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Al margen del ambiente literario

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Academic year: 2017

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Las escuelas literarias que no se apoyan en un sólido fun-damento estético son siempre de un vivir efímero. N o quiero significar con ello que sean absolutamente perecederas y que el tiempo se las ha de llevar sin dejar la más insignificante hue-lla de su paso. Suele haber en ehue-llas algo de permanente que con el anclar de los años se desprende del resto, y entonces los crí-ticos de visión clara lo extraen de entre las cenizas que alen taron la deslumbradora llama cle un día.

Acontece en asuntos atañederos a escuelas de arte, como en todo asunto, que son siempre los fanáticos los que descomo ponen la forma desviando la ~orriente espiritual por los cauces más imprevistos. Indiferentes a toda crítica, arrasan con 10 existente al par que crean una nueva manera. Nada importa que el resultado responda o no a una elevada concepción artís-tica, 10 fundamental es que sea nuevo.·

y

a veces sucede con estos pertinaces buscadores de novedades que llegan a descu-brir cosas ha mucho tiempo descubiertas; es 10 que sucedió con los inventores del mal llamado verso libre.

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naturaleinconsciente,nosetieneencuentaenelinstantedo! laconcepción.De ahíquecuandoselatomecomofinalidad

noseamás queunfalsoreflejo,queengañandoalartista,10 hacedesviardelaverdaderaruta,delarutadondeelcorazón alumbracomounalári-Ipara,según10dijeraelcantordeEvan -gelina. Laoriginalidadcomoob}eto,comofindelarte,engen -dratansoloobras falsaspor10 artificiosas;carecendela espontaneidadquetraeensíelfuegosagradodelalmae infundealocreadouncálidosoplodevida. Productosdela alquimiacerebral,novibraenellaslaondaemotiva,ycomo esasplantasquenacenenlasombra,llevanenlahermosapa -lidezdesupigmentoelsellofataldesudestino.

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Cuandonuestrospoetals,atraídosporlasirenasimbolista)

yalamparodelosnúmenesrevolucionariosdeFrancia-acu -yasriberaslostransportaralabarcaopulentadeDarío-sees -forzabanenelremedodelosritmosextravagantes,delosepí -tetosviolentesydelasideasexóticas,rarofuéelescritorqu.e sealejaradelossenderostrilladosparaextraerdelasfuente" eternaslasaviainmortal,preferidaporlosespíritusselectos queanhelansobreviviralasescuelastransitorias.

Cundía ennuestro ambienteliterarioesesoplorebelde quelevantabalafrentedelosjóvenespoetas,yconarrogan cíapuerilleshacíaarrojaralolvidoto ~ normapreceptiva. Con elafánde encauzarla"nuevasensibilidad"ensayaban formascaprichosas,sometiendoelversoatodaclasedetor -turas.Enmala horaeladmirablecantorde"Sagesse"echa -raavolarsuconceptodelapoesía,'enaquellafrasequefuera luegotantraídayllevadaporloslivianosrimador'esdela decadencia;y comosiellono fuerabastante,Rubén Darío, paramayor desventura,noshaceoirlaarmoniosarisadela marquesa Eulalia.Lamúsica fuédesdeentonceslaestrellade lospoetas,yenelafándealcanzarla,lamíanyrelamíanlafor -ma,soñabanconelsigloXVIII deFrancia,exuberantedeprin

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-poráneas. En su amor por la danza en los salones de Luis XV había perdido la aptitud para el vuelo soberano en la inmen-sidad de las noches ,estrelladas, y en la contemplación de los paisajes de \Vateau, el alma del artista había perdido la ca-pacidad para abarcar los vastos run10res que se levantaran un día de las vírgenes selvas de Chateaubriand.

Todas las nobles virtudes que son prestancia de las almas superiores, se habían desvanecido. El estudio reposado que aqui·. lata el saber, la frecuencia de las grandes páginas del pen-samiento y de los poemas inmortales, eran 'el solitario templo al que tan solo acudían un reducido número de oficiantes. El humanismo, flor del Renacimiento, era senda demasiado es-cabrosa para aquella juventud vagabunda, veleidosa y gárru-la, que a toda costa quería volar sin advertir que careCÍa de alas. Se quedaba contemplando la propia melancolía,

E il piacer de mirarla era celeste.

En aquel ambiente se escribieron esos libros empalago, sos, como los que fustigara Carducci en su tierra, diciendo que tan solo sirven para distraer los ocios de las camareras sen-timen tales. Nuestros poetas creyeron en el sagrado aliento de las musas, tomaron al pie de la letra aquello de que el poe-ta nace. .. y en vano aguar laron el celeste fuego de la ins-piración. Olvidaron que los maestros del simbolismo habían llegado al nuevo país del arte después de doblar las cumbres de las viejas montañas: conoCÍan los idiomas clásicos y se habían empapado en las aguas eternas de las grandes cultu-ras. La armonía y el pensamiento de griegos y latinos habían dejado su voz perenne bajo el ropaje de las formas transito-rias.

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ules Laforgue había respirado en las auras germánicas el amor por la alta disciplina filosófica; Paúl Verlaine con-templó el mundo del arte desde las colinas romanas, y en su peregrinar por las tierras de Milton, cuando la vida le fué cruel, defendióse enseñando el idioma de Horacio ; Stéphane Mallarmé estaba poseído de una gran curiosidad ir telectual y exponía con pasión la estética hegeliana que le sirvió de plin-to para levantar la propia ,estética; y el mismo Rubén Daría

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llevó a catar los añejos vinos, y en ellos halló la oculta esen· cía que había de ser la sustancia fundamental de su fibra pos-terior.

Pero nuestros jóvenes que no vieron en Verlaine más que al desdichado peregrino de las tabernas, y en Darío al bo· hemio de las rimas galantes, se refugiaron bajo el ala de la fantasía, .aguardando no sé qué pájaro azul que había de anunciarles el venturoso advenimiento de la gloria. Y esta ave quimérica les fué tan fiel a los moradores de nuestro par-naso como el cuervo del Arca bib1ica.

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Ese continuo tañer en una misma y desafinada cuerda terminó por cansar a los espíritus y ser la causa de una reac-ción brusca. Al desembarazarnos del refinamiento neo-sim-bolista caímos en brazos de un realismo un tanto pueril. El desventurado Evaristo Carriego da los primeros pasos en es-ta nueva senda. El ya no ha de canes-tar a la marquesa Eula-lia, sino a la obrerita del arrabal; no cantará a las flores ex-trañas que en otros tiempos exornaron por un instante el

fausto palatino, ni remontará la corriente de los años para despertar en los viejos nidos la lengua de los ruiseñores muer-tos. La musa que le inspira es más humilde y más humana: tiene la encantadora sencillez de las florecillas silvestres y la serena cordialidad de las almas nobles. Su poesía peca con frecuencia de prosaica, pero sin embargo la redime una llama interior, idealista y sentim'ental, que pone un ansia de amor y de belleza aun allí donde el cansancio de vivir quiebra las alas a la inspiración propicia. Las cosas más sencillas, cuando llega a iluminarlas el sentimiento de un verdadero poeta, se

trans-figuran y trascienden la emoción de su belleza oculta. Eso es lo que hizo Carriego: en el . tono dulcemente elegíaco de sus poemas cantó la vida olvidada y triste de la gran metrópoli; levantó, engalanada en la armonía del verso y ennoblecida en la emoción poética, la mujer pálida y silenciosa a quien la vida le anticipa el ocaso, desvaneciéndose como las rosas crepus-culares, en un lánguido aroma de sonriente resignación.

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lavozdelpoetaquelainiciara.Siselaacogióconsimpatía nofuéseguidaconentusiasmo. Sóloenestosúltimostiem- -pos,aunqueconunmatiz diverso,vuelvearetoñarenlao r ~ deFernández Moreno (1)Ylapléyadelamentablede sus discípulos, insignificantescoplerosempeñadosenrebajarel nobleconceptodepoesía.Lamanera poéticacultivadaporel

autordel¡¡IntermedioProvinciano",estansencillaqueato -doshaparecidofácildeserimitada,ycuantoescritorzuelo existeporestastierras,hadadoenlatareaderimartonterías

conunaseriedadysuficiencia,comosiaguadaraelmomen -todetrasponerlosumbralesdelParaísollevadoporlamano angelicaldeBeatriz. Desde luego,nodebecargarelmaestro

conlaculpadequelehayansalidodiscípulostanzopencos;

aunquebienpudieranéstos,parajustificarsusextravíos,es -grimirenmás"deunaocasiónlaschabacanasestrofasdeaquél.

Porqueenestecaso,comoeneldelosdiscípulosdeDaría,su

-cedequeseimitalopeor,lomáspuerilymásdefectuoso,pre

-cisamenteporqueeslomás fácildeserimitado.Peroesaes

lacoronadeespinasquehadebidoajustarasufrentetodoes -pírituquesehayalevantadosobreelhorizontedelavulgari -dad.De estosimitadoresdeFernándezMoreno nosepuede esperarabsolutamentenada,sonsimplesrepentistasquecare

-cendelamássuperficialcu.turaestética.Eltiemposeloslle -varáalo ~ o ysólosehaoesalvareliniciadordelaescuela, despuésqueloscríticosaventenlaabundantepajaquehaytamo biénensucosecha.

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Hoy reinaenmateria literarialamás completadesorien -tación.Andamosatientasenlasombrasinacertarconlaruta

definitiva. Acostumbrados comoestábamosaseguirelritmo delaproduccióneuropea,lógicoeraqueelextravíodeallende repercutieraenlaliteraturadeaquende.Losliteratoseuropeos andanalabuscadenovedadesquellamenlaatenciór.delpú -blico.

Y

p

arallegaraellonoescatimanextravaganciadefor -(1) EntreFernández Moreno y Carriego hayunnúcleodh:tin

-guidodepoetascomoBanchs,Marasso Rocca,Capdevila,Arrieta,etc.,

dequienesme ocuparéenunaobraquetengoenpreparación. Espo

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ma nisensualismodefondo.Esunaorgíadeexotismodela

quehahuídodefinitivamenteelbuengusto. Una exuberante floraciónde"ismos",(dadaísmo,futurismo,creacionismo,etc.,

etc.)escuelasquecarecendelmás elementalfundamentoesté -tico,hasurgidoespecialmenteentierrasdeFrancia,alamparo deespíritusendeblesquehanperdidoelvigorparaempresas demayoraliento.Todoellonoesmás queelfrutodesabrido quenosbrindaladecadencJ..delaaltacultura.Unicamente elretornoalaspáginasinmortalespodrádevolveralosespí-·

rituslaserenidadcálidadearmoníaysabrosadepensamiento.

Sólopodráredimirnosdeesteinfiernodebanalidades"illungo

,tudioeilgrandeamore",quegrabaraenlamontaña desu ~ome i lamano firmedelgranflorentino.

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