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ANEXO 2
CARTA DE AUTORIZACIÓN DE LOS AUTORES
(Licencia de uso)
Bogotá, D.C., 30 de agosto de 2013
Señores
Biblioteca Alfonso Borrero Cabal S.J.
Pontificia Universidad Javeriana
Cuidad
El suscrito:
Hernán Rodríguez Vargas , con C.C. No 1023877967
En mi calidad de autor exclusivo de la obra titulada:
Exilio y retorno a la ciudad. La naturaleza de la filosofía en el pensamiento del
segundo Wittgenstein
(por favor señale con una “x” las opciones que apliquen) Tesis doctoral Trabajo de grado x Premio o distinción: Si No
cual:
presentado y aprobado en el año 2013 , por medio del presente escrito autorizo
2 En consecuencia, las atribuciones de usos temporales y parciales que por virtud de la presente licencia se autorizan a la Pontificia Universidad Javeriana, a los usuarios de la Biblioteca Alfonso Borrero Cabal S.J., así como a los usuarios de las redes, bases de datos y demás sitios web con los que la Universidad tenga perfeccionado un convenio, son:
AUTORIZO SI NO
1. La conservación de los ejemplares necesarios en la sala de tesis y
trabajos de grado de la Biblioteca. X
2. La consulta física o electrónica según corresponda X
3. La reproducción por cualquier formato conocido o por conocer X
4. La comunicación pública por cualquier procedimiento o medio físico o
electrónico, así como su puesta a disposición en Internet X
5. La inclusión en bases de datos y en sitios web sean éstos onerosos o gratuitos, existiendo con ellos previo convenio perfeccionado con la Pontificia Universidad Javeriana para efectos de satisfacer los fines previstos. En este evento, tales sitios y sus usuarios tendrán las mismas facultades que las aquí concedidas con las mismas limitaciones y condiciones
X
6. La inclusión en la Biblioteca Digital PUJ (Sólo para la totalidad de las Tesis Doctorales y de Maestría y para aquellos trabajos de grado que hayan sido laureados o tengan mención de honor.)
X
De acuerdo con la naturaleza del uso concedido, la presente licencia parcial se otorga a título gratuito por el máximo tiempo legal colombiano, con el propósito de que en dicho lapso mi obra sea explotada en las condiciones aquí estipuladas y para los fines indicados, respetando siempre la titularidad de los derechos patrimoniales y morales correspondientes, de acuerdo con los usos honrados, de manera proporcional y justificada a la finalidad perseguida, sin ánimo de lucro ni de comercialización.
contenidos de la Tesis o Trabajo de Grado es de mí competencia exclusiva, eximiendo de toda responsabilidad a la Pontifica Universidad Javeriana por tales aspectos.
Sin perjuicio de los usos y atribuciones otorgadas en virtud de este documento, continuaré conservando los correspondientes derechos patrimoniales sin modificación o restricción alguna. puesto que de acuerdo con la legislación colombiana aplicable, el presente es un acuerdo jurídico que en ningún caso conlleva la enajenación de los derechos patrimoniales derivados del régimen del Derecho de Autor.
De conformidad con lo establecido en el artículo 30 de la Ley 23 de 1982 y el artículo 11 de la Decisión Andina 351 de 1993. 'Los derechos morales sobre el trabajo son propiedad de los autores", los cuales son irrenunciables, imprescriptibles. inembargables e inalienables. En consecuencia. la Pontificia Universidad Javeriana está en la obligación de RESPETARLOS Y HACERLOS RESPETAR, para lo cual tomará las medidas correspondientes para garantizar su observancia.
NOTA: Información Confidencial:
Esta Tesis o Trabajo de Grado contiene información privilegiada, estratégica, secreta, confidencial y demás similar, o hace parte de una investigación que se adelanta y cuyos
resultados finales no se han publicado. Si No
En caso afirmativo expresamente indicaré, en carta adjunta, tal situación con el fin de que se mantenga la restricción de acceso.
No. del documento NOMBRE COMPLETO
de identidad FIRMA
°
FACULTAD: Filosofía
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ANEXO 3
BIBLIOTECA ALFONSO BORRERO CABAL, S.J.
DESCRIPCIÓN DE LA TESIS DOCTORAL O DEL TRABAJO DE GRADO
FORMULARIO
TÍTULO COMPLETO DE LA TESIS DOCTORAL O TRABAJO DE GRADO
Exilio y retorno a la ciudad. La naturaleza de la filosofía en el pensamiento del segundo Wittgenstein.
SUBTÍTULO, SI LO TIENE
AUTOR O AUTORES
Apellidos Completos Nombres Completos
Rodríguez Vargas Emiro Hernán
DIRECTOR (ES) TESIS DOCTORAL O DEL TRABAJO DE GRADO
Apellidos Completos Nombres Completos
Pérez Jiménez Miguel Ángel
FACULTAD
Filosofía
PROGRAMA ACADÉMICO
Tipo de programa ( seleccione con “x” )
Pregrado Especialización Maestría Doctorado
X
Nombre del programa académico
Carrera en filosofía
Nombres y apellidos del director del programa académico
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TRABAJO PARA OPTAR AL TÍTULO DE:
Filósofo
PREMIO O DISTINCIÓN(En caso de ser LAUREADAS o tener una mención especial):
CIUDAD AÑO DE PRESENTACIÓN DE LA
TESIS O DEL TRABAJO DE GRADO
NÚMERO DE PÁGINAS
Bogotá 2013 121
TIPO DE ILUSTRACIONES ( seleccione con “x” )
Dibujos Pinturas Tablas, gráficos y
diagramas Planos Mapas Fotografías Partituras
x x
SOFTWARE REQUERIDO O ESPECIALIZADO PARA LA LECTURA DEL DOCUMENTO
Nota: En caso de que el software (programa especializado requerido) no se encuentre licenciado por la Universidad a través de la Biblioteca (previa consulta al estudiante), el texto de la Tesis o Trabajo de Grado quedará solamente en formato PDF.
MATERIAL ACOMPAÑANTE
TIPO DURACIÓN
(minutos) CANTIDAD
FORMATO
CD DVD Otro ¿Cuál?
Vídeo Audio Multimedia Producción electrónica Otro Cuál?
DESCRIPTORES O PALABRAS CLAVE EN ESPAÑOL E INGLÉS
6
ESPAÑOL INGLÉS
Lenguaje Languaje
Significado Meaning
Filosofía Philosophy
Sentido destructivo Destructive sense
Sentido terapéutico Destructive terapheutic
RESUMEN DEL CONTENIDO EN ESPAÑOL E INGLÉS
(Máximo 250 palabras - 1530 caracteres)
El tema del trabajo de grado es la naturaleza de la filosofía en el pensamiento del segundo Wittgenstein. La tesis que defiendo es que la naturaleza de la filosofía está íntimamente relacionada a la concepción del lenguaje del autor y que en ello descansa su complejidad. Es en relación a la significatividad del lenguaje que es posible mostrar los dos sentidos en los que Wittgenstein habla de filosofía, los cuales refiere a lo largo de su obra tardía de forma asistemática y en un tono dogmático. Por un lado, Wittgenstein habla de una manera de hacer filosofía que está inclinada a trabajar con signos sin significado y que, por lo tanto, es una actividad fútil; esto es lo que se conoce como el sentido negativo o “destructivo” de la filosofía (Cfr. Hacker 2005: 191). Por otro lado, habla de una manera de hacer filosofía que está en la capacidad de trabajar con el lenguaje significativo, de modo que su labor consiste en disolver los malentendidos que ya se han dado en filosofía y en prevenir algunos que podrían darse por un mal uso del lenguaje; esto es lo que se conoce como el sentido positivo o “terapéutico” de la filosofía (Cfr. Hallet 1977: 192).
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PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
Exilio y retorno a la ciudad.
La naturaleza de la filosofía en el pensamiento del segundo
Wittgenstein
Hernán Rodríguez Vargas
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Hernán Rodríguez Vargas Estudiante de la Facultad de Filosofía
Exilio y retorno a la ciudad.
La naturaleza de la filosofía en el pensamiento del segundo
Wittgenstein
Trabajo presentado para optar al título de Filósofo
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Contenido
Carta del director Agradecimientos
Introducción 6
I.
La ciudad
91. El problema: el significado de los signos 10
2. Juegos de lenguaje y formas de vida 15
3. La vida del signo 27
4. Seguimiento de reglas: la ciudadanía del signo 38
5. Recapitulación 44
II.
El exilio
461. El exilio: una nueva concepción de la filosofía 47
2. Afuera no es la ciencia ni la metafísica 52
3. Apéndice: ¿Crítica lingüística? 70
4. Recapitulación 78
III.
El retorno
79
1. Aclarar el camino 80
2. De camino a la ciudad: hacer justicia 89
3. Terapia: la filosofía como retorno 105
4. Recapitulación 114
Bibliografía
1. Obras de Wittgenstein 116
2. Obras clásicas 117
10
Bogotá, 9 de julio de 2013
Profesor Diego Antonio Pineda Decano Académico
Facultad de Filosofía
Pontificia Universidad Javeriana
Respetado Profesor Pineda:
Reciba un cordial saludo. Por medio de la presente tengo el gusto de presentarle el trabajo de grado Exilio y retorno a la ciudad. La naturaleza de la filosofía en el pensamiento del segundo Wittgenstein, que el estudiante Hernán Rodríguez Vargas ha elaborado bajo mi dirección como requisito parcial para optar al título de Filósofo.
Hernán ha realizado un trabajo muy serio, responsable y respetuoso en torno al tema de la naturaleza de la filosofía en el pensamiento del segundo Wittgenstein. Tras una lectura minuciosa, cuidada y bien documentada de un conjunto relevante de fragmentos de su obra tardía, el estudiante logró desarrollar una interpretación lúcida, según la cual deben distinguirse tres sentidos de filosofía en el pensamiento del segundo Wittgenstein, una idea consciente y esclarecedora tanto del pensamiento del autor como de la naturaleza misma del quehacer filosófico.
El resultado del trabajo de Hernán es un documento metodológicamente pulcro y teóricamente serio, que muestra claramente unas competencias académicas y filosóficas bien desarrolladas con una iniciativa clara y bien trabajada. Por estas razones considero que el trabajo satisface con creces las condiciones impuestas por la facultad para estos casos. En este sentido lo pongo a su consideración para que le sea asignado un evaluador y, si es el caso, se cite a su defensa.
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Agradecimientos
A las dos mujeres más importantes de mi vida: mi hermana y mi mamá. Gracias a su incansable y tenaz apoyo ha sido posible llevar a cabo este proyecto.
A Wittgenstein, que a través de su obra me ha ayudado a sobrellevar mis propias intranquilidades filosóficas. A ver mi propia vida como un trabajo de arquitectura.
A mi director de tesis, Miguel Ángel Pérez, quien me apoyo en cada una de mis iniciativas y me ayudó a conducir por buen camino el trabajo, instigando mi vanidad y mi deseo por conocer.
Finalmente, a cada uno de los integrantes del grupo de estudio de Wittgenstein, con quienes tuve la oportunidad de discutir en varias ocasiones buena parte de las ideas que aparecen aquí.
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Introducción
El tema de este trabajo de grado es la naturaleza de la filosofía en el pensamiento del segundo Wittgenstein. La tesis que se defiende es que la naturaleza de la filosofía está íntimamente relacionada a la concepción del lenguaje y que la filosofía tiene sentido cuando trabaja con signos con significado y, por el contrario, no tiene sentido cuando trabaja con signos desprovistos de significado. El propósito de este trabajo consiste en desarrollar, en primer lugar, la concepción del lenguaje del segundo Wittgenstein y luego, mostrar los dos sentidos en que Wittgenstein habla de filosofía: uno, un sentido negativo, denominado “destructivo” (Cfr. Hacker 2005: 191), para referirse a la filosofía que trabaja con signos sin uso; el otro, un sentido positivo, denominado “terapéutico” (Cfr. Hallet 1977: 192)1, para referirse a una filosofía que tiene en
cuenta la significatividad del lenguaje en su labor.
Como recurso, he querido aprovechar tres comparaciones que el mismo Wittgenstein ofrece: una respecto del lenguaje, donde lo compara con una ciudad; otra respecto de la figura del filósofo, donde éste aparece como un exiliado de la comunidad del lenguaje; y la última, donde se muestra la posibilidad de devolver un problema filosófico a su estado civil y con ello ayudarle al filósofo a retornar a la ciudad. Así aparecen estas comparaciones en la obra del austriaco:
1 Existe un tercer sentido en que Wittgenstein habla de filosofía. Se trata de un sentido íntimo, que el
filósofo usa para referirse a sus intranquilidades más personales y el modo de disolverlas (CV §252). En este trabajo hacemos énfasis en los sentidos positivo y negativo, que son los que corresponden al ámbito público de la filosofía. Sin embargo, en el Capítulo III (Cfr. Sección 3: 105), hacemos evidente
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1. “Nuestro lenguaje puede verse como una vieja ciudad: una maraña de callejas y plazas, de viejas y nuevas casas, y de casas con anexos de diversos períodos; y esto rodeado de un conjunto de barrios nuevos con calles rectas y regulares y con casas uniformes (PI §18)”.
2. “(El filósofo no es ciudadano de una comunidad de pensamiento. Esto es lo que lo convierte en filósofo) (Z §455)”.
3. “El estado civil de la contradicción, o su estado en el mundo civil: ese es el problema filosófico (PI §125e)”.
A partir de estas comparaciones le doy curso a cada uno de los capítulos que componen esta tesis. Por ello, en el primer capítulo, muestro cómo se configura la ciudad a partir de signos vivos, es decir, señalo, a partir de recursos como los juegos de lenguaje y los parecidos de familia, cómo en el segundo Wittgenstein se constituye el lenguaje significativo.
En el segundo capítulo desarrollo la figura del filósofo como un exiliado de la ciudad, a partir de la idea wittgensteiniana de que una filosofía que se deja desorientar por la tentación de trabajar con signos sin significado (signos muertos) queda por fuera toda comunidad del lenguaje. De este modo, muestro el sentido negativo de la concepción de filosofía, el cual incluye las filosofías que se postulan como ciencia o como metafísica, a las que Wittgenstein mismo se encarga de desterrar y a las cuales opone su propia manera de hacer filosofía.
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La motivación para realizar este trabajo estuvo orientada por la fuerte impresión que me causó la idea de Wittgenstein de que no se necesitan nuevas palabras en filosofía, sino que su tarea se realiza con el lenguaje de cada día (Cfr. PI §120). Esto al contrario de ser una destrucción total de la filosofía, le restituye, más bien, una vida en la comunidad del lenguaje.
Por último, debo indicar que las fuentes principales de este trabajo fueron las PI (§§1-184), el BT (§§86-93)2 y los BB. La primera obra publicada del filósofo, el TLP, viene citada como objeto de comparación para contrastar el modo de pensar del segundo Wittgenstein respecto del primero. Obras publicadas como los NB, las NL, CV, RFM o el OC, vienen citadas como fuentes de apoyo a los ejes centrales de este trabajo, que son la concepción wittgensteiniana de lenguaje y la naturaleza de la filosofía. En lo que respecta a la bibliografía secundaria, fueron los trabajos de G. Baker y P. Hacker los que me ayudaron a conducir buena parte de mi investigación.
2 Los parágrafos del BT (1933) son los correspondientes a la sección que Wittgenstein tituló Filosofía.
En esta tesis los he seguido teniendo en cuenta también la sección de filosofía de las PI (§§89-133), con el fin de discernir qué aforismos eran más acordes con aquellos cuya publicación quiso Wittgenstein, de aquellos que no. Por otra parte, estos parágrafos se citan según la convención de las obras de Wittgenstein que vienen por aforismos, es decir, citando el número del parágrafo acompañado de una letra del abecedario, cuando está compuesto por más de un párrafo, según su orden alfabético; en caso de que el parágrafo sea muy extenso, como es el caso del §89 del BT, al finalizar en la “z”, se
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I. La ciudad
Es más fácil engañar a alguien que convencerlo de que ha sido engañado.
Mark Twain
Se debería investigar con más frecuencia aquello que generalmente es olvidado por los hombres, aquello que no miran y suponen ya tan conocido que no lo consideran digno de investigación alguna.
G.C. Lichtenberg
El tema de este capítulo es la significatividad del lenguaje. Lo que defiendo es que la vida de los signos que componen el lenguaje y que los hace significativos es su uso (Cfr. PI §43) en relación a las formas de vida (Cfr. PI §23). Para ello, aprovecho la imagen que ofrece Wittgenstein del lenguaje como una ciudad (Cfr. PI §18) y herramientas metodológicas como los juegos de lenguaje y los parecidos de familia. Del tratamiento de este asunto se desprenden los sentidos en que Wittgenstein habla de filosofía: uno, su sentido destructivo, esto es, la filosofía que queda exiliada del lenguaje; y el otro, su sentido terapéutico, es decir, la filosofía que tiene una cédula de ciudadanía y que hace parte de la comunidad.
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1.
El problema: el significado de los signos
Siguiendo a Glock (1996: 236) la noción de significado (Bedeutung) juega un papel muy importante en el trabajo del filósofo austríaco3, en la medida en que a lo largo del pensamiento wittgensteiniano perdura la convicción de que los problemas filosóficos radican en una mala comprensión de la lógica de nuestro lenguaje4. Tal idea acerca de los problemas filosóficos también estaba en Frege, quien dice lo siguiente:
Si es una tarea de la filosofía romper el dominio de la palabra sobre la mente humana al descubrir los engaños que sobre las relaciones de los conceptos surgen casi inevitablemente en el uso del lenguaje, al liberar al pensamiento de aquellos con que lo plaga la naturaleza de los medios lingüísticos de expresión, entonces mi conceptografía, más desarrollada para estos propósitos, podría ser un instrumento útil a los filósofos. (1884: 4)
Aunque, en efecto, Wittgenstein toma distancia de las concepciones del lenguaje de Frege desde el mismo TLP, esta novedosa tarea de la filosofía y la idea de desenmascarar los engaños ocasionados por el lenguaje se mantuvo en adelante5. Frege, por ejemplo, “no se preocupaba de todos los aspectos del significado de las expresiones […], de las asociaciones mentales que podían evocar, sino de las que se refieren a la validez de los argumentos que se producen, su „contenido‟ lógico6
3
Sin embargo como señala Moore: “[Wittgenstein] dijo más de una vez que no discutía estas
cuestiones [las cuestiones generales del lenguaje] porque creyese que eran el objeto de la filosofía. No creía que lo fuesen. Las discutía solamente porque pensaba que muchos errores filosóficos particulares
o „perturbaciones de nuestro pensamiento‟ se debían a falsas analogías sugeridas por el uso que
hacemos de las expresiones (1959: 260)”.
4
Para quien conoce la obra completa de Wittgenstein, es claro que parte de las ideas que comparten el TLP y las PI es que el lenguaje es significativo y, junto con ello, que los problemas filosóficos son lingüísticos. Sin embargo, en este capítulo se aclara que las obras no comparten el mismo propósito, en la medida en que del primer Wittgenstein podemos decir que es un filósofo del lenguaje, del segundo ya no. El primero, el del TLP; el segundo, el de los BB en adelante.
5
Carlos Alberto Cardona (2003), señala que además de Frege, el físico alemán Heinrich Hertz también influye en la concepción del trabajo filosófico wittgensteiniano como elucidación.
6
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(Glock 1996: 236)”. En el segundo Wittgenstein, estos engaños se producen por una mala comprensión del lenguaje, porque “nuestro lenguaje carece ante todo de p e r s p i c u i d a d (BT §89m)”, y su interés en ello se reformula en enunciados como: “[e]l lenguaje disfraza el pensamiento (TLP 4.002)”, “[l]a mayor parte de los interrogantes y proposiciones de los filósofos estriban en nuestra falta de comprensión de nuestra lógica lingüística (TLP 4.003)”; y ya en las PI §109, dice: “la filosofía es una lucha contra el embrujo de nuestro entendimiento por medio de nuestro lenguaje”7. Aclarar
la noción de significado en Wittgenstein ocupa un lugar central para cualquier investigación que se haga sobre su concepción de filosofía8.
La forma en la que se concibe la noción de significado en las PI es diferente de la que tiene en el TLP, y parte de esta diferencia radica en el cambio de concepción del lenguaje entre el primer y el segundo Wittgenstein. Pilar López, en su libro
Introducción a Wittgenstein, sostiene que hay una continuidad entre el Wittgenstein del TLP y el de las PI9, la cual postula en los siguientes términos:
Con el dictado del Blue Book Wittgenstein dio un giro radical hacia su nueva teoría del lenguaje, que no tendría ya más que ser desarrollada en las obras ulteriores. Pero ya en los escritos de transición se encuentra una parte considerable de su segunda filosofía, conjugada con buen número de las tesis del Tractatus: así en las
7
Dice Hacker en Wittgenstein, la naturaleza humana: “En filosofía nos vemos constantemente
engañados por similitudes gramaticales que encubren profundas diferencias lógicas” (Hacker 1998:
14). 8
Lo que tiene que ver estrictamente con el lenguaje en las PI está en los primeros parágrafos (1-184) y, luego del trabajo sobre ostensión, análisis, determinación del sentido y comprensión, viene lo que realmente importa al Wittgenstein de las PI, que es todo lo relacionado con el problema del seguimiento de reglas, los fundamentos de la matemática y la filosofía de la psicología. La noción de significado es esclarecida en esta obra para poder seguir adelante con estas preocupaciones; aunque es innegable que es un motivo recurrente en toda la obra. Dice Hacker en Wittgenstein’s Place in Twentieth-century Analytic Philosophy: “Although the Investigations deals with a very large range of subjects –the nature of philosophy, the alleged privacy of experience, the relation between the „inner‟ and the „outer‟, understanding, thinking, imagining, remembering, consciousness, intentionality, inductive reasoning, intending, meaning something – it is dominated by one central theme and its
ramifications: language and linguistic meaning” (Hacker 1996: 123-124). 9
A pesar de que en su texto aclara que se mantendrá al margen de la discusión y en un pie de página hace un panorama de la controversia que hay desde las posiciones defensoras de la continuidad, como
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Philosophische Bermerkungen se puede reconocer al primer Wittgenstein en la teoría figurativa de la proposición y el principio de verificación al tiempo que el autor de las
Investigaciones se revela en la teoría del significado como uso. (1986: 102)
En esta línea, considera que puede seguirse la concepción del lenguaje del segundo Wittgenstein a partir de las siguientes tesis fundamentales:
1. El significado de las palabras y de las proposiciones es su uso en el lenguaje. 2. Los usos se configuran en los juegos del lenguaje.
3. Los juegos del lenguaje no comparten una esencia común sino que mantienen un parecido de familia. (López 1986: 102)
En ambas citas existen presupuestos desorientadores. En primer lugar, aunque efectivamente desde los BB se puede distinguir una nueva concepción del lenguaje respecto a la del TLP, que sería desarrollada en los trabajos siguientes, no es adecuado referirnos a tal concepción como una “nueva teoría del lenguaje” (López 1986: 102)10, pues Wittgenstein desechó la idea de hacer teorías desde los inicios de su
vuelta a Cambridge en el 29. Registro de ello se encuentra justamente en los BB, y en el §109 de las PI dirá con severidad: “Era cierto que nuestras consideraciones no podían ser consideraciones científicas […]. [N]o podemos proponer teoría ninguna”11. Baker y Hacker señalan que:
Los problemas filosóficos tienen la forma de malentendidos o faltas de comprensión, que se resuelven o disuelven por la descripción del uso de las palabras. No hay espacio en filosofía para explicaciones teóricas (hipotético-deductivas), montadas
10
Buena parte del trabajo de este capítulo consiste en clarificar que ninguna de las nociones introducidas por Wittgenstein para referirse al lenguaje tiene que ver con algún postulado teórico, ni con la puesta en marcha de una tesis. En otras palabras, muestro que su concepción no se trata de una teoría del lenguaje, ya que una teoría es algo completamente ajeno al Wittgenstein de las PI.
11[…] Para Wittgenstein, por el contrario, comprender la filosofía como una teoría, y más exactamente como una teoría de objetos, constituye ya una apreciación cientificista del quehacer filosófico […].
19
sobre los modelos de la ciencia, o para tesis dogmáticas (esencialistas), montadas sobre el modelo de la metafísica12. (2005: 29)
Aunque todavía no he de trabajar a fondo el tipo de actividad que es la filosofía en detalle, sino hasta los capítulos siguientes, ni la relación que esto tiene con la ciencia y la metafísica, es claro que la actividad filosófica para Wittgenstein no consiste en postular teorías, ni en formular tesis. “Si se quisiesen establecer t e s i s en filosofía, jamás sería posible discutirlas, puesto que todo el mundo estaría de acuerdo con ellas (PI §128)”. En relación con esto, también puede conducirnos a malentendidos hablar de “tesis fundamentales” (López 1986: 102) para referirnos a la concepción del lenguaje en el segundo Wittgenstein. El asunto de la filosofía no es postular teorías sino trabajar con los signos, puesto que es su uso el que nos pone en dificultades.
En resumen, estoy de acuerdo con el texto de López cuando afirma que el primer Wittgenstein quiere postular una teoría del lenguaje (la teoría figurativa de la proposición); pero en total desacuerdo, cuando propone la nueva concepción del lenguaje, la del segundo Wittgenstein, como teoría y, ciertas afirmaciones que se encuentran en las PI, como tesis, en particular, las que tienen que ver con el significado.
De allí que todas las filosofías del lenguaje que presentan las ideas de Wittgenstein como si fuese un paso más en el abigarrado conjunto de teorías que los filósofos han proporcionado acerca del lenguaje, lo someten con ello a la mayor de las injusticias que se le puede infligir a un pensador: presentarlo como un exponente del proyecto que él mismo denuncia. (Flórez 2003: 109)
Queda por discutir el orden propuesto por López en su seguimiento a la labor del segundo Wittgenstein, a su nueva concepción del lenguaje y a la noción del significado. En primer lugar, postula como una tesis: “el significado de las palabras y
12 Philosophical problems are forms of misunderstanding or lack of understanding, that are resolved or
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de las proposiciones es su uso en el lenguaje (López 1986: 102)”; y en tercer lugar13: “los juegos del lenguaje no comparten una esencia común sino que mantienen un parecido de familia (López 1986: 102)”. Sostener la primera formulación y la última es contradictorio si se postulan como tesis y, en caso de hacer la salvedad de que el trabajo del segundo Wittgenstein no consiste en hacer tesis ni en formular teorías, el orden de los enunciados no es el más apropiando. Afirmar que el significado es su uso en el lenguaje se puede comprender en el sentido de que hay una esencia en el lenguaje, donde el significado coincide con el uso, y esto es un malentendido: “en vez de indicar algo que sea común a todo lo que llamamos lenguaje, digo que no hay nada en absoluto común a estos fenómenos por lo cual empleamos la misma palabra para todos (PI §65)”14; con mayor razón, cuando se desmiente la esencia en el tercer enunciado al ser remplazada por el parecido de familia que mantienen los juegos de lenguaje.
En últimas, esto nos puede llevar con facilidad a supuestos insostenibles, pero que se pueden disolver si se examinan cuidadosamente las nociones: “juegos de lenguaje” y “formas de vida” en las PI. Nociones, que además de ayudarnos a disolver el malentendido, nos permiten introducirnos en el asunto de la vida del signo, en tanto que signo usado.
13
La segunda: “los usos se configuran en los juegos del lenguaje”, no la pongo en discusión aquí. Se deriva de la primera.
14
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2.
Juegos de lenguaje y formas de vida
El Wittgenstein de las PI no está interesado, efectivamente, en postular teoría alguna sobre el lenguaje. Su interés estriba en hablar “del fenómeno espacial y temporal del lenguaje; no de una aberración inespacial e intemporal (PI §108)”. De modo que, para examinar el lenguaje, ha de echar mano de nuevos recursos que le permiten desprenderse de la tentación de formular teorías o tesis que reglamenten el lenguaje y le exijan que funcione de un modo ideal: “como si le tocase al lógico mostrarles finalmente a los hombres qué aspecto tiene una proposición correcta (PI §81)”.
Uno de estos nuevos recursos son los juegos de lenguaje (Cfr. PI §5), que le sirven como “objetos de comparación que deben arrojar luz sobre las condiciones de nuestro lenguaje por vía de semejanza y desemejanza (PI §130)”15. Los juegos de lenguaje
desempeñan un papel fundamental en las PI y es a partir de ellos que se puede estudiar los diversos aspectos del funcionamiento del lenguaje. Entre estos aspectos, la noción de significado es de gran relevancia: investigar juiciosamente qué es el significado implica ganar claridad sobre los problemas filosóficos, cuyo origen está en malentendidos lingüísticos. En esta medida, “la noción de significado solo se podrá esclarecer si se toman en cuenta las distintas prácticas con las que se interrelaciona (Flórez 2001: 123)”.
Propongo, a continuación, hacer el examen de las nociones “juegos de lenguaje” y “formas de vida”, aclarando qué entiende Wittgenstein por “juegos de lenguaje” y por qué éstos no comparten una esencia, sino que mantienen un parecido de familia. Luego, en concordancia con lo anterior, me ocuparé de la noción de forma de vida y su relación con el significado.
15
Aunque los juegos de lenguaje tienen una función privilegiada para desentrañar los modos en que
podemos estar equivocados en relación al significado, “ello no quiere decir que haya una relación más
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La primera vez que Wittgenstein usa el neologismo “juegos de lenguaje” (language games16) es en el Cuaderno azul, escrito que hemos recibido de manos de sus alumnos, en el contexto de la clase dictada por Wittgenstein durante el curso de 1933-34 en Cambrige17. Dijo el filósofo en este curso: “en el futuro llamaré su atención una y otra vez sobre lo que denominaré juegos de lenguaje. Son modos de utilizar signos más sencillos que los modos en que usamos los signos de nuestro altamente complicado lenguaje ordinario (BB 45)”. En este sentido, la noción de juegos de lenguaje “tiene una función heurística, en la medida en que el estudio de casos sencillos de funcionamiento del lenguaje permite comprender mejor, con mayor claridad, diversos aspectos del lenguaje […] muy difíciles o imposibles de estudiar con el uso habitual del lenguaje (Flórez 2001: 117-118)”.
Un caso ejemplar de juegos de lenguaje (Sprachspiele) es el que aparece en el §2 de las PI y que ha sido llamado “La tribu de constructores” (Cfr. Flórez 2001: 115). Se trata de un caso sencillo de uso de palabras. Este caso no consiste en mostrar una forma cotidiana del uso del lenguaje, como puede suponerse en principio, bien porque el contexto de una tarea de construcción sea algo que solemos encontrar a diario, o bien por tener presente que Wittgenstein solía ser un arquitecto de ocasión18. Realmente, se trata de un caso ajeno a la forma en la que se da habitualmente el lenguaje en el circunstancia de una edificación, digamos, de una casa. En este caso debemos imaginar que solo existen cuatro palabras: “cubo”, “pilar”, “losa” y “viga”,
16 BB 44. El neologismo fue dictado en inglés. Sprachspiele es la palabra que usa en alemán en las PI. 17The term „language-game‟ is the result of Wittgenstein‟s extending, from 1932 onwards, the game
analogy to language as a a whole. It first occurs in TS211 578 (see also BT 201; PG 62, often cited as the first occurrence, is later, deriving from MS 114). Initially, it is used interchangeably with
„calculus‟. Its point is to draw attention to various similarities between language and games, just as the
calculus analogy highlighted similarities between language and formal systems (Glock 1996: 193).
18 Aunque cabe resaltar que Wittgenstein hace alusiones a la arquitectura, que le sirven como objeto de
23
y que estas son suficientes para que se de la comunicación de dos constructores, que son “A” y “B”19.
Wittgenstein indica que este lenguaje debe concebirse como un lenguaje completo, en la medida en que cumple con la función que se propone con él, que es realizar una tarea de construcción (Cfr. Flórez 2001: 116), esto es: sirve para la comunicación entre dos constructores y a la vez se enmarca en un contexto que tiene como finalidad hacer una construcción. El hecho de que solo conste de órdenes (Cfr. PI §3-4) no debe desorientarnos, pues si lo comparamos con nuestro lenguaje, a éste tampoco podemos denominarlo como “completo”. Y que no podamos denominar “completo” a nuestro lenguaje no debe perturbarnos, ya que al hacernos la pregunta de si nuestro lenguaje es completo “––si lo era antes de incorporarle el simbolismo químico y la notación infinitesimal, pues estos son, por así decirlo, suburbios de nuestro lenguaje (PI §18)”, nuestra angustia desaparece. La ciudad, que es nuestro lenguaje, no se define por la cantidad de calles o casas, sino por el papel que desempeñan en la ciudad.
Sin embargo, que el lenguaje del §2 sea completo no quiere decir que esté restringido o que no pueda asumir nuevos elementos. Al contrario, a medida que avanzan las PI, este caso de juego de lenguaje recibe diferentes modificaciones según diversas circunstancias. A modo de muestra, doy los siguientes ejemplos: en el §8 entran a jugar dos palabras más (“esto” y “allí”) que se usan en conexión a un ademán demostrativo; en el §15 se introducen nombres propios en el lenguaje del §8; en el §41 se pone en situación el juego de lenguaje del §15, cuando un instrumento se rompe; y en el §42 se da el caso de nombres que nunca han sido empleados para una
19Wittgenstein uses the example he presents in
PI 1 to draw our attention to the variety of linguistic techniques that exist even in a simple language. In PI 2, he introduces a different kind of critical approach. Here he is not concerned to draw our attention to elements of language that falsify
Augustine‟s over-simple description, but asks us „to imagine a language for which the description
24
herramienta. “Puede imaginarse fácilmente un lenguaje que consten solo de órdenes y partes de batalla. –– O un lenguaje que conste solo de preguntas y expresiones de afirmación y de negación. –– E imaginar un lenguaje significa imaginar una forma de vida (PI §19a)”.
Una forma de vida (Lebensform), explican Baker y Hacker, “es una manera de vivir, un patrón de actividades, acciones, interacciones y sentires entretejidos de modo inextricable con, y en parte constituidos por, usos del lenguaje20 (2005: 74)”. En este sentido, la expresión “juego de lenguaje” pone de relieve “que hablar el lenguaje forma parte de una actividad o una forma de vida (PI §23b)”. La forma de vida es el terreno donde se enraíza el lenguaje (Flórez 2001: 119). En otras palabras, lo que le interesa a Wittgenstein del lenguaje es su estado civil: el hecho de que pertenezca a una comunidad, ya sea esta una comunidad de dos constructores (PI §2)21 o la de una ciudad entera. Allí donde el lenguaje no está oculto para nosotros, cuando lo podemos ver en relación a un conjunto de prácticas, es que podemos decir algo acerca de él22, pues es en este conjunto donde los signos están vivos: significan algo.
Cuando hablo del lenguaje (palabra, oración, etc.) tengo que hablar el lenguaje de cada día […]. El que mis explicaciones que conciernen al lenguaje ya tenga que aplicar el lenguaje entero (no uno más o menos preparatorio, provisional) muestra ya que solo puedo aducir exterioridades acerca del lenguaje. (PI §120a-b)
20
A form of life is a way of living, a pattern of activities, actions, interactions and feelings which are inextricably interwoven with, and partly constituted by, uses of language. It rests upon very general pervasive facts of nature. It includes shared natural and linguistic responses, broad agreement in definitions and judgements, and corresponding behaviour. The term is sometimes used so that it converges on the idea of a culture; elsewhere it converges on a more biological notion.
21 Por eso no puede constituir una objeción el que sea imposible que fácticamente haya un lenguaje que
conste solo de órdenes y partes de batalla, pues la vida de los actores involucrados sería igualmente imposible. Esto sería como objetar que una tragedia pueda representarse realmente, pues ello implicaría la muerte de las personas implicadas en la escena. (Flórez 2003: 113-114)
22
25
Otro recurso de las PI para no caer en la tentación de formular teorías ni postular tesis es la técnica de emplear el diálogo. Esta técnica le permite a Wittgenstein “alejarse de las determinaciones lógicas del lenguaje como canónicas para las formas de expresión (Flórez 2006: 4)”; además le proporciona el acceso, respetando el carácter de lo escrito, al uso del lenguaje oral y la corrección del discurso. Al igual que los juegos de lenguaje, el recurso del diálogo le permite la visión sinóptica del uso del lenguaje, que se presenta en las PI como tarea, pues “una fuente principal de nuestra falta de comprensión es que no vemos sinópticamente el uso de nuestras palabras (PI §122)”. Esto viene al caso, porque en el §65 de las PI aparece un reclamo de parte de un interlocutor anónimo – que bien podría ser el Wittgenstein del TLP –, válido para la tradición filosófica dogmática, y que consiste en preguntar por la esencia del lenguaje.
Aquí topamos con la gran cuestión que yace tras todas estas consideraciones. –Pues podría objetarse ahora: “¡Tú cortas por lo fácil! Hablas de todos los juegos de lenguaje posibles, pero no has dicho en ninguna parte qué es lo esencial de un juego de lenguaje y, por tanto, del lenguaje. Qué es común a todos esos procesos y los convierte en lenguaje. Te ahorras, pues, justamente la parte de la investigación que te ha dado en su tiempo los mayores quebraderos de cabeza, a saber, la tocante a la
forma generalde la proposicióny del lenguaje”. (PI §65a)
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Todo este paquete de problemas converge en una imagen (Bild) principal, y es la imagen agustiniana del lenguaje que aparece en el §1 de las PI23. Bajo esta imagen se articulan una serie de ideas erróneas en relación al pensamiento y el lenguaje, a las palabras y frases, al significado y al uso24 (Cfr. Baker y Hacker 2005: 43). Aunque esta concepción del lenguaje de Agustín no debe tomarse ni como una teoría, ni como la consideración total del filósofo medieval acerca del lenguaje, sí puede afirmarse que bajo la referencia de esta concepción se sintetizan unos principios, que subyacen a diferentes teorías del lenguaje y que Wittgenstein enumera así: “las palabas del lenguaje nombran objetos ––las oraciones son combinaciones de esas denominaciones […] Cada palabra tiene un significado. Este significado está coordinado con la palabra. Es el objeto por el que está la palabra (PI §1c)”. La relevancia de la imagen del lenguaje que toma las PI de las Confesiones de Agustín (I, 8, 13), es que en ella se presenta “una determinada figura de la esencia del lenguaje humano (PI §1c)”.
Lo que ha hecho Wittgenstein hasta el §64 es, entre otras cosas, “sacudir el dominio que tiene la concepción de que la esencia de las palabras radica en nombrar cosas y que la esencia de las oraciones como expresiones complejas (verbigracia: el compuesto de sujeto y predicado, o nombre de la función y expresión del argumento)
23
Al igual que Baker y Hacker, en consideración de Chon Tejedor: “The Investigations begins by presenting one particular view of language: the view defended by St Augustine (hence the
„Augustinian picture of language‟). Wittgenstein chooses this view specifi cally because it happens to
contain many of the assumptions that fuel our – and his own earlier – urge to look for the essences of concepts. We are going to look at these assumptions in more detail in a moment; for now, let us see
why Wittgenstein is so keen to engage with them. […]According to Augustine, language is uniform in
that all of language is the same and works in the same way. There is, in this respect, one essence (one set of essential features) common to all language – an idea that is very much shared by the earlier Wittgenstein, in the Tractatus” (Tejedor 2011: 115, 116).
24The book opens with a quotation from Augustine‟s
27
es que sean asertivas”25 (Baker y Hacker 2005: 8). Todo esto gracias a la noción
“juegos de lenguaje”. De ahí que, cuando el interlocutor del §65a aparece con el reclamo: “¡Tú cortas por lo fácil!” y luego pide que se halle algo común a todos los juegos de lenguaje, Wittgenstein responda:
En vez de indicar algo que sea común a todo lo que llamamos juegos de lenguaje, digo que no hay nada en absoluto común a estos fenómenos por lo cual empleamos la misma palabra para todos – sino que están emparentados entre sí de muchas maneras diferentes. Y a causa de este parentesco, o de estos parentescos, los llamamos a todos “lenguaje”. (PI § 65b)
Como puede verse, hay un diálogo entre dos pensamientos opuestos: uno, el que busca una esencia en el lenguaje; y otro, el que a cambio de una esencia, propone considerar los procesos que llamamos “juegos” y ver que no hay nada en común entre ellos. En otras palabras, propone mirar casos concretos antes de hablar de algo como una esencia: “no debemos perder de vista los detalles del proceso; contemplar de cerca lo que ocurre (PI §51b)”. El filósofo que reclama hallar algo común, parte desde una creencia donde “la esencia nos es oculta” (Cfr. PI §92b) y la exigencia para respuestas como “¿Qué es el lenguaje?” o “¿Qué es el significado?” es que estas deben “darse de una vez por todas; e independientemente de cualquier experiencia futura (PI §92b)”; como si, en cualquier caso, se pudiera decidir con cuantas calles o casas comienza una ciudad a ser ciudad.
El personaje que propone considerar los procesos parte de un imperativo: “¡no pienses, sino mira! (PI §66a)”. “–No digas: „Tiene que haber algo común a ellos o no los llamaríamos „juegos‟‟ –sino mira si hay algo común a todos ellos. Pues si los miras no verás por cierto algo que sea común a todos, sino que verás semejanzas, parentescos y por cierto toda una serie de ellos (PI §66a)”.
25 Its purpose is both to shake the grip of the idea that the essence of words is to name things and the
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La noción “juegos de lenguaje”, como puede intuirse con facilidad, viene formulada por la analogía que hace Wittgenstein de los procesos que denominamos leguaje con las prácticas que llamamos juegos. Esto le brinda a Wittgenstein varias ventajas: una, es la que señala en el Cuaderno azul: “Cuando consideramos formas de lenguaje tan
sencillas, desaparece la niebla mental que parece envolver nuestro uso ordinario del lenguaje. Vemos actividades, reacciones, que son nítidas y transparentes (BB 45)”; otra, es que “los juegos no pueden clasificarse según criterios fijos, por lo que es inútil buscar algo que les sea común a todos (Flórez 2001: 120)”; y, en consonancia con la anterior, es que a pesar de que se pueda decir: “ambos son actividades”, no es suficiente, pues existen innumerables actividades que no son juegos26.
En virtud de estas ventajas es que Wittgenstein puede rechazar la exigencia de buscar algo que sea común a todos los juegos de lenguaje y, a cambio, encuentre, en la experiencia de mirar distintos casos, el resultado de su examen, que reza así: “vemos una complicada red de parecidos que se superponen y entrecruzan, parecidos a gran escala y en detalle (PI §66b)”. La mejor forma de caracterizar estos parecidos es bajo la expresión “parecidos de familia”: “pues es así como se superponen y entrecruzan los diversos parecidos que se dan entre los miembros de una familia: estatura, facciones, color de los ojos, andares, temperamento, etc., etc. –– Y diré: los „juegos‟ componen una familia (PI §67a)”.
26 Garth Hallett (1977: 72) hace todo un estudio pertinente, del cual quisiera citar la siguiente
comparación, en torno a la semejanza entr juegos y lenguaje en relación con las reglas: “The analogy
becomes more enlightening (PG 187c) when the detailed similarities between the rules of language and
the rules of games are noted (see also Cavell, “Availability”, 157-158): (a) In both cases these
distinctions apply: “The rule may be an aid in teaching the game. The learner is told it and given
practice in applying it. –Or it is an instrument of the game inselft. –Or a rule is employed neither in the teaching nor in the game inselft; nor is it set down a list of rules” […] (b) In both cases, moreover,
Wittgenstein was inclined to distinguish between essential and inessential rules (§§ 562-568). (c) Yet in another sense, as we have seen, linguistic rules, like those of games, are arbitrary […] (d) Hence
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La expresión “parecido de familia” (Familienähnlichkeiten)27 le ayuda a Wittgenstein desprenderse de la exclusión que tanto Frege como el Tractatus hacen de la lucha contra el dogma, ya que no tiene que haber algo común a todo lo que cae bajo un concepto determinado28 (Cfr. Baker y Hacker 2005: 159). Sin embargo, el interlocutor dogmático no se da por vencido y reclama: “„pero si el concepto „juego‟ está de tal modo falto de delimitación, entonces no sabes en realidad lo que quieres decir con „juego‟‟ (PI §70a)”. Esta queja viene porque
[e]stamos bajo la ilusión de que lo peculiar, lo profundo29, lo que es esencial en nuestra investigación reside en que trata de captar la incomparable esencia del lenguaje. Esto es, el orden existente entre los conceptos de proposición, palabra, deducción, de verdad, de experiencia, etc. Este orden es un super-orden entre – por así decirlo –super-conceptos. (PI §97b)
Aparece una nueva exigencia: un concepto absolutamente delimitado, que no cumple la palabra “juego”. Pero esto se trata más bien de un requerimiento que se da bajo el hechizo de una creencia, donde, si un concepto no está delimitado no es en absoluto un concepto; similar a la comparación que hace Frege con un área, que dice: “un área delimitada sin claridad no podría en absoluto llamarse un área (PI §71)”. Y este problema está conectado con la petición de hallar algo que sea común a los juegos de lenguaje30.
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This is similar to the way in which physical features are distributed among the members of a family: Peter and Anna share their hair colour in common; Anna and Joyce the shape of their mouths; Peter and Joyce the colour of their eyes, etc. There is no one feature in common to the three of them – only a pattern of overlapping features. That is all that is needed for us to speak of there being a family resemblance between Peter, Anna and Joyce (Tejedor 2011: 113-114). La afirmación de Wittgenstein en el §67 está además, familiarizada al experimento de Francis Galton (1822-1911).
28 …the notion of family resemblance, with dismissing the Fregean and
Tractatus exclusion both of vagueness and the very possibility of vagueness (Frege‟s demand for determinacy of sense), and with combating the dogma, going back to Socrates and Plato, that there must be something common to everything that falls under a given concept.
29Siguiendo a Pears: “la profundidad es, para Wittgenstein, el sentimiento de un más allá de las cosas
que en sí mismas, son extremadamente simples (1973: 187)”.
30 Anthony Kenny nos recuerda las palabras del propio Wittgenstein a propósito del TLP y que vienen al caso cuando expresa: “Esta tendencia a generalizar el caso claro parece estar estrictamente
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Wittgenstein no distingue entre la solicitud por una definición en términos de unos rasgos característicos, que „encerrarían la extensión de un concepto por unafrontera‟ (§68) y el requisito de integridad de la definición (o de la determinación del sentido) que de forma inequívoca determina para cualquier objeto si cae bajo un definiendum
[una delimitación] o no31. (Baker y Hacker 2005: 161)
En el caso de la comparación de Frege, el hecho de que un área no sea algo en absoluto por no estar delimitada con claridad, “probablemente quiere decir que no podríamos hacer nada con ella (PI §71)”. Sin embargo, “puede decirse que el concepto de „juego‟ es un concepto de bordes borrosos (PI §71)”. Para aclarar esto, Wittgenstein recurre al siguiente caso, con el fin de mostrar cómo funciona el concepto de „juego‟, y por qué, a pesar de no tener una esencia ni estar delimitado, es útil:
––Pero, ¿carece de sentido decir: “¡Detente aquí aproximadamente!”? Imagínate que yo estuviera con otro en una plaza y dijese eso. Mientras lo hago ni siquiera trazo un límite, sino que quizás hago con la mano un movimiento ostensivo –– como si le mostrase un determinado punto. Se dan ejemplos y se quiere que sean entendidos en un cierto sentido. –– Pero con esta expresión no quiero decir: él debe ahora ver en estos ejemplos la cosa común que yo – por alguna razón – no pude expresar. Sino: él debe ahora emplear estos ejemplos de una determinada manera. (PI §71)
En este caso, a pesar de que no se ha delimitado ningún área se puede hacer algo con ella: es útil para algo, como una calle que, a pesar de no estar delimitada nos ayuda a transitar por la ciudad. En palabras de Baker y Hacker: “Wittgenstein niega el hecho de que un área que no esté delimitada sea en absoluto un área. [Y] así mismo, niega que un concepto que no esté definido por la especificación de unas características sea
compartir una esencia común‟. Pues, ciertamente, nosotros sufrimosla illusión de que la parte sublime
y esencial de nuestra investigación reside en captar una esencia singular omniabarcante (1990: 80)”. 31
W. does not distinguish here between the demand for a definition in terms of characteristic marks,
31
un concepto, sobre todo, cuando éste puede ser más útil que uno que sea muy restringido32 (2005: 162)”.
La necesidad de buscar una esencia en los juegos de lenguaje y la necesidad de delimitar el concepto desaparecen cuando vemos de cerca cómo funciona el lenguaje y las acciones con las que está entretejido (Cfr. PI §7). “Cuánto más de cerca examinamos el lenguaje efectivo, más grande se vuelve el conflicto entre él y nuestra exigencia (la pureza cristalina de la lógica no me era dada como resultado; sino que era una exigencia) (PI §107)”, y esta exigencia descansa en el hecho de que “creemos que hemos de encontrar en el lenguaje real ese orden, el ideal, [y] quedamos descontentos con lo que en la vida ordinaria se llama „proposición‟, „palabra‟, „signo‟ (PI §105)”. Cuando desaparecen estas necesidades se descubre que ellas funcionan “como el sufrimiento del asceta que mantiene levantado un pesado globo en medio de gemidos y al que un hombre lo aliviado al decirle: „déjalo caer‟, [pues] era falso el sistema al que pensaba tenía que acomodarse (BT §89g)33”.
32
W. denies that a roughly indicated area is no area. So too, a concept that is not defined by specification of characteristic marks is a concept for all that, and may be more useful for certain purposes than one that is sharply circumscribed.
33
Solo como anécdota, vale apuntar con Fann que: “no debemos extrañarnos si hallamos sorprendentes
parecidos entre los métodos de Wittgenstein y los del Budismo Zen, una filosofía proveniente de otra cultura. Tanto Buda como más tarde los maestros del Zen estaban vivamente interesados en llevar la paz a los que estaban atormentados por cuestiones filosóficas abstractas. Es bien sabido que los maestros del Zen tienen una habilidad especial para mostrar el sinsentido de cuestiones metafísicas”
32
Parecido de familia
34Retratos tipo de mujeres de Vich, España (Arthur Batut)35.
Familienähnlichkeiten
34
Considero que el papel que cumple la expresión “parecido de familia” en las PI queda muy bien descrito en el texto de Fogelin Wittgenstein, The Arguments of Philosophers: “[…] In the end, I think that the notion of family resemblance has two chief virtues, (i) It helps dispel the commitment to definiteness of sense by exhibiting a set of concepts that violate this standard but are still perfectly serviceable. We have seen in studying the Tractatus that this demand for definiteness of sense was a driving force that led away from everyday language as it actually appears to the postulation of a sublime structure that underlies it. Wittgenstein was hardly alone in accepting this demand, (ii) Somewhat differently, recognizing the existence of family resemblance classes will lead us to abandon the idea that definitions, of the standard kind, are always possible and, if we are doing things right, actually necessary for the systematic development of a subject matter” (Fogelin 1987: 138).
35 Francis Galton (1822-1911), al igual que su primo Charles Darwin, tenía mucho interés por la
genética. Para comprobar las características físicas en común entre diferentes tipos sociales de geografías variadas: españoles, franceses, italianos, etc., utilizó el experimento de la superposición de fotos, como se ve en el trabajo de su discípulo Arthur Batut. La relevancia de mostrar este experimento es la semejanza del mismo con el §67 de las PI: “No puedo caracterizar mejor esos parecidos [entre los
diversos juegos] que con la expresión “parecidos de familia”; pues es así como se superponen y
33
3.
La vida del signo
“Dada la primacía de los juegos de lenguaje, es a partir de ellos que se debe estudiar los diversos aspectos del funcionamiento del lenguaje (Flórez 2001: 123)”. El aspecto del lenguaje del que quiere dar razón principalmente este capítulo es el significado y su relación con la vida del signo (BB 31), que está íntimamente relacionado, como se ha visto, con las formas de vida. Wittgenstein entiende, desde los inicios de su segunda filosofía, que el concepto de la palabra “significado” es problemático:
“Significado” es una de las palabras de las que puede decirse desempeñan funciones extrañas en nuestro lenguaje. Son estas palabras las que causan la mayor parte de las dificultades filosóficas […] Lo que más turbación produce en filosofía es que sentimos la tentación de describir el uso de palabras importantes de „tarea rara‟ como si fuesen palabras con funciones regulares. (BB 74-75)
Ahora bien, “significado” para Wittgenstein es una palabra que se usa en ciertos sentidos y en ciertos contextos, de modo que “esta es una indagación gramatical por el funcionamiento del lenguaje, no la búsqueda de alguna entidad mental o extramental que sería el significado de una expresión (Floréz 2001: 123)”. Wittgenstein no está construyendo nociones técnicas o formales del concepto de significado, pues, como señala Glock: “los críticos de Wittgenstein con frecuencia ignoran que lo que está en juego es el concepto ordinario de significado, y no nociones semántico-formales que se puedan concebir36 (1996: 377)”. Dicho de otro modo, lo que olvidan los críticos a los que se refiere Glock es: 1) que “la filosofía no debe violar de ninguna manera el uso efectivo del lenguaje (PI §124a)”37; y 2) que “la importancia de la gramática es la importancia del lenguaje (BT §88o)”38.
36 On the other hand, Wittgenstein‟s critics often ignore that what is at issue here is the ordinary
concept of meaning, not technical notions which formal semanticists might devise. (Glock 1996: 377).
37 Wittgenstein insiste en quela filosofía no puede de ningún modo interferir con el uso efectivo del lenguaje, si no que “puede a la postre solamente describirlo” (PI §124).
38 En la medida en que la filosofía puede ayudar a describir el uso efectivo del lenguaje, la relevancia
34
Por otro lado, esclarecer la noción de significado en esta investigación implica, además, esclarecer la afirmación de las PI en el §43, cuando dice: “el significado de una palabra es su uso en el lenguaje”, ya que varios comentaristas – entre ellos López – parecen desorientarse con él, creyendo encontrar allí la tesis principal sobre la que se asienta una nueva teoría del significado. “Aunque como eslogan puede decirse sin más que el significado de una expresión es su uso en un juego de lenguaje (PI §43), esta afirmación requiere de una serie de matizaciones, dado que las nociones de significado y uso no son coextensivas (Flórez 2001: 125)”.
En este sentido, la primera parte de este apartado se dedica a la indagación gramatical que hace Wittgenstein de la palabra “significado” y, la segunda, a clarificar la afirmación del §43 de las PI, para que se vea en qué sentido se ha dicho: “el significado de una palabra es su uso en el lenguaje”, con esto, esclarecer al tiempo, lo que quiere decir signo vivo, en tanto que signo con uso.
3.1.
La palabra “significado”
Si queremos entender el uso de la palabra “significado”, en el §560 de las PI Wittgenstein sugiere que averigüemos primero lo que se llama “explicación del significado”39. Este ejercicio, de hecho, lo realiza él mismo en el Cuaderno azul:
¿Qué es el significado de una palabra?
Ataquemos éste problema preguntando, en primer lugar, qué es una explicación del significado de una palabra; ¿a qué se parece la explicación de una palabra?
La forma en que esta pregunta nos ayuda es análoga a la forma que la pregunta “¿cómo medimos una longitud?” nos ayuda a comprender el problema de “¿qué es longitud?”. (BB 27)
término “gramática” para denotar las reglas constitutivas del lenguaje y la investigación filosófica de esas reglas (Cfr. Glock 1996: 150).
39
35
Antes de llegar al asunto que le ocupa, a saber, qué es “la explicación del significado”, Wittgenstein ha realizado un tránsito entre la pregunta: ¿qué es el significado de una palabra? Y ¿qué es la explicación del significado de una palabra? Este tránsito se realiza para “hacer caer por tierra” (Cfr. BB 27) con la segunda pregunta a la primera (“¿qué es el significado de una palabra?”), la cual se nos da como supuesto temático al iniciar la lectura del Cuaderno azul.
En medio de una pregunta y otra está la preocupación de Wittgenstein por superar las preguntas que “producen en nosotros un espasmo mental” (Cfr. BB 27), de ahí que utilice la expresión “ataquemos este problema…” (Cfr. BB 27). El tipo de preguntas como “¿qué es longitud?” o “¿qué es el significado?”, producen en nosotros un espasmo mental porque “sentimos que no podemos señalar a nada para contestarlas y, sin embargo, tenemos que señalar (BB 27)”. La denuncia que hace Wittgenstein aquí es concreta: nos encontramos ante una de las grandes fuentes de confusión filosófica, en la que “un sustantivo nos hace buscar una cosa que le corresponda” (Cfr. BB 27), similar al §1 de las PI, donde la determinada figura de la esencia del lenguaje humano obtenida de la cita de Agustín nos indica: “las palabras nombran objetos […]; [significado] es el objeto por el que está la palabra (PI §1c)”.
El rechazo de Wittgenstein hacia “la pregunta “qué es… [el significado] 40” [se da,
porque esta pregunta] no se refiere a un caso particular – práctico –, sino que la planteamos desde nuestros escritorios (BT §89e)”41 y ello puede conducirnos con
facilidad a aberraciones inespaciales e intemporales (Cfr. PI §108). “Nuestro examen es por ello de índole gramatical. Y éste arroja luz sobre nuestro problema quitando de en medio malentendidos (PI §90b)”. En concreto, el malentendido ante el cual nos
40 Para nuestro caso
41 La imagen de plantear una pregunta desde “nuestros escritorios” hace alusión al desprecio del filósofo austríaco hacia las posturas filosóficas que se alejan del lenguaje de “todos los días”:
36
encontrábamos con la pregunta “¿qué es el significado?” consiste en buscar un objeto que le corresponda a la palabra “significado”. De modo que la pregunta “¿qué es el significado?” se deja caer por tierra en la pregunta “¿qué es una explicación de significado?”, la cual tiene como correlato la pregunta “¿cómo damos una explicación de significado?”. La función que esto tiene consiste en enseñarnos algo sobre la gramática de “significado”, así como la pregunta “¿cómo medimos una longitud?” tiene la función de enseñarnos algo sobre “qué es longitud (BB 27)”.
Wittgenstein divide “muy toscamente”, como él mismo dice, lo que se llama “explicaciones del significado de una palabra” en dos clases de definiciones: las verbales y las ostensivas42. Las definiciones verbales no son de su agrado, porque llevan de una expresión verbal a otra y en cierto sentido no hacen progresar (Cfr. BB 27); un ejemplo de ello, consiste en imaginar el siguiente caso: alguien, completamente aislado de las personas, se encuentra encerrado en un cuarto desde su nacimiento en cadena perpetua. En dicho cuarto solo ha tenido a la mano un diccionario lleno de definiciones verbales de la „a‟ a la „z‟, pero sin ningún tipo de gráfica, como las de los diccionarios enciclopédicos. Sería muy difícil, para éste hombre, comprender cómo funciona el lenguaje si el diccionario lo remite de unas palabras a otras, pues “¿qué ganaríamos con una definición, ya que solamente puede llevarnos a otros términos indefinidos? (BB 54)”.
En cambio, en las definiciones ostensivas “parecemos realizar un progreso mucho más real hacia el aprendizaje del significado (BB 28)”. Esta relación entre la enseñanza ostensiva y el aprendizaje del significado nos conduce de nuevo al §1 de las PI y a la imagen del lenguaje que nos ofrece la cita de Agustín. Quiero decir: esta relación nos remite principalmente a dos casos de juego de lenguaje que se dan a partir del §1 de las PI: uno, es el que se sigue de la imagen agustiniana, donde quien describe el aprendizaje del lenguaje está pensando primariamente en sustantivos
42Se trata de una división aproximada y provisional, por eso utiliza el adjetivo “tosco” para calificar
37
como „mesa‟, „silla‟, „pan‟ y en nombres de personas (Cfr. §1c) y que da pie a imaginar un juego de lenguaje para el que vale esta descripción, que es el de los constructores A y B, en el §2. El otro juego de lenguaje es el que ha sido denominado “cinco manzanas rojas” (Cfr. PI §1d) y que “en contraste con la imagen agustiniana, no se trata solamente de hacer referencia a las cosas mediante las palabras sino verlas funcionando (Flórez 2001: 115)”, verlas, por decirlo así, vivas. En este sentido, nos encontramos, en un caso, ante la estrategia de seguir lo que sugiere la imagen (PI §2b), y en el otro, ante la estrategia de poner un ejemplo para el que posiblemente no pueda funcionar en su totalidad la imagen agustiniana del §1a-c, como se verá.
El juego de lenguaje “cinco manzanas rojas” reza así:
Envío a alguien a comprar. Le doy una hoja que tiene los signos: “cinco manzanas rojas”. Lleva la hoja al tendero, y éste abre el cajón que tiene el signo “manzanas”; luego busca en la tabla la palabra “rojo” y frente a ella encuentra una muestra de color; después dice la serie de los números cardinales – asumo que la sabe de memoria –hasta la palabra “cinco” y por cada numeral toma del cajón una manzana que tiene el color de la muestra. –– Así y similarmente, se opera con palabras. –– “¿Pero cómo sabe dónde y cómo debe consultar la palabra „rojo‟ y qué tiene que hacer con la palabra „cinco‟? […]. –– No se habla aquí en absoluto de tal cosa; solo de cómo se usa la palabra “cinco”. (PI §1d)
“Nos encontramos con la dificultad de que para muchas palabras de nuestro lenguaje parece no haber definiciones ostensivas (BB 28)”; para el juego de lenguaje anterior, la palabra “cinco”, por ejemplo. Nos ha salido al paso la dificultad de que en la operación con los signos “cinco manzanas rojas”, uno de los signos no tiene un objeto al cual pegarse, como podría creerse en principio con los otros signos; a cambio, se le ha dado un uso: se ha usado la palabra “cinco” en un contexto determinado43. Y este
hecho no es gratuito,