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Terapia Con Flores de Bach

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Terapia

con

Flores de Bach

Teoría y práctica

Un método holístico de curación

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La causa de las enfermedades tiene su origen en nuestra alma. Conceptos emocionales y de conducta, desconocidos o no aceptados, se manifiestan primero como conflictos emocionales y después como enfermedades corporales.

A este conocimiento llegó el Dr. Edward Bach después de largos años de estudios, que lo condujeron al descubrimiento de la terapia con flores. Mechthild Scheffer ha continuado este trabajo en forma consecuente. Este libro presenta por primera vez una interpretación realmente amplia de las 38 Flores de Bach, desde el punto de vista espiritual, psicológico y médico, como también listas adicionales de síntomas para facilitar la diagnosis.

¡Ampliación de la consciencia en vez de psicofármacos!

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Comentario preliminar importante

Este libro apareció en 1981, por incitación y deseo de pacientes y colegas, por saber más acerca de este método sutil para la autoarmonización de la personalidad humana, todavía relativamente desconocido en Alemania.

Sirve para el estudio del método, que según el deseo de su descubridor, el médico inglés Dr. Edward Bach, debe estar abierto tanto para aquellos que ejercen una profesión relacionada con la salud, como también para las personas comunes sin estudios de medicina.

La descripción de las 38 flores sirve para ayudar a las personas que toman una determinada flor, a una comprensión más profunda del concepto respectivo que sirve de base y con eso apoyar su proceso de autoconfrontación.

Una indicación importante para todos los lectores de este libro, que no son médicos u homeópatas:

El sistema de las 38 flores sirve para darle a la personalidad la oportunidad de conseguir dominar ella misma estados de ánimo negativos transitorios, que son humanos en general, como por ejemplo, inseguridad, celos, timidez, entre otros, cuya causa es la debilidad de carácter. El objetivo es la depuración emocional, el autoconocimiento, el desarrollo armónico, y con eso una mayor estabilidad de la personalidad. A eso lo sigue entonces indirectamente una mayor resistencia frente a disturbios emocionales y en caso dado, psicosomáticos. Por eso sería erróneo considerar y relacionar directamente el efecto de las 38 Flores de Bach con síntomas de enfermedades corporales. Por eso, los concentrados de Flores de Bach también pueden servir para la prevención contra enfermedades corporales y para apoyar un tratamiento profesional, pero no para reemplazarlo. Por esa razón, cuando en este libro se habla de diagnosis, paciente, terapia, o sanación, no hay que interpretarlo en el sentido de la medicina convencional.

Para esta edición, el libro se pudo complementar en puntos importantes y especialmente precisar en las listas de síntomas, a causa de la experiencia de muchos cientos de amigos de las Flores de Bach.

Los concentrados de Flores de Bach se coleccionan todavía en la actualidad en lugares en plena naturaleza, determinados por el Dr. Bach. El sistema de las 38 flores abarca, según declaración del Dr. Bach, todos los estados emocionales negativos esenciales del carácter humano y representa en sí un sistema completo, que ha dado pruebas de su efectividad durante 50 años. Por eso, el Centro Bach de Inglaterra se distancia categóricamente de las llamadas “complementaciones” o “progresiones” del sistema Bach, de las copias de las esencias originales o de la apelación a los métodos del Dr. Bach o al mismo Centro Bach. Hamburgo, 3 de Abril de 1986

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Primer Capítulo

Las Flores de Bach – Un método holístico

de autosanación

“La enfermedad no es ni crueldad ni castigo, sino únicamente un correctivo; una herramienta de la cual se sirve nuestra propia alma, para indicarnos nuestras fallas, para retenernos de errores mayores, para impedirnos ocasionar más daños y para traernos de vuelta al camino de la verdad y de la luz, del cual jamás habríamos debido desviarnos”. Edward Bach

La eterna actualidad de esta frase, escrita por el médico inglés Dr. Edward Bach hace más de 50 años, encuentra hoy en señales de “Medicina humanística”, “Psicosomática” y “Sanación holística”, más y más corazones y oídos abiertos. El interés en los concentrados de Flores de Bach ha crecido de hecho en los últimos años rápidamente en el plano internacional, tal como Bach lo había predicho.

La percepción holísticade salud, enfermedad y curación, parte de la base de la completa unidad de todo lo que es vida y de la absoluta singularidad de todos los sistemas allí existentes. Cada uno de nosotros se encuentra en un camino de vida único, irrepetible en esta forma, y nuestro estado de salud es un indicador para saber en que punto de este viaje nos encontramos momentáneamente.

Cada síntoma de enfermedad, sea corporal, emocional o mental, nos entrega un mensaje específico, para reconocerlo, aceptarlo y utilizarlo para nuestro viaje de vida. Cada suceso auténtico de sanación es una afirmación de nuestra integridad, una confirmación de nuestra sanidad o santidad.

Desde este punto de vista, el sistema de las Flores de Bach se puede designar como “Sanación por medio de rearmonización de la consciencia”. Nos lleva nuevamente a un contacto armónico con nuestra totalidad, con nuestra verdadera fuente de energía, en los puntos de conexión de nuestra personalidad, en los que la energía vital circula por el camino equivocado o está bloqueada.

“Heal Thyself”, “Sánate tú mismo”, es la declaración esencial de la filosofía de Edward Bach. Ya que al final somos nosotros mismos, el “principio universal de sanación” o la “fuerza curativa divina” en nosotros, la que permite y hace posible la sanación. Bach tenía la idea de que en días no demasiado lejanos, sus concentrados de flores no sólo serían utilizados en los consultorios de médicos y homeópatas, sino también en cada casa.

En ese sentido, las Flores de Bach, junto a la participación en el tratamiento profesional de disturbios psicosomáticos, le sirven para la higiene emocional, cada vez a más personas que trabajan conscientemente en su crecimiento emocional y en su desarrollo espiritual. El sistema de las Flores de Bach no se deja categorizar con facilidad hasta ahora. A causa de la sutileza de su forma de actuar, se le podría considerar probablemente como pariente esencial de la homeopatía clásica de Hahnemann, como también de algunos procedimientos

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antroposóficos y espagíricos, ya que no actúa por la difícil vía indirecta sobre el cuerpo físico, sino en planos energéticos de vibración más finos, directamente sobre el sistema energético que es la persona.

El mismo Edward Bach, antes que desarrollara su sistema de flores, se destacó como un exitoso bacteriólogo y homeópata. Se sintió conectado espiritualmente con Hipócrates, Paracelso y Samuel Hahnemann, entre otros (1). Con ellos compartía la opinión: ¡No existen las enfermedades, sino solamente personas enfermas!

Pero a él y a su trabajo se les vería en forma muy limitada si se le denominara solamente como el “Hahnemann de nuestra época”, tal como a sus colegas contemporáneos.

Lo que indujo en 1930 a aquel hombre de 43 años a dejar su lucrativo consultorio en la famosa calle londinense de los médicos, Harleystreet, y a dedicar los últimos seis años de su vida a la búsqueda de un “método de curación natural más sencillo”, con el que “no se necesite destruir ni cambiar nada”, es nuevo y en aspectos importantes sobrepasa las ideas y las intenciones de Hahnemann.

Lo que hace al sistema de Flores de Bach nuevo y diferente, frente a los sutiles métodos occidentales existentes hasta ahora, se puede resumir en tres puntos:

1º La percepción de Edward Bach de salud y enfermedad, es decir, la base espiritual de su terapia, tiene sus raíces en un marco superior de referencia, que sobrepasa los límites de la personalidad humana individual. Eso lo condujo a una nueva forma de “diagnosis”, que ya

no se orienta en los síntomas corporales, sino exclusivamente en estados emocionales inarmónicos o en conceptos emocionales negativos, parecidos pero más amplios que los “síntomas anímicos” homeopáticos.

2º Para la actualidad, también es nuevo y diferente el método simple y natural, por medio del cual Bach liberó la energía de las flores de su forma material y las unió a la substancia portadora. Eso lleva de manera directa, es decir, no a través del principio de semejanza, a un efecto armonizador de sus concentrados de flores, con los que no existe ninguna sobredosificación, ningún efecto secundario y ninguna incompatibilidad con otras formas de terapia.

3º Esta forma “inofensiva” de actuar, hace accesibles las bendiciones del sistema de Bach a un número mucho mayor de personas, para la prevención y la autosanación, que lo que hasta ahora era posible con métodos sutiles. Como los estados descritos por Bach consisten en las consecuencias de las debilidades de carácter humanas en general, pero no en síntomas de enfermedades emocionales, no se necesita ningún estudio de medicina o de psicología para poder actuar exitosamente con las Flores de Bach. Mucho más importante es una madurez humana, apareada con un buen entendimiento, una capacidad de pensamiento y de comprensión, y sobre todo una sensibilidad natural y un sentimiento sano hacia el prójimo.

(1) A los adeptos a la homeopatía les interesará saber que Edward Bach ya había esbozado su filosofía fundamental, cuando entro en contacto con los escritos de Samuel Hahnemann en 1922.

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Segundo Capítulo

Cómo pueden actuar las flores de Bach

Una explicación científica completamente satisfactoria de la forma de actuar no existe todavía en este momento. Hipótesis de las áreas de la química molecular, de la informática, de la cibernética, de la psiconeuroinmunología, ya existen para diferentes métodos sutiles. Esas hipótesis también podrían ser aplicables al sistema Bach. Con el rápido desarrollo del conocimiento en esas áreas, puede ser sólo asunto de tiempo, para que los cambios producidos por medio de métodos sutiles también se puedan medir y presentar con métodos científicos.

Edward Bach comunicó con pocas palabras todo lo que consideró importante en relación con su sistema de flores, en sus obras “Heal Thyself” y “The Twelve Healers and Other Remedies”. Quien vive en su mundo espiritual, actualmente no necesita nada más que esos escritos. Y aquel que se ocupa con el sistema de Flores de Bach, debería leer “Sánate tú mismo” y tenerlo para volver a leerlo cuando lo estime necesario.

Sin embargo, se ha demostrado que en la actualidad no cualquiera puede comprender y aceptar así nomás la sencillez y la grandeza de las ideas de Edward Bach, que fueron escritas con las palabras de otra generación. Por eso, en las páginas siguientes se presentan y se exponen sus ideas y la forma de actuar de los concentrados de flores, en referencias en parte más modernas.

Como complemento, continúa una interpretación del efecto, desde el punto de vista psicodinámico, como por el momento es utilizado de buena gana como demostración, por terapeutas orientados psicológicamente. Y finalmente, para los interesados, hay otras indicaciones complementarias sacadas de la experiencia de una sanadora esotérica.

A. LA INTERPRETACIÓN DE EDWARD BACH

En 1934, Bach escribió lo siguiente acerca del efecto de sus esencias de flores:

“Determinadas flores, arbustos y árboles silvestres de orden superior, tienen, a través de su alta vibración, la fuerza para elevar nuestras vibraciones humanas y para abrir nuestros canales para los mensajes de nuestro ser espiritual; para inundar nuestra personalidad con las virtudes que necesitamos y a través de eso corregir las fallas de carácter que ocasionan nuestros padecimientos. Tal como la música hermosa u otras cosas maravillosas que sirven para inspirar, éstas están en condiciones de elevar toda nuestra personalidad y de acercarnos a nuestra alma. Con eso nos regalan paz y nos desconectan de nuestros sufrimientos. Ellas no sanan atacando la enfermedad directamente, sino haciendo fluir por nuestro cuerpo las hermosas vibraciones de nuestro Yo superior, en cuya presencia la enfermedad se disuelve, tal como la nieve se derrite al sol. No existe una curación auténtica sin un cambio de actitud en la vida, sin paz del alma y sin sensación interior de felicidad”.

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Por muy poco probables que estas ideas les pudieran parecer a algunas personas, son muy convincentes si se comprenden y se aceptan las condiciones previas de las que parte Bach, parecido a como también lo hicieran sus grandes parientes espirituales, Hipócrates, Hahnemann y Paracelso.

1. Creación y destino

º La vida humana y el ser humano en este planeta son una parte de una idea mayor de

creación. Nosotros vivimos en un marco mayor de referencia, en una unidad más amplia,

algo así como una célula en un cuerpo humano.

º Cada persona es de dos clases: un individuo inconfundible, y por medio de esas características individuales al mismo tiempo también una parte esencial de la amplia unidad, del todo más grande.

º Porque en la creación todo es una unidad, cada uno de nosotros también está unido con todo, y justamente por medio de una poderosa vibración energética común superior, que es designada con muchos tipos de nombres, como por ejemplo, “Fuerza creadora”, “Principio vital universal”, “Principio cósmico”, “Amor en el sentido de una razón superior” o simplemente “Dios”.

º El desarrollo de cada persona obedece, como todo en este universo, desde la escarcha en forma de flor en la ventana hasta el desarrollo y desaparición de sistemas completos de planetas, a un principio programado de acción, a una regularidad interior. Cada persona tiene su matriz con determinados potenciales de energía, su misión, su tarea, su destino, o como se le quiera llamar.

º Cada persona tiene, como parte de la idea mayor de creación, un alma inmortal; lo que es ella realmente; y una personalidad perecedera; lo que la representa aquí en la Tierra. Estrechamente conectado con el alma está el Yo superior, que actúa como intermediario, por así decirlo, entre el alma y la personalidad.

º El alma conoce la respectiva misión de la persona y tiene la urgencia de expresar esa misión con ayuda del Yo superior por medio de la personalidad de carne y hueso y de convertirla en realidad concreta. La personalidad no conoce esa misión al principio. º Pero los potenciales que nuestra alma quiere realizar por medio de la personalidad no son

de naturaleza concreta. Son cualidades ideales más superiores, que Edward Bach llama “las virtudes de nuestra naturaleza superior”. A éstas pertenecen, por ejemplo, la apacibilidad, la fortaleza, el coraje, la constancia, la sabiduría, la alegría, la determinación. Grandes poetas de todas las épocas se han referido a éstas como características nobles. También se podría designar a estas cualidades como conceptos emocionales arquetípicos ideales de la humanidad, cuya realización constituye nuestra verdadera sensación de felicidad en el sentido de una totalidad mayor.

º Si no llegan a realizarse, tarde o temprano se llega a una sensación opuesta: a la infelicidad. Las virtudes no realizadas se muestran entonces solamente por su lado de

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sombra, como “defectos”, por ejemplo, como orgullo, crueldad, odio, amor propio, ignorancia, avaricia. Esas fallas, así dice no solamente Edward Bach, son las verdaderas causas de las enfermedades.

º Cada persona tiene el deseo inconsciente de vivir en armonía, ya que la naturaleza, considerada como un gran campo energético, está siempre empeñada en producir el estado energético más eficiente.

2. Salud y enfermedad

Salud: Si la personalidad pudiera actuar y actuara completamente en concordancia con su alma, que a su vez es parte de la unidad mayor, la persona viviría en perfecta armonía. La divina energía creadora universal podría manifestarse en la personalidad a través del alma y del Yo superior y nosotros seríamos fuertes, saludables y felices como parte armónicamente vibratoria del gran campo cósmico de energía.

Enfermedad: En todas partes donde la personalidad no está conectada con el gran campo de

energía cósmica a través de su alma, donde no vibra en concordancia con él, prevalece la perturbación, el estancamiento, la desavenencia, la distorsión, la desarmonía, la pérdida de energía. Esos estados se extienden desde lo más sutil hacia lo más compacto y se manifiestan primero como estados de ánimo negativos y después como enfermedades corporales. La enfermedad corporal tiene la función de un correctivo final. Expresado en forma simple, es una lámpara roja de advertencia, que señaliza de manera evidente que hay que cambiar algo de inmediato, si no se quiere llegar tarde o temprano a un deterioro total. Edward Bach dice que las causas reales de la enfermedad son finalmente sólo dos malas interpretaciones o errores fundamentales:

La primera mala interpretación: La personalidad no actúa en concordancia con su alma, sino que vive en la ilusión de estar separada.

En el caso más extremo, la personalidad ya no está en absoluto en condiciones de darse cuenta siquiera de la existencia de su alma y de un Yo superior, porque solamente acepta de manera “materialista”, “lo que se puede ver y tocar”. Por medio de eso se corta a largo plazo su propio cordón umbilical, por así decirlo, y se marchita y se destruye a sí misma. Pero a menudo la personalidad juzga mal en algunos sectores las intenciones de su alma y actúa allí según su propia limitada comprensión del contexto.

En todos los sectores en los que la personalidad se ha apartado de la gran corriente cósmica de energía, o como dice Bach, del amor, se desfiguran las virtudes o los caracteres positivos en destructivos y conducen a estados emocionales o anímicos negativos (1).

La segunda mala interpretación: La personalidad contraviene el “principio de unidad”. Si la personalidad actúa contra los propósitos de su Yo superior y de su alma, actúa también automáticamente contra los intereses de la unidad mayor con la que está conectada su alma energéticamente.

Pero ante todo, la personalidad infringe el principio de unidad, cuando intenta imponerle

(1) “La justicia sin amor endurece. – La fe sin amor fanatiza. – El poder sin amor pone violento. – El deber sin amor pone de mal humor. – El orden sin amor pone estrecho de miras”. Esta cita anónima lo dice perfectamente.

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su propia voluntad a otro ser, contra la intención de éste. Con eso no sólo impide el desarrollo del otro ser, sino que al mismo tiempo, como todo está conectado con todo, perturba también todo el campo cósmico de energía, es decir, el proceso de desarrollo de toda la humanidad.

A cada enfermedad le precede un estado emocional negativo, que se basa en el uso equivocado de uno de los grandes conceptos arquetípicos humanos del alma o virtudes. Un ejemplo:

El estado emocional negativo sería una actitud desconsiderada y egoísta, producida por la avaricia, como virtud erróneamente utilizada. La avaricia es un reverso negativo del concepto emocional de amor al prójimo y tolerancia.

Al respecto, Edward Bach explica en “Sánate tú mismo”: “La avaricia conduce a ambicionar el poder. Es una negación de la libertad e individualidad de cada alma. En vez de reconocer que cada persona está aquí para desarrollarse libremente de la manera que le ordena su propia alma, la personalidad obsesionada con la avaricia pretende dominar, formar y dar órdenes ella misma, usurpando con eso el poder del creador.

Si se persevera en esa “falla”, contrariando la voz de su Yo superior, se provoca un conflicto que se refleja en el cuerpo, a través de un suceso específico de enfermedad.

De ese modo, el resultado de la avaricia y del dominio de otras personas, son aquellas enfermedades que transforman al enfermo en esclavo de su propio cuerpo y le impiden disfrutar sus deseos y adicciones... ” (1)

3. La base terapéutica de Edward Bach

En su diagnosis, Bach se basa en la ley del alma, es decir, en un área causal superior, en vez de, como casi todos los otros sistemas occidentales, en el limitado punto de vista de la personalidad y del reino de los efectos.

Edward Bach no se orienta en su diagnosis en síntomas corporales, sino exclusivamente en los estados emocionales negativos, que como resultado de la actuación contradictoria entre las intenciones del alma y de la personalidad, finalmente pueden llegar a ser la causa de enfermedades corporales.

Pero esos estados emocionales negativos no se “combaten” como síntomas, ya que con eso se les mantendría energéticamente. Más bien se les inunda con vibraciones energéticas armónicas superiores, por así decirlo, con lo cual, como dice Bach, “se disuelven como la nieve al sol”. ¿Cómo se puede imaginar eso?

Las flores utilizadas por Bach provienen, como él dice, “de diferentes plantas de orden superior”. Cada una de ellas personifica un determinado concepto emocional o vibra, expresado de acuerdo a la energía, en una determinada frecuencia. Cada uno de esos conceptos emocionales “vegetales” concuerda con un determinado concepto emocional en la persona, es decir, con una determinada frecuencia de energía del campo energético humano. El alma humana contiene todos los 38 conceptos emocionales de las Flores de Bach, como conceptos emocionales, potenciales de energía, virtudes o chispas divinas.

(1) Ese mecanismo se puede aclarar con el ejemplo de una anorexia mentalis o anorexia de la pubertad. Bach dice: La enferma es esclava de su cuerpo. En este caso, la muchacha es esclava de su fuerte y “avaro” impulso sexual. Continúa: La enfermedad le impide disfrutar sus deseos y tendencias: La enfermedad, es decir, el rechazo a comer, atrasa o impide el desarrollo como mujer.

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Si en un determinado concepto emocional humano o potencial de energía existe un conflicto entre los propósitos del alma y de la personalidad, entonces ahí la frecuencia de vibración del campo energético está distorsionada y retardada de manera inarmónica. Esa distorsión influye sobre todo el campo energético humano, es decir, perjudica el estado emocional completo de la persona. Se llega, según las palabras de Edward Bach, a un estado anímico o emocional negativo.

¿Qué produce una esencia de Flores de Bach según esta percepción?

Como la esencia vibra en la misma frecuencia armónica de energía que tendría el respectivo concepto emocional humano sin su distorsión y retardo inarmónico, la esencia de flores puede tomar contacto con ese concepto emocional humano y volver a armonizarlo con su propia frecuencia armónica de vibración, por medio de resonancia vibratoria. (1)

Expresado de otra manera: la esencia de Flores de Bach restablece como una especie de catalizador, el contacto entre el alma y la personalidad bloqueado en ese punto. El alma puede hacerse escuchar nuevamente por la personalidad. Allí, donde imperaba desarmonía y congelamiento, vuelve a fluir vida. O como dice Bach: Allí donde la persona “ya no era totalmente ella misma”, vuelve a ser “completamente ella misma”.

La personalidad sabe salir de la confusión y limitación demasiado humana, y regresar a los potenciales del alma o virtudes, que le dan sentido y le regalan armonía a nuestra existencia en este planeta.

4. El nuevo método sencillo de dinamización

Desde tiempos inmemoriales se utilizan las plantas con fines curativos. Sin embargo, Bach diferenció entre plantas que alivian sufrimientos; la mayoría de nuestras plantas medicinales; y aquellas que están enriquecidas con fuerzas curativas divinas. Éstas últimas son plantas de “orden superior”. Él encontró estas plantas de manera intuitiva y las llamó “the happy fellows of the plant world”. Su sensibilidad estaba tan fuertemente desarrollada en ese tiempo, que él sólo necesitaba ponerse en la lengua un pétalo de la planta respectiva, para sentir su efecto en el cuerpo, en el alma y en el espíritu. Es interesante de que se trata sin excepción de plantas no venenosas, de que no se trata de ninguna planta que sirva de alimento a la gente y además, la mayoría de las veces, se trata de plantas cuyas cualidades interiores no se notan exteriormente. Algunas de ellas también se utilizan en otra forma en la fitoterapia, pero la mayoría es considerada hasta ahora como maleza. Lo importante es que estas plantas sólo se extraen en estado silvestre en apartados lugares de la naturaleza. Como plantas cultivadas ya no tendrían esa fuerza curativa divina.

Tan simple como la apariencia de la mayoría de estas flores, es también el método de dinamización (2) que Edward Bach encontró o reencontró. En la medicina indígena parecen

haberse utilizado procedimientos semejantes. Para desprender el alma o la “esencia” (3) de la planta de su cuerpo físico, Bach encontró el “método solar” y el “método de cocción”. El método solar lo utilizaba con todas las flores que florecen al final de la primavera o en verano, cuando el sol ha alcanzado toda su energía. En un día asoleado y sin nubes, se

(1) Algo parecido ocurre con la terapia de música y de colores.

(2) No confundir con la dinamización de la homeopatía clásica, en la que se trabaja mecánicamente con frotación y sacudida.

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sacan en la mañana las flores de muchas diferentes plantas en lo posible. Como protección se toma una hoja entre el dedo pulgar y el índice, para que las flores no tomen contacto con la piel humana. Luego se ponen flores en un recipiente con agua de manantial, hasta que la superficie esté totalmente cubierta. Ese recipiente debe permanecer al sol hasta que la esencia de las flores haya pasado al agua de manantial. El agua así “impregnada” se vierte después en una botella que está preparada con alcohol. Esa botella con esencia tiene una duración ilimitada y entrega la base para la preparación de los stock bottles o frascos de reserva.

El método de cocción se utiliza preferentemente con las flores de los árboles, matorrales y arbustos que florecen muy a principio de año, antes de que el sol haya alcanzado toda su fuerza (según las estaciones del año del hemisferio norte). Las flores se coleccionan de la misma manera que con el método solar. Luego se cuecen, se filtran varias veces y el líquido se vacía igualmente en frascos preparados anteriormente. En este método de dinamización; aparentemente simple en comparación con el proceso de dinamización de la homeopatía o con el método de producción de remedios antroposóficos; Bach veía las siguientes ventajas:

No es necesario destruir o deteriorar el ser vegetal. La flor, en la que se concentra la energía esencial de la planta, se saca en la etapa de plena maduración o consumación (1), es

decir, poco antes de que caiga.

Entre ese proceso de recolección y la preparación transcurre muy poco tiempo. Es decir, casi no se pierde energía. El total es un proceso armónico de alquimia natural, con el que interaccionan las enormes fuerzas de los cuatro elementos. Tierra y Aire: para hacer madurar la planta. Sol o Fuego: para liberar el alma de la planta de su cuerpo. Agua: como substancia portadora para su ordenación superior.

Edward Bach escribió en aquel tiempo para sus colegas homeópatas: “No se dejen retener de su uso por la simplicidad del método, ya que mientras más avancen vuestras investigaciones, más se les evidenciará la simplicidad de toda creación”.

“Simplicidad” o sencillez – el principio fundamental del sistema de Flores de Bach

El término “simplicidad” corre el riesgo, en nuestro mundo cada día más complicado, de ser mal interpretado y confundido con el concepto de “primitivismo”. La simplicidad tiene que ver con unidad, perfección y armonía. Esa es la razón por la que cada persona se siente atraída por las llamadas “cosas simples de la vida”, aunque sea de manera difusa. Para concebir nuevamente la unidad y la simplicidad detrás de la mayor variedad y aparente complicación de un suceso, hay que tener, aparte de objetividad, comprensión y visión, la disposición esencial para verse a sí mismo como parte de un todo, que por último se rige por un principio de creación unitario y simple.

No puede ser casualidad que casi todos los grandes científicos naturales al final de su vida se hayan declarado a favor de esa opinión. Restablecer esa actitud esencial en todas las personas es el propósito y el resultado superior de cada terapia de flores de Bach.

(1) Hay por cierto sólo pocos días afortunados en los que ambas cosas coinciden: el día asoleado y sin nubes y el completo estado de madurez de las flores.

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Plan de vida del Yo Personalidad desarrollada Personalidad desarrollada Superior para el de- de manera incompleta. Los completamente. Todos los sarrollo de la perso- potenciales no se aprove- potenciales están realizados. nalidad. chan totalmente.

B. EJEMPLO DE UNA INTERPRETACIÓN PSICODINÁMICA DEL EFECTO

Terapeutas Bach muy orientados en la psicología, en su interpretación centran actualmente su atención en el cambio de consciencia y en el proceso de crecimiento emocional. Con eso a veces corren el riesgo de permanecer cautivos en los límites de la personalidad y de no corresponder al principio espiritual de Edward Bach.

Ellos parten de la base, tal como Edward Bach, de la idea de un “Yo superior”, que quiere realizarse a través del individuo o de la “personalidad”. Según esa interpretación, el proceso de crecimiento transcurre en ciclos diferentes, independientes unos de otros, pero que se complementan.

Junto al ciclo de desarrollo corporal, evidente para cualquiera, hay también ciclos de desarrollo espiritual y emocional, sólo por nombrar los más importantes.

El propósito de la vida es atravesar y disfrutar todos esos ciclos con una consciencia creciente, y así realizar todo el potencial del Yo superior en el transcurso de la vida. Todo lo que promueva ese proceso consciente de realización es positivo, aunque al principio parezcan ser sucesos negativos. Todo lo que oscurece la consciencia es negativo y tarde o temprano conducirá a una enfermedad. Lo decisivo en esa forma psicodinámica de observación, es esforzarse en la terapia por el cambio constructivo y aceptarlo. Como ilustración, un ejemplo muy simplificado:

El Yo superior quiere expresar a través de la personalidad su potencial “Confianza en sí mismo y placer por el riesgo”. Emite los impulsos energéticos correspondientes, que son captados por el “Yo” de la personalidad. El individuo recibe la idea de abrir un negocio de flores. Él utiliza la energía que emana del Yo superior, emprende la idea con ímpetu y después de las obligatorias experiencias positivas y negativas, llega a ser un florista satisfecho.

¿Qué ha ocurrido? El potencial del Yo superior se ha expresado en la personalidad. La personalidad se ha enriquecido.

Desgraciadamente los impulsos del Yo superior no siempre son aceptados y realizados por el individuo incondicionalmente. Con frecuencia ocurre lo siguiente: experiencias llenas de sufrimiento, a través de sucesos de la niñez, fallas de educación, daños en el entorno, y otras semejantes, le hacen parecer no deseables al individuo los mensajes del Yo

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superior. Éste trata de acallar esos impulsos en sí y responde con una reacción de evasión, como por ejemplo, miedo, inseguridad, falta de ánimo, retirada o indecisión. El impulso energético del Yo superior es bloqueado en ese momento. El potencial no se puede realizar. En nuestro ejemplo: El individuo había experimentado cuando era niño, que su padre fue a la quiebra con un negocio propio. Ante la idea de abrir un negocio de flores, él reacciona con desaliento. Él se dice, por ejemplo: “no me siento capaz de manejar un almacén de flores. Otros podrán, pero yo no”. El conflicto entre el impulso del Yo superior y la reacción de evasión del individuo no enriquece la personalidad, sino la empobrece de dos maneras:

Primero, una parte del potencial no se puede realizar. Eso significa que hay energía psíquica valiosa que está bloqueada.

Segundo, la confrontación interna cuesta diariamente energía psíquica adicional, que ya no fluye desde la fuente inagotable del Yo Superior, sino que hay que sacarla de las propias reservas de la personalidad, por así decirlo, donde falta en otro lugar para actividades determinadas.

Ahora la personalidad recibe la Flor de Bach Larch “para aquellos que se consideran menos capaces y eficientes que los demás...” ¿Qué efecto produce esa flor según esta hipótesis?

Como ella vibra en el mismo plano de frecuencia que el potencial del Yo superior que quiere manifestarse, puede tomar contacto directo con ese potencial energético.

Ella inunda, en cuestión de poco tiempo, el bloqueo que vibra en un plano inarmónico y más bajo de frecuencia, con su frecuencia armónica más alta. Se podría decir que a través de eso el potencial del Yo superior recibe refuerzo, y puede entonces tomar las medidas adecuadas para disolver completamente el bloqueo.

En nuestro ejemplo, el individuo toma consciencia de su actitud negativa de falta de confianza en sí mismo, y repentinamente comienza a ver las cosas de otra manera. Él se dice: “Lo que le ocurrió a mi padre, no tiene que ocurrirme a mí. ¿Por qué no podría yo en realidad abrir un negocio? Otros también lo logran. Simplemente lo intentaré. Y si no resultara, de todos modos habré aprendido mucho con eso”.

Que este proceso no transcurre en forma tan exacta como se describe aquí, sino con estancamientos y retrocesos, eso es evidente

Resultado después de la disolución del bloqueo: La energía del Yo superior puede ahora ser utilizada completamente por la personalidad. El individuo tiene nuevamente también a su disposición en forma adicional, la energía psíquica que tenía que aplicar diariamente para mantener la reacción negativa de evasión. La personalidad se enriquece doblemente.

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C. COMPLEMENTOS DESDE EL PUNTO DE VISTA ESOTÉRICO

Como introducción algunos interesantes pensamientos esotéricos acerca de la relación de las personas y las flores.

Desde siempre las flores han sido consideradas y utilizadas por la gente como símbolo de la belleza y del desarrollo de capacidades superiores. Pensemos en la rosa de los rosacruces y de los sufíes, o en el loto de mil hojas de la filosofía hindú. ¿Por qué?: Cuando el ser humano entró en el planeta Tierra para desarrollar su cuerpo físico, las plantas ya estaban muy avanzadas en su desarrollo evolutivo. Por eso, la humanidad debe mucho de su propia estructura a las energías que en su desarrollo extrajo del reino vegetal, que era casi perfecto en sí.

El maestro tibetano Djwal Kul comunicó (en los escritos de Alice Bailey) que actualmente todavía existe un contacto directo entre el subconsciente de la gente y el reino vegetal. Por eso, el ser humano puede tomar contacto con su propia esencia o Yo superior, por medio de su subconsciente, a través del ser vegetal, y equilibrar desarmonías en él. La interpretación esotérica del efecto aclara algunas cosas que Edward Bach escribió en su obra “Heal Thyself”. Las siguientes líneas se basan en estudios y experiencias de Ioanna Salayan en la terminología de Alice Bailey.

Ella interpreta a la persona como un campo energético con siete diferentes planos, que se influencian y se complementan mutuamente, de los cuales solamente el cuerpo físico es visible para el ojo humano normal. Cada plano vibra en una frecuencia de energía diferente. Los seis planos que no se ven, se resumen bajo el concepto de “Aura”. Esta representación se utiliza en casi todas las escuelas espirituales en variadas formas.

En el primer plano, el plano etéreo del aura, están localizadas las chakras, como puntos de concentración de energía y de distribución. Éstas están en contacto con otros diversos planos del campo energético y giran en diferentes frecuencias, que son percibidas por personas sensitivas en diferentes colores.

El aura abarca todos los planos de consciencia y de experiencia de nuestra personalidad. La personalidad es dirigida por el Yo superior. Sin embargo, éste forma en esta representación, en el cuarto plano, el plano transpersonal del aura, solamente el puente entre la personalidad mortal y el alma inmortal, con lo que la personalidad mortal es a su vez, solamente una de las muchas formas de manifestación del alma inmortal.

El fin de una vida es también aquí, realizar los propósitos del alma en la personalidad, a través del Yo superior.

La enfermedad es, según esta interpretación, una desarmonía o distorsión de la vibración dentro o entre los diferentes planos del aura, o sea, del Yo superior. El patrón de información de esas distorsiones de vibración aparece en el primer plano, el plano etéreo, que obedece a otras leyes de tiempo que el cuerpo físico, ya semanas, meses, tal vez incluso años, antes de que se manifieste en el cuerpo.

Algunas personas sensitivas perciben esos patrones inarmónicos de información como sombras, otras como irradiación inarmónica. Si se corrigen esas desarmonías ya en el plano etéreo con métodos sutiles de sanación, éstas ya no se manifestarán en el cuerpo físico. La salud es la forma ideal de equilibrio armónico de vibración entre todos los niveles del aura y el Yo superior.

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La causa de la mayoría de las enfermedades de las que actualmente sufre la humanidad, yace, según la opinión esotérica, en pequeña medida en el plano mental (el llamado pensamiento equivocado, principios entendidos erróneamente), pero en gran parte en el

plano emocional, en el plano de las emociones inconscientes y de las reacciones

emocionales subjetivas, las cuales, o se bloquean o se estimulan excesivamente.

Esto conduce a distorsiones de vibración y por medio de eso a estados emocionales negativos, como miedo, odio, celos, irritación, impaciencia, aflicción, etc., que actúan a través del plano etéreo, primero sobre el sistema nervioso del cuerpo físico, después también sobre los otros órganos.

Actualmente nuestro plano emocional es adicionalmente estimulado en exceso en forma permanente, por medio de drogas de todo tipo, nicotina, alcohol, marihuana, pasando por excesiva televisión, música Rock recia, hasta una inundación general de información. Obsérvese la forma consecuente y “progresiva” en que Edward Bach se esmera exclusivamente por esos estados emocionales negativos con su terapia.

¿Qué puede ser además interesante desde este punto de vista, para una comprensión profunda del efecto de las Flores de Bach?

Bach dice que las esencias de flores toman contacto directo con el Yo superior de la personalidad y por eso llegan a ser efectivas en todo nuestro ser, en todas las partes del aura. Como los planos del aura no obedecen a las leyes de espacio-tiempo del cuerpo físico, una enfermedad que está por aparecer, puede ser curada antes de que se manifieste en el cuerpo físico. Eso explica por qué Edward Bach se ha referido una y otra vez al efecto preventivo de sus concentrados de flores.

Pero el hecho de que las esencias de Flores de Bach tomen contacto directo con el Yo superior de la persona, explica también por qué son compatibles con todos los medicamentos y terapias, que siempre actúan respectivamente sólo sobre un plano de vibración limitado, la mayoría de las veces en el cuerpo físico. Las Flores de Bach actúan como impulso-energía divino sobre todos los planos de vibración.

Algunos sanadores sensitivos ven o sienten en sus pacientes una actividad reforzada de todo el aura, inmediatamente después de la ingestión de los concentrados de flores. Muchas personas sensitivas experimentan una reacción inmediata en una determinada chakra, que en parte también está conectada con percepciones de colores. Otros describen el concepto emocional que reacciona por medio de la energía floral, en experimentos en que ni la persona examinada ni el que protocoliza el experimento saben de qué esencia floral se trata. Por supuesto; y esto no se puede recalcar lo suficiente; estos fenómenos son por cierto interesantes, pero lógicamente siempre totalmente subjetivos. No se pueden generalizar, aun cuando reiteradamente algunos autores tratan de hacerlo.

De ese modo, la comparación de las formulaciones de tres diferentes autores acerca de la forma de actuar de las Flores de Bach sobre los diferentes planos del aura, dio como resultado que concordaban sólo en 4 de las 38 flores.

En este sentido, esos complementos desde el punto de vista esotérico, sólo pueden ser entendidos como incitación para reflexiones propias, para aquellos que se dedican seriamente a esta área.

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Tercer Capítulo

¿Cómo encuentro la flor de Bach adecuada?

“Para la utilización de las esencias de flores no son necesarios los conocimientos científicos. Quien quiera sacar los mayores beneficios de este regalo divino, tiene que conservarlo puro en su originalidad, libre de teorías y de consideraciones científicas, ya que todo en la naturaleza es simple”.

Edward Bach

“Trata la personalidad y no la enfermedad”, dice el principio de la terapia de Bach. ¿Quién es la persona que está ante ti y en qué estado de ánimo se encuentra? Experiencias de vida y el sentido común deberían posibilitarnos reconocer estados emocionales como la ira, el miedo o la falta de confianza en sí mismo. Por supuesto bajo una condición previa decisiva:

A. ANTES DE HACER UNA DIAGNOSIS A OTRA PERSONA PRIMERO HAY QUE CONOCERSE A SÍ MISMO

Antes de la diagnosis para otros, tiene que existir el autoconocimiento. Sólo allí donde se prueba uno mismo, se puede comprender a otros. Se debería también estar seguro, hasta donde es humanamente posible, de que no se percibe a la otra persona a través del lente de los propios temores, inhibiciones y prejuicios.

Por eso, todos los terapeutas Bach experimentados recomiendan conocer las esencias de flores en sí mismo por lo menos durante un año, antes de dedicarse a la diagnosis para otra persona. Con eso se ha probado primero ir uno mismo a un “tratamiento” con un especialista y observar cómo se experimenta el efecto de las Flores de Bach. ¿Cómo se siente uno cuando necesita una Flor? ¿Y cómo se siente después que la ha ingerido?

Esto es relativamente fácil cuando uno se encuentra en una situación emocional de emergencia, como aflicción, miedo existencial, crisis de decisión. Se hace más difícil cuando el propio proceso de desarrollo transcurre exteriormente inalterable, sin altos y bajos de importancia.

Es tranquilizador saber que ni siquiera con una autodiagnosis inadecuada se puede hacer algo equivocado. Si una esencia de flor no es apropiada, el Yo superior la reconoce como “no necesaria” y no encuentra ninguna resonancia en nuestro sistema energético. Es decir, en ese caso no produce ningún efecto, al contrario de los medicamentos de materia compacta, que en todos los casos ejerce influencia sobre el metabolismo corporal.

Es importante también tener siempre presente, que las listas de síntomas que aparecen en el capítulo siguiente, sólo describen tendencias. No hay que dejarse confundir por eso, sino

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utilizarlas como punto de partida para el propio conocimiento de la situación energética concreta y siempre única.

Experiencias con la autoterapia:

Siempre el trabajo con las Flores de Bach inicia un proceso intensivo de encuentro con uno mismo. En éste se debería examinar, si justamente la flor cuyo concepto aparentemente es aquel que menos se considera, no es precisamente la que más se necesita. Hay características frente a las cuales se es literalmente ciego.

La mayoría de las veces, en el transcurso de su autoterapia se reconocen los problemas que están en el límite entre la consciencia y el subconsciente, que según el plan de vida deben reconocerse ahora y se pueden disolver ahora. Si eso ocurre, de acuerdo con la experiencia se disuelven los bloqueos originados anteriormente en el desarrollo, en orden regresivo hasta la infancia. Con eso se puede llegar a pequeñas o grandes “crisis de consciencia”, que a veces son necesarias para hacer fluir la energía. Algunos problemas tienen que ser primero reconocidos dolorosamente y observados, antes de poder reunir suficiente impulso para un cambio interior. Las experiencias al respecto son muy variadas y siempre totalmente individuales. No hay dos personas iguales, por lo cual no existen dos reacciones iguales. Cada uno experimenta las Flores de Bach de acuerdo con su carácter. La intensidad de la reacción parece estar en correlación con el grado de sensibilidad, con la sinceridad esencial frente a los cambios y con la disposición para asumir la responsabilidad por el propio desarrollo y con eso también por el propio estado de salud.

Algunas sugerencias para familiarizarse más rápidamente con las Flores de Bach

Como las Flores de Bach representan 38 conceptos emocionales humanos arquetípicos, Julian Barnard propone un juego tanto instructivo como entretenido: “¿Cuál personaje de cuentos que conocemos, necesita tal esencia de Flores de Bach?” La Cenicienta, por ejemplo, sería un tipo Centaury; es explotada por toda su familia y no tiene la suficiente fuerza de voluntad para sublevarse contra eso. Pero como ella no se siente como una “pobre víctima”, no necesita al mismo tiempo Willow. Cuando ella finalmente se casa con el príncipe, sus dos hermanas habrían necesitado seguramente un par de gotas de Holly contra el odio y los celos. También los clásicos ofrecen una mina inagotable para diagnosis. ¿Qué le recetaría usted a Hamlet? Scleranthus, como el remedio más importante contra su indecisión “Ser o no ser...” Además, Mustard, contra su profunda melancolía, y Cherry-Plum contra sus manías e ideas de suicidio.

Aquí hay otro buen ejercicio: Mire retrospectivamente el transcurso de su vida y establezca en qué fase ha estado en primer plano tal o cual estado emocional. ¿Cómo se comportaba usted como escolar, por ejemplo? ¿De tipo Agrimony, es decir, hacia fuera alegre pero “¡cómo se ve por dentro no le importa a nadie!” o era usted como Clematis, “con los pensamientos siempre totalmente en otra parte”?

Piense en situaciones de crisis pasadas y evoque nuevamente en la memoria el eco emocional de ese tiempo. Tal vez cuando usted era niño haya estado a punto de ahogarse: Star of Bethlehem - y desde entonces le tiene miedo al agua: Mimulus. La conmoción de aquel entonces tal vez todavía esté fijada actualmente en su sistema energético y ahora por

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fin puede ser disuelta. Observe sus reacciones, cuando esté muy cansado, cuando se encuentre en una situación de crisis o cuando tenga que tomar una decisión difícil. En aquellas ocasiones uno experimenta su propia personalidad, con sus debilidades y características obstructivas en forma muy real, sin disimulos ni justificaciones intelectuales. Si se ha experimentado el beneficioso efecto de las Flores de Bach en sí mismo, uno puede proponerse ayudar también a otras personas, haciéndose en un momento de tranquilidad también la pregunta: “¿Por qué quiero en realidad ayudar a otros?” ¿Cuáles son los motivos? ¿Es realmente sólo un servicio al prójimo? ¿O qué otra cosa me induce además? ¿Tal vez necesidad de prestigio, el deseo de ejercer influencia, la búsqueda de más contactos o el aprovechamiento de una oportunidad en el mercado? Mientras más de esos motivos personales limitadores y otros parecidos, de los cuales naturalmente ninguna persona puede estar completamente libre, estén en primer plano, más insignificantes serán obligadamente los resultados con el tiempo, porque la acción en esos puntos no está guiada por el Yo superior de acuerdo a leyes espirituales.

Por eso, el trabajo de perfeccionamiento de la propia personalidad en el sentido de las leyes divinas, tiene que estar en primer lugar. O como dice Bach: El mayor obsequio que se le puede hacer a otra persona es ser uno mismo feliz y lleno de esperanzas, ya que de ese modo se la saca de su abatimiento. En otras palabras: por medio de una frecuencia armónica de vibración, se armoniza también la frecuencia de vibración de la otra persona.

B. LA DIAGNOSIS (1) PARA OTROS

Ante todo, 10 principios que son en realidad conocidos, pero dignos de considerar una y otra vez:

1. Examina primero antes de cada diagnosis tu propia condición. Comienza una vez que tengas la sensación de estar completamente en tu centro, en contacto con tu Yo superior.

2. Una buena diagnosis jamás se lleva a efecto en el plano intelectual. Deja que la otra persona te produzca alguna impresión y percibe a través de sus palabras lo que realmente ocurre. Siempre hay que trabajar con la fuerza del amor, que viene del corazón y no de la cabeza.

3. En la diagnosis tú participas en el proceso de curación como tratante. Siempre debería tener lugar una comunicación entre tu Yo superior y el Yo superior de la otra persona. 4. Mira al otro como “prójimo” y no como “caso”. Solamente en una atmósfera de

absoluta confianza, una persona se puede abrir realmente.

5. Por eso, incluye a la otra persona hasta donde sea posible en el proceso de la diagnosis. No procedas según un esquema establecido. Deja que el otro también participe en la formación de la diagnosis, déjalo eventualmente elegir él mismo algunos remedios para él.

6. No demuestres nunca tu autoridad. Cuídate de evaluaciones morales interiores. Y no trates, tampoco inconscientemente, de querer tener siempre la razón.

7. Un propósito importante de la terapia de Bach es estimular el Yo superior de la otra persona para querer sanarse ella misma. “¡Sánate tú mismo!” De eso forma parte que la otra persona primero reconozca su estado o su enfermedad como una parte legítima

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de su personalidad, que comprenda su sentido y que asuma interiormente la responsabilidad, sin condenarse a sí misma. Pero la persona tiene que aspirar totalmente consciente a un cambio y saber que en ella ocurrirá una transformación. 8. La otra persona tiene que activarse. Tiene que aprender a cooperar con la energía de la

esencia de la flor. Para eso tiene que poder hacerse accesibles, con tú apoyo, todas las informaciones deseadas acerca del principio de las flores, de su diferencia con los medicamentos convencionales, como también acerca de mecanismos psicológicos y asuntos filosóficos.

9. Siempre es el desarrollo del lado opuesto positivo del actual estado emocional negativo lo que hace posible la realización del Yo superior. Por eso no hay que insistir demasiado en las conversaciones en los síntomas negativos, sino poner de relieve las cualidades o virtudes positivas que la otra persona tendría que lograr. Ésta no tiene que llevarse, por ejemplo, la impresión: “Yo soy demasiado impaciente, por eso necesito Impatiens”. Sino: “Impatiens me va a ayudar a aplicar por fin mi superioridad con más sentido para mí y para mis semejantes”.

10. Finalmente, como tratante deberías estar convencido, tal como la persona que estás tratando, de que el éxito de una terapia por fin no depende de los seres humanos.

Diagnosis por medio de conversación

En caso de que la otra persona no comience a hablar por sí misma de sus problemas, hay que tratar cuidadosamente de aclarar los siguientes temas.

¿Cómo es su modo de ver la vida? ¿Cómo se ve a sí misma? Su manera de hablar y la elección de sus formulaciones entregan siempre importantes puntos de partida para la elección de la Flor de Bach adecuada. ¿Relata con rapidez, lentamente o en forma vacilante? ¿Habla con mucho convencimiento (Vervain) o de un modo autoritario (Vine)? ¿Relata con una voz baja y temerosa (Mimulus)? ¿Dice: “He abandonado las esperanzas de que...” (Gorse) o “Me pone muy intranquilo que...” (Impatiens)?

Sigamos observando: ¿Qué relata la historia de su vida, su profesión, su estado familiar? ¿Qué no ha superado tal vez en el aspecto emocional y físico, como por ejemplo, tensiones en la casa de sus padres, decepción en el amor, consumo de drogas? ¿A qué permanece sujeto?

¿Qué circunstancias a las que eventualmente teme le salen actualmente al encuentro, por ejemplo, cambio de trabajo, divorcio, traslado a otra ciudad?

También se pueden hacer preguntas alternativas sobre un tema único, como por ejemplo: “¿Qué le molesta todavía en la actualidad de su padre o de su madre?” O: ¿Cómo se siente cuando tiene que trabajar en equipo? : ¿Temeroso? (Mimulus). ¿Prefiere trabajar solo? (Water Violet). ¿Le parecen demasiado lentos los demás la mayoría de las veces? (Impatiens). ¿Trata usted de controlar el equipo de trabajo? (Vine). ¿Es usted al final siempre el tonto sobre el cual recae todo el trabajo? (Centaury). ¿O utiliza usted a los compañeros de equipo como víctimas de conversación bienvenidas? (Heather).

Mucho de la condición emocional de una persona lo revela naturalmente también el lenguaje de su cuerpo. ¿Cómo es su posición, relajada, tensa? ¿Se desliza intranquila sobre la silla de un lado para otro? ¿Cómo mira? ¿Es su sonrisa auténtica o fingida? ¿Tiene

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arrugas de tanto cavilar? ¿En qué lugar evidentemente se bloquea la energía o se gasta en exceso?

En enfermedades crónicas, la sanación puede de vez en cuando activarse en forma sorprendentemente rápida, si resulta descubrir juntos, cuál sentimiento desagradable puede impedir la otra persona por medio de la mantención de su enfermedad. En un caso de reuma crónico resultó, por ejemplo: Una mujer sentía una fuerte agresividad contra personas de su medio ambiente inmediato, que sin embargo, no quería manifestar. Por eso ella dirigía inconscientemente esos impulsos agresivos contra sí misma y desarrolló una enfermedad que le causaba dolores a ella misma.

Cuando se hace una diagnosis, al principio a uno se le vienen a la mente con frecuencia de 7 a 8 flores. Eso ocurre si uno se ha ajustado inconscientemente a diferentes planos de la personalidad al mismo tiempo. En ese caso, hay que hacerse la pregunta interior, “¿Cuáles flores se necesitan ahora en este momento?” No siempre son necesarias 5 o 6 de una vez. Muchas veces 1 o 2 esencias de flores escogidas adecuadamente tienen el mayor efecto.

C. TÉCNICAS SENSITIVAS DE DIAGNOSIS

Algunas personas tienen la facultad de determinar las Flores de Bach apropiadas, con ayuda de técnicas sensitivas, que trabajan en el plano de la intuición corporal.

Suponiendo que esas técnicas realmente se dominan; lo cual a menudo no es así; éstas pueden ser posibilidades adicionales muy efectivas de diagnosis, especialmente para el principiante de la terapia con Flores de Bach. Pero, como también recalca el Centro inglés Bach, éstas no pueden y no deben jamás ser utilizadas como reemplazo de la clásica diagnosis de conversación.

¿En que casos pueden ser ventajosas las técnicas sensitivas, como por ejemplo, el uso del péndulo?

• Cuando el paciente no puede estar presente personalmente.

• Cuando el tratamiento se estanca. Con técnicas sensitivas se pueden captar muchas veces estados emocionales que yacen más profundo, que en una conversación no son reconocibles tan rápidamente.

• Como refuerzo adicional de la diagnosis de conversación. Se puede, por ejemplo, aclarar, si se han encontrado todos los remedios necesarios.

• Para una dosificación individual: Cantidad de gotas, cada cuanto tiempo se ingieren las gotas, otras posibilidades de aplicación, etc.

Estas ventajas enfrentan, especialmente para el tratante mismo, a las siguientes desventajas:

• La condición y la sensibilidad del tratante fluctúan. Ese es un factor de inseguridad. • Se construye frente a la otra persona un factor de inseguridad innecesario o una autoridad

adicional, mientras ésta no esté familiarizada con estas técnicas.

• Si uno confía solamente en “su técnica”, no se utilizan todas las capacidades que se tienen para ayudar realmente a la otra persona. Se moviliza menos energía psíquica. Se estimula menos a la intuición a desarrollarse. ¡El propio proceso de decisión se estanca!

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Que la completa familiaridad con las Flores de Bach tarde o temprano hace innecesaria cualquier técnica sensitiva, es una experiencia que se tiene repetidamente. El Yo superior, o sea la intuición, entrega las respuestas muy rápidamente, antes de que una técnica así entre en acción siquiera.

Después de estas advertencias preliminares restrictivas, ahora, a modo de ejemplo, algunas experiencias con técnicas sensitivas para apoyar a la clásica diagnosis de conversación:

Un médico inglés relata: “Yo tomo la mano izquierda del paciente en mi mano derecha. Después de un momento breve de ajuste, tomo las 38 stock bottles, una después de la otra, en mi mano izquierda, sin ver la etiqueta naturalmente. Con algunos de los frascos siento una picazón en la región del cuello, que cuando es fuerte, se escurre a través de todo el cuerpo. Esas son entonces las flores que el paciente necesita. Otras personas sensitivas experimentan esa sensación como hipo o como un pequeño golpe eléctrico”.

Una terapeuta de respiración determina para ella misma las esencias de flores, tendiéndose de espaldas y colocándose los frascos, uno después del otro, sobre el plexo solar y registrando la variación de la respiración. La respiración se intensifica si la flor se necesita.

Una experimentada enfermera le da a sus pacientes los frascos en la mano, uno después del otro. En la variación del pulso ella percibe si la esencia respectiva se necesita.

En todos los ejemplos descritos se puede observar que solamente se ha obtenido información de que la flor respectiva se necesita en ese momento. Si el consumo es necesario a más largo plazo, eso queda reservado para una decisión consciente.

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Cuarto Capítulo

Las 38 Flores de Bach

DATOS ESENCIALES

En las siguientes descripciones de las 38 Flores de Bach están resumidas desde los más diferentes puntos de vista las experiencias accesibles por el momento. Sin embargo, hay que recalcar que aquí no puede tratarse de informaciones definitivas, por cuanto el aprovechamiento de los múltiples efectos de este maravillo sistema ha comenzado recién. Mientras más personas sensibles trabajen en los próximos años a su manera con las Flores de Bach, más facetas sutiles de su fuerza curativa divina sobre el alma y el espíritu del ser humano se manifestarán.

Ahora primero un comentario preliminar acerca de la estructuración de los cuadros de cada flor:

Por concepto de principio se trata de mostrar aquí el concepto espiritual esencial de la flor, tomando en cuenta las interpretaciones erradas en el proceso de desarrollo espiritual-emocional de la persona. Después siguen algunas experiencias de terapeutas con las respectivas Flores de Bach.

Los síntomas claves son los síntomas más característicos en el estado energético bloqueado, en el estado en que se necesita la energía floral. Éstos sirven para hacer posible una primera diagnosis.

La lista de los síntomas en estado bloqueado ayuda a asegurar la diagnosis. Aquí se evaluaron las anotaciones de los consultorios de diversos especialistas del sistema Bach y la literatura Bach existente. La intención fue presentar conscientemente muchos síntomas que también coinciden parcialmente entre sí, para ofrecer un amplio espectro de posibilidades de acceso y puntos de partida individuales.

A algunos les parecerán algunos síntomas exageradamente negativos. Según la experiencia, en la práctica se encuentran así predominantemente en personas que viven relativamente inconscientes. Mientras más consciente se enfrenta una persona a su propio proceso de desarrollo, más sutiles son los planos donde pueden presentarse los estados descritos y menos perceptibles son superficialmente para los demás. Por eso es importante que los síntomas presentados no se tomen siempre sólo literalmente, sino como tendencia. En primer lugar, es importante sentir y reconocer el principio que actúa detrás, que se presenta diferente en cada individuo y en cada combinación de varias esencias de flores. Para completar, hay que decir todavía que por supuesto no hay que mostrar todos los síntomas indicados cuando se necesita una determinada Flor de Bach. Si el principio ha sido correctamente reconocido, bastan a veces de 1 a 3 síntomas que se destaquen en forma pronunciada, para justificar la elección.

Potencial en estado transformado se llama la parte más importante del cuadro floral. Éste describe el concepto emocional, el potencial energético o la virtud que la persona tiene

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disponible por predisposición y que originalmente quería realizar. Por medio del propio trabajo consciente con las Flores de Bach, ese potencial energético puede llegar a ser transferido, transformado y realizado, desde el estado negativo bloqueado al estado en que fluye de manera positiva y armónica. Ese es el objetivo más importante de la terapia con Flores de Bach.

Las llamadas recomendaciones de apoyo que aparecen al final de los cuadros de flores, han dado buen resultado en la práctica con algunos especialistas Bach, pero están pensados solamente como sugerencias adicionales para las consideraciones propias.

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1. Agrimony

(Agrimonia Eupatoria)

PRINCIPIO: Agrimony está conectada con los potenciales del alma de la capacidad de confrontación y de la alegría. En estado Agrimony negativo la persona intenta no enterarse del lado oscuro de la vida y no puede integrar suficientemente sus experiencias en la personalidad.

Cuando se llama por teléfono a alguien que acaba de perder un proceso importante y se le pregunta “¿Cómo te va?”, normalmente se puede contar con que va a reaccionar en cierto modo desanimado. La persona de tipo Agrimony responde en la misma situación en forma rutinaria “excelente, gracias”, y hay que tener una relación muy estrecha con ella, para percibir su decepción detrás de esa respuesta. Las personas que necesitan Agrimony le presentan a su entorno básicamente sólo una cara despreocupada, amable y alegre. Por eso no es muy fácil en la práctica reconocer el estado Agrimony negativo.

Cuando se necesita Agrimony, se está interiormente atormentado por miedos y recelos; muchas veces son preocupaciones materiales sobre enfermedad, pérdida de dinero, dificultades en el trabajo. Pero sería preferible morderse la lengua antes de relatarle algo de eso a alguien, ya que “cómo uno se siente por dentro, no le incumbe a nadie”. Una persona de tipo Agrimony controla siempre su expresión y pone “a mal tiempo buena cara”, tal como lo hace un actor de teatro en el escenario, con respecto a todo lo malo que ocurre entre bastidores.

Los que tienen carácter Agrimony son por formación necesitados de armonía y al mismo tiempo muy sensibles. Con conflictos y desarmonías en su medio ambiente sufren tanto, que por el bien de la paz a menudo se contienen y a veces incluso hacen sacrificios. Son extremadamente amables con sus semejantes, en el deseo de que también sean amables con ellos. A causa de la atmósfera alegre que propagan a su alrededor, son muy queridos por amigos y colegas, en las reuniones y en el club deportivo. Son los que alegran el ambiente en cualquier fiesta. Incluso como enfermos, las personas Agrimony son apreciadas, ya que disimulan sus molestias e incluso entretienen al personal del hospital con sus chistes.

Si alguna vez un tipo Agrimony está totalmente solo y tranquilo, pasan a su consciencia los problemas que normalmente reprime. Pero como fundamentalmente no quiere enterarse de los problemas, sobre todo no en relación con su propia persona, trata en lo posible de no estar solo. Se apoya en actividades, tareas y círculos de personas, desde la discoteca hasta las organizaciones de caridad. Muchas personas de tipo Agrimony también derraman sus preocupaciones en un vaso de vino o intentan cubrir eufóricamente por medio de tabletas o drogas los sentimientos desagradables que surgen. El estado Agrimony negativo tiene semejanza con una euforia alcohólica, ya que se está relajado hacia fuera, pero interiormente tenso.

A causa de su alta receptividad y de su gran capacidad de distracción, las personas de tipo Agrimony rara vez perseveran consecuentemente. Una mujer en estado Agrimony negativo se aflige interiormente, por ejemplo, porque no puede mantener su programa de dieta, sino que impulsada por una intranquilidad interior, se dirige secretamente al refrigerador una y otra vez en la noche; Eso ocurre especialmente cuando comienzan nuevamente a incomodarla pensamientos atormentadores.

En estado Agrimony, la persona se aflige también por pequeñas cosas cotidianas, como por ejemplo, llamadas telefónicas que ha olvidado, cartas que no ha enviado, “fracasos”

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sexuales, etc. Muchas personas que tienen carácter Agrimony tienen pequeños vicios secretos.

Un motivo para el desarrollo de una tendencia al estado Agrimony, ven los terapeutas en una casa paterna muy orientada socialmente, donde los niños han sido educados desde su primera infancia para ser “keep smiling”. Pero el temperamento representa aquí un papel mayor. Las personas con fuertes características Agrimony son, en comparación con muchas otras, más orientadas al plano exterior de la personalidad y lo que ocurre en planos interiores no quieren ni sentirlo ellas mismas, ni hacerlo perceptible hacia el exterior. La superficie tiene que verse perfecta, aunque por debajo la situación sea de vez en cuando caótica. En estado Agrimony se reacciona como una pareja de hermanos siameses, de modo que uno se identifica solamente con una mitad de su personalidad, y justamente con la más alegre y libre de problemas. La otra parte se pasa por alto insistentemente. Se intenta fingirse a sí mismo y fingirles a otros de que no existe en absoluto. Dicho de otra manera: El intercambio de energía entre los planos de experiencia del pensamiento y del sentimiento está interrumpido. Con frecuencia domina entre ambos planos un estado de guerra crónico. En estado Agrimony negativo, la personalidad está sujeta a un doble error. Como no reconoce una gran parte de ella misma, no puede tomar un contacto completo con su Yo superior y de ese modo tampoco puede darse cuenta del programa que su alma ha registrado para ella. En vez de eso actúa según máximas propias limitadas, que la mayoría de las veces están más teñidas materialmente. Pero como a pesar de eso, ella, como todo ser, aspira a un estado ideal y no lo puede encontrar en su interior, lo busca en estados exteriores, que constan de una cierta liviandad y espiritualidad. La felicidad que da el vino y la euforia que entregan las drogas, aparentemente son los estados que más se acercan al estado deseado, pero en realidad están muy distantes de éste, porque con eso no se logra una claridad espiritual, sino todo lo contrario, se consigue nubosidad.

En cuanto la personalidad reconoce su integridad y se pone bajo la dirección de su Yo superior, fluyen hacia ella las fuerzas estabilizadoras de su propia alma. Recibe fortaleza interior y suficiente estabilidad para enfrentar mejor las discordancias de la vida cotidiana. Ya no necesita reprimir las experiencias negativas, sino que las puede integrar a su consciencia.

En estado Agrimony positivo se reconoce la relatividad de todos los problemas y se encuentra en sí mismo, el estado radiante y alegre que antes se había buscado en el exterior. Uno está pleno de auténtica alegría y emplea sus excelentes características, como la capacidad de diferenciación, el equilibrio interior, la destreza y el talento diplomático, para su propia satisfacción y por el bien de su medio ambiente.

En la práctica, Agrimony es una de las flores que frecuentemente se necesita para niños. Los niños Agrimony son normalmente alegres, sociables, sus lágrimas se secan rápidamente. Cuando ellos, como todos los niños, atraviesan por períodos de desarrollo de soledad y tristeza interior, Agrimony los ayuda a comunicarse mejor. También en la pubertad, en la que los jóvenes tienen que entenderse con muchos pensamientos y sentimientos divergentes, Agrimony puede prestar buenos servicios.

Se recomienda no incursionar demasiado profundo en la diagnosis con personas de tipo Agrimony, sino buscar más bien la conversación relajada y comprensiva.

La intranquilidad interior del estado Agrimony puede mostrarse corporalmente en síntomas como morderse las uñas, tirarse el pelo, tener tiritones suaves, pellizcarse o presentar irritaciones en la piel. Muchos pacientes tipo Agrimony rechinan en la noche con los dientes. Agrimony ha dado buen resultado en el co-tratamiento de la predisposición a la

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