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El amor, casi un trabajo

Hace ya tiempo que busco un trabajo mejor que el que tengo. Aquella mañana un número desconocido aparecía llamando a mi móvil.

Hola

Buenos días, con Valeria Pertienti? –dijo una voz de mujer Si, ella habla…

Te llamo de Varem Group, nos dejaste un currículo por nuestro aviso en el periódico…

Si, si – conteste nerviosa

Mi nombre es Victoria Lagos, nos gustaría tener una entrevista con vos el próximo miércoles a las 16 hs.

Si, como no…en las oficinas de calle bla bla bla?

Estaba muy nerviosa pero terriblemente emocionada por el llamado. Cuando llegué a casa le conté eufórica a mi padre y él muy feliz por la noticia no dejó de darme consejos de cómo presentarme.

Ese miércoles llegué puntual. La decepción fue considerable. En la recepción de Varem Group había cuatro chicas más, que como yo esperaban la entrevista con Victoria Lagos a las 16 hs. Al cabo de 10 minutos ya éramos doce esperando. Me tomó de sorpresa, esperaba ser la única y sólo tenía en mente dar una buena impresión y tema solucionado, el puesto era mío! Pero no era así, tenía que competir al menos con once chicas más. Fui adaptando mi cabeza a la nueva situación y mientras veía desfilar a mis contrincantes intentaba hacer una lista mental de razones de por qué el puesto debería ser mío. Pasados unos eternos 30 minutos un joven me informó amablemente que era mi turno.

Atravesé un amplio corredor con varias puertas enfrentadas hasta que llegue a la puerta donde se encontraba esperándome la famosa Victoria Lagos. Debo confesar que esperaba encontrar una persona algo mayor, pero ella aparentaba tener entre 30 y 35 años, vestía un tanto informal para lo que yo esperaba de Varem Group. Me saludo con un gesto muy simpático en su rostro, extendió su mano sobre mi

hombro y amablemente me invito a pasar y tomar asiento. Se presentó nuevamente y en escasos minutos me explico a qué se dedicaba la empresa y de qué se trataba

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el puesto vacante. A continuación tomo mi currículo en sus manos y leyendo rápidamente dijo:

Bien, mmm, Valeria…y tu edad es mmm…-mientras ojeaba a vuela de pájaro el papel que tenía en sus manos

24 años –me apresuré a decir

Ok,-dijo con una sonrisa y mirándome a los ojos- contame un poco de tu historia laboral…

Intenté ser lo más concisa posible, y comencé a hablar de mis antiguos trabajos, de mi formación, mis proyectos y aspiraciones, etc., etc. Ella hizo algún que otro

comentario que me llevaron a distenderme y sentirme realmente cómoda con la situación. En un momento, se acomodo los anteojos y mientras anotaba algo que no pude descubrir, me detuvo en mi monologo y me dijo

Ok, Valeria, es suficiente –elevo su mirada y prosiguió- el lunes te estaremos informando nuestra decisión, ya sea por un sí o por un no. Desde ya te agradezco tu tiempo y estamos en contacto.

Se paró de su asiento y casi con el mismo gesto con que me invito a pasar, me invitó a salir. Me despedí cordialmente y mientras me dirigía hacia la salida, supe que apenas había estado allí siete minutos y al pasar por la recepción pude ver casi una docena más de chicas de las que ya habían, y que como yo, seguramente, acudían a la entrevista, pero esta vez de las 18 hs.

De más está decir que desde aquel miércoles hasta el lunes el tiempo se mostro particularmente lento. Estuve todo ese maldito día esperando algún llamado y por las dudas chequeaba mis mails esperando novedades. Cerca de las 19 hs mi móvil comenzó a vibrar. Pude ver el número de Varem Group destellar en la pantalla. Ansiosa atendí:

Hola..

Hola Valeria, habla Victoria Lagos, disculpa la hora… No, por favor! No hay problema,…decime…

Perdón pero fue un día complicado. Elevé tu informe al directorio y coinciden conmigo que el puesto es tuyo. Tendrías que presentarte mañana a las 12 hs para formalizar el contrato y te espero el miércoles a las 9 hs para comenzar en tu puesto. No me falles!

No podía creerlo! Esa noche mi padre compró un vino caro y cocinó una lasagna de los dioses. Me sentía terriblemente feliz al verlo tan orgulloso de mí y en mi cabeza

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estaban las palabras de Victoria: "elevé tu informe…no me falles". Estaba convencida que no le fallaría…

Llegué quince minutos antes. Había decido copiar el look de Victoria, informal pero elegante. Unos jeans, unas botas de taco moderado y un sueter. Por momentos me pareció demasiado informal pero ya era tarde para arrepentirse. Esperé en los sillones de la recepción hasta que se hicieron las nueve y vi un desfile de personas pasar y tomar el ascensor, otras tomaban la escalera y otras se dirigían por el corredor donde yo había estado una semana atrás.

Hola! Valeria?- me preguntó una chica de más o menos mi edad

Sí, soy yo…?- respondí mientras me paraba rápidamente de mi asiento Mi nombre es Paola, Victoria me dijo que empezabas hoy.

Me saludo con un beso en la mejilla y me pidió que la acompañara. Ella iba a mostrarme mi oficina y a entrenarme durante dos semanas. Subimos dos pisos por ascensor y me indico que ese era el piso del directorio. Hacia el ala izquierda

estaban los despachos de la gerencia, entre ellos el de Victoria y mi oficina estaba en el ala derecha contigua a la de Paola.

Durante esas semanas solo vi a Victoria tres veces. El primer día de trabajo que apareció de la nada cerca del mediodía para darme la bienvenida. En aquella ocasión la distancia que mostro en la entrevista desapareció. Me saludó con un beso en la mejilla y volvió a repetirme:

La decisión no fue fácil sabes? Tuviste mucha competencia, tuve que defenderte bastante en la reunión de directorio, no me falles! Eh!

Me sentí halagada. Victoria me parecía increíble y de pronto sentí que no fallarle era un compromiso ineludible.

La segunda vez pasó por mi oficina para presentarme un grupo de ejecutivos que pertenecían a la multinacional que Varem Group representaba. En aquella

oportunidad me presentó haciendo hincapié en mi puesto. Dijo que básicamente era su apuesta y que en breve esperaba dejar descansar en mí el triple de

responsabilidades.

La tercera vez fue hacia el final de la segunda semana de mi entrenamiento. Ya había conocido a todos mis compañeros y todos y cada uno de ellos no dejaba de nombrar a Victoria ya sea por la relación laboral, ya sea por su relación personal. Al parecer ella mantenía una relación bastante especial con ellos. Si bien parecía ser una "amiga", el respeto que le tenían revelaba que la relación jefe-subordinado estaba intacta. Era extraño, pero todos se comportaban con ella con una confianza inusual, pero al momento de acatar órdenes, mostraban una fidelidad absoluta.

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Hacia poco el tiempo que estaba allí, pero sentí un deseo enorme de pertenecer a esa elite.

Ese viernes de mi segunda semana, saliendo del edificio de Varem Group me tope con su auto saliendo de la cochera.

Como va mi protegida?- dijo bajando la ventanilla Muy bien!-dije acercándome

El próximo viernes hacemos nuestra escapada mensual te avisaron? Yo sin saber bien de que hablaba puse cara de no entender…

Una vez al mes nos reunimos fuera de la oficina, digamos que es un recreo… Qué bien!- atine a decir

Bueno, me imagino que cuento con tu presencia?

Obvio!-dije mientras me preguntaba a mi misma como iba a hacer para pagar esa salida ya que todavía no cobraba mi primer sueldo.

Más que obvio!-respondió- tu incorporación es la excusa perfecta para la reunión este mes! Tus compañeros te invitamos!- terminó por decir como si leyera mis pensamientos.

Mi tercera semana empezó de maravillas. Ya me sentía parte del grupo de trabajo. Empecé a desempeñarme sola sin la necesidad de Paola. Victoria comenzó a

solicitarme cada vez más. Entraba y salía de su despacho unas diez veces al día. Ella exigía bastante pero era un placer complacerla. No dejaba de ser simpática y muy graciosa. Por lo general parecía de buen humor y solía ser ocurrente y

sarcástica al mismo tiempo. Llegada la última hora del viernes, pase por su

despacho para despedirme y decirle que nos veríamos luego en la reunión mensual. No me vas a fallar! No??-dijo mirándome por sobre sus anteojos

Para nada jefa!-dije riendo- no pienso fallarle! Entonces nos vemos esta noche

Quedamos en un bar que para cualquiera sería extraño encontrarse con su jefe, pero al parecer Victoria era especial y ni bien llegué la conversación giraba en torno a ella. Todos tenían alguna anécdota o algo que decir sobre ella. Todos la querían y se les notaba. La esperaban con ansiedad. Giraron un par de rondas de cervezas

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hasta que llegó Victoria. Me sorprendió. Vestía zapatillas, un jean y una camiseta blanca.

Buenas noches camaradas!- dijo a brazos abiertos

Todos alzaron sus copas y saludaron como si fueran sus mejores amigos. Ella hizo un gesto de saludo general y acabó sentada a mi lado.

La noche transcurrió divertida. Las copas volaban. Cerveza, tequila, champagne… Bailamos, nos distendimos. La escapada mensual como había sugerido Victoria era una noche de alcohol y desenfreno. Promediada la noche estaba acoda en la barra del bar conversando con Victoria no sé muy bien de qué, pero de golpe soltó su pregunta:

Estás de novia Valeria?

Era obvio que Victoria tenía varias copas de más, como el resto de mis compañeros. Si,- conteste apurando el trago que tenía en mis manos

Y estas enamorada?- preguntó con naturalidad

No había tomado casi en toda la noche, pero su pregunta hizo un eco que quise estar menos consciente para contestar…

Hace sólo tres meses que salgo! No sé todavía si estoy enamorada!-contesté Victoria tomo mi mano derecha y la llevó al lado izquierdo de mi pecho

Sólo dos veces estuve enamorada-su mano apretó con fuerza la mía contra mi pecho y prosiguió - y las dos veces desde el primer segundo sentí que algo se oprimía aquí!

Se me quedó mirando en silencio…mi corazón latía fuerte, lo podía sentir en mi mano.

Si estas enamorada…- soltó mi mano y continuo- se siente desde el primer momento….

Al segundo, apareció Pablo, la tomó del brazo y Victoria desapareció en la pista de baile…

Me fui sin despedirme de nadie…tomé un taxi y en el refugio de mi cama pensé en Victoria.

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Al lunes siguiente era como si nada hubiera pasado… y no sé por qué pero para mí algo había pasado.

Alrededor del mediodía llegó Victoria. Me saludo con un gesto sin acercarse y me pidió el informe diario.

Todo continúo igual por al menos cuatro meses. La reunión mensual también transcurrió como siempre. Nos veíamos en aquel bar de mala muerte y Victoria apenas si me dirigía la palabra.

No voy a negar que esperé la segunda "escapada mensual" como la llamaba Victoria para seguir la conversación y contarle que en realidad no estaba enamorada de Mauro aunque fuésemos novios, porque nunca lo había sentido como ella decía, en mi pecho.

Pero nada de eso sucedió. Por cuatro meses, Victoria me ignoró. Si bien entraba y salía de su despacho a diario, en todas y cada una de las salidas, Victoria apenas me dirigió la palabra. Al parecer, dejé de ser la novedad.

Al cabo de seis meses hubo una reunión de directorio. Me pidieron que me quedara después de hora. Al principio me preocupé...tal vez dejé de ser el nuevo juguete de Victoria…pero… por qué pensaba eso?... desde cuando sentía que para Victoria era un juguete?... Estaba confusa… no sabía por qué Victoria me preocupaba tanto. Era obvio! Era mi jefa! …

Valeria?-dijo una voz nueva para mí que me sacó de mis pensamientos Si, acá estoy- me apuré a decir

Serias tan amable de acompañarme?

Un hombre sesentón me acompañó hasta la sala de reuniones. Allí estaba Victoria que con mirada firme acompañó mi andar hasta uno de los asientos de la gran mesa del directorio.

Valeria, - dijo una voz gruesa- mí nombre es Nicolas Stredman y fui uno de los que apoyó su candidatura.

Le agradezco la confianza- dije

Por nada. Pero ahora necesitamos algo más de Ud. De ahora en adelante su tarea estará en estrecha relación con Victoria…queremos que sea su sombra

Victoria-prosiguió-como Ud. sabrá, tiene demasiadas responsabilidades sobre sí, y considerando que Ud. fue seleccionada por ella, nos parece atinado que sea su

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persona de confianza. De más está decir que su salario se ajustará a su nueva tarea…

No tengo ningún inconveniente- dije- si Victoria avala la proposición? …estoy completamente de acuerdo.

Victoria aclaró la garganta con un leve carraspeo y sugirió:

Pienso que esto aportará una nueva dinámica a la empresa por lo que sugiero se tenga en cuenta que Valeria esta …bla…bla…bla…bla…

Salimos de aquella reunión alrededor de las 21 horas. Victoria consiguió que se me aumentara mi salario en un 75%. Antes de retirarnos de la sala me pidió que la aguardara en la esquina.

Y? Contenta? – dijo cuando llegó

Más biennn… emocionada – alcancé a decir cuando comenzó a sonar su celular. Hizo un gesto para que la disculpara, observó por un instante la pantalla de su móvil y a continuación corto sin contestar.

No para nunca por lo que veo- dije haciendo referencia a lo que era característico en ella: su móvil sonaba constantemente.

Es una cruz! Pero qué le vamos a hacer? Es el trabajo!, en fin, volvamos a lo tuyo- dijo sonriente y continuo- no te voy a pedir que seas mi mano derecha, primero porque no creo en las manos de derechas y segundo porque como verás soy zurda ja ja!

Entonces… seré tu mano izquierda?

No para nada! –exclamó- quiero hacerte jugar en las grandes ligas. Al principio lo único que voy a pedirte es que escuches y veas lo que digo y hago. Quiero que preguntes todo lo que quieras, nunca te quedes con dudas o supongas. Sos una persona muy inteligente y sé que vas a aprender rápido.

Gracias por la oportunidad que me das, pero…

Sin peros, -se apuro a decir- no quiero una obsecuente chupamedias al lado mío. Quiero una compañera de trabajo. Tenés mucho potencial, y no pienso ser piadosa! Te voy a explotar! Ja Ja!

Así que pensás abusar de de mí?-dije espontáneamente y sonriendo. Por un segundo eterno pensé en lo descolocado de mi comentario, de pronto me descubrí coqueteando con Victoria y quise que el tiempo volviera atrás y borrar lo dicho!

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Acomodánse los anteojos con ese gesto tan conocido ya para mí, me contesto: "Tranquila, jamás podría hacerte nada que no quieras". Se me aceleró el pulso con su respuesta y creo que no pude evitar que mi expresión denotara mi nerviosismo. Por fortuna volvió a sonar su móvil.

Hola,…sí, estoy en la esquina….ok – y cortó.

A los pocos segundos apareció un auto negro con los vidrios polarizados. Me preguntó si quería que me alcancen a algún sitio.

Te agradezco pero espero a Mauro, ya debe estar por llegar.

Me besó en la mejilla y guiñándome un ojo se despidió diciéndome que mañana estaría temprano por la oficina.

Le había mentido. Mauro estaba de viaje y no vendría por mí. Tomé el ómnibus y durante el recorrido mis pensamientos eran vertiginosos. Mi ascenso me parecía increíble, estaba contentísima con ello, pero no dejaba de aparecer Victoria en mi cabeza. La admiraba, me parecía muy inteligente, linda, simpatiquísima, muy carismática y me sentía por demás orgullosa de que me haya elegido y que pusiera tanta confianza en mí. No quería pensar en lo que le había dicho, pero tenía que reconocer que era la segunda vez que con ella me pasaba lo mismo, de golpe me sentía paralizada, mis latidos aumentaban y tenía la sensación de estar

sonrojándome. Me intrigaba enormemente quién sería la persona que la pasó a buscar… su marido? Estaba casada?... un novio?...por qué rechacé la invitación a llevarme? Me habría sacado las dudas. En realidad, creo que en no quise saber. Por eso le mentí. Durante los 50 minutos que duró el viaje a casa, pase por todos los estados, alegría, vergüenza, intriga, emoción….

Por la mañana estuve puntual en mi nueva oficina. De ahora en más compartiría el despacho con Victoria. En realidad, tenía una oficina contigua más pequeña donde estaría mi escritorio. Pero básicamente estaría en el mismo espacio físico. Su

despacho tenía baño propio y un pequeño closet. Me dediqué unos minutos a observarlo todo. En el baño me llamó la atención varios cepillos de dientes nuevos aún en su paquete. Recorrí su escritorio deslizando suavemente mis dedos por él. Tenía un desorden importante de papeles, su notebook, muchas lapiceras, un paquete de cigarrillos abierto. En el closet había un par de paraguas, un piloto y un suéter prolijamente doblado. Casi con miedo tome una las mangas del piloto la acerqué a mi rostro y pude sentir el olor de su perfume. Cerré los ojos y por mi mente apareció la imagen de su rostro y tuve un deseo enorme de besarla. Me asusté de mis pensamientos y volví rápidamente todo a su lugar. Escuché sonar mi teléfono, era Victoria.

Trabajar con Victoria era todo un desafío. No era fácil seguirle el ritmo, era capaz de atender distintos temas a la vez, desde el más insignificante al más importante, ella

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le daba su justo trato y no dejaba de escapar detalle. Lo que más me fascinaba eran las reuniones con empresarios que dependían de Varem Group. Tenía una sutil agresividad y siempre conseguía lo que se proponía. Escuchar y ver todo lo que ella decía y hacía era como tomar un curso de tácticas y estrategias de guerra. Como ella me había dicho, no dejaba de preguntar cada cosa que no entendía. Sus

respuestas me maravillaban. Tenía todo tan calculado! Lo que a mí me parecía una irracionalidad, siempre tenía una razón oculta y supe así que sus actos no eran azarosos.

Me convertí en su sombra tal como me lo habían propuesto en aquella reunión de directorio y así aprendí a moverme dentro del mercado como ella lo hacía. Aprendí a ser encantadora y suspicaz, serena y tenaz. Con el tiempo me convertí en su

compañera de trabajo como ella quería que fuera. Formábamos un buen equipo y me encantaba que me lo hiciera saber. Nos entendíamos de maravillas, conocía muy bien sus gestos y cada vez que teníamos reuniones importantes, reconocía perfectamente cuando ella quería que participara y como quería que lo hiciera. Comencé a sentirme segura y muy cómoda a su lado. Una de las cosas que más me gustaba de trabajar con ella, era que era muy divertida, no había ocasión que no me hiciera reír. Tenía un sentido del humor un tanto extraño pero muy original y me sobraban los dedos de una mano para contar las veces que la vi enfadada o realmente preocupada.

La primera vez que tuve que trabajar un proyecto con ella, fue con mucho esfuerzo y eternas horas de dedicación. El día que lo concluimos con éxito ya había

anochecido y sólo estaba en la empresa el personal de limpieza.

Huyamos socia, que no tengo intenciones que me barran la suerte! –me dijo feliz Llegó conmigo hasta la planta baja y me llamó la atención que no siguiera por ascensor hasta el subsuelo donde estaban las cocheras. Pensé que tal vez no anduviera en su auto y que la pasarían a buscar. Una vez en la acera me despedí diciéndole que me había encantado que todo terminara como lo habíamos

propuesto y atine a marcharme. A dónde vas? – me preguntó seria

A tomar el ómnibus – respondí inocentemente

Voy a confesarte algo – dijo con gesto de preocupación- tengo la sensación que en escasos minutos voy a sentirme como una idiota…

La miré sin entender muy bien de qué me hablaba. Me puse un tanto nerviosa, no sabía muy bien con qué sentido me estaba haciendo ese comentario.

Perdió su mirada en el suelo y continuo diciendo con un tono extraño:

Pienso ir a cenar y pedir el mejor vino que tenga la carta para festejar… y estar sola en una mesa de restaurant con cara de haberme ganada la lotería, te juro que me va a ser sentir como una idiota!- dijo riendo

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Sonreí aliviada y le dije:

Ahora que lo mencionas… viajar 50 minutos en ómnibus con cara de haberme ganado la lotería también me haría sentir como una idiota!

Entonces que esperamos guapa! Mi plan parece más atractivo que el tuyo! Caminamos dos calles hasta un restaurante muy apañado del lugar. Fuimos conversando sobre las anécdotas que vivimos en el transcurso del proyecto y sus comentarios me hacían reír muchísimo. Era extraño porque si bien el trabajo parecía ser algo muy serio para Victoria, de pronto decía cosas que le quitaban el peso de la seriedad y todo se convertía en una parodia en la que ella se divertía mucho.

Después de comer y ya por la segunda botella de vino tinto, propuso un brindis: Por mi muy acertada y excelente intuición!

Intuición? – dije mientras chocaba mi copa con la suya- el proyecto me pareció más calculado que intuitivo!

No hablaba del proyecto – bebió un sorbo y continuó- hablaba de vos…

De nuevo los nervios, las mariposas en el estomago, las ganas de que siguiera hablando y el miedo de qué lo hiciera. Me recosté en la silla y simulando extrañeza pregunté:

De mí??

Si, si, de vos – dijo con gesto afirmativo- no siempre me sucede, pero una vez cada mil años elijo bien a la gente.

Tengo dos preguntas…- dije

Escucho- me respondió apoyando ella también su espalda al respaldo de su silla La primera… mi formación no tuvo nada que ver en tu elección? Fue pura

intuición??

Exacto, nunca leí tu currículo – dijo con soltura

O sea que arme toda esa carta de presentación en vano?

Tan en vano no fue!, alguien leyó los currículos por mí y de los casi cien que se presentaron pedí que seleccionaran 24 para una entrevista conmigo…

Bueno! Me quedo más tranquila! Y puedo preguntar mmm…qué intuiste cuando me entrevistaste como para desechar 23?

El vino ya estaba haciéndome efecto y sabía que estaba haciendo esa pregunta con un tono un tanto provocativo, pero no me importaba, me gustaba el camino por el que iba aunque no sabía bien adonde quería llegar. Aunque tal vez lo sabía, pero no quería pensarlo mucho.

Van cuatro –comentó Cuatro qué?

Dijiste dos preguntas y ya me hiciste cuatro!

No, no vale! – exclame riendo- todas se deprendían de la misma! Ok, te la dejo pasar por esta vez! Escucho la segunda…

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Bien, la segunda: dijiste una vez cada mil años… eso te convierte en una especie de vampiresa que anda viajando por la eternidad! Mordiste muchos cuellos en ese viaje o volves siempre al mismo cuello como Drácula con Elizabeth?

No sé de dónde sacaba semejante atrevimiento! Sabía perfectamente que estaba poniéndome cada vez más sugestiva con mis preguntas pero no podía parar, me sorprendí a mi misma con una incontrolable necesidad de seducirla. Tantas horas con ella tal vez estaban haciéndome confundir, pero como dije antes no quería pensarlo demasiado.

La verdad es que si a mis 40 años siguiera volviendo al mismo cuello, de seguro estaría sufriendo todos los efectos adversos. Aquello fue una "envenenada

medicina"! Tampoco ando mordiendo a diestra y siniestra! – concluyó Tenés 40! Es una broma! – exclame sorprendida

Me sorprendió su edad. Me llevaba 16 años de diferencia y no podía creerlo! Jamás hubiese notado semejante diferencia generacional.

Con gusto te diría que tengo menos, pero es la cruda realidad! Ja ja Algún pacto con el diablo hiciste mujer! Estas bárbara!

Estoy buena, no? – dijo guiñándome un ojo y sonriendo burlona.

La verdad es que a mí me parecía hermosa y aquella noche en particular me mataban las ganas de decírselo. Pero recapacité y opté por continuar en tono de broma:

Estas re-buena! Ja Ja!

Gracias! Ya lo sé – respondió riendo.

Continuamos hablando cosas sin importancia y salimos del lugar tambaleando y matándonos de risa por el efecto del alcohol.

Como verás no puedo conducir en este estado! Compartimos un taxi – me propuso. Llegamos a una calle de edificios acomodados. Antes de bajar señaló su portal y dijo:

Fijate el detalle… no te vas a olvidar nunca donde vivo. Mire detenidamente y observé la numeración de su edificio: Cerrito al 2440! Mi edad y la tuya!

Viste que prolija que soy!, el próximo año me mudo al 2541, ja ja Pedí al chofer que esperará a que entrara y la vi girar para saludarme.

Instintivamente me salió el gesto de soplarle un beso de mi mano. El taxi emprendió la marcha y me fui con una sensación de inexplicable felicidad como cuando tenes una cita y todo sale demasiado bien y lo único que queres que suceda es volver a encontrarte con esa persona.

Cuando llegue a casa y de nuevo a la realidad, recordé que había apagado el móvil. Tenía un mensaje de Mauro:

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"Amor? Dónde estás que no tenes señal?... bueno quería avisarte que recordé que hoy es el cumple de Maxi y nos juntamos en su casa. Solo hombres amor, así queeee…. perdón, perdón, perdón, pero…suspendemos la cena de hoy? … Te quiero! No me mates!"

En realidad, en lo más mínimo recordé que habíamos quedado en cenar juntos. Suspiré aliviada pensando en mi buena suerte. Tenía la excusa perfecta para explicar porque no lo llamé en toda la noche: estaba ofendida porque me dejó plantada!

Apoyé mi cabeza en la almohada y me dejé llevar por la imaginación. Recordé cuando unos minutos atrás Victoria se inclinaba un poco sobre mí en el taxi para señalarme su puerta. Su rostro demasiado próximo al mío me hizo sentir su respiración y me invadió su perfume. Comencé a alucinar ahora en mi cama. Fui cambiando la escena en mi cabeza, mis ojos dejaban de mirar hacia donde ella señalaba y me detenía a mirar su boca. Y ya no estábamos en el taxi, sino en su auto, las dos solas. Su rostro se giraba para quedar frente al mío a escasos

centímetros uno del otro. Ella iba acercando sus labios a los míos, me regalaba un beso suave, cálido. Mi boca se abría a la suya. Era tan vivida la sensación de estar besándonos que sin proponérmelo de pronto mi mano estaba acariciando mi vagina. Continué imaginando lo que me hubiese gustado que hubiera pasado aquella noche. Imaginé su lengua dentro de mi boca recorriéndome, acariciándose con la mía. Comencé a deslizar mis dedos por mi sexo húmedo, estaba muy

excitada, y mi mente se animó a mas y ahora Victoria estaba conmigo en una cama enorme, las dos completamente desnudas y yo me moría de ganas de tocarla,

besarla, penetrarla, hacerla mía. Me quite la ropa de dormir y desnuda continué masturbándome cuidando de no hacer demasiado ruido y no alertar a mi padre que dormía en la otra habitación. Deslicé mis dedos por mi clítoris, me frotaba con ansias de un orgasmo urgente. Me penetré con mi dedo y en mis pensamientos mis dedos entraban en la vagina de Victoria. Y mientras dibujaban círculos en mi

clítoris húmedo y erecto, me vía recostada en el escritorio de la oficina, desnuda, con las piernas abiertas, ofreciendo mi vagina mojada, palpitante a los labios de Victoria que sentada en su sillón se acomodaba mis piernas en sus hombros para luego meterme su lengua serpenteante en mi sexo. Su lengua me penetraba, me llenaba de su saliva, me frotaba el clítoris! Un orgasmo me atravesó el cuerpo y apreté mis piernas con fuerza. Mordí la almohada para evitar mis gemidos. Me volteé boca abajo, abrazando mi vagina con la palma de mi mano y manteniendo las piernas muy juntas. Acompañé los ecos de mi orgasmo con un movimiento suave de caderas, arriba y abajo y me dormí soñando que Victoria estaba debajo de mí

llevando el ritmo rozando su pubis contra el mío.

El reloj despertador tronó como un relámpago descomunal en mis oídos. Desperté con resaca, desnuda, oliendo a sexo en mis dedos. Estaba avergonzada por lo que había hecho. Recordaba perfectamente haberme masturbado pensando en Victoria.

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Me metí a la ducha y los pensamientos morbosos se disiparon pero no dejaba recordar en detalle la noche anterior. Buscaba indicios, alguna señal que me dijera que a ella le estaba pasando lo mismo. Recordé la manera que empleo para

invitarme a cenar. "Tengo que confesarte algo" me dijo y yo por un segundo desee que continuara diciendo que estaba loca por mí. Soy una imbécil!

Cuando llegué a la oficina, Victoria ya estaba allí. Fresca y radiante como una lechuga. Pensé, tiene 40 años, tomó lo mismo que yo y esta como si nunca hubiera trasnochado! Me ruboricé cuando entre mí pensé, claro, pero ella no tuvo una sesión solitaria de sexo.

Vamos socia! Despierte! No voy a pedirte que estes al 100% pero dame un 60 o 70, que tengo varias ideas nuevas rondando en la cabeza! – dijo mientras guardaba su notebook en su valija

Juro que intento estar a la altura de las circunstancias!

Comenzó a ponerse su abrigo, calzo su notebook al hombro, fue al baño a buscar uno de los tantos cepillos de dientes que había descubierto la primera vez que entre a su despacho y comenzó a revolver los papeles de su escritorio como buscando algo. Sin dudarlo yo sabía que buscaba sus cigarrillos:

Están en el primer cajón –le dije- ya te vas? – pregunte intrigada

Su celular sonaba sin parar y mientras tomaba el paquete cigarrillos desde la puerta dijo:

Tengo un vuelo en una hora, vuelvo en tres días, cuando llegue te llamo porque voy a necesitar que estemos en teleconferencia. Después te digo bien lo que vamos a armar.

Pero adelántame algo así por lo menos me pongo a tono! –le reproche

Mi vuelo demora unas tres horas. Mejor aprovecha ese tiempo para entrar en sintonía con el mundo. Anoche por lo visto te deje de cama!, en mi ausencia va a ser peor! Te voy a matar con el teléfono!

No se equivocaba me había dejado de cama. Todo era tan rápido con ella. En un momento estábamos trabajando a morir, en otro emborrachándonos en una cena, y en otro momento no está. Y yo me quedo con esas ganas enormes que tenía estar con ella. Me siento en mi escritorio con un café, muy molesta con lo que estoy sintiendo. No me puede estar pasando esto.

No podía entender qué era lo que me estaba sucediendo. Me sentía completamente atraída por Victoria y no era el morbo de pensar en ella como una mujer lo que me tenía hipnotizada. Era Victoria en su conjunto, era cómo me sentía a su lado, segura, cómoda, tranquila… no me importaba trabajar 10 horas diarias si estaba a su lado, no me importaba que me llamara fuera del horario de trabajo para hablar de trabajo! Me gustaba que lo hiciera, ver destellar su nombre en la pantalla de mi celular me reconfortaba porque me encantaba saber que contaba conmigo.

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Durante su viaje sucedió lo que ya me había anticipado: me bombardeo a llamadas telefónicas. Durante la teleconferencia me presentó como su colaboradora y sin anticipármelo anunció que yo sería quien llevaría la cuenta de los nuevos clientes, quienes de ahora en más deberían tratar exclusivamente conmigo. Disimulé mi desconcierto y procedí a exponer lo que hasta hace unos segundos atrás pensaba que iba a exponer Victoria. Todo salió a la perfección y cualquiera diría que lo habíamos ensayado! Por algunos minutos la odié por ponerme en aquella situación sin aviso.

Estuviste genial! –dijo su voz al teléfono

Te quería matar! Cómo no me avisaste antes que tenía que tomar el mando de la presentación del dossier! –respondí indignada

No puedo creer que estes enojada por eso! Se supone que deberías estar feliz, festejando que tenés tu primer cuenta! Te anuncio que Varem Group te acaba de poner alitas para que empieces a volar y me querés matar??!

Claro que estoy feliz! Pero no era la manera! Me lo tendrías que haber anticipado al menos antes de iniciar la teleconferencia!

Era la única manera de asegurar el éxito de tu debut - objetó- si te lo hubiera

anticipado habrías ensayado tu presentación y hubieses dejado de ser vos misma. Y esto requería de tu espontaneidad, necesitaba a la Valeria que yo conozco. Además, si te lo hubiera dicho antes de empezar te hubiesen devorados los nervios…

Me devoraron los nervios! –respondí- vos crees que no se dieron cuenta que temblaba como una hoja!

Yo al menos no lo noté, para mí estuviste fantástica Vos vez lo que querés ver –agregué todavía enfadada

Si –respondió de inmediato- y ahora lo que quiero ver es a mi compañera feliz, puede ser?

Estoy muy feliz –dije suavizando mi tono

Entonces relájate y salí a festejar con Mauro que te sobran los motivos! No creo que pueda, hoy es el día que juega al futbol con sus amigos…

Llamá a tus amigas, no se… aprovechá a distenderte que mañana no madrugás… te mereces un descanso… trabajaste muy duro estos días

Sí, creo que te voy a hacer caso. Cuando volves?

Esta misma noche, tengo un vuelo en un par de horas – me respondió

Debes estar agotada, porque no haces noche en el hotel y viajas mañana por la mañana? –le sugerí

Te preocupa que esta anciano cuerpo no resista? –preguntó riendo

Y ya estas grande! Vos te confías porque tu mente todavía esta lúcida, pero recordá que los años no pasan en vano! –respondí en broma

Perra! Ya vas a llegar a los 40 y vas a odiar a las borregas de 24! – exclamó Jaja! Me estoy vengando por lo que me hiciste hoy!

Yo no te hice nada! Además, recordá que jamás te haría nada que vos no quieras – agregó.

En ese momento el tono de su voz cambió. La conversación se tornaba ahora un poco más intimista.

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El problema está en saber qué es lo que quiero – me apuré a decir sugestivamente Eso no creo que sea un problema para mí – agregó confiada

Ah! Así que para vos eso no es problema? –pregunté

Lo único que necesito es que me vos me digas lo que queres – respondió

Me quedé en silencio, por un instante mis pensamientos estaban hechos un nudo. Tenía que decirle que lo que quería era a ella y que si no fuera porque estábamos a casi 2000 km de distancia una de la otra, le partiría la boca de un beso? No parecía muy razonable tirarme a la pileta en esta situación. Qué pasaría si estuviera

malinterpretando la conversación y ella no me está seduciendo como yo creía que lo está haciendo? Con qué cara la miraría al día siguiente?...

Hola!... estás ahí?... Hola… Apolo llamando a Houston??

Si, si, acá estoy! Lo que pasa es que me distraje con..-no alcancé a terminar mi excusa cuando ella me interrumpió

Estás todavía en la oficina?

Si todavía estoy acá –respondí mirando la hora y lo tarde que se había hecho Por dios! Huí de ahí rápido! Es una orden, no te entretengo más que es tardísimo! Además, a mí también me apura el tiempo -exclamó

Si, mejor te dejo arreglar tus cosas. Mañana nos vemos. Mañana no, tenes tu día libre. Nos vemos el lunes, ok?

Ok. Gracias por el día –le respondí un poco decepcionada porque en realidad tenía muchas ganas de verla y la espera hasta el lunes iba a ser una eternidad.

Por nada amiga, te mando un beso Otro para vos – y corté

Me decidí a llamar a mi mejor amiga y me fui a su casa dónde organizamos una cena sencilla con el resto de las chicas para festejar mi nuevo logro laboral. Mauro me llamó en ese momento y le conté lo que me había pasado en la empresa. Se puso contento y me propuso que lo acompañara el día siguiente a la costa, ya que él tenía que viajar por trabajo y ya que estábamos podíamos aprovechar quedarnos todo el fin de semana. Cuando corté les conté a mis amigas y ellas no paraban de decirme que yo era una mujer realmente con suerte. Que Mauro era un divino y encima era guapísimo. Yo no conseguía realmente sentirme tan afortunada como decían:

No sé muy bien qué es lo que me está pasando… con Mauro todo está muy bien pero creo que no estoy enamorada realmente de él… - dije un poco apenada Se desencadenó un debate sobre lo que significa estar enamorada, quién de nosotras lo había estado alguna vez, etc., etc. hasta que una mis amigas me preguntó:

Te diste cuenta sola que no estabas enamorada o es que apareció alguien más en tu vida?

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No parece-repuso mi amiga- que no estás enamorada de Mauro se nota, pero también se nota que estas enamorada de alguien… hablas del amor no como algo que te gustaría que te pase sino como algo que te está pasando…

Me puse roja de vergüenza! Tanto se me notaba? No sabía qué explicación dar y para colmos todas se dieron cuenta y comenzaron a bromear y a pedir que les cuente.

Ok, ok – dije dándome por vencida- hay una persona que me está poniendo el mundo de cabeza

Quién es? Alguien del trabajo? –preguntaron todas superintrigadas Si, es alguien del trabajo pero no va a pasar nunca nada! –respondí Por qué? Está casado? Es gay? – dijo una de las chicas riéndose

Sentí que me estaba metiendo en un lío. No podía decirle que no se trataba de un hombre.

No sé nada de su vida –respondí – lo único que sé es que no creo que se fije en mí Qué pesimista nena! Ni que fueras un bicho! Además nos conocemos bastante querida! –acotó una de mis amigas – Tipo que te gustó, tipo que no tuviste problemas en conquistar!

Esto es distinto –contesté- lo único que nos une es el trabajo y aparte no he tenido éxito las veces que me insinué

Es gay! Lo sabía – agregó una de las chicas

Todas rieron y especularon seriamente que fuera gay. Entre mí pensaba que sería fantástico que fuera gay! El debate continuo y las opiniones se dividieron. Algunas me alentaban a seguir intentando y otras sugerían que olvidara la cuestión y que apostara a mi relación con Mauro. Por mi parte lo único que quería era irme este fin de semana con Mauro y que se produjera un milagro, me enamorara perdidamente de él, y sacar de mi cabeza este delirio.

En casa me fui a la cama pensando que lo que estaba viviendo era una tortura. Me hubiese gustado poder decirles a mis amigas la verdad entera y no a medias como lo hice. Decirles que Victoria me quita el sueño, que me encanta, que se me ilumina la cara cada vez que la veo, que me parece la mujer más hermosa. Decirle a Mauro que un fin de semana juntos no me parece el mejor programa, que lo que él me da no me basta, que odio esa actitud machista de separar sus amigos por un lado y su novia por el otro, y que las pocas veces que junta sus dos mundos me exhiba como un trofeo. Estaba decidido, con Mauro la cosa debía terminar. Me dormí recordado la conversación telefónica con Victoria.

Me levanté temprano, había decidido cortar con Mauro, pero no me parecía adecuado decírselo cinco minutos antes de que me pasara a buscar. Opté por inventar una excusa para no viajar con él y esperar a su regreso para hablarlo. Le dije que no me sentía bien, que algo que había comido me había caído mal. Me quedé en casa, dando vueltas como león enjaulado. Atiné a tomar mi celular para llamar a Victoria un par de veces. Deseché la idea de inmediato. Me parecía

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demasiado evidente y fuera de lugar. Se me ocurrió llamar a Paola para pedirle unos informes para el lunes.

Victoria está ahí? –pregunté disimuladamente

Estuvo pero se fue a una reunión con la gente del banco Vuelve?

Creo que no porque me dijo que quería irse al campo lo más temprano posible Al campo? –pregunté intrigada

Si, nunca te habló de la casa de campo? – dijo Paola- en realidad está

construyendo, pero parece que falta poco y está ansiosa por terminarla, ama esa casa! Igualmente conociendo a Victoria, en una rato anda de nuevo por acá y termina yéndose a cualquier hora… querés que le diga algo si la veo?

No, no le digas nada –dije apurada- yo la llamo. Gracias

Jamás me había hablado de esa casa y sentí celos que Paola y al parecer todo el mundo supiera menos yo. Volví a pensar que en realidad no sabía nada de su vida privada. Impulsivamente tomé el celular y la llamé.

Hola… pasó algo? – contestó preocupada

No, no pasó nada… yo solamente… - alcance a decir y de inmediato me interrumpió Entonces aguárdame que estoy en una reunión, te llamo apenas termine. Ok? Me sentí una idiota. Como no pensé?! Paola me había dicho que estaba en una reunión! Me arrepentí de haber llamado. No soportaba más estar encerrada en casa. Me puse ropa deportiva y salí a correr al parque. Pasada una hora llamó Victoria: Hola –contesté

Hola, estas bien? Te noto agitada –preguntó Estaba corriendo, estoy bien

Que mujer sana! –exclamó- admiro la gente que tiene voluntad para correr!

En realidad me sentía un poco encerrada en casa y decidí salir por un poco de aire Te estás volviendo una adicta al trabajo! Un día sin trabajar y no sabes qué hacer? Algo así –le contesté sonriendo

Me habías llamado por algo en particular?

Por nada, en realidad es como vos decís, me estoy volviendo adicta y llamé para ver como andaba todo…

Todo está perfecto, Varem Group puede funcionar sin nosotras! No hay peligro, no van a quebrar, quedate tranquila –me dijo en broma

Vos tampoco vas a ir a la oficina hoy? –pregunté aprovechando el "sin nosotras" y haciéndome la desentendida

Estuve temprano pero ahora pienso marcharme al campo Vos también andas necesitando un poco de aire?

La verdad es que siempre necesito aire por eso estoy a mil intentando terminar de construir la casa de campo, mañana temprano van a instalar la calefacción central, así salimos hoy y hacemos noche – comentó

Me sorprendió que usara el plural. "Salimos", quien iba con ella? Me mataba no saber nada, odiaba la idea de alguna pareja que acompañara sus horas fuera del trabajo. Seguramente serían sus mejores horas, en cambio a mi me tocaban las

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horas de stress, de cálculos infinitos, de reuniones agotadoras. No sabía cómo disimular mi desengaño.

Entonces no te molesto más…te dejo seguir tu plan - se me ocurrió decir Y vos que planes tenés para este fin de semana? –me preguntó tranquila

Nada importante, en realidad?... tampoco nada sin importancia –dije bromeando No querés venir conmigo al campo?-preguntó-

Se me aflojaron las piernas. No esperaba esa invitación. La verdad es que me encantaría –respondí

Podes venir con tu novio si queres –agregó Mauro está de viaje-dije sin preocuparme

Vaya! Estoy dudando que ese chico exista!-dijo sorprendida- si no está con sus amigos está viajando!

La verdad que yo también dudo que exista –agregué Mmmm, parece que toque un tema espinoso… Un poco, las cosas no van muy bien que digamos

Entonces, con mayor razón tenes que aceptar mi invitación, prepara un poco de ropa cómoda que en una hora te paso a buscar

Genial! –le dije- te paso mi dirección? Ya la sé-me dijo

Cómo la sabes? Pregunté intrigada Ah! Yo lo sé todo!- respondió graciosa Te espero entonces sabelotodo!

Me apuré para estar lista a la hora acordada. Llamé a mi padre a su trabajo para avisarle que no estaría el fin de semana. Me sentí muy ansiosa y casi feliz. La verdad, es que por momentos recordaba que no iba ella sola y me comencé a preparar para lo peor. Seguramente estará con marido, novio o lo que sea, así que Valeria no te hagas ilusiones que es solo una invitación de amiga, me decía a mí misma. Después comencé a creer que había sido una pésima idea aceptar su invitación. Iba a ser muy duro tener que verla con alguien. De pronto escuché el timbre. Tomé mi bolso y salí apurada.

Era el mismo auto negro de vidrios polarizados que la había pasado a buscar aquella noche que charlamos fuera de la oficina. Victoria estaba hermosa, vestía sport, llevaba su cabello recogido y exhibía una sonrisa divina. Me dio un beso en la mejilla y tomo mi bolso, la puerta del lado del conductor se abrió en ese momento y bajó un hombre muy apuesto, alto, con cabello entrecano y ojos azules.

Por un segundo me sentí embotada. El tipo parecía ser la pareja perfecta para Victoria. Se presento amablemente:

Así que esta es la famosa Valeria! – dijo acercándose para saludarme con un beso en la mejilla- yo soy Guillermo

Me ruboricé un poco, no esperaba enterarme que Victoria hablara de mí, y menos tanto como para considerarme "famosa". Me invitó subir por la puerta trasera

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donde descubrí que se encontraba una adolescente de unos 15 años aproximadamente.

Ella es Sofía, mi hija – nos presentó Guillermo

Asumí que él estaría divorciado o algo por el estilo y que seguramente aquel fin de semana le tocaba estar con su hija. Durante el viaje observé como Sofía conversaba con Victoria con mucha familiaridad. Supuse entonces que seguramente llevaba mucho tiempo en pareja con Guillermo porque era obvio que para Sofía, Victoria formaba parte de su vida.

Guillermo intentó en vano sintonizar alguna emisora en la radio, al parecer nada de lo que escuchaba lo conformaba. Pasó muchas melodías por alto, hasta que se dio por vencido y dijo dulcemente a Victoria:

Gordita, buscá algún CD que en la radio no hay nada como la gente

Victoria hurgó en la guantera hasta que se decidió por un CD de Ana Belén. Sentí unos celos enormes. Tenía ante mis ojos una Victoria distinta, lejos estaba la mujer independiente y autosuficiente que yo conocía en el trabajo. Sentada al lado de Guillermo parecía una mujer común, la esposa ideal, cariñosa, que se dejaba llamar "gordita" aunque no tenía ni un gramo de grasa en su cuerpo. En ese triángulo todo parecía perfecto: un hombre guapo y tierno, una hijastra conforme con la novia de papá, Victoria satisfecha con la familia que había formado. Era impensable que algo anduviera mal entre ellos. Jamás se fijaría en mí, por qué habría de hacerlo? Si soy solo su "socia" en el trabajo como ella decía. Idiota, me repetía mentalmente, tenes que sacártela de la cabeza! Ella sólo me ve como una amiga.

Cómo te trata Victoria? –preguntó Guillermo buscando mis ojos por el espejo retrovisor.

Muy bien –contesté saliendo de mis pensamientos- a veces no es fácil seguirle el ritmo pero parece que voy bien…

Esta mujer puede ser una tirana –agregó Guillermo- pone esa carita encantadora y no para hasta que consigue lo que se propone! No te dejes engañar! – comentó bromeando

No lo escuches Valeria! –dijo Victoria girando en su asiento para mirarme- vos sabes que no es así! El problema lo tiene él que no sabe decir que no cuando le pido algo

El problema es que te tengo mucha paciencia! –comentó él- y seguro que Valeria te tiene la misma paciencia, sino no se explica que dure tanto trabajando contigo – prosiguió riendo

Es una santa! –dijo ella- me tiene una paciencia enorme, aunque ayer casi me mata!

Yo también hubiese reaccionado igual –comentó Guillermo haciéndome saber que ya estaba el tanto de lo que había pasado en la teleconferencia

Sigo pensando que podría haberme avisado antes, pero le estoy agradecida igualmente –dije convencida

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Una virtud de Victoria! Plantea las cosas de tal manera que hace que del enfado pases al agradecimiento en un segundo! – dijo él- es una negociante nata!

Ya lo creo que es muy hábil para negociar! –expusé con admiración- De todas maneras es un placer trabajar con ella, no es una jefa como otras, por lo menos es divertida

Herencia de familia – dijo Guillermo Creí no entender lo que decía y continuó:

Papá era igual, cuando estábamos los tres juntos mamá se enfadaba muchísimo porque nunca sabía cuando hablábamos en broma y cuando en serio, no cierto hermanita?

El alma me volvió al cuerpo. Guillermo era su hermano! Creo que se me dibujó una sonrisa en los labios. Disimulé mi sorpresa y continuamos todo el viaje charlando y riéndonos mucho de las anécdotas que tenían de cuando eran chicos. Cuando llegamos no pude ver demasiado el lugar porque ya había anochecido. La casa se notaba en construcción aunque básicamente parecía que la mayor parte ya estaba terminada. Preparamos algo para cenar y terminamos en el living conversando hasta que Sofía se durmió con la cabeza en el regazo de Victoria. La imagen me parecía muy dulce, ella acariciaba con ternura el cabello de Sofía y hablaba bajito para no despertarla. Guillermo propuso que ya era hora de ir a la cama y tomó en brazos a Sofía para llevarla a su habitación.

Esta chica si sigue creciendo me va a romper la espalda! –dijo haciendo un gesto de esfuerzo en su cara- las abandonamos, estoy filtrado y mañana hay que madrugar. Damas.. tengan buenas noches!

Cuando se marchó Victoria me invitó a la galería que estaba al frente de la casa. Llenó lo que quedaba de vino en nuestras copas, fue por sus cigarrillos y tomó dos mantas porque la noche estaba un poco fresca. Nos sentamos en los escalones de entrada y nos quedamos en silencio escuchando los ruidos de la noche.

Esto es lo hermoso de las noches en el campo – dijo elevando sus ojos al cielo- el cielo es un infierno de estrellas!

Tire mi cuerpo hacia atrás, recostándome un poco sobre el próximo escalón y

soportando el peso de mi cuerpo en mi brazo derecho de modo que quedé inclinada hacia el lado de Victoria, pudiendo ver su perfil. Ella volvió su vista al frente y permaneció así mientras fumaba su cigarrillo apaciblemente. Cuando baje la vista luego de contemplar las estrellas desde mi posición podía ver como el escote de su camisa dejaba entrever su seno cubierto por un hermoso corpiño de encaje blanco. Me quedé observando cómo su pecho subía y bajaba al compás de su respiración, entonces su cuello al descubierto por su cabello recogido, su pecho respirando suavemente, el relieve de su seno apenas al descubierto, formaron un conjunto delicioso para mis ojos y pensé que era una crueldad tener que contener mis ganas de esta manera.

En qué pensas? –me preguntó dirigiéndome la mirada

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Tu noviazgo por ejemplo? –preguntó Mi noviazgo por ejemplo – asentí

En eso no te puedo ayudar –dijo mientras apagaba su cigarrillo consumido- no soy la más indicada para opinar de relaciones de pareja

No parece –objeté- algunas vez me dijiste que el amor se sentía en el corazón desde el primer momento…

Yo te dije eso?!-preguntó sorprendida

Jaja! Creo que estabas con bastante alcohol encima! –le respondí

Ese es el problema cuando bebo-dijo apurando el último sorbo de su copa- hablo demasiadas tonterías

Pues a mí no me pareció una tontería lo que me dijiste aquella vez –repuse seria Créeme, soy un desastre en materia de amor –dijo mientras se paraba- y no creo poder ayudarte en tu relación con Mauro, lo que yo opine poco importa

A mi si me importa tu opinión – le reclamé parándome junto a ella

Tal vez te va a parecer duro lo que voy a decir – habló con gesto serio- a mí no me interesa opinar sobre lo que tenes que hacer o dejar de hacer con Mauro, porque en definitiva vos vas a hacer lo que quieras, y lo que hagas o dejes de hacer depende exclusivamente de tu decisión, yo no tengo nada que ver en el asunto. Aprovechá estos días para aclarar tus sentimientos pero no esperes que yo te diga lo que tenes que hacer.

Se retiró a su cuarto deseándome buenas noches. Yo me quedé unos minutos más y encendí uno de sus cigarrillos. Estaba confundida, nunca Victoria me había hablado tan duramente, aunque tenía razón en todo lo que me había dicho. Qué otra cosa esperaba que me dijera: "Valeria deja a Mauro y quedate conmigo"? Era una estupidez y muy inmaduro de mi parte. Me fui a la cama reprochándome la actitud infantil que había tenido.

Por la mañana me despertó Sofía para desayunar. Escuché voces, ya habían llegado los que instalarían la calefacción central. Era un día hermoso, miré por la ventana y pude ver que el lugar era alucinante. Aparecí en la cocina después de una ducha y vestida para pasar un bonito día de campo. Sofía me comento que Victoria la había sacado de la cama temprano a ella también y que le había pedido que me

despertara porque seguramente cortarían el agua y el gas en un rato más.

Desayuné con Sofía, conversamos de todo un poco, de su escuela, su padre, su tía, de mí. Por la ventana pude ver a Victoria y Guillermo que hablaban con los

operarios. Salí a saludarlos.

Buen día! –dijo Victoria como si nada hubiera pasado la noche anterior- Dormiste bien?

Espectacular! Me desmayé! –le comenté

Me acompañas? Tengo un par de cosas que hacer… si tenes ganas…- me dijo dudando

Claro que sí, vamos

Fuimos en el auto de Guillermo hasta la casa de un peón de campo que según me comentó cuidaba del jardín y de un par de caballos que tenían en la casa. Nos

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bajamos y ella se acercó a saludar a un señor bastante mayor, vi como le extendía un sobre, supuse que sería su paga. Se acercó un perro y le acaricíe la cabeza. Te gustan los perros? –preguntó Victoria

Me encantan! – le respondí

A mí también, pero no podría tener uno, no estoy nunca en casa. –comentó

Bueno! Pero por las noches podrías estar con él, cenarían juntos, que se yo…-se me ocurrió decir

Eso tendría su ventaja y su desventaja –opinó- la desventaja es que siempre me tocaría cocinar a mí, la ventaja es que no tendría que escuchar que cocino mal. No te gusta cocinar? –pregunté

Poco y nada, soy de las que prefieren lavar los platos y disfrutar de la comida –dijo Entonces un día de estos te cocino! –dije animada- a mi me encanta cocinar, pero odio lavar los platos

Trato hecho! –exclamó- quedas comprometida a cocinarme

Me animó su expresión, estaba comprometida a cocinarle y Dios sabe que me mataban las ganas de hacerlo todos los días! Continuamos camino a un

restaurante donde encargó el almuerzo y quedaron en llevárselo al mediodía. Ahí se me ocurrió que si no tenía inconveniente yo podría cocinar la cena. Le pareció una excelente idea aunque me advirtió que tendría que compartir con Guillermo, por lo general él es quien toma las riendas de la cocina.

Volvimos a la casa. Mientras Victoria seguía ocupada con una cosa y otra, yo me recosté a leer un libro en el patio. Después de almorzar me invitó a andar a caballo. No se montar –le dije

Siempre hay una primera vez! Vamos guapa no tengas miedo! –exclamó

Te conviene no resistirte – dijo Guillermo- no va a parar hasta que te vea galopar! No pienso resistirme –dije- además no tengo miedo, tengo plena confianza en mi profesora!

Fuimos al corral y allí me tomó de la mano. Te presento, Miel y Cardón, dijo acariciándoles el lomo. Me acerqué un tanto temerosa. Me parecían enormes y en cierto sentido me intimidaban.

Tenes que relajarte –dijo acercándose por detrás de mí- ellos saben perfectamente cuando tenes miedo

Me tomo por la espalda y con su mano dirigió la mía hasta el lomo de Miel. Me dejé dirigir, sentía su mano tibia y suave sobre la mía, deslizándose por el pelaje del animal. Ahora respira conmigo, me dijo acercando su boca a mi oído.

Así, despacio, inhala…, exhala…- decía apenas susurrando

La verdad es que me costaba muchísimo relajarme, su cuerpo tan cercano al mío me ponía a mil.

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Mantuve los ojos cerrados y me dejé estar en ese paraíso que era estar entre sus brazos.

Así vamos mejor! –dijo satisfecha- sentís cómo Miel también está tranquila Es cierto-dije sin abrir los ojos

De pronto se separó de mí para empezar a ensillar a la yegua. Vamos a comenzar con Miel que es más dócil

Me ayudó a montarla y a continuación la montó ella también colocándose por detrás de mí. Sentí sus muslos rodear los míos, su pecho apoyado en mi espalda y sus brazos a los lados de mi cuerpo sujetando las riendas. Su cercanía me

resultaba muy excitante. Podía sentir su respiración, sus latidos, su perfume, sus pechos apretados contra mi espalda, sus brazos que rozaban los míos, y lo que más me torturaba, sentía su sexo en mis glúteos. Ordenó a la yegua iniciar la marcha con un golpe de talones. El balanceo del andar hacía que sintiera su cuerpo rozar el mío. Al principio mantuvo ese andar lento. Me explico que cuando comenzara a trotar, lo importante era encontrar el ritmo con el animal, para que nuestro cuerpo no rebote contra el lomo de la yegua, sino que acompañe el andar. Me preguntó cómo me sentía. Le respondí que estaba perfecta, para no decirle que me sentía en la gloria! Nos fuimos alejando y la yegua comenzó a apurar su paso hasta que comenzó a trotar.

Te animas a galopar? –me preguntó como en complicidad Claro que sí! –le respondí sintiéndome sumamente excitada

Comenzó a apurar la marcha con golpes más severos de talones y agitando las riendas.

Tomá mis manos con fuerza! –me dijo

Y la yegua comenzó un galope veloz. El viento me golpeaba la cara, sentía el rostro de Victoria sobre mi hombro y muy cerca del mío. Sentía sus pechos firmes rozar mi espalda con fuerza y como sus pies estaban en los estribos, mis muslos estaban sobre los de ella, sintiendo cada uno de sus movimientos. Me alucinaba pensar en lo que sentiría ella en su sexo ahora que tenía sus piernas abiertas alrededor de mí. Me fui excitando cada vez más y de pronto en mi vagina comencé a sentir pequeñas oleadas de calor que me obligaban a contraer mis muslos, buscando estimular aún más mi clítoris. La carrera era vertiginosa y el deseo de un orgasmo se presento con urgencia. Me parecía una locura venirme de esa manera, pero no podía evitarlo. Me preguntaba si ella notaría lo que estaba pasando. Y no resistí más y el orgasmo nació en mi vagina para recorrerme el cuerpo por entero. Apreté sus manos con mayor fuerza y deje caer mi cabeza contra su hombro.

Es hermoso! –exclamé

Disfrútalo – me respondió ella sin cesar la carrera

Llegamos hasta una laguna donde detuvo la marcha. Me ayudo a desmontar y sentí mis muslos doloridos.

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La primera vez duele un poco –dijo Victoria refiriéndose a mi expresión al bajar La realidad era que a mí me dolía más de lo normal porque no solo había galopado sino que además me había masturbado. Por Dios! Era realmente una locura. Dejó la yegua beber tranquila en la laguna y se tiro de espaldas en el pasto. Me recosté a su lado.

Vas a resultar una buen jinete- me dijo Te parece? –le repuse

Vos sos como yo, cuando comenzamos algo no lo dejamos a medias, no paramos hasta que nos salga perfecto o al menos lo concluimos – comentó

Por un segundo creí que se refería a mi orgasmo. Después no creí que fuera posible que se hubiera dado cuenta.

Pienso irme de acá aprendiendo a galopar, me pareció una experiencia hermosa! –le dije

Ella se volteo hacia mí y mirándome con una sonrisa dijo: Se te nota en la cara que te gustó, te brillan los ojos

Me quedé mirando su rostro en silencio. Sus ojos miraban los míos imperturbables. Su boca delineaba una sonrisa leve, apenas perceptible. No me contuve y lleve mis dedos a sus labios. Los acaricié y entonces ella cerró sus ojos y dejo que

descubriera su boca. Comenzó a besar dulcemente la punta de mis dedos que exploraban y recogían su saliva para empapar su boca. Tomó mi mano y la llevo a su mejilla. Acaricié sus ojos, recorrí despacio sus cejas, su frente, baje por su nariz hasta volver a su boca. El galopar de un caballo nos trajo a la realidad. Abrió sus ojos de inmediato y se aparto de mí para ver quién venía. Era Sofía. Se puso de pie y le hizo señas para indicarle donde estábamos. Me senté fastidiada, no podía creer que semejante momento se me desvaneciera como por arte de magia.

Durante el resto del fin de semana no tuvimos oportunidad de estar a solas. Buscaba sus ojos de continuo, esperando alguna señal que me dijera que estaba como yo, ansiando terminar lo que empezamos, pero ella sistemáticamente evitaba encontrar mi mirada. Me dejaron el domingo por la noche en la puerta de mi casa. Me despedí y Victoria apenas me dio un beso rápido en la mejilla diciéndome que nos veríamos mañana.

Me estaba duchando para luego ir a la cama cuando escucho mi padre golpear la puerta del baño:

Nena es Mauro, al teléfono, dice que espera porque no se ha podido comunicar contigo

Suspiré fastidiada! En la última persona en la que quería pensar era en Mauro. Tomé el teléfono y comenzó a reprochar mi desaparición durante el fin de semana. Discutimos y termine largándole que ya no me interesaba continuar con la relación. Me amenazó diciéndome que si le decía eso ni se ocurriera volver luego. Que era un adiós definitivo. No pude aliviarme más, era exactamente lo que quería: que fuera

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un adiós definitivo. Corte y me encerré en mi cuarto. Estaba sólo con una bata de baño y una toalla en la cabeza. Me comencé a peinar frente al espejo y en mis movimientos mi escote se abrió un poco dejando uno de mis pechos al descubierto. Me quedé observando mi imagen al espejo. Llevé mi mano a mi seno y comencé a acariciarme. En mi mente apareció la imagen del escote de Victoria dejándome ver apenas su seno. Pensé en sus tetas y en las ganas que tenía de comérselas. Recordé la manera en que me había excitado montar con ella aquella yegua. Desabroche mi bata y me observé desnuda, abrí mis piernas y vi mi vagina en el espejo. Estaba mojada, era inevitable pero Victoria me mantenía en un estado de excitación constante. Una fiebre imparable atacaba mis muslos, mi clítoris, mis pechos.

Recordé el orgasmo secreto que había sentido con su cuerpo abrazando al mío. Mis dedos en sus labios volvieron a aparecer en mi mente y entonces observé mi clítoris hinchado, pidiendo que lo alivie. Comencé a frotarme con mayor intensidad

mientras repetía su nombre mentalmente y cuando mi orgasmo llegó me encontré diciendo su nombre bajito entre gemidos ahogados: Victoria, mi amor!

El lunes estaba como siempre a horario en la oficina. A los pocos minutos llego Victoria. La escuché dirigirse a otras oficinas primero y de pronto estábamos todos en su despacho. Había organizado una reunión de equipo donde se enteró de algunas cosas que habían sucedido en su ausencia.

No entiendo porque me estoy enterando recién ahora de esto? –repuso un poco enfadada.

Es que la semana pasada apenas estuviste por acá… -explicó Pablo Y eso que tiene que ver? –objetó elevando una ceja- estaba Valeria, no? Si pero ella estaba muy ocupada con el tema de Broken, asi que…-volvió a excusarse Pablo

A ver, a ver…- dijo Victoria- si Valeria está acá es como si estuviera yo, se entiende? Si Uds. me avisan tres días después ya empezamos en desventaja, no es lo mismo actuar al instante que tres días después! Vamos chicos! Uds. saben cómo son las cosas! A Valeria la consultan constantemente cuando yo estoy acá, con mayor razón lo tienen que hacer cuando no estoy! Ella sabe cómo y cuándo resolver las cosa y en última instancia, sabe si debe llamarme o no. Pero Uds. no pueden suponer que las cosas pueden esperar hasta que yo vuelva. No los estoy retando, no pongan esas caras!

Todos estaban cabeza gacha escuchando a Victoria. Ella continúo:

Esto no es para que se sientan mal. Es para mejorar el trabajo. Uds. me conocen y tienen la suficiente confianza como para saber que si les llamo la atención no es porque sea una bruja! Y no se preocupen si Valeria está poco o muy ocupada, ese es el trabajo de ella y ella sabe cómo manejarlo. Estamos?

Todos asintieron con la cabeza y acordaron que Victoria tenía razón.

Entonces equipo a trabajar! a recuperar el tiempo perdido!- concluyó Victoria Cuando quedamos a solas, me pidió que tomara asiento, mientras miraba detenidamente su ordenador, elevando una ceja como hacia un rato.

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Ese gesto a mi no me asusta –dije bromeando- al contrario me encantan las personas que lo pueden hacer.

Cual gesto? –dijo elevando su mirada hacia mí

El de la ceja…-dije sonriente- yo no puedo levantar una ceja sola Segura? – me dijo con una sonrisa- a ver? Intentalo?

Se mató de risa viendo mis expresiones intentando levantar una ceja sola. Ves que no me sale! No te rías de mí…-repliqué con tono infantil

No tengo la culpa, si me haces reír! – dijo alegre Me encanta ponerte de buen humor – agregué

Y ahora que me cambiaste el humor vayamos al trabajo – dijo un poco cortante Me dio instrucciones para atender el tema de Metalpak que los chicos habían desestimado. Me pasó una lista de asuntos para seguir trabajando con Broken, mi cuenta, y me informó que pretendía que para el miércoles viajara para poner el contrato en marcha. Me planteó un día a full y aunque no me desagrada el trabajo, esperaba otro tipo de actitud para conmigo.

Se pasó todo el día yendo y viniendo y cuando no, hablando por teléfono. Al finalizar la jornada la invité a cenar.

Me encantaría pero tengo una cena de trabajo con Nicolas Stredman –se excusó secamente.

Mientras recogía sus cosas, Paola pasó a informarnos que Metalpak estaría firmando el contrato mañana por la mañana. Se fue diciendo que quería cubierto hasta el mínimo detalle.

Realmente no estaba entendiendo la situación. Se perfectamente que estuvimos a un paso de besarnos, que fue real y que no se trataba de una suposición mía. Acaricié sus labios y ella me respondió, eso no fue un sueño. Entonces por qué actuaba tan distante? Por qué me evitaba de esa manera?

Nos quedamos hasta que anocheció con Paola, Pablo y Enrique. Cuando nos aseguramos tener todo en perfecto orden, nos fuimos por un trago al bar de la esquina.

Victoria hoy tenía un humor de perros! – comentó Enrique

Tal vez necesita un poco de sexo- dijo Pablo bromeando- yo no tendría inconveniente en resolver ese problemita! Jaja!

Sos un idiota! –repuso Paola- eso no tiene nada que ver! que vos estés muerto con ella es otra cosa!

Paola tiene razón –dijo Enrique- no creo que sea eso, si cada vez que está de mal humor es por falta de sexo, te puedo asegurar que alguien se lo provee muy bien! Desde que la conozco, la vi tres veces de mal humor!

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Tiene pareja? –pregunté desinteresadamente

Ni idea! Pero me juego que algún que otro amante debe tener! –respondió Pablo levantando los hombros

Victoria es muy reservada –agregó Paola- jamás habla de su vida privada. Pero yo no creo que esté sola. Además sino lo sabés vos que estas con ella todo el día, menos nosotros!

Nunca me habla de su vida – comenté- soy testigo que es muy reservada

No debe ser fácil estar con una mujer como Victoria –reflexiono Enrique- es del tipo de mujer demasiado independiente. El hombre que esté con ella tiene que tener los huevos bien puestos!

Yo me imagino que el tipo que esté Victoria tiene que ser, en primer lugar, mayor que ella, después, tiene que ser un tipo exitoso, de esos tipos seguros, con mucha presencia, que se yo?... lindo. Valeria seguro me entiende el tipo de hombre al que me refiero… -dijo Paola buscando mi aprobación

Entiendo a que te referís, pero lo que todavía no comprendo es cómo podemos seguir siendo tan estructurados –dije indignada

Estructurados? –preguntó Pablo mientras los otros me miraban intrigados Claro! Se supone que estamos en un país donde hace poco se aprobó la ley de matrimonio gay, porque siempre que pensamos en la pareja de alguien, tenemos que suponer que es hetero?

Mis compañeros me escuchaban atentamente. Casi sin pensarlo me estaba metiendo yo sola en un terreno personalmente complicado, pero me sentí en la obligación de continuar con mi argumento sin delatarme.

Hace unos días hablábamos con mis amigas de este tema, porque lo vivimos en carne propia con amigo –mentí- y ahora esta conversación sobre Victoria me parece el ejemplo ideal

Creo que entiendo lo que decís –recapacitó Enrique

Lo que digo es que cuando empezamos a hablar de la pareja de Victoria, de inmediato suponemos que es un hombre… por qué no pensar que puede ser una mujer?-agregué con soltura- Victoria podría ser gay y eso no cambiaría en nada a la persona que conocemos…, no?

Claro que no – me confirmó Paola- y tenes mucha razón, por más que nos hagamos los liberales y estemos de acuerdo con la ley de matrimonio gay, somos unos

estructurados de mierda!

Yo coincido con vos –dijo Pablo y agregó- a vos te pasó con un amigo?

El comentario de Paola y la pregunta de Pablo me tranquilizaron. De pronto lo que dije quedó como una observación sobre lo hipócritas que podemos ser sin darnos cuenta. Le respondí a Pablo continuando la mentira sobre un amigo al que todo suponíamos hetero hasta que nos presentó a su pareja y supimos que era gay. En un segundo supe que difícilmente mi comentario levantaría sospecha alguna. Durante el transcurso de la semana el trabajo fue una pesadilla. Victoria solo me dirigió la palabra para hablar de negocios, perfiles financieros y cuanto tema que nada tuviera que ver con nosotras. Intenté mil veces sacarla de esa posición pero se mostraba inmutable y sumamente evasiva. Concluí que probablemente estaba

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arrepentida de lo que había sucedido entre nosotras en la laguna. Por mi parte, me costaba mucho renunciar a ella y me aferraba a lo poco que había conseguido como a una tabla de naufrago.

Viajé tal como lo había planificado el día miércoles y el jueves tuve que presentar en reunión de directorio los resultados y una proyección del negocio a futuro con un detalle de los objetivos a cumplir. Cuando terminé mi exposición comenzaron las preguntas. Pude responder todas dejando en claro que mi proyecto no tenía fisuras, hasta que Victoria que no había abierto la boca hasta el momento y se la había pasado garabateando en su cuaderno, se quitó los anteojos y con mirada fría disparó su pregunta haciendo blanco en el punto más flaco de mi plan. Lo primero que intenté fue cambiar el vector de la pregunta y llevarla a un plano más seguro y respondí sabiendo que no estaba contestando lo que ella quería.

No nos estamos entendiendo …-dijo con un gesto de superioridad

Volvió a plantearme que no quedaba en claro cómo previa yo resolver determinada cuestión si se presentaba determinado problema. Sumamente molesta por la manera en que ella me increpaba, improvisé una respuesta.

Esta perfecto lo que me decís Valeria, pero yo no lo veo desplegado en tu proyecto, y no me equivoco si digo que ustedes tampoco lo ven, señores…-dijo con actitud altanera

El resto de los presentes estuvieron de acuerdo con ella y continuó:

La solución que me planteas es una solución improvisada, esa improvisación tiene un costo mi querida!-dijo sarcásticamente- tendríamos que disponer de manera urgente de recursos que…

Y comenzó hacer cálculos complejos demostrando que mi "plan perfecto" tenía un margen de error demasiado grande y concluyó sus argumentos diciendo

irónicamente:

Creo que deberías empezar a trabajar de inmediato en ese aspecto que al parecer te pareció menor…

Intenté mantenerme lo más entera posible y con tono firme propuse un plazo de 72 horas para pulir los puntos críticos que me había señalado Victoria, siempre y cuando ellos consideraran que era adecuado mantenerme a cargo de la cuenta. Accedieron y dieron por finalizada la reunión.

Salí de allí completamente furiosa. Sentía que había quedado como una imbécil y Victoria se había dedicado a herir mi orgullo sin piedad. Entré al despacho como un rayo y me encerré en el baño. Una vez allí no pude más que llorar. La odié, odié ese aire de superioridad, odié su soberbia, odié su inteligencia, odié que mostrara su lado perverso, y me odié a mi misma por sentirme tan idiota y completamente

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