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C A D I Z :

EN LA IMPRENTA DE DON JO SEF NIEE^

año de iSi l,

(4)

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(5)

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A

I N F O R M E

S O B R E

C O R T E S N A C I O N A L E S ,

j,V;

C A D I Z :

EN LA IMPRENTA DE DON JO SEF N IE£¿

año de 1.811,

(6)

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(7)

n español que am3 sinceramente á su patria re c o g ió en Sevilla varios p ap eles p o r evitar que cayesen en manos de nues­

t r o s e n e m ig o s , quando estos se aposesio­

naron de aquella ciudad 3 entre ellos halló el siguiente informe de autor desconocido^

p ero c u y o contenido parece c o n ven ir el que vea la lu z p ú b lica s en una é p o c a en l a que tratándose de consolidar la consti­

tución de nuestra nación 5 no p arece sino que algunos escritores se hayan propuesto e l borrar enteramente nuestras l e y e s , fu e- sos y costumbres por e s p a ñ o la s , im pelidos tal vez á ello , ó de un espíritu servil de Im itación de la revolución francesa 3 ó im -;

(8)

buidos de las mismas máximas abstractas y revolucionarias que han acarreado el trastorno universal en toda E u ro p a , y su­

ge rid o al tirano N apoleon la idea de asen­

tar su trono de hierro sobre las ruinas, de- todos los gobiernos y naciones».

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Señor,.

X resentí), y sujeto á Ja alta sabiduría y censura de V. M. esta memoria p o l í ti co - histórica , que mis luces mas cortas que mi z e l o han extendido por obedecer sus s o b e ­ ranas órdenes sobre un asunto de que p e n ­ de la. seguridad del estado- y la felicidad de 3a nación ; interés sumo , que nos toca á todos grandes y pequeños , ricos y p o br e s, sabios, é ignorantes,.

C on v e n ci d a la Suprema J unt a del R e y - n o desde los principios de su feliz i nstala­

c i ó n de la necesidad, en que se' ha.'la la M o ­ n ar quía q u e ' p o d e m o s llamar huérfana ,, de afirmarse- sobre sólidas bases de una pe rfe c­

ta c onsti tuc ió n que la haga amada , r e sp e ­ tada y estable ■, creo que no necesita de mi débil v o z y cansada pluma para represen­

tarle los deseos y esperanzas de la na ción de ser llamada á unas Cortes generales , for­

madas de representantes de- todas las pixí^- vincias en c u y o a ug us to C o n g r e s o un: c o n ­ senti mi ento universal y le ga lme nt e p r o n u n ­ c iado establezca. 1 ibre y soberanamente- . ios lundatnentos de su libertad y segurida:d f u ­ tura. Sería escusado que y o indicase ahora

«jual debe ser el objeto de esta, nueva, ins-

V

(10)

t it uc ion , pues abraza todos los ramos de u n b u e n G o b i e r n o . y todos los medios de

su p e r pe t u a estabilidad y observancia.

Para celebrar este C o n g r e s o na cional en p l e n o so si eg o y libertad en esta crítica si­

t u a c i ó n , en que g ra n parte de las p r ov i n­

cias , ó la ma yo r parte de sus pueblos sé hall an invadidos unos , ocupados otros , y otros amenazados de las armas del e n em i ­ g o d eben ofrecerse á la c onsi deración de la Supre ma J unt a embarazos y dificultades bijas de las - circunstanci as, para realizar c o n e xp e di t a y unáni me conformidad la ge ner al c o n c u r r e n c i a á esta importantísima obra. P e ­ ro su sabiduría ? su constanci a y su c onse ­ j o sabrá v e n c e r todos los o b st á c u l o s , abrien­

do y allanando el c a mi no á sus deseos y á los de la n a c ió n , que sí sostiene la g u e r ­ ra para s ;r libre j ahora mejor se presta­

rá a los últimos sacrificios para serlo para siempre.

Esta es la ancora de la esperanza q ue le queda al v a g e l de la repúbli ca en tan deshecha borrasca. ¿ Q u á l será el ciudada­

n o 3 quál el p u e b l o, quál la provi ncia q ue reusará ofrecer sus manos y su pura v o l u n ­

tad á esta noble empresa , si ama á su g r a n patria la invicta E s p a ñ a ? ¿ Q u i é n r o mp e rá esta uni ón fraternal ? ¿ Q u i é n p o ­ drá separarse de la c o m u n i ó n de los leales c o r a z o n e s , si desea salvarla y salvarse así mi smo'? Para nuestra salvación sostenemos dias hace tan sangri enta y pérfida lucha i j

6

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así c o m o desunidas nuestras fuerzas no p o ­ drían ve n c e r ni resistir ai e n e m i g o ; del mi s mo modo , desunidas nuestras v o l u n t a ­ d es 3 quedaría ia nación sin fuerzas y sin brazos y y no pudi éndonos sufrir á nosotros mismos , tendríamos que alargarlos ai con-"

qiuistador para que nos recibiese por e s c l a ­ vos. He mo s de confesar que en tan trista desconsuelo no se ha visto hasta ahora nin­

g u n a nación . sin R.ey que la riga , si.} suc~

ce sor cierto que la anime , sin C ó rt e ó C a ­ pital que la ampare en su centro , sin G o ­ b i e r n o c onst it ucional q u e la defienda , sin Legisladores que la g u í e n , sin tribunales es­

tables^ que velen y la pr o te g an : los buenos p a t ri ci o s pr óf ug os y perseguidos- j los sabios i nciertos de su suerte , vagantes u n os , y

•otros cautivos. P e ro en los mayores p e liy ro í se han visto siempre los esfuerzos mayores;

y quando un E st ad o a m e n az a ruina } y es ta no se puede d e t e n e r , dice D o n D ¡é¿ o 5»aavedra , vale mas que se pierda que rt>

pe rder la r e p u t a c i ó n , sin esta n u n c a V p o ­ dra recobrar.

L o s pueblos y los amantes de h (y¿tú&

a gu ar d an c o n i mpa ci enc ia la celebraci ón de las C o r t e s ; y o pi ne n corno quieran los p o ­ l í t i c o s , creo que es indudable que su c o n ­ v o c a c i ó n pertenece y ha pertenecido en t o ­ dos tiempos y en tod s las Mo na rquí as al P ri n c i p e , o a la persona ó c u e rp o que ha- c e sus v e c e s , y en su nombre g o b ie r n a ai Estado ; y que á el solu t o c a abrirlas y

7

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p r e s i d i r l a s q u a n d o no fuese por derecho5 p o r regia de publica c onve ni enc ia . P e r o su

«i sQlucipn ó p r o r r o g a c i ó n bien puede tocar al Pr í nci pe c on a pr oba ci ón y consentimien*

to de las mismas Cortes , s eg ún era a nti ­ g u a ley y p rá ct ic a en las de A r a g ó n , c o ­ m o se mostrará ,-en esta memoria •> quandó se trate ;de Jas formas que se observaban en ¡las provincias de aquella corona.

Todos los informes y memorias que po r orden de Ja C omi si ón se han pasado en e x ­ tracto á mis manos , manifiestan en t ér mi ­ nos mas ó m e no s directos , ó e n ra zo ne s políticas mas ó ménos amplificadas , mas ó me no s generales , mas ó ménos filosóficas, b ue n os y loables deseos , y un espíritu g e ­

neral en todos de mejorar nuestra f u e r z a moral , reformando abusos políticos y l e g a ­ les po r medio de una representaci ón n a c i o ­ nal que se a b r o g u e la autoridad de dirigir esta grande o b r a ; y a unque el objeto es u n o mismo , varían sus autores e n ios medios, asi c o m o son diferentes sus opiniones , que es decir .> que cada uno v é la cosa c o n di­

ferentes ojos , s eg ún el p u n t o desde d o nd e la mira 7 ó c o n diferente i n t e n c i ó n , a un quando á todos querramos s up one r la mas sana.

Todos e l l o s , vue lv o á d e c i r , a u nque c o n vi en e n en Ja necesidad de celebrar u n C o n g r e s o na cional , están discordes en el m o d o y forma de establecerlo ; -en la a u t o ­ ridad que ha de ha ce r el l l a m a m i e n t o , en

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el ti empo y p a r a g e que se ha de celebrar, $ en su duraci ón , en el numero y clase de sus diputados , en las formalidades y reglas para elegirlos y en las personas que d eben' presidirlas , disolverlas ó prorrogarlas. E n unas memorias sue na una forma p ur ame nt e mo n á r q u ic a , en otras mixta , en otras d e ­ m o c r á t i c a , en otras se dexa disminuto , v a ­ g o y conf uso este p u n t o , y en otras se trata c o n menudenc ia y prolixidad. E n unas se p r o po n en las Cortes c o m o permanentes*

en otras c o m o t emporales , renovándose los vocales en tantas partes y en tales plazos;

en otras se señala su celebraci ón cada o c ho años , en otras cada seis y en otras cada tres.

L o s unos pro po ne n la apertura de las Co rt es sin perder mo m e n t o , otros para des- pu es que quede la Es pa ña libre de tropas enemigas. H a y qui en sostiene que el R e y las debe c o n v o c a r , y quien un Cons ejo S u ­ p r e m o , y quieren algunos también que la a ct ual Junt a Suprema , y no faltan otros que desean sea la misma na c ió n , h a c i é n ­ dola j u e z y parte á un mismo ti empo.

Q u i e r e n otros e xcl uir el nombre y re p re ­ sentaci ón de ios tres brazos , r e d uc i é nd ol o s

á una sola m a s a , y otros pr op on e n una sola y general representación popular. Q u i e ­ ren otros depositar solo la potestad e x e c u - tiva en el R e y , y la legislativa en las C o r ­ tes ; y otros esta última en el R e y y en Jas Cort es co m b ativ am en te..- Uno s p ro p o n e n

%

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M o na r qu í a templada , otros Monarquí a de­

g enera da y f a n t á s t i c a , otros g o b i e r n o mix­

to , otros un mo ns truo de muchas hidras por n o decir cabezas.. Unos quieren solo refor­

ma r ■, otros r ege ne ra ci ón , otros aniquila­

c ió n de todas nuestras i n s t i t u c i o n e s , otros c o n c i l i a c i ó n de nuestras leves , usos y c o s ­ tumbres a nti gua s con las que se c o n st i tu ­ y a n de n u e v o ¿ y otros no expli can ó no saben lo que p r e t e n d e n , porque nada de ci ­ den , ó p o r q u e dicen lo que ya ven y t o ­ can. los entendimi entos mas c omu ne s ; pero casi todos se desa ho ga n en sus i n t r o d u c c i o ­ nes c o n u n a la me n ta c ió n sobre nuestros ma­

les y y sobre la necesidad de remediarlos.

A l g u n o s atribuyen absolutamente la S o ­ beranía á la n a c ió n sin reparar en el ab­

surdo polí ti co que encierra esta pretensi ón, c t ro s dexan al R e y un título de mero A d ­ ministrador , esto es , de un vasallo distin­

g u i d o c o n el pri me r empleo del Estado , y n o falta qui en hasta del nombre de R e y le despoja , llamándole el Superior , c o m o si se tratase del Prelado de un c o n v e n t o , ó del r ect or de un c o l e g i o de estudiantes , y en otras partes se le llama ei primer efi- te o ta , esto es , pri mer vasallo del pueblo:

n u e v a degradación del Soberano.

R e i n a la misma variedad de opi niones en las elecci ones : unos quieren que los di­

putados se elijan á semejanza de las C or t e s a nt i gu as c o n m a yo r ampliación , otros por provi ncias ? otros p o r ciudades exclusiva**

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t i mente , otros por p o b l a c i ó n , s e g ú n u n c ó m ­ p u t o a r it mé ti c o , es decir , po r número de c abezas repartidas sobre el suelo español, c o m o c a bez a de g a n a d o pastante sobre una g r a n dehesa , sin acordarse de rebajar de esta cuenta po r ma yo r , mug eres , niños, fatuos , locos y me ndigos ; otros qui eren p o r almas , que es todavía c u en ta mas v a ­ g a , otros por padres de familia , y otros p o r vecinos.

N i n g u n o de ellos , si no es d o s , trata de la forma y requisitos c o n que se debe extender los poderes de ios procuradores de C ó r t e , ni del r e c o no c i mi e nt o y examen que se ha de hacer de ellos , ni po r quien , ni de qui en las ha de presidir , ni hacer la pro po s ic i on , ni de la autoridad ó parte q u e el R e y ha de tener en Jas s e s i o n e s , ni de c o m o se han de p r o p o n e r y tratar las materias , ni del modo y orden de vo ta r, ni de los casos de discordia. T a m p o c o ha­

blan c o n distinción riel l ug a r donde se han de c e l e b r a r , si en la misma Có rt e ó en o t r o p u e b l o , ni del parage donde se ri.-be j u n t a r el C o n g r e s o , si en el palacio R e a l ó fuera de é l , si en plaza de armas ó en pue bl o abierto , si c o n aparato y custodi a m i l i t a r , c o m o q ui er e u n o , ó léjos de toda fuerza armada , c o m o debieran prevenirlo todos.

T a m p o c o descienden todos á tratar de las circunstancias que han de asistir á lus q ue sa lg an electos para pi oc u ra d or e á de

(16)

‘ te

Curtas-- si arraigados ó sin bienes 3 si p o ­ bres ó ri cos , ni que edad, se ha de seña­

lar a los electores y á los elegi dos 3 ni si el pueblo ó un parti cul ar zeloso puede r e ­ cusar la e l ecc ió n 3 si sale un s u j e t o de nía-•* u la nota , c o m o de ñdlido 3 de mala fe , p r o ­ c esado j ud ic ia lme nt e , usurero no t or io 3 es­

c andal os o 3 v a g o , & c . ; sospechoso de infi­

delidad ó notoria me nt e i gn or a nt e , y si se d eberá hacer e l ec c i ó n de otro , t a m po c o de si po drá n ser reelegidos los p r i me ­ ros para otras Corte s 7 ó que h u e c o deberá mediar para la r e el ec ci ón , ni en fin de q ue h o no r a r io han de g o z a r , ni de que fondos los pr oc ur ado re s d ura nte su f u n c i ó n de tales.

T a m p o c o tratan los que c o n c ed e n re­

p r e se n ta c ió n en Co rte s al clero , baxo de q u e c o n c e p t o c o n t e mp l a n al estado eclesiás­

t i c o , si el secular y r e gu l a r j u n t o s y ó solo, el primero 3 y en este caso si han de c o n ­ c u rr ir solamente los Obispos , y también los Pre la do s mitrados c on j u ri s d i cc i ón , c o m o son a l g un o s Abades 3 Pri ores y Archipres^

tes 3 veré nullius 3 y si en el c o n c e p t o de estado secular han de c o n c u r r i r las Ig le si as Catedrales y las Co le gi at as por medio de diputados de sus respectivos Cabildos , c o ­ m o era práctica en la co ron a de A r a g ó n y e n el R e y n o de Navarra 3 ni t ampo co , si e n el orden y clase de los párrocos se de­

be nombrar un cierto número que r e p re se n ­ te el cuerpo g e n er a l del clero inferior. P r e -

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Jados hasta ahora ha visto la nación , P r e ­ sidentes ó Gobe rnadore s de ios Consejos S u ­ p r e m o s , Emb ax ado re s muchos , y Virreyes

n o pocos, Prelados y otras dignidades e c l e ­ si ásti cas en los tribunales civiles hemos visto, y hoy los vemos en las Juntas provinciales y en la Suprema Central por vo to y elecci ón dé los pueblos. P e r o en esta é p o c a obra uná r a zó n poderosa y necesaria para que c o n c u r ­ ra este brazo y también el otro de la n o ­ b le za j po r quanto las opii iones que m a n i ­ fiestan mas ó ménos abiertamente muc ha parte de las g en te s que se tienen por i I ti jo­

tradas Jo mi smo-que nova doras , propenden a deprimir , despojar y desacreditar el e s t a ­ d o e c l es iá s ti co ; y asi no quisieran ciertos re­

f ormadores que levant are en las Co r te s un brazo ni u n dedo. L as •opiniones c ontra e¿- ía clase y contra la de la nobleza , suelen ir siempre hermanadas. Pa re ce y me cuesta m u c h o el decirlo , que quisieran ahorrar este trabajo á N a p o l e o n , ó se gui r sus mis­

mas huellas , tal v e z p o r no pasar por p r e o ­ c u pa do s á los ojos del tirano que a b o rre ­ cen.

T a m p o c o t rat an del medio de concili ar la profesion monásti ca c on la cienci a p o l í ­ tica y p a r t i c i p a c i ó n en el n u e v o sistema de n u e st r o t u t u r o g o b i e r n o . A u n q u e Jos r e g u ­ lares no son de este siglo son hijos de ia patria , que les dio el Ser de hbn bres y él*

no mb re de españoles ; y esta madre no los

■podra sustentar en su s e n o , sino a y u d a n á

(18)

H

defenderla de la tiranía domésti ca y de la i nvasi ón e xtranger a , c o n su consejo , c o n cu palabra y también c o n sus manos en el a p u r o e xtremo. L o uno y lo otro lo hemos vi sto c ump l id o en otra g u e r ra sagrada , y el arma de su palabra no ha o b ra do p o c o para i n d a m a r los .ánimos. Bien lo ha c o n o ­ c ido y- experiment ado el tirano , y Jo teme el R ’iy intruso , qua ndo ambos decretaron e x t e r m i n a r , desnudando del hábi to y d I n ombr e , á los que no ha pod ido acabar de destruir el f uro r de los verdugos ar ma­

dos. Ellos mismos c o nve nc id os de lo que dicta la necesidad , maestra de los hombres de todos estados , y enseñados p o r los p e ­ l igros y calamidades que no han pe rd onad o ni los p a l a c i o s , ni las c h o z a s , ni los c laus­

tros c oop era rá n á porfía á la reforma de las leyes y c ostumbr?s p ú b l i c a s , dándonos el e xemplo en la de su estado que también, necesita de remedio : éste será el últi mo g r a d o de sabiduría uni r la piedad c o n el patri ot ismo. D e lo co ntra ri o parece sería c a er e n una c on tr a di c ci ón , no admitiendo en el C o n g r e s o ge nera l de la n a c i ó n de que son ahora miembros vi vo s á ios mi smo s á quienes llamaron las Juntas proyi nci al as en su seno en el m o m e n t o de su instalación, esto e s , en el m o me n t o del p el i gr o y de las c on go ja s de la. patria , qua/udo esfa - bus- ' c a b a a l m a s b u e n a s - , .fjuerles é ¡ i l u s t r a d a s que g u i a r a n el v a g e l a b . : n d o n a d u a i;a te mpe s­

tad. Si todos los que . han trabajado para la

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salvación de la p a t r i a , y han padeci do tra­

bajos para defendería , tienen un derecho al r e c o n o c i m i e n t o de la n a c i ó n , y á que esta los llame para representarla ¿ c o n qué j u s ­ ti ci a se les po drá rehusar , ni disputar á los r egulares ahora en que vamos a formar la g r a n familia polí ti ca ?

A l g u n o s de los autores de las m e m o ­ rias que son muy p o c o s quando dividen la r epresentaci ón na ci ona l en clases y señalan u n o á la nobleza ; pe r o sin e xpl i car distin­

ta y legairnente las varias a cepci one s q ue encierra esta v o z ge nera l entre nosotros. L a m a y o r parte d e ellos j tomándolas en el concepto, de la geíarquía. superior , se des­

a ho ga para hacer alarde de popularidad , ó sea ho y filosofía contra- los Grandes y S e ­ ñores , i nc repándoles injusta é indistinta­

me nte su n u lid a d , c o m o dicen a l g u n o s , y sus pocos servicios en la causa que defen de­

mos p a ra que merezcan tener parte en ¿as Cortes , y' porque carecen de las virtudes y talentos de sus abuelos»

¿ Acaso Fueron todos sus abuelos C a t o ­ nes ni todos hombres heroicos ? habría e n ­ tre ellos, espíritus grandes y espíritus p i q u e - ños , como, los hay ahora , y ¡os ha h a bi ­ do en todos tiempos. Si nuestros- Gr a nd es n o son todos lo que desean q ue f ue se n aquel los que se dedican mas á * la sátira, que á leer y estudiar la. historia y la causa de esta decadencia , sepan que una clase que no tiene n i n g ú n m ñ u x o en el G o b i e r ­

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no de la n a c i ó n , pues aun de las Co rte s está excl ui da hace c e rc a de tres siglos , ni parte directa ni i ndirecta en los n e g o c i o s p úbl i co s ni diplomáticos ; no tiene motiv'o para criar hombres de estado ni interés , é instruirse sobre el c o m ú n de los c or tes an os , po r no ser p er se gui do ei q u e descuelle e n ­ tre ios demás por despotismo m i n i s t e r i a l , ó sacrificado po r el Pri nci pe que solo pide bestias palaciegas , y ciegas dentro y fuera de pa lac io , y n o g ent es perspicaces y de c o n c e p t o públ ico.

S e p a n también esos declamadores de hi­

pócrit a p o p u l a r i d a d , que si en otro ti empo hubo señores de g r a n t a l e n t o , de elevado c ar ác t er y de basta i ns tr uc c ió n en la c i e n ­ c i a política y militar , era p or que en el sis­

tema a n t i gu o ántes de la entrada de la di­

nastía francesa en E s p a ñ a , se daban á G r a n ­ des po r turno y p o r ascenso de tres en tres años los V i rr ey n at o s de E spa ña y los ultramari nos de Cerdeña , Sicilia , Ñ ap ó l e s y ei G o b ie r n o de los Paises-baxos , y esta­

ban reservadas casi siempre á su clase las E mb a x a d a s de V i e n a , V e n e c i a , P a r í s , L o n ­ dres y R o m a , pri nc ipal mente sin c o n t a r otras comisiones extraordinarias y a lgunas neo-ociaciones políticas.

£ n estos empleos y v i a g e s , en este tra­

to de naciones e f t r an g er a s , en este c o n t i ­ n u o manejo de n e g o c i o s públicos, en la p a z y en la g u e r ra 5 forz os amente habían de ad­

quirir estos empleados a lg uno s conoc.imicn-

¿ 6'

(21)

t o s , no solo ellos , nías también sus hijos que aprendían en esta escuela , pues solían ir en compañí a de sus padres. D es p ue s de e x ­ per iment ados y pr ove ct os sojian v e ni r aí Co n se j o de estado : Co ns ej o solo de n ombr e y enteramente muerto desde que por uná de Jas i nstrucciones secretas de la C ó rt e de Versalles , Jo dexó sin uso F el ip e V. , Jue­

g o que se sentó pacíf icament e en el tronp español.

P e r o en estos últimos tiempos ¿ qup destino les quedaba á lo,s Grandes 3 sino (*I de criados ó esclavos de palac io 3 subiendp y baxando escaleras desatalentados , q c o r - , riendo en posta de sitio en sitio para la ser­

vi dumbre , c o m o l l a m a b a n , y los besama­

nos ? Felipe V. por otra de aquellas i ns­

t r u c c i o n e s secretas los f^áujío á..Ja residen­

c ia en la Córte para tenerlos mas sumisos, c o m o mas ociosos y mé no s amados de sus estados que jarnas los veían , y para c olma r la d egeneraci ón ó ¡el abatimi ento , la tira­

nía de los últimos ministerios los humilló l e n t a m e n t e , y el ce,tro de hierro de G o d o /

Jos anonadó , p o r n o sufrir iguales.

N o para en esta injusta quexa la pre ­ tensión de algunos discurrisvas d emocráti cos sobre Córtes. N o ha falta,do q u i e n sobre ha ­ c e r á los señores, i n c a p a c e s} ios tacha ¿e i ndolentes ó sospechosos en la fe y amor que debemos todos á la patria en la presen­

t e guerra. H a y qui en en su memoria ha

&techo ; Np hay razón p a r a que los n qbks e.p

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"tren en las Córtes ) no habiendo Ifetho en ¡zt lucha actual m&s que seguir voluntariamente ó por miedo el impulso que les ha dado el pue­

blo en m asa p a ra una defensa generosa , que muchos en secreto desaprovaban.

E s l a p r o po s i ci o n g e n e r é es un insolente Insulto á esta ciase , tómese por I ; supe'-- r i o r , ó por la inferior g e r a r q u í i r e c o n o c i ­ da siempre en los Go bi er no s monárquicos.

Q u a n d o nuestro pueblo se movió en masa, se mo v i e r o n todas ¡as partes q u e c o m p o n e n éste todo ; había no b le s- y pJeveyos , c i u d s - :danos y rústicos , frailes y c lérigos , h o m ­

bres bu e no s y también f acinerosos ; nadi'e es­

t u v o tibio en aquella efervescenci a , ni coui los brazos cruzados. ¿ N o : serví m ántes los nobles en los e x ér c i t o s ? ¿ N o h'3n C0Í,~

rido despues á porña á militar baxo las nuevas banderas que levant ó el pa tri oti smo, sacrificando muchí si mos de ellos sus vidas en el c a m po de bi t al i a desde que se derra­

ma sangre española en defensa dé nuestra ' l i b e r t a d ? ¿ N o han elegi do otros muc ho s el duro c a ut iv er i o en poder del e n e m i g o , á n ­ tes que doblar la c e rv i z al R e y i ntruso ?

¿ N o han perdido la m a y o r parte de las fa­

milias ilustres de todas las pr ovi ncias , sus casas , su reposo , sus bienes , sus rentas : po r s e g u i r el partido de la p a t r i a , hasta reduci rse p ró fug os á la me n di gu e z muchas de ellas ? ¿ L a s casas de los t irandes y de los títulos mas esclarecidos no tienen sus hijos ó h e r m a n o s , y algunas de ellas sus

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c ab ez a s principales militando en esta ■■ tre­

menda guer ra , sin mas interés ni esperan-, z.a que la fie v e n ga r al R e y c a u t i v o y á Ja Dación ultrajada ? E s es.cusado hacer aquí la lista de todos.

¿ N o t ene mos refugiados á las A n d a l u ­ c í a s , Valenci a y Mur c ia los primeros Gran- , des que huyeron vo luntari ame nt e de Madrid su habitual residencia , abandonando sus pa­

lacios , sus t r e n e s , sus c a u d a l e s , sus ri que­

zas j -sus comodidades y sus estados , c o n p e l i g r o de sus vidas u no y otro sexó , v i a ­ j a n d o unos a p i e . , otros en carretas y otros

en b o n i c o s , por no ver la cara á N a p o ­ león hasta hacerse escribir en la t abla de ios proscri pt os? ¿ N o sa habían distinguido también en donativos en la Có rt e y en sus estados , hasta deshacerse al fin de sus m u ­ ías y caballos ? j C o n quán poc os g ra nd es c u e nt a el intruso R e y , y estos vencidos de l a fuerza , del t e m o r , de la vejez ó de la enfermedad , que no acertaron á dexar la C ó r t e en el último c onfli ct o ! L a m a y o r parte de los que g ust osos han doblado la r o ­ dilla á José N a p o l e o n n o han degenerado de Jas virtudes de sus a b u e l o s , po rque no l o s han tenido.

Y o .quisiera p re g un ta r ahora sí e x em - plos de i gua l patriotismo y lealtad , si sa­

crificios voluntarios de tanta g r a n d e z a p u e ­ de presentar algún pais de E u r o p a de los q u e han invadido ó s u b y u g a d o ios soldados deJ tirano 3 c o m o ni t a m p o c o los q ue oñ;e-

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ce el pueblo español qué en n i n g u n a na­

c i ó n fia tenido imitadores , s eg ún la s e g u ­ ridad c o n que las tropas del tirano entran y salen obsequiadas de los tímidos señores y d a m a s , y de la tran qu ilidad c o n que - se alojan y se sirven de los caballeros c o m o de hostereros y de los paisanos , c o m o de siervos ó acémilas dé carga. C o n c l u y a m o s de una v e z diciendo , que no se injurie á irradie j pues todos formamos una mi smi Fa­

milia : tan español es el noble c o m o él p l e ­ b e y o , y c o m o tales se han dií ti ng ui do en esta ocasion e n que el pe li gr o de- la pa tr ia, nu e st r a madre , llama á todos c o m o hijos s u y o s , y todos la han servido y sirven c o ­ m o hermanos.

V o l v i e n d o á la materia del estado n o ­ ble J n o cómprehendo- en q ué sentido tomar

«ste nombr e ; los citados 'autores de las me­

morias p r e s e n t a d a s , aári las que Ja admit en á lá r e pr es e nt a ci ó n na cional , c o m o u n o de los b razo s , co m o aquellos que lá e x c l u y e n de todo derecho y a cci ón á g o z a r de esta p r e r r o g a t i v a , falta que e x p l i q u e n - q u é t ér ­ m in o dán á e s t a ' c l a s e , si la extienden á to d o el estado latamente tomado , c u y o n ú ­ m e r o c o m p o n e acaso la déci ma parte de las familias de la c o r on a de Castilla y del R e y - n o de N a v a r r a j p u e s hay provi ncias donde p reten d en serlo todos los nacidos en ellas, ó si la c o n t r a e n solo á los Grandes y á los Señores titulados ó t e r r i t o r i a l e s , ó si en el n ú m ero de los electores y de los elegidos3

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de las d¿$ s'óbre dichas ¿TáSeS han de e n­

trar los llamados nobles ó hidalgos. Si se han de i ncluir todos los que com prebenden esta última c l a s e : ¿ q u é de q üe s t i o n e s , p r e ­ tensiones é informaci ones , y qué i ns upe r a­

bles embarazos para calificarlos ^ d emarcar­

les y empadronarl os ? Para g o z a r de un a c ­ to tan au té nt ic o y solemne de su distinción

¿ q u i n t o s se apresurarán á recibirse de n o ­ bles en los pueblos de sus domicilios y á sacar e j e c u t o r í a s de las chancillerías ? -¿ E n ­ tonces q u é familia decente no se a v e r g o n ­ z a r á de ser c ont ada en el estado llano de resultas de aquella e x cl u s i v a ? Sí por el c o n ­ trario en el estado llano ó popul ar se han de i ncluir estos nobles ó hidalgos para las elecci ones de los diputados en Córtes ¿ c ó ­ m o querrán igualarse c o n los plebeyos en ü n a ct o posi ti vo de d e r og a ci ón ? Esta es la g r a n dificultad para dar á los simples n o­

bles representaci ón en el brazo de la no b le ­ z a j y no es me aos la de i ncorporarles en el estado p opu la r , pata no negarles c o m o mi embros de la sociedad el derecho al v o t o g c t iv o y pasivo.

En n i ng una memoria se trata la duda;

Si para uno de los dos votos ó para ambos po dr án c onc ur r ir las personas revestidas de c a r go s públ icos en los ramos civiles , de hacienda y de j udi cat ura , c o m o empleados y asalariados por el R e y . E n la c o r on a de A r a g ó n n i ng ú n oficial de la co ron a podia c on c u r r ir á las Córt es 3 sino c o m o B aró n ó

K

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C a b a l l e r o , g o z a b a de ésta d i s ti n ci ó n) c o ­ m o magist rado no' tenia v o to en los brazos, solo asistíi c o m o consult or del R e y eu ban­

c o separado.

i a m p oc o hablan del derecho y posesión a n ti gu a de Jos A y u n ta mi e nt o s para Jas e l ec ­ c iones y nombrami entos de sus p r o c u r a d o ­ res. L os poc os que hablan de estos cuerpos m uni c ip al e s declaman , y me parece con ra­

z ó n contra la ilegalidad y abuso con que p o r viciada c onst i tuc ió n de estos cuerpos se no mb ra b an los diputados á las Córtes.

To do s c o n c u er d a n en que las l e y e s , los i m p u e s t o s , su administración é inversión se e s ta bl ez ca n en C ó r t e s , y casi todos s e - e x ­ tienden á p ro po ne r é i ndicar las materias y punt os varios que en ellas se deben t r a ­ tar y ventilar , el plan de las reformas é i n no va c i o n e s que c o nve nd rá hacer así en el c ó d i g o político c o m o en el civil y en el fiscal, sentando pri ncipios y máximas de e c o n o m í a po lí ti ca c o m o si pretendiesen preveni r el j u i c i o de las C o r t e s , y señalar las reglas de sus d e ­ liberaciones A h or a se trata de c o n v o c a r l o s , y después de c o n g r e g a d o s le ga lme nt e los diputados allí , verán y p ro po nd rá n lo que c o n o z c a n que c o n v i e n e al bien ge nera l de la n i c i o n ios remedios mas urgentes y efi­

caces á ios males que no sufren demora en las críticas circ uns tanc ias del dia , y todo qLian.to conspi re al fin saludable pa ra que han sido llamados.

N o todos los males se p u e d e n curar

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ju n to s , se deba acudi r á Tos ni¥3 pe li gr o ­ sos y enconados ? a u n qu e no sean Jos ma ­ y o r e s ; Jo que no se c o n c l u y a en una s e­

sión se c o n cl ui rá en otra } y lo que no se pueda perfecci onar en una legislatura a l c a n ­ zara su perfección en otras. N o se fabrica una c o ns ti t uc ió n en un dia ni de una s o ­ la v e z , c o m o quien funde una estatua ó - u na pieza de artillería. Y a hemos- visto lo que duraron las tres diferentes que parió la r e vo lu c ió n francesa , que c on la misma fa­

cilidad y presteza c o n que se forjaban se deshacían.

L a nueva forma que se ha de dar á las venideras Córtes , si padeciesen al guno s d e ­ fectos inevitables en su primera y a c el e ra ­ da i nsti tución , la mejorarán los mismos r e­

presentantes usando del e xer c ic io de sus f a ­ cultades supremas. Allí tocarán con sus ma­

nos , y verán por sus propios ojos los i n ­ c onveni entes que hoy n o se prevean , los reparos que hoy no se recelen y Jas f a c u l ­ tades que se crean fáciles de ve nc e r : a llí

• se arreglará el mejor orden , método y f o r -

• ma que hagan mas expeditas y fáciles las d e ­ l iberaciones , pues se impondrán la ley los mi smos legisladores.

N o me parece prudente manifestar de s­

de hoy al p u e b l o > c o m o lo hac en a l g un os escritores , los males que padece y ha p a ­ decido si empre la i mpe r fe cc i ón c o m o eilos dicen , de nuestras leyes por la injusticia del g o b i e r n o } po r la iniquidad de las c pu -

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trihue-iones , por la impiedad de los ricos,

■ por Ja pr potencia de los s¡eñpr.es , por J<is pri vi legi os de estos sejfores , por la de los eclesiásticos , y otras insti tuciones que s ue ­ len ser los puntos capitales de slls decla­

ma ci one s políticas. Si despues de .haberle p inta do y exag era do estos m a l e s , m o st rá n­

doles ei ori ge n de ellos y ofrecídole los r e­

medios , no se le ministran prontamente-, será darle mot ivo y licenci a para que se i m­

pa ci ente , mormure , se quexe y resista á la obediencia á fuerza de nías instruido en sus derechos , porque c o no ci énd ol os Jos r e ­ clamará po r demostraciones acaso violentas.

Predi carle publ ic ame nte que en n i n g ú n ti empo ha g o z a d o de sábias leyes , ni de j u s to s l e g i s l a d o r e s , ni de buen g o b i e r n o , y repetirle y confirmarle lo mismo q ue le pre ­ dicó N ap o le ó n antes de entrar e n E s p a ñ a , y lo q u e ' le repite el i ntruso Jos é en sus proclamas y decretos , i nc ul cán do le Ja n e c e ­ sidad de una regeneración , que nuestros es­

critores también p r e g o n a n c o m o i ndispensa­

ble. El pue bl o persuadi do de esta necesidad afianzada en la conformidad de pareceres del a mi g o y del e n e m i g o esperará eJ p r o - metido r e m e d i o , y cansado .de esperar de­

seará recibirlo de a q ue l que se :1o ministre iiT)3S pronto ¿ y baxo de esta perspectiya alnagüena , tal v ez no je sera r e pu g n a n t e

>( si fuese cnp ¡z de deponer el óriio á ios e ne mi go s , y la memoria de los desastr.es que i,e ha he cho sufrir ei tirano.) de c e rr a r

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as los ojos para nó ve r la mano que le ha de dispensar ei alivio de los agravios que se le ha dicho que padece , y que n o debe sufrir mas largo tiempo.

Este nombre de pueblo repetido c o n t ant o c on na t o y énfasis en esta é p o c a p o r los declamadores políticos > no tiene una definición clara y exact a en sus escritos. Si se ha de tomar s e g ú n el c o m ú n sentido p o r la parte de la n ac ió n que trabaja para c o ­ me r su pan , - necesita mas que las otras en i o d o ti empo de recta administración de j u s ­ ticia , de libertad y facilidad para buscarse honest ament e los medios de su s ubs is tenc ia, y una e x ac c i ó n ménos g ra vo sa y e q u it a ti va en las co nt ri bu ci ones , que le dexen alivia­

do para c a mi n a r á su prosperidad pacífica­

ment e. N o necesita introducirse en discusi o­

nes filosóficas ? ni en especulaciones de e c o ­ nomí a polí ti ca , que le harían bachiller , sin hacerle sabio , desengañado , y no c o n t e n t o y tal v e z desacatado c o n los Ma gi stra do s, c o n el G o b i e r n o y c o n los Ministros de la R e l i g i ó n . A l g u n o s escritores parece están empeñados en hacer sábios hasta los g a ñ a ­ nes riel c a m p o , sin advertir que u n a n a c i ó n de sábios , si pudiese haberla , haría ella misma su ruina , c o m o c ue nt a la fabula de los soldados que na ci ero n de ios dientes del d r a g ó n que sembró C a d m o , que vi éndose armarios se mataron unos á otros.

L a r e li gi ón disfrazada c o n el hábi to de espíritu de r eforma ? la inmoralidad acóí xh

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panada de la indiferencia filosófica del día5* la n u e v a literatura respirando- mas hcmctni*

dad que h u m a n i d a d e s , y el charlatanismo de p o i i ti c o n- s amantes de la novedad , toda ésta pestilencia propagada y arraigada en E u r o p a años hace con la lectura de libros francés s de los delirios de los legisladores r e v o l u c i o n a r i o s , . había preparado ■ los animes á la indolencia p o r no decir c o ns ent i mi en­

to c on que todos los países que iiamaban ilustrados han recibido las armas y las leyes tfei i mpío N a p o l e o n , solo los Caíabreses y Tiroleses en quienes no había entrado ni a u n la curiosidad filosófica , tomaron las ar-r mas por no admitir en sus hogares tales huéspedes. L a falta da lectura de nuestro p u e b l o lo ha preservado de este c ont agi o*

y en este estado* que Lama de s a l v a j e s el b á rba ro tirano , y los- renegados filósofos españoles se lo aplauden , es precisa ne nt s ei que le dá mas cuidado que nuestros exér-f citos , y el que s eg ura me nt e nos ha s alva­

do , porque a unque el disoluto G o d o y ha­

bía c o r ro mp i do las costumbres c on sus es*

caudalosos desafueros , no pudo destruir ei carácter español y el pundo no r mcion;i3*

q ue por un dichoso i nstinto abrigaba e n sus p e c h o s nuestros pueblos.

L o s fi iosofos, s eg ún ¡o hemos visto aho*

ra , n o tienen- patria-, c o m o se ha dicho c o n al guna razon de ios comerciantes. Qtaaa?

se han llamado por afectada filantropía Cusmopokstas han dicho., una blasfemia- pou*

'2~€

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t ica y moral , c r e y e n d o haber dicho u n a S e n t e n c i a p a r a h o n r a r s e . E¡ que se g lor ía l l a m a r s e h a b i t a n t e de-i Uni ve rso ¿ d ó n d e t e n ­ d r á su p a t r i a ? ¿ d ó n d e su amor y íeal t . d ? Las ciencias abstractas abstraen la m e n ­ te y el á ni mo del ho mb re y n o le fixan en n i n g ú n punt o de la tierra , y asi es fácil que no se acuerden de las que vió nacer.

'La historia en ge nera l i nstruye , ensena y (desengaña á los lectoras , mas n o los a p e g a á n i n g ú n p a í s , ni los interesa po r la suer­

t e ds n i ng u no . P e ro el que ha leído la his­

toria de su nación , sus pasadas g lo r ia s ,

•sus leyes , sus ant i guo s usos , las pro e za s y virtudes de los entepasades , el que a ma

■su lengua y sus costumbres , c obr a y c o n ­ serva aaior á su p a t r i a , y la defiende en la g ue rra , porque la defendía en la pa z.

'Bien podemos decir c o n la e xpe rie nc ia q u e

¡o- ho.u-hres tienen mas cariño a su tierra á medid i que son mas incultos é i g n ó r a n ­ o s , asi el labrador , el gra-ngero , el pas­

tor , el rústico obrero , no se hallan bi en en perdiendo de vista la torre de su Iglesia.

¿ Y podrán las m u g e r - s ser en g e n er a l m a s patri otas que los hombres ? Mr p a re ce q u e deben serlo , y que sera ma yo r su nú­

me ro por quanto leen ménos , y no p re ­ tenden saber tanto c o m o los hombtes Por lo co ntra ri o , véanse que buenas piezas han salido las m u y l e íd a s - y s bidillas , preciadas tambi én de punta de filosofía , que queda­

ron, €ñ Madrid y en -algunas ciudades c u í -

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tas de las o cupadas por el enemigo. P o r pa re ce r hombres que llamaban á la france­

sa del buen t o n o , que afectaban antes i m ­ p i e d a d , po c os e s c r ú p u l o s , m a r c i a l i d a d , des­

p r e o c u p a c i ó n y deseos de mudar la p i e l , y rompe r todos los vínculos de la a nt i gu a h o ­ nestidad y r eca to Estas tenían ia patria en los libros franceses ? y su escuela era muy m un d a n a ; , asi pues j u g a d o r a s , f arsantes, e- cidoras , desenvueltas , y coguetas_ en todo el sentido de esta nue va v o z y oficio entre nosotros , suspiraban por el reinado de la libertad y del l i b e r t i n a j e .

H a y abusos .antiguos y también nue vo s en todas las clases "del estado que piden grandes y sábias reformas , c u y o s buenos ef ectos deberá e xpe ri me nt ar el pueblo sin q ue c o n o z c a las causas del mal anterior por a nt i ci pa do discurso , sino que se le presen­

t e a nt e sus ojos el c o n o c i m i e n t o c o n el re­

medio. Las personas que elija de h on r a d e z , pr ude nc ia y patriotismo para las C o r t e s} l e ídarán á su tiempo lo uno y lo otro..

V u e l v o á decir que me parece i m p r u ­ dente é int empest ivo publicar los males q ue p a d e c e el pu eb lo antes de tener preparados -los medios de su reparación. Al ti empo de darle las reformas c o n oc e r á los daños q u e tal v e z antes n o sentía. T a m p o c o se p ue de ha ce r todo el bien , c o m o no se hi z o t o d o el mal de una vez. E n las primeras C o r t e s c o nve nd rá derribar lo que amenaza ruina:

c o n v i e n e apuntalar el edificio 3 y no demo--

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ferio .' por no -quedar desalojados á la i n c l e ­ menc ia de los temporales.

L o s que predican ó á lo ménps desean una perfecta igualdad , repit iendo tantas v e ­ ces las palabras pue bl o , libertad , i n de p e n ­ dencia , que suenan g ra tamente á todas las orejas no prevenidas , acaso n o preveen que dán motivos ó tentaciones á las A m ér i ca s á que se e ma nc ipe n de la me trópoli , c o n ­ siderándose aquellos habitantes c o n derecho para no obedecer los de cr e to s á dos mil l e ­ g ua s de distancia. Aque ll as bastas r e g i o n e s s on dominios de la corona de Es pa ña , no colonias de la nación ; en nombre del R e y se g o b i e rn an y se dexan g o b e r n a r 3 en n o m ­ bre del R e y ri gen ios Virreyes , G o b e r n a ­ do res , Tribunales y Ma gi stra dos : á la p e r ­ so na del R e y tienen jurada la obedi encia y fidelidad c o m o v a s a l l o s ; y de 1.a autoridad R e a l re ci bi eron sus leyes peculiares , que Jos c onse rva n y defienden de toda t e n t a t i v a

¿ invasión extrangera. Este nombre de R e y ó de autoridad Soberana baxo de una f o r ­ ma mo ná r qu ic a se debe hacer respetar y v e ­ ne ra r ahora mas que nunca , bien que se trate c o n el c onse nti mie nt o de ambos m u n ­ dos de cercenarles , c o m o i nstrumentos del p od e r despótico todas aquellas facultades que le a t r ib uy ó la adulación ó el t í mor , y de cerrarle las vías por donde caminan los p r í n ­ cipes á la tiranía.

L o s Amé r ic an os son , es v e r d a d , nuestros hermanos p or sangre 3 por costum bres ¿ por

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le ng ua y por religión ; pero pueden n e g a r ­ nos la obediencia sin ne g ar no s la co •huni- c aci on ni el a.íior , ni re nunc ia r aquellos vínculos. , en una palabra , sin dexar de ser españoles. L o s americanos son españoles u l ­ tramarinos , que recor.ocen y aman á su madre -común , forman una bastís i na parte del imperio español , y no es posible que se desunan mientras subsista en E u r o p a el nombre , la c una , y el t r o no de la Mo na r ­ quía. Toda i nn o va c ió n es peligrosa , y esta podría serno funesta en uno y otro e mis - ferio. L a parti ci pación a las Córtes g e n e r a ­ les de la nación cimentará la fraternidad, asegurará la c o n f i a n z a , estrechara los v í n ­ c ulos del interés y riel ?mor á una c o m ú n p a t r i a ; nuestra u n i ón sera la de e llos; nues­

tros bienes c o m o nuestros males , no serán á g e n o s ; una misma será la f u e r z a , una la defensa , una la voluntad , una la creencia.

E n A m é r i c a hay también las tres clases c ons­

tituidas , el c h r o , la nobleza y los A y u n ­ tamientos. Si la concurrenci a de estos tres brazos es necesaria en España p¡ ra afirmar é i nt eg ra r la representación nacional , no lo es ménos en aquellos países para no de sc on­

t e n t a r á n i n g u n o , interesando á todos.

V o lv i e n d o mis rrflexíones al estado de nuestra península , me padece tan necesaria la c o nc ur renc ia de los tres brazos a las C o r ­ tes , que reducida la representación á un c u e r p o popul ar , c omo si drxeramos á una.

sola masa , tendría mas semblante de de-,

3

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moer a cía que de mortárquía , y ba xo de un .aspecto tan a l ha güe ño c o m o pe li gr os o de libertad , se allanarían todos los ca ninos Á la esclavitud de una. nación.., l u e g o que a p a ­ reciese un hombre osado , que abusando de]

noui bce de defensor ó; p r o t e c t o r se pusiese de pies .sobre Las leyes y sobre los l egisla­

dores. A si se ha experimentado, en la. s o n a ­ da libertad de la Fr a nc ia , fundada sobre la mas soñada igualdad universal ; pues pasó la nación de la extrema c o ns t i t u c i ó n d e m o ­ crát ica al m is absoluto y escandaloso desr piotis.no. y s-r.vidu.nbce,. Entonces- no h u bo ciases que resistiesen , porque no h bia ya partes que defendiesen, el todo : c a y ó ei c u e r p o entero ,, c o m o cae. el tronco de un árbol sin tamas ni raisrs-, p u; s le t litaron b ra zo s y pies.: Para romper la. unión fuera me ne st er c o n t r i cada, b c i z o u n n u e vo es­

f u e r z o 3 una nu eva victoria j y levantados Jos tr.^s juntos, a la vi&ta del peligro que a me na za ba a todos hubieran aterrado al que aspirase á go: t irios. No,- sin. misterio pintó la fábula a. GLrión c o n tres brazos c o m o emblema de la fü : r¿ a ; y no pudiendo la historia después compra hender criatura, tan monstruosa. , interpretó, estos, tres, miembros p o r otros tantos, G e r i o n s¡.

E n muchas- de las memorias ó. discur­

sos que se me han remiti do } salta á los ojos una c ontra di cc ió n que es c omú n en casi todas- 1 *s decl amaci ones políticas- de es tu é.pcca» Se suele po.udersr la. n i n g u n a , li­

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bertad que ha g o z a d o nuestra n a c i ón b a x a del Go bi erno de Jos R e y e s , la insuficiencia ó arbitrariedad de las leyes , la va na re pre ­ sentación y autoridad de sus Cortes 3 y la opresion de los derechos del p u e b lo , p o r donde c o l i g e n que la España n u n c a t u v o u n sistema sábio de G o b i e r n o , del qual r e ­ cibiese aquella fuerza moral y física que c o n ­ serva ios estados. P e ro al mismo ti empo re­

cuerdan á la nación su pasado espl end or, su a nti gua g r a n de z a y g lo ri a , para a ni ma r­

la ahora ú recobrarlo todo c on la n u e v a l e ­ gislación de las futuras Cortes. Si n unc a g o ­ z ó de estos derechos el pue b lo , ni h u b o c onst i tu ci ón que le sostuviese su pr opi edad, seguridad y libertad c ontra el poder de las Có rte s y de los c o r t e s a n o s , ¿ c ó m o lo e x c i ­

tan á que reclamen lo q ue en n i n g ú n tiem­

p o poseyó ? To do s nuestros escritores p o l í ­ ticos repiten c o n entusiasmo la v o z patrio, sin d e f in i rl a , de independencia sin e xpli car­

la , de libertad sin c i r c u n s c r i b i r l a , de pue­

blo sin demarcarlo y de soberanía q ua nt o mé no s pueden dexar al Soberano.

P e r o por fortuna en nuestros c ódi gos y quadernos de Córtes y pragmáticas hechas en ellas hablan muchas leyes , que el des­

po ti smo ha vul nerado ó condenado al o lvi ­ d o , p or que pro te gí an la libertad de los p u e ­ blos , y la defensa d e sus derechos y fran­

quezas.

A s e g u r a r , c o m o dicen a l g u n o s , que j a ­ más ha g o z a d o E spa ña de una constitu-ciois

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q u e , c on tu vi es e en sus jus tos límites la a u ­ toridad Soberana y las pretensiones de los vasallos , es i g n o ra r nuestra historia , nues­

tras ieyes , sino es malicia y s e g u r a m e n t e es una injuria á la na ción entera. Si en la c o r o n a de Castilla el po de r y representaci ón de las Córtes fue débil é i n c om p l e t o , pues n o fundaron una i nst i tuc ió n perfecta y le­

g al me nt e r e co no ci da que señalase los límites de las potestades , fue p o r q u e nunc a se p e n ­ s ó en formar un C u e r p o nacional q ue v e ­ lase en la observancia de las leyes , y se opusiese á toda usu rp ac i ón de la potestad e x e c ut i va . ¿ Pues q ué la c o r o n a de A r a g ó n n o tu vo por espacio de c i n c o siglos fueros, c o n st i tu c io ne s , libertades y franquezas i n­

vul nerables ? ¿ A r a g ó n , V a l e n c i a , C a t a l u ñ a y Na va rr a n o son de España , y no lo eran a nt e s? ¿ H a n sido extrangeras las provi ncias V a s co n g a d a s y el P ri nci pa do de Asturias g o ­ bernadas po r sus fueros y juntas c o n c e j a ­ le s? L u e g o podrémos d e c i r , que la p r o p o - s i c io n g ener al de que España n o ha tenido una_ c o ns ti t uc ió n le ga l me nt e fundada , r e c o ­ n o c id a y observada para sostener los dere­

c ho s y la libertad de la na c ió n , es falsa, e q u i v oc a da y ofensiva á las pro vi nc ia s de fueros , que c o m p o n e n una tercera pa rte de la Monarquí a.

E n el año de 1708 abolió F e l i p e V . ¡a c el ebra ci ón de Córtes en todas las p r o v i n ­ cias de la c o r on a de A r a g ó n , c o m o en c as­

t i g o de la resistencia armada q ue h acían á

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sus de fec ao s á Ja eórñ n s de Espa ña en la.

obstinada guerra de succesion. Sin este rao- ti vo , ayudado de los exerci tos que c o mba - tian a su favor , no Jo hubiera podido e x e - ciita-r ni lo hubiera intentado ;. e nto nc es se v i ó que el c a n o n era la última ra zó n ele.

los R e y e s . Desde entonces perdieron, a q u e ­ llas. provincias el pri vi legi o y. pr errogati vas, de e s t a b l e c e r y defender sus leyes patrias, y. de imponerse y administrar las c o n t r i b u ­ ciones públicas-.

N o satisfecha ¡a Cór te d e V e r s a l e s c o n . h ab ^ r d e s p o j a d o á dichos paises. de_ este b a ­ luarte de- s u - libertad!, que c o m u n i c o a _sus, habitantes aquel espíritu, de rectitud y j u s ­ ticia c o n que se o p u s ie r on en toóos t i em­

p o s á los actos injustos y violencia de los, príncipes- , entre las i nstrucciones secretas, q ue L u is X I V envió á su ni eto para o u e reinase en España c o n mas libre, absoluta y>

pacífica a u t o r i d a d > se c ue nt a la. abolición*

de las- Córtes- de C a s t i l l a , e nc ar g án d ol e que:

n o -ju n ta se mas- tales- c ong res os lo qual í u a

u na ext inci ón per non u & u m y asi se na, cont in uad o esta suspensión desde e! ano da 3 7 1 a , en que se celebraron las ultimas e n Madrid.

A u n en. su forma de vana representa­

ci ón y de una sombra de libertad i n c o m o ­ daba esta institución á la Cór te de Par ís , recelando que en algún ti empo a q u r l dere­

c ho de j un tar se legalmente no p ro p o r c i o n a ­ se á l a s . ciudades el de quejarse y o p o n e r -

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■se á los abusos y arbitrariedad del Gobier»

■no. A c a b a b a • de e xpe ri me nt ar Ja C ó rt e de

■Luis X I V que en las provi ncias donde se g o z a b a de una c o ns ti t uc ió n ó derecho c o ­ m ú n muni cipal , no era posible llevarlas á sus fines sin su c ons ent i mi ent o , y asi f ue r on las únicas que en 3a guerra de succesion se liabian declarado p o r el partido a ustrí aco c o n las armas en las manos, Asi p od emo s -añadir ahora que la F ra nc ia nos despojó á

■principios del siglo pasado de los restos de nuestra a nt i gua l i b e r t a d , y á pri ncipios del presente la misma F r a n ci a nos vi ene á i m­

p one r las cadenas de la esclavi tud para q u e hasta 1a memoria perdamos d e lo que f u i ­ mos. D e s g ra ci a d a es la n a c i ón qua nd o la c o r o n a ha de r eca er en manos de familias e xtrange ras c o m o una herencia territorial, rsino tiene una f u e rz a leg al que la so st en ga

• sus derechos ó una fuerza militar que los defienda , debe ceder humilde á la v o l u n t a d del nue vo Go b ie r no . V éa se lo que pasó en las Córtes de la C o r u ñ a , que c o n v o c ó e n 1 5 1 8 Carlos I. recien l legado á España á t o m a r posesion de la c oron a de Castilla, nada se c o n c l u y ó en ellas y fueron disuel- tas , ó por mejor decir despedidas por el desagrado del n u e v o Soberano. D e aquélla centella mal a pagada «e encendió la grande h o g u e r a de la g ue r ra de los c o m un e ro s que af li gi ó á Castilla. Q u e sucedió mas adelan­

t e en las Có rte s que c o n v o c ó en T o l e d o ei

^ si smo Car los I. en 1538 ¿ donde, habiendo

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temido la unión de los tres brazos , t ra té de destruirlos para debilitar sus fuerzas , y separándolos servirse mejor de ellos ai l o g r o de sus fines.

Desde aquel c o n g r e s o que no fue tan dóci l a las ideas del So be rano , c o m o este esperaba , no fueron n u n c a mas c o n v o c a d o s ni ios Prelados ni los Grandes ; y solo q u e ­ dó el brazo mas débil y mé no s p od e ro so de- las ciudades , pues su nú me r o estaba re­

d ucido a solas diez y o c h o para r epr es en­

tar doce provincias.. A primera vista era m u y p o p u l a r este atentado de Ca rlos L 3 y n o era sino el: primer c imi ent o del po de r absoluto que tomó y dexó c o m o el pri mer floron de su co ron a á los succesores de su.

familia > herencia q ue const ant eme nt e c o n ­ servaron: hasta la muerte de Carlos II. D e s ­ de q ue los p ro cura do re s de las ciudades^

q u e n u n c a representaban la na ci ón , q u e d a ­ r o n solo para fo rma r las Có rte s , no e n c on * t ró obstáculos el Prí nci pe para pedir s e r v i ­ cios y millones , pues solo c on este fin ó para j ur a del Prí nci pe los c o n v o c a b a n , se­

ñalándoles las facultades y punt os que les debian c o m e t e r los A y u n t a m i e n t o s en los poderes. L o s A y u n t a m i e n t o s que Jos e l e gí a n de su mismo C u e r p o constaban de r e g i d o ­ res; nombrados por la co ron a entre sugetos:

nobles 5 asi su forma era aristocráti ca y n o p o p u l a r ; estos oficios solían s j r perpetuos^

y muchos hereditarios ó .«rvidos por subs­

t i t uc ió n j ó p o r arrenda . tos de l o s p ro ~

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píe tari os. ¡ C ó m o se harían las el ecc io nes y quant os influxos no tendrían Jas i n s i n u a c i o ­ nes de Ja C ór t e ! P o r eso el privado^ C o n d e D u q u e se hizo* c o n c e d e r una plaza de R e ­ g i d o r en todas las ciudades de vo to en C ó r ­ tes donde tenia un servidor , y por este m e ­ dio se dexa consi derar qua l sería el i nf íuxo q ue tendría en sus deliberaciones.

E l Ci er o y Ja G r a n d e z a ó sean Jos R i ­ cos hombres n o han perdido el d ere c ho de ser c o n vo c a do s á Córte s , s e g ú n pre t en de n a l g u n o s , porque no se les haya lla ma do desde las de T o l ed o de 1538 ; su derecho y a nti quís ima posesion , asi en la c or on a de A r a g ó n c o m o en1 la de Castilla son i nspres- eriptibles. Si esta suspensión dictada por la arbitrariedad ó te ma de Carlos V. pudiese tener a lg ún v al or en las p ro vi nc ia s de estos Reyrros , i g u a l m e n t e l o tendría c o n t r a las c iud ad es de v o t o q ue formaban el tercer b r a z o , pues desde el a ñ o de 1 7 1 2 t a m p o ­ c o han sido c o n v o c a d a s á Córtes c o n s t i t u ­ cionales para e st a tu i r leyes ó re formas en f a v or de los pueblos , sino solamente para s ol e mn i za r el aetO' p ú bl i c o de ¡a j u r a de ¡os p rí n ci p es herederos , limitados sus poderes á esta precisa y sola facultad , como- queda d i c h o , sin derec ho p;ira disentir ni c o n t r a ­ decir. Y asi en m e mo r ia de este acto de solemne obedi encia y h o m e n a g e , c ada u n o de los di )ut i,los regresaba á sus destinos c o n a l g ú n 1 c o n d e c o r a c i ó n ó gra ci a del S o b e r a n o .

«v g n las p r o v i n c i a s de. l a c o r o n a de Ara»

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g o n también se elegí an ios Síndicos ó los Procuradores entre los individuos de su Co n se jo ; pe ro en esto las plazas no eran perpetuas , vitalicias , ni hereditarias , ni de la clase a r i s t o c r á t i c a , c o m o sucedí i en la de Castilla , si no annuales y electivas por sorteo de la matrícula misma muni cipal que se c o m po ní a solo de ciudadanos , y del es­

t a me n to p opul ar c o n excl usi ón de los n o ­ bles y caballeros , c u y a clase ya represen­

taba po r sí en las Córtes. E n las actas de estas que eran tan li bremente constituidas c o m o podía permitirlo una Monarquí a , se lee y o ye la v o z de p a tria , de pueblo , de nación , de constitución , de libertad , nom­

bres que j amás p r o n u n c i a r o n , ni las leyes*

ni los legisladores en las Córtes castellanas;

ni suena en ellas mas que la v o z R ey nos representados c o m o provi ncias por cierto nú­

mero de ciudades. E r a n solo diez y o c h o las que g o z a b a n de esta pre r ro ga t iv a sin i n ­ c lui r mas villa que Madrid ; qua ndo en la c o r o n a de A r a g ó n que no c o mp on í a una tercera parte de ¡a de Castilla , g o z a b a n de v o t o en Có rte s diez y n u e v e ciudades y se­

tenta y nue ve villas.

To do s hablan c o n e nt us ia smo del poder y de la libertad que vá á g o z a r la repre­

sentación nacional de estatuir leyes y redu­

cir á justos términos la po te sta d R e a i , p e ­ ro pocos son ios que : se /han acordado de que en vano se .establecen l e y e s , fueros e s t a t u t o s , y en v ano • se qui ere dar f irmeza

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á u n a c onst i tu ci ón ; sino se establece u n C u e r p o per manent e que veie y haga g u a r ­ dar Ja observancia c o m o custodi o y salva­

g u ar di a de los derechos del pue bl o c ontra toda u su rpac ió n ó vi olencia del po de r Re al.

Par a o cu rr ir á este i nc on ve ni ent e qui eren las Có rt es sean permanentes , que es m a y o r i nc on v en ie n te . Y supuesto que el C o n g r e s o de las Córt es ha de tener un término a sus s e s i o n e s , y que ríisuelto aqu el • queda solo ei R e y e n car ga do de, la potestad e j e c u t i v a , debe nombrarse una d ip ut ac ió n de i ndivi ­ duos de cada b r a z o ■>. corao una e m a n ac i ó n de la potestad legislativa , no para dar n u e ­ vas leyes , ni r e vo car ni alterar las e st at ui ­ das o sino para hacer re cl amac io nes y o p o ­ siciones contra toda i nfracci ón de Jo sa nc io ­ nado en Córtes , y en caso da pedir a l g u ­ na c ir cu ns t anc ia pronta reparaci ón y r e m e ­ dio , e x ci t a r Ja c o n v o c a c i o n de Córte s e x ­ traordinarias ó de parlamento , c o m o se lia- maba en la c o r o n a de A r a g ó n . Esta d i p u ­ tación ge nera l que en C a t al u ña , A r a g ó n y Valenci a, se estableció a fines del si glo 14 pa ra estos i mportantes objetos 3 y para la r e c a u d a c i ó n y administración de las rentas púbi icas 5 c u y o e r ar i o , su custodia é i n v e r ­ sión estaban a su c a r g o , sostuvo firme é ilesa su c o n s t i t u c i ó n política , civil y e c o ­ nó mi ca po r tantos s i g l o s ; - y esta es j u s t a ­ mente la que n u n c a t u vo Castilla , donde faltaba una autoridad nacional que resistie­

se ó c o n t uv i es e lejgalmente las pretensi ones

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