A modo de Ideario
1Toda Institución Educativa debe tener, desde su inicio, ideas claras que la identifiquen, que justifiquen su razón de ser y estar en la comunidad. Al decir esto estamos refiriéndonos a un determinado tipo de cultura institucional que excede lo netamente pedagógico.
Es sabido que la escuela ha cumplido históricamente, con el mandato social de ser transmisora de cultura2
de las generaciones mayores a las generaciones menores. En la actualidad, además, se sabe que para poder cumplir con ese rol en forma eficiente cada institución debe hacer un diagnóstico fuerte y concreto de la comunidad en la cual está inserta a fin de poder trabajar de forma interrelacionada con su medio y poder brindar a cada integrante3 el máximo desarrollo de sus potencialidades.
Decimos, además, que una identidad institucional saludable requiere de una actitud coherente y flexible, capaz de tolerar la ruptura de estructuras establecidas, de identidades previas. Ruptura que deberá permitir una nueva construcción superadora que respete y recree los rasgos distintivos saludables que caracterizan su identidad anterior.
Entendemos pues que el conjunto de ideas que informan acerca de nuestra identidad no pueden ser estáticas ni aisladas del entorno social ni de los cambios propios que marcan cada tiempo histórico. Esto sin detrimento de reconocer que como institución católica deberemos direccionarnos hacia fines trascendentes, a pesar de las contingencias que surgen dentro de nuestra realidad social actual.
Es importante pues plantearnos ¿qué espera la sociedad de la escuela y qué espera la escuela de la
sociedad?
Como católicos hablamos del bien común, del valor de la justicia, pretendemos entonces, a partir de la educación, construir una sociedad más justa, una buena sociedad en un sentido completo. Al respecto deberíamos reflexionar que al hablar de justicia no lo asociamos a igualdad, sino más bien a equidad, esto es apuntar a la acción de aceptar a cada hombre y mujer como es, permitiendo el desarrollo de todas sus potencialidadesen lo individual, pero sin descuidar a los menos favorecidos.
La función esencial de la educación es humanizar, ayudar al hombre a ser plenamente humano.
Humanizar y personalizar al hombre orientándolo hacia lo trascendente, su fin último. “La educación será más humanizadora en la medida en que más se abra a la trascendencia, es decir, a la Verdad y al Sumo Bien”.4
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Según el Diccionario de la Real Academia Española “Repertorio de las principales ideas de un autor, de una escuela o de una
colectividad.
2 Para comprender este concepto dentro del presente ideario consideramos oportuna una cita de Hall en EL LENGUAJE
SILENCIOSO, quien se refiere a cultura como el comportamiento aprendido y compartido y al aprendizaje como actividad básica de la vida, marcando una importante relación en tal sentido, afirmando al respecto que “la gente criada en diferentes culturas
aprende a aprender en forma distinta... El hecho es que, una vez que la gente ha aprendido a aprender de un modo, le es
extremadamente difícil aprender de otra forma”. Esto debe llevarnos a entender que educarse para la sociedad en que se vive no es cerrarse aprender de una determinada manera, sino que los educadores deben tomar ideas de sistemas distintos al propio a fin de formularse nuevos interrogantes, aprendiendo a aprender como proceso, sólo así podremos decir que estamos educando para alcanzar según se verá más adelante, jóvenes con creatividad, juicio crítico, generadores de cambio, transformadores, etc.
3 Se hace referencia a todos los actores integrantes de la comunidad: Asesor Espiritual, Representantes Legales, Directivos,
alumnos, docentes, padres, personal de maestranza, integrantes de la Parroquia Nuestra. Sra. de Lourdes, etc.
Esta idea, coherente con nuestra filosofía educativa, que parte del concepto cristiano del hombre, con sus facultades espirituales y corporales, colocado en el orden de la gracia, como ser individual, digno de respeto, ya que es imagen de Dios, su Creador. El hombre, como autor de cultura con lo que responde a la vocación de Dios que le pide perfeccionar toda la creación5.
Visión del hombre
Como ser social. Creador de la sociedad y transformador del mundo, actuando con libertad para su
propio desarrollo y en actitud de amor y de servicio para con la comunidad.
Personal, inteligente, moral, libre, religioso.
Conocedor de que sólo en Cristo se revela la verdadera grandeza del hombre como tal.
Atento a la realidad, evitando que el “tener” ahogue el “ser”.
Procurador del “bien común”
Características de la Educación Cristiana
PERSONALIZANTE: Conduciendo al educando a la interiorización de los principios, convirtiendo
éstos, a su vez, en experiencias vitales en su formación.
PERMANENTE: Es decir, abarcando todas las etapas de la vida, en un proceso para alcanzar la madures afectiva..
DIRIGIDA: Se entiende que es el maestro quien guía, orienta, enseña, pero no a modo de muestro
sino buscando la reflexionando y estimulando el desarrollo del juicio crítico.
PROGRESIVA: Hablamos de una educación gradual, partiendo la familia a cuya acción han de
sumarse la escuela, la parroquia, lo grupos y movimientos juveniles; buscando integración y consenso.
LIBERADORA: Tratando de buscar que cada sujeto busque su propio desarrollo, haciéndolo
ascender en sus condiciones de vida. Esto es, convertir a cada niño, joven o adulto en autor de su propia promoción humana y cristiana transformándolo en agente de desarrollo y liberación de la comunidad.
CREADORA: A fin de poder participar de una sociedad que profundice la dignidad humana
favoreciendo la autodeterminación y el sentido comunitario.
ABIERTA AL DIÁLOGO: Para el enriquecimiento en valores, la mutua aceptación y la adaptación a
nuevas situaciones y culturas.
FUNCIÓN CRÍTICA: Regenerando pautas culturales y normas de interacción social para la creación
de una sociedad más participativa y fraterna. Esto es educar para la justicia y la paz.
DEMOCRÁTICA: De modo tal de permitir el acceso a todos los sectores en la búsqueda de equidad,
entendiendo por tal “dar más a quines menos tienen”.
EVANGELIZADORA: A través de una verdadera humanización del hombre, con principios en Cristo
a fin de que sea capaz, a través de esta formación, de preparase para recibir la “Buena Noticia”.
INTEGRAL: Extendida a toda clase de deberes, fomentando la conciencia cristiana en todos los actos, sean éstos de contenido económico o social.
La Educación hoy, nuestro desafío como comunidad agregar sobre nueva escuela y tecnologías ampliación del tiempo escolar
Participar del gran desafío de no ser escépticos, es por ello que ponemos nuestro esfuerzo Perfil del Directivo
5 Génesis
Ser líder
Saber conducir con respeto, sin abusar de la autoridad, sin presionar.
Buscar consenso.
Poseer capacidad de gestión.
Ser profesional: Poseer capacidad técnica y pedagógica para la conducción de equipos de trabajo dispuestos a producir y generar los cambios que la educación requiere dentro de una sociedad cada vez más exigente.
Perfil del Docente
Ser respetuosos
Poseer espíritu crítico
Tener interés por el conocimiento, buscando la capacitación permanente y asegure el más alto nievl
académico
Valorar las propias posibilidades
Tener responsabilidad
Trabajar con alegría
Saber trabajar en equipo
Poseer opinión propia
Ser solidarios
Manifestar sentimientos patrios.
Trasmitir la buena noticia, siendo como, verdades cristianos.
Ser pacientes
Ser reflexivos.
Ser perseverantes
Perfil del Alumno
Ser respetuosos
Poseer espíritu crítico
Tener interés por el conocimiento
Valorar las propias posibilidades
Tener responsabilidad
Saber trabajar en equipo
Poseer opinión propia
Ser solidarios
Manifestar sentimientos patrios.
Trasmitir la buena noticia, siendo como, verdades cristianos.
Normas de Convivencia Generales Participación de la Comunidad
Consejo Consultivo
Equipo Pastoral Departamento de Catequesis Movimientos Juveniles
Departamentos Areales
Centro de Estudiantes
Centro de Ex alumnos
