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RINOTRAQUEITIS INFECCIOSA BOVINA Y DIARREA VIRAL BOVINA: REPERCUSIONES EN LA SALUD ANIMAL Y EL COMERCIO INTERNACIONAL

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RINOTRAQUEITIS INFECCIOSA BOVINA Y DIARREA VIRAL BOVINA: REPERCUSIONES EN LA SALUD ANIMAL Y EL COMERCIO INTERNACIONAL

D. Deregt

Animal Diseases Research Institute (Laboratorio de Referencia de la OIE para la Rinotraqueitis Infecciosa Bovina), Canadian Food Inspection Agency, P.O. Box 640, Lethbridge, Alberta, T1J 3Z4 Canadá

Original: Inglés

Resumen: La rinotraqueitis infecciosa bovina (RIB)/vulvovaginitis pustular infecciosa (VPI) es

producida por un alfaherpesvirus, el herpesvirus bovino 1 (HVB1), conocido también con el nombre de virus RIB. La diarrea viral bovina (DVB) es producida por un pestivirus, el virus de la diarrea viral bovina (VDVB), que, según se sabe hoy, está compuesto por dos genotipos, VDVB1 y VDVB2. Tanto el HVB1 como el VDVB producen trastornos respiratorios y reproductivos en el ganado. El VDVB produce también trastornos gastrointestinales y el genotipo VDVB2 puede producir enfermedad hemorrágica y enfermedad mortal aguda (“DVB aguda”) en el ganado. Tanto el HVB1 como el VDVB producen infecciones persistentes y los virus mantienen su presencia en los animales portadores. Puesto que la latencia es la secuela normal de la infección por el HVB1, el virus es secretado intermitentemente, mientras que los animales persistentemente infectados secretan el VDVB en forma continua. Las consecuencias de la infección persistente del HVB1 y del VDVB en el ganado son también diferentes. El control de estos dos agentes patológicos puede requerir la prevención de la infección/enfermedad mediante la vacunación o la erradicación del virus en los rebaños individuales o nacionales. Las vacunas marcadoras HVB1 parecen ser herramientas importantes para la posible erradicación en un país con alta seroprevalencia de la enfermedad; su utilización permite hacer una distinción entre los animales enfermos y los vacunados. Varios países europeos han erradicado el HVB1 y otros han iniciado recientemente programas destinados a erradicar finalmente el VDVB de los rebaños nacionales. Las pruebas de diagnóstico deben tener la sensibilidad y la especificidad adecuadas para llenar los objetivos de control de estas enfermedades que son propios de cada país. En cuanto al VDVB, deben reevaluarse los métodos de diagnóstico con el fin de cerciorarse de que los métodos en uso sean capaces de detectar las infecciones por el VDVB2. Las prácticas de vacunación deben garantizar la protección adecuada del rebaño tanto contra la forma aguda de la enfermedad como contra les pérdidas en la reproducción producidas por el VDVB2. Teniendo en cuenta la importancia cada vez mayor de las infecciones causadas por el VDVB y el interés que han mostrado varios países en su erradicación, debería considerarse el establecimiento de laboratorios de referencia de la OIE para el VDVB.

1. INTRODUCCIÓN

El herpesvirus bovino 1 (HVB1) y el virus de la diarrea viral bovina (VDVB) son dos de los más importantes virus del ganado, causantes de numerosos casos de enfermedad. Ambos virus producen un estado de persistencia que dura toda la vida en los animales portadores, aunque esta persistencia es bastante distinta en las infecciones por HVB1 y por VDVB. Los laboratorios de diagnóstico efectúan pruebas para detectar estas infecciones en el mundo entero. Los países importadores generalmente exigen que certificados de salubridad de los ganados comercializados incluyan la certificación de haberse efectuado pruebas de infección de HVB1 y VDVB.

Los métodos de diagnóstico del HVB1 y el VDVB que utilizan la reacción en cadena por la polimerasa (PCR) y los anticuerpos monoclonales, se están haciendo cada vez más comunes. La PCR parece ser especialmente valiosa para la detección del HVB1 en el semen bovino, mientras que los anticuerpos monoclonales específicos de tipo y la PCR múltiple son útiles para identificar el genotipo del VDVB.

El control de las infecciones por HVB1 y VDVB se efectúa por vacunación o erradicación. Los planes de control/erradicación recurren a veces a vacunas especiales, llamadas vacunas marcadoras, con el fin de separar los vacunados de los infectados por virus de tipo silvestre. La bioseguridad es crítica tanto para los programas de

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erradicación del HVB1 como para el control del VDVB. En el caso del VDVB, es importante identificar los animales persistentemente infectados (PI) y apartarlos del rebaño, tanto si el programa de control implica la vacunación como si el objetivo es la erradicación. La bioseguridad hace necesario que los animales con infección aguda o persistente se mantengan apartados del rebaño. El reto que enfrentan los países que tratan de erradicar el VDVB es el impedir que éste infecte a los rebaños sanos, no vacunados, entre los cuales estos virus pueden causar daños considerables en la forma aguda de la enfermedad.

Los Servicios Veterinarios de Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, México y Paraguay han suministrado información mediante sus respuestas a un cuestionario sobre los aspectos de diagnóstico y control del HVB1 y el VDVB. Esta información se encuentra comentada más adelante en la sección titulada "Respuestas a un Cuestionario sobre Aspectos Diagnóstico y Control del HVB1 y el VDVB.”

2. CLASIFICACIÓN DE LOS VIRUS

El HVB1 es uno de los Alphaherpesvirinae (55). Se trata de un virus grande (150-200 nm) con envoltura. Su genoma consiste de un ADN de doble hebra de una longitud aproximada de 140 pares kilobase (kb) (64). Se supone que este genoma codifica unas 70 proteínas. Tres glicoproteínas principales, gB, gC, y gD inducen respuestas inmunes de neutralización (64).

La caracterización inicial de los aislados de HVB1 no había conseguido distinguirlos serológicamente. Sin embargo el análisis de restricción enzimática permitió clasificar los aislados de HVB1 en tres subtipos: HVB1.1, HVB1.2 (compuesto por HVB1.2a y HVB1.2b), y HVB1.3 (compuesto por HVB1.3a y HVB1.3b) (76). Estos tres subtipos recibieron el apelativo de aislados “emparentados con el de rinotraqueitis infecciosa bovina (RIB)”, "emparentados con el de vulvovaginitis pustular infecciosa (VPI)” y aislados encefalíticos, respectivamente. Sin embargo, no se ha encontrado una correlación estricta entre el origen clínico del aislado (es decir, respiratorio o genital) y los subtipos HVB1.1 y HVB1.2. Se sabe hoy que el herpesvirus de la encefalitis bovina, anteriormente clasificado como subtipo HVB1.3, es un herpesvirus distinto del HVB1. Ha sido reclasificado como herpesvirus bovino-5 (55).

El VDVB es miembro de los pestivirus, grupo de virus de ARN con envoltura, con relación antigénica, pequeño (40-60 nm), de la familia de los Flaviviridae (41, 75). El genoma tiene aproximadamente 12 kb y codifica cuatro proteínas estructurales: la proteína C nucleocápsida y tres glicoproteínas: Erns (gp48) E1 (gp25), y E2 (gp53) (29). La glicoproteína E2 es la principal proteína neutralizadora (28). Entre las proteínas no estructurales, tan sólo la proteína NS3/NS2-3 (p80/p125) es altamente inmunogénica.

Los pestivirus incluyen el virus de la enfermedad de la frontera (VEF) de los ovinos y el virus de la peste porcina clásica (VPPC). Gracias a la reciente subdivisión del VDVB en dos genotipos, VDVB1 y VDVB2, se reconocen ahora cuatro genotipos de pestivirus (VPPC, VEF, VDVB1 y VDVB2) (8, 46, 52, 74). Además, recientemente se han propuesto como genotipos adicionales (9, 74), dos pestivirus obtenidos en rumiantes salvajes (un ciervo y una jirafa). Aunque en el caso del ganado vacuno tan sólo el VDVB1 y el VDVB2 parecen ser precozmente infecciosos (el VEF no ha sido aislado en vacunos norteamericanos ni europeos según diversos informes [45, 54, 62]), los ovinos pueden ser infectados por el VEF, el VDVB1 y el VDVB2, mientras que los porcinos pueden ser infectados por los cuatro genotipos reconocidos de pestivirus.

3. ENFERMEDAD E INFECCIONES PERSISTENTES

El HVB1 produce trastornos respiratorios y reproductivos y trastornos multisistémicos en los terneros jóvenes (39). Las infecciones del tracto respiratorio producen fiebre, secreción nasal entre serosa y mucopurulenta, lesiones necróticas en la nariz, conjuntivitis, inapetencia y reducción de la producción lechera. Igualmente pueden producirse abortos después de la etapa de la infección respiratoria (59). El HVB1 puede ser el virus iniciador del complejo de trastornos respiratorios bovinos conocidos como "enfermedad del transporte" (64, 77). En este complejo se presenta una neumonía grave cuando la infección viral está acompañada por una infección bacteriana secundaria. El HVB1 también produce vulvovaginitis pustular infecciosa y balanopostitis. Los toros pueden secretar el virus en el semen tanto durante la infección clínica como la subclínica (3, 69, 70).

Después de la infección aguda por HVB1 y de la seroconversión, el virus se localiza y persiste en los ganglios trigeminales o sacrales (1, 2, 44). La infección se mantiene en estado latente o "silencioso" en la cual no se produce el virus. El virus se secreta de nuevo durante la reactivación periódica de la réplica viral (60). Generalmente se admite que

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la reactivación viral es inducida por el estrés, pero también puede inducirse por la inyección de corticosteroides (43).

Aunque no se ha llegado aún a comprender del todo la latencia, las investigaciones anteriores muestran que en estado latente, se produce en las neuronas un ARN viral relacionado con la latencia, y se piensa que este ARN es el que, en alguna forma, regula la latencia. Los desarrollos recientes del estudio de la latencia han incluido el descubrimiento y la identificación (para el HVB1) de una proteína de 41 kilodalton (kd) como producto genético del ARN relacionado con la latencia ARN (31). Aparentemente la proteína se enlaza con una proteína celular de las neuronas llamada ciclina A, que toma parte en el desarrollo del ciclo celular (57). La expresión inadecuada de la ciclina A produce la muerte de la célula, por lo cual se ha emitido la hipótesis que la proteína de 41kd podría inhibir el desarrollo del ciclo celular y promover la supervivencia de las neuronas infectadas.

El VDVB produce trastornos gastrointestinales, respiratorios y reproductivos, incluyendo esterilidad, aborto y defectos congénitos (6, 49). Igualmente son comunes las infecciones subclínicas. Los toros PI y los que padecen infección aguda secretan el virus en el semen (33, 50). Además de lo anterior, los virus del genotipo VDVB2 pueden producir trombocitopenia, hemorragias y enfermedad aguda mortal o “DVB aguda.” Recientemente se ha visto implicado el VDVB1 virulento en graves enfermedades de los bovinos en Gran Bretaña (18).

El VDVB de cualquiera de los genotipos puede existir como uno de dos biotipos: citopático y no citopático, dependiendo de su comportamiento en los cultivos celulares (30, 36, 52). El VDVB no citopático no produce ningún efecto citopático aparente, mientras que los virus citopáticos matan a las células infectadas. Los dos biotipos pueden ser patógenos en el animal (25).

El VDVB no citopático es el más difundido de los dos biotipos, ya que constituye el 90% de los aislados de VDVB. Cuando se infecta un feto con el VDVB no citopático durante el primer trimestre de la gestación, puede declararse una infección persistente que dura toda la vida. El animal víctima de la infección permanente (PI) puede nacer raquítico o tener apariencia normal. Puede llegar a la edad reproductiva y producir descendencia PI (49).

El animal PI es inmunotolerante ante el virus que produce la infección persistente y no produce anticuerpos en su presencia (38). El animal secreta constantemente el virus y lo mantiene a su alrededor. Los animales PI mueren invariablemente de enfermedades de la mucosa, que se caracterizan por erosiones gastrointestinales y diarrea grave. Esto ocurre cuando el animal PI es infectado por un VDVB citopático que es antigénicamente similar al virus persistente (12, 17, 19). La sobreinfección puede producirse por mutación de la forma no citopática a la forma citopática o por infección externa. Por consiguiente, es posible aislar los dos biotipos virales en los animales PI que han muerto por enfermedad de la mucosa. Las vacunas vivas modificadas que contienen un biotipo citopático del VDVB pueden ocasionalmente precipitar la enfermedad en los animales PI (15, 53).

Se ha hecho mucho en los últimos años en materia de caracterización molecular de los "virus pareados" citopáticos y no citopáticos obtenidos en casos de enfermedad de las mucosas (25, 40). El VDVB citopático se distingue del VDVB no citopático porque el VDVB citopático produce en las células una proteína adicional llamada NS3 (p80) que participa en el efecto citopático. La proteína NS3 se relaciona con la proteína NS2-3 (p125) y puede derivarse de ella. En las células infectadas con VDVB no citopático tan sólo se observa la proteína NS2-3 no segmentada.

La secuenciación genética de los pares virales obtenidos en los casos de enfermedad de la mucosa muestra que con frecuencia se observan redisposiciones de genes o eventos de recombinación en los virus citopáticos, si se comparan con los virus no citopáticos de la pareja viral (25, 40). Estos cambios permiten la expresión de la NS3 por el virus citopático, lo cual lleva a concluir que los eventos de mutación en los virus no citopáticos persistentes permiten la expresión de la NS3 y producen el biotipo citopático.

En la mayor parte de los casos de enfermedad de la mucosa, el virus citopático probablemente es producto de eventos de mutación, que ocurren espontáneamente durante la réplica del virus no citopático en el animal. La vacunación puede a veces suministrar el VDVB citopático y precipitar la enfermedad de la mucosa. Sin embargo, parece ser que se necesita una similaridad antigénica con el virus no citopático para precipitar la enfermedad de la mucosa; de no ser el caso, se producen anticuerpos neutralizadores del virus citopático de sobreinfección. La vacunación también puede llevar a eventos de mutación en el virus persistente, precipitando la enfermedad de la mucosa. En un reciente informe se notificó el caso de un animal persistentemente infectado con VDVB2 que se vacunó con una vacuna viva modificada

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que contenía la cepa NADL1, que es una cepa VDVB1 citopática (53). El animal murió de la enfermedad de la mucosa. Al efectuar la secuenciación de las parejas virales, se descubrió que una ocurrencia de recombinación entre el virus no citopático y el virus de la vacuna había producido un VDVB2 citopático con una pequeña inclusión de secuencias de la cepa de la vacuna, NADL.

En los últimos años el VDVB2 ha venido causando enfermedades graves en los bovinos. La trombocitopenia con hemorragia, asociada a la infección de VDVB, fue registrada por primera vez en 1987 en un resumen de informes sobre las enfermedades en hatos lecheros del nordeste de los Estados Unidos de América (47). Sin embargo, no se reconoció al agente causante como genotipo independiente del VDVB clásico (tipo 1) hasta el 1994.

El VDVB2 virulento puede causar una trombocitopenia grave, con o sin hemorragias. Puede producirse ocasionalmente hemorragia en los puntos de inyección así como hemorragia en los ojos, que produce animales "ciegos" (7). La infección experimental de los terneros con VDVB2 ha producido trombocitopenia grave (menos de 5000 plaquetas/µl en algunos animales), hemorragias y muerte, aunque la mayoría de animales se recuperó (14, 20).

En los peores años de los focos de VDVB2 que se produjeron en Ontario, Canadá, durante 1993 y 1994, no fue frecuente el síndrome hemorrágico; antes bien, se observó una enfermedad aguda parecida a la enfermedad de las mucosas, con lesiones gastrointestinales y diarrea (65). Con frecuencia, el síntoma inicial en los rebaños fue el de enfermedad respiratoria y se produjeron frecuentes abortos en todos los períodos de la gestación. Los índices de mortalidad brutos en 10 rebaños víctimas de la DVB aguda que fueron examinados, fueron respectivamente de 10% y de 54% en los animales adultos y los animales jóvenes (< 2 años). Los focos avanzaron lentamente en los rebaños, con una duración media de 13 semanas; se estima que en 1993 en Quebec se perdió el 25% de las crías de terneros debido a infecciones atribuídas al VDVB2 (46).

Puede ser difícil distinguir clínicamente la DVB aguda atribuida al VDVB2 y la enfermedad de la mucosa. Sin embargo, la una y la otra se diferencian porque en el laboratorio se aíslan los virus citopáticos y no citopáticos en los animales afectados por la enfermedad de las mucosas, mientras que en el caso de la DVB aguda causada por VDVB2 tan sólo se aísla el no citopático. En general sólo se registran unos pocos casos de enfermedad de las mucosas en los rebaños, ya que la enfermedad sólo se produce en animales PI; sin embargo, si el rebaño incluye muchos animales PI, pueden producirse focos muy graves de enfermedad de las mucosas.

4. DIAGNÓSTICO

Las pruebas de neutralización viral (NV) y de los métodos inmunoenzimáticos (ELISAs), indirectos o de bloqueo, se emplean comúnmente para la detección del HVB1 en el suero bovino. Con frecuencia se usan las pruebas NV con incubaciones de 1 hora o de 24 horas del suero de prueba con 100 DICC50 (dosis infectiva 50% en cultivo celular) de

HVB1 (antes de agregar las células susceptibles). Esta segunda prueba es más sensible que la primera (10, 24). Todos los vacunos seropositivos, con excepción de los terneros que hayan ingerido calostro que contenga anticuerpos de HVB1, se consideran portadores del HVB1. Un aumento de la titulación de anticuerpos indica una infección aguda o la reactivación del virus de una infección latente.

Durante une reciente comparación efectuada en 17 laboratorios de 15 países de Europa, se evaluaron las pruebas serológicas de detección de los anticuerpos de la HVB1 frente a 12 muestras duplicadas que incluían tres estándares de referencia de la Unión Europea (UE) -negativo, positivo débil y positivo- así como 4 muestras postinfección (días 7, 9, 11 y 13) (35). El estándar de referencia UE positivo débil ha sido adoptado como el límite de detección para fines de inseminación artificial (IA) por parte del Grupo de Veterinarios IA Europeos (48). En los estudios se usaron pruebas NV de una hora, dos horas y veinticuatro horas, así como las ELISA comerciales y domésticas (indirectas y de bloqueo). Las pruebas ELISA domésticas y de bloqueo, y las pruebas NV de 24 horas resultaron ser las más precisas. En general, lograron calificar adecuadamente los tres estándares europeos y detectar anticuerpos hasta 11 días postinfección. Las ELISA comerciales en general eran menos exactas y con frecuencia no calificaron correctamente la muestra positiva débil UE. Aunque todas (tres) las pruebas NV de una hora detectaron los anticuerpos 9 días postinfección en este estudio, las pruebas NV de una hora y de dos horas no lograron una correcta calificación de la muestra positiva débil UE. Se ha propuesto la estandarización de los ensayos serológicos para detectar las titulaciones bajas de anticuerpos en los bovinos infectados con el HVB1 y el uso de los sueros estándar de referencia de la UE para la estandarización (35). En otro estudio se encontró que la prueba ELISA indirecta era más sensible que la ELISA de bloqueo para la detección de los anticuerpos de HVB1 poco tiempo después de la infección, mientras que para la

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detección de los anticuerpos debilitados y maternos residuales, la ELISA de bloqueo demostró ser la prueba más sensible (H.J. Cho, comunicación personal).

La detección del HVB1 con frecuencia se consigue aislando el virus en un cultivo celular. Generalmente se produce un efecto citopático viral dentro de los tres días siguientes; luego se confirma la identidad del virus mediante una prueba NV usando antisuero HVB1 o un anticuerpo monoclonal neutralizador del HVB1, o también mediante la demostración directa del antígeno de HVB1 con técnicas de coloreado de anticuerpos inmunofluorescentes o de inmunoperoxidasa. Los métodos recientes de detección del virus incluyen el método PCR, que parece ser muy adecuado para la detección del virus en el semen (37, 67, 68). El HVB1 ha sido detectado en el semen de toros con mayor anticipación, más a menudo y durante más tiempo, con el método PCR que con el aislamiento del virus.

En cuanto al VDVB, los animales PI con frecuencia presentan una actividad anticuerpo VDVB debida a una inmunotolerancia específica. Con frecuencia se usa la prueba NV para la detección de anticuerpos VDVB en los vacunos. Es posible probar muestras "agudas" y "convalecientes" y la titulación en aumento indica infección aguda. Las pruebas NV de anticuerpos VDVB pueden efectuarse en apenas tres días con un virus de prueba altamente citopático, por ejemplo la cepa Singer (23). Igualmente pueden usarse las pruebas ELISA para la detección de los anticuerpos de VDVB. En los países escandinavos se usa la prueba ELISA para la determinación de la situación del rebaño en cuanto al control de VDVB y para el monitoreo del nivel de anticuerpos VDVB en la leche de tanque (11).

El VDVB no citopático es un contaminante común de las líneas celulares que se propaga en presencia de suero fetal bovino (13) porque este suero es frecuentemente un suero combinado obtenido en los mataderos y puede estar contaminado con el suero de fetos PI. Por ello, la búsqueda de contaminación de VDVB mediante pruebas del suero y examen periódico de células, es una práctica esencial de control de calidad para el diagnóstico del VDVB. Algunos sistemas de cultivo de células usan suero de caballo en vez de suero fetal bovino con el fin de precaverse contra la contaminación por el VDVB (23).

Un paso muy importante en los análisis de animales destinados al comercio es cerciorarse de que los vacunos despachados no sean animales PI. La detección del virus en el material de prueba, por ejemplo suero/sangre o leucocitos sanguíneos, puede efectuarse por diversos medios, por ejemplo el "microaislamiento" en placas de cultivo celular de 96 pozos con los métodos de coloreado de inmunoperoxidasa (monocapa de immunoperoxidasa [MIP]), la prueba de inmunofluorescencia indirecta (IFA), las ELISA de captura de antígenos y la PCR (22, 26, 51, 56).

Al examinar los rebaños con el fin de identificar y apartar los animales PI, si es positivo el resultado de la prueba de VDVB en los vacunos, es necesario determinar si la infección es aguda o persistente. Dos pruebas positivas de VDVB en muestras de suero o sangre tomadas a 3 semanas de intervalo son indicativas de infección persistente. Los anticuerpos del calostro pueden interferir con la detección del VDVB por medio de la prueba ELISA y de los métodos de aislamiento de los virus (16, 58). Aunque los anticuerpos del calostro parecen disminuir rápidamente en los animales PI y con frecuencia no son detectables a la edad de 8 semanas (42), se recomienda que se repita la prueba en los animales jóvenes a una edad mínima de tres meses (16, 56, 58).

Los métodos usados deben optimizarse con el fin de detectar tanto el VDVB1 como el VDVB2. Esto puede hacer necesaria la amplia utilización de antisuero de reacción cruzada o de anticuerpos monoclonales, o también el uso de reactivos combinados, producidos tanto para el VDVB1 como para el VDVB2, en el caso de los MIP, IFA, y ELISAs de captura, y de cebadores conservados en VDVB1 y VDVB2, en el caso de la PCR.

Es posible usar anticuerpos monoclonales específicos de tipo MIP o IFA para la genotipificación del VDVB, (27, D. Deregt & P.A. van Rijn, observaciones no publicadas). Existe también la alternativa de efectuar la genotipificación mediante la PCR múltiple. Se han desarrollado ensayos de PCR múltiple que emplean cebadores específicos de tipo, basados en secuencias de genes Erns o NS5b (polimerasa) (62, S.A. Gilbert & D. Deregt, observaciones no publicadas). La PCR múltiple produce bandas de distinto tamaño para cada genotipo. La tipificación de los aislados de VDVB puede ser útil para la gestión sanitaria de los rebaños y para determinar la eficacia de las vacunas contra el VDVB usadas por el productor para el control de las infecciones por VDVB1 y VDVB2.

5. CONTROL Y ERRADICACIÓN

La vacunación se usa comúnmente para el control del HVB1 y del VDVB. En el caso del VDVB, las medidas de control que se consideran importantes incluyen también el apartar los animales y evitar la reintroducción de animales PI en el rebaño. Ciertos países europeos han iniciado programas de erradicación del HVB1 y, más recientemente, de erradicación del VDVB (11). Dinamarca y Suiza fueron los primeros países reconocidos como libres de HVB1 en los

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rebaños nacionales (71).

Las vacunas convencionales contra el HVB1 y el VDVB son vacunas de virus vivos modificados (atenuados) y vacunas de virus muertos. Es posible formularlas como vacunas monoagentes o vacunas combinadas tanto contra el HVB1 como el VDVB, así como otros agentes patológicos. Las vacunas de virus vivos modificados están destinadas a reproducirse hasta cierto punto dentro del portador, lo cual aumenta la probabilidad de la inmunidad protectora. Las vacunas de virus muertos generalmente necesitan un refuerzo con el fin de alcanzar la reacción de protección. Estas últimas vacunas se recomiendan frecuentemente para los animales preñados.

Los adelantos recientes en materia de control y erradicación incluyen la elaboración de una vacuna marcadora contra el HVB1, la propuesta de usarla en los programas de control/erradicación y el anuncio de programas nacionales de control/erradicación de VDVB.

En cuanto al HVB1, la vacuna con productos convencionales modificados, o de virus muertos, brinda protección contra la enfermedad, pero no permite hacer la distinción entre los animales que han sido vacunados y los que han sido infectados por un virus de tipo silvestre. Se está diseñando actualmente una nueva generación de vacunas que permiten esta distinción, llamadas "vacunas marcadoras".

Las vacunas marcadoras no presentan todos los antígenos que se hallan presentes en el HVB1 de tipo silvestre y por ello pueden distinguirse las respuestas serológicas de los vacunados de aquellas de los animales infectados con el HVB1 (72). Ejemplos de ell as son las vacunas subunitarias proteínicas basadas en una sola glicoproteína (por ejemplo la gD) o las vacunas en las que el virus ha sido modificado para ser portador de la eliminación de un gen no esencial (por ejemplo el gE) (61, 64). Otro ejemplo es el de la inmunización del ADN con un plásmido no infeccioso que contenga un solo gen HVB1 (5, 21, 64).

Para que puedan utilizarse las vacunas marcadoras para distinguir los animales vacunados de los infectados, es necesario disponer de una prueba asociada. Los animales vacunados con una vacuna subunitaria gD pueden diferenciarse de los naturalmente infectados mediante una prueba ELISA desarrollada para medir las reacciones a la gB (34). Los animales que muestran una serología gB positiva se consideran infectados por el HVB1, y en aquellos que fueron vacunados la reacción gB será negativa. Igualmente, para las vacunas de dilución de gE, se necesita una prueba para detectar la reacción a la gE. Los animales que reaccionen positivamente a la gE se consideran infectados con un HVB1 de tipo silvestre. Se ha desarrollado recientemente una prueba ELISA para detectar los anticuerpos de gE, que se considera adecuada para diferenciar los animales infectados de los vacunados con una preparación diluida de gE (73).

Se ha propuesto el uso de vacunas marcadoras en los programas de erradicación cuya primera etapa consiste en una campaña de vacunación intensiva contra el HVB1 (72). También se ha propuesto su uso en los países interesados en la erradicación del HVB1 pero que tienen una alta seroprevalencia del virus. Lo que se intenta es reducir la transmisión del HVB1 y permitir la identificación de los animales infectados. Cuando se haya reducido la seroprevalencia del HVB1 de tipo silvestre, será posible iniciar un programa de prueba y de apartamiento de los animales seropositivos. El paso final es la suspensión de las vacunaciones.

Otros dos elementos son importantes para el control del VDVB mediante la vacunación: primero, apartar los animales infectados y, segundo, la bioseguridad. Lo primero es importante porque los animales secretan continuamente grandes cantidades de virus en su entorno y ponen constantemente en peligro la inmunidad del rebaño. El vacuno PI puede identificarse mediante el examen del rebaño con las diversas pruebas de diagnóstico descritas más arriba. Las medidas tomadas para apartar los animales PI del rebaño deben estar acompañadas de las medidas de bioseguridad adecuadas. La bioseguridad significa examinar el ganado de reemplazo para comprobar que esté libre del VDVB, con el fin de impedir que ingresen animales PI al rebaño. Igualmente significa evitar la infección de las hembras preñadas. También debe tenerse cuidado de evitar las contaminaciones durante las ferias y exposiciones así como las que se originan cuando se pastorean animales de hatos vecinos.

Las anteriores estrategias de vacunación estaban dirigidas fundamentalmente a la vacunación de los animales de cría con el fin de impedir la infección del feto. Pero la emergencia del VDVB virulento hace que sea necesario contemplar la vacunación de todos los animales del rebaño. Los informes de vacunaciones fallidas y de afecciones reproductivas en animales vacunados sugieren que las vacunas usadas deben incorporar antígenos VDVB tanto del tipo 1 como del tipo 2 (52, 66).

El control del VDVB a nivel nacional ha sido puesto en práctica en Suecia, Noruega, Finlandia y Dinamarca (11). Estos programas de control se lleva a cabo sin vacunación. Recientemente se han descrito los programas de Suecia y de

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Dinamarca (4, 32). En Suecia, el programa nacional de control de la difusión del VDVB se inició en 1993 en forma voluntaria, financiado enteramente por los productores (4). En Dinamarca se inició un programa de erradicación del VDVB en la industria lechera en 1994, que estuvo seguido en 1996 por disposiciones gubernamentales destinadas a apoyar dicho programa. (32). Tanto el programa sueco como el danés incluyen la clasificación de los rebaños frente al VDVB, el apartar los animales PI de los hatos infectados, el seguimiento de la salud del rebaño y la prevención de la infección en los hatos exentos de VDVB. Las pruebas en la leche de tanque en busca de anticuerpos VDVB constituye un componente importante de cada uno de estos programas, que es utilizado para clasificar y seguir los hatos en relación con su situación respecto al VDVB. En Dinamarca se efectúan las pruebas de leche de tanque con una prueba ELISA de bloqueo y en Suecia se efectúan con una prueba ELISA indirecta (4, 32).

6. LAS PRUEBAS Y EL COMERCIO

Como se ha mencionado anteriormente, existen dos tendencias en cuanto al control del HVB1 y el VDVB: el control mediante la vacunación y el control mediante la erradicación. Por lo que se refiere al HVB1, la vacunación con vacunas marcadoras ha sido propuesto incluso como herramienta para su posible erradicación. Los países que han optado por una estrategia o por la otra con el fin de controlar el HVB1 y el VDVB adoptan puntos de vista diferentes en cuanto a las condiciones de las pruebas con fines comerciales. Por lo que se refiere a las pruebas, el Manual de Normas para las

Pruebas de Diagnóstico y las Vacunas (3a edición) de la OIE describe las pruebas recomendadas para fines comerciales, tanto para el HVB1 como para el VDVB. Además, para los países signatarios de la Organización Mundial del Comercio, el Acuerdo sobre la Aplicación de las Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (Acuerdo SPS) establece las reglas para la formulación y la adopción de medidas sanitarias que afecten el comercio (63). Según este acuerdo, los países tienen derecho a tomar medidas sanitarias destinadas a proteger la salud animal; sin embargo, deben cerciorarse de que estas medidas no establezcan una discriminación injustificada entre los miembros cuyas condiciones sean similares. Se presume que los países importadores que siguen las normas, las guías o las recomendaciones de la OIE han cumplido con las obligaciones que les impone el acuerdo SPS. Sin embargo, es posible aplicar condiciones más severas por parte del país importador cuando éstas estén científicamente justificadas y sean necesarias para mantener el nivel adecuado de protección sanitaria del país (63).

7. RESPUESTAS AL CUESTIONARIO SOBRE ASPECTOS DE DIAGNÓSTICO Y CONTROL DE LA RIB/VPI Y LA DVB

La mayoría de los países americanos que respondieron afirman considerar que la RIB/VPI y la DVB tienen una importancia entre mediana y elevada para sus ganaderías nacionales. Siete de diez países declararon practicar la vacunación para controlar tanto la RIB/VPI como la DVB, mientras que tres declararon no vacunar contra ninguna de estas enfermedades. Cuatro países indicaron tener restricciones en cuanto al tipo de vacunas cuyo uso está permitido, prohibiéndose específicamente las vacunas vivas para la RIB/VPI y la DVB. Ninguno de los países usa vacunas marcadoras y ninguno ha adoptado programas de erradicación. Dos informaron estar planeando la iniciación de programas de erradicación de la RIB/VPI y la DVB en el futuro próximo (uno a tres años). Cuatro de los diez países crían el ciervo en semilibertad (uno también cría el alce en semilibertad) para el consumo local o el comercio. La mayoría de países opina que es relativamente importante o importante que se dedique mayor esfuerzo de investigación a la RIB/VPI y la DVB en el ciervo y/o el alce. Siete de diez países declararon tener una preferencia en cuanto a la prueba (NV o ELISA) usada para la detección de anticuerpos de HVB1 para la importación; cuatro prefieren la prueba NV y tres la ELISA. La mayoría, o sea nueve sobre diez, declaran que la DVB debe incluirse en el Código

Zoosanitario Internacional y que deberían existir laboratorios de referencia de la OIE para la DVB.

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