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~ UNIVERSIDAD DE LAS PAlMAS. f ~ DE GRAN CANARIA. García Martín

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(1)

f ~ DE GRAN CANARIA

García Martín

(2)

A mi familia

(3)

Desarrollo sostenible: “el desarrollo que asegura las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para enfrentarse a sus propias necesidades”

(Comisión Brundtland, 1987)

(4)

MÁSTER EN GESTIÓN SOSTENIBLE DE RECURSOS PESQUEROS 2010/2011

CONSIDERACIONES BIOLÓGICAS Y ECOLÓGICAS RELATIVAS A LOS RECURSOS PESQUEROS DE GRAN CANARIA

TRABAJO FIN DE MÁSTER

PRESENTADO POR: VERÓNICA GARCÍA MARTÍN DIRIGIDO POR: JOSÉ JUAN CASTRO HERNÁNDEZ

JULIO 2011

.

(5)

RECURSOS PESQUEROS DE GRAN CANARIA

Verónica García-Martín*

Facultad de Ciencias del Mar. Máster en Gestión Sostenible de Recursos Pesqueros.

Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

*Correspondiente al autor: Tel.: 699 146 415, dirección e-mail: veronica.garcia104@alu.ulpgc.es

Resumen

Se analiza la información biológica relativa a las diferentes especies sometidas a explotación pesquera en aguas de la isla de Gran Canaria, de la que se desprende que se carece de datos que permitan un adecuado conocimiento de su dinámica poblacional y estado de explotación de gran número de especies, dificultando establecer estrategias de gestión y conservación adecuadas. Así, y a pesar de que se conocen los periodos reproductivos de las especies más abundantes en las capturas, no existen vedas temporales orientadas a reducir el impacto de la pesca en los periodos de concentración previos a la freza. Igualmente se observan ciertas incoherencias entre las tallas de primera madurez y las tallas mínimas de captura establecidas para dichas especies. No se tiene información sobre las áreas de cría y alevinaje de las especies, aunque algunos estudios describen los sebadales, arrecifes naturales y artificiales como áreas relevantes.

Por otro lado, se ha descrito un fenómeno de tropicalización progresiva en la fauna

marina del Archipiélago, así como el efecto de la variabilidad climática (medida

principalmente a través de la Oscilación del Atlántico Norte y la temperatura superficial

del agua de mar) sobre el reclutamiento de algunas especies con fases larvarias

pelágicas.

(6)

Palabras Clave: información biológica, periodos reproductivos, tallas mínimas de captura, reclutamiento.

Abstract

The analysis of biological information concerning to tagging species of the small-scale fishery in waters of Gran Canaria island shown that there are no data to allow a proper understanding of population dynamics and status of exploitation of large numbers of species, making it difficult to establish appropriate management and conservation strategies. Although it is known the reproductive periods of the many of most abundant species in the captures, there are no seasonal limitations of fishing to reduce its impact during pre-spawning aggregations. Also there are certain inconsistencies between the length at first maturity and the minimum catch size for these species. There is no information about breeding and nursery areas for species, although some studies describe seagrass, natural and artificial reef as relevant areas. On the other hand, is has been reported a progressive tropicalization phenomena of the marine fauna of the Archipelago, and the effect of climatic variability (particularly measured through the North Atlantic Oscillation –NAO- index and sea surface temperature) on the recruitment of some species with pelagic larval stages.

Keywords: biological information, reproductive periods, minimum catch size,

recruitment.

(7)

1. Introducción

En las islas Canarias ha existido siempre una importante tradición pesquera (Bas et al., 1995), el mar ha proporcionado a sus habitantes una fuente de alimentación e ingresos y aunque en la actualidad éste sigue siendo un sector importante, otros sectores como la pesca deportiva, la acuicultura y el turismo de sol y playa se hacen hueco en un mismo área. Las perturbaciones humanas como son la sobreexplotación de los recursos marinos y la alteración del litoral ponen en peligro diariamente la biodiversidad de nuestras costas. Se constata como en los últimos años diversas especies se encuentran en situación crítica, haciéndose necesario eficientes planes de recuperación así como legislaciones sólidas y eficaces basadas en rigurosos criterios científicos (Espino et al., 2006). La preocupación ambiental no es un lujo de las sociedades actuales, sino una respuesta a una necesidad vital (Haroun et al., 2005).

Las investigaciones marinas en Canarias han estado tradicionalmente enfocadas a

dos aspectos: la descripción de patrones físicos, químicos y biológicos de las aguas

oceánicas que rodean las islas y la descripción de las especies marinas presentes en

tramos específicos de nuestra zona costera. En la actualidad, los estudios biológicos y

ecológicos realizados en la plataforma costera menos profunda, inferior a unos 50

metros de profundidad, se han ceñido, por lo general, al estudio de aspectos concretos

de algunas especies, o bien, de ciertas comunidades, así como al efecto puntual de las

actividades humanas sobre las mismas. Todos estos estudios, realizados desde las

Universidades de La Laguna y de Las Palmas de Gran Canaria, y por el Instituto

Canario de Ciencias Marinas (ICCM) y el Instituto Español de Oceanografía (IEO), han

sentado las bases del conocimiento biológico que disponemos de nuestro medio litoral.

(8)

En general, todas las contribuciones se han focalizado a ciertas zonas del litoral, siendo escasos los estudios que han abordado de forma global toda la extensión del Archipiélago. De este modo, son casi inexistentes las publicaciones de prestigio internacional que aborden la totalidad del medio litoral de Canarias o que aborden procesos comunes a todas y cada una de las franjas costeras de estas islas (Haroun et al., 2005).

Diversas publicaciones e informes (Haroun, 2005; REPESCAN, 2008; entre otros) alertan de la situación de sobrepesca en la que se encuentran la mayoría de las poblaciones pelágicas y bento-demersales sometidas a explotación. No obstante, la información precisa sobre su estado global resulta escasa, ya que sólo existen algunos estudios puntuales centrados en la biología de determinadas especies, principalmente realizados en aguas de las islas centrales (Gran Canaria y Tenerife).

Por otro lado, los túnidos que son de gran importancia para asegurar la rentabilidad de las estrategias productivas, y que en cierta medida ayudan a reducir la presión ejercida sobre el resto de especies objetivo, han fluctuado de manera significativa en los últimos años, posiblemente como consecuencia de la situación de explotación en la que se encuentran algunas de estas especies a nivel mundial, y en el Atlántico Centro-Oriental en particular (Miyake et al., 2004; Pauly et al., 2005;

Ganzedo-López, 2005). Además, la acción conjunta de la pesca profesional y deportiva

(Couce-Montero, 2009; Jiménez-Alvarado, 2010), así como el impacto de la

contaminación y la alteración de muchos espacios litorales, también pueden haber

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jugado un papel determinante en la situación actual del conjunto de la pesquería (Espino et al., 2008).

El conocimiento actual sobre la dinámica poblacional de los recursos pesqueros de las islas es escaso, no así sobre determinados parámetros biológicos relevantes (ej.

reproducción, crecimiento, distribución, etc.) de las especies más significativas para la pesquería artesanal desarrollada en las islas, lo que hace necesario un mayor esfuerzo investigador en aquellos aspectos menos estudiados, pero también de recopilación y síntesis de la información ya existente. De este modo, la distribución de tallas y edades en las capturas, los periodos reproductivos, las zonas y periodos de reclutamiento y el estado de salud de los ecosistemas son, entre otras, herramientas de conocimiento necesarias para poder realizar un análisis de la dinámica poblacional (Farrugio, 1993) e implementar estrategias de gestión que conduzcan hacia la sostenibilidad de la actividad pesquera a través de lograr una mejora en el estado de salud de los stocks (Guerra-Sierra y Sánchez-Lizaso, 1998). El establecimiento de tallas mínimas de captura, la creación de zonas de reservas marinas y proponer vedas temporales de capturas son algunas de las medidas que pueden ayudar a solventar los problemas de sobreexplotación existentes en nuestras aguas.

Por lo que, el objetivo principal de este documento es realizar una primera síntesis

de la información biológica y ecológica existente sobre los recursos pesqueros en la isla

de Gran Canaria, así como poner en evidencia las carencias de información que puedan

existir en lo relativo al conocimiento de diversos aspectos de algunas de las especies

altamente pescadas, de forma que sirva para establecer una planificación de la

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investigación futura y configurar estrategias de gestión que permitan reducir el estado de degradación en el que se encuentran los stocks y ecosistemas.

2. Material y métodos

Para la elaboración de este documento se ha realizado una importante búsqueda bibliográfica, síntesis y extracción de datos. A continuación se explican los diferentes métodos utilizados para tratar los diferentes puntos.

Para determinar los periodos reproductivos de las especies sometidas a

explotación pesquera en las Islas Canarias se ha tomado como base el listado de

especies que aparece en la “Memoria Científico-Técnica Final Sobre el Estado de los

Recursos Pesqueros de Canarias” (REPESCAN, 2008). Este listado engloba las especies

en función del tipo de hábitat al que pertenecen: recursos pelágicos (que a su vez se

dividen en pelágicos costeros y meso-batipelágicos y pelágicos oceánicos), y

demersales litorales y de aguas profundas. A partir de esta lista se hizo una importante

búsqueda bibliográfica de artículos sobre la biología de cada una de estas especies. Los

pasos para seleccionar la información biológica de relevancia, cuando existían

documentos que aportaban datos en principio dispares, fueron los siguientes: a) que el

artículo corresponda con el estudio del ciclo biológico de la especie en cuestión; b) que

los individuos, o su mayoría, hayan sido capturados en aguas de Gran Canaria; y c) de

varios trabajos similares se seleccionó el más reciente. Una vez se dispuso del

documento adecuado, se extrajo la información relativa al periodo reproductor, tomando

los meses en los cuales esta se engloba y el mes o meses con pico de puesta.

(11)

El establecimiento de los periodos y las áreas de reclutamiento es una tarea más compleja ya que no existe información específica sobre este tema en el entorno de Gran Canaria. No obstante, se conoce que los sebadales juegan un papel importante en este sentido, siendo zonas de refugio y cría de muchas especies (Espino et al., 2008, 2011), del mismo modo lo hacen los arrecifes naturales y artificiales (Castro et al., 2007).

Para establecer las tallas mínimas de captura se utilizó como base los documentos

de los proyectos “Aplica-1”, herramienta para la aplicación de la normativa de

comercialización de los productos pesqueros, y “Aplica-2”, manual de identificación de

las principales especies pesqueras, publicados por el Cabildo de Gran Canaria. El

documento Aplica-1, por su parte, sólo recoge las especies pesqueras con talla de

captura regulada, que aparecen en el Real Decreto 560/1995, de 7 de abril, por el que se

establece las tallas mínimas de determinadas especies de interés pesquero Reglamento

(CE) Nº 850/98 del Consejo de 30 de marzo de 1998, para la conservación de los

recursos pesqueros a través de medidas técnicas de protección de los juveniles de

organismos marinos; y Reglamento (CE) Nº 2166/2005 del Consejo de 20 de diciembre

de 2005. Mientras, el Aplica-2 describe las 130 especies de peces e invertebrados

marinos más comúnmente pescadas y comercializadas en el entorno de la Islas. En una

segunda parte este último manual recoge las 30 especies de peces e invertebrados

marinos cuya captura está prohibida en el Archipiélago (Anexo I). Dichas prohibiciones

se derivan de las normativas vigentes en materia medioambiental (Decreto 151/2001,

Catálogo de Especies Amenazadas de Canarias) y pesquera (Ley 17/2003 de Pesca de

Canarias y su RD 182/2004, de 21 de diciembre). Por lo tanto, se tomó como base el

listado de especies de Aplica-2 (Anexo II) al ser más amplio, al tiempo que se realizó

una importante búsqueda bibliográfica. En este caso se utilizó tanto artículos que hacen

(12)

referencia a la biología como al crecimiento, ya que para establecer las tallas mínimas se toman como variables de importancia la tipología sexual, el sex-ratio, la estructura de tallas, mortalidad natural, mortalidad por pesca, longevidad, la talla de primera madurez (cuando el 50% de individuos están maduros, tanto para hembras como para machos) y la tasa de crecimiento (k). Con toda esta información se puede llegar a establecer una propuesta de talla mínima de captura. Sin embargo, en muchos de los casos no se dispuso de información alguna sobre especies objetivo de la pesquería, lo que pone en evidencia las carencias existentes en lo que referente al conocimiento de la biología y ecología de una parte de los recursos y ecosistemas explotados.

Por otro lado, en lo referente a las variables climáticas a considerar y sus efectos, se realizó una búsqueda bibliográfica sobre componentes climáticas y oceanográficas de las que existe constancia que pueden afectar a la distribución y abundancia de ciertas especies en el área de Canarias.

Para la evaluación de la salud de los ecosistemas se hace uso del Ecosystem

Health Assessment, que se basa en utilizar organismos vivos como predictores para

evaluar la evolución temporal y tendencias en las poblaciones y así gestionar la

explotación de las mismas. La realización de planes de gestión ambiental se basan en

los siguientes pasos: (1) se observan condiciones insalubres en el ecosistema; (2) se

seleccionan indicadores ecológicos; (3) se evalúa la salud del ecosistema y se

proporciona un diagnóstico; (4) se realiza un examen más detallado para determinar la

fuente; y (5) se presenta un plan de gestión ambiental y los indicadores que se utilizarán

como seguimiento del mismo. En este sentido, existen varios tipos de indicadores que se

(13)

aplican en aguas costeras y de transición, los más utilizados son: (1) indicadores basados en las presencia ausencia de especies; (2) biodiversidad como medida de diversidad; (3) indicadores basados en estrategias ecológicas, (4) indicadores basados en la biomasa y abundancia de especies; (5) indicadores contables de la información medioambiental; e (6) indicadores basados en el análisis de redes y termodinámicamente orientados. Por lo tanto, en términos prácticos, los requerimientos de datos y la disponibilidad de los mismos será la base para la elección del indicador ecológico (Jorgensen et al., 2005).

3. Resultados

3.1. Periodos reproductivos

Se ha encontrado información sobre el periodo reproductivo de 40 especies de interés pesquero en aguas de Gran Canaria (Tabla 1), tanto pelágicos costeros y meso- batipelágicos, pelágicos oceánicos, demersales litorales y recursos de aguas profundas.

En la Tabla 1 se muestra en color amarillo los meses en los que cada especie se encuentra en fase reproductiva y en rojo el pico de puesta, es decir, aquellos meses en los que la reproducción está en su momento álgido.

Tabla 1. Establecimiento de los periodos reproductivos de las especies más capturadas en la isla de Gran Canaria. Fuente: elaboración propia a partir del listado de REPESCAN, 2008.

Tipo de

recurso Nombre común Especie E F M A M J J A S O N D Autor/es

Pelágicos costeros y meso- batipelágic

os

Caballa Scomber colias Lorenzo and Pajuelo, 1996

Alacha Sardinella aurita

Chicharro Trachurus picturatus Castro et al., 2000 b Sardina Sardina pilchardus

Méndez-Villamil et al., 1997 Machuelo Sardinella maderensis

(14)

Tipo de

recurso Nombre común Especie E F M A M J J A S O N D Autor/es

Boga Boops boops

Anchoa

Engraulis

encrasicolus

Guelde Atherina aff. Presbyter Pajuelo and Lorenzo, 2000a

Pelágicos oceánicos

Patudo Thunnus obesus

no se reproducen en Canarias

ICCAT, 2006b

Listado Katsuwonus pelamis Ramos et al., 1991a

Rabil Thunnus albacares ICCAT, 2006

Atún blanco Thunnus alalunga De la Serna, et al.

Atún rojo Thunnus thynnus ICCAT, 2006c

Demersales litorales

Mero

Epinephelus

marginatus

Abade Mycteroperca fusca Bustos et al., 2010 Cabrilla negra Serranus atricauda García-Díaz et al., 2006 Cabrilla reina Serranus cabrilla García-Díaz et al., 1997 Salmonete Mullus surmuletus Pajuelo et al., 1997

Sama dorada Dentex dentex

Sama Dentex gibbosus Pajuelo and Lorenzo, 1995 Mugarra Diplodus annularis Pajuelo and Lorenzo, 2001 Sargo breado

Diplodus cervinus

cervinus Pajuelo et al., 2003 a Sargo picudo Diplodus puntazzo Pajuelo et al., 2008 c Sargo

Diplodus sargus

cadenati Fazeres, 2007 Seifia Dipludus vulgaris Pajuelo et al., 2006 a Herrera

Lithognathus

mormyrus Lorenzo et al. 2002 Besugo Pagellus acarne Pajuelo and Lorenzo, 1994 Breca Pagellus erythrinus Pajuelo and Lorenzo, 1998 Sama roquera Pagrus auriga Pajuelo et al., 2006 b Bocinegro Pagrus pagrus Pajuelo and Lorenzo, 1996 Salema Sarpa salpa

Méndez-Villamil et al., 2002 Chopa

Spondyliosoma

cantharus Pajuelo and Lorenzo, 1999 Gallo Balistes carolinensis

Gallito Stephanolepis hispidus Mancera, 2000 Vieja Sparisoma cretense González, 1993 Morena picopato Enchelycore anatina Murión Gymnothorax unicolor Jiménez, 1997 Morena negra Muraena augusti Jiménez, 1997 Lenguado negro Microchirus azevia

González-Pajuelo and Lorenzo, 2006 Lenguado de arena Pegusa lascaris Pajuelo and Lorenzo, 2008b Pulpo Octopus vulgaris

Hernández-García et al.

2002 Choco Sepia officinalis Almonacid, 2006

Calamar Loligo vulgaris

Recursos de aguas profundas

Pota Illex coindetii

Hernández-García and Castro, 1995 Calamar del alto Loligo forbesi Pota negra, pota

europea Todarodes sagittatus

no se reproducen en Canarias

Hernández, 1995 Volador

Ommastrephes

bartramii Hernández, 1995

Pota de ley Sthenoteuthis pteropus Hernández, 1995

Morena papuda

Gymnothorax

polygonius Jiménez, 1997 Morena pintada Muraena helena Jiménez, 1997 Brota, agriote Phycis Phycis Escolar negro

Lepidocybium

flavobruneum

(15)

Tipo de

recurso Nombre común Especie E F M A M J J A S O N D Autor/es Escolar rasposo Ruvettus pretiosus Antoñito, dientón

Dentex

macrophthalmus Dientón, calé Dentex maroccanus Pejesable, sable

plateado Lepidopus caudatus Tuset et al., 2006 Pejeconejo

Promethichthys

prometheus Lorenzo and Pajuelo, 1995

Congrio Conger conger

Obispo, volón Pontinus kuhlii

Gorás Pagellus bogaraveo

Cherne, romerete Polyprion americanus Bocanegra

Helicolenus

dactylopterus Salmón del alto,

lirio Polymixia nobilis García-Mederos et al., 2010 Merluza, pescada Merluccius merluccius

Candil Epigonus telescopus

Merluza canaria,

jediondo Mora moro

Fula de altura,

alfonsiño Beryx splendens González et al., 2003 Tableta, fula ancha Beryx decadactylus Pejesable negro

Aphanopus

carbo/intermedius Pajuelo et al., 2008 a Camarón narval Plesionika narval González et al., 1997 Camarón soldado Plesionika edwardsii Quiles, 2005 Cangrejo buey

canario Cancer bellianus

Camarón cabezudo Heterocarpus ensifer Tuset et al., 2009 Cangrejo rey Chaceon affinis

Es de destacar que las especies de las que existe menos información biológica son

aquellas de aguas profundas, lo cual es de esperar al ser estas de más difícil acceso para

la pesquería y, consecuentemente, para los investigadores. Las especies de peces

(túnidos y especies afines) y cefálopodos pelágico-oceánicos (excepto Illex coindetii) no

suelen reproducirse en aguas de las Islas Canarias, por lo que, establecer medidas de

gestión basadas vedas temporales asociadas a la reproducción carece de sentido en este

caso. Algunas de estas especies de distribución cosmopolita y cuya área de

reproducción no está circunscrita a una región específica pueden realizar parte de su

freza en el entorno del Archipiélago, como puede ser el caso de el dorado (Coryphaena

hippurus), tal y como parecen apuntar las observaciones de Castro et al. (2002b)

ocurridas durante el verano bajo objetos flotantes.

(16)

Respecto a las especies bento-demersales litorales podemos ver diferentes tendencias, la familia Serranidae como la cabrilla y el abade (Serranus atricauda, S.

cabrilla, Mycteroperca fusca) muestra una tendencia a reproducirse en los meses

estivales, mientras que las especies de la familia Sparidae (Diplodus spp., Pagellus acarne, Spondyliosoma cantharus, Sarpa salpa, Pagrus pagrus, etc.) muestran un

periodo reproductivo centrado en los meses invernales, con la excepción de la breca, sama y herrera (Pagellus erythrinus, Dentex gibbosus y Lithognathus mormyrus,).

Algunas especies de la familia Soleidae tienen un periodo reproductivo bastante amplio. En el caso del lenguado negro (Microchirus azevia) el pico de puesta abarca seis meses, mientras que el lenguado de arena (Pegusa lascaris) muestra dos picos anuales.

Los cefalópodos costeros por lo general muestran una tendencia reproductiva

localizada en primavera-verano, aunque en el caso del pulpo (Octopus vulgaris) existe

un segundo pico reproductor en octubre. De forma algo similar, especies de aguas

profundas muestran tendencia a la reproducción en verano, a excepción del pejesable

negro (Aphanopus carbo) que lo hace en los últimos meses del año.

(17)

3.2. Periodos y áreas de reclutamiento

Como ejemplo de área de reclutamiento de especies demersales litorales tenemos los sebadales, éstos constituyen un ecosistema marino muy importante por su alta capacidad productiva, por asociarse a áreas de alevinaje para muchas especies de peces e invertebrados, por el mantenimiento de la biodiversidad marina, por su papel en la regulación de la calidad de las aguas costeras y por la protección del borde costero. De las especies de fanerógamas marinas presentes en las islas Canarias, la más representativa, por su abundancia y papel ecológico, es Cymodocea nodosa que se localiza principalmente en las bahías protegidas de la zona este, sureste, sur y suroeste de casi todas las islas (Espino et al., 2008). Sin embargo, estos céspedes marinos son más abundantes en las islas orientales y centrales, al ser éstas las más antiguas y erosionadas, con una plataforma insular sumergida de mayores dimensiones y mayor cantidad de sedimentos (Brito, 1984; Haroun et al., 2003). Su distribución batimétrica abarca desde los 5-10 metros en forma de parches, de 10-15 m. como pradera continua y a partir de 15 m. sufre una sustitución progresiva por algas verdes (Caulerpa prolífera y C. racemosa). Constituyen zonas de reclutamiento, cría y refugio de alevines y juveniles

de muchas especies (Tabla 2), algunas de los cuales tienen importancia comercial y recreativa, como por ejemplo peces. Es un ecosistema de suma importancia para las pesquerías artesanales de Canarias (Espino et al., 2008), y también son áreas que soportan una fuerte presión pesquera particularmente para obtener el cebo vivo, necesario para la pesquería de túnidos.

Tabla 2. Especies que utilizan el Sebadal como área de cría y refugio. Fuente: Espino et. al., 2008.

Especies Nombre común

Atherina presbyter* Guelde blanco

Boops boops* Boga

(18)

Especies Nombre común

Bothus podas Tapaculo

Dentex dentex* Dentón

Diplodus annularis* Mojarra Diplodus vulgaris* Seifía

Gobius niger Chaparro

Hippocampus hippocampus Caballito de mar Mullus surmuletus* Salmonete Nerophis ophidion Pejepipa

Oblada melanura* Galana

Opeatogenys cadenati

Pagellus acarne* Besugo

Pagellus erythrinus* Breca

Pagrus pagrus* Bocinegro

Serranus atricauda* Cabrilla negra

Serranus scriba* Vaquita

Serranus cabrilla* Cabrilla rubia Sparisoma cretense* Vieja

Spondyliosoma cantharus* Chopa Stephanolepis hispidus* Gallo Symphodus mediterraneus

Symphodus trutta Romero

Syngnathus acus Pejepipa, aguja mula Syngnathus typhle Pejepipa, aguja mula

Synodus saurus Lagarto

Thalassoma pavo Pejeverde, guelde

*Especies que tienen interés pesquero según Franquet & Brito (1995)

Un papel similar parecen jugar los arrecifes naturales, al igual que los de origen

artificial, ya que facilitan cobijo a juveniles y adultos de gran cantidad de especies

(Tabla 3), algunas de elevado interés pesquero como son los espáridos y serránidos

(Castro et al., 2007; Szedlmayer, 2011), elemento que se debe tener en cuenta a la hora

de instalar y limitar la actividad pesquera en su entorno.

(19)

Tabla 3. Poblamiento ictiológico asociado al arrecife artificial de Arguineguín, sur de Gran Canaria.

Fuente: Castro et al., 2007.

Especies Nombre común Hábitat

Bothus podas Tapaculo Bentónicas

Muraena augusti Morena Bentónicas

Dasyatis pastinaca Chucho Bentónicas

Squatina squatina Angelote Bentónicas

Myliobatis Aquila Ratón Bentónicas

Synodus spp. Lagarto Bentónicas

Mullus surmuletus Salmonete Bentónicas

Abudefduf luridus Fula negra Bento-demersales

Chromis limbata Fula blanca Bento-demersales

Apogon imberbis Alfonsito Bento-demersales

Canthisgasther rostrata Gallinita Bento-demersales

Diplodus vulgaris Seifía Bento-demersales

Spondyliosoma cantharus Chopa Bento-demersales

Serranus atricauda Cabrilla Bento-demersales

Serranus cabrilla Cabrilla rubia Bento-demersales

Sparisoma cretense Vieja Bento-demersales

Stephanolepis hispidus Gallo verde Bento-demersales Thalassoma pavo Guelde o pejeverde Bento-demersales

Boops boops Boga Pelágicas

Pomadasys incisus Roncador Pelágicas

Pagellus acarne Besugo Pelágicas

Pseudocaranx dentex Jureles Pelágicas

Seriola rivoliana Medregal Pelágicas

Sphyraena viridensis Bicuda Pelágicas

3.3. Tallas mínimas de captura

Se estableció la talla mínima recomendada para 40 especies a partir de los datos

obtenidos de la bibliografía, los resultados se representan en el Anexo 3. No obstante,

muchas de las especies capturadas aún no han sido estudiadas y se desconoce cuál

podría ser la talla mínima recomendada. En la tabla 4 se presenta una comparativa entre

la talla a partir de la cual es legal su captura, elaborada a partir de los documentos

(20)

Aplica 1 y 2, la talla a la cual el 50% de individuos son maduros (hembras, machos) y la propuesta de talla mínima obtenida a través de información bibliográfica.

Tabla 4. Comparativa entre las tallas mínimas establecidas en los documentos Aplica-1 y Aplica-2 con las tallas a la cual el 50% de individuos son maduros (para machos y hembras) y la talla propuesta en este

documento a través de información bibliográfica

Nombre Común Nombre científico Cód.

FAO Aplica

1 (cm) Aplica 2 (cm) Lm50 h (cm)

Lm50 m (cm)

Prop.

(cm)

Peces óseos

Abade Mycteroperca fusca MKF 35 35 33,5 - 43

Aguja volona, sara Tetrapturus

pfluegeri SPF - No regulada - - -

Alacha, lacha Sardinella aurita SAA - Recm: 13 - - -

Antoñito Dentex

macrophthalmus DEL 18 18 - - -

Baila Dicentrarchus

punctatus SPU - Recm: 25 - - -

Barrilote, bonito del

norte Thunnus alalunga ALB - Recm: 90 - - -

Besugo Pagellus acarne SBA 12 12 19,4 15,8 20

Bicuda Sphyraena

viridensis BAR - No regulada - - -

Bocanegra Helicolenus

dactylopterus BRF - Recm: 32 - - -

Bocinegro, pallete Pagrus pagrus RPG 33 33 22,6 26,7 33

Boga Boops boops BOG 11 11 - - -

Bonito, listado Katsuwonus

pelamis SKJ - Recm: 40 42,0

(FL) - 42 (FL)

Boquerón, longorón Engraulis encrasicolus

HO

M - 9 - - -

Breca Pagellus erythrinus PAC 22 22 17,4 23,2 24

Brota, agriote Phycis phycis FOR - Recm: 37 - - -

Caballa Scomber colias MAS - 18 19,9 19,8 20

Cabrilla negra Serranus atricauda BAS 15 15 19,3 19,3 20

Cabrilla rubia Serranus cabrilla CBR 15 15 15,2

(SL)

15,2

(SL) 16 (SL)

Calé, antoñito Dentex maroccanus DEM - Recm: 20 - - -

Candil Epigonus

telescopus EPI - No regulada - - -

Cantarero Scorpaena scrofa RSE - No regulada - - -

Catalufa Heteropriacanthus

cruentatus HTU - No regulada - - -

Cherne romerte Polyprion

americanus WRF - Recm: 78 - - -

Chicharro Trachurus

trachurus

HO

M - 12 - -

Chopa, negrón Spondyliosoma

cantharus BRB 19 19 17,3 22,7 23

Chopón, chopa

perezosa Kyphosus sectator KYS - No regulada - - -

Cinto Benthodesmus

simonyi - - No regulada - - -

(21)

Nombre Común Nombre científico Cód.

FAO Aplica

1 (cm) Aplica 2 (cm) Lm50 h (cm)

Lm50 m (cm)

Prop.

(cm)

Conejo Promethichthys

prometheus PRP - Recm: 47,4 47,4 47,4 48

Congrio Conger conger COE - No regulada - - -

Corvina, corvina blanca Argyrosomus regius

MG

R - No regulada - - -

Dorada, sama zapata Sama zapata SBG - 19 - - -

Dorado Coryphaena

hippurus DOL - Recm: 45 - - 77 (FL)

Escolar rasposo, escolar

de clavos Ruvettus pretiosus OIL - No regulada - - -

Fula de altura Beryx splendens BYS - Recm: 31,3 29,9 (FL)

31,3

(FL) 32 (FL) Gallito, gallo verde Stephanolepis

hispidus TRI - Recm: 15 13,9 14,9 15

Gallo cristo, gallo de

San Pedro Zeus faber JOD - Recm: 37 - - -

Gallo, gallo moruno Balistes capriscus TRG - Recm: 20 - - -

Goraz Pagellus

bogaraveo SBR - Recm: 25 - - -

Guelde blanco,

longorón Atherina presbyter ATP - Prohibida su

venta - -

Herrera Lithognathus

mormyrus SSB - Recm: 14 24,6 20,7 25

Jurel Pseudocaranx

dentex TRZ - Recm: 28 - - -

Lebrancho Mugil cephalus MUF - Recm: 33 - - -

Lenguado manchado Synapturichthys

kleinii - - Recm: 29 - - -

Lenguado negro Microchirus azevia MIA - No regulada 16,7 (SL)

14,1

(SL) 17 (SL)

Lisa amarilla Liza aurata MG

A - 14 - - -

Lisa, tabaga Chelon labrosus MLR - Recm: 29,5 (sin

cola) - - -

Lubina, robalo Dicentrarchus

labrax BSS - Recm: 22 - - -

Machuelo, sardina arencada

Sardinella

maderensis SAE - No regulada - - -

Marlín azul, picudo Makaira nigricans BU

M - 80 (sin pico ni

cola) - - -

Medregal limón Seriola dumerili AM

B - Recm: 113 (sin

cola) - - -

Medregal negro Seriola rivoliana YTL - No regulada - - -

Medregal rosa Seriola carpenteri RLR - No regulada - - -

Medregal, loquillo Seriola fasciata RLF - No regulada - - -

Melva Auxis rochei rochei FRI - Recm: 36,5 - - -

Merluza del país,

merluza canaria Mora moro RIB - No regulada - - -

Merluza, pescada Merluccius

merluccius HKE - Recm: 37 - - -

Mero Epinephelus

marginatus GPD 45 45 - - -

Morena negra Muraena augusti MUI - Recm: 56 55,8 55,8 56

Morena pintada Muraena helena MM

H - Recm: 75 75,0 75,0 75

Murión Gymnothorax

unicolor AGK - Recm: 56,5 56,5 56,5 57

Obispo, sopipa Pontinus kuhlii POI - Recm: 31 - - -

Palometa negra, japuta,

pejetostón Brama brama POA - 16 - - -

(22)

Nombre Común Nombre científico Cód.

FAO Aplica

1 (cm) Aplica 2 (cm) Lm50 h (cm)

Lm50 m (cm)

Prop.

(cm)

Palometa, palometón Trachinotus ovatus POP - No regulada - - -

Pámpano Schedophilus ovalis HDV - No regulada - - -

Patudo, atún rojo Thunnus thynnus BFT - 70 (6,4 kg)

115,0 (FL) (30 kg)

115,0 (FL) (30 kg)

115 (FL)(30 kg)

Pejepeine Xyrichtys novacula XYN - No regulada - - -

Pejeperro Bodianus scrofa BDR - No regulada - - -

Pejerrey, anjova Pomatomus

saltatrix BLU - Recm: 33 - - -

Peto Acanthocybium

solandri

WA

H - No regulada - - -

Pez espada, aguja

paladar Xiphias gladius SWO - 125 cm (sin

pico); (25 kg) - - -

Rabil, albacora Thunnus albacares YFT - 3,2 (kg) 108,6 (FL)

90,0 (FL)

109 (FL) (25 kg) Rascacio, rascacio

negro Scorpaena porcus BBS - Recm: 10 (sin

cola) - - -

Roncador Pomadasys incisus BGR - Recm: 18,3 18,3 18,3 19

Rubio, rubido de hondura

Chelidonichthys

lucernus GUU - No regulada - - -

Rubio, rubio de poco agua

Chelidonichthys

lastoviza CTZ - Recm: 20 - - -

Sable, pejesable Lepidopus

caudatus SFS - Recm: 92 - - -

Salema Sarpa salpa SLM 24 24 29,4 26,6 30

Salmón del alto Polymixia nobilis - - No regulada 30,7 (FL)

33,4

(FL) 34 (FL)

Salmonete Mullus surmuletus MU

R 15 15 16,6 16,6 21

Sama de pluma,

cerruda Dentex gibbosus DEP 35 35 34,7 38,6 39

Sama dorada Dentex dentex DEC - Recm: 50 - - -

Sama roquera Pagrus auriga REA - Recm: 35 38,7 53,3 56

Sardina de ley Sardina pilchardus PIL 11 11 15,2 15,0 15

Sargo briado Diplodus cervinus

cervinus SBZ - No regulada 28,4 32,7 33

Sargo picudo, morruda Diplodus puntazzo SHR - 30 29,2 28,1 30

Sargo, sargo blanco Diplodus sargus

cadenati SWA 22 22 18,7

(SL) - 19 (SL)

Seifía Diplodus vulgaris CTB 22 22 20,9 19,5 21

Sierra, corrigüelo Sarda Sarda BON - Recm:40,5 - - -

Tableta, fula ancha Beryx decadactylus BXD - Recm: 32

Tapaculo Bothus podas OUB - No regulada - - -

Tuna, atún Thunnus obesus BET - 3,2 (kg) 110,0

(FL) -

110 (FL) (29 kg)

Vaquita Serranus scriba SRK - Recm: 17,3 - - -

Verrugato Umbria ronchus UM

O - No regulada - - -

Verrugato (canario) Umbria canariensis UCA - No regulada - - -

Vieja Sparisoma cretense PRR 20 20 21,3 23,3 24

(23)

Nombre Común Nombre científico Cód.

FAO Aplica

1 (cm) Aplica 2 (cm) Lm50 h (cm)

Lm50 m (cm)

Prop.

(cm)

Tiburones y rayas

Albajar Hexanchus griseus SBL - Recm:420 - - -

Angelote, peje ángel Squatina squatina AGN - Recm: 167 102,1 100,9 110 Boca dulce, alcatriña Heptranchias perlo HXT - Recm: 100 - - - Cazón dientuso, cazón

de altura Galeorhinus galeus GAG - Recm: 185 - - -

Cazón, tollo Mustelus mustelus SMD - Recm: 80 - - -

Chucho amarillo Dasyatis pastinaca - - No Regulada - - -

Galludo Squalus megalops DOP - Recm: 62 63,4-

65,9 49,0 69

Gata Dalatias licha SCK - Recm: 159 - - -

Janequín, marrajo Isurus oxyrinchus SMA - Recm: 290 - - -

Palluda Centroscymnus

coelolepis CYO - Recm: 100 - - -

Pejepato, zapata Deania hystricosa SDH - Recm: 106 - - -

Quella, tiburón azul Prionace glauca BSH - Recm: 200 - - -

Quelme Centrophorus

granulosus GUP - Recm: 110 - - -

Raya de clavos Raja maderensis RJC - No Regulada - - -

Crustáceos

Camarón Plesionika narval PVJ - Recm: 12 mm

(caparazón) 1,19

(CL) - 1,2

(CL) Camarón soldado Plesionika

edwardsii

LK

W - Recm: 15,6 mm 1,56 (CL)

1,56 (CL)

1,6 (CL)

Cangrejo blanco Plagusia depressa CRA - No Regulada - - -

Cangrejo buey canario Cancer bellianus KCB -

Recm: 10,2 (ancho de caparazón)

10,1(CL) 10,3(CL) 11(CL)

Centollo, santorra Maja

brachydactyla SCR - No Regulada - - -

Moluscos

Burgado Osilinus spp - - No Regulada - - -

Calamar obispo Thysanoteuthis

rhombus - - Recm: 8,996 kg - - -

Calamar, calamar de

tierra Loligo vulgaris SQR - Recm: 16

(cuerpo) - - -

Choco, choco negro Sepia officinalis CTC - Recm: 14 (cuerpo)

14,0 (VML))

14,8 (VML))

15 (VML)

Lapa blanca Patella aspera LQY - 4,5 (diametro

concha) - - -

Lapa negra Patella candei

crenata LPZ - 4,5 (diametro

concha) - - -

Pota de ley Sthenoteuthis

pteropus OFE - No Regulada - - -

Pulpo Octopus vulgaris OCC - 750 g 11,3(VM

L)

10,5 (VML)

12 (VML) (1500 g)

Leyenda:

- Las tallas siempre se dan en TL (Total Length), a no ser que se especifique otra medida: SL (Standart Length); FL (Fork Length); CL (Carapace Length); VML (Ventral Mantle Length) - Para establecer la talla mínima recomendada, se ha tomado como criterio un redondeo al alza.

- Dentro de cada categoría las especies siguen un orden alfabético por nombre común para

facilitar su búsqueda.

(24)

Se observa que en ocasiones las tallas mínimas establecidas por ley son inferiores a las tallas a la cual el 50% de los individuos son maduros (ver números en color rojo), por lo que la talla propuesta suele ser mayor a la establecida. Sin embargo, existen tres excepciones a la generalidad antes descrita, que son las tallas mínimas de captura establecidas para Diplodus puntazzo, D. sargus cadenati y D. vulgaris. Por otra parte, si suele darse una coincidencia entre las tallas mínimas recomendadas por los autores del Aplica-2 y las propuestas en este documento.

3.4. Variables climáticas a considerar y sus efectos

En los últimos años se ha visto acentuada la aparición de especies tropicales como ya describieron Brito y colaboradores (2001, 2002, 2005), aunque hay registros anómalos desde la década de 1980. Entre 1991 y 2005, el 80% de las especies de peces litorales citadas por primera vez en Canarias procedían de aguas más cálidas (Brito et al., 2005). En la tabla 5 se muestran algunas de las especies tropicales que se han descrito en aguas de Canarias.

Tabla 5.Citas de especies tropicales para Canarias. Fuente: elaboración propia.

Especie Población

establecida Autor/es

Gobius auratus no Castillo y Brito, 1982

Solea kleini no González-Pérez y Hernández-Cruz, 1982 Holocentrus ascensiones no Castro-Hernández y Martín-Gutiérrez, 2000

Selene dorsalis no Castro-Hernández, 2001

Chromogobius britoi no van Tassell, 2001

Ranzania laevis no Castro y Ramos, 2002

Gnatholepis thompson si Brito et al., 2005 Canthidermis sufflamen si Brito et al., 2005

Caranx crysos si Brito et al., 2005

(25)

Especie Población

establecida Autor/es

Diodon holocanthus no Brito y Falcón, 2007 Canthidermis maculata no Brito y Falcón, 2007

También hay que tener en cuenta que las variables climáticas pueden afectar al reclutamiento de aquellas especies que presentan fases larvarias pelágicas como es el caso del pulpo, en el que se ha demostrado que las fluctuaciones a corto plazo en las capturas de pulpo tienen correlación con la temperatura superficial del mar y la Oscilación del Atlántico Norte (NAO) (Polanco et al., 2011). Existiendo una correlación positiva respecto a la NAO y una correlación negativa respecto a la temperatura superficial del mar en lo que a abundancia de pulpo nos referimos (Caballero-Alfonso et al. 2010).

3.5. Especies indicadoras de cambios y de la salud de los ecosistemas.

En la tabla 6 se muestran algunos ejemplos de especies indicadoras de cambios y de la salud de los ecosistemas que han sido utilizadas por algunos autores.

Tabla 6. Resumen de especies indicadoras utilizadas en trabajos de investigación. Fuente: elaboración propia.

Especie ¿Qué indica? Autor/es

(Mero) Epinephelus marginatus

Su presencia indica buen estado de la salud de la

comunidad de peces. Haroun et al., 2005

(Abade)

Mycteroperca fusca

Su presencia indica buen estado de salud de la comunidad de peces. Aparece antes que los meros cuando el ecosistema se está recuperando.

Haroun et al., 2005

(Besugo)

Pagellus acarne Puede utilizarse individualmente o en conjunto, para evaluar la evolución temporal del sistema

Solari et al., 2003

(26)

Especie ¿Qué indica? Autor/es

pesquero a corto y medio plazo.

(Breca) Pagellus erythrinus

Puede utilizarse individualmente o en conjunto, para evaluar la evolución temporal del sistema pesquero a corto y medio plazo.

Solari et al., 2003

(Salmonete) Mullus surmuletus

Puede utilizarse individualmente o en conjunto, para evaluar la evolución temporal del sistema pesquero a corto y medio plazo.

Solari et al., 2003

(Lapa) Patella spp.

Su ausencia en las costas indica sobrepresión

marisquera. Haroun et al., 2005

(Burgados) Osilinus spp.

Su ausencia en las costas indica sobrepresión

marisquera. Haroun et al., 2005

(Eriza) Diadema antillarum

Su presencia excesiva muestra un ecosistema degradado con baja diversidad.

Garrido-Sanahuja, 2003;

Tuya et al., 2004; Ortega et al., 2009

(Sebadal)

Cymodocea nodosa

Su presencia indica buena calidad ambiental, y su desaparición está señalando que algo va mal en ese tramo de costa.

Espino et al., 2008

(Lechuga de mar) Ulva spp.

Su presencia excesiva indica altos contenidos de nitratos en el agua de mar. Se suele utilizar en acuicultura como biofiltro.

García, 1999

4. Discusión

El conocimiento de la biología y ecología de los recursos pesqueros de la isla de Gran Canaria es una pieza fundamental para poder llevar a cabo una gestión eficiente de los mismos, de ahí la importancia de realizar una labor de compilación y síntesis de los múltiples trabajos de investigación realizados, de modo que dicha información pueda ser útil y se convierta en una herramienta que ayude a una gestión más eficaz.

Debiéndose complementar este conocimiento con el resto de piezas del puzle, ya que se

está tratando con un sector de gran amplitud en el que intervienen diferentes actores y

escenarios, con objetivos e intereses económicos diversos, muchas veces encontrados, y

que deben tenerse todos en consideración. Pero, ante todo, debemos tener en cuenta que

para que el sector pueda seguir teniendo posibilidades de existencia es indispensable

(27)

que siga existiendo el recurso, y para ello es necesario tener conciencia real de la dimensión del problema que aqueja a los recursos pesqueros de las Islas, la sobreexplotación (REPESCAN, 2008).

La determinación de los periodos de mayor vulnerabilidad (ej. periodos reproductivos) de las especies y de las áreas donde esta vulnerabilidad se hace máxima (ej. áreas de concentración para la freza, áreas de cría y alevinaje, etc.) son una herramienta de gran utilidad para el establecimiento de medidas que ayuden a corregir los efectos de la sobreexplotación a la que se están viendo sometidos los stocks objeto de explotación pesquera (Guerra-Sierra y Sánchez-Lizaso, 1998; Sadovy de Mitchelson, 2009; Hall, 2009). Para establecer vedas temporales es necesario conocer la época de reproducción de las especies, complementando esta información con conocimientos sobre la dinámica poblacional y el estado de explotación de los diferentes stocks.

Desgraciadamente, en Canarias no se dispone de los conocimientos necesarios sobre la dinámica poblacional ni del nivel exacto de explotación de los diferentes stocks ya que se carecen de series históricas de captura y esfuerzo (Bas et al., 1995; Martínez- Saavedra, 2011), por lo que, se debe intentar suplir estas carencias en un futuro. Sin embargo, los síntomas de agotamiento y sobreexplotación, que muestran tanto la mayoría de las especies como la propia pesquería, obligan a tomar medidas correctoras con cierta urgencia a partir de la información disponible.

Un ejemplo de especies altamente explotadas y cuyas poblaciones se encuentran

enrarecidas en algunas zonas e islas son, entre otras, el pejeperro (Bodianus scrofa), el

mero (Epinephelus marginatus) y el abade (Mycteroperca fusca) (Espino et al., 2006).

(28)

Sin duda, las especies bento-demersales son las más vulnerables a la estrategia pesquera desarrollada en las islas, dada sus características de accesibilidad y comportamiento.

Muchas de estas especies son de hábitos territoriales (ej. meros y abades), con biomasas muy reducidas, y que presentan un atractivo adicional para la población insular, posiblemente por motivos culturales, que las hace muy codiciadas al tiempo que accesibles tanto para pescadores profesionales como recreativos. Sin embargo, es esta alta definición geográfica de sus zonas de distribución lo que en teoría haría más sencilla su protección, en relación a las especies migratorias o de mayor actividad, pudiéndose aplicar por tanto vedas temporales o áreas marinas protegidas.

Por otra parte, el conocimiento sobre la biología y ecología de los pelágicos

oceánicos no es tan escasa como en el caso anterior, ya que la gran mayoría de estas

especies al tener un carácter altamente migratorio se encuentran reguladas por

instituciones supranacionales, tales como la Comisión Internacional para la

Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) en el caso de los túnidos. Pero también por

este mismo motivo, las medidas de gestión que se puedan establecer de forma unilateral

desde las Islas resultarán poco significativas o claramente insuficientes para logran una

adecuada explotación de los stocks implicados. Y es por este motivo, por lo que las

propuestas que aquí se establecen están orientadas fundamentalmente a la gestión de los

stocks bento-demersales y pelágico-costeros, que podríamos considerar como recursos

propios de las islas y cuya conservación si depende de las medidas que se implementen

y las decisiones que se tomen a nivel local.

(29)

Así las estrategias de gestión de una pesquería artesanal basada en especies de peces, crustáceos y moluscos, cuya biología y ecología están fuertemente ligadas y condicionadas por la presencia de la isla, deben basarse en un profundo conocimiento de tales características y de sus cambios a nivel local, ya que el trasladar información biológica de las mismas especies de otras áreas o latitudes, dentro de su rango de distribución geográfica, puede ser una forma de introducir medidas de gestión que en el mejor de los casos pueden ser simplemente inútiles, pero que en otros pueden añadir un factor importante de fracaso. Esto es debido a que las condiciones ambientales locales condicionan de forma significativa la fisiología y la biología de todos los seres vivos (Schmidt-Nielsen, 1990; Evans and Claiborne, 2006) y, por tanto, también sus relaciones con el medio y con el resto de organismos, es decir con su ecología y comportamiento (Pitcher & Hart, 1983; Pitcher, 1993; Godin, 1999). Por ello, y con el objetivo de establecer medidas de conservación adecuadas a las características biológicas que define la dinámica poblacional de las especies objeto de pesca en Gran Canaria, se hace necesario disponer de la información biológica existente sobre estas especies y que ha sido generada por científicos de diferentes centros de investigación.

La mayor parte de la misma es inconexa, ya que no ha sido obtenida como resultado de

un programa de investigación común y coordinado, sino más bien como consecuencia

de la labor individual de personas con intereses científicos particulares, a lo largo de las

últimas tres décadas. Por ello, resulta un paso indispensable recopilar toda esta

información, contrastarla y actualizarla, de forma que se pueda obtener el máximo

aprovechamiento de la misma, para posteriormente trasladarla a medidas de gestión

pesquera que permitan establecer estrategias más sostenibles de explotación de los

stocks insulares.

(30)

Resulta de suma importancia establecer medidas que minimicen el impacto de la

actividad pesquera, y otras no necesariamente relacionadas con la pesca (Hernández-

López, 2009), particularmente sobre el reclutamiento. Estas pueden establecerse a través

de dos vías, actuando sobre la talla mínima de captura (modificando la selectividad de

las artes, a través de luz de malla/anzuelos) o sobre las áreas y periodos donde el

reclutamiento puede ser más vulnerable (a través de vedas temporales o zonales), ya sea

protegiendo los momentos en los que se verifica la puesta o las áreas de alevinaje

(Guerra-Sierra y Sánchez-Lizaso, 1998). El análisis de la información biológica

disponible indica que las tallas mínimas de captura establecidas actualmente para las

especies capturadas en Canarias son escasas e ineficientes, ya que: (i) sólo están

establecidas para un número reducido de especies (del más de un centenar de especies

objetivo de pesca únicamente 28, tres de ellas túnidos migradores, se encuentra

reguladas con este tipo de medidas), y (ii) en ocasiones se encuentran por debajo de la

talla de primera madurez (50% individuos maduros), con lo que no se asegura la

reproducción de los individuos. De igual modo, el establecimiento de tallas mínimas de

captura debe llevar ligado un plan de vigilancia efectiva del cumplimiento de esta

norma. Se conoce que en la actualidad la vigilancia es insuficiente e inefectiva

(Moreno-Herrero, 2011) y se debería estudiar la necesidad de realizar cambios en este

sentido. También hay que añadir que una vez capturado un individuo, este queda en mal

estado y aunque se devuelva al mar (por no cumplir la talla mínima) es muy posible que

no sobreviva (Mouneke & Childress, 1994). No obstante, se hace necesario hacer

estudios más detallados en este sentido, particularmente para las diferentes artes de

pesca al uso en las islas, e introducir modificaciones en los mismos si fuese preciso.

(31)

Por otro lado, la conservación de las áreas de reclutamiento y alevinaje son de sumo interés ya que su protección asegura el mantenimiento de las especies (Kikuchi, 1974; Adams, 1976; Weinstein & Heck, 1979; Pollard, 1984; Nagelkerken et al., 2000;

Beck et al., 2003; Dorenbosch et al., 2005; Adams et al., 2006), y de la pesquería. En este sentido, es estratégico el establecer medidas de protección eficaces de los sebadales al estar científicamente comprobado su importancia como áreas de cría y alevinaje de muchas especies de interés pesquero (Espino et al., 2008; 2011). Estas estrategias de protección se deben hacer extensivas a todos aquellos sistemas que puedan estar jugando un papel similar, tales como arrecifes artificiales (Castro et al., 2007, 2010), arrecifes naturales, ensenadas, etc., que de alguna manera aumentan la complejidad tridimensional de los ecosistemas y proporcionan refugio a las fases iniciales de desarrollo de peces e invertebrados. Además, resulta una grave irresponsabilidad, al tiempo que una incoherencia, el permitir la captura de cebo vivo en estas áreas y permitir que esta actividad se realice sin ningún control ni limitación (incluso sobre especies con tallas mínima de captura establecida). En la actualidad no existe obligatoriedad de reportar las capturas de cebo vivo realizadas, ni sobre las especies afectadas y sus tallas, únicamente existe limitación sobre su comercialización, lo que hace inviable cualquier estudio de dinámica poblacional. Se hace necesario establecer un mecanismo de control y limitación de este tipo de pesca, incluso de introducir modificaciones sustanciales en la técnica por el impacto que puede estar teniendo sobre el reclutamiento de las especies bento-demersales y pelágico-costeras.

En lo concerniente al efecto de la variabilidad climática (Caballero-Alfonso et al.,

2010; Polanco et al., 2011) y a los cambios que está experimentando el clima a nivel

mundial (Ganzedo-López, 2009) sobre los ecosistemas marinos en Canarias y su

(32)

composición faunística y florística, se debe hacer un mayor esfuerzo para obtener más información al respecto. Es claro que está ocurriendo un fenómeno de tropicalización de la fauna marina (Brito et al., 2005), con la presencia cada vez más frecuente de especies de aguas más cálidas (Castro y Ramos, 2002; Brito et al, 2005; Brito y Falcón, 2007;

entre otros), lo que puede condicionar en un corto plazo de tiempo la actividad pesquera. Así mismo, queda por determinar qué factores son los que están favoreciendo la llegada a Canarias, y en algunos casos el asentamiento (Brito et al., 2005), de especies de aguas más cálidas de las que rodean al Archipiélago. Cabe esperar que fenómenos anómalamente cálidos beneficien este desplazamiento hacia el norte, pero habría que realizar un estudio pormenorizado de lo que sucedió en esos casos y tratar de crear patrones climáticos locales, del tipo de la Oscilación del Atlántico Norte (NAO, según sus siglas en inglés), como ya se hizo en el Mediterráneo con el WeMOi (Western Mediterranean Index) creado por Martín-Vide y López-Bustins (2006) para describir la variabilidad de esta cuenca.

5. Conclusiones

I. Se hace necesaria una importante labor de compilación y síntesis de la información existente para poder llevar a cabo una gestión eficaz de los recursos pesqueros de Canarias, tal y como se ha realizado en este documento.

II. Los diferentes centros de investigación, Universidad de La Laguna y Las

Palmas de Gran Canaria, así como el Instituto Español de Oceanografía e

Instituto Canario de Ciencias Marinas, deben realizar una transferencia de

información más eficaz e intentar realizar una planificación de la

(33)

investigación futura. Así mismo, las administraciones deben tener en cuenta los estudios realizados por los investigadores y realizar una difusión efectiva de toda la información obtenida.

III. Los síntomas de agotamiento y sobreexplotación, que muestran la mayoría de las especies como la propia pesquería, obligan a tomar medidas correctoras con cierta urgencia, a partir de los datos científicos existentes en la actualidad.

IV. El establecimiento de medidas de gestión a partir de información biológica extraída de las mismas especies, pero de otras áreas o latitudes, puede resultar en medidas inútiles abocadas muchas veces al fracaso.

V. El conocimiento de los periodos reproductivos de las especies sometidas a explotación es una herramienta de gran utilidad para llevar a cabo medidas que ayuden a corregir los efectos de la sobreexplotación (ej. vedas temporales).

VI. No existe información suficiente sobre la dinámica poblacional ni el nivel exacto de explotación de los diferentes stocks ya que se carecen de series temporales de captura y esfuerzo. En este sentido se debe realizar un mayor esfuerzo investigador.

VII. Aunque en la actualidad no se conocen los periodos y las áreas de

reclutamiento de las especies sometidas a explotación si se tiene constancia

de que los sebadales, arrecifes naturales y artificiales son zonas de gran

importancia en la cría y refugio de numerosas especies. Existe una

(34)

incoherencia al permitir la captura de cebo vivo en estas zonas, que deberían estar protegidas de la pesca.

VIII. Se hace necesaria una revisión de las tallas mínimas de captura establecida por ley, siempre respaldada por estudios científicos. Así mismo, esta medida debe ir acompañada de una vigilancia efectiva del cumplimiento de la norma.

IX. Las especies bento-demersales son las más vulnerables a la estrategia pesquera desarrollada en la isla, siendo las más codiciadas al tiempo que accesibles tanto para pescadores profesionales como recreativos. Su marcada distribución geográfica las hace accesibles al pescador pero también facilita su control con medidas de gestión del tipo reservas marinas.

X. La presencia y establecimiento de especies de aguas más cálidas en el Archipiélago es una indicación del cambio ambiental que se está produciendo en la actualidad y la necesidad de estudiarlo.

XI. La técnica de gestión basada en el establecimiento de especies indicadoras de cambios y estado de salud del ecosistema, es un método novedoso que proporciona gran cantidad de información siendo útil en zonas de difícil acceso para el investigador, como es el medio marino.

XII. Para finalizar, debemos asumir que Canarias debe contar con un sistema de

seguimiento permanente del estado de sus recursos, que sea la base de una

gestión eficiente del esfuerzo de pesca, siendo soporte de las decisiones de la

Administración sobre capturas, vedas, cuotas y licencias.

(35)

Agradecimientos

Quiero agradecer a todos los profesores del Máster, en especial a José Juan Castro, toda la ayuda y conocimientos aportados. También quiero agradecer a mis compañeros de Máster todo el apoyo prestado y lo más bonito que me llevo, su amistad.

A Ángela Caballero agradecerle su aportación de información en lo referente a variables climáticas a considerar y sus efectos. Y para finalizar a Dailos Hernández por las ideas aportadas y la realización de la portada que acompaña este documento. A todos ellos, gracias.

Este trabajo ha sido elaborado en colaboración con el Proyecto Gestión Sostenible de los Recursos Marinos (identificado con al acrónimo GESMAR y el código MAC/2/C068), enmarcado en el Programa de Cooperación Transnacional Madeira- Azores-Canarias, PCT-MAC 2007-2013.

Referencias

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Structural analysis. J. Exp. Mar. Biol. Ecol., 22 (3): 269-291.

Adams, A. J., Dahlgren, C.P., Kellison, G. T., Kendall, M. S., Layman, C. A., Ley, J.

A., Nagelkerken I. and Serafy, J. E., 2006. Nursery function of tropical backreef systems. Mar. Ecol. Prog. Ser., 318: 287-301.

Almonacid E., 2006. Contribución a la ecología de Sepia officinalis (Cephalopoda:

Sepiidae) en Gran Canaria. Tesis Doctoral Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, 174 pp.

Báez, A. and Marrero, M.F., 2007. Aplica 2, Manual de identificación de las principales

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(36)

Bas, C., Castro, J.J., Hernández-García, V., Lorenzo, J.M., Moreno, T., Pajuelo, J.G. y Ramos, A.G., 1995. La pesca en Canarias y áreas de influencia. Cabildo Insular de Gran Canaria, 331 pp.

Beck, M.W., Heck, K.L., Able, K.W., Childers, D.L., Eggleston, D.B., Gillanders, B.M., Halpern, B., Hays, C.G., Hoshino, K., Minello, T.J., Orth, R.J., Sheridan, P.F. and Weinstein, M., 2003. The role of nearshore ecosystems as fish and shelfish nurseries. Issues in Ecol., 11: 1-12.

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