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Proyectos de Prevención Violencia Escolar

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Fondo Nacional de Desarrollo Regional

2% de Seguridad Ciudadana

Orientaciones Técnicas

Proyectos de Prevención Violencia Escolar

S

UBSECRETARÍA DE

P

REVENCIÓN DEL

D

ELITO

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1. ANTECEDENTES GENERALES

“En toda sociedad democrática es necesario contar con un ambiente seguro, entendido éste como el respeto colectivo entre los ciudadanos en su convivencia. La seguridad es una de las principales necesidades que demanda la población, ya que afecta directamente su calidad de vida. Dichas necesidades son diversas en la medida que corresponden a dinámicas locales por lo que requieren de respuestas territoriales descentralizadas y adaptadas a cada una de las particularidades de los entornos específicos en que se producen. Debemos plantearnos nuevas reformas que nos permitan ponernos al nivel de países desarrollados en reducción del delito.”1

Diversos estudios señalan que cuando se busca avanzar hacia sociedades más seguras, las estrategias de prevención resultan mucho más rentables y eficientes que el control y la sanción judicial.

Por otro lado, tanto el delito, como la violencia y la percepción de inseguridad son fenómenos complejos que no se expresan en los territorios de manera azarosa, por el contrario, su distribución está condicionada por múltiples factores sociales, económicos, culturales, institucionales y físico-espaciales que favorecen la probabilidad que en determinados sectores exista mayor victimización.

La violencia es un fenómeno social que está presente en los distintos ámbitos de las relaciones humanas y que se reproduce en los establecimientos educacionales, generando mucha conmoción e inseguridad dado que son las instituciones encargadas de educar y formar ciudadanos. Durante las últimas cuatro décadas el estudio sobre la violencia escolar ha crecido significativamente, principalmente por el aumento de las investigaciones que han demostrado las graves consecuencias que produce en el o los involucrados y en su entorno, tanto a corto como a largo plazo.

La institución educativa es un espacio privilegiado para educar en convivencia, buen trato y prevención de conductas violentas y/o delictivas. A su vez, debe asegurarse de proporcionar ambientes armónicos, de sana convivencia, de tolerancia y de respeto mutuo entre todos los integrantes de la comunidad. Cuando los episodios de violencia ocurren dentro de los establecimientos educacionales se generan espacios de desconfianza e inseguridad en todos sus integrantes, siendo fundamental promover contextos escolares donde se enseñe a vivir armónica y solidariamente para garantizar un desarrollo integral de sus niños, niñas y adolescentes.

Lo anterior requiere fundamentalmente contar con una comunidad educativa capaz de adquirir

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verdadera conciencia y conocimiento del fenómeno, así como también de un equipo que se haga cargo de ordenar, sistematizar y asegurar la implementación de estrategias de prevención e intervención, además de coordinar proyectos internos y externos de la escuela o liceo. Es por esta razón que la Ley sobre Violencia Escolar N°20.5362, exige que todo establecimiento escolar debe establecer normas de convivencia - dentro de su Reglamento Interno- que regule las relaciones de convivencia de todos los integrantes de la comunidad educativa incorporando políticas de prevención, medidas pedagógicas y protocolos de actuación garantizando procedimientos justos de acuerdo a la gravedad de la falta cometida3. A su vez, todos los establecimientos educacionales deben contar con un Encargado de Convivencia Escolar, el cual será el responsable de elaborar y coordinar un plan de acción para promover la convivencia y prevenir la violencia escolar4, junto al Consejo Escolar y/o equipo encargado de la convivencia escolar que debe incentivar y asegurar la participación de toda la comunidad educativa en esta labor5.

2 La Ley N° 20.536 sobre Violencia Escolar, publicada el 17 de septiembre de 2011, introduce modificaciones a la Ley General de

Educación, estableciendo que las normas de convivencia deben formar parte del Reglamento Interno, constituyendo uno de los requisitos de reconocimiento oficial de los establecimientos.

3 Ley N° 20.536 sobre Violencia Escolar, Artículo 46 letra f. 4 Ley N° 20.536 sobre Violencia Escolar, Artículo 15 letra b 5 Ley N° 20.536 sobre Violencia Escolar , Artículo 15 letra b

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2. ENFOQUE DE INTERVENCIÓN

Definiciones conceptuales

En el ámbito de la prevención de la violencia escolar es necesario realizar ciertas aclaraciones conceptuales que permitan identificar y diferenciar los fenómenos según su definición:

La convivencia escolar es definida como “la coexistencia armónica de los miembros de la comunidad educativa, que supone una interrelación positiva entre ellos y permite el adecuado cumplimiento de los objetivos educativos en un clima que propicia el desarrollo integral de los estudiantes”6.

El clima escolar, por su parte, se refiere a la percepción que tienen los miembros de una comunidad educativa sobre el ambiente en el cual desarrollan sus actividades habituales. Tales percepciones se basarían en la experiencia y las relaciones interpersonales que establecen en

6 Ley Nº20.536 sobre Violencia Escolar, Art. 16 letra a.

Se sugiere revisar el material de la “Caja de Herramientas para la Convivencia Escolar” para complementar los contenidos del presente manual. Disponible en:

http://www.seguridadpublica.gov.cl/caja-de-herramientas/index.html

Se sugiere también revisar los materiales de apoyo de Convivencia Escolar desarrollados por el Ministerio de Educación para complementar los contenidos y las estrategias del presente manual, por ejemplo:

1. Orientaciones Ley sobre Violencia Escolar

2. Orientaciones para la elaboración y actualización del reglamento de convivencia escolar 3. Política Nacional de Convivencia Escolar

4. Política Nacional de Convivencia Escolar. Documento Síntesis

5. Conviviendo mejor en la escuela y en el liceo. Orientaciones para abordar la Convivencia Escolar en las Comunidades Educativas

6. Orientaciones para celebrar día de la convivencia 7. Prevención del bullying en la Comunidad Educativa Disponibles en: http://www.convivenciaescolar.cl/

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dicho contexto escolar o en el marco en donde éstas se llevan a cabo7. Un buen clima escolar permite la creación de condiciones que ayudan al desarrollo y fortalecimiento de la convivencia, tales como conocimiento continuo, respeto, confianza, moral alta, cohesión, entre otras8.

En cuanto al conflicto, éste se define como un hecho social en el que se “involucran dos o más personas que entran en oposición o desacuerdo debido a intereses, verdadera o aparentemente incompatibles, donde las emociones y los sentimientos tienen especial preponderancia”. El conflicto “no es sinónimo de violencia, pero un mal manejo de la situación puede generar una respuesta violenta”9.

Por otra parte, la agresividad “corresponde a un comportamiento defensivo natural en los seres vivos como una forma de enfrentar situaciones de riesgo que se presentan en el entorno. Por lo tanto, el comportamiento agresivo es esperable en toda persona que se ve enfrentada a una amenaza que eventualmente podría afectar su integridad. Por eso, en beneficio de la convivencia, es indispensable aprender a canalizar la energía y a discernir adecuadamente los potenciales riesgos y amenazas. Una respuesta agresiva no es, necesariamente, violencia. Sin embargo, si la respuesta es desproporcionada o mal encauzada se puede transformar en un acto violento. Conviene recordar que existe una relación importante y una notoria influencia del entorno en la extinción o en el refuerzo de conductas agresivas”10.

Con respecto a la violencia escolar, ésta se refiere a cualquier comportamiento deliberado de uno o más individuos que, abusando de su poder o fuerza, dañan a otro en un contexto escolar. Este comportamiento puede conformar un hecho aislado y no necesariamente constituir un caso de acoso escolar o bullying11. La violencia escolar puede ser directa (física, verbal, sexual, con armas, robo) o indirecta (rumores o aislamiento de otros estudiantes), donde cualquier miembro de la comunidad educativa puede participar como víctima, victimario, espectador o incluso como víctima y victimario a la vez. Para que un hecho sea considerado como acoso escolar o bullying, las agresiones deben cumplir ciertas características específicas que lo diferencian de un hecho aislado de violencia escolar: manifestarse en una relación asimétrica de poder, donde hay una víctima incapaz de salir de la agresión y, a su vez, se presenta de manera repetida en el tiempo.

La Ley sobre Violencia Escolar N°20.536 define bullying como “toda acción u omisión constitutiva de agresión u hostigamiento reiterado, realizada fuera o dentro del establecimiento educacional por estudiantes que, en forma individual o colectiva, atenten en contra de otro estudiante, valiéndose para ello de una situación de superioridad o de indefensión del estudiante afectado, que provoque en este último, maltrato, humillación o fundado temor de verse expuesto a un mal de carácter grave, ya sea por medios tecnológicos o cualquier otro medio, tomando en cuenta su

7 Arón y Milicic, 1999; Cornejo y Redondo, 2001. 8 Arón y Milicic, 1999.

9 Mineduc, 2011. Conviviendo mejor en la escuela y en el liceo, pág. 32. 10 Mineduc, 2011. Conviviendo mejor en la escuela y en el liceo, pág. 33. 11 Ministerio de Educación, Mineduc, (2011).

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edad y condición”12.

Es importante mencionar que la modificación de la Ley sobre Violencia Escolar N°20.536 considera por primera vez la agresión a través de los medios tecnológicos como una forma de acoso de la que debe responsabilizarse el establecimiento educacional. Este tipo de agresión – conocida también como cyberbullying, ciberacoso, agresiones en línea, acoso electrónico – ha llamado la atención y generado una enorme preocupación en los últimos años por sus graves consecuencias en niños, niñas y adolescentes, en donde se utilizan los medios tecnológicos para intimidar, amenazar, rechazar, insultar o excluir a uno o más víctimas. Este tipo de acoso utiliza Internet, telefonía celular u otro medio tecnológico para realizar la agresión ya sea en formato de texto, videos, chats, fotografías, sistemas de mensajería instantánea, correos electrónicos, creación de páginas web, entre otros, con el fin de dañar, manipular, humillar y ridiculizar a la o las víctimas. Actualmente se reconoce el nivel de gravedad del ciberacoso, el cual se relaciona directamente por sus características únicas, como son: la invisibilidad del agresor y el aumento potencial de espectadores, lo que genera la disminución de los espacios seguros para las víctimas (desprotección total)13.

Factores de riesgo, factores protectores y evidencias de intervenciones exitosas

La violencia es un fenómeno social que se origina en la interdependencia entre el individuo y el contexto social en que se desenvuelve. En cada uno de ellos se encuentran factores de riesgo y protectores. En cuanto a los factores de riesgo se refieren a aquellas características, variables o eventos que, al estar presentes en la vida de una persona, aumentan la probabilidad de que ella tenga dificultades en el logro de determinados hitos esperados para su etapa del desarrollo, o bien se generen problemas emocionales y de comportamiento, entre otros14. Diversos estudios internacionales15 han identificado estos factores para poder intervenir en ellos o modificarlos, entre los que se encuentran:

A nivel individual: Características cognitivas y afectivas de la persona: impulsividad, bajo

control de impulsos, hiperactividad, tendencia al riesgo, creencias y/o actitudes favorables a comportamiento problemático, historial de comportamiento inapropiado, entre otros.

A nivel familiar: dificultades en competencias parentales, bajo involucramiento parental

dinámicas familiares, estilos parentales inadecuados, creencias y/o actitudes favorables hacia la violencia como mecanismo de resolución de conflicto, entre otros.

A nivel de grupo de pares: relación con grupos de pares relacionados con conductas

riesgosas.

A nivel de escuela: estilos de gestión autoritaria y baja participación, carencia de límites y

atribuciones claras, inconsistencia entre el proyecto educativo institucional y la práctica, mala relación con los profesores, directivos y personal, bajo apoyo de los profesores,

12 Ley N° 20.536 sobre Violencia Escolar, Artículo 16 letra b.

13 Smith, Mahdavi, Carvalho & Tippet, 2006; Raskauskas & Stoltz, 2007; Kowalski, Limber & Agatston, 2010; Ortega,

Mora-Merchan & JÄsper, 2007.

14 Hawkins, et. al, 2004.

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alienación escolar, violencia escolar, entre otros.

El sistema educacional juega un papel crucial en la prevención de conductas problemáticas. Los establecimientos educacionales pueden tanto desincentivar comportamientos problemáticos haciéndose cargo de situaciones y procesos escolares que constituyen factores de riesgo y asegurando la exposición de sus alumnos a factores protectores, como fomentarlos si se hace lo contrario.

Los llamados factores protectores, por su parte, son aquellas variables o condiciones que reducen la probabilidad que el sujeto exprese conductas problemáticas, ya sea de manera directa o indirecta, es decir, moderando el efecto de los factores de riesgo16. Éstos se refieren a relaciones sociales protectoras, presencia de figuras significativas, oportunidades de participación, asistencia regular a clases, contexto educacional favorable, los cuales van a favorecer los comportamientos prosociales, las relaciones sociales libre de violencia, la tendencia a la resolución de conflictos y la evitación conductas de riesgo.

Por tanto, intervenir los factores protectores permitirá a corto plazo tener individuos con mayor compromiso y responsabilidad escolar, con buenos resultados académicos, con sentido de identidad y pertenencia, y con habilidades prosociales de cuidado y empatía, entre otros. A largo plazo sus efectos se relacionan con mayores posibilidades de que los sujetos desarrollen capacidades de aprendizaje, sean ciudadanos participativos, presenten una mejor inserción al mundo laboral, desarrollen la capacidad de resiliencia, y sean adultos más responsables y comprometidos con la sociedad17.

Durante las últimas tres décadas se han desarrollado múltiples y diversos programas en violencia escolar, sin embargo, solo unos pocos han demostrado ser empíricamente efectivos en la prevención e intervención de esta problemática. A partir del análisis de aquellos programas que han demostrado algún nivel de impacto en su intervención18 se puede observar que son programas capaces de abordar la problemática en sus distintos niveles de manera integral, y no con actividades puntuales ni aisladas. A su vez, la implementación de un programa de prevención e intervención en violencia escolar requiere de rigurosidad, sistematicidad y que tenga un abordaje ecológico y preventivo que involucre al niño, niña o adolescente, los grupos de pares, la sala de clase, la escuela, la familia, la infraestructura y la comunidad19. Éstos deben estar orientados a prevenir, intervenir y promover un clima social escolar positivo, procesos que deben planificarse a largo plazo (mínimo 2 años), e idealmente lo más temprano posible (desde la edad preescolar)20 (Ver Figura N°1).

16 Hawkins, et. al, 2002. 17 Sprague & Walker, 2000.

18 Minton & O´Moore, 2008; Olweus, 1993; Smith, Ananiadou, & Cowie, 2003; Varela & Tijme, 2008. 19 Smith, 2003;Olweus, 2004; Orpinas, 2009; Varela & Lecannelier, 2010.

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Es fundamental que la escuela establezca un importante vínculo con toda la comunidad, que disponga de los tiempos y recursos necesarios y que tanto el director(a), como los docentes y asistentes de la educación estén fuertemente comprometidos con los objetivos del proyecto, así como también lograr un real compromiso de los apoderados21.

Los últimos análisis de las estrategias de intervención en el área a nivel internacional han reconocido tres variables que inciden directamente en la efectividad de un programa: la formación docente en estrategias proactivas y reactivas anti-bullying (que incluye ciberacoso), apoyo a nivel nacional a las intervenciones y la capacidad de sostenibilidad del programa a largo plazo22.

Adicionalmente, en la Primera Encuesta Nacional de Convivencia Escolar (2011)23, uno de cada cinco estudiantes declaró que eran muy comunes las amenazas u hostigamientos entre sus compañeros. A su vez, uno de cada diez estudiantes reportó haber sido víctima de acoso escolar (bullying) y sentirse afectado por esta situación, y un 25% de estos estudiantes es víctima a diario. Otro dato relevante de la encuesta señaló que uno de cada cinco estudiantes declaró que con frecuencia ocurren robos y destrozos en su establecimiento, así como también, el 5% reportó que en su establecimiento hay agresiones con armas (Ver Figura N°8).

Por último, la Encuesta Nacional de Agresión y Acoso Escolar (2012)24 arrojó que el 25% de los establecimientos educacionales con 4º básico se clasifica como con Frecuencia Alta de Agresión, mientras que el 21% de los establecimientos con II Medio se clasifica de igual manera.

3. Objetivos y metodología

OBJETIVO GENERAL

Los objetivos en los cuatro tipos de proyectos deben orientarse, en términos generales, a prevenir y/o disminuir los comportamientos de violencia escolar, para así fortalecer la buena convivencia escolar y el manejo adecuado de situaciones de conflicto en los

21 Olweus, 1993; Smith, 2004; Orpinas 2009. 22 Smith, 2011.

23 Primera Encuesta Nacional de Convivencia Escolar 2011. Ministerio de Educación, 2012, aplicada junto a la prueba SIMCE

2011 a 228.883 estudiantes de 8° básico, correspondiente a 5.855 establecimientos educacionales.

24 Encuesta Nacional de Agresión y Acoso Escolar, 2012. Ministerio de Educación, aplicada junto a la prueba Simce el año 2012 a

421.385 estudiantes de 4º básico y IIº medio.

Los proyectos tiene como objetivo planificar, implementar, coordinar y gestionar distintas estrategias bajo el mismo principio: hacer del establecimiento educacional un

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establecimientos educacionales beneficiarios.

A. PROYECTOS FOCALIZADOS EN INTERVENCIÓN TEMPRANA (PREESCOLAR).

Reducir los factores de riesgo y fortalecer los factores protectores relacionados a la violencia escolar dirigidas a la población preescolar. Las instituciones que opten por ejecutar este tipo de proyectos tienen como mínimo 6 meses y máximo 12 meses de ejecución, tiempo en el cual deberán desarrollar las diferentes acciones señaladas en las presentes bases.

Estos proyectos deben focalizar sus estrategias de intervención en las familias, educadoras y/o niños o niñas que se encuentren en la etapa preescolar correspondiente a:

Primer Nivel Transición: niños/as de 4 a 5 años de edad (Prekinder).

Segundo Nivel de Transición: niños/as de 5 a 6 años de edad (Kinder).

Objetivos específicos:

 Promover la convivencia y prevenir la violencia a través de la implementación de estrategias que fortalezcan las capacidades de las instituciones de educación preescolar, de las profesionales que trabajan con población preescolar y a las madres, padres y/o apoderados de la población preescolar.

 Promover la convivencia y prevenir la violencia a través de la implementación de estrategias orientadas al fomento de habilidades socioemocionales en preescolar como por ejemplo: empatía, regulación emocional, enfrentamiento y comprensión de situaciones de violencia.

Tipos de ejecutores Focalización de la

intervención

Ámbito de intervención Prevención violencia

escolar A. Intervención temprana (preescolar) A1. Municipios, corporaciones municipales, establecimiento s educacionales, universidades y ONG´s. A2. Organizaciones sociales (centro de madres, centro de padres, juntas de vecinos, otras organizaciones funcionales y/o territoriales sin fines de lucro). B. Intervención ciclo de enseñanza básica y/o media B1. Municipios, corporaciones municipales, establecimiento s educacionales, universidades y ONG´s. B2. Organizaciones sociales (centro de madres, centro de padres, juntas de vecinos, otras organizaciones funcionales y/o territoriales sin fines de lucro).

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PROYECTO TIPO A1: Municipios, corporaciones municipales, establecimientos educacionales,

universidades y ONG´s.

El objetivo de estos proyectos es intervenir a nivel de toda la institución de educación preescolar, incluyendo a todos sus actores: alumnos nivel preescolar (Primer Nivel Transición/Prekinder: niños/as de 4 a 5 años de edad y Segundo Nivel de Transición/Kinder: niños/as de 5 a 6 años de edad), educadoras y asistentes de la educación de nivel preescolar y padres, madres y apoderados del nivel preescolar.

PROYECTO TIPO A2: organizaciones sociales (centros de madres, centros de padres, juntas de

vecinos, otras organizaciones funcionales y/o territoriales sin fines de lucro).

El objetivo de estos proyectos es intervenir en solo un nivel de la institución de educación preescolar como: alumnos nivel preescolar (Primer Nivel Transición/Prekinder: niños/as de 4 a 5 años de edad y Segundo Nivel de Transición/Kinder: niños/as de 5 a 6 años de edad), educadoras y asistentes de la educación de nivel preescolar o padres, madres y apoderados del nivel preescolar.

La metodología de intervención de los proyectos tipo A1 y A2, debe considerar lo siguiente:

 El desarrollo de las habilidades socio-emocionales es la combinación de capacidades y procesos que le permitan al niño(a) relacionarse con los otros (y consigo mismo) sobre la base de la expresión, regulación y comprensión emocional (habilidad emocional)25.

 La infancia temprana es la etapa más importante para intervenir si se quiere obtener logros no solo en las capacidades cognitivas y académicas, sino por sobre todo en las habilidades socio-emocionales que influirán directamente en el aprendizaje futuro de la persona. El desarrollo de las habilidades socio-emocionales le entrega al niño(a) una amplia gama de capacidades que le permitirá relacionarse adaptativamente con los otros y consigo mismo. A su vez, dichas habilidades están directamente relacionadas con la capacidad de regulación emocional que le permitirá establecer relaciones interpersonales ya sea positivas o negativas, según como regule, exprese y comprenda sus emociones.

 Los programas que han demostrado ser efectivos ponen énfasis en la importancia del involucramiento de los padres o cuidadores significativos al ser un grupo más cercano del niño(a) y, al mismo tiempo, por la enorme influencia en el desarrollo de comportamientos pro-sociales, o por el contrario, de posibles conductas agresivas. La literatura demuestra que para intervenir y prevenir en el desarrollo de la agresión se debe proporcionar al niño un ambiente seguro y estable, en donde evidentemente situaciones como el estrés de los cuidadores, el maltrato físico hacia el niño, las inadecuadas prácticas parentales, entre otros, afectarán directamente en el desarrollo de comportamientos agresivos en el niño. Esto se produce porque dichas instancias afectan negativamente en las estrategias que los cuidadores utilizan con los niños, generando en

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los niños experiencias que pueden aumentar su emocionalidad negativa y no permitir así el desarrollo de estrategias de autorregulación emocional, lo que a su vez, será afectado por la disposiciones genéticas y temperamentales del niño. La intervención temprana no solo involucra a la familia en la etapa preescolar, sino que involucra también a las educadoras de este nivel por su importante rol en el aprendizaje socio-afectivo del niño(a). Al tener educadores preescolares capacitados en el desarrollo de habilidades socio-afectivas, se puede promover niños(as) capaces de desarrollar estrategias para lograr intervenciones positivas con sus pares y profesores. A su vez, logren comprender y regular sus emociones, presentar adecuadas habilidades sociales, tener una mejor adaptación social, e incluso, un mejor rendimiento escolar26.

 El desarrollo de habilidades socio-emocionales en la etapa preescolar debe considerar al menos el fomento de habilidades sociales como: manejo de conflicto, regulación emocional, empatía.

B. PROYECTOS FOCALIZADOS EN INTERVENCIÓN EN CICLO ENSEÑANZA BÁSICA Y/O MEDIA (1° BÁSICO –IV° MEDIO)

Reducir los factores de riesgo y fortalecer los factores protectores relacionados a la violencia escolar dirigidas a la comunidad escolar.

Objetivos específicos:

 Promover la convivencia y prevenir la violencia a través de la implementación de estrategias que fortalezcan las capacidades de las instituciones educativas y de cada actor escolar en particular para prevenir la violencia escolar y abordar los conflictos al interior del establecimiento escolar.

 Promover la convivencia y prevenir la violencia a través de la implementación de estrategias que aborden de manera integral las problemáticas asociadas a la violencia escolar con estudiantes que cursan entre 1° básico a IV° medio que presenten mayor complejidad en la escuela, mediante la intervención especializada directa o la gestión de redes entre el establecimiento educacional y las instituciones locales.

PROYECTO TIPO B1: Municipios, corporaciones municipales, establecimientos educacionales,

universidades y ONG´s.

El objetivo de estos proyectos es fortalecer las capacidades de toda la institución educativa, incluyendo a todos sus actores como: alumnos(as) enseñanza básica y/o media, docentes, asistentes de la educación, administrativos, sostenedores, padres, madres y apoderados de establecimiento educacional.

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PROYECTO TIPO B2: organizaciones sociales (centros de madres, centros de padres, juntas de

vecinos, otras organizaciones funcionales y/o territoriales sin fines de lucro).

El objetivo de estos proyectos es fortalecer las capacidades en solo un nivel de la institución educativa, como: alumnos(as) enseñanza básica o media, docentes, asistentes de la educación, administrativos, sostenedores, padres, madres o apoderados de establecimiento educacional. La metodología de intervención de los proyectos tipo B1 y B2, debe considerar lo siguiente:

 El desarrollo de procedimientos y prácticas de gestión escolar destinadas a enfrentar situaciones de violencia y fortalecimiento de la buena convivencia. Se deberá cautelar la participación de los miembros de la comunidad educativa en la co-construcción, revisión y/o actualización de normas de convivencia democráticas, especialmente a través del trabajo conjunto con el Encargado de Convivencia y el Consejo Escolar. A su vez, se debe considerar los lineamientos de la política comunal de educación y su plan educativo. Las normas de convivencia escolar deben estar fundadas en el derecho, con procedimientos justos, instancias de apelación y de reparación realizado participativamente con todos los actores de la comunidad educativa, así como también establecer, enseñar y reforzar los comportamientos esperados con correcciones firmes pero justas de comportamientos no apropiados. Las normas deben ser conocidas por todos y aplicadas de manera consistente27.

 Sistema interno para el manejo y seguimiento de situaciones de conflicto y/o violencia, que se difunda al interior de la comunidad educativa, de modo que los sujetos involucrados sepan a quién acudir, ya sea como víctima, testigo o agresor (protocolo de acción de recepción, atención y seguimiento de denuncias de violencia escolar).

 Sistema de registro de información conductual de los estudiantes de la escuela, para orientar la toma de decisiones en torno a la conducta de los alumnos(as). Se sugiere recabar los datos de los estudiantes que son derivados a inspectoría por problemas conductuales a través de una planilla Excel simple para ver la progresión de estos datos en el tiempo y transformarlos en información útil para diseñar intervenciones focalizadas con aquellos estudiantes que lo requieran. Además permitirá evaluar los logros del proyecto en la medida que se reducen los estudiantes que llegan a inspectoría. Para el correcto funcionamiento de este sistema se requiere:

- Acceso a computador

- Diseñar de una planilla Excel sencilla que considere al menos los siguientes campos: - Nombre alumno(a)

- Fecha

- Hora de ingreso a inspectoría - Curso

- Nombre de quien deriva al alumno

27 Material de Apoyo: Ministerio de Educación, Mineduc, (2011). Orientaciones para la elaboración y actualización del

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- Cargo de quien deriva al alumno - Lugar del hecho

- Causa de derivación - Gravedad de causa - Motivación del alumno(a) - Otros involucrados - Decisión tomada - Otra información

 Desarrollo de competencias para el manejo y prevención de situaciones de violencia mediante capacitación a distintos actores escolares sobre aspectos generales y específicos de la violencia escolar; asesoría y acompañamiento a los miembros de la comunidad educativa en lo que respecta al desarrollo del proyecto; talleres psicoeducativos focalizados a estudiantes, profesores jefes, asistentes de educación o apoderados.

 Catastro y coordinación con redes de servicios locales que pueden apoyar a la institución educativa en la prevención y abordaje de situaciones de violencia.

 Desarrollo de protocolo de derivación a redes psicosociales a estudiantes que presentan mayor conflictos de violencia escolar y requieren una intervención especializada. Este protocolo debe incluir un sistema de seguimiento de los casos derivados que asegure una intervención mínima de 4 a 5 meses, además del registro de las acciones que está realizando la institución educativa paralelamente como apoyo en estos casos.

Desarrollo de estrategias de prevención de agresiones en línea (ciberacoso/cyberbullying) a toda la comunidad educativa.

4. GESTIÓN PROYECTOS DE PREVENCIÓN DE VIOLENCIA ESCOLAR

Todos los proyectos de prevención de violencia escolar deben cumplir con los siguientes requisitos mínimos:

 Cada proyecto debe contemplar al menos tres fases: (1) Diagnóstico, instalación y difusión, (2) Implementación y, (3) Seguimiento, sistematización y evaluación. Estas fases deben estar reflejadas en una carta Gantt (cronograma), lo cual no implica que la planificación no pueda variar durante la ejecución del proyecto según las necesidades y/o dificultades de cada establecimiento educacional (liceos, escuelas y/o jardín infantil).

A continuación se describe los principales elementos que debe considerar cada fase dependiendo del tipo de proyecto.

Proyectos tipo A1 o B1: dirigidos a municipios, corporaciones municipales, establecimientos

educacionales, universidades y/u ONG´s.

Fase 1: Diagnóstico, instalación y difusión Fase 2: Implementación Fase 3: Seguimiento, sistematización y evaluación

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 Recopilación antecedentes diagnósticos (si se han realizado diagnósticos previos).

 Desarrollo de evaluaciones a través de entrevistas individuales y/o grupos focales a los docentes, asistentes de la educación, administrativos, padres, madres y apoderados.

 Aplicación del instrumento de evaluación inicial diseñado o establecido por cada proyecto. Proceso de inserción y sensibilización de la problemática a toda la comunidad educativa.  Desarrollo de propuesta de intervención según los

resultados de los antecedentes diagnósticos de la fase 1. Capacitación de los docentes, asistentes de la educación y administrativos, en convivencia escolar, mediación, bullying, cyberbullying y/o resolución

pacífica de conflictos.

 Desarrollo de estrategias de prevención e intervención del proyecto.

Considerar las siguientes dimensiones:

 Actividades. Por ejemplo: número de reuniones a realizar, número de estudiantes derivados a la red de atención psicosocial, etc.

 Productos intermedios. Por ejemplo: diagnóstico elaborado, equipo escolar conformado, normas de convivencia actualizadas, actores informados de protocolo de acción, etc.

 Resultados. Por ejemplo: porcentaje de disminución de conductas violentas en estudiantes, proporción de disminución de factores de riesgo de violencia, etc. Se debe aplicar el mismo instrumento de evaluación utilizado en fase 1.

Proyectos tipo A2 o B2: dirigidos a organizaciones sociales (centros de madres, centros de

padres, juntas de vecinos, otras organizaciones funcionales y/o territoriales sin fines de lucro)

Fase 1: Diagnóstico, instalación y difusión Fase 2: Implementación Fase 3: Seguimiento, sistematización y evaluación  Recopilación antecedentes diagnósticos: por ejemplo si se han realizado diagnósticos previos, entrevistas a los estudiantes, docentes, asistentes de la educación, administrativos, padres, madres y apoderados.

 Inicio del trabajo con las personas beneficiarias del proyecto a través de un proceso de sensibilización de la problemática seleccionada (por ejemplo: videos, charlas, testimonios, actividades recreativas sobre la temática elegida, etc.)

 Planificación de actividades a desarrollar y temas a tratar según los antecedentes diagnósticos recopilados en fase 1.

Desarrollo del cronograma planificado de las actividades a realizar.

 Desarrollo de estrategias de prevención e intervención del proyecto según el foco seleccionado y sus beneficiarios.

 Actividades. Por ejemplo: número de reuniones a

realizar, número

participantes en reuniones o actividades realizadas, registro fotográfico, etc.

Procesos y productos. Por ejemplo, diagnóstico elaborado, sistematización de la implementación del proyecto.

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equipo ejecutor contemple los siguientes perfiles profesionales y/o técnicos: Profesional de las ciencias sociales o educacional Perfil:

 Profesional de las ciencias sociales o educacionales, con experiencia comprobada en el área.

 Con formación en el área de resolución pacífica de conflictos, convivencia escolar y/o prevención de violencia escolar.

 Experiencia en coordinación de equipos de trabajo, supervisión y tareas de gestión.

 Experiencia en metodologías de intervención en psicología educacional o social.

 Experiencia en trabajo grupal y comunitario.

 Valoración del trabajo intersectorial y la práctica de trabajo en red.

 Interés por la temática.

 Capacidad de liderazgo y gestión de programas.

 Capacidad y disposición para trabajo en equipo interdisciplinario.

 Capacidad de planificación y sistematicidad.

 Capacidad de desarrollo de metodologías que apliquen el modelo de desarrollo de competencias.

 Experiencia en coordinación y capacitación.

Funciones mínimas:

• Coordinar el trabajo con el director(a), el Encargado de Convivencia y el Consejo Escolar (y/o equipo encargado de la convivencia escolar) en todo lo referente a la convivencia escolar y a la prevención de la violencia.

• Velar por una implementación rigurosa, sistemática e integrada del Proyecto.

• Asegurar reuniones mensuales de coordinación y seguimiento con el (la) director(a), el Encargado de Convivencia y el Consejo Escolar (y/o equipo encargado de la convivencia escolar).

• Monitorear que las actividades planificadas dentro del Proyecto y coordinadas con la Comunidad Educativa se lleven a cabo.

• Asegurar que todos los procesos de seguimiento y evaluación que forman parte del Proyecto se realicen según lo planificado.

• Asegurar la documentación y registro de todas las actividades realizadas en el marco del Proyecto y guardar los materiales y archivos de todo lo relacionado con ellas, en el formato en que se encuentren, de una forma fácilmente consultable.

• Mantener una coordinación constante con todos los otros Programas y Proyectos que se estén implementando en la comunidad educativa para evitar la sobre intervención y la falta de comunicación que puede afectar directa o indirectamente la adecuada implementación de las estrategias que se están ejecutando en el establecimiento educacional. Asistente social, docente y/o psicólogo(a) Perfil:

 Profesional con título de asistente social, docente o psicólogo(a), con

Funciones mínimas:

 Implementar y apoyar medidas para fomentar la buena convivencia y

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experiencia en asesoría y orientación en convivencia escolar y/o prevención de la violencia escolar.

 De preferencia con cursos en estrategias de resolución pacífica de conflictos y mediación.

 Conocimiento de los sistemas educacionales.

 Capacidad y disposición para trabajo en equipo interdisciplinario.

 Valoración del trabajo intersectorial.

 Capacidad de planificación y sistematicidad.

 Características personales de calidez, empatía, capacidad de contención, diálogo y escucha.

prevenir la violencia escolar a nivel universal, selectivo e indicado.

 Participar y apoyar en las reuniones de coordinación referentes a la convivencia escolar y a la prevención de la violencia.

• Apoyar la implementación rigurosa, sistemática e integrada del Proyecto. • Participar en las reuniones mensuales de coordinación y seguimiento con el(la) director(a), el Encargado de Convivencia y el Consejo Escolar (y/o equipo encargado de la convivencia escolar).

Monitorear que las actividades planificadas dentro del Proyecto y coordinadas con la Comunidad Educativa se lleven a cabo.

• Apoyar en todos los procesos de seguimiento y evaluación que forman parte del Proyecto se realicen según lo planificado.

• Realizar el registro de todas las actividades realizadas en el marco del Proyecto y guardar los materiales y archivos de todo lo relacionado con ellas, en el formato en que se encuentren, de una forma fácilmente consultable.

 Mantener un trabajo constante y coordinado con todos los otros Programas y Proyectos que se estén implementando en la comunidad educativa. Profesional encargado del proceso de evaluación y sistematización Perfil:

 Profesional con conocimiento y experiencia en investigación social y evaluación de proyectos, en metodologías cuantitativas y cualitativas, elaboración y revisión de bases de datos.

 Habilidad para investigar a través de preguntas pertinentes y con criterio.

 Habilidad de planificación para minimizar interferencias en el proceso de evaluación.

 Capacidad de trabajo en equipo.

Funciones mínimas:

 Evaluación del proyecto con metodologías cuantitativas y cualitativas.

Elaboración de bases de datos.

 Registro de bases de datos.

Revisión de bases de datos.

 Análisis de bases de datos.

 Elaboración de informe de resultados del Proyecto.

(17)

 Liderazgo.

 Manejo de programas

computacionales como SPSS, STATA, WORD, EXCEL ACCES, entre otros.

IMPORTANTE:

Todos los proyectos deben presentar una carta de compromiso de los directores de

establecimientos educacionales (liceos, escuelas, jardín infantil) que autoricen y

manifiesten su interés y apoyo por la intervención a desarrollar en sus dependencias (Ver carta tipo anexo N°3).

(18)

5. ANEXOS

Anexo N°1: ARTÍCULOS DESTACADOS DE LA LEY N°20.536 SOBRE VIOLENCIA ESCOLAR28

A continuación se presentan los artículos de la Ley Nº20.536 sobre Violencia Escolar que establecen atribuciones y obligaciones de los distintos miembros de la Comunidad Educativa en relación a la prevención e intervención en materia de violencia escolar y que deben, por lo tanto, tenerse en cuenta al implementar el PreVE u otra iniciativa en este ámbito.

¿Qué dice la ley sobre la obligación de informar y adoptar medidas correctivas?

“Los padres, madres, apoderados, profesionales y asistentes de la educación, así como los equipos docentes y directivos de los establecimientos educacionales, deberán informar las

situaciones de violencia física o psicológica, agresión u hostigamiento que afecten a un

estudiante miembro de la comunidad educativa de las cuales tomen conocimiento, todo ello conforme al reglamento interno del establecimiento”. “Si las autoridades del establecimiento no

adoptaren las medidas correctivas, pedagógicas o disciplinarias que su propio Reglamento

Interno disponga, podrán ser sancionadas de conformidad con lo previsto en el artículo 16 de este cuerpo legal”29.

¿Qué exige la ley sobre las normas de convivencia del Reglamento Interno?

Todo establecimiento escolar debe tener normas de convivencia que deben formar parte del Reglamento Interno, y que deben “regular las relaciones entre el establecimiento y los distintos actores de la Comunidad Educativa. Dicho reglamento, en materia de convivencia escolar, deberá incorporar políticas de prevención, medidas pedagógicas, protocolos de actuación y diversas conductas que constituyan falta a la buena convivencia escolar, graduándolas de acuerdo a su menor o mayor gravedad.” […] “De igual forma, establecerá las medidas disciplinarias correspondientes a tales conductas, que podrán incluir desde una medida pedagógica hasta la cancelación de la matrícula. En todo caso, en la aplicación de dichas medidas deberá garantizarse en todo momento el justo procedimiento, el cual deberá estar establecido en el Reglamento"30.

¿Qué exige la ley al Consejo Escolar?

Todos los establecimientos educacionales que reciben aportes del Estado deben contar con un

Consejo Escolar como instancia que promueva la participación de la Comunidad Educativa para

trabajar en torno a diferentes áreas, tales como la buena convivencia escolar. Es importante recordar que en el Consejo Escolar deben participar representantes de los estudiantes, docentes, padres, madres y apoderados, los cuales pueden contribuir en la revisión del Reglamento Interno y aprobarlo31. A su vez, en los establecimientos subvencionados el Consejo Escolar debe incentivar la participación de la Comunidad Educativa promoviendo la convivencia escolar y previniendo todo tipo de violencia física o psicológica, agresiones u hostigamientos.

¿Qué exige la ley al Encargado(a) de Convivencia?

Todos los establecimientos educacionales deben contar con un Encargado de Convivencia Escolar, el cual será el responsable de implementar un plan de gestión para promover la convivencia y prevenir la violencia escolar, así como también poner en práctica las

28 Subsecretaría de Prevención del Delito y Fundación Paz Ciudadana, 2013. 29 Ley N°20.536 sobre Violencia Escolar, Artículo 16 letra d.

30 Ley N°20.536 sobre Violencia Escolar, Artículo 46 letra f. 31 Decreto N°24, 2005.

(19)

recomendaciones del Consejo Escolar32. A continuación se presenta una figura que resume los aspectos centrales de la Ley N°20.536 sobre Violencia Escolar que han sido mencionados en las secciones precedentes y que constituyen el marco regulatorio en el cual se inserta el PreVE.

Figura Nº6: Resumen de los aspectos centrales de la Ley N°20.536 sobre Violencia Escolar

32 Ley N°20.536 sobre Violencia Escolar, Art. 15 letra b.

Ley N° 20.536 sobre Violencia Escolar Define buena convivencia escolar Define acoso escolar Considera el uso de los medios tecnológicos para el acoso escolar (ciberacoso) Considera de especial gravedad el ejercicio de la violencia de parte de un adulto contra un estudiante Posibilidades de sanción al establecimiento si no adopta medidas para enfrentar el acoso Exige un Reglamento Interno que contenga políticas de prevención, medidas pedagógicas y protocolos de actuación Establece la obligación de informar alguna situación de violencia u hostigamiento que afecte a un estudiante Incorpora al Encargado de Convivencia Escolar Entrega responsabilidade s al Consejo Escolar (o Comité de Convivencia) en la promoción de la convivencia Exige la elaboración de un plan de gestión que promueva la convivencia y prevenga la violencia escolar

(20)

Anexo N°2: ACERCA DEL PROGRAMA DE PREVENCIÓN DE VIOLENCIA ESCOLAR (PreVE)

Antecedentes

La Ley Nº20.536 sobre Violencia Escolar33, promulgada en septiembre de 2011, establece que, a partir de marzo del año 2012, todo establecimiento educacional que reciba aportes del Estado deben asegurar que su Consejo Escolar integre en sus funciones promover la buena convivencia y evitar las agresiones, el hostigamiento y la violencia física o psicológica hacia los alumnos. Adicionalmente, todos los establecimientos deben contar con un Encargado de Convivencia Escolar, el que es responsable de implementar un Plan de Gestión que contenga acciones para fomentar la convivencia escolar y prevenir la violencia junto al Consejo Escolar, el cual por su parte debe apoyar, incentivar y asegurar la participación de toda la Comunidad Educativa en esta labor.

A su vez, la Política Nacional de Convivencia Escolar del Ministerio de Educación incorpora una mirada que no se focaliza en el comportamiento individual de los estudiantes, sino que intenta entender y explicar este comportamiento en un contexto más amplio, donde influyen múltiples factores como por ejemplo la familia, la Comunidad Educativa, el barrio, y la comuna. Es por esta razón, que el eje fundamental de este enfoque es considerar la Convivencia Escolar como una responsabilidad de toda la Comunidad Educativa34.

33 La Ley N°20.536 sobre Violencia Escolar, publicada el 17 de septiembre de 2011 plantea que los establecimientos

educacionales deben contar con "políticas de prevención, medidas pedagógicas, protocolos de actuación y diversas conductas que constituyan falta a la buena convivencia escolar".

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En este contexto, la Subsecretaría de Prevención del Delito del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, ha diseñado en co-autoría con Fundación Paz Ciudadana, el Programa de Prevención de Violencia Escolar, PreVE, como parte de sus estrategias en el área de prevención, y sobre la base del Programa Paz Educa35, el cual fue ejecutado entre los años 2005 y 2008 con evaluación de

resultados positiva. Este Programa, a su vez, se basa en la iniciativa Positive Behavior

Interventions and Supports (PBIS)36 (Intervenciones y Apoyo al Comportamiento Positivo), creada

en 1992 por el Instituto de Comportamiento Violento y Destructivo de la Universidad de Oregon, EE.UU., y que a su vez cuenta con evaluaciones de impacto positivas.

En términos concretos, el PreVE establece una secuencia de acciones que deben realizarse para diseñar el Plan de Gestión para prevenir la violencia, partiendo por la etapa de diagnóstico y sensibilización de la Comunidad Educativa37, pasando luego al diseño y la ejecución de un Plan de Acción38, y culminando con la evaluación de resultados de dicho plan. Si bien el Programa está diseñado para implementarlo de manera continua en un plazo de 2 años, es importante recalcar que la prevención es una actividad constante que no debe limitarse solamente a este periodo. Es importante considerar que, a pesar de que el Programa presenta etapas y sesiones con un orden y actividades previamente definidas, éstas podrían alargarse, acortarse o realizarse en paralelo según la realidad y recursos del establecimiento, el tipo de violencia que presenta, las estrategias ya realizadas, entre otros. Además, PreVE busca adaptarse a la realidad y necesidades de cada establecimiento educacional, logrando la constancia de su implementación y gestión, y contar con el alto compromiso del(la) director(a) desde sus inicios.

Objetivo general

Asesorar, apoyar y asistir al Encargado(a) de Convivencia Escolar y al Consejo Escolar (y/o al equipo encargado de gestionar la convivencia) del establecimiento educacional seleccionado en el proceso de implementación del Programa de Prevención de Violencia Escolar PreVE, a través de un supervisor capacitado en el Programa.

Los objetivos específicos:

a) Asesorar, apoyar y asistir al Encargado(a) de Convivencia y al Consejo Escolar (y/o al equipo encargado de gestionar la convivencia) en la etapa de diagnóstico y sensibilización a la Comunidad Educativa;

b) asesorar, apoyar y asistir al Encargado(a) de Convivencia y al Consejo Escolar (y/o al equipo encargado de gestionar la convivencia) en el diseño y la ejecución de un Plan de Acción;

c) asesorar, apoyar y asistir al Encargado(a) de Convivencia y al Consejo Escolar (y/o al

35 Varela, Tijmes. & Sprague, 2009.

36 Varela, Tijmes & Sprague, 2009; Sprague & Golly, 2005; Sugai et al., 2000; Sugai & Horner, 2006.

37 La Ley General de Educación, Art. 9°, define Comunidad Educativa como “una agrupación de personas que inspiradas en un

propósito común integran una institución educativa” cuyo “objetivo común es contribuir a la formación y el logro de aprendizajes de todos los alumnos”.

38 Por simplicidad, en adelante se usará el término Plan de Acción para referirnos al sistema de planificación y de gestión para

(22)

equipo encargado de gestionar la convivencia) en la sistematización de la información obtenida de la implementación del Programa para su posterior evaluación.

Descripción del Programa

El Programa de Prevención de Violencia Escolar consta de 3 etapas consecutivas:

 Diagnóstico y Sensibilización de la Comunidad Educativa;

 Plan de Acción; y

 Evaluación de Resultados del Plan de Acción.

Etapas del Programa

Cada una de estas etapas cuenta con objetivos propios y requiere de un tiempo específico (semanas de trabajo) para ser llevada a cabo. Es importante que las etapas sean ejecutadas según las indicaciones señaladas y en el orden general establecido por el Programa (Manual). Sin embargo, las etapas pueden ser alargadas, acortadas, o realizadas en paralelo si es que esto permite adecuar el Programa a la realidad y los recursos del establecimiento educacional, el tipo de violencia que presenta, las acciones ya emprendidas, u otros factores.

PreVE está diseñado sobre la base del Programa Paz Educa39, el cual a su vez, está inspirado en el programa “Positive Behavior Interventions and Supports” o “PBIS” (Intervención y Apoyo al Comportamiento Positivo), del Instituto sobre la Violencia y Comportamiento Destructivo de la Universidad de Oregon (EE.UU.)40 . Éste se caracteriza por los siguientes 3 elementos:

1.- Es integral, puesto que el programa propone gestionar intervenciones dirigidas a los distintos tipos de violencia escolar moviéndose desde una mirada centrada en el carácter formativo de la convivencia, sobre la base de la responsabilidad compartida de toda la Comunidad Educativa. 2.- Es preventivo, ya que el programa tiene como objetivo diseñar estrategias dirigidas a todos los estudiantes del establecimiento educacional y no sólo a aquellos que presentan conductas conflictivas y/o de riesgo. Las estrategias concretas se ordenan en tres niveles, que corresponden

39 Varela, Tijmes, & Sprague, 2009.

(23)

al primario, secundario y terciario41.

El nivel primario, corresponde a intervenciones universales, dirigidas a la gran mayoría de los estudiantes. El nivel secundario, por su parte, corresponde a las intervenciones selectivas diseñadas para los estudiantes que concentran factores de riesgo, que han sido diagnosticados como grupos más vulnerables, y que requieren actividades de mayor intensidad. Por último, en el nivel terciario se encuentran las intervenciones individuales, focalizadas y de mayor intensidad, enfocadas en el pequeño grupo de estudiantes que ejerce conductas violentas de forma reiterada y que no se ven beneficiados con las estrategias de los otros dos niveles.

3.- Se centra en un sistema de refuerzo positivo42, con el foco puesto en las conductas esperadas por parte de los estudiantes43 y no únicamente en las sanciones o en reglas formuladas como prohibiciones o negativas. Esto a su vez requiere trabajar el contenido formativo con que deben contar estas conductas esperadas, entregando siempre el sentido de la norma y las sanciones (no la norma por la norma. Los estudiantes deben comprender el por qué y para qué).

Los principales componentes del PBIS son:

 El sistema de refuerzo positivo se diseña sobre la base de las conductas esperadas por parte de los estudiantes.

 Se define un reducido número de expectativas para toda la Comunidad Educativa.

 Se diseña un procedimiento claro para enseñar y dar a conocer estas expectativas de conducta.

 Se desarrollan permanentemente estrategias para reconocer y motivar las conductas esperadas.

 Existen procedimientos claros para cuando esas expectativas no se cumplen, pero siempre priorizando el carácter formativo de la convivencia y reforzando estrategias de resolución pacífica de conflictos.

 Se diseñan y ponen en marcha mecanismos para poder monitorear y evaluar la implementación.

 El establecimiento educacional cuenta con un sistema de administración de datos que permite la toma de decisiones eficientes y relevantes.

 Hay un equipo que guía, prioriza y coordina las acciones que ejecuta el programa en el establecimiento escolar.

 Se diseña un sistema de apoyo para los estudiantes que no responden a las intervenciones generalizadas en el establecimiento.

41 Sugai et al. (2000); Sugai (2003, 2007); Sugai & Horner (2006); Sprague & Walker (2000). 42 Sugai (2007); Sugai et al. (2000).

43 El programa Paz Educa, al adaptar el modelo de trabajo, se basa en un instrumento de gestión clave para las escuelas

chilenas: Proyecto Educativo Institucional (PEI), específicamente el apartado que da cuenta del perfil del alumno deseado por el establecimiento. En este sentido, las expectativas de conductas positivas que desarrolla cada establecimiento están basadas en el perfil de alumno que se quiere lograr en la institución.

(24)

A continuación se presenta la Figura Nº8, en la que se representan los niveles de prevención, basada en el Enfoque Triestamental de PBIS44, y a su vez se indican los tipos de intervenciones asociados a cada nivel incluidas en el Programa y las sesiones de trabajo respectivas. En la Figura Nº8 se incluyen, además, acciones o estrategias complementarias contenidas en la Caja de Herramienta para Mejorar la Convivencia Escolar45, para ejemplificar cómo este Programa permite gestionar e incorporar otras actividades o programas complementarios.

44 Varela y Tijmes (2008).

(25)

Niveles de intervención46 y acciones del PreVE asociadas a éstas47.

46 Enfoque Triestamental de PBIS, Varela y Tijmes (2008).

47 Varela y Tijmes (2008).

Intervención Individual

Alumnos en alto riesgo (3-5% de los estudiantes) Intervención selectiva Alumnos en riesgo. Grupos pequeños (10-20% de los estudiantes) Intervención universal

Estrategias de apoyo para todos.

Estrategias de Prevención Individual: dirigidas a apoyar a nivel individual y familiar a víctimas y/o victimarios de violencia escolar (Etapa 2: Sesión N°21 y N°22).

Estrategias de Prevención Selectiva: dirigidas a

estudiantes que presentan mayor riesgo de ser víctimas y/o victimarios de violencia escolar (Etapa 2: Sesión N°16 a N°18).

Estrategias de Prevención Universal:

dirigidas a todos los estudiantes (Etapa 2: Sesión N°1 a Nº15). Ejemplos:

- Implementación de un sistema de registro de derivación a Inspectoría. -Implementación de estrategias de refuerzo comportamiento positivo.

- Supervisión activa de áreas comunes. - Análisis, diseño y modificación ambiental para la generación de espacios educativos seguros.

(26)

Niveles de intervención48 y sugerencias de acciones de prevención complementarias al PreVE49

48 Enfoque Triestamental de PBIS, Varela y Tijmes (2008).

49 La Caja de Herramientas para mejorar la Convivencia Escolar está disponible en

http://www.seguridadpublica.gov.cl/caja-de-herramientas/index.html Intervención Individual Alumnos en alto riesgo (3-5% de los estudiantes) Intervención selectiva Alumnos en riesgo. Grupos pequeños (10-20% de los estudiantes) Intervención universal

Estrategias de apoyo para todos.

En este nivel se sugieren estrategias tales como: - Apoyo académico intensivo.

- Apoyo psicosocial individual para fomentar el desarrollo de habilidades socio-emocionales, manejo de conflictos, empatía, regulación emocional, enfrentamiento y resolución de conflictos, entre otros.

- Establecer estrategias de colaboración con redes psicosociales. - Apoyo psicosocial a las madres, padres y apoderados.

Material complementario sugerido para este nivel, por ejemplo: “Caja de Herramientas para la Convivencia Escolar” (Paso 4, Prevención Indicada, para la Escuela: Anexos 4.29; 4.30; 4.31)

En este nivel se sugieren estrategias como tales como: - Talleres grupales de apoyo académico.

- Talleres grupales de apoyo psicosocial para fomentar el desarrollo de habilidades socio-emocionales, manejo de conflictos, resolución de conflictos, entre otros.

Material complementario sugerido para este nivel, por ejemplo: “Caja de Herramientas para la Convivencia

Escolar” (Paso 4, Prevención Selectiva, Equipos docentes:

Anexos 4.27; 4.28)

En este nivel se sugieren complementar con estrategias tales como:

- Enseñanza académica efectiva. - Enseñanza de habilidades

socio-emocionales, manejo de conflictos, resolución de conflictos, etc., de manera transversal al proceso de aprendizaje de cada alumno/a. - Implementar estrategias de mediación

y resolución pacífica de conflictos. Material complementario sugerido para este nivel, por ejemplo: “Caja de Herramientas

para la Convivencia Escolar” (Paso 4,

Prevención Universal, Prevención a nivel establecimiento escolar: Anexos 4.6 al 4.21)

(27)

Para proyectos B1: Propuesta de implementación del Programa en establecimientos educacionales municipales a cargo de municipios, corporaciones municipales, establecimientos educacionales, universidades u ONG´s.

El supervisor PreVE debe asesorar, apoyar y asistir al Encargado(a) de Convivencia Escolar y al Consejo Escolar (y/o al equipo encargado de gestionar la convivencia) a través de las siguientes acciones:

 capacitar a los Encargados de Convivencia de los establecimientos educacionales en la implementación del Programa,

 supervisar la implementación rigurosa, sistemática, integrada y sostenida en el tiempo de acuerdo a lo propuesto en el manual del Programa (2 años),

 velar por que se lleven a cabo los objetivos propuestos en las distintas sesiones estipuladas en el manual del Programa independiente del orden que el establecimiento le dé según sus propias necesidades,

 capacitar a los Encargados de Convivencia en el registro de actividades a través de la página web www.programapreve.cl,

 realizar seguimiento de todas las actividades llevadas a cabo por los establecimientos educacionales, y su planificación, a través de su cuenta de usuario alojada en la página web www.programapreve.cl.

Estructura y funcionamiento

Los municipios, corporaciones municipales, establecimientos educacionales, universidades y ONG´s que emplementen el Programa PreVE deben considerar en su presupuesto los honorarios de un coordinador(a) capacitado en el PreVE, por la Subsecretaría de Prevención del Delito y/o Fundación Paz Ciudadana, para asesorar, supervisar y evaluar el proceso de implementación del Programa.

La implementación del Programa consta de tres etapas. Durante la primera etapa de implementación del Programa, el coordinador(a) estará a cargo de asesorar, apoyar y asistir al Encargado(a) de Convivencia y el Consejo Escolar (y/o al equipo encargado de gestionar la convivencia) en el Diagnóstico y Sensibilización de la Comunidad Educativa. Esta etapa incluye:

Sesión N°1: Presentación del Programa de Prevención de Violencia Escolar al Consejo Escolar Sesión N°2: Información y sensibilización del Consejo Escolar sobre la prevención de la violencia

escolar

Sesión N°3: Caracterización del establecimiento educacional y planificación de la aplicación de la

Encuesta sobre Convivencia Escolar para Alumnos

Sesión N°4: Análisis de resultados de la Encuesta sobre Convivencia Escolar para Alumnos Sesión N°5: Planificación del proceso de sensibilización de la Comunidad Educativa Sesión N°6: Análisis del proceso de sensibilización de la Comunidad Educativa

(28)

asesorar, apoyar y asistir al Encargado(a) de Convivencia y al Consejo Escolar (y/o al equipo encargado de gestionar la convivencia) en el diseño y ejecución del Plan de Acción. Esta etapa tiene como objetivo entregar y llevar a cabo estrategias para gestionar acciones de prevención e intervención dirigidas a todos los estudiantes del establecimiento escolar. Esta etapa incluye asesoramiento, apoyo y asistencia en las siguientes tareas:

Sesión N°1: Implementación de un Sistema de Registro de Derivación a Inspectoría

Sesión N°2: Revisión y actualización de las normas de convivencia del Reglamento Interno Sesiones N°3 y Nº4: Elaboración de una tabla de expectativas de comportamiento positivo Sesión N°5: Planificación del lanzamiento oficial del Programa

Sesión N°6: Planificación de la difusión de la tabla de expectativas

Sesión N°7: Planificación de un sistema de enseñanza de expectativas de comportamiento

positivo

Sesión N°8: Planificación de un sistema de reconocimiento a los estudiantes Sesiones N°9 y Nº10:

Capacitación y planificación de la Supervisión Activa de Áreas Comunes

Sesión N°11: Capacitación en métodos y técnicas de prevención situacional para la generación de

espacios educativos seguros

Sesión N°12: Metodología de prevención situacional: análisis espacial para identificar y priorizar

elementos o factores que generan problemas de seguridad en determinados lugares

Sesión N°13: Metodología de prevención situacional: cruce de variables para identificar lugares

con problemas de seguridad

Sesión N°14: Metodología de prevención situacional: propuestas y recomendaciones de

modificación para el establecimiento educacional

Sesión N°15: Promoción de las propuestas y recomendaciones de prevención situacional Sesiones N°16, N°17 y N°18: Planificación de estrategias de prevención selectiva

Sesiones N°19 y Nº20: Presentación y capacitación en el uso del Protocolo de Atención en casos

de violencia escolar

Sesiones N°21 y N°22: Selección y planificación de estrategias de prevención individual

Sesiones N°23 a N°30: Seguimiento del Plan de Acción para estrategias universales, selectivas e

individuales

Durante la tercera etapa de implementación del Programa, el coordinador(a) estará a cargo de asesorar, apoyar y asistir al Encargado(a) de Convivencia y al Consejo Escolar (y/o al equipo encargado de gestionar la convivencia) en la Evaluación de Resultados del Plan de Acción. Esta etapa tiene como objetivo organizar, diseñar e implementar acciones para analizar los resultados de la implementación del Plan de Acción sobre la base de la propia experiencia del establecimiento educacional. Esta etapa incluye asesoramiento, apoyo y acompañamiento en las siguientes tareas:

Sesión N°1: Planificación de aplicación de la Encuesta de Convivencia Escolar para Alumnos post

intervención

Sesión N°2: Análisis de resultados post intervención y evaluación del proceso de implementación

(29)

Sesión N°3: Evaluación del Programa Prevención de Violencia Escolar con diferentes miembros de

la Comunidad Educativa

Sesión N°4: Elaboración de una agenda futura en materia de prevención de la violencia escolar

A continuación se presenta visualmente el cronograma general del Programa, indicando la cantidad de sesiones por etapa y su duración aproximada, según lo recomendado por diversos expertos. El Programa está diseñado para ser implementado en un mínimo de dos años. La duración de las sesiones de trabajo corresponde a lo recomendado por diversos expertos. Sin embargo, considerando la realidad de las Comunidades Educativas, es posible adaptar este tiempo a lo que dispongan para tal efecto, sin que esto vaya en desmedro del cumplimiento de los objetivos de cada sesión y de la sistematicidad que requiere este tipo de programas.

(30)

Organización general de las sesiones de trabajo

El manual del PreVE usa el siguiente formato para apoyar la realización de las sesiones de trabajo (Ver Tabla N°2):

Tabla Nº2: Organización general de las sesiones

Sesión Nº de la sesión.

Nombre Nombre de la sesión.

Duración sugerida 90 a 120 minutos.

Objetivo Se plantea el fin que se pretende alcanzar a partir de las actividades planificadas en la sesión.

Materiales Se describen los recursos necesarios que se requieren para el desarrollo de las actividades, tales como material de trabajo y pautas, entre otros.

Recordar que para todas las sesiones de trabajo se debe contar con:

- Un lugar físico donde sesionar, tal como una sala de reuniones;

- sillas para cada asistente a las sesiones y, en la medida de lo posible, una mesa de gran tamaño;

- lápiz y papel para tomar notas; - copia(s) del Manual PreVE;

- copia(s) del documento Anexos PreVE; - copia de la Cartilla: Actas de Reuniones; y - pizarra o papelógrafo y tiza o plumón (opcional).

Actividades Se describen las acciones y estrategias a realizar para lograr los objetivos propuestos.

Cierre Se describen las acciones que se deben realizar al finalizar la sesión, incluyendo siempre la síntesis de contenidos trabajados, sugerencias y comentarios realizados por los asistentes y acuerdos tomados.

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