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LAS TINAJAS EN LAS BODAS DE CANÁ
LA PURIFICACIÓN
• Juan 2:1-10 Al tercer día se hicieron unas bodas en Caná de
Galilea; y estaba allí la madre de Jesús.
2 Y fueron también invitados a las bodas Jesús y sus discípulos.
3 Y faltando el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino.
4 Jesús le dijo: ¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi
hora.
5 Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que os dijere.
6 Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito
de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros.
7 Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta
arriba.
8 Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo
llevaron.
9 Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él
de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo,
10 y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya
han bebido mucho, entonces el inferior; más tú has reservado el buen vino hasta ahora.
Jesús había sido invitado a esta boda en Caná junto a sus discípulos y su madre y en medio de ella se había acabado el vino, figura del gozo y el Señor tuvo que transformar el agua en vino, convirtiéndose en la primera señal milagrosa que manifestó.
Caná se encontraba dentro de la región de Galilea, que fue una región de Israel que se había gentilizado, por esa razón la llamaban “Galilea de los gentiles”, es decir que no eran considerados judíos sino gente pagana, porque en un tiempo atrás Salomón había regalado veinte ciudades de Galilea al rey pagano Hiram, por haberle entregado madera y oro para la edificación del templo. Estos hombres habían perdido el rito de la purificación de pies y manos, que era una costumbre entre los judíos transmitido de padres a hijos, en donde cada vez que alguien venía a visitarlos, debían lavarse las manos y los pies
2 con las aguas que se encontraban en las tinajas, para descontaminarse
de lo que traían de fuera, pero dentro de esta boda no había agua en las tinajas, habían perdido estas costumbres.
• Juan 2:6-7 Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua,
conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros.
7 Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta
arriba.
Esas tinajas debían estar llenas de agua, sin embargo para que Jesús pudiese obrar el milagro tuvo que pedirles que primero las llenaran, es decir que primeramente tuvo que traer los rudimentos, los principios, para descontaminar, y de esa manera ordenar la casa.
La clave para que aconteciera el cambio sobrenatural que hizo Dios a través de la vida de Jesús, fue la tinaja, porque cargando en ella el agua se pudo transformar en vino.
Nosotros Somos Como Esos Recipientes Que El Señor Tiene Que Saturar, Pero Primero Nos Tiene Que Llenar Del Agua De La Purificación, Descontaminarnos Por Completo, Para Que El Gozo Venga
A Nuestras Vidas.
EL CÁNTARO DE RAQUEL
• Génesis 24:14 Sea, pues, que la doncella a quien yo dijere: Baja tu
cántaro, te ruego, para que yo beba, y ella respondiere: Bebe, y también daré de beber a tus camellos; que sea ésta la que tú has destinado para tu siervo Isaac; y en esto conoceré que habrás hecho misericordia con mi señor.
Esta señal lo había pedido Eliezer a Dios como una confirmación de que había encontrado a la mujer que se convertiría en la esposa de Isaac. Este hombre había hecho un pacto con Abraham, para dar cumplimiento a la promesa que debía cumplirse en Isaac, que era la extensión del Reino, la descendencia, porque éste ya tenía 40 años y todavía no había conocido mujer, y la señal fue que la mujer que bajara su cántaro y diera de beber a él y a todos sus camellos, sería la escogida.
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En este lugar ocurrió algo sobrenatural por la cantidad de agua que tuvo que acarrear Rebeca para dar de beber a todos los camellos, ya que el mismo bebe en promedio doce litros de agua, entonces la mujer tuvo que hacer un gran esfuerzo para dar de beber a todos, pero todo lo hizo a través de su cántaro.
Abraham era la figura del padre, Isaac figura del hijo, Rebeca la iglesia y Eliezer fue figura del Espíritu Santo, porque iba con regalos, como el Espíritu Santo que nos trae dones.
Rebeca tuvo que traer el agua suficiente que diera de beber tanto a Eliezer, como a todos los camellos, figura de los apóstoles, es decir que el agua, o la palabra, debe ser impartida con revelación, con entendimiento, sabiduría e inteligencia.
Existe un lenguaje de Reino, un código secreto en el mundo espiritual cuando la palabra es impartida y es el espíritu el que lo entiende, pero
para una persona natural sería indescifrable, aún algunos que leen la escritura tienen un velo, porque ni siquiera se les ha revelado Cristo.
REBECA TUVO QUE TENER UN NIVEL DE AGUA, UNA LLENURA DE LA PALABRA, PARA SER PARTE DE ESA PROMESA.
• Mateo 11:25 En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo,
Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas
cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños.
Dice la palabra que el Señor escondió los misterios y secretos de los sabios y se la reveló a los niños y cuando habla de niños no se refiere a la edad, sino de los que tienen el “corazón de niño”, sin malicia alguna.
Lo único que Dios debe ver en nosotros para que pueda revelarnos es una disposición en nuestro corazón, porque los argumentos que se levantan en la mente del hombre, dudas, temores, podrían llegar a convertirse en la mayor barrera para recibir esos misterios y secretos.
DIOS TIENE UNA PROMESA DE CONTINUIDAD SOBRE NUESTRA GENERACIÓN, UNA HERENCIA, PERO PARA DARLE CUMPLIMIENTO EL SEÑOR SIEMPRE TENDRÁ UN CÓDIGO SECRETO CON NUESTRAS VIDAS, ES DECIR QUE CUANDO
NOS HABLE SEREMOS NOSOTROS LOS QUE DEBEREMOS DESCIFRARLO, ESTANDO ATENTOS A SU VOZ.
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LOS CÁNTAROS ENCENDIDOS DE LUZ
• Jueces 7:16-22 Y repartiendo los trescientos hombres en tres
escuadrones, dio a todos ellos trompetas en sus manos, y cántaros vacíos con teas ardiendo dentro de los cántaros.
17 Y les dijo: Miradme a mí, y haced como hago yo; he aquí que
cuando yo llegue al extremo del campamento, haréis vosotros como hago yo.
18 Yo tocaré la trompeta, y todos los que estarán conmigo; y
vosotros tocaréis entonces las trompetas alrededor de todo el campamento, y diréis: ¡Por Jehová y por Gedeón!
19 Llegaron, pues, Gedeón y los cien hombres que llevaba
consigo, al extremo del campamento, al principio de la guardia de la medianoche, cuando acababan de renovar los centinelas; y tocaron las trompetas, y quebraron los cántaros que llevaban en
sus manos.
20 Y los tres escuadrones tocaron las trompetas, y quebrando los
cántaros tomaron en la mano izquierda las teas, y en la derecha las trompetas con que tocaban, y gritaron: ¡Por la espada de Jehová y de Gedeón!
21 Y se estuvieron firmes cada uno en su puesto en derredor del
campamento; entonces todo el ejército echó a correr dando gritos y huyendo.
22 Y los trescientos tocaban las trompetas; y Jehová puso la
espada de cada uno contra su compañero en todo el
campamento. Y el ejército huyó hasta Bet-sita, en dirección de Zerera, y hasta la frontera de Abel-mehola en Tabat.
Dios diseño una estrategia de batalla y se la entregó a Gedeón, y a través de esto el ejército ni siquiera tuvo que pelear contra sus enemigos.
La estrategia fue que cada uno de los hombres que fuera a la batalla, llevara unos cántaros en cuyo interior se encontraran teas ardiendo, es decir con luz, y luego las debían quebrar y eso fue suficiente para que el enemigo entrara en confusión y se mataran unos contra otros.
La herramienta principal que utilizaron fueron los cántaros llenos de luz, que luego tuvieron que romperse y al hacerlo los enemigos se confundieron.
5 Gedeón utilizó cántaros, figura de los hombres, pero fueron cántaros que
estuvieron listos, entrenados, porque Dios siempre utilizará hombres que cuando les resplandezca la luz sepan reconocer que necesitan ser quebrados, rotos.
Cuando un alfarero ve que la vasija luego de ser cocida no tiene la forma perfecta, no existe otra manera para volverlas a hacer, que quebrarlas.
Si Estos Hombres Se Rompieron Fue Porque Entendieron Que Tenían Que Ser Formados Nuevamente Por El Poder De Dios, Que Tenían Que
Morir A Todo Y Ser Esos Nuevos Cántaros Y Ese Reconocimiento Significó Tener Luz.
EL CÁNTARO SIN AGUA DE LA MUJER
SAMARITANA
• Juan 4:28-30 Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la
ciudad, y dijo a los hombres:
29 Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo cuanto he
hecho. ¿No será éste el Cristo?
30 Entonces salieron de la ciudad, y vinieron a él.
La mujer samaritana había tenido cinco maridos, pero había pecado sólo con
uno, porque el Señor le dijo “cinco maridos has tenido, y el que ahora
tienes no es tu marido”, es decir que cinco veces se había casado, pero no lo
había hecho con aquel que vivía en ese momento.
Esta mujer tenía su propio cántaro, pero estaba vacía, y por lo tanto tenía una sed que no podía saciar y Jesús le dijo en Juan 4:10 “Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y
él te daría agua viva” y en el versículo 13-14 le dijo“Cualquiera que
bebiere de esta agua, volverá a tener sed, más el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna”
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El atravesar por ciclos repetitivos, al casarse cinco veces, ya que tenía el cántaro sin agua y eso la llevó a una sed, aunque portaba un nivel de
revelación porque sabía que el Cristo debía venir, participaba de la palabra, sin embargo no se llenaba completamente.
Aunque estuviéramos dentro de la iglesia, pero no nos llenáramos, repetiríamos ciclos constantemente, entonces no es suficiente tan sólo congregarse, porque llegará un momento en que esos ciclos nos llevarán al límite, al pecado.
ALGO NO ESTABA BIEN EN ESTA MUJER Y LA EVIDENCIA FUE QUE SE HABÍA CASADO CINCO VECES Y FUE PORQUE HABÍA UN VACÍO EN ELLA. Si Estamos En La Presencia De Dios, Él Lo Satura Todo, Nos Hace
Sentir En Plenitud, Sin Importar Lo Que Atravesemos, Aun Si Estuviéramos Solos Estaríamos Llenos Y Jamás El Diablo Podrá Venir
Porque No Encontrará Un Vacío, Una Cabida, Una Fisura.
La única forma que el agua de un cántaro se filtre es a través de una fisura, alguna grieta, porqué por más que esté rebosado de agua se volverá a vaciar. Jesús pudo entregarle el agua de vida eterna a esta mujer, porque ella fue capaz de dejar su cántaro, su situación de sed, y al hacerlo tomó el agua que el Señor le dio y saltó para vida eterna.
EL CÁNTARO QUE LLEVA AL APOSENTO
ALTO
• Lucas 22:10-12 Él les dijo: He aquí, al entrar en la ciudad os saldrá
al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidle hasta la casa donde entrare,
11 y decid al padre de familia de esa casa: El Maestro te dice:
¿Dónde está el aposento donde he de comer la pascua con mis discípulos?
12 Entonces él os mostrará un gran aposento alto ya dispuesto;
preparad allí.
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cual Jesús les indicó que debían seguir, era figura de un apóstol, porque los debía dirigir hacia el aposento alto en donde se llevaría a cabo la Santa Cena, figura de la impartición de la palabra.
Existen Cántaros Que Guían Hasta El Aposento Alto, A Donde Habrá La Impartición Del Pan Para Ser Parte Del Cuerpo, En Donde Se Tomará
Un Compromiso, Se Entrará En Pacto, Por El Nivel De Palabra Que Existe.
Nosotros como cántaros tenemos la capacidad de llevar a otros hacia el aposento alto, pero no es suficiente con sólo llevarlos y consagrarlos a Dios y decirles que Él los ama, sino que debemos elevarlos a una altura, a una posición, siendo sus guías.
Existe un nivel de agua, de palabra, que portamos que hace que los demás nos sigan.
Cuando como cántaros nos dirijamos siempre al aposento alto,
llevándolos hacia el compromiso, la entrega, en ser parte del cuerpo. El aposento alto es el lugar en donde se debe rendir todo, entrar en pacto, porque luego de eso el Señor fue a la cruz, pero no podremos guiar a nadie hacia él, si nosotros no nos encontramos ahí.
LA GENTE NOS SEGUIRÁ NO SÓLO CUANDO TENGAMOS UNA PALABRA DE PARTE DE DIOS, SINO CUANDO PODAMOS IMPARTIRLA A SU ESPÍRITU,
PORQUE REALMENTE LA VIVIMOS.
Somos vasijas de Dios, cántaros, pero muchas veces necesitamos ser vaciados, quebrados, para que Él nos llene de esa palabra, de esa luz y
nos convirtamos en un arma, parte de la estrategia para vencer a los enemigos.
