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DECLARACION Y MANDATO DE LA NACION INDIGENA WAYUU Y LAS COMUNIDADES NEGRAS DESPOJADAS DE SU TERRITORIO EN EL DEPARTAMENTO DE LA GUAJIRA

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1 DECLARACION Y MANDATO DE LA NACION INDIGENA WAYUU Y LAS COMUNIDADES NEGRAS

DESPOJADAS DE SU TERRITORIO EN EL DEPARTAMENTO DE LA GUAJIRA

DECLARACION POR LA DEFENSA DEL AKUA<IPA, DEL TERRITORIO SAGRADO DE LA GUAJIRA, Y EL NO ROTUNDO AL CONSENTIMIENTO DE LA DESVIACION DEL RIO RANCHERIA, EL MANANTIAL DE

CAÑAVERALES Y ACTUACION DE EMPRESAS MULTINACIONALES EN NUESTRO TERRITORIO. Los representantes de las organizaciones y autoridades del pueblo Wayuu de la Guajira reunidos en Riohacha el 22 de Julio de 2012, retomamos las decisiones tomadas por el pueblo Wayuu durante el proceso de construcción de nuestra visión sobre el derecho a la consulta y el consentimiento libre, previo e informado adelantado a finales del a año 2011 y principios del 20121 frente a la presencia de Megaproyectos que afectan nuestro territorio ancestral de la Guajira.

Las autoridades, líderes e integrantes tanto del pueblo Wayuu como de las comunidades negras declaramos que no estamos dispuestos a continuar bajo las condiciones de maltrato, desconocimiento de nuestros derechos, despojo y afectación a nuestra cultura, nuestra vida espiritual y nuestro territorio. Las actuaciones de empresas multinacionales mineras y explotadores de otros recursos naturales o impulsoras de megaproyectos han causado daños irreparables a nuestras vidas y a nuestro territorio sagrado de la Guajira en especial las empresas Cerrejón, MPX/CCX, Pacific Rubiales, Drummond, Chevron, Empresas Públicas Municipales de Medellín, PDVSA, entre otras.

Hoy, la pretensión de desviar el Rio Ranchería y el Manantial de Cañaverales demuestra el extremo al cual han llegado las pretensiones de arijünas que han desplazado, desterrado y despojado de los bienes naturales y de su cultura a la nación Wayuu y las comunidades negras que habitan también la Guajira demostrado su mala fe, acompañados en ello desafortunadamente por funcionarios de gobierno del grupo de consulta previa, de la direcciones de Etnias del Ministerio del Interior, del Ministerio de Ambiente y del Ministerio de Minas y Energía a todas luces a favor de las medidas de las empresas y en ningún momento como garantes de los derechos de los pueblos tal como lo ordena La Constitución Política, el Convenio 169 de la OIT y como lo ordena la Honorable Corte Constitucional en sus Sentencias como la 769 de 2009, los Autos 004 y 005 de 2009.

Anotamos en esta declaración del pueblo Wayuu y las comunidades negras de la Guajira que han sido despojados de su territorio por las empresas mineras que se tomen en cuenta las siguientes consideraciones y mandato:

Consideraciones y fundamento de esta declaración y su mandato: Del Pueblo y la Nación Wayuu.

 El pueblo Wayuu es uno solo, está unido por su historia, por su territorio, por el Akua<ipa, tenemos una estructura social y cultural basada en el Eirruku, -que algunos llaman claniles-, tenemos a partir de allí nuestras distintas autoridades, nuestros tíos, nuestras Outsu y nuestros

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Proceso adelantado con acompañamiento de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos –OACNUDH- y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo – PNUD-.

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2 palabreros – Putchipui- y aun cuando por la historia de poblamientos y fraccionamientos hoy existen distintas formas de organización, algunas de ellas impuestas y otras adoptadas por las propias comunidades, debemos dejar claro que somos UN SOLO PUEBLO, la nación Wayuu, sobre el cual se formaron los Estados político–administrativos de Colombia y Venezuela. Para nosotros no existe la frontera ni las divisiones georegionales impuestas tales como la falsa división de “la alta, media y baja Guajira”.

 Las expresiones organizativas no nos dividen; solo son expresiones de un solo pueblo y una sola nación Wayuu.

 El Akua>ipa del pueblo Wayuu viene de nuestro mundo material y espiritual como pueblo, de nuestros ancestros, de nuestra memoria, de nuestras legitimas autoridades, de nuestro territorio, y de nuestros animales. Sin embargo, en este momento hay un desequilibrio a causa de fuerzas externas que han presionado la vida y nuestro territorio como pueblo Wayuu y eso se tiene que resolver de manera inmediata. Por ello, el tema fundamental es la violación de nuestro derecho al territorio y a la autonomía de la nación Wayuu, lo que trae como consecuencia la negación de los derechos humanos y derechos fundamentales de la nación Wayuu.

 El territorio de la nación Wayuu es un todo: es el ámbito de vida, de lo que hay debajo del suelo como el agua, de lo que hay en el suelo como las plantas y los alimentos, de lo que hay en el aire como nuestras aves y nuestros pensamientos, de lo que hay en el cielo como las estrellas, el sol y el luna. El territorio no es solo tierra y no solo la parte superficial; es un todo que va desde Puerto Estrella y Nazareth hasta Palomino, es decir toda la Guajira es el territorio sagrado del pueblo y la nación Wayuu.

 Este territorio es nuestro y la Guajira es nuestra. Todo el departamento de la Guajira, desde Nazareth hasta Palomino - y hoy a excepción de las cabeceras municipales- la Guajira toda es nuestro territorio que ha sido fraccionado, aun desde cuando se creó el resguardo en el año 1984 y desde entonces hemos sido divididos en figuras de tenencia o en asentamientos no reconocidos que han sido absorbidos por las zonas urbanas. Existen zonas que nos fueron expropiadas hace mas de 30 años y que han limitado el gran territorio Wayuu, especialmente al sur de la Guajira, despojándonos como cultura, fraccionándonos como pueblo.

 Somos autoridad en nuestro territorio y tenemos nuestra propia Ley desde nuestro Akua<ipa, por tanto ejercemos gobierno y autonomía en nuestro territorio. Estamos en capacidad de decidir lo que queremos en materia de desarrollo desde nuestra propia visión y estamos en capacidad de decidir sobre el futuro de nuestro territorio; es decir, del futuro de la Guajira, no son las empresas extranjeras, no son las multinacionales, no son los arijüna cualquiera que sea su procedencia o su rango, no son ellos los que deciden nuestro futuro. Somos nosotros, somos el pueblo, la nación Wayuu, quienes decidimos sobre nuestro futuro.

 Nosotros, el pueblo, la Nación Wayuu somos también el Estado, lo encarnamos, somos parte de él, tenemos derecho a decidir en nuestra autonomía y a decidir sobre las decisiones que otros toman y que nos afectan. Tenemos derecho a decidir desde nuestra visión y nuestras prácticas culturales. Por eso partimos del derecho fundamental que tenemos al consentimiento, sea este positivo o negativo frente a megaproyectos, medidas de gobierno, leyes y a la participación en la consulta, siempre y cuando así lo decidamos, así como a realizar una consulta desde nuestras propias formas, tiempos y dinámicas internas, propias en la toma de decisiones.

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3  Nuestros ríos, nuestros sitios sagrados y nuestro territorio no están en venta, por tanto no pueden ser objeto de consulta. No nos sentaremos con multinacionales, no aceptamos que el gobierno a través de sus instituciones nos chantajeen, nos impongan en nombre del desarrollo la muerte y el despojo de nuestro territorio, la muerte de nuestros animales, de nuestros pensamientos, de nuestra cultura.

 La libre movilidad del pueblo Wayuu en toda la Guajira y entre Colombia y Venezuela es parte sustancial de nuestra cultura y de nuestra identidad y hoy esa movilidad está cortada por las megaobras, puertos, oleoductos, ferrocarriles de las multinacionales. En consecuencia, el pueblo wayuu está acorralado, confinado y fraccionado por los gobiernos, los Estados y las empresas, en contra del bienestar del pueblo y la nación Wayuu.

 El sistema alimenticio del pueblo Wayuu depende de la conservación de nuestro territorio y su hábitat natural, así como de nuestra cultura. Nuestra soberanía alimentaria está en riesgo por la invasión y la contaminación de nuestro territorio. Esta se ha convertido en otra forma de despojo y negación del derecho a la vida, incluidos nuestros animales, nuestras plantas y plantas medicinales, nuestros ríos, el mar, el aire y el desierto.

 El agua es un elemento vital y determinante para el presente y futuro de la vida del pueblo Wayuu. Son los espíritus quienes nos guían en su ubicación. El agua es la base de la vida, de la conservación y la calidad de nuestro territorio, del bienestar de nuestras comunidades. El agua hace parte de la integralidad del territorio Wayuu y hoy, la contaminación, la desviación de nuestros ríos, la utilización del agua por parte de las multinacionales para la explotación del territorio, son otra forma de despojo y violación del derecho a la vida del pueblo Wayuu.

 Reconocemos como otro grupo étnico -como otro pueblo con derechos y libertades- a las comunidades negras que han habitado tradicionalmente la Guajira y que han sido saqueadas, despojadas de sus territorios y nos declaramos en solidaridad con su lucha que es también nuestra lucha. En particular, reconocemos la lucha por la reparación a los daños sufridos por las comunidades negras de Tabaco, Roche, Patilla, Chancleta, Manantial, Tamaquito, Saraita, El Descanso, las Casitas y Oreganal, de la misma manera en que fueron desplazadas por Cerrejón y las empresas mineras las comunidades indígenas de Palmarito, Nuevo Espinal, Cabezaeperro, ranchería Jamichera (hoy Agua Luna) y El Espinal.

Las comunidades negras despojadas de su territorio y que han habitado tradicionalmente la Guajira.  Hemos habitado este territorio desde la esclavización y las grandes haciendas. Construimos

nuestros asentamientos en sitios determinados de la Guajira compartiendo el gran territorio con el pueblo y la nación Wayuu y nos ubicamos en asentamientos como Tabaco, Roche, Patilla, Chancleta, Manantial, Tamaquito, Saraita, El Descanso, las Casitas y Oreganal; allí construimos nuestra vida y tuvimos nuestro ganado, nuestros cultivos y nuestro bienestar. Hoy estas comunidades fueron destruidas, fuimos obligados a vender y solo algunas familias fueron reubicados en campamentos, en viviendas sin tierra para cultivar sin espacio para tener y criar nuestro ganado.

 Somos también un pueblo y tenemos derecho a nuestra cultura, al territorio y a ser reconocidos como un grupo étnico con derechos especiales. Nosotros estamos en condiciones de desventaja

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4 aun mayor que los hermanos indígenas, por cuanto a nosotros ni siquiera nos reconocen como comunidad negra; no nos escuchan y menos nos reconocen nuestros derechos y libertades. Por tanto, a través de esta declaración del pueblo Wayuu y de las comunidades negras que también habitan en el departamento de la Guajira denunciamos: en primer lugar, la actuación de las empresas, las multinacionales y sus operadores; en segundo lugar, demandamos del gobierno nacional, local y del Estado colombiano la protección de nuestros derechos fundamentales, en especial el derecho al territorio, la lengua, usos y costumbres-cultura, a nuestra autonomía, el derecho a una opción propia de desarrollo, a la ley y al mandato propio del pueblo Wayuu a su autonomía y en especial al derecho de seguir siendo un pueblo. En resumen, el derecho a vivir libremente nuestro Akua<ipa. Reclamamos ante todo el derecho al consentimiento libre previo e informado, a la consulta previa -como insumo del anterior- cuando esta tenga lugar.

En consideración a todo lo anterior el pueblo, la nación Wayuu y las comunidades negras afectadas establecen la siguiente declaración y el siguiente mandato:

Declaración del Pueblo Wayuu y las comunidades negras que han sido despojadas de sus territorios en la Guajira

 Declarar al gerente y a la empresa Cerrejón personas no gratas por la falta de respeto y el tratamiento que le han dado al pueblo Wayuu en 30 años de invasión, de saqueo, y por la pretensión de esta empresa de desviar al rio Ranchería.

 Demandamos del gobierno nacional la no ampliación del convenio con la empresa Cerrejón y la anulación del contrato de renovación para la explotación del carbón de la Guajira.

 Demandamos a la empresa y al gobierno por los daños causados al pueblo Wayuu, por la destrucción y reducción del territorio, de los animales, las aves, los peces y las plantas especialmente las medicinales y la transformación negativa de la cultura.

 Exigimos que el Estado nos facilite los medios para adelantar nuestra caracterización de uso y tenencia de nuestro territorio como nación Wayuu.

 Exigimos que la prioridad en el uso y el manejo del agua sea reconocida a los pueblos Wayuu y comunidades negras.

 Declaramos que la desviación del rio Ranchería no es negociable por cuanto el río es sagrado para el pueblo y la nación Wayuu. Por tanto, no da lugar a la realización de una consulta previa para este caso en particular.

 Exigimos a la empresa del Cerrejón la reparación social, ambiental y cultural a las comunidades indígenas de Palmarito, Nuevo Espinal, Cabezaeperro, ranchería Jamichera (hoy Agua Luna), El Espinal y las comunidades negras de Tabaco, Roche, Patilla, Chancleta, Manantial, Tamaquito, Las Casitas, Saraita, El Descanso y Oreganal.

 Consideramos como principal gestor y responsable de los graves daños a los pueblos indígenas Wayuu y a las comunidades negras de la Guajira al Estado y al gobierno colombiano, a través de las administraciones municipales, departamentales, el Ministerio del Interior, el Ministerio de Ambiente y el Ministerio de Minas y Energía.

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5  Declaramos que la medicina tradicional y la relación de nuestro Outsu – visionaria tradicional-, con nuestra madre tierra – wounmaikat – se han visto afectados en todos sus aspectos, debido al despojo que ha provocado una ruptura en esta relación.

 Rechazamos la apropiación por parte de las empresas de nuestra lengua Wayuunaiki y los símbolos culturales propios de la nación Wayuu con fines propagandísticos que van en contra de los intereses y derechos del pueblo Wayuu, ya que estas prácticas han logrado confundir al pueblo y al país, buscando legitimar su presencia y actuación. Por ejemplo, el proyecto de expansión de la explotación carbonífera, que incluye el desvío del rio Ranchería, ha tomado paradójicamente un nombre en lengua Wayuunaiki - Iwouyaa - que significa “llegada de la primavera”. Sin embargo, este término significa realmente la muerte del rio Ranchería y todos los animales, peces, aves, plantas y plantas medicinales, y la muerte del territorio para el pueblo Wayuu. Nosotros, la nación Wayuu, consideramos esta práctica como una ofensa.

 Declaramos que la política minera del gobierno colombiano no garantiza los derechos y el desarrollo propio de los pueblos indígenas y las comunidades negras de la Guajira.

 La infraestructura de las empresas, y en especial sus líneas férreas y carreteras, fraccionan el territorio y dividen la nación Wayuu. El manejo que le da la empresa a estas infraestructuras va en contra de nuestra libre movilidad en nuestro territorio y atenta contra la salud y la vida de las comunidades.

 Los únicos beneficiarios de los megaproyectos, como los del Cerrejón, MPX-CCX, Pacific Rubiales, Chevron, y Drummond, son las mismas empresas y los funcionarios corruptos que las apoyan. El pueblo Wayuu es víctima y damnificado de las actuaciones de estas empresas, ya que han traído miseria y contaminación al territorio y al pueblo Wayuu.

 Declaramos que la actuación de los funcionarios del Ministerio del Interior por medio del Grupo de Consulta Previa y la Dirección de Etnias, como de los Ministerios de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, han estado a favor de las empresas y en contra de los derechos del pueblo Wayuu. Por tanto, la actuación de los Ministerios no garantizan los derechos del pueblo Wayuu y las comunidades negras de la Guajira.

Por tanto, el pueblo Wayuu y las comunidades negras determinan el siguiente mandato

 El río Ranchería es parte de nuestro territorio sagrado y es vital para la vida del pueblo Wayuu. Por tanto, no admitimos su desviación ni la de sus afluentes como el Manantial de Cañaverales. Estos no son objetos de consulta. La desviación del río y la intervención del Manantial no son admitidas bajo ninguna circunstancia.

 Suspensión inmediata de la mal llamada consulta previa que se adelanta en favor de la desviación del rio Ranchería en las comunidades de los municipios de San Juan del Cesar, Fonseca, Barrancas, Distracción, Hato Nuevo, Albania, Dibulla, Manaure y Riohacha.

 No más explotación minera en el territorio ancestral Wayuu de toda la Guajira.

 Cancelación de los contratos de explotación de carbón, petróleo y otros minerales en nuestro territorio.

 No más autorizaciones de licencias ni permisos de exploración o explotación de minerales en nuestro territorio, incluyendo la plataforma marina de la península.

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6  Que se detengan las llamadas consultas previas que se adelantan actualmente las empresas y el

gobierno nacional en todo nuestro territorio.

 No se permite la construcción de una línea férrea más que divida nuestro territorio.  No se admite la presencia de empresas multinacionales en nuestro territorio.  No admitimos la presencia de grupos armados ilegales en nuestro territorio.

 Se exige el reconocimiento efectivo e inmediato del derecho al territorio y a la autonomía del pueblo Wayuu y de las comunidades negras como sujetos colectivos de derechos especiales por parte de las instituciones de gobierno del orden nacional, regional y municipal.

 Se exige la reparación y reconocimiento de derechos a la comunidad negra de la Guajira que ha sido despojada de su territorio.

Esta declaración y su mandato rigen a partir de la fecha, Julio 24 de 2012 y lo hacemos publico en el marco del Foro Regional de la Guajira para la definición de una política pública de derechos humanos y Derecho internacional humanitario. Para efectos de lo anterior firmamos por las organizaciones y autoridades legítimas de la nación Wayuu los siguientes.

EEJIRRAWAA JAUU WOUMAINKAT

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