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Los Perfiles de Autodirección en Alumnos de Preparatoria con
Bajo y Alto Rendimiento Académico -Edición Única
Title Los Perfiles de Autodirección en Alumnos de Preparatoria con Bajo y Alto Rendimiento Académico -Edición Única
Authors Ma. Angélica Villa Hamilton
Affiliation Tecnológico de Monterrey, Universidad Virtual
Issue Date 2011-03-01
Discipline Ciencias Sociales / Social Sciences
Item type Tesis
Rights Open Access
Downloaded 18-Jan-2017 17:04:08
Universidad Virtual
Escuela de Graduados en Educación
Los perfiles de autodirección en alumnos de preparatoria con bajo y
alto rendimiento académico
Tesis que para obtener el grado de: Maestría en Educación
Presenta:
Ma. Angélica Villa Hamilton
Asesor tutor:
Lic. Nuria Zamudio Escorza
Asesor titular:
AGRADECIMIENTOS
A mis padres por todo su amor, dedicación y ejemplo.
A José y Marifer por su tiempo, paciencia y cariño, siempre motivándome para lograr mis
metas.
A mi familia por todo su apoyo.
A la Dra. Yolanda Heredia por su incondicional orientación que me permitió culminar este
Resumen
Hoy en día para cualquier individuo que busque su desarrollo y crecimiento personal
es crucial que maneje, analice y evalúe el cúmulo de información a la que se tiene acceso,
para posteriormente con ello crear su propio conocimiento, tarea nada sencilla si no se cuenta
con las habilidades necesarias para ello. Es por esto que en la presente investigación se busca
determinar si los alumnos que estudian a nivel preparatoria cuentan con las estrategias
necesarias para organizar y encauzar su aprendizaje, sin importar el medio, recursos y
compañeros con los que deban trabajar, evaluando en todo momento sus propios procesos en
pro de un crecimiento personal; en sí es lo que Cázares (2010) llama tener autodirección,
proceso cognitivo que incluye estos y otros factores importantes para el adecuado desarrollo
personal.
Para lograr lo anterior se procedió mediante un enfoque cuantitativo a evaluar el
perfil de autodirección de los alumnos de sexto semestre de una preparatoria privada y ver si
este tenía alguna correlación con su rendimiento académico, para ello se consideraron dos
grupos, el primero conformado por aquellos estudiantes que contaban con un promedio
acumulado en sus estudios igual o mayor a 90, y el segundo grupo constituido por pupilos
con un promedio acumulado en sus estudios menor o igual a 75, determinando la muestra por
medio de un muestreo probabilístico.
El instrumento utilizado para evaluar la autodirección fue el Cuestionario de
variables se correlacionan y concluyendo que mientras más alto es el nivel de autodirección
mayor probabilidad se tiene de contar con elevado rendimiento académico, siendo esta
información relevante en el área educativa sobre todo en el momento de diseñar los
programas académicos, para que se busque con ellos no solo transmitir información sino
desarrollar esta habilidad que les permitirá entender analizar y estructurar sus conocimientos
en pro de un mejor aprendizaje y desempeño académico, así como una formación
Índice
Introducción...………….………..…...…..1
Planteamiento del problema……...………...……...3
Antecedentes………..…...3
Planteamiento del problema……….….…...…...6
Preguntas de investigación……….……...11
Hipótesis……….….…...11
Objetivos de la investigación………...…..….…...11
Justificación……….…...12
Limitaciones………....…...….15
Fundamentos teóricos………...…17
Rendimiento académico………..………...17
Autodirección en el aprendizaje………..………...33
Adolescencia………..………...45
Metodología………...…...58
Enfoque de investigación………...58
Diseño de la investigación………...….59
Contexto sociodemográfico………...61
Sujetos de estudio………...61
Población y muestra………...62
Instrumento………...64
Procedimiento………...66
Estrategia de análisis de datos………...…...68
Análisis de resultados………...70
Organización de la información………..……...70
Estadística descriptiva de los alumnos………...71
Resultados generales………...…74
Conclusiones……….…...91
Principales hallazgos………...91
Recomendaciones………...…...96
Investigaciones futuras………...………...…..98
Referencias...………...………...…….100
Anexos………...…...…108
Anexo 1………...…...…..108
Anexo 2………...………...109
Anexo 3………...…...110
Anexo 4………...111
Índice de tablas
Tabla 1: Escala de calificación del Cuestionario de Indagación del Perfil de
Autodirección………...65
Tabla 2: Promedio de los dos grupos participantes……….…………...71
Tabla 3: Distribución de participantes por género………..…...73
Tabla 4: Número de alumnos y porcentaje por nivel de Autodirección………...75
Tabla 5: Grupo de alumnos con promedio acumulado igual o mayor a 90………...…...77
Índice de figuras
Figura 1: Fórmula que se aplica cuando se conoce el tamaño de la población………...63
Figura 2: Análisis de población de grupo de estudiantes con calificación acumulada igual o
mayor a 90………...72
Figura 3: Análisis de población de grupo de estudiantes con calificación acumulada igual o
menor a 75………...73
Figura 4: Análisis de población en los resultados obtenidos en el cuestionario de
autodirección de toda la población participante………...75
Figura 5: Número de alumnos por escalas de Autodirección con promedio acumulado igual o
mayor a 90………...…...…78
Figura 6: Número de alumnos por escalas de Autodirección con promedio acumulado igual o
menor a 75………...……...…81
Figura 7: Comparación entre grupos de los resultados en el componente 1: Planeación,
selección y ejecución de estrategias………...……...84
Figura 8: Comparación entre grupos de los resultados en el componente 2: uso de la
experiencia previa y el pensamiento crítico………...….85
Figura 9: Comparación entre grupos de los resultados en el componente 3: Potencial
interno………...…...87
Figura 10: .Comparación entre grupos de los resultados en el componente 4:
Introducción
Toda investigación en el área de educación tiene como objetivo dar respuesta a
interrogantes que surgen en el aula al observar el propio quehacer docente o el actuar de los
alumnos, por ello la presente investigación buscaba determinar si existe diferencia entre los
perfiles de autodirección en alumnos de preparatoria con bajo y alto rendimiento académico,
esto es, saber si el que el adolecente tenga metas de aprendizaje, planee y trabaje en el logro
de ellas, a través de procesos de auto regulación y autoanálisis, utilizando los recursos
educativos y tecnológicos que tiene a su alcance le permite obtener un mejor rendimiento
académico.
Para dar respuesta a la pregunta de investigación antes detallada, en el capítulo uno se
plantea y justifica el problema, explicando la importancia de indagar más sobre el perfil de
autodirección de los adolescencia y su relación con el desempeño académico, dado que en la
actualidad es importante que el joven construya su conocimiento para que este resulte
significativo, cuestión importante a ser considerada por las instituciones educativas, ya que
su trabajo debe ser encaminado en apoyar a sus estudiantes en el logro de este objetivo,
además la educación media superior es el grado previo a su formación profesional y el
desarrollar o terminar de consolidar estas habilidades puede facilitar sus futuros estudios.
En el segundo capítulo se explican y detallan las variables implicadas en esta
investigación las cuales son: rendimiento académico, autodirección en el aprendizaje y
adolescencia, buscando con ello centrar al lector en los puntos de interés sobre estas variables
enfoque, sujetos, muestra seleccionada y el proceso que se siguió para obtener el perfil de
autodirección en cada uno de los grupos que se buscaba investigar, así como, las variables
consideradas para determinar el rendimiento académico. Una vez que se recopilaron los datos
completos se procedió a su análisis, presentando los resultados en el capítulo 4, donde se
detalla la interpretación de los números y la correlación existente entre ellos bajo la
fundamentación del marco teórico, y así con estos datos en el último capítulo se presentan
Capítulo 1
Planteamiento del problema
En el presente capítulo se desarrolla el planteamiento del problema, donde se explica
el contexto en general en el que se llevó a cabo la investigación, estableciendo las variables
implicadas en el problema y las preguntas de investigación. También se delimitan las
hipótesis y los objetivos que se buscaron cubrir, dejando en claro la justificación de los
mismos y estableciendo los beneficios que de esta se desprendieron.
Antecedentes
Cuando se habla de adolescencia existe la tendencia a pensar en ello como una etapa
en el desarrollo del ser humano llena de conflictos, difícil de sobrellevar para las familias y
que acarrea muchos problemas para la sociedad, pero en realidad es un momento crucial en la
vida de los jóvenes, pues se encuentran en la búsqueda de un lugar en la sociedad, evento
que les demanda tomar decisiones, planear, evaluar y hacer compromisos (Onrubia, 1997).
Si la adolescencia es el momento en el que el joven busca darle sentido a su vida,
resulta contradictorio para el docente que, aunque los alumnos ingresen a la institución
contando con todas las credenciales solicitadas y con el interés de pertenecer a ella, no todos
logren desempeñar sus deberes académicos que les ayudarán en su desarrollo personal. Así se
presentan las diferencias en el salón de clases, donde se ven alumnos interesados, cumplidos
y enfocados a la tarea en contraste a los que les da pereza realizar las actividades, que buscan
la manera de no tener clase o simplemente asisten pero no dan seguimiento al curso, trayendo
alumno rinde académicamente por debajo de sus capacidades, a pesar de que estas sean
suficientes y en algunas ocasiones superiores a la media. Lo anterior hace pensar que la
capacidad y el deseo de ingresar a una institución educativa no aseguran el éxito escolar, sino
que existen otros factores que también influyen, como las estrategias de aprendizaje que haya
desarrollado durante toda su vida académica, su habilidad de planeación y organización tanto
de conocimientos como de actividades, el uso adecuado y eficiente de la tecnología, recurso
importante hoy en día; en sí lo que Cázares (2010) llama tener autodirección, proceso
cognitivo que incluye estos y otros factores importantes para el adecuado desarrollo
personal.
Por lo anterior la presente investigación busca encontrar las diferencias entre los
perfiles de autodirección en el aprendizaje en alumnos de preparatoria con alto y bajo
desempeño académico, debido a que sin el desarrollo de este proceso cognitivo, los
estudiantes dependerán siempre de una guía para el cumplimiento de sus metas y logros
académicos, situación que dificultará su desarrollo personal por la época que les está tocando
vivir, en donde el manejo, análisis y evaluación de la información es una herramienta crucial,
de acuerdo a la experiencia de la autora.
Es importante mencionar que los jóvenes actuales pertenecen a las generaciones que
requieren estar preparados para competir globalmente, y dada la existencia de resultados
como los del informe del Programa Internacional de Evaluación de los Alumnos o PISA
(2009), donde se compara esa competitividad entre naciones, se observa información, aunque
mundo, ubicándose en el lugar número 48 de los 65 países que integran la Organización para
la Cooperación y el Desarrollo Económico en las áreas de ciencias, lectura y matemáticas
(Días y Flores, 2009). Por situaciones como estas, se requiere definir qué factores son
determinantes en el desempeño de los alumnos y que les ayudarán en su preparación futura.
El escenario donde se llevó a cabo la investigación es una escuela privada de nivel
preparatoria, perteneciente al municipio de Monterrey, Nuevo León. De acuerdo a la
coordinadora de planta física, la institución cuenta con una infraestructura física y
tecnológica de primer mundo, con más de 50 salones climatizados y equipados, dos
laboratorios de ciencias y uno de idiomas; un gimnasio y canchas. Así como con nodos
inalámbricos en toda la escuela, cursos en línea y soporte tecnológico.
Es importante mencionar que el modelo educativo de la preparatoria busca el
desarrollo integral del alumno, consciente de las características propias de la edad, por tal
motivo, el elemento principal es el estudiante, pretendiendo que sea él quien construya su
aprendizaje con la orientación del profesor, esto debido a que la institución tiene como
objetivo desarrollar personas críticas, autodidactas, con aspiración a ser líderes innovadores.
Lo anterior se logra con un currículo acorde al nivel educativo, utilizando las últimas
metodologías de enseñanza y haciendo uso de las más innovadoras tecnologías de
información y comunicación (ITESM, 2006).
Este modelo educativo es evaluado y fortalecido periódicamente debido a que la
La institución educativa más reconocida de América Latina por el liderazgo
de sus egresados en los sectores privado, público y social; y por la investigación y
desarrollo tecnológico que realiza para impulsar la economía basada en el
conocimiento, generar modelos de gestión e incubación de empresas, colaborar en el
mejoramiento de la administración pública y las políticas públicas, y crear modelos
y sistemas innovadores para el desarrollo sostenible de la comunidad (ITESM,
2005).
Además apoya el cumplimiento de la misión la cual busca:
Formar personas íntegras, éticas, con una visión humanística y competitivas
internacionalmente en su campo profesional, que al mismo tiempo sean ciudadanos
comprometidos con el desarrollo económico, político, social y cultural de su
comunidad y con el uso sostenible de los recursos naturales (ITESM, 2005).
La escuela privada donde se llevó a cabo la presente investigación, se caracteriza por
buscar nuevas estrategias para propiciar que todos sus alumnos aprovechen al máximo las
oportunidades de desarrollo que la institución les proporciona. Por lo anterior, en los últimos
10 años se han implementado estrategias para reducir los índices de reprobación, como el
Taller de Herramientas Académicas, el Programa de Tutoreo y el Apoyo Psicopedagógico,
cuya descripción se encuentra en el anexo 1.
Planteamiento del problema
Desde la perspectiva de este proyecto, la información estadística en el rubro de nivel
constituye un elemento indispensable para conocer y entender los diversos aspectos de la
situación natural de la población en donde se analiza y evalúa un proyecto. Así, con base al
último censo de población y vivienda realizado por el INEGI (2010), la población en Nuevo
León presenta una escolaridad promedio de 9.8 años (primer grado de educación media
superior) superior los 8.6 años del promedio nacional. También de cada 100 personas de 15
años y más de la población: 3 no tienen ningún grado escolar, 9 tienen la primaria
incompleta, 15 concluyeron la primaria, 4 no tienen secundaria concluida, 28 finalizaron la
secundaria, 9 no concluyeron la educación media superior, 13 terminaron la educación media
superior, 6 no concluyeron la educación profesional, 12 finalizaron la educación profesional
y 1 tiene estudios de posgrado (INEGI, 2005). Cabe aclarar que la información antes
mencionada pertenece al censo de población y vivienda del 2005 debido a que estos datos
específicos aún no se han dado a conocer en los resultados del censo del 2010.
Con respecto a la institución investigada, yde acuerdo a la información
proporcionada por la coordinadora del departamento de captación, ingresan anualmente un
promedio de 450 alumnos, 90% de los cuales proviene de una institución particular, donde
generalmente el alumno cursó sus estudios desde kínder hasta secundaria. Los jóvenes que
ingresan a la preparatoria obtuvieron en sus estudios de secundaria un promedio igual o
superior a 80 sobre 100, son acreedores a una carta de buena conducta expedida por la
institución donde cursaron sus estudios anteriores y acreditaron el examen de admisión con
un puntaje mínimo de 980 puntos. Una vez matriculado en la institución, el estudiante debe
cumplir con los lineamientos de evaluación que establezca cada una de las materias que haya
donde una calificación promedio de 70 sobre 100 es el mínimo satisfactorio para acreditar
sus cursos y de no ser así deberá cursar la materia nuevamente. De acuerdo con la base de
datos proporcionada por el departamento de escolar en el mes de febrero del 2010, el
promedio de las calificaciones de todos los alumnos de los tres grados durante su estancia en
la preparatoria es de 83.84 (apenas 3.8 puntos por arriba de lo solicitado para su admisión a
la institución), el 4.9% se encuentra con estatus condicional, esto es, son los alumnos que en
el semestre inmediato anterior reprobaron 3 o más materias, el 11.6% cuenta con un
promedio de calificación igual o inferior a 75 y el 16% tiene un promedio en sus
calificaciones igual o superior de 90. Además el 3.2% de los alumnos han reprobado durante
los semestres cursados en la preparatoria siete o más materias de las que han inscrito, y se
espera que la eficiencia terminal de la generación investigada sea de un 80% y de un 10%
más en el año subsiguiente, cuando la institución tiene por objetivo lograr que entre un 85 y
un 90% de sus alumnos lleguen a concluir sus estudios de enseñanza media en un periodo no
mayor a tres años.
Como se puede observar al correlacionar la información antes mencionada con los
datos que reporta el INEGI (2010), los alumnos de esta institución que llegan a graduarse,
obtendrán estudios por arriba de la media estatal y nacional, contando con 2.4 años más de
preparación que la media del estado, de los cuales el 32.7% terminará con un promedio
inferior a 80. Ante esto es importante que dichos jóvenes no solo obtengan mayor tiempo de
preparación, sino que esta sea de calidad y que les permita desarrollar las habilidades
requeridas para continuar con éxito sus futuros estudios. Ante esto surge la necesidad de
rendimiento académico de los adolescentes, para fortalecer los programas académicos, extra
académicos y talleres, apoyando así la educación de dichos jóvenes.
Por otra parte no se debe olvidar que en la adolescencia, los jóvenes buscan mayor
autonomía. En esta fase se ponen a prueba los valores, reglas y límites aprendidos en casa y
escuela, e inician a tomar decisiones más complejas acorde a su edad que les ayudarán a
desarrollar su independencia, para ello necesitan la separación y el reto (Craig,1988), pero
dentro del aula se observa que no todos los alumnos buscan su autonomía en el ámbito
académico, pues se puede encontrar jóvenes que requieren ser guiados de la mano en su
proceso de aprendizaje, situación que los limita, ya que, los estudiantes actuales deben
trabajar en desarrollar la habilidad de auto aprendizaje dado que es tanta la información
generada todos los días, que será imposible para las instituciones educativas cubrirlas en su
currículo (Unchida, Centro y Duken, 1996).
Aunado a esto, muchos estudiantes pueden presentar problemas académicos debido a
que las relaciones interpersonales tienen un peso importante en sus vidas requiriéndoles
tiempo y esfuerzo, y dejan en segundo plano el cumplimiento de sus logros académicos, lo
anterior se presenta porque el pertenecer a un grupo y ser aceptado por sus iguales, en esta
etapa se vuelve sumamente importante (Santrock, 2004). En cambio, si el joven tiene algún
tipo de motivación, puede trabajar en el logro de sus objetivos académicos. Esta motivación
puede ser intrínseca o extrínseca; en la primera un incentivo interno propicia la realización de
las actividades o procesos de aprendizaje, y de ser esta la que se presente, el joven tendrá un
autodeterminación o por voluntad propia, siendo capaz de manejar las presiones de sus
iguales, así como administrar su tiempo para combinar sus actividades académicas y sociales
(Woolfolk, 1990). Por último Santrock (2004) establece que los alumnos con bajo
rendimiento académico pueden presentar esta condición por tener pocas expectativas de
éxito o porque les cuesta aceptar su falta de habilidades.
Como se observa, para poder apoyar a los adolescentes en su desarrollo integral y
que sean capaces de llegar a la adultez con las herramientas y estrategias necesarias para el
planteamiento y logro de metas, es importante definir qué procesos cognitivos y habilidades
deben dominar al finalizar sus estudios de bachillerato, mismas que les permitan aprovechar
al máximo las experiencias que les proporciona su formación profesional.
Es por ello que en la actualidad las instituciones educativas deben formar estudiantes
con autodirección en su aprendizaje, esto es, que se responsabilicen o asuman el control de
los nuevos conocimientos que vayan a adquirir, buscando el logro de sus metas académicas
y profesionales (Brockett y Hiemstra, 1993). Como se puede ver cuando se habla de
autodirección en el aprendizaje o aprendizaje autodirigido se hace referencia a un proceso
que involucra planeación, ejecución y evaluación por parte del individuo que se
responsabiliza de sus estrategias de aprendizaje y a un elemento facilitador de dicho proceso,
el cual puede ser un maestro o asesor (Cross, citado por Cázares, 2002). Para que dicho
proceso se dé de manera completa el estudiante debe ser capaz de analizar y criticar sus
propios procesos de tal forma que le permita replantearse nuevas estrategias, objetivos y
Preguntas de investigación
Con base en los puntos antes expuestos lo que se pretende con esta investigación es
dar respuesta a las siguientes preguntas:
Pregunta general
¿Existen diferencias en el perfil de autodirección entre los alumnos de preparatoria
con alto y bajo rendimiento académico?
Preguntas específicas
¿Cuál es el perfil de autodirección de los alumnos de preparatoria con alto y bajo
rendimiento académico?
¿Existe relación entre el perfil de autodirección alto y el rendimiento académico
superior en alumnos de preparatoria?
Hipótesis
H1: Existe correlación entre el perfil de autodirección y el rendimiento académico en
alumnos de preparatoria.
Objetivos de investigación
Ante la definición del problema antes expuesto se buscó lograr cubrir los objetivos
que a continuación se plantean.
Objetivo general
Establecer las diferencias entre los perfiles de autodirección en alumnos de
Objetivos específicos
• Identificar si a mayor perfil de autodirección en los alumnos de preparatoria, mayor
es el nivel académico.
• Identificar el nivel de desarrollo en el componente de planeación, selección y
ejecución de estrategias en los alumnos de preparatoria de acuerdo a su desempeño
académico
• Identificar el nivel de desarrollo en el componente del uso de la experiencia y
conciencia crítica en los alumnos de preparatoria de acuerdo a su desempeño
académico.
• Identificar el nivel de desarrollo en el componente de potencial interno en los
alumnos de preparatoria de acuerdo a su desempeño académico.
• Identificar el nivel de desarrollo en el componente de interdependencia social y
tecnológica en los alumnos de preparatoria de acuerdo a su desempeño académico.
Justificación
Los estudiantes actuales deben construir su propio conocimiento para que este resulte
eficaz y significativo, para ello la enseñanza debe ayudar en el proceso (Ormonrd, 2008). De
no ser capaz de activar y motivar al alumno en la construcción de conocimientos y
habilidades nuevas, se seguirá trabajando con metodologías antiguas donde el alumno solo
aprenderá lo que el docente enseñe y dependerá de una instrucción formal para seguir
Además Garza y Garza ( 2010) explican cómo el ser humano tiene la capacidad de
pensar lógicamente y esto le permite dar significado al mundo que le rodea, definirlo,
cuestionarlo, explicarlo, hasta predecirlo y transformarlo, pero de no desarrollar
adecuadamente esta capacidad puede hacer una interpretación incorrecta de su entorno
trayendo problemas de integración, obtención de logros y auto realización. Para ello los
docentes deben estar conscientes de la importancia de formar pensadores críticos, así como,
alumnos capaces de establecer sus propias estrategias para el logro de sus metas que les
permita su realización personal y desarrollo en sociedad, basados en el conocimiento de sus
habilidades cognitivas y emocionales (Beredjiklian, 2009).
Como expone Bandura (1987), las personas tienen la capacidad de autodirigirse,
regulando sus motivaciones y acciones a través de criterios internos como la previsión,
logrando establecer metas y visualizar resultados a futuro. Lo anterior está determinado por
el sentimiento de autoeficacia o logro, que consiste en la creencia personal que se tenga sobre
la capacidad propia de lograr una meta u objetivo establecido. Es por esta razón que, por
ejemplo, un estudiante con poca autoeficacia para el aprendizaje rehuirá de sus actividades
escolares, sobre todo de aquellas que le impliquen retos. Por otra parte Núñez y González
(1994) consideran que el rendimiento académico está determinado por componentes
motivacionales como el establecimiento de metas de aprendizaje, la autoeficacia, la
percepción de competencias, entre otras variables, así también por el uso de estrategias
cognitivas y metacognitivas que propicien la autodirección del aprendizaje, además, han
observado que los alumnos con altas creencias de autoeficacia lo que quieren es aprender
En la actualidad los programas educativos están basados en competencias, las cuales
buscan que los alumnos desarrollen las habilidades que les permitirán desempeñarse en un
futuro. Una de estas competencias es la búsqueda de la información, su comprensión y
aprendizaje para ser utilizada en la construcción de nuevos saberes, así comola capacidad de
dirigir su proceso de aprendizaje y orientarlo hacia el mejoramiento y desarrollo de
habilidades que le permitan evolucionar profesional y emocionalmente (Argudín, 2006).
Ante los puntos antes tratados, es muy importante determinar el perfil de
autodirección de los alumnos de la preparatoria, por un lado para conocer las habilidades con
las que cuentan los estudiantes que les permitan hacer frente a las demandas del mundo
global actual, comprendiendo mejor a las nuevas generaciones, sus alcances y limitaciones;
y por otro, para evaluar si existen diferencias entre los perfiles de autodirección entre los
alumnos de alto y bajo rendimiento académico y así poder determinar si este es un elemento
importante a considerar dentro de los programas académicos, que les permita a los alumnos
un mejor desempeño. Esto es, al establecer el perfil de autodirección de los alumnos a nivel
preparatoria y establecer si este proceso mental se presenta desde la adolescencia y a qué
nivel, se podría trabajar en el enriquecimiento de los programa de apoyo que ofrece la
institución para el alumno, como el Taller de Herramientas Académicas, el Programa de
Tutoreo y las estrategias que se siguen en el Centro de Mejoramiento de la Salud o CAMS
de tal forma que ayuden a los alumnos a desarrollar su autoeficacia, a prender a
Por tal motivo es responsabilidad de la institución preocuparse porque desarrollen las
herramientas necesarias para que trabajen en el cumplimiento de sus metas, de manera crítica
y comprometida, situación que se verá reflejada en mejores personas para el país. Por
último, con los resultados que se obtuvieron de la presente investigación, se acrecientan los
conocimientos relacionados con el rendimiento académico y autodirección, enriqueciendo de
alguna manera al área de la psicopedagogía.
Limitaciones
Todo proceso de investigación tiene sus limitaciones, en la elaboración de este, no fue
la excepcióndado que la investigación es de tipo descriptiva se tiene la restricción de que
únicamente se observan los hechos o eventos conforme acurren, no se busca analizar o dar
explicación a ellos pues la información que se obtiene solo permite al investigador entender
cómo se comportan y relacionan las variables. Esto es, al finalizar esta investigación se podrá
determinar si existe correlación entre el desempeño académico y el perfil de autodirección
pero no se tendrán las razones de la existencia o no de dicha correlación.
Por otra parte se debió tomar en cuenta las limitantes espaciales y temporales. La
primera se presentó por realizar la investigación solo en alumnos del último grado de
preparatoria, cuestión estipulada por el director del campus, y considerar únicamente a una
institución en particular, esto por la facilidad de acceso, situaciones que redujeron las
posibilidades de que los resultados obtenidos se pudieran generalizar para los alumnos de
niveles inferiores y menos aún para todos los adolescentes. Mientras que la limitación
año de preparatoria, dado que el diseño buscaba evaluar la autodirección en este grupo de
estudiantes que ya habían cursado la mayoría de sus estudios en la institución. Por ende para
poder generalizar los resultados se deberá realizar el mismo procedimiento en el mismo
grado académico de generaciones futuras.
Además los sujetos participantes pertenecían al último semestre de preparatoria y la
aplicación del cuestionario se dio justo semana y media antes de terminar su ciclo escolar,
contando con muy poco tiempo para su administración. También al utilizar un instrumento
que se contesta en línea y en forma masiva, aumentó las probabilidades de fallas en la
conexión, cuestión por la que en algunas ocasiones se tuvo que citar en otro momento a los
alumnos, trayendo el inconveniente de que algunos de ellos ya no regresaron y al no ser el
investigador el administrador del programa, no se tenía el acceso directo y oportuno para
saber cuánta información ya estaba registrada o cuantas personas habían participado.
Por último, al realizarse la aplicación por invitación, no se pudo tener control de la
cantidad de alumnos que contestaron el cuestionario, así como, al no ser calificada su
participación como parte de alguna actividad en uno de sus cursos, se corrió el riesgo de que
Capítulo 2
Marco teórico
Después de plantear un problema de investigación es fundamental sustentarlo
teóricamente, explicando y analizando conceptos, teorías e investigaciones previas para
acreditar la importancia de la realización de dicha investigación, de igual forma sirve de
sustento para las conclusiones derivadas del estudio (Hernández, Fernández y Sampieri,
2006). Por tal motivo a continuación se divide el capítulo en tres temas relevantes
correspondientes a las variables que se estudiaron, esto es rendimiento académico durante la
adolescencia y sus repercusiones, así como sus factores, para luego pasar a la habilidad de la
autodirección y los elementos que la conforman. Para cerrar el capítulo se verán las
características más importantes de la población que se tomó en cuenta para esta
investigación: la adolescencia.
Rendimiento académico
El adolescente, al iniciar la educación preparatoria, se enfrenta a un cambio
significativo ya que deberá adaptarse a un sistemaescolar nuevo, y en el caso de los alumnos
de la preparatoria investigada, como se mencionó en el primer capítulo, para el 90 % de la
población de nuevo ingreso representa el primer cambio de sistema educativo en su vida. Por
tal motivo, el joven debe enfrentarse a un ambiente escolar más amplio y complejo,
incrementando su marco social de la clase a todo el centro educativo. Además debe aprender
a relacionarse con diferentes maestros y compañeros con variados estilos de trabajo, niveles
socioeconómicos y costumbres. A esta edad, el joven considera muy importante su desarrollo
ello ya que le permite pertenecer a grupos estudiantiles, actividades extraacadémicas, clubes,
etc. (Santrock, 2004)
Cuando se trabaja en el área de la educación es muy común observar que los
maestros, coordinadores y directivos enfoquen su experiencia, tiempo y recursos para
mejorar el rendimiento académico de los alumnos, o bien en contra posición, que al final del
ciclo escolar se premie a los pupilos que se destacaron por su buen rendimiento académico,
ya que históricamente, este ha sido un parámetro a considerar en torno a la madurez y
capacidad de logro del alumno. No obstante y gracias a numerosos trabajos que analizan las
variables que lo integran, es necesario aclara a qué hace referencia este término.
El diccionario de la Real Académica Española (2001, p.75), en su vigésima segunda
edición, define académico como “perteneciente o relativo a centros oficiales de enseñanza”,
lo cual se debe entender como todo lo relacionado con la escuela. Por otra parte el
diccionario de psicología de Mirani (1979, p. 143) define rendimiento como “la relación
entre lo obtenido y el esfuerzo empleado para obtenerlo. Nivel de éxito en la escuela” y el
diccionario de psicología de Farré y Lasheras (1999, p. 300) define rendimiento como “la
capacidad de un organismo determinado para ponerse en acción y el resultado que se obtiene
de ello”. Como se puede ver, al analizar y correlacionar estos conceptos, se establece comoel
fruto o resultado que obtiene el alumno en la escuela (Martínez-Otero, 1997).
Por otra parte el rendimiento académico es explicado por Rodríguez y Gallegos
relación profesor – alumno, alumnos compañeros, métodos de enseñanza…, considerados
cada uno de ellos no solo como sumandos, sino también como elementos o variables que se
incluyen mutuamente”. Además como explica Morales (citado por Paz –Navarro, 2009) el
rendimiento académico o escolar es el producto de todo el ambiente que rodea al estudiante,
haciendo muy complejo su análisis. Por tal motivo puede considerarse un término subjetivo
en el que se incluyen eventos sociales, educativos y económicos, y de ser visto así, su
definición, valoración y método de medición dependerá de la cultura donde se aplique
(Martínez- Otero, 1997). Además, con base a la experiencia de la autora, regularmente el
rendimiento académico es medido mediante exámenes orales o escritos donde se pide al
estudiante que demuestre las habilidades desarrolladas durante el ciclo escolar y son
calificadas mediante una escala numérica, aunque existen otras variantes como el utilizar
escalas cualitativas como alto, medio y bajo; adecuado e inadecuado o acreditado y no
acreditado, donde lo que se busca es solo retroalimentar al estudiante sobre los avances de su
desempeño, más que calificarlo.
Ahora bien, en la presente investigaciónse utilizará el término de rendimiento
académico como el resultado numérico acumulado en todos los semestres cursados durante la
estancia de los estudiantes en la preparatoria, para posteriormente ser comparados con los
perfiles de autodirección y poder determinar la existencia o no de una relación entre ellos,
aunque es importante aclarar que dicho resultado numérico no es solo la demostración de un
conocimientos tácito, sino también incluye las habilidades y procesos cognitivos
Por otra parte y como dato aclaratorio, después de especificar las variantes con las que
se define rendimiento académico y con base a los objetivos que se pretende lograr con la
presente investigación, se considera relevante el diferenciar entre el término de desempeño
académico, que hace referencia al producto de todas las variables que rodean al estudiante y
de rendimiento académico, entendiéndose como la calificación obtenida por su trabajo.
Habilidades para la vida escolar. Cuando se estudia, sin importar el nivel académico
que se curse, es necesario tener ciertas habilidades para lograr las metas que la vida educativa
exige, las cuales se desarrollan hasta llegar a un nivel de expertos mediante la praxis
persistente o hábito de un procedimiento o estrategia (Martínez-Otero y Torres, 2005), acorde
a la edad y grado académico en que se encuentre inscrito el individuo. Beredjiklian (2009)
establece que las principales habilidades que debe desarrollar el estudiante de preparatoria
son las de aprendizaje o intelectuales, las cuales clasifica en primarias y de apoyo.
Beredjiklian (2009) define como habilidades o estrategias primarias a las que se
emplean directamente en la información que se desea aprender, esto es, el parafraseo, la
categorización, las redes conceptuales y la representación de imágenes mentales sobre la
información por aprender (Castañeda, 2003, García, 1998 y Beredjiklian, 2009). Con
respecto a las estrategias de apoyo Beredjiklian (2009) explica que son las que permiten tener
una atmósfera propicia para el aprendizaje, apoyando a las habilidades primarias, las cuales
son la planeación, manejo de la concentración y el monitoreo. Para lograr la planeación se
requiere que el estudiante sea capaz de programar los tiempos y momentos que dedicará a su
tranquilidad y el enfoque requerido para el estudio sin importar las circunstancias o eventos
que rodean el momento dedicado al aprendizaje y la tercera habilidad es el monitoreo, el cual
exige al alumno una metacognición de sus estrategias de aprendizaje para poder entenderlas,
analizarlas y evaluarlas, así como encauzarlas en el logro de los objetivos de aprendizaje
(Beredjiklian, 2009). Esto es, el alumno debe desarrollar autodirección en el aprendizaje
(Cázares, 2010), permitiendo mediante el manejo adecuado de sus procesos mentales y el
desarrollo y aplicación de los componentes o habilidades, alcanzar sus metas establecidas.
La importancia de los hábitos de trabajo fueron investigadas por el Consejo de
Ciencia y Tecnología en 1989 (Distrito Lasallista México Norte, s.f.) al buscar si aspectos de
la personalidad como inteligencia, índice de adaptación y hábitos de estudio, influyen en el
rendimiento académico de los estudiantes, encontrando que los hábitos o estrategias de
estudio y trabajo para el logro de una habilidad son los factores que obtuvieron el mayor
coeficiente de correlación con el rendimiento académico, llegando a la conclusión, que si se
busca que los alumnos obtengan un alto rendimiento académico es importante enseñarles
estrategias de trabajo y la planeación de sus tiempos de estudio.
También Martínez-Otero y Torres en el 2005 investigaron sobre la importancia de
desarrollar hábitos de estudio ante los índices de fracaso escolar, dicho estudio fue llevado a
cabo con 137 jóvenes del primer curso de magisterio, a los cuales se les aplicó el inventario
de Hábitos de estudio de Pozar y se encontró que obtuvieron puntajes muy bajos,
quedándose en un rango insatisfactorio en la escala de planificación de estudio que
puntaje excelente en ninguna de las escalas, determinando que los hábitos de estudio inciden
en el rendimiento académico.
Factores que influyen en el rendimiento académico. Como se mencionó
anteriormente, son varios los factores que convergen e influyen en el rendimiento
académico, y como explican García y Doménech (1997) cuando se busca el mejoramiento
del mismo debe considerarse tanto los aspectos motivacionales y los cognitivos, esto es, los
estudiantes deben tener tanto las habilidades como la intención o voluntad si buscan tener
buenos resultados académicos. Además en la adolescencia los jóvenes se enfrentan a nuevas
presiones sociales y académicas; sociales por ser el momento de asumir nuevos roles,
fraternizar con los iguales estableciendo lazos de confianza, buscar una pareja, etc., eventos
que les requieren tiempo y responsabilidades; y académicas por ser el momento en que el
joven va tomando conciencia de las implicaciones a fututo que tendrá su preparación formal
(Papalia, 2005; Santrock, 2004 y Feldman, 2007). Así, el manejo adecuado de las presiones
antes mencionadas está determinado por factores como la motivación, el autoconcepto, la
autoestima, la familia y el grupo social (Santrock, 2004).
El primer factor a tomar en cuenta es la motivación. El ser humano se caracteriza por
poder decidir sobre su vida, pero siempre ha sido de interés para los psicólogos y sociólogos
el determinar el motor, variable o fuerza que lo impulse a actuar, a realizar actividades, a
hacer y transformar su vida; a este impulso se le llama motivación (Maslow, 1991). De
acuerdo con Mendoza (2006, p. 1) la motivación es un término derivado del latín “movere”
Mientras que Woolfolk (2006, p. 326) la define “como algo que energiza y dirige la
conducta”, Robbins (2004, p. 155) considera que es “el esfuerzo por alcanzar cualquier
meta” al igual que Michel (1990, p. 22) que lo explica como “la fuerza interior que impulsa a
una persona hacia el logro de un objetivo”.
Como se pude observar, la motivación evocauna acción, interés, intensidad y
dirección haciendo que la persona se active por un objetivo, el cual sería el logro de una
meta. Pero ante esto surge la interroganteacerca de conocer cuáles son los motivos que
estimulan al individuo. Weiten (2006) explica que la mayoría de los teóricos concuerdan en
clasificar los motivos en dos: biológicos y sociales, donde las necesidades corporales y los
procesos de auto regulación del organismo son la raíz de los motivos biológicos, como el
hambre, sed, sueño, etc. teniendo un origen innato, aunque en el desarrollo de la persona
pueden sufrir modificaciones por influencias de tipo social. Mientras que las experiencias
vividas en grupo, como el logro, la afiliación, crianza, el éxito, etc. son los que originan los
motivos sociales, formándose como resultado de las relaciones interpersonales, los valores
aprendidos y las normas (Morris y Maiston, 2001). Como se puede apreciar, los motivos
biológicos serán los mismos para todas las personas, mientras los sociales podrán ser tan
diferentes entre cada individuo como los eventos y circunstancias que la vida le presenten.
Existen dos tipos de motivación la intrínseca y la extrínseca donde, de acuerdo a
Santrock (2004), la motivación intrínseca se basa en factores internos como el interés por la
tarea misma, las ganas de saber y entender, y el esfuerzo; la persona es movida por el placer
curiosidad. En este caso no es necesario el reconocimiento o el evitar una llamada de
atención, debido a la naturaleza propia del ser humano que busca enfrentar desafíos,
demostrarse capaz y sobre todo sentirse libre de decidir en lugar de verse obligado a
comportarse con base a lo establecido por otro (Raffini, 1998). Por otra parte, Woolfolk
(2006) explica con base en la teoría cognitiva, que las personas necesitan entender su
ambiente, lo que los lleva a investigar, actuar, analizar y descubrir por el conocimiento que
esto les da y el desafío que implica. Además, el ser humano aspira a su autonomía, gusta de
tomar sus propias decisiones y planear su vida, esta necesidad innata llamada
autodeterminación es un enfoque dentro de la motivación intrínseca, muy importante durante
la adolescencia en el rendimiento académico de los estudiantes, porque les permite realizar
sus actividades por voluntad propia y no por un premio o un castigo (Raffini, 1998). Por otra
parte, es importante considerar que en los adolescentes se incrementa su motivación
intrínseca cuando se les da la oportunidad de elegir y asumir responsabilidades (Convington
y Mueller citado por Santrock, 2004). Mientras que Raffini (1998) establece que la
motivación intrínseca aumenta por el deseo del estudiante de manifestar su autonomía
tomando sus propias decisiones, además al momento de realizar sus actividades
adecuadamente lo hace sentirse capaz, bien con él mismo, aumentando su autoestima y
encontrando el agrado y gusto en lo que realiza.
Lamas (2008) concluye que al analizar la relación entre el rendimiento académico, la
motivación y el aprendizaje autorregulado o autodirigido, es imperante desarrollar en los
pupilos dentro de los programas educativo, habilidades de autodirección como el
conocimiento y nuevas destrezas, el ser consciente de los recursos y retos que la actividad les
exige dirigiendo su motivación al logro de metas (Winne, Meece y Schunk, citado por
Lamas), esto en pro de un mejor rendimiento académico, ya que no se debe olvidar que la
autorregulación se puede aprender progresivamente mediante diferentes experiencias y con
práctica .
Por otra parte la motivación extrínseca se refiere a que la fuerza o interés de la
persona está fuera de él, esto es, realiza la acción sin ningún interés solo busca evitar u
obtener algo de esta (Santrock, 2004). Woolfolk (2006) explica que este tipo de motivación
se basa en el logro mediante la obtención de recompensas o premios externos, estableciendo
que los enfoques humanistas y cognitivos hacen énfasis en que es el tipo de motivación
preponderante en el rendimiento académico, esto debido a que los alumnos tienden a dar un
valor a sus actividades académicas, el cual estará determinado por lo que obtengan a cambio
de su esfuerzo, es decir una calificación, puntos, un regalo, evitar un castigo o la
desaprobación de los padres, etc. Como se puede apreciar y con base en la experiencia de la
autora, dicha motivación no lleva al alumno a un aprendizaje autodirigido, que incluya la
aplicación y desarrollo de todas las habilidades multicomponenciales, ya que su principal
objetivo es obtener una nota aprobatoria, quizás alta, pero no el aprendizaje en sí mismo y el
dominio de un conocimiento pilar de nuevos saberes y destrezas.
El segundo factor a considerar es el autoconcepto. Para Rage (2002, p. 27) el
autoconcepto “es la definición que una persona hace de sí misma” aunque establece que esta
rodea y a él mismo dentro de él. Por otra parte Papalia (2005) lo define como la imagen que
tiene la persona de ella misma o lo que cree que es. Por tal motivo, es importante que como
docentes se considere que no a cualquier edad los estudiantes pueden tener una visión
definida de cómo son, tomando en cuenta su punto de vista, es hasta la adolescencia que
logran hacer esto, ya que antes no diferencian entre su percepción y la de los demás, tomando
de referencia generalmente lo que otros digan de ellos (Feldman, 2007).
Así en la adolescencia son capaces de ver distintos aspectos del yo, de manera
organizada y coherente, pudiendo identificar los distintos rasgos que los componen en un
todo integrado, ayudando a que se dé un mejor ajuste entre las partes del yo y por
consiguiente entender las inconsistencias de su propia percepción, permitiendo así ir
conformando su identidad. (Santrock, 2004, Feldman, 2007). Como explica Roger (citado
por Morris y Maisto, 2005) es importante que el autoconcepto concuerde con las capacidades
del individuo, para que se convierta en una persona con un funcionamiento óptimo,
decidiendo lo que quiere ser y cuando serlo, teniendo voluntad de aprender u obtener lo que
es de su interés, responsabilizándose de sus acciones, esto es autodirección, específicamente
el componente de potencial interno(Cázares, 2009), sin dejar que otros planeen su vida. Lo
anterior no es fácil en la adolescencia, sobre todo en la temprana, ya que apenas están
entendiendo que juegan diferentes roles en su vida y que cada uno tiene sus características,
considerándolas inconsistentes (Santrock, 2004).
Peralta y Sánchez en el año 2003 investigaron sobre la relación entre el autoconcepto
conformada por 245 alumnos de la provincia de Almería, España, a quienes se les aplicó el
cuestionario de auto-descripción de Marsh, Parker y Smith o SDQ para obtener información
sobre autoconcepto y las calificaciones obtenidas en sus cursos fueron el parámetro de
rendimiento académico. Una vez analizados los datos obtenidos los investigadores
encuentran que el autoconcepto tiene una estrecha y significativa relación con el rendimiento
académico. Así también en 1990 Marsh realizó un estudio longitudinal con alumnos a nivel
preparatoria en Autralia y encontró que el autoconcepto que los jóvenes tiene de su persona
impacta de manera importante en el rendimiento académico, esto es en sus notas.
Después de estos dos factores que se han revisado puede verse entonces el tercero,
que es la autoestima. Un término que regularmente se confunde con autoconcepto es el de
autoestima, pero aunque ambos hacen alusión a una evaluación, el primero se refiere a un
ámbito específico del yo y el segundo al carácter global, como explica Feldman ( 2007), no
es lo mismo tener en claro quién es, a lo que gusta o disgusta de cada quien. Ante todo, es
importante dejar en claro el concepto de autoestima, el cual generalmente es definido como el
valor, la actitud de aprobación o desaprobación y sentimiento que se da la persona, pero es
González – Arritia (2001, p.20) quien define clara y ampliamente la autoestima, explicando
que es “una estructura cognitiva de experiencia evolutiva real e ideal que el individuo hace de
sí mismo, condicionada socialmente en su formación y expresión, lo cual implica una
evaluación interna y externa del yo”, en donde se debe entender por evaluación interna a lo
que el sujeto piensa y siente de él mismo y como evaluación externa lo que el individuo cree
que las personas que le rodean piensan de él, dos cuestiones que no se pueden ver por
Ahora bien, aunque en la adolescencia los jóvenes son capaces de comprender
quienes son, esto es tener autoconcepto, esto no es indicativo de que lo que ven en ellos sea
de su agrado o tener un buen nivel de autoestima, ya que el proceso cognitivo que los
posibilita a ver y diferenciar varios aspectos del yo, también les permite calificarlos, es así
como pueden tener un autoconcepto integrado pero presentar diferencias en su autoestima
dependiendo del aspecto de su persona evaluado (Feldman, 2007). Este punto es importante
de considerar cuando se utilizan cuestionarios de autopercepción como es el caso de esta
investigación en el que se aplica el Cuestionario de Indagación del Perfil Autodirigido o
CIPA+ por sus siglas, instrumento de ese tipo, ya que las respuestas que dé el joven pueden
estar influenciadas por su autoconcepto y autoestima.
El penúltimo factor a considerar en el impacto al aprendizaje es la familia, sistema
dinámico, que va transformándose y desarrollándose progresivamente a través del tiempo,
debido a cambios que se operan en su interior y por la influencia de un contexto social más
amplio (Santrock, 2004). Así como el individuo crece, se desarrolla, madura y envejece a
través de cambios y ajustes sucesivos, también la familia experimenta su propia secuencia de
desarrollo (López y Escudero, 2003), y la llegada de los hijos a la adolescencia no es la
excepción, debido a los cambios de roles que deben asumir tanto padres como hijos, ante la
búsqueda de autonomía e independencia de los jóvenes. Al ser la familia el primer grupo
social al que pertenecen los seres humanos al nacer, las conductas que se modelen en este
ambiente por los padres o tutores son las que los niños aprenderán por imitación, así como, el
involucrado y preocupado por el buen desarrollo del niño (Torío, Peña e Inda, 2008), además
como plantea Mestre et al (2001, p.692) “la familia es el agente de socialización primaria ya
que constituye la primera fuente de información para los hijos acerca de su propia valía, de
las normas y roles y de las expectativas que pronto se proyectan sobre él”.
Así la familia, con base a lo expuesto por Torío et al (2008), fundamentado en los
estilos de crianza establecidos por Baumrind, establece que pueden seguir uno de los
subsecuentes estilos para educar a sus hijos: el primero es el democrático, en el que los
padres son cálidos y afectuosos, susceptibles a las necesidades de sus hijos, buscando que las
den a conocer, además propician la responsabilidad, la autonomía, el consenso y el diálogo.
El segundo estilo es el autoritario o represivo, caracterizado por padres que limitan la
autonomía del hijo, buscan la obediencia por medio de castigos o la fuerza; son inflexibles en
su actuar y por ende no están abiertos al diálogo, ni aclaran el porqué de su proceder, ante
esto la iniciativa y voluntad del hijo disminuye. Por último está el estilo permisivo, en el que
los padre son imparciales, no establecen lineamientos o límites a sus hijos, ya que piensan
que sus vivencias día a día les enseñaran como actuar, por esto no aplican premio o castigo,
además aceptan la estrategia que apliquen los hijos para lograr sus metas y la demanda de
madurez y responsabilidad es poca (Lefrancois, 2001). Ahora bien, con base a los estilos de
crianza antes mencionados, Torío et al (2008) establece que el estilo autoritario tiende a
formar hijos con falta de autonomía personal y creatividad, menor competencia social o baja
autoestima y generan niños descontentos, reservados y desconfiados, mientras que un estilo
de crianza permisivo forman hijos dependientes, irresponsables y con bajos niveles de
ser independientes, tienen confianza en ellos, sus relaciones sociales son responsables, así
como tienen optimismo y autodominio, presentando regularmente mejor rendimiento
académico (Santrock, 2004 y Jensen, 2008).
En el 2002, González-Pienda, Núñez, Álcarez, González-Pumariega, Roce, González,
Muñiz, R. y Bernardo, investigaron sobre la influencia que tienen en el rendimiento
académico las estrategias que siguen los padres para desarrollar habilidades de
autorregulación en sus hijos mediante las actividades del día a día en casa. Los instrumentos
utilizados fueron el cuestionario de evaluación de la inducción parental a la autorregulación y
el cuestionario de autoconcepto SDQ-II, los cuales fueron aplicados a 226 estudiantes de
nivel secundaria y los resultados obtenidos fueron correlacionados con el promedio de sus
calificaciones obtenidas en el último período evaluado, encontrando que los jóvenes perciben
que las acciones de autorregulación de sus padres influyen significativamente en su
autoconcepto permitiéndoles mayor confianza en ellos y por ende impactando positivamente
en su rendimiento académico, González-Pienda et al. (2002) establecen que las cuatro
conductas más importante que realizan los padres en la inducción de sus hijos a la
autoregulación son: modelaje de conductas autoreguladas en donde establecen metas, planean
sus actividades, analizan sus comportamiento y de ser necesario las redirigen, etc., la
estimulación, donde está el apoyo y orientación a los hijos cuando tienen conductas
autoreguladas, la facilitación, donde proporcionan los recursos y estrategias que necesitan y
Además en la adolescencia, los padres juegan un papel muy importante al ayudar a
sus hijos en el manejo y abordaje de sus emociones, esto es, si los padres propician en sus
hijos el hablar de sus emociones, las aceptan y las consuelan, formarán jóvenes que saben
identificarlas, entenderlas y manejarlas positivamente logrando una metacognición de las
mismas; así también los padres deben ser administradores, supervisores y organizadores de
las oportunidades y de las relaciones sociales de sus hijos (Santrock, 2004).
Ya habiendo revisado la familia, no puede dejarse de lado que en la adolescencia es
de suma importancia para el joven el ser parte de un grupo de iguales, en donde él se siente
escuchado e identificado, pero sobre todo aceptado y ante esta aceptación surge la confianza
para ser el mismo y aprender por medio de la retroalimentación de gente en la que confía y
siente a su nivel (Hurlock, 1989). Ejemplo de ello es lo expuesto por Santrock (2004) quien
explica que problemas en la adolescencia como la delincuencia, el alcoholismo y el bajo
rendimiento académico, están asociados a dificultades que presente el joven para
relacionarse con sus iguales y al aislamiento.
Ahora bien, con base a la experiencia de la autora, en toda relación puede haber una
influencia tanto positiva, como negativa trayendo como resultado un efecto social y
emocional en el joven, regularmente se piensa que a esta edad los iguales son una mala
influencia, pero en realidad la influencia de los amigos puede tanto animar a realizar una
conducta riesgosa como desalentarla, ya que también son un grupo de apoyo ante los
problemas dando soporte para enfrentarlos sanamente. De acurdo a Sullivan (citado por
entendimiento de la sociedad, minimizando los efectos negativos de las mismas. Por su parte
Berndt (citado por Jensen, 2008) establece cuatro tipos de apoyo que ofrecen los amigos, el
primero es el informativo el cual consiste en dar consejos o proponer algún tipo de solución a
un problema, el segundo es el instrumental caracterizado por el apoyo en algún tipo de tarea,
el tercero es el de compañerismo basado en la confianza de uno en el otro como camaradería
y por último propone el apoyo a la estima el cual se caracteriza por el soporte que se dan
tanto cuando les va bien, como cuando no.
Con base a lo anterior, algunos estudios actuales han determinado que el apoyo de los
amigos propicia una mayor autoestima y mejoras en el desempeño académico (Altermatt y
Pomerantz, citados por Jensen, 2008), siempre y cuando el grupo no guste de participar en
conductas de riesgo, donde dependerá de su valía, autodeterminación y de las normas
aprendidas en casa (Shaffer, 2000), como lo demuestra el estudio realizado por Requena en
1998 con estudiantes del primer año de la Facultad de Economía donde evaluó la relación
que guardan las redes de amistad y el rendimiento académico, encontrando que dichas redes
tienen influencias positivas y significativas en los resultados de los exámenes y por ende en
sus notas académicas, así también lo demuestra la investigación llevada a cabo en 2010 por
Jacobson y Burdsal con adolescentes y la relación que tienen sus iguales en su rendimiento
académico, encontrando que la ayuda social que se brinda entre amigos influye positivamente
en el rendimiento académico del grupo. Por último, es importar mencionar los resultados
obtenidos por Navarro (s.f.) en su investigación llamada Factores asociados al rendimiento
académico, donde plantea las variables bajo el enfoque de ser resultado de un entorno
preparatoria, los cuales tenían 16 años en promedio y una calificación de egreso de
secundaria de 88.1. Las herramientas de evaluación utilizadas en los procesos de validación
son la Prueba de Aptitud Académica del College Board (PAA) de Puerto Rico, que es
requisito de admisión a los alumnos y mide razonamiento verbal y razonamiento
matemático, el Inventario Millon de Estilos de Personalidad (MIPS) que mide la personalidad
del individuo y el cuestionario de autocontrol infantil y adolescente (Navarro, s.f.). Navarro
(s.f.) concluyó en su investigación, que los principales factores asociados al rendimiento
académico de alumnos de preparatoria encontrados fueron: El promedio de secundaria o
rendimiento académico acumulado, las expectativas del alumno, las expectativas de su
entorno personal y sus habilidades sociales, presentando estas variables una fuerte
correlación que permite predecir los resultados con cierta probabilidad del examen de
admisión.
Autodirección en el aprendizaje
En estos días es considerada la adolescencia como la transición entre la niñez y la
edad adulta, etapa que prepara al joven para los retos que deberá enfrentar y las decisiones
que tomará, así padres y educadores buscan formar personas con la capacidad de planear y
manejar sus vidas, además de trabajar en el logro de sus metas sin importar los retos que esto
les demande (Papalia, 2005; Santrock, 2004; Jensen, 2008; Craig, 2002 y Feldman, 2007).
Ahora bien, ante el punto antes expuesto surge la interrogante sobre cómo llegan los jóvenes,
de niños dependientes a adolescentes o adultos jóvenes decididos, enfocados a la tarea, con
voluntad y determinación. Esta pregunta se planteó desde la antigüedad cuando algunos
consideraba la facultad de la voluntad y permitía el actuar sin estar determinada, esto es el
actuar libre sin tener una causa, pero de ser así no se explicaban qué movía al hombre a
actuar, ante esta postura surgen dos vertientes, la que establece que nada acontece sin causa y
la que postula que se actúa en ocasiones libre aunque se esté condicionado por varias
opciones (Cortina, 2007).
Durante la historia se ha seguido esta discusión pero como explican Cázares y Aceves
(2008), los estudiosos del tema admiten que las personas pueden actuar por
autodeterminación, aceptando que esta libertad tiene límites, además pueden o no estar
motivados para actuar. Por otra parte las autoras establecen que las personas pueden tener
voluntad o libertad de elegir o decidir, la cual no está determinada por una casualidad, sino
más bien da cierto control y así pueden determinar sus acciones, permitiéndole de esta forma
dirigirlas y encauzarlas, esto es autodirigirlas. Con base en el diccionario de la Real
Academia Española el concepto de autodirección viene del griego auto (p. 169) que significa
“por sí solo” y dirección (p. 561) del latín directío que significa “acción y efecto de dirigir”, a
su vez dirigir (p. 562) viene del latín dirigère que significa “enderezar”, llevar rectamente
algo hacia un término o lugar señalado, así como encaminar la intención y las operaciones a
determinado fin. Mientras que Cázares y Aceves (2008) consideran que es el determinar los
actos con base a un juico, expectativa, deseo o emoción que se expresa con cierto control.
Como se puede observar cuando se habla de autodirección o autoregulación se hace
referencia a la habilidad de la persona para tomar la iniciativa y control, de buscar los
caminos y medios para obtener un logro por sí solo o con ayuda (Brocket y Hiemstra ,1993;
Pero el tema de la autodirección, sobre todo en adultos y el interés de definirla,
evaluarla y diseñar estrategias para desarrollarla, no es nuevo. Entre los años 1840 y 1847
surgieron los conceptos de autoinstrucción de Craik y autoeducación de Hosmer (citados por
Gutiérrez, s.f.). Craik escribió sobre la posibilidad del aprendizaje autodirigido, las
habilidades autodidactas utilizadas cuando se desea sortear las dificultades que presenta el
aprendizaje y losmétodos para desarrollar la autoinstrucción, mientras que Hosmer
distinguió dos formas de adquirir el aprendizaje, las cuales son: por sí mismo, que es la
llamada autoeducación o mediante un maestro o instructor.
Para principios del siglo XX diferentes autores como Lindeman en 1926, Bryson en
1936 y Snedden en 1930, publicaron obras que hablaban sobre la autodirección como
concepto relacionado con la educación de adultos (Brockett y Hiemstra, 1993). Pero es hasta
la década de los años setenta que crece el interés por este tema, dando pie al desarrollo de
múltiples trabajos, como las observaciones de Houle en 1976, que han sido la base para las
investigaciones realizadas hasta ahora, en las que concluyó que existen tres motivos para
iniciar un proceso de aprendizaje formal las cuales son - para lograr un objetivo, para tener
una actividad y para lograr un aprendizaje; además Tough, en 1979 investigó las
características de la persona enfocada al aprendizaje, así como, Knowles propone ver el
aprendizaje autodirigido como un proceso, siendo considerado el máximo exponente del
Bajo este contexto, en el que se buscaba entender la autodirección en el aprendizaje
de los adultos, entre los años 1961 y 1962, Johnstone y Rivera realizan un estudio sobre la
incidencia de la autodirección en el aprendizaje, encontrando que el 8% de los adultos en
Estados Unidos se encontraban participando en algún trabajo de autodirección en el último
año. Por su parte Tough, en 1971, encontró en sus investigaciones que en la población adulta
estudiada, iniciaban en promedio 8 proyectos de aprendizaje al año, 70% de los cuales eran
autoplaneados. Lo que concluyeron los autores con estos estudios es que la tendencia que se
presentaba en esa época era a que se desarrollaran una gran cantidad de procesos educativos
para adultos de diferente índole y alcance (Guglielmino, 1977). Para finales de los años
setenta, Hiemstra y Brockett (1976) visualizan a la autodirección como una forma de vida y
con base en los resultados de múltiples estudios realizados por ellos sobre aprendizaje
autodirigido, desarrollan el Modelo de Orientación de la Responsabilidad Personal o PRO,
compuesto por dos elementos vinculados a la autodirección en el aprendizaje: el proceso del
aprendizaje autodirigido, como método de instrucción y la autodirección en el aprendiz,
refiriéndose a las características de la persona que se responsabiliza de su aprendizaje
(Brocket y Hiemstra, 1993). Por otra parte, entre 1977 y 1987, McCune (citado por Guerra,
2008) realizó setenta y siete investigaciones en las que comprobó que factores como: el grado
de aprendizaje autodirigido, el autoconcepto positivo, la adquisición de un mayor nivel
educativo, el autodesarrollo, la autonomía, la capacidad de controlar el ambiente en el
trabajo, la escuela, el juego y las reuniones sociales, así como factores relacionados con la