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LA ESFERA TERRESTRE: PUNTOS CARDINALES, LÍNEAS IMAGINARIAS Y COORDENADAS TERRESTRES

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PLANETARIO MARINERO

Educación Secundaria Àrea d’Educació i Activitats

LA ESFERA TERRESTRE:

PUNTOS CARDINALES, LÍNEAS IMAGINARIAS Y COORDENADAS TERRESTRES Puntos cardinales y eje de rotación de la Tierra

Dado que fue necesario unificar criterios a la hora de decidir las direcciones sobre la superficie del planeta, la dirección fundamental aprobada por consenso es la dirección Norte-Sur que corresponde al eje de rotación de la Tierra. El eje de rotación de la Tierra no se halla perpendicular al plano de la órbita de translación alrededor del Sol sino inclinado unos 23º y «apuntando» hacia la estrella Polar, esta es la dirección Norte, y la contraria, la dirección Sur. Sobre la superficie de la Tierra, el extremo Norte se llama Polo Norte, y el extremo Sur se llama Polo Sur. Por otro lado, mirando hacia el Norte, el Este queda a mano derecha y el Oeste a mano izquierda.

Norte, Sur, Este y Oeste son los puntos cardinales terrestres. A partir de aquí se pueden

hacer otras combinaciones tipo dirección nordeste, noroeste, sudeste, sudoeste, norte noreste, etc.

Líneas imaginarias de la Tierra.

La idea de trazar líneas imaginarias sobre la superficie de la Tierra surge de la necesidad de orientarse ya desde la antigüedad (300 AC.) Ptolomeo trazó las líneas imaginarias en los 27 mapas del Primer Atlas Mundial en el año 150 AC. Además, incluyó un índice ordenado alfabéticamente con la longitud y la latitud del lugar a partir de los relatos de los viajeros.

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imaginaria que separa ambos hemisferios se llama Ecuador. Las circunferencias que trazan en dirección Norte y dirección Sur paralelas al ecuador son los paralelos. Los paralelos van cambiando de diámetro, disminuyendo a medida que se acercan a los polos. Por lo tanto, el círculo máximo es el Ecuador.

Si tomamos la esfera de la Tierra y nos situamos en los polos, nos podemos imaginar toda una serie de círculos máximos, del mismo diámetro, que pasan por los polos: son los meridianos. La ubicación del Primer Meridiano, o meridiano de Greenwich es una decisión absolutamente política que ha ido cambiando a lo largo de la historia. Ptolomeo decidió hacer pasar el 0º del Primer Meridiano por las Islas Afortunadas (actuales Canarias y Madeira), después otros cartógrafos lo fijaron en las Azores, en las islas de Cabo Verde, también en Roma, Copenhague, Jerusalén… hasta que acabó siendo fijado, por acuerdo internacional en 1884, en el observatorio astronómico de Greenwich, en Inglaterra.

La red geográfica de paralelos y meridianos abraza toda la superficie terrestre. Las intersecciones entre unos y otros son puntos. Por lo tanto, ya solo falta introducir un criterio de medida que permita clasificar numéricamente estos puntos. Cuando lo hayamos conseguido, tendremos una posición, una posición universal entendida desde cualquier punto de la tierra.

Finalmente, nos habremos orientado.

Coordenadas terrestres: longitud y latitud

Conocer la latitud y la longitud de un punto de la Tierra significaba saber la posición del lugar, tanto en tierra firme como en alta mar. Este fue el problema clave para los marinos aventureros que realizaban grandes viajes fuera de las aguas del Mediterráneo, en la inmensidad de los océanos que separan los grandes continentes. Tanto si eran cuestiones puramente comerciales como si se trataba de conflictos militares, resultaba crucial conocer, de la forma más exacta posible, las coordenadas de latitud y longitud para poder ir y volver al mismo punto de partida sin pérdida de vidas humanas, de mercancías ni de tiempo.

LA LATITUD

La latitud terrestre de un punto sobre la superficie de la Tierra es la distancia angular entre el plano del Ecuador y este punto, medida al largo del meridiano que pasa por el punto. Se simboliza con la letra griega I y se mide en grados (º), minutos (‘) y segundos (”).

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Pero, ¿cómo se mide este ángulo? De muchas maneras: los grandes observadores del cielo, astrónomos, matemáticos, filósofos, en definitiva, los sabios, ya desde tiempos antiquísimos vieron en el firmamento la respuesta a esta pregunta. El eje de rotación de la Tierra que señala la dirección Norte, se encuentra «apuntando» a la estrella Polar, fácil de localizar en la constelación de la Osa Menor. Por lo tanto, esta estrella se ve inmóvil desde cualquier punto del hemisferio Norte. Aplicando geometría: el ángulo que forman dos rectas es el mismo que el que forman sus perpendiculares, y por lo tanto se llega a la conclusión

de que la latitud también se puede medir como el ángulo comprendido entre la estrella Polar y el horizonte del lugar en el que nos encontramos. A medida que nos acercamos al ecuador, la latitud disminuye hasta llegar a cero justo en el ecuador. Por el contrario, a medida que nos acercamos al Polo Norte, la latitud va aumentando su valor hasta 90º por un punto situado justo en el Polo Norte.

Esta medida de la latitud solo es válida en el Hemisferio Norte, es decir, en los puntos de la Tierra desde donde es visible la estrella Polar. Para el Hemisferio Sur, se utiliza como referencia una constelación llamada Cruz del Sur, ya que no existe una estrella concreta hacia la cual la dirección Sur del eje de rotación de la Tierra esté apuntando.

Los navegantes que se pasaban días, incluso meses en el mar, necesitaban medir la latitud tanto en el cielo de noche, como en el cielo de día. El procedimiento es parecido al de la estrella Polar, pero en este caso con la estrella Sol y un poco más complicado debido a que el Sol no mantiene una posición fija diariamente.

La Tierra gira sobre sí misma realizando una vuelta completa en 24 horas, es decir, en un día. Un habitante del Hemisferio Norte, en la ciudad de Barcelona, por ejemplo, en realidad

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Tierra gira de Oeste a Este. En un momento del día, el sol alcanzará la posición más alta sobre el horizonte y después irá descendiendo hasta desaparecer por el Oeste. Este instante de posición más alta, simbolizado con la letra grieta a, se conoce como mediodía solar verdadero y no ha de coincidir necesariamente con las 12 del mediodía que marca el reloj. El reloj marca la hora oficial de cada país que se adelante o se atrasa dependiendo de los intereses económicos y del ahorro energético.

¿Pero cómo se puede saber con exactitud la hora del mediodía solar verdadera para medir la altura del Sol justo en ese instante? El procedimiento «casero» de dedicar varias horas a marcar sombras proyectadas por un estilete no es muy práctica en nuestro caso. Por lo tanto, en el taller, esta será un dato que no se calculará, sencillamente la daremos explicando de donde surge. Por otro lado, la inclinación de los rayos de sol respecto al ecuador es el ángulo llamado declinación, que se simboliza con la letra grieta d y se mide en grados (º), minutos (‘) y segundos (”).

La declinación cambia cada día del año debido al movimiento de translación de la Tierra alrededor del Sol. Para un habitante del Hemisferio Norte las horas de luz y las horas de noche cambian a lo largo del año. En verano hay más horas de día que de noche. La noche más corta es la del 20 de junio y a partir de aquí se va alargando hasta, más o menos, navidad, cuando se produce la noche más larga, y así año tras año en ciclos eternos. Conclusión: en verano la órbita del Sol por encima del horizonte es «más alta» y «más ancha» porque hay más horas de luz, el Sol tarda más en ocultarse. En cambio, en invierno, la órbita del Sol por encima del horizonte es más «estrecha» y más «baja», porque hay menos horas de luz y el Sol se oculta más rápido.

Para que se acabe de entender: un habitante del ecuador disfruta de 12 horas de luz y de 12 de noche todo el año, cada día. En cambio, un habitante del Polo Norte «disfrutará» de 6 meses de luz y de 6 meses de noche.

¿Pero cómo se puede conocer la declinación con exactitud? Se puede recurrir a las

tablas de declinación solar o gráficamente al analema donde se puede recoger directamente

la declinación del Sol para cada día del año en cada punto concreto de la superficie terrestre. Por qué nos interesan el mediodía solar verdadero y la declinación? Porque obtene-mos un conjunto de ángulos que están relacionados entre sí de forma sencilla:

( l - d) + a = 90º Finalmente, aislando la latitud:

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LA LONGITUD

La longitud terrestre de un punto sobre la superficie de la Tierra es la distancia angular entre el Meridiano de Greenwich y dicho punto, medida a lo largo del ecuador que pasa por el punto. Se simboliza con la letra L y se mide en grados (º), minutos (‘) y segundos (”).

Para conocer la longitud hace falta saber la hora que marca el reloj. ¿Por qué? La Tierra da una vuelta sobre sí misma en 24 horas, ya lo hemos dicho antes. Si fijamos un meridiano, justo pasadas 24 horas volveremos a estar sobre este mismo meridiano. Esto quiere decir que el ángulo de giro de la Tierra está directamente relacionado con las horas: por ejemplo, cuando en Greenwich sean las 12 del mediodía, en Moscú, que se encuentra hacia el este será más tarde, y en Nueva York que se encuentra hacia el Oeste, será mucho más temprano. Por lo tanto, conociendo la hora de Greenwich, si nuestro reloj señala un tiempo superior, sabremos que nos encontramos en el oeste; y si señala un tiempo

inferior, sabremos que nos encontramos en el Este. Ya solo falta relacionar el ángulo de giro de la tierra con las horas locales de forma cuantificada, es decir, pasadas x horas nos habremos desplazado y grados en dirección Este u Oeste.

Como la Tierra gira 360º en 24 horas a una velocidad constante, en una hora habrá girado 15º (360º : 24 H = 15º).

Por lo tanto,

- Si la hora local de Moscú supera, aproximadamente, en dos horas y media la de Greenwich, quiere decir que se encuentra a 2,5 x 15º = 37,5º Este, aproximadamente.

- Si la hora local de Nueva York es, aproximadamente, cinco horas inferior a la de Greenwich, quiere decir que se encuentra a 5 x 15º = 75º Oeste, aproximadamente.

Sin embargo, conviene precisar mucho estos valores porque, teniendo en cuenta que 1º de longitud equivale a 111 Km. sobre la superficie de la Tierra y a cuatro minutos de diferencia en nuestro reloj, si queremos tomar medidas con un error máximo de un kilómetro tendremos que tomar medidas de tiempo con una precisión de… ¡dos segundos!

Para determinar con exactitud la longitud, pues, hacía falta un reloj estable y preciso. Antes de su invención incluso los mejores marineros se perdían en alta mar porque los instrumentos y métodos de los que disponían no alcanzaban, ni mucho menos, la precisión necesaria.

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que conocer la hora con tanta precisión fue un enorme problema para los navegantes hasta el siglo XVIII. No obstante, científicos y astrónomos como Johannes Werner (1514), Galileo (1610), Giovanni Domenico Cassini (1688), Ole Roemer (1676) o Flamsteed (1675) inventaron sistemas para medir la longitud a través de observaciones astronómicas de la Luna, las lunas de Júpiter, algunas estrellas, la velocidad de la luz… De este modo la astronomía fue avanzando en estudiosos, construcciones de grandes observatorios astronómicos y, como consecuencia, en catálogos precisos de estrellas y descubrimientos de nuevos satélites naturales pero sin ningún éxito en cuanto a la precisión para medir la longitud.

Tan grande era la desesperación por la medida de la longitud, puesto que muchos barcos se estrellaban y se perdían miles de vidas y grandes cargamentos, que la cuestión llegó al palacio de Westminster. Desde el Parlamento de Inglaterra se convocó el «Decreto de la Longitud de 1714», con un selecto jurado (científicos, oficiales navales y funcionarios del gobierno) conocido como El Consejo de la Longitud. El Decreto de la Longitud era un concurso con dotación económica (veinte mil libras esterlinas o millones de dólares actuales) para el inventor de un sistema capaz de medir la longitud con un error máximo de medio grado y dos premios menores para métodos menos precisos: dos tercios de grado y un grado.

Es innombrable el número de ingenios e inventos que llegaron al Consejo de la Longitud. No fue hasta el año 1773 que un relojero inglés llamado John Harrison obtuvo el premio después de una lucha de cuarenta años para lograr el reconocimiento de su reloj mecánico. En la época hubo infinidad de conflictos políticos, rivales corruptos, crisis económicas y el reloj de Harrison tuvo que superar muchas pruebas y viajes antes de que se le concediera el premio.

Hoy en día cualquier persona dispone de un reloj estable, preciso y protegido ante los cambios meteorológicos. A través de la ecuación del tiempo se puede hacer un cálculo sencillo para determinar la longitud:

hora solar Greenwich – hora solar local = x horas y minutos z segundos

(Nota: hemos tomado como refererencia la hora solar de Greewnwich, el primer meridiano, pero se podrían tomar otras como la hora de salida del puerto, la hora de paso por un faro, etc.)

- Si la diferencia es positiva será dirección Este . - Si la diferencia es negativa será dirección Oeste.

Finalmente, (x horas, y minutos, z segundos) · 15º = x’grados y’minutos z’segundos Este u Oeste

Se ha establecido por convenio dar, en primer lugar, el valor de la latitud y después el de la longitud para expresar la posición de un punto sobre la superficie de la Tierra.

Referencias

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