DON JOSÉ
SANTl!GO
RODRÍGUEZ ZORRILLA,
OBISPO DE SANTIAGO DE CHILE
(1752-
1832)
PQH
CARLOS SILVA COTAPOS.
CANÓNIGO LECTORAL DE ESA ICI.F'SI!I
(Obl'a premiada pOI'
la
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SANTIAGO DE CHILE
Imprenta
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DON
JOSÉ
SANTIAGO
RODRÍGUEZ
ZORRILLA,
OBISPO
DE SANTIAGO DE CHILE
(1752-1832)
POlt
CARLOS
SILVA
GOTAPOS-CANÓNIGO LECTORAL DE ESA IGLESIA
(Obra premiadapor la Facultad deTeologíade la Universidad deChile)
SANTIAGO DE CHILE
Imprenta
de San JoséSantiago,
1 1 de Noviembre de 1913.Puede
publicarse.
El Arzobispode
Santiago,
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PROLOGO
Ningún período
de la historia de Chile, tanto civil comoeclesiástica,
es más interesante para nosotros que elperíodo
de laindependencia
hasta el restablecimiento definitivo del orden interior por elpartido
conservador o Pelueón , que asumió elpoder después
del triunfo deLircay.
La historia civil deeste
período
esmuy bien conocida y es táestudiada,
casi hastaen sus menoresdetalles,
por no pocos de nuestrosprincipales
autores. No sucede lo mismo con la historiaeclesiástica,
a la cual no se haconsagrado
todavía. obraalguna
de mediano valor.Estas dos circunstancias han sido las que me han
impulsa
do aescribir la.presente
historia del Illmo.Obispo
de Santiago don José
Santiago Rodríguez Zorrilla,
saltando así delperíodo
de laconquista,
que he estudiado en 1).Rodrigo
González yfray
Antonio de SanMiguel,
al lin de lacoloniay
principio
de laindependencia.
(Júpolo
en suerte .a:Rodríguez Zorrilla,
por obra de sus méritospersonales
sobresalientes y de sus vinculaciones defamilia,
pasarsu vida enteraocupado
en la curia eclesiástica deSantiago,
como secretario de losobispos Alday
y Sobrinoy
Minayo,
como secretario y vicariogeneral
delobispo
Marón,
como vicariocapitular,
a lamuerte deéste,
ypor último como su sucesor en lasede,
hallándose así investido de la autoridadepiscopal
desde el año 1807 basta su muerte en1832,
bien queprivado
do suejercicio
durante lo má>. de los añoscomprendidos
entre esas fechas.II
hecha en gran
parte
la hi.-toria eclesiástica de e-eimportan
tísimoperíodo,
quecomprende
la luchapor laindependencia.
los sucesos que la
precedieron
y los que lasiguieron
hasta el definitivorestablecimiento delorden,
sucesos que, como se verá en estaspáginas,
tuvierongrande inllu.jo
en la formación de laiglesia
chilena de laépoca contemporánea,
casi tan di ferente de laiglesia,
colonial como el reino de Chiledepen
diente deF.spaña,
lo es de laindependiente
república
de Chile.No lio
pretendido
hacer una historia de ésa- que los preceptistas
llaman mipriiliatitlum
; sinosimplemente
una na-narración ordenada,objetiva
y exacta, en que los hechos bailen por sí -oíos,y
sugieran
al lector ilustrado las reflexiones tilosóíicas que de ellos naturalmente sedesprenden,
,-in soli citarlos enningún
sentido. Noquiere,
sinembargo,
decir estoque yo me
baya
abstenido dejuzgar
e-oshechos,
y expresar miopinión
cuando helogrado
formarmealguna;
pues ]0 be hechosiempre
que me haparecido
oportuno,
cuidando sí de enunciarlos fundamentos de mis afirmaciones, a fin de que el lector tengaa lavista todos los datos necesarios paraapreciar
si eljuicio
del autor merece e-timarse como verdadero o de sechar-e por infundado. Creo que con ello mi relato nopier
de su carácter deobjetivo,
carácter a queatribuyo
suma importancia:
pues si'ilo élpodría
dar alapresente
historia valor duradero,Especial
cuidado hepuesto
para no alirmar nada que no conste dedocumentos,
indicando casisiempre
alpie
de laspáginas
cuáles son estos, y la biblioteca o archivo en que se hallan los inéditos.Aunque
be hecho todo lo que estaba, en mi mano paracompulsar
cuantopapel
referente a mi asunto existiese en('hile,
nopuedo
alhagarme
de haberloconseguido,
pues tuve noticias dealgunos
documentos que me fuéimposible
obteSan-111
tiago
durante elepiscopado
deRodríguez
Zorrilla;
poro be carecido de medios paraconocerlos y obtenercopia
de ellos.He evitado en lo
posible
el vicio tan censurado de in-ertaríntegros
los documentos en el cuerpo de la narración, limi tándome :\. extractarlos en la mayorparte
de los casos, o reproducir
sólo laparte
pertinente.
Nopasarán
de treslos docu mentosque hecopiado
íntegros,
por serbreves yporquejuz
gué
que seleerían conagrado.
Losdocumentos de más importancia
oinéditossehanimpreso
en elApéndice.
Al otorgarme por e-ta obra el
primer premio
en el último certamenbienal,
la Facultad deTeología
de la Universidad de Chile parece decirme que hasidodesuaprobación
mi mo do de ver losimportantísimos
hechos ocurridos durante elobispado
deRodríguez
Zorrilla;
y que yo be hecho obra útilpara la
iglesia
de Chile: nopodía
yopretender
más. Noquiero
terminar estas líneas sin expresar miagradeci
miento a las personas que con sus conocimientos históricos me hanayudado
ydirigido
en misinvestigaciones: especial
mente a misamigos,
don TomásThayer Ojeda,
director del archivo de la BibliotecaNacional,
y elpresbítero
don Luis FranciscoPrieto,
que, con todagenerosidad, pusieron
a midisposición
cuantoposeían
y sabían referente aRodríguez
Zorrilla y a laiglesia
deSantiago
durante sugobierno.
Gra cias a. su concursohe evitado no pocos errores y llenado al gunos vacíos que sin él habrían afeado el pre-cntetrabajo.
Algunos
podrán
extrañar lafranqueza
y aún severidad con que refiero y censuro cierto- hechos de personas eclesiásticasrespetables
y constituidas endignidad,
lie creído que debía hacerloasí,
porque esdeber del historiador decirtoda la ver dad, como nos lo enseñaron con suejemplo
los cuatro SantosEvangelistas;
y porque la historia es mae-tra de costumbresque alienta a los buenos con el
aplauso
por susgrandes
beldáis,
y amedrenta a los malos con el temor de la infamiaperpetua.
I).
JOSÉ
SANTIAGO
RODRÍGUEZ ZORRILLA
OBISPO DE SANTIAGO DE CHILE
1752-1832CAPÍTULO
INacimientoylinaje deRodríguezZorrilla.—Sus estudios.—El obispo Aldayle hacesufamiliar.— ViajeaLima.—Es nombrado sacristán mayor
de lacatedral,capellándel cabildo secular y mayordomodel obispo.— Se gradúade doctoren,teologíayseordena de sacerdote.
1). José
Santiago Rodríguez
Zorrilla nació enSantiago
de Chile el30de Diciembre de 1752. Fueronsuspadres
1). ManuelRodríguez Zorrilla, español
oriundo deVilladiego
en lasmonta ñas deBurgos,
yDña. María del Carmen IduateyPozo,
señorasantiaguina.
A tetarnosaloquese diceenlasinformaciones de méritos de
Rodríguez Zorrilla,
supadre
era unhidalgo,
ysumadre«e halla baemparentada
con familiasprincipales
deSantiago,
y descen día deantiguos conquistadores. Sabemos,
porlos estudios genealógicos
de D. TomásThayer Ojeda,
queRodríguez pertenecía
a la familia PozoSilva,
ysehallaba,
por tantoemparentado
conelobispo
deConcepción
yarzobispo
de Charcas D. Alonso del PozoySilva,
yconel ilustreobispo
deSantiago
D. Manuel deAlday,
que fué suprotectory acuyo ladopnsó
losprimeros
año.-i desuvidaeclesiástica(1).
(1) N.del PozoySilva.
Fernando del PozoySilvayAntonia, Alemán Juana del PozoyAlonsoAlemán Fernando del Pozo y Silva y M. Josefa Riveros Juana AlemányJuan Alonso Ruiz de
[Berecedo
Antonia del Pozo y MatíasFelipede Iduate JosefaRuiz de B. yDomingodeAspee Carmen de IduateyManuelRodríguezZ.
Jo3efaAspt-ey jQgé dfiAk]ay Joae'SantiagoRodríguezZorrilla '
Cuando estuvo en edad de educarsesus
padres
le ñicieron in gresaral convictorio de San FranciscoJavier,
quedirigían
losjesuítas,
yera elmásimportante
yafamadocolegio
de la colunia,
ydonde seeducaba toda la aristocracia de ésta.Este
colegio
se hallaba situado en laesquina
de las calles de Bandera yCompañía
que actualmente ocupan los tribunales dejusticia.
Susalumnos,
pertenecientes
a la nobleza y claseacomodada,
ascendían a unos cincuenta. No teníanprofesores
propios,
sino que asistían alas clases delColegio Máximo,
que estaba ealle por medioen lamanzanahoy
ocupada
por elpalacio
del congreso. ElColegio Máximo,
donde seeducaban todos los estu diantes quequerían
abrazar el estadoreligioso
en lacompañía,
eraunaverdadera universidad; ysindisputa
elprimer
estable cimiento científico de la colonia. Ensusaulas seenseñaba lectu ra,caligrafía,
latín,
griego,
retórica,
filosofía,
matemáticas,
teología dogmática
ymoral,
yderecho canónico. Esta hábil cen tralización de las cátedraspermitía
alosjesuítas
darasusalum nos excelentesmaestros; yeconomizarsupersonal;
queno era lo bastantenumerosoparaatendercondesabogo
alas treintaycua trocasasde laprovincia
de Chile. En1762,
enelColegio
Máximo residían 33religiosos sacerdotes,
y ochentaestudiantes,
y en el convictorio de San Francisco Javier sólotressacerdotes(1).
Siete años
permaneció
Rodríguez
en estecolegio,
adonde ctebióingresar
>alos ocho añosde. suedad. Enél dio muestras de sus buenostalentos,
ymereció elaplauso
de susmaestrosenlos actos literarios usuales entoncesen que tomó lucida parte, y en los exámenes que rindió. Losjesuítas
cuidaban muyespecialmente
de cultivar lapiedad
de sus alumnos,consiguiendo
así que aun suscolegios seglares
fuesen seminarios de vocaciones para el clerosecularyregular.
El convictorio de San Francisco Javierdio,
desde elaño1753 a1767,
dos sacerdotesseculares,
seis religiosos
franciscanosynuevejesuítas (2).
Estos
ejemplos,
y laatmósfera depiedad
que serespiraba
du rante la colonia en loshogares
deSantiago, despertaron
desde tempranoenRodríguez
la vocación alsacerdocio,
ynotenía que vencerpara>seguirla
obstáculoalguno,
sea de parte de su familia,
todaella modelo devirtudes,
ni tampoco departe de susestudios;
pues los que bacíaen elconvictorio eran lashuniaui-íi; Enrich,Historia de laCompañíade JesúsenChile,t. IIpág. 2f>8,
—3—
dades
clásicas,
que todo sacerdote verdaderamente instruido debe conocerconperfección.
El26 de
Agosto
de 1767se efectuó el inicuo extrañamiento de laCompañía
deJesús,
yse cerraron en ese mismo día sus numerososestablecimientos, quedando
porestoen forzadahuelga
los estudiantesque cursabanensuscolegios.
La
pérdida
de tantossabiosprofesores
erairreparable
para" Chile que, porculpa
de esta tiránicadisposición real,
iba a tardar muchos años en alcanzar eldesarrollo científico que tenía cuando losjesuítas
fueronexpulsados.
El clero secular y las órdenesreligiosas,
en cuyasmanos estaban los demás estableci mientos de educación entoncesexistentes,
que eran bien pocos, contaban entre sus miembrosalgunos
hombres
doctos;
pero su número era escaso, yalgunos
nopodían
dedicarse a ella por hallarseocupados
encargos de la curia eclesiástica o en otros ministerios sacerdotales. Entre losexpulsos figuraban
lospadres
Molina yLacunza quecomenzaban a enseñar: supérdida
erairreparable.
El año de la
expulsión
de laCompañía Rodríguez
Zorrilla había iniciado yalos estudios de filosofía a pesar de su corta edad de 15 años nocumplidos;
y asípudo
continuar sus cursos enla universidad de SanFelipe,
donde había catedráticos de ese ramo,ode artes,como entoncessolía decirse.Cuando los
jesuítas
fueron extrañados cursabaRodríguez
Zo rrilla lafísica,
que entonces formaba parte de lafilosofía,
y como sus amados maestros se detuvieronalgún tiempo
en la hacienda de lasTablas,
mientras sepreparaba
suembarque,
notrepidó
enemprender
elviaje
alas Tablaspara rendir anteellos elexamendefísica(1).
Un mes
después
de laexpulsión
desusmaestroslosjesuítas,
el 25 deSeptiembre
de1767,
Rodríguez
sematriculó en la univer sidad para estudia!' filosofíayteología (2).
Eldiez de
Mayo
de 1768 yarendíaexamen de física. En 7 de(1) Noticia dada porD.Vicente Arleguia D. Miguel Luis Amunáte-gui:Crónica de 1810,tomoIIIpág.99.
_ i _
deEnero de 1769 rindióexamen de tercer año de filosofía, y a fines del mismoaño. el 16de
Diciembre,
lo rindió delsegundo
año deteología.
Elañosiguiente
en 1771 fué paraRodrigue:'.
Zorrüla de rudastarcasescolares;
puesrindió,
el21 de Julio y 27 deAgosto,
losexámenes deterceroycuartoañodeteología;
el16 deSeptiembre,
el de las treintaytres cuestionesteológicas
y el 20del mismomessegraduó
de bachillerenteología.
La causade esteapuro fué el
viaje
que pocos díasdespués
de recibirestegrado
tuvo queemprender
a Limay del cual hablare mosmás adelante.La familia de
Rodríguez,
distinguida
por su nobleza y virtudes,
erapobre
de bienes de fortuna. Supadre
no alcanzó aadqui-losporque murió pronto,
dejando
a suviuda con ochohijos,
el mayordelos cualeseraD.JoséSantiago..
Sus relacionescon el
obispo Alday
vinierona sacar de apuros a lafamilia;
pues elprelado,
conociendo las inclinaciones deRodríguez
al sacerdocio, susbuenostalentosyardor para eltrabajo,
le llevóasucasayle hizosufamiliar. Con los emolumentos queelobispo
liberalmente leasignaría,
y talvez otraspequeñas
ganancias
que ocasionalmenteobtendría,
pudo,
desde la edad de diecisieteaños,ayudar
a sumadreparaviviry educar asus her manosmenores(1).
EnJunio de 1770, el
arzobispo
deLima,
D.Diego
Antonio de laParada,
convocó asussufragáneos,
entre los cuales secontaba alobispo
deSantiago,
paraun concilioprovincial
que el arzobispo
deseaba abrirel 1.° deAgosto
de 1771. Elobispo Aldav,
obediente a lavoz de susuperior jerárquico,
comunicaba al rey queasistiría alconcilio,
pero quenopartiría
antes deSeptiem
bre de1771,
por temora los corsariosingleses
que infestaban elPacífico,
yperseguían
a lasnavesdeEspaña
con la cual estaba enguerra laInglaterra.
Efectivamente,
Alday
salió deSantiago
elDomingo,
22 deSeptiembre (2)
y nollegó
a Lima sino en Octubre del citadoaño, ypudo
asistir a todo elconcilio,
cuya apertuia debió postergarseporel atraso conquealgunos obispos
llegaron (3).
Poco antesdepartir,
el12 deJunio,
de1771,
e]obispo
confirió aRodríguez
latonsura ylas órdenesmenores.t'l) ArchivoArzobispal,tomoL,pág.180ysig.
(2) Alday,cartas al rey, 1.° de Diciembre de 1770,—7 de Mayo de 1771—
Rodríguez
Z.acompañó
a suprelado
aLimay conélregresó
a Chile enSeptiembre
de 1773. Elobispo
Alday
hizo su solemne entradaenSantiago
el31 de. Octubre de 1773(1).
Rodríguez
Zorrilla,
siguiendo probablemente
losconsejos
de suobispo,
queeraperito
encánones yleyes, aprovechó
los ocios de su permanencia en Limapara estudiar las Instituciones de Jus-timano conelDoctorD. Pedro
Vásquez
deiVovoa,
catedrático do prima deleyes
en la universidad de San Marcos,siguiendo
sus cursoslosaños 1772y1773 queduró laestadía delobispo
enesa capital. Exámenes no rindió porno acostumbrarse en la univer sidadf2).
Durante la ausencia del
obispo Alday
habíagobernado
la diócesis deSantiago
el vicario general D. José Antonio Martí nez ríe Aldunate, con tantaprudencia
ydiscreción ouepudo
evi tarlospleitos
con la real audiencia y con losprelados
de las órdenesreligiosas,
comolo comunicabaAlday
al rey, con suma satisfacción,en cartade3do Enerode 1774(3").En 1772 había vacadola sacristía mayor de la
catedral,
bene ficio que soproveía
ñoroposición.
Ilízola Rodríguez, y elobispo
Alday
lo inclnvóenla ternade candidatosquedebía proponer alvicepatrono.
Este eraelpresidente
dela colonia don Agustín deJáregui.
(I cual lopresentó
a su vezalobispo
para queenélprové cese el beneficio. Porsu parteelayuntamiento
o cabildo secular lo nombró sucapellán,
para quele recibiese alapuerta de la ca tedralyle diese la pazculasfunciones de tabla aque el cabildo debía concurrir.El
obispo
que, con el continuo trato de. Rodríguez, iba cono ciendo más susexcepcionales
dotes, no sólo de ciencia vvirtud,
sino dediscreción yprudencia,
lenombrómayordomo
desu casa, cargodelicado,
pues debía entender en elnianeio einversión de bis rentasepiscopales,
oueeran bastante cuantiosas. A so regreso deLima,
continuó Rodríguez con empeño sus estudios de teolo-ffía. paradisponerse
a recibir lassagradas
órdenes ygraduarse
de doctor en estaciencia. Sus deseosse vieron realizados el 2 deSeptiembre
de 1775, díaen queseleotorgó
dichogrado.
f1 ) Diario de D.FernandoAntonio de los Ríos,yacitado.
(2) Archivo delaUniversidadde SanFelipe,legajo 66 de grados en cánonesy leves.
—6—
Entretanto los años corrían y
Rodríguez pudo
recibir lassagradas
órdenes queelseñorAlday
le fué confiriendo tan pron tocomocumplía
la edad canónica. Así el26 de Febrero de1774,
en laiglesia
de laCompañía,
le confirió elsubdiaconado,
el 11 de Marzo de 1775 le ordenó de diáconoen eloratorio delpalacio
episcopal;
yel 23 de Diciembre del mismo año, faltándolealgu
nosdíasparacumplir
los veintitrésaños,queesla edad a queen Américapuede
recibirse elpresbiterado,
le. administró esta orden,
haciendo la ordenacióngeneral
de lastémporas
de Adviento enlaiglesia
catedral(1).
CAPÍTULO
IIRodryjuezZ.racionero ycanónigodoctoral de laiglesiacatedral de-Santiago
El año 17TC!, habiendo fallecido el deán de la
catedral,
doc torD. Pedro de TulaBazán,
hubo en elcoroascensogeneral
dedignidades
ypasó
aocuparla detesorero, que es la menor, elcanónigo
D. José del Pozo ySilva,
tío deRodríguez
Zorrilla, La canongíade merced que éstedejó
vacantela.ocupó
el racio neroI). Rafael GarcíaHuidobro,
y, enlugar
de esteúltimo,
el reypresentó
para racionero al sacerdote chileno D. Pedro de VivaryAzúa,
quepertenecía
ala aristocracia de la colonia y se hallabaen lacorte deMadrid,
haciendo valer suspoderosas
vin culaciones de familia para obteneralgún
beneficio eclesiásticoque le
permitiese
viviren laholgura
quesuachacosa salud exigía,
y parala cual no le bastaba laescasaherencia de supadre
Como Vivar no regresara de
España,
elobispo Alday,
de acuerdo con elvice-patrono
nombró racionero interino a Rodrí guez,el cual comenzóadesempeñar
su cargo ol año 1778. Esta interinidad duróunos nueve años,puesVivar, alegando
lospoli-grogde la guerra con
Inglaterra
y losachaques
de su salud, obtuvolargas prórrogas
delplazo
fijado
por loscánones yleyes
españolas
para tomarposesión
de losbeneficios,
y asípudo
dila tar la colación de suprebenda
(¡í).
(1) ArchivoArzobispal,tomoT,XVIIT.
C2) \j. F. Prieto.D.Pedro de Vivar,artículopublicadoenel lomo TTI, pás:.85de faRevistadeHistoriayGeografía.
Una de lasrazonesquedebió tenerVivar para
prolongar
tanto su residencia en la corte seríaprobablemente
la esperanza deobtener,
mediantelosinflujos
de sufamilia,
unacanongía,
enlugar
de la raciónquele había dado el rey. En Chileparece que la tardanza de Vivarenvolver a supatria
hizo pensar que re nunciaría operdería
suración;
y, para este evento,Rodríguez
con recomendaciones de su tíoel tesorero don José del
Pozo,
sedirigió
alagenteenMadrid,
Domingo
SánchezBarrero,
para que lenegociase
su entrada al corosea en la ración deVivar,
si llegaba
avacar,sea en otra(1). Pero,
como sehavisto,
la vacante queseesperaba,
nollegó
aproducirse.
En
1789,
hallábase vacantela canongíamagistral,
por promo ción delprebendado
D. JoséJoaquín
Gaete quelaocupaba
a ladignidad
detesorero; y debíaproveérsela
en concurso por sercanongía
de oficio. Abrióse el concurso,y seopusieron
el señorRodríguez Zorrilla,
D. Manuel José deVargas,
D. José CortésMadariaga,
D.Ignacio
Infante, D. TadeoQuesada
yD. RamónArístegui.
Laoposición
tuvolugar
ante el cabildo y vicariocapitular,
D José Antonio Martínez doAldunate,
con asistencia del comisionadoregio
D.Joaquín
Pérez deUriondo. El cabildo nosedecidió respecto del candidato quemerecía elprimer lugar
de laterna quehabía de presentarse al rey, pues loasignó
ex trquo, por cincovotos, aRodríguez
Zorrillaya D. Manuel José deVargas.
Pérez de
Uriondo,
informando el9 de Julio de1789, acercadel resultado de laoposición, dijo,
respecto deRodríguez,
que era rectorde la universidad de SanFelipe
y catedrático de Maes trode las Sentencias,empleos
en que daba suficientes mues-rrasd*.sus buenostalentos. "Enlaoposición
sedistinguió
desdeluego
en una docta lección quedijo,
ycomo al estudio e inteligencia
desumateriajuntaba
lamayorfacilidadenexplicarse,
enrepetir,
calificar yresponder,
fué el acto do suoposición
gene ralmenteaplaudido.
Laprelección
fué de unelegante
y sublime estilolatino,
yamenizada conlas bellas noticias históricas de laantigua
disciplina eclesiástica,
probándola
con losmejores luga
resteológicos:
esto e=. con la Escritura,tradición, -oncilios,
santospadres,
yraciocinios;
siguiendo
este orden con una—8—
niosay erudita
distribución;
yreplicando
también en su turno con varias reflexiones enmateria,
ypredicando
su sermón conigual
lucimiento".Xo obstante sus méritos, el
gobernador
O'Higgins,
al elevar al rey la tenia, recomendóespecialmente
aD. Manuel José de Var gassacerdote, decía,
de cuarentay cuatro años,mejor
predicador
queRodríguez
y quehabíasidounverdaderoapóstol
de laparroquia
deQuillota,
dondeedificócasa deejercicios, reparó
laigle
siaparroquial,
y dotó deparamentosy vasossagrados
a lascapi
llas del curato(1).
Elvoto de
O'Higgius
fué decisivo:Rodríguez
no obtuvo lacanongía magistral
a pesarde susméritos,
a pesar de las reco mendaciones delpresidente
Jáuregui,
queya en1779 decía de él quecumplía
con exactitud susobligaciones
y era amado delpueblo
porla suavidad desugenio
y demás buenasprendas,
y a pesartambién delelogioso
informe que elevó la real audiencia el año17<s6,
en elcual enumeraba los honrosospuestos que ocupaba,
tantoen launiversidad de SanFelipe
comoen la adminis tracióneclesiásiica,
ysu celo para el ministerio sacerdotal. Esafable,
decía laaudiencia,
dulce moderado y muy estimado de la ciudad. Tenía a lasazóntreintaycuatro años.En 1792 hubouna vacantede racionero por
promoción
a canónigo
de D. TedroRojas
deArgandoña.
Lapretendió
Rodrí guez; pero tampocolaobtuvo;
porque se le atravesó por medio el ducuc de San CarlosD. Fermín deCarvajal.
Estemagnateera elcorreo mayordeEspaña.
El rey, deseandomejorar
el servicio decorreosloincorporó
a la corona, y para indemnizar alduque
lapérdida
desu cargode correomayor, SuMajestad
le concedí.) elprivilegio
de colocar a sus hermanosyprimos
en los rmestos que les conviniesen, y para los cuales fuesen aptos.Alegando
esteprivilegio,
elduque
obtuvoparasupariente
Don Marianode líoa y Alarcónla ración vacantea queaspiraba
con tantos títu losRodríguez.
Al comunicarle esta noticiasuencargado
en Ma drid.D. Xicolás FernándezRivera,
le decíaconirreverencia: "Lo-méritos del señorduque
se parecen alos de nuestro Divino Re dentor; puesson infinitos". ProbablementeRoa no se hallaba con idduque
en elgrado
deparentesco enunciadoen elprivilegio
real(2).
fl) ArchivoArzobispal,tomoXXIX,pág.204ysig.
—9 —
Por fin
llegó
el día en queRodríguez
pudo
verpremiados
siquiera
enparte susméritos,
ylos serviciosprestados
a laiglesia
y alacorona.El año 1795fallecieron enSantiago
el deán de la catedral D. Juan José de los Ríos yTerán,
y el racionero D Gabriel deEgaña.
Elobispo
D. Francisco José Marán, escribióconesta ocasión al rey recomendando a
Rodríguez
en los térmi nos másencomiásticos.Igual
cosahabían hecho pocos años antes elobispo
D. Blas Sobrino yMinayo,
y elpresidente
D. Ambro sioO'IIiggins,
elcual sehallabapersuadido
dequeRodríguez
era ya unode los másmeritorios eclesiásticos dela diócesis. El rey sedignó
estavezacogertan buenos informesy leotorgó
laración vacante.El 21 de Noviembre de
1S96,
Rodríguez
comunicó al cabildo eclesiástico supresentación
para racionero.Este,
tres días destines,
acusaba recibo deesacomunicación,
diciéndole: "Vd.queen diferentesocasiones ha recibido señales nadaequívocas
del apre cioy estimación del cabildoeclesiástico,
y de las veras con que ha deseado verle contadoentre susmiembros,nopodrá
dudar del gustoycomplacencia
con que harecibido la noticia desu nom bramiento". Firmaban esta contestación los canónigos I>. .losé Antonio Martínez deAlduuatc,
D. José AntonioErrázuriz,
1 >. Pedro AntonioRojas
deArgandoña,
D. José Diez deArteaga,
D. Manuel José deVargasy D.Pedro de Vivar(1).
Losracioneroseran los
prebendados
ínfimosdel coro catedral. notomabanparteen los acuerdoscapitulares,
y debían hacer de diáconosysubdiáconosen las misas cantadas.Tenían,
sin embar go,unarentabastante crecida quebastaba al titularparasu con grua subsistencia. No era esa rentafija,
porquedependía
del montodelamasadecimal,
quevariaba todoslos años. Así Rodrí guez Z. tuvoelaño 1801una entrada de 1740pesos 3 reales; en 1M)2,1918pesos 6 realesyun cuartillo y en 1803, 1930 pesos. cuatro realesyun cuartillo.El
obispo
Marán conlinuó incansablementedistinguiendo
aRodríguez
entrelos eclesiásticos de suclero. En 1798,conmotivo delavacanteproducida
por lamuerte delcanónigo
de merced D. José Diez de Arteaga, lerecomendaba al ministroD. MelchorGaspar
deJovellanos,no sóloparalacanongía
vacante"sinopa ra otroscargossuperiores
en quepudiera
lucir sus dotes de go bierno(2)".
—10 —
El reyno
acogió
estavezlosempeños delobispo
en favor deRodríguez,
el cual hubo de esperar hasta 1804 para obtener canongía.
Por muerte del maestre escuela D. José Antonio
Rodríguez
habíaquedado
vacante estadignidad.
A ella fuépromovido
el tesoreroD. Pedro AntonioRojas
yArgandoña,
y a ladignidad
de tesorerolofué elcanónigo
doctoral D. José Antonio Errázu-riz. Alacanongía
doctoralseopusoRodríguez
Z.y elreyleotorgó
lapresentación.
Si hemosde creerlo que más tarde escribía elcanónigo Fretes,
lapresentación
sedebió,
másque a los propios
méritos delcandidato,
alinflujo
delpresidente
Muñoz de Guzmán delcual,
asi como de su esposa ladistinguida
señora doña María LuisaEsterripa,
era muyamigo Rodríguez
Zorrilla. Sinembargo,
enlaoposición
sele dio por unanimidad elprimer
lugar
delaterna.La tomadeposesión
de lacanongía
se verificó el 22 de Abril de 1804(1).
Ésta fué la última
promoción
deRodríguez
en elcoro catedral. Los acontecimientosposteriores
loimpulsaron rápidamente
en otrosentido;
ysuvida, que bastaesa fecha había sido laboriosa perotranquila,
se tornó tormentosacomo laépoca
en quele tocóvivir. . ¡
•;„.'.«: 3
CAPÍTULO
IIIRodríguez Z. catedrático de Artes, de Maestro de las Sentencias y de. Prima de teoloqia de laUniversidad de SanFelipe
- Es elegido vicerrector Vrector
—Dificultades
con algunosdoctores—Proclanmcnmde Carlos IV—Terceroycuartorectorado -Gradúasededoctoren utrocrueRodríguez Zorrilla,
a pesarde lasmúltiples ocupaciones
de su ministeriosacerdotal,
y de lospuestos administrativos que, como lo hemos yadichoylo diremosmásadelante,
hubo dedesempeñar
llevado de su celoporserviralosprelados
diocesanos que tanto ledistinguían
yobligado
por la necesidad de proveer al sustento—11—
y educación de sus
hermanos,
fuésiempre
hombre estudioso, amantedelsaber,
yfiel ala universidad de SanFelipe,
dondese habíagraduado
de doctorenteología.
Poco
después
de terminadossus estudiosyrecibido el sacerdo cioprincipió
Rodríguez
adesempeñar
cátedras en la universi dad. Laprimera
queocupó
fué la llamadade artes o sea la de filosofía. Estacátedra se hallaba vacante a fines de 1780 por haber sido nombradopárroco
de Mendoza el doctor D. Ambrosio Joséde Ocboa sutitular. Convocó elrectorde la universidad D.Agustín
Secoaconcurso deopositores,
yel único quesepresentó
fuéRodríguez
Zorrilla. El16 de Enero de 1781sehizo elpique
depuntos, como entoncesse decía lo quehoy
llamaríamos sorteo.Eligió
comomateria delexamen elcapítulo
8." del libro.segundo
delosPhysicorum
en elcual:Aliquae
exparte
tumcausarumtumeffectuum
divisionesponuntur,
ex quarum notitia casus acfor-tunaeratio
concluditur,
o,loqueeslomisino,
se trataprincipal
mentede la fortunaoacaso ysu influenciaenla naturaleza.Al día
siguiente, después
de unadisertaciónde unahora, yde y deresponder
alosarguyentesque leobjetaron,
el claustro congeneral aplauso
le concedió la cátedra(1).
Pocosmeses
desempeñó Rodríguez
Zorrilla la cátedra deartes ; porque,habiendo fallecido el catedráticode Maestro de las Sentencias,
fray
ManuelRodríguez, dominico, opúsose
a ella y laobtuvo,
sin queningún
otro doctor lapretendiese.
Elpique
d°punto*
tuvolugar
el 19de Julio de 1781; yelexamen,que versó sobrela distinción8."del librotercerodel Maestro delas Sentencias,
el día20 del mismo mes(2).
Enesadistinciónse trata de lassiguientes
cuestiones referentes al misterio de la Encarnación de Xuestro Señor: /ln divinanaturadebeat dicinata de virgine: Degemina
nativitateChisti qnia hisnatus est.La cátedra de Maestro de las Sentencias teníapor
objeto expli
car esa breveenciclopedia filosófico-teológica
escrita por el céle breteológico
medioeval PedroLombardo,
muertoarzobispo
de Paris(1164),
con el título de Sentenciarum libriqvatuor.
De sempeñó tambiénla cátedra devísperas
deteología,
o seala chi—12 —
se
vespertina
deeste ramo; perono debió obtenerla enpropie
dad,
porqueno constaquehicieraoposición
a ella(1).
Por
Septiembre
de 1795 hallábasevacantela cátedra deprima
deteología
oseala deteología dogmática
quesehacíaporlama ñana. Esta cátedra se consideraba laprimera
y más honrosa de la universidad.Opúsose
a ellaRodríguez
Zorrilla y, como fuera el únicoopositor,
la obtuvo porunanimidad desufragios (2).
El 13 de Octubre de 1795tomóposesión
de su nueva cátedra y ladesempeñó
hasta el 20 de Noviembre de 1806. En esta fecha se lo declaró catedráticojubilado
deprima
deteología,
en atencióna susméritos extraordinariosaunqueno la había servido el nú mero de años
requerido,
pues parajubilar
encualquier
cátedra era.preciso desempeñarla
veinte años,yélnotenía sinoonceaños de servicios en la cátedra deprima,
alos cuales se añadían los catorcequedesempeñó
la deartesy Maestro de las Sentencias(3).
Masno soloprestó
servicios,
ala universidad como maestro, sino tambiéncomovicerrector yrectorde ella. En su bien dotadoingenio
se hermanaban admirablemente las facultades teóricas con lasprácticas,
cosa nada común. Launiversidad,
decía al rey la real audiencia el año1786,
le ha nombrado su vicerrector parapremiar
su celo en servicio de ella. Este nombramiento se hizo el30 de Abril de 1785. Tres años mástarde,
el3.0 de Abril de 1788, el claustro leeligió
rector,por 27votosentre44votantes. Esta elecciónerade lo máshonroso,
yprueba irrefragable
deque elelegido
reuníano comunes cualidades y habíaprestado
a lacorporación
serviciosnotables;
puesRodríguez
Zorrilla tenía apenas treinta yseisaños, y eraelprimer
caso que merecía tulhonorun
simple
presbítero (4).
El rectorera
elegido
porun año; pero se acostumbraba reelegirlo
alsiguiente;
yasí lo fuéRodríguez
el30 deAbril de1789,
por 35 votosentre 63 votantes(:,).Desusactoscomorector de launiversidaden este
periodo
pocesabemos,
y pocos hechosnotablesserealizarían sin duda.Rodríguez
Zorrilla escribió a launiversidad do San Marcos(I)ArchivoArzobispal,tomoL, riáer.186, vuelta.
('íl Libro1T deAcuerdos dela RealUniversidad de S.Felipe. (3) LibroTU de Acuerdos de laReal UniversidaddeS. Feli¡e. (41 ArchivoArzobispal,tomoXXYÍÍ,pág.182.
—13—
de Limapara darle las
gracias
por haber nombrado catedrático doprima
deleyes
al doctor D.Domingo Larrión,
graduado
en lade SanFelipe
; yensunota decíaquetal honor sólo lo había merecido otro chileno: D.Diego
Montero delÁguila,
unsiglo
antes,en1688
(1).
En cambio deestasatisfacción que le
proporcionó
la universi daddeLima,
Rodríguez
tuvo duranteelsegundo
año desurecto radoalgunas
cuestionesenojosas,
en que intervinieron variosdoctores,
elprincipal
de los cuales fué eljoven
doctor D. José CortésMadariaga,
tan célebre más tarde porsu intervención cu laindependencia
de Venezuela.Comenzaron estas dificultades desde el mismo día del claustro
enquesele
reeligió,
celebrado el30 de Abril de 1789. La elec ción había sido bastante reñida ; puessucompetidor,
el doctor D. José AlbertoDíaz,
obtuvo veintiocho votos, contratreinta ycinco quo
sufragaron
porRodríguez
Zorrilla. Los veintiocho noquedaron
contentos, yacudieron ante elpresidente O'ÍIiggins,
El 6 de
Mayo
de 1789O'ÍIiggins
recibe el oficioen que RodríguezZ. lenoticia desueleccióny
pídese
leconfirme,
yotrooficio,
firmado porfray
JacintoFuenzalida, fray Domingo Balmaceda,
fray
JoséIgnacio
Aguirre,
1). FranciscoAguilar
de los Olivos, D.Hipólito
FranciscoVillegas
ylospbos.
D.Agustín
de Escanden,
D. VicenteLarrain,
D. RamónArístegui
y D. José CortésMadariaga,
en que decían de nulidad de laelección,
porque "se habían valido deemisarios,
sujetos
delmayor respeto, parasedu cir losvotos, y entreellosnofaltabansuperiores
que anduviesen decasa encasapidiendo
lossufragios,
cuyo ruego escierta espe cie violenta de mandar" y porquesehabía omitido eljuramento
deelegir
al quejuzgaran
másdigno,
quelaconstitución 1.a dela universidad do San Marcos deLima,
por cuyos estatutosseregía
lade SanFelipe,
mandaba se prestaseantes deproceder
a toda elección.Elcandidato deestosnuevehabía sido el doctorD. José Alber
to
Díaz, bajo
cuyo rectoradopensaban
que se detendría la deca dencia deía
universidad,
decadenciaque se notaba bacía cinco años yalacual contribuía el nombramiento de catedráticos inte rinosoue se había hecho paravariosramos, envez deproveerlos
— 14—
en
propiedad
porepo.-ición.
Estaprovisión
enpropiedad
asegu raban que la diferíaRodríguez
Zorrilla porque estaba interesadoenunade esascátedras interinas.
El
presidente
dio visra al fiscal, el cuala su vezpidió
que seoyese a
Rodríguez
Zorrilla,
y al doctor D. José Antonio Rodrí guez, quehabíaexigido
laprestación
deljuramento
prescrito
por los estatutos.Esteúltimo selimitó a referir todo lo ocurrido.
Rodríguez
Zorrillapresentó
porel contrario unalegato enérgico,
y hastavirulento,
contra los nueveopositores,
ye-peoialmeute
contra el doctorArístegui.
Respecto
deljuramento aseguró
yprobó,
conel testimonio del secretario de la universidad D. LuisLuque
Moreno que desempeñaba
el cargo bacía veinte años, que nuncase habíaprestado
y portantoexistía costumbre contraria ala constitución que por ellaquedaba abrogada
; y, aunque así nofuese,
no por falta dejuramento
seríanula laelección,
pues ese estatuto no traía ex presa sanción de nulidad.Por lo que hacía a la seducción
ejercida
por lossuperiores,
Rodríguez
Zorrilla desafióalosconcurrentes aque decíar.-is.n:bajo
juramente quien
había andadode casaen casa en busca devoto*, vcomoeraverdadquetodas las cédulas conquelos doctores ha bían votado estaba escritasporelsecretario de la universidad.V en cuantoal doctor
Arístegui,
lo acusó de quedescuidaba su escuela de menoristas, parala cual lepagaba
elcabildo unsueldo anual de 300 pesos, viéndose lospadres
de familiaobligados
a recurrid alos conventos, o pagarenel aula demayoristas
de D. JoséMaríaLujan
laenseñanza queArístegui
debía darlesgratui
tamente.De tan contundente escrito se dio traslado a los nueveapelantes,
los cuales nadarespondieron
durante dos meses, y en estetiempo
murió el doctor Díaz.Rodríguez
Zorrillapidió
en tonces que se lesapremiara
para contestar, conapercibimiento
defallaren rebeldía. CortésMadariaga
saliódiciendo,
por sí yporsus
colegas,
quenohabíancontestado porqueno habíanpodi
do tener ala manounejemplar
de las constituciones de la uni versidad,y que, siRodríguez
Zorrilla lesfranqueaba
el delarchi vo universitario,responderían
dentro de ocho días. Laparte con trariaesperó
basta siete y, como nodieran Cortés y los suyos =eñ;,les denada,
semandaronrecoger losautos, yO'ÍIiggins
con firmó la elección deRodríguez
Zorrilla.mili-—15—
dad esos nueve
doctores, despechados
por nohaber sacado triun
fante asu
candidato,
eran de lomásfútiles,
y que bien merecida seteníanla
filípica
queles enderezó elrectoren su escrito dedefensa. Los términos enque estaba redactadaeran harto
duros,
y anosotrosnos
parecían
insoportables
y poco cultos; pero en
tiempo
de nuestrosabuelossedecía todo lo quese sentía, y con lostérminospropios,
sin buscarcircunloquios
ni eufemismos(1).
Mientras se ventilaba la cuestión de la nulidad lareelección,
surgió
otra en que fueron partelos doctores don JoséJoaquín
Gaete yel misino Cortés
Madariaga.
Fué ocasión de ellael cargoquea
Rodríguez
Z. habían hecholosnueve doctores queformularonel reclamo de nulidad acusándolo de. remiso en el
cumpli
miento desús
deberes,
por cuya causala universidad decaía. Elcaso fué elsiguiente.
El doctor D.Joaquín Gaete,
catedrá tico deprima
deteología,
como yadijimos,
ydignidad
detesorero del cabildo
catedral,
nodesempeñaba
conpuntualidad
su cátedraporsuancianidadymala salud; ypor sí yante
sí,
sin obtenerla
aprobación
delrectorcomo loexigían
los estatutos de hiuniversidad,
senombró sustitutoenlapersona del doctor D. JoséCortés
Madariaga.
Rodríguez Zorrilla,
por consideraciones aGaete,
toleró el abusoalgún tiempo
;pero, cuando sevio acusado ante elpresidente
de remiso enelcumplimiento
desus deberes y causante de la decadencia de. launiversidad, creyó
que no debía tolerarlomás ypasó
unoficioaGaeteenquele recordabaquelosestatutos de la universidad sólo autorizaban a los catedráticos
parahacersusclases por sustitutos los dosmeses inmediatamente anteriores alas
vacaciones,
yla persona del sustituto debía seraprobada
por el rector; y,como Cortésnomerecía suaprobación
parauna cátedratanimportante
comola deprima
deteología,
se sirviese poner fina la sustitución.Gaete llevó muyamal esta advertencia yorden del rector, e hizo deellacasoomiso.
Rodríguez Zorrilla,
parahacerserespetar, ordenó al bedel notificara Cortésqueno debía continuar hacien do laclase,
yapuntar
faltaaGaete cuandonoconcurriese a hacerla.
Gaete y Cortés
apelaron
irritadísimos ante elgobernador
O'ÍIiggins,
en sucarácter device-patrono
de launiversidad;
y,— 16—
como sucede
siempre
que nohay
buenas razonespara defender lapropia
causa, echaron manode las malasyatribuyeron
a Rodríguez Zorrilla torcidos finesy abusos que, aun siendo ciertos, no habrían
justificado
la violación de los estatutos universitarios cometidapor Gaetecondesprecio
de la autoridad delrector.Según ellos, Rodríguez
Zorrilla obraba así por encono para vengarse de haberlenegado
sus votosen la reelección; yél mismo había dadoejempo
dehacerse sustituirañosenterosen la cátedra de Maestro de las Sentencias; yencuanto aCortés,
teníala cien cia suficiente porqueera doctor y habíapasado
por todas laspruebas
quelauniversidadexigía.
Rodríguez
Zorrilla contestó que susuplencia
había sidojusti
ficadísima,
pues siendo secretarioymayordomo
delobispo
Alday,
debió atenderlodíaynoche durantesusdos últimosañosllenos delos
achaques
de lavejez (1786-1788),
yacompañarlo
en losviajes
quehacía alcampo en buscade salud. Y no
pudiendo
por esta causadesempeñar
conregularidad
sucátedra,
habíaobtenido expresa licencia del
gobernador
Benavidespara hacersesuplir
por todo eltiempo
necesario yelsuplente
había sidoaprobado
por elrector; y muertoelobispo
hizocesar lasuplencia
y reasumió supuesto. De laciencia de Cortés decía a Gaete quebien sabían los dos aqué
atenerse; pues mucho lo habían conversado en la sacristía de lacatedral,
admirándose de su audacia ypretensio
nes.En
prueba
deque carecía de ciencia suficientepara laprime
ra cátedra de la
universidad,
aducía elhecho deque elclaustro,
porcincuentaydos votos contranueve,no lo había
juzgado
siquiera
capazde hacer clase demoral;
sus estudios habían sidoprivados,
sinpreparación
filosófica; y, para introducirse en launiversidad,
habíafatigado
alrectorprotempore
con susimpor
tunidades y solicitudes dedispensas.
O'Higgins,
con notableprudencia
yequidad,
dio unfallo quetalvez satisfizo a las dos partes,ypuede
resumirseen lossiguientes
términos: el rector tiene razóny debecumplirse
elestatutoreferentea losreempla
zantes;mas, como
Cortés,
contolerancia delrector, haestadoenposesión
de lasuplencia, sustituya
a Gaete durante los dosmeses inmediatamenteanterioresa las vacaciones(1).
Xo debe extrañarseel poco
aprecio
queRodríguez Zorrilla,
yaun elmismo doctor Gaete hacían de laciencia del D. José Cor
—17—
tésy
Madariaga,
quedespués
fuécanónigo
deSantiago
ydesempeñó
tan lucidopapel
enlaindependiencia
; pues, cuando estasuplencia
tandiscutida seledio,
apenas tenía veintitrésoveinti cuatro añosde edad.Cortés
Madariaga
nopodía
estarsequieto
: suimaginación
ysusambiciones le
sugerían
acadapasoideasmeras, quecongran audaciayperseverancia
trataba de llevar a cabo. Una de ellas fué la de hacerse nombrar secretariode launiversidad,
cargo quesu
titular,
D. LuisLuque Moreno, desempeñaba
bastante malporquesus años y
achaques
no lepermitían
hacerlomejor.
Sin mirar que ésteera un ancianocargado
de familiay de pocosrecursos,
pretendió
queselejubilara
con menosde la mitad de su escasosueldo,
ofreciéndose él aservir el puesto por cuatroaños, conelcompromiso
acederalauniversidad la mitad de las propinas.
Supretensión
notuvoefectopor lasconsideracionesquenopodían
menos deguardarse
al anciano ypobre
empleado.
Luque
murióen1789,
yel5de Diciembre sereunió elclaustro,
presidido
por elrectorRodríguez Zorrilla,
para la elección dereemplazante.
Habíavarios candidatos queteníansus solicitudespresentadas
conanticipación.
Leídas que fueronéstas,
CortésMadariaga,
enelmomento enque iba a comenzar alvotación,
sacó desubolsilloypidió
seleyese
unasolicitudenquerepetía
su oferta de servir porcuatroañoslasecretaría,
yprometía
ceder el sueldo todoenbeneficio de la universidad. En la mismosolicitud decía de nulidad de todo lo quesehicieseenel claustro electoralpara, elcasoqueéstesenegase a
acogerla.
Esta
sorpresiva pretensión
fuéacogida
con murmullos. Elrector
Rodríguez Zorrilla,
ycon éllamayoría
de losdoctores,
sostuvieron quelasolicitud de CortésMadariaga
no debía leerseporno haber sido
presentada
oportunamente;
y asíse hizo ape sarde lasprotestas
de.Cortésylossuyos.Continuó,
pues, lavota ciónyfuéelegido
secretario el notario donXicolás Herrera.Cortés
apeló
de lo hecho anteelpresidente
O'Higgins,
el cualpidió
informe al rectorde la universidad:Rodríguez
Zorrilla in formó quelopropuesto
por Cortésera contrario a las constitu ciones de launiversidad,
quemandaban que el secretario fuese—18—
otra
análoga
del bachiller don Lorenzo Villalón.Creía,
pues,Rodríguez
Z. que elpresidente
debía desestimar la reclamación de Cortés mirándola"comoefecto solo del sistema que seha propuesto de
perturbar
todas las elecciones. Atresseha hallado pre sentedesdequerecibió elgrado
de doctor que aun no hace dosaños,yen todastresha dicho de nulidad. Por
aquí
comprenderá
Usía elcarácterdesugenio" (1),
El fiscal Pérez de Uriondo
opinó
comoRodríguez
Zorrilla,
y, el9 de Enero de1790,
O'Higgins
desechó el recursointerpuesto
por Cortés
Madariaga.
El día3 de Xoviembrede 1789tuvo
lugar
enSantiago
la pro clamaciónyjura
delrey CarlosIV,
acto solemnísimoenque to maban partetodas lascorporaciones.
Heaquí
la que le cupo enestecaso ala universidad de San
Felipe
yasu rectorRodríguez
Zorrilla, según
elactanotarialqueseconserva.Alascuatrode la tarde deesedíase halló reunido todo el claus
tro universitario enel
patio
de launiversidad,
y sedirigió
a laplaza
donde comenzaríaelacto. Enella,
anteelpalacio
delpresi
dente,
sehabía levantado untabladillo desde el cual se hizo laproclamación.
Alpie
deltabladillosecolocó elclaustro. Formóse enseguida
lacabalgata
parael paseo del realpendón.
Enella la universidadsiguió
inmediatamente al cabildo secular. El rector lapresidía,
montado sobreuncaballoenjaezado
congualdrapa
deterciopelo
negro yescoltado de doslacayos
conespada
al cinto. Los doctoresclérigos
montaban caballoscongualdrapa
deseda,
losdoctores frailesusaron
gualdrapas
de lana y los doctores seglares
montabanensillas alabrida,
con aderezos deoro yplata,
ytodos llevaban suscapelos
yborlaspuestasen el bonete de los doctores eclesiásticosyenel sombrero de los doctoresseglares.
El claustroacompañó
alpresidente
basta supalacio,
ypasó
adejar
después
alrectora sucasa,elcual lesconvidó,
departedelpresi
dente,
a unrefresco que sedaríaporla noche en elpalacio.
Alsiguiente
día,
4deXoviembre,
onomástico del rey,launiversidad concurrióalamisadegracias
yTe Deum quesecantóenlacatedral,
desde la cual volvió apalacio
donde hubo besamanos. Du rante estaceremoniaelrectorhizounaarengaalusiva al acto(2).
— 19—
Diez añosmás
tarde,
en1799,
la universidadencargó
a Rodríguez
Zorrilla hacer elelogio
delnuevopresidente
D.Joaquín
delPino,
enlagranfiestacon quela universidad solemnizósure cibimiento comovicepatrono
de ella.En 24de
Mayo
de1802Rodríguez Zorrilla,
querayaba
en los cincuentaaños yaun conservaba elamoral estudioynoletemía a losexámenes,
solicitógraduarse
porprivilegio
de doctor en cánones yleyes. Expuso
los estudiosjurídicos
hechosenLimacon eldoctorVásquez
deXovoa,
ylosprivados
que había debido ha cerdespués
parael buendesempeño
de los cargos queocupaba
en la curiaepiscopal,
ypidió
que porgracia
se le concediesen losgrados
de bachillerydoctoren ambosderechos, sujetándose
alos exámenes quela universidadexigiese;
perosin asistiraloscursos, porimpedírselo
la cátedra deprima
deteología
queocupaba.
Launiversidad accedió atan
justa petición,
yle concedió porgracia
mediogrado,
osea ladispensa
dela mitad de los derechos quedebían pagarlos quesegraduaban
porgracia,
sinsujetarse
atodas laspruebas
quelosestatutosde la universidadexigían;
y leimpulsó
laobligación
de rendir examen de las treintay tres cuestiones canónicas.Rodríguez
Zorrillacumplió
la condiciónimpuesta,
ypagó
por derechos degrado
debachiller ochenta y cinco pesos,ypor el dedoctor,
ciento cincuentay dos pesos. Los derechosíntegros
por estosgrados
degracia
oscilaban entre doscientos y trescientos pesos.A más deestosderechos,
eracostumbre pagarcierta suma pararefrescosalos doctores el díade la colación delgrado (1).
Este
grado
fuémuyútil aRodríguez
Zorrilla;puesgracias
a élpudo
oponersea lacanongía
doctoral que vacó pocodespués.
La real audiencialeextendió el título deabogado.
El30 de Abril de1S03
Rodríguez
Zorrillaocupó
nuevamente elcargo derectorde launiversidad,
yesta vez fuéelegido
poraclamación;
yreelegido
enigual
formaenla misma fecha delaño siguiente.Ya sus méritosno seponían
en discusión(2j.
í\) Libro degrados de doctoresen cánones y leyes de la Real Uni versidadde S.Felipe, legajo66.
—20—
CAPÍTULO
IVRodríguezZ. secretariode losobispos Alday,SobrinoyMinayoyMarón —
Cesaen sucargo deracumtrointerinoyesnombradopárrocodeRenca— Serviciosqueprestaaestaparroquia —Elogiosquehace deélelobispo
SobrinoyMinayo—Es nombradovicariogeneralyprovisor
Hemos dicho que el
obispo
Alday,
deudoaunque noinmediato deRodríguez
Zorrilla,
había sidosuprotector desde losprimeros
añosdesu vida
clerical,
llevándolo asulado,
haciéndoloprime
ramente sufamiliar,
y enseguida mayordomo
de su casa. Este últimocargo, que revela la confianza queelobispo
teníaen Rodríguez Zorrilla,
apesar desuscortos años,loconservó éstehasta lamuertedelprelado
: tandiscretoyprudente
supomostrarseenese
largo
período
de casiquince
años que le tocódesempeñarlo.
Asu cargo estaban todos losempleados
delpalacio episcopal,
gentea vecesdifícil de
manejar,
yporsumanohacía elprelado
suscuantiosaslimosnas;
yen todo demostraba esaigualdad
y mansedumbre decarácter que notanen sus informes todos lospersonajes
do laépoca
que loconocieronytrataron.A
principio
del año 1781 seretiró el secretario delobispado,
el doctor D. Ambrosio Joséde
Ochoa,
puesla últimapartida
que firmaen el libro de la secretaríaepiscopal
que se conserva llevala fecha del7 de Enero deese año. En su
lugar
fué nombradoRodríguez Zorrilla,
cuyaprimera
firmaenelmismolibroesdel 7 deMarzo del mismoaño(3).
Rodríguez
Zorrillaacompañó
alobispo Alday
como su secre tarioymayordomo
de sucasahastalamuerte. Servíaledecom
pañero
en susviajes,
yle asistiódía ynoche confilial afecto en susúltimasenfermedades,
que duraron casi dosaños y leobliga
ban afrecuentessalidas al campo, enbusca de más puros airet. En susbrazos,
yen suquinta,
cuya casa debía estar donde se halla actualmente elmonasterio central de lasHospitalarias
de SanJosé,
situado enelantiguo
callejón
delPozo, boy
avenidaCóndell,
murió elobispo
el 19 de Febrero de1788. En su—21—
mentó nombrabaalbacea a suideario
general,
D. José Antonio Martínez de Aldunate ylegaba
quinientos
pesos aRodríguez
Zo rrilla(1).
Sevepor los libros de la secretaría
episcopal
que han escapado
de losincendios,
de los saqueosytrastornosocasionadospor la guerra de la independencia y revoluciones que lesiguieron.
queRodríguez
Zorrilla debíaser buen oficinista. Fuéparaéluna fortuna el vivir y formarse al lado deAlday,
hombre eminente ymuyversadoen levesycánones,
y, porlomismo,
excelente ad ministradoryjuez. Rodríguez
"probablementenopudo prestarle
servicios deimportancia
quesaliesen de la esferapropia
del se cretario; pues tanto elobispo comosu vicario Martínez de Al dunate se bastaban y se sobraban para resolver las cuestiones gravesqueselesofrecíanenelgobiernode la diócesisque,sibiendilatada,
noera muypoblada
ni contaba gran número de parroquias
y otros establecimientos eclesiásticosde los que dan que entenderen lascuriasepiscopales.
El obispoAlday le nombró también colector
general
del subsi dio en todaladiócesis,
cargo quedebiódesempeñar gratuitamen
te. Era. el subsidiouna contribuciónespecial
queestabanobliga
dos a pagarlos eclesiásticos, en compensación de la exención deimpuestos
quegozaban.
La había ordenadoelrev Felipe TI conaprobación
del papa Pío IV. En el sigloXVITT,
Carlos 11'
reemplazó
esta contribución y varias otras por la denominada ealastro(2).
Nobastando a su actividadestas
ocupaciones, ejercía
el mi nisterio 'sacerdotal con gran celo. Desdomuyjoven
elobispo
Alday
leotorgójurisdicción
paraconfesara toda clase de personas, sin exceptuara lasreligiosas, vpara absolver de reservados. Al mismotiempo
predicaba
con frecuencia v aerado delpueblo.
Ala muerte de
Alday
el cabildo nombró vicariocapitular
a D. José Antonio Martínez de Aldunate. Éste recibiópoder
delobispo
nombrado sucesorde Alday, D. Blas Sobrino v Minayo para tomarposesión
de lasedo,
comolo hizo el12 de Febrero de 1790. ycontinuógobernando
la.diócesis,
en calidaddevicariodel(1) ArchivoArzobispal,tomoLXI,pág.789ysig.Lanoticia delaubi cnción delacasadeRodríguezZorrilla la deboalFbo.D.Luis Francisco Prieto.