2005).

Agradecimientos muy especiales a D. Enrique Peraza y D. Eric Barrios.

Ilustración de cubierta: http://www.apawood.org/level_b.cfm?content=prd_main

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LA MADERA, PRODUCTOS FORESTALES, INDUSTRIA FORESTAL.

CONCEPTOS Y CLASIFICACIÓN.

Wilver Contreras Miranda (1), Vicente Cloquell Ballester (2), Mary Elena Owen de Contreras (3).

(1) Dr. Arq. MSc. Profesor de la Universidad de Los Andes, Mérida, Venezuela. Doctor del Programa de Doctorado del Departamento de Proyectos de Ingeniería e Innovación de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), Valencia, España. Email:

[email protected]; [email protected]

(2) Dr. Ing. Profesor del Programa de Doctorado del Departamento de Proyectos de Ingeniería e Innovación de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), Valencia, España. Email: [email protected]

(3) Dra. Arq. MSc. Profesora de la Universidad de Los Andes, Mérida, Venezuela.

Doctora del Programa de Doctorado del Departamento de Proyectos de Ingeniería e Innovación de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), Valencia, España. Email:

[email protected]; [email protected]

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I.- RESUMEN.

El presente trabajo es el resultado de un diagnóstico sobre el estado del arte referido a todo lo concerniente a la conceptualización y clasificación básica de la madera sólida como material de construcción y de todos los productos forestales que se derivan de sus procesos de obtención, transformación, manufactura y comercialización. Al finalizar el estudio, se determinó que existe un estado de desactualización conceptual o simplemente no existen definiciones y clasificaciones técnicas sobre muchos aspectos de la temática analizada. De ahí que los autores consideraron importante desarrollar el presente estudio terminológico a fin de poder soslayar esa deficiencia, que si bien es cierto, en el caso de la palabra producto forestal, es muy mencionada y discutida por muchos expertos nacionales e internacionales en infinidad de referencias bibliográficas, no existe una definición como tal que esté al nivel de innovación científica y tecnológica que ha llegado a alcanzar la Industria Forestal internacional, especialmente en el último decenio. La estructura del libro se plantea en dos capítulos. El primero versa sobre el concepto de la madera llegándose a formular una propuesta conceptual de los productos forestales. El segundo capítulo, de igual forma, plantea una propuesta taxonómica más actualizada de los diferentes productos forestales y de la industria forestal.

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II.- SUMMARY.

The present work is the result of a diagnosis on the state of the art referred to all the concerning one to the conceptualization and basic classification of the solid wood as construction material and all its forest products that are derived of its obtaining processes, transformation, it manufactures and commercialization. When concluding the study, it was determined that a state exists of outdated conceptual, or definitions and technical classifications don't simply exist on the thematic one analyzed. With the result that the authors considered important to develop the present terminological study in order to be able to ignore that deficiency that although it is certain, in the case of the word forest product, it is very mentioned and discussed by many national and international experts in infinity of bibliographical references, but a definition doesn't exist like such that this at the level of scientific and technological innovation that has ended up reaching, especially in the last decade, the international Forest Industry. The structure of the book thinks about in two chapters. The first one versed on the concept of the wood being ended up formulating a conceptual proposal of the forest products. The second chapter, of equal forms, it outlines a proposal of more up-to-date stratification of the different forest products and of the forest industry.

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V. ÍNDICE.

I Resumen 5

II Summary 6

III Índice 7

IV Introducción 8

V Capítulo I.

LA MADERA Y SUS PRODUCTOS FORESTALES 9

V.1 La madera y sus productos forestales 9

V.1.1 Definiciones 10

La madera 10

Producto forestal 21

V.1.1.2.1. Madera en rollo 28

V.1.1.2.2. Madera aserrada 29

V.1.1.2.3. Tableros de madera 30

V.1.1.2.4. Madera laminada 41

V.1.1.2.5. Perfiles prefabricados 46

V.1.1.2.6. Placas prefabricadas 47

V.1.2 Propuesta taxonómica de los productos forestales 50

V.1.2.1. Producto forestal primario 51

V.1.2.2. Producto forestal secundario 51

V.1.2.3. Producto forestal de valor agregado 55

V.1.2.4. Producto forestal de alto valor agregado 55

VI Capítulo II.

LA INDUSTRIA FORESTAL, ESTRUCTURA Y RELACIONES 61 61 VI.1 Concepto de la industria forestal y sus industrias. 61

VI.1.1. La Industria Mecánica Forestal 62

VI.1.2. Industria del Aserrado (Aserrío) 62

VI.1.3. Industria de Tableros Contrachapados 65

VI.1.4. Industria de Tableros Aglomerados 66

VI.1.5. Industria de Madera Laminada 68

VI.2. Estructura de Industria Forestal. 70

VII Referencias Bibliográficas 76

VIII Referencias de la Web 81

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IV. INTRODUCCIÓN.

Actualmente en todas las sociedades del mundo, la temática de la madera y sus productos forestales derivados, cobra cada día más importancia, no sólo dentro del ámbito del sector forestal y su Industria Forestal, sino que ya es parte influyente y fundamental en toda la sociedad contemporánea, ya sea como material de construcción, material para plasmar hermosas obras de arte, o quizás su rol principal, sea sencillamente el de poder solucionar las grandes necesidades de confort, abrigo y energía. El trabajo que se presenta, desarrollado en dos capítulos, trata de aportar una propuesta conceptual de lo que pudiera significar la palabra productos forestales, además de plantear una propuesta taxonómica más actualizada de todos sus diferentes productos forestales y de la Industria Forestal.

Hoy por hoy la Industria Forestal es más representativa desde el punto de vista cuantitativo en los Productos Internos Brutos (PIB) de cada país, siendo muy significativa en los que además de tener grandes recursos forestales, tienen una cultura constructiva antropológica en la siembra, explotación, industrialización, construcción y uso de la madera sólida.

Desde el punto de vista cualitativo, la Industria Forestal además hace notables esfuerzos por establecer procesos sostenibles de manejo, explotación, transformación, comercialización y de diseño de productos en procura del Desarrollo Sostenible global.

De ahí que los ingenieros y arquitectos, así como la sociedad en general, no sólo deban saber el verdadero significado de lo que es un producto forestal y la Industria Forestal, sus diferentes tipos, su clasificación, sino que se trate de tener una homogeneidad en el uso de cada uno de esos términos técnicos, que ya no son únicamente parte exclusiva del sector forestal. Esa fue la principal motivación que llevó a los autores a desarrollar el presente libro, plasmado de una forma sencilla y técnicamente asequible a cualquier persona que esté involucrada o por insertarse en el fascinante mundo de la tecnología de la madera, el material del futuro.

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V. CAPÍTULO I.

LA MADERA Y SUS PRODUCTOS FORESTALES EN LA ELABORACIÓN DE ESTRUCTURAS PARA EDIFICACIONES.

V.1. LA MADERA Y LOS PRODUCTOS FORESTALES.

La madera, desde la misma creación y evolución del planeta Tierra, ha sido para el hombre, y es, sin género de dudas un material de construcción indispensable, en todos los ámbitos, para el desarrollo de la civilización, tanto antigua, como moderna y contemporánea.

Un ciudadano de inicios del siglo XXI, acostumbrado a desplazamientos físicos terrestres y aéreos cada vez más rápidos y seguros; rapidez en la generación y difusión de la información producida por la audaz revolución de la informática; el adelanto de la ciencia y tecnología en pro, entre otros, de la salud, la cultura, la educación, la industria, el urbanismo, la arquitectura y sus espacios interiores, así como del deterioro medioambiental que se ha profundizado en los últimos años, principalmente por el accionar del desarrollo industrial. Todo ello no le ha podido permitir e imaginar a ése ciudadano, el llevar una vida más holgada, segura y cálida sin hacer uso del material madera y sus productos forestales.

Lo que si es un hecho cierto e importante, es que este material constructivo, “con vida propia” como lo exponía Fruto Vivas (1998), maestro de la arquitectura venezolana, no ha sido baladí en la historia del hombre, sino que ha marcado a través de la misma, y de acuerdo a sus posibilidades tecnológicas, su mismo ritmo de avance. Desde que el hombre pudo construir con madera la primera flecha y el arco; ésta le ha servido para movilizarse de un territorio a otro con vehículos, barcos y hasta rústicos aviones con estructura de madera; alcanzar la estabilidad, el apoyo, la calidez, la energía calorífica, así como el descanso seguro en la infinidad y variabilidad de casas construidas con diferentes técnicas y

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sistemas constructivos a partir del uso de este noble material, hasta llegar, tal como acontece en la actualidad, a proyectar a partir de la madera, su misma sensibilidad como medio de expresión plástica y creativa del espíritu humano.

Por lo tanto, la madera y su multiplicidad de productos forestales derivados de procesos de obtención y transformación primaria, secundaria, de valor agregado y alto valor agregado, ya sea por técnicas vernáculas, artesanales, semi–industriales o industriales, primero como materia prima, segundo como producto, ha sido transformada para la construcción de infinidad de elementos, herramientas y hasta armas de ataque, que van desde juguetes, muebles, objetos domésticos y decorativos, componentes constructivos para cerramientos y estructuras de edificaciones. Este último punto, la temática de madera sólida y sus productos forestales, especialmente las industriales, es donde se centrará la atención y los esfuerzos del presente capítulo, que trata de resumir y sintetizar a su vez, parte de lo que entendemos como civilización y progreso de la cultura antropológica del hombre y su relación con los materiales de construcción, de por sí muy evolucionada hoy día, en lo que se refiere a la ciencia y tecnología, desarrollo, investigación e innovación del material madera y sus productos forestales.

V.1.1. DEFINICIONES.

V.1.1.1. La madera. Existen muchas definiciones que permiten identificar la esencia de lo que significa esta palabra, pero por considerar su variedad se realizará un resumen de aquellas que los autores consideran más pertinentes con la temática a tratar.

De manera que podemos encontrar que la Real Academia de la Lengua Española expone que la palabra madera, corresponde a la parte fibrosa de las plantas, situada debajo de la corteza, particularmente la de los árboles; esa misma parte considerada como material de construcción (María Moliner, 1998b). Buscando sus raíces, la etimología castellana, dice que la palabra madera

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proviene de la palabra latín materia, cuya primera acepción es la realidad primaria de las que están hechas las cosas (Larousse, 2004).

Desde un punto de vista más técnico, en la década de los años setenta Peraza et al. (1974), denominan como madera al conjunto de tejidos del xilema que forman el tronco, las raíces y las ramas, de los vegetales leñosos, excluida la corteza. Desde el punto de vista comercial, únicamente se aprovecha la madera de los árboles, es decir, de vegetales leñosos de ciertas dimensiones.

Se puede apreciar que esta definición, queda corta ante el estado del arte actual en materia de ciencia y tecnología de la madera y los productos forestales, ya que el desarrollo de los últimos años sobre esta área ha sido tan alto que ha permitido al hombre moderno disponer de un extenso uso de fibras lignocelulósicas, con fines industriales, provenientes de una gran diversidad de especies forestales, diferentes tanto en forma, tamaño como en propiedades anatómicas, físicas y mecánicas (Figura 1 y 2).

En la década de los años ochenta, Detienne (1988) ya definía a este material, como organizado y heterogéneo resultante de la actividad de un meristema lateral: el cambium. Ampliando la definición, y encontrando similitud con Peraza y Guindeo (1974) y Zobel y Van Buijtenen (1989), consideran la madera como una sustancia dura y fibrosa que se desarrolla hacia la parte interna del cambium vascular, tanto en el tallo como en las ramas y raíces. Es el producto de las divisiones del cambium vascular y esta constituido por unas células o elementos leñosos que han pasado a través de diferentes etapas de desarrollo, desde la división celular hasta la diferenciación y maduración de células, para formar el tejido leñoso (Figura 1).

De forma análoga García et al. (2003), llaman a la madera al conjunto de tejidos del xilema que forman el tronco, las raíces y las ramas de los vegetales leñosos, excluida la corteza. Desde el

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Figura 1. La madera desde la plantación o bosque, requiere desde un principio el conocimiento básico de su anatomía (estructura macroscópica) a fin de poder identificar la especie de árbol, e inferir en sus bondades y debilidades físicas y mecánicas, lo cual permitirá realizar mejor su procesamiento y obtener productos forestales de mayor y mejor calidad. Fuente de figuras: Miller (1999); Simpson y Tenwolde (1999). Fotos:

http://www.gasparrosa.com/principal.htm Corte de la sección de un tronco del árbol white oak: (A) parte externa de la corteza (tejido seco y muerto), (B) parte interna de la corteza (tejido en actividad orgánica), (C) cambium, (D) albura o madera clara con actividad de conducción de sabia, minerales, etc., (E) duramen o madera oscura ya muerta con mayor densidad y resistencia, (F) medula, (G) anillos de crecimiento.

Corte de la sección transversal de un tronco del árbol ponderosa pine, donde se muestran con más detalle los anillos de crecimiento.

Las líneas finas y más cercanas están en la albura, y las bandas oscuras más anchas, están en el duramen. Un anillo de crecimiento es anual, compuesto a su vez por una zona de crecimiento de madera temprana y otra de madera tardía.

Plantación de árboles con fines industriales

Aserrado de la madera vista en el centro un plano transversal (A) aserrado en el plano de corte radial (B) tabla cortadas en el sentido de corte longitudinal.

Producto forestal del tipo tableros de madera contrachapada ya embalados, listos para su comercialización y uso final.

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Características de cómo se ven afectadas las piezas rectangulares, cuadradas y redondas por la dirección de los anillos de crecimiento, que al perder humedad se contraen y deforman en su sección o plano transversal. La contracción tangencial es mayor que la radial (Green et al., (1999).

Ejemplos típicos de los cuatros grados de diferentes lotes de tablas de madera de albura según las normas de clasificación de maderas en los Estados Unidos. Se puede apreciar que el grado Nº1 las tablas tienen menor cantidad de nodos o nudos, aumentando en cantidad de nodos hasta llegar al Nº 4. Este solo aspecto baja su calidad comercial, costo y su resistencia en las propiedades mecánicas (Mcdonald y Kretschmann, 1999).

Contenido de humedad desde cero hasta el punto de saturación 30(%).

Relación porcentual entre el contenido de humedad de la madera y la contracción, pudiéndose apreciar que es mayor la tangencial respecto a la contracción radial (Mcdonald y Kretschmann, 1999).

Diferentes formas de hacer uniones de madera como lo son la de tope (A), solape (B), y del tipo fingerjoint o dentada con fines estructurales (C- D) y fingerjoint no estructural (E) (Vick, 1999). Este tipo de unión con altos niveles de calidad en el labrado mecanizado de la madera, permite eliminar los defectos naturales de una pieza de madera y que al ser unida con otra conforma una pieza resistente, especialmente para la elaboración de madera laminada encolada.

Otro tipo de uniones (A-I) de uso más tradicional a través del tiempo en la unión de piezas de madera, muy usadas para la elaboración de muebles, paneles de cerramientos, puertas y ventanas (Vick,1999).

Figura 2. La importancia de los avances de la ciencia, la tecnología y la capacidad de inventiva del hombre, especialmente en el siglo XX, ha llevado a hacer de la madera un material usado en infinidad de edificaciones, objetos, muebles, etc., pero especialmente más amigable con el ambiente, si su explotación, diseño y procesos son sostenibles.

CONTRACCN EN %

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punto de vista comercial, únicamente se aprovecha la madera de los árboles, es decir, de vegetales leñosos de ciertas dimensiones. De ahí que AITIM (1994), estima que existan en el mundo alrededor de 16000 especies de madera diferentes, de las cuales sólo tienen carácter comercial unas 2000. De este número, 500 corresponden a coníferas y 1500 a frondosas. En España se comercializan alrededor de 150 especies procedentes de todo el mundo, de las cuales 100 son frondosas (procedentes mayoritariamente de África y Sur América) y 50 coníferas (procedentes en su mayoría de los Países Bajos como Suecia y Finlandia) (Figura 4).

Por otro lado, la madera, al igual que todas las especies vegetales, también se ha sido denominada producto de fibras lignocelulósicas. Esto es en razón de la composición química de la pared celular de las fibras, las cuales tienen sustancias como la celulosa, la

hemicelulosa, y la lignina. La composición química de las hemicelulosas y de los componentes de la lignina difieren entre coníferas (Gimnospermas) y frondosas o latifoliadas (Angiospermas; dicotiledóneas y monocotiledóneas) (Figura 3).

A su vez, la estructura anatómica entre estas maderas es diferente, siendo más complejas las frondosas que las coníferas. Los términos vulgares con los cuales se dividen las maderas son coníferas, y frondosas (en el contexto europeo) o latifoliadas (en el ámbito técnico latinoamericano). El Cuadro 1 expone la clasificación del

“Sylabus” de Engler citado por AITIM (1994), que es posterior a la clasificación Cronquist (1981) de la Figura 3, en la que deja ver que

División PYNOPHYTA (Gimnospermas) División MAGNOLIOPHYTA (Angiospermas)

Subdivisión Pinicae

Subdivisión Gneticae

Subdivisión Cycadicae

Clase Magnoliopsida (antes Dicotyledonae)

Clase Liliopsida (Antes Monocotiledónea)

Figura 3. Clasificaciones de las plantas Gimnospermas y Angiospermas, siendo las dos divisiones de interés para la tecnología de la madera según la propuesta de Cronquist (1981), la cual es muy utilizada en la actualidad según León y Espinoza de Pernía (2001).

División BRYOPHYTA

División PSYLOPHYTA División LYCOPODIOPHYTA

División EQUISETOPHYTA

División POLYPODIOPHYTA

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existen hasta XVII divisiones. Las plantas comprendidas entre las divisiones I y XV corresponden de forma general a algas, hongos, musgos, hepáticas, helechos, etcétera. La división XVI pertenece a las Gimnospermas y la división XVII pertenece a las Angiospermas.

Se exponen las dos divisiones en las que hay vegetales que producen madera.

El Cuadro 1 permite hacer una importante aclaratoria según la taxonomía botánica, por ser la ciencia que permite clasificar las plantas agrupándolas en especies, géneros, familias, órdenes, clases y divisiones, todo ello en razón de que existen muchos calificativos genéricos para la denominación de las maderas (conífera, frondosa, caducifolia, resinosa, boreal, tropical, etc.). Las Angiospermas, por poca diferencia, son las especies de maderas de mayor uso en la actualidad por la Industria Forestal, especialmente para la elaboración de muebles, cerramientos y elementos estructurales. Ya en el año 1996 se reportaba que de la producción mundial anual de 2500 millones de metros cúbicos (m3), las gimnospermas representaban los 1120 millones de m3 (44,8%), las angiospermas tropicales 950 millones de m3 (38 %) y las angiospermas de zonas templadas 430 millones de m3 (17,2 %). De ahí 1350 millones de m3 (54 %) son destinados para la utilización industrial y el restante, 1150 millones de m3 (46 %), es usado como

Cuadro 1. Parte de la clasificación de los vegetales. Fuente: Elaboración propia a partir de AITIM (1994).

DIVISIÓN CLASE ORDEN FAMILIA GENERO

I a XV

1ª Cicadopsidos 7ª Ginkgoales Ginkgoaceae Ginkgo

Pinaceae Abies (abetos)

Picea (piceas) Larix (alerces) Cedros (cedros) Pinus (pinos)

Taxodiaceae Taxodium

Sequoia Sequoiadendron

Podocarpaceae Podocarpus (podos)

Sexegothaea(mañiu) Cephalotaxaceae Cephalotaxus 2ª Coniferopsidos 2ª Coniferales

Araucariaceae Araucaria

3ª Taxopsidos Taxales Taxaceae Taxus (tejos)

Torreya XVI

Gimnospermas

Monocotiledoneas XVII

Angiospermas Dicotiledoneas Incluye todas las maderas de frondosas como el roble, haya, encina, olmo, caoba, etc.

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Figura 4. La revolución tecnológica que se suscitó a principios del siglo XX con la madera laminada encolada y los tableros, los adhesivos más resistentes a los esfuerzos y al medio ambiente, las nuevas aleaciones de metales con mayor resistencia, y los nuevos criterios de diseño arquitectónico y de ingeniería, entre otros, han producido que en la actualidad la madera sea un material que no presenta limites formales, estéticos y estructurales. Fotos: http://www.neorustica.com/;

http://www.cwc.ca/products/glulam/

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combustible en forma de leña, por las familias más pobres en los países en vías de desarrollo industrial o del Tercer Mundo, y otro porcentaje como virutas para alimentar los grandes hornos industriales de las siderúrgicas, industria forestal, etcétera (Palaia et al., 2001; AITIM, 1994). Por otro lado, las cifras de consumo de la madera en la actualidad han aumentado hasta alcanzar los 3400 millones de m3, con similares porcentajes en alza para cada sector. Lo más preocupante, desde el punto de vista ecológico, sostenibilidad y capacidad de carga del Planeta, es que para el año 2010 las previsiones podrían estar sobre los 5100 millones de m3 (García et al., 2003).

Un contexto muy general de la anatomía de la madera, permite definir que los vegetales leñosos, son plantas de estructura vascular, perenne y no homogéneo (anisotrópico) por el comportamiento desigual frente a una propiedad física o mecánica según la dirección del plano de corte, estando conformadas, cada planta, por tejidos vasculares diferenciados y a su vez especializados en el Xilema (madera) y el Floema (corteza). Estos tejidos especializados cumplen tres funciones fundamentales del vegetal, como: la conducción de la savia, la transformación y almacenamiento de los productos vitales y, el sostén del vegetal.

Tienen un tallo principal que persiste de un año a otro, formando los llamados anillos de crecimiento, y que en caso de los árboles es denominado tronco. En la sección transversal del tronco se pueden ver dos zonas, y que de acuerdo al tipo de especie de árbol se diferencian en albura (parte más clara, más porosa y blanda) y duramen (parte más oscura y resistente al ataque de insectos) (AITIM, 1994; García et al., 2003).

Según sea la heterogeneidad de la especie de la planta, se puede estudiar su estructura macroscópica (visible con lupa de 10 aumentos a con la vista directamente), estructura microscópica (visible a 2000 aumentos), estructura submicroscópica también llamada ultraestructura de la madera la cual es vista por

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microscopio electrónico superior a 3000 aumentos. Cada una de estas observaciones permitirá analizar sus principales características, las cuales son fácilmente diferenciables, para clasificar e identificar determinada especie de árbol. La estructura de las frondosas es más compleja que la de las maderas coníferas. De ahí que los valores obtenidos en los ensayos de propiedades físicas y mecánicas, según su densidad y estructura anatómica, sean valores mayores en resistencia mecánica. Esta resistencia depende de como esté constituido el tejido leñoso del duramen y la albura, que en su parte más microscópica, están formadas por multitud de pequeñas unidades individuales unidas entre sí, denominadas células (JUNAC, 1982; García y Guindeo, 1974; León y Espinoza de Pernía, 2001).

Estas células están conformadas mayoritariamente por celulosa, la cual representa entre el 40% y 55% del volumen del total de sustancia de la pared celular, mientras que las hemicelulosas se encuentran presentes en cantidades de 25% - 40%, y la lignina, que es el la sustancia cementante de todas las fibras representa el 18% – 33% de sustancia de la pared celular (Eaton y Hale, 1993; Metcalfe y Chalk, 1979; Pashin y Zeeuw, 1980). Así las opiniones de los expertos de la ciencia y tecnología de la madera, respecto a la composición de la madera, es muy similar en los componentes porcentuales, ejemplo AITIM (1994) expone que las paredes de las células de la madera están formadas por varias capas de celulosa (coníferas y frondosas 50% cada una);

hemicelulosa (23% coníferas y 26% frondosas) y lignina (27%

coníferas y 24% frondosas), con un espesor toral de 1 a 5 micras.

Así, la reflexión de Gordon (2002), permite calificar no sólo a la madera sino a otras formas de celulosa, como un algo fantástico, cualquiera sea el criterio cuantitativo por el que se les juzgue. La celulosa es una parte estructural de todas las materias vegetales y es la resistencia y la rigidez de la celulosa la que muestran las hojas y el follaje a la luz del sol para que la fotosíntesis pueda

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tener lugar y se convierta en el principal punto químico inicial para todas las formas de vida. La celulosa supone aproximadamente, como media, un tercio del peso de toda la vegetación, y el tonelaje de plantas del mundo no se puede calcular, pero si es cierto que ellas constituyen la reserva de carbono del mundo. La celulosa raramente se produce en los animales, pero hay una pequeña clase de animales marinos, poco prometedora, los tunicados, que están hechos principalmente de celulosa. Lo importante es que se puede considerar a la producción de la celulosa como un buen ejemplo de producción estandarizada de la naturaleza. Aunque las plantas varían mucho en su forma, función y apariencias generales, la molécula de la celulosa es la misma en todas. Puede variar ligeramente en largura y en su disposición física, pero estas cuestiones son asuntos de detalle; la química es la misma.

Ya desde un punto de vista más científico, la celulosa es un polímero lineal cuyas moléculas forman cadena. Constituyen la armadura de las paredes de las células, mientras que la lignina actúa como cementante uniendo los elementos de la estructura de la celulosa rigidizando el conjunto (Peraza y Guindeo, 1974). Un análisis químico de la madera indicaría aproximadamente una composición de carbono (50%), hidrógeno (6%), oxígeno (43%) y otros elementos como los extractivos (1%) (Kollmann, 1959).

Valores muy similares los reporta JUNAC (1982). En otro sentido, respecto a los componentes de la madera, en la pared celular también se encuentran los componentes secundarios, los cuales incluyen compuestos orgánicos e inorgánicos de diversa estructura química (Otero, 1988). Estos últimos, de acuerdo a lo dicho por Espinoza de Pernía (1991), se refiere a sustancias que están presentes en la madera pero no forman parte esencial de su anatomía; algunas de esas sustancias pueden ser excluidas de la madera mediante el uso de solventes neutros, tales como acetona o éter y, por ello, muchas veces, son llamados extractivos.

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A este respecto Wilson y White (1986) y Bamber (1976), dicen que la cantidad de sustancias extrañas en la madera, como minerales (sílice, sales de calcio, fosfatos, oxalatos), o sustancias orgánicas (oleoresinas, aceites, grasas, gomas, flavonoides, antocianinas, taninos, polifenoles, azucares, almidón, etc.), pueden llegar a ser del 1% o menos con respecto al peso seco de la albura. Además, JUNAC (1988), dijo que las mismas dificultan e impiden realizar con éxito tratamientos de conservación a la madera por medios industriales de preservación y secado. En el duramen del tronco del árbol de algunas especies se puede encontrar más de un 20% de materiales extraños con respecto al peso seco del mismo, siendo esta la razón por la cual este tipo de madera resulta ser más resistente al ataque de hongos e insectos, ya sea por resultar en cierta forma no atractivos a los agentes xilófagos.

Referente al tema de la madera con fines estructurales, generalmente, estos extractivos no tienen gran consideración desde el punto de vista estructural, aunque en algunos casos pueden tener cierta importancia sobre las propiedades de la madera, especialmente en el duramen, su uso y valor comercial (Wilson y White, 1986). Por ello la madera, dada su complejidad como material orgánico, con sus fortalezas (renovable, menor costo, ligero, resistente, de gran belleza, fácil trabajabilidad, etcétera), y con sus debilidades (factible de ser atacado por agentes xilófagos y por el fuego, y que según sea la idiosincrasia de los pueblos, se le designa como el material de los pobres e inseguro, o por el contrario, es muy costoso según la disponibilidad y el nivel de desarrollo industrial del país, etcétera), la maedra es un material que siempre está en la balanza y en la cúspide de todos los foros mundiales donde la sociedad internacional, por medio de sus especialistas, intentan encontrar respuestas a los grandes problemas de déficit de hábitat, confort, alimentación y calidad del medio ambiente.

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Finalmente, se coincide con lo expuesto por AITIM (1994) y Contreras et al. (2004), de que la madera es probablemente la única materia prima renovable que se utiliza a gran escala y en la que su aprovechamiento integral, en caso de ser manejado de forma sostenible en todo el ciclo de vida del producto, no ocasiona daños al medio ambiente. Por ello, se considera que si el siglo XXI es el de las artes, desde el punto de vista constructivo, este siglo y los futuros, serán los siglos de la madera y sus productos forestales (Figura 4).

V.1.1.2. PRODUCTO FORESTAL. Un producto forestal (forest product) es todo aquel material producido por el bosque para uso comercial, tales como productos de los árboles y pastos o forrajes (Mc Graw – Hill Boixareu, 1981). Además, se clasifican en productos forestales maderables y productos forestales no maderables. Al analizar el concepto antes mencionado, se denota que es muy general en lo que corresponde a una definición más técnica y actualizada de lo que es un producto forestal, por lo tanto, se puede reseñar que existe gran dificultad para encontrar actualmente bibliografía especializada que contenga una definición particular de lo que es un producto forestal, a pesar de que las personas involucradas con la ciencia y tecnología de la madera lo usen continua y reiterativamente en su vida cotidiana, logrando hasta definirlo o simplemente intuir lo que significa esta palabra. Una verdad es que, a pesar de que muchos autores de libros, artículos especializados de la tecnología de la madera, etc., hacen referencia de palabras compuestas en español como producto forestal, productos de madera, y sus análogos en ingles forest products, y wood products, las mismas no tienen una definición, hasta la presente fecha, tal como se puede observar en el Anuario 1996 – 2000 de los Productos Forestales de la FAO (2000). La palabra Forest en el ámbito anglosajón corresponde al sustantivo (subs.), selva; forester, subs., guarda de una selva, el que vive en una selva; forestry, subs., silvicultura o selvicultura (Macgragh, 1995). Estos últimos términos, han tenido gran

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repercusión en América Latina, producto de la notable influencia ejercida por la escuela forestal americana, especialmente por el Laboratorio Nacional de Productos Forestales de Wisconsin y la Universidad de Berkley de los Estados Unidos, que desde hace más de cinco décadas se han difundido y establecido intercambios en pro de la formación académica y técnica, así como la divulgación de investigaciones en revistas, libros e informes técnicos en todas las áreas de la ciencia y tecnología de la madera. Ejemplo de ello, es el establecimiento en Mérida, Venezuela, en 1948 de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Los Andes, y en el año 1962, el primero en Latinoamérica, del Laboratorio Nacional de Productos Forestales (Contreras et al., 2003).

Lo que si se tiene claro, y retomando la definición de Mc Graw – Hill Boixareu (1981), es que un producto de árbol es todo aquel que es en principio maderable o leñoso, y se obtiene de plantas maderables, las cuales son muy diversas, según sea su clasificación, tal como se denota en la Figura 1. Resalta, según Hoadley (1980), que las plantas Gimnospermas y Angiospermas son muy diversas, pero que tienen ciertas características comunes, fundamentalmente que son plantas vasculares, perennes y capaces de desarrollar un crecimiento secundario, es decir, añadir nuevas capas de crecimiento a las formadas previamente, denominados anillos de crecimiento del tronco, rama o raíz.

Las plantas maderables pueden incluirse en tres grupos: árboles (planta leñosa de cinco o más metros de altura), arbusto (planta leñosa de menos de 5 metros de altura sin un tronco predominante que se ramifica cerca de la base), y lianas leñosas (plantas que tienden a elevar su ramaje por encima de la sombra de los árboles, y se fijan a soportes por medio de la producción de zarcillos, ganchos, espinas o por crecimiento envolvente, hasta alcanzar a copa de los árboles) (Hoadley, 1980; Villareal, 1993;

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Lindotf et al, 1985). Por ese motivo, y para llegar a un consenso técnico, es importante, en el presente trabajo, definir esa palabra lo mejor posible. Terminológicamente producto forestal es una palabra compuesta donde producto, según María Moliner (1998b), es cosa producida, resultado de un trabajo o de una operación. Particularmente, cosa producida por la agricultura o la industria. Forestal, es un adjetivo de los bosques o de sus productos, como ejemplos, aprovechamientos forestales, repoblación forestal (María Moliner, 1998a). En nuestro caso, producto forestal.

Por otro lado, es en España donde terminológicamente se introduce por vez primera la expresión “forestal”, utilizado en un documento oficial publicado en 1847, en el Real decreto que aprobaba el Reglamento orgánico de la Escuela Especial de Ingenieros de Montes (Casals, 1996). En efecto, la expresión forestal, según Agustín Pascual González (1870), se relaciona con la alemana FORST y se refiere a lo que está fuera del aprovechamiento común y, en ese sentido, indica no sólo la existencia de una determinada masa vegetal, sino también, algunas características de la propiedad de la misma e incluso del tipo de actividad cultural a que esta sujeta. En Alemania la voz WALD se aplicaba generalmente a lo que es del común, a lo que es de ninguno y la voz FORST se refiere a monte apropiado, a monte con dueño, ya sea el Estado, dando la seguridad, o sea el individuo, ejerciendo la actividad racional.

La difusión del término forestal tiene que ver, pues, no sólo con una mayor precisión conceptual desde el punto de vista técnico, sino que refleja también la introducción de un nuevo tipo de relaciones sociales en las explotaciones de los recursos montuosos; en otras palabras tiene que ver con el avance de las relaciones económicas y sociales capitalistas. Hay montes primitivos (primario o natural), que son un producto de la naturaleza; pero no hay forestas primitivas, según Pascual (1870),

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<< la producción forestal es el efecto del trabajo y el capital >>.

Esta apreciación de Agustín Pascual, de acuerdo a Casals (1996), se deriva de que en la época en que se está introduciendo el término forestal, se producían en ese entonces en España las transformaciones jurídicas típicas de las evoluciones burguesas.

De esta manera las ideas que llevaron a la constitución del monte como un objeto de estudio científico tuvieron en España una lenta evolución. La actitud racionalizadora respecto a los recursos forestales, así como en la recepción de los nuevos planteamientos e ideas respecto a Europa, se encontró durante su desarrollo con obstáculos y retrasos de diferentes tipos (antiguas tradiciones y de legislación, constricciones de orden político-económico y la euforia progresista liberal), pero muy especialmente, los acontecimientos políticos – militares de principios del siglo XIX.

Por consiguiente, en la medida en que se fue superando tal estado de cosas, el espíritu científico fue apoderándose de los bosques, pugnando por someterlos a su imperativo racionalizador, dejando paso a una nueva época en la gestión de los recursos forestales. Y es que el ensayo sobre los montes españoles en la historia, es según Bauer (1991), fruto de la buena colaboración entre Alemania y España, donde sus relaciones forestales han sido estrechas y amistosas. Es sabido que en 1842 mandó la Casa Real a dos jóvenes biólogos españoles, entre ellos, al ya citado Agustín Pascual, a la Escuela de Montes en Tharandt/Sajonia, que se encontraba bajo la dirección de Heinrich Cotta, padre de la Ciencia Forestal europea. Terminada la carrera de Ingeniero de Montes, se nombró a Pascual jefe del Patrimonio Forestal Real. En 1847 fundó la primera Escuela de Montes española en Villaviciosa de Odón/Madrid, tomando como ejemplo la de Tharandt. Desde ese entonces, hasta la actualidad, el intercambio forestal entre los dos países no ha menguado. Las valiosas experiencias que se han obtenido en España en las grandes repoblaciones de tres millones de hectáreas sirven para el bien de todo el mundo forestal.

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Entonces, con todo el contexto técnico previamente analizado, se puede hacer una aproximación conceptual de lo que es un producto forestal:

Producto forestal, es aquel elemento de material lignocelulósico, que en su condición natural sólida, partículas o fibras, que una vez extraído del medio ambiente y transformado a través de procesos artesanales o industriales (labrado mecanizado, aserrado, conservación, secado, prensado en frío o calor, lijado y acabado superficial) en elementos primarios, secundarios, de valor agregado y/o de alto valor agregado, puede ser usado solo o mezclado con otras materias primas de formas y condiciones físicas diferentes, que posteriormente son empleados en la elaboración de una diversidad de objetos de uso doméstico, y de componentes constructivos para sistemas de cerramientos y sistemas estructurales de un determinado bien mueble o inmueble.

En la sociedad de los países occidentales, la madera sólida es el material lignocelulósico tradicionalmente más conocido y empleado (Figura 5). En el caso de los países asiáticos, además de la infinidad de especies de madera, las gramíneas como el bambú, la guadua y las cañas, son los materiales lignocelulósicos que desde el punto de vista antropológico, es parte de la cultura constructiva de esas sociedades, especialmente la cultura china y japonesa. El contexto del medio ambiente de donde provienen los materiales lignocelulósicos, pueden ser las especies de árboles Angiospermas (latifoliadas), Gimnospermas (confieras, abetos, etc.) y monocotiledóneas (gramíneas y palmas) extraídas de Áreas Bajo Régimen de Administración Especial ABRAE (Reservas Forestales, bosques naturales, plantaciones forestales, etc.), así como también de plantaciones privadas.

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Figura 5. Los adelantos en la ciencia y tecnología de la madera y sus productos forestales derivados (diseño industrial de productos forestales, procesos, maquinarias,

equipos, herramientas y productos químicos de adhesivos, y tratamientos de conservación de la madera y sus acabados superficiales, etc.) han permitido entre otros,

los grandes avances en la arquitectura e ingeniería mundial.

http://www.apawood.org/level_b.cfm?content=prd_main;http://

www.bricotodo.com/tipostableros.htm

MADERA LAMINADA FORJADOS

MADERA LAMINADA

MADERA LAMINADA TABLEROS DE MADERA

TABLEROS OSB ESTRUCTURAL

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Respecto al tipo de mezclas que se suceden en la manufactura de un producto forestal, según sea el tipo o proceso, pueden ser homogéneo (madera sólida o caña), o heterogéneo cuando el material lignocelulósico es mezclado con otras materias primas de formas y condiciones físicas diferentes (liquido o sólido). Estas materias primas pueden llegar a ser desde productos químicos sintéticos para los acabados superficiales; los adhesivos de uso interno (urea formaldehído) y de uso externo (fenol formaldehído, resorcinol, melamina, etcétera); plásticos para disimular o formar juntas; productos siderúrgicos para las juntas como las pletinas, pernos, clavos y pletinas de acero, hierro, bronce, aluminio, etcétera.

Los componentes constructivos pueden presentarse en su condición natural (cañas, tiras, lianas, etc.) o transformados en otros productos derivados por medios artesanales, científicos y tecnologías industriales (tablas, tablones, cuartones, tiras, etc.).

Además, todos ellos son usados para la elaboración de sistemas constructivos de cerramientos (puertas, ventanas, molduras/

farquillas, etc.) y sistemas constructivos estructurales (vigas, columnas, armaduras o cerchas, laminados, etc.).

Respecto a los productos forestales no maderables, Petit (2001), los define como todos aquellos productos no industriales que se cosechan de árboles, arbustos y otras plantas de los bosques. Estos incluyen látex y resinas, frutos y nueces, especias y aceites, así como innumerables tradiciones y medicinas modernas. También son llamados extractivos, productos menores del bosque, y de manera errónea productos secundarios.

Además la FAO define a los productos forestales no maderables o madereros con las siglas PFNM. Según esta institución, los PFNM se refieren a todo producto tangible diferente a la madera en rollo, leña, carbón vegetal derivados de los bosques o de cualquier superficie de tierra bajo uso similar, así como de plantas leñosas

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(http://www.fao.org; ISO, 2000). Lo que si está claro es que los sistemas actuales de aprovechamiento muy mecanizados, de alta inversión de capital, no permiten la participación de la población rural que vive en el bosque o en sus proximidades haciendo uso directo de sus PFNM y de maderas marginales o no comerciales.

Por ello es importante introducir sistemas de aprovechamiento forestal de pequeña dimensión, dependientes de una tecnología básica (FAO, 1990).

Debido a esto, ya se realizaban en Venezuela propuestas en la década de los años noventa para proyectar el uso del recurso forestal por las comunidades rurales y la creación de Centros Itinerantes de Producción de productos de la madera (Ninin, 1991). Con la actual Administración, se ha realizado la creación del Programa del Manejo Comunitario del Bosque a ser implementado en las Reservas Forestales de Caparo y Ticoporo del estado Barinas (MARN, 2002), siendo este un proyecto que por ser actualizado y original, a su vez, ha encontrado fuertes reticencias en la sociedad, por su manera de instrumentarlo, especialmente, en el gremio forestal venezolano y propietarios de las industrias forestales, ya sea por factores políticos e intereses económicos.

Por tanto, se considera fundamental, a fin de alcanzar una mayor profundidad conceptual y uniformidad de criterios técnicos en el presente trabajo, el discernir sobre la definición de cada uno de los productos forestales, con los cuales se elaboran los principales sistemas constructivos de cerramientos y estructurales para edificaciones a partir de madera sólida y productos forestales:

V.1.1.2.1. MADERA EN ROLLO: Toda madera en rollo cortada o aprovechada y extraída de cualquier otro modo. Comprende toda la madera obtenida de las extracciones, es decir las cantidades extraídas de los bosques y de los árboles situados fuera de ellos, incluida la madera recuperada de pérdidas

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naturales de la corta y de las operaciones de explotación durante el período (año civil o ejercicio forestal) (FAO, 2000). Es importante resaltar que el éxito de la calidad futura de un buen producto forestal, dependerá mucho del cuido de la materia prima desde la silvicultura del bosque, su proceso de explotación, transporte y llegada de la troza (también denominada rolas, rollo, fuste, tronco, etc.) al patio de trozas del aserradero industrial.

García et al (2002), dice que tras la llegada de la troza a la instalación industrial, se inicia una línea de flujo genérica desde la entrada de las trozas hasta la obtención del producto, según sea la industria mecánica, debiéndose ser muy exigente en el control de calidad continua a los distintos patios de almacenamiento, recomendaciones para su dimensionado y diseño del diagrama de corte, modo de realizar su inventario, contabilidad de trozas y su protección contra hongos e insectos xilófagos.

V.1.1.2.2. MADERA ASERRADA: Madera que se ha producido a partir de madera en rollo, tanto nacional como importada, ya sea aserrándola longitudinalmente o por medio de un proceso de labrado y que, salvo escasas excepciones, tiene más de 5 mm de espesor. Se incluyen los tablones, vigas, viguetas, tablas, tablijas, cabríos, cuartones, listones, listones de cielo raso, tablas para cajones, durmientes, etc. en las siguientes formas: sin cepillas, cepillada, ranurada, machihembrada, rebajada, achaflanada, moldeada, con juntas en V, rebordeada, etc. Se excluyen las tablas para pisos (FAO, 1982; FAO, 2000).

Una definición más técnica y explicativa del producto lo hace AITIM (1994), quien define la madera aserrada como aquellas piezas de madera maciza obtenida por aserrado del árbol, generalmente escuadrada, es decir con caras paralelas entre sí y cantos perpendiculares a las mismas.

Por otro lado, en la primera definición se puede apreciar que existe una gran cantidad de elementos de madera aserrada que son usados para la elaboración de elementos estructurales para la

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conformación futura, a su vez, de otros elementos estructurales como la madera laminada ya sea para la fabricación de objetos domésticos, muebles y que en el caso de los sistemas constructivos para edificaciones con madera y productos forestales, y según sea su tipo, en revestimientos (solados de entablado macizo, fachadas y tabiques), construcciones de exterior (pérgolas, solados y pavimentos exteriores) y elementos estructurales (viguetas, correas, entablados de cubierta y de forjado).

V.1.1.2.3. TABLEROS DE MADERA: representa la suma de hojas de chapa, madera terciada (contrachapada) y tableros de partículas y de fibras (tableros de fibra de mediana densidad MDF y tableros de fibra de alta HDF). Por otro lado, AITIM (1994) expone una definición genérica del producto de tableros de madera al decir que son piezas en la que predominan la longitud y la anchura sobre el espesor, y en la que el elemento constitutivo principal es la madera. El Cuadro 2, presenta una clasificación general según los criterios expuestos en las diferentes normas de tableros de madera que rigen los procesos de definición, ensayos de propiedades y tipos que deben existir bajo los criterios de uniformidad en calidad y resistencia, a fin de facilitar el libre intercambio y comercialización de la amplia gama existente de estos productos en la Comunidad de Estados Europeos (CEE).

Es importante resaltar que según sea la clase de tablero de madera, se han desarrollado, de acuerdo a las exigencias del mercado diferentes tipos de tableros de madera con acabados superficiales o revestimientos muy variados. Estos van desde el acabado al natural del tablero, es decir, tal y como sale de la prensa, hasta los revestimientos con papeles decorativos impregnados con melamina, con poli-cloruro de vinilo (PVC) o laminados decorativos de poliéster.

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Cuadro 2. Clasificación de los tableros de madera y sus normas en la CEE, según AITIM (1994); Peraza y Peraza (2003). Fuente: Elaboración propia.

CLASIFICACIÓN CLASE TIPO SUB-TIPO USOS

RECOMENDADOS

Tableros ensamblados Muebles, revestimientos,

puertas.

Tableros de alma enlistonados

Muebles, revestimientos, puertas.

Tablero alistonado normal

Muebles, encofrados, revestimientos, puertas y ventanas.

TABLEROS DE MADERA MACIZA/ SÓLIDA

Norma UNE EN 13353:

SWP/1 para Ambiente Seco(AS)

SWP/2 para Ambiente Húmedo (AH)

SWP/3 para Ambiente Exterior (AE)

Tablero alistonado

Tricapa (Tablero alistonado contraplacado)

Elemento portante y de arriostramiento para muros, forjados y cubiertas, y en fachadas trasventiladas.

Tablero contrachapado o terciados.

Existen según su acabado superficial muchos tipos.

Muebles, encofrados, bases de suelo y cubiertas, divisiones interiores, revestimientos, fabricación de vigas mixtas, estructural, puertas y ventanas.

Tableros de chapa:

Norma UNE EN 636-1 para ambiente seco.

Norma UNE EN 636-2 para ambiente húmedo.

Norma UNE EN 636-3. para ambiente exterior.

Tablero laminado o a la veta (grano).

LVL, Microlam, etc. Según el proyecto de norma prEN 14279 se distinguen:

• LVL de uso general y utilización en interiores con ambiente seco.

• LVL/1 para estructuras en ambiente seco.

• LVL/2 para estructuras en ambiente húmedo.

• LVL/3 para estructuras en exterior a la intemperie.

Muebles, revestimientos, fabricación de vigas mixtas, estructural.

Tableros de partículas

Tablero de

partículas • P2. Tablero para AS (Norma UNE EN 312-2).

• P3. Tablero para interiores en AS (Norma UNE EN 312-3).

• P4. Tablero estructural AS (Norma UNE EN 312-4).

• P5. Tablero estructural para AH (Norma UNE EN 312-5).

• P6. Tablero de alta prestación para AS (Norma UNE EN 312- 6).

• P7.Tablero de alta prestación para AH (Norma UNE EN 312- 7).

Según su tipo puede ser empleado en muebles, encofrados, bases de suelo y cubiertas, divisiones interiores, revestimientos, estructural, puertas y ventanas.

Tableros de virutas orientadas (OSB) según la Norma UNE EN 300 :

• OSB/1. Para uso general y aplicaciones de interior AS.

• OSB/2.Tableros estructurales para AS.

• OSB/3.Tableros estructurales para AH.

• OSB/4. Tableros estructurales de alta prestación para AH.

Según su tipo puede ser empleado para bases de suelo y cubiertas, divisiones interiores, fabricación de vigas mixtas, estructural.

Tableros de virutas

Tableros de virutas (W aferboard) Bases de suelo y cubiertas, divisiones interiores, estructural.

Tableros de fibras aislantes; duros;

semi - duros (tableros de baja y densidad alta (HDF).

Según su tipo puede ser empleado en muebles, revestimientos, puertas y ventanas.

Tableros de fibras

En función de la densidad y su proceso de fabricación:

Tableros de fibras de densidad media (MDF) y MDF ultraligero.

• MDF. Utilización general AS.

• MDF.H.

Utilización general AH.

• MDF.LA.

Estructural AS.

• MDF.HLS.

Estructural AH.

Existen solo con fibras lignocelulósicas, hasta los tableros de fibras mezclados con polímeros. Pueden ser según su proceso, húmedo (sin adhesivo) y seco (añade adhesivo). La Norma LINE EN 312:

• P1. Tablero para uso general en AS.

• P2. Tablero para interiores en AS.

• P3. Tablero no estructural AH.

• Se mantendrán las antiguas denominaciones de la Norma LINE EN serie 1 a 7: P4,P5, P6 y P7.

Según su tipo puede ser empleado en muebles, bases de suelo y cubiertas, divisiones interiores,

revestimientos, puertas y ventanas.

Tableros de madera –cemento.

Norma UNE EN 634-2.

Encofrados, divisiones interiores,

revestimientos. En América, según el largo de la fibra del tipo pajilla se puede usar en pisos y cubiertas.

Tableros compuestos TABLEROS DERIVADOS

DE LA MADERA MACIZA/

SÓLIDA

Tableros mixtos

Tablero alveolado

Puertas y ventanas.

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Por otro lado, no se puede dejar de lado la notable influencia mundial que han tenido los estudios y proyectos científicos – tecnológicos desarrollados en Norteamérica dentro del contexto de diseño, procesos, normalización, etcétera, respecto a la madera y sus productos forestales derivados. De ahí que sea importante plasmar en el Figura 6, la clasificación de los tableros de madera desarrollada por Suchsland y Woodson (1986).

A. TABLEROS DE MADERA MACIZA (SÓLIDA). Son los formados por tablas, tablillas o listones, que pueden estar unidos entre sí por encolado, por un machihembrado, por un revestimiento de chapas, etcétera. Se pueden distinguir, según su uso final, tipos de tableros de madera maciza estructurales y no estructurales (Norma UNE EN 13353).

• Tableros ensamblados: Los formados por tablas machihembradas o gambeteadas de canto, pudiendo ir estas uniones además de ensambladas y encoladas.

Figura 6. Clasificación de los tableros compuestos de madera, denominados así en Norte América (Word composite boards), por tamaño de partículas, densidad y tipo de procesos según Suchsland y Woodson (1986), citados por Youngquist (1999).

Contrachapado Madera sólida

OSB Peso específico

Chapas

Partículas

Fibras

Seco

Húmedo

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• Tableros de alma enlistonada: Los formados por un alma de listones, de longitudes iguales o diferentes o encolados entre sí. El alma esta cubierta por una o más chapas encoladas a ella en contramalla, que constituyen las caras.

En Venezuela, desde la década de los años ochenta se ha estado produciendo por medio de la Industria Contaca C.A., un tipo de tablero de alma enlistonada con residuos industriales de aserraderos y chapas de maderas frondosas de muy buena calidad y resistencia mecánica (Contreras et al., 1999).

• Tableros alistonados: Los formados por listones de madera, de longitudes iguales o diferentes, encolados entre sí, siendo el grosor y la anchura de los listones iguales dentro del mismo tablero.

• Tablero tricapa (tablero alistonado contraplacado): Se compone de tres o cinco tableros alistonados colocados a contrafibra. Las capas exteriores tienen 4 – 9 mm de espesor mientras que las interiores son de 4 – 50 mm. Su uso es como elemento portante y de arriostramiento para muros, forjados y cubiertas, y en fachadas trasventiladas.

Dimensiones: 13 – 75 mm de espesor; 1,25 – 3,00 m de ancho; 5 hasta 25 m de longitud (con empalmes dentados) (Arriaga, 2002). Se usa en la elaboración de edificaciones proyectándoles una transformación del concepto de la construcción en madera que suponen los nuevos sistemas superficiales, y la madera se apropia de la cualidad tectónica del hormigón. Estas placas de madera alistonada contraplacada se cortan en taller, siendo posible darles formas complejas y abrir huecos libremente (Grohe, 2002).

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B. TABLEROS DERIVADOS DE MADERA SÓLIDA. Son los constituidos a base de chapas de madera o por elementos de madera de dimensiones reducidas (fundamentalmente partículas, fibras o virutas de madera; a veces utilizan otros materiales lignocelulósicos tales como haces de fibras de cáñamo, lino, bagazo, etc.) (AITIM, 1994).

• Tableros de de chapas (madera terciada o contrachapada): Tablero que consiste en un conjunto de hojas de chapa, con la dirección del hilo (fibra de la madera) en capas alternas generalmente en ángulo recto (90º). Las chapas suelen colocarse simétricamente a ambos lados de una capa o núcleo central de hoja de chapa o de otro material (FAO, 2000). El mínimo número de chapas en los tableros contrachapados es de tres, y siempre deberán se impares (Kollmann, 1975). Se entiende por chapa de madera a toda hoja de madera de espesor inferior a 7 mm, obtenida por desenrollo o por trancha de vertical (Rivera, 1993; AITIM, 1994). Las dimensiones de los tableros son de 8 – 40 mm de espesor; 1,25 – 1,85 m de ancho; 2,20 hasta 3,05 m de longitud. Su uso estructural va desde la elaboración de cerramientos a partir de tableros estructurales de construcción para la formación de módulos habitacionales prefabricados; encofrado perdido para entrepisos; forjados o viguetas estructurales para entrepisos en forma de I donde el alma del elemento es contrachapado y los extremos son de madera laminada en chapas (Jiménez y Javier, 1999)(Figura 7).

Más recientemente, y con definiciones análogas, la Norma UNE EN 316 define los tableros contrachapados como aquellos que se obtienen encolando chapas de madera de forma que las fibras de dos chapas consecutivas formen un ángulo recto, existiendo a su vez tableros contrachapados estructurales y no estructurales.

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