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Qué son los humedales?

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Academic year: 2021

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arantizar la existencia de la biodiversidad en cada rincón de nuestro país depende directamente del cuidado del medio ambiente. La explotación descontrolada y la contaminación de los mantos freáticos pone en riesgo la perpetuidad de muchas especies, incluida la del ser humano. Por ello, el tratamiento de las aguas residuales es prioritario y los humedales se ofrecen como una vía para la reutilización de aguas contaminadas.

¿Qué son los humedales?

Los humedales son cuerpos de agua cuya superficie está inundada y cubierta por agua dulce o salada de manera permanente o en ciertos periodos. Se trata de los ecosistemas más ricos y productivos del plane-ta y se clasifican en lagunas costeras, manglares, estuarios, panplane-tanos y arrecifes.

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Por su riqueza, los humedales son una fuente de producción pesquera, refugio de flora y fauna silvestres y brindan una gran cantidad de servicios de gran valor para la sociedad; son fuentes de agua que alimentan los mantos freáticos, son filtros biológicos, fuentes de energía, barreras contra huraca-nes y protección de las costas.

Gracias a sus condiciones geográficas y climáticas México cuenta con diversas variedades de humedales. En el territorio nacional, los manglares tienen una extensión estimada en 6,600 kilómetros cuadrados. Un ejemplo de estos ambientes biológicos son las lagunas costeras, que representan zonas de transición entre la tierra y el mar, reciben los nutrientes de los ecosistemas terrestres a través de ríos y arroyos y son el origen de las grandes poblaciones de peces marinos.

Tabasco alberga los pantanos de Centla, zonas pantanosas de agua dulce o salada, donde crecen popales (planta característica de los humedales) y tulares (de la familia de las ciperáceas de tallos largos y erectos, cu-yas hojas se usan para hacer petates y otros productos). Existen también humedales pro-ducto de la intervención humana, tales como presas, lagos artificiales, canales y estan-ques para la acuacultura. Y como este tipo de humedales son los que nos interesan, hablemos un poco más de ellos.

Imitando a los pantanos

Los humedales artificiales son una buena opción para el tratamiento de aguas residua-les, pues resultan más económicos que una planta convencional y disminuyen el impac-to ambiental en el proceso de limpieza del líquido. Para construir humedales artificiales se requiere de áreas relativamente pe-queñas, las cuales son acondicionadas de manera parecida a una cisterna: un sistema de bombeo y tubería de entrada en la parte alta para controlar el flujo del agua residual y evitar encharcamientos, y otro tubo de salida en la parte baja.

En su interior se coloca una cama de grava o tierra -que recibe el nombre de sustrato- de manera que forme un desnivel o pendiente, para aprovechar que la porosidad del ma-terial escogido permita que el agua fluya. Este diseño está basado en las caracterís-ticas naturales que presentan los pantanos.

Castro, L. (2010). Humedales: una alternativa para tratar el agua residual [Versión electrónica], Ciencia Compartida, 2, 9-14. Recuperado el (día) de (mes) de (año), de (dirección electrónica).

“México

concentra

6,600

kilómetros

cuadrados de

humedales”

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Desde el aspecto técnico, este tipo de hu-medal es conocido como huhu-medal de flujo subsuperficial (FSS). Cabe decir que existen otros dos, los de flujo superficial y los que utilizan plantas acuáticas flotantes.

¿Cómo funcionan los humedales?

Los humedales son muy eficientes para re-mover nitrógeno y fósforo, así como metales pesados de aguas contaminadas; son capa-ces de transformar de manera natural gran parte de los contaminantes presentes en las aguas residuales y limpiarlas de sustancias que impiden su consumo.

En el tratamiento del agua intervienen tres elementos básicos: los sustratos, las plantas y los microorganismos. El sustrato permite el crecimiento de la plantas y del medio bacteriano, los cuales complementan el tratamiento del agua. Además de soporta la vegetación, provee superficies para el de-sarrollo de microorganismos y está asocia-do con los mecanismos físicos y químicos del tratamiento.

Se necesita de un sustrato adecuado, ya que si las raíces de las plantas no logran ex-pandirse en el fondo del humedal, se pueden crear zonas anaerobias que provocan una fuerte disminución en los procesos de nitri-ficación y reducción del amonio.

La vegetación de un humedal es par-te inpar-tegral del sustrato, pues proporciona

superficies para el crecimiento de microorga-nismos en sus raíces, rizomas, hojas y tallos; filtran sólidos y transfieren oxígeno para pro-veer un ambiente aeróbico/oxidado para la descomposición de productos orgánicos y para el crecimiento de microorganismos de-seables en el medio, como los nitrificantes.

Los microorganismos que proliferan en los humedales son especialmente bacterias y hongos. Algunos de éstos llegan a unirse a los tallos sumergidos de las plantas y los residuos procedentes de ellas, mientras que otros for-man parte del sistema suelo-raíz. La acción de los hongos en los humedales es generalmen-te de saprófitos, organismos que se alimentan de otros organismos y degradan la materia or-gánica liberando enzimas que transforman los productos en nutrientes asimilables.

“Los humedales

son de los

ecosistemas

más ricos y

productivos

del planeta”

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Por otro lado, la función básica de las bacterias es el consumo de materia orgá-nica y la degradación o transformación de algunos productos más o menos tóxicos que se hallan presentes en el agua residual en cuestión. Las bacterias degradan tanto los productos orgánicos básicos -proteínas, lípidos, almidón o celulosa-, como sus res-tos en descomposición; además, producen enzimas que atacan o digieren múltiples pro-ductos y absorben los nutrientes del medio líquido del humedal. Cuando el ambiente es favorable, su población crece rápidamente y se transforman fuertes cantidades de nu-trientes y otros productos.

Sin embargo, no es fácil que estos sistemas prosperen en cualquier lugar, ya que requie-ren de condiciones específicas como clima y la iluminación constante para propiciar la generación de bacterias y protozoarios, or-ganismos que se encargan de eliminar los contaminantes del agua.

El manejo del humedal requiere conocer la supervivencia de los microorganismos pató-genos en los vegetales y en el suelo, lo cual es útil para poder evaluar los problemas que puede originar un vertido y controlar la efi-cacia en la eliminación de gérmenes de los diferentes tratamientos de aguas residuales. La existencia de los organismos patógenos en suelos, aguas, vegetales o en el aire puede variar desde días, semanas o inclu-so meses, dependiendo de la humedad, del medio y del tipo de organismo.

El monitoreo de estos parámetros permiti-rá el manejo adecuado y logro de humedales artificiales, que facilitan la recuperación de agua para diversas actividades, como vere-mos a continuación.

Preparen la cámara...¡viene un

humedal exitoso!

En el territorio mexicano existe una gran di-versidad de climas y la cantidad de lluvias varia de región a región. En estados como Hidalgo, la precipitación pluvial es abundan-te y cuenta con ríos y cuerpos de agua; sin embargo, la contaminación que presentan es grave, por ello las comunidades afecta-das buscan opciones para rescatar el agua a través de sistemas que no afecten su econo-mía y les permita obtener beneficios.

Debido a lo anterior, los humedales arti-ficiales son una alternativa para proveer a las comunidades de agua para riego, cría

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pesquera e incluso para consumo humano, siempre y cuando se mantenga un monitoreo constante para conocer la calidad del líquido.

Un caso de humedal exitoso se encuen-tra en la Comunidad de Villagrán, municipio de Ixmiquilpan, Estado de Hidalgo, donde los habitantes utilizaban aguas residuales para el riego de hortalizas Sin embargo, la producción se detuvo porque se violaba la Norma Oficial Mexicana que limita el uso de aguas residuales para el cultivo.

La construcción del humedal corrió a cargo de los biólogos de la UNAM Eliseo Cante-llano de Rosas y Marícela Arteaga Mejía, quienes se acercaron a la comunidad y pro-pusieron la creación de un humedal. Previo a la construcción, los académicos plantearon un proceso social de integración, adopción y adecuación del sistema, lo cual permitió a los habitantes de Villagrán (comunidad indí-gena Hñahñu) conocer las ventajas del sis-tema y sus alcances

El humedal les permitió concentrar seis estanques piscícolas para la crianza de tilapia y la producción de alcatraces, que generan un ingreso económico para las familias del lugar.

Las aguas que trata este humedal no con-tienen contaminantes pesados ni difíciles de eliminar, ya que recorren catorce kilómetros desde su origen en la Ciudad de México y transitan por dos presas donde se llevan a cabo procesos de sedimentación, exposición

a la luz solar y ultravioleta; atraviesa canales con caídas, donde habitan microorganismos, así como plantas acuáticas y flotantes. Estas aguas también pasan por un proceso previo de depuración natural.

Para verificar la condición óptima del agua tratada, la Comisión Nacional del Agua (CNA) hace muestreos para comprobar la disminución de contaminantes. Actualmente se da seguimiento a la calidad del agua y los productos derivados del sistema, además de que se brinda servicio y capacitación a otras comunidades de la región y del Estado de Hidalgo.

Los humedales

artificiales son

una buena

opción para el

tratamiento de

aguas residuales

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Más autógrafos

Otros casos de humedales artificiales exito-sos se encuentran en el estado de Guerrero, en las comunidades de Apaxtla y Titipac. Am-bas regiones, por su ubicación geográfica y clima seco, están limitadas en la cantidad de agua disponible. En el caso de Apaxtla, el humedal se encuentra en un plantel educati-vo; el sistema permite tratar el agua residual que genera la institución y reutilizarla para sus actividades.

Por su arte, Titipac cuenta con un humedal justo en la caída del canal de aguas residua-les de la comunidad; esta agua se usa para el riego. En ambos casos, los humedales aportan un beneficio a las regiones, crean-do economía y fomentancrean-do una cultura del cuidado del ambiente, además de que la po-blación misma crea conciencia de la calidad con la que recibe el líquido y cómo la regresa para su tratamiento.

Así, los humedales cumplen una fun-ción primordial en el cuidado del ambiente y son generadores de ingresos para las comunidades que les rodean. Por ello, es determinante conservar aquellos que son naturales e impulsar el desarrollo de hume-dales artificiales para mantener el equilibrio ecológico del planeta.

Referencias

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