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Medios y chicha prácticas culturales en la batalla contra la bebida artesanal

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Academic year: 2017

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ANEXO 2

CARTA DE AUTORIZACIÓN DE LOS AUTORES (Licencia de uso)

Bogotá, D.C., 11 de Enero de 2013

Señores

Biblioteca Alfonso Borrero Cabal S.J. Pontificia Universidad Javeriana Cuidad

Los suscritos:

María Isabel Sánchez Sánchez , con C.C. No 1026253228 Bta.

, con C.C. No , con C.C. No

En mi (nuestra) calidad de autor (es) exclusivo (s) de la obra titulada:

(por favor señale con una “x” las opciones que apliquen) Tesis doctoral Trabajo de grado X Premio o distinción: Si No cual:

presentado y aprobado en el año 2012 , por medio del presente escrito autorizo (autorizamos) a la Pontificia Universidad Javeriana para que, en desarrollo de la presente licencia de uso parcial, pueda ejercer sobre mi (nuestra) obra las atribuciones que se indican a continuación, teniendo en cuenta que en cualquier caso, la finalidad perseguida será facilitar, difundir y promover el aprendizaje, la enseñanza y la investigación.

En consecuencia, las atribuciones de usos temporales y parciales que por virtud de la presente licencia se autorizan a la Pontificia Universidad Javeriana, a los usuarios de la Biblioteca Alfonso Borrero Cabal S.J., así como a los usuarios de las redes, bases de datos y demás sitios web con los que la Universidad tenga perfeccionado un convenio, son:

AUTORIZO (AUTORIZAMOS) SI NO

1. La conservación de los ejemplares necesarios en la sala de tesis y trabajos

de grado de la Biblioteca. X

2. La consulta física o electrónica según corresponda X 3. La reproducción por cualquier formato conocido o por conocer X 4. La comunicación pública por cualquier procedimiento o medio físico o

electrónico, así como su puesta a disposición en Internet X 5. La inclusión en bases de datos y en sitios web sean éstos onerosos o

gratuitos, existiendo con ellos previo convenio perfeccionado con la Pontificia Universidad Javeriana para efectos de satisfacer los fines previstos. En este evento, tales sitios y sus usuarios tendrán las mismas facultades que las aquí concedidas con las mismas limitaciones y condiciones

X

6. La inclusión en la Biblioteca Digital PUJ (Sólo para la totalidad de las Tesis Doctorales y de Maestría y para aquellos trabajos de grado que hayan sido laureados o tengan mención de honor.)

x

(2)
(3)

ANEXO 3

BIBLIOTECA ALFONSO BORRERO CABAL, S.J.

DESCRIPCIÓN DE LA TESIS DOCTORAL O DEL TRABAJO DE GRADO FORMULARIO

TÍTULO COMPLETO DE LA TESIS DOCTORAL O TRABAJO DE GRADO

Medios y chicha: prácticas culturales en la batalla contra la bebida artesanal SUBTÍTULO, SI LO TIENE

AUTOR O AUTORES

Apellidos Completos Nombres Completos

Sánchez Sánchez María Isabel

DIRECTOR (ES) TESIS DOCTORAL O DEL TRABAJO DE GRADO

Apellidos Completos Nombres Completos

Guevara Salamanca José Luis

FACULTAD

Comunicación y Lenguaje PROGRAMA ACADÉMICO Tipo de programa ( seleccione con “x” )

Pregrado Especialización Maestría Doctorado

X

Nombre del programa académico Comunicación Social

Nombres y apellidos del director del programa académico Mónica Isabel Salazar

TRABAJO PARA OPTAR AL TÍTULO DE: Comunicadora Social

PREMIO O DISTINCIÓN (En caso de ser LAUREADAS o tener una mención especial):

CIUDAD AÑO DE PRESENTACIÓN DE LA

TESIS O DEL TRABAJO DE GRADO NÚMERO DE PÁGINAS

Bogotá 2012

TIPO DE ILUSTRACIONES ( seleccione con “x” )

Dibujos Pinturas Tablas, gráficos y

diagramas Planos Mapas Fotografías Partituras

X x

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MATERIAL ACOMPAÑANTE

TIPO DURACIÓN (minutos) CANTIDAD FORMATO

CD DVD Otro ¿Cuál?

Vídeo Audio Multimedia Producción electrónica Otro Cuál?

DESCRIPTORES O PALABRAS CLAVE EN ESPAÑOL E INGLÉS

Son los términos que definen los temas que identifican el contenido. (En caso de duda para designar estos descriptores, se recomienda consultar con la Sección de Desarrollo de Colecciones de la Biblioteca Alfonso Borrero Cabal S.J en el correo biblioteca@javeriana.edu.co, donde se les orientará).

ESPAÑOL INGLÉS

Comunicación Communication

Publicidad Advertising

Costumbres alimenticias Food customs

Higiene Hygiene

Bebida alcohólica Alcoholic beverages

RESUMEN DEL CONTENIDO EN ESPAÑOL E INGLÉS (Máximo 250 palabras - 1530 caracteres)

Esta investigación analiza la campaña que se realizó en contra de la chicha en Bogotá a finales de los años 40, exactamente entre 1946 y 1949. A través del establecimiento de un contexto histórico que se refiere a los aspectos políticos, sociales, culturales y económicos que vivía la ciudad de Bogotá a inicios del siglo XX se identificaron las representaciones con las cuales se combatió el consumo de la bebida fermentada. Así, fue posible visualizar dicha campaña más allá de su contexto de salud o higiene y verla desde dos perspectivas claras: la comunicación y la construcción de jerarquías sociales basadas en la raza, la alimentación y demás prácticas culturales de las clases populares bogotanas de finales de los años 40. Todo lo anterior, permitió el entendimiento de la campaña como un producto comunicativo, es decir, como algo que transformó, creó y reprodujo concepciones e imaginarios alrededor de la bebida y de sus consumidores durante los procesos de formación de nación en Colombia en donde se impulsó la persecución de un otro que se contraponía a los nuevos valores nacionales.

(5)

MEDIOS Y CHICHA: PRÁCTICAS CULTURALES EN

LA BATALLA CONTRA LA BEBIDA ARTESANAL

María Isabel Sánchez Sánchez c.c.1.026.253.228

Director: José Luis Guevara Salamanca

Profesor cátedra Pontificia Universidad Javeriana

Trabajo de Grado para optar por el título de Comunicadora Social con énfasis en Producción Editorial y Multimedia

Facultad de Comunicación y Lenguaje Pontificia Universidad Javeriana

(6)

I ARTÍCULO 23 DEL REGLAMENTO ACADÉMICO

“La Universidad no se hace responsable por los conceptos emitidos por sus alumnos en sus tesis de grado.

Sólo velará porque no se publique nada contrario al dogma y a la moral católica, y porque las tesis no

contengan ataques o polémicas puramente personales. Antes bien, se vea en ellas el anhelo de buscar la

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III FORMATO PROYECTO TRABAJO DE GRADO

(ÚNICO FORMATO ACEPTADO POR LA FACULTAD)

Profesor Proyecto Profesional II: Sergio Roncallo

Fecha: 16 de agosto del 2010 Calificación:

Asesor Propuesto: José Luis Guevara Salamanca

Vo.Bo. Coordinador de Campo (Opcional): Ana María Aragón C.

Coordinación Trabajos de Grado: Ana María Aragón C.

Fecha inscripción del Proyecto: 16 de agosto del 2010

I. Datos generales

Estudiante(s): María Isabel Sánchez Sánchez

C.C.1026253228 Bta.

Comunicación y Lenguaje: Comunicación Social (Énfasis: Producción Editorial y Multimedia)

Modalidad del trabajo:

X Monografía teórica Producto

Análisis de contenido Práctica por Proyecto

Sistematización de experiencias Asistencia en investigación

Título propuesto: (Provisional, corto, creativo, con subtítulo explicativo)

MEDIOS Y CHICHA: prácticas culturales en la batalla contra la bebida artesanal

II. Información Básica

A. Problema

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IV  El interés primordial es lograr ver la campaña realizada en contra de la chicha más allá de su

contexto de salud o higiene y verla desde dos perspectivas claras: la comunicación y la construcción de jerarquías sociales basadas en la raza, la alimentación y demás prácticas culturales de las clases populares bogotanas de finales de los años 40. Se busca analizar la campaña como un producto comunicativo, como algo que transformó, creó o reprodujo mentalidades e imaginarios alrededor de la bebida y sus consumidores durante los procesos de formación de nación en Colombia entre 1946 y 1949.

2. ¿Por qué es importante investigar ese problema? Enumere las razones que justifican la investigación que se propone, su pertinencia e importancia, desde para el campo profesional y para la comunicación.

o Lo importante de una investigación radica, además de tener un tema definido, en qué

tratamiento se va a hacer de dicho tema. Es decir, la perspectiva desde la que se va a abordar el problema de investigación y que ésta le permita al investigador establecer la vigencia de su estudio a nivel social, cultural, académico, entre otros temas.

Teniendo en cuenta los análisis realizados sobre la campaña antialcohólica en contra de la chicha desde la antropología y la sociología, este proyecto se enfocará en un estudio desde la comunicación. Es decir, un estudio de los usos, medios y formas comunicativas visuales y escritas que se utilizaron en la campaña y que lograron crear o reproducir todo un imaginario social alrededor de la bebida fermentada y sus consumidores. Así, se establecerá el valor de la campaña como objeto y medio de transformaciones sociales y culturales ligado a los fenómenos de estereotipia en la publicidad.

3. ¿Qué se va investigar específicamente? (Defina el objeto o corpus de la investigación ¿Con qué materiales, entidades, espacios, textos, etc. va a trabajar?

o Se realizará un análisis de la campaña antialcohólica en contra de la chicha entre 1946 y 1949

a través de: afiches, artículos de prensa, cartillas, discursos higienistas, y demás publicaciones visuales y escritas que hicieron parte de la campaña tanto del lado oficial como del comercial.

Introducción

1. EL PROBLEMA DE LA RAZA EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX EN

COLOMBIA

(10)

V 1.2 El debate sobre la raza en Colombia durante las primeras décadas del siglo XX

1.3. Las aproximaciones científicas al tema racial y su impacto en las reformas sobre la conducta de los ciudadanos en las primeras décadas del siglo XX

2. LA ALIMENTACIÓN: DEL FENÓMENO BIOLÓGICO A LA COMUNICACIÓN

2.1 La alimentación y la formación de identidades 2.2 Alimentación y comunicación

2.3 La chicha: historia un fenómeno sociocultural

3. LA DERROTA DE UN VICIO Y DE UNA TRADICIÓN: LA PUBLICIDAD Y LA

CONSTRUCCIÓN DE IDENTIDADES

3.1 Una bebida alcohólica… la causa de todos los males

3.2 La chicha: nociva e insalubre

3.3 La “campaña antialcohólica” y la derrota de un vicio

Conclusión

Bibliografía

B. Objetivos

1. Objetivo General: ¿Qué busca alcanzar? Párrafo puntual donde define la meta general que se propone para el trabajo.

Establecer, a través del análisis de la campaña realizada en contra de la chicha entre 1946 y 1949, cómo la configuración de nación en Colombia impulsó la persecución de un Otro que se contraponía a los nuevos valores nacionales.

2. Objetivos Específicos (Particulares): Especifique qué otros objetivos se desprenden del Proyecto. ¿Qué tipo de metas se propone cumplir para lograr el objetivo general?

(11)

VI o Establecer si la campaña realizada en contra de la chicha generó o, en vez de ello, reprodujo los

imaginarios que configuraron a la chicha y a sus consumidores como Otredad.

o Comparar los diferentes elementos visuales y escritos que constituyeron a la cerveza y a la chicha

como bebidas benéficas y nocivas, respectivamente, para sus consumidores.

III. Fundamentación y Metodología

A. Fundamentación Teórica

1. ¿Qué se ha investigado sobre el tema? Antecedentes de investigación. Revisión de la bibliografía pertinente.

El recorrido bibliográfico parte de un texto que será la fuente primaria de esta investigación y que, de hecho, ha sido la fuente primaria de varios de los textos relacionados con la chicha y la “campaña antialcohólica” realizada en su contra. Hablamos de La derrota de un vicio del dr. Jorge Bejarano,

publicado en 1949 como respuesta a la derrota que después de años lograron las autoridades políticas y sanitarias en contra de la fabricación, venta y consumo de chicha.

Por otro lado, encontramos la investigación de Oscar Iván Calvo Isaza y Marta Saade Granados publicada en el 2002: La Ciudad en Cuarentena. Chicha, Patología Social y Profilaxis en la que se

preguntan cómo surgió una patología propia de los consumidores de chicha ligada exclusivamente a los sectores populares y fundada en estudios y análisis clínicos de la época. Tema que también abordan en su artículo publicado en el Journal of Iberian and Latin American Studies (JILAS): Jarabe de flor venenosa:

la chicha y el surgimiento de una patología colombiana.

El estudio sobre la chicha realizado por María Clara Llano Restrepo y Marcela Campuzano Cifuentes en su libro: La Chicha, una Bebida Fermentada a través de la Historia es también relevante en

el desarrollo de esta investigación puesto que presenta un análisis cultural de las diferentes prácticas sociales asociadas a la chicha en Bogotá.

Otro texto que dedica parte de su contenido a la Chicha es el de Luis Zalamea, Un quijote

visionario, que es un relato periodístico sobre monseñor José́ Joaquín Salcedo y la lucha que este dedicó a

la educación de los campesinos en América Latina que inició en Colombia a través de la organización que

fundó́ y dirigió́ durante 40 años.

De otro lado, se encuentra el apartado que Carlos Ernesto Noguera le dedica al análisis de la “campaña antialcohólica” realizada en contra de la chicha en su libro Medicina y Política: discurso

(12)

VII

construye la emergencia del discurso médico-higiénico en Colombia y la manera en que este se conformó y funcionó en Medellín y Bogotá durante la primera mitad del siglo XX.

Un apartado pertinente es el que le dedica Javier Ocampo López a la chicha en su texto El pueblo

boyacense y su folclor, publicado en 1977. En este el autor aborda el significado cultural y nutricional de

la chicha para la población de Boyacá.

En cuanto a artículos académicos o periodísticos relacionados con el tema de nuestra investigación encontramos varios como el de Arturo Alape, “La Chicha”; el de Carlos Flórez, “La guerra contra la chicha”; el de Ben Odell, “Cuando las callejuelas olían a chicha”; el de Oscar Gerardo Ramos; “Avatares de la chicha en Colombia”; el de Maryluz Vallejo Mejía, “La salud pública en la prensa escrita. Cuando la enfermedad era el enemigo invisible”, el de Leopoldo Villar Borda, “La Agridulce Historia De La Chicha”; entre otros.

Respecto a tesis de grado se encontraron las de: Claudia Patricia Mancera Vergara y Sara Lucía Pareja Sierra, Significado cultural de la chicha y su relación con el estado nutricional de la comunidad

indígena Páez, y la de Antonio Tobón, Las gentes se fraguan con chicha y las culturas se encuentran.

Ambas de la Pontificia Universidad Javeriana y correspondientes al año 2002 y 2005 respectivamente. Finalmente, tenemos el documental del año 2002 dirigido por Daniel Ruge, La chicha prohibición

de una tradición, en el que hace un recorrido histórico sobre la guerra realizada en contra de esta bebida,

enfocándose en la primera mitad del siglo XX. El documental cuenta con la participación de historiadores como Germán Mejía y Oscar Guarín, de analistas políticos como Juan Carlos Flórez y de consumidores y vendedores de chicha que vivieron la campaña y la prohibición de la bebida artesanal. Este trabajo fue realizado para la clase de documental comercial de la Facultad de Comunicación de la U. Javeriana. Premio al mejor Guión de Documental en el Concurso Nacional de TV Universitaria de la Universidad de Manizales 'Césares 2009'.

El resto de bibliografía signada en este documento, y que no aborda el tema de la chicha o de la campaña, se utilizará para construir el contexto histórico, social, económico y cultural de la chicha en Bogotá y de sus consumidores. Es decir, libros como: Los problemas de la raza en Colombia más allá del

problema racial: el determinismo geográfico y las "dolencias sociales" de Catalina Muñoz Rojas,

Formaciones de indianidad: articulaciones raciales, mestizaje y nación en América Latina editado por

Marisol De la Cadena, Alimentación y cultura: perspectivas antropológicas de Jesús Contreras Hernández

(13)

VIII 2. ¿Cuáles son las bases conceptuales con las que trabajará? ¿Qué conceptos, categorías, relaciones

conceptuales básicas va a utilizar? Descríbalas brevemente.

o Sobre la base de los conceptos y estudios teóricos de autores como: Roland Barthes , José Luis

Piñuel Regis Debray, Alberto Manguel Jesús Martín Barbero, Alberto Ancizar Mendoza, Milton Eduardo Ortega, Mirla Villadiego, Patricia Bernal y María Urbanczyk, entre otros se trabajarán conceptos como: imagen, significante y significado, denotación y connotación, signo y símbolo y

estereotipia. Estos serán implementados en el análisis y, en lo posible, permitirán establecer los

efectos a nivel social, económico y cultural de la campaña antialcohólica vista como un conjunto de estrategias que tiene como objetivo impactar, por distintos medios, a un grupo de sectores para así resolver un problema crucial que en este caso será vinculado a los procesos de construcción de identidades y jerarquización social que tuvieron lugar en los formación de nación en Colombia.

B. Fundamentación metodológica

1. ¿Cómo va a realizar la investigación? ¿Cómo va a alcanzar los objetivos propuestos? ¿Con qué tipo de metodología? ¿Qué instrumentos y técnicas de investigación va a trabajar?

o Se realizará una investigación, clasificación, comparación y análisis de las fuentes bibliográficas,

visuales y audiovisuales (libros, artículos, carteles, documentales, etc.) sobre la campaña en contra de la chicha y el contexto socio-económico y cultural de esta para así comprobar las tesis planteadas en el proyecto.

2. ¿Qué actividades desarrollará y en qué secuencia? Cronograma. Especifique tareas y tiempo aproximado que le tomará cada una. Recuerde que tiene un semestre (18 semanas) académico para desarrollar su proyecto.

I SEMESTRE 2012

Tiempo/Actividad Febrero Marzo Abril Mayo Junio

Revisión bibliográfica x x x x x

Lectura y sistematización x x x x x

Borrador TG x x x

(14)

IX 3. Bibliografía básica: Escriba todos los datos bibliográficos completos de aquellos documentos, textos, artículos, fuentes que serán fundamentales en la realización del trabajo.

Libros

o Bejarano, J. (1950), La Derrota de un Vicio, Bogotá, Iqueima.

o Calvo Isaza, O. I. y Saade Granados, M. (2002), La Ciudad en Cuarentena.Chicha, Patología Social y

Profilaxis, Bogotá, Ministerio de Cultura.

o Contreras Hernández, J y Gracia Arnáiz, M (2005), Alimentación y cultura: perspectivas

antropológicas, Barcelona, Ariel.

o Contreras Hernández, J (2002), Alimentación y cultura necesidades, gustos y costumbres, México,

Alfaomega.

o De la Cadena, M. (2007), Formaciones de indianidad: articulaciones raciales, mestizaje y nación en

América Latina, Popayán, Envión Editores.

o Larson, B. (2002) Indígenas, élites y estado en la formación de las repúblicas andinas, Lima, IEP

Ediciones.

o Llano Restrepo, M. C.y Campuzano Cifuentes, M. (1994), La Chicha, una Bebida Fermentada a

través de la Historia, Bogotá,Instituto Colombiano de Antropología: CEREC.

o Noguera, C. E. (2003), Medicina y Política: discurso médico y prácticas higiénicas durante la

primera mitad del siglo XX en Colombia, Medellín, Fondo Editorial Universidad EAFIT.

o Piñuel Raigada, J. L.(1983), Producción, publicidad y consumo teoría y práctica de la comunicación

en publicidad, Madrid, Editorial Fundamentos.

o Trifonas, P.P. (2004), Barthes y el imperio de los signos, Barcelona, Gedisa.

(15)

X

Artículos

o Alape, A. “La Chicha” (2006, 24 de junio) en: Semana [en línea], disponible en:

http://www.semana.com/noticias-especiales/chicha/95413.aspx, recuperado el 30 de marzo de 2010.

o Calvo Isaza, O. I. y Saade Granados, M. (2001, 7 de diciembre) “Jarabe de flor venenosa: la chicha y

el surgimiento de una patología colombiana” En: JILAS Journal of Iberian and Latin American

Studies [en línea], disponible en:

http://www.ailasa.org/jilas/all/JILAS-07%282%29/C-JILAS%207%282%29-Saade%20Granados.PDF, recuperado: 30 de marzo de 2010.

o Quijano A. (2001), “Colonialidad del poder, eurocentrismo y América Latina” [en línea], disponible

en: http://www.decolonialtranslation.com/espanol/quijano-colonialidad-del-poder.pdf

o Ramos, O.G. “Avatares de la chicha en Colombia” (2007, junio) En: Poligramas, disponible en: http://poligramas.univalle.edu.co/27/avataresdechicha.pdf, recuperado el: 30 de marzo del 2010.

o Villadiego, M; Bernal, P. y Urbanczyk, M (2006, jul.-dic.) “Publicidad y modernidad en Colombia:

apuntes para una comprensión del relato publicitario de la modernidad” en Signo y Pensamiento en

línea] Vol. 25, no. 49, disponible en:

http://recursostic.javeriana.edu.co/cyl/syp/components/com_booklibrary/ebooks/4911.pdf, recuperado 21 de abril de 2012.

o Villegas Vélez, A. (2005, enero-junio) “Raza y nación en el pensamiento de Luis López de Mesa:

Colombia, 1920-1940” en Estudios Políticos [en línea], disponible en:

http://aprendeenlinea.udea.edu.co/revistas/index.php/estudiospoliticos/article/view/1412, recuperado 21 de abril de 2012.

Trabajos de Grado

o Laverde Henao, M. (2006), Cocinar y comer [recurso electrónico] : prácticas culturales y de

comunicación, [trabajo de grado], [CD-ROM], Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana, Carrera de

Comunicación Social

(16)
(17)

XII

FORMATO RESUMEN DEL TRABAJO DE GRADO CARRERARA DE COMUNICACIÓN SOCIAL

Este formato tiene por objeto recoger la información pertinente sobre los Trabajos de Grado que se presentan para sustentación, con el fin de contar con un material de consulta para profesores y estudiantes. Es indispensable que el Resumen contemple el mayor número de datos posibles en forma clara y concisa.

Ficha técnica del trabajo

Autor (es): Nombres y Apellidos completos en orden alfabético)

Nombre(s): María Isabel Apellido(s): Sánchez Sánchez

Nombre(s): Apellido(s):

Nombre(s): Apellido(s):

Nombre(s): Apellido(s):

Campo profesional: Editorial y Multimedia

Asesor del Trabajo: José Luis Guevara Salamanca

Título del Trabajo de Grado:

MEDIOS Y CHICHA: prácticas culturales en la batalla contra la bebida artesanal

Tema central: Campaña en contra de la chicha

Subtemas afines: raza y racismo, alimentación y cultura, comunicación, costumbres, construcción de identidades y jerarquización social

Fecha de presentación: 30 Mes: mayo Año: 2012 Páginas: 80

(18)

XIII 1. Objetivo o propósito central del trabajo:

Establecer, a través del análisis de la campaña realizada en contra de la chicha entre 1946 y 1949, cómo la configuración de nación en Colombia impulsó la persecución de un Otro que se contraponía a los nuevos valores nacionales.

2. Contenido (Transcriba el título de cada uno de los capítulos del Trabajo)

1. EL PROBLEMA DE LA RAZA EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX EN COLOMBIA

2. LA ALIMENTACIÓN: DEL FENÓMENO BIOLÓGICO A LA COMUNICACIÓN

3. LA DERROTA DE UN VICIO Y DE UNA TRADICIÓN: LA PUBLICIDAD Y LA CONSTRUCCIÓN DE IDENTIDADES

3. Autores principales (Breve descripción de los principales autores referenciados)

La derrota de un vicio del dr. Jorge Bejarano, publicado en 1949 surge como respuesta a la derrota que

después de años lograron las autoridades políticas y sanitarias en contra de la fabricación, venta y consumo de chicha. Por otro lado, encontramos la investigación de Oscar Iván Calvo Isaza y Marta Saade Granados publicada en el 2002: La Ciudad en Cuarentena. Chicha, Patología Social y Profilaxis en la que

se preguntan cómo surgió una patología propia de los consumidores de chicha ligada exclusivamente a los sectores populares y fundada en estudios y análisis clínicos de la época. El estudio sobre la chicha realizado por María Clara Llano Restrepo y Marcela Campuzano Cifuentes en su libro: La Chicha, una

Bebida Fermentada a través de la Historia es también relevante en el desarrollo de esta investigación

puesto que presenta un análisis cultural de las diferentes prácticas sociales asociadas a la chicha en Bogotá. El resto de bibliografía signada en este documento, y que no aborda el tema de la chicha o de la campaña, se utilizará para construir el contexto histórico, social, económico y cultural de la chicha en Bogotá y de sus consumidores. Es decir, libros como: Los problemas de la raza en Colombia más allá del

problema racial: el determinismo geográfico y las "dolencias sociales" de Catalina Muñoz Rojas,

Formaciones de indianidad: articulaciones raciales, mestizaje y nación en América Latina editado por

Marisol De la Cadena, Alimentación y cultura: perspectivas antropológicas de Jesús Contreras Hernández

(19)

XIV 4. Conceptos clave (Enuncie de tres a seis conceptos clave que identifiquen el Trabajo).

Raza, alimentación, costumbres, connotación y denotación.

5. Proceso metodológico. (Tipo de trabajo, procedimientos, herramientas empleadas para alcanzar el objetivo).

Monografía teórica: se realizará una investigación, clasificación, comparación y análisis de las fuentes bibliográficas, visuales y audiovisuales (libros, artículos, carteles, documentales, etc.) sobre la campaña en contra de la chicha y el contexto socio-económico y cultural de esta para así comprobar las tesis planteadas en el proyecto.

6. Reseña del Trabajo (Escriba dos o tres párrafos que, a su juicio, sinteticen el Trabajo).

(20)

XV AGRADECIMIENTOS

Quiero agradecerle a mi asesor, José Luis Guevara Salamanca, por su paciencia, apoyo y comprensión durante todo este proceso de trabajo e investigación. Su guía fue fundamental en el desarrollo de este documento y en mi crecimiento como comunicadora e investigadora.

De otro lado, quiero agradecer especialmente a Humberto Librado Castillo por su colaboración incondicional, por leerme, escucharme, corregirme y aportar ideas productivas al proyecto. Pero, sobre todo, le agradezco el haberme mostrado siempre la luz al final del túnel y el haber estado aquí hasta el último momento de una o de otra manera.

Finalmente, quiero agradecerle a mis tíos −William y Teresa− y a mis abuelos −Hernando y

(21)

XVI TABLA DE CONTENIDO

Introducción………..………..………...………... 1

Capítulo 1: El problema de la raza en la primera mitad del siglo XX en Colombia……… 6

1.1 La diferenciación racial y el proyecto nacional……….… 7

1.2 El debate sobre la raza en Colombia durante las primeras décadas del siglo XX……….… 11

1.3 Las aproximaciones científicas al tema racial y su impacto en las reformas sobre la conducta de los ciudadanos en las primeras décadas del siglo XX……….. 16

Capítulo 2: La alimentación: del fenómeno biológico a la comunicación………...……. 24

2.1 La alimentación y la formación de identidades... 26

2.2 Alimentación y comunicación……….…….…. 28

2.3 La chicha: historia un fenómeno sociocultural ……….…... 30

Capítulo 3: La derrota de un vicio y de una tradición: la publicidad y la construcción de identidades………... 41

3.1 Una bebida alcohólica… la causa de todos los males...……….... 41

3.2 La chicha: nociva e insalubre………...……….………... 44

3.3 La “campaña antialcohólica” y la derrota de un vicio………..………. 46

Conclusiones……… 69

(22)
(23)

1 INTRODUCCIÓN

Esta investigación tuvo inicio hace un par de años cuando veía la materia Historia de las Publicaciones con quien es actualmente mi asesor de trabajo de grado. En aquel entonces debíamos, entre otras cosas, plantear un problema de investigación y desarrollarlo a través del estudio de fuentes primarias. A mí me interesaba mucho el tema de Bogotá a inicios del siglo XX y todas las dinámicas que se tejían alrededor de los procesos de formación de nación, entonces tenía claro que mi tema de investigación iba a tener dichas características. Con ese propósito en mente, inicié una búsqueda agresiva de fuentes que me hablara de Bogotá, de sus costumbres, de sus pobladores, etcétera.

Recuerdo que en una Historia de Bogotá de Villegas Editores me encontré con los problemas

estructurales que padecía la ciudad que iban desde la falta de alcantarillado hasta la preocupación de las élites y el estado por las costumbres y el comportamiento de las clases populares. El uso de ruanas y alpargatas, la falta de aseo, de cultura y, en especial, de interés por lo moderno, los objetos y la industrialización tenían en vilo a las clases altas que querían hacer de Bogotá una metrópoli moderna a la altura de ciudades como París. Sin embargo, el gran problema era que no había las condiciones económicas, sociales y materiales para llevar a cabo de manera exitosa dicho proyecto, sobre todo, para llevarlo a cabo de la noche a la mañana.

Y bueno, mientras yo continuaba la búsqueda de mi problema de investigación y, a su vez, de la fuente primaria que guiaría el proceso iba llegando cada vez más al fondo de los problemas que azotaban a la capital colombiana: enfermedades, criminalidad y degeneración racial eran tan solo unos de los males. Así, poco a poco me fui acercando a la raíz del problema y a quien sería su erradicador absoluto: el dr. Jorge Bejarano.

Pero ¿cuál era la causa de todos los problemas de Bogotá? ¿Qué o quién era el responsable de la crisis sanitaria y de seguridad que azotaba a la ciudad? Más allá de lo que yo hubiera podido haber imaginado, el responsable resultó ser un vicio, la culpable resultó ser la chicha. A esta bebida ancestral se le fueron imputando una a una las distintas problemáticas de la población y de la ciudad y por este motivo se emprendió en su contra una de las campañas de desprestigio más importantes que vio el siglo XX en nuestro país en materia de salubridad y antialcoholismo. Dicha campaña tendría, lo que podríamos llamar, dos fuentes de sentido: el que las fuentes oficiales −el estado, las élites, las clases médico-científicas y los

medios− le daban a la chicha y a sus consumidores y el que estas mismas fuentes −además de la industria

en sí y sus propietarios− le fueron dando a la cerveza y a sus seguidores.

(24)

2

Lo anterior fue condensado en La derrota de un vicio, libro en el que el médico plasmó la lucha

histórica en contra de la bebida y los mecanismos que se utilizaron para su erradicación. Por supuesto, este se convirtió en mi fuente primaria y la campaña contra la chicha, vista de manera muy general, en mi problema de investigación.

Años después cuando ingresé a trabajo de grado quise retomar este proyecto y me encontré con que mi mirada ya no podía ser superficial y que la campaña en contra de la bebida llevaba en sí misma problemáticas mucho más complejas que el hecho de superar un problema sanitario o de imponer el consumo de cerveza.

Después de intentar atravesar el problema desde una perspectiva biopolítica, descubrí que cultural y comunicacionalmente existían elementos mucho más interesantes y que me permitían abordar de una manera más profunda y concreta la campaña en contra de la chicha. Así el factor racial y la alimentación se convirtieron en los ejes para abordar el trasfondo de la lucha antialcohólica y ambos se condensarían en la campaña y en todos los elementos que esta produjo para hacerle frente a la bebida.

De esta manera, establecí el objetivo de mi investigación: establecer, a través del análisis de la campaña realizada en contra de la chicha entre 1946 y 19491, cómo la configuración de nación en

Colombia impulsó la persecución de un Otro que se contraponía a los nuevos valores nacionales. Dicha persecución se dio a través de factores raciales que jerarquizaban a la población y que afirmaban que nuestra raza se estaba degenerando. Asimismo, el factor alimenticio fue clave para la ejecución de la campaña ya que en la medida en que la chicha constituía un alimento para las clases populares era necesario buscar sustitutos que compensaran los supuestos beneficios nutricionales y a su vez establecer a la cerveza como lo realmente “saludable”.

Entonces para identificar las tensiones sociales existentes en la campaña fue necesaria la construcción del contexto político e ideológico nacional. Así, en un primer momento hablaremos de la

raza a través de los estudios y definiciones de teóricos como Anibal Quijano quien nos hablará de la

colonialidad del poder, entendida como uno de los elementos constitutivos del patrón global de poder

capitalista que se funda en la imposición de una clasificación racial/étnica de la población del mundo y que opera en cada uno de los planos, ámbitos y dimensiones materiales y subjetivas de la existencia cotidiana y a escala social. De este modo, trabajaremos el primer eje de dominación que consiste en un sistema asentado de relaciones sociales intersubjetivas, basadas en la clasificación social jerárquica de la población mundial, sostenida en la configuración y naturalización de la idea de raza. En otras palabras, veremos cómo términos como raza e identidad racial se irán estableciendo como instrumentos de clasificación social de la población.

1 La selección de este periodo de tiempo corresponde a la creación del Ministerio de Higiene y del Departamento de

Educación Sanitaria en 1946. Es a partir de la creación de estas entidades que la campaña tomará una forma,

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Para completar este análisis nos ayudaremos de las perspectivas dadas en Formaciones de

indianidad: articulaciones raciales, mestizaje y nación en América Latina en donde Marisol de la Cadena

nos hablará del historicismo −forma de comprender la historia de la humanidad como expresión del

devenir de los acontecimientos de Europa− y el eurocentrismo−forma de concebir la preeminencia de la

población y de las naciones de origen europeo− como los elementos fundamentales en la comprensión de la cultura, las experiencias y la historia alrededor de la hegemonía europea. De otro lado, y desde la investigación de Brooke Larson veremos cómo el discurso del desarrollo económico se va a sumar a los intereses anteriores a través de la idea de desarrollo de las naciones gracias a su capacidad de

supervivencia.

Todo lo anterior se va a sumar a los discursos médico científicos que se dieron en Bogotá en 1920 y que marcarían la manera de ver al otro y construir las identidades sociales. Así desde los estudios y declaraciones del dr. Luis López de Mesa, del dr. Miguel Jiménez López y del dr. Jorge Bejarano se abordarán las cuestiones raciales desde el evolucionismo sepenceriano, el darwinismo social, la antropología criminal, la antropometría y la eugenesia–. Todo encaminado a la erradicación de las malas prácticas que se encontraban asociadas al pasado indígena de las poblaciones y a su origen popular a través de campañas de salud pública que tenían que resolver situaciones diversas respecto los alimentos, los usos y costumbres, el alcoholismo, etcétera.

Entonces, la campaña resumiría en sí misma el peso del proyecto de modernización nacional con sus interpretaciones ligadas a los factores raciales, que mantendrían viva las lógicas coloniales de las jerarquías de las razas, ahora bajo la forma del discurso científico y en la pretensión de la salvación pública.

Posteriormente, se establecen una serie de significados ligados a estas dinámicas. Es decir, ligados al color de la piel, a los ritos y costumbres y a las formas y usos de las clases populares. Así aparece la alimentación la cual abordaremos desde las perspectivas señaladas en Alimentación y cultura:

perspectivas antropológicas y Alimentación y cultura necesidades, gustos y costumbres. De esta manera,

la alimentación será entendida como un elemento que constituye las múltiples actividades de la vida

cotidiana de los grupos sociales y, a su vez, los alimentos se entenderán más allá de sus valores nutritivos

y biológicos. Lo anterior con el fin de demostrar que el hombre no solo es un ser orgánico, sino que también es un ser social y que gracias a esas características sociales, vistas en el campo de la alimentación, comienza a construir sus identidades sociales, políticas, ideológicas y económicas respecto a los otros. El acto de comer se constituye en un factor en el que se condensan los gustos, las herencias, las aversiones, los rituales, las normas y la sociabilidad.

Más adelante, se unirán dichos conceptos sobre la alimentación a la investigación realizada por Mónica Laverde Cocinar y comer: prácticas culturales y de comunicación puesto que a través del estudio

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social esencial marcada por códigos y rituales que varían dependiendo de la comunidad o el sujeto. De este modo, veremos la alimentación como un sistema de comunicación que posee gramáticas, protocolos, códigos y sistemas de signos que construyen, clasifican y regulan al sujeto individual y socialmente.

Dichas clasificaciones ubicarán, en nuestro caso específico, al consumidor de chicha o de cerveza en una escala social que será mala o buena dependiendo de si su gusto, en palabras de Pierre Bourdieu, es

un gusto de necesidad −en el que prima la llenura a bajo costo− o un gusto de lujo −en donde existe la

libertad de elección que da el capital y en el que los alimentos ingeridos son exclusivos y refinados−.

Gracias a esto se empiezan a contraponer dos mundos −el de las clases altas y las clases populares− en torno a sus hábitos de consumo puesto que unos alimentos y bebidas otorgarán estatus y otros, al contrario, desprestigio. De ese modo, consumir tendrá valores positivos, que enaltecen y le otorgan estatus al sujeto o valores negativos ligados a la ociosidad, la violencia y la criminalidad

Finalmente, abordaremos la campaña en contra de la chicha vista desde dos vertientes: por un lado, la campaña estatal que viene del Ministerio de Higiene y que ataca a la chicha y a sus consumidores y, por otro lado, la campaña realizada por el consorcio de cervezas Bavaria en la que se enaltece a la cerveza y se busca dotarla tanto de los valores que posee la chicha −nutritiva y saludable− como de los valores que no

posee −fina, elegante e higiénica−. Ahora bien, y además de las diferenciaciones entre las bebidas, también nos interesó analizar las jerarquizaciones y los elementos de distinción o de estigmatización, con relación al sujeto, presentes en ambas campañas.

El análisis de la campaña −texto e imagen− se hizo a través de las siguientes líneas teóricas. Trabajé de manera especial sobre el modelo de análisis publicitario realizado por Mirla Villadiego, Patricia Bernal y María Urbanczyk en “Publicidad y modernidad en Colombia: apuntes para una comprensión del relato publicitario de la modernidad”. En esa medida, para el análisis de las imágenes se tuvieron en cuenta diferentes elementos:

1. El copy (mensaje o título de la publicidad) 2. La imagen o ilustración del anuncio

3. La interpelación al anuncio tanto en el plano de la denotación −significación literal

y directa de las palabras y los objetos−, como en el plano de la connotación

−otorgarle sentidos subjetivos a la denotación. Significar más allá del plano directo

y superficial−.

4. Personajes (análisis de los personajes y sus características)

5. Tema del anuncio (en nuestro caso se reduce al consumo de la chicha y la cerveza y a los factores raciales, nutricionales, económicos, políticos y culturales vinculados a dicho consumo y presentes en la publicidad)

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De otro lado, trabajé la eficacia simbólica desde la perspectiva de Régis Debray, en Vida y muerte

de la imagen: historia de la mirada en Occidente, en la medida en que las imágenes están provistas de un

poder, esto es, del sentido físico de tener efectos o de modificar una conducta. Así, las imágenes son capaces de producir todo una variedad de sentimientos o sensaciones, lo que en últimas nos afirma la idea de que la publicidad ejerce una acción sobre el público. Otro elemento importante que señala Debray es el resultado de la imagen óptica como un trabajo mental en el que la fuerza de las imágenes radica en la fuerza de nuestro inconsciente y en las construcciones que realizamos entre imágenes, objetos y lenguajes. De ahí que para dicho análisis haya sido clave el estudio histórico y cultural tanto de la bebida como de Bogotá y sus habitantes puesto que no es lo mismo observar una imagen desprovisto de significados que hacerlo con un conocimiento de fondo del contexto y de los procesos que atraviesan dicha imagen.

Asimismo, se tuvieron en cuenta algunas categorías de análisis que José Luis Piñuel Raigada expone en Producción, publicidad y consumo. Una de ellas, la idea de los códigos implícitos y explícitos,

es decir, la asociación por la cual se relacionan significantes y significados, según el paradigma lingüístico. De ese modo, los códigos explícitos que se manifiestan en los lenguajes remiten también a códigos implícitos que se encuentran fuera de las convenciones por las que se fijan los significados de los signos en sistemas objetivados. Para el análisis también se tuvo en cuenta la creación de categorías en los alimentos de las que nos habla Jesús Contreras en Alimentación y cultura necesidades, gustos y

costumbres. Esto gracias a que la alimentación constituye una vía para reflejar las manifestaciones del

pensamiento simbólico y es por este motivo que se establecen categorías de alimentos −saludables y no saludables, convenientes y no convenientes, ordinarios y festivos, buenos y malos, femeninos y masculinos, adultos e infantiles, calientes y fríos, puros e impuros, sagrados y profanos, etcétera.−. Dichas

categorías construirán las maneras en las que el sujeto se relaciona con los alimentos y serán utilizadas para la campaña en contra de la chicha y a favor de la cerveza.

En este punto es pertinente establecer lo que vamos a entender de ciertos conceptos que se trabajan a lo largo del texto. Desde la perspectiva de Roland Barthes en El imperio de los signos entenderemos

cultura todas las cosas producidas por la intervención humana: estructuras de gobierno, tecnologías de

comunicación y lenguaje, ideologías políticas, religión, instituciones educativas, costumbres sociales, entre otras. Cabe señalar que aceptará la noción de que la producción cultural puede estar impregnada de dinámicas económicas y comerciales. De otro lado, entenderemos la ideología como un instrumento

interpretativo —un filtro de percepción— utilizado por la subjetividad para entender el mundo que le rodea. Representación vista como algo que se representa gracias a la ayuda de otra cosa, es decir, la

representación vista como un vehículo en el que dos objetos no relacionados se unen para infundir significado a un concepto. Finalmente, y en relación con la representación tendremos en cuenta la definición dada por Miltón Eduardo Ortega en Cultura popular cuando nos habla del signo como algo

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6 EL PROBLEMA DE LA RAZA EN LA PRIMERA MITAD

DEL SIGLO XX EN COLOMBIA

Al analizar la dinámica sociopolítica de comienzos del siglo XX, un factor que resulta fundamental en los contenidos ideológicos de los discursos y esfuerzos reformistas de la élite colombiana lo constituye la

raza. Esta situación no solo era consecuencia de la importancia mundial que el tema revestía en el periodo,

con en el auge de movimientos como el fascismo y el nazismo (Páramo, 2010, julio-diciembre, p. 67-100), sino que contenía una especificidad propia como legado del proyecto modernista y modernizante de la nación, que se promulgaba desde el siglo XIX. A su vez, este proyecto tenía herencias de la colonialidad que se hallaba presente en las relaciones sociales jerarquizadas de acuerdo al color de piel (Quijano, 2001).

En este escenario, el auge económico, provocado, particularmente, por el incremento en las exportaciones de bienes primarios en las primeras décadas del siglo XX, trajo consigo un crecimiento exponencial de los centros urbanos y una subsiguiente transformación de las costumbres de las clases altas. Asimismo, este crecimiento chocaba con la proliferación de costumbres arcaicas que impedían el desarrollo y condenaban al país a vivir en condiciones asfixiantes que no se acercaban a los patrones europeos.

Para las élites, las ciudades colombianas lucían en aquel entonces como espacios inviables, caracterizados por sus carencias en temas centrales como la pavimentación, las aguas, el alumbrado público y los centros de esparcimiento. Esto, desde luego, hacía a las urbes miserables a la mirada inquieta –y crítica– de las clases altas que solo tenían ojos para ver las inmensas posibilidades que ofrecían metrópolis con culturas científicas y artísticas como París (Páramo, 2010, julio-diciembre, p. 67-100). A este respecto dice el historiador Germán Mejía:

Estas personas han viajado y conocen otras ciudades. A ellos les empieza a oler feo Bogota, la ciudad está completanmente hacinada, unos viven literalmente encima de otros, las élites se han pasado a vivir a los segundos pisos y en los primeros pisos se ha formado y se ha generalizado en la ciudad lo que se conoció como la tienda de habitación, las partes frontales de las casas se alquilaban como vivienda. Ahora, imaginense una ciudad donde no hay alcantarilla, donde el acueducto que llega por servicio domiciliario a las casas es muy precario y no vienen entubada esa agua, sino que viene por unos atanores de muy malas condiciones. Entonces, todos los detritos de los habitantes caen sobre esas corrientes de agua que van a alimentar el acueducto que es el domiciliario y esa era el agua potable. Entonces, Bogotá es un infierno. A comienzos del siglo XX Bogotá es una porquería (Ruge, 2009).

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aspectos mucho más íntimos de la sociedad, referidos fundamentalmente a su acerbo cultural y a elementos de su pasado biológico que obstaculizaban el desarrollo. Allí, el elemento racial se convirtió en el componente clave de la explicación, dado que la cultura dominante –la europea– se ofreció como teleología de las reformas y las formas, modos y medios rudimentarios y propios se constituyeron en estadios anteriores al ideal anhelado. Fue así como la relación entre el desorden, el caos administrativo y el pasado indígena y negro comenzó a tener un énfasis significativo (De la Cadena, 2007).

Esta explicación sobre la capacidad de progreso de nuestras sociedades y el interés reformista de las élites generó profundas modificaciones en la vida cotidiana de los colombianos, durante la primera mitad del siglo XX. Estos cambios se expresaron en aspectos diversos como la vestimenta, el uso de los lugares públicos, las normas de higiene y numerosos ritos y costumbres. En palabras del historiador y analista político Juan Carlos Florez:

Esas condiciones de vida tan adversas, para algunos se resumían en un problema. Como no existía en Colombia un movimiento de prestigio de reformismo social que dijera “al pueblo hay que darle educación”. De alguna manera, se buscó un solo foco o un solo lente para mirar las duras condiciones de vida del pueblo y eso se hizo a través de la higiene. El pueblo se ve como desaseado, como sucio. Al pueblo se le ve como indígena y a la chicha se le percibía como una herencia nefasta, negativa (Ruge, 2009).

Siendo así, este capítulo examina la manera en que se produjeron dichos contenidos ideológicos y, a su vez, el impacto que tuvieron en ciertas actividades humanas. Para esto se plantean tres apartados: en primer lugar, una aproximación general a la problemática de la raza y su relación con los proyectos de nación; en segundo lugar, los contenidos del debate ideológico acaecido en las primeras décadas del siglo XX en Colombia sobre la raza, en el marco de los partidos políticos tradicionales y otros grupos sociales. Y, finalmente, el modo en que las tensiones entre lo civilizado y lo salvaje, lo moderno y lo antiguo y lo blanco y lo no blanco se nutrieron con una perspectiva que pretendió ser científica para instalar reformas en las costumbres de los ciudadanos, en particular y para el caso de este documento, en la forma del discurso higienista sobre el consumo de la chicha.

1.1 La diferenciación racial y el proyecto nacional

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permanente de los pasajes salvajes, que caracterizaban los estadios inferiores, mediante la mimesis con las sociedades humanas más desarrolladas.

Sin embargo, esta explicación no solo se valió de la valoración material del progreso, en elementos tecnológicos o económicos, sino que estuvo basada en una consideración de carácter biológico, de acuerdo a los rasgos fenotípicos de los individuos. Fue así, como la capacidad de conquista europea, retratada hábilmente en el llamado milagro europeo, estuvo soportada en su mejor condición biológica.2 En este sentido recuerda Quijano:

La formación de relaciones sociales fundadas en dicha idea, produjo en América identidades sociales históricamente nuevas: indios, negros y mestizos y redefinió otras. Así términos como español y portugués,

más tarde europeo, que hasta entonces indicaban solamente procedencia geográfica o país de origen, desde

entonces cobraron también, en referencia a las nuevas identidades, una connotación racial. Y en la medida en que las relaciones sociales que estaban configurándose eran relaciones de dominación, tales identidades fueron asociadas a las jerarquías, lugares y roles sociales correspondientes, como constitutivas de ellas y, en consecuencia, al patrón de dominación colonial que se imponía. En otros términos, raza e identidad racial fueron establecidas como instrumentos de clasificación social básica de la población. (2000. p. 202)

Esta clasificación social, derivada de la conquista europea de grandes territorios, se entrecruzó con las formas de comprender la geografía y la historia universal. En este sentido, los europeos fueron los protagonistas tanto de la historia como del ordenamiento espacial. Lo anterior, se apoyó en sus ideologías historicismo y eurocentrismo, catecismo de las ciencias sociales del siglo XIX y XX.

El historicismo presentaba una forma de comprender la historia de la humanidad como expresión del devenir de los acontecimientos de Europa. Se usó, por lo tanto, una periodización que remitió a los distintos estadios de su desarrollo, allí los acontecimientos ocurridos en Asia, África o América solo constituyeron externalidades que incidieron someramente en los acontecimientos europeos. Esta forma, que se transmitió en el resto del orbe, fabricó una historiografía entregada en los planes de estudio de todo el mundo, en donde se concibió que los mismos procesos locales tuvieran como causas los incidentes europeos. (De la Cadena, 2007, p. 16).

Este modo de pensar es evidente en las representaciones realizadas desde áreas como la filosofía política, algunos ejemplos se encuentran en obras como la de Locke que compara su “estado de naturaleza” con la situación de las tribus de América del Norte del siglo XVII que se oponían a las formas de la sociabilidad política propias del gobierno civil, obviamente referido a la Inglaterra del mismo

2 Al respecto son interesantes los trabajos de Alfred Crosby: la medida de la realidad y el imperialismo ecológico.

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periodo (Locke, 1998, cap.2), o en la expresión de Hegel al referirse a las independencias de América: “Todo lo que pasa en América se origina en Europa” (De la Cadena, 2007, p. 18).

En síntesis, esta actitud intelectual historicista podría resumirse en lo expresado por Marisol de la Cadena cuando señala: “Situada en Europa, la Historia viajaba por el mundo incorporando en su dominio a los grupos humanos que no podían gobernarse, o diseminando su espíritu político y su deseo de libertad, entre los pueblos que ya estaban listos para hacerlo” (De la Cadena, 2007, p. 17).

Respecto al eurocentrismo, este transita junto al historicismo, pero no solo hace referencia a la interpretación de la historia, sino también a la forma de concebir la preeminencia de la población y de las naciones de origen europeo, en aspectos tan variados como su carga biológica y fenotípica, sus desarrollos tecnológicos y culturales y sus formas y usos cotidianos. De esta manera, los hechos, los elementos de la cultura y las experiencias y la historia se articularon en un solo orden cultural global alrededor de la hegemonía europea. Así, el orden europeo concentró el control de las formas de subjetividad, de la producción cultural y de la reproducción del conocimiento (De la Cadena, 2007, p. 16).

Esta construcción de hegemonía por parte de los europeos se realizó a través de: la expropiación a las poblaciones colonizadas de los descubrimientos más útiles para el desarrollo del capitalismo, la represión de las formas de producción del conocimiento de las colonias y de la obligación de aprender los elementos centrales de la cultura de los dominadores, especialmente la religión (Quijano, 2001).

El impacto del historicismo y el eurocentrismo en el pensamiento de las elites y en los intelectuales de América Latina fue evidente puesto que para ellos la historia de América Latina debía seguir el curso de lo establecido por las naciones europeas. De tal suerte, aparecieron explicaciones de fenómenos como la independencia vistos como pasos en un proceso de maduración de las naciones, en donde alusiones a la mayoría de edad kantiana eran recurrentes.

Los discursos del historicismo y el etnocentrismo se encontraban con las tradiciones intelectuales heredadas de la Colonia, en las que los criterios de gradación de la blanquicidad tenían un papel central. En estas tradiciones, el problema de la clasificación de la sociedad, de acuerdo al color de la piel, se proveía de numerosas taxonomías que indicaban los estatus de los individuos de acuerdo a su provisión fenotípica, producto de los cruces entre razas diversas. En estas clasificaciones coloniales existían entonces –además de negros, mestizos, mulatos e indios– tipos como: cholos, chinos, bozales, lobos, etcétera (Chávez Maldonado, 2007, p. 73-92).

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La cuestión que apareció fue qué hacer con las comunidades de mestizos e indígenas de las cuáles era menester obtener legitimidad sin minar el propio poder. La estructuración de la sociedad mediante la diferenciación jerárquica mostraba este mestizaje como un camino hacia el progreso de las comunidades de indios, un factor que ya en el siglo XIX y comienzos del XX anunciaba el origen de discusiones sobre la eugenesia y la regeneración de la raza (Chávez Maldonado, 2007, p. 73-92).

Entonces, el reto de la construcción de los Estados nacionales fue cómo fortalecer un sentimiento de homogeneidad en las comunidades nacionales que presentaban múltiples orígenes y múltiples caracteres biológicos, aun cuando se mantenían las bases de la diferenciación racial. Es decir, existía un plano político en el cual se anunciaba la homogeneización, pero de fondo había una diferencia basada en la pertenencia racial. Siendo así, y a pesar de los esfuerzos encaminados a abordar la cuestión racial más allá del prejuicio o la predestinación, no se descartaban en la construcción del ideal de nación las tesis sobre la superioridad de unas razas sobre otras.

Un ejemplo de esto es lo que señala Brooke Larson, a propósito del pensamiento del liberal decimonónico de José María Samper a mediados de siglo:

(…) él creía firmemente en la posibilidad de la redención cultural si se tomaban ciertas medidas para inculcar los valores apropiados a una moderna sociedad civil entre los grupos inferiores. Pero por matizados que fueran sus estudios de los «tipos raciales» colombianos, ellos comenzaban a producir un canon científico y literario que asociaba la «blancura» con el progreso y la civilización, y su reverso negativo, lo «no blanco», con los obstáculos que bloqueaban la vía hacia la modernidad. (Larson, 2002, p.50)

Los diversos dispositivos comunicativos empleados por la élite criolla para la construcción de su hegemonía se ceñían a esta creencia, lo que generaba una adopción de las costumbres europeas en un juego político y cultural que trascendía a todos los espacios vitales de los ciudadanos. Esta concepción no significaba simplemente el eco de las formas políticas propias de la Colonia, representaba, además, la fórmula para detener aquellas ilusiones que habían motivado los esfuerzos de la independencia y que, de igual forma, sustentaban la participación de las comunidades en las frecuentes guerras civiles latinoamericanas inmediatamente después de la gesta independentista. Tal como lo señala Marisol de la Cadena:

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Posteriormente, con las transformaciones en las relaciones económicas y sociales provocadas por el advenimiento del capitalismo a finales del siglo XIX e inicios del siglo XX, aparecen nuevas formas de interpretación que permitieron reflexionar sobre el papel de la raza y su relación con el proyecto de Estado-nación moderna y homogénea.

En esta época, al ya interiorizado discurso de la colonialidad, con su eurocentrismo e historicismo, se sumó, precisamente, el discurso del desarrollo económico como objetivo fundamental de la actuación de los Estados. El ideal de la nación se articuló entonces con la necesidad de desarrollo de las naciones en una clave en la que su capacidad de supervivencia –en términos de producción de ganancias, recursos naturales y provisión de factores de producción– se fundió con los elementos culturales. Las tesis que unen estos dos tonos de la cuestión nacional han sido retratadas hábilmente por Eric Hobsbawn en su libro

Naciones y nacionalismo desde 1789 (1998).

En este escenario, la asimilación de las razas negra e indígena a una imagen ociosa y opuesta a las características de la ética se dio como consecuencia de la exclusión de estos grupos de las lógicas del capitalismo. Es decir, el hecho de que el trabajo remunerado se constituyera en patrimonio de los blancos y mestizos y el que los otros grupos raciales se mantuvieran al margen de estas actividades configuraba una visión negativa de estos (Villegas Vélez, 2005, enero-junio, p. 209-232).

Este discurso, con diferentes matices, fue común en la historia de los pueblos latinoamericanos y son rastreables además en los proyectos nacionales que se edificaron en los procesos de descolonización posteriores en Asia y África. Por lo tanto, el racismo continuaría en la época de los Estados nacionales en la forma de los discursos nacionales y el objetivo central de la modernización, nociones que aún hoy sustentan las orientaciones de las políticas públicas.

2. El debate sobre la raza en Colombia durante las primeras décadas del siglo XX

Para el caso colombiano, la preocupación sobre la raza adquirió una importante relevancia durante las primeras décadas del siglo XX, especialmente por la tensión generada entre los proyectos de nación de cada uno de los partidos tradicionales en el marco del proceso creciente de modernización.

El inicio de siglo trajo consigo una situación paradójica para las élites nacionales: de un lado, se presentó una balanza comercial favorable impulsada por las exportaciones de café y, aunque el proceso no tuvo la intensidad de otros países de la región, los excedentes de este tipo de comercio permitieron un crecimiento en la industria, en especial, en la producción de bienes de consumo. Con este crecimiento, las costumbres de las élites imitarían aquellas pertenecientes a las comunidades europeas.

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12 Como sitio para vivir [Bogotá] es abominable por su pésima administración. Sin pavimentos, sin agua, con un servicio de alumbrado que habiendo servido de motivo a una gigantesca especulación, ruinosa para el municipio, hoy da a los habitantes más disgustos que luz. Con un desaseo nauseabundo, asfixiante, que enferma el cuerpo y deprime el espíritu. Sin un paseo, sin centros de esparcimiento, ni de divulgación de la cultura científica artística o histórica; con su aspecto gris y polvoso, cejijunta y entumecida; extenuada, martirizada por un régimen como el de esas madrastras crueles que a la vez aprovechan y castigan a su pupila; pues en una ciudad así la vida es considerablemente más cara que en París, la primera metrópoli de cultura científica y artística y el primer centro de negocios y de placer de la raza latina. (Gómez, 1928, p. 156)

Del mismo modo, señalaba Miguel Jiménez en una presentación ante el Congreso, en la cual se quejaba del estado de la moralidad del país:

En presencia de este estado de cosas, no es de extrañar que el nivel de las costumbres populares y el índice de la moralidad colectiva marquen hoy entre nosotros un descenso casi vertical. La violencia, el fraude y el despojo que imperan en las luchas de la política; el pavoroso incremento de la criminalidad en sus formas sangrientas y en sus formas fraudulentas; el éxodo rural hacía los grandes centros de población; el abandono de la vida dura ciertamente, pero sencilla y noble de los campos por la vida de las ciudades, prometedora de halago y de licencia […] (Jiménez López, 1948, p.30)

Ante esta situación resultaba necesario explicar cuáles eran las razones por las que la sociedad colombiana mantenía estos niveles de atraso. Pues bien, si se adelantaban procesos similares en el mundo en procura de la civilización, el carácter distinto se encontraba en el sustrato de las comunidades, en aquellos aspectos específicos de la sociedad colombiana. Aquí el tema racial determinaba esta explicación y se convirtió en un factor común en el que confluían las distintas posturas sobre las causales del subdesarrollo colombiano. Si bien el debate apareció con fuerza en las primeras décadas del siglo XX, la explicación mediante el factor racial tuvo antecedentes concretos en aproximaciones científicas como las derivadas de la Comisión Corográfica a mediados del siglo XIX. En estos estudios se presentó a un país fragmentado que se encontraba conformado por subculturas regionales y racialmente distintas. De esta manera, el conocimiento se organizaba a partir de la región y la raza como las variables más relevantes. Fue así como los científicos “retrataban las características innatas de los ‘Cosecheros de anís: tipos mestizo e indio, de la provincia de Ocaña’, y los ‘Mineros blancos, de la provincia de Soto’” (Larson, 2002, p. 50).

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Adicionalmente, estas investigaciones enfatizaban las conductas económicas de cada uno de los grupos raciales a partir del rasero del capitalismo y de las virtudes burguesas de la frugalidad y la constancia en el trabajo. Era de especial interés la conducta económica de cada grupo racial, medida implícitamente con las virtudes burguesas de la frugalidad y el trabajo duro. Tomados en conjunto, estos exámenes brindaron apologías, caracterizaciones e ilustraciones raciales de las distintas regiones y razas colombianas (Larson, 2002, p. 51).

Así se tomaban prestados elementos de la economía política de la Ilustración para explicar las características propias de la sociedad civil, asociadas naturalmente a prácticas económicas como el comercio, la circulación del dinero y las comunicaciones. De esta forma, la frontera entre la civilización y la barbarie estaba fijada por los límites de la cultura del mercado. Los indios y negros se encontraban así en los márgenes de la civilización al carecer de aquello que caracterizaba a las élites criollas: la comodidad, la higiene, el cristianismo y los valores asociados con esto.

Esta interpretación se hizo evidente en el ideal de los partidos tradicionales de tener una modernidad verdadera. Tanto el Partido Liberal como el Partido Conservador mantenían en su ideario una inclinación: considerar como central el factor racial en la explicación sobre las posibilidades reales para el establecimiento de dicho proyecto moderno.

En el caso de los pensadores del liberalismo colombiano en el siglo XIX, el obstáculo del carácter racial de la sociedad colombiana debía ser enfrentado a partir del blanqueamiento de su sangre y la transformación de sus costumbres. Ellos imaginaban una nación surgida de varias generaciones de regeneración biocultural. Es decir, “[…] buscaban des-indianizar —y des-africanizar— a Colombia a lo largo de varias generaciones, a través de su asimilación genética en una población blanca en vigorosa expansión” (Larson, 2002, p. 59).

El legado de este tipo de pensamiento se percibiría en interpretaciones que sustentaban el carácter de las gentes a partir de su proveniencia racial. Ideología que, además, estuvo presente en las reflexiones de pensadores influyentes de la primera mitad del siglo XX como Jorge Eliecer Gaitán. Es así como, en un caso famoso de la década de los 30 en el que un miembro de la “aristocracia” valluna asesinó a su esposa, la defensa que Gaitán esgrimió remitía a un atenuante dado el origen racial del asesino. Allí, utilizó como perito a un integrante del Partido Conservador, el dr. Miguel Jiménez, con quien compartía su interpretación del legado violento proveniente de la herencia africana del homicida. Gaitán se expresó, en lo concerniente al peritaje del dr. Jiménez, de la siguiente manera:

El doctor Jiménez López, como hombre de ciencia, con la imperturbable serenidad que ella imprime y dentro de un valor moral pocas veces acostumbrado, comprobó que en tales ramas familiares existía un porcentaje no

escaso de sangre negra, de sangre africana. He ahí el grave pecado del eminente profesor contra el grave

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Es importante resaltar aquí, el énfasis en lo que él denomina el porcentaje no escaso de sangre negra. El componente racial del delito en cuestión, ligado al imperio de un insólito ancestro africano, estaba relacionado con lo dicho por Cesare Lombroso –socialista y padre de la antropología criminal finisecular, quien fuera maestro del maestro de Gaitán en Roma, Enrico Ferri– sobre la ligazón entre las características raciales y físicas con la propensión a determinados tipos de delitos (Páramo, 2010, julio-diciembre, p. 67-100).

Esta visión en el liberalismo no se encontraba solo en el pensamiento de Gaitán, sino que se hizo parte del discurso populista que guió las proclamas de los líderes de la República liberal entre 1930 y 1946: Olaya Herrera y López Pumarejo. Estos presidentes, recogiendo las presiones sociales urbanas y rurales de los sectores populares, anunciaron un paquete de reformas modernizadoras todas ellas ligadas a la idea de civilizar a estas comunidades que requerían una rehabilitación. En su perspectiva de civilización, los liberales colombianos imaginaban una sociedad homogénea e impulsada por el mercado que se colocaría rápidamente a la altura de las naciones cosmopolitas.

De otro lado, el Partido Conservador también reprodujo una visión similar sobre el papel de la raza en las posibilidades de desarrollo del país. Si bien su proyecto durante la hegemonía vindicó valores tradicionales ligados al pasado hispánico y a la valoración del cristianismo, los pensadores de este Partido también consideraban relevante el factor racial.

A este respecto, pueden ponerse como ejemplo las interpretaciones de Laureano Gómez, tal como lo señala Barrera:

Laureano Gómez, por ejemplo, caracterizó la población colombiana de acuerdo con el territorio habitado por cada grupo y sus componentes “raciales”. Señaló que “si observamos la manera como la raza actúa en el medio, adquiriremos nociones sobre el grado en que nuestra nación se perfecciona y hasta qué punto llena la misión que le es inherente por esencia”. Para este intelectual y político “en la selva amazónica, las razas primitivas que la habitan viven llenas de terror. “Vense aisladas entre un cosmos hostil y los seres fantásticos y tenebrosos que son las divinidades de su ruda mitología” (Gómez, 1970:24-29) (2009, p. 137).

Es evidente cómo existe una desconfianza que parte del determinismo y el fatalismo, por parte del líder conservador hacia la población del país. Determinismo y fatalismo que entiende un devenir de las culturas en el que aparece una clara discriminación entre aquellas naciones poderosas y viables y otras débiles.

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En general, las élites colombianas del Partido Liberal y del Partido Conservador mantendrían su compromiso con el proyecto de modernidad y de civilización, incluso en la paradójica situación de dictar leyes paternalistas para tratar a los indígenas revoltosos. Se percibía en la época un optimismo por parte de las élites en lo concerniente al proceso de blanqueamiento, elemento perceptible especialmente en el área andina ubicada en las proximidades de Bogotá. Como lo reseña Larson:

[image:37.612.93.361.268.718.2]

La “raza indígena” había poco menos que desaparecido en el centro de los cafetales y el comercio. Y reducir al resto a la civilización parecía ser apenas una cuestión de reglamentar y disciplinar a los indios. Entretanto, el gobierno buscaría la inmigración europea para apresurar el avance colombiano a la luz de la modernidad. Los indios eventualmente desaparecerían con el mestizaje cultural y los mestizos absorberían los rasgos superiores de los inmigrantes europeos (Larson, 2002, p. 59).

Figure

Figura 1. Nuevos Colombianos
Figura 2.(El problema de la chicha  El tiempo 8 de Junio de 1948)
Figura 3. Algo sobre el
Figura 5. Un problema de actualidad
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