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Nº71/octubrede2012
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RevistaTram[p]asdelacomunicaciónylacultura
•ISSN1668-5547
porMaríaAntonietaTeodosio
¿Qué hacen los jóvenes con las tecnologías? es una pregunta que empieza a ser reiterada y, a la vez, necesaria. Se trata de entender, de comprender este presente para in-tuirelfuturoygenerarherramientas válidasparaintervenirenelpresen-teytransformarlo.
Evidentemente,losjóvenestrans-forman aquello que reciben como representaciones elaboradas por los adultos, haciéndose cargo de undiálogosolapadoydeunavisión crítica,conloqueestánescribiendo otra historia que sobrescribe, arru- ga,ydesechaloprevioconcapaci- dadcreadora,re-creadorayconve-locidades desconocidas. El tiempo deestasnuevasgeneracionesluye conrapidezysusprácticasdevienen fugaces,transitorias,precarias,ina-barcables.
Esapartirdeesapremisaquese consideran sus percepciones diná-micas, en transformación. No per-manecen quietas sus maneras de percibircomotampocolosobjetos. Hayliquidezeneluniversodesen-tidosqueentraman.Lascertezasson partedeunpasadoquelosjóvenes aprendenenlaescuelayenalgunos relatos familiares. El presente, el MaríaAntonietaTeodosio
mateodosio@gmail.com
ProfesoraenLetras,UniversidadNacionaldeLa Plata(UNLP).Docenteeinvestigadora,Facultad dePeriodismoyComunicaciónSocial,UNLPy UniversidadNacionaldeQuilmes.CursólaMaes-tríaPLANGESCOylaEspecializaciónenPrácticas, mediosyámbitoseducativo-comunicacionales, FPyCS,UNLP.EsirmantedelIIPronunciamiento LatinoamericanoporunaEducaciónparaTodos. Resumen
Esteartículoindagaquiénessonlosjóvenesdehoy, quépiensansobreellosmismos,sobresuspares, elvínculoconsusprogenitoresenrelaciónconlas nuevastecnologías.¿Seráposiblequelossentidos propiosdelproyectomodernohayanllegadohasta estosjóvenes?¿Quépercepcionessehantransfor-madoenellos?¿Cómoseorientalaconiguración identitaria?¿Hayrelaciónentresusmodosde percibiryunmundoorganizadoalrededordelas tecnologíasdelainformaciónylacomunicación? ¿Quésabendelespaciopúblico,quéhacenconél? ¿Espartedesucotidianidad?
Estaindagaciónexpresalanecesidaddeconocer aunsujetoenpermanentecambioyquevivela instantaneidad.Enesejuegodesaberquiénesson losjóvenesdehoy,fueronconformadosgruposde discusión,conunamuestraacotadaparaunestudio cualitativo.Losresultadosquesemuestransepre-tendenútilesparalaprovisióndepolíticaspúblicas, adecuadasaestesujetoyenuncontextoparticular.
Palabrasclave
Jóvenes-identidad-espaciopúblico-tecnologías delainformaciónylacomunicación-educación
Abstract
Thisarticleasksaboutyoungpeople:whotheyare,what theythinkaboutthemselves,theirpairs,therelationships withtheirparentsandnewtechnologies.Woulditbe possiblethatModernityprojecthasreachedthem?What perceptionshavechangedamongthem?Howaretheir identitiesconigured?Arethereanyconnectionsbetween theirperceptionsandaworldorganizedoninformation technologies?Whatdotheyknowaboutpublicspace? Whatdotheydoinit?Isitpartoftheirordinarylife? Thisresearchshowsthatweneedtoknowmoreaboutin-dividualsinpermanentchangeandwholiveeachinstant. Inordertoanswerthis,weorganizeddiscussiongroups. Theresultspretendtogivesomeideasforpublicpolicies inspeciiccontext.
Keywords
Youngpeople-identity-publicspace-information technologies-education
Jóvenes, tecnologías y espacio público
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puropresente,esunafuerzaquede manera permanente los sitúa fuera desímismos,alavezqueloscon-vierteenotro.
En un mundo de sujetos que no quierenenvejecerydondeseofre-cenespaciosvirtualesenlosquese puede ser lo que cada uno quiera ser,másalládecualquiercondicio- namiento,eldelosjóvenesconsti-tuye un espacio simbólico preten-didamente ideal, hacia el que las industriasculturalesmovilizan.
Enesemarco,laspreguntasquese formulanalrespectosonvariadas,y ponen en el centro el corrimiento que los jóvenes establecen en las percepciones respecto de las tec-nologíasydelespaciopúblico,para interrogaracercadeloscriterioscon loscualesmodelansusidentidades, realizanusos–quesepodríandeno-minar“plásticos”–delastecnologías yconceptualizanelespaciopúblico.
Acercadelmétodo
Paraavanzarenestetema,esútil para abordar el conocimiento de este objeto en permanente trans-formación la imagen del surista, alguienqueparadoenlasolascon curiosidad, atención y paciencia, aprende de ellas algunos saberes más propios del cientíico. Así el investigador-barrenador asume la certeza de que el conocimien-to esperado o ideal es imposible, porque su objeto se encuentra en permanente cambio y se resiste a seraprehendido,yreconocequela abstracción que producen los mo-delosnuncaeslarealidad.Esenese momentocuandoaceptaeldesafío ysepreparaparaconocer.
Desdeesaperspectiva,lainvesti- gaciónharequeridodeltrabajogru-pal,entantoinstanciadeproducción
colaborativadelconocimiento,yde decisionesqueestribanenelorden de lo metodológico que, en este caso,dieronpiealaindagacióndel objeto, las percepciones juveniles, a través de los llamados grupos de discusión.Estatécnica,aunqueha-bitualmente empleada en trabajos ligados a los estudios de mercado –para detección de necesidades, caracterizacióndeproductosyaná-lisisdelconsumo–sirveenestecaso alosinesdeponerenhechosaque-lloque,enciertomodo,deinealos jóvenes,comoeslagrupalidad.
En esta ocasión, fueron convo-cados jóvenes de edades que van desdelos18alos25años,cuyode-nominadorcomúnesserresidentes delcascourbanodelaciudaddeLa Plata.Porsureconocidacaracterísti-cadeserciudaduniversitariaesque losasistentessonmayoritariamente estudiantes. Sólo algunos declaran que trabajan. Otra recurrencia es que son de procedencias variadas, estudiantes del interior del país en muchoscasos,queduranteellapso queocupasucarrerauniversitariase instalanenlaciudad.Losgrupos,en este caso, fueron conformados
es-pecíicamente para este cometido, sinqueconstituyeran,previamente, gruposdeamigos.
Elconocerdelsurista
De alguna manera, el investiga-dor se instala para conocer parado sobreuncampomóvil,dinámico,en transformación permanente, como jugandounequilibrioimposibleso-brelacrestadelasolas.Estaimagen permite mostrar de modo contun-dente el carácter casi imposible de estesaber.Sinembargo,allíinstala-do y apertrechaestesaber.Sinembargo,allíinstala-do para la ocasión, con algunos elementos necesarios, tiene que capturar esa fugacidad quelodesafía.
Paraentenderesteinterjuegoen elquelosjóvenesseconstruyen,ala vezqueestándemarcandoposibili-dadesdefuturo,esquesepropone vincularconceptosdeidentidad,de tecnologías, de socialidad y de es-paciopúblico.
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cambiantes,sehacenpartedeeste juegodesaber.
Eltema-problemadela identidadjuvenil
La identidad entendida como construcción relacional, forjada en elvínculoconelotro,eselconcepto fundante tomado de Gilberto Gi-ménez(1997).
Unconceptoqueapareceasocia-doaesteprocesoidentitarioeselde evolución.Laexplicaciónatiendea quesetrataenestecasodesujetos juveniles,marcados–especialmente aquí–porlaexperienciaescolar.La razónparasostenerestevínculode sentidoseapoyaenelconocimien-todelcampoeducativo,quedesde los procesos de reforma educativa sucesivos,producidosapartirdelos años noventa, ha construido pocos saberes ciertos, uno de los cuales es sin duda el concepto de evolu-ción,planteadoporDarwin.Conél, lapeleaporlasupervivencia,lane-cesidaddeadaptacióndetodoslos seresvivosalentornoylaselección naturalhandadopieaunmodode entender lo social fundado en la competencia, la legitimación de la exclusiónylainstalacióndeunaló- gicanaturalparaexplicarlosproce-sossociales.1
Deestamanera,alreferirnosala característica liquidez de los jóve-nes, se hace referencia a la capa-cidad juvenil de modiicarse y de adecuarse al entorno, así como de mimetizarse y de volver a cambiar. Conlaagilidaddelosgamosylana- turalidadconquelasserpientesmu- dansupiel,sabendefenderseadap-tándose,yéseeselmodoaprendido desobrevivir.
Esa explicación se complemen-ta entonces con las formulaciones antedichas, de manera que pueden pasarporidentiicacioneseinterpe-laciones múltiples sin que alcancen
a forjar construcciones ijas, per-durablesoesenciales.Esostiposde construcciónidentitaria,máspropios delosadultos,sonclaramenteperci-bidos como condición de vulnera-bilidad. Los jóvenes han visto a sus mayores desarmarse, desplomarse, sufrircuandoesasidentidadeseran rechazadasporelmercadolaboralo porotraclasedefracasosyaprendie-ronqueeneseespejonosequieren ver.Deahíqueantelapreguntapor cómovenasuspadresrelacionarse con las tecnologías, suelan plantear su falta de adaptación, su lentitud, sus yerros. Como dice Zemelman (2010),enesteprocesodeconstitu-ción de la subjetividad emerge una dialéctica de tipo memoria-utopía, que tensiona por un lado a partir delatradición,comotendenciaala inercia,yporotrodesdelasvisiones defuturo.
Preguntados por quiénes son y anteelpedidodequesepresenten, losjóvenesmuestranunadeinición “apruebadeerrores”,queexpresa aquelloquehacen.Sonunnombre yunaocupación,yenalgunoscasos también el fastidio ante la misma pregunta que hacen los docentes aliniciaruncurso,sinoriginalidad, sin sorpresa e incluso denunciados como hipócritas, no queriendo oír aquello que preguntan. En idéntica actuación uno de los jóvenes res-ponde:“Bueno,yosoydeLaPlatay notengomuchomásparacontar”.
Al mirar a los otros, algunos se presentanganadores(“Yosoyelmás chico”, dice uno de ellos, preten-diendolaenvidiadelresto),peroen generalprimeropreierenelanoni-mato, poco después se abren bus-cando ainidades, al rato son casi compinches y al terminar la entre-vista, inclusive, nos invitan a pasar unratomáscompartiendocordial- mente.Sepercibeclaramentelaca-pacidaddeapertura,tantocomola búsquedaincesantedebienestar.
En la cándida expresión “yo soy elmáschico”seponedemaniies-toqueloquelohacemerecedorde valores,enestecaso,unacualidad natural y a la vez contextual. Nada hasidohechoconscienteniincons-cientemente para merecer un ga-lardón y, sin embargo, puede este joven ufanarse ante los demás. En otromomentodelacharlaéllore-piteyamplía:“Soyelmáschicodela Facultad”.Lainocenciaconquefue percibido al principio, en ese mo-mento se torna desfachatez o clara interpelación. Su valor, precario, la edad, se convierte en un arma con la cual azuza y busca respuesta. El silenciodelosdemásempiezaaser sucontestación.
Queda en claro que la pregunta por la identidad es una de las más difícilesylosaben.Alavez,difícily enojosaporqueimplicatomardeci-siones.Entonces,afaltadediscursos que la satisfagan hay que entender sus mecanismos de identiicación, yallíencontramosalosamigos,ese colectivoquepareceagruparacan-tidaddeindividuos,siunoatiendea losnúmerosquearrojansuspáginas deFacebook:cientos,peroqueellos, cuandolacharlayasuavizólasdudas iniciales, deinen como “no más de diez…”,abriéndoseaunasuertede conianza.Sonidentidadesinacaba-dasyelloloshabilitaareinventarse de manera incesante. Freire decía que el grupo es la célula educativa básica(enKaplún,1998:52).
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se dirigen a otro presente. Forman grupos para practicar actividades diversaseindividualmenterealizan algún pasatiempo o se dedican a estudiar.Ensusexpresionesseob-servaelcaráctergrato,lavaloración positivadelasprácticasgrupales.Se sienten cómodos en ellas. La gru-palidadsevivecomounacertezao una seguridad. Se instalan en esos ámbitos deinidos por lo colectivo, mecanismos de identiicación, de reconocimiento, de reciprocidad. Por eso, estar solos se vive como unesfuerzo,comoresultadodeuna negociación: la inversión necesaria para forjarse un futuro (estudiar, trabajar).2
Cuando nos detenemos ante la grupalidadquedesarrollan,sehace presentelametáforadelatribalidad –neotribalidad, en sentido estric-to- de Maffesoli (2009). Es posible que éste constituya un gesto espe-ranzador,dedespeguerespectode una racionalidad que constriñe la vidasocial,marcadaporeldesignio de la Modernidad, trazado hace ya másdedossiglos.Enél,elsociólogo francésveunespaciodondedomi-na la horizontalidad –opuesta a la verticalidad del proyecto moder-no–, el deseo, los sentimientos, la comuniónfraternasinexcepciones. En ese espacio de integración, de carácterholístico,seatisbaunapo- siblesalida,sindiscusiónnioposi-ciones,aunproyectoculturalqueva pervirtiéndoseentantoseendurece ensusprácticasdepoder.3
Se trata, sin dudas, de una con-cepción que ya tiene historia: los jóvenesnoaceptansinnegociar,sin buscarsubeneicio.Seapropiande circunstancias, de sentidos, “hacen la suya”, expresión que indica ca-balmente hasta qué punto toman suspropiasopciones.
Ubicados ante el conocimiento deunvastoparadigmadeproductos tecnológicos,losjóvenesentrevista-dossemostraroncautos,ni tecnofíli-cosnitecnofóbicos;mostraroncuáles sonsususos,sudominio,sussabe-ressiemprediversos,laspresionesa las que están sujetos (hacer un uso adecuadoparasusestudios,comu-nicarseconsusafectos,manejarlos lenguajescomunes:losvideojuegos, elcelular,Facebook,lacomputadora, elchat,estarsocializadoatravésde estosmedios,atentosalospeligros), susreticenciasenalgunoscasos,sus críticas, las paulatinas negociacio- nesquevanefectuando.Nopromo-cionan ni se molestan; describen, narran,mostrandoalgunareticencia asostenerposicionesirmes.Enlos casos observados, las diferencias no tuvieron relación con género o gradodeescolaridadsinoconacti-tudesprevias,propiasdecadauno, tendientesalaconservación(deuna memoriafamiliar,deloaprendido)o alainnovación.Lastecnologíasexi-gen,asumodo,queesténahítanto comoqueesténdisponibles.Conla certezadequeporallípasalanove- dadydequeaccederaellalesase-gura su adecuación (porque están informadosalminuto)alosnuevos tiempos.Inclusoquienesnoposeen estosrecursostecnológicospartici-pan, ya sea trabajando en un ciber orecurriendoaunoeventualmente, auncuandodeclarenconvivacidad tenerquehacerloapesardequelas computadoras los aburren. La pa-radoja es doble, porque los dichos pertenecen a jóvenes afectos a los videojuegos, como si éstos consti- tuyeranunaclasedetecnologíadis-tinta,inconmensurable.
Un aspecto interesante a obser-vareseldelarealidadoefectode realidadqueprovocanestasnuevas Elotrodelastecnologías
Elvínculotrabadoentrejuventud ynuevastecnologíasnoesnuevoni sorprende. Sin embargo, hay que procurar comprenderlo en su par-ticipación dentro de los procesos de conformación identitaria. ¿Son las máquinas ese otro con el que identiicarse? ¿Hay posibilidad de confusión entre el objeto material y los sentidos que media? ¿Son percibidos los dispositivos tecno-lógicosensuproducciónincesante de sentidos? ¿Qué clase de nego-ciaciónestablecenlosjóvenescon lasnuevastecnologías?¿Sabenqué son las nuevas tecnologías? ¿Hay alguna relación entre espacio pú-blicoyvirtualidad?¿Tienerelación el consumo de imágenes a través de los medios con sus modos de percibir? ¿Cambian las percepcio-nes juveniles al dejar que las tec-nologías sean organizadoras de su cotidianidad? Seguramente algu-nasdeestascuestionespuedanser respondidas en el trabajo con los gruposdediscusión.
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tecnologías. En ellas, nada hay que imaginar porque las tecnologías provocanunefectoderealidadtan fuerte que no logran desautomati-zarla,distanciarse.Laspercepciones dicenqueelotroestáahíylavelo-cidad impresa reairma la urgencia delcontacto.Separarlapercepción delrestodelaexperienciamediáti-ca,paraasumirlacomotal,noesuna prácticahabitual.Cadaunodeellos tieneenclaroloqueesfabricadoo producidoenlosmediosynocabe encontrar en estos jóvenes con-fusión al respecto; sin embargo, la inmediatez en tiempo y espacio es unavoráginequelicualossentidos.
Resultaconcomitanteeltemade la reconiguración del poder en el hogarqueestasnuevastecnologías plantean,4 en posible parangón
con la imprenta.5 Éste es un tema
queplanteaMartín-Barberoyque ciertamentemuestrauncambioen las percepciones, ya que antes se armabaparalosniñosdesdelaes- cuelaunasuertedeámbitodescon-taminado de prácticas de poder, y queahoraabsorbencomoes,tanto sea desde la TV como de Internet, que desnudan lo que la realidad tienedecorrupcióndedesencanto dehipocresía,deviolencia.Elper-misodeinteractuarconlosmedios resitúa la autoridad de los padres a la vez que rompe con la distan-ciarespectodelmundoadulto.De esta manera, cuando se les pre-gunta por cómo ven a los adultos en su relación con estas tecnolo-gías,ellosseñalanquehaymuchos profesores que tienen blogs, que suspadrestratandeaprender,que les cuesta mucho, y resulta curio-so que ante aquellos adultos que aparecenasusojosaggiornados,la percepción sea indiferente o mo-lesta(“Mipapátienefacebookyme da bronca” o “eso delPowerPoint esredelosviejos.Quetemanden unPowerPoint con una música de
fondo y van pasando las imáge-nes...Esolesdivierteolesgusta”). Alainversa,sevelapresióndelos padressobresushijosqueenaras de“salvarse”requierendeellossu rápida formación, su incorpora-ción al mercado laboral, que sean Diego Armando Maradona o ac-tores juveniles, de manera que la inclusión familiar sea instantánea, aunque ellos también hayan ne-gociadosulugardepoder.Eneste intercambioluidodesentidos,hay actitudesquedesarrollanrespecto de los adultos difíciles de com-prender, en tanto los critican por nosabermanejarlastecnologíasy a la vez los critican cuando, como ellos,pretendenseguirlanovedad de los celulares o de laslaptops. Creen, por un lado, que los adul-tostienenmenosposibilidadesde adaptarse al futuro mientras que, como ellos han crecido con estos aparatos, podrán seguir adaptán-doseconlamismarapidez.Enestas dosactitudesplanteadasseobser-va cómo preieren que los adultos sigan siéndolo, que no se “hagan” los jóvenes, porque no lo son. No aceptan “esa” falsedad, que no es lo mismo que decir que no acep-tanlofalso.Elproblemaestádado cuandoelpadresedesplazadesu lugarparahacerseamigodelhijo, instancia en la cual ambos se re- coniguran.Parecequeestosjóve-nespreierentenerpadres,porque yatienensuicientesamigos.
En otras situaciones en cambio, sepercibequeestosjóvenesmiran asuspadresytratandeentender-los.Asíloexpresan:“Miviejatiene 50ymiviejo49,ylosdosmanejan perfectoInternetylasnuevastec-nologías.Igualtuvieronunproceso de aprendizaje, porque mi vieja tuvo que trabajar con eso”. Saben que no son nativos digitales, que noaprendierondemaneraespon-tánea ni en el posible aprendizaje
intergeneracional; saben en ese “tuvo que trabajar” que el impe-rativo categórico fue el deber de proveeryquemerecióunesfuerzo. Esaexpresiónmuestralainterpela-ciónqueenestossujetosresuena: nosepuedehacerloquecadauno quiere, porque al crecer llegan las responsabilidadesyhayquecargar conellas.Larespuestasolapadaes un:“Noestamospreparadostoda-vía para eso”. Y el silencio es más elocuente.Avecesasumenelcam- bioderolesconcomicidad,riéndo-sedesupapeldeeducadores(“Ya está.Yateloexpliquéveinteveces [risas]”; “y encima se compró una máquina;latieneahí.Estámetiday leenseñéabajarseriesypelículas [...]”)porquecreerloseríatancierto comoasumirlo.Elrechazodelccimiento es visible. A veces se re- ierenalosadultostratandodedis-culparlos (“Y los grandes, yo creo quetambiénloquierenusar,como entretenimiento”), como si estu-vieran demasiado presionados y necesitaranunaisuraparaevadir-se.Yconladisculpa,sejustiican.Si existe una disputa por el poder es portenerunsaberválidoquemos- trar,esporexigirunaparidadpre-caria, es por “parecer ocupados”, todo el día en una computadora, cuando la misma es usada tanto parajugarcomoparacomunicarse, estudiar,trabajar,leerodistraerse. Esepoderlosmuestra“listos”para un futuro ante los adultos, a pesar dequenadiesabequésaberesese futurorequerirá.
En sus modos de relacionarse con sus pares, estas tecnologías, como se llaman, de información y comunicación, tienen un peso fuertemente condicionador de sus procesosdesocialización.6
estaneotribalidad,convendríade-anclajes
jar sentada la incidencia de estos medios para neutralizar ciertos sentidos que antes mencionamos, como la horizontalidad, el deseo, lossentimientos,laintegración,la comunión fraterna. Es cierto que las tecnologías han generado he-rramientas al día de hoy diversas y personalizables para la comuni-caciónentiemporealyacualquier distancia,asícomoparaeltrabajo colaborativo y el enriquecimiento mutuo,fundadoenlareciprocidad y en la comunión fraterna, pero así como están disponibles para todos, también existen en el uni-verso mediático mecanismos para la fragmentación social, el control ylavigilancia,elsostenimientode la desigualdad, el deseo anclado en la sexualidad, el aburrimiento, la distracción, el enriquecimiento fácil y fraudulento, la indiferencia ética.
Saben que las tecnologías están y son parte de la cultura (Williams, 1992:184),quenocabepromocio- narlasnievadirlas,quesóloescues-tión de apropiaciones. Por eso, en unaratiicaciónplenadesusertoda-víajóvenesesquelasempleanpara jugar, para juntarse, para proyectar eljuegoprohibido(la“rateada”).Los otrosusossonpartedeloquetienen quehacer:estudiar,trabajar,comu-nicarse,permanecerahí.
Estamaneradeentenderlastec-nologías como parte de la cultura, prácticas sociales que como ta-les –parafraseando a Esther Díaz (1992)– generan dominios de sa-ber, es un camino que se pretende alumbrador. Así, cuando se piensa enestosjóvenes,dotadosdeunco- nocimientofundadoenlaexperien-cia que les ha permitido acumular poder, se puede reconocer cuánto seharedeinidoporeldominiode estasnuevastecnologías.Probable-mente estemos ante el quiebre de unatradicióneducativaqueasegu-rabalacontinuidaddeunaculturay deuncontratosocial.7
Loquevieneesposiblerevisarlo a la luz de la historia de las tecno-logíasasociadasalacomunicación. Williams (1992: 190-191) es muy elocuente al respecto: “La relación entre una tecnología y sus institu-cionesmáscomunesseconvirtióen labase,enunprincipiodediferen-ciacionessocialesespecíicasy,más tarde,inevitablementedeconlictos sociales”.
Enestasdinámicas,porlopronto, lo que se ha observado ha sido la diferenciación no conlictiva entre quienes tienen acceso a la virtua-lidadyquienesno,aunqueésteno sea indicio alentador. La llamada brechadigital,ladiferenciaciónen-tre alfabetos digitales y quienes no lo son, la distinción entre nativos e inmigrantesdigitalessontodasma- nerasdenombrarlasdistanciasso-cialesqueexpresanunaorientación, unatendenciaafuturo.
Lo que llamamos –para empe-zar– el otro de las tecnologías tie-ne sentido en cuanto los procesos identitarios que estos jóvenes van construyendo –acorde a la deini-ción extensional que ellos mismos
proveyeron–,ponensuvidaenrela-ciónconestosmedios(recordemos que hablaron de celulares, máqui-nas de videojuegos, reproductores de audio, video, computadoras). De la mañana a la noche organi-zan sus usos, sus necesidades, sus posibilidades, al punto que podría preguntarsequiénorganizaaquién. ¿Sepuede,paraestosjóvenes,vivir almargendeesteotroomnipresen-te?¿Notendráestevínculounpapel retroalimentador de la grupalidad? Si ser adecuado para estos jóve-nes es una exigencia permanente decontexto,¿quésentidotendrála introspección,larelexión,elcono-cimiento de sí? ¿No será que esta maneradeviviratentosalotroysin conocimiento interior de sí preca-riza sus construcciones identitarias personales?¿Porquélaatenciónal otroesatenciónalpar,alamigo,yno al resto de los semejantes? ¿Cómo pasó la atención de ser entendida como servicio a ser necesidad de contacto?
Se van viendo, de este modo, procesos en los que agruparse no esempoderarseniconocersesinó-nimodeaislarse.Enlarevolturade sentidos, propia de nuestra época, yanosehacenecesariosepararalos jóvenes como en épocas de dicta-dura.Ynoloesporquehanperdido peligrosidad,esdecir,yanosonsu-jetosderebeldíaoesquenohay,a sujuicio,unarealidadquecambiar. Puedenpermanecerjuntosydeal-gunamanera“acorralados”poresta maneradevivirquehaninventado.
Bienestaryciudadanía:¿coexis-tenciaenelespaciopúblico?
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Otra vez se avanzó sobre el co-nocimientoquepudierantenerde él.Pasadaladesorientacióninicial después de la pregunta por el es-pacio público, en este caso no se obtuvieronrespuestasdelamisma clase. Deinieron caracterizando, poniendo rasgos a algo impreciso, algo a lo que a medida que iban describiendosepodríapensarque ibanconociendo.Estainstanciafue, detodas,lamásigualitaria.Ningu-nosabíamásqueotroysobreese desconocimiento iban tentando atribuciones.Fueronmomentosde aprendizajecolaborativo,porquea pesardequeloscoordinadoresno airmabannipautaban,entresíiban sacando el concepto de nebulosa paraempezaraforjarcertezas.
Las respuestas provistas por los jóvenes dicen que el espacio pú-blicoesparaellosloquetienelibre acceso (“adonde puede ir cual-quiera”), lo que no se paga. Sobre estas bases empiezan a visuali-zarlo: son las plazas, dicen (es su primera asociación); luego siguen la Facultad, las oicinas públicas, entre otros. Al referirse a las pla-zas, pusieron de relieve que es un ámbitoespecialparalagrupalidad (“A mí me encanta ir a las plazas. Conmisamigoshaydistintasplazas parajuntadas”).8
Resulta evidente para estos jó-venesqueesunbeneicioeltener disponiblesuniversidadespúblicas porque, de otro modo, reconocen quenopodríanestudiaralgunosde ellos(“Yacá,enArgentina,laedu-cación es pública. Todo el mundo puede acceder a ella. Porque no tienenquepagarytampocoesse-lectiva.Noseselecciona”).
En este punto se observa que los sentidos de lo público están revueltos,seencuentranentransi-ción,debidoaquedelespacio“de todos”,“gratuito”,vangenerándo-seotrosaledañosquecomplejizan,
no sólo el concepto, sino la apro-piación que puedan efectuar. En laconversaciónseplanteandiver-sas confusiones: “Tendríamos que cuidarlo, aunque no lo hagamos”; “hay mucho espacio público que nosotrosnotenemosencuenta,lo tenemos naturalizado, y vemos la callenomás”;“loquepasaesquelo públicoseconfundeconelEstado, peronoeselEstadolopúblico.Lo públicotambiénpuedeserprivado. Lopúblicopúblico,lopúblicopri-vado,loprivadopúblico,loprivado privado”.Allíseponedemaniiesto quenoestáclaroquiénvelaporlo público, que sus límites son ahora difusos, que ha habido un avance del ámbito privado sobre lo pú-blicoquereconiguralasprácticas, entendiendoasílosmodosnuevos de apropiación de los centros co-merciales como losshoppings. En estaconfusiónqueseasientaenlos cambios culturales instalados des-de los años noventa, con el neoli-beralismo imperante, se ha sen-tado un conjunto de prácticas que promueve la luidez entre espa-ciosantesclaramentedelimitados. Este desplazamiento hizo posible la migración de la escuela pública a la privada, la instalación de los centros comerciales mentados, la demarcación del espacio público como dominio de la inseguridad –fuerza que moviliza esta liquidez de sentidos– y tierra de nadie. Lo colectivo del espacio público fue reconigurado de lo comunitario a losalvaje,bárbaro,9
conunconse-cuentesentimientodeanomia. Los jóvenes entrevistados mos-traron también desconocimiento delespaciopúblico,entantolugar de participación en la cosa públi-ca,deejerciciodelaciudadanía.La participaciónpolítica,muyapesar de los programas de estudio es-colares, sigue siendo ignorada. La participaciónenelespaciopúblico
estádirectamentesigniicadacomo esparcimiento.Asíellossereieren alasplazas,alospasillosdelafacul-tad,alboliche.Estoexpresaquela políticahasidoconinadaadeter- minadosreductos,comolosrecin-toslegislativos,judicialesyoicinas públicas.Lacallenoesmuestrade laexpresiónpolíticapopular,cuya forma ha sido por años el graiti, sinodelapolíticaorganizada,dela pintada,delcartelydelpanleto.
Lagratuidaddelopúblicoesen-tendida en idénticas proporciones como beneicio y como “tierra de nadie”.Inclusiveserecogióalguna expresiónqueligaesagratuidada laaccióndelEstado.Alidentiicar-seahoralaideadeEstadoconlade Gobierno,elEstadosehaconstitui- doenunasuertedeespaciopriva-dodegestióndelopúblico,noción que ha dado lugar a la corrupción instalada. Estos jóvenes no parti-cipan de la idea de Estado como cosadetodos,demaneraquehasta pueden exigir el cumplimiento de susresponsabilidades,delascuales quedan automáticamente libera- dos,comoenelenunciadoprodu-cidoporunodeestosjóvenes:“Yo aloquevoyesaquesielgobier-no aloquevoyesaquesielgobier-no pone a alguien que limpie las universidades… no es mi tarea juntar los papeles del piso, yo voy a estudiar… Es tarea del gobierno, nomía;yovoyaestudiar,nopuedo estarlimpiandoelpiso”.
ami-anclajes
goscuandolanecesitaron,porque unoporahírepartevolantes,quie-re hacerlo más rápido: le presté la bicicleta.Merompióelpedal,pero bueno… le presté la bicicleta… Despuésmepusounpedalnuevo. Ybueno,aunaamigatambién,que teníaqueiracirco,unavezletuve que prestar la bicicleta porque le quedabaenlalomadelortoylle-gabatardeynoteníalasuya”.
Más beneicioso como espacio públicosemostró,eneldiálogo,el “boliche”, ese ámbito –antes noc-turno–dediversión.Paralegitimar quesetratedeundominiopúblico degestiónprivadaexpresaronque paraellos,“loquequeréstenésque pagarlo”.Entiendenqueelboliche eseseespacioquesepagaybrinda lasseguridadesdesercuidadosde losdiferentes,alosquesemantiene afuera. En ese ámbito se expresan plenos.Allíloúnicoqueimportaes sentirsebieny,porende,funciona comounnido.Noimporta,ende-initiva,queseahechoporotrosni quehayaquepagarlo,niquetenga restricciones(deedad,porcaso),ya quepuedenfalsiicareldocumento o ayudarse entre amigos para po- derentrar.Nobuscanprovocares- tascondicionessinosólodisfrutar-las.Losjóvenesluyenyseadaptan parapasarlabien.10
La virtualidad, en tanto espacio devinculacióndelibreaccesopero nodeaccesolibre,dadosloscostos de los equipos, conexión, progra-maslegales,electricidad,esvivida porestosjóvenescomounespacio público.Enéldancontinuidadalas prácticas de socialización como si se tratara de una extensión de la plaza,sóloquepuedencombinarla conlaoicina,elaula,labiblioteca oelescritoriodeestudioteniendo
todaslasposibilidadesalavez.Es-tasventajas,conquesepromueven lastecnologíasdelainformacióny la comunicación, ponen a los jó-venes en una rutina de desplaza-mientosantesdesconocida,parala cualdebenejercerunaplasticidad que les permita cambiar de ám-bitos, de conversaciones, de roles y de funciones. En estos espacios virtuales negocian valores, princi- pios,saberesytiempo,ynoespre-deciblesabersisaldránganadores operdedores.
Si se compara el acceso al boli-checoneldelosespaciosvirtuales, se puede ver que en los primeros intentan entreayudarse a la hora de entrar, ya sea abogando por al-gún amigo o juntando entre todos eldineroparalasentradas,opres-tándose la ropa necesaria; en los segundostambién,prestándoseuna computadora con conexión, la co-nexiónoeldineroparaelciber.Sin embargo,enningunodelosdosca-sosponenreparosalarestricción:11
simplemente la aceptan porque se tratadereglasdeljuegoyaimpues-tas. No preguntan desde cuándo ni porqué,demaneraquecomoesta frontera escasamente demarcada entrelopúblicoyloprivadoexiste desde sus infancias, la naturalizan sin reclamar ni exigir ni soñar otra manera de vivir en sociedad. Para ellosesunacertidumbreloprivado. Se ayudan porque importa que el círculodeamigosparticipedeladi-versiónynoporunasolidaridadde carácterhumano.Esunasolidaridad amedias,egoísta,quenorompeel moldeinstaladoentrelosadultos.12
No obstante, Salcedo Hansen (2002) sostiene que los espacios públicos, como espacios de en-cuentro social y construcción de ciudadanía,estándesapareciendo, de acuerdo con la mirada de los
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A pesar de que la muestra no pudo relevar prácticas de resisten-cia,SalcedoHansen(2002)plantea: “Mientras el inconsciente espacial se hace equivalente a lo hegemó-nico, las prácticas de resistencia se dan en los márgenes, alterando lossentidosyusosespaciales,pero sin constituir discursos totalizantes quenosproponganunconjuntode prácticas completamente diferente, basadosenpremisasyvaloresdife-rentesaloshegemónicos”.
De hecho, sus modos de ejercer la apropiación del espacio público como ciudadanos hoy es reducida, si nos atenemos al hecho de mili-tarenunpartidopolíticoodebatir ideas públicamente, expresar uto-pías. Otras maneras aparecen en la actualidadligadasaltrabajo,sinque existaconcienciadelaexistenciade poderesqueordenanyregulan.
Como se planteara al principio, laideadeespaciopúbliconohabía sido previamente aprehendida, en razóndelocuallasconversaciones fueron hilvanando experiencias, fueron airmando percepciones y aunquenohuboconclusionestajan-tes,sílosdistintosgrupospudieron
merodeareltemadeladependen-cia/independenciaquepromueven lasnuevastecnologías,entantoes-pacios que hay que cubrir, que re-quieren presencia (virtual) con no poca presión. No hubo acuerdos al respecto. Las expresiones salientes fueronlassiguientes:
-“Ponéslaradioconelblackberry, estástodoeldíaconelmsnque tienesupropiaradioenInternet hablando de marcas; ponés el celular en cualquier lugar, que en cualquier lado haywi-i. En-toncesescomoquesenecesita seguir conectado, te metés en Facebook, lo levantás, hacés un listadito,contestáslosmails”. -“Unadependenciadehastapara
hacerlostrabajos,asísealomí-nimo,tenésunadudayahívasy teijásoenunblog,enInterneto enalgúntrabajopasado,oseda avecescuandotenésquehacer un trabajo y pedís trabajos an-teriores,todoporcomputadora, todoesunadependencia”. - “Lanotebook es para crear una
dependenciatotaldelacompu-tadora”.
-“Esoescomolosteléfonos,yano esnecesariosalirconuna
note-book ,todaslasfuncioneslastie-ne el teléfono y es una depen-dencia, es un caos mental. Un día no entrar en la bandeja de correo,diríaqueesmortal,que ya son 24 horas… hay una de-pendenciabrutal,peroasuvez sesumanunmontóndedispo-sitivos que ayudan, ¿no?, a esa dependenciaasumida”.
-“SecortaInternetyparecieraque secortaelmundo”.
-“Noimportasisecortaelgas:te bañásconelaguafría.PeroIn-ternetes…‘¿yquéhago?’”. - “Pero también está que por
ejemplo, que cuando te vas de vacaciones te vas a un lugar en donde no hay señal o te vas y notepodéscomunicar,volvésy tepasaytepasa,ylográscomo desnaturalizarporqueyanoes-tás dependiente, esdesnaturalizarporqueyanoes-tás todo el tiempoydecísquélindopoder vivirsinelcelular”.
Y esta retroalimentación de los debates los hizo quedarse, porque no se conocían pero sintieron el respeto, el buen trato, se prestaron acolaboraryinalmentesemanifes-taroninteresadoseneltema,conlo quesedispusieronaquedarsecon-versandountiempomás.
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un tema de estudio y bueno, nada, así que me tengo que amoldar a esteritmodevidaquenomegus-ta,esmuyrutinario,perobueno,es loúnicoquepuedohacerhastaque merecibayempieceatrabajaryque hagalascosasqueamímegustan.Y aparte que también dependo eco-nómicamente de mi mamá; yo por míharíaunmontóndecosasmás”.
Este enunciado dice, en su apa-rente soltura y desenfado, que lo quelosadultospercibencomopuro deseodeentretenimientoesenlos jóvenessobrecargadepresiones,ya nopropiamenteinstaladasdesdeun deber ser trascendente, sino desde unaexperienciaconcretaconlaque hancrecidoqueesladesuspadres, yesaspresionesexpresandemane-ra evidente la lucha denodada por la supervivencia. Ellos tienen que estudiar,tienenquetrabajar,tienen que esforzarse porque la selva, el caos como perciben a la sociedad no les permite bajar los brazos y sentirselibres.13
Vivenlarutinapro-piaporqueviventambiénladesus padres. Reniegan de la dependen-cia,peroemanciparseseríameterse dellenoeneseuniversodesentidos quelosrepele.
Conclusiones
Losjóvenessoncríticos,rebeldes, resistenalosreiteradosintentosde colonización de sentidos, de opre-sión,deexclusión.Suscapacidades estánorientadas,comoseaseveróal principio,hacialaadaptación.
Seairmatambiénquelaspercep-ciones juveniles son instantáneas, fugaces, móviles, especialmente visuales y escasamente sustentadas en una memoria social o comuni-taria o en aprendizajes previos, en razóndelafragmentariedadpropia
denuestraépoca,quepromuevela disociaciónentreelámbitoescolary lamultiplicidaddeotrosespaciosen losqueluyen.
Seobservaqueaprendenaquello quepracticanantesqueloqueleen oescuchan.Poresotienensobresí el conocimiento de la experiencia delosadultosyelsabertecnológi-co.Sisecruzaestaairmaciónconla deiniciónprovistaporelpedagogo argentinoNassif(1980:348),docen-te en nuestras aulas universitarias, se puede ver la distancia respecto de una educación que se sostiene permanente,entendidacomo“des-envolvimiento integral del hom-bre en los rumbos de la criticidad, la participación, la construcción y la reconstrucción del mundo”, y la educaciónactual.
Encuantoalosespaciospúblicos, redeinidos por la introducción de lasnuevastecnologías,senotaque aparecencomouncampodesenti-dosenelqueseponenenjuegolos límites, las tensiones, los quiebres y continuidades entre lo previo y lasnuevasformasdeserejercidala ciudadanía y, especialmente, como lugar de encuentro donde se pro-muevelaformacióndeidentidades. La liberalización de los sentidos, especialmente en lo referido a lo público,expresalaescasezdeprác-ticas sociales adultas en relación conlaciudadanía.Estávistoquelos contenidos escolares no devienen aprendizaje hasta que no se ligan consuexperiencia,demaneraque silamismanoapareceinscriptaen sumemoriaoenelpresentedelas prácticas juveniles, entonces sigue siendouncontenidoabstracto.
Sepuedeconcluir,fueradetodo panegírico, que los jóvenes no son cómodosniinconscientes,sinosu-jetos de rebeldía que luchan por
echar fuera de sí la presión social impuesta, críticos de la sociedad frente a la que no saben cómo re-vertirnitransformar.
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Notas
1 Las críticas a este concepto han sido formuladas fundamentalmente por los pensadoresdelaposmodernidad.
2Nótese,enestecaso,lavozadultaqueresuena detrásdelenunciado:“Yahoraestoytrabajando enunosproyectosquesalendeahí,dediseño independiente y algunos grupalmente, digamos,asíqueenesoando”.Esavozponeen evidenciaqueallípesaeldeberser,formante deldiscursodelamodernidadaprendido,yno supropiodeseo.
3 Como contrapunto, se podría presentar esa conviccióndePauloFreire,deacuerdoconla cualsolamentelosseresquehistóricamentese tornaroncapacesdesabersetornarán,almismo tiempo, capaces de intervenir en la realidad condicionadora, porque sólo los seres que se perciben condicionados pueden dejar de ser determinados. Sin embargo, se observa que elcrecimientoylamaduraciónsonpercibidos por los jóvenes como un sufrimiento que no quieren para sí, resultado –hipotéticamente– delamiradahacialospadresohacialosadultos engeneral.
4 Podría hipotetizarse, al respecto, que no hayvoluntaddeconocermásalládeluso,que se trata de un conocer pragmático, fundado en la utilidad, criterio con el cual los jóvenes aparentemente desechan todo aquello que trasuntesuusopresente.Conestaactitudponen de relieve algunos posibles fundamentos de supráctica,comolautilidad,labúsquedadel beneicioylainstantaneidad,quecombinados proponenlabúsquedadelbeneicioinmediato. Enestesentido,yencadenandorazonamientos, podría pensarse que es éste el criterio por el cuallaescuelalosaburre,yaquenopropone para ellos más que una inversión a futuro. El puropresentequesonyenelqueseinstalan tambiénseríaelcorsetquelimitasuproyección alporvenir.
5 En laRevista Argentina de Juventud N° 3, se postula la necesidad de considerar, para comprender los usos y apropiaciones que los jóvenesrealizandelasTIC,“lamiradaadulta,las estrategiasdecontrol,lasdinámicasfamiliares en su incorporación y la utilización muchas vecesconjuntadelasTICentrepadresehijos”. Enestesentido,yvolviendosobreloyadicho,
cabe entender no sólo las vinculaciones sino también los eventuales cortes o disrupciones enrelaciónconlaseleccionesqueefectúan. 6Todoslosmediosestánahídisponiblespara su socialización, dice Jesús Martín- Barbero, losmediossonnuevasformasdejuntarse.De ahíqueseguirpensandoenlosmedioscomo agentesoinstrumentosdetransmisiónseaun error,losmediosconformanhoyelentornoen elcualrealizamosyproducimosnuestravida,y nadadeloquehoysehaceosepretendehacer escapaopuedeescapardeesecontexto. 7 Hablar del quiebre de una tradición educativaimplicaríareconocerque,sibienlos adultos tienen sobre sí la responsabilidad de comunicarlossaberesacuñadosporlacultura, yanodetentanelpoderdelasaulas,quepasa a negociarse en términos de paridad con los jóvenes. Las derivaciones que esto puede acarrear, no obstante, todavía son materia de futurología.
8 Con ello también expresan, de manera implícita, que el hogar no es propio para las amistades. Aunque no ha sido ese tema especialmente indagado, convendría en la recapitulacióndelahistoriadelavidacotidiana de las últimas décadas revisar, entre otras cuestiones a indagar, las percepciones de los adultosalrededordelagrupalidad.
9Cfr.Teodosio,2011.
10Huboalolargodeladinámicaexpresionesa favordeiestasprivadasque,encontraposición a los boliches, les resultan más atractivas y animadas. La pregunta es por qué no se formulan la posibilidad de organizarlas ellos, cuando otra instancia de esta misma investigaciónlosmuestrainquietosporcontar con más propuestas de entretenimiento en la ciudad, ya que de otro modo les “resulta aburrida”,comoenestecaso:“Coneltemadel horarioesunmambo.Alas5yaestá,nopodés entraraningúnlado.Yalas6yatetenésqueir, segúnellugar.Peroporeso,yoelijolassalidas obuscoenelindesemanaalgunaalternativa, unaiestaentalladoocualquiercosa,sinoes todolomismo”.
11 Al respecto, Jesús Martín-Barbero (1997) ironiza la tecnofobia respecto de la cual se cree que “terminará aislando al adolescente, absorbiéndole el cerebro, volviéndolo insolidarioyasocial”,puestoqueeslasociedad
la que modela a estos jóvenes, “insolidaria y competitiva, individualista yneorrica, que ellosasimilandesdesuexperienciafamiliary escolar”.
12Eneltrabajoqueelequipodeinvestigación viene realizando (en editorial Mimeo), se ha podidoobservarenelcasodelosjóvenesde edadesmáscercanasalos30años,lanostalgia del barrio y de la cordialidad habitual entre vecinos. No hay registro en cambio de la participación en esos espacios de prácticas comunitarias,valedecir,noexisteunamemoria queamplíeenestosjóveneselparadigmadela socialidad.
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