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Practicas de visitar los enfermos y ayudar a bien morir

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DE VISITAR LOS ENFERMOS,

Y AYUDAR A BIEN MORIR.

CONTIENEN P I A D O S O S * Y SALUDABLES avisos, y documentos contra las engai.o¿as astucias del enemigo común) y muchas santas Oracionts,Pro~ sestas,Soliloquios,y¿ervorosas Jaculatorias de Aétos de Contrición, de Eé, Esperanza, y Amor de Dios,

para socorrer á los que eri sus ultimas agonías suelen carecer de todo consuelo.

ES OBRA MUY ÚTIL , Y NECESARIA PARA los Párrocos , y Confesores , y para todo genero de personas, que no solo quieren vivir, para que otros vivan , y mueran con acierto , sino es también para disponerse á su dichoso transito, viviendo para

lograr la felicidad eterna.

POR I I M. E. P. BALTASAR B O S C H de Centellas) Cardonafimp Reglar, Ministre jgpíj,

de los tnftrmos. '(£'/)'•

CON LAS LICENCIAS NECESARIAS. \ >

En Madrid: Por Andrés Ortega. Año de 177^.

A costa de la Real Contfanta de lmprestres}y Libreros

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APF&©BA<2FtfNES.

'- ^ Probaro» -esse- Libio , por m

HokaSjde la misma Religión.

Por el Ordinario, el Doótor Don

Manuel de Ayala , Cura proprio de

la Parroquial de $an Ginés.

Y por el Real Consejo, el Rmo.

P.M. Fr. Francisco Blaaco, del

Or-den de Predicadores.

(8)

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KA T AS.

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AG.4. Un. 8. sigucnteSjlee tigmntts*

Pag. 3 3. liri. 22> tazón, lee tazan. Pag.

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.i8.coníiuidetur,lee (onfundentHr.T&g.

¿04.Un.15. y 16. vita¿terna,lee w**ttm**

1

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PRAC-PRACTICAS

DE VISITAR LOS ENFERMOS,;

Y A Y U D A R

A BIEN MORIR.

LIBRO PRIMERO.

C O N T I E N E VARIOS A V I S O S , Y M U Y saludables documentos £ara todos los Ministros de Dios, que llevados del Zelo de la salud de las

Almas, desean exercitarseen el angélico mi-nisterio de visitar los Enfermos, y asistir

á los moribundos.

P R A C T I C A I .

DEL ZELO DE LA SALVD DE LAS ALMAS> y disposición necesaria, para quien exercita

tan santo ministerio.

E

S de advertir , que como por la excelencia del fruto se reconoce la bondad del ar-Wol que le produce, asi se infiere qual debe ser

(10)

% Praci\ de Bien Morir. Lib. 1. Vratt.% \ la disposición en el Ministro de D i o s , que*, exercé tan angélica obra por la misma cjbra, cuya reele-vada grandeza se vé clara , y fácilmente eh aquel entrañable a m o r , con que el mismo Dios puso tanta hechura en la salvación de las Almas ,wque después de haberlas criado á su imagen , y seme-janza , y haber, con altísima providencia dis-puesto, el que á todas en común, y á cada una en particular, asistan cün tanta'„ diligencia los Espí-ritus Celestes, para que ni una , quant'o es dé "par-te de su misericordia , .pereciese de sus preciosas margaritas; aun no se contentó con eso su cariño , sino es que añadiendo finezas á finezas, e m -bió á su precioso H i j o , igual con su Substancia» y su Eterna Sabiduría,"para que hecho Hombre, fuese capaz de tormentos, y derramase su Santí-sima Sangre por el bien de sus hermanos , y por el gozo de sus criaturas. ¿Pues en qué altura, se-gún esto, se constituye el .fiel siervo, y prudente, que asistiendo en las ocasiones mas precisas de enfermedad , y articulo de muerte á estas ovejas» que tanto al Salvador le costaron , se hace c o m -pañero zeloso del mismo Salvador ? Ayuda del modo que puede al buen logro de aquella infi-nita caridad ; y finalmente como dixo el Areo-pagita: Omnittm divhorum esse dmniss'imus Dea

cooperan in salttíe animar uní, lib. de Dirw. No-i

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mi-zeto de ta salud de las Alinas, z Vi'tritb. Coopera con Christo nuestro Bien en la obra admirable de la Redención, que es llegar ¿merecer el mas ínfimo criado el lado de su Se-, ñor en lascosas mas de su agrado, y confianza, • Ni se le puede á aquel Divino Señor ofrecer, mas agradable sacrificio, que este ardiente zelo de las Almas, según dixo San Gregorio Papa, Homil. zz. sup. Ezecbiel. Y el mismo Criador humanado,, quándo dixo á sus Discipülos : Faiiam vosfiertpis-(atores hominum, Mattb. ^..yers. 19. Y o haré que,; seáis Pescadores de racionales, sin duda dio á erHtender , que el manjar <mas sazonado de su D i -vina Mesa, y mas gustoso al paladar de su amor, es una Alma , que redimida con su preciosísima Sangre, se halla débil peceejllo en un occeano de amarguras á la hora de la muerte, á peligro de que la pesquen los engaños , de Satanás, y des-cogida la suave red del santo 'aviso de quien la asiste , escapa délas infernales. caikfeja,s , y se aco-ge para Dios , que la crió para el Cielo. Por esto el Apóstol honra á los zeladores del bien de. las Almas con el titulo de Coadjutores de Dios; para que entienda el piadoso Sacerdote que en ésto se exércita , que no menos viene á engrandccer su dignidad, que llegando á ser (como poco há he dicho ) compañero de aquel inmenso incom-, parable Ser.

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Sin-4.

Traít- de Bt¿» Uorir* tíb.l. •pratíjT

X

Singular favor de nuestro grande Dios ("sea-*, me licito decirlo asi con Inocencio Papa) es el que libremente nos llamemos, y seamos, después de Christo nuestro Bien , y eón precisa dependen-cia de sus méritos, Salvadores de las Almas: titu-lo tan gtitu-lorioso , quanto titu-lo es el del Santísimo; nombre de Jesús , que significa Salvador. Las palabras de Inocencio son las siguentes, Máxi-ma giratU est, quod aniMáxi-marum, quas ipse rede-wrat, homines voluisset esse Salvatores. Porque del mismo genero, que los Principes de la tierra, no solo se arman contra sus enemigos , sino es-que también convocan á sus parciales, y vasallos, cuyo valor los reviste de §á persona , y los hace como una cosa con el; asi el Rey de los Reyes, y dueño de todo lo criado, no solo defiende por sí m'smo á los suyos, al tiempo mas apre-tado de la vida del hombre, que toda es guer-ra , sino es tamfeien émbia á sus Angeles, paguer-ra que le socorran; arma sus Sacerdotes, para que valerosos peleen por el afligido , y hechos una cosa con su poder , consigan gloriosa victoria; por lo qual dixo el Melifluo Bernardo : Angelis. &hominibu$ utitur Deus tanquam coadiutoribus, & iommil'itomkus, quos parta viíloria, bonorifice temiinerabit. ixb. de Confident. Asi Angeles, y hombres forman lucidos Üsquadrones de Dios,

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pa-Del alo de U salud de las Almas. §' para confundir las huestes infernales; estoes, lle-var al granero del Cielo el trigo purificado, y escogido, que es cosecha de aquel Divino L a -brador, que tanto cuida de cultivarle. El mis-mo Hijo de ese Labrador Soberano, que dixo. de su Padre: Pater.meus Agrícola est,mandó i sus Apostóles, y en ellos á todos sus Ministros, que recogiesen ese trigo en sus .graneros : Triti-tum autem congrégate it¡ borreum. tneum. Mátth, 1 3 . vers. 30. .•• rr '

Muchos Obreros: puso el Señoreen el dilata-do campo de su Iglesia, según .diversas fatigas, para que son necesarios; á unos encargó el dis-poner la tierra con santas persuasiones; a otros, el sembrarla de acertadas doctrinas; á otros el. limpiarla de las malas yervas., que produce la perversa humana, inclinación otros el regar-, la con los consuelos espirituales, y asi: dispuso,, que no faltase ministerio alguno ; .pero la. ulti-ma perfección de, esta obra ,1a corona de estos trabajos,y el buen logro de todos ellos, (sea gloria especial .de miíReligxon Sagrada ) solo lo encargó á los - que con particular espiritu asis? ten en ocasión mas fatigosa; de. recoger la mies, y ponerla* en lo seguro de la gloriar. Asi quiere la Bondad Suma'que haya Ministros singularmen. te diputados á tan importante exercicio.

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6 Vtaft.&e üien Morir.Lib.i. VriB.Tí:

' Pues si según lo dicho , es de tanta estima-ción este piadoso oficio ¿_ ¿quál* disposiestima-ción será necesaria en quien le tiene ? ¿Qué zelo de la salud dé las Almas sera bastante? ¿Qué limpieza de con-ciencia , no soló para la administración de los Santos Sacramentos , sino es también para las asistencias hasta el ultimo instante ? ¿Cómo oirá Dios ál que asistiese (no lo permita su infinita bon-d a bon-d ) sienbon-do su enemigo? ¡ O ¿ c ó m o guerreará' con la Oración contra el común enemigo, quien por él pecado es habitación inmunda del que pretende auyentar 1 Ni parece posible , que pue-da atender a la" salvación agena el que no cuipue-da de la propia; ó ser luz para el enfermó, el que Miserablemente se halla en tinieblas.

Por eso será razón, que procure con todo cuidado limpiar su: conciencia , y ponerse bien con el Señor, quien en este ministerio quiere servirle; y antes de dar pasos materiales , sea el

primero espiritual una buena confesión , ó con-trición fervorosa, para; que de esa suelte vayan todos acertadosv pües::asi*ló'dicl:a: la razón de lo mismo que vá'á exercitar-, y asi vemos que lo hacen los que, con santo zelosiguen este loa-ble Instituto ; y puedo,: asegurar de alguno de nuestra Sagrada Familia , tan temerosos, de Dios, y zelosós de no errar materia de tanta

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jfél zele de la salvado» de las Almas, 7

«ia, que no se atreven á cumplir con este minis-terio , sin reconciliarse primero dé la mas leve culpa venial, si con ella se reconocen.

Dé. cuya disposición., y pureza de la "propia, conciencia,procede él zelo mas fervoroso , el despreciar.los frios de un Invierno,.'losi calores de un Verano ,1a falta de dormir , y otras m u -chas incomodidades que trae consigo la conti-nua vigilancia , con que .día', y noche ha de es-tar el ánimo pronto a esta .obra , ó esta obraexer-citada conforme, lo pronto del ánimo 5 que si mu-chos con penosas fatigas , y trabajos inmensos, clexando el regalo df la dulce patria, pasan esos dilatados mares , po^¡ ir al nuevo descubierto Mundo á solicitar el bien de tanto bárbaro idio-ta ; no menos gloriosa empresa tenemos en esidio-tas Indias , que la caridad nos enseña dentro de las puertas de casa. A n i m e n s e p u e s , todos ¡i tan grande piedad, y esperen de. aq^iel Señor, que no puede faltar en sus promesas, que hallarán otro tanto á la hora , en que todos afligidos, perturba-dos , y pobres de todo consuelo, necesitamos del mas fiel amigo j porque: Eadem quippe mensura, qua mensl fuerttis>remet'tetur vobis , l/Latt.j. v.'z»

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8 Tratt. de Bien Morir. Ltb.u VrA¡k.\t&

P R A C T I C A H .

DE COMO, T OVANDO HA DE AGVÁKDATL el Ministro de Dios a, ser llamado para asistir

* los moribundos; J quando debe acudir, sin ser llamado.

S

I el Sacerdote, Siquien pertenece por su ofi-cio (solo mirado cerno Sacerdote ) em-plearse en obras piadosas'* fuere P a r r c c o , ó Gu-ra de Almas, debe visitar los enfermos de su Feligresía, aunque algpno) de ellos no sea c o -nocido s u y o , porqué paj^ ese cuidado leha en-tregado Dios su Rebaíró; y si no vé al enfer-m o , avise á la gente dé su faenfer-milia de que está pronto para acudir jen lo que se ofrezca con-ducente al bien de aquella Alma; y siempre los amoneste á que Je llamen con tiempo, poique 5uele: haver mucha negligencia en los criados, y aun en las personas de mayor cariño, no

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X

^D^uanio

"se debe

acudir al Moribundo.

9

s í , én quanto le sea posible, ó por su Tenien~ t e , velando de genero;, que al tiempo déla cuen—. ta estrecha que Dios le ha de. pedir, pueda de-* cir seguro: Domine, quod dedisti mihi, non

per-didiexeis quemquam. Joann. 18. vers. o. que sí-ha? hecho de su parte lo que ha debido , ninguna havrá perdido, aunque muchas, ( n o l o permita el Señor) se pierdan; porque, no será haverla-perdido el Pastor vigilante, por cuyo desveló; estuvo lejos de perderse. Y siendo. el.Saccrdo-i t e , no Párroco , pero sí/conocido, ó amigo del enfermo, tampoco; tendrá razón para aguardar a. que le llamen, siendo la mas sólida-fineza de la perfecla amistad el .xiarle los últimos desen-gaños , y mejores consuelos, y solicitarle eter-: na gloria, por cuyo fin se acreditará mas fieL amigo,- si estima mas el conseguirle y. que su/'-propia vida : Maiorem dileñionem nemp habet, ut ammam suam ponat quisp.ro amkfesuis.Joann. 1 5 .

vers. 13. •

Pero si no fuere el propio Pastor, ni con©^; cido del enfermo , indiscreción será muchas veces el introducirse sin ser llamado; y dc.or-dinario se experimenta, que en lugar de hacer el fruto que se pretende, aborrecen les de la-familia , y los mismos enfermos, al que asi, sin razón alguna ( de las que después diremos) se

(18)

ade-l o vratade-l. di Bien Morir. Lih

.1. PratHjl.; \

adelanta con inconsiderado zelo } y:-.de ordinaria se sigue el ser rechazados, con desdoro suyo, y

de nuestro estado. ! - / Una de las razones que puede havér. para m->

troducirse. al enfermo, sin ser llamado , qual-quier Sacerdote-,-es el hallarse el enfermo en gra-ve peligro de muerte próxima^ que sin duda en, tal caso será bien íccibido, y más si es necesa-rio oirle de. penitencia. También si el que se

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* De Ruándose debe acudlt alMoribttndo. ít

titos no estubiesen redimidas con la Sangre pre-, ciosisima de Christo nuestro Bien, ó como si su Divina Magestad fuese .aceptador de perso-r ñas! No» est personarttm acceptor Deus ,

Ácl.io.

vers.

54. " . •

Y para exercitarse el.Ministro de Dios en esta admirable obra de piedad con m a y o r , y. mas seguro fruto, será muy útil el llevar consi-go este libro i asi para> la administración de los Santos Sacramentos, como para algunos casos .qife le pueden ocurrir, y también para las P r o

-testas de la F e , la Recomendación del Alma, y otras Oraciones devotas, que se deben rezar por los enfermos, quandó hay tiempo para t o -d o ; ó si no llevare este libro j po-drá escoger otro devpto, y del caso, 6 el Breviario; ¡ R o -mano , que sin armas algunas-mal soldado hará, sino es que en repentino caso no se puede pre-venir. '" •" • Podrá preguntar a los circunstantes', c|ueconocian al enfermo, su estado;, y>algo de sus c o s -tumbres, y modo de vida,, con sagacidad, para prevenir las tentaciones, y engaños de Satanás, que á la hora de la niuectc -suele dar' batería con las cosas á que inclinó en la vida. Y, tam-bién podrá con el mismo santo artificio saber si tiene algún rencor, ó'enemistad, para c o m

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po-x * r Praü. de Bien Morir. Lih.1. Practfyf. > ponerlo con tiempo t o d o ; de suerte, que no-queda cosa que pueda desagradar a; los ojos Di-vinos; y sobre t o d o , ¿1 mismo Sacerdote rue-gueá. Dios j y encomiéndese en las, oraciones de los otros, para que su Divina Mágestad le. inspire;

la" interior necesidad dé aquel paciente, y sepa acu* dir á ella con el debido espíritu.

: P R A C T I C A I I I .

DE COMO HA *>E ENTRAR EL SACERDOTE , en cas A del enfermo.

A

Cerca de entrar i el Sacerdote en Ist casa de el enfermo, es> necesario advertir cierto discreto m o d o ; pero no es fácil dáí -regla ge-neral, porque á veces los de la familia > de quién se halla en el ultimo ahogo, se hallan t^n aho-gados de pena, y aterrados de verle padecer,-que todo lo yerran; y-porpadecer,-que el enfermo no se asuste , (como, poco há decíamos)6 porque

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jffíti %¡tr<tda, del Sacerdote én casa, &c. 13

yá quandb- el Sacerdote se le pone delante, no vea, ni oyga; del qual parece, que se verifica lo que el Profeta Rey' dice de los falsos Dio-ses del Gentilismo : Os habent t & non

loquen-tur; ocuhs habent, & non videbunt: ames ha-bent, & non atidient. Salm. 1 3 . vers. 5. Indignos deudos de aquel engañado paciente , que antes que á su salvación, atienden á que no le asus-te la horrorosa cara de la muerasus-te, como si no fuera solo horrorosa para el que la tiene infe-liz ; ó como si no se le quitara el horror con los santos consejos, y suaveS; recuerdos de un pru-dente , y Religioso Ministro : engañanse, sobre engañar á aquella Alma, que solo el consuelo que Dios embia, sosiega el animo de quien con tanta aflicción padece;librase de escrúpulos, que m u -cho en aquella hora acosan; mu-chos pecados ol-vidados le ocurren; y finalmente se hace patente, y llano el camino del Cielo.

Pero aunque no es fácil ( como \hc dicho ) regla general, para introducirse con maña en la pieza del enfermo, y hablarle , sin disgusto suyo, de algunas, según las ocasiones, se han valido nuestros Religiosos con singular pruden-cia ; y una que en muchos ha aprovechado, ha sido el dar a entender al enfermo, que es un gran Medico, ( n o es mucho siéndolo del

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í 4 pratt. de Bien Morir. Lib.I. PrathlII. , m a ) y con la ocasión de tratar de álgun c o r -poral medicamento, pasar á consultar los del A l m a , y obligarle a recibir los Santos Sacra-mentos, insinuando, que sin la gracia de Dios ( c o m o es verdad ) ninguna diligencia humana es de provecho; y asi, con decente, y loable artificio, se ha dispuesto el camino de la salva-ción de muchos; y asi, no juzgo, que aprove-chará p o c o , quando parezca conveniente, para' el bien espiritual del próximo, y mayor honra, y gloria de Dios.

Aun mas fácil camino y y del caso hallo, en que el Sacerdote, que á los enfermos acude, lle-ve consigo algunas Santas Reliquias, y con la ocasión de que el paciente las adore, puede des-pués entrarle con suavidad en la materia, qu& al bien de su Alma conduce, como es la recep-ción de los Santos Sacramentos, para ponerse en gracia de Dios, sin la qual no asiste la in-tercesión de sus Gloriosos Santos, sino es en orden á que salgan del mal estado, en que tan-to peligran; y asi, las Sagradas Reliquias comen-zarán desde luego á obrar el efecto mas impor-tante , mediante la misericordia Divina.

Sigúese el que queden ásperamente repre-hendidos los perezosos en. llamar á quien asista, solo con un caso, que sucedió en R o m a , yfiíe:

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DÍI/filtradadel Sacerdote en casa, &c. 1 5

Qye habiendo sido llamados nuestros Religlor sos,.para ayudar á bien morir á un Noble de aquella; gran Ciudad » fueron detenidos, un gran rato en una antecámara por los parientes del enfermo,¡con varías frivolas escusas.: y finalmen-7 t e , instando los Religiosos para entrar,,les di-xeron , que el enfermo dormía. Cansados de es-perar , y viendo esto, se quisieron despedir, va-liéndose de aquellas palabras,de los Apostóles: Sidormit, salvui erit ,*]aann. I I . v. 1 2 . pero en-tonces entró gente de la. familia a. • ver el estado de aquel pobre Cavallero, y le hallaron .muerto, con grande sentimiento de todos, y mayor de los nuestros, que se bolvieron á su Convento, no-tando lo que hacen de mal en estas ocasiones los mas estrechos parientes, cuya barbara indiscre-i cion causa muchos yerros semejantes.

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i 6 Trátt. detíen Morir.Lih.l. PraiWIL^ c inSerno, de que reciba los Santos -SacramerP t o s , porque se muere sin duda, alguna, y otras cosas a s i , que de suyo son rigorosas, dichas si» mucho, y muy buen modo , que le tendrá', en^ caminándole con santa, y religiosa libertad por el camino , que le pareciere mas apacible, y ga¡-nandole antes la voluntad, y la atención, con, diferentes santas conversaciones , para que trahido acia lo bueno, y reducido á aquella disposición, de que necesita, pueda, quando le parezca oca-sión oportuna, entrarle sagazmente en su prin-r cipal intento.

; L a libertad religiosa.:, de que hemos dicho, que ha de usar el Sacerdote, bien se dexa en-tender, que es en orden á materias , no del todo fuera del cas©, procurando edificar á los circunstantes, y consolar al enfermo con algu-nos santos exemplos, para ir pasando á lo que le pareciere, con la dicha destreza : y si el en-fermo puede tener esperanzas, ó aun se las dan los Médicos, de vida, ó se reconoce en la en-fermedad menos grave, no se introduzca fácil-mente platica de la muerte, ó disposiciones, para pasar a la otra, vida, que no sería la vez primera, que por esta imprudencia, siendo el enfermo aprehensivo, se inmutase de genero, que solo el imaginar que se muere , le agrá*

(25)

he lAntrada del

Sacerdote' eñ CASA, &Í-. I 7 vasc la enfermedad, y por ultimo fílese bastan-te ocasión de perder la vida.

Solo , en quanto á confesarse el enfermo, se debe prevenir toda diligencia, y solicitar que sea quanto antes, pues el estar en gracia de Dios, sin estar enfermo , es debido ; y estando renitentes, se les puede obligar , con el avisó de que no pue--de acudir el Medico , si no se confiesan, se--gunel Decreto de P i o V . dado en Roma á S. de Mayo año de 15 66. y si no es que prime-ro se hubiese confesado, según afirma Rodríguez in Quast. Kegul. qmst. 67. art.q, col. 2. §. H<ts assertior&c. ó le podrá el Ministro de Dios

asegurar al enfermo, que sosegada la concien-cia , y limpia de la fea mancha del pecado, se le quitará el efeóio del mismo pecado, que es la en-fermedad que le molesta , si le es conveniente,, para el bien de su Alma.

Es de advertir la do&rina de Navarro , y de otros, por lo que hemos dicho del Decre-to de Pió V. y e s , que el Medico no debe des-amparar al enfermo, por no quererse el enfer-m o confesar , quando no se teenfer-me , ñi hay peli-gro de muerte evidente ; y la razón e s , porque el procurar la salud,y conservar la vida, es de Derecho Natural, contra-el qual no debe obrar el Medico por el precepto de -Pio-V. que solo

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i8 Pratt. de Bien Morir. lib.I.Pracf&tl. es Derecho positivo; y solo se debe entender , que obliga , quando la enfermedad conocidamente pone al enfermo en peligro de muerte. Pero no obstante la doctrina de Navarro , en tal caso los Médicos, por ley natural, están obligados, so pena de pecado mortal, á avisar á los enfermos peligrosos el peligro que tienen , para que se dispongan á morir ; y la razón e s , porque por ley natural está obligado á todo hombre á librar al próximo de los daños espirituales que le ame-nazan ; y pudicndo los Médicos librar á un en-fermo de los dañes grandes que le pueden su-ceder , muriendo sin disponerse ; se sigue de aquí, que están obligados en conciencia los Mé-dicos , por ley natural, de avisar á los enfermos, que se dispongan para morir. Sanche*., tom.i. ¡ib. 5. cap. 16. acerca de la ultima clausula del

(27)

pie-De' l'a entrada, del sacerdote en casa.'&c'. i o

dad. ••Suar+tomiq.-'mi^fárt. disf. cap. 3.

No obstante , leve , ó grave, qual fuere la enfermedad ¿ debe el Sacerdote instar al enfer-mo á que se confiese, y para esto traerle mu-T

chos exemplos de varias personas , que han sa-nado asi como se han puesto en gracia de Dios,: recibiendo los Santos Sacramentos, como le su-cedió á nuestro Santo Padre , gran Siervo de Dios, Camilo dc.LcLs, y otros innumerables, que cada dia nuestros Religiosos dexan sanos , des-1 pues c'e haber hecho tan christianas diligencias; cti-> yos sucesos, y otras muchas razones que "le-ins*-* pirará Dios j y sus Celestes Ministros , serán dficaz!. medio para tan santo.fin. • r. :. v ' ;

Y para c¡uc .se. vea quanto a aquel Divino: Señor agradan: estas i diligencias.., y quanto los? Santos Angeles, sirvienda a ••suvDucñoT^y crau-> lando nuestra dicha en :esxa :parte y se precian del bien de las Aimas en la hora ,.que para «na •éter*) nielad asegura su bien , diré lo que refiere el doc-; tisimo Urrutigoyte , dignísimo Arcediano^ de la > Santa Iglesia,de Zaragoza , .y .Patrort-dé -nuestro Convento de aquella Ciudad , en la ¥ida.:que{ escribe de San Felipe Neri, al capitulo séptimo del libro primero : y también la Vida de nues-tro S. P. Camilo, al capitulo octavo del libro segundo , que fue en tiempo del dicho Samo ; y

(28)

i o trati. de Bien Morir. L'tb.l. pratt.JIl. e s , que asistiendo el P. Camilo á Virgilio Cres-cendo , Patricio R o m a n o , en su ultima h o r a , y

hallándose presente San Felipe Ncri , para ani-marle al admirable instituto, le aseguro , que habia visto á los Santos Angeles diótar á uno de nuestros Religiosos , mientras ayudaba á bien morir, las palabras que le habia de.decir al en-fermo. ¿Quién , pues , dudará del acierto con Maestros tan singulares ? ¿Y quien no se gozará con tan alto empleo ? Por ventura , demás de enseñarnos , fue como mostrar zelos de vernos tan introducidos en su exercicio , pues Angel'ts suisDeus mandavit de te •> ut custodiantte in óm-nibus viis tuis. Saint. 90. v'ers. 1 1 . Y el camino mas peligroso es el que se hace á la otra vida, pues es para entrar en la región de la eternidad. Otros éxemplos muy al caso se cuentan en la* Vida' de nuestro Santo Padre, que por no dila-tarme masque lo necesario , remito al curioso, y devoto que quisiere saberlos : y se promete, que asi en ellos, como en todo lo que la dicha Vida contiene , tendrá una elección muy útil,

y gustosa.

(29)

-tf ti cuidado de que el enfermo se tonfiese. z t

P R A C T I C A I V „

DE COMO EL M I N I S T R O DE DIOS DEBE cuidar de que los enfermos se confiese», y

excitar-les ¿verdadero dolor de sus culpas con algH" ñas piadosas , y eficaces

conside-raciones.

D

Ebe cuidar el Sacerdote, con gran diligen-cia (según queda advertido en la Pradáca antecedente ) de que el enfermo , principalmente si está de cuidado, confiese sus culpas,y ayú-dele 1 ello el Confesor mismo, sjn molestarle,

y solo con las preguritas , que pide la ocasión,

y necesidad ; porque oprimido el enfermo con la gravedad de sus accidentes, no se podrá fácilmente explicar, si no es asistido de este m o -d o . Si el penitente -du-dare si fueron vali-das, o no sus confesiones pasadas-, debe en todo caso asegurarse , haciendo una confesión general, o por lo menos se confiese dé todos los pecados que le ocurra , comenzando desde la ultima con-fesión que hizo buena.

He dicho si el penitente dudare , suponien-do la gran diferencia , que hay de dudar a escrú-pulos i porque si de estos solamente proceded

(30)

z a 4c-Bi'f » Mmu 0,4* PrMi^. ;¡ í * no quietarse, no será necesaria la confesión g e -neral ,ni aunserá cqnyenieijTe^y esilarazon clara, porque nada se vá á conseguir, sino es dexar al enfermo mas confuso j-y-cansado s„i<mdq; asi,¡ que los .escrupulosos, siempre .quedan., inciertos y nunca aseguradosni suelen sosegarse; ¡jamás; con que _en tal caso,es. el único remediorsolicitar, que el enfermo deponga- -los escrúpulos, como debe , y que en todo se sujete , y remita al jui-cio del Confesor., enseñándole, que asi queda sU conciencia segura, según afirman comunmeríte.lqs Doctores..^ , .,. .. ' ¡- :_-:,-|,;-.y;; -;¿

Y para, que el enfermo~¡ se disponga; a hace? una buena .confesión , será bien., ;<jue;eji Confe-r sor Je excite.á verdadera contrición; (quices, un dolor ^oj^r^atural de haber . ofendídejy:á.;..-DioSj por ser^qufcnes , y digno de ser amado.sobir? todo lo criado, que se llama apreciativo 'vesto es, que aprecie mas á Dios, que á lasrcriaturas,, de quien el hombre recibe tan iniíuntejcal^les,.. be-neficios,, y contribuye tantas ingratitudes.. Ha de ser con proposito; firmísimo de la eiimienda,vY ayudado de la Divim gracia , espiando el-per-f don por su infinita misericordia) de Sus..pecadosj trayendole á la memoria; alguna, de. las ,coiisideracicnessiguientes.

(31)

Del cuidado de que ti enfermo se confiese, z 3

una injuria gravisima contra la infinita Bondad de Dios, y como tal, digno de eterno castigo; pues fue bastante,que por uno solo arrancase la ira Divina aquellos Cedros altos del Lybano Celestial, y*los convirtiese en tizones eternos: Su malicia es infinita , por ser contra persona de infinita Ma-gestad : y asi dispuso la eterna Sabiduría quedar satisfecha , en rigor de justicia, en la persona del Verbo Eterno , por esencia impasible ; y -que to-mando carne , padeciese tan horribles injurias, y dolores, hasta ser humillado con ignominiosa muerte de Cruz. ; ! , Si hiciera un hombre las obras meritorias de

todos los Santos Martyres , Virgihes;, y Con-fesores, y tuviera el amor de los; encumbrados, Serafines; y por ultimo, fuera tari'santo coma la Sacratísima Virgen Maria, en quien Dios acu-muló las perfecciones todas de los Bienaventu^ rados, y después cometiera un pecado mortal :•. jó cosa tremenda de oír! ¡o monstruo horrendo de la culpa! jó dragón voraz de las Almas ] al ins-tante lo perdiera t o d o , y de hijo adoptivo de Dios, fuera esclavo vil de Lucifer, obstáculo de la misericordia Divina, y obieto de su justicia vin-dicativa.

Dios es Sabiduria eterna, la culpa ignoran-cia grave, que ciega el entendimiento, deprava

(32)

24 trAft.de Sien Morir. 1¿b.i; IraBÜiP. r la voluntad v inquieta la memoria , y mueve Íasr pasiones al mal. Dios es Fuente perenne de suma 'felicidad, el pecado causa de toda infelicidad, y.

miseria» : . » ., . . Dios contiene, con eminente modo , todos

los bienes actuales, y posibles , y la culpa es el mayor de los males, pues priva de la hermosísima vista de Dios:: en Dios hay gloria sin fin, y con-sumada alegría; 4 y en el pecado tristezas graves, y tórnientos horribles, que durarán ^ por toda l£ eternidad-.

Considera ahora, hijo mió > quántas veces has merecido «1 Infierno por haver afrentado la gracia del Espíritu Santo , pues la echaste de tu corazón ,j para aposentar al pecado, y ensu-ciado el Tálamo florido del Esposo Celestial, con tantos géneros de adulterios, quantos pecados ,CCH> metiste 5 llora,- y si no puedes, duélete de que eres ta» insensible , que no llores tantos m a -les 5 y para moverte al dolor , y lagrimas,

de los males que has hecho , y los daños , y delitos'que contra Dios ,, y tu, Alma has c o

-metido» , L o primero , reconoce haver rompido las paces, 'que Chrisro hizo tan á costa suya, y de su preciosísima Sangre.

(33)

Delwtdadode que el enfermóse confiere. 1 5

y el rostro ala criatura, y puesto en dos balan-» ¿asá Dios, y á la criatura, y pesado mas en tu corazón la criatura , que el Criador, que es un menosprecio de Dios infinito.

L o tercero, haver perdido la gracia, las vüví-tüdes, los méritos, y el derecho de la Gloria,! y pegado fuego & todos los bienes de tu Alma^ ganados por el Hijo de Dios.

Ló quartó, haver afeado la hermosura de til Alma en injuria de su Divino Esposo, con la h o r -rible fealdad, y hegrur a del pecado *

L o quinto, que elegiste por padre al denlo-» n i o , y le entregaste el Alma,como la oveja al L o b o , para tormentos eternos.

L o sexto que quanto en tí fue mataste 4.

Dios en tü Alma, y en él á todas las criaturas Celestiales y y terrenas ; como el que mata la muger preñada, mata la criatura, que ya vivia en el vientre»

. L o séptimo, que tanto es mayor tü culpa» qüanto el ofendido menos, Jo merece , y mas obli-gado te .tiene-.-con beneficios^ ¿pues por quál de sus Divinos beneficiosj di, hijo m i ó , le has, injuriado, .y .dexadoí.

-Últimamente, mira que estabas ofendiendo al que actualmente te estaba dando la vida, salud, y mantenimiento, y guardándote, de dia,

(34)

26- Pra&. de Bien Morir.Lib.liPtáfti'W. y de noche del Demonio , que te quería m a -t á r , y llevar-te a los infiernos; y lo hiciera, si Dios no te-hirviera' guardado de los lazos, y

saetas del dia, y de las zeladas ©cultas de la noche; ¿pues quién no se dolerá dé haver eno-j a d o , y ofendido á un Dios tan piadoso, y mi-sericordioso?

Y mira , hijo , que te advierto ,que el do-lor j'-y-pesar nó le tengas por ja imaginación,

y pérdida en queincürriste, sino por líaver eno-jado , y ofendido a tu arriantisimo Padre Dios, y Señor, digno de ser amado por su infinita bondad sobre todo lo criado; porque un mí-nimo suspiro , que dá el hombre por esta cau-sa es mas acepto a Dios, que todo dolor, y amár'gúra, aunque sea la' mayor del Mundo, que procede de la pérdida de su propio inte-rese '•",'porque este tiene su fundamento en el amor propio , aquel en el de Dios, el qual ha¿ ce 'en-el hombre mil biériéstdále contrición ver. daderá; dale gran confianza en su' remedio ;

da-le alégria, y esfuerzo ;pi-rá recibir con pacien-cia toda -adversidad • injuria , y trabajó, y fruc. tifica unas lagrimas mas dulces que la miel; da-le un reconocimiento ^rófiíndisimó dé sí mismo,

(35)

adop-Del titulado dequeel enfermo se confiese. 2 7 Í

cion de hijo de Dios, dando el Espíritu Santo testimonio , que ya ha llegado aL la Casa de su Padre, y está ya recibido en el numero de los hiJHSíámadbs' del Dios haráie también oír á q u é ^ Ha voz suavisima-.'Este es miHijo muy amado, en quien yo me he complacido : Hic est Filiut m'eusdilefttfs yin quo milri bene complacui, Muttffí

17: v.¿rs¿$. • . •

> Muy grande indicio es , hijo m i ó , de ha*" ver "¡alcanzado la gracia, yperdoh de tus! pe-; eadós ,r.sipersevj§|are en tí siempre "el proposito' den© p e c a r , y;ha dias, que no pecas mortal-' mente?, porque, el.pecado , que por-la penitencia no.se quita, con su;pesó atrahe otros, y nin5-1" guno: puedeperseverar mucho tiempo, sin c o -meter pecado, que no tenga gracia; Y de aquí te puedes consolar, quando- el demonio te. qui-siere ¡turbar, con; decir ,¡ que no:están bien Con-1

fesadfos los pecados déla vida pasada; 'r

(36)

-ja& PrattJe Bien Morir* Lib.I. Praft.V%

P R A C T I C A V.

¡DE COMO LOS ENFERMOS DEBEN HACtR , su Testamento.

D

Éspües que el enfermo haya procuraóV purificar su Alma, por medio de k Sa-grada Confesión se sigue, el que trate de dis-poner de sus bienes; porque, como se refiere de ,1o que el Profeta Isaías cixo al R e y E z e -chíás, es precisa diligencia para morir bien: ¡Dispone ddmui tua, quia morieris ta ¿ & non vt-V*s i isai, %%,-vers. i . Ordena, y dispon las c o -sas concernientes á tu casa , y hacienda, porque feas de morir.

Pero bago juicio, de que es mucho mejor hacer el Testamento al principio de la enfer-medad , y aun tenerle hecho en sana salud * es consejo muy acertado ( y m a s haviendo tantos

accidentes, que de repente quitan la vida ) por-q u e , ó en salud, ó por-quando al principio de la enfermedad, aíin están despiertos los sentidos, y no entorpecidas las potencias , mejor tratara quaJquiera de lo que conduce á su salvación , y álcontrario sucede ,quando se agrávala enfer-medad , de que nacen muchos inconvenientes;

(37)

De ctAno se debe hacer el Testamento. 29

olvídame algunas veces deudas , y restituciones,; resultan pleytos entre los mismos parientes, y

deudos; hacense muchos Testamentos nulos, in-terpretándose la ultima voluntad del Testador con sentido siniestro: y por lo proprio, entre tanto que, ó ab intestato, ó lejos de lo que el Testamento dispone, unos, y otros solicitan, ó consiguen la herencia, ni se atiende á píos le-gados, n í a restituciones, con grandísimo de-trimento de las Almas.

De ningún modo debe el Sacerdote entre-meterse en esta materia, y sin duda, mas dig-no de alabanza, obrará con la decencia conve-niente á su estado, si no interviene en cosas de Testamento , ni por alguri lado solicite , que hecho este, se m u d e , ó se varíen los legados, para que en ningún tiempo formen queja con-! tra el Ministro de Dios aquellos que esperando, mucha parte en los bienes, no parezca que hizo el Sacerdote su proprio negocio, y no el de los herederos.

Pero si rogándole á que asista los mismos interesados, no pudiese eximirse, procure en tal caso el que vean todos, que no pone Ja mi-ra en adquirir algo pami-ra su Iglesia, ni pami-ra sí mismo; y dígale al enfermo lo que en

(38)

,30 Tratt. de Bien Morir. Lib.I, Fraft.Vi, cia, dexando, ante todas cosas. libre la vo'lürí-? tad al Testador.

Aquí se ha de advertir, quanto se engañan los que aterrados, con el temor de la muei te, reusan el hacer Testamento, y aun tienen hor-ror de que en ello se les hable , como si los de-cretos de nuestro Soberano Dios dependiesen de los hombres, ó su Divina Magestad fuese variable, como los hombres lo ^son. Sepan, pues, los tales, que el mismo Señor Supremo tiene constituidos los términos , y fin de la vida de cada uno, de cuyo fin, y términos no puede pasar un instante: verdad Católica, que ha-llamos al capit. 14. de Job : Breves dies hoir.i-nis sunt, numerus wenstmu cius Aptul te tst: Cons-tituisti teru.inos eius, qui p&icrhi non poterunt: y asi la muerte no se ha de seguir, según su opinión perversa , de que ellos ha^an Testamen-to , sino porque asi fue determinado, y decre-tado por Dios. Por lo: qual soy de parecer, que a estos se les ha de persuadir á que ordenen, y dispongan todo, lo que. a este punto pertenece, imaginándose .cort mejor acuerdo, que aquella enfermedad será la ultima, como es factible, que de este modo no pueden errar, eligiendo la par-te mas segura , porque no les acaezca, quepreocu-, pados de las postreras mortales ansias, busquen.

(39)

Dexo'mo se.debe hacer el Testamento, 31 el tiempo, quando y á , por no haberle, sea:im-posible el hallarle. Y si los que hubieren hecho su Testamento sanaren después de la enférmer dad, no habrá nada perdido, antes deben quedar mas consolados, juzgando, que con la D i -vina asistencia han hecho un acto heioyco de humildad, y de resignación en la voluntad de Dios, que por ventura , por haber visto ab eterno tales méritos, determinó, en rcniíTnera-cion, el que quedasen cen perfedta salud los mismos que sin esas buenas obras hubieran de morir. Demás de lo dicho , el disponerse , y conformarse asi, servirá de exemplo á todos, como obra de buen Católico, cuyo motivo es también de grande aprecio, supuesto que lo e s , el obrar bun , para que todos vean las buenas obras que deben imitar , y glorificar por elias al Criador : Vt videant opera vestra bonay

& glorificent Patrem vestrumy qui in Calis esn,

Mattb. 5. vers. 16. Concluyo, pues, con de-cir , que nos conviene mucho una continua so-licitud , y cuidadoso desvelo , para asegurar acertado el ultimo instante, diciendonos el mis-mo Salvador del Mundo: Estad prevenidos, por-que no sabéis el dia, ni la hora: Estote paratit

quia qua hora non putatis , Ttl'ms bominis veniet* Luc. i a . veis. 40. N© suceda, que cogidos

(40)

3 2 Vr*ft. de Bien Morir. 1*5.1. Vrañ. VI¿ de improviso sin esta prevención, de que el pro-prio Soberano Juez ya nos avisa,ni aun la meno? escusa tengamos para nuestra defensa.

P R A C T I C A V I .

DE COltO SÉ HAN DE RESTITVIR TAMA, y bienes.

D

ice una regla del Derecho : No se perdo-. na el pecado, si no se restituye lo hur-tado : Non remitt'mir feccatum , nisi restituatur ¿blatum.Reg. Peccatum, de Regül. iuris in 6. Con que el prudente Ministro de Dios debe aten-d e r , con toaten-da vigilancia, á que el que, por medio de la Confesión, y Testamento se dispo-ne , como para morir, restituya luego á sus pró-ximos la fama, y bienes á que obligado estu-viere ; porque si parte su Alma de esta vida agra-vada de semejantes cargos, irá condenada por una eternidad { y he dicho, que restituya lue-g o , porque si s.er puede, no dexe en el Tes-tamento que hacer estas diligencias, sino inste para que al instante se hagan , porque siendo posible, asi es debido: Y porque, si lo omi-te , para que después de sus dias lo execuomi-ten sus herederos,. estos por nb privarse de los bie-nes ( diciendo el Espíritu Santo, que aun el agua

(41)

-Pl %tno se debe restituir la fama, &c. 3 3

robada es. mas dulce : . Aqua furtiva dulcioresjunt. Prov. 9. ftrs. 17.) ño solo dilatarán- las .restitu-ciones , con gran daño del Alma del difunto» y las suyas, sino que también, por no restituir, Jo trampearán todo con mil enredos, de. .que hay hartos exemplares ; porque muchas veces h'ave-n jnos visto acabarse la amistad; con la vida, ,y cm-¡ pezar la codicia , y rapiña, y solapamiento c<m el primer Requiesiat in pie.

P R A C T I C A V I L

D E L O QVE SVELE IMPEDIR l'A

salvación del enfermo rj . de como se han de .

perdonar las injurias.

D

Ebe el Sacerdote (según muchas veces que-da repetido) cuique-dar con desvelo, infatiga-ble de la salvación de las Almas ; y para eso ha-, ga vivas diligencias para quitar del todo ocasio-nes , é impedimentos , que suelen obstar á la consecución del fin , siendo causa de que el enfermo cayga , o persevere en pecado .mor-tal. Debe por esta tazón prohibir el que. se lle-guen al doliente amigos , con cuya compañia se exercitó ,en vicios , porque con. su vista se puede excitar las especies de lo pasado , -y re-incidir en alguna delectación.

(42)

34 Pratt. de Bien Morir. Lib.I. Praft.yit. No permita que se lleguen otros , que de aígun modo le huvieren ofendido con injurias, heridas, oprobrios, y semejantes agravios, por-que resucitada con su vista; la ira , puede ser ocasión de nuevo rencor , y deseo de venganza; no obstante, podrán visitarle estos, á fin de r e -conciliarse , y pedirse perdón unos á otros ; sal-vo si se conoce que son de condición fuerte, que en tal caso , sin duda, es lo mas seguro, que se perdonen en ausencia, ó sin verse , pues la pre-sentía puede ser dañosa, y no es necesaria para perdonarse muy de corazón. Véase acerca de esa ta advertencia ultima un extraordinario, y horro-roso exemplo, que trae Belarmino en la expli-cación del quinto Mandamiento.

4 También se ha de impedir el que en el qüar-to del enfermo, ó cerca de él se canten can-ciones profarras, ó haya profanas músicas, haya-les, y risas de mugeres: ó semejantes festines,-porque puede el enfermo (divertido con lo que es tan distante del tremendo camino en que se halla , para entrar en las no conocidas eternas regiones del otro siglo ) desviarse miseramente de su recütud : pero el que se le Canten can-ciones espirituales : que mueven á la devoción, y unión, con Dios , y dan, entrada á la con-trición , y esperanza de la. eterna vida, tengolo

(43)

'T* 'be corno perdonar las in\wtust&C. 3 5

por ciilíge&iá muy digna de aplauso ; y muchas veces" he visto 5 que se ha execütá^o, -con' grande edificación de* los circunstancia'' todo redunda en alabanzas del Criador, diciendo el Profeta R e y : Alabad al Señor en acordes, y bien sonantes m ú -sicas : Laúdate Dominum in cimbalis bené sonanú-bus. Psalm, 150. vers. 5.

Advierta" asimismo el zelosó asistente 4 que de ningún modo quede en la casa del enfer-mo ocasión próxima de pecar , coenfer-mo lo seria alguna mugércilla, con lá qual el enfermo h u -biese acostumbrado ofender á Dios , J¿ qual, sin dilación, Se debe despedir, y no se* admita»

en este particular escusas algunas ; como- si di-xesen , que no puede faltar á la preci^i asistencia del enfermo , y á este tenor o t r ^ i í a z o -nes aparentes, que son engaños de Sj|j|^,- por-que en todo caso se ha de quitar apor-quel escán-dalo , no tratándose entre una , y otra parte de menor negocio : que de la salvacioil eterna, o eterna condenación , y bastando párá esto ul-timo la perseverancia de aquél idolillo tan

cer-ca de sí.

Sí el enfermo fuere pobre , y careciere de otra conveniencia fuera de aquella casa , ó en ella no pudiere pasar sin la asistencia , ó hacien-da de la t a l m ü g e r} antes debe buscar la salud

(44)

'36 vraB. de Bien Morir, Lib.l. Praft.yffij de su. cuerpo en algún Hospital, haciéndose lle-var á e l , que perder la de su Alma con aquella' asistencia : si fuere r i c o , conduzca , despedido aquel tropiezo del demonio, á otra honesta mu-g e r , y de este modo evitará tan mu-grave pelimu-gro; nq haciéndolo asi , se halla en estado de peca-» do m o r t a l , por razón del escándalo, que lla-man activo. DD. cum D.Thom. z. z. qmst. 4 3 . art.

I .

ad

4.

; P R A C T I C A V I I I .

D I LA SANTÍSIMA COMVNIONy . R o Viatico.

P

urificada ya la conciencia por la Sacramen-tal Cpnfeslon , y desterrados todos los im-pedimentos , y escrúpulos, según queda adver-tido, solicite el Sacerdote , queel enfermo rer-a b rer-a lrer-a Srer-agrrer-adrer-a Eucrer-aristírer-a , y puede recibirle por Viaticó ,, quando ya se agrava la enferme-d a enferme-d , sin estar en ayunas, como naenferme-die ignora. E l Ministro de Dios ha de atender á que reci-ba el doliente tan alto, y admirable Sacramen-to con grande disposición , y no menos devo-ción : h esta le ha de excitar con amonestacio-nes eficaces , y piadosas consideraciones , pa- '

(45)

De'edmo

se

debe

recibir

la S.

Comunión.

3 7 ira que en. el pecho del dichoso , que tanto bien espera, prenda el aftivo fuego del Divinó Amor.

Porque si a los humanos Médicos aguarda

eon tantos anhelos el paciente , para que coa

medicamentos no seguros, restituya la saluda su cuerpo , que por ultimo hade ser manjar dé gusanos, bien cierto es , que con mas ansio-sos fervores (quanto vá de lo caduco á lo eter-no ) aguardará al Medico Divieter-no Christo Jesús Señor nuestro, comprehendiendó, que de su m a -no poderosa ha de recibir eficaz sobera-no an-tidoto , que iníaliblememe dá salud á las Almas; y confie también en que el Supremo Autor dé la Gracia, y Naturaleza no le negará la tem-poral salud, si le conviene, en orden á sus bie-nes espirituales, cuya clemencia se ha de ase-gurar , tanto mas; en el afecto, quanto con mas viva f e , y devoción intensa recibiere á su Divina Magestad.

Demás de eso , aquel alimento sagrado c o -munica vigorosas fuerzas , para que intrépida el Alma , pueda ascender al Monte de Dios Horeb ( que es la Celestial Patria ) á goZar in-decibles dulzuras ante el Divino Rostro de un R e y de Gloria verdadero , y vivo : Ante faiiei$&. Dei videntis , & viventis, a donde no havrá

(46)

fer-3& Trañicd,deBien Morir. Ltbj.Trañjili. ferfnedádcs, ni hambre , ni sed, ni llantos, ní desconsuelos,. ni muerte , y esto sin fin, porque allá la vida es inmortal, y eterna.:

Añádese, que por la visiónJdel Omnipo-tente. Señor Sacramentado, se, enriquece el Al-ina con Celestes inestimables, y no perecede-ros Tesoperecede-ros, porque de aquella Fuente de g r aJ cias ha de conseguir el perdón de sus culpas, una perfecta contrición. de las que cometió en su pa-sada vida, una Fé verdadera, una firme Espe-ranza , una abrasada Caridad, y Amor de Dios, constante tolerancia en lo adverso, resignación grande en su santísima voluntad, continuo re-cuerdo de su' Pasión dolor osa , gloriosa victoria contra los combates del fiero común enemi-g o ; y últimamente, fiel perseverancia en suje-tarse, como siervo humilde , á todo lo que fuere del agrado de su amantisimo Dueño, para que asi llegue seguro al fin dichoso de la Bienaven-turanza eterna. Estas , y semejantes considera-ciones , son las que el discreto Ministro de tan magnifico Dios ha de excitar en el pecho del enfermo, para que con los afectos, que de ellas hacen, se commueva su animo de suerte , que en su corazón le disponga al Sacratísimo Cuerpo , de Christo nuestro Bien , que ha de recibir, la

mas digna morada que le sea posible.

(47)

PR.AC-DelSa'ramento de U Sdtttaixtrema-Vitc. 39

P R A C T I C A I X .

D E LA SANTA EXTR2M.A-VNCI0N.

i • •

Q

Uando sea tiempo oportuno, exorte el Sa-cerdote al enfermo , que con la ma-" yor devoción que^pueda, reciba el Sa-to SacramenSa-to de la Extrema-Úncion, y ahu-yente de su animo varios temores, porque he visto remisosen;esta parte, y acobardados, por no asustar al paciente, á algunos comensales, parientes, 6 criados de los enfermos, de los quales juzgo, que acerca de esta materia no obran bien, y que gravemente se engañan, por cuyo motivo ruego á los Ministros de Dios, que acudan, con puntualidad, á semejante ries-go ; siendo asi, que vles pertenece el cuidado de Jas Almas redimidas con la preciosísima Sangre de Christo Señor nuestro: y de ahí se convence, que deben atender con zelosa vigilancia, á que a todos los Fieles que están á su cargo, no falr te cosa alguna necesaria, conducente á su sal-•vacion. Pero entiéndese, que lo dicho se ha de

executar, no con imprudencias enfadosas, que nada consiguen , sino sabiendo mezclar dis-cretos una singular, y grande destreza con una

(48)

-i^Tó traB. de "Bien Morir. Ltb.I. ?rd&.W£" modesta, y religiosa libertad.

Llega, pues, él termino, en qué agravada la enfermedad, se conoce que todos los me-dicamentos corporales son yá- en vano; y di-4 go , que esta es oportuna, y a d m i i j ^ ^ ocasión para persuadir al doliente, que soló-resta el que usé espirituales remedios ,' y asimismo quede empeñado en recibir, ;.con muy conforme ale-gría, el Santo Sacramento de la Extrema-Un-ción , pues nos enseña la Fé Católica, que el dar la corporal salud quando es conveniente, es virtud especial de este Sacramento prodigioso. Limpia también el Alma de los pecados olvida-dos en las pasadas Confesiones, no solo siendo pecados veniales, sino aunque sean mortales, porqué de atritos hace contritos; todo lo dice el Apóstol Santiago : Infirmatur quis in vobis ? in-. dutdi Presbíteros Ecdesia, ut orent super eutn un-gentes oleo , in nomine Domini, & oratio fidet

sdlvabit infirmum, & alleviabtt eum Dominas, & gítí» peccatis sit, remittentur ei. Jacob. $.v. 14.

& 1 5 . Que es decir : Si alguno de vosotros está enfermo, llame, y haga venir á su casa á los Sacerdotes de la Iglesia, para que hagan o r a -f ción por el afligido, ungiéndole con el ¿janto Gleo en el nombre del Señor; y este v r a -cion, y Unción hecha con fe , salvará al

(49)

i.

..

T)elSacramento de la Santa Extrema-Qüc. 4 1

Sno , y el Señor le afiviará; (sanándole el cuer-po r si fliere convertiré) y si se hallare el enfer-mo con pecados, le serán perdjotódos.

(50)

4 2 .Traft. de

fien

Morir.lib.I.praájfe.. „. A muchos he visto, (dice el M. R . P . Jaco-? bo Mancinoensu Practica 9. que vá aqui co-piada ) al tiempo que les administraban el Sa-cramento déla Santa Unción, y es cierto, que unos la reciben con mayor devoción que otros; pero entre todos vi, como á un refulgente Sol, que hermoso brilla entre innumerables Estrellas, ya á~la presencia de sus rayos, desmayadas , á a aquel devotísimo Siervo de D i o s , único Fun-dador, y Autor de nuestra Religión Sagrada S.Ca-milo de Lelis, el q u a J ( c o m o también se refiere en su Vida, que corre impresa en varios Idio-m a s ) haviendoIdio-me instado Idio-muchos dias, y aun protestadose, que en todo caso quería recibirle luego; y haviendole respondido yo (Confesor s u y o ) que aun no era el tiempo de dársele, por-que aun no concurrían suficientes indicios de lo grave de su enfermedad, persistió entonces con mayores ansias, y afeólos en su proposito ; y fi-nalmente, mas para satisfacer á sus deseos, que á la necesidad, se le dio este celestial consuelo; y estando en>sus sentidos perfectamente despier-tos , como si no tuviese mal alguno , dixo la Confesión en voz articulada , y clara ; y asi Como le iban ungiendo , respondía: Amen , á las palabras, que en cada acto de ungir dice el

(51)

-ml$4crmentQ déla Santa Extrema-Vnc. 4 ;

guiar, quedo con singular alegría. Después sen-tándose sobre la cama, hizo un razonamiento de grande espíritu, hablando con todos los que allí nos hallábamos, hijos suyos en 'Quisto ]e-sus, y derramando nosotros copiosas lagrimas, echó en el nombre del Señor su santa bendición a presentes, ausentes, y venideros; y el Siervo ¡de Dios, después de tres días, pasó con felici-dad a la gloria indecible que á sus elevados mé-ritos estaba prevenida.

Otro exemplo me ha parecido poner aquí, asi acerca de la excelencia de este Santo Sa-cramento , como acerca de los anhelos, y afec-tuosas ansias, con que los fieles enfermos ha-vian de solicitar el conseguirle quanto antes. Refiere Juan Herolt en su Prontuario de E x e m -plos, que cierto Varón , exercítado en grandes, y buenas obras, hallándose en los extremos ins-tantes , siendo preguntado ¿si queria recibir el Oleo Santo ? Respondió : No me hagáis tal p r o -posito , porque todos los que con el Santo Oleo son ungidos se mueren ; y dicho esto espiró, por justos juicios de Dios; pero al tiempo que le estaban después amortajando , disponiéndolo el Altisimo , para enseñanza nuestra, bolvió el Alma de aquel hombre á su cuerpo , abrió los o j o s , habló , y dixo : Porque tuve horror

(52)

'4| Pr¿¿?. de Bien Morir. Lih. I. V.aíí.M. . al Santo Sacramento de la Extreina-Unciorí,' aunque no lo deseché por, menosprecio, pade-ceré por cien años los terribles incendios del Purgatorio : Sentencia que ha dado el justísimo J u e z ; y si huviéra sido ungido , huviera sana-do de la enfermedad de que he muerto ,

por-que la Extrema-Unción no acelera la muerte^ antes la difiere: y con la ultima de estas pala-tiras bolvió k salir de aquel cuerpo su espíritu: asi lo refiere el sobredicho Autor.Con todo 16 dicho, bien ponderado , y traído á tiempo^ puede él 'Sacerdote, y debe animar al enfermoj y enfervorizarle, para que antes de perder los sentidos, se adelante afectuoso á pedir el Sacra-mento de lí Santa Unción*

(53)

-pelas Indulgencias ry Absolución. „

• P R A C T I C A X. , ". /

tfE LAS INDULGENCIAS , 7 ABSOLUCIÓN en el articulo de la muerte.

|Espues dé haberle administrado el Sacra-mento de la Extrema-Unción, se le apli-ca al moribundo la Indulgencia 'plenaría, que le es concedida por el Sumo Pontífice en el ar-ticulo de la muerte, en virtud de la Bula de la Santa Cruzada, ya sea verdadero articulo de muerte, ó ya existimado, ó presunto, como lo.afirman Corduba7 Roderiquez, & Henríquez, apud

Villalobos in Siitiim. tom. 1. ir del. 22. adnonam ¿laus. Bútl. §. i.num. 8v Y según la mas proba-ble opinión , puede esta"* Indulgencia plenaria concederse haviendo peligró de muerte; y una vez concedida dicha Indulgencia en el articulo de la muerte , no se puede segunda vez con-ceder , ni aplicar , sino es que el Confesor la aplique debáxo de condición. (Si ab bac infir-mitate Deus te liberavent, reservatur tibi b&c I»-dtilgenciat pro vero mortis articulo.) Si Dios te

libraré de esta enfermedad, se te reserva esta Indulgencia para el verdadero articulo dé la muerte. Esta es la intención, y voluntad del

(54)

Su-46 PraB. de Bien Morir. Lib.I. PraBX.

Sumfno Pontífice; y por eso el Comisario

Ge-neral de la Santa Cruzada pone las palabras arri-ba dichas al fin de la absolución, que tiene en, la Bula; y asi lo sienten Navarro cap, 2 7 . num. Viltalob. idem asserit. num. 9. Y no aguar-de el Confesor, que ha aguar-de aplicar esta Indul*-gencia, á que el

enfermó

esté boqueando para aplicársela, porque podrá suceder, que el m o -ribundo parta de esta vida sin dícha Indulgen-cia; antes bien se la concederá quando proba-blemente se juzgue que el enfermo morirá, y

que yá no pecará m a s , como siente Villalobos?, loco citato.

Ni es necesaria que el Confesor que apli-ca dícha Indulgenciaren, el articulo de la

muer-te, use de las palcas de la-forma contenida

en la Bula de la Santa Cruzada de España ( a u n -que esto sería bien 1 bástanle quálesquierá pala-bras, que signifiquen la misma aplicación de di-cha Indulgencia ; v. g, (applico tibí indulgentiam kffncessam ubi a Papa in articulo mortis) aplicóte

P •indulgencia, que te es concedida por el P a -pa en el articulo de la muerte; y aquella - pa-labra allí puesta, a peccatis tuís, se ha de ex-presar quando el Confesor, juntamente con la concesión de la dicha Indulgencia, absuelve sa-cramentalmente de los pecados, pero sí

(55)

men-peUs Indulgencias \ j Absolución. itf mente le absuelve de la Excomunión, 6 solamente le concede la Indulgencia, na puede d e -cir dicha palabra a peccatis tuis, por quanto no absuelve sacramentalmente de los pecados» Si el penitente tuviere dos Bulas, y se hallare dos reces en articulo presunto de la muerte, pue-de una Bula servirle por un articulo, y otra por o t r o ; pero si la concesión de la Indulgen-cia fuere hecha en verdadero articulo dé muer-i-t e , én muer-i-tal caso solo para esmuer-i-té armuer-i-ticulo puede servir la Bula.

Y asi es de advertir, que puede él Sacerdote, ó Confesor aplicar la Indulgencia al m o -ribundo fuera de la Confesión, porque lá' in-tención de su Santidad no es que la aplicación de la Indulgencia sé haga dentro de la Confesión. Y por otra parte, la aplicación de la I n -dulgencia no pide que se haga con la celebra-ción del Sacramento de la Penitencia, como acertadamente observa Mendo in Bull. disp. Zj-cap. i . ni tampoco es necesario', para que la aplicación de esta Indulgencia aproveche cu él articulo dé la muerte , que el moribundo expresamente pida se le aplique dicha Indul-gencia ; basta que la pida implícita , ó inter-pretativamente, teniendo la Bula de la Santa' Cruzada, y haviendo Vivido christianaménte,

(56)

aun-4& Traft. de Bien Morir. Lib. Prtí¡tX

aunque ignore, que de hecho se le aplica dicha Indulgencia. Asi lo sienten comunmente los D o c -tores ; y véase en este punto á Suarez, tom. 4. m

3. part. disp. 56. secj. 1. num. 7.

70RMA DE LA ABSOLVCION, T DE APLICAR las indulgencias en el articulo de la muerte.

D

Espues que el enfermo bavrddicho la confe"

sion general, « otro en su nombre, si no pu-diere , diga el Confesor : Misereatur t u i , &c. In-* dulgentiam, absolutionem, & remissionem, & c . 7 después diga:

(57)

.~$e44s"táddgenchs ¿ y Absoíuúon, >'•= 4 9 debkis j propter culpas, & óffensas, quas contra Deum , anímam tuam , & proximum-; ,tuum eomniisisti, & quantum mibi permittitur.'Si ve-RO ista vice non morierís , reservo tibi índuk-. gentiam plenariam concéssam •% Domino Papa, pro ultimo articulo mortis A I S , ut in eá com-i

missione praefata? Indulgentiae Dbmini ñostri Paí' pa? continetur. In nomine Pat-ris , & Filii, &Spir, ritus Sanéti, Amen,

INDV LGENCIA PÍBN'ARIA PEKPET1M en el articulo de la muerte , concedida por la San-tidad del Pupa Alexaudro Vil. a cada uno de las Pieles moribundos, por medio de la Imagen del Santo Cru,cifi)o , que cada tino de los clérigos Re* glares , Ministros de los Enfermos ( que en nuestm

España llaman Padres Agonizantes ) tiene pa^ ra su ministerio de ayudar a bien • , -•

morir, >

N

uestro muy Santo Padre Alexandro VIL concede Indulgencia plenaria ., y remi^ sion de todos los : pecados, á cada uno de los Fieles Christiahos, de entrambos sexos, que en el articulo de la muerte, confesado , y comul-* gado, y no haviendo podido hacer esto , á Ib .menos contrito , d i x e r e con el corazón, no pii-'

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